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CÓDIGO: 90003A_616
Presentado a:
Derly Juliana Talero
Tutor
Entregado por:
Norma Viviana Jaramillo Rojas
Número de identificación: 1.053.811.194
Grupo: 90003_76
Como definición de resumen se dice que es un documento académico que organiza de manera
lógica las ideas más importantes que provienen de un documento base, sea este oral o escrito.
1. Leer el artículo de la revista Semana con título ¿Es 'homeschooling' una alternativa
pertinente a la escuela? escrito por el pedagogo Julián de Zubiría, que se encuentra en la
bibliografía anexa en el entorno de conocimiento bajo el título escritos para leer:
En este taller se realiza un escrito que debe contener la información anterior y estar estructurado
con las siguientes partes:
DESARROLLO
1. Leer el artículo de la revista Semana con título ¿Es 'homeschooling' una alternativa
pertinente a la escuela? escrito por el pedagogo Julián de Zubiría, que se encuentra en la
bibliografía anexa en el entorno de conocimiento bajo el título escritos para leer:
La escuela actual está en crisis. Es una crisis prolongada y profunda que cubre los
diferentes niveles y contextos. En el mundo se está repensando el sentido de la
educación. En la básica, todas las alarmas están prendidas sobre América Latina
por los bajísimos niveles de lectura, comprensión matemática y pensamiento que
alcanza la mayoría de estudiantes. En la superior hay grandes quejas de la
sociedad por al abandono en el que las universidades han dejado la formación
emocional, la comprensión de los otros y las competencias para el trabajo en
equipo, la creatividad y el manejo de la frustración en sus egresados.
Ante estas generalizadas críticas han surgido, en varios lugares del globo, múltiples
alternativas, una de las cuales comentaremos hoy: la escuela en casa o
‘homeschooling‘. En la actualidad son admitidas legalmente en 30 países y han
alcanzado alguna divulgación en Estados Unidos, Rusia, Francia, Italia y Australia.
Para responder a la pregunta anterior es necesario tener en cuenta cuáles son los
fines de la escuela. A grandes rasgos, son tres las finalidades esenciales de la
educación básica. En primer lugar, fortalecer las competencias comunicativas de
niños y jóvenes: que hablen con claridad, fluidez y coherencia; que alcancen niveles
de lectura y escritura crítica; y que escuchen y dialoguen con cuidado con los
otros. En segundo lugar, garantizar que los estudiantes piensen y reflexionen de
manera independiente, que argumenten con criterio sus ideas, que comprendan los
principales procesos naturales y culturales, que puedan inferir unas ideas de otras;
que piensen sobre sus pensamientos y que reelaboren sus ideas. En tercer lugar,
que se comprendan a sí mismos y a los otros, que adquieran autonomía moral y
sensible afectiva, que se sensibilicen ante los problemas de los otros y que los
tengan presentes en sus proyectos. Que descubran sus talentos y que elaboren su
primer proyecto de vida. En pocas palabras, que la escuela enseñe a las nuevas
generaciones a comunicarse, pensar y convivir.
La pregunta que asumimos como título de esta columna, en consecuencia, hay que
reformularla: ¿Qué es más adecuado para enseñar a comunicarnos: la escuela o la
casa? La respuesta es evidente.
Para que las nuevas generaciones aprehendan a comunicarse de manera fluida y
coherente, la escuela tiene significativas ventajas frente al hogar, ya que la
población es más diversa a nivel de edad, ideología, religión, estrato social,
contexto o figura. El colegio supera con creces a la casa para enseñar a hablar y
discutir a un grupo de jóvenes. Muy especialmente, por la riqueza y versatilidad
que ofrecen los descansos, los debates y las prácticas colectivas en deporte, arte
y cultura.
Pero si son evidentes las ventajas para generar impactos en el desarrollo del
pensamiento y de las competencias comunicativas, la primacía del colegio es
todavía más clara en lo que a convivencia, trabajo en equipo, actitudes y
formación de mejores ciudadanos se refiere. La diversidad de caracteres,
personalidades, contextos, ideologías, géneros y estratos sociales, hace del colegio
un espacio muchísimo más adecuado para formar ciudadanos flexibles, diversos,
democráticos, solidarios y respetuosos de la diferencia.
Precisamente por eso, los estudios latinoamericanos nos muestran que hoy
tenemos una juventud más flexible, tolerante y respetuosa de la diferencia, que la
que teníamos décadas atrás. La explicación es sencilla: como han vivido en un
mundo tan flexible, respetan y valoran la diversidad.
Como señala Michael Levine, “tener hijos no lo convierte a uno en padre, del
mismo modo que tener un piano no lo vuelve pianista”. Y podemos agregar, tener
hijos muchísimo menos convierte a un padre en un buen profesor. La formación es
una tarea en extremo compleja que demanda competencias, de las cuales carece
una buena parte de los padres.
En muchos hogares actuales de estratos medios y altos, los dictadores son los
propios hijos y los subordinados los padres. Aun así, diversas investigaciones han
calculado que el 42 por ciento de los hijos aún vive con padres autoritarios y tan
solo un 15 por ciento lo hace en familias propiamente democráticas en las que
existen el diálogo, la participación, las actividades conjuntas, el afecto y los
límites necesarios.
