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TEMA 2 DE LOS JUICIOS EJECUTIVOS

LA VÍA EJECUTIVA

ANTECEDENTES
El proceso ejecutivo comienza a darse a conocer en la época de los Romanos y
dentro de sus antecedentes encontramos la famosa Ley de las XII Tablas. Se
afirma por los historiadores e investigadores del Derecho, que en el Digesto y
otros Códigos se encuentran procedimientos que brindan a los acreedores el
cobro rápido y simple para cobrar sus créditos. En los primeros tiempos de la
Historia del Derecho era la persona del deudor, es decir, su cuerpo, la que
quedaba obligada siendo esa una garantía, dándole derecho al acreedor hasta
para disponer de la persona del deudor, teniendo facultad para hacerlo preso en
forma privada, además podía hacer preso a cualquiera de sus familiares para
lograr la cancelación de la obligación. Se podía llegar hasta el extremo de
venderlo y disponer de la vida, es decir, de matarlo. Las obligaciones en el
Derecho Romano debían ser cumplidas en la, forma y condiciones convenidas y
no podía hacer con su equivalente, ya que se trataba de una obligación puramente
personal y por lo tanto no se podía responder con sus bienes.
Durante ese período la ejecución iba directamente contra la voluntad del deudor y
fue tan fuerte el medio de coacción utilizado que no se buscaba la
presentación por equivalente sobre el patrimonio del deudor, sino que un deudor
que pudiendo pagar no podía hacerlo, y podía ser condenado a muerte o vendido
corno esclavo, por la naturaleza personal de las obligaciones y del cumplimiento
de las mismas.
Posteriormente a esa etapa de la coacción personal, tenemos la Ley Poetalia,
expedida en el año 326 antes de Cristo, elimina los derechos del acreedor sobre la
persona del deudor y a partir de ese momento van a ser los bienes del deudor los
que van a responder del cumplimiento de las obligaciones. En esta etapa, se hacía
necesaria la convocatoria de todos los acreedores del deudor. Es así como dentro
del procedimiento extraordinario fue permitida la ejecución privada, conocida en la
Ley de las XII Tablas como la "Per Pignoris Copionem" o "Pignoris Capio" (Toma
de prenda) la cual consistía en que el acreedor tomaba del deudor cualquier bien
mueble en calidad de prenda como una manera de coacción a fin de obligarlo a
cancelar la obligación. El acreedor podía apoderarse de la cosa y hasta destruirla,
pero no podía vender, pudiéndose hacer sin la utilización de funcionarios
judiciales, es decir, personalmente.
En la época de Gayo se introdujo la "missio in possessionem bonomm" (orden del
magistrado autorizando a una persona a entrar en la posesión de los bienes de
otra) , que tenía lugar cuando el deudor no comparecía a la cita que le hacia El
Pretor o bien se escondía, era fugitivo de la justicia o se ausentaba de Roma. Esta
consistía en que el Pretor le daba al acreedor la posesión de bienes del deudor,
sin ninguna formalidad. Para el caso de no pagar el deudor, se los entregaban al
acreedor de manera ficticia o simulada y el acreedor se le consideraba como un
sucesor universal del mismo, por tanto podía enajenar dichos bienes a fin de
pagar las deudas.
Durante la época Augusto los deudores que se encontraban en estado de
insolvencia podían hacer cesión de sus bienes a sus acreedores y éstos, adquirían
derechos para promover la venta y así pagarse del producto de las mismas las
respectivas acreencias.
Aparece la ejecución Romana por equivalente mediante la institución denominada
"Pignus in Causa iudicati Captum" (Prenda adquirida en virtud de Sentencia), que
vino a permitir que las obligaciones podian cancelarse con sus equivalentes,
pudiendo venderse y convertirse en dinero para de esa forma satisfacer las
obligaciones incumplida.
Quedaba de esta forma autorizada la ejecución singular o particular de un solo
acreedor. Esto viene a constituir el antecedente inmediato de los; procesos
ejecutivos previos en las legislaciones actuales. De donde la ejecución personal
que existió en un principio pasó a la real, es decir, que la persona del deudor le
suceden sus bienes. Constituyendo bienes del deudor la garantía de sus
obligaciones

