El texto “Un modelo pedagógico (aprendizaje dialógico y enseñanza dialogante) y

un propósito (diálogo interreligioso y ecuménico). Retos a la Educación Religiosa

Escolar” del docente, investigador Jr, Jaime Laurence Bonilla M, en temas
concernientes a la teología y su enseñanza, es una invitación al uso de la pedagogía
dialogante dentro de los contextos escolares, específicamente dentro de la
Educación Escolar Religiosa (ERE), por ser ésta de carácter pluralista, y de acuerdo
con la visión del autor, es en el diálogo donde se construye y deconstruye
conocimiento.

El texto inicia con el reconocimiento de las características filosóficas de lo que

implica entablar un diálogo, concluyendo en que éste solo puede darse dentro de
un ambiente de igualdad, desde el reconocimiento del otro y por ende desde la
responsabilidad y consecuencias que este reconocimiento implica.

Dialogar es escuchar, es apertura hacia la construcción no solo de saberes sino de

identidad, es permitirse transformar por el otro, desde la valoración que se le da al
otro, es permitirse crecer y fortalecer desde el reconociendo de si mismo y de su
“alter”

Posteriormente, el autor enfatiza en el uso que desde otras áreas del conocimiento
se ha dado a la pedagogía dialogando, logrando con ella muy buenos resultados,
como en el caso de las matemáticas, lenguaje, lengua extranjera, entre otras. A
partir de este uso tan variado de la pedagogía dialogante, Bonilla se adentra en el
mundo mismo de dicha pedagogía, abriendo un abanico de características propias
del modelo, iniciando por reconocer, que el aprendizaje dialogante se basa en las
interacciones y el diálogo como herramientas que potencian el aprendizaje,
destacando que estas interacciones deben darse entre pares, pero también con los
docentes y todo aquello que lo rodea.

Teniendo como preámbulo, lo que significa el aprendizaje dialógico, Jaime Bonilla,

nos muestra las características propias de la pedagogía dialogante, entre los cuales
están:

 Diálogo igualitario
  Inteligencia cultural
 Principio de transformación
 Dimensión instrumental
 Principio de creación de sentido
 Principio de solidaridad
 Igualdad de diferencias

Detrás de este recorrido tan interesante de los principios de la pedagogía

dialogante, donde se potencia el aprendizaje a través del respeto por si mismo y por
el otro desde una dimensión de igualdad, donde no se entra al diálogo con aires de
superioridad, con intenciones de convencer al otro, de destruir y no escuchar, sino
que por el contrario se entra desde el principio de solidaridad, de ayuda mutua,
donde se busca el bien para toda a colectividad despojándonos de competencias
insulsas, donde se busca transformar desde la aceptación de la alteridad, desde el
sentido que las diferentes áreas le pueden dar a la vida del educando, desde la
aceptación de la diversidad y de la diferencia. Toda una apuesta por la comprensión
humana, como lo bien lo denomina el filósofo francés Edgar Morin, y que trasciende
a una educación tradicional y significativa, sustentando el poder de la comunicación
en tanto que este permite conocer desde perspectivas de construcción del
conocimiento a través de la interacción con el otro.

Para finalizar, Bonilla busca llevar al lector al encuentro entre la pedagogía

dialogante y la enseñanza de la Educación Religiosa, ERE, iniciando por un
recorrido histórico y conceptual de lo que significa el diálogo interreligioso y
ecuménico, dejando la siguiente premisa principal y en mi concepto, de relevancia
absoluta para nuestros días: “… el diálogo es el despliegue de la identidad religiosa en el
sano y maduro reconocimiento de la diversidad, que no pretende convencer, cohesionar, ignorar
ni agredir a quien vive una experiencia religiosa diversa.” Lo anterior nos lleva a plantearnos
la necesidad de educar en valores tan importantes como el respeto por la diversidad,
su reconocimiento no atenta contra la identidad de sí mismo, por el contrario, el
reconocimiento del otro, me enriquece, fortalece y me transforma.
La pedagogía dialogante dentro de la ERE, implica tener en cuenta ciertas formas
de diálogo, propias del área religiosa, los cuales son:

 Diálogo de la vida
 Diálogo de las obras
 Diálogo de los intercambios teológicos
 Diálogo de la experiencia religiosa

La aplicación de la pedagogía dialogante, dentro del ámbito educativo para la

enseñanza de la ERE, presenta dificultades en tanto que cada interlocutor entra con
una presunción de verdad, rompiendo de esta manera con uno de los principios del
diálogo donde se busca estar en un terreno de igualdad y de escucha más no de
superioridad y convencimiento lo cual va en detrimento de una verdadera
enseñanza que potencia el respeto por la diferencia y la diversidad y por ende,
imposibilita un verdadero encuentro intercultural y una sana formación de la
identidad.

Atendiendo a lo anterior, se hace necesario una enseñanza de la ERE desde la

pedagogía dialogante, que potencie el diálogo igualitario, que busque darle sentido
a la vida de cada cual, que promueva actividades solidarias, que promuevan la
ayuda mutua, pero sobre todo, una educación que favorezca el reconocimiento y el
respeto por el otro, por la diferencia no solo cultural, sino también religiosa.