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Los indicadores biológicos son atributos de los sistemas biológicos que se emplean para descifrar

factores de su ambiente. Inicialmente, se utilizaron especies o asociaciones de éstas como


indicadores y, posteriormente, comenzaron a emplearse también atributos correspondientes a
otros niveles de organización del ecosistema, como poblaciones, comunidades, etc., lo que resultó
particularmente útil en estudios de contaminación.

Las especies indicadoras son aquellos organismos (o restos de los mismos) que ayudan a descifrar
cualquier fenómeno o acontecimiento actual (o pasado) relacionado con el estudio de un
ambiente. Las especies tienen requerimientos físicos, químicos, de estructura del hábitat y de
relaciones con otras especies. A cada especie o población le corresponden determinados límites
de estas condiciones ambientales entre las cuales los organismos pueden sobrevivir (límites
máximos), crecer (intermedios) y reproducirse (límites más estrechos). En general, cuando más
estenótica sea la especie en cuestión, es decir, cuando más estrechos sean sus límites de
tolerancia, mayor será su utilidad como indicador ecológico. Las especies bioindicadores deben
ser, en general, abundantes, muy sensibles al medio de vida, fáciles y rápidas de identificar, bien
estudiadas en su ecología y ciclo biológico, y con poca movilidad.

A principios de siglo se propuso la utilización de listas de organismos como indicadores de


características del agua en relación con la mayor o menor cantidad de materia orgánica. La idea de
usar como indicadores a las especies se generalizó, aplicándose a la vegetación terrestre y al
plancton marino. En determinadas zonas las plantas se usaron ampliamente como indicadores de
las condiciones de agua y suelo; algunas plantas, de la presencia de uranio, etc. Distintos
organismos planctónicos se utilizan como indicadores de eutroficación.

En oceanografía los bioindicadores se utilizan en estudios de hidrología, geología, transporte de


sedimentos, cambios de nivel oceánico, o presencia de peces de valor económico, por ejemplo.
Los indicadores hidrológicos son organismos mediante los cuales se pueden diferenciar las
distintas masas de agua de mar (masas que difieren en sus características físicas, químicas, de flora
y fauna, y que se caracterizan, en general, por su temperatura y salinidad) y determinar sus
movimientos. Los organismos pueden ser usados como sensores de una masa de agua,
requiriéndose que sean fuertemente estenoicos para que no sobrevivan a condiciones diferentesa
las de la masa de agua que caracterizan, o bien como trazadores de una corriente, si son más o
menos resistentes a los cambios ambientales y sobreviven en condiciones diferentes, indicando la
extensión de una corriente que puede atravesar varias masas de agua. Estos métodos biológicos
son más útiles que las determinaciones físicas o químicas especialmente en las zonas marginales,
de cambio, y, además, informan sobre el grado de mezcla de dos tipos de agua en las zonas
intermedias.

La utilización de organismos vivos como indicadores de contaminación es una técnica bien


reconocida. La composición de una comunidad de organismos refleja la integración de las
características del ambiente sobre cierto tiempo, y por eso revela factores que operan de vez en
cuando y pueden no registrarse en uno o varios análisis repetidos. La presencia de ciertas especies
es una indicación relativamente fidedigna de que durante su ciclo de vida la polución no excedió
un umbral.

Muchos organismos, sumamente sensibles a su medio ambiente, cambian aspectos de su forma,


desaparecen o, por el contrario, prosperan cuando su medio se contamina. Cada etapa de
autodepuración en un río que sufrió una descarga de materia orgánica se caracteriza por la
presencia de determinados indicadores. Según su sensitividad a la polución orgánica se clasificaron
especies como intolerantes, facultativas, o tolerantes.

Los indicadores de contaminación por deshechos industriales generalmente son resistentes a la


falta total o parcial de oxígeno, la baja intensidad de luz, etc. Los monitoreos biológicos son muy
útiles, ya que, por ej., la acumulación de metales pesados en organismos acuáticos puede ser 10
millones de veces mayor a la del ambiente donde viven.

El uso de organismos indicadores de contaminación requiere conocer las tolerancias ecológicas y


los requerimientos de las especies, así como sus adaptaciones para resistir contaminantes agudos
y crónicos. Las investigaciones sobre organismos indicadores de polución comprenden el estudio
autoecológico, en el laboratorio, para establecer los límites de tolerancia de una especie a una
sustancia o a una mezcla de ellas mediante ensayos de toxicidad; y el sinecológico, que se basa en
la observación y análisis de las características ambientales de los sitios en los cuales se detectan
con más frecuencia poblaciones de organismos de cierta especie. Algas, bacterias, protozoos,
macroinvertebrados y peces son los más usados como indicadores de contaminación acuática.

