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É-;a EXFE-lC;aCá'Gi"l
*H H-A CIEI{ilEA
{-Iqi aecreairrientg C6gfloseitivo

RorueLD N. Gtex,P

CCIdSEJO FIACICI.iAL DE CiEI'{CIA Y TtrCi{Ol-OCia


rrqÉxlc a, i.c92
Título del original en inglés:
Explaining Science

* 1988, by the Universiry of Chicago'


All rights reserYed

Licensed by the University ol Chicago Press'


Chicago, illinois, USA
isBN G'22GZW{5-3

Trqducción: Claudia Elisa Gidi Blanchet


Fuentes
Dbeño de portsda: Nora Velasco

Prime¡a edición en esPañoi, 1992

* lgg2,por Consejo Nacional de


Ciencia y Tecnología
Lomas Alt¿s
ió"i*v,l Av' Ccnstituyentes' 1046 Col'
11950 México, D'F'

en casteilano
Derechos para todas las ediciones
ISBN 96&823-?41-6

'tibro ni parte de éi pueden ser reprocucidos por cualquier


Ni todo el
Reservados todos los derechos. del eCitor'
eiec"rónico' sin peimiso por escrito
rned.io cie impresiÓn o
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írrdiee

11
Lista de figuras
15
Prólogo
19
Reconocimientos
.t,
X..tr{acia una teoría cogi:osciti'¿a unificada de la ciencia LL
21
Qué debe ser la teo¡ía cognoscitiva de la ciencia
Raciona-lidad, relaiivisn-ro y cognición 22
Representación y j uicio 25
R eaiismo naturalista
2l
29
¿Se puede natura-lizar la filosofía de ia ciencia?
¿Debe el estudio naturalista de Ia ciencia constituii
un círculo vicioso? JI
Naturali smo evolucionista .))
31
Cómo debe ser la teona cognoscitiva de la ciencia
39
¿.Un papel para la histcria?
41
Panorama general de este libro
43
2. Las teoiías de ia ciencia
A1
El empirisrno lógico
50
La estructura socia.l de la ciencia
s3
Faracligma.s y revoluciones
Programas y tradiciones 60
El empirismo constructivo 69
73
Ei programa fuerte
78
Los estuciios de laboratorio o,)
OL
El análisis scciclógico del discurso de ios científicos
qe
3. Modelos y teoría.s
B5
Fl libro de texto de física
B-t
La organi zación de los textos de mecánica
El osciiai-lineal 90
OQ
Interpietación e identificación JJ

Las leyes dei movimiento 100


1r\')
l4oCeios e hipótesis
Qué es una teoría cier.tífica 1Uo
111
¿Y qué con ias presenr-aciones axiomáticas de la rnecánica? _ti1
114
lv{ás allá de la mecánica clásica

4. El realisrsio eo¡zstr-l¡ciivo 117


Aspectos de sernejanza t17
YarieCades del empirisroo 119
trl rea-iismc irrestricto 121
El rea-lismo metafísico t23
El realismo modal 124
Las leyes como generalizaciones universales 128
Modelos causales y expiicaciones causales 130
Las respuestas de los realistas 132

5. EI realisnúo ea el laboratorio 739


Contingencia y negociación 140
La emisión de protones 143
149 I
El uso de protones
Experimentación y realismo 153
i-as limitaciones del empirismo 157 E

Las limitaciones del constructivismo 160 (

La cognición geométrica en ia investigación nuclear 162 {


El papel de ia tecnología en la investigación cientííica 167
J

ó. El criterio científico i73 Í


Los científicos como gente que toma decisiones t73 É
Modelos de decisión básicos 115 (
111
Los moCelos de decisión bayesianos 1t I
il
¿Son los científicos agentes bayesianos? t82 (
Los modelos satisfaccionistas
Los científicos como satisfaccionistas
190
194 f
Las pruebas experimentales 198
Cbjeciones filosóficas 202
El papel de Ia probabilidad en 1a ciencia 206

7. h,lodetros y experirne¡rtos
Los modelos del potencial nuclear 214
Antecedentes de la búsqueda de modelos relativistas de Dirac 219
La respuesta a los nuevos datos 225
Por qué son importantes Las buenas predicciones -/,) )
Otras pruebas 238
Diseño y realización de la prueba experimental ¿+)
Los recursos cognoscitivos y 1os intereses científicos 248
I
¡
a
I
I
a bo
El panoraii^ta evolucionista /)t
a gt i,trr.o de los modelos de Dirac ei-r la física nuclear
a
a E.Ls explrcacióE 'Je ia revol:-:cióxt ge*\Ógica ¿O)
a Los mcdeLcs contraccionistas 26s
Wegener Y la deriva continental
I Los críticos de Wegener
270
a O ceanc gr a-fía Y
Paleomagnetlsmo
2'17

a 286
f,t.nt"ñhamiento del lecho marino 294
a La hiPótesis de Vine-Matthews 294
a La dorsal de Juan de Fuca 1C.1
marino
a iu ¿.t.rrra del ensanchamiento del lecho
satisfactoria 309
El movilismo pasa a ser una opción
a ¿Revoiución o evolución?
313
a 317
a Epílogo : Reflexiones reflexivas 319
a Notas 331
a Bibliografía
Indice de autores nombres i'
3le
a Y

a
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a
a
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t
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a
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5
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a
trigutres

Figural.lCuatrocombinacionesposiblesdeenfoquesgenerad:::.:j
la representacton
la do¡le áicotom;a en iás dimensiones de 28
' Y el juicio. ¿i'o
de una teoría científica.
Figura 2.1 Repre,.,,tu.io', empirista 1ógica 67
ii["tu 2.2Mod,elo reticular de Laudan' 91
it;;;; 3.1 Índice d'e un texto de mecánica típico'
pará iiustrar la ley de Hooke y
Figura 3.2 Sistema masa-resorte usado o')
el movimiento armónico simPle'
posici¿; y velocidad como funciones dei tiempo para el^1

Figr-rra 3.3 93
sistema masa-resorte de la figura 3 '2' AA
Figura 3.4 Pénduio simPle' . ,, ^ ^- pcstclon-
iil;;..i.5 Estadc.del oscitador armónico simple en un espacio 96
momenlo
F-igura ¡.s Esuáo de1 oscilador armónico
simple en un espacio posición-
9b
en iunción clel
Figura ,., #:fr:Th?Hilio, u.*ónico amortiguado
98
tiemPo y sistemas
Figura 3.8 Relación entre conjuntos de enunciados, modelos 108
reales.
Figura 3.9 Representación parcial de las familias de modelos asociados
108
con la mecánicá clásica'
Figura3,l0Representación,¿..,.'uteoríaenquesemuestranlafamilia 110
delosmodelosylossistemasrealesrelacionados.
¿e iaslnstataciones del ciclotrón
de 1a Universidad
Figura 5.1 Diagiama 145
de Indiana.
esquemátia del ciclotrón central visto
desde
Figura S.Z «epilse.rtaciOn r46
,., á:;:Sentación de ra.reacción nucr ear p-c,.4 ry': --\,, r49
Figura t49
Figuras.+arregro.*p.'i*entaldeiosexperimentos(p,rz)detrCUI.
de na-'''egación en
Figura 5.5 ArreEi; .;;.ti*entai de,los experimentos 164
ratas. t75
Figura 6.1 Estructura básica de una decisión'
decisión científica al elegir
Figura 6.2Representación de unproblema de 179
entre dos modelos

[1i]
12 LA ETiPLICACIÓFI DE LA CIENCIA I

t
E
.J

Figura 6.3 Respr:estas d-e un sclo sujeto a muest¡as aieatoiias de una


población binomial con una razón70-30 ce é;iitc-fraca_so. 183
Figura 6.4 Representación de una prueba diagnóstica ccn faiscs po-
sitivos de 5 pcr ciento. 10?
róo
Figura ó.5 Problema cie decisión de un satisfaccionisia de "mente
abierta" que eiige entre dos modeios. t9'/
Figura 6.6 P.epresentación esquemática de unapiueba experiinental con
intervaios espaciados de resultados posibles para dos mo-
delos diferentes del sistema d.e inte¡eses. 199
Figura 6.7 Dos dibujos usados al investigar sobre el uso que hacen los
estudiantes de los modelos á1 pensar acerca de lcs sistemas
mecánicos. 209
Figura 6.8 Tarea de selección de s/ascn. Adaptada de ",f¡:son (lg7l). 2t1
Figura 7.1 Representación esquemáiica del eT.i:s¡lm.rto de Rutherfoid. 2t4
Figura 7 .2 Ecuación de Schroedin ger y potenciales para la dispersión
elástica de protones de calcio 40 a2O0 MeV. 2t7
Figura 7.3 Representación esquemática del arreglo experimental para
medir secciones transversales diferenciaies 22A
Figura 7.4 Representación esquemática del arreglo experimental para
medjr polarización (po der .análitico) . 220
Figura 7.5 Primeros datos de polarización (poder anarítico). 221
Figura 7.6 Representación esquemática del arreglo experimental para
medir la rotación de espín. 222
Figura 7.7 Primeros datos de rotación de espin medida a 50c ivlev para
un blanco de calcio 40. 223
Figura 7.8 Ecuación de Dirac con la gráfica de los clos potenciales
relativistas más importantes. 221
Figura 7.9 Matriz de decisión para Ia elección entre los modelos de
Schroedinger y Dirac. 229
Figura 7.10 comparación de la cur',¿a predicha por Clarl< para econ los
datos existentes. 230
Figura 7.11 Comparación de los tres tipos cie datos con la aproximación
de impulso normal. 141
Figura 7 .12 Gráiicas del parámetro de rotación del espín para un modelo
de Schroedinger. 244
Figura 7.13 Comparación de los datos iniciales de rotación dei espín a
200 MeV con un modeio de Schroedinger. 245
Figura 7.14 Comi;aración final de los datos de rotación de1 espín a200
MeV con dos modelos de Schroedinger y uno de Dirac. 255
Figura S.l Estructura del problema de decisión a que se enfrentarcn
trYegener y más tarde otros que consideraron seriamente Ia
posibilidad Ce elegir el enfoque movilista. /có
Figura 8.2F]sistema global de dorsales oceánicas según se ccncebía
airededor de 1960.
FIGURAS 13

279
Figuia 8.3 Periil de la dorsal centraL del Atlántico' ^,^,^--^ del r-^l
a lo la-rgo ^^r lecho
F;;;;; E"li Mapacie anornaiías del campo rnagnético
781
marlnofrentealascostasoccidentalesdeNorteamérica.
temporales de las inver-
Figura 8.5 Refinamiento gradual de las escalas
si.ones geoma[néticas con base en técnicas
de fechamiento
a o.)
po, poi*io_áIgo" aplicadas a Las rccas de suelo firme.
LO/.
para varios
Figura 8.6 Fosiciá" up"ánte del polo norte magnético ')*/1
continentes en función del tiempo"
de convencción que
Figura 8.7 Modelo áe Holmes de 1as coriientes océano' 2B-/
separan los continentes y producen un nuevo
y el en-
F;gura B.B l¿fodelo de Hess par4 ias corrientes convectivas 289
sanchamiento del lechc marino'
(iínea continua) a 1o
^ ^o*- - 8.9
Figura - - Compaiación de ios datos magnéticos 292
largó áe la dorsal Arábigo-Índico, según Vine Matthews'
y
para varios modelos de
Figura 8.10 Periiles magnéticos cJmputados 294
dorsales oceánicas'
Andrés como
Figura 8.11 Reconstrucción de wilson de ia falla de San 296
una falla de transformación larga'
ios perfiies mag-
Figura 8.12 Con-rparación, segú1 vine y wilson, de y
néticoi de ia dorsál del Pacífico Oriental de Juan de
Fuca. 'a 298
según Heirtzler ' 301
Figura 8 " 13 Periil magnético de la dorsal de Reykj anes,
Figura Perfil mJgnétic o d.e Eltanin-19 correspondiente a la dorsal
- 8.14Pacífico-Antártica' 303
reveladas por
Figura 8.15 Comfaración de ias inversiones magnéticas sur'
sedimentos profunclos de varios lugares del Atlántico
307
de ensanchainiento de1
Figrira B. I ó Compu.u.ib.t de Vine de las raz ones 309
lecho marino en tres dorsales'
FRÓT-GGG

se establecen los objetivos y


comc des<ie el primer capítulo de este iibro
conclusiones generales, y dado que en la
última parte se hace un resumen breve
d.e toCa la obra, ,n urí de intentar
aquí un resumen sindlar' aprovecho la
personal, cómo ilegué a mi actual
oportunidad para explicar, de rrianeru *at
punto de vista. r ..i _c!^ r^^^,,Á" Ao lom
'-E*p..é mis estudios de posgrado en filosofía después de terminar mr
porque rnarcó laaparición
iicenciatura en física. Elaño del962fue importante
las revoluciones científicas' Leí
del libro hoy famcso de Thomas Kuhn sobre
de sus palabras encontraba eco en
a iiuhn con gran emoción pof que la veldad
No obstante, descie ei puntc
,n¡ s;r-,r,iriencia reciente como aspirante a fÍsicc.
sino red'escubierto, con indui-aen-
de vista filosófico parecía que K-.ihn no había
y lucumbidl a la posiclón
tariatüstórica, el problema humeano cie la inducción
,,psicoictgista,., que lievaba etr línea racta hacia el reiarlivismo episternoiógico'
).o que era filosóficar-nente iiraceptaoie '
'en ei á¡ea conocida entonces cÜmo
Comencé la investigación paia la tesis
,,probabilidad e inducción,,. Sin embargo, me preocupubl que las discusiones
de la práctica científica que
rii"ror,*, á. r" irr¿rr".io., parecieran tá¡: iejanas iene-u1je filosófico derivado
yo conocía. Gran parte de eia dista.ncia se detía
al
que los científicos hablan lenguaj::: naturales
de la lógica matemática, mientras
enriquecidos por la matem ática. Pu.u ini
forluna, fu'i orientado hacia obras
estadísticas tanto por especialistas de-esta
raml como por científicos sociales'
de problemas.filosóficos
Allí encontré, en lenguaje más científico, versiones ya no como "probabilidad.e
comunes. Empecé a pensar en el area filosófi9a
,,ros fundamentos de ia probabilidad y ra inferencia
inducción,, sino como
de la física" '
estadística,, según el model0 de "10s fundamentos
que, si bien se reconocen
con todo, .*. progtu*u entrañaba conflictos
el centro de mi atención' Nle di
siempre, séLo poco a poco llegaro;t a oclP{-
imfotry ás ciogmas de 1a tradición filosófica
l

cuenta de que .ri^Uá


".gan¿J Ia probabilidad, 1a'posibilidad
concernientes, por ejemptá, a laiatur aJezade
de una lógica ind-¿criva v ru .*irt.iti¿é
¡¡ funfament: "-r§Tg1ógico
del
general de
conocimiento científico. A p.ru, ¿. eso, rontinué
con
9]froerama
elucidar ,'to, rurrJa*-","t-¿e la inferencia científica", susiituyendo con el

tlsl
15 I-A EXPLICACIÓ¡.i DE I-A CIENCIA

lenguaje de la tecría estao-rstica el de ia ióglca i:raiemática, l.{ue.¿a:rrei1te,


me
negrié de piano a la posibilidad Ce conti¡¡ra¡ la investigación de los fundamen-
tos de la físíca, pi-les para hace¡lo adecuadainente me pareció que se necesitaba
el ta-:*nto de un buen físico teórico. De haber peruad.c que.vo poseía
ese taJento,
no habría dejado la física. Con todc, empiendí la investigación sob¡e los
fundamentos de la probábiHdad y la estadística a pesar de que no ccntaba
con
la experiencia foi-rcal ni en la teoi-ía d.e la probabiüCad ¡.i en ia estadística
matemática.
según se fueron agravando estos conflictos internos, ccmencé a p.:rderle fe
al programa general, incluso en lo que se refería al fundamento de ernprender
tal suerte de prograrna Mi escepticismo creció hasta el punto de que ahora creo
que no exi§_ten fundam entos filosóficos especiales para ninguna ciencia.
Todo
io que existe es teoría profunda que, sin embargo, es parte de Ia ciencia r¡üsma
Y no hay métodos filosóficos especiales para indagar las prcfundidades teó-
ricas de ninguna ci encia. Tan sólo están ios métodos de las ciencias mis mas.
I
Es más, quienes están me]or prepara s para es empresas no ion I os que
I
tienen entrenamiento como fi-lósofos, sino los que están sumergidos totalmente
j en los temas de Ia ci encia, a saber: los científicos.
l

En mis estudios de teoría estadlstica aprenCí,varias cosas que más,tarde


demostrarían §u utilidad. Fue m¿ís importante pensar en el razonamiento
científico no tanto como un porceso de inferencia sino como un proc.r;;;
toma de decisiones. Entre Ias estrategias de decisión, 1o que más me impresionó
fueron ias ventajas de la "satisfacencia" sobre la maximización. Ta-mbién me
fueron de utilidad otros temas de los que me ocupé colateralmente. uno Ce
,.'--::*:-
ellos fue las teorías científicas consideradas no como enunciadosiernptrlcos slno
como ciones de modelos relacionados de diversas maner as con la reall-
dad. Otro fue la biologra, particutrarmente .le te oilá-dA "lá- étótdó*Téltá_
mente llegué a apreciar el poder de los modelos seleccionistas en contraposi-
ción con los modelos más abiertamente causales de la física. Por ú.itimo, desde
hacía tiempo tenía uná preocupación general por las posibles conexiones entre
Ia filosofía de la ciencia y las áreas relacionadas, en particular la historia de la
ciencia.
El n:.cmento crucial sobrevino en 1982. Comencé a lee¡ algunas contribu-
ciones recientes sobre la sociolog:a de la ciencia, en parlicuiar las basadas en
eL estudio de los científicos en ei árnbito del iaboratorio. Me atraia la idea
de
investigar cómo los científicos desempeñan realmente su labor, aunque al
mismo tiempo roe repugnaba ia conclusión de que la ciencia sea puramente un
construido social. Pero habiendo descartado la idea de que Ia ciencia engloba
cierta foriaa de racionatidad que los fitósofos pueden áescub¡ir, yo no esta-
ba seguro de cómo formular mis objeciones.
De nueva cuenta, mi decisión surgió de un encuentro fonuito con otras
disciplinas, esta vez las ciencias cognoscitivas. En e Llas encuentra unc modelos
PP-ÓLOCO 11

natut4l-e-YQ-1Plillo . r.-:^-^r^.
trad'icionales' la fiiosofía naturaiizada
Desde ciertas perspectivas filosóficas de
de la ciencia no es en absoluto
parte á. i^ filosofía. Si se considera 1a filosofía
lacienciaComopartedelaepistemología,porejemplo,laempresapredo.
del conocimiento científico
minante ha sido la de mostrar cómo lor.n'ntiados
pr.redenjustificarsedeunamaneranocircuiarysatisfactoria.Elobjetivo
filosófico,dichoSeaendospalabras,hasidoeldeproporcionarcierto|un-
proyecto me parece aliora
damento extracientífico alos asertos
científicos' Este
simpiemente una versión mocierna.
del proyecto medieval de proporcionar
pruebasfilosóficasdelaexistenciadeüos.Talproyectopodríanombrarse
' 'apologética científica' ' '
mej or ' 'teología de ia ciencia' ' o
Esta tradición considera
Existe otra traáición filosón.u ¿. ig.,aiantigüedad. generai del
de un entendimiento
a la filosolía simplemente como la blsqueda la que
inciuidas las actividades de 10s seres humanos' Es esta tradición
mundo,
las ciencias especiales que ahora
a lo largo de ios sigios dio nacirruento a
dorninan el mundo intelectuaf . Acaso la
filosofía naturali zadlcie la ciencit.t:'á
especial: }a cienciade ia ciencia o'
dicho
llamada a formar parte de una.l.".i"
ytecnológicos' Sin embargo'
en forma *u, ooíJ-, los estud.ios científi.9t
dichas d'iscipiinas no se establ'ezcan'
estos todavía no son disciplinas. Mientras
de ia ciencia en tanto que
Ia filosofía será el paraísá de los estudios teóricos
actividad. hu¡nana. Dada la import anciade
la ciencia en el mundo moderno'
de Inenos será cómo los iiame-
ia necesidacl de .ros .strrdios ei innega-bie. Lo
mos. Lo importante es que los filósoios cle
la cierrcia iesempeñan una útil
función cultural-
RECGIdOCThaiEi!TOS

Para escribir este libro-tu.¡e que quedar en deuda con muchas personas,
instituciones y editoriales. Só1o me resta esperar que aquellos que escaparon a
mi memoria sepan disculParme.
Tengo una deuda incalculable con lvia-x Black por el a-liento que proporclono
a la formación filosófica de un refugiado de la física. Wesley Salmon,
mi colega
senior durante seis años, fue pa-ra mí un modelo de integridad claridad y
filosóficas que mucho respeto. Otros que me han brindado orientación inva-
iuable y oporturLi.clades profesional;s son Adclf Grunbaum, Errlan ldclduliin,
Dldley Shape:. e, Nick E escher, Abner Shim.cny y Pat S'-rplres- La¡ientc profun-
d.amerrte 1a. prematura desaparición del estadístico Alan Birn'oaum, quien fue
mi anfitrión en el Instituto Courant durante el airo acaCémico 1971-1912.
Duranle años me he beneliciaclo grandemente cie las discusiones con Bas
van Fr¿.asseil, quien ocupó la oficina contigLia a la mía en i968. De Bas aprendi
e1 poder de un enfoque teórico modeio para la fiiosofía de la ciencia. Su
paciencia para refutar mis argumen'.os en favor del realismo nunca decayó,
ur.rq,,. tampoco se haya visto recompensada. Con Fred Suppe llegué a discutir
meilos debido a que siempre estuvimos mucho más de acuerdo en nuestras
apreciaciones filosóficas. Izlucho aprendí también de los años de desacuerdos
con Larry Laudan. A él y a Rachel Laudan les agradezco haberme conseguido
un año como profesor visitante en el Centro de Filosofía de la Ciencia en
Pittsburgh. Mis colegas Ceorge GaJe, Ron Laymon, Tom Nickies, Jim Wood-
ward y John Won'ell toleraron amablernente mis interminables disquisiciones
sobre las virtudes del enfoque naturaiista so[:re la filosofía de la ciencia. Hank
Frankel me enseñó a apreciar el valor de la geología como estudio de caso para
la filosofía de la ciencia y sigue prestándome muy necesaria asistencia en este
campo. Paul y Patricia Churchland despertaron mi interés en las ciencias
cognoscitivas y arreglaron mi primer encuentro con Don Campbell, quien ha
sido valiosa fuente de inspiración y aliento. David FIull y lr4ichael R.use han
tenido también la gentileza de apoyar mis intereses en los modeios evolutivos
de la ciencia. Por si fuera poco, han dadc su o¡:ientación y apoyo generoscs a
mis estudiantes John Beatty y Ken $/aters. Arthur Fine y Pa.ul Teller también
a me han brindado aliento cuando más lc he necesitado'
a
a [1 e]
a
20 LA EXPLICACIÓN DE LA CIENCIA

en ia
Debc también expresar rni agrad.ecimiento a muchas olras pelsonas
gentiles con
psicología y la sccioiogía de 1a ciencia por haberse mostrado tan
Lste intruso f,1losófico:lavid Blocr, \Yerner Cal'1ebaut, Harry
Collil;'s' Iioward
y
Gruber, Ka¡in Knorr-Cetina, Bruno Latcur, Trevor Pinch, Ryan Tvreney
Sieve Woolgar.
De mis antiguos cclegas cie laUniversidad de indiana, esicyprofundainente
agradecido a Chuck Foster y Ed Stephenson por haberme introiucidc
al
mundo de la física auclear contempo tártea. Sin su ayuda éste sería
un libro
mucho menos interesante. Tom Giáryn, David Smith y John Woodcock,
los
otros miembros de un seminario para 1a facultad sobre estuciios
científicos y
los últimos
tecnológicos, contribuyeron g.unt.rr'r.nte a alentar mi iabor de
,¡"r. f***ente, i,.n ugrua..iriento muy especia] a Sam Preus, coLega dedica-
de sr-¡ libro
do a los estudios reilgiásos que me alantó á inspirarme en el título
sobre la explicación áe la reúgión
de la
En cuanto a las instituciones, mi mayor d.euria es con el Programa
que apoyó
National Science Fundation de Historia y Filosofía de la Ciencia'
al director
éste y otros proyectos anteriores. Debo un especial agradecimiento
el-c-entro de
de ese programa, P.onald cvermann. Brindaron apoyo adiciona-l
Filosofía de la ciencia de Ia universidad de Pittsburgh, la office of
Research
de ia Univer-
and Graduate Development y el Instituto de Estudios Avanzados
'sidad de Indiana.
por per-
Finalmente, mi agradecimiento a las siguientes casas editoriales
mitirme usar materiales de varios de mis artículos recientes: a la
University
Theory of
of l.{otre Dame p..tt, por material tomado de "Toward a Unified
y Ciry
Sciettce", en,Science and Reality, eC J' T' Cushing' C' F' Delaney
Gutting (I'jotre Dame, Ind., 1984), pp' 5-31'
A la University of Chicago Press, por material tomado de "Constructlve
Realism," er Images of science, ed. P. M. Churchland c' A'
y Hooker
(Chicago, 1985), pP. 75-98.
A ia Phiicsophy of Science Association, por material tomado
de'' Philosophy
y de
of science Naturarized.,,, en philosophy of science 52 (1985): 331-56,1984'
,'Background Knowledge in Science. A b{aiuralistic Critique", en PS'A
pp' 654-71'
val.Z,ed. P. D. AsquitñV p. I{itcher (East Lansing, tvlich', 1986),
Study.of
A Martinus Nijhoff, por materiai tcmado de "The Cognitive
Science, , en The Process af Science: Contemporary
, Philosophical Approaches
pp' 139-59'
to (Jnd.erstanding science,ed. N. Flersessian loordrecht 1987),
A la University Press of America, por material tcmado de "Tov¡atd
a
Pespec-
Cognitive Theory of Science", in Scienlific Inqu-iry in Philosophical (
tivi,ed. N. Rescher (Lanham, Md', i987), pp' i17-50'
)
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, 1. I-{ACIA UI{A T'EOR.íE CCGtr{ÜSCIT'IVA
t {JI''I{FICADADELACXE'il\TCiA
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t QuÉ DEBE sER LA TEonÍa
cÓGuoscITIvA
t DE LA CIE,T\iCIA
a
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t
t L,E CICUCIA, JTNTO coN LA TECNoLOcÍa
basada en e1la' ha sido una fuerza
t ci e ciente en la cultur a occidental a 1o
largo de tres siglos' Su infl*encia se
t percibe ahora Práctica mente en todas las socieda-des
del mundo a

',.]e-oper an en-l as cult u las c,o-ntg ¡IiP 9 ráneas , al lado


e
del
t cueitta entre i f
t , el ejércit o) el comercio Y
la r91lsióo.
ustificar el estudio de ia ciencia como
t necesarlo ecl
fenómeno culturAl ' Pero, ¿quá queremos d'ecir
con teoría de la clen cl: y por
)
t qué la llamamos cognoscitiva?

)
a Por qué unt teoríl de la ciencia
a que honorífico que aparece en
a Teoria es un término vago Y a m enudo no más
literaria", la "teoría de la
) contextos lingüísticos tan diversos como 1a "teoría
de los números" y "la teoría
) crítica" , "14 teoría de la justicia", "la teoría
de Ia ciencia, uso "teoría"
) aiómica de la matetia" . Cuando ha blo de la teoría para
en ei sentido teo Crc tco Así, la teoría de la ciencia servlra
) como las teorías
explicar los fenómenos de la propl a clenc ia aproximadamente
) Por 1o tanto, mi P unto Ce vista
científicas explican otros fenómenos n aturales.
) em r una
gtl":gl_es_ty_dig Ce la ciencia como
) -e.
LIY n at/1 Más re u clen ciahumanc,lo que
) cia humana puede parecerse a clenclas
-scbre el grado en
) coin
a asuntos tan generales -1
a
) t21)
a
a
22 LA FXiDLiCACiÓi.{ DE I-A CIEJqCIA

Far qt:é ccngncscitiva y pcr qité r:nificade

-
L 49i.e aci a-es-u ¡a ilriyi-, I o qil e
1g!^i:1i ii a..d,c o gn c §-qUI U I^^.^
I
s¡il 1 ó"
-4 ación del cc,.- ínte tc. En efecto, La cie¡di a es actu ainieiiie ei 4

)
^ ^-^^
d,uul a.J oy en día, uno de ios
iecursos Do sos para estudia¡ cualquier actividad
cognoscitiva es el coriglomerado de clisciplinas que laxarnente se agrupan bajo
el rubro de ciencia cogncsciii'¿.s. A) l-lama¡ a mi enfcque "teoría cognoscitiva
de la ciencia", mi objetivo es que sea u:ia explicación ciénríñca en su aspecto
r_- genei'al, en la cual se eche mano ,le lcs recursos que nos bt.indan ias ciencias
<-'-«i gnc-scitiv as-. 2
--P"r" propósitos, debernos tener cuidado de no ad.optar un,punto
"Ñros
cie '¿ista Cernasiado estrecho sobre io que constituye ia ciencia cognoscitiva.
Algrxos autores la equiparan con la psicolcgía cognoscitiva. Otros ia restrin-
gen a usos de i-noclelos com^puiacionales de la congnición ya sea humana o Ce
otra índole. Yo insistiría en una S iva amplia que incluya partes de la I

Iógica y la filosofía_pai4n-cio desde 1a n-eur-c_bi_o,jggíe__gqgilo!!!l¡_v+,_a,travóq de


la pajaClogiá cóerloscitiva y_la inteligencia artificial, hasta 1a iingürSlica, y {e ahí
a la sociología y 1a antrcpolcgía cognoscitii,as. Esto es lo qr-ie quiero decii con
que la teoría cogncsci',-iva de ia ciencia debe ser unificado. Uno no debe poner
restricciones a priori sob¡e io que ha de resuitar útil al expiicar el fenómeno de
la ciencia rnoderna.3
At defender el enfoque congnoscitivo al estudio de Ia ciencia como actividad
humana,'supollSp_ gbviam ente qqe existen irnportanles defectps en AS CX-
p]iq4qlqnes existentes de ia na-turaleza de !a cigncia. Estas explicaciones se han
de encontrar principalmenle en los escriios ae los fiiósoios y ios sociólogos de
Ia ciencia. En ei próimo capítulo coinentaré con mayor detalle algunas
de dichas cxplica.cicnes. For ahora b,--''sqr-ieiaié ios cantrastes a grandes ra-sgcs
para quÉ desde el prir.cipio quecie claro ei perlii de mi pcsición.