DEFINICIÓN
La vía ejecutiva, conforme al artículo 630 del Código de Procedimiento Civil, es
un juicio especial mediante el cual un acreedor valiéndose de instrumento público
o auténtico, o instrumento privado reconocido legalmente, que pruebe una
obligación morosa de pagar, logra embargar bienes suficientes a su deudor para
que le garanticen las posteriores resultas del procedimiento.
La vía ejecutiva la consagra el legislador como uno de los procedimientos
especiales y cuya especialidad, con respecto al juicio ordinario radica en que
desde que se inicia el juicio el acreedor tiene derecho al embargo, con excepción
del remate, para lo cual deberá esperarse la sentencia definitivamente firme que
decidirá si debe ultimarse o no la ejecución, tramitándose ésta en cuaderno
separado del expediente del juicio principal.
Dicho en otras palabras, es un procedimiento ejecutivo paralelo al Procedimiento
ordinario, que se detiene después de decretar el embargo, carteles, publicación y
justiprecio, previa citación del demandado para la contestación de la demanda.
Por lo tanto, mantiene solicitud en cuanto a la secuela del litigio, en lo ateniente a
las fases alegatoria, probatoria y decisoria, con la diferencia de que en el libelo el
actor debe hacer mención expresa que ha tomado dicha vía para su reclamo
Ahora bien, para que proceda la vía ejecutiva, es necesario que el acreedor
presente junto con la demanda un instrumento público o autentico o instrumento
privado reconocido por el deudor, constituyendo tales instrumentos los
denominados Títulos ejecutivos. Según Carneluti el Título Ejecutivo es el
instrumento integral que prueba la pretensión del actor, y según Cuenca es un
“instrumento auténtico integral y suficiente que demuestra su exigibilidad del
derecho subjetivo ya discutido, en este sentido, la admisibilidad de la Vía Ejecutiva
está sujeta, por tanto, a que el documento que le sirva de sustento contenga los
elementos característicos de esta especie de acción, a saber:

1. Los sujetos activos y pasivos de la obligación;


2. El señalamiento de la cantidad líquida de dinero
3. La inmediata exigibilidad de la obligación por ser de plazo cumplido y no
estar sujeta a término o condición.
REQUISITOS PROCESALES PARA SU PROCEDENCIA
De conformidad con el Artículo 630 del Código de Procedimierito Civil que
expresa:
Artículo 630: Cuando el demandante presente instrumento público u otro
instrumento auténtico que pruebe clara y ciertamente la obligación del demandado
de pagar alguna cantidad liquida con plazo cumplido; o cuando acompañe vale o
instrumento privado reconocido por el deudor, el Juez examinara cuidadosamente
el instrumento y si fuere de los indicados, a solicitud del acreedor acordar
inmediatamente el embargo de bienes suficientes para cubrir la obligación y las
costas, prudentemente calculadas.
Se desprende de dicha disposición legal, que la Vía Ejecutiva tiene tres
presupuestos o requisitos esenciales a saber:

a.- Que Trate de una Obligación de Dar:


