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Santiago, cuatro de agosto de dos mil cinco.

VISTOS:

Don Hernán Arriagada Crespo, ingeniero comercial, en representación


de Arauco Generación (AGSA), sociedad dedicada a la generación y
venta de energía eléctrica, ambos domiciliados en El Golf N° 150, 7°
piso de esta ciudad, deduce recurso de reclamación de ilegalidad del
artículo 19 de la Ley N° 18.410, Orgánica de la Superintendencia de
Electricidad y Combustibles (LSEC), en contra de las resoluciones
exentas (RE) Nos. 1433 y 1129, ambas de la Superintendencia de
Electricidad y Combustibles (SEC), mediante las cuales se sancionó a
la reclamante con una multa de $179.322.000.- por supuestas
transgresiones a la normativa eléctrica, solicitando se deje sin efecto
dichas resoluciones.

Señala que el 23 de septiembre de 2002 se produjo una caída del


servicio en el sistema de transmisión de propiedad de HQ1 Transelec,
que provocó la interrupción de suministro eléctrico en el Sistema
interconectado Central (SIC), entre las ciudades de Taltal y Linares,
cuya causa se debió a una sucesión de errores operativos del dueño
del aludido sistema de transmisión.

Agrega que por RE N° 1433/2003 se aplicó a AGSA diversas


sanciones, por transgresión de lo dispuesto en el artículo 81, N° 1 del
DFL. N° 1, de 1982, de Minería, sobre Ley General de Servicios
Eléctricos, (LGSE) y su Reglamento contenido en el DS. N° 327
(Minería), de 1997. En lo dispositivo, la resolución aplicó:
?a) Una multa ascendente a la suma de 250 U.T.A. (DOSCIENTOS
CINCUENTA UNIDADES TRIBUTARIAS ANUALES), en su condición
de empresa integrante del CDEC-SIC, por no preservar ese órgano la
seguridad del servicio e n el sistema eléctrico, según se ha
determinado en la investigación de la falla generalizada del SIC
ocurrida el día 23.09.02, lo que constituye una trasgresión a lo
dispuesto en el artículo 81, N° 1, del D.F.L. N° 1, de 1982, del
Ministerio de Minería, disposición que se complementa y desarrolla en
los artículos 165°, 172° letras d) y f), 181° letras d) y e) y 184° del
Decreto Supremo N° 327 de 1997, también de Minería, configurándose
de esta manera una infracción gravísima, toda vez que se trata, en la
especie, de una falla generalizada en el funcionamiento del sistema
eléctrico, en los términos indicados en el artículo 15 de la Ley N°
18.410.
?b) Una multa ascendente a la suma de 100 U.T.A. (CIEN UNIDADES
TRIBUTARIAS ANUALES) por la responsabilidad que le corresponde
en su condición de empresa integrante del CDEC-SIC, al no proceder
ese organismo a coordinar el desprendimiento de consumos en los
puntos del sistema que así lo requerían y regular de esa manera la
frecuencia, lo que hubiese permitido aminorar significativamente los
perniciosos efectos de la falla generalizada, todo lo cual constituye un
incumplimiento de la obligación de coordinar la desconexión en barras
de consumo tipificada en el articulo 181° letra c), en relación con el
artículo 172° letra h), ambos del D.S. 327/97 del Ministerio de Minería;
?c) Una multa ascendente a la suma de 150 U.T.A. (CIENTO
CINCUENTA UNIDADES TRIBUTARIAS ANUALES), por la
responsabilidad que le corresponde en su condición de empresa
integrante del CDEC-SIC, al no proporcionar este último organismo la
información completa requerida por esta Superintendencia y con la
inmediatez necesaria, según se ha establecido en la investigación de
la falla generalizada del sistema eléctrico, de fecha 23.09.2002, lo que
constituye un incumplimiento de lo dispuesto en los artículos 323, letra
h), y 324, letra a), ambos del D.S. 327/97, de Minería?.

Contra esta resolución, AGSA interpuso ante la SEC recurso de


reposición, conforme a los artículos 18ª de la Ley N° 18.410 y 9° de la
Ley Orgánica Constitucional N° 18.575, el que fue desestimado por RE
N° 1129/2004, contra la cual se dirige el reclamo de autos.