RAC ¡ C IqAI- 1 I-IriD, R.E LA T IV I S L,i CY CO CN I C I Ó N

Las teoría-s frlcsóficas de ciencia son en general teorias de la racionalidad


\a-
científica. El cieniÍfico cte ia tecría filósofica es el tipc ideal, el científico
i,Cealnrent e rc-cianal. Los actos del veriadero cieatífico, si acaso llegan a.
ccnsiderarse, se rrriden y evalúan en función de cómo satisíacen el ideai. Ei
contexto de la ciencia, ya sea personaL, social o incluso culturaI, típicamente G
se ccnsidera, Daí lo talto, ai margen de un entendimienlc íilosóilco en forrna
de la ciencia.
-rE!
En contraste, la ¡ecie¡;r-e sociología de la ciencia pcÍie el acento en :1
HAcrA uIqA TECP.í¿ cocruosclrlvA 23

tt-i ''l i
:=': 'i^''"1' '
.cnrexto. se afirma q]¿9j!--c-qqo-ql4i'lgjg--qt-e-qdliqq --e-Ltq!4149n1e- ier-i1!1vc:'t')-'i' '-'
4,qqjLt¡-xt-o.. Es 'to*ti;tnt.".
I-á¡¡-rr-á .o*o ,.áñG*;álo ufi,-*¿ *" i' i'':
'''t

"gre¡iq.pptsl-eillqgt"-ot'ir¡qig9-9.9-q-¡41¡titttttt---:-':'::--:'
' t''
sc-ció!o-gq, -es
para
Ófáio que tanto los filóscfos como ios socióicgos tieneÉ aÍSuroei'ltcs
zpctlaf y tefender sus respectivos puntos de vista. ir4ás tarde
consid'eraré
jg,rro, de esos argumentos. Fcr ahora sclo indjca:é los punlos de vis'r-a y explica-
cierto
,ipo. qrié lcs .*oid.ro insatisfactorios. Estos comentarios picveerá;:' que el enfOque
íLlndainentc a nrjs afiirnaciones subsecuentes e¡ ei sentido
de
cognoscitivo es más promisorio. El resto de este llbro constituirá,
pa-ra- u-sar La
afirmaciones '
fa;nosa frase de Darwin, ' I rl4-largo alpgato-' ' en fq'vg-¡ d-e-es-t-as

Lq raciottslido.d de la ciencíq
1a filosoiía de
Este subtítulo, que repite el de una reciente investigación sobre
Ia ciencia (Newton-smlttr 1981), explesa.a.decuadamente 1a preocupación
del
filósofc con la racionalid ad. La rela-cióii eati-e la teoría y los datos,
por
ejemi;io, se ciice qlle eS "raciOnal" O j.nci''tso "iógica"' Paracuaiquier
teoría
o'racionalmente
que exisle una ccuclusién
;r:cuuiqui*r con¡un:o de datcs sp dice
la
Coirecta" sobre la medida en que iales datos "apoya;r racicnalil:¿nte"
teoría. La tarea Cit filósofo ha sidc coq¿i§-.¡+-4e--qqp-o- Ia -dp explicitai'los
principios que ios científicos suñ$tamgq'.é ernplean de manera intuiti'¿a ai
racional-
evaluar las teorías y luegc mostrar que tales principios en verdaC son
rnenr"e ccrrectos.
Ei principzJ problema: filosófico de este enfoqr:e ha sido siem¡-rre demostrar
q,-r" rr-* prlncipló en particuiar captura uila relación singularn-rsnf'e
racioriai' De
hechc, la mayor parle de 1a litsratura sóla trata de ese problema' El
carácter
Se aduce
inccnclu.so de Ia literatura, después de muchos años Ce esfuerzo,
generalmente cornc indicacior de la djficultaci clei problema' Sin embargo-,
que existe algo
puede inte¡pretarse tarnb;'- 1 coírlo un i¡dicio pafa Sospechar
iuadamentálmente erró¡^;r en la totalidad de Ia empresa.
que ei
Existe también un grave problema errrpírico con la imagen típica
filósofo tiene de ia-s rela-ciones entre la tecría y ios dato.s. Si e1juicio cientíiico
sería de
realmente cstrrviera guiaCo por principios intuidos de la racionalidad,
que existe en
esperafse un acuerdo mucho mayor entre ios científicos del
todo
,.uti¿ud. Es claro que si nuestra inragen de la cie,:.:ia está tcmada so}re
es un acueide
de lcs libros ,Le texio, pa:'ece que io que esiá a la orden del día
muy.gereraiizado. Y e§cierio que hay graildes zonas de acuerdo que cols-
tituyá el telón de fcndc de la investigación zct'¿al.Pero si n-rirarnos a cua-l.quier
áreá d, la invesiig aciórtactivo,casi invari¿biemente encontral'emos indiviCuos
y grui-.os-cor, opioioaes diaiire¡rali-nente dir;rgerites la¡ c'¿ales sueien defender
¿.- *i"t.a apa.sicnada. A mayor abuncla;iii:ntc, la gama de o1:irdc'iles
no Se
24 LA EXPLICACIÓN DE LA CIENCIA

ciistribuye aleatoriamente entre los científicos sino que, por 1o generai, cons-
tituye conglomerados en "esCuelas" perfectamente identiiicabies. Tal es el
estado normai de cosas en ei frente de la investigación.
Si existen los principics de la racionalidad científica, la amplia dispersión
de grupos cientíiicos eir desacuerd.o debe ser eJ resultado de fuerzas o de
intereses irracionales .
Así, acabamos teniendo un panorama de 1a investigación científica como
una actividad sumamente irracional. Sin embargo, Ia mayona de los filósofos
empiezan por suponer que la ciencia es ia racionalidad en su máxima expresión.
A toclas luces, algo está mal.

La consÍrucción social del conocimiento científico

Actualn-iente es común encontrar.¿ariaciones de este subtítulo en las portadas


de iibros sob¡e sociología o historia sociológica de la ciencia (i-atour y Woolgar
1919; Vfackenzie 1981). La ciencia, como el derecho, el-Qol.rcebieia c,o-mo un
construido social neto. Según este punto de vista, ios datos experimentales no
son más qrr. ,.ru fuente entre las muchas que se usan en las trans.acciones
socia.les a propósito de lo que ha de ser el contenido de una teoría aceptable.
Lo mismo ocurre con virtudes científicas tradicionalmente aceptadas, como 1a
sencillez. En lugar de los principios de racionalidad del filósofo, nos en-
contramos tan sóio con la colisión de intereses sociales y profesionales.
' La acusación dei filósofo en el sentido de que un punto de vista como el
de.:crito lleva al relativismo es recibida con los brazos abiertos. Sq afirma que
nuestr4s creencias científicas scbre el mundo no difieren, erl principio, de las
c¡eencia-s de los azanQ,e sobrq las brujas. Se ciice que no existe otro fundamenlo
que el perjuicio einocéntrico para que afirmemos que nosotros estamos en 1o
corre_cto y qo los- az ande. En efecto, ia cie¡q!4 de- l_o_parano!¡n31, en circunstan-
cias sociales diferentes, p-qede ser ciencia normal (Collins y Pinch l9B2).
La imagen sociológica de ia ciencia tiene al menos la vi¡tud de explicar la
existencia casi univeisal de desacuerd.o en la frontera de ia investigación. En
ciencia, el ciesacuerclo es tan natural como el que se da en las salas de1
Pariamento; desde éste punto de vista, la natural.eza de los desacuerdos espe-
cíflcos, así corno la del acuerdo de base, es fundamentalmente la misma en la
ciencia y en la política.
El principal problema con este enfoque a la comprensión de la ciencia es que
fa1la rotündamente al tratár de erplicar el éxito de la tecnolgía basada en ia
ciencia, a partir dei siglo XVII. El enfoque equipara el éxito de la ciencia y
la teinología al éxito de la democracia liberal. En ambos casos, el éxito se
explica principal mente en función de relacicnes sociales cambiantes.
Lo que un enfoqite a-sl no exp lCA CS mo amos a ser capaces de producir
)
)
)
)
a
a HActA uNA TEoRÍ,q. cocxcsclrivA 25

a
a insulina en el laboratorio, o de enviar cohetes eq
uipados a fotogiafiar Urano'
a Tales proezas requleren, por supuesto, de cons iderable
orga.nización social,
que fuera, podna haber Produ-
) pero ninguna organtzacLo n social, por grande
enta años. Tiene que haber
) cido tales resultados ni siq uiera apenas hace cincu
-más qqe las uras reiaciones sociales cambientes 5
) algo P
importante. Ese algo
Ciertamente, ala exPlica-ción so ciológi ca le falta algo o.
) no es laracionalidad, sino la usaL-entre 19s
)
,
) Cognición Y reo-lidad
)
sobre psicología
) Én este caso tomé también er subtíturc de un ribro reciente
t cognoscitiva §eiss er -197 6). E1 punto de partida
de la psicología cognoscitiva
en general es que el hombre tiene diversas
) 1. de las ciencias cognoscitivas
entre ellas 1a percepción,
) capacidacles cognoscitivas de fundamento biológico,
y e1 lenguaje' La ger:te usa esta§
e1 control'motol, la memoria, ia imaginación
) cognoscitiva de
capacidades en su relación cotidianu .o¡ e1 muncio 'Latearía
) estas capa-cidades para
la ciencia intenta-rá explicar cómo 1os científ.:os usa-n
) interactuar con el munc10 al construir la ciencia mocierna.
ios científicoS
) Hasta hace muy poco eran coniados los estudios sobre
el mcmento no existe enfoque
) mjsmos desde la peispectiva cognoscitiva. Hasta
cómo se reiacicna.n 1c1,q?lot
) congnoscitvo estándu, q,r. describa, por ejemplo,
) i, 1a teoría científica. Ériu, si
bien ., ,rt u desventaja, también es una bendición'
cle la ciencia se originan
) Los defectos tanto de la friosofía como de la sociología
tanto 1os filósoíos como
del hecho que, siendo fieles alámbito de sus disciplinas,
) a su ma'teria de estudio: E t-1-tlg-l .
1os sociólogo, ¿. iu.i.n"iu Ie han fallado
) sido guardianes del
Desde los tiempos de Aristóteles, los filósofos han
) la posibilid'ad de que
concepto de racionalidad. Ellos no consideran seriamente
) La racionalidad no Sea un concepto especia-lmente
útil para entender ia ciencia
) nio'Jerna' De igual modo, hastá hace poco los so-ci<i-1og-o§-&'la-cieLclase-ba+
genuln4m'e.¡r-tq qocial' De tal
) preocupa.dg-por qo-!s!ruir. una teoría de .la ciencia
d9-J-u
) s;eite, no han investigado factores no socia-les..L_q!-e:q{q-c-gglq§q!l-vafocali-
(o al menos no tan
) :,-._ci3, a_l tgner *..rol cgmproaúsos disóiph,anos
2
?
.uács) tle¡,r9 mayoi !!bqrt-a§ para serie fiel a-su
qbj-eio cie estudio'

?
2 P.ppn s,sENTAcIÓzu Y JUICio
? )i:ar¡e más ce cincuenta años, los filósofos de la ciencia se han
ocupa-do en
?
2 =-.:La::cei La
natural e:za d.eia-s teorÍas científicas y ios criterios para elegir
--:¡:ia eiire ctras. Mientras ta-nto han prcpuesto rnuy diversos tipos de respues-
una

,
F
26 LA EXPLICACIÓN DE LA CIFNCIA

ta a esas dos inteiioga-ntel, lin émbargo, 1cs teñlas nc han CejaCo de ser
importantes. !ql.:.:l:ió1ogos Ce Ia ciencia r-eciente§-sg han pqeccupa-Ccnencs
DOr la natura-leza de 1a.s teorías qomo ta19s., pero han dedicado mucho esfuerzo
al estudio de los procescs roedianie ios cuales ias te orías llegan a s€r aceptadas
por la maycría de la comunidad científjca
Las ciencias scitivas no proporcionan respuestas inrnediatas y diiectas
a esta cuestiones. Sin embargo, sugiere-n una orientación genert y _c_*o_-_t¡qplos
gspggi!gas que proporcionen un marco potencialmen-te.fn-ictífero*,Dtra.-c-qp-
siderar tales asuntos. En el c¡;etexto de las ciencias cognoscitivas, Ias teorías
sérián una suerte de representación en tanto que la elección de una cierta teoría
'_'- :'-;'--
'
como la mejor disponbie se¡ía asunto de criterio individual.
- .. (:-

:\
Representación

La idea centra-l de las ciencias co obab t q_qlleJ:o-§_¡_c_ilrb_r_es


(y io s anim aies) _p¡,qd_qc-en _Lep_!e §9¡tqc-l.o_!_er illgila¡ 4q su 4inbi-ente, (al igual
que de sí mismos).Es el apeiar a representaciones interlras, mentales, por
ejemplo, lo que distingue fundamentalmente a la psicología cognoscitiva del
ccnductismo. Dependiendo del campo particuiar de las ciencias cognoscitivas,
hablamos de cosas corno los ''esquema-s", ''ITl4paq-qQgncscitivos", " ccielos
ry1gnta1es" o "inarcos".6
Iv{ás adelante argumentaré que las tecrías científicas deberían colsiderarse
sin'riiarés a los lipos más oriJinaics d-e iepresentacion.es que esiudian la.s
ciencias cognoscitivas. Por supuestc que existen dife, encias. La-s teo¡ías cientí-
ficas se describen por 1o general usanrio palabras escritas o símbclos malerná-
ticos, A 4jle-rei¡-ci4__{e.Ios mo_d_glo¡ mentales del hombre de la calle. Pero, en el
fq¡{g.lo! 99ry_,-.¡.n si-qqqq lq ryil9u cosa.
PE- áhó; á, t @ las_r ep r_ese nia q o C e si ac a¡
i gae_s_q u e -d es e

es_gug-no-son raás-que-eso: rep-r-e-5eqt-3c1-qn-e-s. Dicho llanament€, Son "Q4p!§


lnqernosl_'_dql,nUAdq,Qxterno. Así, el empLear el marci,
del científicc cognos-
citivo para pensar acerca Ce ias tecrías científicas, automática¡nente io iden-
tificaa uno con cierto tipo de "realista". No obstante, ta1 contexto no nos
compro(iete con ias formas radicales de rea-lismo tan criticadas pcr lcs fiió-
sofos y los sociólogos.
Por 1o general, de los ean verdadercs o f
§l_§9,41 ustan al mundc én ciertos as
Los científicos cognoscitivos no scn "realistas metafísicos" (Putnam i978,
1933). Por io mismo, nc queremos decir ciue el mundo se presente siinp!.emente
sin gn procesainienr"o o "interpretación" interna consicierable' La ngnr.e (o el
cerebro) §o-,es un espejc.de-la naturaieza (Rorty 19-/9)., -- ,'--. ::
7
2
)
)
tÉ FI¡"CiA UNA TECR'í,':" COCNOSCiTiVA 71

,r
É J¡ticio
a I-os filós o 5 üv esentan al cien
) s ven
a mano de ciertcs pllnclplcs v Ce eval Los sociólo

a
)
)
)
)
)
)
)
)
)
) "irracionai" q'Je tenga el filósofc-
t
)
) Rocioilalid«d categórica i racionaticad hi¡toiéiicr;.
) Cuando los filósofos hablan de racicnalidai, gene ialr,irente se refieren
a la
racicnaiidari categórica. se atribuye a Aristóteles h e.ber de¡'iniCc al
) hcn¡bie
) c,Jmo arur:tal racionai. E¡r este caso se considera ia racionaLiCad
como una
) proi) iedad del ser humano y, ciertaarente, como un a propieCa-c1 esenciaL
Adernás,
É ineq u1 vocarnente, clistingue a-l ser humatro del res-i"o de 1o s animales.
a la. propiedad no se da en grados. La entiCad, o
la pcsee, o no la posee
Eiste otro sentiCc de 1o "rácional" , eue refiere simplemertie al usc de un
) tiPo de
a nredio conccido y eficaz para a-lcanzat el objetivo deseado. Este
racionalidad es ei hi;uotético o instrumen tai y admite grados C-Uaqq.q- l9J
aa científicos g q g q.o--s q i-q y-qs. 1r-ri' e sjl g4,n !4¡. -estr aiegias -$ e
juicio. de la, gente, 1-o*-q ue
) hacen cuando mucho e-s evaiuar la raci onalidad ins tru¡ne-¡rr,1ij de- lqs -
suj etos .

) usan ios s etos ara SUS rn ? ¿ §e-dCI €mp1l--[4] -iarl


uc
a L
bien en la co nsecusión d sus metas como P cdríarr hacerio
daCas Jas_qrrgqqstSn-
i nsinuació n de que los
) u1a
^1
CC
? D_,e-la gg¡trario, ¿P-o-r- quÉ no? En esie caso no haY
) suj etos puedan ser "irracionales' ' en el sentiCc categórico.
a
a Rg¿u s NIo I'{ATUB'ALI srA
-
t La suerie fiicsófica- ciel r,:alismc científico ha tecido aitas y bajas viclentas
¡ fensores' F{acia
d,¡rante los úitimos'¿elnte años. En 1965 tenía irnos cuantcs d.e
l)
É
23 LA EXPLICACIÓI{ DE LA CiEl\iCiA

1915 era aceptacio pcr nuchos r'iióscfcs de ia ciencia. Hacia 1985 estaba
nuevarnente ala defensiva. Sin embz-rgc, ha habido algunos piogresos, aunque
sólo sea Cebido a que la ga::na de posibilidades ciistintas se ha arnpiiado y
escla-r ecido (Leplin i984; Church-land yiiooker 1985). En capítulos postericres
rne ocupa¡e de algunas de estas posiciones,
Aho¡a sim lemente definiré el reai-ismo científic o comc la postura en llc
. :: .-. l
/-
cuando se acqg,¿i una teo cieíi , se ro_ns¡&Iesue ia mayoría de ics
, : v'-_.
,ri-'- '-- eiementos de Ia teoría son fepreseniativos (en ciertos aspectos y hasta cierto
grado) de as pectos del mundo. El antirrealisqqÉs Ia postura según la cuai ias <\
ar -r-

teonas se lud , q g g_1-o*la_*e f i ac-le -.:7"-


-'

-c
p ara esolver " (Laudan 1977), o ¿lglqfgn4q_e -yi¡_tudes__r_epre-
§91!?gio-_qAle_s_:nuy_ limitadas, couo_la*d.e.:ieq.catar los fenómenos.-observables
(Van Fraassen 1980).
Usaré e1 término racionalismo para referirme a Ia postura según la cual
existen principios racionales paia e.,,aiuar ias teorías. fstoy consciente de que
esta te¡minclogía tiene Ia engañosa consecuencia de que muchos "empirista-s"
resultan ser "racionalistas", pero no se me ocurre mejor término. porgi.
coqtrario, el 44turalismo es la postr.lra según la cual las teorías Ilegar a

juicio individual ccrno la interacción social . En este caso no int eia


*, YYP
cI n
r
pios racionales en Ia elección de teorías
L

REPRtrSENTACIÓiq
J
U
REi\LISTA ANTIRREALISTA
I l
I
RACICNAL (__

U
I
i,ATURA!-
LI

Figr-rra i.1 Cuatro combinaciones posibles de enfoques generados por la doble dico-
tomía en las dimensiones de la reoreseniación y el juicio.

Así pues, tenemcs una doble dicotcmía en los parámetros de la repre-


sentación ), ei juicio. El resr:ltacio consiste en cuatro ccmbinaciones pcsibics
de posturas represeittadas en la rnatriz de la figr:ra f . i. Es interesante observar
que muchos estudiantes de ciencias cabrían es este esquema.
Los filóscfos de la ciencia difieien sobre el realismc Ce las teorías, aunque
presentan una fuerte tendencia a ser racionalistas en cuanto a la elección Ce las
mismas. Así, Eppler (1,972,1933) es ¡ealista, en tanto que Laucian (19Ei a,
i9B4 a) es antirreaiista , pero arnbos se preocupan por exhibir ics principios de
racionalidaC que eritraña ia elección de ieorías. Lcs scciól.ogos de la ciencia
l-
2
a
)
a
a
a HAct A rn¡.q iEoiie- cÓcxosciTIvA 29

)
a
a
a
a
a
)
a
)
)
)
)
)
)
) .
) ¿.sB PIJEDE, I"J¿-IIJF'ALIZAR LA FII-CSCFíA
) ilE LA CiEldCia?
)
de un natur alisnic más geaerui'Egt"lI:g"l-
) El reaiisnio naiuraiis'ia es parte c ornc un fenómeno entera-
humana l-t a de enrertd-erse
) 1a cual toda actividad
ás o l¡s de s sustanci¡,s
) que AS AC Vi
mente natll
a la larga tra n que sup one el uso de la cielicta
) quíniicas Péit.n... también
ml sma. A.l igual que todos esos Pun
LU5
) de comP renCer la ciencia
e¡r el intento h.an sido
el n áiuralismo y el estudio científico de la ciencia
) de vista generales,
bargo, lo qr:e ahora
a .,refuiadoS" por tos filós ofos ciocenas de veces' Sin em
o no es que esos argumentos
fil osóficos haYan sido
) hace atráctivo al nar'uraiisrn
que las ciencias cognoscitivas c
adavezhan tenido
a "refutados"
má-s éxito
a
clesde
slt
el
vez, slno
Punto de vista emPírico Esta es la norrna que se ha vrs
LU

) siglo XVII salieron


Los partidario s de la nLleva física clel
a' históricarnente.
haber refutado exPiícitamen te los argumentos
c1e ia esco-

a triunfantes no
Iástica, sino Porque
Por
e1 éxito emPírico de su cle ncia volvió insustanciaies
los
)
a.rgumentgs de la escolástica'. enten-
) o'íu útil etiminar algo de la confi:sión y la falta de
Sin embargo, en
) ur*rrrros argumentos f.il.osóficos contemporáneos
dimiento .*rrri¿"rlrráo
) contra Cel nar,uraLismo. Tales ^rr,r*-.¡iá,
f'á siclo provoclao¡ principalmente
t por W. V. O. Q*i,tá, "H1m¡nt13!tt;g; $e
(Quine i96;;:ú"chos
la "ePistenrología naturalizada"
filóiofos ccinsideran filosofía
) de hace casi velnte años 'a
especial de la epistemología'
a de la ciencia más que nada ccil1o uáa aplicu:iol
la filosofía de la ciencia equival'e
a natura-
) Desde esta persp..,iru, natl¡ralizar
a iiza.r tambián cuando nrenos
pa-rte de ia epistemología'

a
3C LA EXPLiCACIÓN DE LA CiENCIA

¿Debe la filosofia ncturalistq cie la ciencio


c;Jnir lo racionelitiqd?

Entre los má-s ardientes opositores de la epistemol.ogía natur altzacaestá Fiilary


Putnam, colega de Quine en iiarvard..Uno de los argumentos cie Pu'rnam'
ap}icaco a la teona cognoscitiva de ia ciencia, es el sigui."l..: la teo¡ía
cognos-
citiva de ia ciencia requeriría cie una d.eiinición de racionalidad de la siguiente
forma: una creencia ás racional si y sólo si se adquiere mecl-iante el empl'eo
Ce

ciertas capacidades cognoscitivas. Pero toda fórmula de este tipo


o bien está
la gama
ob.¿iamente equivoca.da o es vacía, ciependiendo de có¡::o restrinjamcs
que la definición
de creencias á las que se aplica la definición. Si se quiere
puesto
abarque tcdos las creencias, entonces esta¡á obviamente equivocada'
capaci-
qlre }a gente a veces adquiere creencias irracionaies usando ias mismas
la ri-efinición
áa¿es cognoscitivas que todo ei mundo. Sin embargo, restringir
esta forma, eL
a las creen cias racionales hace qr-Ie la definición sea vacua- De
proyecto de construir una teoría naturalista de la ciencia conforme a lineamien-
io, .og.roscitivos no lleva a ningún lado (Putnam 1982, 5). r'a.l
Laiéplica obvia es que la teoría naturalista de la ciencia no reqiiiere de
de la raciona-
cleñnición. Es claro que Putnam asume una concepción categórica
de negar
lidad. §s s|.stante, el natura-lista de ia epistemología está en libertad
Para este
que tal concepción pueda ser provista de contenido coherente alguno '
naturalista sólo exiite 1a racionalidaci hipotética, la que muchos naturalistas,
"a-cción eftcaz
entre quienes rne cuento, preferiríadescribir simplemente como
dirigiCa a una meta", prescindiendo por compieto de la'pala-bra "racionaij-
ciai,,. For 1o tanlo, la insistencia de Putnarn en que el naturalista de la
episte-

ii-rorogía crebe proporcionar ra definición de racicnaridad


categórica en térmi-
principio
¡os naturalistas es tan sólc una rnanera disfrazada de petición de -de
haber un concepto coherente de racionalidad categórica'
insistir en que debe

instrumental?
¿?ueie ser strficiente ia racionalídad
que la racionalidad de
Una lorma Ce desaflar el enfcque nat'"rralista es alegar
cle metas pues,
los meclics no es suficiente. También d¡be ha-ber racionalidad
se afirma, no hay tal cosa coil1o la acr:ión
racional encaminada a una Ineta
irracional (Siegel i985).
Este tipo <ie argurnento obtiene su víabilidad sobre
todo de ia manera como '--
1os fiiósofo, '*runil vccabulario de la
''racionalidad". El problema desaparece
Es cialc q''ie pue'je
con que simplernente se presciil'ia cie es|e vCcab'':iaric' 1
de meta, como lo ilustra ei
haber a_cción eficazencarninada a cualquier tipc
enlre racionalidad
caso prove¡.bial de nazi eficienre. i-a pretencida conexión
instrumental y caiegórica simplemente no exisle'
N4ás aún, investfar las i,eidacleras rnetas cie
cr-ralquier grupo de científíccs
)
)
)
a
a HACIA UI']A TEORíE COC¡¡CSCITIVA 3I

a
) Ce sus medios' Que
un asunto empírico, como 1o es investigar 1a eficacia
t eS
exista cualquier forma de evaluar la "racional'iCad"
de estas metas' al margen
a de considerar otras para ias cuales sean un medio
eficiente las activica-des
t científicas, es algo pioblemático. El que debo ser
posible uila evaluación de
a este tipo es un artículo de fe filosófica no
comprobado.
Asimismo, restringi.rse a 1a racionaliciad instrumental
tampoco impide que
) norrna.tivas sobre cómo debe
e1 estudio de Ia ciencia prcduzca afiimaciones
) puede argüirse que el estucio
lie.zarse acabola empresa científica. Ciertarnente,
) legítimo p4la-qaa
naturalista c1e la ciencia proporciona el úiüco fundamento
) poliri.u científica ,.r,ruü (bampbell 1985) !:. que ei enfcque naturalista
sobre
) i.q,ri... es que la política científica se base en sóiidos haiJ'azgos empíricos
Si tal requisito significa
) estrategias eficaces en pos ,je cliversas metas ci.entíficas '
que la recomendación que legítimamente podemos ofrecer tiene
a-lcances
)
) modestos, nos damos por satisfechos'
)
)
1'Á- ESTLDIO I{ATí-lB-,ir"LISTA I)E
:.É-\nep
f)ti'L FT. L¡1, CiEI'JCL¿\
) L-\--r

) COi"ISTITUIP' UF{ CÍRCULC VICICSC ?


) tradicio-
) Existe otra vieja objeción a eriminar ros orcblema-s epistemoiógicos
ias metas
a nales en favoi de asuntos tocantes a los medios eficaces
deseadas. Para demostrar la eficacia de cierios mérodos
de alcaazat
debemos ser capaces
a de demostrar que pueden conduci¡ a- ]a meta. Y para esto se
necesita poder
), decir en qué consisie alcatzarla meta. En ciencia, la meta
sueie ser considerada
a, Como a,lgO del tipO de IaS teOias "verdadera-S" O
"correqtas"' El probiema
a, epistemológico clasico ha sido siempre el d'e
justificarla pretensión de que en
a: verdad se ha encontrado una teoría óorrecta. Cualquier
teoría natura-lista de 1a
descubrir teorías
)., ciencia que apeie sólo a los medios eficaces para la meta de
naturalista de 1a
rl. correctas debe dar esto por sentado. Así pues, la filosofía
l, ;i.;;i;;Lo puede "poy*r. en el argumento circuiar,que supone que ciertos
a, -
medios son en realidad eficaces para alcanzar una meta.
Antes de seguir adelante vale la pena señalar que, aparte de ciertos
filósoios
.l y sociólogos dá ia ciencia, prácticamente no se conoce -gt"po alguno en
todo el
.: hemisferio occidental (si no es que en todo el mundo)
que ponga en.duda
a' seriamente los evidentes éxitos de la ciencia. ¿Quién au{a¡riseriamente
de que
a, iluiro¡ y C¡ck descubrieron Ia estructura fundarnental dei ADI-I a principios
los años sesenta
;', de los años cincuenta? ¿c que los geólogos descubrieron en
que
), que la cortezaterrestre está formacia por placas en movimiento? ¿O incluso
1a estructura del polio.rirus fue descrita en 1985? Esto
no quieie decir que por
a io tanto sea cierto 1o que cree la mayoría de 1a gente educacJa. Fe ro esta salvedad
a; merece una reflexión. ¿Por qr-ré la imagen cie la ciencia que nos dan los filósofos

a:
32 LA EXPLICACIÓN DE LA CIENCIA

y sociói.cgos ciifiere tanto de ia c,ue tiene el púbiico educado?


