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ALA DE CASACIÓN CIVIL Y AGRARIA

TUTELA
ID: 676510
NÚMERO DE PROCESO: T 1100102300002019-00478-00
NÚMERO DE PROVIDENCIA: STC11897-2019
CLASE DE ACTUACIÓN: ACCIÓN DE TUTELA - PRIMERA INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA: SENTENCIA
FECHA: 05/09/2019
PONENTE: LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA
TEMA: ACCIÓN DE TUTELA - Compensación de las vacaciones en dinero
- Flexibilización del principio de subsidiariedad: procedencia de la acción
pese a la falta de expedición del acto administrativo que resuelva la
solicitud de compensación

DERECHO AL TRABAJO - Derecho al descanso laboral: definición (c. j.)

DERECHO AL TRABAJO - Servidores públicos - Derecho al descanso


laboral: derecho a disfrutar de vacaciones como manifestación tangible
del derecho al descanso laboral (c. j.)

DERECHO AL TRABAJO - Derecho al descanso laboral: improcedencia de


invocar dificultades administrativas para otorgar el derecho (c. j.)

DERECHO AL TRABAJO - Derecho al descanso laboral: excepcionalidad


de compensar las vacaciones en dinero (c. j.)

DERECHO AL TRABAJO - Derecho al descanso laboral: vulneración al


interponer barreras presupuestales y administrativas, para la concesión
de las vacaciones solicitadas por el funcionario judicial
Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

ÓRDENES IMPARTIDAS EN LA SENTENCIA - La Sala exhorta al


Consejo Superior de la Judicatura para que implemente políticas laborales
tendientes a concientizar a los directores de los estrados judiciales, sobre
la necesidad de permitir el ejercicio del descanso laboral

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos - Control de convencionalidad: deberes de los países miembros

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos: desconocimiento del artículo 25 de la Convención

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos - Control de convencionalidad: obligatoriedad

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos - Control de convencionalidad: finalidad

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos: obligación de los Estados partes de impartir una formación
permanente en DDHH y DIH en todos los niveles jerárquicos de las
fuerzas armadas, jueces y fiscales

ACLARACIÓN DE VOTO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

DERECHO INTERNACIONAL - Control de convencionalidad:


innecesariedad de mencionar en forma genérica y automática el ejercicio
del control

DERECHO INTERNACIONAL - Control de convencionalidad: su ejercicio


se predica en aquellos pronunciamientos donde se advierte comprometido
o amenazado el efecto útil de la convención

ACLARACIÓN DE VOTO

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

DERECHO INTERNACIONAL - Control de convencionalidad: falta de


análisis por parte de la Sala sobre la aplicación generalizada del control
en las acciones de tutela, o específica, cuando exista ausencia de
regulación, déficit de protección normativo nacional o manifiesta
disonancia entre estas y la Convención Americana sobre Derechos
Humanos

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos - Control de convencionalidad: el control de que habla la
sentencia de tutela es una simple opinión del ponente

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos: el control de convencionalidad contenido en la sentencia no
guarda correspondencia con lo que fue materia de la acción de tutela, ni
tuvo ninguna repercusión práctica en la solución del caso

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA


Magistrado ponente

STC11897-2019
Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00
(Aprobado en sesión del cuatro de septiembre de dos mil diecinueve)

Bogotá, D. C., cinco (5) de septiembre de dos mil diecinueve


(2019)

Decide la Corte la salvaguarda promovida por Carlos


Andrés Torres Rodríguez contra la Sala Administrativa del
Consejo Seccional de la Judicatura, la Dirección Ejecutiva
Seccional de Administración Judicial de Pasto y la Sala de
Gobierno del Tribunal Superior del Distrito Judicial de esa
ciudad, con ocasión de la solicitud de reconocimiento de las
vacaciones reclamadas por el quejoso.

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

1. ANTECEDENTES

1. El promotor del auxilio, requiere la protección de


las prerrogativas al “descanso, vida digna y salud”,
presuntamente vulneradas por las autoridades accionadas.

