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INTRODUCCION

La parada cardiorrespiratoria es poco frecuente en Pediatría, pero es necesario


conocer las maniobras de reanimación cuando se presenta. La principal actividad
debe ser la prevención primaria, fundamentalmente del síndrome de la muerte
súbita del lactante y de los accidentes.

La parada cardiorrespiratoria (PCR) es la interrupción brusca, inesperada y


potencialmente reversible de la actividad mecánica del corazón y de la respiración
espontánea que puede ocurrir en cualquier lugar y por distintas causas.
Las causas más frecuentes de PCR son:
* Síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL)3 (causa más frecuente en
menores de 1 año previamente sanos).
* Accidentes (causa más frecuente en mayores de 1 año)4.
* Enfermedades respiratorias (obstrucción anatómica o inflamatoria de la vía
aérea, neumonías, aspiración de cuerpo extraño, inhalación de gas).
* Enfermedades cardiovasculares.
* Enfermedades neurológicas.
* Sepsis.

Las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) son aquellas que permiten


identificar a las víctimas de una PCR, alertar a los sistemas de emergencia y
realizar una sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria.

Las maniobras de RCP son de dos tipos: básicas y avanzadas. Una vez resuelta
la RCP, es necesario estabilizar al niño y trasladarlo.

OBJETIVOS

* El objetivo ante una PCCR es evitar la muerte biológica por lesión irreversible de
los órganos vitales, especialmente el cerebro.

* Salvaguardar la integridad y en último término la vida del niño.

* Restablecer la función cardiaca y circulatoria a la forma espontánea y en


particular lograr que las funciones cerebrales sean similares a las previas al
estado de colapso cardiocirculatorio.

CONCEPTOS

Paro Cardiorespiratorio: El fracaso de la actividad cardíaca para mantener una


circulación cerebral adecuada, en ausencia o presencia de una enfermedad causal
irreversible"
El paro cardio-respiratorio consiste en el cese de la actividad mecánica cardiaca y
se diagnostica por la falta de conciencia, pulso y respiración.
El conjunto de medidas aplicadas para revertirlo se denomina reanimación cerebro
cardio pulmonar, cuyo objetivo es restaurar la circulación y normalizar el transporte
de oxígeno.

Paro cardiaco: En el paro cardíaco (PC) la circulación se detiene y los órganos se


encuentran privados de oxígeno. El PC puede ser primario cuando se presenta
como consecuencia de fibrilación ventricular, taquicardia ventricular, asistolia,
actividad eléctrica sin pulso o secundario cuan do se presenta como complicación
de trombo embolismo pulmonar masivo, taponamiento cardíaco, neumotórax a
tensión, hemorragia, obstrucción de la vía aérea, apnea, anoxia alveolar o estados
de shock.

Paro Respiratorio: Es la desaparición súbita de los movimientos respiratorios como


consecuencia de la obstrucción completa de la vía aérea tanto superior como
inferior o como consecuencia de compromiso del tallo cerebral, procesos neuro
lógicos diversos, inmersión/ahoga miento, inhalación de humo, intoxicación por
fármacos o drogas o simplemente a partir de hipoxia inducida por el paro
cardiaco.

Paro Cardio Respiratorio: Consistente en el cese de la actividad mecánica


cardiaca y respiratoria se diagnóstica ante la falta de conciencia, pulso y
respiración. Es la combinación de los dos anteriores, bien sea porque el paro
cardiaco lleve al paciente a paro respiratorio o viceversa.
De uno a tres minutos de iniciado el paro cardiaco (PC), se iniciará el cese de la
función respiratoria debido a la isquemia del centro respiratorio, resultando un paro
cardiorrespiratorio (PCR).
Puede suceder que se presente inicial mente paro respiratorio (PR) que lleve al
paro cardiaco (PC), con consecuencias iguales a las mencionadas.

Causas de paro respiratorio:


* Obstrucción de la vía aérea
* Inhalación de gases tóxicos
* Asfixia
* Quemaduras
* Descargas eléctricas
* Reacciones a mordeduras y picaduras de insectos
* Herida en cara, cuello o tórax
* Enfermedades severas de las vías respiratorias
* Shock
* Ahogamiento en agua
* Traumatismo en tórax y en cráneo.

Maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP): son aquellas que permiten


identificar a las víctimas de una PCR, alertar a los sistemas de emergencia y
realizar una sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria.

RCP básica: Es el conjunto de maniobras que permiten identificar la situación de


PCR, realizar una sustitución de la función circulatoria y respiratoria sin ningún
material y alertar a los sistemas de emergencias. Puede ser realizada por
cualquier persona entrenada en RCP básica y en cualquier lugar.

El objetivo es aportar una oxigenación de emergencia hasta que la parada pueda


ser tratada definitivamente, y por ello es necesario comenzarla lo antes posible ya
que el pronóstico depende, en parte, de la eficacia de estas medidas iniciales.

RCP avanzada: Son aquellas medidas que se deben aplicar para el tratamiento
definitivo de una PCR. La RCP avanzada, a diferencia de la básica, requiere
medios técnicos adecuados y personal cualificado y entrenado.