En el caso de ics filósofos Ce la cl'encia, 1a respuesta debe buscarse en ia
historia de 1o que aún llarnarnos filcsofía, "r,1oderna":. en e1 programa de
ia duda uni.¿ersal que se Lrazó Descai+.es en el sigio XVii.

El circulo cariesion-o

Descartes se piopuso proveer de una base sóliCa a la ciencia de su tiernpo


dudando, por principio de ci,?nlas, de todo lo que pudiera. Mientras intentaba
librarse ciei predicamento en eue él mismo se había puesto, argumentó a favor
de la existencia de Dios sobre la base de poseer una idea clara y distinta de un
ser perfecto que exhibe necesa-riamente la perfección de la existencia. Más tarde
Descartes trató de jr:stificar su recurso a las ideas claras y distintas, argumen-
tando que un ser perfecto no permitiría que los hombres fue¡an engañados por
una idea clara y distinta. Pero, objetaron sus críticos, esta justificación es
circular. El objetivo es proporcionar.un argumento que proceda en iínea recta
desd.e premisas indudables hasta la ccncl¡:sión deseada'
De Descartes acá, se ha-n reia;jado un tanto las rrorinas para la justificación.
N,luy pccos dejarán de ex-igir que las premisas del argumento justificante ú1timo
sean indu,Cables. Y la mayoría concederá que el argumento mismo no necesita
ser estrictamente deductivo. Es suficiente que las premisas confieran cierto
grado apropiado de "probabilidad" o "getantía racional" a la conclusión.
Tarnpoco habrá muchos que nieguen que la mayoría de los argumentos de Ia
práctica científica pañen de premisas cienlíficas. Lo que ocurre es que se piensa
que ia ciencia necesiia ai menos de alguitos argumentos que justiiiquen sus
conclusicnes sin la ayuda de premisas que en sí mismas necesiten tal justiii-
cación. ¿De qué otra forma, se piensa, podría justificarse racionalmente la
tota-iiciad de la empresa cientííica?B
Ei programa de intentar justificar 1a ciencia sin recurrir a premisas rníninla-
mente científicas se ha venido iie.¡ando a cabo sin éxito notabie durante
trescientos años. Así, uno empieza e. sospechar que la fa-lta de éxito se debe a
ia- imposibiiidad de la tarea. Ta! vez simplemente nc exista. ningún .resquicio
por completo fuera de la ciencia a panir del cual ésta pudiera justificarse' Lo
menos que pociría conciuirse es que ia tarea no va a pcder cumplirse en el futuro
próximó pár los sir-npies mortales. Esto parecería proporcionar i:¡.ses sufi-
Lientes para que los simples mcrtaies iiitentararr algo diierente.

¿Es po.;ible ta filoso¡ío naturdlista de la ciencia?


Ccmienza a parecer como si la respuesta a e-sta pregunta dependiera de cómo
se defina la íilosofía d.e ia ciencia. Si se aCopta el pr.rnto de vista de ia
HAciA uNA TEoRia cocxoscirlvA 33

epistemoLogía tradiciortal, la fiiosciía naturalista de


la ciencia resulta impo-
sible . La. epistemología clásica insiste
ya sea en resol.ver el enigma cartesiano
el escepticismo universai- o en establecer al menos un
concepto
-refulandc
categórico de racionalidad. No puecle pedirse nada mencs'
El camino de la
ttoJotia naturalista de la ciencia rrrporré abanConar estos objetivos'e
asunto de la
I.{o debernos engañarncs pensando que el problema sea sólo
así como su
deiinición. Está en juego la autonomía de la filosoíía.delaciencia
Si se natura-
dignidaci en tanto custá¿io y arbitro de Ia ra-cionalidad científica'
ccn
Itialafilosofía d.e la ciencia, sus exponentes se haliariín en pie de igua-ldad
de Ia
psicólogos, sociólogos y otros profesionales para quienes el estudio
que el iilóso-
ciencia es de suyo 1rn" .*presa cientíiica. Lz- máxima condición
cognos-
fo de la ciencia puede reclamar para sí es }a de teórico de una ciencia
citiva de la ciencia que se está forina-ndo a partir de la física teórica
en

coniraposición con 1a iísica experimental. tv{e inclino a pensar que esa condi-
ción es más que suficiente.lo

Ida:i ueA:c- r sh{ c Fr'vÜ i-u c i ol'Ii s rA


urr fundamento rirás prcfundo ai esi.ucrio cognoscir'ivc d¡
la ciencia,
si se Lrusca
pueCe encorrrrarse. I.lo esi.á en la episienrolcgía ni en la filoscíía
dei lenguaje ,
sino en ia teoría de la evolución-
Las capaciciacies perceptuales y otras c1e í¡ciole cognoscitiva han
evoiucio-
naCo a la par qr" ái cuerpo humano. Compaitimos rouchas de
estas capa-
cid.a-des ccn otros prirnatei y hasra con mañlíferos
inferiores. En efecto, las
más avan-
zonas del cerebro ,.rpo.rrables de nuestras capacidades lingüísticas
;;á;tse formaron z. partir de órganos que compartimos con otros mamíferos'
y ascciad.as a tales á.gur,.o.. l,{o pue<ie negarse qu-: estas capaciCades están
Sin una adap-
bastainte bien aclapta¿as al medio áelitrc del cual evolucionaron'
'rr.ción considerabl., ,,." estaríamos aqui. Esias capacidades tampoco son tri-
El procesamiento perceptual y neurológico necesario tan sólo para que
'iales.
caminemos sin caer ni tropezai .o., ios objetos es fantásticamente complejo'
perceptual
Los filésofos einpiristás insistían en ef papei dr la experiencia
grado de
inmediata, en sus análisis del conocimiento, en virtud del alto
ceícidumbre subjetiva asociad.a a esa experíencia. Su problema radicaba,
entonces, en tÍascender las percepciones inmediatry. Des<ie la perspectivá
er.olucioni.sta, 1a certidumbre iubjetiva de iit. percepcióa ciertamente se
conecta
de manera cau.sal con la fuente de ccníiabilidad de tales
juicios, la cual reside
en nuestras capacidades evolucionadas para interactuar con el mundo' Sin
e nbargo, la operación d.e estas capacidades carece
en buena medica de registro
:l nuestra experiencia consciente. Tampcco existe ninguna traza subje"riva
c':via del proceso evoiutivo que desembocó en estas capacidades. Ciertamente,
34 LA FXPLICACiÓN DE LA CitrNCIA

1a naturaleza biológica y el origen evolucionisia de la conexión entre nuesira


experiencia subjetiva y nuestras capacidades cognoscitivas es un inteiesante
problema científico en gran parte no resueito, Sin embargo, ta confiabilidcd
general de 1os mecanismos que generan muchos de nuestros juicios percep-
tuales y cognoscitivos no puede ponerse seriamente en duda desde la perspec-
tiva evolucionista.
Los filósofos racionalistas tradicionales, por otro lado, enfocaron nuest¡as
intuiciones subjetivas más generales, como la de que el espacio tiene tres
dimensiones y el tiempo muestra una estructura lineal. Estos juicios parecen
consustanciales a la manera como pensamos, 1z ciertamente lo son, pues los
aspectos del mundo que atañen a nuestra aptitud bioiógica tienen más o menos
esa estructura. Péio Ioi racionalistas, como los empiristas, no pudieron ver la
manera de trascender sus intuiciones subjetivas. Acabaron en la irónica pos-
tura de negar que ei mundo (en el cual evolucionaron nuestras capacidades) es
conocible por el hombre (es decir, por los organismos que poseen tales capaci-
dades evolucionadas). Al proclamar que la estructura subjetiva de nuestra
experiencia es condición necesaria depor todo conocimiento, descarlaron la posi-
comprender la natur aleza de su propio
bilidad de que alguna vez fuéramos capaces de descubrir que 1a estructura del
conocirniento en los siglos XVII y XVIII puede perdonárseles no haber aprecia-
mundo como un todo diflere en efecto de la que hos revelan nuestras in-
do la pcsición evolucionista. Un sigio yd.espués de Darwin, una falta análoga
tuiciones =eue , por ejemplo, el espacio el tiempo son en realidad un espacio:
tiempo de cuatro dimensiones.ll
Ahora me veo tentado a ponerme wittgensteiniano y sugerir que la epistemo-
logía tradicionai ha estado atrapada en una poderosa concepción, la de la
justificación "en línea recta". Esta situación es lo que confiere tanto pesc a
la acusación de "circularidad". I-a teona evolucionista nos presenta olro
posible panorama. Si nos remontamos a la historia de la evolución, lcs
cientíiicos mismos pueden comprender mejor su propia situación cognoscitiva
e investigar ei desarrollo de sus propias capacidades cognoscitivas. Lo que para.
la epistemotrogía tradicional parecen círculos viciosos son, en este otro P4no-
rama, "rizos de retroaiimentación positiva". IJsando nuestras capacidades
cognoscitivas ampliamos nuestro conocimiento del mundo, el cuai comprende
nuestro conocimiento de las capacidades cognoscitivas propias. Este cono-
cimiento nos ayuda a ampiiar aún más nuestro conocimiento dei mundo, y así
sucesivamente. La existencia de estos rizos no es una limitación que deba
supeiarse mediante alguna forma especial de análisis filosófico. Por el ccn-
trario, es uno de ios factores que hace que'la ciencia moderna sea tan poderosa.

La racionolidad desde la perspectiva biológica

A ios pensadores que se esforzaban


HAcrA uNA TEoRía cocxosclTi''/A 35

de apreciación es menos perdonabie'


concepción categórica
El intento de compr.nd., la ciencia a través d'e una
a la an"igua tradición biológica
de 1a racionalidad corresponde enteramente
de sus propiedades esen-
que trataba de comprencler las especies en función
tipo ideal, que las
si2Ies. Las propiedades esenciales definen el -en lanto
como imperfecciones' Darwin
divergencias respecto de este tipo se consideran
de los organismos' Lo que
nos enseñó que iio existen propiedades esenciales
variaciones en cuanto a sus
hay son tan sólo pobiaciones de individuos con
que lamentar, sino necesa-
prápiedades. Además, las variaciones no son aigo
rias para la evolución. Ellas proporcionan el
materiai con que ha de operar el
mecarismo de la selección'
al esencialismo biológico'
El mundo científico ha renunciado hace tiempo
es que a 1a larga debemos
Parte del enioque naturalista a1 estudio de la ciencia
I{o tiene objeto trata¡
renuncia¡ ta[rbién a1 esenci.alismo en la epistemología'
deberíamos tratar de
de definir al científico idealmente racional' Más bien,
ios mecanismcis selectivos que
explicar ia evolución de la ciencia cn fhnción de
de carne yhueso'
cperan sobre las variaciones natlirales entre los científicos

¿PueCe sernos útil la sociobiologíc'?


las que corr-
Las capacidades que 1a evolución favorece SoI], naturalmente'
para sobrevivir y dejar descen-
fieren aptitud biollgica, es decir, 1a capacidad
no terua r:,adaqy: con la
dencia. La capacidá pa.a hacer ciencia moderna ltt
evol.ución de nuestras capacidaCes perceptuales
y cognoscitivas' Así pues' el
ciencia es explicar
problema general qrr. .i.*a el filóscfo naturalista de ia
naturalmente evolucio-
cómo las criaturas que poseen nuestras capacid'ades
nadas se las han arreglado para sondear en tal
medida los pormenores de la
estructura ciei munCs átomos, estrelias y ngbulosas, la entropía y los
-3'|os
genes" (Garnow 1947,1)
que esta ta¡ea puede ser
algunos sociobiólogos han sugerido recientemente
que el.ser humano
más fácii de lo que creíamos al principio. su idea es
pafa
desarrolló capaciáades especiales, descritas por "reglas epigenéticas"'
que se sugie¡e.:t 1*
hacer inierencias típicamente cientíñcas. Una de las reglas
¿. ,"rirfrr como úipótesi, una "causa común" cg'base en las "coinciden-
ciaS,,observadas(LumsdenyWilson19B1;Rusei986).
Si bien la existencia cie esas rqglas epigenéticas
puede fortalecer el caso de 1a
de cOntrover-
teona cogncscitiva de la ciencia, su s/a/i:s es actualmente motivo
sia. Por lo taato, no argumentaré sn este sentido. Con tOdo,
tampoco desca¡to
ia posibiliciad de que eistán tales capacidades'
36 T A EXPLICACiÓN DF LA CIEI']CIA

L as ep is t e rri oiog ias e'¡ o luci o nis ias

Fiasta aho¡a el recurri¡ ala teona evoiucicnista me ha servid.o para 1o siguiente:


le confiere al estudio de la ciencia otro posible funciamento; explica por qué
los proyectcs traclicion¿les de la epistemoiogia, ya sea a ia n:anera cartesiana,
a ia hume afla- o a la l<a¡tiana., estaban clesenca¡ninaCos. Y nos muestra por qué
no de-hemos temei la acusación cie circuiaridad.
Un uso más ambicioso de la tecría e,,.'olucionista lleva el nornbre de episte-
mología evolucionista. Los especialistas de esa discipiina sostienen que la
propia teoría de la evciución constituye r:n modelc ai:cuado del desarrollo
genárut del conocimiento científico. Una explicación estr-ictamente darw"iniaita,
por ejemplo, tratará de demostrar cómoEI c'cjnocimiento científico evoiuciona
a través de cierto mecanismo de variacióa aleatoria y retención seiectiva.l2
El que los mocielos evolucionistas correspondan en aspectos interesantes al
desarrolio clel conocimiento científ,rco consitituye un asunto empírico. Yo
mismo no ellfocaría el estudic de laciencia echandc mano demodeios evolucic-
nistas, y esperando hac:rlos cciresponder de una u otra ma:iera. No obstante,
la fuerza de 1os rnoCeios evol.ucicnisias es considerabie, por 1o que no dudaré
en emplearlos siempre que perezcat fructíferos.

¿Puede el naturalismo eyolucionista su.poner uns teoriq socicl de la ciencic?

F{e afirmado que el naturaiismo evolucionista proVee de un fun'ia-mento


einpírico al estudio cognoscitivo de la ciencia, que a srl vez es incornpatible ccn
una cabal teoría sccial de la ciencia. Sin embargo, algunos teóricos scciales
argumentarían 1o contrario. El natura-lismo evolucionista, afirmarían, re-
quiere de una teoría social de 1a ciencia.l3
6naginemos dos grupos d.e investigación con tecrías en franca oposición'
Con segurid.ad, }a gaina de capacidades ccgnoscitivas de ambos grupos nc
diierirá considerablemente. Y ambos grupos tienen acceso a los mismos datos,
io que nos indica que la disputa d-ebe ser, por 1o tanto, de naluraleza social.
Laformageneralcierépiicarsüi}"]sjanreraexistenciadecapacidades
cognoscitivas evolucionadas no determina los usos a 1'-;s ciue sc ias ¡jesi-i¡-r;.
Estos dependen cie muchas cosas, entre e11as, naturalmente, el contexto social.
Así pues, aünque uno pueda verse en ia necesidad cie aducir factores sociales
pará e>rpiicar poi qué los científiccs usan sus capacidades cognoscitivas de
ciertas *urr..á, y no de otras, aun así debe uno apeiar a SuS capacidades
cognoscitivas para entender 1o que hacen al emplear dichas ca.pacidades de 1a
rnanera especíñca como lo hacen.
Los dos grrrpos de investigación del ejemplo pueden no diferir en cuanto a
hagan
las capaciiaCes cognoscitivas de sus mieinbros, pero probabiernente 1o
HACIA UN,^' TECRIA COGI'IOSCITIVA 31

gusto lcs miembros


en cuanto a los tipos de modelos con lcs que se sienten a
de cada grupo. Asimisino, puede n diferir en la gama de habilidades
experirnen-
en recursos co?-
ta-les que posean los Ciferenles miem-hros. Estas diferencias
nosciiivos aCqi,lirídos bien pueden ser parte importante de por
qué los grupos
d.ifieren respecto de qué modelo sea mejor'
E,n general, la teoría cognoscitiva de la ciencia no necesita negar
que ios
intereses y otros factores scciales pueden ser importantes para explicar la
ciencia. Ciertamente, debería proveer un marco de referencia para entender el
papel que desempeñan esos factores. Lo que debe.nqgar es que los factores
sociales desempeñ en toda la labor explicativa importante.

CÓi¿C DEBE SEP. LA TEOX.í¿ CCG}{CSCITIVA


DE LA CIE}.JCTA

Desarroiiar una teoría ciet,',ífica i-l* la ciin,:ia es iiila eríillresa r'ificxiva en ei


se¡¡-ii1o de qtie se praciica-r;¡ra forn-ia Cel tipc cie acliviciao que s.r está estuiian-
do. Así, se empieza necesariamente por aigiiilcs ccinprcmisos concernieiites
al tema, los cuales se integran a Ia prráctica de uno mismo. Esto no necesaria-
mente L\evaa ia- paradoja o a desdaciones irremedia,bles, siempre y cua-ndo uno
sea capaz de moCificar sus prácticas alaluz de los propios hailazgos. Pero
corno los mecanismos de autocorrección pueden ser bastante ineficaces, con-
.,'iene efftp?z?i con una buena aproxiinación.
Comúnmente se piensa que Ia ciencia consiste en buscar "leyes" en forma
de generaiizaciones universa-les. Por tanto, muchos estuciiantes de ciencias han
buscado leyes de ]a ciencia o del desan-o1io científico. Por ejemplo, Kuhn (1952)
propuso la hoy fa-rrrosa "teoría de los estadios" del desarrollo científico: ciencia
prefaradigmá-tica, ciencia normal, crisis, revolución, nueva ciencia norrnal,
:ic. Más recientemente un gurpc de ñlósofos de la ciencia ha emprendido el
pro;,,ecto de poner a prueba modelos de cambio científico, entre elIol el l(uhn,
ccnfrcntánColos con Catos Cer-ivaeios de Ia historia de la ciencia. Una de entre
lcs varios centenares de afirmaciones generales que se condisideran es: "No
puede rechazarse un conjunto de suposiciones directrices a meilos que se
iisponga d.e otro conjunto posible" (Laudan y cols. 1986, 165).
En obras recientes de la socioiogra de la ciencia se dan ejemplos similares de
la búsqueda de leyes scbre las cuales cimentar la teoría d.e la ciencia. En el
capí:uio final de su ya cl.ásico estudio sociológico sobre el desarrolio de la
¡aCioastronomía en Gran Bretaña, Edge y Mulka-y (1976,382) se propusieron
.cnparar su estuCio con otros cinco. Procedieron a eniistar quince "factores
:: iarci ación científica y desarrollo de la. especiaiiC¿dl' que se exhibieran en
:- =enos unc de 1os seis estudios examinados. 1/arios de esos factores aparecían
38 LA EXPLICACIÓN T'E LA CIEI'ICiA

había cosas coiao la "innct'a-ción


en los seis estudios. Entre los íactores citados
pcr Parte de in-
marginal" ii :r introducción de idea o técnicas nov edosas
dividuos al roarg en de la profesión), "movilidad"
(intra o extra especiaiidades
describieran de esta
relacionadas), Y la "creación de una revista" Aunque no
de innovación'
forma sus señalami entos, esos sociólogos buscaban ciertas leyes
v desarrollo de la especialidad como:
La formación de una nueva especiaiidad
tiende a ir acomPañada Por la creación de nuevas revistas'
Es conveniente probar esta concepc ión de teoría de la ciencia
confion-
de 1a bioiogía nos
tándola con la historia de la clen cia, par a 1o cual la historia
bió1ogos buscab an
faciiita un buen punto de partida' En el s iglo XiX algunos
de fósiles. La leY de
ley es biológicas entre las especies existentes y en el registro
de vertei:rados de sangre
Ber gmanr. por ejempio, reza que entre las espe cies
caliente, los miembros de subespecies que vlven ent'
clirnas rnás frÍÓ§ son de
IA

mayor talla que los que viven en climas más cálid os.
iones universales, se cieri-ren
Si estas "leYes' ' han de considerarse generaiizac
la precisión sufuciente para
entre la falsedad Y la vacuidad. Si se enuncian con
ser informativas, siempre son susceptibles de
algunas excepclo nes, como, en
este caso, los ;namíferos que viven en madrigueras
Si se enuncian con la
dejan Ce ser
generalida d o calificación suficiente para e';itar 1as ex cepciones,
converuent emente informativas. E,n el mejor de
los caso s, tales "IeYes" ex-
que reflejan 1as fuerzas
presan tan sólo ge neralizaciones estaciísticas burdas
selectivas promedio de diferentes medios sobre
poblacio nes similares de or-
ganlsmos'
ls son como las l(leYes dei
Las leyes del desa.rrollo científico an-iba señaladas
clesarrollo evolutivo que se tenían en el siglo kIX-
Proporcionan, cuando
restringidas de casos'
mucho, generalizaciones burdas aplica-bles a clases muy
dernasiado variabie en
El problema reside en que el desa¡rollo de la ciencia es
e1 nivel de los tipos de factoies investigados.
De la misrna manera como 1a
un problema de evolución'
naturaleza puede resoLver de muy diversas íormas
formas'
;;i.iá.r*iotto científico puede ocurrir de rnuy <liversas estadísticas, las preten-
Incluso consideraclas como burdas generalizaciones
consideradas coroo una
didas leyes del desarrolio científico no pueden ser
explicaciones de la ciencia
teoríad.e 1a ciencia. I{o pr:eden proveer verdaderas
en tanto que actividad humana. En el mejor de
los casos, describen cierlos
fenómenos empíricos para los cuales cua.lquier
teoría auténtica de ia ciencia
debería dar una explicación adecuada'

Los mecanismos rhel desarrollo cienttfico

Ia evolución' debe funCarse


La teorÍa de 1a ciencia, como ia teoría mocierna de
en modeios qlte capten la "esiruciura más
piofu'nda" del desa'rrol'lo científ,rco'
)
)
)
) HAcr.A. UNA TEoRÍn coctlosclrivA - 39
)
)
t Es ccnveniente aquí considerar con algo de más detenimiento la analogía
evolucicilisla.
,
) Los modelos evoiucionistas estándares tienen tres cornponenles: Ia variación
) aleatoria de características entre los miembros de una población; diferentes
aptit;;-cles, concernientes al medio, cie organismos con diferentes características;
) y herencia de características. Cualquier población de organismos que satisfaga
) esta condiciones habrá de evolucionar, siempre y cuando el medio no sea tan
) hostii que impida la supervivencia. La genética proporciona los mecanismos
) inherentes a- la variación y la herencia requeridas. Pero incluso toda la teoría
) genética de la selección natural tienen poco que decir a propósito de cómo
) ciertas poblaciones habrán de evolucionar en ciertos ambieutes. Con todo, es
) mucho lo que nos dice sobre el proceso de la evolución
) Apelando a los mecanismos de representación y juicio, se podría empezar a
) construir un modelo análogo para la ciencia. En cualquier población de
científicos existen variaciones en cuanto a la representación. Los juicios cientí-
) ficcs de cada individuo actúan Ciferencialmente sobre diferqntes represenlacio-
) nes. Las scbrevivientcs se transmiten a las ".s91.eI_?9i9q9-s-.
) SUCCSlVAS a través de Ia en sena tza y.--e.l ?p rend \zúe. Eii términcs
gerier ales, la
) ana logía es qu e tof pJ991r.gs ?oglosqi!_rlio¡.s91 BXI? gl QS:eitgilq de la ciencia
.-------i- lc-
) lo que ios Illec á n i s m ó I g :*n ÉlLC"o ) p-qiá. e 1 Sf=: + Lrq li o .9.y o I u 9-io + is ia de las p-op
) cl0nes.
) E; esta obra no me ocuparé de desa¡rollar en porm.nor la analogía evolu-'
) cionista. Vii preocupación funda-mental está en los procesos cognoscitivos más
a específicos de la representación y el juicio. Sólo en los últimos dos capílulos,
a donde trato de los desarrollos históricos de la física nuclear y de la geología,
t traeré a- colación nuevarnente el modelo evolucionista.

a
a TTr¡nanrrr nÁY')A f A fffCfflOT,t.?
¿UN PAPEL PAR.A LA HiSTORIA?
a
t F{asta ahora no mc he ocupado de la historia de la ciencia. Esto puede parecer
a sorprendente porque, de todas las disciplinas que tienen que ver con la ciencia
t en tanto que activid.ad cultur al,lahistoria de la ciencia es pcr hoy la más activa,
a )r.r, *r.hos sentid.os la más er::.ccionante. Los historiadores, sin embargo, no
t nos brinCan ningunateoría explícita de la ciencia. Sin duda, los historiadores
tienen, implícitas en su quehacer, teorías de Ia ciencia que suelea tomar
)
a prestaCas de otros lugares. Pero tales teorías no son el foco de su investigación-

a ¿Cuál es, pues, el papel aé ia historia en ia emprésa de construir una teoría


de la ciencia? Pa¡a los fiiósoios de ia ciencia preocupados poi- defender una
a teoría categórica de la racionalidad cientíiica, dicho papel siempre ha sido
a difícil de dafinir. I-a historia tan sólo nos provee de descripciones de la manera
a
a
4C LZ\ EXPLICAC1ÓN DE LA CIFNCIA

ccmo se ha tratado de hacer ciencia. Fio podeinos, a partir de descripcicnes,


deducir ncrriias sustantivas aplicabies a cómo debe procurarse hacer ciencia.
En este marco conceptual, ia historia-, en el mejor de los casos, pueCe propor-
cionar ejempLcs de córno se hatratado de hacer ciencia mientras ciertas norrnas
resultaban obsoletas.
Cuaiquier teoría naturalista dela ciencia abre ias puertas a la pcsibilidad
que planteaba Kuhn ya en el primer capítuto Ce La est¡a.ciurd de las re'¡olucicnes
científices (i962).+ Según é1, la historia de la ciencia Pr-lede proporciona-r-
testimcnios empíricos írente a ios cuaies pueden juzgarse las tecrías natural.is-
tas de ia cienciá como cualquier teoría científica. Sin embargo, esta idea, así
corno entraña promesas, esconde sus trampas. En particular, r'ni:cho depende
de qué tipo de teoría de la ciencia se esté buscando.
Si se buscan tan sólo genera.lizaciones burdas concernientes a la práctica o
el desarrollo científico, nc se encontrará*en lcs escritos de los histcriaCcres.
Naturalmente, hallaremos ejemplcs a partir de ios cuales podrernos intentarla
construcción de generalizaciones. Pero el uso de escs ejemplos será siempre
problemático, pues no se tiene idea del método de muestreo por ei cual se
eligieron algunos ejemplos para su reconstrucción histórica detallada. Puede
haber fuertes tendencias que obren contra la selección de los ejemplos, debili-
tando Ias generalizaciones deseadas.
La teoría cognoscitiva de la ciencia es, por su propia naturaleza-, mucho más
aíín que las explicaciones fiiosóficas normales, a los tipos de ciatos que
proporciona¡ los histcriadores tradicionales de la ciencia. Los historiadores se
hu¡ o.rprdo siempre de las ideas y elecciones de los científicos. Estos halla-zgos
históricos pueden replantearse fácilrrrente bn el lenguaje de la represtntación y
e1 juicio, con lo que se evita en buena nieCida 1a preocupación de que ios
historiadores acaso no hayan elegido casos representaÍ.ivos. A partir de fun-
damentos biológicos, sabemos que ios procesos de representación y juicio son
pa-recidos en la mayoría de los científicos. Lo que var'ía es tan sólo e1 contenido
específlco de sus represenlaciones y juicios.
Finalmente, espero qui:1os historiaciores de la ciencia encuentren aquí algo
que les sea de utilicia-r1 a1 escribir historia. Los modelos de representación y
juicio adaptados de ia-s ciencias cognoscitivas tienen más estructura que las
iimples "ideas" y "elecciones" Ce la psicología populai. Los modelos evolu-
cicnistas del desárrollo científico recomiend.an cienos cambios en la manera
como se concibe la historia de la ciencia. En particular, la tradicional "biogra-
fía científica" puecie no s.r ia unidad natural de ia histcria d-e la ciencia, crJ,'ilo
lo han sostenido los historiadores sociales, aunque por razones ciiferentes. Para
ver el funcionamiento de 1a variación de la selección, se deben observar muchos
miembros cle la comunidad de investigadores, incluidos los que no ti.enen éxito.
La vida <iel individuo, según la reconstruyen ios propios indiviciuos, así como
ios hisioriadcres, exhibe muchc más propósito o diseño que el que de hecho
)
a
)
)
)
) HAcrA Lrf.{A TEoRí.¿. :lc¡-{osctrivA 4i
a
a existe en la- evolución de la ciencia tomada globalritente.
t Peio basta de moralizer.Lo irnportaate es que el enfoque cogncscitivo al
I estudio de ia. ciencia provee un funda-mento para fruciíferas relaciones entre la
historia de la cienciaylateoría d-e ia ciencia.l5
).
)
)
) P¿¡¡cnAvIA GET.TER.AL DE ESTE r-IBRo
) En eL siguiente capítulo paso revista a aJgunas otras teorías de ia ciencia. Se
) recornienCa a los lectores familiarizados con las diversas teorías que aJ menos
) echen un vistazo a estas seccicnes, pues mi repa-sc no es neutral, sint que refleja
) n-ris propios puntos de vista- Hacerse caiga de Io que digo a propósito de los
) otros enfoques ay-uderá ai lector a entender e1 enfoque que presento en los ca-
) pítLr.los ulteriores
) En el capítulo 3, "h4cdelos y tecría", se invesiiga ia natura-leza de ias
ieplesen'Laciones usadas en la ciencia y se pre :znta- lo que, de he cho, consiituye
)
uua tec¡ía cle ias -reorías. Et puntc cie vis',-a que sL- plantea es c,ue las teoías son
) e:ltidades heterogéne¿ls corrsistentcs en fe::-iiiias de rirodelos auna-Ca-s a añr-
)
. macicnes a propósitc¡ cie ics tipos de objetcs a los cual.es se a-piican tales
) mcCelos. Este puntc ,je visia ya no es panici-iiarmente novedoso. El eiemento
) nüevo es la ''¡in cuiaciól er,plícitade I os nrodelos ci entíficos con los ''esquemas' '
) de ias ciencias ccgnosciti.zas. Ta.inbién io es la forma de a-rgunrentación, eue
a procede a través clel exal,en de libros de texto de nivel profesional sobre
a rnecánca clasica. No niego que las familias de modelos puedan definirse cie
a í\!'.:.ri.:ia ariomática. Sin embargo, tales definicicnes casi no intervienen en la
a comprensión del científico ni en el uso cie las teorías.
a El capítulo 4, "81 reaiismo construciivo" tra-ta- de definir una co¡i-iente del
a realisr-ao científico. El meollo de este punto de vista es que la relación impor-
tante eirire los modelos y el mundo no es de tipo semántico, como la verdad,
t¡ sino ia semejanza entre Cos entidaCes no lingüísticas, el rnodelo abstracto y el
rl sistema rezl. La verdad clesempeira solamente el papel relativamente triviii d.e
r¡ ccnstituir una relación entre el lenguaje, el cual pr:ede usarse para definir ios
tl ri-rodelos, y Ios modeios a.sí deiinidos. Basicamente esta relación es, por tanio,
a, simpiemente una relación cie definición.
rl, En el capítulo 5, "Ei realismo en el iaboratcrio", se presenta un caso para
a. concluir en que los científicos al menos a veces han sido correctariente defini-
Cos como realistas constructivos. No se trata d.e refutar los argumentos de los
l|:
I iiiósofos empíricos o Ce los recientes sociólogcs constructivistas, sino de
a oirece¡ una expiicación pormenoriza,Ta. de la actuai in'restigación del iabora-
a icrio en las instalaciones de un ciclctrón dedica-das a la física nuciee¡. l{o se
a centra en la teoría nuclear, sino en la tecnolog:a empleacia en ia experimen-

