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La Infiltración es el proceso de paso del agua a través de la superficie del suelo hacia el interior
de la tierra. Este concepto hay que distinguirlo del de Percolación, que es el movimiento del agua
dentro del suelo. Ambos fenómenos están relacionados, puesto que la Infiltración no puede
continuar libremente hasta que la Percolación haya removido el agua de las capas superiores del
suelo.
Modelo de Horton
Cuando existe saturación en la superficie del terreno, es decir cuando el terreno se encharca,
porque la intensidad de precipitación es superior a la capacidad de infiltración del terreno, se
acumulará el agua en el mismo y se producirá Escorrentía Directa. La capacidad de infiltración del
terreno está relacionada con la permeabilidad del mismo a través de la Ecuación de Darcy:
𝑰𝒇 = −𝑲 ∗ 𝒈𝒓𝒂𝒅 𝒉
Donde:
K: es la permeabilidad del terreno
h: el nivel piezométrico:
𝑷
𝒉 = 𝒛+
𝜸
siendo z la profundidad o cota geométrica y P/γ la altura de presiones. Si suponemos que el suelo
no está sometido a un gradiente de presiones (suelo a presión atmosférica) y que la Infiltración
se produce por gravedad, el gradiente del nivel piezométrico coincide con el gradiente de la cota
geométrica:
𝝏𝒉 𝒅𝒛
𝒈𝒓𝒂𝒅 𝒉 = = = −𝟏
𝝏𝒛 𝒅𝒛
En consecuencia,
𝑰𝒇 = 𝑲
En los instantes iniciales se satura la capa más superficial del suelo edáfico, por lo que si la
Intensidad de precipitación es superior a la Ksat se formará Escorrentía Directa (I > Ksat), ya que
el suelo no tiene la capacidad suficiente para “absorber” ese caudal o intensidad.
Modelo de Dunne
Dunne (1978) explica la generación de Escorrentía Directa cuando el nivel freático es somero por
la existencia de materiales poco permeables cerca de la superficie, o por encontrarnos cerca de
los cauces de los ríos. En este caso la Infiltración conduce a que la saturación se produzca desde
dichos niveles freáticos desplazándose y alcanzando la superficie. En ese instante toda la
precipitación se convierte en Escorrentía Directa.
El contenido inicial de humedad en el suelo tiene una gran influencia. Si el terreno está
muy seco, a la acción de la gravedad, se une una fuerte tensión capilar con lo que aumenta
la Infiltración. A medida que el terreno se humedece se hinchan las arcillas y coloides y se
reduce el tamaño de los poros y la capacidad del suelo para infiltrar. Por otra parte, a
medida que se alcanza la capacidad de retención del suelo, se admitirá menos cantidad
de agua ya que existirá menos gradiente piezométrico y, en consecuencia, menos flujo de
entrada.
Se denomina humedad del suelo a la cantidad de agua por volumen de tierra que hay en un
terreno.
El suelo, desde el punto de vista hidrológico, es un depósito o almacén de agua cuya capacidad
para retenerla y contenerla depende de sus propiedades físicas:
Textura del suelo: Es la composición física de un suelo, se refiere al porcentaje con el que
se presentan los diversos materiales constitutivos de un suelo.
Estructura del suelo: Se refiere al arreglo de las partículas del suelo con respecto a las tres
dimensiones del espacio, a su forma de unión y a sus aglutinantes, lo cual permite conocer
la discontinuidad del suelo en cuestión y los espacios huecos que posee, que son los
conductos para el agua y el aire, necesarios para el desarrollo de las plantas.
La estructura de los suelos puede ser granular, uniforme, filiforme, laminar, columnar,
prismática, de bloque y amorfa.
Densidad real o peso específico real: Es el peso o densidad de las partículas que forman
un suelo. Normalmente su cifra es próxima a 2.6 g/cm3 (2.5 a 2.7 g/cm3).
Densidad aparente o peso específico aparente: Es la relación entre el peso de un volumen
de tierra tomado en el suelo y seco, y el peso del mismo volumen de agua. Este concepto
tiene en cuenta la textura, la estructura y la compactación.
Porosidad: Es el porcentaje del volumen que ocupan los huecos o espacios vacíos del suelo
(llenos de aire o de agua) en relación con el volumen total.
