INTRODUCCIÓN

Los hidrocarburos son combustibles fósiles ampliamente utilizados alrededor

del mundo como generadores fundamentales de diversas formas de energía,
ellos están en la naturaleza gracias a la acumulación de biomasa durante
millones de años. Sin embargo, es posible que en su extracción se genere
contaminación en el aire, agua y suelos debido a constantes derrames y fugas
accidentales, los cuales son muy comunes en países productores.

El sector de hidrocarburos se ha expandido de manera importante en los

últimos años, convirtiéndose en pieza clave del crecimiento de la economía
mundial, el consumo de energía, la exploración, las reservas y la producción
han aumentado de manera considerable y este es actualmente considerado
como motor del crecimiento económico en varios países del mundo y de igual
manera debido al crecimiento que han tenido los mismos, la contaminación por
estos ha sido de igual forma, significativa, generando de esta manera graves
consecuencias ambientales tanto en la flora como en la fauna.

La prevención y control de los impactos ambientales generados por las

actividades de la industria petrolera es uno de los principales problemas que
enfrenta la sociedad venezolana, por tanto, la existencia de un marco legal que
regule dichas actividades a fin de minimizar el daño al ambiente se hace
imprescindible.

Este marco regulatorio se encuentra inmerso dentro de lo que se define como

Derecho Ambiental, el cual reúne un conjunto de normas jurídicas que
establecen dentro del marco del desarrollo integral de la Nación, los principios
rectores de la política ambiental y declaran materia de utilidad pública la
protección, conservación y mejoramiento del ambiente. En Venezuela existen
un marco ambiental legal vigente que se encarga de tal fin la cual está
comprendido por la constitución de la república bolivariana de Venezuela, los
convenios internacionales, las leyes orgánicas, leyes ordinarias o especiales,
los decretos y resoluciones.
En la presente investigación abordaremos parte de este marco legal
enmarcado en la extracción de los hidrocarburos gaseosos y su impacto al
medio ambiente por las actividades que conlleva su recuperación de los
yacimientos tanto a nivel nacional como internacional, así como también
analizaremos las diferentes mediaciones o convenios con otros países en la
reducción de los efectos nocivos para preservar el ecosistema.

1. Contaminación por proceso de extracción de hidrocarburos

gaseosos.

Como ya muchos sabemos los hidrocarburos gaseosos extraídos de los

yacimientos es comúnmente conocido como gas natural el cual se defina
como una mezcla de hidrocarburos gaseosos con mayor proporción de
metano del 90 al 95 % de su composición y menores proporciones de otros
compuestos ligeros y compuestos no hidrocarburos. Este se extrae bien de
yacimientos independientes (gas libre), o junto a yacimientos petrolíferos o
de carbón (gas asociado a otros hidrocarburos y gases). La composición del
mismo va a depender del tipo de yacimiento sin embargo su principal
componente es el metano el cual presenta la mayor proporción de la
mezcla.

Durante la extracción, algunos gases que forman parte de su composición

natural son tratados y separados por diferentes motivos, entre ellos: por su
bajo poder calorífico como el nitrógeno o dióxido de carbono, porque
pueden condensarse en los gasoductos (al tener una baja temperatura de
saturación) o porque dificultan el proceso de licuefacción de gases (como el
dióxido de carbono, que se solidifica al producir gas natural licuado o GNL).

El gas natural emite de un 50-60% menos de CO2 cuando se combustiona

en una planta de energía, comparado con las emisiones típicas de una
planta de carbón. Además, también reduce en un 15-20% los gases
emitidos a la atmósfera, en comparación con los que provoca un motor de
gasolina en un vehículo. En la siguiente tabla se puede observar la cantidad
de contaminantes que se genera en la combustión de diferentes
combustibles fósiles

Tabla 1. Niveles de emisiones de distintos combustibles fósiles. Fuente: Agencia

Internacional de la Energía, «Natural Gas Issues and Trends» 1998.

Como pudimos notar el gas natural es un tipo de combustible fósil con

menor impacto ambiental que otros como el carbón o el petróleo y que, por
tanto, está bien visto y es utilizado como sustituto natural de los más
contaminantes. Así, la menor cantidad de residuos producidos en su
combustión, permite usar el gas natural como fuente de energía directa en
los procesos productivos o en el sector terciario, evitando los procesos de
transformación, como los que tienen lugar en las plantas de refinado del
crudo. Además, la pureza del combustible lo hace apropiado para su
empleo con las tecnologías más eficientes, así como también se puede
utilizar como combustible para vehículos, mejorando la calidad
medioambiental del aire en las grandes ciudades.

