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Julia de Burgos

Julia de Burgos fue una de las voces femeninas más destacadas de la poesía

latinoamericana de primera mitad del siglo XX y aunque si bien su desaparición

física fue realmente a una edad muy temprana, 39 años de edad tenía solamente, a

esa altura su producción literaria ya había alcanzado un nivel de excelencia tal que

tanto sus pares como su admiradores no tardaron en otorgarle el mote de la poetisa

puertorriqueña más saliente de todos los tiempo.

Julia nació en el barrio de Santa Cruz de Carolina Puerto rico el 17 de Febrero de

1914 Fue la mayor de trece hermanos, hija de Francisco Burgos Hans y Paula

García. A pesar de pertenecer a una familia de gran tamaño pero modesta, con todo

lo que ello conlleva, fue la única de la familia Burgos que pudo concretar y

culminar sus estudios secundarios. A los 19 años, Julia, ya era la dueña del título

de Magisterio de la Universidad de Puerto Rico, pero claro, su desmedida pasión

por la poesía la llevarían a dedicarse casi por completo a la escritura de poemas.

Más adelante y en simultáneo con la poesía, Julia, trabajó en la Agencia para la

Rehabilitación Económica de Puerto Rico (PRERA, siglas en inglés), como

maestra, como empleada en una estación de leche y hasta se unió a la agrupación

Hijas de la Libertad, la rama femenina del Partido Nacionalista de Puerto Rico, por

su sintonía respecto de las ideas independentistas que el partido promovía.


En 1934 se casó con Rubén Rodríguez Beauchamp, aunque el verdadero amor de

su vida fue el sociólogo y médico Juan Isidro Jimenes Grullón; un año después de

separarse de su esposo, en 1938, iniciará un romance con Grullón, el cual finalizará

años más tarde, en 1942, una ruptura de la cual jamás pudo recuperarse . Así como

el amor fue la gran inspiración que le hizo crear estrofas inmortalizadas en

diferentes obras, también fue su gran dolor porque como consecuencia del fracaso

de su relación con Grullón, Julia, cayó en la más absoluta tristeza hasta que un día,

a la edad de 39 años, esa angustiosa tristeza se la llevó definitivamente mientras

caminaba por la Quinta Avenida de la Ciudad Nueva York, ciudad que la albergó

los últimos años de su vida.

Cuando al ser encontrada inconsciente no contaba con la pertinente identificación,

Julia, fue sepultada como una NN; tiempo después, algunos de sus amigos dieron

finalmente con su paradero y sus restos fueron enviados a su país natal donde fue

honrada con un funeral y un monumento.


RÍO GRANDE DE LOÍZA

¡Río Grande de Loíza!... Alárgate en mi espíritu


y deja que mi alma se pierda en tus riachuelos,
para buscar la fuente que te robó de niño
y en un ímpetu loco te devolvió al sendero.

Enróscate en mis labios y deja que te beba,


para sentirte mío por un breve momento,
y esconderte del mundo, y en ti mismo esconderte,
y oír voces de asombro, en la boca del viento.

Apéate un instante del lomo de la tierra,


y busca de mis ansias el íntimo secreto;
confúndeme en el vuelo de mi ave fantasía,
y déjame una rosa de agua en mis ensueños.

¡Río Grande de Loíza!.. Mi manantial, mi río,


desde que alzóse al mundo el pétalo materno;
contigo se bajaron desde las rudas cuestas
a buscar nuevos surcos, mis pálidos anhelos;
y mi niñez fue toda un poema en el río,
y un río en el poema de mis primeros sueños.

Llegó la adolescencia. Me sorprendió la vida


prendida en lo más ancho de tu viajar eterno;
y fui tuya mil veces, y en un bello romance
me despertaste el alma y me besaste el cuerpo.

¿Adónde te llevaste las aguas que bañaron


mis formas, en espiga del sol recién abierto?
¡Quién sabe en qué remoto país mediterráneo
algún fauno en la playa me estará poseyendo!

¡Quién sabe en qué aguacero de qué tierra lejana


me estaré derramando para abrir surcos nuevos;
o si acaso, cansada de morder corazones,
me estaré congelando en cristales de hielo!

¡Río Grande de Loíza! Azul, Moreno, Rojo.


Espejo azul, caído pedazo azul del cielo;
desnuda carne blanca que se te vuelve negra
cada vez que la noche se te mete en el lecho;
roja franja de sangre, cuando baja la lluvia
a torrentes su barro te vomitan los cerros.

