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Los museos:
espacios para la educación de
personas jóvenes y adultas
Luz Maceira Ochoa
Estudiante de doctorado en Investigaciones Educativas.
Centro de Investigación y Estudios Avanzados (cinvestav) / México
lmaceira@iteso.mx
museos adquieren cada vez más relevancia como El público adulto, y sobre todo, las reflexiones sobre
uno de los escenarios que favorecen la formación a sus formas de conocer, sobre las estrategias e inte-
lo largo de toda la vida, y como espacio que permite reses de aprendizaje, etc. han sido menos estudiadas
el “aprendizaje de libre elección”. en los contextos museológicos; además, a diferencia
Los museos devienen un contexto de aprendizaje de los grupos escolarizados, no son una población
en muchos sentidos. La museología contemporánea cautiva ni relativamente homogénea. Estas situacio-
propone distintos niveles y tipos de educación para nes plantean interesantes desafíos a las actividades
cumplir la función educadora de los museos. educativas de los museos.
en otros medios y que tiene, además, una dimensión de estas formas de interrelación entre los públicos
estética intensa. Frases como: “quiero ver”, “déjame y las exposiciones son diversos gestos, actuaciones,
ver”, “¡mira!”, “¿ya viste?”, etc. son de las más fre- performances y juegos que la gente realiza de ma-
cuentes en las interacciones en el museo. La singu- nera espontánea frente a la exposición, además de la
laridad de los espacios y exhibiciones, su valor cien- fotografía, la lectura, la escritura y el dibujo. Estas
tífico, social, simbólico y/o estético, rodean de un interacciones involucran el uso de conocimientos
significado especial la visita al museo y del mirar en previos, el pensamiento lógico, la fantasía, la ima-
éste, convirtiendo el ver en una experiencia intensa ginación, la creatividad, la relación con lo cotidia-
que no se trata sólo de actos visuales, sino de pre- no, la comprensión, la comparación, la apreciación
sencia y de participación, de ser parte de un espec- y las experiencias estéticas; también la valoración, el
táculo o adentrarse en una representación o incluso cuestionamiento y la activación del recuerdo, entre
una realidad distinta, material y/o simbólica. otros procesos.
puede ubicar dicha efectividad. Los conocimientos gran número de participantes simultáneos o para
previos, la motivación, la concentración, los medios pocos, se plantean actividades cooperativas para
para la interpretación, los propósitos de la visita, familias y grupos o para personas solas, etc. Ade-
el tipo de visita, el contar o no con oportunidades más, la selección misma de los contenidos y obje-
complementarias y otros apoyos pertinentes ofreci- tos debe tener consideraciones contextuales: habrá
dos por el museo, son factores que influyen en el sociedades en donde cierto tema social o científico
alcance que éste tenga en el proceso formativo. pueda ser visto como de “alta sensibilidad” y ser
Un problema en el campo de la educación y de evitado o tratado de forma especial, mientras que
los museos es que, aunque está claro que el museo el mismo contenido puede no representar ningún
es un espacio/recurso de aprendizaje, no se ha com- carácter especial en otra sociedad.
partido con igual interés este hecho ni sus posibili- Cada sociedad se refleja en sus museos, y los
dades. En algunos museos prevalecen miradas muy museos reflejan su sociedad. Como ya señalamos,
tradicionales y cerradas sobre lo que puede ser un los intereses y contenidos de los museos son parcia-
proceso educativo y lo que puede o debe hacer un les siempre; no pueden disociarse del contexto en
museo al respecto. En otros se piensa que más que el que surgen. Esto, más que alejarnos de los mu-
dar respuestas, el museo debe generar preguntas y seos, demanda promover un acercamiento crítico.
ofrecer un entorno que favorezca la exploración y el El museo puede reproducir o subvertir prejuicios,
descubrimiento. Independientemente de una u otra estereotipos y creencias de la sociedad de la cual
postura, no hay una propuesta teórico-pedagógica forma parte.
común ni criterios museológicos para desarrollar la Además, cada tipo de sociedad intenta plantear
labor educativa en el museo. En cada experiencia ciertas demandas a sus museos, participa más o me-
se elaboran métodos y propuestas más o menos or- nos activamente en ellos y/o se apropia de la idea
ganizados para cumplir con esta función educativa. misma del museo para generar iniciativas museísti-
El desafío es experimentar, sistematizar y evaluar cas que sirvan para exponer la diversidad cultural y
distintas propuestas y experiencias para ir amplian- social, las perspectivas y conflictos de ciertos gru-
do las posibilidades y referentes para el trabajo edu- pos, determinadas versiones de la historia, promo-
cativo en y desde el museo, particularmente con el ver ciertas identidades y valores, difundir ciertos
público adulto. conocimientos, etc.