Nuestro legislador utiliza los términos de "pagara una y "cantidad" y así expresa
en su artículo 630 "de pagar alguna cantidad" lo cual se pudiera interpretar como
si se tratara de obligación de dinero, pero dichos términos debemos entenderlos
de una manera extensiva a cualquier obligación del demandado de entregar no
solamente cantidades de dinero, sino también en cualquier otro tipo de obligación
o sea, de una especie diferente al dinero. Por lo tanto, las obligaciones de dar son
aquellas, las "que tienen por objeto la transmisión de la propiedad o de otro
derecho real”

b.- Que la Obligación sea Liquida y de Plazo Vencido


La obligación del deudor demandado ha de ser de pagar necesariamente una
cantidad liquida. y exigible de plazo cumplido, o sea que tanto el monto del dinero
o el número de especies de las cosas que deben entregarse deben estar bien
determinadas, es decir, en forma clara y precisa en el documento constitutivo de
la obligación demandada; por tanto, por este procedimiento no puede hacerse
valer una acción meramente declarativa o constitutiva, si no de condena, ya que
la obligación de pagar ha de constar en forma clara y precisa, es decir, que no se
presente dudes sobre la cantidad del dinero o del número de especies al cual está
obligado a pagar el demandado. Y que dicha obligación está de plazo cumplido
o vencido para que prospere la Vía Ejecutiva. En consecuencia, no puede
presentarse duda sobre la liquidez de la obligación y que el plazo para pagar este
cumplido.

c.- Que la obligación conste en documento público o autentico o en vale o


documento, privado reconocido legalmente por el deudor
Debemos entender por el Título Ejecutivo que debe producir el demandante con
su demanda, que la obligación debe constar en documento público auténtico o
bien en vale o instrumento privado reconocido legalmente por el deudor que
pruebe de manera clara y precisa la obligación de pagar una cantidad líquida y
tiene plazo cumplido o vencido.
En primer lugar, el documento fundamental de la acción debe ser público o
auténtico y entendemos como tal de conformidad con lo dispuesto en el artículo
1.357 de nuestro Código Civil, que el instrumento público y, auténtico es el que ha
sido autorizado con las solemnidades legales por un Registrador, por un Juez u
otro Funcionario o empleado público que tenga facultad para darle fe pública en
el lugar donde el instrumento se haya autorizado"
En segundo lugar, tenemos el vale o instrumento privado reconocido por el
deudor y por lo cual entendemos, todos los instrumentos privados
reconocidos por el deudor en las formas previstas en la ley y así tendríamos los
documentos reconocidos legalmente por ante un Juez o ante un Notario público.
Por lo tanto, es suficiente para el actor un instrumento público o auténtico o un
vale o cualquier instrumento privado reconocido legalmente donde conste que se
trata de una obligación de pagar una cantidad y que la misma sea líquida o de
plazo vencido o cumplido, para que proceda la vía Ejecutiva y se decrete el
embargo de bienes suficiente del deudor o demandado.

PREPARACIÓN DE LA VÍA EJECUTIVA


Procedencia y Fundamento Legal
Ya se ha indicado anteriormente que se hace necesario de acuerdo con la noma
rectora, artículo 630 del Código de Procedimiento Civil, que para ser procedente la
Vía Ejecutiva se hace necesario que se cumplan los tres presupuesto o requisitos
esenciales, que se trate de una obligación de dar, o sea, de pagar una cantidad de
dinero o de especies, que con una simple operación aritmética le sea fácil al
Tribunal determinar en forma clara y precisa el numero o las cantidades
convenidas, que la misma sea le plazo vencido o cumplido y que conste en
documento público o autenticado o bien en un vale o documento privado
reconocido legalmente por el deudor.
Ahora bien, para el caso de que el acreedor tenga el documento privado donde
conste la obligación de pagar alguna cantidad y que la misma es de plazo o
cumplido, pero dicho instrumento no ha sido reconocido en forma amistosa, el
Código de Procedimiento Civil nos señala en su artículo 631 la forma de preparar
la Vía Ejecutiva, solicitando ante cualquier Juez del domicilio del deudor o del
lugar donde encuentre éste, el reconocimiento de su firma extendida en el
instrumento privado y el Juez le ordenará que declare sobre dicho procedimiento
de reconocimiento. Dicha norma nos expresa textualmente:
ARTICULO 631: “Para preparar la Vía Ejecutiva puede pedir el acreedor, antes
cualquier Juez del domicilio del deudor o del lugar donde se encuentre éste, el
reconocimiento de su firma extendida en instrumento privado y el Juez le ordenará
que declare sobre la petición. La resistencia del deudor a contestar afmativa o
negativamente dará fuerza ejecutiva al instrumento. También producirá el mismo
efecto la falta de comparecencia del deudor a la citación que con tal objeto se le
haga; y en dicha citación deberá especificarle circunstanciadamente el instrumento
sobre que verse el reconocimiento. Si el instrumento no fuere reconocido,
podrá el acreedor usar de su derecho en juicio. Si fuere tachado de falso, se
seguirá el juicio correspondiente si el tribunal fuere competente, y de no serlo, se
pasarán al que lo sea".
Al respecto nos, dice el Dr. Pedro Pineda León; que: "Cuando el a creedor tiene
contra su deudor un crédito que no resulte evidenciado por un documento público
o auténtico o reconocido, tiene que ocurrir a la Vía Ordinaria para que el Juez
declare la legitimidad de su acción. Si el crédito está reconocido, tiene expedita la
Vía Ejecutiva"

