1 Timoteo 1:18-20

18
Esta comisión te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en
19
cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla, guardando la fe y una buena
LBLA conciencia, que algunos han rechazado y naufragaron en lo que toca a la fe. 20 Entre los cuales
están Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás, para que aprendan a no
blasfemar”.
18
Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se
19
hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena
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conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son
Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar”.
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Este [el] mandamiento te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías hechas antes hacia
ti, para que milites por ellas la buena milicia, 19 guardando (la) fe y (la) buena conciencia, cual
TP
algunos rechazaron; en cuanto a la fe naufragaron, 20 los cuales son Himeneo y Alejandro, (a)
quienes entregué al diablo, para que aprendiesen a no blasfemar.

Bosquejo: Consejos de un padre espiritual

Introducción

I. Dirección ministerial (Instrucciones para el Pastorado)

II. La buena milicia (Una realidad espiritual)
III. Ejemplos de rechazo y naufragio (Deserción ministerial)

Conclusión

Desarrollo

Introducción

- Ilustración del cuidado de un Pastor para con el rebaño: Guía por el ejemplo, disciplina para la
corrección (Salmos 23).
 I. DIRECCIÓN MINISTERIAL (1:18a)
- Este mandamiento. El mandato que señala el Apóstol es el mencionado en el verso 3:
[mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y
genealogías interminables]. Es un mandato que refleja el cuidado que deben tener los Pastores
para con el rebaño, la Iglesia del Señor.
 Te confío. La palabra “confío” parece denotar la acción del que encarga a alguien una
labor. La misma palabra es usada por Jesús cuando enseña la parábola del siervo fiel y
del infiel (Lucas 12:48). Se le estaba encargando una tarea que cumplir como siervo o
esclavo de Cristo.
 …hijo Timoteo. Las palabras de Pablo tratan de comunicar la buena instrucción de un
padre que ha dedicado su vida y esfuerzo a criar o enseñar a su hijo. En este sentido, es
obvio que Pablo no fue su padre biológico, pero figurativamente fungió como un padre
espiritual a cargo del crecimiento espiritual de Timoteo.
- Conforme a las profecías hechas antes hacia ti. La instrucción de Pablo no está desconectada de
lo que ya se había indicado por medio de la profecía a Timoteo (1 Timoteo 4:14) en relación con
el don ministerial que había recibido. Pablo le recuerda a Timoteo que su oficio y obra fue un
designio del Señor, por lo que debía tomar fuerzas de ello.
 La preposición “hacia”. Tal preposición indica dirección, es decir, hacia donde debe
dirigirse. Esto proveía a Timoteo una dirección ministerial en la cual enfocarse.
 Las profecías. Según el comentarista John MacArthur, “Estas profecías fueron llamados
específicos y sobrenaturales a Timoteo para el servicio a Dios” 1.

Aplicación: Los Pastores han recibido de parte de Dios un encargo por el que tienen que dar cuenta. Sus
acciones siempre deben reflejar el buen cuidado del rebaño del Señor, pero también, tal acción debe ser
considerada por quienes son objeto del cuidado (Hebreos 13:17). La ordenación al ministerio debería
ser un recordatorio del designio de Dios con tales siervos, y las palabras mencionadas un recordatorio
de la dirección en la que debe ir.