El museo: un producto, un insumo, un instru- El museo es también un instrumento cultural
mento y un proceso cultural para la sociedad. Suele tener locales e infraestructu-
Como se mencionó, cada museo está en estre- ra que se ofrecen a la población para diversos usos
cha relación con su contexto. Tanto las exposiciones y que pueden servir como espacios de encuentro y
como las actividades educativas de los museos refle- de recreación, o de inspiración, o funcionar como
jan los supuestos culturales acerca del aprendizaje y “aulas” para cursos de formación y capacitación,
delinean el entorno de aprendizaje y el tipo de expe- o como foro para la realización de ferias o even-
riencias posibles de acuerdo al contexto cultural. tos culturales y académicos. También pueden ser-
Las exhibiciones son en sí mismas un “objeto vir como medio de difusión de ciertos mensajes a
cultural” en la medida en que seleccionan temas, través de sus exposiciones, y para que su colección
expresan ciertos valores y creencias, suponen un se pueda aprovechar para distintos proyectos cul-
diseño y códigos particulares y realizan ciertas ac- turales. Pero además, es importante asumir que
tividades respondiendo a la cultura a la que están los museos son un proceso, una práctica cultural
dirigidas o en la que se insertan. Todo ello tiene im- donde distintos actores ponen en escena objetos
plicaciones pedagógicas para los museos: por ejem- para comunicar un mensaje (o varios mensajes que
plo, en respuesta a las preferencias y tipos de inte- coexisten), y en este sentido, la creación misma de
racción dentro de cada sociedad, se utilizan ciertos museos o exposiciones -o la participación en ini-
colores y no otros, cierta forma de lenguaje y de ciativas museísticas institucionales- es parte de un
narrativa, se diseñan espacios y muebles para un proceso educativo y cultural.
objetivos sociales, políticos y/o de desarrollo, pues educativos, los desafíos que la globalización supone
pueden servir para informar y promover la concien- tienen que ver con el fomento de ciertos valores y
tización social, así como para la reconstrucción del actitudes (interculturalidad, respeto, etc.); con la co-
tejido comunitario, el trabajo sobre aspectos identi- municación de mensajes relativos al nuevo contexto
tarios, la recuperación de raíces culturales, la cons- mundial (y sus contradicciones); con la inclusión de
trucción de la memoria colectiva, etc. una participación cada vez más extensa de públi-
Muchos de estos aspectos de un proyecto educa- cos diversos en las actividades de los museos; con
tivo con personas jóvenes y adultas pueden también el reconocimiento y abordaje de nuevas formas de
ser promovidos en la generación de una exposición construcción y difusión del conocimiento; con el
o creación de un museo, la cual es una experiencia uso de diversas tecnologías de la información, pro-
educativa sumamente intensa y rica. Lo central del moviendo las mejores alternativas que respondan al
proyecto educativo puede estar en el proceso mismo entorno donde se ubica el museo; y con la inserción
de construcción del museo o exposición: trabajo co- estratégica del museo dentro de una red de recur-
lectivo, sensibilización, investigación, producción, sos y espacios donde todas las personas de todas las
reflexión, etcétera. Es decir, el proyecto museístico edades puedan aprender.
puede ser un fin educativo en sí mismo, mientras
que en otros proyectos orientados a la participación
social y promoción del desarrollo se recurre a la
creación de exposiciones como una estrategia o me-
dio para impulsar procesos como el desarrollo local
o comunitario, la apropiación del espacio social, la
intervención en el espacio público, la creación de
memorias sociales, el fortalecimiento de las identi-
dades locales, la conservación de tradiciones y sabe-
res y el diálogo con otros grupos. En ambos casos
se generan procesos autogestivos de participación y
comunicación social con efectos educativos en dis-
tintos niveles.
Todos estos propósitos, y otros más, pueden de-
sarrollarse si se tiene la capacidad de reconocer el
potencial del museo dentro del proceso educativo,
de organizar y disponer los recursos o apoyos ne-
cesarios para cumplir esos objetivos, y de acercar al
grupo al museo. Además, los museos pueden ofre-
cer distintos servicios y actividades para la pobla-
ción joven y adulta, los cuales, dependiendo de su
carácter y objetivos, pueden aprovecharse dentro
de los procesos de educación de personas jóvenes
y adultas.
