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TIEMPOS DE PANDEMIA
Peter Morgan
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“Las mentes se visten de verde, con los ojos bañados
en sangre miras las escrituras".
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Dedicado a: J. Villalobos, la mujer de mis sueños. Aquel
ángel que algún día imagine. Que en momentos de
lucidez escribía sobre ella, antes de conocerla, antes de
tocar sus manos y besar esos labios rosados que me
enloquecen.
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(I)
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"...estaba recordando un poco los momentos, los
abrazos, las caricias y besos que nos unieron por
algunos días. Su piel suave como la seda, descubierta
por mis ásperas y oscuras manos, recorría lentamente
su cuerpo, su cuello, su espalda delicada. Besaba cada
momento, cada lugar que creí desconocido, pero mi
mente pensaba en visiones existentes, en situaciones
no tan extrañas. Creo conocerla desde antes, en vidas
pasadas tal vez, es inexplicable pero placentero y
agradable. Saber que existía en caminos paralelos, en
situaciones paralelas. Abrazarla hasta dormirnos,
abrazarla hasta despertar y mirar su bello rostro frente
a mí, frente al moreno perdido en su aroma, en sus
caricias blandas y furiosas por pasajes. Verla caminar
en la habitación, en las calles de aquella ciudad que
ahora es nuestra. Entre los húmedos pasajes, entre
seres extraños que no importaban, en el paisaje de
invierno, en el beso robado mientras la lluvia caía sobre
nosotros..."
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niebla. El día pasa por mi cabeza y su imagen no se
aleja. Tengo mil caricias guardadas, cien besos para
ella, solo abrazarla, sentirla cerca, sentir su perfume
natural que me encanta... nada más observarla me hará
sonreír, ¡o quizá no!. Espero sea pronto, no quiero
olvidarla, no quiero que se alejen mis pasos del camino
sembrado.
(II)
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Llegó el día que la volví a ver, fue como haberme
despedido el día anterior, los días eternos se
esfumaron en el segundo que nos miramos. Radiante y
sonriente como siempre cada vez que la observo. Esa
ciudad tranquila y silenciosa que albergo nuevamente
nuestros pasos y caricias en aquel nido que escapamos,
el que nos libera de todo lo que está a nuestro
alrededor y desconecta de la civilización. No sabía que
pasaría esta vez, pero necesitábamos tocarnos,
sentirnos cerca, solo el roce de nuestras manos era
suficiente, un abrazo fuerte y cariñoso que no
queríamos se terminará, un beso sin final que aún
tengo en mis labios.
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“Es tan espectacular y verdadera que me encanta. Es
tan espontánea y sincera que me enloquece. Sus manos
tocaban las mías cuando estaba a mi lado. Mis manos
tocaban su cara cuando la besaba tiernamente,
acariciaba su rostro solo para que mis dedos la
recordarán cuando no estuviera”.
(III)
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fuera de nuestra atmósfera, el tiempo pasa diferente
cuando estamos juntos".
(IV)
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sobre las nubes. Creo que nuestras miradas nos dicen
todo, no necesitamos tantas palabras para
entendernos. Es una locura quererla como fugitivo,
como un amante empedernido y demente, pero por
ella, la encantadora mujer del cielo. Solo mirarnos en la
oscuridad es nuestro lenguaje.
(V)
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disfruta cada momento con ella, es maravillosa, no le
cambiaría nada hasta ahora.
Voy por usted otra vez, una y mil veces sin
contenerme del deseo de su desnudez, de su blanca
piel que quiero recorrer, de su espalda y quejidos que
me enloquecen. En sus senos delicados, en sus
pezones rosados y erguidos por mi lengua, en su
entrepierna húmeda en mis labios. Estar dentro de ella
es un placer inexplicable, sentir su calor, tener su cara
excitada frente a mí, nuestros cuerpos húmedos,
sudados por la lucha de nuestros sentidos.
