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OCTAVO SEMESTRE
Equipo 1:
TITULARES:
Justificación......................................................................................................................................3
Objetivo.............................................................................................................................................4
Descripción.......................................................................................................................................5
Diagnóstico de Varroosis.............................................................................................................5
Diagnóstico de Nosemosis............................................................................................................7
Análisis con relación a la teoría.....................................................................................................10
Referencias......................................................................................................................................15
Justificación
El presente reporte tiene como finalidad identificar y diagnosticar enfermedades como
son la Varroosis y Nosemosis; ya que son las dos principales enfermedades que afectan a
las colmenas en el trópico y que representan una de las principales causas de pérdidas
económicas. Por lo tanto, es necesario que como Médicos Veterinarios Zootecnistas, se
adquieran conocimientos de estas patologías que llegan a causar pérdidas en los apiarios,
siendo un gran problema para pequeños, medianos y grandes productores.
Por otro lado, la Nosemosis, enfermedad provocada por el microsporidio Nosema apis,
consiste en la invasión de las células epiteliales del ventrículo. Se le conoce como una de
las causas del síndrome de despoblamiento de las abejas, debido a que provoca la pérdida
masiva de colonias. Ocurre mayormente en zonas frías y húmedas, con mayor frecuencia en
primavera. Además, es una enfermedad que afecta raramente a los estadios larvales o a la
reina y sus signos característicos son la diarrea, la incapacidad de las abejas de producir
jalea real y la disminución de actividades (FAO, 2016; OIE, 2004).
Objetivo
Diagnosticar enfermedades como la Varroosis y la Nosemosis en las abejas, apoyándose
con técnicas de laboratorio.
Descripción
El día jueves 6 de Abril del presente año se realizó una práctica por parte de la
asignatura “Producción y Sanidad Apícola” en el Laboratorio de docencia número 3 del
Campus de Ciencias Biológicas Agropecuarias (CCBA) de la Universidad Autónoma de
Yucatán (UADY). La práctica llevó por nombre “Diagnóstico de enfermedades”.
Diagnóstico de Varroosis
3 Pinzas entomológicas.
1 microscopio estereoscópico.
En este caso, el número de ácaros fue 1, el número de abejas muestra fue de 199;
aplicando la fórmula tenemos como resultado que el nivel de infestación de varroa en la
colmena es del 0.5%.
Diagnóstico de Nosemosis
Para el segundo diagnóstico se utilizó y se realizó lo siguiente:
3 Pinzas entomológicas.
Agua destilada.
1 Probeta graduada.
1 microscopio óptico.
2 Pipetas Pasteur.
Figura 9. Maceración de la
muestra en el mortero.
Posteriormente, se le
agregaron dos gotas de Nigrosina y se dejó reposar un par
de minutos para que la muestra sedimentara (figura 10). A
continuación, con ayuda de una pipeta Pasteur se tomó una
muestra del sobrenadante y se colocó en la cámara de
Neubauer, se puso el cubreobjetos a la muestra y se
observó en el microscopio óptico con el objetivo 40x.
Seguidamente, se procedió a identificar la presencia de Figura 10. Muestra sedimentada.
esporas de Nosema sp. Cabe mencionar que para el conteo con la cámara de Neubauer se
consideraron todas las esporas contenidas dentro de las líneas dobles.
La Varroasis es una enfermedad causada por el ácaro Varroa destructor el cual afecta tanto
a la cría como a las abejas adultas. Una vez infectada una colonia, se inicia el proceso
reproductivo de los ácaros (SAGARPA, 2015).
En las abejas adultas, la hembra de Varroa busca las zonas blandas para perforarlas y
chupar la hemolinfa; en la práctica realizada se observó que éstas se encontraban
mayormente en las membranas intersegmentales del abdomen y entre la cabeza y el tórax,
coincidiendo con lo mencionado en el Manual de la OIE (2004). Tiempo después, la
hembra deja a la abeja para ovopositar en una celdilla con cría, con lo que el ciclo se
reinicia (SAGARPA, 2015).
Dado que la Varroa es un parásito que produce un impacto negativo sobre la explotación
apícola, se vuelve muy importante hacer un precoz diagnóstico del grado de infestación que
hay en el apiario.
La SAGARPA (2015) menciona que las observaciones en el campo han indicado que lo
recomendable es mantener infestaciones lo más cercanas posibles a cero, considerándose
que cuando alcancen porcentajes superiores al 10% será necesario tratamiento de tipo
químico a la brevedad posible. Por otro lado, el INIFAP (2011) expresa que si la
infestación en abejas adultas es mayor al 5% es necesario utilizar algún método de control.