La mayoría de los estudios estiman características estructurales a diferentes niveles de


organización, como cambios en la estructura celular, o en la diversidad de especies, pero, más
recientemente, se han incluido características funcionales, como producción y respiración.

Los resultados del estudio de las especies indicadoras de niveles de calidad de agua son más
inmediatos, pero requieren un profundo conocimiento para identificar los organismos y sólo son
adecuados para las condiciones ecológicas y características regionales; mientras que los resultados
numéricos de los estudios de estructura de comunidades, si bien requieren su interpretación
ecológica, demandando más tiempo, son independientes de las características geográficas
regionales y tienen aplicabilidad aún con informaciones sistemáticas y ecológicas deficientes.

En las evaluaciones de riesgo ecológico se ha propuesto el uso de indicadores de conformidad, de


diagnóstico, y tempranos de daño.

-BOLTOVSKOY, D., 1989. Las zonas de transición en la pelagial: biogeografía y paleobiogeografía,


en: F. P. BRANDINI (Ed.). Mem. III Encontro Brasileiro de Plâncton, Curitiba: 9 - 24.

-BOLTOVSKOY, E., 1967. Indicadores biológicos en la oceanografía. Cienc. Inv. (Bs. As.) 23 (2): 66
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-CAIRNS, J. Jr y P. V. McCORMICK., 1992. Developing an ecosystem-based capability for


ecological risk assessments. The Environmental Professional. 14:186 - 196.

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https://www.mendoza.conicet.gov.ar/portal/enciclopedia/terminos/Bioindic.htm

La abeja de miel Apis mellifera se considera como uno de los mejores bioindicadores de la
degradación ambiental debido a la información existente y disponible en las colmenas en
diferentes épocas, climas o circunstancias.

La abeja posee un cuerpo cubierto de pelos que ayudan a capturar las substancias del exterior, lo
cual le permite recuperar mucha evidencia importante almacenada tanto en el cuerpo de la abeja
como en los productos generados en la colmena (cera, miel, polen o propóleos); la información
obtenida se encuentra relacionada con diversas condiciones ambientales, ya que visita todos los
espacios: suelo, aire, agua y vegetación. De igual forma es significativo ampliar el hecho de la gran
superficie que recorre en sus vuelos, cercana a 7 km 2 (700 hectáreas aproximadamente), sumado
al hecho de que una colonia cuenta con 40 000 individuos que realizan varias salidas diarias
(dependiendo del clima, la floración, la época del año, etcétera), se obtienen como resultado
millones de micro elevaciones diarias del sector en estudio (Sabatini, 2005, citado por Gorza,
2009).

Referencias

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indicadores-de-la-calArcos, M., Ávila de Navia, S., Estupiñán, S., Gómez, A.(2005). Indicadores
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orza, G. (2009). Biomonitoreo ambiental con abejas“Estaciones gemelas con análisis


simultáneos".Disponible
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Disponible en:http://www.uco.es/congresos/apoidea/pdf/conferencia-empleo-
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naturales para la predicción deltiempo. Revista El tiempo. Disponible
enhttp://eltiempo.lasprovincias.es/meteorologia/signos-naturales-prediccion-del-tiempo

as abejas, concretamente la especie Apis mellifera, han sido empleadas como bioindicadores de la
contaminación ambiental por metales pesados en áreas urbanas, pesticidas en áreas rurales y de
la presencia de radionucléidos en el ambiente. Junto con otros estresantes ambientales, los
productos agroquímicos son sospechosos de contribuir al Desorden del Colapso de las Colonias
(CCD, por sus siglas en inglés).

Las abejas tienen el cuerpo cubierto de pelos que ayudan a capturar las sustancias del exterior;
éstas se bioacumulan tanto en el cuerpo como en los productos generados en la colmena (cera,
miel, polen o propóleo). Esto nos que permite obtener información sobre las condiciones
ambientales tanto del suelo, como del aire, agua y vegetación. Además, se puede determinar la
procedencia de los contaminantes a través de análisis polínicos, y con ellos podemos elaborar
mapas de bioseguridad.

Las abejas actúan como un detector de la contaminación ambiental de dos maneras: 1) su alta tasa
de mortalidad indica la presencia de moléculas tóxicas, y 2) a través de los residuos en la miel y
polen, y la presencia de metales pesados, fungicidas y herbicidas en las larvas. Por tanto, las abejas
se consideran como uno de los mejores bioindicadores de la degradación ambiental.

https://toxamb.wordpress.com/2014/12/16/bioindicadores-abejas/
Bioindicadores: Abejas

16 diciembre, 2014 Myriam Catalá Cambio global, Colaboraciones, Contaminación ambiental, En el


aulaBioindicadores, Contaminación, Divulgación Científica, Docencia, Ecotoxicología, Estudiantes,
Micropolución, Polutantes, Posgrado

Información preparada por la alumna Raquel Molina Serra de la asignatura de Contaminación


Ambiental y Biodiversidad del Máster Oficial en Técnicas de Caracterización y Conservación de la
Diversidad Biológica.

