En la relación obligatoria puede producirse el fenómeno de la
pluralidad. Cuando esta pluralidad existe se dice en Derecho Civil que la obligación es mancomunada, pero distinguiendo dentro de la mancomunidad do formas: a) Mancomunadas simples o “a pro rata”. b) Mancomunadas solidarias. Lo que normalmente se expresa como obligaciones mancomunadas (a) y obligaciones solidarias (b). En esta materia de pluralidad de sujetos y de mancomunidad en general, existen dos preceptos básicos, el art. 1137 y el 1138. De acuerdo con el 1137 las obligaciones solidarias son aquellas en que cada uno de los acreedores puede reclamar por sí la totalidad del crédito, que sería el caso de solidaridad activa, o bien cuando cada uno de los deudores por sí mismo está obligado a satisfacer la deuda entera, lo que se llama solidaridad pasiva.
Puede suceder que al mismo tiempo, concurriendo pluralidad de
acreedores y deudores, cada uno de aquellos pueda exigir y cada uno de éstos deba cumplir la totalidad del crédito o deuda, en cuyo caso hablaremos de solidaridad mixta.
De estas tres formas, la más frecuente en la práctica es la
solidaridad pasiva porque a través de ellas se refuerza la garantía del cumplimiento de la obligación porque el acreedor puede elegir entre varios deudores al que le va a pagar y va a elegir al que tenga más solvencia. Si puede elegir aumenta las posibilidades de cobrar el total del crédito y además esta modalidad tiene la ventaja de que la insolvencia de cualquiera de los deudores es soportada o suplida por los demás deudores.
Frente a la idea de solidaridad, el art. 1137 del CC sitúa la idea
de la mancomunidad. Dice el art. 1138 que sí del contenido de la obligación no se deduce otra cosa, el crédito o deuda se presumirán divididos en tantas partes iguales como acreedores o deudores haya, reputándose créditos o deudas distintos unos de otros. De lo que se deduce que frente a las obligaciones solidarias que antes conceptuábamos obligaciones mancomunadas, son aquellas cuyo cumplimiento es exigible a dos o más deudores o por dos o más acreedores, pero a cada uno en la parte que le corresponda, es decir, el derecho de cada acreedor y la obligación de cada deudor se desarrolla con independencia de los demás. Cada acreedor únicamente puede exigir del deudor la parte del crédito que le corresponda. Mientras que si lo que concurren son varios deudores, cada uno de ellos frente al acreedor sólo está obligado a cumplir su parte. En definitiva, frente a la solidaridad en que se puede exigir todo o se debe cumplir todo el importe del crédito por cada uno de los sujetos, aquí sólo se puede exigir la parte que a uno le corresponde o pagar la parte que uno debe.
En derecho español, la mancomunidad es la regla general y la
solidaridad es la excepcional. De acuerdo con el art. 1137, para que una obligación con pluralidad de sujetos se constituya con carácter de solidaria es decisiva la voluntad de los propios sujetos que tendrán que haberlo determinado expresamente en el momento en que se constituye esa obligación. De lo contrario, si nada expresan entonces rige la presunción de mancomunidad, es decir, de no solidaridad. Este artículo 1137 termina así: “sólo habrá lugar a esto (refiriéndose a la solidaridad) cuando la obligación expresamente lo determine” y se completa con lo que dice el art. 1138 referente a que si no se expresa la solidaridad, el crédito o deuda se entienden divididos por partes. Esto es, existe una simple mancomunidad. Esta regla general existente entre la solidaridad y la mancomunidad encuentra la excepción en aquellos casos en que la ley, es decir, el propio CC al margen de la voluntad de las partes establece imperativamente la solidaridad. Son los casos del art. 1731 (contrato de mandato), 1748 (comodato) o el art. 1890 (gestión de negocios ajenos).
En esta materia existe una regla general que es la que deriva de
lo ya mencionado, según la cual en esta clase de obligaciones el crédito o la deuda se entiende dividida por partes entre los varios acreedores o deudores reputándose créditos o deudas distintos unos de otros. En consecuencia, cada deudor sólo está obligado a cumplir su parte y cada acreedor únicamente podrá exigir una parte de la prestación.
Este principio debe completarse con lo establecido en el art. 1138
según el cual esta parte de la prestación que cada acreedor puede exigir o que cada deudor debe cumplir se presume igual para cada uno siempre que del texto de la obligación contraída no resulte otra cosa, es decir, que si los que resultan contratantes y, en consecuencia, de ese contrato deudores, no han convenido en dicho contrato que entre ellos rija un criterio distinto, las partes de la obligación por la que cada uno debe responder se van a considerar iguales.
Consecuencia de todo lo dicho es que en estas obligaciones
mancomunadas simples, cada acreedor sólo puede exigir su parte y cada deudor sólo tiene que pagar la suya. A lo que debe añadirse la presunción de que las partes son iguales.
Efectos de este Régimen:
a) Si la prestación es divisible cada acreedor o cada deudor puede
por sí mismo y con independencia de los demás ejercitar su derecho y cumplir su obligación. b) Si la prestación es indivisible, los acreedores o deudores han de actuar conjuntamente al reclamar, si fuesen acreedores, o de cumplir la obligación si fuesen deudores de acuerdo con lo que establece el art. 1139.