a,
,if LA ExPLICaciÓ¡¡ DE LA citr¡iciA

iación.Afirmoquelaúidcainter'irretaciónplausibiedeesainvestigaciÓnesque
ce entid'ades "teoréticas" o
los prctones y neutrones, casos pa-ra'Jigrnáticos
,,infeiidas,', son ¡ea-lmente inst¡umentás de la inl'estigación' En ningún sen-
que los a:4plificadores i'1os
rido prácti.o ,o.,; rrüái¿ir.ui,, ,lrro, ar igual
eiectroimanes, simplernente son parle de
la tecn'olcgía necesaria para hacer
investigación en física nuclear'
iiEl juicio científico,,, tiens cos parles, una negattv a y otra
E1 capítulo 6,
que ros científicos se Lrayan de entender
positiva. La negatiá*pr.gr,u la idea cie
como agentes bayesianos o procesadotes de
información 'orcbabilística' No se
a la investigación reciente sobre
elj:-ii'lio
recurre a 1a argumentación lógica, sinc que e1 hombre no es un
en e1 ser humarrá. fo, ciatoi, afirmo, demuestran positiva c1tl ci":ítuic se
procesado, d. i";;;.;i,r., prou"bilísiica.
E1la yarte
1: torna c1e d'ecisionás científicas' basada
expone una explicu.iOi diferente d:
proporciona un fundamento de teoría
en ia idea de satisfacencia.Este modelo
d'el juicio científico' Muestra
de la-s decisiones puru las teorías del "inteiés"
decisiones interpretadas realista-
también cómo los científicos pueden tomar
a la vida real'
mente sobre la adecuación de un rnodelo
i'N{odelos y experimentos", trata c1e mostral qrie los científicos
Ei capítuJo 7,
diseñar experimentos y al usar
a veces emplean estrategiás sátisfacientes.al
cliversos rncdelos cuál se ájusta mejor
datos experimentales para decidir entre
de la lísica nuclear' echando mano d'e
a la virla real. Examino un caso actual
tanto experimentalistas como
oatos de mis propias entrevistas con científic.os,
caso ilustra igualmente
teóricos, que interviei:en en esta investigación"tsste y juicio operan para produ-
cómo los prbcesos ccgnoscitivos a. ..p1-tltntación
cir el desarrollo evolucionista deL campo
científico'
,,Explicación ievolución geológica", iiustra có¡no el
E1 capíruio g, de la
anteriores puede usarse para
modelo de la ciencia expuesto en ios capítulos
La lección principal es que
iiuninar clertos episoriiás iústói-ic..::. de 1á ciencia- estar tan bien arf iculados
a veces ios d.a.tos ;;;;." ser tan
ruti'lcs, y los mcdelcs '
satisfaciente tienen muy poca
que Ios científicos que siguen una estrategia
aSí Sean muy
libedad en cuanto de elección' Sus otros "iniereses"'
"i*o¿.io interés episténrico al elegir e1 modelo
fueiles, p,-,.¿.n ,.rse eclipsa¿o, pt. su prOdU-
,,Ccirecto". IJna vez máS, Se d.muestla que 1'OS prCceSOS COgnOSCiti''¿OS
cenvariaciónyselecciónquedesembocanenlaevolucióndelaciencia.
EnelEpílogo,..Refiexio,,.,,.n.*ivas,,,seexamii.lanbrevementelaslec-
ciones de mi t.áriu de 1a ciencia
con vistas a su propio desarrolio futuro'

<
-
)
)
)
)
)
)
)
)
)
)
) 2" I-AS TEOH.ÍAS T}E L,¿I CItrT=TCTA
)
)
) y ia scciología de 1a ciencia
AUNQLE LOS PéNCRAI¿LA'S DE LA FiLOSorÍa
) presentados en el caPítulo Pasad o son irtiles
para trazr las líneas principales
) una comparación en forma'
del enfoque cognoscitivo, no se Pi estan pasahaceÍ
) de ias otras pos-
Así pues, requerimos un Planteami ento más f-.rorrrl€Eorrzado
todas las explicaciones en
) turas. Sin embargo, como sería irnpo sible examinar
de explicaciones
) un solo capítulo, seré muy selectivo tanto en el número
Me ocupo solamente de
) consideradas, ccrno en la garfia de temas estudiados.
y funclamentalmente los
+- las po sibilida,ies más activamente discuti das, enfoco
teme's relacionaCos conlanatura-1ezar\e1tas-r9-pfe-$t9:l1t-c::t
o.n e s -cierÉíficas .(cr e e n-
) IL L, (1ógica incluctiva, eleccién de
cias, modelos, ttorías) Y ccn e1j u!clo
) teoias) Estos scn los teira-s mas irnpoilantes para el enfoque c,.qg¡¡osc!-!ivo.
) ! ,f - li
a-iiie un exalnen relrospeciivo podern cs dividir la obra
del siglo XX
tv1cu1
) desa¡rollaCa tan¡o en la fiiosofía cornc en la sccioiogÍa de
ia ciencia, en dos
) Y erioclos separaiu4,os
por ia influencia- revel'a'd ora, en los a.fios sesenta, de Lg
con-
) *:stntctura de las revoluciones científicc's {1962) de i{uhr. EmPiezo Por
sociólogos de 1a
), siderar dos teorías de la ciencia desarrolladas por fi.iósofos Y
de la teoría de Kuhn,
) ciencia antes de 196C. Después de una breve pr eseniación
a-
t
procedo a examinar algunas de las princiPaJ.es teorías de la ciencia Postkuh-
nlanas

a
t_ Er pi"¿p o LÓ GICO
a I iq.I slvl

a Fn 1960 el empirisrno 1ógic o fue /a ñlosoiía angloamericana


de la ciencia
a Prácticamente no tuvo rivales de consideración. Todavía
provee de terreno a
a ias iavestigaciones actuales en filosofía de la ciencia.l
a Só1o ahora se están investigando los orígenes roersonaies
y sociales dei
t enrpirisrno 1ógico . Sin embargo, son bas ta¡rte c1a¡as las
principales ramas de su

a: herencia int ele;: itto.l a rila

a:
a
Ce F1ilbert , ?3-ano,- F1q gq Y--Ru s s ell . Estas obras s
--------.' nt el
tos-de-las
a -metodologÍa-de-Ios
E stu,i io s q iqpiri§laq 1 ó gi-cg-s de ia ciencia.
En segundo, el emPirismo clásico de
a
t i/¡31
t
a
AA LA EXFLiCTICIÓN DE LA CIEI'{CIA

y ir{ach: Dei empirisi-no s'ar§ió ia suposi-


I{ume transmjtido pcr }1i11 a Russeil
..obseÍvación,,, ploporciona el funda¡iento ce
,
:
ción cle que 1a .*p..i.,,,ia, o 1a
iógico" describe adec¡:a-
icdc cc::ocimiento científico- El nombre "empirista i

del mcvirnient-o. En tercer lugar


ciarnente ias primeras dos fuenies inteiectuales
.,

la física ascciaca con Einstein


;

estuvo 1a ciencia,-q". rig"ificó principal.mente


Los ejeiil:rios *á:-f
teoiei de la relavitidad y la rr..á*i.u cuántica-'2 i^ :
-la de análisis empirista lógico de la ciencia actual se centran en estas
radercs '

Friedman 1983).
teoias (p,eichenbach té28, ig5g; G¡unbaum 1963,
,

Elfundacicnismc
Y 1o fi-je el una
El empirismo iógico fue explícitamenie "íundacionista" '
cle resrectos' Antes que nada' fve
c.o;tce,otiislr'rc;tte fundacionista
miscelánea
eneisentido.rrq.,.lofueelprogramalcgicistadePrincipial"fatherflaticq
(Yrrhitehead y Russell 1910-i9i3), ó. se
propcnía "reducir" la aritmética a la
lógi,:a. Se empiez; po, no.iones 1ógicas como Las de conjunto y eleiaento
"t"l
<ie un conjunto y l.rego se construyen
iógicamentg entidades ccn las propie-
dades formales de los enteros- i{abiendo
construico Los entei:cs' se usa-n 'c3-Ia
El prcgralna supone que
construir 1os números racionales, y así sucesivamente '
las nociones lógicas originales son en cierto
rnodo más fundamentales y
que
nociones matemáticas rj'':rivan de
se
conceptualmente mas cla¡as que la-s

eilas.3
este método para des¿¡rollar
Russell rnismo vio claramente cómo aplicar
tradiciona-l. En su obra
una versióii fundacionista deta epístemoro-giaernpirista
comenzó con la existencia de
Orr Knowtedge if ,n, Exte*til t{ortd (iqf +)
ord-inarios como mesas y sillas
, ,datos
sensibles" y procedió a analtza¡ oü¡.tot
de datos sensibies' Logícal Cons-
como conjuntos (á .orrjrrntos cle conjuntoi)
inspirad'a d'irectamente por la
trwction of the vlortd {1928,196i) cle Ca¡nap,
con mayor detalle las sugerencias
obra de P.ussell, fue ei intentO de desarroilar
autor'a
cle este
fundainentos de la aritmética' lcs
siguiendo e1 programa de Russell pa-ra 1os
analogos para fundamentai 1a gec-
empiristas lógicos concibier"., progiumas
la sociología-- El optimismo y Ia
metría, lá física, la biología, la pslcobgíay
Parecía que no dudaban
audacia Ce sus pr"gru*ás fueron sorprendent-es'
de fundainentos filosóf,icos o de que eilos
nunca de que la cieicia necesitqra
tuvieranlosmétccosadecuadospara]'atarea.
en hacer la descripción de
Los empiristas lógicos mostralan poco interés
cómo funciona áiá"*o ru óier:cia. su
objerivc era darle a ra ciencia fundamen-
tos"lÓgicos"y"epistemológicos".sumetafundamentalerajustificaro
no se puede empren-
legitimar la cieícia, no sólo .rfli.u. cómo
funciona' Pero
der la tarea de legiiirnación sin tener
algttnaidea de 1o que se busca justificar'
)
)
)
)
t
t L.i',s rECRí¿s oe LA clE,NclA 45

a
t La imagen cie la ciencia construida por 1os empiristas lógicos paia la tarea de
a iegitimación es la imagen que dcraiaó ia fiicscfía angloa-inericana cie ia cienciá
) d-urante la generación pcsterior a la Segunria Guerra F.áunciiai. Uno nc debería
) extrañarse cle que ia ima-gen generacia con el fin de 1a justificación resuitara
) poco conveniente pa:a los fines dela descnpción o ia explicación.
a
)
) El psicologtsmo
a Frege, codescubridor de ia lógica rncderna, enseñó que se debe distinguir
a tajantemente entre la lógica y la psicologta. La lógica no es la ciencia dal
) pensamiento sino, como las matemáticas, el estudio de relaciones purarnente
) iógi.ur entre entidacies objetivas aunque abstractas. .A la supuesta confusión
) de la iógica y la psicclogta se le 1la-inó "psicolcgisrno". Para los empiristas
) 1ógicos, incurrir en psicologismos eraun pecaclo morta-l. Lo rnismo ocurría con
) .1f 'sc.,oiogismo" .
) La aplicación de ias errseñanzas de Fiege a la ciencia. es inrnediata. Ei estudio
) í;icsóf;co de ia ciencia nc es ei cle cí:mc piensan o actúan rea-knente los
) ci,=atíflicos. Este.-.ueda para ios ps:cólogcs y los sccióIcgcs. Por el contrario,
a es ei esruciic de las relacicnes lógicas e¡itre plcpcsicicnes científicas. En
a pa-la-!:ras de Carnap (1937, xiii):

a La filosofía ha de ser reempl azad.apor la lógica de la ciencia, es decir por el análjsis


,l lógico de Ios conceptos y aiirmaci.¡nes de las ciencias, pues la lógica de Ia ciencia no
a es otra cosa que ia sintaxis lógica del lenguaje de Ia ciencia'

a Como la lógica constituye una disciplina puramente a priori, se sigue que el


t estudio fiiosófico del pensamiento científico es.tambián una larea a priori. Es
ra el estudio de cómo, a priori, deberís pensar el científico idealmente iógico-
r¡ E nt o nc e s, g3l?-g!-gm pi ri sIn o I ó gig o, la - ! i e gbA-e rit-r e-LA'-p¡-r s 9l-o
gíA-.q- !A-
t¡ .qg_-qr_ología-d-e-ñ;i*"c.ia,p-qrp-+Jadp, v
1q-14-qsqfia-d*qlaslelqia,-p!-t-{9llo.,..qq.-
como--1-a*!-Le§.!i.asIj-tl*e-:is--e{ y-l'debg{" -Lógicamente, es insaivable'
- -'E1
a tu., discuiidc contraste de Eteichenbach e¿tre el "contexto" de1 des-
a cubrimiento y el "contexto de la justificación" no es una distinción i*de-
a pendiente; se sigue directamente de la distinción más fundamental entre la
psicología Cescriptiva y la lógica normativa. Los empiristas lógicos no se
r¡ reierían, cuando habiaba-n de "descubrimiento"., á! de nuevos fenómenos,
rl sino aI de nuevas hipótesis. El conte>fo d-el descubrimiento es el de pensar las
a iioóresis. En este caso no'existe lógica, sino sólo psicología .Lalógicase aplica
a al probLema de si se justifica la hipótesis resultante. Un enuciado
a ",ri."*..rte
ccn:undente de esta doctrina apareció en Tite Logic af Scientifíc Discovery de
a Popper.s El primer párrrafo de la sección tituiada "La eliminación del psi-
a
45 LA EXPLICACiÓN DF LA CIEI\CIA

coiogisrno't fopper 1959a, 3i) Cice

La labor dei científico consiste en proponer y probar teorÍas. La etapa iniciai, el acio
de concebir o inventa¡ una teoría, no fi1e parsce que requiera de análisis lógico ni
c:*iii sea susceptible de é1. El pioblema de cómo es que se le ocurra una nueva idea a
una person a _yasea un tema rc,,lsical. un conflicto drarnático o una tecrÍa científi-
ca- puecie se¡ de gran interés para la psicologia empírica; pero paia el análisis lógico
dei conocirnierrto cientÍíico no tiene pertinencia alguna

Las teorias como sistem-as fcrmsles

[-s-s empiristas lógicos ccnsagraroñ un gran esiuerzo a eiabcra¡ la-explicación


Ce io que es una teciía científica. Tomando los fundarnentos de las matemá-
ticas como modeio, sostuvieron que una teo¡ía es ufi sistema lógico formal. i-o
que distingue a las teorías científicas de la lógica o ia matemática puras es que
a los términos iro lógicos se les d.a interpretclción empírica. En un sistema
axiomático formai, el símbolc R, por ejemplo, puede interpretarse como la
trayector ia de un rayo de luz. Con todo, los ernpiristas lógicos no se interesaban
en eI procesc actual de ia interpretación. Más bien, se re piesentaba la inteipre-
tación media-nte "reglas de correspondencia" o "postulados de significa.do"
especiales como "R es la tra;,ectoria de un rayo de 1u2", las cuaies sclían

POSTU LA DOS

CONCEPTOS PRiMIT¡VOS

I
I
I
I I
CCNICEPÍOS DEFINIDOS
xI +
I
I
I
I
I
I
I
CONCEPTOS EilIFíRICOS

..TEBRENO" DE LA
OBSERVACTÓN (EXPERT ENCTA)

Figura 2.1 Iiepresentación empirista lógica de una teorÍa científica. Tomada de Feigl
( r e7c).
i-As rFoRÍes »a LA ciENciA -41

entend'ersecomopar|ecielosenunciadosqueconfiguranlateoríadela
rr
"#:t::fiiir co fue ro n mi nan do g r adu al-
emp iri smo ó gi
r", ei-np irisras d e1 I
posguera'
la concepción de ias teoría-s científicas ' En los escritos de la
mente
en dos partes' una "teórica" y una
el vocabulario de la teoría se dividía
tto'osgryacicnal"' r !- r-^+.r.-*i-a¡r¡
que e1 significado de lcs términos teóricos
es
La doctrina más aceptada eIa
observaciona"ies aunado
1ás términos
por completo fuirción áel significaáo de de la teoría'
a las relaciones purarnente
fármales especificadas por los axiornas -
reierido a la par+'e teórica de las teorías'
El resultadO es el instrumentslismc
entidades reales; Son meros instr¡-rme:-rtos
Los términos teóricos no se refieren a
a las ccsas reieridas pcr los
para orga lizar t,. uri,*ucicnes .o,..,,'i.ntes
que de manera acrílica podría uno
tárrninos observaciona.les. Lu, .,,tidaces
suponer referidas por los térnrinos
teoréticos son, en e1 mejcr de los casos'
científicas s? repfesentaba típicanente
ficciones útiles. Esü visión de las teonas
.o*o se ve en la figura 2'1 §eigl 1970)'6 - nP'eichenbach'
^:.-L^-,. por
No rodos ios empiristas lógicos eran instrumentalistas'
diiícilmente se hallará a nadie
cierto, se r..lumaba,,..aiistu;'. slrr.*bargo, por sentado que ias teorías
aso;i.ado con el empirismo lógico
q,,. dé
',o a1gúrr-tip-o--
cienríficas de!-an g*o¡,c-e-bi¡¡g 9-gq1o-sisie'uas forn¿¡e§-F-íi9o.,al¡-'-o-s-Eoil
ciq_ipterpretación*áñirü. nité il;ip""to áe,partida de toclos los ai'rálisis
ulteriores de la ciencia

Inducción Y Prob obilidod

.Amediadosdeldeceniodelg30losempiristasiógicoshabíandesistidodel pariir
el cuerpo delateoría iísica a
r sueño russeiiiano d.e construtiágl.u*enti justificar las inferencias
desd-e
, de La observación y se enfrentarori
al problema de
ia observación hasta la teoría. En tei
virtud' expusieron el talón de Aquiles del
. planteadc por F{rrme. En contraste
empirismo: el problema de ia inducción
a\eza de las teorías científicas'
, con la casi .,rruii*idad concerniente a la natur
enestecasosusrespuestasdiferíanenrespetosfundamentales. el
. iás ideales del empirismo lóeico fue
El programa que r.or.rJi;;;;;j;r
una lógica inductiva que fuera estric-
,, inrento de Carnap (1950) por construir
de Russell' Por cierto que John
,u*ente la generalización de"Ll;;i;, deductiva tan sólo unos años
': ü^r"-rJt.vo., (1921) había tiectro un intento sirnilar
¿. piUiitu¿ot los Principia Mathematica'
'
d.espu¿, ..enunciado de ley,, , I, . .Todos los
: ¡a icea fundamental es *,"v si*pt., el
.cisnessonblancos,,implicadeductivamenteelenunciad.o..SiSa-muelescisne,
es un sistema 1ógico en que los enunciados
, Sa.muel es blanco". LO que se d.esea
biánco"
: de evidencia como, e, "samuel es un cisne
obsen,acionaies
"¡implique
43 LA E,X:PLICACIÓN DE LA CIE}{CIA

pa-rcifl.mente" la Iey. Carnap, Ccíiio anles 1o había hechc Keynes, pensaba-


que la. iinpiicación parcial debía repiesentarse por una función probabilística,
d.e inane¡a que el apoyo iuriuctivo ienga una fcnna lógicar representada pcr ei
enunciad-o probabilísticc p (L/e) : r {!éase: La probabiiiciad de L, dada ia
eviCencia e, tiene valor r).
No impcrta que Carnap haya .Cesarrolia-do su Lógica inCuctiva sólo para
que la verdad en
lenguajes deinasiado simples ccrno para expiesar aún las afirmaciones más
elernentalesciencia
de la sólo puedr-
ciencia modei-na-. Y no en
gat?n'tizhrse ia infinita
importan iastrayectoria de la investigación.
nucha-s dificuitades
lquevarnente,
técnicas para hacer que eluno principaies
¿e tos funcione
sistema en reériios
abEciuto. filosóficos de este punto
Lo que iuiporta es la de vista,
visión de laqi¿e preocupaba
inferencia profr,indamenie
científica racional comoa P*eichenbach,
algo totakaentees que planteadeuna
objetivo, tra respuesta

misma mairera que se concibe laLógica deductiva. Esta concepción mantuvo


activos a los fiiósofos hasta bien entrado el decenio de 1970, inve::ligando
va¡iantes de la lógica inductiva de Carnap.T
Popper es famoso por sus interminables po1émicas contrir- cualquier forma
de lógica ind,;ctiva. Sin embargo, su coropÍomiso ccn ei ideal de que el
razonamiento cientíiico debe ser terna de la lógica, si por algo se ha distinguido
es por haber siirr: más fuerle qr-re ei de Carnap pero nllicho meitcs elaboracc.
É1 siempre ira afirr¡i:,,io que las tecrías bientíÍlcas tienen 1a forma lógica de las
generaiizaciones universaies: "Toda A es B". La falseCad lógica de cualquier
afirmación ie este tipo se sigue cieductivarnente de cualquier afirma.ción tes-
tinronial de la fo¡ma "Esta A no es 8". Todo 1o que la ciencia necesita,
afi¡maba Popper, es que el testimonio de la cbservación prreCa refutar así
Iógicamente a 1a teoiía científica. Lo más que puede decirse en favor de un
punto de l¿ista tan austero, es que, al negarse a hacer cualquier inierencia
inductiva, evita el problema tle Httme.s
El otro gigante clel eilpirismo iógico, Fians 'q-eichenbach, adoptó una 1ínea
totaimente diferente. La iiiducción , alega'oa.ál, no es cuestióa de iógica sino de
acción prdctica. Desarrclló su punto de vista en detalle sóio en 1o concerniente
a afirmaciones scbre la írccuencia relativa limitante Ce atributos en una
sucesión infinita, ia cilal posee más o menos la estructura de ias probabilidades.
Si una parte f d,e los cisnes obse¡-vados ha sido blanca, debemos, por razón Ce
la acción práctica-, "postular" qlle 1a frecuencia relativa ljrnitante de 1os cisnes
en el iímite infinito será-f . La justificación cie esta práctica es de tipo pragmático.
La persistencia en seguir esta política garantiza lógicai'nente q're a ia larga se
llegue a un postulado verdadero siemrre y cuando éste exista, es decir, siempre
que la sucesión de que se trata tenga reaknente un iímite.e
La loea oe que la meta verdadera. de la ciencia sea hacer afirmaciones sobre
los lírnites de las sucesiones infinitas parece grotezca. Fero Reichenbach no es
el único filósofo que haya defenclido el punio de vista d.e
LAs rEcRÍes cE LA clEt{clA 4e

a F{ume moderna y científic a. Lajustificación de la política inductiva descansa


g,ai3ináticas de ias
únicamente es verdades a priori sobre las propiedades
apenas en e1 siglo XIX'
10
sucesiones inflnitas, propiedades que se descubiercn
la
El hilO que une estos enfoques, tan divergentes en otros aspectos' con que la verdad en
inferencia científica eS que ia inferencia "racional" ha de entenderse y jus-
gat?n'tizhrse
ciencia sólo puedr-lógicas en ia infinita
o matemáticas' Estatrayectoria
es ia- de la investigación.
tiiicarse únicamente en vista de categorías
principaies
lquevarnente, uno ¿e tosToulmin reériios filosóficos de este punto de vista,
más tarde Stephen (1972) de que la ra-
creencia, según 1a- describiría
qi¿e preocupaba profr,indamenie a P*eichenbach, es que plantea una respuesta
es ei se1lo de
cionaiidad se reduce a- 1o lógico. La impugnación cie esta creencia
--'las fiiosofías posteriores de la ciencia'

La explicación científica

Para quienes einpezaron a familia-rLarse con ia filosofía de la


ciencia en
EsiaCos Unidos Cespués de ]a Segunda Guerra I'lun'lial, la
obra con que más
fácibnente se topaban era la teoría de F{enpel scbre la explicación
científica'
Estc se clebe e¡i pa.rte a- fiu.e É{impei aiilica.Lra sr: teci'ía a las explicacioncs
iuncior-rales cie ia biología- y las ciencias sociales, así como
a 1a e'<piicaciói:
hisiórica. Bajo cuirlquier punto de vista, los "estuCios scbre ia lógica cie
Ia
r¡ás
explicación" (Hernp.t v ópp.l¡eiri-r 1948) hai sido ttno de it¡s artículos
ciiscutielos cie ia fiioscfía de la ciencia.li
El enfoque de Hempei al asunto se apeiaba a los lineamientos enplfistas
lógicos arriba expuestgs. Su preocupación no era directamente cómo
Se ex-

piican las cosaS, sirro 1a explicación "lógica". Esta 1ógica resulla ser deducción
si*pie. La explicación cientíiica, según Hempei, es un argumento deductivo
en el que el enunciado que describe el aco¡iiecimiento por erpiicarse @ste
cue rvo es negro) se deduce de una ley general verdadera ff
odos los cuei-vos son
Muchos
negros) aunado a concliciones iniciales adecuadas (Esto eS un cuervo)'
también
anos después iraló de generalizar su rnétcrjo para que incluyera
,,estadísticas inductivas" (Hempel1962). :

explicaciones
Corro la predicción enciencia se aneJizaba también como un argurnento
a

pa:-tir de leyes y cond.iciones iniciales para ciescribir el acontecimiento


predicho,
parecía una consecuencia inmediata del aná-iisis de F{ernpel..ll qt" exista
es la
siinetría lógica entre la predicción y la explicación- La única diferencia
"praginática" de que Se aplique ei argumento antes o después de ocurrido
el

acontecimiento de que se trata.

