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NUEVAS
CIENCIAS
SOCIALES
L A MARGINALIDAD
CREADORA
MATE! DOGAN
Y ROBERT PAHRE
grij^lbo
INTERDISCIPLINARIA
índice
Prefacio 9
Inlroducción • 11
PRIMERA PARTE
INNOVACIÓN ci ENTí n cA Y OBSOLESCENCIA
1. ¿Qué significa innovar en las ciencias sociales? 21
2. Patrimonios científicos: el progreso acumulativo y las estrellas
de la ciencia 31
3. L a paradoja de la densidad 43
4. ¿Las citas bibliográficas son expresión de buena reputación
o de innovación? 51
5. Cementerios de libros . . . . ; 59
SEGUNDA PARTE
LA NUEVAS C I E N C I A S S O C I A t E S D E LA ESPECIALIZACION A LA FRAGMENTACIÓN Y LA HIBRIDACIÓN
La mar^ina/iiiad crradora
6. L a especiaiización en las ciencias sociales 69
Tirulo unginal en iVancéi: L 'innoectum dans la scttiua loaala. 7. Hibridación: la recombinación de fragmentos de ciencias 79
La marftnaiite cT^tarut
8. Fragmentación por zona geográfica contra fragmentación analítica . . 95
Traducción. Ar^cíta C M H U O C .
de la cttición de
Prciací L'ni\-erM»»ircj de France
Parí*. 1441 TERCERA PARTE
Los MUROS VACILANTES D E LAS DISCIPLINAS FORMALES
© 1 9 9 1 . Prciaej Umvcniiairca de France
9. E l destino de las disciplinas formales: de la coherencia
D.R. O 1993 por E D I T O R I A L CRÍJALBO. S.A. de C , V .
Calx. San Bañólo NaucaJpan núm. 28» a la dispersión 105
Ars¡cnnna PunÉcnte 11230 Filosofía 106
Miguel Hidalgo. México. D.F.
Historia 107
Este libro no puede ser reproducido.
total o parciairrtmle, Antropología 110
sin autorización tscnta del tdiün. Geografía 114
ISBN 9 7 0 - 0 5 - 0 4 3 4 - 9 Psicología 118
I M P R E S O F,N MÉXICO
Ciencia política 123
7
8 LAS NUEVAS CIENCIAS SOCIALES
Sociología 126
Lingüística 130
Economía 133
10. ¿Por q u é la interdisciplinariedad es una noción engañosa? 137
CUARTA PARTE
L A I N T E R P E N E T O A C I Ó N D E LAS DISCIPLINAS: E L PROCESO D E H I B R I D A C I Ó N
11. L a difusión de conceptos a través de las disciplinas 147
12. E l préstamo de métodos I55 Prefacio
13. E l impacto de la tecnología 165
14. Las repercusiones transdisciplinarias de los descubrimientos 167
15. L a influencia de las teorías 171 Nos preguntamos cómo es que llegamos a escribir el presente libro, el cual
16. Perspectivas, paradigmas, praxis I79 no se relaciona directamente con nuestro trabajo habitual. Uno de nosotros
17. L a hibridación de las revistas científicas - 187 es sociólogo político; el otro, economista político. E l primero, que cuenta
18. E l balance de los intercambios entre las disciplinas 191 con una formación en filosofía e historia, se ha desempeñado sobre todo en
el terreno de la ciencia política; el segundo, con estudios de economía v
QUINTA PARTE ciencia política, ha publicado además investigaciones de lingüística. Nuestra
R E T R A T O S D E C I E N T Í F I C O S iiínRiDOS: L O S M A R G I N A L E S CREATIVOS meta inicial era mostrar el modo en que la ciencia política está influida por
19. Tres tipos ideales de investigador en ciencias sociales 199 las demás ciencias sociales. Sin embargo, con gran rapidez verificamos que
20. L a migración intelectual entre las disciplinas 203 los diferentes campos tomados en consideración están en contacto con otros
dominios pertenecientes a disciplinas más alejadas. E n virtud de que di-
SEXTA PARTE chos dominios poseen, a su vez, conexiones adicionales, no resulta fácil cir-
ENCRUCIJ/VIDAS: C U A T R O OEMPLOS cunscribir el objeto de estudio.
21. Sociología histórica, historia sociológica y método comparativo . . . 217 E n el marco de las ciencias sociales, la cadena de interferencias entre las-
22. Confluencias de las ciencias sociales y biológicas 231 disciplinas no tardó en manifestársenos como un fenómeno generalizado. Las
23. L a economía política internacional: una fusión discusiones sostenidas a ese respecto con colegas de otras disciplinas no sólo
de varios dominios 245 confirmaron nuestras hipótesis, sino que también parecieron tocar la cuerda
24. Economía y psicología: intercambios indecisos 253 sensible de muchos de ellos. Sus reacciones nos alentaron a continuar nuestra
exploración de las ciencias sociales en su conjunto, labor que desembocó en
Obsen'aciones finales: el nuevo calidoscopio de las ciencias sociales . . 257 la redacción de la presente obra.
Nos esforzamos por reunir pruebas que apoyaran nuestra tesis; para tal
Bibliografía 265 efecto, recurrimos al testimonio brindado por especialistas de nueve dis-
ciplinas: ciencia política, sociología, economía, historia, antropología, filo-
Indice onomástico 283 sofía, geografía, psicología y lingüística. Entre los expertos que aparecen
como testigos, y que a menudo habremos de citar directamente, se hallan
muchos de los científicos más eminentes del mundo, tanto c o n t e m p o r á n e o
como del pasado. E l tener a tales aliados repartidos en todos los frentes
de la investigación en ciencias sociales refuerza la. confianza depositada
en nuestra tesis.
No obstante, debemos reconocer que el material proveniente de la ciencia
política, la sociología, la economía y la historia integra la mayor parte de nues-
9
10 LAS NUEVAS CIENCIAS SOCIALES
iros ejemplos. Hemos concedido a la psicología una menor atención de la
c|uc en realidad amerita. A pesar de ello, consideramos que la amplitud de
los ejemplos basta para establecer que el proceso es general en todas las
ciencias sociales.
E n la actualidad, nadie está en condiciones de dominar más de un seg-
mento científico. Nosotros tuvimos la oportunidad de aprovechar los consejos
y comentarios de muchos investigadores en ciencias sociales a todo lo largo
de nuestro recorrido, el cual abarcó ambos lados del Atlántico y, a veces,
tierras ignotas. Como estos colegas no han visto el manuscrito, resulta evi- Introducción
dente que ninguno de ellos es responsable de nuestros posibles errores.
Este libro apareció de modo simultáneo, en lengua inglesa, en Estados
Unidos de América. E n la versión francesa, notablemente revisada, hemos Tal como lo sugiere el título del presente libro, la principal idea que aquí
dado con frecuencia prioridad a los ejemplos relacionados con el extranjero, planteamos es que la innovación en las ciencias sociales aparece con mayor
debido a que creemos que el lector francés encontrará por sí mismo y de frecuencia, y produce resultados más importantes, en la intersección denlas
manera espontánea numerosos ejemplos ilustrativos en el contexto de Francia. disciplinas. Este fenómeno constituye a la vez la causa y el efecto de la
E n la presente obra, conferimos un sentido noble a una palabra que en fragmentación ininterrumpida de las ciencias sociales en especialidades limi-
todos los idiomas se utiliza despectivamente. Dicha palabra es marginal. Aguí tadas y de la recombinación transversal de dichas especialidades al interior
la empleamos de acuerdo con la significación literal que tenía en latín: margo de eso que nosotros denominamos campos "híbridos".