Sin embargo a pesar de que nos lo venden como una fuente de energía
limpia y buena para el medio ambiente, esto no es del todo cierto, ya que es
cuando se quema que el gas natural es más limpio, debido a que sus
emisiones de gases son más bajas, pero es su estado original se
desprenden muchos contaminantes y sobre todo en la etapa de extracción
del mismo, que produce el punto más alto de contaminación de este
combustible fósil.
Entre los impactos generados por la extracción de hidrocarburos gaseosos
se encuentran: daños a la vida marina, terrestre, flora, contaminación de
aguas subterráneas, daño a tierras fértiles, afectación a la salud humana,
entre otras.

Así pues, en el proceso de extracción, se producen grandes emisiones de

CO2 y metano (este último 84 veces más potente como causante del efecto
invernadero en comparación con el CO 2), los cuales empeoran el
calentamiento global y el cambio climático, además de traer consigo otras
consecuencias como la contaminación del agua potable subterránea. De
hecho, en donde tienen lugar las perforaciones, se han experimentado
grandes concentraciones de contaminantes en el aire y la exposición a
éstos puede causar problemas respiratorios, cardiovasculares y cáncer.

En las labores de exploración y perforación se generan fuertes impactos

negativos en el medio ambiente ya que intervienen directamente sobre él,
como es el caso de los estudios sísmicos y la apertura de hoyos sobre la
corteza entre los que se pueden mencionar la desestabilización de los
suelos, deforestación, que trae como consecuencia erosión, pérdida de
biodiversidad, ruido, con el que se ahuyentan los animales silvestres,
pérdidas de nacimientos de agua, contaminación de aguas por las
explosiones y por los desechos domésticos de los campamentos, y
contaminación de aire, creación de estancamiento de aguas y represas con
desechos químicos, filtración de tóxicos a través del suelo y por
consiguiente contaminación de aguas freáticas o del subsuelo, poniendo en
peligro a las capas de agua dulce y a las aguas superficiales vecinas..

Otra fuente generadora que provoca aun mayor impacto ambiental es en los
procesos de extracción de gas por fracturamiento hidráulico comúnmente
conocido como Fracking muy aplicado en USA, la cual es una técnica que
se realiza en yacimientos no convencionales que consiste en crear fisuras
en la roca del suelo mediante la inyección de fluidos a altas presiones con
una mezcla de agua, productos químicos y arena para hacer fluir el gas al
pozo a través de las fracturas artificialmente generadas y las fracturas
permanecen abiertas gracias a la colocación o apuntalamiento de arena u
otro material granular.

Uno de los grandes problemas de este sistema es que se utilizan químicos

en esta parte de la producción, los cuales son emitidos a la atmósfera;
Además de la contaminación de acuíferos por la filtración de gases,
materiales radiactivos y metano al suministro de agua potable (debido a una
mal construcción realizada o pozos que se rompen, el elevado consumo de
agua (entre 10.000 y 30.000 metros cúbicos de agua por pozo perforado)
afectando directamente las fuentes de agua que se requieren para el
proceso y amenaza la oferta hídrica para consumo humano, riego y
abrevadero, la contaminación sonora, la migración de los gases y productos
químicos utilizados hacia la superficie, la contaminación en la superficie
debida a vertidos, y los posibles efectos en la salud derivados de ello.

Otro de los problemas asociados a esto son los casos de cáncer, problemas
respiratorios, daños cerebrales, desórdenes neurológicos, hipersensibilidad
a químicos, debido principalmente a la contaminación del agua y del aire

También hay Impacto directo y permanente sobre vías de comunicación y

rápido deterioro de las mismas por el continuo tránsito de vehículos
pesados con insumos para las plataformas de gas y de la infraestructura
necesaria para el traslado del gas como son los gasoductos, eliminando la
vegetación, aumento de la erosión (que podría dar lugar a deslizamientos e
inundaciones), perturbaciones de los suelos (incluso con la aparición de
sismos en caso del Fracking), fragmentación de los hábitats, impactos
socioeconómicos por compra de tierras en las zonas donde se realizan los
proyectos, inmigración de trabajadores de otras zonas del país con los
consecuentes impactos sobre la dinámica y vida cotidiana de las
poblaciones, aumento del valor de bienes y servicios.
 Conclusión

- A nivel mundial, los problemas de contaminación tanto en suelos como

en agua y aire se deben principalmente a acciones antropogénicas;
entre las que cabe destacar la extracción de recursos naturales, en este
caso en particular de hidrocarburos gaseosos.