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Cerebro En peligro.

libera adrenalina y cortisol si experimentamos algo gratificante nuestros


cerebros segregan dopanina,oxitocina,serotonina.

de vuelta al curso

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Módulo_HS_Unidad1

MÓDULO DE HABILIDADES
SOCIOEMOCIONALES
"UNIDAD 1: Identificación y análisis del estado
socioemocional actual "

INICIO

HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES

UNIDAD 1 UNIDAD 2 UNIDAD 3


Antes de empezar
 Se trata de unidades virtuales, que
proponen un avance a tu propio ritmo,
por lo que requiere un alto nivel de
compromiso con el contenido y contigo
mismo.

 Encontrarás algunos recursos en video y


otros en archivos PDF, que
complementarán tus aprendizajes sobre
los temas abordados.
 Te recomendamos usar una Bitácora de
Trabajo (cuaderno o block con hojas), en
donde podrás trabajar directamente y de
manera simultánea, los contenidos y
propuestas que estas unidades te
ofrecen.

 Tiempo aproximado para trabajar la


unidad: 2 horas.

Introducción
En esta primera unidad, conoceremos acerca de las emociones, cuáles son sus funciones,
cuáles son sus componentes y cómo se desarrollan los episodios emocionales.

Propósitos
Que los docentes participantes:

 Analicen y reflexionen sobre aquellas


emociones personales, que pueden ser
comunes entre los docentes.
 Describan la importancia que tienen las
emociones en relación a su bienestar
personal y laboral, cómo influye ello en
sus relaciones interpersonales, y cuál
sería la posibilidad de trabajar con ellas.

Mapa de Contenidos
Dar clic al cursor sobre cada uno de los títulos, para ampliar la información
¿Alguna vez has tenido que dirigir una dinámica de clase o capacitación sin
sentirte preparado?

El corazón late aceleradamente, el estómago se contrae, las manos sudan, se siente mucha
ansiedad y confusión, olvidas las palabras que tienes que decir o los temas que tienes que
tratar, tartamudeas, sientes ganas de escapar. Cuando esto sucede, se activan áreas
específicas del cerebro que están relacionadas con las emociones y nuestra capacidad para
regularlas, como el sistema límbico y la corteza prefrontal.

Ver Video

 Las emociones son funciones biológicas


del sistema nervioso que han contribuido
con la supervivencia, reproducción y
adaptabilidad de la especie humana.
 Se activan cuando el cerebro detecta
algún peligro, amenaza o desequilibrio
con el fin de poner en marcha los recursos
a su alcance para controlar la situación.
 Son parte de un mecanismo que nos
ayuda a reaccionar con rapidez ante
acontecimientos inesperados
funcionando de manera automática.
 Cada emoción provoca en el cuerpo una
respuesta distinta: el miedo provoca un
aumento del latido cardiaco que hace que
llegue más sangre a los músculos,
favoreciendo la respuesta de huida, por
ejemplo.
 Se trata entonces de una manera
automática y particular de valorar y
responder, tanto fisiológica, como
psicológicamente, ante un evento. Su
función radica en ayudarnos a lidiar con
dicha situación.
Existen dos partes del cerebro que se encargan de la expresión y la regulación
de las emociones:

El sistema límbico: área que rige las reacciones emocionales. Éstas se presentan de
manera automática y sin razonar. Muchas de estas reacciones pueden ser útiles, incluso,
pueden salvarte la vida. Sin embargo, existen las reacciones que pueden ser
desproporcionadas y que pueden llevarte a situaciones complejas.

La corteza prefrontal: área del cerebro que razona, analiza, planea y toma decisiones de
manera responsable. Se ubica en la parte delantera de nuestro cerebro.

Cuando sentimos una emoción, la experiencia que tenemos resulta insustituible; tanto si
ello te gusta o no, no hay forma de evitar lo que cada emoción quiere hacerte sentir.

Muchas de nuestras reacciones emocionales (conductas), son aprendidas a lo largo de


nuestra vida, sin que nos demos cuenta de cómo o cuándo se instalaron. Esto, debido a que
no es usual que nos detengamos a reflexionar sobre ello. Sentimos ciertas emociones (o
dejamos de sentirlas), según cómo interpretamos lo que nos sucede.

Para cambiar nuestros hábitos de reacción emocional, o cierta impulsividad, quien


interviene es la corteza prefrontal, reevaluando lo que está sucediendo y entregando
conscientemente otras alternativas.
Peligro:

Imaginemos que nos encontramos en una situación compleja, que comienza a generar en
nosotros temor, ira, angustia. Si el sistema límbico funcionara solo, actuaríamos de forma
impulsiva, y nuestras reacciones emocionales podrían volverse desproporcionadas, sin
mostrar ningún tipo de control. Afortunadamente, las partes que componen el cerebro
“trabajan en equipo”, logrando la colaboración de la corteza prefrontal y el sistema límbico.
Ello es lo que permite que podamos tomar decisiones acertadas, analizando la situación y
contribuyendo a que nuestras conductas “no se salgan de control”.

1. Escribe en tu bitácora de trabajo alguna


situación de tu vida cotidiana – en el trabajo o
en tu vida personal- en la que tu sistema
límbico se haya salido de control y en la que la
corteza prefrontal no supo qué hacer.
2. Escribe alguna situación en la que tu corteza
prefrontal haya conseguido negociar con tu
sistema límbico y tomó acción sobre lo que
sucedía.
3. Reflexiona y luego responde, cómo te sentiste
luego de haber actuado bajo el control del
sistema límbico y cómo te sentiste cuando
ambos consiguieron negociar.

Constantemente nos enfrentamos a situaciones que disparan emociones y activan nuestro


sistema límbico. Cuando aparece una situación nueva o desafiante, nuestro sistema límbico
toma el control por un momento y dispara ciertas emociones que nos ponen en alerta,
generando ansiedad o nerviosismo; por ejemplo, inhibiendo algunas capacidades cognitivas
como la memoria o la capacidad de atención. Por eso, es muy importante ”tranquilizar” a
nuestro sistema límbico para que nuestra corteza prefrontal nos ayude a actuar
adaptativamente.

”Cada persona experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus


experiencias anteriores, su aprendizaje y de la situación concreta. Algunas de las reacciones
fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones, son innatas; mientras
que otras pueden adquirirse. Unas se aprenden por experiencia directa, como el miedo o la
ira, pero la mayoría de veces se aprende observando a las personas de nuestro entorno (por
ello cobra tanta importancia que los padres y maestros aprendan a controlar sus propias
conductas).” AECC (2010)
Las emociones son parte de nuestro mundo interno, pero no siempre somos conscientes de
que están ahí y de cuál es la influencia que tienen sobre nosotros.

Cuando no identificamos las emociones, tenemos mayor probabilidad de que, influenciados


por ellas, tomemos decisiones de las cuales nos podemos arrepentir luego. ¿Te ha pasado?

Las emociones influyen en la forma en que percibimos e interactuamos con el mundo.