Material y equipo:
* Calentador irradiante
* Fuente de succión o aspiración
* Equipo de succión o aspiración
* Fuente de oxigeno
* Bolsa de reanimación o Bolsa de Ventilación
* Mascarillas faciales
* Laringoscopio
* Tubos endotraqueales
* Fármacos
* jeringa, agujas y llave se tres vías guantes

Valoracion de los signos respiratorios y hemodinamicos de riesgo de parada


cardiorespiratoria inminente en paciente pediatrico

Valoracion respiratoria
* Aumento de la frecuencia y del trabajo respiratorio
* Bradipnea. Respiración en boqueadas. Apnea.
* Disminución de los sonidos respiratorios normales.
* Cianosis.
* Disminución de la conciencia.
* Hipotonía muscular generalizada

Valoración hemodinámica
* Frecuencia cardiaca:
Taquicardia:
> de 180 en niños < de 5 años
> de 150 en niños > de 5 años
Bradicardia:
< de 85 en niños < de 6 meses
< de 80 en niños
< de 50 en adolescentes
* Hipotensión
< 70 de mmHg en lactantes
< 70 + (2 x edad en años) en niños
* Pulsos débiles
* Ritmos anormales
* Disminución de la perfusión periférica:
Relleno capilar > 2 seg.
Palidez, cianosis
- Disminución del flujo urinario (< 1 ml/kg./h.)
- Alteración de la conciencia

REANIMACIÓN CEREBRO CARDIO PULMONAR.

Este procedimiento se realiza en tres etapas:


* Apoyo vital o RCCP básico o ABCD primario
* Apoyo vital o RCCP cardiaco avanzado o ABCD secundario
* Apoyo prolongado.

* Apoyo vital básico (AVB)


Se refiere a maniobras que se le realizan a una persona en paro cardiaco y/o
respiratorio para mantener o recuperar la función circulatoria y respiratoria
mediante el uso de compresiones torácicas externas y aire espirado desde los
pulmones de un reanimador para garantizar el transporte de oxígeno in
dispensable para la preservación de los órganos vitales, especialmente el cerebro,
mientras se consigue revertir la alteración fisiopatológica res pon sable del cuadro
clínico.
En el soporte vital básico se emplean métodos que no requieren tecnología
especial, tales como apertura de la vía aérea, ventilación boca a boca, masaje
cardiaco y recientemente la importancia de la desfibrilación temprana para el
paciente adulto en paro cardiaco comprobado.
Las maniobras de reanimación se aplican en una forma secuencial y comprenden
maniobras de evaluación, maniobras de sostén y de intervención.

* Apoyo vital avanzado


Es la continuación del apoyo vital básico utilizando equipo auxiliar y técnicas
especiales encaminadas a reanudar la circulación espontánea y estabilizar el
aparato cardio pulmonar, restituyendo el transporte óptimo de oxígeno, con drogas
intravenosas e infusiones de líquidos, monitorización electrocardiográfica y
tratamiento de arritmias de ser necesario con descargas eléctricas.

* Apoyo prolongado
Se inicia una vez se estabilizan la circulación y la ventilación.
En esta fase se busca la etiología, el manejo de las complicaciones y la
prevención de un nuevo paro cardio pulmonar, de falla multisistémica y
desequilibrio hemodinámico.

En cada una de ellas se sigue el “ABCD” de la reanimación, en donde:

A. Vía aérea permeable


B. Respiración
C. Circulación
D. Desfibrilación: anteriormente se incluía ésta únicamente en el apoyo vital
cardiaco avanzado (AVCA), en la actualidad la des fibrilación temprana también se
incluye en el soporte vital básico (AVB) con el objeto de optimizar las tasas de
supervivencia.

A. Vía aérea permeable: Para lograr despejar la obstrucción de la lengua, se


tendrá que aplicar el procedimiento de abrir la vía aérea. Esto se logra con el
método de Levantar la barbilla e inclinar la cabeza.
Esto separa la lengua del fondo de la garganta permitiendo el paso del aire.

* Optimizar la vía aérea


Esta favorece la ventilación y, por tanto, la oxigenación, para esto es necesario
colocar al niño en posición adecuada y aspirar las secreciones.
El niño debe estar en decúbito supino con la cabeza en posición neutra o muy
ligera extensión, lo que favorece el alineamiento de la faringe posterior, laringe y
tráquea, facilitando la entrada de aire. Esta posición debe ser mantenida también
cuando se ventila con bolsa y mascarilla o a través de un tubo endotraqueal.
Se debe evitar la hiperextensión o la flexión del cuello, ya que esto dificulta la
entrada del aire. Para ayudar a mantener la correcta posición de la cabeza, puede
colocarse una toalla doblada debajo de los hombros, de un grosor no superior a 2
centímetros.

B. Respiración Para evaluar si una persona esta respirando o ventilando se realiza


el método VOS:
* VER los movimientos del tórax
* OIR la respiración
* SENTIR la salida del aire
Esto durante 5 seg. y por lo menos se deberá de percibir una vez durante un
lapso.

C. Circulación: Para verificar si hay pulso, este se tendrá que palpar el pulso en el
cuello (pulso carotideo), durante 5seg- 10 seg como máximo. En < de 1 año tomar
pulso braquial, en > de 1 años tomar pulso carotideo.

