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SISTEMA CONTRACTUAL ROMANO

El Sistema Contractual aplicado en Roma utiliza una noción específica


del contrato, en donde no existía un concepto abstracto como se practica hoy
en día, por lo tanto solo eran contratos las manifestaciones de voluntad
dirigidas a poner en vida una obligación reconocida en el civil.

En el sistema contractual romano, el Jurista Romano Gayo, explicaba


que las obligaciones que se daban mediante contratos verbales, mediante la
acción de una cosa, es decir, palabras, escritura con el simple
consentimiento de ambas partes, mediante esta acción se dividían los
contratos en:

 Contratos Verbales.

 Contratos Literales.

 Contratos Reales.

 Contratos Consensuales.

Dentro de los contratos ante mencionado existía un elemento


subjetivo, las causas civiles que los distingue entre ellos.

El contrato verbal que era donde la persona debía manifestarse


mediante palabras solemne, tal declaración conecta el efecto de hacer surgir
el vínculo obligatorio, de tal manera que dentro del contrato verbal se
encuentra La expresión precio y la promesa jurada que libera la estipulación
que en latino significa dotis dictio, la promissio iurata liberti y la stipulatio.
Por otra parte los contratos literales que no era más que la obligación
que surge de la redacción por escrito del acuerdo entre las partes.

Entre los contratos literales el Jurista romano Gayo, menciona las


nomina, transcripticia, los singrapha y los chirographa.

La nómina transcripticia, que es una institución que se origina en la


antigua costumbre romana, según la cual, todos los ciudadanos romanos
llevaba, para la administración de su patrimonio  (codex accepti et expensi)
que corresponde  los libros de caja de nuestros negociantes modernos.

Según gayo, el libro contenía dos columnas separadas, una para las
entradas (acceptum) y otra para las salidas (expensum). Bajo
la columna acceptum se registraban las sumas ingresadas, y bajo
la columna expensum las sumas desembolsadas o pagos efectuados, con la
indicación de las personas de las que se habían recibido o a las que se
habían entregado tales sumas.

Tales registros no constituían sin más un contrato, pues el verdadero


contrato literal surgía en base a una doble anotación hecha por el acreedor
sobre su libro de caja, con el consentimiento del deudor.

El nomen transcripticium se utilizaba la mayoría de las veces, bien


para transformar una obligación nacida de otra fuente en una obligación
literal, bien para sustituir un deudor precedente por uno nuevo. A este
respecto, y siempre según Gayo, la transcriptio podía ser de dos clases.
 Transcriptio a re in personam. 

 Transcriptio a persona in personam. 

Singrapha eran documentos redactados unilateralmente por el deudor


y por el firmado los cuales quedaban en el poder del acreedor.

  Chirographa.eran redactados en doble original, suscritos por el deudor


y el acreedor y provistos por el sello de ambos.

Los contratos reales el acuerdo debe acompañado de la entrega de la


cosa para que surja la obligación, Son cuatro: 

 Contratos Reales Mutuo.

 Contratos Reales Comodato.

 Contratos Reales Depósito.

 Contratos Reales Prenda.

Estos contratos se experimentaron en la época postclásica mediante


una ampliación, incluyéndose en ella los llamados "contratos innominados"
o "reales innominados", cuyo objeto era una prestación a cambio de otra.

Los contratos consensuales la obligación surge del acuerdo de las


partes sin exigir ningún otro requisito de forma, pero ello no quiere decir que
el Derecho romano rechazase la redacción de un documento como prueba
del acuerdo entre las partes.
En las fuentes son tipificadas cuatro figuras:

 Compraventa.

 Arrendamiento.

 Sociedad.

 Mandato.

Cronológicamente, es probable que estos contratos hayan sido


reconocidos por el ordenamiento jurídico romano, con posterioridad a las
otras categorías.

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