Fundando el recurso, alega la ocurrente, en lo fundamental:

a.- Que las resoluciones impugnadas son ilegales por haberse dictado
fuera de
plazo: la N° 1433, transcurrido más de 30 días desde evacuada la
última diligencia ordenada en el expediente, con infracción del artículo
17 de la Ley N° 18.410 (LSE) y también es extemporánea -se dice- la
RE N° 1129, por transcurso de 10 meses desde la interposición del
recurso de reposición, en circunstancias que el artículo 18 A de la ley
del ramo sólo concede a la SEC un término de 10 días para emitir su
decisión.

b.- Que las resoluciones recurridas son ilegales por vulnerar la letra,
sentido y alcance de la normativa legal y reglamentaria aplicable al
Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC)
Destaca, en ese sentido, que la SEC reprochó al CDEC el
incumplimiento de la norma reglamentaria sobre coordinación de
operación en circunstancias de operación imprevistas, para finalmente
no formularle cargos, por lo que mal podría sancionarse a AGSA por
ese mismo hecho, en cuanto miembro del CDEC-SIC.

c.- Que dichas resoluciones transgreden, igualmente, los principios de


responsabilidad en materia eléctrica, que consagran la responsabilidad
subjetiva por hechos propios del infractor, ejecutados con dolo o culpa,
la que se vincula a la calidad de propietario u operador, a cualquier
título, de instalaciones eléctricas, siendo obligado a responder, en caso
de mal funcionamiento, el concesionario o propietario que incurrió en
falta a su deber de mantener esas instalaciones en buen estado y en
condiciones de seguridad adecuadas, situación que es precisamente la
de la empresa Transelec, propietaria de la instalación que falló.

La responsabilidad legal eléctrica no es entonces objetiva, como lo


asumen, erradamente, las resoluciones reclamadas, al señalar que la
infracción producida hace responsables a todas las empresas que
componen el CDEC, por no haberse coordinado para preservar la
seguridad del servicio.

d) Que las aludidas resoluciones vulneran, además, el principio jurídico


del ?non bis in idem?, al sancionar dos veces por el mismo hecho.

En efecto, la falla acaecida el 23 de septiembre de 2002 sería una


sola, constitutiva de un ?black out?, la que debe castigarse c omo
incumplimiento de la obligación de coordinación impuesta en el artículo
81 del DFL. N° 1, pero que no es susceptible de dividirse en tres
infracciones distintas, para aplicar tres multas, como se hace en las
letras a), b) y c) del resuelvo N° 1 de las resoluciones cuestionadas.

e.- Que, por último, las resoluciones recurridas son ilegales y


arbitrarias, por infringir el principio de exceso de punición, por falta de
proporcionalidad entre la pena prevista en la norma y su conducta
infraccional.

Relata que este principio se encuentra consagrado en el artículo 16 de


la Ley N° 18.410, que considera seis circunstancias específicas para la
determinación de las correspondientes sanciones, las que no se han
ponderado en el caso concreto, según refiere circunstanciadamente.

Manifiesta, en tal virtud, que la multa de 500 Unidades Tributarias


Anuales aplicada, ascendente a $ 179.322.000.-, es manifiestamente
desproporcionada, por representar el 10% de sus utilidades del
ejercicio, por lo que debería, en todo caso, rebajársela
sustancialmente.

En el petitorio, pide la reclamante que las resoluciones cuestionadas


se dejen sin efecto en todas sus partes, con costas.

Informando a fojas 138, el Superintendente de Electricidad y


Combustibles solicita, a su turno, el rechazo en todas sus partes de la
reclamación, con costas, en función de los siguientes argumentos
principales:

a) Comienza por sintetizar la normativa aplicable en la especie,


destacando el rol que a la SEC asigna la Ley N° 18.410, como órgano
fiscalizador del cumplimiento de la LGSE y resume las disposiciones
regulatorias de su potestad sancionadora, contenidas en los artículos
15 a 17 de la Ley N° 18.410 y en su reglamento, contenido en el
decreto supremo N° 119 (Economía), de 1989.