D. Desfibrilación: Anteriormente se incluía ésta únicamente en el apoyo vital


cardiaco avanzado (AVCA), en la actualidad la des fibrilación temprana también se
incluye en el soporte vital básico (AVB) con el objeto de optimizar las tasas de
supervivencia. Se utiliza en dos trastornos del ritmo cardiaco previos a un paro
cardiaco: taquicardia ventricular sin pulso y Fibrilación ventricular.
Todas las personas que mueren antes de sufrir un paro cardiaco presentan
fibrilación ventricular y si se aplica oportunamente una descarga eléctrica es muy
probable que el corazón vuelva a su ritmo normal.

RCP AVANZADA
La RCP avanzada consta de varios apartados que se deben ir realizando de forma
simultánea:
I. Optimización de la vía aérea y ventilación.
II. Accesos vasculares, fármacos y líquidos.
III. Diagnóstico y tratamiento de arritmias.

Vía aérea y ventilación: Es fundamental mantener una vía aérea permeable y una
ventilación eficaz. Para ello, el mejor método es la intubación orotraqueal, la cual
requiere un tiempo y un material.

* Control de la vía aérea


Los pasos y las técnicas a realizar son:
1. Apertura de la vía aérea: la misma maniobra (frente mentón) que en RCP
básica.

Introducción de cánula orofaríngea (Guedel): permite desplazar la parte posterior


de la lengua pudiendo abandonar la tracción mandibular. Debe tener el tamaño
adecuado (longitud igual a la distancia entre los incisivos centrales superiores y el
ángulo de la mandíbula) ya que: si es demasiado pequeña no mantiene la apertura
de la vía aérea, y si es demasiado grande, la obstruye. En los lactantes se debe
colocar directamente, ayudándonos de un depresor con la concavidad hacia abajo.
En niños se coloca como en el adulto, introduciéndose en la boca con la
concavidad hacia arriba hasta que topamos con la parte posterior del paladar,
girando posteriormente 180º hasta dejarla colocada.

1. Aspiración de secreciones.

2. Ventilación con bolsa autoinflable (Ambú) conectada a una fuente de oxígeno y


mascarilla laríngea. Es imprescindible antes de la intubación ventilar
adecuadamente al paciente y, si no se consigue, intubar en un tiempo prudencial,
que luego veremos, se debe interrumpir la maniobra y volver a ventilar con bolsa y
mascarilla.
En caso de poca experiencia o intubación dificultosa, una ventilación eficaz y bien
realizada con bolsa autoinflable puede mantener al paciente oxigenado varios
minutos. El problema es que al no aislar la vía aérea se puede distender el
estómago causando dificultad ventilatoria.

3. Intubación orotraqueal.
Ventajas:
* Previene la distensión gástrica y la aspiración pulmonar.
* Facilita la eliminación de secreciones de la vía aérea.
* Permite administrar algunos fármacos mientras se consigue acceso venoso.
* Permite la sincronización entre ventilación y masaje cardiaco.
Existen algunas diferencias anatómicas entre la vía aérea del niño y la del adulto:
* La lengua es relativamente mayor.
* La laringe es más estrecha y está situada más alta.
* La epiglotis es proporcionalmente más larga.
* En los menores de 8 años, el mayor estrechamiento de la tráquea se encuentra a
la altura del cartílago cricoides y no en las cuerdas vocales como en el adulto.
Estas diferencias hacen que se usen palas rectas en el laringoscopio en recién
nacidos y menores de 6 meses y que en niños menores de 8 años el tubo
endotraqueal (TET) no lleve balón para no lesionar el cartílago cricoides al
hincharlo.
Es necesario conocer el tamaño del TET para cada edad y preparar tubos de un
tamaño inferior y superior.

Técnica de intubación:
1. Aspiración de secreciones de orofaringe.
2. Ventilar con mascarilla facial + bolsa autoinflable conectada a oxígeno al 100%.
3. Preparar el material necesario (número de tubo, tipo de tubo, con balón o sin
balón, tipo de pala y número, fiador semirrígido) y verificar el funcionamiento
correcto (comprobar luz, pilas, bombilla).
4. Con el laringoscopio en la mano izquierda, abrimos la boca e introducimos la
pala por el lado derecho.
5. Deslizamos la pala hasta colocar la punta en la valécula (pala curva) o hasta
calzar la epiglotis (sujetar la epiglotis entre la pala y la lengua).
6.- Tiramos del mango del laringoscopio en dirección céfalo-caudal hasta exponer
las cuerdas vocales.
7. Introducimos el TET con la mano derecha en la tráquea comprobando su
posición y lo fijamos.

4. Mascarilla laríngea: puede ser útil en RCP, como alternativa a la intubación, en


caso de dificultad por traumatismos faciales, quemaduras o inexperiencia del
reanimador. Consiste en un tubo cuyo extremo distal lleva una mascarilla de borde
externo hinchable y que, una vez colocada en su lugar, queda enfrentada a la
laringe permitiendo la ventilación del paciente.

