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Poemas de Antonio Risério

El kamikaze del lenguaje

risas estallan muelas del juício

ríos cambian la plumaje

cuando renace de las cenizas

el kamikaze del lenguaje

Vía Papua

desamarra la quilla, canoa


desamarra la quilla

y vuela

(va por el aire

por el mar

y en la isla;

vuela en lo que

se trampa)

pero vuela blanda, canoa

y lleva una estrella

en la punta de tu proa

cruza el mar, la niebla

el pecho, la boca, la lengua


almas que invaden nubes

dobleces de ensenadas y de bulto

(pero vuela blanda, canoa

hay una carretera entera

em la punta de proa)

y que el aire más leve la lleve

y haga de las algas del cielo

mi única

y exclusiva

corona,

canoa.
Estrecho de Behring

Andes lunartica. Pero

si amas zonas como estás

necesitarás de una guyana.

Todo es rima de la misma calaña.

No obstante, antilla que sois

índico hasta la pasaje,

pero quedo pacífico.

(Mejor huir? Lanzar bombays?


Aprender un nuevo baobab?)

Oiga bien:

es hombro con hombro

que se mide el terráneo.

Viniste y no

quieras ni saber

si finlandias o si hanoichese

quizás quepa en una cuba

lo que conmigo mueve.

Quizás no.

Sino, bailar entre las guirnaldas

abrir las venecianas

mirar los líbanos del campo


soñar los arabescos de un país real.

Pero, por favor, no seas escéptica:

recoge flores porahí.

Lustre las angollas de plata,

los luxemburgos de tu joyero.

Sé que puedes robar las madridperlas.

Pero, si es paña

nadie ghana nada con eso.

Quedemos juntos, por lo tanto:

entre una selva y la soyuz.

Ninguna jaula encierra la leona

que anda a la luz.


Y lo que quiero mismo

es madagascar tu labio fucsia.

Ser tu berlina y tu rusia.

Tirar el lacio en tu entorno

cubrir tus costas

colorear tus cuentas.

Ah y ti acariciar

la piel argentina

para que no pases frio

y para tu cuerpo

quedarse brasil.

brasibraseiro antonio_riserio
DÊUTEROS HÉLIOS

Sono un texto.

Guarnecido de cristales de cuarzo

(cielo de piedra, piedras aéreas,

rime petrose, piedra en el camino,

bóveda pétrea celeste),

un texto.

Llamestrellágrima, un texto.

Al sol de la última noche,

(bosque denso, espeso, epétrima)

sono un texto.

Entre fe y hígado

– to epidemídeion derma –

un texto. Sono un texto.


Cuando una perralirroja aúlle

en el portón sin luna,

un texto.

Cuando deslizo la mirada

de ciertos insectos

a las inciertas estrellas,

un texto.

Entre bombas anatómicas,

blasfemujeres (tríbada, nómada,

borracho – sono un texto).

Echando la cremallera y la cara,

yendo de la lengua a las caries

de los decadentes – sono:

un texto.
Esquizofénix, un texto.

En la oscuridad del coche patrullero – un texto.

En el aclaramiento clandestino – un texto.

Entre el cósmico y cômico – un texto.

¿Quien solevanta las olas del mar?

Un texto.

Sí: sono un texto.

Sin dioses o amigos, un texto.

Mismo cuando el cielo estrellase

y tengo miedo, pétalo,

de le afectar:

un texto.

Tigres que tintinean

Inútiles como las espadas de hierro

en las necrópolis de Chipre –


rostro de rosa, un texto.

Sono un texto.

Sono.

Un texto.

Enunanoche

Incendio em el cielo.

Todo en fuego, fuego frío.

Tu alma, Marina, quedará

retenida en alguna aduana astral.

Yo, mono-de-noche, seguiré

escuchando la música de las exfieras.


Voy a rayar la nata de Vía Láctea.

Rematar la muchacha que mata

con sus huesos azules

y sus vellos de plata.

Pero hay también lo imposible, Marina.