Pone particular énfasis en la norma del artículo 81 de la LSEC, que


impone a los
concesionarios de cualquier naturaleza que operen interconectados
entre sí, la obligación de coordinar la operación de sus instalaciones,
con el fin de preservar la seguridad del servicio en el sistema eléctrico,
y agrega que este principio se encuentra complementado en el
Reglamento, especialmente en su artículo 202, que hace responsable
a cada inte grante del CDEC, separadamente, por el cumplimiento del
mismo.
b) En orden a ?los hechos?, puntualiza que la falla generalizada del
Sistema Interconectado Central se produjo el 23 de septiembre de
2002, a las 11:25 horas, y afectó desde la II a la VII Regiones,
restableciéndose el servicio a las 13:15 horas del mismo día y -en lo
referente a la línea en que se produjo la falla (Alto Jahuel-Cerro Navia
N° 2)- a las 22:14 horas.

Refiere el procedimiento que culminó con la aplicación de la multa


recurrida y cada una de las conductas sancionadas.

c) El informe se hace cargo, finalmente, de cada una de las


alegaciones de la reclamante, en el mismo orden en que fueron
formuladas.

Respecto de la primera de ellas -relativa a la extemporaneidad de las


resoluciones recurridas- retruca tal defensa, por estimarla no sólo
improcedente sino, además, inoportuna, al no haber sido promovida en
la oportunidad que correspondería, conforme al artículo 24 de la Ley
N° 19.880.

Precisa que la infracción cometida es la falta de coordinación ante


circunstancias de operación imprevistas, tales como fallas de líneas de
transporte, sin que se hubiere sancionado a la recurrente por infracción
del artículo 185 del reglamento, como ella aduce.

En seguida, especifica el exacto sentido y alcance que el legislador


asignó, en el artículo 81 del DFL. N° 1/82, al deber de coordinación,
impuesto al CDEC, distinto del que pretende la ocurrente.

En orden a los principios de responsabilidad en materia eléctrica,


sostiene que la regla sobre aquélla separada e individual que afecta a
cada uno de los integrantes del CDEC por las infracciones de éste, ha
sido ratificada ampliamente por la jurisprudencia, citándose sentencias
en esa línea.

Descarta luego que la SEC haya vulnerado el principio ?non bis in


idem?, toda vez que las infracciones cometidas corresponden a dos
hechos u omisiones distintos, que dan lugar a dos infracciones
diversas.

Respecto de la presunta desproporción entre la multa aplicada y la


falta cometida, con infracción del artículo 16 de la Ley N° 18.410,
disiente de esta imputaci 'f3n, indicando que el órgano sancionador
ponderó efectivamente todas las circunstancias a que hace mención
ese precepto, subrayando que el comportamiento infraccional de la
recurrente es reincidente en contravenciones calificadas como graves,
de acuerdo con el artículo 15 de la Ley N° 18.410.

La causa fue puesta en relación a fojas 154.

Y teniendo presente:

A) Sobre la ilegalidad de resoluciones por ser extemporáneas.

1°.- Que AGSA deduce reclamación de ilegalidad contra las


resoluciones exentas Nos. 1433 y 1129, ambas de la SEC, a través de
las cuales se le impone una multa de $ 179.322.000.- por supuestas
transgresiones a la normativa eléctrica, solicitando se deje sin efecto
ambos pronunciamientos.

2°.- Que, como primer capítulo de descargos, alega la reclamante que


las resoluciones objetadas son ilegales por extemporáneas, atendida
la argumentación que ha sido resumida en la parte expositiva.

3°.- Que, independiente de la concreta situación fáctica producida, es


del caso recordar que el cumplimiento de los plazos fijados a la
Administración para actuar o para resolver los recursos que se hagan
valer ante ella, no produce ?ipso-iure? la caducidad de las actuaciones
producidas extemporáneamente, como lo asume la reclamante. Por el
contrario, constituye un principio generalmente aceptado en el Derecho
Administrativo, que el cumplimiento de los plazos fijados a la
Administración para resolver solicitudes de los administrados, no tiene
carácter fatal, por lo cual su me
ro transcurso no invalida la actuación administrativa extemporánea ni
implica la aceptación del requerimiento del interesado, salvo que la ley
le atribuya expresamente alguno de esos efectos, situación que no es
la de la especie.

