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Amígdala.

Representa una de las estructuras más importantes a nivel emocional,


básicamente por la relación que posee entre lóbulo temporal corteza
prefrontal, hipocampo e hipotálamo. De esta manera es clave en el
sistema emocional del cerebro.

Lo anterior se explica a partir de la activación de la amígdala


específicamente en estímulos de orden emocional, frecuentemente con
una connotación aversiva, permitiendo que la amígdala active el sistema
de alerta y respuesta, el cual está representado por; hipotálamo gracias a
la respuesta fisiológica, hipocampo mediante la consolidación del
estímulo en la memoria, tálamo debido a su activación cortical y área
prefrontal quien da respuesta inmediata frente al estímulo, sobre todo
cuando es novedoso.

A esta estructura también se le atribuyen funciones de orden cognitivo


debido a la relación con hipocampo y corteza prefrontal. En este sentido,
la amígdala presenta relación con la memoria a corto y mediano plazo, y
de manera puntual en el espectro de recuerdo; ya que este incluye la
consolidación de información de alto contenido emocional.
La relación entre amígdala y corteza prefrontal se determina a partir del
papel que desempeña la misma en habilidades como: Empatía, cognición
social, juicios de valor y toma de decisiones con características
emocionales. Todo esto se estructura a partir de la activación ente
amígdala, corteza prefrontal y neuronas en espejo.

Para comprender el pape de la amígdala a nivel emocional es necesario


definir las emociones, en neurociencias están conceptualizadas como
constructos complejos los cuales implican una respuesta fisiológica,
cognitiva y comportamental. La cual es regulada por el aprendizaje y el
contexto.

La amígdala se relaciona con alteraciones de orden emocional, las cuales


se explican por malformación de esta estructura como hipo e
hiperactivación de esta. Se vincula con patologías como autismo,
depresión. La hiper activación se vincula con patologías como
hiperactividad, estrés, ansiedad y esquizofrenia.
Daños estructurales producto de lesión cerebral son poco frecuentes, sin
embargo, a partir de estudios experimentales se ha determinado el
síndrome de Kluverbucy el cual se caracteriza por la inhibición de
miedo, hipersexualidad e hiperoralidad, el cual es característico en
animales y se presenta por lesión en áreas a nivel de lóbulo temporal y
áreas aledañas.

Esencialmente la relación amígdala – emoción se vincula con los


trastornos del estado de ánimo, debido a la activación hipotálamo y
neurotransmisores que en algunas ocasiones inhiben la consolidación de
información y potencializan de manera significativa la respuesta
fisiológica; de ahí la importancia de intervenir los trastornos de orden
emocional teniendo en cuenta el componente biológico.

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