= borde.'Así , la palabra en cuestión significa para nosotros estar en las Con el término "intersección" queremos decir el punto de confluencia de
fronteras de la disciplina, incluso hallarse a la vanguardia. E l progreso cien- dos dominios especializados de disciplinas diferentes. Esta obra no versa so-
tífico se realiza en círculos que no comparten el mismo centro, fenómeno bre la investigación "interdisciplinaria", noción que incluso rechazamos. E n
certificado por la historia de la ciencia, donde la nueva frontera aparece lugar de considerar una investigación "interdisciplinaria", demasiado vasta,
como fuente de la innovación creadora. ' ~ mal definida y entrometida, nos parece más apegado a la realidad el observar
la combinación de dos especialidades contiguas.
París-Los Ángeles Este libro consiste en el análisis de las dos fases de un mismo proceso.
E n primer lugar, la especialización científica implica la fragmentación de
® disciplinas completas en subdisciplinas; en segundo, cuando esta e s p e c i a l i 2 a -
ción llega a sus límites naturales, los investigadores innovadores recombinan
los fragmentos en dominios híbridos.- Procuramos demostrar que al despla-
zarse desde el centro.hacia la periferia de una disciplina, ai iransg^-fidir su.?
fronteras y al penetrar en el dominio de otra especialidaxj, el científico dis-
pone de mayores oportunidades para ser creativo, D e hecho, gran parte de
la investigación creadora efectuada en un campo determinado puede descu-
0^ brirse sencillamente a lo largo de las fronteras del nuevo dominio híbrido.
Comenzamos nuestro estudio insistiendo en el hecho de que la investiga-
ción científica se halla en expansión continua, y denunciando una visión de
la ciencia en la cual los reflectores sólo iluminan a algunas "estrellas". E x a -
minemos la técnica consistente en contar las citas, que a menudo se emplea
para medir la innovación, y reflexionamos sobre la validez de semejante prác-
tica. L a innovación es un fenómeno masivo y aparece según frecuencias di-
ferentes en cada disciplina. D e manera paradójica, el progreso es relativa-
12 LAS NUEVAS CIENCIAS SOCIALES INTRODUCCIÓN l-"^
mente más lento en los dominios donde hay mayor cantidad de investigado- Resulta interesante corroborar que la mayor parte de las investigaciones
res/Cuando muchos científicos trabajan en una disciplina, las principales realizadas en la sociología de la ciencia versan sobre tópicos muy diferentes
innovaciones ya han ocurrido. A este fenómeno lo denominamos "paradoja y que suelen relacionarse exclusivamente con las ciencias naturales.
de la densidad". Ambas características fueron enfatizadas en la obra ya desde ahora clásica
Luego, analizamos los procesos paralelos de la especialización científica y de Robert Merton, La sociología de ¡a ciencia (edición original inglesa
de la fragmentación de las disciplinas en "subdisciplinas" y "subdisciplinas versión en castellano, 1977), donde se analiza el medio sociocultural de la
de subdisciplinas". Aunque la especialización sea en sí misma indispensable, ciencia y las cuestiones éticas planteadas por la investigación cientíllca, así
lo que nos interesa básicamente es la recombinación de los fragmentos dentro como los sistemas de recompensa, la organización, el reclutamiento y otros
de sectores híbridos. La hibridación sólo tiene lugar después de la especia- aspectos concernientes al progre.so de la ciencia. A pesar de que los proble-
lización. Ilustramos este proceso aludiendo a distintos dominios de la inves- mas tratados por Merton tienen gran importancia, a nosotros nos interesan
tigación en ciencias sociales. Nuestras referencias tienen como objetivo el otros asuntos, los cuales podrían considerarse de todos modos ingredientes
ejemplificar nuestra tesis y no el de suministrar un análisis detallado de los de la misma sociología de la ciencia.
asuntos tratados. Hay muchos tópicos interesantes que se derivan de la sociología de la
En la tercera parte, pasamos revista, desde esta perspectiva, a nueve cien- ciencia y que nosotros hemos evitado abordar deliberadamente en el presente
cias sociales "oficiales". Exponemos el modo en que cada disciplina está frag- libro. Por ejemplo, no intentamos averiguar por qué los grupos de científicos
mentada, y la manera en que los investigadores han establecido, en la mayor tienen enfoques particulares de la realidad social. No nos preguntamos sobre
parte de estas disciplinas divididas, pasarelas hacia los segmentos de las dis- la existencia de normas científicas universalmente válidas, ni si los modelos
ciplinas contiguas. Ilustramos nuestro análisis con ejemplos significativos, sin de la ciencia occidental son producto de cierto tipo de sociedad. No refle-
examinar detalladamente el estado de la investigación prevaleciente en cada xionamos sobre la factibilidad de las ciencias sociales libres de todo valor
disciplina. Este vuelo por encima del "destino" de las disciplinas formales moral. No indagamos si los sociólogos, psicólogos, historiadores o filósofos
demuestra que. en general, la síntesis "interdisciplinaria" de dos disciplinas procuran despojarse de determinados valores, a semejanza del biólogo que
maduras constituye un objetivo casi utópico. manipula embriones. No estudiamos la inlluencia ejercida por los investiga-
Asimismo, analizamos el proceso de hibridación a través de los caminos dores sobre las opciones políticas u otras actividades sociales, aunque esto
que los investigadores toman de disciplinas diferentes, a fin de poder comu- sea también de la incumbencia de la sociología de la ciencia. No exploramos
nicarse. En consecuencia, estudiamos la difusión de los conceptos, el présta- las bases psicológicas y cognitivas de una epistemología científica, ni eso que
mo de métodos, el impacto ejercido por las nuevas tecnologías, la influencia Jean Piaget ha denominado "la epistemología genética". Con todo, para no-
de. las teorías, la aparición de revistas híbridas que hacen el balance de dos sotros es fascinante observar que la investigación actual en filosofía y socio-
subdisciplinas y, por último, los conllictos entre los paradigmas. logía de la ciencia juzga necesario inspirarse en la genética, la psicología y
Los investigadores están conscientes de dicho proceso de préstamo, pero la neurología, entre otras disciplinas (véase, por ejemplo. Wilcox y Katz, 19iS4).
rara vez se le ha otorgado la debida atención. Por tanto, en la cuarta parte Para nosotros, no se trata tampoco de considerar la filo.sofía de la ciencia
del presente libro, efectuamos un rápido examen del "balance de los inter- social, o la validez científica de las teorías sociales, sino únicamente para
cambios" entre las disciplinas formales. En la quinta parte, presentamos tres advertir que la mayoría de los investigadores admiten que el trabajo progresa
retratos característicos de investigadores innovadores, y demostramos que, de manera adecuada en su propio dominio. No examinamos la forma en que
para ellos, resulta cada vez más común transgredir las fronteras de las dis- las comunidades científicas construyen el conocimiento en un sentido epis-
ciplinas clásicas. Estos tipos ideales rcllejan en parte la historia de sus dis- temológico, ni el modo en que tales comunidades consiguen, al menos tem-
ciplinas mediante la sucesión "precursores-fundadores-híbridos". En la sec- poralmente, convenir en la validez científica de ciertas teorías, conceptos o
ción que versa sobre "la migración intelectual", estudiamos brevemente el datos: al respecto, nos contentamos con observar que' lo hagan. No estudia-
itinerario intelectual de muchos científicos y analizamos de modo sumario mos los numerosos problemas derivados de la escuela "consiruciivisia" de la
sus características comunes. sociología de la ciencia, tal como aparecen en los trabajos de Karin Knorr-
En la última parte de esta obra, examinamos con mayor atención cuatro» Cetina, Bruno Latour, Michael Lynch y Steev Woolgar. En muchos de estos
sectores híbridos: la sociología histórica; la conlluencia de la biología y las cien- trabajos, se ha utilizado un enfoque etnográfico para analizar la labor de los
cias sociales; la economía política internacional, y el coqueteo entre la economía investigadores en ciencias naturales, en particular acjuélla electuada dentro
y la psicología. Estos ejemplos fueron seleccionados debido a su variedad. de los laboratorios, cuyo tratamiento en el presente libro liemos rehuido
14 LAS NUEVAS CIENCIAS SOCIALES INTRODUCCIÓN 15
intencionalmente. Todos esos trabajos plantean preguntas interesantes, pero mía (Hirshleifer, 1985; Hogarth y Reder, 1986); la ciencia política (Lipset,
que no se relacionan de modo esencial con los asuntos que nosotros decidi- 1969), y sobre todo las relaciones entre la historia y la sociología (Besnard,
mos abordar. 1986; Braudel, 1960 [1962]; Burke, 1980 [1987]; Cahnman y Boskoff, eds.,
E n general, no podemos ser clasificados ni dentro de la sociología de la 1964; Knapp, 1984; Lipset y Hofstadter, eds., 1968; Thrupp, 1957; Tilly, 1981).