En razón de lo anterior, se desestimará por improcedente la alegación


de ilegalidad que la reclamante formula a partir de la eventual
extemporaneidad de las resoluciones que se impugna, sin que
corresponda entrar al análisis de los fundamentos de hecho de la
sanción propuesta, por ser ello innecesario.

B.- Sobre la potestad sancionadora de la SEC. y los principios que la


regulan.
ar4°.- Que el análisis de la cuestión de fondo, como lo es la especie de
responsabilidad involucrada en el caso así como su adecuación a los
principios y garantías que regulan la institución en el ordenamiento
constitucional y legal, requiere del previo análisis de la potestad
sancionadora aplicable, radicada en la SEC, como se hará a
continuación.

5°.- Que, en efecto, la mencionada institución fiscalizadora dispone de


una amplia potestad sancionadora, en su vertiente correctiva, recogida
particularmente en los artículos 15 y 16 A de la Ley Orgánica de la
Superintendencia de Electricidad y Combustibles (LSEC), cuyo tenor
es el siguiente:

?Artículo 15°.- Las empresas, entidades o personas naturales, sujetas


a la fiscalización o supervisión de la Superintendencia, que incurrieren
en infracciones de las leyes, reglamentos y demás normas
relacionadas con electricidad, gas y combustibles líquidos, o en
incumplimiento de las instrucciones y órdenes que les imparta la
Superintendencia, podrán ser objeto de la aplicación por ésta de las
sanciones que se señalan en este título, sin perjuicio de las
establecidas específicamente en esta ley o en otros cuerpos legales?.

?Artículo 16°.- Sin perjuicio de las sanciones que establezcan leyes


especiales, las infracciones tipificadas precedentemente podrán ser
sancionadas con:

1.- Multa de hasta diez mil unidades tributarias anuales, revocación de


autorización o licencia, comiso o clausura, tratándose de infracciones
gravísimas, conforme a lo establecido en el artículo 15;
2.- Multa de hasta cinco mil unidades tributarias anuales, revocación
de autorización o licencia, comiso o clausura, tratándose de
infracciones graves, de acuerdo con el artículo antes citado, y
3.- Multa de hasta quinientas unidades tributarias anuales o
amonestación por escrito, tratándose de infracciones leves?.

6°.- Que la potestad sancionadora de que disponen los órganos de la


Administración, no es sino expresión del ?ius puniendi? del Estado, y,
en consecuencia, debe también respetar los principios inspiradores del
orden penal, recogidos en la Constitución Política de la República.
par7°.- Que los principios de legalidad y tipicidad, consustanciales al
Derecho Penal, se encuentran establecidos en los incisos 7° y 8° del
numeral 3° del artículo 19 de la Carta Fundamental, conforme a los
cuales ?ningún delito se castigará con otra pena que la que señala una
ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una
nueva ley favorezca al afectado? y ? Ninguna ley podrá establecer
penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente
descrita en ella?.

8°.- Que, de esta forma, y como se ha encargado de precisarlo el


Tribunal Constitucional, la Constitución señala de manera muy clara
?que corresponde a la ley y sólo a ella establecer al menos el núcleo
esencial de las conductas que se sanciona, materia que es así, de
exclusiva y excluyente reserva legal, en términos tales que no procede,
a su respecto, ni siquiera la delegación de facultades legislativas al
Presidente de la República, en conformidad con lo que dispone el
artículo 61, inciso 2° de la Constitución Política? (consid. 12° de la
sentencia Rol N° 244 del Tribunal Constitucional, de 26 de agosto de
1996).