1.
Crees que esto podría afectar de alguna forma nuestras metas? ¿Por qué?

¿Qué tan capaces de regular nuestras emociones nos sentimos ?

Las personas podemos desarrollar la habilidad de autorregular nuestras emociones e influir


activa y conscientemente en nuestra experiencia de bienestar.

Es necesario tomar en cuenta que:

 Las emociones de otros influyen en nuestras emociones.


 Nuestras emociones afectan nuestro desempeño.
 Nuestras emociones afectan el desempeño de otros.
Observemos detenidamente ambas imágenes y luego escribamos en nuestra bitácora de
trabajo.

1. Si utilizamos una metáfora, donde tú eres el conductor de la bicicleta y las


emociones son la bicicleta, ¿con cuál te identificas más? ¿Por qué?
2. ¿Qué acciones realizas para manejar tus emociones?
3. ¿Consideras que las acciones que realizas te ayudan a manejar adecuadamente tus
emociones? ¿Por qué?

Las formas en que experimentamos y expresamos las emociones, pueden ser muy variadas.
Existen emociones que sirven como base para otras más complejas y particulares, que
componen la experiencia humana. Algunas emociones, por ser muy intensas, no nos
permiten actuar como quisiéramos, y nos vuelven “torpes”. Hay otras que, aunque puedan
ser incluso “negativas”, provocan acciones que responden más a las necesidades del
entorno. Por ejemplo, si siento ansiedad ante una presentación de trabajo, esto puede llevar
a que me bloquee y no desarrolle la presentación que debo realizar. Si la emoción es de
preocupación porque debo llevar a cabo la presentación, es más probable que ello me lleve
a prepararme con anticipación para no fallar.

Emociones "torpes"
Ira
Ansiedad
Euforia
Envidia
Depresión
Culpa
Desesperación

Emociones "inteligentes"
Fastidio
Preocupación
Frustración
Alegría
Admiración
Tristeza
Arrepentimiento

Conducta emocional
Las emociones generan cambio en los dominios de la experiencia subjetiva, el
comportamiento y la fisiología periférica. Usualmente, son vistas como algo que surge de
pronto, como “en segundos”.

Estas emociones pueden ser beneficiosas o dañinas, dependiendo del contexto. Nos
benefician cuando guían apropiadamente el proceso sensorial, fortalecen la toma de
decisiones, nos proveen de información acerca del curso de la acción, nos informan de las
intenciones en el comportamiento de los otros y motivan comportamientos socialmente
apropiados para cambiar la situación que dio paso a la emoción de manera asertiva. (Gross,
2015).

Un ejemplo de emociones beneficiosas, puede incluir el miedo que nos lleva a evitar una
situación potencialmente mortal, los episodios de alegría que refuerzan una amistad,
situaciones de rabia nos pueden llevar a defender causas que nos parecen justas, entre
otras.

Un ejemplo de emociones dañinas, puede incluir la rabia que nos lleva a autoagredirnos o
agredir a otro individuo, la ansiedad que nos limita en las interacciones sociales o el trabajo,
etc.
Regulación emocional
Las emociones usualmente parecen ir y venir sin mayor control; sin embargo, podemos – y
usualmente lo hacemos - ejercer alguna medida de control cuando un estado afectivo
impacta directamente en una meta personal o laboral.

Lo que define la regulación emocional, es la activación de una meta que tiene influencia
directa sobre la trayectoria de la emoción.

Podemos regular nuestras emociones haciendo uso de diversas estrategias, tales como
concentrarnos en nuestra respiración, ir a pasear, salir a correr, golpear una almohada,
conversar con un amigo, tomar una siesta, leer un libro, renunciar al trabajo, morderse las
uñas o pensar en la situación de manera diferente.

Cierre de la Unidad
 Hemos llegado al final de esta unidad.
 A continuación, encontrarás la Ficha de Trabajo 2, que te ayudará a organizar los
aprendizajes obtenidos. Antes de desarrollarla, lee cuidadosamente las dos lecturas
sugeridas para esta unidad.

Ir a la ficha

Referencias
bibliográficas
 AECC (2010). Las emociones. Comprenderlas para vivir mejor. Madrid, España.
AECC
 Construye T (2018). Las habilidades socioemocionales.Recuperado de
www.construye-t.org.mx consultado el 1 de mayo del 2018.
 Fros, F. (2013). Ciencia de las emociones. Los secretos del cerebro y sus
sentimientos. Buenos Aires, Argentina. Ed: Ediciones B
 Hernández, M., Trejo, Y. Y Hernández, M. (2018). El desarrollo de habilidades
socioemocionales de los jóvenes en el contexto educativo. En: RED. Nº 9. pp: 88-
97. D.F.: México. INEE
 Gross, J. (2015). Emotion Regulation: Current Status and Future Prospects. En:
Psichological Inquiry. Taylor & Francis Group, LLC.

Antes de Empezar
 Se trata de unidades virtuales, que
proponen un avance a tu propio ritmo,
por lo que requiere un alto nivel de
compromiso con el contenido y contigo
mismo.

 Encontrarás algunos recursos en video y


otros en archivos PDF, que
complementarán tus aprendizajes sobre
los temas abordados.

 Te recomendamos que continúes usando


la Bitácora de Trabajo (cuaderno o block
con hojas) de la unidad anterior, en donde
podrás trabajar directamente y de
manera simultánea, los contenidos y
propuestas que estas unidades te
ofrecen.
 Tiempo aproximado para trabajar
la unidad: 3 horas.

Introducción
En esta segunda unidad, comprenderemos la forma en que las emociones y pensamientos,
toman parte en la generación de comportamientos. Asimismo, elaboraremos estrategias
para gestionar nuestras emociones y ser más eficientes y efectivos al actuar, a manera de
cuidarnos a nosotros mismos y ser más resilientes.

Propósitos
Que los docentes participantes:

 Identifiquen estrategias emocionales que


les permitan ayudarlos a afrontar
situaciones difíciles, tanto en el ámbito
personal, como laboral.
 Reconozcan sus “anclas” y “estrategias
emocionales”, a fin de identificar aquellas
que les permitan desenvolverse
asertivamente.
 Reconozcan los recursos para poner en
práctica estrategias de autoprotección y
autocuidado, con la finalidad de ser más
resilientes.

Mapa de Contenidos
Dar clic al cursor sobre cada uno de los títulos, para ampliar la información

Emoción
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al
ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen
innato, influidos por la experiencia.

Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.

Se trata de un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis, la que es


relativamente violenta y pasajera.

Las personas crecemos y construimos nuestra identidad de forma dinámica en diversas


dimensiones: cognitiva, biológica, psicológica, afectiva, social y moral.

A lo largo de nuestra vida, aprendemos a desarrollarlas y complementarlas de tal forma que


nos volvemos más capaces de hacer y aplicar saberes distintos en distintas situaciones y
ambientes.

Nuestras emociones están relacionadas directamente con nuestras experiencias, las


personas con las que convivimos, las oportunidades que se nos presentan y el impacto que
ellas mismas tienen en nuestra formación personal y profesional.