ciencia tradicional, es decir, "la elucidación de disposiciones normativas e Este proceso puede observarse en todas las ciencias sociales. Para tener
institucionales que permitan a la ciencia... existir y funcionar eficazmente", una perspectiva general de las nueve disciplinas, la obra monumental com-
ni dentro de la sociología del conocimiento científico, tal como son definidas puesta de tres volúmenes Main Trends in thc Social Sciences (1970-1978),
por H . Collins en un artículo reciente (Collins, 1983, pp. 266-267). L a primera elaborada y publicada bajo los auspicios de la UNESCO (Organización de las
tiende naturalmente a concentrarse en el estudio de las relaciones mutuas Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), constituye un
entre los científicos y, por una parte, sus instituciones y, por la otra, la so- buen comienzo. Los autores incluidos en este libro estudian la innovación
ciedad en su conjunto. Este enfoque saca a los científicos del campo de la tal como aparece en cada disciplina específica, pero sin alejarse de un punto
ciencia pura, para situarlos en aquél de los fundamentos sociales de la cien- de vista general, y sólo algunos de ellos se interesan en el cruce de fragmen-
cia. L a segunda asume con gran rapidez un carácter filosófico. E n efecto, la tos de ciencias.
posición de los investigadores en ciencias sociales se resume en la alternativa Con respecto a la innovación científica, la obra Advances in the Social
siguiente: sea que admitan como postulado la existencia de una verdad ob- Sciences (1986), de Deutsch, Markovits y Platt, es una contribución intere-
jetiva y reflexionen entonces sobre los medios utilizados por los científicos sante. Sin embargo, existe una mínima relación entre este libro y el nuestro.
para descubrirla; sea que consideren que sólo hay verdades relativas y estu- Por ejemplo, los tres autores examinan esencialmente un centenar de inves-
dien por tanto el modo en que los científicos se las arreglan para lograr que tigaciones, consideradas como las más importantes, mientras que nosotros
sus afirmaciones sean aceptadas como hechos indiscutibles. Nosotros no pre- creemos que la innovación es un fenómeno masivo; de hecho, denunciamos
ferimos evitar el análisis de tales problemáticas porque nos parezcan irrele- la teoría implícita de la existencia de un sistema de estrellas en el campo de
vantes, sino porque no desempeñan un papel esencial en nuestro objeto de la ciencia, semejante al presentado en su análisis. Por otra parte, ellos prestan
estudio. muy poca atención a los procesos que nosotros examinamos, tales como la
E n cierto sentido, hemos restringido intencionalmente esta obra, a pesar obsolescencia científica y el rendimiento decreciente de la investigación en
de su generalidad (y concisión). Nosotros presentamos un panorama de los los dominios donde hay una plétora de estudiosos.
procesos de fragmentación y rearticulación de las disciplinas pertenecientes Nuestro tema principal, a saber, la recomposición de las ciencias sociales
a las ciencias sociales, analizamos las causas de ambos fenómenos e ilustra- mediante la rearticulación de fragmentos de diferentes disciplinas científicas,
mos la manera en que se han desarrollado tales procesos. no es tratado en ningún parágrafo de la obra mencionada. Una de las razones
Nos sorprendió confirmar que se han efectuado muy pocos trabajos en que pueden explicar por qué no ha sido estudiado hasta ahora ese fenómeno
rsta materia, no obstante los incontables autores que examinan las cuestiones de rearticulación es el propio desarrollo reciente de dicho fenómeno.
arriba mencionadas. A pesar de la abundancia de interrogantes concernientes E n efecto, durante los últimos 30 años, hemos presenciado más rupturas
a e.so que se ha calificado abusivamente de "interdisciplinariedad", no existe y reajustes en el marco de las ciencias que a lo largo de todo el milenio que
casi ningún análisis de este proceso. Algunos estudiosos han abordado el pro- está por concluir. Debido a que este proceso se remonta en el caso de las
blema desde la perspectiva de una subdisciplina particular o, incluso, de una ciencias sociales a unas cuantas décadas, y en virtud de su rápida aceleración
disciplina en su totalidad. Son muy pocos aquéllos que han sospechado que en el transcurso de ese breve periodo, se le interpreta deficientemente. No
rsie fenómeno podría tener carácter general. Nuestros predecesores más pró- obstante, hace ya tiempo que los investigadores en ciencias sociales toma-
ximos en este dominio son algunos investigadores de la Universidad de Ghi- ron plena conciencia del fenómeno de especialización-fragmentación-hi-
tago (White, ed., 1956; Campbelf, 1969), así como David EastorT, quien en bridación que ha tenido lugar en sus disciplinas, el cual no queda suficien-
• .K'ie breves páginas manifiesta una asombrosa presciencia, teniendo en cuen- temente explicado con base en el concepto tradicional de "investigación
i:i que tiichas páginas fueron escritas hace unas cuatro décadas (Política mo- interdisciplinaria".'
ilcnui: un estudio sobre la situación de la ciencia política, edición original in- No existe un consenso sobre los contornos del conjunto de las cicncúis
clcs.i. versión en castellano, 1966, pp. 103-110). sociales.. L a sociología, la antropología y la ciencia política constituyen su
O l i o s autores se han interesado en disciplinas particulares, tales como la núcleo. L a mayoría de los científicos están de acuerdo en incluir también
'inliopologia (1-irth, ed., 1967 [1974]; Mead, 1961; Plakans, 1986); la econo- dentro de ese núcleo a la economía, la psicología social y la historia. Ahora
16 LAS NUEVAS CIENCIAS SOCIALES
bien, la psicología, la geografía, la demografía, la arqueología y la lingüística
son consideradas en parte como ciencias de la naturaleza, pero una definición
amplia las ubica igualmente en el campo de las ciencias sociales. A pesar de
que la psicología experimental, la psicología social y la lingüística pueden
recurrir a los métodos utilizados de modo ordinario en las ciencias naturales,
forman parte de manera evidente de las ciencias sociales.
Algunas subdisciplinas de la filosofía, de la pedagogía y del urbanismo
podrían ser situadas también dentro del terreno de las ciencias sociales. L a Primera parte
dificultad para establecer una clasificación a este respecto proviene del hecho Innovación científica
de que cada disciplina está fragmentada, esto es, dividida y subdividida. E n
consecuencia, las especialidades resultantes son reacias a todo intentode y obsolescencia
clasificación. Por ejemplo, mientras que muchos tienden a incluir la historia
del arte en el dominio de la literatura, abundan los enfoques sociológicos en
la materia.