De lo anterior resulta que es contrario a la Constitución Política atribuir


competencia a un servicio pú
blico para sancionar administrativamente no sólo las contravenciones a
una ley determinada, sino también a su reglamento (consid. 14° de la
misma sentencia, antes citada), alcance que lleva a Vergara Blanco a
concluir que ?las sanciones sólo son legítimas en la medida que hayan
sido establecidas en leyes y no en reglamentos, por lo que cabe
señalar que carece de legitimidad constitucional el artículo 15, inciso 1°
de la LSEC (Ley N° 18.410, que crea la Superintendencia de
Electricidad y Combustibles), al prescribir que las
?infracciones.....de....reglamentos...podrán ser objeto por (la
Superintendencia) de las sanciones)...? (Vergara Blanco, Alejandro:
?Derecho Eléctrico?, E.J.CH., Santiago, 1ª ed., 2004, pág. 322).

Con mayor razón podrá predicarse esa transgresión constitucional si la


infracción que se imputa consistiere en el mero incumplimiento de ?
instrucciones y órdenes? que imputa la Superintendencia a los entes
fiscalizados, hipótesis también sancionable, conforme al mentado
artículo 15.

9°.- Que las específicas conductas punibles imputadas a la recurrente


en la RE N° 1433-2003, desglosadas en sus literales a), b) y c)
respectivamente ?reproducidos en lo dispositivo- se configuran a partir
de la contravención de una sola norma de rango legal, cual es el
artículo 81, N° 1° de la LGSE, en su relación con el artículo 15 de la
LSEC

El primero de esos preceptos impone a los concesionarios, de


cualquier naturaleza, que operen interconectados entre sí, la
obligación de coordinar la operación de sus instalaciones, con el fin de
?1.- Preservar la seguridad del servicio en el sistema eléctrico?, en
tanto el artículo 15 de la segunda norma, hace punible la infracción de
?las leyes, reglamentos y demás normas relacionadas con
electricidad....o el incumplimiento de las instrucciones y órdenes que
les imparta la Superintendencia....? (inc. 1°), amén de clasificar las
infracciones en gravísimas, graves y leves, incluyendo, entre las
primeras, las que ?hayan ocasionado una falla generalizada en el
funcionamiento de un sistema eléctrico...? (inc. 3°, numeral 5), cual es
la principal conducta contravencional atribuída a la sociedad
recurrente.

Todas las referencias que la resolución-sanción hace a la normativa


adicional contenida en el DS. 327/97, sobre Reglamento de la Ley
General de Servicios Eléctricos, no puede tener la virtualidad de crear
o complementar la tipificación del hecho infraccional punible, por
trascender una tal descripción del ámbito inherente a la reserva de ley,
que atribuye exclusivamente a esa especie de normas la concreta y
específica definición de la conducta considerada reprochable.

Según refiere acertadamente Vergara Blanco, ?no es concordante con


el principio de la legalidad considerar que la infracción de un
reglamento puede dar origen a una conducta sancionable, pues ello
quebranta el principio de la legalidad y sólo es posible establecer
sanciones mediante ?una ley promulgada con anterioridad a su
perpetración? (art. 19, N° 3 inc. 7° de la Constitución Política) (aut. y
ob. cit., pág. 322).

10°.- Que el legislador no ha sido ciertamente riguroso en la


descripción técnica de la falta sancionable, desde el momento que se
limita a presentar, como hipótesis reprochable, la de ?infracciones de
las leyes...?, remitiendo la completación del tipo a una norma -
necesariamente legal- posterior, la que, en la especie, no cumple
tampoco a cabalidad su función tipificadora, en cuanto sólo impone a
los concesionarios un deber de operar coordinadamente para
?preservar la seguridad del servicio en el sistema eléctrico? (art. 81 de
la LGSE), único comportamiento explícitamente especificado por el
legislador como ilícito y que se enmarca en la única disposición legal
en el sentido estricto aludida al fundamentar jurídicamente los motivos
de derecho de las multas aplicadas.

11°.- Que la operación del sistema de suministro eléctrico en


condiciones de seguridad, constituye un estándar de funcionam
iento o un ?deber ser? representativo de metas u objetivos, pero cuya
falencia no puede ocasionar responsabilidad para el sujeto fiscalizado,
por esa sola circunstancia, salvo si el legislador hubiere diseñado para
tal efecto un sistema de responsabilidad objetiva, en forma expresa e
inequívoca ?pues la excepcionalidad de ese mecanismo impide su
configuración por vía de integración normativa o por pura deducción
hermenéutica- o si se pudiere comprobar negligencia o culpa de parte
del obligado, en su caso.