Técnica de inserción:
a) Preparación de la mascarilla: elección del tamaño, comprobar el hinchado del
manguito.
b) Colocar al niño en posición similar a la de la intubación.
c) Introducir la mascarilla laríngea deshinchada con la apertura en la parte
anterior, usando el dedo índice para guiar el tubo hacia la parte posterior de la
faringe.
d) Empujar hasta que se encuentre un tope e insuflar el manguito, colocando la
línea negra de la cara posterior de la mascarilla laríngea para centrarla.

5. Cricotiroidotomía de urgencia: se usa sólo en casos extremos en que sea


imposible intubar o colocar mascarilla laríngea. La técnica correcta excede del
objetivo de este taller y aconsejamos para su práctica la realización de cursos
específicos como los de asistencia inicial al trauma pediátrico (AITP).

Ventilación: Durante la RCP básica, la ventilación que se ofrece es con aire


espirado cuya concentración máxima de oxígeno es alrededor del 17%, lo que
unido a que el masaje cardiaco en las mejores condiciones consigue un 20% del
gasto cardiaco medio conlleva a que la oxigenación de los tejidos sea muy pobre.
Por ello en RCP avanzada se necesitan altas concentraciones de oxígeno.
1) Bolsas autoinflables (“Ambú”); las hay de diferentes tamaños:
* Lactante (250 ml).
* Infantil (450 ml).
* Adulto (1.600-2.000 ml).
Para RCP se precisan el modelo “infantil” y “adulto”, dejando el modelo de 250 ml
para RN prematuros.

2) Mascarillas faciales, de diferentes tipos y tamaños según la edad,


proporcionando un sellado hermético de la cara y abarcando desde el puente de la
nariz hasta la hendidura de la boca.
Por debajo de los 6 meses, por la forma de la cara del lactante, pueden utilizarse
las mascarillas redondas y, por encima de esa edad, triangulares.
Es preferible que sean transparentes, ya que permiten ver el color de las mucosas
o la presencia de vómito.

Técnica:
* Posición de la cabeza adecuada. Tamaño correcto.
* Sujetar la mascarilla con los dedos pulgar e índice en la zona cercana a la unión
con la mascarilla. El tercer dedo elevando el mentón y los dedos 4º y 5º en la
mandíbula.
* Comprimimos el “ambú” hasta conseguir un volumen que consiga adecuada
movilización del tórax con la frecuencia que corresponda a su edad, RN 30-40
respiraciones por minuto, lactantes 20-25, niños 15-20.

Vías de infusión en la RCP avanzada en pediatría: El siguiente apartado en la


RCP avanzada es el establecimiento de un acceso vascular, imprescindible para
la infusión de fármacos y líquidos.

Las distintas vías de acceso son:


1. Canalización de venas periféricas: los dispositivos preferidos son los
angiocatéteres (Abbocath), pues son más estables y de luz más amplia. Existen
diferentes calibres (del 26 al 14 gauges), y se debe elegir el mayor posible de
acuerdo con la edad del paciente y el tamaño de la vena seleccionada.
Debe intentarse en primer lugar en las venas de la fosa antecubital, por ser las de
mayor calibre, recorrido más constante y las más cercanas a la circulación central.
No obstante, cualquier vena periférica puede ser útil.

2. La vía endotraqueal: es un buen acceso alternativo para la administración de


algunos fármacos, pero no volumen de líquidos, ya que algunos medicamentos,
como la adrenalina, son capaces de atravesar el endotelio alveolo-capilar,
llegando a través de las venas pulmonares al lado izquierdo de la circulación, justo
donde han de ejercer su acción.

Técnica:
* Se carga la dosis del fármaco (por ejemplo adrenalina), a la que se añade una
cantidad de suero salino proporcional al peso del paciente (0,5 cc/kg).
* Se mezclan la adrenalina y el suero en una jeringa con capacidad muy superior
al volumen de la mezcla, para que, al colocarla verticalmente, ambas sustancias
se depositen en la parte inferior, mientras que en la superior queda una cámara de
aire.
* Se introduce la jeringa directamente en el TET sin su conexión, empujando
enérgicamente el émbolo para propulsar el contenido lo más lejos posible dentro
del árbol bronquial.
* Se coloca de nuevo la conexión del TET acoplada a un “ambú” y se efectúan 5
insuflaciones para distribuir el medicamento por los alveolos.

3. La vía intraósea: es una excelente alternativa cuando no se consigue una


periférica en el tiempo establecido. Su utilidad se basa en que la cavidad medular
de los huesos largos está ocupada por una rica red de capilares que drenan a un
gran seno venoso central, que no se colapsa ni siquiera en situación de PCR. En
niños, los lugares de punción intraósea más utilizados son la tibia proximal (en
niños menores de 8 años) y la tibia distal (en niños mayores de 8 años). No
obstante, a partir de los 6 años la cortical de la tibia proximal se endurece y se
hace más difícil de penetrar.

