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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN

CAMPUS DE CIENCIAS BIOLÓGICAS AGROPECUARIAS

LICENCIATURA EN MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

PRODUCCIÓN Y SANIDAD APÍCOLA

OCTAVO SEMESTRE

ADA 2. Reporte de práctica # 3: Diagnóstico de enfermedades.

Equipo 1:

 Cohuo Rejón, Fryda María


 Euan Pantí, Ariel
 García Ceballos, Coral Arely
 González García, Brenda Karina
 Gutiérrez Wong, Jazmín del Rosario
 Moo Pacheco, Gabriela Carolina

TITULARES:

M. en C. José Chavier de Araujo Freitas

Dr. William de Jesús May Itzá

Mérida, Yucatán a martes 25 de Abril de 2017


Índice

Justificación......................................................................................................................................3
Objetivo.............................................................................................................................................4
Descripción.......................................................................................................................................5
Diagnóstico de Varroosis.............................................................................................................5
Diagnóstico de Nosemosis............................................................................................................7
Análisis con relación a la teoría.....................................................................................................10
Referencias......................................................................................................................................15
Justificación
El presente reporte tiene como finalidad identificar y diagnosticar enfermedades como
son la Varroosis y Nosemosis; ya que son las dos principales enfermedades que afectan a
las colmenas en el trópico y que representan una de las principales causas de pérdidas
económicas. Por lo tanto, es necesario que como Médicos Veterinarios Zootecnistas, se
adquieran conocimientos de estas patologías que llegan a causar pérdidas en los apiarios,
siendo un gran problema para pequeños, medianos y grandes productores.

La varroa es un parásito de abejas adultas y de sus crías, penetra la piel intersegmentaria


entre las placas abdominales de las abejas adultas para succionar la hemolinfa. En
ocasiones se localiza entre la cabeza y el tórax. Los síntomas clínicos de la varrosis sólo se
pueden reconocer en la última etapa de infestación (OIE, 2004).

Por otro lado, la Nosemosis, enfermedad provocada por el microsporidio Nosema apis,
consiste en la invasión de las células epiteliales del ventrículo. Se le conoce como una de
las causas del síndrome de despoblamiento de las abejas, debido a que provoca la pérdida
masiva de colonias. Ocurre mayormente en zonas frías y húmedas, con mayor frecuencia en
primavera. Además, es una enfermedad que afecta raramente a los estadios larvales o a la
reina y sus signos característicos son la diarrea, la incapacidad de las abejas de producir
jalea real y la disminución de actividades (FAO, 2016; OIE, 2004).
Objetivo
Diagnosticar enfermedades como la Varroosis y la Nosemosis en las abejas, apoyándose
con técnicas de laboratorio.
Descripción
El día jueves 6 de Abril del presente año se realizó una práctica por parte de la
asignatura “Producción y Sanidad Apícola” en el Laboratorio de docencia número 3 del
Campus de Ciencias Biológicas Agropecuarias (CCBA) de la Universidad Autónoma de
Yucatán (UADY). La práctica llevó por nombre “Diagnóstico de enfermedades”.

Para la realización de la práctica cada alumno se colocó la ropa apropiada, es decir, la


bata de laboratorio con mangas largas, zapatos cerrados y pantalón largo; como
consiguiente, se colocaron por equipos en sus respectivas mesas de trabajo y se procedió a
empezar con la práctica.

Para el diagnóstico de cada enfermedad se utilizaron materiales diferentes, los cuales se


presentan a continuación:

Diagnóstico de Varroosis

Para el diagnóstico de la varrosis se utilizó y se realizó lo


siguiente:

 1 muestra de abejas recolectadas en etanol al 70%.

 Un recipiente con filtro de rejilla.

 3 Pinzas entomológicas.

 1 microscopio estereoscópico.

 Calculadora. Figura 1. Materiales para el


diagnóstico de Varroosis.
 1 Litro de alcohol.