12°.- Que la SEC ha sido reiterativa en señalar que las sanciones


aplicadas se basan en la responsabilidad ?subjetiva? de la empresa
multada y que no se le ha atribuido responsabilidad ?objetiva?, por ser
ésta ?personal e individualmente responsable? de los hechos motivo
de sanción (consid. 3°.2 de la resolución exenta N° 1129-04, a fs. 117).
Agrega la SEC que ?no ha presumido culpa? en su razonamiento, y
que la obligación declarada, que es ?por actos propios?, emana del
deber legal de todas las empresas que integran el sistema de
coordinarse, a través del llamado CDEC (Centro de Despacho
Económico de Carga). Concluye que la responsabilidad es de todas
las empresas que integran el CDEC, por lo que ninguna de ellas puede
excusarse, atribuyendo al organismo coordinador o a otra empresa
responsabilidad por determinadas acciones u omisiones que han
infringido la respectiva normativa. (misma resolución 1129, citada).

13°.- Que la responsabilidad ?ya sea de índole civil, penal o


infraccional, es siempre de carácter personal, requiriendo, además, de
un hecho voluntario, cometido con dolo o culpa, por la persona a quien
se pretende sancionar?. Por lo mismo, no correspondería sancionar
indiscriminadamente a todas las empresas integrantes del CDEC ?sino
única y exclusivamente a aquéllas que se hubiere acreditado que con
su conducta contribuyeron o causaron las infracciones legales o
reglamentarias que les imputan? (Sentencia en causa ?Gener S.A. con
SEC?, Rol N° 6547-99, de esta Corte, confirmada por la Excma. Corte
Suprema, Rol N° 2415-2000).

14°.- Que la conclusión que antecede, además de característica de


nuestro ordenamiento jurídico, como un todo, encuentra respaldo en la
normativa sectorial eléctrica, como se desprende de los artículos 15 de
la LSEC -que sanciona los ?hechos, actos u omisiones? de las
personas o empresas que hubieren incurrido en las conductas
descritas en la ley ?del artículo, inc. 2°, letra d- que, para graduar la
penalidad, toma en cuenta la ?intencionalidad? o ?grado de
participación? de esos mismos sujetos en el ilícito- así como de
diversos preceptos reglamentarios, que no hacen más que confirmar la
adscripción del sistema que interesa al régimen de la responsabilidad
subjetiva, como sucede con los artículo 184, 202, 205, 223 y 224 del
DS. N° 327, todos los cuales ponen individualmente de cargo de cada
empresa propietaria, la operación efectiva de sus respectivas
instalaciones e, implícitamente, la carga de responder por las
consecuencias que emanaren de sus hechos u omisiones.

15°.- Que, como natural corolario, es insustentable y contradictorio


pretender -como lo asume la institución recurrida- que, por la sola
circunstancia de integrar la ocurrente un ente colectivo, cual es el
CDEC, que es jurídicamente un tercero, al que se sindica como único
vinculado a la falta de coordinación causante del blquote black out? o
apagón producido el 23 de septiembre de 2002, deba asumir
integralmente las consecuencias de una conducta culpable ajena, sin
posibilidad alguna de demostrar su falta de culpa o dolo.

Este razonamiento conduce a la paradojal conclusión que las


empresas deben responder siempre solidariamente, por cualquier falla
que afecte el funcionamiento del sistema eléctrico,
independientemente de todo nexo culposo con el resultado producido,
notas que son características y propias de la responsabilidad objetiva,
que la SEC proclama ajena a los principios que gobiernan el ámbito
que nos
ocupa.

Esa deducción es del todo inaceptable y vicia, por ende, toda la


motivación jurídica que constituye el basamento teórico de las
sanciones aplicadas.