E l problema se complica aún más cuando nos ubicamos en una perspectiva
internacional, porque las definiciones varían de un país a otro. L a demografía
es una disciplina completa en muchas de las naciones europeas, pero es úni-
camenic una subdivisión de la sociología en Estados Unidos de América. L a
arqueología suele considerarse un sector autónomo en Europa, mientras que
sólo constituye una especialidad de la antropología en Estados Unidos de
America. E n algunos países, la arqueología está estrechamente relacionada
con el arte (como se puede apreciar en la colección del Kunsthistorisches
Museum de Viena); en otros, se vincula a la "prehistoria" y, por tanto, se
integra a la historia. Frente a todas estas dificultades, nosotros preferimos
utilizar una definición amplia y no dogmática del campo de las ciencias so-
ciales.
L a innovación se halla en el centro del presente libro, porque el lugar donde
ella tiene más posibilidades de ocurrir es aquél en el cual convergen por lo
menos dos subdominips. Sin embargo, no resulta fácil definirla. L a creativi-
dad, término relacionado con el de innovación, es un concepto inasible, a
pesar de la amplitud de la investigación psicológica en esta materia. Ciertos
investigadores han definido la creatividad como la combinación original de
dos o más ideas, sin explicar con precisión cómo realizan esta operación los
individuos creativos. Sin duda, tal interpretación es sugerente para los obje-
tivos que nos hemos fijado; empero, el tomar esta definición como un equi-
valente de la noción de innovación volvería tautológica nuestra tesis.
Nosotros definimos la innovación como la aportación de algo nuevo .al
conocimiento científico. Dicha aportación, grande o pequeña, debe examinarse
en su contexto científico. L a innovación está distribuida desigualmente no
sólo entre los científicos, sino también entre los dominios de la ciencia. Ade-
más, está repartida de modo dispar al interior de estos últimos. L a innovación
tiene una historia en cada dominio y la acumulación de innovaciones produce
un "patrimonio" de conocimiento.
Los subdominios poseen, a la vez, fronteras y centros, y la innovación adopta
formas diferentes según se sitúe en los bordes o en el centro. E n este último/las
innovaciones suelen tener un alcance más limitado, cercadas por una multitud de
investigadores que comparten las mismas hipótesis y utilizan las mismas anteoje-
ras. E n cambio, las zonas fronterizas de los subdominios presentan el potencial
más grande de innovación.'No sólo están menos densamente pobladas, lo que
brinda un espacio más amplio para su desarrollo, sino que además las combina-
ciones acertadas de materiales provenientes de dos subdominios permiten en ge-
neral que la creatividad tenga un mayor alcance. De hecho, la acumulación más
grande de progreso tiene lugar en las intersecciones de los dominios.
L o anterior no significa que la mera combinación de dos especialidades hará
del investigador un gigante. E l científico no necesita ser una estrella para con-
vertirse en un innovador híbrido. L a innovación es un fenómeno masivo.
19
1. ¿ Q u é significa innovar
en las ciencias sociales?
Todo ¡nvcsligador que se precie de serlo desea innovar. Algunos tienen am-
biciones grandiosas; otros se contentan con añadir unas cuantas piedras a la
construcción del edificio científico. ¿Cómo produjeron sus descubrimientos
los innovadores de siglos pasados? ¿Es acaso una cuestión de genio personal
o existen estrategias que contribuyen a que el estudioso saque el mayor par-
tido posible del talento que se le ha concedido?
Para responder a tales preguntas, debemos intentar ante todo identificar
a los innovadores. E n Estados Unidos de América, hay aproximadamente
150 0 0 0 profesores de ciencias sociales que trabajan en el primer nivel de
educación universitaria, es decir, entre 10 0 0 0 y 5 0 0 0 0 para cada una de las
disciplinas pertenecientes a ese campo (cfr. Clark, 1987, pp. 1 2 y 55). A dicha
cantidad se puede agregar 3 0 0 0 0 profesores que laboran en Japón, 2 0 0 0 0
en Alemania, y un número equivalente en Gran Bretaña y Francia. Según
el país y la disciplina, se puede añadir también a los millares de egresados
contratados por los organismos gubernamentales, institutos del sector privado
y otras instituciones dedicadas a la investigación. No todos estos investiga-
dores publican trabajos, y no todos los artículos salidos a la luz son forzosa-
mente útiles para los demás investigadores. Más de la mitad de las personas
que obtuvieron el doctorado en sociología en Estados Unidos entre la década
de los treinta y aquélla de los cincuenta han publicado al menos un artículo
o un libro. Sólo un tercio del total ha logrado ser citado en una o más
ocasiones, lo que corresponde a las dos terceras partes de los autores puhli
cados (Chubin. 1973, p. 188). Ahora bien, ¿cuántos de estos últimos | K ) d i i a M
ser considerados innovadores? A l respecto, resulta imposible ofrecer una
contestación indiscutible.
No e s una tarca sencilla definir la innovación, poriiiic la cienci.i |IIH-CII'
avanzar, mediante aportaciones sucesivas, a paso de loriuga. ('onsiik'ieini).s
el caso del lingüista que analiza las lenguas de Nueva (iuuica, I c i i i l o i i o tes
pecto al cual no se han trazado mapas geográficos preci.sos y que dcsile liieno
no se ha estudiado de modo suficiente. Todos los halla/gos qiii- el i i i v c s i i
21
22 LAS NUEVAS CIF.NCIAS SOCI/VLES ¿QUÉ SIGNIFICA INNOVAR EN LAS CIENCIAS SOCIALES? 23
gador r e u n i e r a s e r í a n nuevos, pero no forzosamente relevantes. S i n embargo, análisis de s u significado. A pesar de s u gran utilidad como colecciones de
no estamos e n condiciones de despojar a ese trabajo de su c a r á c t e r novedoso, datos, tales a r t í c u l o s tienen mayor i n t e r é s cuando e m p l e a n la nueva infor-
puesto que con base en él la c i e n c i a progresa. A h o r a bien, algunos de tales m a c i ó n reunid a para confirmar o invalidar las t e o r í a s existentes. A s í, s ó l o
estudios desembocan en descubrimientos de gran importancia t e ó r i c a , pero estos ú l t i m o s trabajos no son ú n i c a m e n t e colecciones complementarias de
es difícil - q u i z á imposible— saber por anticipado c u á l e s s e r á n los m á s re- datos, sino t a m b i é n contribuciones novedosas a la ciencia. T a n t o el acopio
levantes. E n muchas lenguas se establecen distinciones entre los nombres como la i n t e r p r e t a c i ó n de datos son quehaceres importantes: u n a c o l e c c i ó n
con fundamento e n aquello que e s t á animado y aquello que no lo e s t á ; em- de datos que c a r e z c a de i n t e r p r e t a c i ó n y que no se fundamente e n una t e o r í a ,
pero, la v e r d a d e ra c o m p r e n s i ó n del papel d e s e m p e ñ a d o en e l lenguaje por tiene poco valor. D e b i d o a que la m a y o r í a de los recolectores de datos e s t á n
esta d i f e r e n c i a c i ó n no ha podido lograrse sino por medio del análisis siste- conscientes de dicho peligro, suelen interpretar o e x p l i c a r la i n f o r m a c i ó n
m á t i c o de varias de las lenguas utilizadas en A u s t r a l i a. L o s primeros g r a m á - presentada. A l menos, así ocurre entre los m á s innovadores de ellos.