Caso 1
Dos integrantes de mi equipo de trabajo, no hicieron parte del proyecto que les
correspondía. Nos toca presentarlo hoy a la coordinación, y van a rechazar nuestro trabajo
por no cumplir. La verdad, prefiero trabajar por mi cuenta y no con otros.

Caso 2
Una compañera de trabajo, que es muy bromista, se sentó junto a mí mientras estábamos
en reunión con el director. Mi amiga no paraba de hacerme bromas y muecas y, aunque no
quería hacerlo, terminé riendo a carcajadas en plena reunión.

Caso 3
Ayer tuve un problema familiar y no dormí bien. Se hizo tarde y no llegué a tiempo a mi
primera clase del Programa Formativo. Para entrar a la segunda clase, le pedí permiso a mi
coordinadora, quien me dejó entrar, pero me llamó la atención, lo que generó que no pueda
concentrarme en hacer bien mi trabajo.
Trabajemos estos casos en nuestra bitácora de trabajo, de acuerdo a las siguientes
preguntas:

1. ¿Qué emociones identificamos en cada


caso?
2. ¿Qué sucedería si en cada caso, nos
dejamos llevar por esa emoción?
3. ¿Crees que esto podría afectar de alguna
forma nuestras metas? ¿Por qué?

Cierre de la Unidad
 Hemos llegado al final de esta unidad.
 A continuación, encontrarás la Ficha de
Trabajo 2, que te ayudará a organizar los
aprendizajes obtenidos. Antes de
desarrollarla, lee cuidadosamente las dos
lecturas sugeridas para esta unidad.

Ir a la ficha

Referencias
bibliográficas
 AECC (2010). Las emociones.
Comprenderlas para vivir mejor.
Madrid, España. AECC
 Construye T (2018). Las habilidades
socioemocionales.Recuperado de
www.construye-t.org.mx consultado el
1 de mayo del 2018.
 Fros, F. (2013). Ciencia de las
emociones. Los secretos del cerebro y
sus sentimientos. Buenos Aires,
Argentina. Ed: Ediciones B
 Hernández, M., Trejo, Y. Y Hernández,
M. (2018). El desarrollo de habilidades
socioemocionales de los jóvenes en el
contexto educativo. En: RED. Nº 9. pp:
88-97. D.F.: México. INEE
 Gross, J. (2015). Emotion Regulation:
Current Status and Future Prospects.
En: Psichological Inquiry. Taylor &
Francis Group, LLC.

Última modificación: viernes, 2 de agosto de 2019, 20:51

Lee las emociones del cuadro y, si crees que falta alguna, puedes incluirla en tu bitácora de
trabajo:

Ansiedad
Asombro
Gozo
Duda
Celos
Enojo
Alivio
Miedo
Entusiasmo
Tristeza
Aburrimiento
Disgusto
Desánimo
Envidia
Desesperación
Orgullo
Angustia

1. ¿Qué emociones del cuadro has experimentado en estos últimos días? Escribe 3 de
ellas.
2. ¿Cómo crees que estas emociones afectan tu forma de ver el mundo cuando las
experimentas?
3. ¿Qué acciones acompañan estas emociones usualmente? Escribe un ejemplo de
cómo influyó alguna emoción en tu forma de actuar.
4. ¿Cómo crees que puede ayudarte , tanto en el ámbito personal, como laboral el
aprender a reconocer tus emociones?

Aprender a reconocer las emociones que sentimos puede ayudarnos a activar nuestra corteza
prefrontal, para analizar la situación y que nuestras acciones posteriores nos ayuden a
sobrellevarla de la mejor manera para nosotros, y los otros.
Reflexionemos

 Cuando tienes que hacer una presentación frente a tus colegas ¿qué imágenes y
pensamientos pasan por tu cabeza?
 ¿Qué piensas mientras recibes un reconocimiento, o por obtener algo por lo que te
esforzaste mucho?
 ¿Qué piensas mientras felicitas tú a otra persona por haber conseguido un logro
que querías para ti?

*Recuerda escribir las respuestas y reflexiones, en tu bitácora de trabajo.


“Las emociones tienen dos aspectos fundamentales íntimamente relacionados y que impactan en
nuestra conducta: por un lado, el aspecto afectivo, que corresponde a lo que sentimos en el
cuerpo. Por otro, el aspecto cognitivo, que se refiere a lo que pensamos y las imágenes que surgen
durante la experiencia emocional”.

Hernández, Trejo y Hernández (2018)

El aspecto cognitivo de las emociones, se refiere a la experiencia mental


o psicológica, que ocurre al mismo tiempo que la sensación corporal o
afectiva.

La conducta emocional se inicia en el momento en el que la situación (S), entendida como


la propuesta del entorno o suceso que escapa de nuestro control, dispara un pensamiento
automático (P), es decir, lo primero que pasa por nuestra mente al evaluar la situación. Este
pensamiento automático nos lleva directamente a sentir una emoción (E), que surge de esa
lectura o interpretación que le damos a la situación. Lo que esta emoción nos haga sentir,
impacta directamente en la acción (A) que realizaremos en respueta a la situación que se
presentó. Mientras más intensa es la emoción, más fuerte e intensa será la acción.
Veamos un ejemplo

Juan y Rosa se han juntado para trabajar en la programación de su siguiente proyecto de


clase. De pronto, se inicia un sismo fuerte (S).

Inmediatamente, de manera automática, la evaluación que hace Juan de la situación, es: “la
casa se podría venir abajo” (P). Esto le ocasiona miedo (E). Esta emoción deriva en que
finalmente sale corriendo de la casa, sin tener mayor cuidado con ello (A).

Al mismo tiempo, Rosa tiene un pensamiento distinto: “parece que no es tan fuerte el
temblor” (P), lo que hace que la emoción que siente sea distinta, quizá hasta de indiferencia
(E), lo que deriva en una conducta diferente, como quedarse sentada y seguir con la
programación que estaba trabajando con Juan (A).

Imaginemos ahora que tú estabas trabajando con Juan y Rosa en la programación del
proyecto de clase en el mismo lugar y de pronto inicia el sismo fuerte (S):

1. ¿Cuál sería el pensamiento (P) que aparecería de manera automática?


2. ¿Cuál sería la emoción (E) que derivaría de dicho pensamiento?
3. Finalmente, ¿qué acción (A) se sucitaría luego de ello?

Las emociones surgen luego de haber evaluado la situación en la que nos encontramos. Esto
se hace de manera automática. La regulación emocional ocurre cuando decidimos analizar
nuestro pensamiento (el que nos está generando la emoción) de manera positiva o negativa,
para activar impulsos que nos ayuden a modificar la emoción y luego la respuesta que se
estaba generando.

María es docente de aula. Uno de sus estudiantes, un niño de 6 años, constantemente se


pelea con sus compañeros, rompe materiales, desordena. Ante esta situación (S), María
piensa “es un niño muy malcriado” (P), lo que le hace sentir rabia y cólera (E). Ante ello, su
conducta es castigarlo en cuanto se levanta de su silla (A).