16°.- Que, sin perjuicio de la suficiencia de las ponderaciones


precedentes para resolver el fondo de la controversia, estos
sentenciadores se harán cargo, también, de la invocada violación del
principio ?non bis in idem?, la que se habría producido -en el decir de
la recurrente- por la vía de sancionar una infracción a una obligación
legal contenida en un artículo especial de la LGSE, que se multiplica
indebidamente a través del expediente de citar, como adicionalmente
incumplidas, las disposiciones reglamentarias de ejecución del mismo
artículo, o sea, del mismo mandato legal.

17°.- Que la regla ?non bis in idem? constituye un principio general del
derecho, originado en el Derecho Penal, pero que hoy recibe
aplicación en todos los ámbitos del orden jurídico, y que implica que
nadie puede ser condenado dos veces por un mismo hecho. Ergo, la
raíz del problema consiste en determinar si estamos en el caso que
interesa en presencia de una o varias contravenciones típicas.

18°.- Que los literales a) y b) de la parte dispositiva de la resolución


exenta N° 1433 castigan, con sanciones pecunarias distintas, dos
omisiones, como son las de ?no preservar ese órgano (el CDEC-SIC)
la seguridad del servicio en el sistema eléctrico ?(letra a)? y no
proceder ese organismo a coordinar el desprendimiento de consumos
en los puntos del sistema que así lo requerían y regular de esa manera
la frecuencia, lo que hubiese permitido ami norar significativamente los
perniciosos efectos de la falla generalizada? (letra b).

Esta dos omisiones guardan obvia relación de causa a efecto con el


resultado producido, que es el que complementa la descripción del
hecho infraccional, de manera que si no se genera la consecuencia
distinta descrita en la ley para cada caso, el ilícito independiente no se
perfecciona.

Es más, señala la letra b) que, de haber cumplido el CDEC-SIC su


obligación de coordinar la desconexión en barras de consumo, se
habría aminorado los efectos de la falla generalizada, lo que
obviamente equivale a significar que esa inconducta de un tercero -el
CDEC-SIC- obsta a configurar una atenuante a favor de la empresa
infraccionada. Sin embargo las minorantes, en dogmática penal, se
configuran a partir de antecedentes que no forman parte ni
complementan el tipo penal y que, por lo tanto , no son susceptibles de
castigarse como si se tratara de hechos ilícitos diversos.

Todo lo anterior es demostrativo que la segunda multa aplicada en la


especie -la de la letra b) resolutiva de la resolución-sanción- infringe,
además, el principio ?non bis in idem?, lo que la torna jurídicamente
improcedente.

19°.- Que, por último y en lo tocante a la contravención castigada en la


letra c) de la resolución en análisis, valen a su respecto las reflexiones
sobre ausencia de culpabilidad de la reclamante e infracción del
principio de legalidad, predicadas a propósito de todas las multas cuya
improcedencia se ha razonado en los considerandos anteriores, pero
que es más evidente en este supuesto, en la medida que el
comportamiento tildado de ilícito se hace consistir en la específica
vulneración de los artículos 323, letra h) y 324, letra a), ambos del
Reglamento de la Ley General de Servicios Eléctricos, los que crean
tipos punibles con clara transgresión del principio de reserva legal,
como se explicara suficientemente en las motivaciones dirigidas al
análisis de ese elemento del debido proceso.

20°.- Que, establecido como se encuentra que las multas objeto de


reclamación no cumplen con los principios y reglas del ?ius puniendi?,
en su manifestación administrativa, no puede sino concluirse que
deben ser dejadas sin efecto, por adolecer de ilegalidad, sin que sea
pertinente entrar en otras consideraciones relativas a la falta de
proporcionalidad de las mismas, por ser ello inco
nciliable con lo resuelto en cuanto al fondo.

Por estas consideraciones y atendido, además, lo dispuesto en el


artículo 19 de La Ley N° 18.410, se resuelve: que se acoge el recurso
de reclamación de ilegalidad interpuesta por Arauco Generación S.A.
en contra de las resoluciones exentas Nos. 1433 y 1129, de 14 de
agosto de 2003 y 14 de junio de 2004, respectivamente, ambas de la
Superintendencia de Electricidad y Combustibles, que imponen tres
multas, por un total de 500 Unidades Tributarias Anuales,
dejándoselas sin efecto, por adolecer de ilegalidad.