2. De la lectura del escrito tutelar y las pruebas


adosadas al plenario, se desprenden como hecho soporte de
este resguardo los descritos a continuación:

Carlos Andrés Torres Rodríguez, tiene actualmente


pendiente por disfrutar los períodos de vacaciones causados
entre el 14 de abril de 2015 y el 13 de abril de 2018,
cuando desempeñaba el cargo de sustanciador en los
Juzgados Segundo Promiscuo de Familia y Laboral del
Circuito, ambos de Ipiales, por la negativa de los titulares
de los citados despachos a permitirle el ejercicio de esa
prerrogativa, excusándose en necesidades del servicio,
según afirmó el actor.

En misiva de 29 de noviembre de 2018, habiéndose


posesionado como Juez Promiscuo Municipal de
Taminango, Torres Rodríguez solicitó al Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Pasto autorizar el goce en tiempo, o
la “compensación en dinero”, de las memoradas
“vacaciones”.

Mediante resolución n° 005 de 26 de marzo de 2019,


la anunciada autoridad negó la primera petición con base

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

en la circular n° PSAC11-44 de 23 de noviembre de 2011 1, y


remitió por competencia a la Dirección Ejecutiva de
Administración Judicial – Seccional Pasto, para que
resolviera lo concerniente a la “compensación en dinero”.
Esa determinación fue confirmada el 7 de mayo
siguiente, en sede de reposición.

A dicho del gestor, una funcionaria de esa última


entidad, en conversación telefónica, le manifestó que “tales
períodos de vacaciones sólo se pagan por orden del
nominador o por retiro del servicio”.

El promotor critica la nugatoria de los antelados


entes a permitirle disfrutar las “vacaciones” o
“compensarlas en dinero”, pues estando vinculado en
propiedad a la Rama Judicial, su retiró se dará al adquirir
el derecho pensional, y sólo hasta entonces percibirá la
prerrogativa en comento.

3. Pide, en concreto, “se ordene a la Sala de Gobierno


del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto, a que
(sic) se le conceda[n] las vacaciones en los términos y
condiciones en las cuales fueron solicitadas”.

4. Por auto de 21 de agosto de 2019, se invalidó lo


actuado en éste ruego tuitivo, incluyendo el fallo de 17 de
julio pasado, al avizorarse yerros en la notificación de la
convocada Dirección Ejecutiva de Administración Judicial –
1
“(…) los nominadores de los funcionarios judiciales designados en juzgados del régimen de
vacaciones colectivas que provengan de despachos del régimen individual, en los cuales hayan
causado vacaciones que se encuentren pendientes por disfrutar, tampoco podrán conceder el
disfrute de dichos períodos. Estos períodos pendientes, cuando existan, se deben pagar al
momento del retiro definitivo de la Rama Judicial por parte del respectivo funcionario judicial
(…)”.

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

Seccional Pasto-; en consecuencia, se ordenó rehacer el


presente trámite.

I.1. Respuesta de los accionados

1. El Consejo Superior de la Judicatura, interpeló su


desvinculación del auxilio, porque: i) “(…) no ostenta la
calidad de nominador del [tutelante], por tanto, [las
vacaciones reclamadas deben ser] otorgar[das] [por] los
jueces titulares de los mencionados despachos de acuerdo a
lo dispuesto en el numeral 8 del [canon] 131 de la Ley 270
de 1996 (…)”; y ii) esa entidad no tiene funciones de
administración ni ordenación de los recursos de las Rama
Judicial, por ende, la expedición del certificado de
disponibilidad presupuestal para el pago del reemplazo de
Carlos Andrés Torres Rodríguez, es competencia de la
Dirección Seccional de Administración Judicial de Pasto
(sic).

2. El tribunal cuestionado propendió por la


desestimación del amparo, pues las decisiones ahora
reprochadas atendieron las disposiciones normativas
pertinentes y se afincaron en el oficio DESAJPAO19-735 de
6 de mayo de 2019, emanado del Coordinador de Talento
Humano (sic), que informó:

“(…) no [es] posible conceder las vacaciones solicitadas por el


doctor Torres Rodríguez, porque se encuentra en el régimen de

6
Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

vacaciones colectivas, conforme lo estipulado en el artículo 109


del Decreto 1660 de 1978, y en consecuencia, “no se puede
certificar la disponibilidad presupuestal respectiva (…)”.