Tribunal Competente y Forma de Citación


De acuerdo con el articulo 631 del Código de Procedimiento Civil el acreedor que
tenga un documento privado que contenga una obligación de pagar una cantidad
determinada o determinable y que la misma sea liquida o de plazo vencido, puede
ocurrir ante cualquier Juez del domicilio del deudor o del lugar donde se encuentra
éste, a fin de solicitar el reconocimiento del mismo. Como se podrá observar el
legislador patrio no distingue ningún tipo de Juez, pudiendo por lo tanto ser un
Juez de municipio o parroquia o bien un Juez de Primera Instancia, un
Juez Superior en lo Civil y Mercantil, es decir que se puede hacer la solicitud ante
cualquier Juez Civil de la Jurisdicción del Deudor. Una vez que el Juez, reciba la
solicitud correspondiente de reconocimiento, la citación del deudor o deudores
emitirá una boleta de citación y en donde debe indicarse el motivo y por lo menos
un extracto del documento. Lo más aconsejable es remitir una copia documento.
.La citación ha de ser personalmente en la persona del deudor y no en la persona
de su apoderado, aun cuando se puede nombrar apoderado judicial especial para
que le asista al acto correspondiente. En caso de no conseguir el deudor, no se le
podrá citar por carteles ni mucho menos nombrársele defensor ad-litem por cuanto
es un procedimiento de jurisdicción voluntaria. Una vez producida la citación del
deudor, éste podrá comparecer personalmente o bien mediante apoderado
especial para dicho acto en la oportunidad fijada por el Tribunal. Una vez
producida la citación del deudor, se puede dar varias situaciones que se
analizaran a continuación:

CASOS O SITUACIONES QUE PUEDEN PRESENTARSE EN LA


PREPARACION DE LA VÍA EJECUTIVA

La no Comparecencia o Negativa a Contestar. Desconocimiento del


Instrumento
El deudor o su apoderado judicial, en la oportunidad fijada por el Tribunal podrá
decir que reconoce la firma que aparece en el instrumento privado o bien negarla.
En caso de que se reconozca la firma o se resista el deudor o bien su apoderado
judicial a contestar afirmativamente o negativamente dará fuerza ejecutiva al
instrumento o documento privado. Pero, en caso contrario de que el deudor o su
apoderado judicial no reconociera el instrumento privado, podrá el acreedor por
Vía Principal en juicio, tratar de obtener el reconocimiento de dicho instrumento.
Ahora bien, para el caso de que el supuesto deudor. tachare de falso el
instrumento privado, se seguirá el juicio correspondiente si el Tribunal fuere
competente, y de no serlo, se pasaran los autos al que lo sea.
De las situaciones planteadas tenemos que el reconocimiento puede ser tácito o
expreso, cuando el deudor comparece y reconoce de manera expresa la firma
extendida en el documento no hay ningún tipo de problema. Los problemas se
presentan cuando deudor no reconoce el instrumento o niega su firma. Cuando el
reconocimiento se produce queda expedita la Vía Ejecutiva. Pero cuando el
deudor niega su firma tenemos que ir a juicio a fin de tratar de conseguir el
reconocimiento por Vía Principal. En el caso de que el deudor se negara a
contestar afirmativamente o negativamente; o que no comparezca, se considera
reconocido tácitamente el documento. Si se produce el desconocimiento del
documento por parte del deudor o del apoderado judicial constituido al efecto,
como señala el artículo 631 del Código de Procedimiento Civil, el acreedor deberá
intentar su reconocimiento por Vía Principal y será un juicio declarativo de
reconocimiento. Este juicio deberá proponerse ante el Juez Competente de la
Jurisdicción del deudor. y la prueba fundamental en este proceso será el cotejo de
la firma estampada en el documento con la firma, que aparece en los documentos
indubitados indicados ,en el periodo de pruebas correspondientes.
Si el actor logra comprobar la autenticidad de la firma del deudor por Vía Principal,
queda entonces expedita la vía ejecutiva, y si no lo logra, queda desechado el
documento y no se podrá utilizar la vía ejecutiva ni ningún otro procedimiento.
De las otras situaciones que se plantearon tenernos que el deudor puede tachar
de falso el documento y conforme al Artículo 631 del Código de Procedimiento
Civil y deberá proseguir el juicio ante el mismo Tribunal si es competente y si éste
no es competente, deberá pasar los autos al competente de la Jurisdicción del
deudor.
Al respecto, el Maestro Borjas señala que: "es claro que la tacha no podrá ser una
simple alegación del interesado para razonar el hecho de no haber reconocido el
instrumento, sino una demanda de falsedad en vía de acción principal. La tacha de
falsedad en juicio civil no puede, en efecto, ser propuesta sino como objeto
principal de la causa, o incidentalmente en el curso de un proceso en que: el
documento hubiere sido presentado, y es sabido que el procedimiento no
contencioso para preparar la 'Vía Ejecutiva, por no ser un juicio, no se puede
proponer incidentalmente la tacha".
Por lo tanto, de acuerdo con ese criterio, si el deudor solo se limita a considerar el
instrumento de falso sin cumplir con los requisitos esenciales de todo un libelo de
tacha de falsedad de un documento, es decir, como si se estuviera intentando por
Vía Principal la tacha de falsedad de un instrumento, el Tribunal que este
conociendo sea o no competente, para conocer del juicio de tacha de falsedad por
Vía Principal, deberá declarar tácitamente como reconocido el documento
producido, y quedando expedita la Vía Ejecutiva.
Además de las situaciones planteadas, pueden darse la prevista en el segundo
aparte del artículo 1.368, del Código Civil Venezolano, que expresa textualmente:
ARTICULO 1.368: “ El instrumento privado debe estar suscrito por el obligado, y,
además, debe expresarse en letras la cantidad en el cuerpo del documento, en
aquéllos en que una sola de las partes se obligue hacia otra a entregarle una
cantidad de dinero u otra cosa apreciable en dinero. Si el otorgante no supiere o
no pudiere firmar, y se: tratare de obligaciones para cuya prueba se
admiten testigos, el instrumento deberá estar suscrito por persona mayor de
edad que firme a ruego de aquél y, además, por dos testigos”
De acuerdo con esa disposición del Código Civil, tenemos el caso de los
documentos firmado a ruego, ya que el deudor no supiere hacerlo o bien tiene
algún impedimento físico que imposibilite para firmar. En materia Civil, se puede
firmar un documento privado a ruego, pero solo para el caso de que la obligación a
que se refiere no sea mayor de dos mil bolívares y por lo tanto, es admisible la
prueba de testigos.
En el caso de los instrumentos firmados a ruego, se deberá solicitar la citación del
deudor y no de la persona que lo hace a ruego. En este caso, el deudor deberá
declarar si autorizó al rogado para que firmara por él en virtud de no poder hacerlo
por no saber o por tener algún impedimento físico que le imposibilita hacerlo. Por
lo tanto, el reconocimiento se refiere en estos casos al ruego y no a la firma de
quien firmó por el deudor ni se refiere al contenido del documento.
Otro caso que puede presentarse en la preparación de la Vía Ejecutiva es cuando
el documento privado fue otorgado por un administrador de una persona Jurídica y
dicha persona ha dejado de ser administrador de la misma. En esa situación
debemos solicitar la citación del nuevo administrador de la Empresa, ya que debe
prevalecer el interés legítimo de la persona jurídica obligante. Al respecto nos dice
el Dr. Ricardo Henríquez La Roche en su comentario al Código de Procedimiento
Civil el cual señala que: “"Si el deudor es una persona jurídica y el ente reconocido
fue firmado por un ex administrador, la legitimación para reconocerlo corresponde
al administrador actual, pues debe prevalecer el interés legítimo del deudor (en
este caso el ente moral que expresa su voluntad a través de su órgano o
personero), sobre la conveniencia de que sea el mismo sujeto reputado firmante
quien reconozca o desconozca la firma”
Los actos de los administradores destituidos quedan vigentes para sus efectos
posteriores y llegado el caso del reconocimiento de los mismos por los nuevos
administradores quedará expedita la Vía Ejecutiva y en caso contrario, se seguirán
los pasos de las situaciones anteriores sobre desconocimiento o tacha de falsedad
de documentos privados. De las situaciones anteriores planteadas, se
presentan recursos para el acreedor y el deudor.
Cuando el acreedor en la preparación de la Vía Ejecutiva se le desconoce el
instrumento, podrá impugnar ese desconocimiento hecho por el deudor mediante
el recurso por Vía Principal según Io, establecido en el artículo 450 del Código de
Procedimiento Civil y deberá observarse las reglas o trámites del juicio ordinario.
Si el acreedor logra vencer en ese juicio al deudor, le queda expedita la Vía
Ejecutiva, pero si sucede lo contrario quedará desechado el documento y el
acreedor no tendrá ningún otro recurso. Cuando el deudor pretenda tachar de
falso el instrumento que se le ha presentado para su reconocimiento, no podrá
hacerlo mediante una simple mención o referencia, sirio que tendrá que intentar
una demanda de falsedad del mismo y se procederá de inmediato a la apertura del
juicio ordinario por ante el mismo Tribunal sí es competente o en caso contrario
deberá pasarle lo; autos al que lo sea. Esa tacha de falsedad se intentará
conforme a lo dispuesto en el artículo 438 del Código de Procedimiento Civil y
deberá observarse las reglas previstas en el artículo 440 y siguiente