(VI)
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Maravilloso el lugar junto a ella, miramos las estrellas
como se lo había prometido, hasta estrellas fugaces
caían sin avisos sobre el paisaje y nos abrazamos por
vernos una vez más. En la nada, en el viento fresco que
dejaba sentir su pureza natural. Buscamos
constelaciones y creo pudimos pedir un par de deseos
por las estrellas caídas. La noche avanzó y con cada
momento me encantaba aún más. Nos divertimos
como ya es costumbre en nuestra atmósfera, reímos y
jugamos como dos niños. Encantadora mujer del sur,
de manos suaves, me enloquece tu sonrisa, tu
voz cálida y sensual por momentos, esa energía positiva
que emanas al andar, al ver todo de una forma singular,
la conexión que tienes con la naturaleza me anima a
seguir, a buscarte las veces que sean necesarias. Estar
durante noches enteras juntos, pensamos sería terrible
o complicado. Al parecer entre nosotros todo camina
como el agua sobre las rocas, como el viento frío en
aquella caminata cerca del volcán. Los desayunos al
aire libre fue una estupenda idea la que tuvo.
Placentera y tranquila aquella vista para un despertar
diferente entre mis brazos, en mi hombro izquierdo
que me pidió fuera solo para ella.
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formando una sola energía, que a decir verdad, es
inmensa y no quiero se acabe. Los sonidos de la
naturaleza se oían desde la madrugada, pero
preferíamos quedarnos en la cama con esta atracción
intensa y romántica. Con esos besos y ojitos de mañana
que me hacen perder la cabeza.
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(VIII)
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Un día me pregunto cuál era el árbol que yo quería
abrazar la próxima vez que nos viéramos. Jamás pensé
cual, ya que de nombres no manejo muy bien, solo me
gustan sus formas y ramificaciones. Son como las
dendritas en las neuronas, una locura.
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(IX)
(X)
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juntos. Es una mujer maravillosa, siempre tiene un
mensaje alentador para mi mente desquiciada, no está
para tranquilizarme, pero de igual forma lo logra sin
estarlo. Disfruta del moreno soñador, de peter el
escritor, a Pedro el más enfermo de los tres, el que se
transforma frente a sus ojos, como la canción que es
para ella.
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sobre las redondas rocas, la brisa cae a cada segundo
desde el abismo, pero no estas para disfrutarlo,
nuestras manos se tocan sin estarlo. Visitamos los
lugares en distintos tiempos, como nos pasa por
momentos. Pero ya nos miraremos y no abra palabra
que pronunciar. Solo dejaremos que fluyan los sentidos
y se erice nuestra piel solo por acariciarnos
suavemente".
(XII)
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Perdido en ella, afloran mis sentidos más extraños y
ocultos, que fluyen y no puedo detener, solo escribe el
subconsciente que se expresa sin preguntarme. Se
excita sin avisarme y se retuerce por la distancia
cuando vuelve a la realidad. Quiero conquistarte hasta
en mis sueños linda mujer, erizar tu piel con mis
creaciones literarias, con mis textos espontáneos sobre
ti, sobre nosotros, sobre la alfombra junto a la estufa
aquella noche maravillosa.
(XIII)
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"Es tan tierna que me desespera cuando la tengo cerca,
me dan ganas de abrazarla y jamás soltarla, es tan
sincera su forma de ser que creo conocerla en mundos
paralelos, es tan cercana que cuando no está, siento
como si arrancaran parte de mí en su ausencia".
(XIV)
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pierdan en la excitación de una lucha sexual incesante.
Perdernos en el aroma de nuestro sexo, de nuestros
quejidos furiosos por el otro, perdernos en el éxtasis de
una eyaculación ancestral"
(XV)
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viviendo, déjame escuchar tus latidos que se aceleran
cuando estamos juntos. Tómame la mano y caminemos
por ahí, por el campo, por las colinas o por una simple
calle desconocida.
(XVI)
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Nos contagiamos del aire puro en el lugar, de la tierra,
de la chusca en nuestros zapatos, de los olores a
hierbas, al aire aún más puro en el ascenso, arbustos y
paisajes vírgenes. Encantados, nos tomábamos de la
mano y sonreímos cómplices por cada momento entre
nuestros ojos, entre nuestras manos, en estos cuerpos
que se atraen con cada atardecer pintado. (Aquella
mujer, la muchacha del sur me acompaña desde
entonces). Llegamos a la cima del lugar, sin antes
estúpidamente accidentarme, afortunadamente tengo
piernas fuertes o hubiese quedado sin llegar a la
cumbre de aquel cerro de particular nombre. El
pináculo era la meta, tenía una vista maravillosa, una
tranquilidad ensordecedora, a y besarla en aquella
cúspide fue grandioso. Hemos dejado besos y destellos
en cada lugar visitado, hemos contagiado energía y
cariño en nuestros alrededores. Como ella dice, que
importa si nadie nos conoce. Solo vivamos y
expresemos los sentidos sin que nadie lo cuestione.