Restitúyase a la reclamante por la Tesorería General de la República


la consignación efectuada en el segundo otrosí de su presentación de
fojas 40, debidamente reajustada, en la forma que indica el inciso 2°
del artículo 20 de la Ley N° 18.410, en su texto vigente, fijado por el
artículo 1°, N° 10 de la Ley N° 19.613.
Se previene que el Ministro señor Zepeda tuvo además presente para
acoger la reclamación la circunstancia que, en la especie, conforme a
los razonamientos que se han señalado en esta sentencia, no se ha
verificado el alcance causal establecido en la ley para sancionar a la
empresa Arauco Generación S.A. por lo que no pudo SEC expandir a
ésta la estructura de imputación que norma el artículo 81 Nº 1 de la
L.G.S.E., cuyo fin es proteger el adecuado funcionamiento del sistema
eléctrico nacional.

En efecto, de los antecedentes acopiados en autos, aparece sólo


centrada la responsabilidad en la previsibilidad potencial del hecho, sin
que aparezca que la conducta de parte de la empresa Arauco
Generación S.A., haya representado la adopción de una estrategia
idónea para la producción del resultado que se le imputa que se
correspondería al tipo legal de la citada disposición.
Por el mismo orden de cosas, las resoluciones exentas reclamadas no
han sido fundamentadas para poder conocer la razón porque SEC sólo
a la reclamante le atribuye la concreta peligrosidad de su conducta
como causante del resultado lesivo, no obstante que ella integra
CDEC ? SIC, ente sobre el que recaía la obligación legal de preservar
la seguridad del servicio en el sistema eléctrico, por lo que, por este
capítulo, no se cumple con el requisito de ser las resoluciones
debidamente fundadas, lo cual impide comprender que sólo la
ausencia de un control adecuado de parte de Arauco Generación S.A.,
habría producido el resultado que correspondería al tipo legal señalado
en la norma.

Que, sin duda, la actividad jurisdiccional tiene la obligación de


interpretar los más ajustadamente a los derechos fundamentales de
las personas la norma que, como la del artículo 81 Nº 1 de la L.G.S.E.,
resulta tan imperfecta en cuanto contiene un tipo sancionatorio, en
tanto no se produzcan los saneamientos legislativos necesarios.

Se previene que el Ministro señor Cisternas concurre a la


resolución que acoge el recurso de reclamación de ilegalidad de
Arauco Generación S.A. sólo en cuanto se deja sin efecto las
sanciones señaladas en los literales b) y c) de la Resolución Nº 1433-
2003 de la Superintendencia recurrida, en razón de no contar ellas con
el necesario resguardo de estar descritas legalmente las infracciones
respectivas y por tratarse, en definitiva, de duplicación de sanciones; y
en lo que se refiere a la sanción consignada en la letra a) de esa
resolución, en cuanto la reduce a sólo 100 U.T.A.(cien unidades
tributarias anuales), por no haber mérito para aplicar una mayor.

Para decidir de la forma dicha, el previniente tiene en


consideración los propios razonamientos del fallo, con excepción de
los siguientes que desestima por no compartirlos: 8º, 9º en sus dos
párrafos finales, 10º, 11º, 15º, 19º y 20º; además de concluir, de su
propio análisis de la ley de la Superintendencia, que la infracción cuya
sanción mantiene encuentra suficiente descripción y sustento en la ley,
a lo menos en los términos que la actual dinámica social requiere. Sin
perjuici
o de apreciar que la sanción misma - atendida la forma y circunstancia
de origen y desarrollo de los hechos ? no se ajustó al principio de
adecuada punición, por falta de proporcionalidad, lo que le permite
reducirla en la parte que estim a excesiva.

Regístrese y archívese, si no apelare.

Redacción del Abogado Integrante señor Domingo Hernández


Emparanza y de las prevenciones sus autores.

Rol N° 6025-2004.
Pronunciada por la Quinta Sala de esta Corte integrada por los
Ministros señor Lamberto Cisternas Rocha, señor Jorge Zepeda
Arancibia, y Abogado Integrante Señor Domingo Hernández
Emparanza.

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