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1.

DESCRIPCIÓN DE LA EXPLORACIÓN PETROLERA Y SUS IMPACTOS


El petróleo y en general los hidrocarburos corresponden a materia orgánica depositada en
fondos marinos hace cerca de 50 millones de años y que fue transformada por la presión y
la temperatura relacionada con el enterramiento de sedimentos a más de 3 kilómetros de
profundidad. Dado su origen, el petróleo se relaciona con aguas profundas que en el caso
de la cuenca petrolera Caguán – Putumayo, tienen todavía marcada la huella química de
aguas marinas: son saladas, tienen muchos químicos disueltos que las hacen elementos
nocivos si son dispuestas en la Amazonia actual. En el caso de la Orinoquia (cuenca
petrolera Llanos), los hidrocarburos están acompañados por un gigantesco volumen de
agua de buena calidad y que se convierte en una esperanza para tener reservas de agua
para consumo humano, reserva que es amenazada por la contaminación que implica su
extracción y su revoltura con el petróleo.
La exploración (perforatoria) petrolera es una actividad, que de acuerdo con la ANH,
“consiste en la perforación de pozos, cuya finalidad es llegar hasta la capa de roca donde
posiblemente se pudieron acumular los hidrocarburos (petróleo y gas).” De manera previa
a la exploración perforatoria se han realizado estudios de geología de superficie,
perforaciones para conocimiento estratigráfico y la adquisición de información indirecta
de subsuelo mediante la geofísica y particularmente la sísmica.
Como es evidente, actividades como la sísmica, que es invasiva en términos de predios,
afectaciones de cercas y manantiales y, como se ha determinado en instancias judiciales,
afectaciones por deslizamientos y daños a fincas y viviendas, constituyen un antecedente
de pérdida de la tranquilidad pública, máxime cuando muchas de estas actividades están
acompañadas de dispositivos con presencia armada de la fuerza pública y el maltrato a los
campesinos que defienden sus territorios.
La exploración perforatoria entonces incluye la perforación de pozos que se ubican en
plataformas donde se tienen los taladros, las áreas de aspersión o infiltración de aguas
supuestamente tratadas, los campamentos de la vigilancia, las áreas para disponer
residuos de materiales sobrantes, los generadores de energía para los taladros que
trabajan con diésel, tanques para acumulación de diésel, diésel + gas, gas o cualquier otro
combustible para las eventuales pruebas de producción e instalaciones eléctricas. Como
se ve, es necesaria la introducción al territorio de una gran cantidad de insumos que tiene
potencial de contaminar, además de relacionarse con una gran cantidad de camiones,
tractocamiones, grúas y un largo etcétera de maquinaria ajena a la cotidianidad
campesina y que generará ruido las 24 horas, riesgo de accidentes, emisión de sólidos por
tránsito sobre carreteables no pavimentados, entre otros.
Mención especial merecen las teas y las instalaciones para la inyección de vapor al
subsuelo. Las primeras son chimeneas donde se queman los gases provenientes de la
perforación y de las pruebas de producción y que son fuentes de contaminación al aire y
que se han relacionado con problemáticas de salud pública en muchos lugares de
Colombia y del mundo y que es reconocida por el propio sector petrolero “La quema y
venteo de gas emiten distintas clases de gases efecto invernadero. En el caso del venteo, el
gas principal de emisión es el metano y lo emite mediante; fugas no intencionales en los
equipos, procesos de evaluación de pozos o venteos con finales de seguridad para alivio de
presión” (Yañez & Gualdrón1, 2014). Dentro de los contaminantes, además del metano se
generan variedad de contaminantes reconocidos dentro de las que se encuentran
compuestos cancerígenos como benzopireno, benceno, sulfuro de carbono (CS2) y
tolueno, además de metales pesados como mercurio y cromo y metaloides como el
arsénico (Ismail & Umukoro2, 2010).
Según diversos investigadores e instituciones (CDPHE 3, 2012; Macey et al.4, 2014; Aregbe5,
2017, entre otros), la exposición de humanos a los gases contaminantes emitidos por el
venteo y la quema de gas, pueden generar además efectos negativos neurológicos,
reproductivo y de desarrollo (alteraciones hormonales). La Agencia de Protección
Ambiental de Estados Unidos – EPA (2005), estableció́ que la exposición con benceno
puede causar además de asma y bronquitis, leucemia y variedad de problemas en la
sangre.
La inyección de vapor al subsuelo busca mejorar la fluidez de los crudos y su descripción
no es desarrollada en los estudios ambientales de la empresa, razón por la cual
consideramos que hay factores de riesgo alto en la exploración petrolera que no suelen
ser abordados.