Como puede verse, el remedio de las escuelas en casa es, en términos generales,
peor que la enfermedad, y no tiene en cuenta el crucial papel de la multiplicidad
y diversidad de interacciones en el desarrollo integral de niños y jóvenes. Tampoco
son conscientes de la compleja formación que demanda el convertirse en un
docente profesional de calidad.
La sociedad necesita de padres que dialoguen más con sus hijos, que les ayuden a
encontrar sus fortalezas y sus debilidades, que les formen el autoconcepto y la
seguridad y que les enseñen a convivir con niños de diferentes contextos y edades.
Padres que no asuman como tarea de domingo llevar a sus hijos al centro
comercial, sino al teatro, la biblioteca o al parque y que no crean que la
recreación está guardada en los televisores. Eso cada vez es más difícil por la
creciente vinculación de la mujer al trabajo y por la sensible disminución en el
número de hermanos, primos, tíos y familiares. En términos generales, los niños
actuales son más inmaduros emocionalmente: la depresión y los riesgos emocionales
son más comunes en las nuevas generaciones, por debilidades en la mediación
familiar.
Palabas claves
La idea principal del texto
las ideas principales párrafo por párrafo
Indicar la conclusión a la que llega el autor en el texto
RESUMEN
La escuela actual está en crisis. En la básica, todas las alarmas están prendidas sobre América
Latina por los bajísimos niveles de lectura, comprensión matemática y pensamiento que alcanza la
mayoría de estudiantes. En la actualidad son admitidas legalmente en 30 países y han alcanzado
alguna divulgación en Estados Unidos, Rusia, Francia, Italia y Australia.
La insatisfacción de la sociedad con la escuela es muy amplia y la capacidad de esta para
reflexionar y transformarse ha sido en extremo lenta, lo cual ha alentado a más familias a buscar
alternativas, como la escuela en casa o el proceso mediante el cual la educación se realiza por fuera
de los colegios y la dirección pasa a los padres, madres y posiblemente algún tutor adicional.
La pregunta que asumimos como título de esta columna, en consecuencia, hay que reformularla:
¿Qué es más adecuado para enseñar a comunicarnos: la escuela o la casa?
La respuesta es evidente. Para que las nuevas generaciones aprehendan a comunicarse de manera
fluida y coherente, la escuela tiene significativas ventajas frente al hogar, ya que la población es
más diversa a nivel de edad, ideología, religión, estrato social, contexto o figura. El colegio supera
con creces a la casa para enseñar a hablar y discutir a un grupo de jóvenes. Muy especialmente, por
la riqueza y versatilidad que ofrecen los descansos, los debates y las prácticas colectivas en deporte,
arte y cultura. En lectura profunda, nuevamente el colegio brinda mayores posibilidades para
conocer matices e interpretaciones diversas. La riqueza de una clase de jóvenes discutiendo,
analizando e interpretando un texto es insustituible a nivel formativo.
Por el contrario, son evidentes las restricciones que un medio como el hogar genera en el léxico, la
flexibilidad, la originalidad o la reelaboración de las ideas. Los niños formados en hogares
pequeños y relativamente cerrados, suelen tener dificultades en sus interacciones y presentan
lentitud en su desarrollo cognitivo y emocional. En pensamiento la situación es muy similar.
Discutir, interpretar y dialogar con un grupo diverso de estudiantes y de profesores es invaluable
desde el punto de vista del desarrollo cognitivo personal.
Como el objetivo de la educación es impulsar el desarrollo integral, en este contexto, las ventajas
del colegio frente a la casa son extraordinarias. Pero si son evidentes las ventajas para generar
impactos en el desarrollo del pensamiento y de las competencias comunicativas, la primacía del
colegio es todavía más clara en lo que a convivencia, trabajo en equipo, actitudes y formación de
mejores ciudadanos se refiere. La diversidad de caracteres, personalidades, contextos, ideologías,
géneros y estratos sociales, hace del colegio un espacio muchísimo más adecuado para formar
ciudadanos flexibles, diversos, democráticos, solidarios y respetuosos de la diferencia.
CONCLUSIONES
En este trabajo logre realizar la estrategia de comprensión lectora, pude identificar que la
comprensión de lectura es un proceso más complejo que identificar palabras y significados, y que
a su vez nos ayuda un porcentaje muy alto para desarrollar la destreza de la oralidad, dentro del
mismo logre interpretar, sacar ideas centrales y reconocer el apoyo que ofrecen las ideas
secundarias a la idea principal.
Como resultado de la lectura me llama mucho la atención este párrafo “No se trata de que los
docentes vivamos resolviendo los problemas que generan los padres en la formación de sus hijos o que los
padres sustituyan a los docentes. Se trata de que aunemos esfuerzos para construir un mundo más seguro,
más tolerante, más respetuoso de las diferencias y menos violento en el que todos podamos vivir un poco
más tranquilos, felices y en comunidad. Esto será más fácil de alcanzar si los profes nos dedicamos a ser
mejores maestros y los padres a ser mejores padres. Las próximas generaciones lo agradecerán.”
Pues en mi opinión personal, es muy cierto que los padres debemos unirnos con los docentes, profesores y
tutores, para poder desarrollar y construir en nuestros hijos una educación productiva, con valores y
principios, para tener una sociedad menos violenta y más feliz.
BIBLIOGRAFÍA