Si alguno de los deudores no cumple, se sustituye ese
cumplimiento por una indemnización de daños y perjuicios, de la cual cada deudor pagará su parte de acuerdo con el art. 1150.
2.4. Las Obligaciones Solidarias: Concepto, Fuentes y Clases.
El concepto es simple porque son aquellas en las que cada uno
de los acreedores puede exigir íntegramente el cumplimiento de la obligación y en las que cada uno de los deudores debe prestar también íntegramente la prestación. Por tanto las características son:
1. Debe darse una pluralidad de sujetos, sea de acreedores, de
deudores o de ambas clases. De esta característica se pueden deducir tres clases de obligaciones solidarias: Solidaridad activa o de acreedores. Solidaridad pasiva o de deudores. Solidaridad mixta, cuando concurren en una misma obligación varios acreedores. 2. La unidad de objeto, en ellas la prestación es única. 3. Particular relación interna entre los acreedores o entre los deudores en virtud de la cual cada uno de ellos puede exigir o debe cumplir la prestación.
Con respecto a las fuentes de estas obligaciones, tienen un doble
origen:
a) A través de negocio jurídico.
b) Por mandato de la ley.
Las primeras se denominan voluntarias, que a su vez se
desglosan en dos grupos, según ese negocio jurídico sea de: a) naturaleza intervivos (contrato), b) mortis causa (sucesión testamentaria).
Las segundas se denominan legales. Efectivamente, el CC
reconoce varios supuestos de solidaridad que regula e impone. Son los casos, por ejemplo, contenidos en los artículos 1084, 1731, 1748, etc.
2.5. Solidaridad de Deudores y Solidaridad de Acreedores:
Régimen Jurídico.
Deudores:
Funciona esta solidaridad pasiva dentro del régimen del CC de
acuerdo con un doble principio: en las relaciones externas, es decir, en relaciones entre deudores y el acreedor o acreedores. Cada deudor solidario es deudor por entero, es decir, si se lo exigen debe cumplir íntegramente la prestación. Mientras que en las relaciones internas, es decir, la relación de un deudor con los demás deudores, la deuda se divide entre tales deudores solidarios en la proporción que se hubiese establecido al constituirse la relación obligacional y, en defecto de esta, si nada se ha establecido, se presume una división por partes iguales. En resumen, cada deudor solidario frente al acreedor es deudor por entero y, frente a sus compañeros deudores, es deudor por su parte.
Aspecto Externo: (relación de los deudores con el acreedor)
Cada deudor queda obligado al cumplimiento íntegro de la obligación
(art. 1137). El pago hecho por un deudor extingue la deuda respecto a los demás codeudores (art. 1145). Cada deudor ante la reclamación del acreedor puede utilizar las excepciones que se deriven de la obligación, así como las que sean personales de él. De las excepciones de los otros codeudores podrá servirse de la parte de la deuda de que éstos fueran responsables (art. 1148). Cada deudor responde de la deuda o de la indemnización correspondiente, caso de incumplimiento de que el deudor reclamado no cumpla.
La solidaridad pasiva tiene la ventaja de que es una garantía
eficaz para el cumplimiento de las obligaciones, el acreedor ve multiplicado el número de deudores contra los que se puede dirigir por el total de la deuda y, por tanto, es obvio que aumentan las posibilidades de cobro de esa deuda.
Aspecto Interno: (relación de los deudores entre sí).
El deudor que paga puede exigir la parte correspondiente a los
demás deudores (art. 1145). Cada deudor suplirá a pro rata la insolvencia de los demás deudores. Todos los deudores tiene acción contra el deudor culpable o negligente (art. 1147).
En consecuencia, la solidaridad pasiva o de deudores va a tener
como finalidad primordial que el acreedor cobre a toda costa. Una vez satisfecho el acreedor se organiza un sistema para que no resulte perjudicado el deudor que paga. Acreedores:
Aspecto Externo: (relación de acreedores solidarios con deudor).
Cada acreedor tiene derecho a reclamar del deudor el
cumplimiento íntegro de la obligación. Cada acreedor puede extinguir la obligación por cualquiera de los modos extintivos que establece el CC y con pleno efecto (art. 1143), es decir, el acreedor puede utilizar cualquiera de las causas de extinción del art. 1153.
Aspecto Interno: (relación de acreedores solidarios).
El acreedor que extingue la deuda por cobro o cualquier causa
del art. 1156 responderá frente a los demás de la parte que a éstos les corresponda en la obligación (art. 1143). El acreedor que perjudique a los demás acreedores deberá indemnizarlos de acuerdo con los art. 1141 y 1143. Sería el caso del acreedor que sus compañeros le encarguen que cobre y este deja prescribir la acción y luego tiene que pagar a sus compañeros.
Por La Pluralidad de Sujetos en Esta Clasificación Se Ingresa Al Complejo Tema de Las Obligaciones Divisibles e Indivisibles y Mancomunadas y Solidarias