3. La Dirección Ejecutiva de Administración Judicial


-Seccional Pasto-, reconoció que Carlos Andrés Torres
Rodríguez tiene aún pendiente el disfrute de los períodos de
vacaciones causados entre el 14 de abril de 2016 y el 13 de
abril de 2019; empero, advirtió que éste ha podido gozar de
algunos tiempos de descanso remunerado, mientras se ha
desempeñado en cargos sujetos al régimen de vacaciones
colectivas.

En punto de la compensación en dinero, atestó que


esa determinación corresponde al ente “nominador” y no a
esa dependencia.

Finalmente, la señalada entidad rogó la


desestimación del amparo, por desatender el principio de
inmediatez, pues

“(…) si en algún momento vio menoscabado su derecho [al


descanso] fue al inicio de su vinculación como empleado
judicial, esto es, durante las vigencias 2010 y 2011 (sic), por lo
que en su oportunidad debió emprender las acciones legales
y/o constitucionales que consideraba necesarias (…)”

4. Los demás guardaron silencio.

2. CONSIDERACIONES

1. El quejoso anhela se conmine a las autoridades


confutadas a permitirle disfrutar o “compensar en dinero” el
“derecho al descanso” remunerado reclamado.

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

2. Delanteramente, ha de precisarse que, aun


cuando no se cumple el presupuesto de subsidiariedad, por
cuanto la Dirección Ejecutiva de Administración Judicial de
la Seccional Pasto no ha emitido el respectivo acto
administrativo para decantar la memorada solicitud de
“compensación en dinero”, su postura ya fue revelada
mediante oficio DESAJPAO19-735 de 6 de mayo pasado,
dirigido al colegiado fustigado, en la cual, afirmó la
imposibilidad de acceder a los pedimentos de Carlos Andrés
Torres Rodríguez.

3. Superado lo anterior, se advierte la prosperidad de


este ruego tuitivo ante la evidente vulneración de las
garantías constitucionales del querellante, al impedírsele,
por temas netamente pecuniarios, ejercer una prerrogativa
laboral esencial, como “las vacaciones”.

Frente a la aludida potestad esta Sala, haciendo suyas


las reflexiones de la Corte Constitucional, en pretérita
oportunidad precisó2:

“(…) [e]l descanso ha sido concebido por la jurisprudencia


constitucional como un privilegio fundamental, en cuanto
posibilita al individuo apartarse temporal o definitivamente de
sus actividades laborales o académicas cotidianas para
disfrutar de otras que según su criterio y posibilidades le
proporcionan placer, esparcimiento, relajación, nuevas
experiencias, etc., permitiéndole mantener el equilibrio físico y
mental necesario para lograr su realización como individuo,
afianzar sus lazos familiares y de amistad y, de paso,
continuar posteriormente aportando sus servicios a la sociedad
(…)”.
2
Sentencia STC de 6 de marzo de 2019, exp. 2019-00133.

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

“(…) Al respecto, lo señaló la Corte Constitucional en C-


019/2004 que “[e]l derecho al descanso conviene entenderlo
como la oportunidad que se le otorga al empleado para reparar
sus fuerzas intelectuales y materiales, para proteger su salud
física y mental, para compartir con su familia mayores y
mejores espacios de encuentro fraternal, para abordar
actividades idóneas al solaz espiritual, para incursionar más en
la lectura y el conocimiento, y, a manera de posibilidad estética,
para acercarse paulatinamente al hacer artístico en sus
múltiples manifestaciones” (…)”.

“(…) En tal sentido, en el caso de las personas que ejecutan una


tarea dependiente y reglada como los “servidores públicos”, esa
prerrogativa tiene su más tangible manifestación en la facultad
de gozar de “vacaciones”, en cuanto necesariamente las aparta
de sus obligaciones por un lapso predeterminado, confiriéndoles
dichas alternativas, que de otra manera no podrían
materializarse, máxime cuando muchas veces ello implica la
cuidadosa programación y acopio de recursos patrimoniales y
logísticos (…)”3.