¿Qué pasaría si Rosa, antes de actuar y castigarlo, se planteara pensamientos alternativos


al ya señalado? Podría plantearse, por ejemplo: “¿será que el niño tiene problemas en casa?
¿Será que puede estar siendo molestado por sus compañeros por algún motivo?” Estos
pensamientos alternativos, quizá atenúen o incluso cambien la emoción generada, por
ejemplo, por preocupación. Esta nueva emoción (E) puede llevar a Rosa a decidir por una
acción más adecudada a su rol docente (A), como citar a los padres del niño para conversar
acerca de lo que está pasando en casa, u observar en el recreo el juego del niño con sus
compañeros para identificar posibles conductas de acoso escolar.

El pensamiento alternativo entonces, propone que nos detengamos a atender la situación y


analizarla, para comprender qué es lo que está originando las emociones que estamos
sintiendo. De esta manera, tenemos control sobre las acciones que tomaremos a
continuación.
Llena los espacios en blanco del siguiente cuadro en tu bitácora de trabajo, para cada una
de las tres situaciones:

Existen situaciones en donde no podemos dejar de pensar en algo, como si ese pensamiento
nos dominara y quedamos a su merced, o nos peleamos con él cada vez que aparece.

Lo mismo ocurre con las emociones, no podemos dejar de sentirlas, nos ”enganchamos”,
nos dejamos llevar por esa emoción, o la rechazamos para evitar sentirla. Estos mecanismos
agrandan e intensifican lo que experimentamos y, por tanto, la forma en que respondemos.
Es muy importante que los reconozcamos para “desengancharnos” y liberar las emociones
que no ayudan.
Construye T (2018)

Ya conocemos cuál es el impacto que nuestro pensamiento tiene sobre nuestras emociones
y cómo éstas comandan las acciones que terminamos por efectuar.

También es importante reconocer que existen situaciones a nuestro alrededor, que disparan
o activan emociones recurrentes a lo largo del día. Conocer las situaciones nos ayudará a
saber cuáles de éstas pueden incomodarnos y qué otras nos generan alegría o entusiasmo.

El "ancla emocional"

Las “anclas emocionales” son actividades que disfrutamos y que al hacerlas nos hacen sentir
relajados, bajando nuestros niveles de estrés. Estas actividades pueden ser de cualquier
tipo, como realizar una actividad física, un pasatiempo, algún oficio paralelo, etc.

Estas actividades se convierten en un ancla, no solo porque las disfrutamos y nos


desestresan, sino porque las realizamos de manera periódica. Por ejemplo, bailar o practicar
un deporte será un ancla, no cuando lo hago de manera esporádica, sino cuando lo hago
dos o tres veces en la semana. El reto, entonces, está en encontrar cuál es la actividad que
a cada uno lo desestresa y establecer un plan para realizarla de manera periódica durante
la semana.

OJO: No es una receta, no existe un solo tipo de actividad que a todos nos desestrece por
igual.

¿Recuerdas a Rosa? Luego de conocer acerca del pensamiento alternativo, consiguió


ejecutar acciones que le ayudaron a manejar con mayor asertividad la situación con su
estudiante. Sin embargo, como esto es un proceso, ha comenzado a identificar que muchas
veces sus reacciones se deben a la carga emocional y el estrés en el trabajo. Por ello, para
regular sus emociones, ha decidido identificar sus anclas emocionales y organizar su agenda
de tal forma que tenga espacios durante la semana para ejecutarlas.

Por ejemplo, Rosa disfruta mucho del tejido a crochet. Es una actividad que tiene - para ella-
un efecto tranquilizador y le genera alegría y paz interior. Por ello, ha decidido que se dará
un espacio para tejer durante una hora, por lo menos, todos los días.

En ese sentido, se ha percatado de que las situaciones vividas, y este aprendizaje, le han
permitido ser resiliente en su vida personal y laboral, ocasionando que viva más tranquila,
a pesar de que algunas situaciones del entorno no cambian; pero su respuesta ante ellas, sí.

Ver Video

Te recomendamos revisar la siguiente charla “¿Cómo convertir el estrés en tu


amigo?” (Kelly McGonigal), en donde nos muestra que el problema no es el

estrés en sí mismo, sino la forma de relacionarnos con él.


Ver Video

Lectura 1
Lectura 2

Cierre de la Unidad
 Hemos llegado al final de esta unidad.
 A continuación, encontrarás la Ficha de Trabajo 2, que te ayudará a organizar los
aprendizajes obtenidos. Antes de desarrollarla, lee cuidadosamente las dos lecturas
sugeridas para esta unidad.

Ir a la ficha

Referencias
bibliográficas
 AECC (2010). Las emociones. Comprenderlas para vivir mejor. Madrid, España.
AECC
 Construye T (2018). Las habilidades socioemocionales.Recuperado de
www.construye-t.org.mx consultado el 1 de mayo del 2018.
 Fros, F. (2013). Ciencia de las emociones. Los secretos del cerebro y sus
sentimientos. Buenos Aires, Argentina. Ed: Ediciones B
 Hernández, M., Trejo, Y. Y Hernández, M. (2018). El desarrollo de habilidades
socioemocionales de los jóvenes en el contexto educativo. En: RED. Nº 9. pp: 88-
97. D.F.: México. INEE
 Gross, J. (2015). Emotion Regulation: Current Status and Future Prospects. En:
Psichological Inquiry. Taylor & Francis Group, LLC.

El pensamiento alternativo entonces, propone que nos detengamos a atender la situación


y analizarla, para comprender qué es lo que está originando las emociones que estamos
sintiendo. De esta manera, tenemos control sobre las acciones que tomaremos a
continuación.
Existen situaciones en donde no podemos dejar de pensar en algo, como si ese
pensamiento nos dominara y quedamos a su merced, o nos peleamos con él cada vez que
aparece.

Lo mismo ocurre con las emociones, no podemos dejar de sentirlas, nos ”enganchamos”,
nos dejamos llevar por esa emoción, o la rechazamos para evitar sentirla. Estos
mecanismos agrandan e intensifican lo que experimentamos y, por tanto, la forma en que
respondemos. Es muy importante que los reconozcamos para “desengancharnos” y liberar
las emociones que no ayudan.
Construye T (2018)

Ya conocemos cuál es el impacto que nuestro pensamiento tiene sobre nuestras


emociones y cómo éstas comandan las acciones que terminamos por efectuar.

También es importante reconocer que existen situaciones a nuestro alrededor, que


disparan o activan emociones recurrentes a lo largo del día. Conocer las situaciones nos
ayudará a saber cuáles de éstas pueden incomodarnos y qué otras nos generan alegría o
entusiasmo.

Las “anclas emocionales” son actividades que disfrutamos y que al hacerlas nos hacen
sentir relajados, bajando nuestros niveles de estrés. Estas actividades pueden ser de
cualquier tipo, como realizar una actividad física, un pasatiempo, algún oficio paralelo,
etc.