Río hombre, pero hombre con pureza de río,


porque das tu azul alma cuando das tu azul beso.
Muy señor río mío. Río hombre. Único hombre
que ha besado en mi alma al besar en mi cuerpo.

¡Río Grande de Loíza!... Río grande. Llanto grande.


El más grande de todos nuestros llantos isleños,
si no fuera más grande el que de mi se sale
por los ojos del alma para mi esclavo pueblo
CANCION DESNUDA

Despierta de caricias,
aún siento por mi cuerpo corriéndome tu abrazo.
Estremecida y tenue sigo andando en tu imagen.
¡Fue tan hondo de instintos mi sencillo reclamo!

De mi se huyeron horas de voluntad robusta,


y humilde de razones, mi sensación dejaron.
Yo no supe de edades ni reflexiones yertas.
¡Yo fui la Vida, amado!
La vida que pasaba por el canto del ave
y la arteria del árbol.

Otras notas más suaves pude haber descorrido,


pero mi anhelo fértil no conocía de atajos:
me agarré a la hora loca,
y mis hojas silvestres sobre ti se doblaron.

Me solté a la pureza de un amor sin ropajes


que cargaba mi vida de lo irreal a lo humano,
y hube de verme toda en un grito de lágrimas,
¡en recuerdo de pájaros!

Yo no supe guardarme de invencibles corrientes


¡Yo fui la Vida, amado!
La vida que en ti mismo descarriaba su rumbo
para darse a mis brazos.
YO FUI LA MAS CALLADA

Yo fui la más callada


de todas las que hicieron el viaje hasta tu puerto.

No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales,


ni las sordas campanas de ancestrales reflejos;
mi ruta era la música salvaje de los pájaros
que soltaba a los aires mi bondad en revuelo.

No me cargaron buques pesados de opulencia,


ni alfombras orientales apoyaron mi cuerpo;
encima de los buques mi rostro aparecía
silbando en la redonda sencillez de los vientos.

No pesé la armonía de ambiciones triviales


que prometía tu mano colmada de destellos:
sólo pesé en el suelo de mi espíritu ágil
el trágico abandono que ocultaba tu gesto.

Tu dualidad perenne la marcó mi sed ávida.


Te parecías al mar, resonante y discreto.
Sobre ti fui pasando mis horarios perdidos.
Sobre mi tú seguiste como el sol en los pétalos.

Y caminé en la brisa de tu dolor caído


con la tristeza ingenua de saberme en lo cierto:
tu vida era un profundo batir de inquietas fuentes
en inmenso río blanco corriendo hacia el desierto.
Luis Palés Matos

Luis Palés Matos (Guayama, Puerto Rico, 20 de marzo, 1898-Santurce, Puerto

Rico, 23 de febrero de 1959). Escritor, poeta, y periodista puertorriqueño.

De familia literaria, sus padres y hermanos escribieron poesía. De adolescente, con

16 años, publica su primer libro de poemas «Azaleas», con gran influencia del

nicaragüense Rubén Darío, el argentino Leopoldo Lugones y el uruguayo Julio

Herrera Reissig. Este título forma parte del primer periodo de los inicios del

movimiento Modernismo en Latinoamérica. De formación autodidacta, trabajó en

distintos oficios, como oficinista, editor, cartero, maestro rural y llegó a ser

secretario del presidente del Senado en Puerto Rico. En 1915 escribe los poemas

que pertenecen a su ciclo «Programa Silvestre», que son reflejo de sus vivencias

como maestro. También trabajó como actor, y tuvo gran éxito interpretando el

papel protagonista de «El Grito de Lares», del autor puertorriqueño Luis Llorens

Torres, en 1929. En la última década de su vida, estuvo vinculado con la

Universidad de Puerto Rico, como poeta en residencia. Con 20 años escribe

«Versos para Natividad y Cuaderno del Bebé», recogidos por Margot Arce en la
antología de los poemas de Luis Palés, vol. I (1984) que están dedicados a su

primera esposa y a su hijo.

Está reconocido como un gran orador político y durante la década de 1920

colaboró con la Alianza Puertorriqueña pidiendo la independencia de Puerto Rico.

Durante estos años su poesía está reconocida como la poesía negra o el verso

negro, ejerciendo gran influencia ejerció sobre otros autores como en el caso del

poeta cubano Nicolás Guillén. En 1937 publica «Tuntún de pasa y grifería» que

consiguió el primer premio de literatura del Instituto de Literatura Puertorriqueña.

