Está en la página 1de 3

Obligaciones mancomunadas y solidarias

Obligaciones mancomunadas:
Las obligaciones mancomunadas son aquellas en las que dos o más personas
están obligadas conjuntamente a cumplir con una misma obligación. Esto significa
que cada deudor es responsable por el cumplimiento total de la obligación, pero
ninguno es responsable por más de su parte proporcional. Es decir, si uno de los
deudores no cumple con su parte, los demás deben cumplir con el saldo restante.
Entonces, si una obligación que es divisible y mancomunada, las reglas que debe
aplicar son las de las obligaciones divisibles.

Por ejemplo, si debes 2.000 euros a María y Javier, cada uno de ellos sólo podrá
pedirte la parte que les corresponda (1.000 euros).

De lo anterior se deduce que:


Para reclamar el crédito se necesita unanimidad de los acreedores (litis consorcio
activo necesario).
Sólo podrá hacerse efectiva la deuda procediendo contra todos los deudores (litis
consorcio pasivo necesario).

Obligaciones solidarias:
Las obligaciones solidarias son aquellas en las que dos o más personas están
obligadas conjuntamente a cumplir una misma obligación, pero cada una de ellas
puede ser exigida por la totalidad de la obligación. Esto significa que el acreedor
puede reclamar el cumplimiento total de la obligación a cualquiera de los
deudores, quien a su vez puede exigir a los otros deudores su parte proporcional.
En resumen, cada deudor es responsable por el cumplimiento total de la
obligación.

Por ejemplo, si debes 2.000 euros a María y Javier, tanto uno como otro pueden
pedirte los 2.000 euros, es decir, el 100% de la deuda. Eso sí, si tan sólo uno de
ellos reclama el dinero deberá entregar la parte que le corresponda al otro
acreedor.

Formas expresa de la solidaridad: como nos menciona en el código la solidaridad


no se presume. Solo la ley o el titulo de la obligación lo establecen en forma
expresa

Solidaridad con diferentes modalidades:


La solidaridad no queda excluida por la circunstancia de que cada uno de los
deudores esté obligado con modalidades diferentes ante el acreedor, o de que el
deudor común se encuentre obligado con modalidades distintas ante los
acreedores.
Sin embargo, tratándose de condiciones o plazos suspensivos, no podrá exigirse
el cumplimiento de la obligación afectada por ellos hasta que se cumpla la
condición o venza el plazo
En toda relación obligatoria hay siempre un sujeto activo, llamado acreedor, y un
sujeto pasivo, llamado deudor. Sin embargo, en cada una de estas posiciones
subjetivas puede haber varias personas. Se habla, entonces, de una pluralidad de
acreedores o de deudores, que puede organizarse a través de la solidaridad o de
la mancomunidad, que, a su vez, puede ser con prestaciones divisibles (la simple
mancomunidad o doctrinalmente llamada “parciariedad”) o, por el contrario, con
prestaciones indivisibles (la doctrinalmente llamada “mancomunidad en sentido
estricto”).

Pago en caso de solidaridad activa.


El deudor puede efectuar el pago a cualquiera de los acreedores solidarios, aun
cuando hubiese sido demandado sólo por alguno.

En la solidaridad activa o de acreedores hay que distinguir, a su vez, dos


aspectos: el externo, referido a las relaciones entre los acreedores y el deudor; y
el interno, relativo a las relaciones de los acreedores entre sí.
En el aspecto externo significa que cada uno de los acreedores, por sí solo, puede
reclamar la totalidad del crédito y el deudor habrá de pagárselo

3. acción de acreedor en la Solidaridad pasiva.


El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios o contra
todos ellos simultáneamente.

Las reclamaciones entabladas contra uno, no serán obstáculo para las que
posteriormente se dirijan contra los demás, mientras no resulte pagada la deuda por
completo

La pluralidad de deudores puede organizarse de las tres maneras ya explicadas.


En la solidaridad (pasiva) también deben diferenciarse los dos aspectos: el externo
(relaciones de los deudores con el acreedor) y el interno (relación de los deudores
entre sí).
En el aspecto externo significa que cada uno de los deudores puede y debe pagar
la totalidad de la deuda, al acreedor que se la reclama

Por ejemplo, si en el contrato de alquiler de vivienda a varios inquilinos, se


pacta la solidaridad, respecto del pago de las rentas, el arrendador podrá
reclamarlas a cualquiera de ellos y estos deberán pagarlas, pudiendo
después exigirse a los demás inquilinos el reembolso de su parte.
A tal efecto, el codeudor solidario que paga la totalidad de la deuda, no solo
tiene acción de regreso contra los restantes, sino que, además, se subroga
en la posición del acreedor

Transmisión de la obligación:

También podría gustarte