II. LA BUENA MILICIA (1:18b-19a)

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Biblia Comentada MacArthur, 1 Timoteo 1:18.
 - Para que milites. El uso de estas palabras denota “hacer guerra” o “pelear”. Se relaciona con la
labor de un soldado en la guerra. Pablo compara a Timoteo y su oficio que debe cumplir con el
de un soldado que lucha por algo.
 Por ellas. El uso de tales términos y el contexto indican que se refiere a las profecías
hechas hacia Timoteo. En otras palabras, Timoteo debía dar una buena pelea por el
designio que Dios había hecho por medio de sus siervos.
 La buena milicia. Esto no comunica una cualidad moral, sino una cualidad relacionada
con la calidad de la pelea que debía librar Timoteo, como también los que cumplen con
el oficio de obispos. Estos deben pelear bien, legítimamente. Tal pelea no es la que en la
actualidad es catalogada como “guerra espiritual”. El Apóstol habla de cómo es peleada
esta batalla en 2 Corintios 10:3-5.
- Guardando. Enseguida, Pablo provee la forma en la que Timoteo debía pelear la buena pelea:
Guardando la fe y la buena conciencia.
 Fe. “Se refiere a no dejar de creer en la verdad”2. Está relacionado con todo el sistema de
fe que está contenido en el cristianismo, lo cual es comunicado en la doctrina de los
Apóstoles (NT). La forma en la que Timoteo debía guardar la fe era conservando todo lo
que había recibido del Apóstol y de los demás que le guiaron en el camino de la fe ( 2
Timoteo 3:14-15).
 Buena conciencia. En este caso, el adjetivo si puede estar apuntando a una cualidad
moral la cual es impresa en la conciencia. Es necesario recordar que esto es una obra
única de Dios en el creyente. La forma de guardar una buena conciencia es haciendo lo
que Dios ha establecido como bueno, según su Palabra.
 Fe y buena conciencia. Estas son dos de los tres fundamentos del amor que está
impreso en el mandato que había dado Pablo a Timoteo (1 Timoteo 1:5).

Aplicación: El siervo del Señor debe plantar una buena pelea. Aquellos que son los oponentes son
quienes se levantan contra el conocimiento del Señor y la forma de librar la buena batalla es por medio
de la fe comunicada por los Apóstoles como la verdad, y la buena conciencia, la cual es enmarcada por la
obra de Dios en la vida del creyente para un comportamiento correcto. Esta es también la lucha que
debe ser librada por cada creyente, no solamente por los Pastores (Efesios 6:10-12).

2
Biblia Comentada MacArthur, 1 Timoteo 1:19.
 III. EJEMPLOS DE RECHAZO Y NAUFRAGIO (1:19b-20)
- Algunos rechazaron, en cuanto a la fe naufragaron. Pablo muestra el ejemplo de quienes no
pelearon la buena pelea, sino que se desviaron. Son los opuestos al verdadero amor. El Apóstol
está apuntando a los falsos maestros, quienes probablemente fueron líderes en la Iglesia de
Éfeso y después se desviaron, tal como lo profetizó Pablo en Hechos 20:30.
 Los cuales son Himeneo y Alejandro. Probablemente Pablo haya hecho mención de
ellos en otras porciones de sus cartas, por ejemplo: Himeneo (2 Timoteo 2:17) y
Alejandro (2 Timoteo 4:14). Cabe la posibilidad de que estos fueran, en otro tiempo,
Obispos de la Iglesia en Éfeso. Estos rechazaron la buena conciencia, es decir, se
apartaron de lo que es correcto delante del Señor, y en cuanto a la fe, se desviaron,
probablemente, fueron tras el legalismo y el gnosticismo.
- A quienes entregué a satanás. Esta expresión es usada en otras de las cartas de Pablo (1
Corintios 5:5), que no significa otra cosa más que ser sacados de la comunión de la Iglesia. Esta
acción recibe el nombre histórico de “expulsión o disciplina eclesiástica”.
 Para que aprendiesen a no blasfemar. La connotación de estas palabras refleja la
intención de la disciplina, la cual busca la restauración, como también el
arrepentimiento de alguna falsa enseñanza, lo cual es el caso presentado por Pablo.
Estos que fueron expulsados de la Iglesia debían considerar tal acción como una razón
para arrepentirse de sus enseñanzas, las cuales eran blasfemas en cuanto a Dios
(Legalismo y gnosticismo).

Aplicación: Hay en las Iglesias locales quienes rechazan la buena conducta y se desvían de la fe
establecida en la Palabra de Dios. Los que hacen esto son dignos de la disciplina pastoral y eclesiástica
en últimas. El objetivo de esta disciplina es la sanidad de la Iglesia, pues expulsa a quien causa daño a la
misma, y busca corregir a quien está desviado. La mala conducta y la fe desviada son motivos de
disciplina, pues pueden arrastrar tras sí a otros creyentes del Señor.

Conclusión

- Los siervos de Dios han sido designados para proteger a su Iglesia y les da dirección para poder
cumplir con este encargo. La forma en la que estos pueden militar la buena milicia es guardando
la fe y una buena conciencia. Cuando se levantan los oponentes de Cristo, la acción necesaria es
la disciplina, para la protección de la Iglesia y la corrección del que se desvía.