Ahora, en torno a la improcedencia de invocar


dificultades de raigambre administrativa para excusar la
transgresión del “derecho al descanso”, esta Corporación en
asuntos de contornos equiparables razonó:

“(…) [Siendo] claras las posiciones del Tribunal y la Dirección


Ejecutiva Seccional, se trata de una afrenta al “descanso”, pues
por barreras meramente administrativas no se han otorgado las
“vacaciones” pendientes, en la medida que no se ha dicho que
se trata de carencia de los recursos para nombrar un sustituto,
sino que una circular emanada de la máxima regente
administrativa lo impide, sin que pasados cinco (5) meses
desde que García Peña elevó la súplica haya obtenido una
contestación apropiada, encontrándose en un limbo del que
ninguno de los involucrados se muestra dispuesto a sacarlo,
como si su silencio o la persistente negativa debieran hacerlo
desistir de su justificado anhelo (…)”4.

3
Corte Constitucional, Sentencia C-019/04.
4
CSJ STC 10219-2018

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

Atañedero a la obligación de los entes de


administración de adoptar las medidas gerenciales
tendientes a garantizar el disfrute del “descanso
remunerado” la Corte Constitucional, al defender la
exequibilidad del artículo 27 de la Ley 789 de 2001, por la
cual se dictan normas para apoyar el empleo y ampliar la
protección social y se modifican algunos artículos del
Código Sustantivo de Trabajo, conceptuó:

“(…) En nuestra legislación las vacaciones se erigen como el


derecho a un descanso remunerado por las labores
desarrolladas al servicio del empleador, quien a su vez tiene el
deber de causarlas contablemente, al igual que la obligación
de pagarlas al empleado dentro de los términos de ley. Es
decir, el empleado tiene derecho al disfrute de un tiempo libre
a título de vacaciones, durante el lapso legalmente causado y
con el pago previo de ese derecho, pues no sería justo ni
razonable el que un trabajador saliera a “disfrutar” sus
vacaciones desprovisto del correspondiente ingreso económico.
Claro es que unas vacaciones carentes de recursos se
tornarían en un hecho contraproducente a los intereses y
derechos del titular y su familia, ante la permanencia del
gasto que implica su existencia y desarrollo (…)”.

“(…) Dentro del sentido y fines del derecho a las vacaciones


resulta pertinente destacar la regla según la cual los
empleados deben disfrutar efectivamente su período
vacacional, con arreglo a los términos y plazos establecidos en
la ley. Aceptándose sólo por excepción el pago de las mismas
sin el concomitante disfrute; esto es, únicamente en los casos
taxativamente señalados se admite la compensación en dinero
de las vacaciones (…)”.

4. Emerge de lo anterior, el agravio al “derecho” en


comento, al impedírsele al petente gozar de, al menos uno
de los “períodos de cese de actividades laborales”
pendientes de disfrute, so pretexto de la instrucción

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

impartida por el Consejo Superior de la Judicatura


mediante Circular No. PSAC11-44 de 2011, pues, con esa
postura, tanto el nominador como los entes de
administración de la Rama Judicial han vulnerado el
interés superior subexámine, dando prelación a cuestiones
de índole pecuniario, por demás atribuibles a su propia
incuria por no hacer oportunamente las reservas contables
respectivas.

Se insiste, esta Corporación no puede avalar que las


dificultades financieras de la Rama Judicial y, en general,
del Estado, sean patente de corso para desconocer los
derechos laborales de los servidores judiciales, por cuanto
ello implicaría abolir las conquistas sociales de los
trabajadores alcanzadas de tiempo atrás; y ante todo,
acreencias laborales indisponibles, intransigibles, ciertas e
indiscutibles.

5. En consecuencia, se ordenará al Consejo Superior


de la Judicatura, la Dirección Ejecutiva Nacional de
Administración Judicial y la Dirección Ejecutiva de
Administración Judicial - Seccional Pasto -, que en el plazo
de quince (15) días a partir de que sean enterados de esta
resolución, de manera coordinada, eliminen las barreras
presupuestales y administrativas que impiden a Carlos
Andrés Torres Rodríguez gozar al menos uno de los períodos
de vacaciones solicitados y negados, generando el respectivo
“certificado de disponibilidad presupuestal”.

