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España, también denominado Reino de España, es un país transcontinental, miembro de

la Unión Europea, constituido en Estado social y democrático de derecho y cuya forma de


gobierno es la monarquía parlamentaria. Su territorio, con capital en Madrid,30 está organizado
en diecisiete comunidades autónomas, formadas a su vez por cincuenta provincias, y
dos ciudades autónomas.

España se sitúa tanto al sur de Europa Occidental como en el norte de África. En Europa, ocupa
la mayor parte de la península ibérica, conocida como España peninsular, y las islas
Baleares (en el mar Mediterráneo occidental); en África se hallan las ciudades de Ceuta (en
la península Tingitana) y Melilla (en el cabo de Tres Forcas), las islas Canarias (en el océano
Atlántico nororiental), las islas Chafarinas (mar Mediterráneo), el peñón de Vélez de la
Gomera (mar Mediterráneo), las islas Alhucemas(golfo de las islas Alhucemas) y la isla de
Alborán (mar de Alborán). El municipio de Llivia, en los Pirineos, constituye un enclave
rodeado totalmente por territorio francés. Completa el conjunto de territorios una serie de islas e
islotes frente a las propias costas peninsulares.

Tiene una extensión de 505 370 km², siendo el cuarto país más extenso del continente,
tras Rusia, Ucrania y Francia. Con una altitud media de 650 metros sobre el nivel del mar es
uno de los países más montañosos de Europa. Su población es de 47 007 367 habitantes (2019).
El territorio peninsular comparte fronteras terrestres con Francia y con Andorra al norte,
con Portugal al oeste y con el territorio británico de Gibraltar al sur. En sus territorios africanos,
comparte fronteras terrestres y marítimas con Marruecos. Comparte con Francia la soberanía
sobre la isla de los Faisanes en la desembocadura del río Bidasoa y cinco facerías pirenaicas.

De acuerdo con la Constitución, y según su artículo 3.1, «el castellano es la lengua española


oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla». 3 En
2012, era la lengua materna del 82 % de los españoles.32 Según el artículo 3.2, «las demás
lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de
acuerdo con sus Estatutos».3

El producto interior bruto coloca a la economía española en la decimotercera posición


mundial. España es una potencia turística, pues es el segundo país más visitado del mundo,
con 82 millones de turistas en 2017, y el segundo país del mundo en ingresos económicos
provenientes del turismo.33 Es, además, el octavo país del mundo con mayor presencia
de multinacionales.3435 Tiene un índice de desarrollo humano muy alto (0.891), según el
informe de 2017 del Programa de la ONU para el Desarrollo.15

La primera presencia constatada de homínidos del género  Homo se remonta a 1,2 millones de


años antes del presente, como atestigua el descubrimiento de una mandíbula de un Homo aún
sin clasificar en Atapuerca.36 En el siglo iii a. C., se produjo la intervención romana en la
Península, lo que conllevó a una posterior conquista de lo que, más tarde, se convertiría
en Hispania. En el Medievo, la zona fue conquistada por distintos pueblos germánicos y por
los musulmanes, llegando estos a tener presencia durante algo más de siete centurias. No es
hasta el s. xv d. C., con la unión dinástica de Castilla y Aragón y la culminación de
la Reconquista, junto con la posterior anexión navarra, cuando se puede hablar de la
cimentación de España, como era reconocida en el exterior. 373839 Ya en la Edad Moderna, los
monarcas españoles dominaron el primer imperio de ultramar global, que abarcaba territorios
en los cinco continentes,nota 3 dejando un vasto acervo cultural y lingüísticopor el globo. A
principios del xix, tras sucesivas guerras en Hispanoamérica, pierde la mayoría de sus
territorios en América, acrecentándose esta situación con el desastre del 98. Durante este
siglo, se produciría también una guerra contra el invasor francés, una serie de guerras civiles,
una efímera república reemplazada nuevamente por una monarquía constitucional y el
proceso de modernización del país. En el primer tercio del siglo xx, se proclamó una república
constitucional. Un golpe de Estado militar fallido provocó el estallido de una guerra civil, cuyo
fin dio paso a la dictadura de Francisco Franco, finalizada con la muerte de este en 1975,
momento en que se inició una transición hacia la democracia, cuyo clímax fue
la redacción, ratificación en referéndum y promulgación de la Constitución de 1978, que
propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad
y el pluralismo político.18

El nombre de España deriva de Hispania, nombre con el que los romanosdesignaban


geográficamente al conjunto de la península ibérica, término alternativo al nombre Iberia,
preferido por los autores griegos para referirse al mismo espacio. Sin embargo, el hecho de
que el término Hispania no es de raíz latina ha llevado a la formulación de varias teorías sobre
su origen, algunas de ellas controvertidas.

