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Idea principal: Necesidad de dejar a un lado la competencia destructiva entre las empresas si
se quiere ser un ganador en el futuro.
Qué son los Océanos rojos: Son todas las empresas que ya existen
Qué son los Océanos azules: Son las ideas de negocio que aún son desconocidas y están por
explotar.
Océano más amplio: tener una idea más amplia de lo que se pretende alcanzar.
El libro estrategia del océano azul fue escrito por w. chan kim, está constituido por 4
principios:
Primera vía: Explorar sectores alternativos. En un sentido amplio, una empresa lucha no
solo con los competidores de su propia industria, sino con empresas de otros sectores que
comercializan productos o servicios alternativos. Al implementar un cambio de precios, un
cambio de modelo de negocio, incluso una nueva campaña de publicidad pueden provocar
una reacción tremenda entre los rivales de un mismo sector, pero estas mismas acciones
suelen pasar desapercibidas en un sector de actividad alternativo.Para poder crear nuevos
espacios de mercado, hay que analizar qué factores hacen que los consumidores elijan entre
industrias alternativas e intentar ofrecerles algo totalmente nuevo. Este es el primer camino
para generar océanos azules: con el objeto de expandir nuestras posibilidades, dejar de
mirarse el ombligo y ver qué se hace en las industrias alternativas a la nuestra.
Esto nos conduce a la formulación del segundo principio para la elaboración de una auténtica
estrategia de océanos azules: hay que concentrarse en la globalidad, no en los números. Se
propone una alternativa al proceso tradicional de planificación estratégica. Al realizar esto en
apariencia sencilla, no significa que no haya que hacer números y compactar todas las ideas
en un documento final. Los detalles son más fáciles de ubicar si primero se tiene una visión
nítida de cómo se quiere distanciar de la competencia.Para elaborar un lienzo estratégico
coherente, debemos desarrollar un método iterativo que ha sido utilizado con éxito en muchas
empresas. Y el método consta de cuatro pasos.
1.- Despertar visual: En esta fase se compara la empresa con la de los competidores,
estableciendo las variables competitivas y su respectiva ponderación. Pues esto sirve para
forzar el análisis de la situación actual. Se trata de una foto inicial a partir de la cual se
comienza a analizar dónde se piensa a priori que la estrategia puede cambiar.
2.- Exploración visual: A partir de aquí, entran a fondo a plantear uno por uno los cinco
caminos que se puede recorrer para el diseño de nuevos espacios de mercado. En esta fase se
incluye en el lienzo aquellas variables competitivas que pode modificar, eliminar o crear.
Una compañía no debería delegar jamás sus ojos. No hay duda de que el primer puerto donde
debería hacerse escala son los clientes. Pero no se debe de detener aquí. También tiene que ir,
tras los que no son clientes.
3.- Feedback: Después del trabajo de campo y de elaborar y reelaborar la estrategia es
necesario contrastar el boceto de cuadro estratégico y obtener el feedback de los no-clientes,
los clientes de los competidores y algunos de los clientes más exigentes de la propia empresa.
Para maximizar el tamaño de los océanos azules, las empresas, en lugar de concentrarse en
los clientes, tienen que dirigir su mirada hacia los no-clientes; y, en vez de extremar su
atención a las diferencias entre los propios clientes, deben potenciar los elementos comunes
que todos ellos valoran. Las personas que están a punto de convertirse en no-clientes son
aquellas que consumen en cantidades mínimas los productos y servicios ofrecidos por las
empresas que operan en un mismo sector. En cuanto encuentran una opción mejor,
abandonan impacientes el barco. Sin embargo, dentro de este grupo de no-clientes de primer
nivel se encuentra encerrado un océano de demanda inexplotada a la espera de que se abran
las compuertas.
Para ello, se tiene que encontrar una respuesta afirmativa a las siguientes cuestiones:
¿El precio marcado para los productos o servicios está al alcance de la gran masa de posibles
clientes?
¿La estructura de costes que tenemos es viable teniendo en cuenta el objetivo de precios que
nos hemos marcado?
La necesidad de ofrecer una utilidad excepcional a los clientes con el nuevo océano azul
parece algo evidente. Como se ve muchas empresas fallan en este punto al obsesionarse con
las tecnologías innovadoras. Así ocurrió con el Philips CD-i, una auténtica maravilla de la
ingeniería, que incluía en un solo aparato un reproductor de vídeo, una cadena de música, una
consola de juegos y una herramienta de aprendizaje. El problema fue que el producto
disponía de tantas funcionalidades que los consumidores no sabían realmente cómo utilizarlo.
Además, en ese momento eran muy escasos los discos y el software disponibles en el
mercado para utilizarse en el CD-i. La trampa tecnológica en la que cayó Philips es algo
habitual, incluso entre las mayores empresas del planeta. La innovación en el valor que
se ofrece a los clientes no tiene por qué ser equivalente a innovación tecnológica.
El Circo del Sol, Starbucks, The Home Depot o Ralph Lauren son océanos azules que
poco tienen que ver con la tecnología.Para que el nuevo producto o servicio consiga atraer
de forma consistente a las masas debe hacer la vida de los clientes mucho más sencilla, más
productiva, más cómoda, más divertida, con menos riesgos y todo ello respetando el
medioambiente. Además, debe hacerlo en cada una de las fases que conforman la experiencia
de consumo del cliente: compra, entrega, utilización o mantenimiento.
Cuando lanzan una nueva idea de negocio, muchas empresas tantean el terreno entre los
consumidores amantes de las novedades e insensibles al precio; solo con el paso del tiempo
reducen el precio para atraer a la gran masa de compradores.
Por tanto, las compañías deben empezar con una oferta que los compradores no puedan
rechazar y mantenerla así a fin de desalentar las imitaciones gratuitas. Cuando la utilidad
excepcional se combina con la fijación de un precio estratégico, no hay incentivos para la
imitación.
Para ayudar a los gestores a encontrar el precio oportuno para una oferta irresistible, puede
ser de utilidad una herramienta como el “túnel del precio”: Esta herramienta implica dos
procesos interrelacionados. En primer lugar, se tienen que identificar los precios de los
productos o servicios que más se asemejan a nuestro océano azul. También hay que incluir en
el análisis los precios de aquellos productos o servicios que teniendo una forma distinta a los
nuestros, realizan la misma función y aquellos otros que, con distinta forma y función,
comparten con nosotros el mismo objetivo, cada círculo es proporcional al número de clientes
que cada producto o servicio tiene.
Para que se logre este coste objetivo las empresas tienen tres opciones.
También es posible racionalizar los costes asociándose con otros, las empresas pueden
intentar transformar el modelo de precios establecido en la industria. Por último, es preciso
señalar que un modelo de negocio imbatible puede que no sea suficiente para garantizar el
éxito comercial de un océano azul. Por definición, este tipo de ideas amenaza el statu quo y,
por esa razón, es muy plausible que provoque el miedo y la resistencia entre los empleados,
las empresas asociadas y el público en general.
CONCLUSIÓN:
● Cirque du Soleil
● ELECTROLUX
● NetJets (arrendadora de aviones de negocios)
● Ralph Lauren
● Swatch
● Nintendo
● Novo Nordisk (empresa farmacéutica danesa)
● Nabi
● CEMEX (Cementos Mexicanos)
● BMW
● Nonwovens Ibérica SL