Estas actividades se convierten en un ancla, no solo porque las disfrutamos y nos


desestresan, sino porque las realizamos de manera periódica. Por ejemplo, bailar o
practicar un deporte será un ancla, no cuando lo hago de manera esporádica, sino cuando
lo hago dos o tres veces en la semana. El reto, entonces, está en encontrar cuál es la
actividad que a cada uno lo desestresa y establecer un plan para realizarla de manera
periódica durante la semana.

OJO: No es una receta, no existe un solo tipo de actividad que a todos nos desestrece por
igual.

¿Recuerdas a Rosa? Luego de conocer acerca del pensamiento alternativo, consiguió


ejecutar acciones que le ayudaron a manejar con mayor asertividad la situación con su
estudiante. Sin embargo, como esto es un proceso, ha comenzado a identificar que muchas
veces sus reacciones se deben a la carga emocional y el estrés en el trabajo. Por ello, para
regular sus emociones, ha decidido identificar sus anclas emocionales y organizar su agenda
de tal forma que tenga espacios durante la semana para ejecutarlas.
Por ejemplo, Rosa disfruta mucho del tejido a crochet. Es una actividad que tiene - para ella-
un efecto tranquilizador y le genera alegría y paz interior. Por ello, ha decidido que se dará
un espacio para tejer durante una hora, por lo menos, todos los días.

En ese sentido, se ha percatado de que las situaciones vividas, y este aprendizaje, le han
permitido ser resiliente en su vida personal y laboral, ocasionando que viva más tranquila,
a pesar de que algunas situaciones del entorno no cambian; pero su respuesta ante ellas, sí.

Ver Video

Te recomendamos revisar la siguiente charla “¿Cómo convertir el estrés en tu


amigo?” (Kelly McGonigal), en donde nos muestra que el problema no es el

estrés en sí mismo, sino la forma de relacionarnos con él.

El planteamiento de metas
Los objetivos personales son metas o deseos que se proponen las personas a sí mismas. Son
desafíos que nos planteamos porque consideramos que de alguna forma, nuestra vida
mejorará si los logramos.
Estas metas pueden estar asociadas a diferentes aspectos de la vida, como la salud, la
educación, las relaciones interpersonales o el trabajo.
Las podemos plantear al corto, mediano o largo plazo. Como por ejemplo, aprender a
cocinar es un objetivo a mediano plazo, mientras que dominar un idioma nuevo es una meta
a largo plazo.
Una meta puede ser más o menos abstracta; por ejemplo “vivir en paz” es una meta
abstracta. Por otro lado, “quiero hacer todos los días algo que me guste”, es una meta más
concreta (medible y evaluable). Las metas abstractas son más difíciles de conseguir, ya que
no tenemos instrucciones sobre cómo ”vivir en paz” o “ser inteligente” o “ser
independiente”.
Para conseguir las metas, es necesario que seamos realistas con respecto a los recursos con
los que contamos, así como con el tiempo que tenemos para conseguirla.
Las metas deben ser:
Específicas - Medibles – Alcanzables – Relevantes – A tiempo
Por ejemplo, “Quiero terminar mis sesiones de desarrollo de habilidades
socioemocionales, en tres días”.

 Se trata de una meta específica, en cuanto plantea la idea de terminar todas las
sesiones.
 Se trata de una meta medible, en tanto puedo (al finalizar las tres sesiones y
cumplir con las actividades asignadas), evidenciar que he terminado con éxito
la capacitación.
 Se trata de una meta alcanzable, pues me demanda 8 horas de trabajo, por lo
que puedo organizarme y trabajar en ello.
 Se trata de una meta relevante, pues se trabajan temas que me motivan a
desarrollar mayores y mejores estrategias para desarrollar mis habilidades
socioemocionales y ello repercuta en mi bienestar personal y profesional.
 Se trata de una meta que considera el tiempo, lo que permite que me organice.

Una meta se origina de la necesidad de lograr algo; es decir, en el momento en el que surge
una necesidad, establecemos objetivos que, posteriormente, se traducen en metas y es a
partir de éstas, que surgen los pasos a seguir que permitirán la motivación para realizarlas.

Existen situaciones donde no podemos dejar de pensar en algo: es como si ese pensamiento
nos dominara y quedamos a su merced, o nos peleamos con él cada vez que aparece.

Este pensamiento deviene en una emoción y como sabemos, cuando hablamos de emociones,
no podemos dejar de sentir algunas, nos ”enganchamos”; nos dejamos llevar por esa emoción
o la rechazamos para evitar sentirla. Estos mecanismos agrandan e intensifican lo que
experimentamos y, por tanto, la forma en que respondemos. Finalmente y como
consecuencia, tendrán un impacto directo en las acciones que tomemos y que podrán
acercarnos o alejarnos de la meta que nos planteamos en un primer momento.

El impacto de las emociones en mis metas personales


¿Alguna vez te ha pasado que quieres opinar acerca de un tema que te interesa, pero te
sientes inseguro y prefieres no hacerlo? ¿Has dejado de lado oportunidades de hacer algo que
te gusta, por temor al qué dirán? Por otro lado, probablemente te hayas planteado más de una
vez, respuestas a preguntas como ¿esto que hago, es lo que quiero en mi vida? ¿qué me
gustaría hacer si no estuviese haciendo lo que hago actualmente? ¿estoy siendo un buen
padre/hijo? ¿qué tipo de docente soy y qué tipo de docente quiero ser?

 Es natural que pensemos en nuestro presente y futuro, y nos planteemos


escenarios que quisiéramos conseguir.
 En este proceso, nos daremos cuenta de las metas conseguidas; pero también es
posible que hayan algunas metas que fueron olvidadas en el camino.
 Leamos con atención los siguientes testimonios:
"Soy Carmen Quispe y tengo 39 años. Mi meta era ser la mejor docente que pueda existir para
mis estudiantes. Cuando comencé a trabajar, descubrí que ser docente es complejo y la profesión
está llena de retos. Tuve la oportunidad de ir a capacitaciones sobre el manejo de emociones en
mis estudiantes, pero no conseguí atenderlas porque no organicé mis tiempos efectivamente.
Hoy me paso los días repitiendo llamadas de atención y fastidiándome porque mis estudiantes
cada vez están menos interesados en participar en la clase. Me siento frustrada por no motivar
a mis estudiantes. Esto hace que yo crea que no soy buena en lo que hago y tal vez sea mejor
dejarlo."

"Soy Paulo Fernández y tengo 34 años. Mi meta era dirigir un área pedagógica para fortalecer
las estrategias didácticas que mis docentes emplean para mejorar la propuesta educativa en mi
región. Hoy coordino un área de la escuela en la que trabajo y el equipo de docentes que he
armado se esfuerza activamente por diseñar y enseñar prácticas educativas que motivan a los
estudiantes y los “enganchan” en los temas de clase. Me siento muy entusiasmado con el trabajo
que hacemos y tengo nuevos planes para hacer crecer nuestro equipo de trabajo y compartir con
más docentes nuestra experiencia de éxito."

sí como el caso que observamos en el video, nos pasa a veces que a pesar de tener las metas
claras, parece que algo nos impide avanzar. Por otro lado, siempre existirán diversos factores
que favorecen u obstaculicen los procesos mediante los cuales tomamos decisiones. Cuando
ignoramos o subestimamos el impacto que tienen estos factores en nuestra conducta, podemos
dejarnos arrastrar por ellos y actuar de forma impulsiva, perjudicando nuestro desempeño y el
logro de la meta que teníamos planteada.