Hispania proviene del fenicio i-spn-ya, un término cuyo uso está documentado desde el


segundo milenio antes de Cristo, en inscripciones ugaríticas. Los fenicios constituyeron la
primera civilización no ibérica que llegó a la península para expandir su comercio y que fundó,
entre otras, Gadir, la actual Cádiz, la ciudad habitada más antigua de Europa Occidental. 4041 Los
romanos tomaron la denominación de los vencidos cartagineses, interpretando el
prefijo i como «costa», «isla» o «tierra», con ya con el significado de «región». El lexema spn,
que en fenicio y también en hebreose puede leer como saphan, se tradujo como «conejos» (en
realidad «damanes», unos animales del tamaño del conejo extendidos por África y el Creciente
Fértil). Los romanos, por tanto, le dieron a Hispania el significado de «tierra abundante en
conejos», un uso recogido por Cicerón, César, Plinio  el Viejo, Catón, Tito Livio y, en
particular, Catulo, que se refiere a Hispania como península cuniculosa (en algunas monedas
acuñadas en la época de Adriano figuraban personificaciones de Hispania como una dama
sentada y con un conejo a sus pies), en referencia al tiempo que vivió en Hispania.

Sobre el origen fenicio del término, el historiador y hebraísta Cándido María Trigueros propuso


en la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona en 1767 una teoría diferente, basada en
el hecho de que el alfabeto fenicio (al igual que el hebreo) carecía de vocales.
Así spn (sphan en hebreo y arameo) significaría en fenicio «el norte», una denominación que
habrían tomado los fenicios al llegar a la península ibérica bordeando la costa africana,
viéndola al norte de su ruta, por lo que i-spn-ya sería la «tierra del norte». Por su parte,
según Jesús Luis Cunchillos en su Gramática fenicia elemental (2000), la raíz del
término span es spy, que significa «forjar» o «batir metales». Así, i-spn-ya sería «la tierra en la
que se forjan metales».42

Aparte de la teoría de origen fenicio, que es la más aceptada a pesar de que el significado
preciso del término sigue siendo objeto de discusiones, a lo largo de la historia se propusieron
diversas hipótesis, basadas en similitudes aparentes y significados más o menos relacionados.
A principios de la Edad Moderna, Antonio de Nebrija, en la línea de Isidoro de Sevilla, propuso
su origen autóctono como deformación de la palabra ibérica Hispalis, que significaría «la
ciudad de occidente»43 y que, al ser Hispalis la ciudad principal de la península, los fenicios y
luego los romanos dieron su nombre a todo su territorio. 44 Posteriormente, Juan Antonio
Moguel propuso en el siglo xix que el término Hispania podría provenir de la
palabra euskera Izpania, que vendría a significar «que parte el mar» al estar compuesta por las
voces iz y pania o baniaque significa «dividir» o «partir». 45 A este respecto, Miguel de
Unamuno declaró en 1902: «La única dificultad que encuentro [...] es que, según algunos
paisanos míos, el nombre España deriva del vascuence ezpaña, labio, aludiendo a la posición
que tiene nuestra península en Europa». 46 Otras hipótesis suponían que
tanto Hispalis como Hispania eran derivaciones de los nombres de dos reyes legendarios de
España, Hispalo y su hijo Hispan o Hispano, hijo y nieto, respectivamente, de Hércules.47

Evolución de la palabra Hispania a España

A partir del periodo visigodo, el término Hispania, hasta entonces usado geográficamente,


comenzó a emplearse también con una connotación política, como muestra el uso de la
expresión Laus Hispaniae para describir la historia de los pueblos de la península en las
crónicas de Isidoro de Sevilla.