 1 Recipiente con tela de filtro (filtro fino).


La técnica que se utilizó es la de David De Jong, 1980, la cual
consiste en colocar la muestra de abejas con el contenido de alcohol
en el recipiente con filtro y agitar entre 10 a 15 minutos con el fin de
desprender las varroas presentes en las abejas (Figura 2).

Posteriormente, la muestra de abejas que se agitó, se vertió sobre


Figura 2. Muestra de el recipiente cilíndrico que tenía un filtro
abejas en alcohol. blanco fino, para que en él
Figura 3. Filtrado de abejas en alcohol.
quedaran retenidos los
ácaros; mientras que las abejas permanecían al
interior del frasco con filtro de rejilla (figura 3).

A continuación, con la ayuda del


estereoscopio, se prosiguió a contar el
número de ácaros que se quedaron
atrapados en la tela, la cual se colocó
en el campo de visión, tal como se
muestra en la figura 4.

Figura 4. Conteo e identificación de los ácaros.

Así mismo, se extrajeron las abejas que quedaron al


interior del recipiente con filtro de rejilla y se realizó el
conteo del número total de las abejas muestra. (figura 5).

Al tener el conteo de ácaros y abejas totales, se utilizó la


siguiente fórmula:
Figura 5. Conteo de abejas.

¿ total de ácaros encontrados


Porcentaje de infestación= X 100
¿ de abejastotales de la muestra

En este caso, el número de ácaros fue 1, el número de abejas muestra fue de 199;
aplicando la fórmula tenemos como resultado que el nivel de infestación de varroa en la
colmena es del 0.5%.

Diagnóstico de Nosemosis
Para el segundo diagnóstico se utilizó y se realizó lo siguiente:

 1 muestra de abejas conservadas en etanol al


70%.

 2 morteros con pistilo.

 3 Pinzas entomológicas.

 Agua destilada.

 1 Probeta graduada.

 1 microscopio óptico.

 1 Portaobjetos y 1 cubre objetos.

 2 Pipetas Pasteur.

 Nigrosina: 20 ml Nigrosina en solución (0.5g / 1 ml H2O destilada).

Figura 6. Materiales para la detección de Nosemosis.


 1 Cámara de Neubauer
La técnica que se utilizó para la detección de Nosemosis es la de Cantwell, 1970. La
cual consiste en tomar 25 abejas de la muestra conservada en etanol, que previamente se
analizaron para el diagnóstico de varroosis.

Figura 6.Selección de abejas para


muestra
Al tener los 25 ejemplares,
se procedió a separar el
abdomen de las abejas y se
colocaron en el mortero
(Figuras 7 y 8).

Figura 7. Separado de Figura 8. Muestra en


abdomen. mortero.
Ya con
la muestra
de abdomen en el mortero, se añadió 1 ml de agua destilada
por cada abdomen (25 ml en total) y posteriormente se
maceraron con la ayuda del pistilo hasta tener una mezcla
homogénea (figura 9).

Figura 9. Maceración de la
muestra en el mortero.

Posteriormente, se le
agregaron dos gotas de Nigrosina y se dejó reposar un par
de minutos para que la muestra sedimentara (figura 10). A
continuación, con ayuda de una pipeta Pasteur se tomó una
muestra del sobrenadante y se colocó en la cámara de
Neubauer, se puso el cubreobjetos a la muestra y se
observó en el microscopio óptico con el objetivo 40x.
Seguidamente, se procedió a identificar la presencia de Figura 10. Muestra sedimentada.
esporas de Nosema sp. Cabe mencionar que para el conteo con la cámara de Neubauer se
consideraron todas las esporas contenidas dentro de las líneas dobles.

Después de realizar el conteo de las esporas, se utilizó la siguiente fórmula:

¿ total de esporas contadas


Número de esporas por abeja= X 4,000,000
80

En nuestro caso, se encontraron 9 esporas en la muestra por lo que, aplicando la fórmula


anterior, tenemos como resultado 450,000 esporas/abeja.
Análisis con relación a la teoría.