Ambiente de
colaboración y
consecusión
de metas
 Entendemos que la colaboración es la consecuencia de un sentido de
pertenencia a la comunidad, como sustento de la vida social y como parte del
ejercicio del derecho a participar en la construcción de la comunidad.
 A través de la colaboración somos capaces de resolver problemas y realizar
acciones de beneficio colectivo.
 Cuando interactuamos con otras personas, entramos en contacto con diferentes
formas de pensar y de sentir. Por ello, nuestras experiencias personales influyen
en nuestra perspectiva sobre una situación o problema, permitiendo que
desarrollemos nuestra capacidad de identificar y entender las necesidades,
emociones y otros puntos de vista e intereses de los demás.
 El uso de estrategias de regulación emocional y la toma de perspectiva, permiten
prevenir, evitar y resolver conflictos.

Mapa de Contenidos
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Emoción
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al
ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen
innato, influidos por la experiencia.

Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.

Se trata de un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis, la que es


relativamente violenta y pasajera.

Las personas crecemos y construimos nuestra identidad de forma dinámica en diversas


dimensiones: cognitiva, biológica, psicológica, afectiva, social y moral.

A lo largo de nuestra vida, aprendemos a desarrollarlas y complementarlas de tal forma que


nos volvemos más capaces de hacer y aplicar saberes distintos en distintas situaciones y
ambientes.

Nuestras emociones están relacionadas directamente con nuestras experiencias, las


personas con las que convivimos, las oportunidades que se nos presentan y el impacto que
ellas mismas tienen en nuestra formación personal y profesional.

Caso 1
Dos integrantes de mi equipo de trabajo, no hicieron parte del proyecto que les
correspondía. Nos toca presentarlo hoy a la coordinación, y van a rechazar nuestro trabajo
por no cumplir. La verdad, prefiero trabajar por mi cuenta y no con otros.
Caso 2
Una compañera de trabajo, que es muy bromista, se sentó junto a mí mientras estábamos
en reunión con el director. Mi amiga no paraba de hacerme bromas y muecas y, aunque no
quería hacerlo, terminé riendo a carcajadas en plena reunión.

Caso 3
Ayer tuve un problema familiar y no dormí bien. Se hizo tarde y no llegué a tiempo a mi
primera clase del Programa Formativo. Para entrar a la segunda clase, le pedí permiso a mi
coordinadora, quien me dejó entrar, pero me llamó la atención, lo que generó que no pueda
concentrarme en hacer bien mi trabajo.

Trabajemos estos casos en nuestra bitácora de trabajo, de acuerdo a las siguientes


preguntas:

1. ¿Qué emociones identificamos en cada caso?


2. ¿Qué sucedería si en cada caso, nos dejamos llevar por esa emoción?
3. ¿Crees que esto podría afectar de alguna forma nuestras metas? ¿Por qué?

¿Qué tan capaces de regular nuestras emociones nos sentimos ?

Las personas podemos desarrollar la habilidad de autorregular nuestras emociones e influir


activa y conscientemente en nuestra experiencia de bienestar.

Es necesario tomar en cuenta que:

 Las emociones de otros influyen en nuestras emociones.


 Nuestras emociones afectan nuestro desempeño.
 Nuestras emociones afectan el desempeño de otros.
Observemos detenidamente ambas imágenes y luego escribamos en nuestra bitácora de
trabajo.

1. Si utilizamos una metáfora, donde tú eres el conductor de la bicicleta y las


emociones son la bicicleta, ¿con cuál te identificas más? ¿Por qué?
2. ¿Qué acciones realizas para manejar tus emociones?
3. ¿Consideras que las acciones que realizas te ayudan a manejar adecuadamente tus
emociones? ¿Por qué?

Las formas en que experimentamos y expresamos las emociones, pueden ser muy variadas.
Existen emociones que sirven como base para otras más complejas y particulares, que
componen la experiencia humana. Algunas emociones, por ser muy intensas, no nos
permiten actuar como quisiéramos, y nos vuelven “torpes”. Hay otras que, aunque puedan
ser incluso “negativas”, provocan acciones que responden más a las necesidades del
entorno. Por ejemplo, si siento ansiedad ante una presentación de trabajo, esto puede llevar
a que me bloquee y no desarrolle la presentación que debo realizar. Si la emoción es de
preocupación porque debo llevar a cabo la presentación, es más probable que ello me lleve
a prepararme con anticipación para no fallar.

Emociones "torpes"
Ira
Ansiedad
Euforia
Envidia
Depresión
Culpa
Desesperación

Emociones "inteligentes"
Fastidio
Preocupación
Frustración
Alegría
Admiración
Tristeza
Arrepentimiento

Conducta emocional
Las emociones generan cambio en los dominios de la experiencia subjetiva, el
comportamiento y la fisiología periférica. Usualmente, son vistas como algo que surge de
pronto, como “en segundos”.

Estas emociones pueden ser beneficiosas o dañinas, dependiendo del contexto. Nos
benefician cuando guían apropiadamente el proceso sensorial, fortalecen la toma de
decisiones, nos proveen de información acerca del curso de la acción, nos informan de las
intenciones en el comportamiento de los otros y motivan comportamientos socialmente
apropiados para cambiar la situación que dio paso a la emoción de manera asertiva. (Gross,
2015).

Un ejemplo de emociones beneficiosas, puede incluir el miedo que nos lleva a evitar una
situación potencialmente mortal, los episodios de alegría que refuerzan una amistad,
situaciones de rabia nos pueden llevar a defender causas que nos parecen justas, entre
otras.

Un ejemplo de emociones dañinas, puede incluir la rabia que nos lleva a autoagredirnos o
agredir a otro individuo, la ansiedad que nos limita en las interacciones sociales o el trabajo,
etc.
Regulación emocional
Las emociones usualmente parecen ir y venir sin mayor control; sin embargo, podemos – y
usualmente lo hacemos - ejercer alguna medida de control cuando un estado afectivo
impacta directamente en una meta personal o laboral.

Lo que define la regulación emocional, es la activación de una meta que tiene influencia
directa sobre la trayectoria de la emoción.

Podemos regular nuestras emociones haciendo uso de diversas estrategias, tales como
concentrarnos en nuestra respiración, ir a pasear, salir a correr, golpear una almohada,
conversar con un amigo, tomar una siesta, leer un libro, renunciar al trabajo, morderse las
uñas o pensar en la situación de manera diferente.

La conducta emocional se inicia en el momento en el que la situación (S), entendida como


la propuesta del entorno o suceso que escapa de nuestro control, dispara un pensamiento
automático (P), es decir, lo primero que pasa por nuestra mente al evaluar la situación. Este
pensamiento automático nos lleva directamente a sentir una emoción (E), que surge de esa
lectura o interpretación que le damos a la situación. Lo que esta emoción nos haga sentir,
impacta directamente en la acción (A) que realizaremos en respueta a la situación que se
presentó. Mientras más intensa es la emoción, más fuerte e intensa será la acción.