Uso histórico del término España

Uso del término España hasta la Edad Media

La evolución de la palabra España es acorde con otros usos culturales. Hasta el Renacimiento,


los topónimos que hacían referencia a territorios nacionales y regionales eran relativamente
inestables, tanto desde el punto de vista semántico como del de su precisa delimitación
geográfica. Así, en tiempos de los romanos Hispania correspondía al territorio que ocupaban
en la península, Baleares y, en el siglo iii, parte del norte de África —la Mauritania Tingitana,
que se incluyó en el año 285 en la Diocesis Hispaniarum—.

En el dominio visigodo, el rey Leovigildo, tras unificar la mayor parte del territorio de la España
peninsular a fines del s. vi, se titula rey de Gallaecia, Hispania y Narbonensis. San Isidoro de
Sevilla narra la búsqueda de la unidad peninsular, finalmente culminada en el reinado
de Suintila en la primera mitad del s. vii y se habla de la «madre España». En su obra Historia
Gothorum, Suintila aparece como el primer rey de Totius Spaniae («toda España»). El prólogo
de la misma obra es el conocido De laude Spaniae («Acerca de la alabanza a España»).

En tiempos del rey Mauregato, fue compuesto el himno O Dei Verbum en el que se califica al
apóstol como dorada cabeza refulgente de Ispaniae («Oh, vere digne sanctior apostole caput
refulgens aureum Ispaniae, tutorque nobis et patronus vernulus»).

Con la invasión musulmana, el nombre de Spania o España se transformó en ‫اسبانيا‬, Isbāniyā. El


uso de la palabra España sigue resultando inestable, dependiendo de quién lo use y en qué
circunstancias. Algunas crónicas y otros documentos de la Alta Edad Media designan
exclusivamente con ese nombre (España o Spania) al territorio dominado por los musulmanes.
Así, Alfonso I de Aragón, «el Batallador», dice en sus documentos que «Él reina en Pamplona,
Aragón, Sobrarbe y Ribagorza» y, cuando en 1126 hace una expedición hasta Málaga, nos dice
que «fue a las tierras de España». Pero ya a partir de los últimos años del siglo xii, se generaliza
nuevamente el uso del nombre de España para toda la Península, sea de musulmanes o de
cristianos. Así se habla de los cinco reinos de
España: Granada (musulmán), Leóncon Castilla, Navarra, Portugal y la Corona de
Aragón (cristianos).

Identificación con las Coronas de Castilla y Aragón

A medida que avanza la Reconquista, varios reyes se proclamaron príncipes de España,


tratando de reflejar la importancia de sus reinos en la península ibérica. 50 Tras la unión
dinástica de Castilla y Aragón, se comienza a usar en estos dos reinos el nombre
de España para referirse a ambos, circunstancia que, por lo demás, no tenía nada de
novedosa; así, ya en documentos de los años 1124 y 1125, con motivo de la expedición militar
por Andalucía de Alfonso el Batallador, se referían a este —que había unificado los reinos de
Castilla y Aragón tras su matrimonio con Urraca I de León— con los términos «reinando en
España» o reinando «en toda la tierra de cristianos y sarracenos de España». 51

Evolución independiente del gentilicio español

El gentilicio español ha evolucionado de forma distinta al que cabría esperar (cabría esperar


algo similar a «hispánico»). Existen varias teorías sobre cómo surgió el propio
gentilicio español. Según una de ellas, el sufijo -ol es característico de las lenguas
romances provenzales y poco frecuente en las lenguas romances habladas entonces en la
península, por lo que considera que habría sido importado a partir del siglo ix, con el desarrollo
del fenómeno de las peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, por los numerosos
visitantes francos que recorrieron la península, favoreciendo que con el tiempo se divulgara la
adaptación del nombre latino hispani a partir
del espagnol, espanyol, espannol, espanhol, español, etc. (las grafías gn, nh y ny, además
de nn, y su abreviatura ñ, representaban el mismo fonema) con que ellos designaban a
los cristianos de la antigua Hispania. Posteriormente, habría sido la labor de divulgación de las
élites formadas las que promocionaron el uso de español y españoles: la
palabra españoles aparece veinticuatro veces en el cartulario de la catedral de Huesca,
manuscrito de 1139-1221,52 mientras que en la Estoria de España, redactada entre 1260 y 1274
por iniciativa de Alfonso X  el Sabio, se empleó exclusivamente el gentilicio españoles.53

El Diccionario de la lengua española publicado por la Real Academia Española, en su


vigesimotercera edición (2014), asegura que la voz español proviene de la provenzal espaignol,
y esta del latín medieval Hispaniŏlus, de Hispania, España.