Total, a quien le importa esto. Solo a nosotros. Es
encantadora, pero estos paisajes resaltaban sus
facciones, su sonrisa que me acelera la respiración, su
belleza, una musa inspiradora que anhelo a cada
minuto entre mis brazos, en mi hombro que cada
noche espera por ella.
(XVII)
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Como eliminar esta sensación que tengo dentro,
distante siento esta conexión que fue tan extrema y
acelerada por capítulos. Desde esta ventana te veo
cerca del atardecer, lejana como las montañas que
recorrimos. Nos llenamos los pies de nuevos caminos,
la visión de otros paisajes juntos, que no veo nos hayan
acercado, al contrario. Veo que tu camino no es el
mismo que el mío. Creo que esta historia tiene final,
aunque quería no lo tuviera jamás. Qué más da. Se
acaban las ciruelas, se acaban las paltas, se acaban los
cultivos y acaso crees que no se acabará este amor
fugaz. Lo disfrutamos hasta donde podíamos como
siempre me dijiste. Lo hice todo para hacerla feliz. Pero
no quiero una aventura para mí, quiero sensaciones en
conjunto, necesito tus palabras siempre en mi oído. No
por momentos, no por capítulos de escape. Creo que
tomé demasiado enserio esto, como se dice. El que se
enamora pierde, veo que perdí esta vez. Tenía la
sensación que esto era importante, pero creo que
estaba equivocado. Este instinto no falla jamás. Tengo
ganas de estar contigo, verte cada día. Egoísta me
siento por momentos, al quererla solo para mí.
(XVIII)
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despejado y corría una leve brisa, justa para andar. El
asfalto absorbía el calor sofocante, pero corría a toda
velocidad para opacar los rayos amarillos.
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cosa al oído soltando el demonio escondido, devorando
un Ángel encantador y apasionado entre las paredes de
fuego. La hoguera inmensa dentro de la habitación. "
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Estaba siendo algo exagerado, pero, aquella muchacha,
la misma de ojos de un color singular, estaba cerca de
mí y todo era una aventura, nos tocábamos y era
transportarse a otra sensación, a distintos paisajes
horizontales. Cada lugar que visitamos se transforma
en algo mágico y especial. Mirar su carita de felicidad
me encanta, adoro sus besos, anhelo estar en sus
brazos y olvidarme de todo lo que pasa alrededor. Es
tan especial que a veces pienso si esto será un buen
sueño nada más o estará pasando en realidad. (La
verdad es que entonces no quiero despertar jamás). Me
gusta tanto que incluso he sentido en varias ocasiones
decirle cuanto la quiero, pero prefiero demostrárselo,
ya que cualquiera puede pronunciar esas palabras sin
sentirlo de verdad. Pero este moreno enloquece cada
vez que escucha su dulce voz, es tan tranquilizador su
tono que me adormece en todas las ocasiones. Voy por
ti linda mujer, tengo ganas de tus besos, ansío tus
caricias, el olor de tu cuerpo, sentir los latidos de tu
corazón que me hablan cada vez que mi oído está en tu
pecho. Tomar tu mano y saber que existes. Me vuelve a
la tierra desde la órbita, hasta tus manos temblorosas
en las mías.
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estaba dentro de mis parámetros establecidos por mí
mismo. Me revuelve el gallinero de tal forma que el
gallo ya no canta cuando quiere, lo hace solo cuando
ella está cerca.
(XX)
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no puedas más de placer, hasta que me digas que me
detenga y seguir fallándote para que explotes y no
olvides quien te follo sin compasión.
(XXI)
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imbécil que me embarqué de una manera distinta, fui
yo el hijo de perra que se atrevió a sacar mi corazón
que estaba guardado en la coraza azul bajo el mar. Que
principiante fui al creer en el amor otra vez. Lo he
intentado muchas veces pero nunca termina bien y yo
el muy pendejo, caí otra vez en las sensaciones, en los
placeres de los cuerpos, en la suavidad de una
conversación entre dos, en la atracción hacia una mujer
encantadora.
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nuestros caminos, algo que se apiade de mi para no
verte partir. Creo que la quiero, como alguna vez lo
escribí al despertar. Es maravillosa, nos conocemos con
cada encuentro. Cada vez era más cercano todo y
sentía la energía de su piel cuando la tenía cerca.
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mierda. Hediondo y fétido como los paisajes que
observan mis pupilas en este instante.
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