DEL EMBARGO EN LA VÍA EJECUTIVA


De conformidad con la norma rectora de la Vía Ejecutiva contenida en él ,Articulo
630 del Código de Procedimiento Civil, cuando el demandante presenta
instrumento público u otro instrumento auténtico que pruebe clara y ciertamente la
obligación del demandado de pagar alguna cantidad liquida con plazo c:umplido o
cuando se acompañe vale o instrumento privado reconocido por el deudor, el Juez
una vez que examine cuidadosamente dicho instrumento y si fuere de los
indicados anteriormente, previa solicitud del demandante acordara
inmediatamente el embargo de bienes suficientes para cubrir la obligación
demandada y las costas que prudencialmente se hubieren calculado. Al respecto
el Maestro Borjas expone:
"El embargo es la aprehensión o retención de bienes muebles o inmuebles, hecha
de orden de la autoridad judicial competente. Distinguense dos especies de
embargo: El preventivo y el ejecutivo. El primero, que es al que exclusivamente se
contrae el legislador como medida de precaución, tiene por objeto precaver a
cualquiera de los litigantes del peligro de no poder hacer efectivas las
condenaciones pronunciadas contra su adversario por una sentencia definitiva, y
no puede recaer sino sobre bienes muebles del obligado. El segundo si bien
asume carácter preventivo cuando se le decreta en el procedimiento por la Vía
Ejecutiva, tiene por objeto principal la ejecución de lo juzgado y sentenciado, y
puede por consiguiente, decretarse sobre bienes muebles e inmuebles, y desde
luego sobre cosas incorporales, como son los derechos y obligaciones que estén
en el comercio”