E! iegcCo del entpirismo lógico

Ho.v dia sólo hay unos cuanr,os fiiósofos de ia ciencia que estarían dispuestos
a CefenCer alguna de las principales doctrina-s del empirismo 1ógico en alguna
50 I-A EXPLIC¡\CIÓI\ DE LA CIENCiA

embargo, su legado subsiste


forma ,,arecida u fu qi. iá"iá" oiiginalmente. Sin
quienes se or,"t" excicación
en suposiciones que mantienen hasta 1ás 11a
empirista iógica de la ciencia. una de ellas es
la extencida suposición de que
las teorías científicas Son en esencia entidades
lingüísticas; tal vez no sistemas
a conjuntos de enun-
axiomático, for*J.r, p.ro, sin embargo, algo simil'ar
de la filosofía de 1a ciencia es
ciados. Otra es la suposlción de que el coaietido
ya no el de justificar las r-eglas de la
cuando menos el Ce ! lexplicar" , bien que
creencia y ia acción racionales que Supuestamente
"gobiernan" de algún modo que la verdad e
faltan filósofos que hayan impugnado
sólo puedr- gat?n'tizhrse en ia infinita trayectoria de la investigación
ciencia Naturalmente,
1a actividad científica.
no
cognoscitivo al estudio de la ciencia'
de este punto de vist
lquevarnente, El
incluso estas suposiciones. enfoque
uno ¿e tos principaies reériios filosóficos
u*bu,, y lo hace de un modo
a P*eichenbach, teóricamente
es que plantea una respues
_rechazaprofr,indamenie
qi¿e preocupaba
según yo lo entiendo,
sislématico

LA E,STRUCTURA SCCIAL DE LA CIENCIA


1ógicos suponían habría
La psicología empírica de la ciencia que los empiristas
llegÓ a concretarse' En 1960
de complementar a la iógica delas cierrcias, no
que encajaban clara-mente
había únicamente unos Cuanios irabajos dispersos
parte de la razón de
bajo el rubro de "psicoiogía de la ciencia". Irónicamente,
que encabezaban los empiristas
esta falla fue que la psicología conductista
una actividad cognoscitiva
lógicos no tenía ios recursos .Dara habérselas con
tan compleja como 1a ciencia'
la lógica de 1a ciencia fue la
La disciplina que surgió para compiementar debió
a1 menos en E,stadc,: unidos, se
sociología de la.i.;.1;.iu upu.i.ión,
La ca-rrera académica de
principaimente a un indiv'ijuo, Robert K. Merton.
cie'ncia' ia tecnoiogía y la sociedad
Merton se inició con su obra clásica sobre la
enelsigloXVilinglés(1938).Mástarcresuinterésenlacienciasecentróenla
Existen
amplios en Ia sociología'
investigación estratégica para intereses más
conscientemente su obra corno
pocas pruebas a" qul haya llegado a co*cebir
complemento al programa clel empirismo
lógico. con todo, su programa fue
cornplementario -12
que luvo gran influencia (1942)' Merton
En la sección iniciai de un artículo
r3
(1973, 268) escribió-
decir'
la estructura cuitural dela ciencia' es
Nos preccupa por principio de cuentas pues, tendremcs
como institución. Así
un aspecto limiiadó ce la cienci" .onriJ..uda los limita'
en cuenta no los mélodos c1e la ciencia,
sino las cosiumbres con las que se
a un tiempo tanto expedienies
A Ia verdad, IOS cánones metodoügiáos suelen ser caso nuestra pÍeocupación se
pero en'este
técnicos Como compulsion., n..,o,u1.,,
la sociología de la ciencia' no uxa
lintita a las úitimas" Este es un.nr^vo sobre
excursiÓnmetodológica'Deigualnrodo,nonosocuparetnoscJeloshallazg:s
or Le ctExcte 5l
LAs TEoRÍ¿'s

estas
uniformidades, ieyes), except,o por Cuanto
(hipótesis, i't"tiá Ia ciencia' Esta no
esenciales de ias ciencias r"il;;;ti"t¿"ti'áaái
1o, senrimiento,
son pertinerr,., u
¿tnito del saber enciciopédico'
es una avenrura

Laposicióncomplemenla.liaalasdurascnticasdelempirismológicoen
percatarse de ello' Merton
contradeisociologismodifícilmenlepodíahaberseexpresadomeJo¡.Aunque
y probabl.*;;; rl; siquiera
no de manera.*pri.iiu, y los "haliazgos
e1 anáiisis de la "metodología"
dejó a los empirir;;;l;ñ", qy: é1 hacía era proveti¿t un anáLisis de la
esenciales de la ciencia--
Lg
..estructuracultural,,dá.Iáciencia,elcuaJ,.o.*oseveríamástarde,comple.
de los empiristas lógicos'
mentó ei análisis de la,,estructur^ióri.u"

Las norrnas de lo
ciencia

principales,t.,u teoríe, de la ciencia de


pu3s, las características Merton'
¿Cuáies Son, álisis funcion-al' Para
gr-, p.n-,., iurrr, ru upli.u.ián del-an sociales
I.lertor-r? *lp..lri.us de ias di'versas norrnas
significa inr¡estigar las funcionJs
esto
qlreconstliuyenlaesLruclurasocial,Ell.esumenqulhizcen|9-42dela
jt' i^ titucia clecía (iv'f erton l9'13 ' 268-269):
scciales
naiuraleza de ias ,ror.nu,
vaiores y rnatiza'lo po. el afecto'
La¡ l::*ut'
compiejo cie
Í:l ethosde la ciencia es
ese
hombre'l..i.r,.iu. r,lrnras 3e expresan eti foinra
de
que se supone .""ri¡ñ. al
i"";p'io'llJ;llioji::ffi l!;
madas en funci
,?$:,:"?;Hií**.;lili?"'ii*,;ffi
por virtud de las sanciones
; en vigor :?l']1:::
*"ra.ando así su conciencia
ll".r.,*"":r.."*?;§r:"J.XJftt"ff1Jiti'.'"..irr'.",
ciei-rtífica
se presentan con un
fun-
ciencia' por tanto'
Las norma-s sociaJr:s de la que rijen dentro de cualquier
cionamiento anáiogc al de las ncrmas iociales
institución cultural' se centraba en c:uatro "conjuntos
de im-
ensayo Merton
En este antiguo eran característicos de la
perativos insrituci-onur"'1'
t'pttirito; ;;;::tuol :l eran el universalismo
trá, tÁl::I]'os
ciencia en cuanroinstitucióo.rrttural. ilg¡esan en las nóminas de
la
(,,La aceptació" o ...rr-o de afirmaciones. aue
de su protagonista");
no depende cle los atributOs personaies-o sociales de
ciencia
iJ, t""¿iurtt lu ciencia son producto
el comunismo ("L* ¿.r..rU¡*i.t 1:
) ; la inc ondici
onaiidad
j,r c olab oración s ocial y son urigJá' u1á t-o*"nidad"
t:ti iundada e¡ el carácter
("Laexigencia' ¿l *tá"aicionáli¿al -t.,lT:,T*eorganizado ("La suspen-
de laciencia"); y elescepticismo
público y verificable de 1as creencias en
sión provisional de-l juicio v .i .á.r,tinio áesinteresado
las
rJgi.or"¡. Euro, brevísimos resúmenes de
función de criterios empírico, v
s2 I-A EXPLIC¿ctÓx DE LA ciENcIA

pero nos can' en


cuairo normas ¿r-penas hacen justicia a ia ob¡a c': Merion,
cambio, una idea aproxiinada de su ernpresa' I ,l ,- . ; ,

il-a e;<istencia de'normas específicas y su mantenimiento en la institución


social, se explica por lafunci',-' , que .-t'u,t 9tl:mpeñan t" t"1l:: 1-io-.:],::i::
aJ ensal'o ce
objetivos (vaiores) de la insl:r,:ción' Voiviendo de nueva cuenta
19¿,2 (Víerron i973 ,21A):

certific.ado'
El cometido instirucional de la ciencia es la extensión del conocimiento.
fi1 proporcionan la definición
Los métodos técnicos que se usan para alcanzar este confir-
enunciados de regularidades empíricamente
;;;;;;.-;;i;;;;;;'ii"oo' predicciones)' Los
madas y lógicamente consislentes (ios cuales son; en éfecto,
y los métodos'
imperativo, irrrti*.ionales (costumüres)'se derivan de los objetivos
el objetivo final'
La estructura total de las ,or*u, técnicas y rnorales configura

I-a existencia y el mantenimiento de Ias cuatro norlnas,


por lo tanlo' Se
ia adquisi-
explicará en Úrltima instancia por Su función en cuanto a fornentar
ción del "conocimiento ceñificado" '
y de ia sociología
Ha1, ¡n aspecto en que los enfoques clel empirismo lógico
que la
füncionalista son más que cornplementa¡ios. Ambas escuelas suponen
acción del hombre está gobernada por reglas' En un caso,
las actividades
cognoscitivas se dice que están gobernaCas por reglas de
racionalidad; en ei
otro, se dice que las actividades sociales se gobiernan por reglas institucio-
esta suposición está
nalizadas de acción social. Al presente, en ambas esferas
de esas regias, su papel
en tela de juicio. Aun cuanclo se reconozca la existencia
en cuanto a determinar 10s aclos individuales, o incluso
tan só10 en 10 que se
Consecuentemente'
refiere a legitimar dichos aCtos, es motivo de controversia'
rnuy poco las
al presente algunos piensan que a.pelar a las norlnas explica
la
creencias y acciones científicas.

La estructura de recoffipensas en la ciencia

Según un crítico simpatizante, I'{orman Storer,


el "paradigma" mertoniano
del ensayo
á"j; sociología de la ciencia no se estabieció hasta la publicación
cientííico" (Merton
de Merfon d.e 1,957, "Ldpricridad en el descubrimiento
entre ia estructura
1913, 286-324)."La idea fundamentaLde la interacción
escribió Store:
normativa y la estructura de recompensas de ia ciencia"'
cuando editó a Merton (1973 , 283), "brindu un sólid'o fundamento a ia
comprensión de 1a ciencia como insiitución social,,'
problema de1 que se ha'c-:'
En aquel artícuio de i957, Merion investigó un
qué 1as "dispuias :-
percatado por prime fa Yez en Su tesis doctoral: ¿por
por qué suelen prl: j-
prioridad" soil tan comunes y vitriólicas en ciencia? ¿Y
LAs rEoR.ías oe I-A ctENCtA s3

gonizailas científicos que nc tienen que ver directan-rente en


el problema? Su
respuesta, en esencia, es ia siguiente:
b,t ob¡.tiro de ia inslitución científica es ia cieación de conocimiento
que las
certificado. Para alentar a los científicos hacia esta meta, conviene
de reccmpensas que
comünidades cle investigación establ ezcan una estruclura
de las principales
p'ermita premiar pcr 1o general ios resultados originales. Una
Por lo
formas de rec¡mpensa es el reconocimiento a los icgros científicos'
una obra
ianto, ia norma de la inrestigación científica es qu: quienes producen
Fara que
original Sean recompensados mediante el reconocimiento adecuado'
quién produjo
funcione la estructuia d.e recompensaS, eS necesario determinar
posibiiidad
la obra original, es decir darie crédito a quien 1o merece. Dada la
de descubrimientos práciicamente simultán.os, es decir la
probabiiidad de que
tales descubrimientos asuman la norma dei cOmunismg, Son de
esperarse ias
disputas de prioridad. Su intensidad, y el hecho de que las protagonicen
p.iro.l^, ajenas, indica Ia imporlancia de Ias normas- y va-lo.res que respaldan
oe explicación
ei sistema rlc recoinpensas. Tcilerilot, pu.,. un e;etrplc dei iipe-1
que se puede esperar del estudio funcicLaiisia cle ia tst¡uctura soci:il cie 1a
clencla.''

Cognicicin y estrüctura social

sepa.rar la "Sustancia" y la "metodología" de la ciencia de su


estructura
--,.-1

scciai, ia- sociología funcionaiista se separa de cualquier explicación de los


productos cognoscitivos característicos de la ciencia' Lo que es todavía peor'
cualquier explicación iuncional de las norrnas sociales de ia. ciencia debe
s;tpc-ner cierio entendimiento de 1o que constituye el."conocimienio
certi-
ii;ado" y cle La "rnetcdología'' que permite tal conocimiento. De io conirario,
¡"1 pcCrá entenderse cabalmente la conexión funcional entre 1¿- estruct;-lra
-..:cial y las metas de la institución. Con todo, ia
imagen de las tareas internas
:: ia ciencia se despiende de la literatura funcionalista parece ser incluso menos
aj:;uada que la que nos proporciona el empirismo lógico' Poco ncs puede
s,,-:piender que loi últimos sociólogos ce ia ciencia preocupados por el con-
:¿...;d.a Ce ásta le haya vuelto la espalda al enfc'quq,funcionali-sta' :

PanapicMAs Y R.EvGLucICI'JES
-:-. :::r ura pelspectiva Ce un cuarto de sigio, está claro que la Est¡';:ctura de
.:: :¿'. o:ycic:¡.es cienttficas {1962) de Kuhn es, por todos conceptos, el libro que
la ciencia del siglo XX. Fue la obra que má-s
=.s :a l:i;luidc en Ia natu raJezade
54 LA EXPLICACIÓN DE LA CIENCI,{

contiibuyó a la declinación del empirismo lógico empezando Eil los años


sesenta y, ur decenio después, a la clecadencia de la sociologÍa funcionalista de
la ciencia. Naturalmente que ya en 19ó2 otras obras inciuso más directamente
críticas ,,iel empirisrrro lógico se habían publicado, entre elias algunas que
echaban mano de ia historia de la ciencia. Sin embargo, Kuhn fue en su
tnomento el único teórico que proporcionó L1n marco general distinto para
investigar la natura-leza de la ciencia.l6
No tendrÍa seiltido intentar siquiera resumir aquí la r¿asta literatura secun-
daria sobre la obra rJe Kuhn. En iugar de ello, ofreceré mi propia interpretación
de su teoria, ia cual hace hincapié en sus aspectos naturalista y cognoscitivo.
El propio Kuhn ha señaiado qrre su iibro "puede ser casi cualquier cosa para
tocla la gente" (1g14,459). Para mí, es el prirnlr intento de desarrollar una
teoría cognoscitiva de la ciencia.

EI naturalismo de Ktthn

N.R. Hanson es el primer ejemplo de cntico fllosófico del empirismo lógico


que atacó a Kuhn.'É1 se preguntaba (i958, 1961) "¿Existe una lógica del
clescubritnienio? Su respuesta era afirma,tiva, y proporcionaba datos históri-
cos. La postura de Kuhn fue mlicho más radical. Su pregunta implícila era
,,¿Existe una lógica dela justiJicación? " Y Su respuesta fue " ¡No!"
ei primer
eue ésta era realmenre la postura de Kuhn queda claro desde
capÍiulo d.e Lq estructura de las revoluctones científicas. Al describir la Sección
XII, ''La resolución de las revoluciones", nos dice (1 962, B):

En la sección Xii se describe e1 enfrentamiento revolucionario entre los partidarios


de la vieja tradición dela ciencia normaJ, porun lado, y los simpatizantes dela
nueva
por el otro. Por tanto, se considera el p'rtceso que debería reemplazar, en la teoría
de 1a investigación cienrífica, a los procedimientos de confirmación o
refutación con
que nos ha fámiliar tzado nuestra imagen acostumbrada de la ciencia. La competen-
prcceso histórico que en
cia entre ios sectores de Ia comunidad científica es el único
reaiidad 1lega a resulta¡ en el rechazo de una teoría previamente aceptada en o la
adopción de otra.

En resumidas cuentas, no existe "lógica" de la justificación. Todo lo que


hay es el proceso histórico de competencia entre los sectores de }a comunidad
científica.
Kuhn tampoco ignoraba el conflicto entre sus ideas y las de ios filósofos de
|a ciencia contemporánea. Inmediatamente después del párrafo que acabamos
de citar se lee (1962, 8-9):

Sirr cluria, aigunos leclores se habrán ya pregUniado Si el estudio histórico


puecle
)
)
a
)
) clENclA '55
LAs rEoRí¿s nE LA
)
)
) efectuareltipodetransformaciónConceptualqueaquísepersigue.Disponemosde adecuadamente"
que nor'inál.rn qu. no io puede hacer
) todo un arsenal de dicctomías puramente descriptiva'
La historia, como se dice muy a
*.;;;;,;; ina ¿isclptina nor-
) suelen ser interpretativas-y'-areces'
sin embargo, ru, t.ri, arribaindicaáas *it g."eralizaciones son a prapósito de la
) mativas. De nuera .r.rrtu, muchas
á. cuantas
pri.oroái^ rt.iui delos cientíiicos; con.todo, al menos unas
) o lu En
sociología
de mis conctusiones pertenecen
tradiciü;il..¡. o lu lógi.u o ,I1:l::t:ología'y que
) yezparezcaque he violado la distinción contemporánea
el párrafo anterior Lal ,'.r.oni.*to del descubrimiento" y "elcontexto de
) tanta influenciahatenido, entre tan variados indicar otra
) la justificacior,, . lpr.J. ásra mezcta á" ."*pot e inter.eses
) cosa que una Profunda confusión?

)
Yrefiriéndoseaunsurtidodedistincionesfilosóficasestá'ndares'entreellas
,,descubrimiento" y la "justificación", replicó
)
las que se establece entre el
) (t962,9):
)
1ógicas o melodológicas' q'::l'ul virtud
) lvlás que constiluir distinciones elementales ahora parecen partes int;grales
cieltífico'
) serían'previu, ut onáiiris del conÓ.1,"i."iá a propósito
esenciales a Ias cuestioi-les mismas
dei conjunto tradicicnal de respuesia-S
) las in'alicla en absoluto' sino
de ias cuales se han desplegado. rui-.iit'raridad ^o escrutinio que norlnalmente
) que las vuelve parte de la tecría y'
por eilde, las soltlete a1
poseer más que
a se aplica en otros campos a las
teorías. si en su contenido han de
abstracciÓn pura, entonces t¿ .ont",-ti¿o
clebe ser descubierto observáncolas
en su
de la
) cie eluciclai" ¿cómo puede la hisrcria
aplicación a ios datosqu-e se.rupon. iran
a ciencia no Ser fuenté dá fenómenor-u
Lot cuales legítimamente puede
pedirse que Se

,r apliquen las teorías concernientes al


conocimiento?

).
)' LoqueplopugnabaKuhnenestecasoelaunafiiosofíanaturalizadodela
palabras' Y aunque parece
r: truyu usado exactamente estas
ciencia, aunque ,io
haber evitado deliberadamente la frase,
la suya fue una excursión a lo
que desde
rli "la ciencia de la ciencia" ' Foco se habría
)' enlonces los escritores han llamado
de la mayoría de las críticas filosófrcas
adelantado a partir de las intenciones
), que la metafísica podía haberse con-
del en'rpirismo Iógico. Y nada menos
ai trapuestomásdirectamenteaiprogramaclelempirismológico'
)':
.i
- Lo teoria Kuhniano de la ciencia
li "estructura" ' el libro de Kuhn
;r; A pesar de que en Su título apaÍezcala palabra
científicas a la manera cornC' la
.i no versa Soble Ia estructura de ias re'oluciones
las teorías-científicas' o a Ia de
ai obra de Carnap se refiere alaestructura de
La de Kuhn es una teoría dei
a, Merton sobre 1a estructura social cle la ciencia'
desarrollocientífico a la manera Como 1a de
l"{arx era una teoría del desarrolio
)i económico, o Ia de Piaget una teoÍía de1 desarroilo
cognoscitivo' Y como lc
ai
IIi
55 LA EXPLiCACIÓN DE LA CIENCIA

hicieronl-.{arxyPiaget,Kuhnncsoireceunaseried'eestadios'Eneiecto'ios
estaCios faciiitán ia árganización por capítulcs
ie todo el libro de l{r:hn'
ii.9.eado a ia
Hoy en díá, lcs estu6antes tanio de Mar-x ccÍlo de,,'Eia-get,han
'orociesión de los
co;;iiii¿';-;á' ;"q-i;,t'";9rt"¡!e de sus teorias no es'f1
estarlios' i"t
i"=.;"t-;''rtlio '.;t*plos én eue.la o::-=Tilt^11: ut aiusta a ia
rnecanis':1os y tipos.de
pauta or.r;.i,".-i; i"¿. impcrta son Lcs siferentes
estadios no hacen sino
actividad que.operan en diferentes periodos. Los
estos temas'
proporcio¡* unu manera laxa d-e organizat la discusión de un relato
poün sirnplifjcando los estacios de i.':hn, clecir que ncs habrind-rado
demasiaáo general' La ciencia es una
del desarrollo de la cienciano deja de ser
enlon9es, la unidad de trabajo
-:- uniciad de análisis demasil$o. grát'de iCuáJ.es'
-
cuyo desarrnil, Uorq,eja Kühn? La respuesta
resultu'*ás clara a'partir de los t_

ejemplcs de Kuhn que a partir c,el texto. La


unjdad de anáisis es- ei" área' 7l
rnuchos ejemplos están la mecá-
campo o la especialidad científica' Entre stis
geclogía. y la genéiica' Son estos
nica, ta ofricá, la electricidad, la química, !.a
desde la ciencia prepa-raciigmática
ca.r.tpos los que experimenu" .r dlsarrolio
a ia ciencia normal, a la li.rr.iu revolucionaria, a
la ciencia ncrinal y así
*Tt^';T,tuT?undoo..,ta1 ,.paradigma" en ranto
en ra reoría de I(uhn es 1a de
que solución modélica a un probiem.a específico:
solución que pirede r-lsarse
problemas del mismo carn-
como "modelo" para elaborar soluciones a ctros
orbit'al' y la de Fresnel
po. La sclución aJÑ.ruton aI problema del mo'¿imiento
ejemplos-favoritos' Para
al problema de la difracción se cuentan enlre sus
aplicaciones de 1a teoría general,
Kuhn, tales scluciones no han de considerarse
son, poi el contrario' los
nimucho mencs .o*o pruebas aplicadas a la misma'
materiales básicos a pa;tir dd los cuales se
contruye la tradiciórr investigadora
de.ia ciencia normal, la cuai abarca asimismo ieTas coml.la insilrr11e1ta1ón
,,la prioridad de los paradigmas" (1962, cap'
;;;K;rr. q,_,.¡á decir con
lógicasobre 1a teona.general.
il;;;; ü, *o¿.to, tienen prioridad críticos en que originalrneate abusó
Kuhn mismo concuerda con sus muchcs
que desempeñara demasiadcs papeles
:

de la idea de paradigma, permitiendo


pti".ipa-l del térrnino era el de designar una entidad muy
:

distintos. El otro
"t"
abarcadora que ;;;;*"dera técnicas instrumentales'
la teoría efne¡a1 :
Es en este sentido más global
incluso un punto ,i. uista metafísico del mundo'
newtoniano" de la
de,,para.digma,, como Kuhn se reiiere al "paradigrna
mecánica, o incluso a toda la física a
lo largo del siglo XVIII ' No cabe 1a menor
dudadequelosparadigmaSexistenenestesentido,yconvienedisponerr]eun
pienso que el término e¿: este sentido
,.

rérmino que los d.,.,ib,. Sin embargo,


kuhniana de la ciencia' que nC
no rlesempeña un verriadero papei .tt tu leoría
esté considerado pcr su expcsición ¿.
tu tradición investigadora de la.ciencia ,

más importantes de Kuhn


"

ncrmal. Tai expoil.lO* fue una de ias contribuciones


i

a la suscd.icha teoría.17
LAs rEoRies oe LA cIENCTA s7

ljna característica sorprendente de la ciencia normal es nc ser una empresa


para poner a prueba la teoría general. Según Kuhn, es más bien el proceso de
extender a problemas nuevos las técnicas asociadas con los modelos originales.
A esto él le liama "resolver acerti.jos". También le llama "articulación" del
paradigma. En cualquier caso, los científlcos no se pregunta-n si la tradición es
correcta o incorrecta. E1 asunto es si eLlos son o no 1o suficientemente listos
como para resolver nuevos acertijos.
El pincipal resultado d.e introducir el sentido global de "paradignia" fue
el de cret¡ confusión en la mente del propio Kuhn y en la de sus críticos- Por
ejeraplo, ltevó a que Kuhn identificara la transición de 1a preciencia a Ia ciencia
ccn la transición cle la in',¡estigación preparadigmática a la investigación basada
en paradigmas. Sin embargo, de acuerdo con su propia exposic,ón, el periodo
precientífico se clescribirá mejor como un periodo en que varias tradiciones
científicas norma.les operan sirnultáneamente en un solo dominio. Cada una
tiene sus propios modelos para orienta¡ la investigación ulterior- Sin embargo,
por aLgo =tal vez debido a qué los problcrnas sltgeridos por los diversos modelos
no se tra-slapan lo suficierte, o qr:izás f,,-,r qile ninguna traciición está r-nuy bien
cleszr¡¡oliada:la competencia sigue sin deciCl¡se. Pue cie ser qlle Kuhn tinla
. razon en que el progreso de la solución de problerras rnejcra cuando todo ei
esfuerzo está guiado pcí sólo un conjL:nto de modelos. Perc có¡no y pcr qué
ias múltiples tradiciones da.n lugar ¿.i. una soia tradición, todal'ía no se ha
explicado adetuadamente. Tal vez este problema no ha. pai'eciirc muy a.gi-rdo
por constituir una forma menos espectacular de la cue-stión de cc' -r o y por qué
uaa tra-dición cienr,ífica norrnal cede el paso a otra. Ta-l es el problema que
entusia--srr,ó a los fiiósofos de la ciencia-
El sentido global de "paraC;.gma" confunCió a ios crí¡icos filosóficos de
Kuhn pCIrque generaLmente lo tomaron como sinónimo de teoría, en algún
sentido convenientemente confuso. Así, eilos redujeron las indagaciones de
I{uhn sobre la naturai eza delas revoluciones científicas a indagaciones concer-
nientes a la elección de una teoría en lugar de otra., asunto largamente debaticio
por los filósofos. Pero la interrogante en la exposición de Kuhn es: ¿qué lleva
a la comunidad científica a abandona-r un conjunto de modelos (y por lo tanto
una tradición de investigación) eri favor cri: otrc? Como las tradiciones de
investigación en cierla forma abarcan a las teorías, le interrogante de los
filósofos queda" r,arnbién comprendida. Sin embargo, Kuh¡ nos dice muy poco
a propósito de las teorías en sí. Su teo¡ía de la ciencia no abarca una teoría <ie
las teorías expiícitamente desarrollada. La pregunta de Kuhn difiere de manera
importante del sustituto que plantean los filósofqs,lQ ; ,; " ' .:,,,.,i,,' : :
¿Cómo ccurren, pues, los cambios revolucionarios? Fn este caso, las nocio-
nes fundamentales son "anoma.l.ía" y "crisis". Una anornalío es un acertijo
qr-ie nadie ha pcdidc rescl.ver, aun cuando muchos lo hayan inr"entadc, y
parece que el problema debería ser solucionabLe mediante técnicas elaboradas
58 LA EXPLICACIÓN DE LA CIEI.{CIA

según mod.eios estabiecidos. Uno de los principales asertos de Kuhn e s que 1as
anomalías existen en todos los campos y en todo momento. Si los paradigmas
fueran teoría, y las aplicacicnes deducciones de 1a teoría, todas las teorías
habrían de considerarse como refutadas (y supuestamente rechazadas). Pero,
al contrario de corno ocurre en Ia filoscfía rle Popper, obv:amente éste no es
el ca.so. Por ccnsiguiente, las anomafas solas no producen revoluciones cien-
tíficas.
Olra ';condición necesaria" paraia revoiución es 1¡. existencja de un seniicio
de cr¡s¿s. Esto ocurre cuando, aunque se consideie necesario resolver el acertijo
anómalo para prcgresar en el campo, muchos practicantes acaban por conven-
cerse cle que ninguna articulación de los modelos estándares obrará el efectc
deseado. Lo qu-e sé necesita son soluciones radicalmer ) nlrevas, lo que equi-
vale a nuevos modeios. La búsqueda de nuevos modelcs se presenta eir un
periodo de ''ciencia revolucionaria". Qué es lo que produce el serriid.o de crisis,
no qr-reda claro en la exposición de Kuhn.
Podría pensaÍse que 1o que lleva a su fin el periodo de la ciencia revolu-
cionaria, y a establecer por ende una nueva tradición científica normal, son las
soluciones adecuadas a los probiemas que provocaron la crisis. Con to,Jo, para
Kuhn, el proceio no puede ser tan simple, puesto que se dice que ias traciicioaes
de investigación son necesariamente "inconmensurables". Lo que Kuhn en-
tendía por "inconmensurabilidad" constituye uno de los principales debates
de la erudición kuhniana
En electo, existen varios tipos de inconmensurabilidad. Uno de ellos es la
inconmensurabilida d de significacJo. K¡-rhn ha dicho que en la transiciórt revo-
lucicnaria de una a otra traciición científica normai, ias paiabras cambian su
signiiicado. En ia lísica einstenia-rra, "masa", dice Kuhn, no significa lo mismo
que en la física newtoniana. Y cuando dice que los practicantes de tradiciones
científicas normales distintas tienden a hablar uno más que el otro, parece decir
qrie uno no entiende cabalmente 1o que los otros dicen.
Fue la inconmensurabilidad dei significado lingüístico lo que la mayoría
de los filósofos consideró fundamental en la exposición i<uhniana. Después de
todo, el significado ha sido durante mucho tiempo ei foco del interés filosófrco.
Filósofos como Kripke (1912) y Putnam (1915) inventaron una nueva teoría
de la referencia para hacer frente a este ciesafío. Pero, según ahora creo, Ia
inconmensurabiiidad del signifrcado no era el problema principal. La liave
para entender adecuadamente ia ciencia no ha de encontrarse en ia filosofía.
del lenguaje.
El verdadero pro'olema de comparar diferentes tradiciones científicas nor-
nrales es la inconmensurabilidad cle los estcíndares. En ei procesc de establecer
una tradjción de rnvestigación cientillca normal, ) rnidad cientilica desa-
rrolla ''normas", "reglas", o "estándares". EstL., iactores contribuyen a GI
il
determinar, entre otras cosas, lo que importa como problema pertinente y'io
r-,a^s rEoRí,rs oe LA ciENClA ss

que importa comc solución. Sin embargo, ia doctrina de Kuhn sobre la


prioriaáA de los paracligmas (es ciecir, los modelos) sosiiene que los estándares
que una solución
están determinadcs pcr 1os modelos, no a la inversa. Se sigue
nueva a un problema, la cual se remita a un modelo nuevo, violando así los
estándares de la tradición áé investigación más antigua, no
puede ser reco-
nocida como solución por esa tradición. La solución ai problema de los
espectros atómicos que a-;ela a valcres cuántjcos del inte¡cambio
de energía,

) por .jerrpLo, no podría ser solución dentro de la tradición clásica que suponía.
continuiáad. Así pues,:a1 reconocer verdaderamente como tal a .aa nue\/a
)
solución, los cientíiicos crean una tradición nueva y, por ence, niievos
están-
) dares. pero su decisión previa de aceptar 1a nueva solución no está-
gobernada,
, por lo tanto, por ningún estánder. Se trata de una acción auténticamente
, revolucionaria en el senticio pclítico clásico'1e
) Naturalmenti que el problema desaparecería si existieran estándares de
) elección independientes de cua-lquier tradición de investigación de la ciencia
) noimal. pero l(uhn {Ig52,93) niega esta. pcsibiiidad: "Al igr,ra-l que en ias
re,.,clucicnes políticas, err la eleccióli de pala-diglria no hay estáir¿¿¡,ie iila)or
) jerarqtiía que el ccnseniiri-riento de Ia ccpunidad peitinente"-
) Só1o podemos estudiar los ciii,ersos procesos eil ','irtud dc los cuales ios
) científicos llegan finalmenie a pcnerss de acue rcio sobre un 1Ll'.3vo cc:l-iunlc de
) moclelos. Entre ellos están las técnicas cle persuasión y la lenta agonía de los
a partidários de la antigua traCición-
a
a
a Rel at iv is mo y co gnoscit iv is m o
a ljna acusación comirn entre los ii1ósofos la ciencia ha sido la de que ai hacer
cle
a todos los estándares científicos inte¡nos a la tradición de investigación de la
a ciencia normal, Kuhn hizo de su exposición de la ciencia a-1go fatalmente
a relativista. Para evitar ese relativismo, lo que suele hacerse de ordinario es
a suponer que C.ebe haber estándares cie contenido neutro aplicables a cualquier
a trádición científica normal.
¡ Sin embargo, existe una forma de evitar el rela.tivismo sin recurrir en lo
a absoluto a los l está-ndares". Consiste en ceiiirarse en'los procescs cognos'
citivos, como los que intervienen en la representación y el juicio, y los cuales
a comparten todos los científicos. Hasta cierto punto, I(uhn rcconoció esta
a posiÚifidad. Apeló a ia noción de "interruptor gestaltista" para explicar cómo
a los científicos cambian de una tradición a otra: cómo llegan a considerar
a ejemplar una solución dada. Es claro que la cai;acidad de hacer este cambio
a no depende de haberse adherido a ninguna tradición científica normal, sino
¡ que es paite de la dcta-ción cognoscitiva natural de tod-o científico.
a Por desgr acia,la-capa-cidad de experin:-rtar giros gestálticos cie la experien-
¡
60 LA E,={PLiCACIÓN DE LA CIFI']CIA

d. tuputidad ccgnoscitiva sobre 1a


cia erzprecisarnente una forrna equlvoca"áá
1-a- ca¡acterística principal cie
cual constiuir un ba.l¡:alLe ecÍi-Lf ?- ei relaiivisi:rc. q'ue exista
eSOS "interruptC; rS" ei
que eii-'r¡e ]'ven un ca¡irbio de ia percepción::in
Pero tales capacidacies cogl-Ioscit¡i as
un cambio corres,oondienle en el rnundo'
+'cde-s 1as capacicades humanas -r:a-ra interactuar
diííciimente porjrían agotx ctras capaci'dades; Fo-
con el nrundo en el plaao cognoscitivc'investigando de investigación no se
dríamos ver por q,.,á *t relativismo ie
las tradiciones
desprenderr...ruri*entedeunaexpiicaci.óndelacienciaenqueiosmodeios
constituya.n estándares prima-rios
y áorrcit no existen estánclares alsolutos de