La Varroasis es una enfermedad causada por el ácaro Varroa destructor el cual afecta tanto
a la cría como a las abejas adultas. Una vez infectada una colonia, se inicia el proceso
reproductivo de los ácaros (SAGARPA, 2015).

La Varroa hembra fecunda abandona a la abeja adulta, de cuya linfa se ha alimentado, y


penetra en una celdilla de cría poco antes de ser operculada; después de que la celdilla de
cría se sella, el ácaro pone hasta siete huevos en intervalos de 1 a 2 días, de los cuales sólo
dos o tres llegan a la fase de adulto. El apareamiento de los ácaros se lleva a cabo dentro de
la celdilla; al finalizar, los machos mueren por inanición, ya que su abarato bucal se
convierte en un órgano eyaculador impidiéndoles alimentarse, mientras que las hembras,
con la espermateca llena, salen junto con la abeja adulta que emerge de la celdilla
(SAGARPA, 2015; OIE, 2004).

En las abejas adultas, la hembra de Varroa busca las zonas blandas para perforarlas y
chupar la hemolinfa; en la práctica realizada se observó que éstas se encontraban
mayormente en las membranas intersegmentales del abdomen y entre la cabeza y el tórax,
coincidiendo con lo mencionado en el Manual de la OIE (2004). Tiempo después, la
hembra deja a la abeja para ovopositar en una celdilla con cría, con lo que el ciclo se
reinicia (SAGARPA, 2015).

La diseminación de la Varroasis de una colmena a otra o entre apiarios es propiciado por


medio de los zánganos que entran libremente a las colmena, por abejas que regresan del
campo y se equivocan de colmena, por el pillaje, por colmenas muy próximas entre sí y
por la presencia de enjambres silvestres enfermos; el apicultor también puede esparcir la
parasitosis al intercambiar panales entre colmenas, al introducir reinas no certificadas o
enjambres de origen desconocido (SAGARPA, 2015; INIFAP, 2011).

La parasitosis comienza sin signos visibles de enfermedad, pero cuando se manifiestan, es


porque el caso ya empieza a ser grave. Entre los principales signos se observa el
debilitamiento de la colonia, cambios en el comportamiento de las abejas, mortandad de la
cría, incremento en la sensibilidad a otras enfermedades, acortamiento de la vida de las
abejas adultas y malformaciones en las alas, patas, abdomen y tórax (SAGARPA, 2015;
OIE, 2004).

Dado que la Varroa es un parásito que produce un impacto negativo sobre la explotación
apícola, se vuelve muy importante hacer un precoz diagnóstico del grado de infestación que
hay en el apiario. 

El procedimiento para determinar el grado de infestación en las abejas adultas consiste en


realizar la prueba de David de Jong, para ello, es necesario colectar una muestra de 200
abejas en cámara de cría (conservadas en alcohol en caso de que las muestras no se trabajen
el mismo día). Seguidamente, se prepara un recipiente que puede ser una botella de plástico
de 2 litros cuyo fondo se corta y en el extremo de la tapa se coloca una malla de alambre
con aberturas de 4 mm; esta botella se llena a la mitad con solución jabonosa y se agita;
algunos autores mencionan que se debe agitar durante 1 minuto (INIFAP, 2011), mientras
que otros mencionan que debe ser de 3-5 minutos (SAGARPA, 2015) o 10 minutos (OIE,
2004). En la práctica, la muestra fue agitada durante 15 minutos.

Al terminar de agitarlo, se retira la tapa lentamente y el contenido se vierte a través de la


malla de alambre sobre una tela blanca; la malla sólo permitirá el paso de los ácaros que
serán retenidos en la tela blanca. Finalmente se cuenta el número de abejas retenidas en la
malla y el número de ácaros y se aplica la formula (INIFAP, 2011).

La SAGARPA (2015) menciona que las observaciones en el campo han indicado que lo
recomendable es mantener infestaciones lo más cercanas posibles a cero, considerándose
que cuando alcancen porcentajes superiores al 10% será necesario tratamiento de tipo
químico a la brevedad posible. Por otro lado, el INIFAP (2011) expresa que si la
infestación en abejas adultas es mayor al 5% es necesario utilizar algún método de control.