DECRETO Y EJECUCIÓN DE LA MEDIDA DE EMBARGO


De conformidad con lo dispuesto en el Articulo 639 del Código de Procedimiento
Civil, el Juez acuerda el embargo ejecutivo sobre bienes de .a propiedad del
demandado o demandados y de conformidad con el Articulo 624, se procederá
como si se tratara de una ejecución de sentencia, al remitir al Título IV, Libro
Segundo del referido Código, hasta el estado en que deben sacarse a remate las
Cosas embargadas y en este estado se suspenderá el procedimiento ejecutivo
hasta que haya una sentencia definitivamente firme en el juicio principal u
ordinario de dicha causa, es decir, que todo lo relacionado con la ejecución del
embargo, nombramiento de depositarios y peritos evaluadores, las oposiciones de
tercero poseedores si fuere el caso, los anuncios de remate, justiprecios de los
bienes embargados y depositados, se llevan al estado de sacarse a remate y en
espera de la sentencia definitiva del juicio. Al respecto nos dice el Maestro Borjas:
“No existe ninguna diferencia entre el procedimiento ejecutivo de sentencia y el de
la Vía Ejecutiva, porque si bien es éste el comienzo de la ejecución de un fallo por
dictarse y aquél la ejecución de un fallo ya dictado, no hay en uno y otro hasta el
momento de hacerse el último anuncio del rémate, sino muy pocas circunstancias
que hagan indispensable introducir variantes en el segundo de dichos
procedimientos, y en ellas habremos de ocuparnos oportunamente.

El Artículo 632 del Código de Procedimiento nos dispone:


ARTICULO 632: Cuando los bienes embargados no estén hipotecados para el
pago que se reclame, podrá el acreedor pedir el embargo de otros bienes del
deudor, y en este caso quedarán libres de embargo los que se hayan embargado
antes, si del justiprecio de los últimos resultara que éstos son suficientes para
cubrir la deuda y los gastos de la cobranza. Podrá también pedirse el embargo de
otros bienes, si del justiprecio de los embargos resultaron no ser bastantes para el
pago del todo.
Por otra parte el Artículo 635 dispone:
ARTICULO 635: “Cuando los bienes embargados estuvieron hipotecados para el
pago del crédito demandado, el acreedor tendrá derecho a que el remate se lleve
a cabo y se haga efectivo con su precio el pago de su acreencia, sin esperar la
sentencia definitiva que se libre en el juicio, con tal de que dé caución o garantía
de las previstas en el Artículo 590 de este Código, para responder de lo que en
definitiva se declare en favor del deudor, respecto del crédito de que el acreedor
se haya hecho el pago, El Juez será responsable, si la caución dada resultara
después insuficiente”
En este caso si está permitido el remate por adelantado de los bienes embargados
ejecutivamente cuando los mismos están hipotecados a favor del acreedor
demandante y garantizando la obligación demandada y que previamente se hayan
dado la garantías respectivas.

COSTAS
En lo relativo a las costas en el procedimiento de la Vía Ejecutiva, nos dispone el
artículo 638 del Código de Procedimiento Civil que "la parte totalmente vencida en
la Vía Ejecutiva será condenada al pago de Las costas de conformidad con lo
previsto en el Título VI, Libro Primero de este Código”

EJECUCIÓN ANTES DE LA SENTENCIA. CAUCIÓN DEL ACREEDOR.