Veamos un ejemplo
Juan y Rosa se han juntado para trabajar en la programación de su siguiente proyecto de
clase. De pronto, se inicia un sismo fuerte (S).

Inmediatamente, de manera automática, la evaluación que hace Juan de la situación, es: “la
casa se podría venir abajo” (P). Esto le ocasiona miedo (E). Esta emoción deriva en que
finalmente sale corriendo de la casa, sin tener mayor cuidado con ello (A).

Al mismo tiempo, Rosa tiene un pensamiento distinto: “parece que no es tan fuerte el
temblor” (P), lo que hace que la emoción que siente sea distinta, quizá hasta de indiferencia
(E), lo que deriva en una conducta diferente, como quedarse sentada y seguir con la
programación que estaba trabajando con Juan (A).

Imaginemos ahora que tú estabas trabajando con Juan y Rosa en la programación del
proyecto de clase en el mismo lugar y de pronto inicia el sismo fuerte (S):

1. ¿Cuál sería el pensamiento (P) que aparecería de manera automática?


2. ¿Cuál sería la emoción (E) que derivaría de dicho pensamiento?
3. Finalmente, ¿qué acción (A) se sucitaría luego de ello?

Las emociones surgen luego de haber evaluado la situación en la que nos encontramos. Esto
se hace de manera automática. La regulación emocional ocurre cuando decidimos analizar
nuestro pensamiento (el que nos está generando la emoción) de manera positiva o negativa,
para activar impulsos que nos ayuden a modificar la emoción y luego la respuesta que se
estaba generando.

María es docente de aula. Uno de sus estudiantes, un niño de 6 años, constantemente se


pelea con sus compañeros, rompe materiales, desordena. Ante esta situación (S), María
piensa “es un niño muy malcriado” (P), lo que le hace sentir rabia y cólera (E). Ante ello, su
conducta es castigarlo en cuanto se levanta de su silla (A).

¿Qué pasaría si Rosa, antes de actuar y castigarlo, se planteara pensamientos alternativos


al ya señalado? Podría plantearse, por ejemplo: “¿será que el niño tiene problemas en casa?
¿Será que puede estar siendo molestado por sus compañeros por algún motivo?” Estos
pensamientos alternativos, quizá atenúen o incluso cambien la emoción generada, por
ejemplo, por preocupación. Esta nueva emoción (E) puede llevar a Rosa a decidir por una
acción más adecudada a su rol docente (A), como citar a los padres del niño para conversar
acerca de lo que está pasando en casa, u observar en el recreo el juego del niño con sus
compañeros para identificar posibles conductas de acoso escolar.

El pensamiento alternativo entonces, propone que nos detengamos a atender la situación y


analizarla, para comprender qué es lo que está originando las emociones que estamos
sintiendo. De esta manera, tenemos control sobre las acciones que tomaremos a
continuación.

Llena los espacios en blanco del siguiente cuadro en tu bitácora de trabajo, para cada una
de las tres situaciones:

Existen situaciones en donde no podemos dejar de pensar en algo, como si ese pensamiento
nos dominara y quedamos a su merced, o nos peleamos con él cada vez que aparece.

Lo mismo ocurre con las emociones, no podemos dejar de sentirlas, nos ”enganchamos”,
nos dejamos llevar por esa emoción, o la rechazamos para evitar sentirla. Estos mecanismos
agrandan e intensifican lo que experimentamos y, por tanto, la forma en que respondemos.
Es muy importante que los reconozcamos para “desengancharnos” y liberar las emociones
que no ayudan.
Construye T (2018)

Ya conocemos cuál es el impacto que nuestro pensamiento tiene sobre nuestras emociones
y cómo éstas comandan las acciones que terminamos por efectuar.

También es importante reconocer que existen situaciones a nuestro alrededor, que disparan
o activan emociones recurrentes a lo largo del día. Conocer las situaciones nos ayudará a
saber cuáles de éstas pueden incomodarnos y qué otras nos generan alegría o entusiasmo.

El "ancla emocional"

Las “anclas emocionales” son actividades que disfrutamos y que al hacerlas nos hacen sentir
relajados, bajando nuestros niveles de estrés. Estas actividades pueden ser de cualquier
tipo, como realizar una actividad física, un pasatiempo, algún oficio paralelo, etc.

Estas actividades se convierten en un ancla, no solo porque las disfrutamos y nos


desestresan, sino porque las realizamos de manera periódica. Por ejemplo, bailar o practicar
un deporte será un ancla, no cuando lo hago de manera esporádica, sino cuando lo hago
dos o tres veces en la semana. El reto, entonces, está en encontrar cuál es la actividad que
a cada uno lo desestresa y establecer un plan para realizarla de manera periódica durante
la semana.

OJO: No es una receta, no existe un solo tipo de actividad que a todos nos desestrece por
igual.

¿Recuerdas a Rosa? Luego de conocer acerca del pensamiento alternativo, consiguió


ejecutar acciones que le ayudaron a manejar con mayor asertividad la situación con su
estudiante. Sin embargo, como esto es un proceso, ha comenzado a identificar que muchas
veces sus reacciones se deben a la carga emocional y el estrés en el trabajo. Por ello, para
regular sus emociones, ha decidido identificar sus anclas emocionales y organizar su agenda
de tal forma que tenga espacios durante la semana para ejecutarlas.

Por ejemplo, Rosa disfruta mucho del tejido a crochet. Es una actividad que tiene - para ella-
un efecto tranquilizador y le genera alegría y paz interior. Por ello, ha decidido que se dará
un espacio para tejer durante una hora, por lo menos, todos los días.

En ese sentido, se ha percatado de que las situaciones vividas, y este aprendizaje, le han
permitido ser resiliente en su vida personal y laboral, ocasionando que viva más tranquila,
a pesar de que algunas situaciones del entorno no cambian; pero su respuesta ante ellas, sí.
Ver Video

Te recomendamos revisar la siguiente charla “¿Cómo convertir el estrés en tu


amigo?” (Kelly McGonigal), en donde nos muestra que el problema no es el

estrés en sí mismo, sino la forma de relacionarnos con él.


Ver Video

Lectura 1

Lectura 2

Cierre de la Unidad
 Hemos llegado al final de esta unidad.
 A continuación, encontrarás la Ficha de Trabajo 2, que te ayudará a organizar los
aprendizajes obtenidos. Antes de desarrollarla, lee cuidadosamente las dos lecturas
sugeridas para esta unidad.