«Litoral», novela inacaba se publicó en el semanario de la Universidad de Puerto

Rico y en el periódico el Diario de Puerto Rico. En 1954 aparece su primera

antología, realizada por Federico de Onís con los poemas escritos entre 1915 y

1956.Visita Nueva York en 1950, en un programa de conferencias, lecturas y

coloquios literarios, recibiendo diplomas y certificados de las instituciones

culturales y universidades que visitó, destacando el homenaje que el Instituto

Hispánico de la Universidad de Columbia le ofreció. Luis Palés está considerado

uno de los máximos exponentes de la poesía afroantillana y junto a José Isaac de

Diego y Padró, fundó el «diepalismo», movimiento vanguardista basado en la

musicalidad y sonoridad de los versos


El reloj

Con una incontrastable isocronía


canta el reloj las horas que transcurren,
y cual gnomos, por su armazonería,
como suspiros, rápidas, se escurren.

Quizá el tedio lo mata, y a porfía


las dos agujas del reloj, se aburren,
de estar marca que marca todo el día,
arcano idioma que ellas no discurren.

Mirado desde lejos, tiene aspecto


extraño y mitológico, de insecto
que ye correr la vida, indiferente;

y el péndulo, una lengua centelleante,


hiperbólicamente jadeante
que se mofa del tiempo eternamente.
GUAYAMESA
Suave como los tallos del papiro,
con una vaga irradiación de fresa
es tu talle de egipcia, en el que admiro
toda la majestad de una princesa.

El ensueño y el mar, en el zafiro


de tus ojos, se tiñen Guayamesa;
y como turquesino es el suspiro,
en tus ojos se baña de turquesa.

Cabellera auroral y frente blanca


donde el pudor alguna vez se estanca...
cuando tu cabellera rizos llueve.

Al caer en tu frente ese tesoro,


urde un desborde de flamante oro
sobre un albino témpano de nieve.
MEDIA NOCHE
Este silencio lleno de morfina
goza un mareo de profundidades,
donde el alma poética se inclina
atisbando soñadas claridades;

y se pierde en la sed, de una divina


procesión de simbólicas beldades:
novia blanca, y azul, y cristalina,
novia llena de espiritualidades.

Las doce de la Noche. Muy aprisa


pasa el arco invisible de la brisa
sobre el cordaje rudo de la fronda;

y el soñador bohemio, bajo una


borrachera, vacua ante la luna
que le clava su hostia pura y honda.
Jorge Luis Borges Acevedo

Jorge Luis Borges Acevedo, nacido en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899

Ginebra, Poeta, ensayista y escritor argentino.

Estudia en Ginebra e Inglaterra. Vive en España desde 1919 hasta su regreso a

Argentina en 1921. Colabora en revistas literarias, francesas y españolas, donde

publica ensayos y manifiestos.

De regreso a Argentina, participa con Macedonio Fernández en la fundación de las

revistas Prisma y Prosa y firma el primer manifiesto ultraísta. En 1923 publica su

primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia universal de

la infamia, compuesto por una serie de relatos breves (formato que utilizará en

publicaciones posteriores). Durante los años treinta su fama crece en Argentina y

publica diversas obras en colaboración con Bioy Casares, de entre las que cabe

subrayar Antología de la literatura fantástica.

Durante estos años su actividad literaria se amplía con la crítica literaria y la

traducción de autores como Virginia Woolf, Henri Michaux o William Faulkner.


Es bibliotecario en Buenos Aires de 1937 a 1945, conferenciante y profesor de

literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, presidente de la Sociedad

Argentina de Escritores, miembro de la Academia Argentina de las Letras y

director de la Biblioteca Nacional de Argentina desde 1955 hasta 1974. En 1961

comparte con Samuel Beckett el Premio Formentor, otorgado por el Congreso

Internacional de Editores. Desde 1964 publica indistintamente en verso y en prosa.

Borges utiliza un singular estilo literario, basado en la interpretación de conceptos

como los de tiempo, espacio, destino o realidad. La simbología que utiliza remite a

los autores que más le influencian -William Shakespeare, Thomas De Quincey,

Rudyard Kipling o Joseph Conrad-, además de la Biblia, la Cábala judía, las

primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía.