Cualquier excavación del subsuelo, dentro de las cuales se encuentran los pozos
exploratorios y de extracciñon petrolera, se convierten en atractores del agua contenida
en el subsuelo, porque atraviesan formaciones geológicas que pueden aportar esas aguas
que han estado encapsuladas durante millones de años. Ello conlleva desequilibrios en las
aguas subterráneas por un lado y la posibilidad de que estas aguas salgan a subsuelo
mezcladas con el petróleo y que haya necesidad de disponerlas. Cuando las aguas tienen
origen marino, están muy cargadas de sales y suelen tener elementos naturales de alta
toxicidad.
En caso de que las perforaciones exploratorias establezcan la posibilidad de que se
encuentren hidrocarburos, la reglamentación prevé las pruebas cortas y pruebas extensas
de producción, las cuales se hacen para evaluar las tasas de flujo y presión de los
hidrocarburos dentro de la formación geológica.
Las pruebas extensas son ya una primera explotación petrolera, con todas las
complejidades e impactos que ello conlleva: uso de insumos químicos, ruido, instalación
1
Yañez, Edgar E. y Gualdrón, Mónica A. Metodología para la identificación y cuantificación de emisiones
fugitivas de metano en campos de producción. Piedecuesta, Santander.: Ecopetrol, Instituto Colombiano del
petróleo, 2014. 11 p
2
Ismail, S. & Umukoro, E. Global impact of gas flaring. En: Energy and power engineering. Vol. 4 (4), p. 291 p.
3
Colorado Department of Public Health and Environment-CDPHE. Air Emissions Case Study Related to Oil
and Gas Development in Erie. Denver, CO: Colorado Department of Public Health and Environment; 2012.
4
Macey, G., Breech, R., Chernaik, M., Cox, C., Larson, D, Thomas, D. & Carpenter, D. (2014) Air
concentrations of volatile compounds near oil and gas production: a community-based exploratory study.
Environmental Health V. 13. doi: 10.1186/1476-069X-13-82
5
Aregbe, A. Natural Gas Flaring—Alternative Solutions. En: Scientific Research Publishing. Febrero, 2017. vol.
5, 145 p.
de teas, inyección de vapor al subsuelo y la salida de residuos líquidos altamente
contaminantes que deben ser dispuestos al ambiente
Las perforaciones pueden alcanzar profundidades de 1 a 2,3 km (3000 a 7000 pies), razón
por la cual es necesario el uso de gran cantidad de insumos como agua, aceites,
bactericidas, píldoras viscosas y de limpieza, mejoradores reológicos, controladores de
filtrado, lubricantes, sulfato de aluminio, cal hidratada, hipoclorito de calcio, polímeros,
antiespumantes, etc6.. Todos estos productos tienen potencial de toxicidad que puede
afectar el ambiente y la salud humana y regulaciones de estados como Pensilvania en
Estados Unidos en cuanto a su tratamiento y manejo no son suficientes para remover los
contaminantes del ambiente (Harkness, et al. 7, 2015). Durante la perforación la broca que
se ubica en la parte más baja de la tubería gira y con ello tritura las rocas, produciendo un
tipo de desecho llamado cortes de perforación. Para evitar el calentamiento excesivo de
tuberías y brocas y para asegurar la estabilidad de la perforación es necesario utilizar
lubricantes y lodos de perforación (con uso de químicos como la barita, bentonita, soda
cáustica, hipoclorito de sodio, lignosulfonatos, entre otros 8). Todo el sistema implica la
circulación de los lodos de perforación que permite la salida de los fragmentos de roca
perforados, mezclados con lodos, agua y diésel, que evidentemente tiene un potencial
contaminante alto. Todos estos lodos contaminados que constituyen los cortes de
perforación son dispuestos en tanques portátiles y serán liberados para su disposición
dentro del APE o en cercanías, en cualquier lugar dentro del Departamento del Caquetá.
Se calcula que por cada pozo se generan unos 42.000 galones de desechos de prueba
(Reyes y Ajavil, 2005 citado por Bravo, 2007 en Moñino & Sala 9, 2008), cálculo hecho en la
década pasada en pozos de explotación en la misma cuenca petrolera en que se pretende
adelantar la perforación exploratoria.