Imposible dar la talla

de pie en la punta de más un mayo

(depraved May, Christ the Tyger)

de tantos vientos, rayos, eventos.

No hay tiempo, Marina. El cielo vendrá abajo.

El bosque celeste caerá

sobre mi cabeza.
Imposible, dulce y dura niña,

saber de todos lugares.

En algun punto, entre mujeres y jaguares,

espectros esperan,

cuerpos caen,

esquinas olvidan.

Y es así mismo, Marina.

Incendio en el cielo.

Todo en fuego, fuego frío.

Acaricio la luz del cuarzo.

Oscurezco.
Leminskiana

Querido Enigma:

Estoy borracho.

Voy, como se dice,

Pisando en las alas.

Paro en una estrella

y sorteo el mar.

Pero raro

– y mucho –

mi y tu
lenjaguar.

Aviso a la plaza

El humano es un engaño del humano.

Divide el humano en humano y inhumano.

Sueño insano de verse a salvo

de cribas y crisis y crímenes

clavados en el blanco puro.

Tontería. Ningún capitalismo es salvaje.

Puta no es perra. Ni la vida, feroz.

El hombre es el hombre del hombre.


Todos juntos y con uma sola voz.

Humana es la sala de tortura

la napalm, la navaja, la metralla en el gueto

– la piel desollada en las cloacas.

Humana, huymanísima, la esclavitud.

Humano es el alambre de puás

El destripador blanco, el estuprador negro,

Carandirú, Somalia, Jemeres, Bhopal

El masacre de la Plaza de la Paz Celestial.

Humana la fisión del átomo

Humana la fisura del FINAL.


No consta que rosales y gaviotas

actuén así, humano cabal.

Kedea

señor de los ejércitos

señora de los árboles floreados

señor de la ciencia completa

señora de la luna y de las tinieblas

señor de la locura y del vino

señora de los pantanos y de las aguas estancadas

señor del abismo que soporta la tierra

señora de la voluptosidad y de las batallas


señor de la luz y de los bosques

señora celestial que brilla más alto

señor de las tormentas y de la lluvia bienhechora

señora de los ojos bovinos

¡ah! ojalá los dioses

fueran divinos…

Añoranza del salvador

esta ciudad tiene alas.

a veces ella viene

y mi añoranza
queda llena de casas.

esta añoranza

es como navaja.

es ciega, de tan clara,

blancanieves

o de tiza.

esta añoranza

es hecha de varias.

a veces ella viene

de la parte más antigua

del país.

El poeta Antonio Riserio

El poeta Antonio Risério


El estrellista

con su pie

en el estribo

de una estrella

(trepado

en el trapecio

de orión)

sueño estrellas

enganchadas

entre si

(estrellíneas
torcidas – las

lámparas

del estrelatín)

rastros

de estrellince

contento

mirando

la carretilla

de las estrelluces

fugaces
Grand finale

Difícil deponer un amor.

Seguro de que es salida

asesinarlo,

el arquero toma la postura.

Y al señal imperceptible

de alguno dios

dispara una flecha incendiaria

hacia al sol.

Noche de ronda
La ville est cette étoile à l’infini.

P. Soupault

ciudad estrella de sangre

alcantarilla de estupros encarnados

ágora y gangrena de las pandillas

niños fusilados en el oscuro a palangre

ciudad vidrio em astillas

travestis atraviesan el matojo

canallas escopetas y putas

aqui todo mar es rojo

ciudad fractura expuesta


chispan cebos de coca

crateras lunares en la cara

risas marchitandose en la boca

ciudad estrella de lepra

penuria de alma en pena

ciudad estrella tiniebla plena

cerda comiendo la camada

via pagu

Vía Pagu

dios y el diablo

crías casi perfectas


desean lo que deseo:

almas elegidas

islas de fantasia

no me verán

en la estación del carnaval

estaré en delirio

en un outro ritmo

ultimo istmo del real

entre el cuerpo y la mente

los más antiguos clichés

clinchanse doraduramente
—————————————————————————————————————–

(Poemas em su idioma original, portugués)