Que las abejas representan un importante eslabón dentro de la naturaleza y como agentes
polinizadores permiten la reproducción de la mayoría de las plantas silvestres y cultivadas. Las
abejas son valiosas para recuperar y estabilizar los ecosistemas destruidos o en peligro de
desaparición.

Que es de interés general mantener grandes poblaciones de abejas y demás insectos


polinizadores, y es fundamental sensibilizar sobre el valor de la polinización por insectos para
eliminar el uso innecesario de pesticidas, e incrementar la arborización de especies nectaríferas en
los proyectos de reforestación para garantizar una fuente de alimento a los insectos polinizadores.

Que la amenaza más importante para las abejas y demás polinizadores proviene del uso
inapropiado de insecticidas, herbicidas y pesticidas para el control de plagas y enfermedades en la
agricultura, sin embargo, existen otros elementos que contribuyen a la reducción de los insectos y
fauna polinizadora, como es el caso de la competencia y desplazamiento de las especies nativas, la
presencia de agentes patógenos y el impacto del cambio climático como consecuencia de la
combustión de energéticos fósiles y la deforestación en selvas y bosques.
En el siguiente mapa se muestra el número de productores apícolas por cada

municipio, siendo Chemax el más alto, con más de 790 productores, seguido por,

Tizimín, Yaxcaba y Valladolid, con valores que fluctúan entre 350 y 790

productores por municipio.

Decreto XXX/2017 por el que se establecen las zonas apícolas del estado de

Yucatán, para el fomento de su aprovechamiento racional

olando Rodrigo Zapata Bello, gobernador del estado de Yucatán, con

fundamento en los artículos 55, fracción II, y 60 de la Constitución Política del

Estado de Yucatán; y 14, fracciones VIII y IX, del Código de la Administración

Pública de Yucatán; y 7, fracciones II, V, VI, VII, IX, XIV y XVI, y 21 de la Ley de

Protección y Fomento Apícola del Estado de Yucatán y

1.1.3 Bioindicación
Un bioindicador es un proceso biológico, especie o comunidad que se puede utilizar para evaluar
la calidad del medio ambiente y su evolución con el paso del tiempo En el lenguaje común, los
términos bioindicación y biomonitorización son sinónimos, pero entre la comunidad científica
adquieren significados más específicos. Los Este trabajo tiene una finalidad docente. La Facultad
de Farmacia no se hace responsable de la información contenida en el mismo.

bioindicadores evalúan cualitativamente las respuestas bióticas al estrés ambiental (p.e.la


presencia del líquen Lecanora conizaeoides indica mala calidad del aire), mientras que los
biomonitores determinan cuantitativamente la respuesta (p.e. la reducción en el contenido de
clorofila de los líquenes o de la diversidad indica una severa contaminación del aire). No obstante,
en esta revisión utilizaremos el termino bioindicador para referirnos a todos los términos
relacionados con la detección de respuestas bióticas al estrés ambiental. Teniendo esto en cuenta,
los bioindicadores tienen tres funciones principales: monitorear el medio ambiente, (por ejemplo
cambios físicos o químicos), monitorear procesos ecológicos, y monitorear la biodiversidad.

Muchos organismos, presentes en ambientes diferentes, son ejemplos de indicadores biológicos,


ecológicos y ambientales. Los líquenes y los briófitos, por ejemplo, se utilizan comúnmente para
evaluar la contaminación ambiental. Son bioindicadores de la calidad del aire efectivos porque no
tienen raíz ni cutícula, y adquieren todos sus nutrientes por exposición directa a la atmosfera. Su
gran superficie externa fomenta la detección y acumulación de contaminantes atmosféricos.

El uso de bioindicadores presenta numerosas ventajas frente a los métodos tradicionales de


evaluación de contaminación ambiental. Para empezar, los bioindicadores añaden el componente
temporal correspondiente a la residencia de un organismo en un sistema particular, permitiendo
la integración del presente, pasado o futuro de las condiciones ambientales. En cambio, muchos
medidores químicos y físicos solo caracterizan las condiciones en el momento del muestreo,
aumentando la probabilidad de perder picos esporádicos de contaminantes. Además, los
contaminantes pueden estar en concentraciones extremadamente bajas, lo que requiere análisis
con tecnologías altamente sensibles de coste prohibitivo, mientras que los bioindicadores las
detectan.

