19.
Explica los principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo
XVII, y sus consecuencias
La crisis demográfica
Desde finales del siglo XVI y durante el
XVII tuvo lugar una acusada crisis demográ-
fica y la población peninsular se estancó o,
incluso, decreció. Sus causas fueron varia-
das:
- Las epidemias de peste se extendieron
por la Península en diversas oleadas. Aun-
que afectaron a todos los territorios, la que se
produjo a principios del siglo XVII fue la más
grave. Además, la reiteración de malas cose-
chas provocaba frecuentemente crisis de
subsistencias.
- La expulsión de los moriscos en 1609
hizo disminuir la población de algunos reinos
hispanos, especialmente en Valencia, Murcia
y Aragón.
- Las dificultades económicas y políticas
tuvieron efectos demográficos. Las primeras
se manifestaron mediante la emigración a
América, la abundancia de solteros y el au-
mento de miembros de la Iglesia. Las segun-
das se plasmaron en el aumento de la morta-
lidad bélica.
Este conjunto de factores no afectó de ma-
nera uniforme. La crisis más intensa se pro-
dujo en Castilla, donde se despoblaron am-
bas Mesetas, pero en la periferia peninsular
se aprecia, ya en la segunda mitad del siglo,
una recuperación demográfica.
La crisis económica
El siglo XVII se caracterizó por la aparición
de una grave crisis económica, que afectó a
toda Europa, pero en España alcanzó com-
ponentes especialmente graves por su coin-
cidencia con la crisis política y fiscal de la mo-
narquía. Sus causas y consecuencias son:
- La disminución de la producción agrícola
y ganadera. El despoblamiento de las zonas
rurales, el aumento de las cargas impositivas
y la sustitución de los cereales por otros cul-
tivos comerciales redujo la producción. La
ganadería también se resintió de la pérdida
poblacional y se produjo una caída de la pro-
ducción lanera.
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- La crisis de las actividades textiles, sobre
todo en Castilla. La disminución de la de-
manda, el aumento de los impuestos y la
competencia de la producción extranjera
(Flandes, Inglaterra, etc.) arruinaron a los ar-
tesanos castellanos.
- La decadencia de otras actividades arte-
sanales relacionadas con las necesidades
del Estado, como la construcción naval o la
metalurgia, que se vieron afectadas por los
problemas económicos de la Corona.
- La disminución de la llegada de metales
preciosos de América. Buena parte de este
metal beneficiaba a comerciantes extranjeros
o se destinaba a pagar las deudas de la mo-
narquía.
- La crisis de la Hacienda real. El continuo
aumento de los gastos y la disminución de los
ingresos obligaron periódicamente a declarar
la “bancarrota”. El recurso al aumento de im-
puestos no hacía sino estrangular aún más a
los sectores productivos. Otras políticas apli-
cadas fueron el aumento de la deuda pública
(juros) y la emisión de moneda de poca cali-
dad (vellón). Todas estas medidas agravaron
la crisis y provocaron un aumento de la infla-
ción.
La gravedad de los problemas económi-
cos y la situación general de decadencia llevó
a un grupo de intelectuales: Tomás de Mer-
cado, Sancho Moncada, etc., a realizar una
reflexión sobre sus causas y a buscar solu-
ciones: fueron los arbitristas. Algunos propo-
nían en sus “arbitrios” soluciones razonables,
pero otros optaban por fórmulas descabella-
das.
En la segunda mitad del siglo XVII fue re-
mitiendo la crisis, aunque con diferentes rit-
mos según las regiones. En Cataluña y en
Valencia las condiciones económicas co-
menzaron a recuperarse desde mediados de
siglo y, a finales, la mejora de la economía
era evidente en el crecimiento de la agricul-
tura, la industria y el comercio. Sin embargo,
en Castilla solo a partir de 1680 empezó la
recuperación.