12 + 3 poemas do Fetiche (1996),

do Antonio Risério

O kamikaze da linguagem

risos estalam sisos

rios mudam a plumagem

quando renasce das cinzas

o kamikaze da linguagem
Via Papua

desamarra a quilha, canoa

desamarra a quilha

e voa

(vai pelo ar

pelo mar

e sobre a ilha;

voa sobre o que

se armadilha)

mas voa leve, canoa


e leva uma estrela

na ponta da proa

cruza o mar, a névoa

o peito, a boca, a língua

almas que invadem nuvens

dobras de angra e de íngua

(mas voa leve, canoa

há uma estrada inteira

na ponta da tua proa)

e que o ar mais leve a leve

e faça das algas do céu

a minha única
e exclusiva

coroa,

canoa.

Estreito de Behring

Andes lunártica. Mas

se amas zonas como estás

precisarás de uma guiana.

Tudo é rima da mesma laia.

Contudo, antilha que sóis,


índico até a passagem,

mas fico pacífico.

(Melhor fuji? Jogar bombains?

Aprender um novo baobá?)

Louça bem:

é ombro a ombro

que se mede o terrâneo.

Vieste e não

queiras nem saber

se finlândias ou se hanoitece.

Talvez caiba numa cuba

o que comigo mexe.


Talvez não.

Senão, dançar entre as guirlandas

abrir as venezianas

olhar os líbanos do campo

sonhar os arabescos de um país real.

Mas, por favor, não sejas céltica:

cathay flores pelaí.

Lustrai as angolas de prata,

os luxemburgos de teu porta-joias.

Sei que podesroubar as madrepérolas.

Mas, se és panha,

ninguém ghana nada com isso.

Fiquemos juntos, portanto:


entre uma selva e a soyuz.

Nenhuma jaula encerra a leoa

que anda à luz.

E o que eu quero mesmo

é madagascar o teu lábio fúcsia.

Ser tua berlinda e tua Rússia.

Jogar o lácio no teu em torno

cobrir tuas encostas

colorir as tuas contas.

Ah e ti acariciar

a pele argentina

pra que não passes horas a frio


e pro teu corpo

ficar Brasil.

Dêuteros hélios

Sono um texto.

Guarnecido de cristais de quartzo

(céu de pedra, pedras aéreas,

rime petrose, pedra no caminho,

abóbada pétrea celeste),

um texto.

Flamestrelágrima, um texto.

Ao sol da noite passada,


(floresta densa, espessa, epétrima)

sono um texto.

Entre a fé e o fígado

– tó epidemídeion derma –

um texto. Sono um texto.

Quando uma cadela ruiva

no portão sem lua,

um texto.

Quando a canoa do amor

se quebra

numa coroa de pedras,

um texto.

Quando deslizo o olhar

de certos insetos

às incertas estrelas,
um texto.

Entre bombas anatômicas,

blasfêmeas (tríbade, nômade,

bêbado – sono um texto).

Fechando o zíper e a cara,

dando com a língua na cárie

dos decadentes – sono:

um texto.

Esquizofênix, um texto.

No escuro do camburão – um texto.

Na clareira clandestina – um texto.

Entre o cósmico e cômico – um texto.

Quem solevanta as ondas do mar?

Um texto.
Sim: sono um texto.

Sem deuses ou amigos, um texto.

Mesmo quando o céu estala

e tenho medo, pétala,

de afetá-la:

um texto.

Tigres que retinem

inúteis como as espadas de ferro

nas necrópoles de Chipre –

rosto de rosa, um texto.

Sono um texto.

Sono.

um texto.
riserio fetiche

Numanoite

Incêndio no céu.

Tudo em fogo, fogo frio.

Tua alma, Marina, ficará

retida nalguma alfândega astral.

Eu, macaco-da-noite, continuarei

ouvindo a música das exferas.

Vou riscar a nata da Via-Láctea.

