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Génesis capitulo 23

Buenos días, hermanos, el día de hoy veremos la muerte de Sara y las


connotaciones que trae este capítulo en nuestra vida, en este capitulo se
evidencias varias reflexciones que ire mencionando en el recorrer del
capitulo.
Abraham había vivido largos años, y paso por muchas pruebas. Así a vivido
un carrusel de situaciones duras y de bendiciones.
Ya en su vejez tuvo que vivir un momento muy triste, cuando muere su
querida esposa. Sara lo había acompañado por más de cien años, y juntos
habían compartido muchas experiencias
En primera instancia Este capítulo nos relata cómo fue la muerte de Sara en
esencia, Sara vivió 127 años, estando más de un siglo al lado de Abraham,
y por casi cuarenta años, con su único hijo, Isaac.
A pesar de este doloroso suceso para Abraham Al parecer, no estuvo con
Sara cuando ella murió. Cuentan en capítulos anteriores que Sara estaba
en Quiriat-arba, mientras que Abraham se encontraba en Beerseba según el
capítulo 22:19 de este mismo libro, acá según las evidencias, puede ser que
la muerte le llego de forma repentina, lo que hace que la muerte de Sara
sea aún más doloroso para Abraham al no estar ahí en su último suspiro!
Esto nos deja la primera enseñanza y reflexión: La muerte a veces nos
visita repentinamente. Por tanto, debemos vivir cada día, listos para la
muerte. Decir y expresar a nuestros seres queridos todo lo que sentimos
pensamos para que en esos casos de ausencia no quede esos vacíos y
remordimientos.
Otra pequeña pero sentido reflexión el cual considere importante es ¡Perder
a una buena esposa es una gran tragedia humana! Nosotras en muchos
casos somo el bastión del hogar somos esa compañera idónea para
nuestros esposos y me pongo en los zapatos de Abraham y debe ser muy
duro perder a esa compañera idónea, esa esposa, consejera, amiga,
complemento, confidente, guía y demás virtudes que una mujer puede
aportar a su compañero de vida.

Otro factor que debemos tener en cuenta en el capítulo 23 es LA COMPRA


DEL SEPULCRO el cual nos corrobora la evidencia de que la muerte de
Sara sorprendió a Abraham, y no fue un suceso que venía en proceso
degenerativo. Esto nos lleva a que Abraham aun no tenía un lugar donde
enterrar a su esposa. Por ende, en medio de su luto, tuvo que solucionar
esta situación y es cuando empieza a buscar un sitio acorde entre ,los
hititas en la ciudad de Hebron, tierras prometidas por el Señor y su
decendiencia.
Acá debemos hacer otro análisis bien importante y es que Abraham
Siendo “extranjero y forastero”, no tenía donde enterrar a su amada esposa
Sara. Por eso hace un pedido conmovedor y es el pedir que les vendiera un
terreno muy especial para poder enterrarla.

La respuesta de los hijos de Het es aún más interesante

1. Tratan a Abraham con bastante respeto


2. Reconocen su importancia
3. Le ofrecen una propiedad especial

Es evidente el gran respeto y admiración que se le tenía a Abraham, y esto


me dice que de forma paralela hoy por hoy en nuestro diario vivir debemos
siempre actuar y obrar bajo los ojos de Dios. Debemos ser rectos en
nuestra forma de pensar y actuar produciendo en los demás una buena
imagen inspirando respeto, reciprocidad ayuda y elogios de nuestros
hermanos, pero lo mas importante es llevar y obrar de forma correcta, es
frente a nuestro padre quien siempre nos pide que obremos conforme su
voluntad.

Y es que el hecho de que Dios haya permitido que Abraham enterrase a


Sara en Hebrón nos lleva a pensar que nuestro señor en su divinidad justa,
permite que Sara descanses en la tierra prometida, el cual fue adquirida con
rectitud y justicia.

Para finalizar entendamos un poco mejor la adquisición de Abraham, el cual


se interesa en una cueva, que estaba dentro de la “heredad” de Efrón quien
le ofrece la cueva y la “heredad”, en calidad de regalo, Pero Abraham insiste
en pagar, porque quería comprar la “heredad” entera (v.13). Efrón establece
el precio – 400 monedas de plata (v.15), y Abraham lo paga (v.16).
Podríamos decir que éste no era un precio bajo para una heredad, pero
Abraham quería pagarlo con la finalidad de tener un lugar donde enterrar a
su esposa.

En todo este relato, Abraham actúa con tremenda dignidad, como


corresponde a un hijo de Dios; a un hombre que aprendió a caminar con
Dios.

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