RESPONSABILIDAD DEL ACREEDOR. RECLAMOS DEL DEUDOR.
El Articulo 635 del Código de Procedimiento Civil nos permite el remate anticipado
de los bienes embargados cuando los mismos estuvieren hipotecados para el
pago de la obligación demandada. Este es el caso, del acreedor hipotecario, que
en vez de escoger el procedimiento de la ejecución de la hipoteca se va por la Vía
Ejecutiva.
Pero además de que el bien inmueble esté hipotecado para el pago de la
obligación demandada, el acreedor deberá dar la caución o garantía de las
previstas en el artículo 590 del Código de Procedimiento Civil, para responder de
lo que en definitiva se pudiera declarar a favor del deudor
Todas esas previsiones fueron tomadas por el legislador, en vista de que el
acreedor una vez que se haya dictado la sentencia definitiva del juicio ordinario,
puede resolverse que no le asistía ningún derecho o que se excedió en
su reclamación, y por lo tanto en la misma sentencia se establecerá la respectiva
responsabilidad en que se hubiere incurrido y la ejecución definitiva del proceso
abarcará esa responsabilidad del demandante que haya cobrado por adelantado
y lo cual está previsto en el artículo 639 del Código de Procedimiento Civil. Pero
para el caso de que el deudor considere que el remate por adelantado le ha
causado otros perjuicios deberá ir por la vía ordinaria como lo prevé la citada
disposición .legal.
Ahora consideramos, que para el caso de que la sentencia favoreciera al
demandado en el supuesto caso de que la demanda se declarase sin lugar o solo
parcialmente, le correspondería al Juez determinar en la sentencia el monto de
esa responsabilidad, bien porque se logre comprobar que el acreedor no le
asistía ningún derecho, ya que su pretensión fue temeraria o bien porque se
hubiere excedido y por lo tanto, la ejecución se realizó por una cantidad mayor de
la que realmente debía el demandado.
Igualmente, puede darse el caso que el remate de los bienes ha podido realizarse
antes de la contestación de la demanda y el deudor o la parte demandada, muy
bien puede reconvenir a la parte actora por monto de los daños que le haya
ocasionado por el remate adelantado y por lo tanto, la sentencia que habrá de
dictarse en el juicio principal: deberá resolver dicha pretensión de la parte
demandada. Pero, para el caso, de que se haya verificado la contestación de la
demanda en el juicio ordinario sin que se hubiera dictado sentencia, el deudor
puede reclamarlos y el Juez deberá resolver en la sentencia definitiva. Pero en
cambio, si el deudor pretendiere que el remate por adelantado de sus bienes le ha
ocasionado otros perjuicios que ha sufrido a consecuencia del remate por
adelantado, no obstante estar demostrado en el juicio ordinario deberá proceder
por la Vía ordinaria en otro juicio al reclamo de los mismos.

PRESCRIPCIÓN DE LA VÍA EJECUTIVA


El artículo 1.977 del Código Civil nos establece en un su último aparte que el
derecho de hacer uso de la Vía Ejecutiva se prescribe por diez años. En esa
disposición el legislador patrio ha establecido muy claramente que es el lapso de
diez años que tiene todo acreedor que pretenda ejercer la Vía Ejecutiva para el
cobro de una obligación qué conste en un instrumento público o autentico, en
vale o instrumento privado reconocido judicialmente que prueba claramente la
obligación de pagar una cantidad liquida y exigible o de plazo cumplido.
Para el caso que se proponga una demanda después de ese lapso de diez años,
corresponderá a la parte demandada oponer en la contestación al fondo dicha
defensa o excepción perentoria y corresponderá al Juez de la causa examinarla y
decidirla en la sentencia definitiva del juicio ordinario.

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