Desafíos de la articulación
entre los museos y la EPJA
Otro desafío es la democratización. Si bien hay
Los museos enfrentan algunos retos generales para avances en este sentido, en México, y posiblemente
responder a las nuevas demandas y expectativas de en toda Latinoamérica, quedan pendientes cuestio-
la sociedad, así como a nuevas condiciones, como nes cuantitativas (acceso al museo, incremento de la
la democratización y la globalización. En términos oferta cultural mediante exposiciones itinerantes o
museos virtuales) y cualitativas, para que el lenguaje una escuela, y esto no sólo no hay que olvidarlo, sino
y el discurso de los museos planteen explícitamen- reforzarlo. Las condiciones para el aprendizaje y los
te un interés democrático y equitativo, entre otras recursos didácticos que ofrece son peculiares y po-
cosas. Esto supone revisar y ampliar los contenidos tentes, y ésta es su ventaja. En términos más concre-
de muchos museos, analizar y mejorar la represen- tos, el trabajo aplicado a grupos de personas jóvenes
tación de grupos tradicionalmente subordinados y adultas es también un reto. Falta entender cómo se
(mujeres, indios y campesinos, entre otros) en las relaciona esta población con los museos y sistemati-
exposiciones, visibilizar en ellas lo que hasta ahora zar experiencias que permitan entender cómo y por
ha permanecido invisible o infravalorado en nues- qué pueden los museos apoyar un campo tan amplio
tras sociedades. Otro reto de la democratización es como la epja, cómo converge con sus distintas ver-
que los públicos participen de y en los discursos del tientes, qué respuestas puede ofrecerle, etc.
museo, es decir, generar mecanismos para favorecer El desafío es, primero, insertar a esta población
un acercamiento crítico de los públicos a los museos en los museos, y luego, insertar la educación para
que permita dialogar y cuestionar los mensajes que personas jóvenes y adultas, es decir, los plantea-
propone la exposición. También se presenta el reto mientos teórico-metodológicos, propósitos y estra-
de ampliar la colaboración con diversos grupos so- tegias educativas para este sector en los museos. Lo
ciales para que cada vez más museos puedan deve- primero supone, generalmente, romper con prejui-
nir en palancas para el empoderamiento. cios sobre el museo y su carácter elitista o cerrado,
Un nudo central está en la reflexión educativa. con el recuerdo de una experiencia negativa, con la
En términos generales, falta que los museos inves- timidez o la inexperiencia que obstaculizan la par-
tiguen, evalúen y desarrollen más y mejores formas ticipación en cierto tipo de actividades o juegos. El
de comprender y promover los aprendizajes que tie- propósito sería lograr que la población joven y adul-
nen lugar en el museo, y que reconozcan su impac- ta se sienta no sólo autorizada, sino en su derecho
to como recurso para la formación. El museo no es y en la posibilidad-necesidad de utilizar los museos,
de apropiarse de ellos, de ser parte activa en la vida R ico M ansard, Luisa Fernanda (2004). “Museos
cultural de la propia comunidad a través de éstos. mexicanos, usos y desusos”, Correo del maestro, núm.
Enfrentar estos obstáculos no es tarea exclusiva 93, México (febrero). Disponible en:
de los museos; falta un acercamiento entre quienes www.correodelmaestro.com/anteriores/2004/
trabajan en el campo de la educación de personas febrero/2anteaula93.htm
jóvenes y adultas y el personal de los museos para Zavala, Lauro (2006). “El paradigma emergente
intercambiar conocimientos, compartir necesida- en educación y museos”, Opción, año 22, núm. 50,
des e intereses, impulsar iniciativas conjuntamente Universidad de Zulia, Maracaibo, pp. 128-141. Dis-
y generar insumos y saberes para resolver las mu- ponible en:
chas cuestiones planteadas. Este reto también toca a http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.
otras instituciones promotoras del desarrollo social jsp?iCve=31005006
y cultural y de participación ciudadana así como a
centros de investigación, entre otros, pues son va- Bibliografía
rios los actores que pueden tanto beneficiarse como
aportar elementos para fortalecer esa alianza entre Duensing, Sally (2005). “Museo de ciencia y con-
museos y epja. textos culturales”, Sinéctica, núm. 26, iteso, Tlaque-
Finalmente está pendiente también motivar a paque, Jalisco (febrero - julio), pp. 22-37.
distintos actores educativos y grupos del campo
para dimensionar la experiencia de la visita a mu- El correo de la unesco, núm. 3, unesco, 2007.
seos o la creación de exposiciones y proyectos mu- En: www.unesco.org/es/courier
seísticos, a fin de que se animen a reflexionar sobre
las posibilidades y formas más pertinentes y útiles García Blanco, A. (1999). La exposición como medio de
de integrarlos en los procesos educativos que impul- comunicación. Akal, Madrid.
san y experimentar formas creativas de hacerlo.
Desde diversos actores el museo puede ser re- Hooper-Grenhill, Eilean (1999). Museums and
planteado, repensado y reinventado en sus funcio- the shaping of knowledge. Routledge, Londres-Nueva
nes, estructura, actividades, exposiciones y discursos York.
para ser un instrumento educativo, de desarrollo; un
objeto y un recurso cultural de gran alcance. Museum Internacional, núm. 236, unesco (diciembre)
2007.