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que el crecimiento económico, medido por el PIB per cápita, no es suficiente para evaluar la calidad de
vida nacional ya que realmente no capta qué es lo que la gente está luchando por conseguir. El enfoque
del PIB hace caso omiso a la distribución, por lo que puede dar una alta calificación a naciones que
guardan alarmantes desigualdades de oportunidades. E ignora además el hecho de que una vida
humana próspera tiene muchas partes que varían unas de otras independientemente, e
independientemente, también, del crecimiento económico regional o nacional. Una nación puede tener un
alto crecimiento sin libertad política o religiosa; pero la gente desea tener una voz sobre su vida política y
moral. Una nación también puede crecer bien sin una distribución adecuada de las oportunidades de
con tanta claridad mi próspero país, con sus luchas sobre la educación y la asistencia sanitaria y su
historial lamentable de violencia de género. Lo que nosotros hemos estado defendiendo, entonces, es
que la medida correcta de desarrollo se focaliza en las personas, es sensible a la distribución, y es plural;
refleja el hecho de que la gente no lucha por la renta nacional, lucha por una vida con sentido para ellos
mismos. Al desarrollar una lista de las capacidades humanas centrales, que afirmo son los requisitos
mínimos de una vida conforme a la dignidad humana, he tratado de dar cuerpo a estas ideas y de sugerir
Creo que este trabajo es sin duda una contribución a las Ciencias Sociales y a la economía del desarrollo,
fondo se trata de una disciplina normativa enfocada en las personas, y precisa lo que tenía en sus inicios,
el input de la filosofía, para articular los objetivos de una buena sociedad que sea sensible a las
personas.
La importancia que tiene la filosofía para la economía sugiere algo más, lo que constituye otro tema de mi
trabajo: necesitamos una educación bien fundada en las humanidades para realizar el potencial de las
sociedades que luchan por la justicia. Las humanidades nos proporcionan no solo conocimientos sobre
nosotros mismos y sobre los demás, sino que nos hacen reflexionar sobre la vulnerabilidad humana y la
aspiración de todo individuo a la justicia, y nos evitarían utilizar pasivamente un concepto técnico, no
relacionado con la persona, para definir cuáles son los objetivos de una determinada sociedad. No me
parece demasiado atrevido afirmar que el florecimiento humano requiere el florecimiento de las disciplinas
de humanidades.
Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
Martha Nussbaum, nos expone estas ideas para cubrir todas las necesidades de
la población de 2 países como son EEUU y la INDIA.
[ ...] a fin de formar una Unión más perfecta, establecer la JUSTICIA, garantizar
la TRANQUILIDAD NACIONAL, tender a la defensa común, fomentar el
BIENESTAR GENERAL y asegurar los beneficios de la LIBERTAD para nosotros
y para nuestra posterioridad, [ ...]
Hace mucho tiempo que los especialistas en Economía del Desarrollo del todo
el mundo, aseguran que progresar es incrementar el producto bruto interno per
cápita (PBI); y este es el índice de avance nacional como estándar representativo
de la calidad de vida general en un país. Es la necesidad de una educación que
promueva el desarrollo nacional en la misma medida que el crecimiento
económico. Sin tomar en cuenta los siguientes factores:
La distribución de la riqueza.
La igualdad social.
Las condiciones necesarias para la estabilidad democrática.
La calidad de las relaciones de género y de raza.
La escasa correlación existente entre dicho crecimiento y la salud, la
educación o la libertad política.
Un ejemplo de todo lo que deja afuera este modelo es la presencia de
Sudáfrica entre los primeros puestos de los índices de desarrollo mientras
estuvo vigente el régimen del apartheid.
Bajo el régimen del apartheid, los negros no podían votar, debían vivir en zonas
alejadas de los blancos, cobraban menos que ellos por el mismo trabajo y, si
iban al colegio, debían ir a centros separados con peor nivel educativo.
La segregación era tan extrema que blancos y negros no podían ser pareja o
casarse, utilizar el mismo baño público, ir en el mismo autobús ni bañarse en
las mismas playas, entre muchas otras restricciones.
Los avances en materia de salud y educación, por ejemplo, guardan una muy
escasa correlación con el crecimiento económico. Por lo tanto, producir
crecimiento económico no equivale a producir democracia, ni a generar una
población sana, comprometida y formada que disponga de oportunidades para
una buena calidad de vida en todas las clases sociales.
En términos generales, se podría afirmar que tanto los Estados Unidos como la
India han rechazado la idea de que el camino adecuado para una nación sea
procurar sólo el crecimiento económico en su grado máximo.
Éste siempre fue el primero y principal de los conflictos con el paradigma del
desarrollo basado en el PBI per cápita: se trata de un paradigma que deja de
lado la distribución y puede llegar a calificar positivamente
"para el desarrollo social, todo beneficio obtenido por las personas individuales
es obte- nido sólo en tanto parte de un ser colectivo".
los programas relacio- nados con las artes y las humanidades están sufriendo
recortes en todo el mundo, para dar lugar al desarrollo de la técnica.
la India, los padres se enorgullecen cuando sus hijos logran in- gresar en los
Institutos de Tecnología y Administración, pero se avergüenzan de los que eligen
estudiar literatura, filosofía, pin- tura, danza o canto
El arte es un gran enemigo de ese carácter obtuso. Además, los artistas no son
los servidores incondicionales de ninguna ideo- logía, salvo cuando están sujetos
a la intimidación o a la corrup- ción.
modelo conocido como el paradigma del desarrollo hu- mano lo que importa
son las oportunidades o "capacidades" que posee cada persona en ciertas
esferas centra- les que abarcan desde la vida, la salud y la integridad física hasta
la libertad política, la participación política y la educación. Este modelo de
desarrollo reconoce que todas las personas gozan de una dignidad humana
inalienable y que ésta debe ser respetada por las leyes y las instituciones. Toda
nación mínimamente de- cente debería aceptar que sus ciudadanos están
dotados de cier- tos derechos, en esas esferas y en otras, y debería elaborar
estra- tegias para que superen determinados umbrales de oportunidad en cada
una de ellas.
• La aptitud para reconocer a los otros ciudadanos como per- sonas con los
mismos derechos que uno, aunque sean de dis- tinta raza, religión, género u
orientación sexual, y de contemplarlos con respeto, como fines en sí mismos y
no como medios para obtener beneficios propios mediante su manipulación.
políticos, pero con una idea realista y fundada de las posibilidades concretas que
éstos tienen a su alcance.