Se realiza así:
* Se coloca la pierna en rotación externa y sobre una superficie dura.
* Se coge la aguja intraósea con la mano dominante, situando la base en la
eminencia tenar y los dedos índice y pulgar sujetando la aguja, aproximadamente
a un centímetro de la punta haciendo pinza, como si se sujetara un lápiz.
* Con la otra mano se palpan la tuberosidad anterior y el borde interno de la tibia.
En la línea media de ambos puntos y a 1-2 cm por debajo estaría el punto de
punción.
* En ese lugar se coloca la aguja perpendicular, ejerciendo una fuerte presión
hasta notar una cierta dureza que indica que estamos sobre el periostio. En ese
momento, se acentuará aun más la presión al tiempo que se realiza un
movimiento de rotación. Cuando se atraviesa la cortical se nota una brusca
disminución de la resistencia y un “plop” característico.
* Se retira el fiador y se conecta una jeringa cargada con suero fisiológico a la
aguja, y se aspira para comprobar si sale sangre o médula ósea. El hecho de que
no salga sangre o médula no significa que no esté correctamente insertada la
aguja. A continuación se inyecta suero fisiológico de la jeringa, y si fluye con
facilidad sin producirse extravasación; la aguja está bien insertada.

Por la vía intraósea pueden infundirse cualquier tipo de fármacos y líquidos. Esta
vía de acceso está contraindicada si el hueso que se va a puncionar está
fracturado o si previamente ya ha sido puncionado.
También está contraindicada la punción en los huesos de las extremidades
inferiores si ha habido un traumatismo abdominal grave.
4.- Canalización de venas centrales. Las venas centrales tienen las ventajas de su
mayor calibre y que los fármacos y líquidos logran su efecto más rápidamente. No
obstante, requieren una técnica más difícil y tienen mayor riesgo de
complicaciones, por lo que en la RCP avanzada su canalización sólo estaría
indicado si han fracasado los intentos de coger una vía periférica o sus
alternativas, o tras la recuperación de la circulación espontánea en la fase de
estabilización. En estos casos la vena central de elección sería la vena femoral,
por ser la que menos interfiere con el resto de las maniobras. Poca utilidad en
Atención Primaria (AP).

Técnica de desfibrilacion

Se emplea de forma inmediata cuando diagnosticamos un ritmo defibrilable.


Precisamos el siguiente material:
* Desfibrilador adecuado con capacidad para liberar energías bajas.
* Palas grandes (8 a 10 cm de diámetro): niños > 1 año ó >10 kg.
* Palas pequeñas: 4,5 cm en niños < 1 año.
* Solución de contacto: Pasta conductora específica para desfibrilación

La técnica de desfibrilación consta de los siguientes pasos:


1. Lubricar palas de desfibrilador con pasta Evitar que contacten entre sí las
palas.
2. Cargar el desfibrilador a 2 J/Kg.
3. Poner el mando en asincrónico.
4. Colocar las palas presionando contra el tórax:
* Negativa (negro) infraclavicular paraesternal dcha.
* Positiva (roja) apex.
5. Separación del paciente del resto del personal reanimador.
6. Apretar simultáneamente los botones de ambas palas.
7. Comprobar si la descarga se ha producido:
* se ha provocado movimiento esquelético.
* se ha producido línea isoeléctrica en el ECG.
8. Comprobar sí se ha modificado el ritmo en el ECG y si el niño ha recuperado
latido eficaz., es decir si tiene pulso.

Fibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso.


1. Desfibrilación eléctrica:
* Administrar un choque no sincronizado a 2 J/kg.
* Si no hay respuesta nuevo choque inmediato 2 J/kg.
* Si no hay respuesta nuevo choque a 4 J/kg.
2. Si no hay respuesta, optimizar la RCP durante 1 minuto:
* Ventilar con oxígeno al 100%, intubar.
* Seguir dando masaje cardiaco.
* Canalizar vía de infusión.
3. Administrar adrenalina 0.01 mg/kg (0,1 ml/kg de dilución 1/10.000)
4. Administrar un nuevo ciclo de 3 desfibrilaciones a 4 J/kg.
5. Si sigue sin responder descartar hipotermia, intoxicaciones y alteraciones
electrolíticas.
6. Administrar adrenalina a 0.1 mg/kg. (0,1 ml/kg de dilución 1/1000) (máximo 5
mg.).
7. Mantener RCP 1 minuto.
8. Nuevo ciclo de 3 desfibrilaciones a 4 J/kg.
9. Si tras efectuar 3 ciclos con RCP y 3 choques eléctricos, no hay respuesta;
considerar:
* Bicarbonato 1 mEq/kg.
* Amiodarona 5mg/kg
10. Continuar con RCP y ciclos de 3 desfibrilaciones. La posibilidad de
recuperación será muy baja.

Compresiones torácicas
Las compresiones torácicas son compresiones rítmicas y seriadas del tórax que
hacen circular sangre hacia órganos vitales (corazón, pulmones y cerebro).

Ellas se realizan hasta que se recupere la circulación espontánea o se inicie el


SVAP, Las compresiones torácicas siempre deben acompañarse de respiraciones
asistidas.

Para que las compresiones sean efectivas, el niño debe estar sobre una superficie
dura y plana, en posición supina.

Para un lactante, se puede utilizar como superficie la mano del reanimador o su


antebrazo, con la palma de la mano sosteniendo la espalda del niño. Esta
maniobra eleva efectivamente los hombros del infante, permitiendo que la cabeza
se incline levemente hacia atrás, hacia una posición que deja permeable la vía
aérea,

Debe cuidarse de mantener la cabeza al mismo nivel que el resto del cuerpo
mientras la otra mano del reanimador realiza las compresiones torácicas.