P no caAivlAs Y TRAD ic lci\iEs

Entre los muchos cr'íticos f-ilosóficos de


Í(uhn, Imre La-katcs y.L1"y Laucan
cada unc, poi su parte, ha desarrollado
son los que se han atra:.do más atención.
su ;-'r';pia expiicación de Ia ciencia'
la cual concue¡da con liuhn ti.t.-l^i:^:
ál d.ru.rollo histórico,'pero se aparta de él por sei una ei:po''clon
ár,. ^ii."¿.
d'z|progresoracianalmásqueclel:..-;rodesairol].onatural.21

Lometodologiacelosprogramasdeinves;tigacióncientífica
de investigación ciel]1f]:^ eS una
La metodología de Lakatos de los plogramas
de Popper, Kr-ihn y Qr;ine y tal vez'
audaz mezc¿ade ingredientes tomados
como ha señalado Hacking (1979), ;on
una pi'izdel estilo húngaro de f{egel
yMarx.ElpropioLakatospresentósuteoríacomounamejoraa]rametodc- como
de Popplr, iacual había sido presentada por Poppei
1ogía refutacionista
y al " ccnvencicnalismo " (Lakatos 1 970'
i'91 1)'
una mej ora ai "inductivismo"
l-akatosempezóporConCordarconPopper:nqueel'prcblemafundanrental y la
proveer ,,roa clemarcación entre ia ciencia
de la tecría c1e la merodcl0gía es
como criterio de demarcaciÓn'
no ciencia. Popper propilso la refutabiiiclad
d'e que' según la.reforrnuló
pero Lakatos se tomó a pecho la opinión de Kuhn . .océano
, ( 1970,
,iu.,, en un de anomalía-s,
pintoresca*.,,,., .odas ]as teorías
una lalsa consecue*cia de ia teoría-'
135). A-1 interprátar la anom,iía como que todas las
popper, de acuerdo con Lakatos, habría tenido que concluir mostró
refutadas y, por tanto, deberían rechazárse' Pero' como lo
teorías está-n
luces nC eS lo que acontece ni siq'-riera
Kuhn én repeticias ocasicnes, esto atodas
en los ejemptos pri*u.ios d¡ la erun
.i.n.ia. Ei criterio de deraarcación
establecido pcr plop.r, concluyó
iakatos, es dernasia.do infledble'
la
tesis de Duhen-r-'Quine' según la cual
En consecuencia, Lal',atos abrazóla
LAs rFoRÍas »e LA cIENCIA 6t

recurriendo a "hipótesis
refutación de cuaiquier teoría puede siempre evitarse
aw.iliares" aCecuad.as. Sin embargo, este reculso
lc ponía en peligro de
el cual é1, igual
cclocarlo nuevamente en el terreno del "convencionalismo",
convencionalismc, Lakatos introdujo
á1. pop, er, rechu.aba. Para evitar ei normal interpretada'
irrr. r*iár.te a la idea kuhniana de la tradición científica (1970'
ahora, como una Sucesión de teorías aunada a regias metodológicas
eS una sucesión de
132):" Lo que se evalúa como ci.entífico o pseudocientífico
con reglas meto-
teorías y no una teorí a d.ada". ljna sucesión cie teorías
doiógicas constituye un "progÍama de investi gacg-\:l: . -
posee tres
f¿?t exactamente, el programa de investigación cle Lakatos
que cOnsiste en un "Éú-
Coaponentes. Primero está la cornponente teorética,
de "hipótesis auxiliares" '
cleo duro" de leyes y un "cinturón de protección",
individuales
co¡l].o los empiristas 1ógicos y Poppe r, Lakatos concibe las teorías
o rnodélicos de
como conjuntos de enunciados. Los "paradigrna-S concretos"
Kuhn no desempeñan papei alguno' La seg'-rnda- componente es la "heurística
pa"ra
nega-tiva", regla i-..-;etociológica qtle proscribe ei uso de contraejemplOs
de e''¡itai
refuiar1o: asei.tcs perlenecientes al núciec duro. I-a refulac!ón se ha
i¡iedienie ias aOecuadas acliciones o sustracciones al coujlinto de hipótesis
alu<iliares. La tercera Componente eS |a. "heurística pcsltiva",
la cua-l e stablece
qué
ias directrices para el deso.rroilo futuro y proporciona sugerencias sobre
tipc cle hipótesis au¡iiiares nue\¡as podrían ser Í'r''icríferas'
. lgit :1 que Kr-rhn, Lakatos encontró apoyo a su punto de vista en la historia
de ia gravi-
de la iriecánica newtoniana. Las tres leyes de }.Iewton más la ley
tación universai constit¡-ryen elnúcleo duro' Cuando se presenta la a-menazade
a-l núcieo- Mas
sncn-r&lías, como la- del movimiento de la luan, esto no impugna
bien, los recursos implícitos en el núcleo duro, como las fuerzas el momento
y
que
angular, puecien usarse para preparar hipótesis au-xiliares adicionales has+'a
la ábservación ilegue a concordar con e1 núcieo duro.
I-akatos evaluaba los programas, no 1as teonas ya Sea como "prOgreSivos"
O "degentraiivos'r. Pa¡a que Sea progresivo, el prograilla debe usar
cOn
p.ou.Áo su heurística positiv a paiapred.ecir fenómenos nuevos o novedosos '
bn este sentido, Lakatos siguió a Popper en cuento a suponer el valor científico
de un rnayor contenicio de verdad. Un programa que puede tener
éxito en io
del
tcca.nte a explicar ienómenos iirventando hipótesis auxiliares sólc después
a-ccntecimiento, se dice que eS degenerativo. A1 respecto, Lakatos compartía
e1 disgusto de Popp., pot las maniobras ad froc. Sin embargo,
no todas las
prediJciones necssitan ser afortunadar;. De hecho ni siquiera la mayoría de
L¡ur. En este respecto, Lakatos puso d-e ca'oeza ia rnetodoiogía refutacionista
de Popper. Fara-Fopper, las confir¡naciones tienen poca imporlancia; lo
que
i*pc.lá son las refutacicnes. Pa.ra Lakatos, las refutaciones tienen poca
imporrancia; son las conflrmacicnes lo que importa'
Según la teoría de Lakatos, la competencia se susl¡la entre los programas
de
62 LAEXPLICACIÓN DE LA CiENCIA

que un piograma más


investigación. La revclución es sancillamenr"e un CaSo en i
probiema i1{e-
nuevo se impone a otro anterior. Pa-ra i{uhn no existe e1' i
penCiente ¿eii et cambio significa un pÍogresc. Pa¡a ei prcgreso
no hace falia
i
mas que Ezr\ai la iealtad la áayoría de ios científicos del área' A esto
!u.Il:ot ;

''irracional.ismo". La suya es una teoría del ''piogreso racional' : (197 0 '


1o llamó i
93), que ocufre únjcamente si el programa de éito es en efecto más progresista ,

cie este autor'


que los ante;iores de acuerdo con las nor::nas de la metodología
Lakatos, por 1o tanto, pretendía reinstaurar Ia distinción fundamentai,al
'
I

;'lógica" de la ciencia y su psicología o sociología' i'


empirismo iógico enire la
nlirizoequiparabieta]distincióncon1aqueexisteentrehistoria,.intei-na,,e
iristoria..externa,,.Sielprogramaquepreva1eceeSrrrásprogresistaqueSuS
riva-les según las normas de Lakatos, todo lo
que se requiere pala explicar el :

interna de dicho
episcdio como parte cle la historia de la ciencia es la historia
caso sería super-
episodio. Indagar;ntrelos hechos sociales o psicqlógiccs de1
f1uo.Sólosenecesitarámayorexp1icacióncuandoeiprogramahistóricamente
exitosoSealnenoSprogresistaquesusrivalessegúnlasnormasdeLakatos'Así,
por qué la
debemos volver u la-psi.ología y a la sociología par;i e;<plicar
comunidad cientifica no sigr-rió el camino del "progreso ragionai"'
Kuhir, quien no reconocía otras normas que las comprendidas en
una
tradicióndeinvestigaciónparticu1ar,bienpodríaponerente1adejuiciolos
clel progreso
fundamentos para que Lakatos afirmara que su explicación
por haber reco-
racional es la correcia. Se ha de conceder crédito a Lakatos ,

nocido este tipo de objeción y actuado en consecuencia. Él acuñó


el término
,,metarneiodología" purureferirse ai método "cuasi erapírico" en virtud del
i

juzgados como progre-


cual los p.ogru*"us de investigación metodológicos son
sivosono.Elmétodo,inrpIícitoenSucríticaaPopper,consistesenci11amente
en ver qué explicación melodológica "puede reconstruir
como racional más de ,

,
ia actual ciencia grande, (1911 , 1 17). Más adelante consideraré las perspectivas r
.

de la "metametodolcgía".

Los problemd-q Y el Progreso :


,:

ElprogresoySuSproblemas(1g11)deLauc1anfueunintentode,eIaborar..un4)'
modelo potencialmente más adecuado de la racionalidad
científica" (1917.' ';

esdecirunmejormodelodelacienciaqueIospropueStoSpCrIosempiristasen
lógicos, Kuhn o l-ututot. Al igual que estcs dos autores,
Laudan se centró ,

ra tradición de ra investigación como "unidad


primaria del análisis racional" :

diferencia de Lakatos, consideró que el


ogl-t, 5). Al igual que Kuhn, pero a problemas' :

objetivo primario ¿e ta tradición Ce investigación eta solt¿cionar '

y de Lakatos' reconoció
no generar.onr.rridos nuevos. A diferencia de Kuhn i
doicategcrías de problemas funCamentaimente distintas' '
LAs rEoRÍes oE LA ciENClA 63

Los tipos estándar de problernaS, que Laudan liamó "empíriccs", Se generan


por descubrimientos científiccs que nc tienen explicación en razón de la teoría
actual o, lo que es más gravc, parecen ser contrarios a ella. Para Laudan, las
anomslía,.r se presentan en una tradición dada de investigación sólo cuando
cierta teoría de la tradi cíórt rival resuelve el problema. Un problema es "resuel-
to" por la teoría 7 "si T funciona (significativamente) dentro de cualquier
esquema de inferencia cuya conclusión sea un enunciado del problema" (19'17 ,
25).
Laudan llamó ''conceptual" a ia segunda categoría de problemas y ciasificó.--
algunas variedades. Los probiemas conceptuales son: scbre todo, problemas
"que presenta una u otra teoría" (1977, 48). Los problemas conceptuales
pueden ser internos, como cuando se sospecha inconsistencia de una teoría. O
pueden ser externos, Como cuando, por ejemplo, la teoría de que se trata entra
en confiicto con otra teoría o con puntos de vista "metalísicos" más generaies.
El ejemplo más ciaro de problema conceptual e;<terno es la dificultad de
reionciliar la "acción a dista-ncia" gia,iitacional de Newton con la entoces
pre.,,aleciente "filosofía mecánica". Cornc reqla general, Laudan ccnsideraba
que los problemas conceptuales eran más impcrtantes que las anomalía.s
empíricas.
La evaluación racional de la tradición invesiigadora se lleva a cabo evaiuan-
do la "eficacia en cuanto a resolver problen:as" de sus teorías coaponenies
(Laudan 1917,68):

La eficacia general en cuanto a resolver problemas que tiene una teoría se determina
evaluando el número e importancia de problemas empíricos que la teoría resuelve y
deduciendo de ahí el número e importancia de las anomalías y problemas concep-
tuales que la teoría genera.

Laud¿,-t no proporcicnó el calculo mediante e^ cua-l pueden hacerse esas


evaluaciones. l'4i sospecha es que tal cálcuio no es pcsible (Newton-Smith 1981 ,
192-r9s).
Una de las principales coniribuciones de Laudan ha sido distinguir entre
varias "actitudes cognoscitivas" diferentes hacia las teorías y tradiciones, en
particuiar la "prosecución" y la "aceplación". Después de todo, puede tener
sentidc que un científico prosiga una línea de investigación aunque por e1
mcmento nc constiluya el enfoque de mayor éxtio. Como Kuhn y Lakatos,
Laudan insistió en que tales juicios son todos comparativos. Así pues, afir-
maba, es racional proseguir una'tradición de investigació:i si el índice d.e
eficacia en resolución de problemas es mayor que el de sus rivales. Estepuede
ser el caso aunque la teoría más reciente en una de las tradiciones rivales tenga
la mayor eficacia general en cuan-Lo e. resolver probierna-s.22
Como i-akatos, Laudan usó su teoría de la ra.ciona.lidad científicap ai^trazar
CIEI'{CIA
/A LAEXPLiCACiÓh{ DE LA

e;'lterna Y ia inteina. De esta


fori-na-'
una iínea divisoria" entre la histoia
d.e ariacionalidad" (i 97 7,202): "La socioiogía del
iaticdujc la "suPcsición ias creencias si Y só1o si ta-ies creencias
no
exp Lica¡
conoci¡triento Pu ede entrar
a
fueción e sus máitcs racionai es." I-au'dan hace el
pueden e;<Piicars e en ci
(1911 ,202-3):
siguiente Pianlea'mr eriro

"siemp" q" una creencia


Lasuposicióndearracionaiidades,tlebernosSubrayar,unprincipion,etoc.ológico, pueCa
m;áil;; .ro áfir,r* lue
no una doctrina .rrtorr..r. no puedá haber sido
socia*nente I

expLicarse o.atur,tl'i;;F"d*:,*ur, más débil en ei sentido


ce que
ca.usada,,; sino que hace la propori.iin ai"Ltr*aiica adecuadas' no hay
,,siernpre ou. .,rrru-....r.i^ prld^..;ii:;ü.peciian-r:.r^razones
función de causas sociales'
necesidad dt b":":T;Jffi;'iló;;
trabajo entre
establt:t
E1 principio oe arraciona-lidad ' (lg'77 '202) ' división
-^:'^:T'"d'i''¡isión,.Je
sccióiogo dei conocirniento'
er historiador de r"Jiá.á, v er
fu'o'utle al historiador de 1as ideas'
que es claramentt

Lo metdntetodologío
..metame|odología,,
Como se indicó arriba, Lakatos
introdujo el término
1a superioridad relativa
de cualquier
para describir su rrr¿to¿o para invetiigut (!977
¿.i*¿toáo científicc' En El progreso y sus problerrtos '
teoría propuesta
Cap'5)Laud.anadoptóunaestrategiasimilaraPnquediferenteensuspor-
mencies' r^r^!A-:^4 de Laudan
'stíaenbusc¿"rprimeroun
luestrategia metametoCoiógica ::nslacerca de ia racionalidad
preanalíticas prefericias
conjunto de "intuiciones en ia historia de la ciencia'
científica,, (lgl.t, 160). Es cecir,-^i";;rncio
encontramos (1977, 160):
y rechaz-o de.teorías respecto de la cuai la
una subclase de casos de aceptación científica tienen fuertes (y parecidas) in-
mayoría de las p.rrüuJ .o.,
á¿'".u.ión
tal vez todas) de las siguientes:
tuiciones, grtu.rrr. .o*prenderá.m"t'r'^t-ii"truso rechazar Ia aristotélica hacia'
(1) era racional mecánica-n.*1,l"iu"u v no tenía
digamos, i800;."Jp;;;l;
,1111*rár"á.^iqzó fue irracional creer que el átomo
partes;

Elsiguientepasoeraaplicarla.metodclogía(lateoríadeLaudan)aestos a resoiver
casos preferidos (cp) para
cleter*lrrur 1a efiácia relativa en cuanto
probiemasdeiastradicionesencuestión.Lacomparacióndelaeficacia
más prog'esiva y' así' cuái debió
eraen efecto
calculada nos dirá qué traclición
aceptarsedeacuerdoconlametodologíadeLaud'an...Eigradodeadecuación
proporcional alnúmero de cP
t.o¡o je ia evaiuación cientíñca es
de cr_ralqr-ii.,
LAs lEoRíp.s oe L¡. crENCrA 65

a ios que puecia hacer justicia" , l 6l ).


{1971
EI principal problema con cualquier mete,meiodología de este tipo es que
no pueie evitar el relativismo que se ie criiicaba a iiuhi-r. Empezancio pcr
nuestras inluiciones preanaiíiica-s, o por nuestrosjuicios de io que constituye
ciencia grande, cian por sentadas interesan¡es cuestiones sobre el relativisi-no o,
en el caso cie Lakatos, ia demarca.ción. i*{i Lakatos ni Laudan en-lpezarán por
j'azgar que la astrcicgía olaparapsicología cuentan corno ciencia en grande ni
son a.ceptabies racionalmente.
I{aciendc a un lado ia cbjeción fundamentai arriba expresada, supcngailics
que Ia metodología de Laudan concordara con todcrs nuest¡as intuiciones
"''--preferidas. ¿Pod-ríamos confiar entonces en que constituye "una explicación
sensa-ta. de lo que entenciernos por racionalicad"? (1971 ,161) Tal parece que
eso no es lo que se sigue. Lo más que puede concluirse es que Laudan identificó
un sínlon'ta suma.mente confiable del funCainenio para nuestros j uicios preana-
líticos de aceptación y rechazo de teo¡ías. Pues supongamos, al contrario de
Laudan, que nuestrcs preanaiíticos se fundan realmente en la evalua.ción de 1a
verciad aproximada de las teonas examinada.e, y que con:rideiarlcs la efitacia
en cu anio a re sclv'er problen-ras nuesll.a mej or prueba rj e I a ve¡ciaC aoroxin u,Ja.
-;
",1 nietodo cie e','aiuación d: L¿.r-r,ia-t pe¡,-:-ritiría eiilonc¿s ios rnisrnos j,-iicios
de acepiación y rechazo, perc no pciría aprehenCer el iunc'iarjento real de
nuestros juicios.
La rnetameicdoiogía de Lauia.n, en su mom?nlo de mayor éxito, tan sóio
nos pcdría decir qi-ie hemos descubiemo la ciescripción general Ce situaciorres
qr,re intuiti'¡amente consirieramos casos cla¡os cle acepiación o achesión
racio-
nal. Podemos haber identiiicado coi-rectamente el componente ciescriptivo cie
Ia il'ietociclogía sin aprehender su fuerza normativa. Afirinar que heinos
capturado ei coi:iponente normativo requeriría que hiciéramos los juicios que
hacerrics debiCo a consiCe¡aciones basaCas en la. eficacia relati.¿ a alasolución
de p;oblemas. En términos kantianos, la metanretociología de Laudan pcdría
cuando rnucho mostrar qlte actuario;r de confonnidad con su metodología, nc.r
que aciuamos sin tenerla en cuent:. Fio podría d,emostrar clue su meiociología
está reainente comprendiia, comCI ncrma en nuestros jücios.
Este punto se desta.ca a-ún rriás si consideramos no tan sólo nuestras propias
intuiciones preieridas, sino la de los a-ctores histó¡icos de los episod.ios con-
siderados. LauCan no interita-ba demostrar que los cientíiicos de los contexics
históriccs hay¿p hecho los juicios qu-e hicieron debido a consicleraciones
tocantes a Ia eficacia en la solución de probiemas. Él se contentaba con señaiar
Ia correia-ción entre sus juicios firra-les y nuesiros cáiculos de la verdadera
efica-cia en cuanto a la solución de problemas. Esa es una prueba. insuficiente
de que tales consideraciones se hicieran normati,¡a-mente en su mcrÍiento. por
consiguiente, ni siquiera ei éxito metameto d.ológíco justificaría usar la meto-
doiogízl coíno base para explicar ciertos acont.ecj¡:ientos iristór,los.
65 LA EXPLICACIÓN DE LA CIENCIA

Por 1o que hace a1 propio Laurl;:n, scn innecesariOS más argumenios


en
r¡eta-
conlra del programa de metametociología, pues ahcra éi rechazaicda
metodología "intuicionista" (Laudan 1985). Su aclual
enfoqueala'evaluación
de las metodolegías es rnás einpírico'

El modelo reticular
que ia racio-
En La ciencia y los.talores (198aa) Laucian empezó señalando
poseedora cie estructura
nalidad científica se ha considerado usualmente como
jeriírquica: ias teorías se justifican (en relación con las pruebas) refiriéndolas
justificarse recurriendo a ob-
a reglas metodológicas que, a Su vez, pueden
jetivos más gene.Il.r. La justificación sólc transita en un sentiCo'
de los
lógicos' incluido
objetivos generales a las teorías especÍficas' Los empiristas
popper, cánsideraban generalrnente la elección de objetivos como un asunto
de relativismo, porque
de,,convención,,. Nc les preocupaban las acusaciones
sus objetivos eran io
suponían que tanio sus reglas metodológicas como
CUaiquier cOntenidO
sufic.ientemente ab-stractos ComO para estar exentos de
en un 'solo
específico. Por contraste, ei paradigma global de Kuhn,comprendía
páqr.t. unificado teorías, mérodos y objeiivos. De tal suerte, cualquier
elec-

ción entre paradigmas debe ser no racional por no existir metodologia


u
de ia-s
objetivo neutralei a los cuales se pueda apelar. Desde la mayoría
1as teonas cien-
perspecrivas fllosóficas, el connencionalismo, en el plano de
tíficas, es una forrna de reia¿ivismo' t .
la cioctrina
Laudan conserva 1os componentes de lá jerarquía pero desafía
según la cual la influencia racional sólo se da en
un sentido' VIá's bien'
puesr"os en
ur!u*.n,a Laudan, Ios objetivos cientíiicos gerreraies pueden ser métodos
los
tela de juicio sobre la base de que no pueden lograrse con
De igual
disponibles. Y esfa base debe, a su vez, estabiecerse ernpíricamente'
con los ob-
modo, las ieorías especíiicas deben concordar adecuadamente
no
jetivos generales,.o*o la generalidad pero, en tanto que hecho empírico'
,., ,ur..ptibles de autenticación por los métodos aceptados' Eso' Nótese' argttmet:rta

I-audan, eS una base racional para adoptar métccios diiereltes'


sin
todos del tipo instrumen-
embargo, que estos recursos ala"racionalidad" Son
tal cle medios y fines (Laudan 1987)'
una tiacia interac-
Así, en lugar de urra jerarquía estricta, Laudan nos ofrece
en la f\gwa 2'2'
tuante de teorÍa, m¿tá¿o y objetivos, como la mostrada
un paradigma globai
Mediante Ia identificación de una triada particular como
paradigma a otro en una
lkuirniano, Laudan alega que podemos pasar de un
racional y nc
serie de pasos, cada uno de los cuales es instrumentaknente
del cam-
afrrmaba Kuhn-= en un salio de fe no racional' L'a apariencia
-ccmo
bi;;;*;igmático globai en los ca.sos históricos es, argurnenta Laucan'
es ur1
LAS TEoRíes oE LA cIENCIA 61

demasiadc lejana' A menor


prod.ucto secundario c1e la perspectiva histórica
graduales'
áirtu,r.iu, al'irma, vemos can-ibios más pequeños, más
tuf étodos

Teorías r ll lU§
Deben armonizar
(1984a, 63)
Figura 2.2 tvlodelo reticular de Laudan. Tomado de Laudan

Cor:ro ya 1o han a.dvenido varios con'¡entarisras (Doppeit 19E6; Lugg


1986)'
cie los paradig-
no eS en absoluto claro que el cambiar cac,avezun coinponente
mas dé por resultado un ca-¡libio general más racional
qi:e el cainbio total que
p.oponi Kuhn. Pare ce posible hacer cambios racionales de niro de un coraplejo
.,-,V" adoltción, en general, no sería racionai. De igilal forma, una
t¿cría de
córto cambiar raciónalmente los componenies cie un paraciigrna no es sufi-
también
ciente para una teoríageneral de la racionaliriad científica. Se requiere
eso aún no
uno *rn.ra de evaluar raciona-lmente la totalidad del complejo. Y
1o proporciona Laudan.

El rechazo del realismo convergettte


Lakat'os
Un punto de acuerdo entre ei empirismo lógico y la tradición de Kuhn,
y Laudan es su rechazo al realismo científico. Pero únicamente Laudan hizo
explícito tal rechazo (Laudan 1981a; 1984a, Cap. 5)' En efecto, él consicleraba
sus argumentos Contra el realisnic científicg como un ejerrrplo de
córno puede
,-,r,o uiu, los hechos sobre la teoría y el método aceptados para argúir
contra
ia axioiogía. Vernos aquí en acción ei modelo reticulaf Ce la racionalidaci
cíentífícal
Resulta interesante que Laudan no haya negado que las hifótes5 teo¡éticas
puedan referirse a enticiadgs y proce¡os reales y, por tanto, ser literalmente
ierdaderas o falsas. A esto le UamO'reaJismo semántico. Lo que rechazó es el
r;;il; epistemológico, grosso modo la afirmación de que muchas Ce nues-
tras teorías científicas actuaies son en efecto ai menos aproximada'mente
verdaderas. Tales aflrmaciones, según ic ha argurnentado Lauda:i, son ab-
soluia¡1ente iniunCadas. Sus argui::entos en apci¡o de este pulto cie'¿ista soa -i
lluÍnercscs.
Tal vez 1a. principai preocupación de Lau'dan ha sido ii:rougrtar ei illíundiCc
p,,-rnto de vista según ei cual ias pretenci,cnes realistas se justifican por el éxito
impírico ie la eiencia. Esto io ha llevarfo a cabo sacando a coiación las muchas
ieorías que en aigún tiempo tuvieion rnuchc éxito desde el punto de v.,sta
empírico pero que rnás tard.e íue¡on rechazadas coiilo básicarnente e¡:róneas
(las teorías dei flogistc, J.a del éter, etcél.era). ¿Por qué, se pregui-rta, ha Ce ser
cliferente nuestra posición frenie a nuestras actuáles teorías empíricamenre
e;,,itosas? En efecto, el hecho de que hayT¡v resultado defectuosas ias má-s de
las teorias pasadas ¡cs proporciona un2-p¡-ueba inductiva sólida de que ei
rnismo ciestino han de lene¡ nuestras actuales teorías.
A tales argumentos ios realistas han responciicio que nuestras teorías ac-
tuaies, coraparad.as con las pasadas, consiituyen mejores aproximaciones a la
verdad. Y puecte esperarse qr-re ias futuras teorías seal aún mejores aproxima-
ciones. Así pues, ei hecho Ce qrre nuestras teorías resuiten a la larga eqnivocadas
en algunos aspectos no es de mai,or consideración. I-o que impcrla es qtte sean
o'aproximadamente" verdacieras y que nuest¡as aproxima,ciones sean.cada vez
mejores (Boyd \973; Putnam f 975). Esia es la lesis q,-re Laudan llama "realis-
mo cortvergente".
I-atrdan considera el recurso a las apro;<imaciones cada vez mejores como el
de ciuiel silba en la oscuriciacl para Carse valcr. Si el éter no e>liste , ti rnpoco hay
sentido ccherente de aproximación conforme al c¡; i1 pueda decirse que 1a teoría
dei éter, en el caso cic ia. ra,liacióil electromagnética-, haya sido aproimacia-
rrrenie verdaclera.2l
Muchcs filóscfos cle ia ciencia aún no se convencen de los argumentos de
Laudan, pero ninguna teoría reaiista de la ciencia puede ser viabie mientras no
Sea capaz de explicar ios testinqonios históricos que presenta Laudan'
I-a influe¡cia de Kuhn sobre Lakatos y Laudan (a-sí como sobre riruchos otros
fiiósofos postkuhnianos de la ciencia) es e.¡idente. Menos evidente es cuánto
comparten estos filóscfos con sus predecescres empiristas, en ccntraposición
a io poco que comparten con Kuhn en el camino cie la doctrina, en cc-¡nt-raste
con el enfoque general sobre ei ciesarlollo histórico de la ciencia'
Los términOs "prOgramas de inveStigación" o "tradiciones" Se Ceiivan ob-
r¿iamente de la noción kuiiniana Ce ciencia normal gobernada por paradignas'
Sin embargo, e1 sentido de paraciigma adoptado es exclusivamente el sentido
global de Kuhn, el cual ccÍr1pr€nde la teoría, el métodc, los objetivos, 1a
áetafísica , etcétera. Así pues, tanto los programas de investigación de Lakaios
comos las tracliciones de in,¿estigación ie Laudan se iclentifican con conjuntcs
de enunciados, es .Jecir Ieyes e,rrpíricas, regla.s metodológicas, etcátera' Las
categoría.s en que Lakaios y Laudail fonnuian sus ieorías son toda-s de este tipo
abstracro. Lcs científicos, tomaclos como indiviciuos, no aparccen en sLis
LriS ÍEORiÁS l-1. Lr\ (-ll:liCi1'. 59

teorías, al igual que no io hicieron en los análisis cie los empiristas iógico's.
Para Kuhn, según yo lo entiendo, es ei paradignia en tanto que modelt't la
que eS principal. Lo que cuenta son los juicios de aigunos cientíiicos, en el
pa¡a futu¡-as
sentiCo cle que una sciución particular proporcicna un modelo
investigacioies. La formulación abstracia de leyes y reglas metodológici'rs
desempeña un papel mucho menos importante. Los filósoios
postkuhniartcs
de la ciencia prácticamen're han sosiayado o rechazado estcs aspectos ciel
,planteamiento kuhniano. con todo, scn precisa¡nente estos aspectos 1o que me
p..... inás sugerenie y proraisorio para el desarrol'lo ulcerior de la teoría'