Las esporas se diseminan con la materia fecal de las abejas adultas contaminadas y cuando
los excrementos se acumulan en el interior de la colmena, el peligro de contagio aumenta
ya que las abejas más jóvenes que se dedican a la limpieza de las celdas se contaminan y lo
trasmiten así a los otros individuos de la misma. Cuando la infección alcanza su nivel
máximo, el organismo de una abeja puede albergar de 30 a 50 millones de esporas (Bruno,
2003).
El daño que provoca en la colonia es muy significativo, ya que al replicarse, daña el
intestino, lo cual afecta las funciones digestivas de las abejas, provocando diarreas, ya que
no digieren bien el polen ni la miel y en forma compensatoria aumenta la cantidad de
alimento ingerido en un 30%.; también afecta a sus glándulas nutritivas, interrumpiendo
bruscamente sus secreciones, por lo que las abejas no pueden alimentar a la cría y, por
consiguiente, no se puede renovar la colonia (Bruno, 2003; OIE, 2004; FAO, 2016). Si no
se bloquea la multiplicación de esporas, la función digestiva se anula en 14 a 21 días, es por
esto que es importante su adecuada detección y tratamiento en el momento justo.
El diagnostico de esta enfermedad no es fácil en sus primeras etapas, debido a que el único
signo sospechoso es la presencia de excremento líquido sobre la plancha de vuelo de la
colmena (FAO, 2016). Una prueba de campo a nivel macroscópico consiste en examinar el
color de la porción terminal del sistema digestivo de algunas abejas, ya que en las abejas
sanas tiene un color rojizo, mientras que en las abejas enfermas es de color blanco lechoso;
este signo, sin embargo, sólo se ve cuando la enfermedad ya ha alcanzado una cierta
gravedad, por lo que el uso de una prueba de laboratorio puede hacer un diagnóstico precoz
mediante la búsqueda con el microscopio de las esporas a nivel intestinal o directamente en
las heces (FAO, 2016).
Para el método cualitativo, se aconseja recoger, al menos 60 abejas con el fin de detectar el
5% de las abejas enfermas con un 95% de confianza (Fries, 1989), ya que las muestras de
menor tamaño, pueden dar como resultado final un diagnóstico erróneo. Se separan los
abdómenes de las abejas, se maceran en agua destilada estéril, se centrífuga y tres gotas del
sedimento resuspendido en agua destilada estéril, se coloca en un portaobjetos bajo un
cubreobjetos para hacer una observación en fresco a 400 aumentos, en un microscopio de
contraste de fases (Cantwel, 1970). En estas condiciones las esporas de Nosema aparecen
refringentes, con un contorno bien definido y sin diferenciarse su contenido interno, lo que
permite no confundirlas con levaduras (no refringentes y con contenido granuloso en su
interior), pero en caso de ser necesaria la aplicación de tinciones, está recomendada la
tinción con Giemsa, con lo que las esporas de N. apis adquirirán una apariencia distintiva
con una pared gruesa no teñida y un interior azul, sin núcleos visibles (Bruno, 2003;
Garrido, 2012). El método cuantitativo es similar al anterior, pero en este caso sólo se
utilizan 10 abejas. Se maceran en agua destilada estéril y posteriormente se centrifuga, el
sedimento se resuspende en agua destilada estéril. Una vez homogeneizado el macerado, se
llena una cámara de recuento (hemocitómetro) y se cuenta el número de esporas, que es
orientativo del grado de parasitación de la muestra y no está directamente relacionado con
el grado de parasitación real de la colmena (Garrido, 2012).
Se establece la siguiente escala de niveles de infestación según sea el conteo de esporas
promedio por abeja:
Como se pudo notar, en la práctica se hicieron los dos tipos de mediciones tanto
cuantitativamente, como cualitativamente.
Referencias
Bruno, S. (2003). Enfermedades de las abejas: nociones prácticas. Ed. Ciencias y abejas.
Argentina.
Cantwell, G. (1970). Standart methods for counting Nosema spores. American bee journal.
110: 222-223.
OIE (2004) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004. Capítulo 2.9.4 Nosemosis de
las abejas. Disponible en URL:
http://web.oie.int/esp/normes/mmanual/pdf_es/2.9.04_Nosemosis_de_las_abejas.pdf