Cuándo empezar el masaje cardíaco: Se deben iniciar las compresiones torácicas


en todos los pacientes sin pulso, o aquellos que tienen frecuencias cardíacas más
bajas que las necesarias para asegurar una perfusión adecuada a órganos vitales,
es decir, están cianóticos y que no responden a la oxigenación y la ventilación.

* La bradicardia profunda (< de 60 por minuto en niños y menos de 80 en


lactantes) se considera una indicación para el inicio de compresiones torácicas.
* Ausencia de pulso.
* FREC. Cardiaca <60 x min. En niño.
* FREC. Cardiaca <80 x min. En lactante.
* Cianosis.

Compresiones torácicas en el lactante.


Las compresiones torácicas en el lactante deben efectuarse sobre el tercio inferior
del esternón, teniendo precaución de no comprimir los apéndices xifoides.
Los puntos claves para realizar la compresión torácica son:
* La línea intermamaria , que es una línea imaginaria ubicada entre los pezones.
El dedo índice de la mano del reanimador, que no sostiene la cabeza del lactante,
se sitúa en el esternón, justo debajo de la línea intermamaria, los dedos medio y
anular se sitúan sobre el esternón, al lado del dedo índice; se levanta el dedo
índice y la compresión esternal se realiza usando los dedos medio y anular. Se
debe evitar la compresión de los apéndices xifoides, que es la zona más baja del
esternón.

La otra mano del reanimador, se usa para mantener la posición de la cabeza del
lactante (a no ser que esa mano esté debajo de la espalda). Esto permite que se
dé ventilación sin necesidad de reposicionar la cabeza.

Usando dos dedos el reanimador comprime el esternón, un tercio del diámetro


anteroposterior del tórax. El número de compresiones debe ser al menos de 100
por minuto, con las pausas para la respiración, el número resultante de
compresiones será de unas 80 por minuto.

Al final de cada compresión debe permitirse que el esternón retorne a su posición


normal, sin quitar los dedos de la superficie del tórax. El tiempo de compresión y
relajación deben tener duraciones similares.

Compresión torácica en el niño.


Se consideran para efectos del soporte vital básico pediátrico, a los niños
comprendidos entre uno y ocho años de edad.

Usando el dedo medio y el dedo índice de la mano más cercana a los pies de la
víctima, el reanimador ubica el reborde costal, en la parte inferior del tórax del
niño, en el lado torácico más cercano al reanimador.

Con el dedo medio sigue el reborde costal hacia la parte media, donde se unen las
costillas con el esternón, los apéndices xifoides.

Al dedo medio situado en este lugar se le junta el dedo índice.


La palma de esta mano se coloca en el sitio donde estaba el dedo índice, con el
eje de la mano paralelo al esternón. Los dedos deben mantenerse altos, no en
contacto con las costillas, mientras la palma de la mano se mantiene en contacto
con el esternón.

La otra mano del reanimador, se utiliza para mantener en posición la cabeza del
niño, de tal manera que se pueda dar la ventilación sin necesidad de reposicionar
la cabeza.

Comprimir el tórax un tercio de su profundidad, el número de compresiones es de


100 por minuto. Con las pautas para la ventilación, el número resultante de
compresiones es alrededor de 80 por minuto. Después de cada compresión se
debe permitir al tórax el retorno a su posición original, sin separar la mano del
tórax. La compresión y la relajación deben durar aproximadamente el mismo
tiempo.

Si el niño es mayor de ocho años o es muy grande, la compresión torácica debe


realizarse como si se tratara de un adulto.
Relación compresión ventilación (C- V).

La relación compresión-ventilación recomendada para los recién nacidos es de 3:1


y de 5:1 para los lactantes y los niños. La justificación de esta diferencia con
respecto a las guías de los adultos incluye a:
1) Los problemas respiratorios son la causa más frecuente de paro pediátrico y por
la tanto, la ventilación debe ser prioritaria.
2) La frecuencia respiratoria fisiológica de lactantes y niños es más elevada que la
de los adultos.

Al final de cada ciclo de compresión, debe darse una respiración asistida. Se


recomienda evitar la compresión y ventilación simultánea.

Profundidad de las compresiones


Cuando se realícenlas compresiones torácicas, se deben realizar con la siguiente
profundidad:

En cada compresión, presionar 1/3 o 1/2 del diámetro antero posterior del tórax.
Lo que sería 1,5 a 2,5 cm, en el lactante y de 2,5 a 4 cm en el niño.

Las compresiones se pueden realizar de 4 formas: con dos dedos el índice y


medio, con ambas manos rodeando el tórax, con el talón de una mano, con ambos
pulgares.

La compresión se realizara por debajo de la intersección de la línea intermamilar


con el esternón, un dedo por encima del apéndice xifoides. Localizando el punto
de masaje colocando los dedos, en el 3º y 4º espacio intercostal.

MÉTODOS PARA BRINDAR RESPIRACIÓN

Respiración boca-boca ó boca-boca-nariz: Esta es una forma muy eficaz y rápida


de suministrar oxigeno al niño o adulto. El aire que exhala el reanimador contiene
aproximadamente un 17% de oxigeno y un 4% de dióxido de carbono. Esto es
suficiente para proveer a la victima el oxigeno que necesita, en lo que reacciona o
recibe atención más especializada.