E i gr¿pIRisMC ccI'JSTRucrIvo

La revolución kuhniana en la filosofía de la ciencia, como Ias más de las


revoluciones, no iue ni instantánea ni absolutarnente general. Para que se
ri:cstrru.atcdisuia[ii:encial-ri.rb,.i.-¡ciicle-c:,sarn-iásr.].c c\ieza.7,c:;.i'auI1er'ionces
?-pe¡iassise hatia ssnii.-io sr: eieclc en ajg.unas árc:ls J.e ia filosci'ra i-e i¿': cie;lcLa'
r-cr cjeinpl.c, ias in.¡estigacione-. scb¡e ios iu;-rr'ie,.i;rai'ifcs cle ia física','ios
estu.Jics c1e probabiiidad e inducción siguieion su prcpio cu¡.srl rncdia:rle uita
gerreració¡i. lisí se e;.:plica que ulio de los iibros recientes que n-iás hal infiiiicio
cri la fiicsr¡fía cie la ciencia, La irutogen ci:riiifco. {\980) cie Varr Fraassen,
mcstrara pcca hueila del pensamientc iruhniano. Coristituye una magistrai
defensa del empirismo que elimina los excesos pcsitivistas de sus p.idecesores'
Va-n Fraassen rechazó la concepción empirista lógica de las tecrías como
sisremas formales interpretados. I.Jegó ctralquier intenlo de construir una
iógica
incluciiva., así cono el análisis lógico de la explicación científica-. Sin embargo,
la explicación positiva que hace Van Fraassen de la ciencia sostiene el a-ntirrea-
lisrno cieflaciona,rio clue inspiró el empirismo iógico. Aquí scla¡i-rente consi-
C,era.ré su visión de las teorías y su a.ntirrea-1ismo, puesto que tienen
que ver
directamente coit temas de mi propia explica-ción'2a

Le rtisión "se¡¡tríntícl" de las tecrícis

Los empiristas lógicos concebían las teorías científicas como sistemas formales
no interpreta.dos que contenían reglas empíiicas de interpretación. tr'n sí mis-
mo, Lln sistema forma-l es un conjunio Ce enunciaci.os ("axiomas") formuiado
en un lengi-raje fcrmal expiícitarn er\ip- caracteizacio. Los elernentos del lenguaje
forma-l se caracle rizabanúnicamente atendie r-;do a.su estructura siniáctica- F>:,
por ejemplc, es una función cle preciicadc de una. p1.aza; Rxl/, ui;ra fl-rnciÓn
reJ.acional de dos piazas; y Fo..LFb, una conjunción de dcs enunciados sin-
7O LA EXPLICACIÓN DE LA CIEI'ICIA

guiares en 1a qrre a y b son los no;irbres de ciertos


objetos. LasreláCr-on:s lógicas
de manera
impcrtant.r, .o*á la inieien ctavá):,1a, también se caractetizaban
inferi¡se váJidamen Le Fa
puramente sintáctica. Así plies, de Fai::'Fb Só1o pued.e
enulciados'
Ii*pl.*.nte debido a ia eitructura siniá:l1i^ formal de estos
{os
y la verdad se incorporaron al
Las nociones semánticas como el significado
de las
,;;;;.*¡lrltt^ lógico de lasJeonas cie manera indirecta' a través
reglas interpretativas eÁpleadas. El tipo cie
interpretación mínima sirve para
y ' lmodelo" '
introducir las importantes ncciones seáánticas de "estructura" I'
de primer orden'
hnaginemcs axiomas formulados en un lenguaje simple
función que asigna
La estructura del es un conjunto de objetos, o, una
y
de L, pares ordenadosde objetos
subconjuntos de O a predicados de una piaza
a relaciones de dos plazas, etc. lJn macleto de leoría
I'exp-f=:esa'ii3 corno

axiOmas en I, es cualquier estructura en q''re los axio¡nas


f
de son ycrdaderOS'
es por Io tanto uu
Ei concepto de modeio, deilnido en tárminos de verdad,
conceptos sintácticos'
concepto semántico, en contraposición a ios
de T requiere deter-
El que una estructura dad.a sea en efecto un modelo
minaciones independientes de la verdad de ios
axiomas' Esto se puede realizar
rnatemáticas' como los
matemáticamente si O es un conjunto de'entidades
de objeros físicos, corno
enteros, o de manera empírica si o es un conjunto
rrc lingüísticas _.con-
los pianetas. En todo caso, 1os modelos son entidades
junios de objetos, no conjuntos de enunciados'
de acciones en ienguaje
Para cualquier teona expresada como un conjunto
que son modeios de esa
formal existe, por 1o tanto, un conjuntO de estructuras
hace aparecer como derivados
teoría. Esta forma de presentar lcs modelos los
del lenguaje en qu. r. formulan los axiomas.
Pero es;a apariencia no es más
que ei producto icunCario de haber empezado
con axjomas formulados en un
estructuras en que los axiomas resulten
cierto lenguaje y haber buscado después
no lingüísticas' pueden carac-
verdaderos. como los modelos son entidades
muchos diferentes lenguajes'
terizarse de muchas formas diferentes, usa-ndo
Esto permite ioentificar la teoría. no con una
formulación lingüísiica en par-
puedan el'egirse en virturi de todas
ticular, sino con el coniurtto de modelos que
las formulaciones lingüísticas posibles'
el' contraste entre
van Fraassen (1 ggo, 44) expresa de la siguiente manera
los enfoques siniácticos y sem'í.rntico:
-,

con un cuelpo de teoremas enunciadcs


El aspecto sintáctico de la teoría la identifica
expresión di esa teoría Es*'o deberá
en un lenguaje particular elegido puá t.
pre.sentar la tebría en primera insta'ncia identifican-
conr,rastarse con la poriUif i¿u¿ áe
En estesegundo enfoque' el semán-
do una clase de estrucluras como sus modelos.
no es ni básico nisingular; la misma
rico, ei lenguaje ,r;;;;;,.xpres^r,la teoría
clase de estrucluras bien podría ¿.scriUi.i.
át *unt'"s radicalmenie diferentes' cada
unacons,spropiaslimitaciones.Losnrodelosocupanelprimerplano.
LAs rEoR í,cs PE LA cIENCIA 71

teorías libera
La concepción semántica de van Fraassen a propósito de las
de su predecesora
al estudio fiiosófico de la ciencia de ios grilleies lingüísticos
empirista iógica. r que ics
,
proptos
Lcs empirista.s 1ógicos estaba-n perfectamente conscientes de
inter;
científicos no presentan sus teorías en forma cle sistemas iormales
'pretad.os. Así pues, el ana-lisis filosófico de cualquier ciencia requería una
,,reconstrucción racional" previa del contenido de esa ciencia en un lenguaje
formal apropiado. Ei hecho de centrarse err los modelos permite evitar
ese

paso. De esa manera, uno es libre de usar cualquier lenguaje suficientemente


de
iico, incluso el lenguaje de los propio-s científicos, al hablar del contenido
cualquier ciencia.

La udecuación emPírica

I-os errrpiristas lógicos dividían el vocabulado de la tboría en "términos ob'


servacionaies" y 'ilérminos teoréticcs". I-oS primeros se reierían signiiicariva-
de sus
mente a aspectos de la vida real; los últimos derivaban su signiñcailo
conexiones lógicas con los términos obscrvacionaies y entre sí mispos'
El
resuliaCo fue un insrnrmentalismo en relación con las supuestas "entidaries
teoréticas" de la. cietrcia moderna. i

Van Fraassen rehabilitó una sutil versión no lingüística de esta distinción


entre lo observable y 1o teorético. El resultado, estrictamente hablando,
no es
un instrumentalisrno. Es, en cambio, una forma- de antirrealismo' La forrtu-
(1980' 64)
lación compendiosa que hace en "La nueva imagen de las teorías"
clice:

presentar una iecría consiste en especificar una farnilia de estructuras' sus modelos;
y, en Segundo i..rgar, especificar ciertas partes de eso: modelos (las suÓesf n¿cturas
bmpiricá$.o*oiut ¿idatos para la representaci.ón directa de los fenómenos obser-
vables.

Dicho breveiriente, Los modelos tienen dos partes, una subestructura empí-
rica y una Superestructu.ra teorética (en este úitimo caso, uso mi propia
terminoiogía, no Ia de Van Fraassen).
Van Fráassen no negaba que la superestructura teorética pueda representar
carac:terísticas d.e la vida real. En las categorías empiristas 1ógicas los
términos
i."rJti."r pueden referirse significativamenle al mundo, y los enunciados que
emi:lean dichos términos pueden ser iiteralmente verdaderos en relación con
ta viOa real. Sin embargo, negó que la ciencia necesjte preccuparse por la
coÍresponde¡rcia entre la superestructura teorética y el mundo. Para los
propó-
sitos de la ciencia es suficiente con que exista correspcndencia entre la subes-
12 I-A EXPLICACIÓN DE LA C]ENCIA

A las teorlas (conjuntos de


tructura emPírica Y los fenórnerros observa'oles'
se les caiiñca de ' 'empíricarnente
rncdelos) que exhiben e sta correspondencia
sostiene que la cienci a nc aspira a ia
adecnadas". Ei emPiri'smo c onstructivo
ente a 1a adecuación emPírica'
comp leta verdad litera-l, sino simpl'ern y
.4. veces Van Fraassen
(i980, 69) concebía 1a d-istinción entre realismo
de 1,.i. "creencia" y la "aceptación"'
ernpirisrno construct-ivo ei1 función

Tenienc]cenmenteestanuevalfllagendelasteorías,podemosdistinguirenlredos que
frente a la teoría' Podemos afirmar
aptiludes epistémicas que po.c1e*ári¿oprar fiel' hasta ei
es verdadera (es clecir, que tlene
un modelo que consiituye una réplica
u*..ltu t"t"n ella; o podemos afirmar
menor cletaile, de nuestro *,.r"áo>, V
pidienao su aceptación como tai' En cual';':ier
simplement. iu u¿..ración eropírica,
caso rlos arrresgamos; 1a aclecr-ra.iO"
L*pitica va i'aucho rnás allá de 1o que poriemos
ConCCerenunmomentociado...Sinembargo,existeunadiiel.encia:laaserciónde
que 1a a-serciÓn de verciad' y 1a restricción
adecuación empírica es mltcho *á
a¿Uit
libra de la metafísica'
en cuanto u utt'ftu'lu nos

Libera.rse de ia rneta.física fue


un principic fundamental del credo de1
er-npirisn-ro Iógico.
Unadeclaraciónmáscompleradelcredod'eipropioVanFraassenapalece
ya hacia el finai de su iibro (198C' 202-3):

Serempiristaesapartafsedelascreencias."-..:doloqueesténrásalládelos
fenÓmenosobservatllesrealesynoreconocerningunamodalidad,objetivaenla utra
naturaleza. Elaborar una explicáciá
ttpítica de la ciencia es presentarla corno
empírico'
áÉ verdad sola'mente en el mundo
explicación que envuel,e la_bisi-u;; un fenómeno
vez que ,a actividad científica es
en lo que es ieal y observabf.. lo¿u ir acorrrpa-
.11u .rpti.ación de la cienctl-1:Ot
culrr-rral sumamenre rico y .o,rpiJo, concepiual'
á*plicación científica' el cornpron-riso
ñada de teorías auxiliares ,o¡,.i" p"io un resueltc
en lodo riomento debe suponer
el lenguaje modal y mucho *ár. observable de la
rechazo a exigir una explicu.iá
;; l^t regularidacies en el cursoallá de lo factual y
ccncernientes a una realidad más
naturaleza, mediante verdades
;^"; no tiene lugar en la empresa cientÍfica'
observable, por ser .rnu.*rg.n.;;

concibe alaciencia como una empresa


El empirisrno ccnstructivo, entonces,
su confrontación con los fenómenos
que supone la construcción de modeios -i
empírica'
cbserva.bies para iuzgr su.adecuación
Avecesparececcroosiestairnagensepresentalameramentecomouna van
de la ciencia' orras' sin embargo'
explicación filosóficamente pcsibie la adecr:a-
en cuanto a afirmar cuando menos
Fraassen (1980, 73) es explÍcitO un argumento
de la ciencia: "Existe también
cién empírica de su propia teoría
a saber: qup confiere mejor
positivo en favor Cel emplrismo constructivo'
sentidoalacienciayalaactividadcientíficaqueeirealismo,,.
he cie poner acluí obje.ion*' a csLa
afirmación' En capÍ'rulcs ulteriores
f-Jc
I-AS TEORíaS DE L.+ CIENCi'" 7i

| constructlvg' a
a]go así ccmo la parte "Constructiva" del ei'rpirismo
^d.opr-uré A1 resultacio le llamareinos
1& yazque recha zaré elernpirismo concomita-nte'
r eo I isrn o co nst ructiv o .

El PaoGEAMA FUFR-TE
mertoniana de ios
I-a obra- ,Je l{uhn tuvo poco efecto inmediatc en la escueia
Su influencia en }a socio-
scciólcgos estadounidenses de la ciencia. E11cambio,
Bretaña, y aun entonces
logía de la cienc ia apa.reció por prirnera vez en la Gran
la Urudad de Estudios
no tan dtrecta.raente en la sociología como alrededor de
finales de ios años
Científicos de la Universidad de Edimbirrgo. Formada a
sesenta por David Edge, c|enlílico convertiCo en
sociólogo de ia ciencia' ia
y sociólcgcs
rnencionada Unidad reunió a un buen número de histcria'dores
ent::e los cuales se encontraban Ba-rry Barnes, DavirJ
Bloor, stephen shapin y
cle esie
lr""lá ¡rlacf"erizie. A pi'incipios dt. ics años ocl:errta ios nielr.r-i"'¡:osa forr-ra¡
gi,Jpc, junio ccit otros aiiaccs britáiriccs y':uropeos, sr: ciedica'oan
sigtio iniudabie o¿
antoiogías ie ariícuios escritos a pa-rtir de su peispectiva,
q.:.e ei r--,Ovimiei,,io alcanznba Su i::arJui'ez (o de qtre al ii1eno-i
ls buscaba)'25
i{.,-rtin, natu¡:,iileiite, nc eraia unrc¿ i,rel,.rc te iuspiriiciÓirpa-ralcsrgie'rnbics
ce la escueia cir Edimburgc. Eri cierics ca:os ni siquicra t'ue ei principai
genere-l del cono-
inspirado r. Lairispiración provino ia¡rbién de ia socioiogía
cimiento según r. .*pon. en Durkl-reim (19i5) y lv{annheim (L952')'
en la-
(1958)' en
filosofía de Wittgenstein (1953) y sus seguidoies, como Peter Winch
1a antropolcgía de Mary Douglas (1970), eii la "teoría-
crítica" de Jurgen
i{abermas (1912) y en la etnometodología de Harcld carfjnkel
(i957)' Fue
Les liarnó
Davici Bloor {1g16,4-5) quien ba.utrzÓ ias corrientes relacionadas'
''el Prograrna Fuerte en la sociología dei conccimiento cientíñco" '

i-a sociología del conoci;niento científico deberá apegarse a los cuatro principios
siguientes:
suscitan la
/) Ha de ser causal, es decir, que Se ocupe de la-s condicicnes que tipos de causa
cree::cia o los est¡-dos del conocirniento. b]aturaimente, habrá otros
aparte de las sociales que contribuirán a suscita-t'el conocil::;¿nto'
' 2)Ha-de ser imparJial con respeclo alaverdad y la falsedad, ia racionaliciad o ia
irracionalidad, eléxito o ei fracaso. Ambcs térinincs de estas dicotomías necesitarán
explicación
^3)
Ha de ser siméirica en su esliio d.eexpl-icación. 19, mismos tipos de causa
explícarán, por ejempio, las creencias verdaderas y las-faisas'
4) ]Ela. de ser reflexiva. En principic, sus pautas de explicación habrán d; ser
a.plicabies a la prcpia sociciogía-
Estos cuzi¡o piilcipios, áe causeJiciad., irnparcialidaC, simetría y reflexividad
iefinen l¡r qr:e r.lla*u.á el progiarna. fue¡te de ia socioiogía del conociniento'
,74 L,¡T EXi:LICACIÓ}J DE LA CIENCJA

De estcs c.¡atrc principics pcieirlos inferir aJgunas de las características


geneiales más iri-rpcriantes de la teuía de 1a ciencia edirrburgue-sa.
En primer lugar, se trata de una teoría qiie se ocurDa directamente clel
ccntenido de 1a ciencia. i'Ic se ocupa simplemente de la "estructura scciai" en
que la ciencia ope ra. ni siquiera de las condicicnes que la íomentan o la iahiben.
Se ccupa de ias "ccndiciones que suscite.n la creencia c ios estados dei coiicci-
rniento'.'.
En segundo lugar, es naturdlists no siinpiemente de Ítanera implícita, sino
en un sentido militante. "El socióiogo", escribe Blcor (197'c,4), "se preccupa
del conocirciento, incluiCo el de tipo científlco, ccnsiderado puraniente cci^no
un i::iiómeno natnral". /rsí, ei programa fuei-te niega explícitamente cualquier
distinción filnciamentai entre "razones" y "causas". Farte de la concepción
edimburguesa de la ciencia natural es ser funda¡nentair-nente causal. Pcr eso
estas expiicaciones hail de ser también causaies. Así pues, conforme al progra-
ma fuerie, nunca basta con explicar una creencia científica diciendc que es
verdadera, er-Ie se sigue lógicarnente a partir de los testimonios, o que es ra-
cional. Se necesita una explicación ca.usaJ.
Bloor rechazó explícitamente 1a r1emarcación trazada pcr l-akatos entr¿ la
historia racional y ia irracionalidad. Más ta-rde (Biocr 1981) impugnó también
ei principio de arracionalidad de Laudan. En cualquiera de esas concepciones
"la sociclcgía del conocirniento está confinaria a la ss,-:iología del error " (191'6,
8). Todo 1o gue lo.s sociólogos pueden hacer es "cerrar la brecha entre racio-
naiidad y realidaci" {1976,7). Por otra parte, de acuerdo con el programa
fr;erte, la e;tplicación sccioiógica de la creencia científlca puede, en principio
ser tan completa ccriro cualquier explicación en cualquier otra ciencia. Así, el
programa fuerte deja aún menos a lcs historiadores racionales como Lakatos
y Laudan que lo que esos historiadores dejarcn a los sociólogos.
En tercer lugar, el na.turalisrno del programa fuerte se extiende a la propia
sociología de 1a ciencia. Como cualquier otra ciencia, la sociología de la cisncia
forma parte de su propia materia de estudio. Hace mucho tiempo, Mertcn
advirtió la reflexividad de la sociología de la ciencia. Lo que es nuevo en ei
programa fuerle es Ia ampliación de la reflexividad a modo de que incluya las
"creencias", es decir las teorías de la sociología de la ciencia y no simpleniente
su estructr:ra social
A diferencia de 1a socioiogía mertoniana de 1a ciencia. que puede concebirse
como un complemento ya sea el errr.pirismo lógico o a las teorías iiiosóflcas cie
la, ciencia posteriores, la sociología cognoscitiva. de la ciencia de tipo edimbur-
gués complementa a la socioiogía intuitiva de Kuhn. Como la tecría de la
ciencia kuhniana, está en conf,iicto frontal con toda.s las teo'rías f,ilosóficas que
buscan distinguir lal.ógica o 1a racionaliCad de la psicología o la sociología.
' As rEoR.í¡rs oE i-A cIENCIA 75

LG historia sociológica de lo cie¡tcia


programáticos'
La escuela de Edimburgo no se ha contentado ccn enunciadcs
de caso real'es'
En efecto, sus partidarios preiieren apuntar hacia los estudios
puede yaseadebatir
comc escribió recientemente shapin 1i9SZ, 157-58), "uno
hacerla" ' A
la posibilidad de la socioiogía del conocimiento científico, o
de los enfoques
continuación procede a tratar "los muchos éxitos empíricos
Sus numerosos ejemplos
sociológicos prácticos al conocimiento científico"'
causales a los
proporcionan una buena lnvestigación de la gama de factores
q.ue se recurre para explicar la creencia científica'
apela
La forma general de explicación favorita cle la escuela de Edimburgo
La pincipal diferencia
alos iniereses de los científiccs ai erplicai sus creencias.
de 1os estudios que Shapin consiciera es e1 tipc de
intereses que se aducen y su
impo rtancia relat.iva.
que desde ei siglo XVII
De conformidad cr¡n Habermas (1972'5, se supone
interés por predecir
todo.empeño científico ha entrañadc hasta cierto punto el
puedalener'
y ccntroiai'. iLe ro, se aiega, este interés, a-L raargen de la'fuerzzque
y sin impor-
aunqlre riál;i: áp¿rejado a clatos cbseryaci¡nai.es o expetimentales,
tar su exiensión, no sóIo detcrmina ias creencias científicas' A
veces se esgrime
tocante a
este argurnento con refe¡:encia explícita a la iiteratura filosófica
obvia es que la
la ,,snbceterininación" c1e la teoría por los datos. La conclusión
de algo má3' que en
explica.ción adecuada- cie las creencias cieniÍficas requiere
predicción y el control '
la práctica es ia influencia de otros intereses aparte de la
Nuestra atención, plles, se dirige a esos otros intereses'
ciase y ia
En un alcance más general, existen intereses asociados con la
posición social. Shapinlitó aquí sus propios estudios sobre ia frenoiogía
en

Edimburgo a fines dei siglo xvIII (shapin 1975, 1979)- La


creencia en las
doctrinas de ia frenología, incluidos los descubrimientos neuroíisiclógicos
a ios "3'lupos bur-
especíi'icos, según Se nos dice, eStaba fuertemente ligada
gueses en aSCenSo" a cuyos intereses servía. De igual rnodo,
la oposición a la
y a^los intereses
frenología se concentraba en las "élites tradicionales" servía
(1982, 4):
de éstas. Aludiendo a la subCeterminación, Shapin conciuye

parece capazde sostener


Depenciiendo de ias metas de quienes la estudian, la realidad
menos esas metas
más de una explicación que de e11a se dé; y en este caso, cuanclo
colrlo la reclistri-
abarcaban consideraciones tocantes a la sociedad inás amplia,
Ur.i¿" de los derechos y los recursos entre las clases sociales.

y
Shapin sacó conclusiones simiiares de1 estudio que Farley Geison
(1974)
hicieron del clel¡ate de mecia-dos del siglo XiX sobrq la -eeneración espcntánea,
sostenidoentrePcuchetyPasieur,ydr:'estuCicdeh'{ackenne(l978, 1981)Sobre
la disputa en torno a-l coeficiente de correlación entre G.U- Yule
yKarl Pearson'
I

16 i-A EXPI-ICACIÓN D.E LA CIENCIA !

Como casc intermedic, Shapin cita'¡a el estudio 'ie John l-ankfcrd (1981)
sobre ia controversia- susc itadz a íines del sigio XIX entre los a.slrónomos I

britá,niccs aficicnados y ics prcfesionales estadounidenses sobre observaciones


i

pla*-etaias cofilo ias d.e lcs "caÍia-ies" Ce F{arie. I-a pcslura estadounidense,
iostenía Lankfcrcl, estaba iguaLniente determinzdapor el iriterés piofesional
F
t

de ios astrónornos estaCounidenses en hacer valer la superioridad de sus


ts

f-

instrumentos, y por su categoría profesi.onal en cuantc a ic que habían obser-


i
F

vado. En este caso, 1o que más irnpcrlt-ba e¡an los intereses profesionales, no
¿

I
los intereses sociales más amplics'
f
En el otro extreino, Sirapin citó muchos esludi.cs de ciencia contemporánea
er que los intereses van aparejadcs a ia categorÍa profesioral o a la reputación
clel óientífico como ind.i',tidt¿o. Los cientíiicos; según se afirma-, tienCen a creer ir

lo que Creen debido, al menos en parte, a que están en juego sus reputaciones
r.
I

con-]c individuos. !

Los sociólogos partidarios de 1as explicaciones deL prograrfla fuerte, por lo


lr

general hacen más que derivar conexiones ca.usales simples entre los intereses I
r

y las creencias. Frecuentemente iratan de decir algo sobre cómc fr-lncioiia la


coire;<ión. En este caso, la noción fiinC.amental es ia de neSociacidn. Se Cice
i
¡

qr-te los científicos negocian en razón'de sus intereses, y que'el resuitado de sus I

negociaciones es un cuerpo de conocimiento cienrífico "sccialmente cons-


tr,-tido". Por desgracia, 1o que se ciice a propósito de 1a negociación no pasa
i

por lo general de ser una nr.era apariencia. I.{o se ciice mucho scbre los procesos
ieales de negociación, d.e suerte que la conexión entre los intereses y las
a

creentias sigue siendo un tanto vaga.26


i

i
:
t
El p rogrdrno relativista empirico ¡

La primera reacción de mrrchos filóscfcs al programa fuerte es criticarle que I

se ve atrapado ep un relativismo episternclógico desesperanzaiio cuando


no Ce I
::

plano autocontraCictorio. Ciertamente, lcs intereses profesionales de los sc-


ciólogos a1 negar las pretensiones de ia historiografía racional saltan a la vista-. l

Los defenscres Ce} programa fuei-le y sus aiiaCcs desde el principic han sido :
conscientes de esta imputación y han intentado hacerle frente prirnero en :

actitud defensiva y más tarde ccn mayo¡ confiauza'


I

En el epílogo a El conocímiento cientifico y la teoría sociclógica,Earry


I
i

Barnes (197 4, 156) escribió:

¿Por qué, se Cirá, si Ia explicación precedente


no preiende ser la mejor que tenemos
án un sentido absolutaminte objetivo, deberá nadie concederle credibiiidad?.'.
La
respuesta es rnuy senciila: Todo esle volumen está repieto de pretendidas razones
I--,aia aceptur ro, ¡-,rincipios funrlainenlales;
su jusriiicaciÓn esiá en sí misma-.. E]
LAs-fEüRí.ts »e lÁ e iei..cia 71

asunto es que esto sólo puecie pretender ccniar como


justiiicación dentro de ciertas
formas cuíturales. Esioy muy lejos Ce saber con certeza cuáies serán estas formas;
co¡r suerte, 1o que se ha dicho infiuirá entre algunos Ce los
que se deciican a Ia
sociología y los óa:npos reLacionados. Tal vez sea suficientemente congruenre con ei
plausible o incluso
sentidolomún de n,-,.rtru cultura generai pala que se considere
obligatorio en un terreno más amplio. Sin embargo, así como siempre e<iste una
incóiroda brecha entre cuaiquier número entero rnuy aito y el infinito, así siempre
abismo entre la jusiificación conforme a ciertas convenciones ia
y justifi-
habrá,n
cación en un sentido lato.

Los comentaiics de Bloor ert E! cono:i¡niento y la im':gíncción social son


similares. Después nos encoiltrarnos ccn que tanto Bames colno Bloor
(1982:
2t-22) adcptan una actituct más re::;eiia.

Lejos de constituir una tunenaza a 1a comprensión cientÍfica de las formas dei


conocirniento, ésta requiere ciei ¡elativismo. Añrmamos que el relativismo es esencial
a todas las disciplinai tales conto la antropología, la sociclogía, la historia de
las
instituciones y la.s icleas, y aun la psicoiogía cogtlcs,--iiiva, qlie e;<plican la cliversida-d
de ios sisteinas de conocim:ento, su distribución y ia lrir-lnera corno cL;ibi¿ln. Son
aquclics qrie se oporreil al relaiivismo y qlie ccncerjett pcsicióa priviiegia'ia a cici-tas
fo¡rna..; clei conociiniento, quienes constituyen Ia verciad?ra ameter-a a ia compien-
sión científi.ca del conocirnienlo y la cognición'

F.l reia.tivistito en este caso ria es vistc comc aigc que se Ceba e'¿it¿ir, sino
como algo que debe adoPtarse.
Ei,leienlor más declarado de ia perspl'tiiva rela-ti.,'isLaen la. sociolcgía-dela
ciencia ha sido F{arry Coliins, que propl-igna el "progralna eropírico del
relativismo" (Coliins y Cox 1976; Coilins y Pinch 1982; Collins i98ia, 198ib,
lgBZ¡ La pciición ofrcial de Collins ha sido 1a Ce que el relativisrno es una
i.h..rísti.á farorabie a la sociología Ce la ciencia" (Colliris y Cox 1916, 423)-
El apegzirse a esta heurística extenderá ias fronteras de la9 elqllca-ciones
so.iotoli.a-s de la ciencia ha-sta su máximc (coilins y cox t916,438-39):

Si ios escritores quieren consolarse a sí mismos y a otros deíendiendo un mundo


.,objetivo,,, debáán dejat'bien ciaro dónde consideran que ciebe intervenir en las
expiicacio¡es de la práciica científica, preferentemente mediante ia presentación
de
ejemplos. Si la "naiu taleza" no es ambigua, entonces descubrir elpunto en que entra
.n lu-inr.rtigación científica, será resoi'¡er un problema epistemoiógii .i modriao.
F.l enfoque que proponeÍrios es ile.;ar la heuríitica. relativista io.¡nás lejos que sea
;;rl;1.' ¡oná. ,rt pueda ir más lejos, allÍ eallará la "naturaleza" .
Sin ernbargo, ia posrura heurística es difíciI de raanteuer. Así, vemos que

Uli reiaiivismo e;<p1ícito en que el mundo na'rurai ciesempeña un papei insignificante


o illexistente en licorrslrucción d-el conocimiento científico:
78 LA EXPI-iCACIÓ}I DE LA CIE}{CIA

ia

Ei prograiná relati.¿isia, según é1 (1981b, Ó-7) presupone que

En un ccnjunto de circunstancias sociales, "el método científico correclo" aplicadc


a un problerna arrojaiá el resultado p, en tantc que en otro ccnjunto Ce circunstan- t
cias sociale,s el "métcdo científico correcto" aplicado al mismo problema arrojará
el r*¡:ltado q donde, tal vez, q implica no p.