ticos que se consagraron al estudio de estos lenguajes no p o d í a n adivinar la A d e m á s de la c o n l l u e n c i a de series nuevas de datos y las t e o r í a s existentes,
f u n c i ó n cumplid a por esas distinciones. L o s e t n ó l o g o s constituyen otro ejem- se puede caracteriza r t a m b i é n la i n n o v a c i ó n por el hecho de que muchos
plo: cada c u l t u r a examinad a a u m e n t a nuestros conocimientos' pero s ó l o a l - trabajos surgen en torno a h i p ó t e s i s importantes, incluso e n dominios muy
gunos de estos estudios l l e g a r á n a tener el v a l o r y la importancia de los tra- incisivos. Podemo s citar como ejemplo el sistema de partidos p o l í t i c o s de los
bajos efectuados por Bronislaw Malinowski, A . R . R a d c l i f f e - B r o w n y Margaret p a í s e s escandinavos; por una parte, e s t á la h i p ó t e s i s de S t e i n R o k k a n , q u i e n
M e a d . A u n q u e las diferencias son desde luego atribuibles en gran parte al explica el origen y la persistencia del sistema de cinco partidos e n D i n a m a r c a ,
talento de los investigadores, intluye t a m b i é n cierta dosis de suerte, la cual F i n l a n d i a , Lslandia, Noruega y Suecia; por la otra, se halla la h i p ó t e s i s de
hace que determinadas culturas sean m á s interesantes que otras. S i n duda, B u l l y G a l e n s o n . quienes refieren el grado de r a d i c a l i z a c i ó n de los partidos
la a n t r o p o l o g í a s e r í a muy distinta si los habitantes de las Islas T r o b r i a n d , s o c i a l d e m ó c r a t a s de la r e g i ó n . C a s i todas las investigaciones concernientes a
estudiados por M a l i n o w s k i , no hubiesen practicado el sistema de comercio la vida política de estos países aluden a una u otra de ambas h i p ó t e s i s . E n
intertribal denominado kula. estos trabajos se perfeccionan las aplicaciones de las h i p ó t e s i s en c u e s t i ó n a
No podemos de ninguna maner a rechazar a los investigadores que se con- las distintas zonas interiores de las naciones n ó r d i c a s , a las desviaciones que
tentan con recolectar datos, aunque su trabajo no sea tan importante como se han manifestado y a la a p a r i c i ó n de nuevas cuestiones p o l í t i c a s, y se so-
el de M a l i n o w s k i . D e s p u é s de todo, los descubrimientos de C o p é r n i c o s ó l o mete a prueba su á r e a de a p l i c a c i ó n a la luz de los conocimientos nuevos.
fueron posibles gracias a la i n f o r m a c i ó n r e u n i d a por G e o r g P e u e r b a c h y A u n q u e ninguno de estos estudios ha refutado completamente las h i p ó t e s i s
J o h a n n c s M ü l l e r . E l principal hallazgo siguiente - l a s leyes de K e p l e r - no mencionadas, sí las han mejorado en g r a n m e d i d a . L a c i e n c i a progresa c o n
h a b r í a tenido lugar sin la e n o r m e labor de o b s e r v a c i ó n de los movimientos base en este tipo de trabajos y debemos conceder a cada mejora una parte
planetarios realizada por T y c h o B r a h e . E n el dominio de las ciencias sociales, de i n n o v a c i ó n . C o n todo, resulta evidente que los principales innovadores
el estudio de J o s e p h G r e e n b e r g en torno a los universos del lenguaje no se siguen siendo S t e i n R o k k a n , E d w a r d B u l l y W a l t e r G a l e n s o n , sin cuya labor
h a b r í a llevado a cabo e n ausencia de la gran cantidad de g r a m á t i c a s escritas no h a b r í a n podido surgir todos los desarrollos posteriores.
por lingüistas que efectuaron trabajo de campo. L o s teóricos de las ciencias Otros investigadores han contribuido al perfeccionamiento m e t o d o l ó g i c o
sociales que investigan una perspectiva h i s t ó r i ca deben apoyarse en las mo- de ciertas t e o r í a s . P o r ejemplo, una docena de estudiosos han mejorado los
n o g r a f í a s preparadas por los historiadores que han tamizado toda una mole datos y la m e t o d o l o g í a del a r t í c u l o clásico de Seymour M a r t i n L i p s e t deno-
de lucntes primarias. N u n c a r e s u l t a r á fácil saber con a n t i c i p a c i ó n cuál s e r á minado " L e s conditions sociales de la d é m o c r a t i e " , y han presentado de mo-
el dalo más interesante de todos los recolectados. do m á s convincent e la tesis formulada por ese autor. A m b a s cosas ayudan
_ S i n duda, u n a buena c o l e c c i ó n de datos no puede integrarse en e l v a c í o . al avance de la ciencia.
F.n el prefacio de •iu Atlas ( 1 9 1 4 ) , P a u l V i d a l de L a Blache p l a n t e ó si2cinta- Otros trabajos importantes son a q u é l l o s donde se retoman o afinan inves-
nu-nio este problema con respecto a la g e o g r a f í a : "Consideradas por s é p a - tigaciones antiguas y a olvidadas, y que no poseen e l c a r á c t e r novedoso que
melo, las particularidades que constituyen la f i s o n o m í a de un paisaje .son suele asociarse con la i n n o v a c i ó n . E l a r t í c u l o " L e code o p é r a t i o n n e l " , de
siKMilicativas como hechos; .sólo cuando se les relaciona con la cadena de A l e x a n d e r G e o r g e . constituye un intento de r e c o n s i d e r a c i ó n de las tesis de
nuccsos de la que forman parte, .se v u e l v e n significativas en calidad de ideas N a t h a n L e i t e s . L a nueva f o r m u l a c i ó n y las explicaciones ofrecidas por G e o r -
«•K-niiJii-iis'. F n ciencia política , aparecen cada a ñ o numero.sos a r t í c u l o s que ge son relevantes y útiles, q u i z á e n mayor grado que e l texto original del
l'H'.sonlim los resultados do los procesos electorales recientes, así como un cual se derivan . ¿ P o d e m o s entonces evitar la clasificación de este trabajo
24 LAS NUEVAS CIENCIAS SOCIALES ¿OUÉ SIGNIFICA INNOVAR EN LAS CIENCIAS SOCIALES? 25
como innovador? Sin duda, la actualización del pensamiento de los investi- por página escrita. Su concisión le asegura una gran difusión incluso en la
gadores del pasado, dirigida a incluir tales ideas en los debates del presente, actualidad.
no es una labor desdeñable. Se pueden incluir otros ejemplos que ilustran las virtudes de la concisión.