Procedimiento:
* Mantenga abierta la vía aérea de la victima mediante inclinación de la cabeza-
elevación del mentón.
* Tape la nariz del niño con los dedos pulgar e índice (de la mano que tiene sobre
la frente de la victima).
* Tome aire normalmente (no profundamente) y forme un sello hermético con los
labios en torno a la boca del niño. En caso de ser un lactante se forma un sello
hermético entorno a la boca y la nariz del niño.
* Administre una respiración (sople durante 1seg.). Mientras administra la
respiración, observe para comprobar que el pecho de la víctima se eleva.
* Si el pecho no se eleva, repita la maniobra de inclinación de la cabeza-elevación
del mentón.
* Administrar una segunda respiración (sople durante un segundo). Observe para
comprobar que el pecho se eleva.

Respiración boca-dispositivo de barrera: El riesgo de contraer infecciones por


causa de la RCCP es muy bajo. Sin embargo, la Occupational Safety and Health
Administration (OSHA, Administración de Salud y Seguridad Laboral) exige al
personal de los equipos de salud que tomen precauciones estándar cuando
pueden estar expuestos al contacto con sangre u otros fluidos corporales como la
saliva.

Entre las precauciones estándar esta el utilizar un dispositivo de barrera, como


una mascarilla facial o un sistema de bolsa-mascarilla, para administrar
respiraciones.

Las mascarillas cuentan con una válvula unidireccional que evita que el aire
espirado vuelva al reanimador.

Los reanimadores deben reemplazar las mascarillas faciales por dispositivos de


ventilación boca-mascarilla o sistema de bolsa-mascarilla en cuanto sea posible.

Respiración boca-mascarilla: Para este método se utilizara una mascarilla con o


sin válvula unidireccional. La válvula unidireccional permite que la respiración del
reanimador entre en la boca y la nariz del niño, evitando que el aire espirado por el
niño vuelva al reanimador.
Algunas mascarillas cuentan con una entrada de oxigeno que permite administrar
oxigeno suplementario.

BOLSAS DE REANIMACIÓN

* Bolsa de Reanimación o Bolsa de Ventilación:


Bolsa pediátrica de 250, 500 o 700ml, existen dos tipos de bolsas autoinflables y
las bolsas infladas por flujo.
Bolsa tamaño pediátrico entre 500 y 750 ml con reservorio de oxígeno de 1500 ml
o mayor, bolsa tamaño neonatal de 240 a 500 ml. Con reservorio de oxígeno de
700 ml, con válvula de entrada, conexión para oxígeno suplementario.

* Bolsa autoinflable:
Se caracteriza por su elasticidad, ya que permite volver a llenarse rápidamente sin
necesidad de un flujo externo.
Tiene dos entradas, una para el flujo de oxigeno y otra para el aire ambiente,
sobre la que se puede colocar un reservorio de oxigeno. El flujo de oxigeno que
entra en la bolsa escapa por la entrada de aire ambiente cuando la bolsa no se
presiona. Una válvula entre la bolsa y la salida hacia el paciente impiden la
reinspiracion del aire respirado.

Funciones
Presión pico administrada: depende de la presión que el reanimador ejerza sobre
la bolsa con los dedos, cuanto más deprima la bolsa, mayor será la presión sobre
la vi aérea del niño, para impedir la administración de presiones más elevadas de
forma inadvertida, las válvulas limitadoras de presión suelen abrir entre 30 y 40
H2O. En caso de que sea necesarias presiones mayores, estas válvulas se
pueden cerrar.

Concentraciones de oxigeno: cuando se conecta a la bolsa un flujo de oxigeno


entre 5 y 10L/min, este se mezcla en su interior con el gas que ha pasado por la
entrada de aire ambiente, lo que determina la concentración final de oxigeno
aproximada de 40-60%. En el caso de que se requieran concentraciones más
elevadas de oxigeno 90-100%, es necesario acoplar un reservorio a la bolsa, que
permita acumular oxigeno que escapa por la entrada del aire ambiente.
Existen dos tipos de reservorio disponibles: en forma de tubo corrugado y en
forma de bolsa. La forma más exacta de administrar una concentración de oxigeno
predeterminada es utilizar un sistema de mezcla de gases conectado a una bolsa
con reservorio.

Administración de un flujo libre de oxigeno: las bolsas autoinflables tienen una


válvula que no permite el paso libre de gas a través de la mascarilla hacia el
paciente si no se presiona la bolsa. Sin embargo, a través del extremo distal de los
reservorios de tipo corrugado si se puede administrar un flujo libre de oxigeno de
forma continua.

* Bolsa inflada o bolsa de anestesia:


Este tipo de bolsa precisa para su funcionamiento una fuente de oxigeno o de aire
comprimido. Su uso requiere mayor entrenamiento y experiencia que las bolsas
autoinflables.
Estructura: a través de un dispositivo diseñado para conectar con la fuente de
oxigeno, el flujo de gas entra en la bolsa, y tiene una salida hacia el paciente que
conecta la mascarilla o el tubo endotraqueal. Estas bolsas disponen, además, de
una salida del gas hacia el ambiente, cuyo flujo está regulado por una válvula.
Cuando la mascarilla consigue un buen sellado sobre la cara del recién nacido,
todo el oxigeno que entra desde la fuente solo puede salir a través de la válvula de
control de flujo, por lo que el ajuste de la válvula condiciona la presión que infla la
bolsa, para un determinado ajuste del flujo de gas de la fuente.