Ir a la ficha
Referencias

El planteamiento de metas
Los objetivos personales son metas o deseos que se proponen las personas a sí mismas. Son
desafíos que nos planteamos porque consideramos que de alguna forma, nuestra vida
mejorará si los logramos.
Estas metas pueden estar asociadas a diferentes aspectos de la vida, como la salud, la
educación, las relaciones interpersonales o el trabajo.
Las podemos plantear al corto, mediano o largo plazo. Como por ejemplo, aprender a
cocinar es un objetivo a mediano plazo, mientras que dominar un idioma nuevo es una meta
a largo plazo.
Una meta puede ser más o menos abstracta; por ejemplo “vivir en paz” es una meta
abstracta. Por otro lado, “quiero hacer todos los días algo que me guste”, es una meta más
concreta (medible y evaluable). Las metas abstractas son más difíciles de conseguir, ya que
no tenemos instrucciones sobre cómo ”vivir en paz” o “ser inteligente” o “ser
independiente”.
Para conseguir las metas, es necesario que seamos realistas con respecto a los recursos con
los que contamos, así como con el tiempo que tenemos para conseguirla.
Una meta se origina de la necesidad de lograr algo; es decir, en el momento en el que surge una
necesidad, establecemos objetivos que, posteriormente, se traducen en metas y es a partir de
éstas, que surgen los pasos a seguir que permitirán la motivación para realizarlas

EL efecto de las emociones y consecuencia de las metas

El impacto de las emociones en mis metas personales


¿Alguna vez te ha pasado que quieres opinar acerca de un tema que te interesa, pero te sientes
inseguro y prefieres no hacerlo? ¿Has dejado de lado oportunidades de hacer algo que te gusta,
por temor al qué dirán? Por otro lado, probablemente te hayas planteado más de una vez,
respuestas a preguntas como ¿esto que hago, es lo que quiero en mi vida? ¿qué me gustaría
hacer si no estuviese haciendo lo que hago actualmente? ¿estoy siendo un buen padre/hijo?
¿qué tipo de docente soy y qué tipo de docente quiero ser?

 Es natural que pensemos en nuestro presente y futuro, y nos planteemos


escenarios que quisiéramos conseguir.
 En este proceso, nos daremos cuenta de las metas conseguidas; pero también es
posible que hayan algunas metas que fueron olvidadas en el camino.

Leamos con atención los siguientes testimonios:


"Soy Carmen Quispe y tengo 39 años. Mi meta era ser la mejor docente que pueda existir para
mis estudiantes. Cuando comencé a trabajar, descubrí que ser docente es complejo y la profesión
está llena de retos. Tuve la oportunidad de ir a capacitaciones sobre el manejo de emociones en
mis estudiantes, pero no conseguí atenderlas porque no organicé mis tiempos efectivamente.
Hoy me paso los días repitiendo llamadas de atención y fastidiándome porque mis estudiantes
cada vez están menos interesados en participar en la clase. Me siento frustrada por no motivar
a mis estudiantes. Esto hace que yo crea que no soy buena en lo que hago y tal vez sea mejor
dejarlo."

"Soy Paulo Fernández y tengo 34 años. Mi meta era dirigir un área pedagógica para fortalecer
las estrategias didácticas que mis docentes emplean para mejorar la propuesta educativa en mi
región. Hoy coordino un área de la escuela en la que trabajo y el equipo de docentes que he
armado se esfuerza activamente por diseñar y enseñar prácticas educativas que motivan a los
estudiantes y los “enganchan” en los temas de clase. Me siento muy entusiasmado con el trabajo
que hacemos y tengo nuevos planes para hacer crecer nuestro equipo de trabajo y compartir con
más docentes nuestra experiencia de éxito."

En nuestra bitácora de trabajo:


1. ¿Cuáles son las metas de Carmen y Paulo?
2. ¿Qué factores consideramos que influyeron para que Carmen y Paulo hayan
alcanzado o no sus metas a largo plazo?. Escribamos las conclusiones para cada
caso.
3. Si tuvieras que armar tu propio testimonio dentro de 10 años con respecto a tu
vida personal y profesional, ¿cómo sería?
4. Mi testimonio
5. Mi nombre es:_________________________________
6. Tengo:________________________________________
7. Mi sueño era:_________________________________
8. Actualmente me siento:__

Así como el caso que observamos en el video, nos pasa a veces que a pesar de tener las metas
claras, parece que algo nos impide avanzar. Por otro lado, siempre existirán diversos factores
que favorecen u obstaculicen los procesos mediante los cuales tomamos decisiones. Cuando
ignoramos o subestimamos el impacto que tienen estos factores en nuestra conducta, podemos
dejarnos arrastrar por ellos y actuar de forma impulsiva, perjudicando nuestro desempeño y el
logro de la meta que teníamos planteada.

Todo lo que hacemos, o decimos, genera un impacto en nosotros y en nuestro entorno.


Por ello, es muy importante que seamos conscientes de los factores que favorecen u
obstaculizan la toma de decisiones.

Las emociones desempeñan un papel significativo por la fuerza y frecuencia con la que
afectan nuestro comportamiento. Si ignoramos la manera en la que nos impactan, será
más fácil que la impulsividad determine nuestro quehacer, generando circunstancias
que puedan dañarnos a nosotros mismos y a los que nos rodean.

CONSTRUYE T (2018)
COLABORACIÓN Y CONVIVENCIA

Ambiente de
colaboración y
consecusión
de metas
 Entendemos que la colaboración es la consecuencia de un sentido de
pertenencia a la comunidad, como sustento de la vida social y como parte del
ejercicio del derecho a participar en la construcción de la comunidad.
 A través de la colaboración somos capaces de resolver problemas y realizar
acciones de beneficio colectivo.
 Cuando interactuamos con otras personas, entramos en contacto con diferentes
formas de pensar y de sentir. Por ello, nuestras experiencias personales influyen
en nuestra perspectiva sobre una situación o problema, permitiendo que
desarrollemos nuestra capacidad de identificar y entender las necesidades,
emociones y otros puntos de vista e intereses de los demás.
 El uso de estrategias de regulación emocional y la toma de perspectiva, permiten
prevenir, evitar y resolver conflictos.
 Artículo 52° La comunidad educativa está conformada por estudiantes, padres
de familia, profesores, directivos, administrativos, ex alumnos y miembros de la
comunidad local. Según las características de la institución educativa, sus
representantes integran el Consejo Educativo Institucional y participan en la
formulación y ejecución del Proyecto Educativo en lo que respectivamente les
corresponda. La participación de los integrantes de la comunidad educativa se
realiza mediante formas democráticas de asociación, a través de la elección libre,
universal y secreta de sus representantes.
 Ley General de Educación Ley Nro. 28044
 La identificación de los propios sentimientos y emociones así como las de los demás, la
verbalización de estos, la empatía, la búsqueda de soluciones adecuadas a diferentes
problemáticas, el mejoramiento de la actitud pro social y armoniosa en el trabajo en
equipo y el mejoramiento de la cooperación dentro del mismo, contribuyen con la
consecusión de nuestras metas personales y profesionales, fortaleciendo nuestras
acciones y reforzando nuestro rendimiento y relaciones personales y laborales.

Como hemos visto, el cambio solo puede venir de uno mismo. Retémonos a salir de
nuestra zona de confort, soñemos con un espacio de crecimiento y bienestar, ¡y
pongamos manos a la obra para lograrlo!

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