Todos estos afinamientos se hallan en el núcleo de aquello que Thomas A l principio, la teoría de los bienes públicos de Paul Samueison ocupaba tres
Kuhn (1962 [1971]) ha denominado "ciencia normal". Debemos tener en páginas, pero sirvió de punto de partida para el estudio de un tema impor-
mente, como lo ha señalado Derek de Solía Price, que "Lns eminencias siguen tante tanto en economía como en ciencia política. Aunque el artículo " E c o -
siendo excepcionales. No se puede valorar a todos los científicos tomando logical Correlalion and the Bchavior of Individuáis", de W.S. Robinson
como punto de comparación a un Newton o un Einstein, del mismo modo (1950), sólo tiene una extensión de seis páginas, instó a toda una generación
que tampoco podemos juzgar el impacto tecnológico de la ciencia conside- de investigadores a renunciar al análisis ecológico en los campos de la so-
rando únicamente el caso de los transistores" (Solía Price, 1975, p. 130). Si ciología, el urbanismo, la geografía, la ciencia política y la demografía. L a
bien menos espectaculares que aquéllos de revolución científica, estos perio- contribución "The Law of the Primate City", elaborada por Mark Jeffcrson
dos de progreso mediante aportaciones sucesivas constituyen el motor prin- y publicada en 1939 en la Geographical Review, se reduce a siete páginas.
cipal del proyecto científico. Ningún análisis sobre la innovación puede pa- Ahí se recurre a los métodos de la estadística para proponer una nueva teoría
sarlos por alto, aunque "la ciencia normal" no sea la forma más visible de en los intersticios de la geografia y la demografía. Asimismo, hay obras en
la ciencia. las que sólo uno de sus capítulos es verdaderamente innovador. Por ejemplo,
Resulta tentadora la opción de definir una escala única de medida de la el libro Passingof Tradiiional Socieiies, de Daniel Lerner, contiene un capítulo
innovación; pero sería imposible conseguir semejante definición, en virtud donde se establece por primera vez una relación interesante entre los pro-
de la multiplicidad de formas que asume la innovación y de la dificultad de cesos de urbanización, el grado de instrucción, los medios de comunicación
precisar la importancia relativa de cada una de ellas. ¿Se debe tener en de masas y la participación política. Con ese objetivo, se toman prestadas
cuenta la densidad de un ensayo casi incomprensible para la mayoría de los técnicas estadísticas, así como materiales de diversas disciplinas. E l capítulo
investigadores o el número de veces en que determinado trabajo es citado en cuestión es citado con gran frecuencia, sobre todo por autores que no
por otros? suelen referirse jamás al resto del libro. A l lector le resultará sencillo acor-
Los tres volúmenes del World Handbook of Political Social Indicators, pre- darse de otros trabajos concisos pero muy innovadores.
parados por Bruce Russett, Charles Taylor, Michael Hudson y David Jodice, E l aspecto más importante por considerar en materia de innovación es
se cuentan entre las obras de ciencia política más citadas en su época. Sin que los innovadores modernos no pretenden abarcar una disciplina completa,
embargo, se trata de una forma de innovación diferente de aquélla resultante ni siquiera sus partes más vastas, sino a lo sumo una rama limitada. Como
de los trabajos que otros autores han podido efectuar con base en tales datos, se ha podido confirmar con ba.se en los ejemplos de trabajos densos y con-
del mismo modo que la información reunida por Tycho Brahc en torno a cisos, el enfoque inlerdisciplinario que todo lo quiere englobar no es de
los movimientos planetarios constituye un tipo distinto de innovación en ninguna manera necesario e. incluso, resulta indeseable. L a especialización
relación con las leyes de Kepler. Cuando las innovaciones difieren en el es esencial. Si elaboráramos una lista que incluyese a los innovadores en un
modo señalado, resulta difícil clasificarlas de acuerdo con una escala única dominio y otra que contuviera a los innovadores en un segundo dominio
de medida. vinculado al primero, advirtiríamos que sólo unos cuantos nombres figurarían
Desde luego, la extensión de un estudio no constituye un crilero de su en ambas listas. Veamos, por ejemplo, el caso de los trabajos que versan
grado de innovación; no es un indicador de la importancia de ios análisis sobre el neocorporativismo y la democracia consociativa, tópicos claramen-
ahí contenidos, a diferencia de lo que parecen pensar ciertos universita- te emparentados. Entre los investigadores que han realizado más aporta-
rios. Frederik Jackson Turner elaboró tres ensavos que todos los estadouni- ciones al estudio del neocorporativismo se hallan Philippe Schmiltcr, Suzan-
denses cultos conocen: The Significance o¡ Hisióiy (1891), Problems in Ame- ne Berger, Gerhard Lehmbruch y numerosos universitarios escandinavos;
rican History (1892) y The Sif^nificance of ihe Fronlier in American History con respecto al estudio de la democracia consociativa. podemos citar a
(1893), cuya extensión es de 16, 12 y 25 páginas respectivamente. E n cambio, Arend Lijphart, David Apter, V a l Lorwin, Jürg Steiner. Gerhard Lehmbruch,
el gran historiador Lcopoid von Ranke escribió 55 libros, entre los cuales Kenneth MacRae, G . Bingham Powell y muchos otros. A pesar de que se
destaca Histoire de la Prusse, compuesto de 12 volúmenes. Ambos autores trata de temas interrelacionados, los nombres apenas coinciden.
son importantes historiadores y sería inútil el intentar establecer un orden Debido a tal especialización. suele ocurrir que desdeñemos las innovacio-
í l c cJasincacion para sus trabajos, si bien Turner aporta más innovaciones nes surgidas en sectores diferentes del nuestro, como resultado de la falla
2() LAS N U L V A S CIENCIAS SOCI/VLES ¿QUÉ SIGNIFICA INNOVAR E N LAS CIENCIAS SOCIALES? 27
de Interés en los problemas que otros intentan resolver. Para evitar seme- ¿Cuál es el umbral mínimo de la innovación? Para contestar esta pregunta,
jantes olvidos, habría que definir la innovación con base en criterios internos es preferible comenzar con la exposición de algunos ejemplos: un investiga-
lie la especialidad en cuestión. Sólo un especialista de un sector determinado dor que intenta mejorar el coeficiente de correlación descubierto por otro
puede definir aquello que posee un carácter innovador dentro de su dominio. estudiosos contribuye al avance de la ciencia, pero lo hace en un grado me-
Se trata, en resumidas cuentas, del principio de evaluación por sus iguales. nor. Y se puede decir lo mismo de muchos trabajos que abordan aspectos
Cuando haya incertidumbre con respecto a la naturaleza innovadora de un residuales. E n el dominio de la psicología, los experimentos poco originales
métcxlo, concepto o trabajo, sería preferible pecar por exceso que por de- pero innovadores son de utilidad para los demás investigadores, pero siguen
fecto. L o cual no significa que todo deba aceptarse; pero, ante la menor careciendo de gran importancia. A menudo, los economistas tratan de per-
duda, lo mejor es suspender nuestro juicio y permitir que los especialistas feccionar los modelos matemáticos elaborados por sus colegas, mediante la
de cada subdisciplina se encarguen de valora'r el trabajo de sus colegas. corrección de dichos modelos o la reformulación más concisa y elegante de
Ai hojear libros y revistas, nos damos cuenta con toda claridad que la los mismos. Podemos considerar incluso este tipo de trabajo como innovador,
innovación es un fenómeno masivo. E ! índice del Handhook of Sociology aunque poco relevante. Desde luego, en el extremo contrario se ubica la
(.Smelser, ed., 1988) contiene aproximadamente 3 000 nombres y existen se- aportación de Darwin.
rias dudas de que la lista incluya de manera exhaustiva a todos los innova- Resullaría muy difícil determinar con precisión la distribución de los tra-
dores. E n cada uno de sus números aparecidos a lo largo del último decenio, bajos cicnlíficos a lo largo de una escala continua que midiese la innovación;
la American Polilkal Sciencie Review ha dado cuenta de un centenar de obras,' aunque, sí es posible efectuar estimaciones al respecto. Incluso, hay quienes
es decir unas 400 por año; en la década de los sesenta, el ritmo era de han llegado a sugerir la existencia de una especie de ley de productividad
alrededor de 200 anuales. L o cual suma un total de 8 000 en un cuarto de los cienlíficos, la cual nos muestra que la innovación es un fenómeno
tic siglo; aun así, debe considerarse que esa cantidad no representa la masivo y cjue se reparte de manera dispar entre los investigadores. L a "ley
lotalidad de libros publicados en esta disciplina. Aunque sólo la cuarta de productividad de Lotka-Price" plantea que la cantidad de científicos que
parle de estas obras tuviera un carácter innovador, estaríamos hablando publican un número /; de artículos es igual a kin-. donde k es una constante.