En cuanto a la Nosemosis (también conocida como Nosemiasis o Enfermedad de la


desaparición espontánea), es una parasitosis del tracto digestivo de las abejas adultas
(obreras, zánganos y reinas raramente), causada por el proozoario Nosema apis Zander y
descubierto recientemente Nosema ceranae (Guerrero, 2010). La SAGARPA (2002)
menciona que es una enfermedad que se produce todo el año, pero que se hace más
aparente durante periodos de lluvias, frio, vientos y nevadas (debido al encierro de las
abejas); es altamente contagiosa y los daños que ocasiona pueden ser muy graves cuando el
nivel de infección es elevado.

La infección se produce por la ingestión indirecta o directa de esporas en el alimento o


heces, por la trofalaxis y la limpieza de los pelos del cuerpo (OIE, 2004). Este
microorganismo vive como parásito en las células epiteliales que recubren el interior del
intestino medio de las abejas donde cumple su ciclo de vida y en el transcurso de una de las
fases de su desarrollo produce esporas, las cuales son muy resistentes y ayudan a su
diseminación del mismo. Estas se caracterizan por ser ovaladas, de aproximadamente 5–7
µm de largo y 3–4 µm de ancho estar rodeadas por una gruesa membrana celular y
presentar un largo filamento enrollado en su interior y ser muy resistentes, ya que, en la
miel pueden permanecer latentes 3 meses, en el suelo y a la sombra 2 meses, en la abeja en
estado de putrefacción de 10 a 20 días y en las heces durante más de 2 años (Bruno, 2003;
OIE, 2004).

Las esporas se diseminan con la materia fecal de las abejas adultas contaminadas y cuando
los excrementos se acumulan en el interior de la colmena, el peligro de contagio aumenta
ya que las abejas más jóvenes que se dedican a la limpieza de las celdas se contaminan y lo
trasmiten así a los otros individuos de la misma. Cuando la infección alcanza su nivel
máximo, el organismo de una abeja puede albergar de 30 a 50 millones de esporas (Bruno,
2003).
El daño que provoca en la colonia es muy significativo, ya que al replicarse, daña el
intestino, lo cual afecta las funciones digestivas de las abejas, provocando diarreas, ya que
no digieren bien el polen ni la miel y en forma compensatoria aumenta la cantidad de
alimento ingerido en un 30%.; también afecta a sus glándulas nutritivas, interrumpiendo
bruscamente sus secreciones, por lo que las abejas no pueden alimentar a la cría y, por
consiguiente, no se puede renovar la colonia (Bruno, 2003; OIE, 2004; FAO, 2016). Si no
se bloquea la multiplicación de esporas, la función digestiva se anula en 14 a 21 días, es por
esto que es importante su adecuada detección y tratamiento en el momento justo.

El diagnostico de esta enfermedad no es fácil en sus primeras etapas, debido a que el único
signo sospechoso es la presencia de excremento líquido sobre la plancha de vuelo de la
colmena (FAO, 2016). Una prueba de campo a nivel macroscópico consiste en examinar el
color de la porción terminal del sistema digestivo de algunas abejas, ya que en las abejas
sanas tiene un color rojizo, mientras que en las abejas enfermas es de color blanco lechoso;
este signo, sin embargo, sólo se ve cuando la enfermedad ya ha alcanzado una cierta
gravedad, por lo que el uso de una prueba de laboratorio puede hacer un diagnóstico precoz
mediante la búsqueda con el microscopio de las esporas a nivel intestinal o directamente en
las heces (FAO, 2016).

El examen microscópico, puede ser cuantitativo o cualitativo. En ambos casos, se deben


tomar 100 abejas de la piquera, mayores de 10 días de edad (para evitar resultados falsos
negativos, ya que en abejas jóvenes el microsporidio puede no haber producido un número
suficiente de esporas maduras que sean detectables) y conservarlas en formol al 4%
(Garrido, 2012).