Funciones
Presión pico administrada: viene determinada por tres factores:
* El ajuste del caudalimetro, que regula el flujo de oxigeno desde la fuente, entre 5
y 10L/min.
* El ajuste de la válvula de control de flujo, que regula la cantidad de oxigeno que
escapa de la bolsa.
* El grado de compresión de la bolsa.

Caudalimetro y válvula de control: se deben ajustar de forma que la bolsa este


inflada en un punto confortable para su manejo: si esta poco hinchada puede ser
difícil administrar suficiente presión, pero si está demasiado hinchada hay más
riesgo de administrar una presión excesiva elevada al paciente. Con este tipo de
bolsa se pueden generar presiones muy elevadas, por lo que es necesario que
esté conectada a un manómetro que permita monitorizar el pico y la presión al
final de la espiración.

Concentración de oxigeno: el gas que se administrar al paciente tiene la misma


concentración que el que se utiliza para llenar la bolsa, generalmente, oxigeno al
100%, a no ser que se disponga de un sistema de mezcla de aire y oxigeno.
Administración de un flujo libre de oxigeno: se coloca la mascarilla sobre la cara
del niño sin hacer sellado, permitiendo que el gas escape por los bordes. La bolsa
permanecerá desinflada durante la administración de un flujo libre de oxigeno sin
presión positiva, una bolsa de anestesia inflada indica que se está administrando
presión positiva.

* Mascarillas faciales
Permite acoplar las bolsas de ventilación sobre la cara del niño. Cuando se
consigue un buen sellado bolsa-mascarillas-cara, la presión positiva que se
genera en la bolsa alcanza la vía aérea del niño. La mascarilla tiene que ser:

De tamaño adecuado a la cara del niño: debe cubrir nariz y boca, alcanzando
hasta el borde de la barbilla, pero no debe de incluir los ojos ni sobrepasar el
mentón.
Con borde almohadillado: d forma que no sea necesario ejercer mucha presión
para obtener un ajuste hermético. Es menos probable que una mascarilla con
borde almohadillado lesione los ojos, o el contorno de la cara del paciente.

De material transparente: que permita visualizar el color de los labios y vigilar una
posible regurgitación del contenido gástrico.

Fármacos esenciales empleados en RCP pediátrica


FÁRMACO | PREPARACIÓN PARA ADMINISTRACIÓN | DOSIS |
INDICACIONES |
Adrenalina (Epinefrina) 1 amp = 1 ml. = 1 mg. (Dilución 1/1000) | Diluir 1 amp (1
ml) en 9 ml de AGUA BIDESTILADA (dilución 1/10000) Sin diluir 1/1000 | DOSIS
INICIAL0.01 mg/kg (0,1 ml/kg de 1:10.000)DOSIS POST: 0.1 mg/kg (0,1 ml/kg de
1:1000)(máximo 5 mg) | • Asistolia • Fibrilación ventricular • Disociación
electromecánica • Bradicardia severa |
Atropina (Sulfato de Atropina) 1 amp. = 1 ml = 1 mg. (dilución 1/1000) | NO
PRECISA DILUCIÓN | 0.02 mg/kg MINIMA 0.1 mg (0.1 ml) MAXIMA: 2 mg. (2 ml)
DOSIS TOTAL: 1 mg (niños)2 mg (adolescentes) | Bradicardia con repercusión
hemodinámica |
Bicarbonato Sódico 1 Molar 1 amp. = 10 ml. = 10 mEq. | Diluir al 1/2 en: AGUA
BIDESTILADA (1 ml. = 0.5 mEq) | DOSIS INICIAL: 1 mEq/kg (2 ml/kg) DOSIS
POST.: 0.5 mEq/kg (1 ml/kg) Repetir cada 10 min. si persiste PCR | Requisitos
previos: Buena ventilación. Inicio masaje, adrenalina Empleo si: PCR más de 10
min. pH < 7.10 |
Cloruro Cálcico 10% 1 amp. = 10 ml. 1 ml = 20 mg de Ca iónico = 100 mg. de sal
cálcica | NO PRECISA DILUCIÓN | 0.2 ml/kg. | Hipocalcemia Hiperkaliemia
Hipermagnesemia Sobredosis de bloqueantes del Calcio |

BIBLIOGRAFÍA

*
http://www.cfnavarra.es/salud/PUBLICACIONES/Libro%20electronico%20de%20te
mas%20de%20Urgencia/21.Pediatricas/Reanimacion%20cardiopulmonar%20en%
20pediatria.pdf

* Sánchez Perales F, Rubio Gribble B, Pérez-Lescure Picarzo J, Bueno Campaña


M. Reanimación cardiopulmonar avanzada. En: AEPap ed. Curso de Actualización
Pediatría 2005. Madrid: Exlibris Ediciones; 2005.

* http://www.pediatraldia.cl/reanimacion_cardio.htm

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