Los datos de porosidad son:
40% en suelo medio
30% en suelos arenosos
40 a 50% en suelos arcillosos
(𝑴−𝑨)
𝑾% = ∗ 𝟏𝟎𝟎
𝑨
En donde:
W%: Contenido de humedad natural (%)
M: Masa de la muestra original (g)
A: Masa de la muestra seca (g)
Clima
Propiedades del suelo
Topografía
Cobertura del suelo
Prácticas que reducen el contenido de humedad del suelo
CAPACIDAD DE INFILTRACIÓN
Debe distinguirse entre "tasa de infiltración", o flujo de agua que penetra en el suelo por unidad
de tiempo y “capacidad de infiltración" del suelo, que representa la tasa de infiltración que podría
darse si no existiera limitación de aporte de agua superficial.
De tal manera que, si el aporte es mayor que la capacidad de infiltración, la tasa de infiltración
sería igual a la capacidad de infiltración y se producirá una acumulación de agua en la superficie
que daría lugar a la escorrentía superficial.
La capacidad de infiltración se define como el nivel máximo de agua que un suelo puede absorber
dependiendo de sus propiedades físicas y del estado de humedad antecedente a la precipitación.
Se mide por la altura de agua que se infiltra, expresada en mm/hora. En la década de los años
treinta, los trabajos de Horton en infiltración dominan el pensamiento hidrológico ya que
conociendo la precipitación y la capacidad de infiltración de un suelo en un momento dado se
puede determinar la escorrentía superficial.
FACTORES QUE AFECTAN LA CAPACIDAD DE INFILTRACIÓN
El agua, para infiltrarse, debe penetrar a través de la superficie del terreno y circular a través de
él. Se puede considerar ciertos grupos de factores que influyen en el proceso:
Condiciones de superficie
Características del suelo
Condiciones ambientales
Características del fluido que infiltra
Condiciones de superficie
La superficie del suelo puede estar cerrada por la acumulación de partículas que
impidan, o retrasen la entrada de agua al suelo.
Dentro de este apartado nos encontraríamos con dos grupos: las propiedades del suelo y
las condiciones del suelo.
Propiedades del suelo Entre las propiedades del suelo que afectan a la infiltración
encontraríamos la textura (las texturas más gruesas normalmente permiten una mayor
infiltración), el tipo de arcilla, la estructura del suelo (formación de agregados) y el
contenido de materia orgánica. El suelo se estructura en diferentes horizontes o capas, de
manera que la capa superficial u horizonte A presenta un contenido en materia orgánica
superior al de los horizontes subyacentes. Este horizonte posee propiedades asociadas al
manejo del suelo, como son la labranza, el tipo de vegetación o cultivo y la rotación. Los
horizontes subyacentes poseen un menor contenido de materia orgánica.
Condiciones del suelo Además de un conocimiento general del tipo de suelo, en muchas
ocasiones también se requiere un conocimiento más específico de las propiedades físicas,
químicas y biológicas del suelo. Entre estas propiedades se encuentran las siguientes:
-Compactación: el proceso de compactación incrementa la densidad y reduce el tamaño
de poro del suelo, de manera que disminuye la cantidad de agua que circula a través de
éste. La compactación mecánica viene dada especialmente cuando se trabaja con
maquinaria pesada sobre suelo mojado. Sin embargo, a escala mundial el exceso de
pastoreo es la principal causa de compactación del suelo.
-Estructura del suelo: las partículas del suelo tienden a unirse en estructuras mayores
llamadas agregados, creándose entre agregados espacios mayores y favoreciendo en
mayor medida la infiltración. Estos agregados pueden disgregarse o romperse por efecto
de la compactación.
-Materia orgánica: El papel que juega la materia orgánica en el proceso de infiltración es
remarcable por varias razones. Ésta favorece la absorción de humedad y la creación de
espacios mayores por los cuales el agua circula con mayor facilidad. Además, la materia
orgánica puede ser transformada por las bacterias en polisacáridos, los cuales actúan de
unión entre partículas. Por último, un contenido adecuado de materia orgánica favorece
la creación de hábitats saludables para la flora y fauna.
Condiciones ambientales
La humedad inicial del suelo juega un importante papel. Cuando el suelo está seco al
comienzo de la lluvia se crea una fuerte capilaridad al humedecerse las capas superiores
y este efecto, se suma al de gravedad incrementando la intensidad de infiltración. A
medida que se humedece, se hinchan por hidratación las arcillas y coloides y cierran las
fracturas y grietas disminuyendo la capacidad de infiltración.
La forma en la que el agua fluye a través del terreno depende del tipo de suelo y de su
estado de humedad. En suelos arenosos secos, la lluvia se infiltrará verticalmente hasta ir
llenando todos los poros; sin embargo, si el suelo está saturado, el flujo de agua será
horizontal.