Para el método cualitativo, se aconseja recoger, al menos 60 abejas con el fin de detectar el
5% de las abejas enfermas con un 95% de confianza (Fries, 1989), ya que las muestras de
menor tamaño, pueden dar como resultado final un diagnóstico erróneo. Se separan los
abdómenes de las abejas, se maceran en agua destilada estéril, se centrífuga y tres gotas del
sedimento resuspendido en agua destilada estéril, se coloca en un portaobjetos bajo un
cubreobjetos para hacer una observación en fresco a 400 aumentos, en un microscopio de
contraste de fases (Cantwel, 1970). En estas condiciones las esporas de Nosema aparecen
refringentes, con un contorno bien definido y sin diferenciarse su contenido interno, lo que
permite no confundirlas con levaduras (no refringentes y con contenido granuloso en su
interior), pero en caso de ser necesaria la aplicación de tinciones, está recomendada la
tinción con Giemsa, con lo que las esporas de N. apis adquirirán una apariencia distintiva
con una pared gruesa no teñida y un interior azul, sin núcleos visibles (Bruno, 2003;
Garrido, 2012). El método cuantitativo es similar al anterior, pero en este caso sólo se
utilizan 10 abejas. Se maceran en agua destilada estéril y posteriormente se centrifuga, el
sedimento se resuspende en agua destilada estéril. Una vez homogeneizado el macerado, se
llena una cámara de recuento (hemocitómetro) y se cuenta el número de esporas, que es
orientativo del grado de parasitación de la muestra y no está directamente relacionado con
el grado de parasitación real de la colmena (Garrido, 2012).
Se establece la siguiente escala de niveles de infestación según sea el conteo de esporas
promedio por abeja:

 Nivel de infestación débil: Desde 500.000 esporos por abeja

 Nivel de infestación medio, entre 500.000 y 1.000.000 de esporos por abeja

 Nivel de infestación alto de más de 1.000.000 de esporas por abeja

(Cornejo y Rossi, 1975; Bruno, 2003)

Como se pudo notar, en la práctica se hicieron los dos tipos de mediciones tanto
cuantitativamente, como cualitativamente.
Referencias
Bruno, S. (2003). Enfermedades de las abejas: nociones prácticas. Ed. Ciencias y abejas.
Argentina.

Cantwell, G. (1970). Standart methods for counting Nosema spores. American bee journal.
110: 222-223.

Cornejo, G. y Rossi, O. (1975). Enfermedades de las abejas. Editorial hemisferio sur. Pp


19-112.

FAO (2016) Enfermedades de las abejas: Nosemosis. Disponible en URL:


http://teca.fao.org/es/read/8682

Fries, I. (1989). Observations on the development and transmission of Nosema apis Z. in


the ventriculus of the honey bee. Journal of Apicultural research. 28:107-117

Garrido, M. (2012). Repercusión potencial en la cabaña apícola española de agentes


nosógenos detectados en colonias de Apis mellifera iberiensis. Tesis de doctorado.
Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Veterinaria, Departamento de
Sanidad Animal. Madrid, España.

INIFAP (2011) prevención de Varroosis y suplementación: Manual de capacitación.


Disponible en URL: http://utep.inifap.gob.mx/pdf_s/MANUAL
%20VARROOSIS.pdf

OIE (2004) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004. Capítulo 2.9.4 Nosemosis de
las abejas. Disponible en URL:
http://web.oie.int/esp/normes/mmanual/pdf_es/2.9.04_Nosemosis_de_las_abejas.pdf

OIE (2004) Manual de la OIE sobre animales terrestres. 1060-1064 pp.

SAGARPA (2002). Manual de patología apícola. Programa Nacional para el Control de la


Abeja Africana, México. 59 pp.
SAGARPA (2015) Manual de patología apícola. Capítulo 3.1.2 Varroasis. Disponible en
URL: http://www.sagarpa.gob.mx/ganaderia/publicaciones/lists/manuales
%20apcolas/attachments/5/manpato.pdf

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