Como podría no recordar sus ojos... eternos, profundos, violentos y dulces.

Quiero imaginar una historia acerca de lo que hubiese sido... ¡NO! Jamás.

Solo lo que fue. Fue cortesía y fue nada.

Y una parte de mí se alegra.

Pero no podré olvidar sus ojos... la tormenta... caricia y suave azote de un dulce huracán.

Su manera de hacer reír... simple, precisa, encantadoramente sarcástica.

La forma que tenía de iluminar una sala con su presencia.

No sé explicarlo, no quise preguntar.

Solo puedo pensar en que música podría acompañar su sonrisa, deseo que sea la música más hermosa de
la tierra, que no sea menos.

Y tendré suerte si un día puedo ver dos lunas al mismo tiempo para comprobar si se puede equiparar la
belleza efímera que encontré en su mirada.