Arrematar a moça que mata

com seus ossos azuis

e seus pentelhos de prata.


Mas há também o impossível, Marina.

Impossível dar conta

de pé na ponta de mais um maio

(depraved May, Christ the Tyger)

de tantos ventos, raios, eventos.

Não há tempo, Marina. O céu vai desabar.

A mata celeste cairá

sobre a minha cabeça.

Impossível, doce e dura criança,

saber de todos os lugares.

Algures, entre mulheres e jaguares,

espectros esperam,

corpos caem,
esquinas esquecem.

E é assim mesmo, Marina.

Incêndio no céu.

Tudo em fogo, fogo frio.

Afago a luz do quartzo.

Escureço.

Leminskiana

Querido Enigma:

Estou bêbado.
Vou, como se diz,

pisando nas asas.

Paro numa estrela

e sorteio o mar.

Mas estranho

– e muito –

o meu e o teu

linjaguar.

Aviso à praça
O humano é um engano do humano.

Divide o humano em humano e desumano.

Sonho insano de se ver a salvo

de crivos e crises e crimes

cravados no alvo.

Bobagem. Nenhum capitalismo é selvagem.

Puta não é cadela. Nem a vida, feroz.

O homem é o homem do homem.

Todos juntos e a uma só voz.

Humana é a sala de tortura,

A napalm, a navalha, a metralha no gueto

– a pele esfolada no porão.

Humana, humaníssima, a escravidão.

Humano é o arame farpado

O estripador branco, o estuprador preto,

Carndiru, Somália, Khmer, Bopal

O massacre na Praça da Paz Celestial.


Humana a fissão do átomo

Humana a fissura do FIM.

Não consta que roseiras e gaivotas

ajam assim.

Kedea

senhor dos exércitos

senhora das árvores floridas

senhor da ciência completa

senhora da lua e das trevas

senhor da loucura e do vinho


senhora dos pântanos e das águas paradas

senhor do abismo que suporta a terra

senhora da volúpia e das batalhas

senhor da luz e das florestas

senhora celestial que brilha mais alto

senhor das tempestades e da chuva benfazeja

senhora dos olhos bovinos

ah, se ao menos os deuses

fossem divinos…

Saudade do salvador
esta cidade tem asas.

às vezes ela vem

e minha saudade

fica cheia de casas.

esta saudade

é feita navalha.

é cega, de tão clara,

branca de neve

ou de giz.

esta cidade

é feita de várias.

às vezes ela vem

da parte mais antiga

do país.
O estrelista

com o pé

no estribo

de uma estrela

(trepado

no trapézio

de órion)

sonho estrelas

atreladas
entre si

(estrelinhas

tortas – as

lâmpadas

do estrelatim)

rastros

de estrelince

contente

mirando

a carretilha

das estrelas
cadentes

riserio a banda do companheiro

Grand finale

Difícil depor um amor.

Convencido de que a saída

é assassiná-lo,

o arqueiro toma posição.

E ao sinal imperceptível

de algum deus

dispara a flecha incendiária

em direção ao sol
Noche de ronda

La ville est cette étoile à l’infini.

P. Soupault.

cidade estrela de sangue

esgoto de estupros rubros

ágora e gangrena das gangues

crianças fuziladas no escuro

cidade caco de vidro

travestis atravessam o espelho

canalhas escopetas e putas


aqui todo mar é vermelho

cidade fratura exposta

faíscam iscas de coca

crateras lunares na cara

risadas murchando na boca

cidade estrela de lepra

penúria de alma penada

cidade estrela de treva

porca comendo a ninhada

via pagu
catequese

poemas visuais do riserio_Página_2

*(Salvador Bahía-Brasil, 1953). Antropólogo, poeta, ensayista e historiador. Varias de sus


composiciones fueron grabadas por estrellas de la música popular brasileña. Ha publicado más de
15 libros, en poesía Fetiche (1996) y Brasibraseiro (con Frederico Barbosa, 2004), entre otros.

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