Vencido el plazo anterior, dentro de los tres (3) días


siguientes, el Tribunal Superior del Distrito Judicial

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

confutado emitirá el respectivo acto administrativo


concediendo, al menos uno, de los períodos de “vacaciones”
causados y reclamados por el tutelante.

En lo atinente a los restantes tiempos de


“vacaciones”, los órganos de administración judicial y el
colegiado aquí enjuiciado, concertarán con Torres Rodríguez
un cronograma para su disfrute en las anualidades
inmediatamente subsiguientes.

6. También se exhortará al Consejo Superior de la


Judicatura para que implemente políticas laborales
tendientes a concientizar a los directores de los estrados
judiciales de todo el territorio nacional, a permitir,
anualmente, el ejercicio de la prerrogativa al descanso, y
sólo en “extrema necesidad”, por cuestiones del servicio,
que no pueda ser superada con los otros miembros del
personal, ésta sea postergada.

Ello, a fin de evitar que se sigan generando prácticas


perjudiciales para los empleados y funcionarios de la Rama
Judicial, como la aquí avizorada, en la cual, los titulares de
los despachos, de manera irreflexiva, impiden
constantemente a sus colaboradores el ejercicio del derecho
al descanso, con la anuencia de los órganos de
administración judicial.

7. En consecuencia, la Corte hará el control


constitucional inherente a la acción de resguardo, así como
también el de convencionalidad, dimanante del bloque de
constitucionalidad, según lo previsto en la Convención

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

Americana de Derechos Humanos 5, que exige a los países


suscriptores procurar armonizar el ordenamiento interno al
mismo, para precaver cualquier disonancia entre uno y
otro.

Así se consignó en sus preceptos primero y segundo:

“(…) Artículo 1. Obligación de Respetar los Derechos: 1. Los


Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar
los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su
libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su
jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social”.

“2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser


humano”.

“Artículo 2. Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno.


Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el
artículo 1 no estuviere ya garantizado por disposiciones
legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se
comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos
constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las
medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias
para hacer efectivos tales derechos y libertades (…)”.

Así, las reglas de aquella normatividad deben


observarse en asuntos como éste, so pena de incumplir
deberes internacionales. Por tanto, es menester tener en
consideración las “garantías judiciales” y la “protección
judicial”, según las cuales, una persona podrá acudir ante
las autoridades jurisdiccionales competentes para obtener
la pronta y eficaz resolución de sus litigios.

5
Pacto de San José de Costa Rica, firmado el 22 de noviembre de 1969 y
aprobado en Colombia por la Ley 16 de 1972.

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En el presente caso, como se dijo, los accionados con


las decisiones nugatorias a conceder el “derecho al
descanso” del aquí actor, infringieron prerrogativas de
raigambre constitucional en desmedro de la salud del
quejoso. De esa manera, se contravino el canon 25 de ese
tratado:

“(…) Art. 25. Protección Judicial. 1. Toda persona tiene derecho


a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de
sus funciones oficiales”.

“2. Los Estados Partes se comprometen: “a) a garantizar que la


autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado
decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal
recurso; “b) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
“c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades
competentes, de toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso (…)”.

El instrumento citado resulta aplicable por virtud del


canon 9 de la Constitución Nacional, cuando dice:

“(…) Las relaciones exteriores del Estado se fundamentan en la


soberanía nacional, en el respeto a la autodeterminación de los
pueblos y en el reconocimiento de los principios del derecho
internacional aceptados por Colombia (…)”.

La regla 93 ejúsdem, señala:

“(…) Los tratados y convenios internacionales ratificados por el


Congreso, que reconocen los derechos humanos y que prohíben
su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el
orden interno”.

“Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se


interpretarán de conformidad con los tratados internacionales
sobre derechos humanos ratificados por Colombia (…)”.

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

El mandato 27 de la Convención de Viena, sobre el


derecho de los tratados de 1969 6, debidamente ratificada
por Colombia, según el cual: “(…) Una parte no podrá
invocar las disposiciones de su derecho interno como
justificación del incumplimiento de un tratado (…)”7, impone
su observancia en forma irrestricta, cuando un Estado
parte lo ha suscrito o se ha adherido al mismo.

