Hablemos sobre neuromarketing

En los tiempos actuales es posible sentir que vivimos en una distopía. El neuromarketing o
neuromercadotecnia representa uno de esos elementos de la cultura contemporánea que tiene, en
partes iguales, defensores y detractores en cuánto a lo que conlleva y representa.

En un sentido estricto el neuromarketing es una modalidad utilizada por las agencias de marketing
digital que consiste en la aplicación de saberes provenientes de las neurociencias para potenciar y
facilitar el alcances de los objetivos comerciales y publicitarios del marketing digital.

Todo esto conlleva a que los agentes SEO se familiaricen con conocimientos psicológicos y
fisiológicos asociados a los procesos esenciales de la mente humana tales como la memoria, la emoción
y la atención. La idea de fondo es fomentar la imagen de una empresa o marca tomando en
consideración las reacciones de las grandes audiencias.

Una práctica controvertida

Como ya se mencionó algunas empresas dedicadas al outsorcing marketing digital han recibido
fuertes críticas por adoptar esta perspectiva de trabajo. Aunque también han recibido apoyo y
justificaciones son muchas las personas que denuncian la naturaleza intrusiva de este modo de
proceder.

Después de todo es de la mente individual y privada lo que está en juego. El auge del neuromarketing
al par que es visto con buenos ojos por el progreso que conlleva también es contemplado con aversión
por quienes ven en el mismo un atentado contra la libertad de acción y pensamiento.

Lo cierto del asunto, no obstante, es que cada vez son más las empresas que se dedican a esta práctica
puesto que es compatible con los objetivos que históricamente se han planteado las agencias
publicitarias que no son otro que posicionar un producto o marca en las mentes de los consumidores.

La gente comenta: “Nada que ver con las neurociencias”

Así como algunas personas señalan la intrusividad de estas prácticas, desde otro extremo otras
personas ponen en duda el hecho de que se estén aplicando saberes provenientes de las neurociencias.
Desde tal postura se cree que la palabra neuromarketing no es más que un término rimbombante.

Aunque sí reconocen que se están aplicando técnicas novedosas para inmiscuir percepciones, captar la
atención y enganchar emocionalmente a los usuarios, no reconocen que tales técnicas estén asociadas,
verdaderamente, al conocimiento producido por la neurociencia.

Como tema de discusión queda el hecho de que tal vez muchas empresas realmente estén aplicando el
neuromarketing en su práctica profesional, pero también cabe la posibilidad de que muchas otras tan
solo lo utilicen para hacer más interesante el nombre de los servicios que ofrecen.