de unos 2 000 libros innovadores, sin contar los innumerables artículos Lo cual significa que por cada 100 investigadores que publican un artículo,
aparecidos en revistas. habrá 25 que publiquen dos, 11 que ])ubliquen tres. 8 que publiquen cuatro
Desde luego, no se puede atribuir esta explosión editorial a verdaderas y 4 que publiquen cinco. Así, la mitad del total de las publicaciones queda
innovaciones, sino al imperativo de "publicar o desaparecer". Los universi- asegurada por aproximadamente 10% de los cientíllcos. No obstante, la masa
tarios se ven precisados a publicar, pero nada los obliga a citar trabajos de trabajos de ¡nveslig;ición realizados es considerable. Ahora bien, con res-
carentes de interés. Con ciertas precauciones, es posible utilizar la cantidad pecio a la práctica de citar la obra de otros autores, se puede advertir que
de referencias como indicador de la innovación (cfr. el capítulo 4). E l Social sigue más o menos un modelo similar. Un estudio sobre los artículos publi-
Sciences Ciiaiion Index muestra con bastante nitidez la extensión del empleo cadcis en Ires revistas de sociología durante 1960 señala que 55% del total
de remisiones y parece sugerir la existencia de montones de trabajos dianos de las referencias se relacionan con únicamente 12% de los autores citados,
de citar en las ciencias sociales. Sin duda, la importancia de las referencias y que alrededor de dos tercios de los artículos son referidos por lo menos
es muy variable. Si se lleva a cabo un trabajo estadístico relacionado con el en una ocasión, excluyendo por supuesto las autociias (Oromaner, 1977, p.
numero de citas incluidas por artículo anualmente, se descubrirá que la me- 127). Esto se ajusta bástante a la ley de Lotka-Price. Veamos otro ejemplo:
diana es uno, mientras que la media es más de cuatro, lo que quiere decir sccún nuestras estimaciones, apenas 3 % de las 10 000 citas contenidas en el
i|ue sólo una cantidad reducida de artículos es referida con frecuencia. Si en Handlx)ok of Socioloísy (Smelser, ed., 1988) aluden a uno de los cinco "mons-
la década siguiente a su aparición un artículo jamás es citado por los especia- truos sagrados": Karl Marx, Max Weber, Émile Durkheim, Talcott Parsons
l i s i a s de la disciplina, se puede concluir con certeza que no se trata de un y Robert Merton: las 97% restantes se reparten entre otros tres millares de
i i a b a i d innovador (con algunas excepciones). Pero, entonces, ¿qué se puede autores. De nuevo, esto corrobora la ley de Lotka-Price. Desde luego, no
i n l c n r de los artículos que sí han sido referidos? A l respecto, tendemos a hay que esperar una precisión muy grande en los resultados arrojados por
M - i i'cnero,sos. Algunos trabajos, aquéllos que apenas son citados, pueden la "ley" en cuestión, y nosotros debemos recordar que dicha ley no aclara
K i M M í i e r a r s e innovadores menores; otros, los ampliamente referidos, revolu- nada en relación con'el "carácter innovador", el cual sigue siendo un con-
< I I M í a n o s . La mayor parte de los artículos se ubica entre ambos extremos. cepto no cuantificablc. Empero, si se le considera una ley empírica, corro-
I '.(o rs valido para todas las disciplinas formales. borada tanto por los libros como por los artículos, entonces puede ser útil
28 LAS NUtVAS CIENCIAS SOCIALES ¿QUÉ SIGNIFICA INNOV/\ EN LAS CIENCIAS SOCIALES? 29
e n calidad de h i p ó t e s i s de trabajo durante e l estudio de la d i s t r i b u c i ó n de la disciplinarias. E n r e l a c i ó n con el periodo precedente, el incremento es sus-
i n n o v a c i ó n dentro de las comunidades cientíl'icas. tancial, lo que confirma nuestra tesis consistente en que dicho f e n ó m e n o no
S e han llevado a cabo estudios que versan sobre las innovaciones de gran ha dejado de aumentar. Podemos ilustrar con claridad este asunto mediante
i m p o r t a n c i a . K a r l D e u t s c h , J o h n Platt y D i e t c r Scnghaas (cfr. D e u t s c h , M a r - el ejemplo de la ciencia política. T o d a s las innovaciones que los tres autores
kovits y Platt, 1986) han elaborado una lista relevante de las innovaciones incluyen en este d o m i n io son interdúsciplinarias (inclu.so a q u é l l a s pertene-
o c u r r i d a s e n las ciencias sociales durante e l siglo x x . P a r a ellos, la i n n o v a c i ó n cientes al campo de la praxis). E n apariencia, sería imposible innovar e n las
es " u n proceso que aporta una c o n t r i b u c i ó n sustancial a una disciplina de- altas esferas de la ciencia política sin atravesar las fronteras que la separan
t e r m i n a d a " . L a lista de D e u t s c h , Platt y Scnghaas contiene algunas de las de otras disciplinas. D e l mismo modo, esto se traduce e n el hecho de que
i n n o v a c i o n e s m á s importantes de las ciencias sociales; pero, alude a aquellas alrededor de la mitad de las innovaciones ocurridas e n las ciencias sociales
de un nivel tan elevado que s e r í a n muy pocos los sabios que t e n d r í a n la en general tiene una a p l i c a c i ó n en la ciencia política. L o cual es válido para
oportunidad de quedar incluidos. A d e m á s , esta lista es, desde ciertos puntos otros dominios; casi todas las innovaciones son aplicables e n disciplinas d i -
de vista, bastante peculiar: se apoya en un fuerte prejuicio que privilegia los ferentes de la disciplina de origen. L a r e p u t a c i ó n de un n ú m e r o no despre-
enfoques globales (como las t e o r í a s de las é l i t e s ) , en detrimento de los des- ciable de estudiosos se fundamenta a menudo en tales transferencias, las
c u b r i m i e n t o s e s p c c í O c o s ( " l a ley de hierr o de la o l i g a r q u í a " ) , y no se interesa cuales han dado lugar, en ciertos casos, a hallazgos relevantes en aquellas
v e r d a d e r a m e n t e en los trabajos individuales. E s t o implica la e x c l u s i ó n de disciplinas que han recibido en p r é s t a m o las innovaciones de otros dominios.
numerosas investigaciones innovadoras y, sobre todo, de hallazgos en las sub- E x i s t e n innovaciones importantes que son producto de estudios especiali-
disciplinas especializadas que no sean torzosamente determinantes para las zados y de aportaciones r e c í p r o c a s . A l g u n as son de orden m e t o d o l ó g i c o y se
ciencias sociales. Asimismo , su lista pasa por alto los progresos de orden originan en las m a t e m á t i c a s y la e s t a d í s t i c a; por ejemplo, la c u a n t i f i c a c i ó n
acumulativo, c o mo aquellos donde los investigadores recurre n a innovaciones de las variables sociales, la e c o n o m e t r í a , los estudios de c o r r e l a c i ó n , el mues-
ya existentes para llenar las lagunas entre las dil'erentcs subdisciplinas. Por treo, la e l a b o r a c i ó n de encuestas y las simulaciones por medio de ordenado-
otra parte, estos autores omiten descubrimientos importantes, sin ofrecer ex- res. A q u í , la i n n o v a c i ó n científica es resultado de una especie de alquimia
plicaciones l egít ima s . A l e x I n k e l c s ( 1 9 8 6 ) ha demostrado que, e x t r a ñ a m e n t e , que transforma las t e o r í a s m a t e m á t i c a s o e s t a d í s t i c a s e n una herramienta útil
.son m u c h a s las innovaciones en el dominio de la s o c i o l o g í a que ellos no para las ciencias humanas. L o s primeros innovadores provienen de todas las
tienen e n cuenta, y lo mismo puede decirse de las d e m á s disciplinas. O t r a disciplinas formales, y los progresos alcanzados en u n a de ellas se extiende n
particularidad de la ILsta mencionada es que clasillca entre las innovaciones con gran rapidez a todas las d e m á s .
