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2 Instancias fundamentales
Preconsciente
YO Freud, en su segunda teoría acerca de la estructura del
aparato psíquico, distingue tres instancias fundamentales:
SUPERYO
1
2 4 YO
que las representaciones de las pulsiones están permanen- satisfacer el hambre, la sed y sexualidad, las que Freud
temente tratando de abrirse paso hacia la conciencia para llamó «pulsiones de vida», alimentados por una forma de
lograr algún tipo de satisfacción, aunque sea amenguada energía llamada libido. Las pulsiones de la vida se englo-
o sustituta. ban en el concepto de Eros (el nombre del dios griego del
amor). El Ello contiene asimismo la pulsión de muerte,
Las funciones específicas desempeñadas por las tres enti-
responsable de las tendencias a la agresividad y la destruc-
dades no siempre son claras y se mezclan en muchos nive-
ción. El Ello demanda la gratificación inmediata y opera
les. La personalidad consta según este modelo de fuerzas
bajo el principio del placer, el cual persigue la inmediata
diversas en conflicto inevitable.
gratificación de las pulsiones.
Si bien la idea general de que la mente no es algo homo-
géneo tiene amplia aceptación, tanto dentro como fuera
del campo de la psicología, es también una idea contro-
vertida. En particular hay detractores de la teoría de que
el psiquismo se divida en estos tres componentes.[5]
3 Ello 4 Yo
El Ello es la parte primitiva, desorganizada e innata de
la personalidad, cuyo único propósito es reducir la ten-
El Yo tiene como fin cumplir de manera realista los deseos
sión creada por «pulsiones» primitivas relacionadas con
y demandas del Ello con el mundo exterior, a la vez conci-
el hambre, lo sexual, la agresión y los impulsos irraciona-
liándose con las exigencias delSuperyó. El Yo evoluciona
les. Comprende todo lo que se hereda o está presente al según la edad y sus distintas exigencias del Ello actuando
nacer, se presenta de forma pura en nuestro inconsciente.
como un intermediario contra el mundo externo. El Yo
Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos más
sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos
elementales. Constituye, según Freud, el motor del pensa-
del Ello de una manera apropiada. Utiliza razonamien-
miento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo
to realista característico de los procesos secundarios que
con el principio del placer y desconoce las demandas de
se podrían srcinar. Como ejecutor de la personalidad, el
la realidad. Allí existen las contradicciones, lo ilógico, al
Yo tiene que mediar entre las tres fuerzas que le exigen: el
igual que los sueños. Representa la necesidad básica del
mundo de la realidad, el Ello y el Superyó, el Yo tiene que
ser de cubrir sus necesidades fisiológicas inmediatamente
conservar su propia autonomía por el mantenimiento de
y sin considerar las consecuencias. La necesidad de ob-
su organización integrada. Aunque en sus escrituras tem-
tener comida, la agresividad, así como la búsqueda del
pranas Freud comparó el Yo con nuestro sentido de uno
sexo, son respuestas del Ello a diferentes situaciones. El
mismo, en adelante comenzó a retratarlo más como un
Ello, sin embargo, no es sinónimo de inconsciente. Tam-
sistema de funciones psíquicas tales como el examen de
bién las otras dos instancias, el Yo y el Superyó, tienen
realidad, defensa psíquica, funciones cognitivas e intelec-
amplios sectores no asequibles por la conciencia. El Ello
tiene una relación estrecha y conflictiva con las otras dos tuales (síntesis de la información, memoria y similares).
instancias, que se forman, escindiéndose delEllo, a partir Es la entidad que actúa como regulador entre las deman-
de la interacción con el medio social (Realidad) y de la das del Ello y del Superyó. No es ciento por ciento cons-
decantación del Complejo de Edipo, respectivamente. ciente, en particular, los contenidos referentes a las fun-
ciones yoicas de defensa son esencialmente inconscientes.
Para Freud, la mayor parte del Ello es desconocida e in-
Se basa en un concepto realista del mundo para adaptarse
consciente. Reservorio primero de la energía psíquica, re-
al mundo. Casi ejemplificado como un poder o una per-
presenta la arena en la que se enfrentan pulsiones de vida
sona dentro de la mente, que nos presta atención en todo
(Eros) y de muerte (Thanatos). La necesidad imperiosa
momento, incluso en nuestras acciones más íntimas, esta
de la satisfacción pulsional rige el curso de sus proce-
observación no es lo mismo que una persecución, pero no
sos. Sus contenidos inconscientes son de diferentes orí-
está muy lejos de serlo.
genes. Por una parte, se trata de tendencias hereditarias,
de determinaciones innatas, de exigencias somáticas, y, Todas las acciones ejecutadas, son analizadas por el Yo
por otra parte, de adquisiciones, de lo que proviene de y a menudo se les comunica los resultados: «ahora debe
la represión. De forma sucinta, se puede definir al Ello decir esto…», «ahora deberá salir». Amenazando con el
como el reservorio pulsional del hombre. castigo en caso de incumplimiento. El Yo, en su observa-
ción nos permite reconocer las acciones que realizamos,
La conquista del Ello, ese núcleo de nuestro ser, para
la oportunidad de elegir el camino a seguir, y razonar los
Freud, es facilitada por elpsicoanálisis a través del méto-
impulsos que realizábamos con tal de no ceder lugar a la
do de la asociación libre.
liberación libidinosa, y velar por la integridad general de
El Ello está presente desde el nacimiento. Está constitui- la realidad. Es el primer paso del reconocimiento, para
do por impulsos tan básicos como la tendencia natural a afrontar las alegrías, culpabilidad o castigo.