Como se ve, es posible que la fase de exploración ya tenga impactos fuertes e irreversibles
sobre el agua, los suelos y la manera de vivir de los pobladores del territorio, puesto que
en las pruebas de producción, tanto las cortas como las extensas, se extrae petróleo o gas,
con todas las problemáticas de salida de agua de formación (probablemente de alta
salinidad) que acompaña a los hidrocarburos, es necesaria la instalación de teas o
antorchas contaminando el aire y generando la posibilidad de afectaciones en la salud de
las comunidades de los alrededores. El aumento exponencial en el tráfico de maquinaria
pesada, camiones y tractocamiones termina con la tranquilidad y la seguridad vial de los
habitantes de las áreas de influencia. Los antecedentes de daños de vías secundarias y
terciarias en Casanare, Meta y en Putumayo son numerosos.

6
Emerald Energy PLC – C&MA (2017) Estudio de impacto ambiental para el área de interés exploratorio
Nogal. Cap.3 Descripción del proyecto.
7
Harkness, A., Dwyer, J., Warner, G., Parker, N., Mitch, K., Vengosh, W. (2015). Iodide, Bromide, and
Ammonium in Hydraulic Fracturing and Oil and Gas Wastewaters: Environmental Implications.
Environmental Science & Technology, Jan. 14, 2015. DOI:10.1021/es504654n
8
Emerald Energy PLC – C&MA (2017) Estudio de impacto ambiental para el área de interés exploratorio
Nogal. Cap.3 Descripción del proyecto.
9
Moñino, N. & A. Galdos (2008). Exposición a la contaminación por actividad petrolera y estado de salud de
la Comuna Yamanunka (Sucumbíos, Ecuador).
El caso del corredor petrolero Puerto Vega – Teteyé en el Putumayo
El corredor Puerto Vega – Teteyé es la zona petrolera de Puerto Asís (Putumayo) y el
hecho de ubicarse sobre la misma cuenca petrolera (Caguán – Putumayo), en suelos y
rocas de las mismas características, sobre geomorfologías idénticas y en contextos
climáticos, hidrológicos y socioculturales que son también fuertemente similares,
permiten establecer predicciones posibles sobre lo que puede suceder en la zona de
Valparaíso y Morelia en el Caquetá.
Contaminación de agua
Los antecedentes en cuanto a impactos y daños ambientales en el corredor Puerto Vega –
Teteyé muestran que existe una gran contaminación relacionada con la exploración y
explotación de petróleo: contaminación de aguas en chuquias, quebradas y ríos, causada
tanto por vertimientos de la compañía petrolera como por el terrorismo de grupos
armados ilegales; contaminación de aire, conflicto sociocultural y una fuerte tensión por
tener una actividad licenciada a pesar de que se sabía que era zona de guerra.
Los 60 puntos de muestreo de aguas no son monitoreados continuamente, es decir que
los puntos de muestreo de agua superficial varían constantemente de un trimestre a otro
(estos reportes trimestrales se hacen dentro de Informes de cumplimiento ambiental-ICA)
lo cual no es propio de un monitoreo continuo y sistemático. Adicional a esto, los
parámetros evaluados en cada uno varían incluso dentro de un mismo ICA, lo cual
deteriora aún más la calidad del monitoreo ya que no se tiene un seguimiento continuo de
parámetros relevantes como contenido de metales pesados, sólidos disueltos totales,
hidrocarburos totales, entre otros.
Las aguas subterráneas sólo se han monitoreado desde el segundo semestre de 2013 (el
reporte que denunciaba esto fue hecho en 2015) y solamente para el campo Quinde, con
la anuencia de la autoridad ambiental. Igual comportamiento omisivo de la autoridad
ambiental y la empresa Vetra se observa con el monitoreo de Aluminio, Bario, Cadmio y
Plomo en el agua, incumpliendo las obligaciones de la licencia ambiental.
Los análisis de datos fisicoquímicos de las aguas residuales industriales generadas por la
operación incumplen no solo de los parámetros establecidos por la normativa colombiana,
sino presentan concentraciones elevadas, incluso después de haber sido tratadas,
elementos que dan muestra que los sistemas de tratamiento son ineficientes.
Así mismo, el riesgo de las poblaciones es inminente puesto que se abastecen de fuentes
superficiales y aljibes, que presentan concentraciones que superan los límites normativos
y aceptables en términos de salud pública. Se identifican especies químicas como fenoles,
hidrocarburos, arsénico, cadmio, plomo y bario.
Respecto al agua para consumo humano, los fenoles han sobrepasado la norma entre cien
y doscientas veces y el plomo y el cadmio hasta diez veces. Los ríos y lagunas tampoco
escapan de la contaminación ambiental relacionada con el proyecto petrolero,
encontrando concentraciones elevadas con el mismo orden de magnitud de los aljibes
tanto para fenoles, cloruros, cadmio, plomo y grasas y aceites.