Si consideramos, en un terreno no saturado, exclusivamente el flujo vertical (eje z), el flujo
de agua estará condicionado por la gravedad, de manera que podemos calcular la
infiltración mediante la ecuación de Darcy:
q= K
Darcy observó que el caudal que atravesaba el permeámetro era linealmente proporcional
a la sección y al gradiente hidráulico. La permeabilidad o conductividad hidráulica es
constante y característica de cada tipo de arena. Aunque el término original era el de
permeabilidad, recientemente en la literatura se ha adoptado el término de conductividad
hidráulica. Finalmente, la conductividad hidráulica puede ser definida como “una medida
de velocidad a la cual un material geológico transmite agua bajo un determinado
gradiente hidráulico”. La determinación de la permeabilidad es altamente útil para:
Infiltrómetros
El infiltrómetro es un tubo diseñado para aislar una sección del suelo. El área efectiva varía desde
menos de 900 cm hasta varias decenas de metros cuadrados. Se utilizan para medidas muy locales
y los valores obtenidos pueden aplicarse a cuencas homogéneas en suelo y vegetación y de
pequeña extensión. Existen diferentes tipos de infiltrómetros: El infiltrómetro de tipo inundador
en el que la capacidad de infiltración se calcula a partir del volumen de agua que hay que añadir
por unidad de tiempo para mantener constante el nivel de la lámina de agua sobre un área
definida en el terreno. El problema que existe en los valores deducidos con este tipo de
infiltrómetros reside en que no se tiene en cuenta el efecto de compactación que produce la
lluvia.
Un infiltrómetro de tipo inundador es el infiltrómetro de anillos concéntricos. Este infiltrómetro
posee un anillo exterior para impedir la expansión lateral del agua infiltrada del cilindro interior,
en donde se mide la altura de lámina de agua.
Para un intervalo de tiempo suficientemente pequeño, dt, se verificará que la variación del
volumen de agua es igual a la cantidad de agua infiltrada:
𝑰𝒇 = 𝝅 ∗ 𝑹 ∗ (𝟐𝒉 + 𝑹) ∗ 𝒅𝒕 = −𝝅𝑹𝟐 ∗ 𝒅𝒉
Integrando la Ecuación anterior entre dos valores (t1, t2) (h1, h2) resulta:
𝑹 𝟐𝒉𝟏 + 𝑹
𝑰𝒇 = ∗ 𝒍𝒏
𝟐(𝒕𝟐 − 𝒕𝟏 ) 𝟐𝒉𝟐 + 𝑹
Lisímetros
En un lisímetro el agua infiltrada será la suma de la cantidad de agua recogida en el colector de
percolación y del incremento del agua retenida en el terreno.
CÁLCULO DE LA INFILTRACIÓN
La estimación de la Infiltración, tal y como ya se ha descrito en los apartados anteriores,
dependerá de las propiedades del suelo y de las variaciones de éstas tanto espacial como
temporalmente, ya que a medida que cambia el contenido de humedad del suelo la Infiltración
varía; por ello la Infiltración es un proceso muy complejo que puede describirse mediante
ecuaciones matemáticas solamente de forma aproximada.
La manera de cuantificar la Infiltración se puede realizar expresando dicho parámetro en función
de distintas variables o a través del cálculo de índices. De todas las ecuaciones existentes
citaremos la de Horton y la de Phillip, el método de Green-Ampt; y entre los índices, describiremos
el índice φ.
Ecuación de Horton
La ecuación desarrollada por Horton (1933) estima la capacidad de infiltración como una función
exponencial del tiempo en el que la infiltración empieza con una capacidad o tasa determinada
If0 y decrece hasta obtener una tasa constante 𝐼𝑓𝑐 :
donde k es una constante empírica y t es el tiempo desde que comenzó el aguacero. En este caso,
la Ecuación anterior se ha obtenido suponiendo que los parámetros hidrodinámicos del suelo no
varían con la humedad del mismo.
Ecuación de Phillip
Phillip (1957, 1969) obtuvo la capacidad de infiltración suponiendo que los parámetros
hidrodinámicos del suelo podían variar con el contenido de humedad:
𝟏 −𝟏
𝑰𝒇 = 𝒃𝒕 𝟐 + 𝒂
𝟐
Tanto de la Ecuación anterior como esta se deduce que la capacidad de infiltración es decreciente
con el tiempo. Se ha representado la capacidad de infiltración en función del tiempo. En caso de
que se pretenda estimar la Infiltración producida al originarse un aguacero, se tendrá que evaluar
el tiempo de duración (D) e intensidad (I), así como la evolución temporal de la capacidad de
infiltración del suelo a partir de un contenido inicial de humedad.