3
la
susfunción paterna un
tres instancias, asícarácter
como unfundacional del sujetodecon
papel determinante su del
nos sentido de una
psicólogos delpersona consigo
Yo escriben misma.
sobre el unoAunque
mismo,algu-
dis-
posición estructural. tinguen generalmente a uno mismo del Yo. Definen el Yo
como una agencia abarcativa de las funciones mentales,
mientras que el uno mismo es una representación interna
de cómo una persona se percibe. En la psicología del Yo,
6 La psicología del yo el énfasis se pone en entender el funcionamiento del Yo y
sus relaciones conflictivas de la identificación, elSuperyó,
Después de Freud, un número de teóricos psicoanalíticos y la realidad, más que al sentido subjetivo de uno mismo.
prominentes comenzaron a trabajar sobre la versión fun-
cionalista del Yo de Freud. El mayor esfuerzo fue puesto
en detallar las varias funciones del Yo y cómo se deterio-
7 Véase también
ran en psicopatología. Varias funciones centrales del Yo-
realidad: impulso-control, juicio, está probado que afec-
• El yo y el ello
tan la tolerancia, la defensa, y el funcionamiento sintético.
Una revisión conceptual importante a la teoría estructural • Sigmund Freud
de Freud fue hecha cuandoHeinz Hartmann discutió que
el Yo sano incluye una esfera de las funciones autónomas • Psicoanálisis
de éste, que son independientes del conflicto mental. La
memoria, la coordinación motora, y la realidad-prueba, • Conciencia (Psicología)
como ser, pueden funcionar sin la intrusión del conflicto
• Inconsciente
emocional. Según Hartmann, el tratamiento psicoanalí-
tico apunta a ampliar la esfera sin conflicto del funcio- • Preconsciente
namiento del Yo. Haciendo así pues, que el psicoanálisis
facilite la adaptación, es decir, una regulación mutua más
eficaz de Yo y del ambiente.
8 Referencias
David Rapaport sistematizó el modelo estructural de
Freud y las revisiones de Hartmann. Rapaport discutió [1] Groddeck, Georg (1928). «The Book of the It». Journal
que el principio central de la teoría freudiana era que los of Nervous and Mental Disease (49).
procesos mentales son motivados y formados por la ne-
cesidad de descargar la tensión. El trabajo de Freud que [2] Laplanche, Jean y Jean-Bertrand Pontalis, Diccionario de
clarificaba Rapaport retrató la mente organizada en pul- Psicoanálisis, Paidos, B.Aires 9ª. Edición 2007, pág. 112
siones y estructuras. Las pulsiones responden a la energía (Título srcinal: Vocabulaire de la Psychanalyse, 1967)
de la libido retenida y se orientan a una descarga rápida, a [3] Ibid, pág. 457
la satisfacción inmediata de deseos. Debido a que es raro
que los deseos puedan ser satisfechos inmediatamente en [4] Ibid, pág. 419
4 9 BIBLIOGRAFÍA
9 Bibliografía
• Freud, Sigmund. Obras Completas. Amorrortu Edi-
tores / Biblioteca Nueva.
5
10.1 Texto
• Ello, yo y superyó Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ello%2C_yo_y_supery%C3%B3?oldid=87528608 Colaboradores: Mdiagom,
Rumpelstiltskin, Porao, Petronas, Airunp, Magister Mathematicae, Alhen, Frankiurco, Yrbot, Dorvax, Vitamine, JAGT, The Photograp-
her, Klip~eswiki, C-3POrao, Siabef, BOTpolicia, Kerplunk!, CEM-bot, Afterthewar, Kameha, Rastrojo, Jorge, Natharael, Resped, Alvaro
qc, Xabier, J AnDbot, VanKleinen, Hugo-Luis, TXiKiBoT, Pabloallo, AS990, Bolocholo, Amanuense, Pólux, Dhidalgo, Daalpiga, Volkov-
Bot, C'est moi, Mahey94, Elefantes, Tatvs, Guachitorico, Muro Bot, Edmenb, SieBot, Ctrl Z, PaintBot, Drinibot, Zevlag, Jim88Argentina,
10.2 Imágenes
• Archivo:Structural-Iceberg-es.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/03/Structural-Iceberg-es.svg Licencia:
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title='User:KES47'>Kes 7 </a> (?)