Por otro lado, cuando se miden niveles de contaminantes con métodos instrumentales, después
hay que relacionarlos con el peligro sobre la biología, cuando muchas veces es desconocido. Sin
embargo, mediante el uso de bioindicadores se pueden evaluar las posibles acciones conjuntas de
sinergia y antagonismo entre agentes contaminantes y sus consecuencias sobre los ecosistemas
directamente [6].

Considerando que actualmente hay cerca de 1,7 millones de especies documentadas en la Tierra,
puede parecer difícil encontrar únicamente una que sirva de bioindicador y represente a todas las
demás. En realidad, ninguna especie puede indicar adecuadamente Este trabajo tiene una
finalidad docente. La Facultad de Farmacia no se hace responsable de la información contenida en
el mismo.

6
todo tipo de alteración o agente estresante en todos los ambientes. Dependiendo del ambiente
específico, las especies presentes, y las alteraciones locales, se necesita seleccionar una especie o
grupos de especies como bioindicador apropiado. A pesar del área geográfica, el tipo de
alteración, ambiente u organismo, los buenos bioindicadores comparten las características
expuestas en la tabla 1.

Tabla 1. Características de los buenos bioindicadores.

Buena habilidad indicadora

Aportan una respuesta medible (sensibles a la

alteración o al estrés, pero no experimentan

mortalidad ni acumulan contaminantes

directamente del medio ambiente)

La respuesta de dicha especie refleja la

respuesta de todas las especies, poblaciones o

comunidades del ecosistema

Responden en proporción al grado de

contaminación o degradación

Especies abundantes y comunes

Adecuada densidad poblacional local (las

especies raras no son óptimas)

Comunes, incluyendo distribución dentro del

área en cuestión

Relativamente estables a pesar de la moderada

variabilidad climática y medioambiental

Especies bien estudiadas

Ecología y forma de vida bien comprendidas

Taxonómicamente bien documentadas y

estables

Fáciles y baratas de sondear

Económicamente/comercialmente

importantes
Especies ya cosechadas con otras finalidades

Interés público o conciencia sobre la especie

Fuente: Adaptado de Holt EA. and Miller SW. Nature Education Knowledge [Revista on-line] 2010;

3(10):8.

Este trabajo tiene una finalidad docente. La Facultad de Farmacia no se hace responsable de la
información contenida en el mismo.

Los numerosos beneficios de los bioindicadores han estimulado normas legislativas

sobre su uso en algunos países y su inclusión en numerosos acuerdos internacionales.

No obstante, los bioindicadores también tienen inconvenientes. En algunas ocasiones,

no podemos distinguir la variabilidad natural de los cambios ocasionados por el impacto

humano, por lo que el uso de bioindicadores en ambientes heterogéneos es limitado.

Igualmente, las poblaciones de especies indicadoras pueden estar influenciadas por

otros factores que no tengan que ver con las alteraciones o el estrés (como enfermedad,

parasitismo, competición o depredación). El segundo defecto de los bioindicadores es

que su habilidad de indicación es escalo-dependiente (por ejemplo, un vertebrado como

indicador puede fallar al representar la biodiversidad de la comunidad local de insectos).

En tercer lugar, las especies bioindicadoras difieren en los requerimientos de su hábitat

con otras especies de su mismo ecosistema, lo que puede provocar que fallemos al

proteger especies raras con requerimientos diferentes. Finalmente, el objetivo total de

los bioindicadores es usar especies individuales, o pequeños grupos de especies, para

evaluar la calidad de la atmosfera y su variabilidad con el paso del tiempo, pero esto

puede suponer una simplificación excesiva de un complejo sistema [6].

Como con todas las herramientas de las que disponemos, debemos ser conscientes de

los puntos débiles de los bioindicadores. No obstante, sus beneficios eclipsan sus

limitaciones. Los bioindicadores ofrecen información conjunta de los componentes

físicos, químicos y biológicos de nuestro mundo que se manifiestan en ellos mismos

como cambios en su forma de vida individual, densidad poblacional, composición de la

comunidad, y procesos del ecosistema. Nos informan de la insostenibilidad biológica de


nuestras acciones sobre el medio ambiente

FACULTAD DE FARMACIA

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

TRABAJO FIN DE GRADO

LÍQUENES COMO BIOINDICADORES DE LA

CALIDAD DEL AIRE

Autor: Irene Mares Rueda

Tutor: Dr. Leopoldo García Sancho

Convocatoria: Febrero 201

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