descubrimientos que pertenecen al campo de la praxis: la estrategia de la trans- O t r a s innovaciones contenidas en la lista de D e u t s c h , Platt y Senghaas son
f o r m a c i ó n social gradual del fabianismo, las estrategias revolucionarias de L e n i n de naturaleza t e ó r i c a . E l funcionalismo procede de la a n t r o p o l o g í a , donde
y M a o , el modelo s o v i é t i c o de partido ú n i c o , la estrategia de rechazo a la d e s e m p e ñ a un papel m e t o d o l ó g i c o importante tanto para los investigadores
viol enci a de G a n d h i , todas e l l a s fueron i n n o v a c i o n e s p o l í t i c a s pero no c i e n - de campo como para sugerirnos que muchas formas de comportamiento so-
t í f i c a s . Y t a m p o c o las podemos c o n c e b i r c o m o i n n o v a c i o n e s e n e l d o m i n i o cial tienen equivalentes funcionales en todas las sociedades. Para otros, la
de la p o l í t i c a p ú b l i c a , p o r q ue no se trata de aplicaciones de las ciencias verdad del funcionalismo reside en el hecho de que toda sociedad debe c u m -
sociales. P o r ejemplo, L e n i n se vio precisado i m p l í c i t a m e n t e a dejar a un plir con determinadas funciones porque, de no hacerlo, desaparece. E l es-
lado g r a n parte de la c o n c e p c i ó n marxista de la historia. tructuralismo proviene de la lingüística, pero ha sido retomado con frecuen-
A pesar de todos los problemas s e ñ a l a d o s , la lista en c u e s t i ó n sigue siendo cia por la a n t r o p o l o g í a . L a t e o r í a estructural-funcional. resultante de ambas
muy interesante, y podemos utilizarla e n calidad de e n u m e r a c i ó n de las prin- disciplinas, es ampliamente utilizada e n la actualidad no .sólo en a n t r o p o l o g í a ,
cipales innovaciones, con objeto de comprender aquello que las caracteriza. donde se verificaron sus primeras aplicaciones, sino t a m b i é n en socioloi'.ía y
D e u t s c h , Platt y Senghaas intentan analizar algunas de las condiciones de la ciencia p o l í t i c a.
i n n o v a c i ó n e n las ciencias sociales, como la p o s i c i ó n profesional de los prin- O t r a s innovaciones pueden considerarse de c a r á c t e r concepliial, si bien los
cipales innovadore s y su país de origen. A s i m i s m o, examinan " l a interdisci- conceptos e s t á n claramente relacionados con t e o r í a s . A l respecto, e l desa
p l i n a r i e d a d " e n un breve p a r á g r a f o , sin entrar e n el estudio detallado d el rrollo e c o n ó m i c o , el estudio de las é l i t e s , las funciones del bii-nestar sot:ial,
proceso; e m p e r o , esta visión somera les basta para afirmar que " l a interdis- la s o c i a l i z a c i ó n y los sistemas sociales ct)iistituyen bui-nos e|c-iiiplos. Tal es
c i p l i n a r i e d a d " es una fuente importante de i n n o v a c i ó n . A partir de 1930, m á s el caso del desarrollo e c o n ó m i c o , concepto t|ue suhsuiiie iliversos leiioiiieiios
de las dos terceras partes de las innovaciones por ellos referidas son inter- • e c o n ó m i c o s , todos ellos indepenilienles. Algunas iliscipimas han adoplado e l
í<* i AS N U i ; \ ' A S C I E N C I A S SOCI/\LES
i c r m i i K ) en cuestión para construir, por analogía, otros conceptos, como aquél
do desarrollo político; aquí, la misma expresión sugiere ciertas interdepen-
ilencias, aunque no sean del todo indispensables. L a socialización se deriva
tie iKeocupaciones relacionadas con los dominios de la psicología y la antro-
pología, pero se le han atribuido numerosas aplicaciones en sociología y cien-
cia política. Sin duda, no existe un modelo único de socialización, puesto que 2. Patrimonios científicos:
las teorías en la materia son muy diversas. Y lo mismo podría decirse del el progreso acumulativo
estudio de las élites con base en la sociología, de las funciones del bienestar
social con fundamento en la economía y de los sistemas sociales que se apo- y las estrellas de la ciencia
yan en una analogía con los sistemas biológicos.
La mayor parte de las principales innovaciones en ciencias sociales atra-
viesan las diferentes disciplinas. Una definición restrictiva de la innovación En ciertos aspectos, la ciencia trae a la memoria el mundo del deporte. A l -
permite elegir un número limitado de casos y establecer conclusiones sobre gunos científicos son verdaderas "estrellas": a sus conferencias asiste un vasto
la proporción de innovaciones que se localizan en planos elevados de inter- público; sus obras se convierten en éxitos de librería y se les ofrecen cargos
sección de varias disciplinas. Podemos afinar nuestra tesis: existen varios ni- privilegiados. Ciertos equipos ("escuelas", institutos y otros organismos de
veles de innovaciones, que van desde la explicación estadística de residuos investigación, universidades) permanecen invictos durante largos periodos,
hasta la síntesis de una masa importante de trabajos. Cuanto más nos des- mientras que otros sólo saborean el éxito por breves lapsos. Otros más, pa-
placemos hacia el extremo superior de esta escala de la innovación, mayores recen estar condenados eternamente a la oscuridad. Si se quiere llevar más
posibilidades tendremos de hallar trabajos que se realicen en las orillas de lejos la analogía en cuestión, habría que partir de la distinción entre dos
una di.sciplina, en la intersección de esta con otras disciplinas. tipos de dept)rte: el practicado individualmente y el practicado por equipo.
Aunque se le suele considerar como perteneciente a la primera categoría, es
más justo concebir a la ciencia como un deporte de equipo, donde los juga-
dores ocupan posiciones muy diferentes.
Los campeones de las disciplinas individuales, tales como el tenis, la na-
tación o la carrera de fondo, conocen la gloria y obtienen trofeos. Buena
parte de la comunidad científica actúa como si la investigación fuera un
deporte individual. Se lleva una contabilidad de las citas que gratifican a
cada autor, y los cuniculum vitae resumen las carreras de acuerdo con la
cantidad lograda de publicaciones, nominaciones, premios y demás distincio-
nes más o menos cuantificables. E n su calidad de astros sagrados, algunos
científicos reciben todo un llujo de ventajas: prestigio, subvenciones por sus
trabajos, reducción de la cantidad de horas destinadas a la enseñanza, empleo
en instituciones de gran importancia y sueldos elevados.
E n cambio, en los deportes de equipo, hay dos clases de jugadores. Por
una parte, están aquéllos a los que su pape! desempeñado en el juego les
asegura el reconocimiento y cuyos tantos son objeto de estadísticas detalla-
das. Así, en el caso del fútbol y del hockey, los guardametas conocen muy
bien la tasa de aciertos de los rematadores contrarios, cuyos tiros a gol están
perfectamente contabilizados. Por la otra, y menos fácil de cuantificar, se
halla la contribución de los demás miembros del equipo, la cual pasa inad-
vertidamente. E n el fútbol americano, no existe un indicador estadístico que

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