7.1. Aunque podría argumentarse la viabilidad del


control de convencionalidad sólo en decursos donde se
halla el quebranto de garantías sustanciales o cuando la
normatividad interna es contraria a la internacional sobre
derechos humanos, se estima trascendente efectuar dicho
seguimiento en todos los asuntos donde se debata la
conculcación de prerrogativas iusfundamentales, así su
protección resulte procedente o no.

Lo aducido porque la enunciada herramienta le


permite a los Estados materializar el deber de garantizar los
derechos humanos en el ámbito doméstico, a través de la
verificación de la conformidad de las normas y prácticas
nacionales, con la Convención Americana de Derechos
Humanos y su jurisprudencia, ejercicio que según la Corte
Interamericana se surte no sólo a petición de parte sino ex
officio8.

No sobra advertir que el régimen convencional en el


derecho local de los países que la han suscrito y aprobado,
6
Suscrita en Viena el 23 de mayo de 1969.
7
Aprobada por Colombia mediante la Ley 32 de 1985.
8
Corte IDH. Caso Gudiél Álvarez y otros (“Diario Militar”) contra Guatemala. Sentencia de
noviembre 20 de 2012. Serie C No. 253, párrafo 330

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

no constituye un sistema opcional o de libre aplicación en


los ordenamientos patrios; sino que en estos casos cobra
vigencia plena y obligatoriedad con carácter impositivo para
todos los servidores estatales, debiendo realizar no
solamente un control legal y constitucional, sino también el
convencional; con mayor razón cuando forma parte del
bloque de constitucionalidad sin quedar al arbitrio de las
autoridades su gobierno.

7.2. El aludido control en estos asuntos procura,


además, contribuir judicial y pedagógicamente tal cual se le
ha ordenado a los Estados denunciados –incluido
Colombia9, a impartir una formación permanente de
Derechos Humanos y DIH en todos los niveles jerárquicos
de las Fuerzas Armadas, jueces y fiscales 10; así como
realizar cursos de capacitación a funcionarios de la rama
ejecutiva y judicial y campañas informativas públicas en
materia de protección de derechos y garantías 11.

Insistir en la aplicación del citado control y esbozar el


contenido de la Convención Interamericana de Derechos
Humanos en providencias como la presente, le permite no
sólo a las autoridades conocer e interiorizar las obligaciones
contraídas internacionalmente, en relación con el respeto a
9
Corte IDH, Caso Vélez Restrepo y familiares Vs. Colombia, Excepción preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de septiembre de 2012. Serie C No. 248, párrs. 259 a
290, criterio reiterado Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia, Excepciones
preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2012. Serie C
No. 259, párrs. 295 a 323.

10
Corte IDH, Caso de la Masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala, Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2009. Serie C No. 211,
párrs. 229 a 274.

11
Corte IDH, Caso Furlan y familiares Vs. Argentina, Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2012. Serie C No. 246, párrs. 278 a
308.

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los derechos humanos, sino a la ciudadanía informarse en


torno al máximo grado de salvaguarda de sus prerrogativas.

Además, pretende contribuir en la formación de una


comunidad global, incluyente, respetuosa de los
instrumentos internacionales y de la protección de las
garantías fundamentales en el marco del sistema americano
de derechos humanos.

8. Por lo discurrido se impone acceder a la


salvaguarda deprecada por esta senda.

3. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: CONCEDER el amparo promovido por


Carlos Andrés Torres Rodríguez contra la Sala
Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura, la
Dirección Ejecutiva Seccional de Administración Judicial de
Pasto y la Sala de Gobierno del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de esa ciudad.

SEGUNDO: En consecuencia, se ORDENA al Consejo


Superior de la Judicatura, la Dirección Ejecutiva Nacional
de Administración Judicial y la Dirección Ejecutiva de
Administración Judicial - Seccional Pasto -, que en el plazo

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

de quince (15) días a partir de que sean enterados de esta


resolución, de manera coordinada, eliminen las barreras
presupuestales y administrativas que impiden a Carlos
Andrés Torres Rodríguez gozar, al menos uno, de los
períodos de vacaciones solicitados y negados, expidiendo el
correspondiente certificado de disponibilidad presupuestal.