Publica libros de poesía como El otro, el mismo, Elogio de la sombra, El oro de

los tigres, La rosa profunda, La moneda de hierro y cultiva la prosa en títulos

como El informe de Brodie y El libro de arena. En estos años Borges también

publica libros en los que se mezclan prosa y verso, libros que aúnan el teatro, la

poesía y los cuentos; ejemplos de esta fusión son títulos como La cifra y Los

conjurados.

La importancia de su obra se ve reconocida con el Premio Miguel de Cervantes en

1979.
\
AUSENCIA

Habré de levantar la vasta vida


que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,

cuántos lugares se han tornado vanos


y sin sentido, iguales
a luces en el día.

Tardes que fueron nichos de tu imagen,


músicas en que siempre me aguardabas;
palabras de aquel tiempo,

yo tendré que quebrarlas con mis manos.


¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia

que como un sol terrible, sin ocaso,


brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea

como la cuerda a la garganta,


el mar al que se hunde.
UN PATIO
Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio.
Esta noche, la luna, el claro círculo,
no domina su espacio.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena,
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Grato es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de una parra y de un aljibe.

LA LLUVIA
Bruscamente la tarde se ha aclarado
porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado


el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales


alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra en cierto

patio que ya no existe. La mojada


tarde me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
Gabriela Mistral

Gabriela Mistral nacido en Vicuña, Chile el 7 de abril de 1889, muere en Nueva

York, Estados Unidos, 10 de enero de 1957.Fue una escritora y gano un premio

Nobel de Literatura en 1945. Su verdadero nombre es Lucila de María del Perpetuo

Socorro Godoy Alcayaga, más conocida por su seudónimo Gabriela Mistral,

utilizado por primera vez en el poema Del pasado publicado en diario El

Coquimbo en 1908. Trabaja de maestra y colabora en publicaciones literarias,

apareciendo sus primeros escritos en 1904 en: El Coquimbo, Penumbras de La

Serena y La Voz de Elqui de Vicuña.

Durante esta etapa empieza a escribir Desolación y colabora con la revista

Elegancias, que dirige Rubén Darío desde París. En 1914 obtiene el Premio

Nacional de Poesía de Chile con Sonetos de la muerte. En 1922 se traslada a

México para colaborar en los planes de reforma educativos de José Vasconcelos,

político, pensador y escritor mexicano. En este país, en 1923 se publica Lecturas

para mujeres, y en Barcelona, la antología Las mejores poesías. En 1924, invitada

por el gobierno mexicano, viaja por Estados Unidos y Europa.

En 1925 es nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la

Sociedad de Naciones en Ginebra (Suiza) y asiste a distintos congresos por Suiza.


En 1928 representa a Chile y Ecuador en el Congreso de la Federación

Internacional Universitaria en Madrid, y trabaja en el Consejo Administrativo del

Instituto Cinematográfico Educativo de la Liga de las Naciones, en Roma (Italia).

Durante la década de los 30, da clases en Estados Unidos en las escuelas Bernard

College, Vassar College y en el Middlebury College. También viaja por

Centroamérica y Las Antillas y colabora con las universidades de Puerto Rico, La

Habana y Panamá. En 1933 es nombrada cónsul de Chile en Madrid, y en 1934 se

la nombra hija adoptiva en Puerto Rico. Durante este periodo como embajadora,

viaja por Lisboa, Guatemala, Francia, Brasil, Estados Unidos, México e Italia.

En 1938 aparece su libro de poesía Tala publicado en Buenos Aires, dedicado a los

niños españoles víctimas de la Guerra Civil.

El 10 de diciembre de 1945 recibe el Nobel de Literatura, en 1950 el premio Serra

de las Américas de la Academy of American Franciscan History de Washington y

en 1951 el Premio Nacional de Literatura de Chile. En 1953 es nombrada cónsul en

Nueva York y también delegada de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Gabriela Mistral, una de las poetas más importantes del s. XX, maestra rural y

educadora consiguió el galardón más importante de la literatura universal, fue

doctor «honoris causa» por la Universidad de Guatemala, Mills College de


Oakland (California), y por la Universidad de Chile, entre otras universidades. Su

obra está traducida a más de 20 idiomas.


El amor que calla
Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
¡pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres tan oscuro!
Tú lo quisieras vuelto un alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que entrar en la muerte!