El ejemplo más ilustrativo de la indolencia de las autoridades ambientales y petroleras
respecto a la salud y el bienestar de las comunidades es el hecho de que los análisis de
calidad de agua de los aljibes de la Escuela El Porvenir, efectuados por un laboratorio
pagado directamente por la ANH en el marco de los acuerdos con las comunidades,
detectaron que el valor de arsénico supera en 4 veces la norma colombiana para aguas de
consumo humano. No obstante que son niños los que están siendo envenenados, ninguna
entidad ha hecho nada para darle una solución a la problemática.
Contaminación de aire
De otro lado, y atendiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), las cuales señalan que para un periodo de exposición diario el nivel recomendable
es de 50 µg/m3, se indica que 24 de las 245 muestras superaron este valor. La importancia
de emplear los niveles recomendados por la OMS son las pruebas relativas al material
particulado que esta organización ha realizado, las cuales consideran efectos adversos en
la salud de la población principalmente en los sistemas respiratorio y cardiovascular [1].
Dada la importancia en materia de salud pública encontrando concentraciones que
superan dos y tres veces las recomendaciones dadas por la OMS (concentraciones
reportadas por CIMA en las Estaciones de Piñuña 6, Vereda Buenos Aires y Vereda
Carmelita con un valor máximo diario de 161,04, 144,09 y 142,61 µg/m3,
respectivamente, es preciso referenciar la Sentencia de la Corte Constitucional T-154 de
2013, la cual ordenó al Ministerio de Ambiente atender y hacer cumplir los estándares
internacionales recomendados por la OMS para niveles de exposición a material
particulado respirable que pueda ocasionar efectos adversos en la salud de la población.
En resumen, el proyecto petrolero presenta incumplimientos a los estándares de calidad
del aire para partículas finas (PM10). Estos valores han sobrepasado hasta tres veces las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para periodos de
exposición diarios.
El siguiente cuadro muestra datos reportados por la empresa petrolera Vetra, operadora
de la explotación en Puerto Vega – Teteyé. Los datos fueron capturados de las tablas que
remiten a la autoridad ambiental (hoy ANLA) a manera de informes de cumplimiento
ambiental – ICA. Es importante destacar dos cosas:
i) Los datos de conductividad eléctrica de las aguas (k, expresadas en µs/cm) son
altísimos. El agua de mar actual tiene conductividades del orden de 60.000
µs/cm, pero el reporte del agua “de producción” que sale de los pozos
acompañando el petróleo en algunos casos casi que ha duplicado esta
salinidad. Hacer vertimientos de aguas de estas características como regadío en
suelos amazónicos puede causar daños ambientales irreversibles.
ii) En 2012 se muestran datos completamente por fuera de los rangos en todos
los parámetros medidos (destacados en rojo en el cuadro). La revisión del
expediente, hecha en 2015 demostró que la ANLA nunca tuvo la precaución de
solicitar aclaraciones ante esta anomalía.
Reportesde ARI del proyecto "ProducciónyExplotaciónde hidrocarburosenlasÁreasde Interés
Quinde, Cohembí yQuillacinga“(Puerto Asís, Putumayo)
Fenoles
Cloruros Bario (mg
Año Mes Estación k(µs/cm) Ph Totales(mg
(mgCl/L) Ba/L)
Fenol/L)
2009 Febrero Quillacinga 12.900,0 - 7,41 <0,008 0,25
2009 Abril Quillacinga 15.200,0 - 7,44 <0,008 0,43
2009 Junio Quillacinga 23.800,0 - 7,7 2,99 2,47
2010 Agosto Quillacinga 45.700,0 16900 7,07 5,9 1,53
2010 Noviembre Quillacinga 45.100,0 23000 7,63 2,01
2011 Junio Quillacinga 71.685,0 39688,12 6,81 <0,03 4,66
2011 Abril Quillacinga 58.625,0 19399,37 7,73 <0,03 7,07
2012 Enero Quillacinga 31,0 7 6,17 0,05 <0,05
2012 Febrero Quillacinga 63.205,0 39034 7,2 0,83 5,17
2012 Marzo Quillacinga 114.961,0 34899,18 6,84 2860 6,79
2013 Enero Cohembí 130,9 48306,53 6,87 15,4 <0,01

De este cuadro entonces se ve que no es posible asumir que el agua que va a ser sacada
del subsuelo por el proyecto petrolero puede ser simplemente vertida a los suelos, pues
los antecedentes en Colombia y en Ecuador, de residuos petroleros relacionados con la
cuenca Caguán – Putumayo, muestran alta probabilidad de contaminar aguas. Estos
antecedentes no fueron tenidos en cuenta por la ANLA en su licenciamiento ambiental.

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