Vencido el lapso anterior, dentro de los tres (3) días


siguientes, el Tribunal Superior del Distrito Judicial
confutado deberá emitir el acto administrativo concediendo,
siquiera, una proporción del descanso remunerado causado
y reclamado por el tutelante.

TERCERO: EXHORTAR al Consejo Superior de la


Judicatura para que implemente políticas laborales
tendientes a concientizar a los directores de los estrados
judiciales de todo el territorio nacional, a permitir
anualmente el ejercicio de la prerrogativa al descanso, y
sólo en extrema necesidad, por cuestiones del servicio, que
no pueda ser superada con los otros miembros del personal
del despacho, ésta sea postergada.

CUARTO: Comunicar telegráficamente lo resuelto en


esta providencia a los interesados y oportunamente envíese
el expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

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NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE


Presidente de Sala

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA


Aclaración de voto

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA


Aclaración de voto

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ACLARACIÓN DE VOTO

Aunque comparto la decisión adoptada por la


Honorable Sala, dado el acierto en su motivación,
respetuosamente aclaro mi voto con el exclusivo propósito
de resaltar que se torna innecesario en el ejercicio
jurisdiccional cotidiano, incluir de forma genérica y
automática una mención sobre el empleo del denominado
«control de convencionalidad».

Ciertamente, de conformidad con la propia


jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, surge, entre
otros deberes, el imperativo para sus jueces de examinar ex
officio, en sus decisiones, la vigencia material de lo pactado.

De esta manera, el «control de convencionalidad»


comporta una actitud de consideración continua que
deberá acentuarse y manifestarse expresamente, tan solo
en aquellos pronunciamientos donde se advierta
comprometido o amenazado «el efecto útil de la Convención»12, lo
cual acontecerá en los eventos donde pueda verse «mermado
o anulado por la aplicación de leyes contrarias a sus disposiciones,
objeto y fin del instrumento internacional o del estándar internacional

de protección de los derechos humanos» 13; todo lo cual resulta

ajeno al presente caso.

12
CIDH. Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) contra
Perú. Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C No. 158, párrafo 128.
13
CIDH. Caso Heliodoro Portugal contra Panamá. Sentencia de enero 27 de 2009.
Serie c No. 186, párrafo 180.

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

En los anteriores términos dejo fundamentada mi


aclaración de voto con comedida reiteración de mi respeto
por la Honorable Sala de Casación Civil.

LUIS ALONSO RICO PUERTA

Magistrado

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Radicación n.° 11001-02-30-000-2019-00478-00

ACLARACIÓN DE VOTO

Con mi acostumbrado respeto hacia los magistrados que


suscribieron la decisión, me permito exponer las razones por
las cuales debo aclarar mi voto en el presente asunto.

Se afirmó en la providencia que fue realizado un “control


de convencionalidad”, a partir de lo previsto en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; sin embargo, debe
atenderse que la sola alusión al ordenamiento foráneo no
tiene per se la aptitud de proteger los derechos esenciales de
las personas.

La figura a la que se hace referencia, en mi criterio, no


tiene aplicación general en todas las controversias que
involucren derechos fundamentales; su utilidad estaría
restringida a los eventos de ausencia de regulación, déficit de
protección a nivel de las normas nacionales, o una manifiesta
disonancia entre estas y los tratados internacionales que
ameriten la incorporación de los últimos.

Consideraciones que, estimo, debe tener en cuenta la


Sala cuando lleve a cabo un estudio sereno, riguroso y
detallado sobre el tema, pues las aseveraciones que hasta
ahora se han consignado al respecto en las providencias de
tutela corresponden a una opinión personal del H. magistrado
ponente; no obstante, el control que supuestamente efectuó,
además de no guardar correspondencia con lo que fue materia
de la acción constitucional, no tuvo ninguna repercusión
práctica en la solución de la petición de amparo.

De los señores Magistrados,

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ


Magistrado

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