Gobierno y política

Artículo principal:  Política de España

España es un Estado social y democrático de derecho que tiene como forma


política la monarquía parlamentaria. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del
que emanan los poderes del Estado. División de poderes
El rey de España Felipe VI.

El presidente del GobiernoPedro Sánchez.

El jefe de Estado es el rey, quien arbitra y modera el funcionamiento regular de las


instituciones y asume la más alta representación del Estado español en las relaciones
internacionales, además de simbolizar la unidad y permanencia de la nación. 67 En cualquier
caso, no tiene iniciativa propia en sus actos políticos, dado que no es responsable de ellos y
siempre deben estar refrendados por la autoridad política competente.

El poder ejecutivo —la política interior y exterior y la administración civil y militar—, así como
la potestad reglamentaria, son ejercidos por el Gobierno.68 El Consejo de Ministros es presidido
por el presidente del Gobierno, que designa a sus ministros y tiene las funciones propias de
un jefe de Gobierno en un sistema parlamentario. Es responsable ante las Cortes Generales. Al
comienzo de cada legislatura, el rey realiza una ronda de consultas con los líderes de los
grupos políticos y propone a un candidato a la Presidencia del Gobierno. El Congreso de los
Diputados vota la investidura del presidente del Gobierno, que requiere de mayoría absoluta
en primera votación o de mayoría simple en segunda votación. Hasta ahora siempre ha
resultado elegido presidente del Gobierno el líder del partido o coalición preelectoral que ha
obtenido un mayor número de votos y escaños. Aunque es posible la formación de
un gobierno de coalición, desde 1977 todos los gobiernos han sido «monocolores» —formados
por un solo partido o coalición preelectoral—, incluso aunque solo dispusieran del respaldo
parlamentario de una mayoría relativa. El Congreso de los Diputados puede deponer al
presidente del Gobierno mediante una moción de censura constructiva en la que se determina
quién le sustituye en su puesto.

El poder legislativo es ejercido por las Cortes Generales, el órgano supremo de representación


del pueblo español.69 Las Cortes Generales son un parlamento bicameral compuesto por
el Congreso de los Diputados —Cámara Baja— y el Senado—Cámara Alta—.69 Las elecciones
generales se celebran cada cuatro años por sufragio universal, en el que tienen derecho al
voto los españoles mayores de 18 años. El Congreso de los Diputados está formado por 350
miembros elegidos mediante escrutinio proporcional plurinominal con listas cerradas y
bloqueadas. Los escaños se reparten entre las candidaturas mediante el sistema D'Hondt.
La circunscripción electoral es la provincia. El Senado es la cámara de representación territorial
y cuenta actualmente con 266 miembros elegidos mediante un sistema mixto, 208 de elección
directa y 58 designados. Los senadores de elección directa son elegidos mediante escrutinio
mayoritario plurinominal parcial con listas abiertas. Los senadores designados son elegidos por
los órganos legislativos autonómicos, en momentos distintos a los de las elecciones generales,
también por un período de cuatro años.

El poder judicial está formado por el conjunto de juzgados y tribunales, integrado por jueces y
magistrados, que tienen la potestad de administrar justicia en nombre del rey. Los jueces son
funcionarios de carrera cuya cúspide es la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, el órgano
jurisdiccional superior en todos los órdenes excepto en materia de garantías constitucionales, 70
gobernados por el Consejo General del Poder Judicial, que controla sus nombramientos,
ascensos, inspección y régimen disciplinario.71 Los miembros de esa institución, así como los
del Tribunal Constitucional —que como órgano constitucional ajeno al poder judicial resuelve
los recursos de inconstitucionalidad y los conflictos de competencia entre el Estado y las
comunidades autónomas del país—,72 son elegidos por distintas instancias políticas; lo que ha
devenido en una vinculación implícita de cada uno ellos al partido político que los designa, en
contradicción con su teórica independencia, circunstancia explícitamente puesta de manifiesto
por los medios de comunicación y el debate político e intelectual.

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