Apegado a mí
Velloncito de mi carne
que en mis entrañas tejí,
velloncito tembloroso,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trigo
escuchándola latir.
No te turbes por aliento,
¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo hasta al dormir.
No resbales de mi pecho,
¡duérmete apegado a mí!
Riqueza
Tengo la dicha fiel
y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída:
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
Como el doble contorno
de dos frutas mellizas,
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida….
Alfonso Reyes

Alfonso Reyes nació el 17 de mayo de 1889 en Monterrey, México. Su padre, el

general Bernardo Reyes, era por entonces gobernador del estado de Nuevo León y

de y Doña Aurelia Ochoa de Reyes. Estudió en la escuela Manuela G. Viuda de

Sada, el Instituto de Varones de Jesús Loreto y el Colegio Bolívar, y el bachillerato

en el Liceo Francés de la Ciudad de México, y estudió Derecho en esta ciudad.

En 1909 fundó, conjuntamente con otros escritores como Pedro Henríquez Ureña,

Antonio Caso y José Vasconcelos Calderón, el Ateneo de la Juventud. Cuando

tenía 21 años de edad, publicó su primer libro Cuestiones Estéticas. La Revolución

Mexicana, de 1910, trajo funestas consecuencias a la familia Reyes.

En agosto de 1912 fue nombrado secretario de la Escuela Nacional de Altos

Estudios, y en 1913 fue nombrado parte de la Legación de México en Francia. Su

padre participó en un golpe de estado en contra del presidente Francisco I. Madero,

lo que derivaría en la lucha fraticida conocida como la decena trágica, y murió el

primer día de la contienda, esto hizo imposible que Reyes pudiese regresar al país,

y decidió vivir en España donde permaneció hasta 1924. Fue colaborador de la


Revista de Filología Española, de la Revista de Occidente y de la Revue

Hispanique. En España se consagró a la literatura y la combinó con el periodismo;

trabajó en el Centro de Estudios Históricos de Madrid bajo la dirección de Don

Ramón Menéndez Pidal. Una vez asentados los vientos de la revolución, la fama

de Reyes en Europa llegó a México y el gobierno lo incorporó al servicio

diplomático, fue nombrado segundo secretario de la Legación de México en

España, Encargado de negocios en España, Ministro en Francia, y Embajador en

Argentina hasta 1930, en Buenos Aires Reyes convivió con la brillante generación

literaria, Victoria Ocampo le presentó a Xul Solar, Leopoldo Lugones, Jorge Luis

Borges, Adolfo Bioy Casares y Paul Groussac. Después fue enviado a Brasil, y en

abril de 1939 presidió la Casa de España en México, una institución fundada

principalmente por refugiados de la Guerra Civil Española y que después se

convertiría en el prestigiado Colegio de México. Fue miembro de número de la

Academia Mexicana de la Lengua.

Reyes se convirtió en el principal animador de la investigación literaria en México,

y uno de los mejores críticos y ensayistas en lengua castellana. Murió en 1959 en

ciudad de México, víctima de una afección cardiaca.


LA AMENAZA DE LA FLOR

Flor de las adormideras:


engáñame y no me quieras.

¡Cuánto el aroma exageras,


cuánto extremas tu arrebol,
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor de las adormideras.

Una se te parecía
en el rubor con que engañas,
y también porque tenía,
como tú, negras pestañas.

Flor de las adormideras.


Una se te parecía.. .
Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
¡Tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer!
QUÉDATE CALLADO...

Quédate callado y solo:


casi todo sobra y huelga.
De la rama el fruto cuelga
y la rosa del peciolo,
no a efectos del querer sólo,
sino a la inerte ceguera
que la visión exagera
en alcance y en sentido;
y lo que cantas dormido
es tu canción verdadera.

Quédate solo y callado:


casi todo huelga y sobra.
Ningún gasto se recobra,
ni vale el oro cambiado
la moneda que has pagado
por montones de vellón.
Que a hurtos da el corazón
los latidos que aprovechas,
y aunque imaginas que pechas,
lo debes al panteón.
EL VERDUGO SECRETO

Vives en mí, pero te soy ajeno,


recóndito ladrón que nunca sacio,
a quien suelo ceder, aunque reacio,
cuanto suele pedir tu desenfreno.

Me quise sobrio, me fingí sereno,


me dictaba sus máximas Horacio,
dormí velando, festiné despacio,
ni muy celeste fui, ni muy terreno.

Poco me aprovechó vivir alerta,


si del engreimiento vanidoso
hallaste tú la cicatriz abierta.

Hoy quiero rechazarte, y nunca oso.


¡Válgame la que a todos nos liberta,
y al orden me devuelve y al reposo!

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