Esto no Suena simplemente Como una postura "heurística".


Tal reiati.¿ismo miiitante iia suscitaCo, natLlraifilente acaioradas reacciones l.

enrre fiiósofos y otros críticos (Laudan 1981b, 1984b; Ftroiiis y Lukes 1982).
Sin e¡abargo, grali parte del debate parece estar d.esorientado. Si, ccmo Coilins
suele reclainar, ei relativismo Se identifica con ei "irracionalismo", gqlgg,ces
está clalo que argumentar en favor del reLativismo resulta contraproducente.
pero esta línea de razoaamiento pierde cie vista su objetivo. El verdadero
asunto, se-{ún lo veo, es ia medida en que la naturaieza iimita ia teorización
cientíiica y los medios que enipiea para ello-
Sin embargo, no son sólamente los críticos del prograrna fuerte quienes han
enturbia*fo las aguas. Sus defensores no dejan de citar los estudios de Evans-
pritchard (1937) sobre la brujería entre los azande, arguyendo que la ciencia
mcderna no es más que nuestra propia versión de la brujerÍa. Ahora bien, una
cosa es rregar ias expiicaciones de las creencias científicas que apeian a la verdad
q'Je
o racior¡.alidad de tales creencias, y o[ra ntuy diferente negarse a reconocer
nuestras actuales creencias científicas scn, en cierto sentido importante, me-
jores que las del pasado. El que 1a manera como llegainos a abrazar nuestras
actuales creencias científicas no haya de explicarse apelando a su verdad o a
nuestra racionali/-iad, seguratnente no implica, por ejemplo, que de hecho no
sepamos ahora mucha más biolo giay química de las que se conocían en siglo
){ViiI" Una teoría egpírica c1e la ciencia llo necesita negar he.:hos tan evi-
dentes. Su tarea es exPlicarlos.

Lcs ESTUDICS DE LAtsCR.ATCF"IO

Quiel.estrabajanenelprogramafuertesue1enconsicierarque1aunidadde
urrátiri, es la especialidacl <ie investigación. to normal es que veamos las :

especialidad.es en un periodo de tiempo en el que se <ia un activo


debate entre
lospropioscientíiicosapropósitode1osméritosre1ati.¿osadosomástecrías.
Sesl..ponequeia.sépocasdeccrltroversiasonparticularmentereve]adorasde
losmecanisniosCofique1acienciaopera.Ta1escontroversiasenvue1venpor1o
general diezy cien científicos que trabajan en varios laboratorios diferentes, y ',

acaso incluse en diferentes países


Dentro dei prograrna iirel'te se habla de "la construcción sociai dei ccno-
LAS TEORIAS DE LA CIENCIA 79

de sus
cirniento cientiiico" (lvlackenzie l9B1)' sin embargo para algunos
celegas socióiogos, la pretensión de ccnstrucción social
resulta débil o de poco
funJamento debido a que ia especialidaC de in'¿estigación es
una unidad cie
en virtud
análisis demasiaclo brirda para revelar los prccesos microsociológicos
cle los cuales puecle construirse el conccimiento. Por e}lo,
afirman, debe
atencierse a la inve.stigación cotidiana del laboratorio-

E I p r o g ra,n s co nst ruc t iv í,st a

El prinier estudio de laboraiorio, y el que toCavja tiene mayor influencia'


Ia
vicla en el labcratorio (1g1g)(subtitulado "La construcción
scciai de ios hechos
años de
cierrtíficos") de Bruno Latour y Stepl1en Woolgar, se basaba en dos
tra-bajo de campo que pasó Latour en el Instituto Salk en el
periodo 1975-19'/1 '
pasaje
El enioque de los autores se revela muy'eloculenremente en e1 siguiente
gú1, nB-Zg). Las sustaniias refericla-s son diverios "factoles desencaclenan-
[es,, esludiaiios por 1os neuroenCocrinólogos en e] Ii.:.stituto Salk
durante 1a '','isita
de Latcur. Las "i¡scripciones" scn sí¡nbolos registrados, inciuidas oraciones
escritas por los investigadoles y las gráficas trazadas mediante computadora'

de ios teltias
Heinos inte¡taio evitar ei iiso de térrcinos que cambiarían 1a naiuraieza
en discuSiottes, Así, al deSlacar ios proc':sos inedianle ios cuales se cons'truyen\as
sustancias, hemos tratado cle evit¿,r descripciones de los bioensayos
en que se
consideren comí:.ec problerráticas las reiaóiones entre los signos y las cosas sig-
la creencia de que
nificadas. A pesar cel hechc d.e que nuestros cieniíficos sostengan
a-lguna entidad con
las inscripciones podría:r ser replesentaciones o ir'dicaclores de
que dichas entidades se
existencii. in¿epen¿Ant..n tra ráa1ida<l, hercos argurnenlado
;;;;;ii;t.;;n,inicamer:ie mediante el usr¡ de estas kiscripciones. No es simplementeia
que las áifer,:ncias entfe curvas indiquen la presencia de la susiancia; más bien'
susii:-ucia es idéntica a las diíerencias pez'cibidas entre las curvas.
ilara hacer hincapié
descubrió la
en este punLO, hernos evitado ti uso cle i'-:lpresicnes tales como "se
a consecuencia
sustancia mediante el uso de bioensayo" o "ál objeio fue descubierlo
Emplear expresiones así equivaldría
de i.Je.tiiicar diferencias entre cios má-ximcl".
objetos era algo dado y que
a dar la impresión confusa de que la presencia de ciertos
opcrtutlamente su
taies objetós simplemente espeiaban que los científicos revela¡an
por
existencia. por el contrario, no con.ébimos que el uso de riiversas estrategias
p"r1. á* ior científicos equivalga a quitar el velo a verdades preexistentes pero ocultas
más bien
hasta ese momento. Lostbjetós (en este caso las sust¡.¡cias), se constituyen
pcr virtud de la creatividad a¡tística de los científicos'

El cOntraste entre "consirucción" y "repreSentación" eS explícitO' La


cajnpeona más. constante de los estudios de iaboratorio ha sido Karin Knorr-
Cetiria, cuyc iibro La martufactura de! cor,oci¡¡tientc (subtitulado "Ensayo
sobre ia naluraleza constructivista y contextua-l de la ci.encia") apateció en
8C LA EX.DLICACIÓI{ DE LA CiE}iCiA

i)gl.Eiia destacó tattbián ei coltr¿iste ent¡e "iescnpción'' y "ccnstrucción'', i:

o entre,,hechc" y "aj.iefactc" (o prccucto secuncaric). En


ria sur:-la¡io más
¡eciente ie sus puatos de vista, escribió:

de la investiga-ción
La interpretación constructivista se ccntlapone a la concepción
cientíiica .o*o acti,¡idaci descriptiva, concepción que coloca el prcblema de ia
de la ciencia y la naturaleza
facticiciai en La relación que se d.a entre ios productos
los Droductcs
exteina. por el corrtrario, 1a interpretación construcii'¿ista ccnsidera
de ia ciencia primerar^.rente y ,obr. todO como el resultado
de un proceso de
científico se concibe
iabricación (reflexiva). Así pues, el estuciio del conocimiento
los objetos científicos se producen
principalmente comc la invéstigación de'cómc
los hechos conservan en
en el laboraiorio, más que corÍ1g un estudic de cómo
Se
'---uf i;acicrn.s cie ntífic as i obre la nat¡-r¡ale za - (1983, 1 i 8- 1 9)'
Laconcepcióncons|ruciivistaseciistinguepcrconcebirlarealidadcientífica
y de las operaciotles
corno algo que emerge progreslliamente de la- indeterminación
que corresponde a ningúrt orden
constructivas lauiÁ.i.ri..n'.iaies), sin suponer
preexistente de 1o real. (1983, i35)'

En tanto que ei iector CrÍiico pPecle preguntarse si es ei "Congciiiliento"


o
obras
"ics hechos" lo que Se negocia socialmenie, eS innegabie que estas
de
de ia irrvestigación
Latcur y Woolgai, y de linorr-Cetila captan la textura ya sean de tipo
cctidiana de una i-flanera pccas veces igr-ralada
por otras obras,
para quien quiera que tenga cono-
scciciógico, histórico o filcsóñco. Aun así,
cimientos de ias ciencias naturales o de Ia filosofía
analítica de la ciencia, el
implausible' ¿Podiá
constructivismc- clará la impresión de algo absolutanente
a- antecedentes intelectuales' de
ser que exista suficiente diipariCad en cuanto
constrLicti''¡istas no cligan
rncdo que ios principales exponentes de los programas
diferenr'eS' parecen estar
rea¡nente io que, pá.a atguien que tenga antecedentes
diciendo?

Ls construcción social de te reqlidad social


tiene sus raíces e1 la
EI progra.rna constructivista para e1 estuclio de la ciencia
Scheler' Durkheirn y
traCición sociológica europea qlle se femonta ha'sta
Iviannheim, y aún antes a h¡Íarx y I'{ietzsche'
Tiene también evidentes nexos
estas profundidades para
ccn ia fenornenc logía. Pero no es necesario sondear
hacerse de una *.j;; concepción dei
programa constructivista. considero que
citado (aunque rara vez dis-
es suficiente consultar un tiuro frecuentemente
cutirJo) de la reciente iiteratura coilstructivista:
La co¡tstru'cción social d'e la
con la más antigúa
reelidad de Berger y Luckinann (1966).La conexión
tradición europea y con la fenomenoicgía se dan
a través Ce Luckmann
pasando Por Alfreii Schutz'
L,A,s rECRírs or LA crENCrA B i

El hecho revelador es que el iibro de Berger y Luckmann trata de Ia


construcción socíal de la realidad soctal. Los princip.aies capítr:Ios, además de
la introducción de la conclusión, se titulan "La sociedad como realidad
objetiva" y "La sociedad como realidad subjetiva". Los autores evitaron
explícitamente ocuparse de cuestiones sobre el papel de 1a "ciencia moderna"
en la sociología (1966, 112). Y al considerar las relaciones entre la biología y la
scciedad señalaron explícitamente que algunos proyectcs socialmente con-
cebibies, como e1 de legislar que la gente tenga descendencia, "fracasarían
frente a los hechos duios de Ia biología humana" (1966,181). En efecto, se
trata de ¡ "hechos duros" !
I-a idea de que los hechos sociales pue den construirse socialmente sin que
necesariamente se rejacionen con la realidad pre,'xistente no es difícil de
entender, ni siquiera de aceptar. I os ejemplos abundan. Los hechos relativos
a las relaciones de parentezco, por ejemplo, si es posible el casamiento entre
.prirnos hermanos, son.hechos socialmente co'nstruidcs y varían de una cuitura
¡. olra. Los fre,-:hos relativos a ias cor¡;cracicnes, taics como sus obiigaciones
fisc::,1es, soii cb,¡iamente cons¡i'uidos sociales. En eiecto, ton\ar en seric la
consirucción social de los hechos sociale s ncs ilcva a la idea curiosa y un tanto
irónica de que ios propios cientiico-r sci'i pcsibles candidatos a. entidacles
sr:cialmertte construidas. l'{adie nace cientíiico, ¿iunqLre algun..rs nazcan con
capaciclades aclecuadas para la buena formación del científico. Pensancio
históricamente, bien se podría establecer que los científicos fueron socialmente
inventados después de 1700, probablemente incluso después de 1800.
Los defensores de1 programa constructivista en la filosofía de la ciencia,
¿pretenderán realmente que los objetos y ios hechos científicos tienen una
condición similar a la de los objetos y hechcs sociales? A mí me parece que ia
respuesta debe ser afirmativa. Eso es lo que Knorr-Cetina quería decir al afirrnar
(1983, 135) que "el mundo conocido es un objeto culiural, un mundo iden-
tificado e incorporado en nuestro lenguaje y nuestra práctica". El mundo que
consiruyeu los científicos es un objeto culturai en el misnto sentido en que son
objetos culturaies Ios primos, las corporaciones y los científicos.
Otrcs testimonios en favor cl,: que las construcciones científicas son como
otras construcciones sociales provienen del hecho de que los constructivistas
argumentáo §efl€riii:nente que nc existe diferencia fundamental entre las
ciencias sociales y las naturales. Apoyan esta tesis Ios capítulos finales tanto cle
La vida en el laboratorio conio de La rnantfectura del conocimiento. Y en'
efecto, la tesis se concluye de Ia aiirmación de que los hechos científlcos se
construyen socialmente al igual que los hechos sociales. Sobre este entendid.o,
la materia de estudic de ias ciencias naturales, como la de las sociales, tiene
funCamentalrrrente la misma categoría
82 LIT EXFLiCACiÓN DE I-A CIENCIA

La recliciad: sccial Y natural

Así pues, la iciea general de "Construcción SOciai", p-':gde aceptaise !-'nI¿


ÍÍ1ü-
prueba queia
choi aspectcs cie ia realidaCsocicil. Pero esto, en sí n',ismc, no
iealidari noiurel se construya en forila pa-recida' Tai conciusión
necesita
estuciics cie iabo-
probarse independienteme¡1te. i'laturalm'ente, ics autores Ce
5 ccr:sidera'ré
ratorio pretenrien haber presentado tales pruebas' En el capítulo !
t
algunas d.e estas pruebas y las conira.staré con mi propio
estudio Ce laboraioric'

Ei ¿FrÁLISIS SoCICLÓCICO DEL DISCURSO DE LoS


CIE}{TÍFiCCS :

o en la interacción
Ya sea enfocándose en los intereses sociales más arnplios
recientes de |a cie ncia han
Sociai en el labolatorio, 1a mayoría de los sociólogos i

es explicar las creencias


supuesto que el objelivo de 1a investigación socioiógica
ha sicio Úrltimamente pt-testa en
i acciorres cie los científicos. F,sta suposición (lvfulkay 19'74, lcslg'
rela de jurcio por lvlichael lviuikay y sus colaboracioies
1981; Gilbert y Mulkay 1981, 1982; Gilbert 1980;
l'{ulkay, Polter y Yearlev
1 0Q?\
""ú';fragmento en AbrienCo
del capÍtulo introductorio de Ciibert y Mulkay ,
de estos autores
la caja de Pa¡tilora (1984,2) Celínea la perSpectiva

E¡ Ia mayoría cie lcs análisis sociológicos prevalece


lavozautoral del sociólogo' Se
sólo cuando parecen avalar
permire hablar a los participantes eiel texto del autor
Ios planteamientos dé éste. La mayor
parte de 1os inlormes cie ini'esiigaciÓn sccioló-
que esta ioim¿i cie prcsentación
gica son, en este sentido, unívocos. ionsirieramos
el ciiscurso de los parlicipantes' Esto no se debe
malamente puede representar
solamente a que los diferentes actores suelen
contal historias radicalmente diferen-
t.r, ,ino tamúién a que cada aclor tiene muchas voces diferentes"'de la prccir'tcciÓn
Mientras no disiongarnos de una comprensiÓn sistemática
construir explicaciones analíticas
social clel ciiscurso á. tJs científicos, la rneta cle
posiblemente no sea alcan-
ciefinitivas de ias acciones y creencias cle ios cicntílicos
en ia práctica' Los so':iólogos'
zable en principio, y ciertan'lenle n0 será alcanzable
y posibilitar tantos análisis
historiadores y fiiásolos han sido capaces de clocumentar
unos las afirmaciones cie los
di,¿ergentes de 1a ciencia (debilitanáo continuamente
creadores de ios testimonios analíticos,
orros) debido qr;ür;i.riirl.or, los acrivos
pues, recomendamos que los anaiistas
se eflzarzan.r, i*o, tipos de discurso. Así
^
dejendeintentaÍforzareldiscursoclÍversodeloscientíiicosparaConVertirioenuna
suponer que sólO existe una
expiicación "autorizada" dei suyo propio. En lugar<le la cual,
de los participantes,
versión r.rauo.iuÁ.nte precisa áe ü aóción y creencias
necesitan hacerse más sensibles a
tarde o temprano, puede integrarse, los analistas
de comprender por qué
ia variabilidad interpretativa entre lás participa'ntes )'tralar
p,,reden prcclucirse án,o, versiones diferentes de
los aconlecilnientos.
LAs rEoRías oE LA cIENCIA 83

,,muncio sociai de la ciencia", ccncluyen estos autores (1984, 1BB), se ha


E1
cle enfocar coÍio una "reaiidad múltipie" '
veinte
Abriendo la caja de PanCora es sobre todo un estudio retrospectivo de
Además de
años de investigación bioquínica sobre la iosfcrilación oxjdativa.
examinar mateiia-les publicacios e inéCitos, Gilbert y Mulkay
condujeron
entrevistas de dos a tres horas con 34 bioquímicos, casi la
mitad de las personas
excep-
que habían desarroiiado aciivid-ades en ese cain;rc' Flo cbstante ciertas
.ion., ocasionaies, eslos "analistas" rec!\ezaron cualquier intento de demos-
en sentido
trar que el consenso general en el campo, en 19E0, quyu representadO
Más bien' }c
objetivo alguno ningún avance respecto clel que e'<istía en 1960'
estos autores, buscar
más que puede hacer el analista de la ciencia es, destacan
regula-ridades en la manera Como los científicos emplean
los recursos inter-
y
pitatiuos al representar estos acontecimientos científicos para sí mismos
para los demás.
Gilbert y h4,:lkal,trataron de demostrar que los científicos emplean cuando
me ncs .Jos ciiier enr., ..p.rtorios lingüíslicos: ei reperto¡
io enipiristo, donde 1a
tecría ,,correcta" se considera deterrr:iiiada exclu-si'.'amente por los dalos
y
experimeniales; y el repert ario cottii¡t3enl?, cloncle ia.s cr¿:encias acciones
se
y
.*pli.un con relación a toda una varieclad de facto¡es sociales, profesionales
el
peisonales. Los científlcos, af gurneirla.n Ciibert,v iv*Iu1kay, usan típicamente
iepertoriO eiapirista para expliCar suS propi;,r; creencias "CoÍrectaS'', mienlras
que emplean el repertorio contingentc Para explicar el hecho de que otros
científicos, ccn u...ro a los mismos datos, Sostengan puntos de vista
con-
pcr lcs
trarics. Los científicos se imaginan a sí misrnos guiaCos irnicamente
da-tos experimentales y acusan a quienes Sost"ienen
punlos de vista contrarios
teOría Como
de Ser "dogmáticos", O de "haber invertiCO derrrasiaCo en una
para abandonarla", y así sucesivamente'
Cualquiera que hiya trabajacio con transcripciones de entrevistas hechas
a

científicos, reconocerá el fenórneno que llevó a Gilbert y Mulkay a


postular
dos repertorios diferentes. Es en verdad difícil elaborar una sola explicación
coherente incluso a partir de la entre',¡ista ccn un sólo científico. EI
problema
que presenran Giibert y Mulkay es serio. Y es imporlante la sensibiiidad a los
diversos recursoS interpretativos que usan los científicos' Con todo, recurrir
a
,,realidades múltipies'i más que a explicacioru es múltipies, o cuando mucho a
realidades socialei múitipies, parece una reacción exagei'acia ante una situación
que se admite difícil.
Irónicamente, renun.cia.r a.las adscripciones d.e creencia a-i analisis del dis-
curso está más en consonancia por el empirismo filosóiico, o con el conductismo
de la psicología, que con los movimientos cognoscitivcs en la sociologla la
y
antropología. Después de tcdo, fue ei conductismo el que impugnó las inferen-
cias de la "conducta verbal" a- estados internos representacionales' En con-
tra-ste, los c|entíficos cognoscitivos de hoy día adscriben regulai'mente estados
8.I. T A EXPLICACIÓN DF LA CIFNCIA

cogncscitivos, aigunos censicierabir;irente más ccrnpiejos ql-le los estados ie


creencia ccmunes, a los seres humanos "TaLvez ics científlcos ccgnosciti'zcs
confíen ocasicnaimente demasiado en su capacidad de hacer esto adecuada-
mente. Y tai vez ios científicos en sus propios la-boratcrios sean sujeios niás
difíciles que el típico sujeto det laboratorio de psicología. Pero restringir ei
estudio d.e la ciencia al análisis de pautas en el discitrso de lcs científiccs parece
más bien un consuelo iruto de Ia Cesesperación'
3. MGDELcs Y TEcP"ias

NC IP aLES -}-"4-E-QI9 §-991 .gq9 i I t científicos


r resentan el mundo
--Utto D E Los PRI
son las teorí as. Si es verdaC qu e los científico-s
prQdt c en c on o ci rn ien-to..,. P lrt 9.
t e ó r i co . Cualqule-r 9-¡p li-
1mp ofiante de dicho con ocimiento es el con ocimiento
'rentarse a teorías? "
C aclo ndela ciencia debe enf Preguntas como "Q ué son ias
y "¿Cómo funcionan las teo rías en las diversas acti'¿idades cientííicas?
"
los em piristas 1ógi cos y
Entre los estudiantes de la vida científica, soiamente
han elabora'do ex-
algunos más recientes fllosó licos analíticos Ce la ciencia
pueden ser' Otros
plicaciones generales Y Pormen orizadas de 1o que L -"s teorías
de la ciencla, Por
historiadores Y fiióscfos de la ci encia, así como los soc ióicgcs t'creenciáS", t thiPó-
1o general se han conientado co r-r hablar de
"cot-lcePtos" ,
ircación de io que éstas
tesis" o, en efecto "teorías' ' sin proporcionar nlayor exp
ciiferentes a los de la
pueden ser una explicaci ón que eche mano de recurso s
cognoscitivas
psicología poPular- Las inv estigaciones recientes de las ciencias
proporcionan ia insP iración y algunos recurscs para ava fizat ellas direcciones
ye_ indicadas por fiió soios analíiicos ccrno
Suppes (1961 , i969), Van Fra-assen
(i97C, 1980) Y SuPPe (1912,1913)'
sin embargo, nc me ocupará del probleuia de lo que puedan ser las tecrías
cie¡rtíficos cogr'osciiivcs
científicas examinando en primer rugar io que ros
representan su mundo'
iienen que ciecir sobre cómo, .r, g.rra.ul, ios hombres
cienlrficcs' tenien-
En lugar de eilo, empezarépor ias propias representaciones
son fiias que seres humanos '
do en me nte que, después de todo, los científicos no
ser de naturaleza
ilr**;l",u.io".s que construyen ios científiccs no pueden persona'
tan raclica-lmente diferente de las empleadas por cualquier

EL Lleao DE TExro DE FÍsicA


vuelto ahcra.mulYniforme'
i-a transmisión clel conocilnier:to científico se ira
antes
l.;;;;"principalmente en ellibro de texto de enseñanza superior' Fiasta
cle empezar a rrabajar en su invesiiglción
p,arl la tesis., 11. *uy?ttj-f
Y:
ios libros de texto asi
estudiantes cie ciencias aprenden la teoría que saben en
;;;;; l;r .orrr..rtr.ias, las cuaies se apegan también al forrnato de esos textos '
tBsl
86 LA EX^DLiCACIóN DE T A CiEl'iCIA

la perspectiva de los
Si deseamcs enterarnos de 1o que es una teoría desde
cienríficos que la usan, una manera de proceder es
exa¡rinar Los librcs de texto
que saben aceica de esa teoría'
de los cuales aprendieron la mayor paite Ce io
que las teorías SOn para
Claro que esta no eS ia única forma Ce en'"era¡se de lo
qlie es la mejor
los propios científicos. Ni siquiera me atrevería a afirmar
además de que es
manera de hacerio. sin embargo, es una buena fcrma,
ha sico fundamentalmente en
accesible para quiene§, como yo, su preparación
ios ámbitás de la ciencia y la filosofía'
a los iibros de
Los historiaclores de ia ciencia, como Kuhn, ha:r acusado
puntc de proporcionar
texto de distorsionu, la historia de 1a mar'eria hasta el
explicaciones históricarnente falsas respecto de
cómo las tecrías.l1egarcn a ser
tiene muchc d*verdad'
aceptadas. Si bien no hay dtida de quá tal acusación
tareano eS reconstruir
para nuestros propósitos no resulta piccedente. lduestra
describir en térmi-
el desarrollo histárico de ciencia alguna, sinc simplemente
Ia enlienden lcs científicos cle nuestro
noS generales el carácter de la teoríaiegirn
tiempo.
que los libros de texto
Muchos filósofos cie Ia ciencia oirjetarían también
vagos en cuanto
proporcionan unpunto de partida deficiente' Son notaria-mente
coherentes entre sí' Es preferible
a ios fundamentos y d.e ninguna manera son
examinar las contribuciones de los fiiósofos de
ia ciencia y Ce ios escascs
de la materia' Sin embargo'
científicos p..o.upudos por los "fundamentos"
que esle enfoque no eS regomedable'
de los capítulos pr'...¿.nles queda claro
fundacionales einpiezan
Los filósofos dedicados a 1o que el1os llaman estudios
a

y procurafI reccnstruirlas teorías


con la concepción de 1o que debe ser 1a teoría
el principio ctan por sentaCo ei asunto de
de conformidacl con ese mold.e. Desde
se ernplea en la ciencia' Además'
si su concepción CaSa con la que reahnente
esos esrudios fundacionales casi nc han
influidc en ia manera como 10s
científicos enseñan, a^orenden o entienden
la ciencia' ¿Habría que decir que'
muy usados no
por lo general, los autores de libros de texto cienlíficos científicos no 9
entienclen realmente su materia? De ser
así, ia rrrayoría de los t
que fue ahí donde aprendieron casi
entienden en realidad su materia puesto
absurdo' resulta
todc io que saben. Tal punto Ce vista, si no es sencillainent'e
cuando menos arrogante'
1

En este capítuloLe centraré en ]a mecánica clásica'


Mi elección es' hasta
cuenta entre las teorías que
cierto punto, opcriunis ta.'La mecánica clásica Se
conozco mejor. Además, 1a aprendí como
aspirante a físico' en mis estr-rdios de
licenciatu.u y .n ios de posgrado. De tal suerte,
mi compresión de la tecría
descansa no simplementl .r, tu lectura
de los textos, sino también en haber
pasadoporelprocesodeaculturaciónqueespartedelaformacióncelcientífico. 4-
no obedece tan sólo a razones
sin embarro, ü.r..ción de la mecánica clásica
opcrtunistas. Hay muchas otras que hacen de ella
lin buen punto de arranque
Una de ellas es
paralainvestigación de 1a naiuraieza Cte las tecrías científicas'
p
)
)
)
)
lIODELOS Y' TEOilt.{S 87
)
)
) qLre 1a mecánica clásica ha sido tratada por casi iodos lcs que han escrito sobre
a la naturaleza C,.e las ieorías. Si hemos de participar en este debate con una
a e.<plicación dife¡ente, estamos obligados da¡ cuenta de por qué nuestra explica-
a ción se apiica o no se aplica a la mecánica clásica.
For otro lad.o, la r¡ecánica clásica es típica de una. amplia gama de teorías,
)
particularmente, aunque no de manera exciusiva, en las ciencias iísicas. Ade-
) más, ya contamos con una explicación histórica de que la mecánica sea-
) ciertamente tÍpica. Como fue primera teoría científica moderna, 1a mecánica
) ha sido el prototipo para otras teorías dentro de la física y fuera de ella. En ,-_-
) particular, las técnicas ma.temáticas creadas en el proceso de desarrolia-r la
) ciencia de 1a- mecánica, tales como el cálculo, han sido aplicadas más allá de
) Ios coniines de 1a física. En resumen, la mecánica debe ser bastante típica
) cle muchas teorías científicas simplemente por ei hecho de que tantas otras
) tecrías la han tomado como mocielo.
La iercera. razón clc eiupezar con ia mecálica clásica es que dentro cie la
)
ec1ucaciónde.muchoscientíficosaúnseinciu1,elafísica,y.e1estudioseriode
) esia mateiia empieza por ei de la mecánica cLásic;1. Así pues, para una gran
) r:ai¡ticjad dc cientíiicos contelnporáneos, la- i:recánica clá.sic:r signiiicó su ¡rrimei'
) coniacto serio con las teorías científ icas. Así, no pucie sino haber influido ci-l
) su concepción general cle io q'.re constituye una teorÍa autánticamente científica.
a A pesar cle estas razones queria aún una scria pregunta por responcler: hasla,
) qué grarlo se he- d.e aplicar la erplicación tlue se 1,/a a desarrollar'. Consiclero clue
) ia e.<olicac-ión coniiene categoría.s no sóio lo suficienlemente generales co-
) ilto pala apiicarse a.ntpliamente, sino tarribién 1o suficientemenLe específicas
É como pa.Ía que tengan verdaciero contenido. Con todo, la prueba se i'ra de
a encontrar, a la iarga, en las aplicaciones reaies.
É
- I-e oncAr.JIZAcióN DE i-cs rEl<Tos DE t\¿ECÁl{icA
-
a Eristen pocos textos verdaderamente elernentaies de mecánica. Los tratamien-
a tos elementales aparecen típicamente en te)<tos más generales que cubren
a también otias_41eas de ia física, con'io la electricidad, el rlagnetismo y la física
a atómica. El amplio surliCc de iextos especializados en mecánica cae en la
) categoría que va de intermedios aavatzados, radicancio la diierencia principal-
a rii.:nte en el grado de ccmpiejidaci de las matemáticas empieadas. Además,
a exisien verdaderos tratados profesionales ccnsagrados ya sea a formulaciones
a mafemáti cas a.yars.acias c a- apiicaciones de punta. La presente investigación
se enfccará Cefinitivamenie en la categoría de intermedio a avanzado. Eiia
a englol-ra la mayor parte de los textos que estr-rdiair la mayoría de los estudiantes
a de iicencia.tu¡a en la. especiaiida.d y los alumnos de pcsgrado, es decir lapróxin-ra
a
a
88 L.i EXPI-ICACIÓN DE LA CIENCIA

.,
generaclon de fÍsicos proíesionales"2
)

Algunos texros empiezan con un capítulo o dos de conce.otos preiin:.ina¡es


de rnatemáticas. Estos jibros parecen ser principalmente los tez¡-tos menos
avaruados en que el autor emplea cáiculo vectorial u otros méiodos materná-
ticos que no siempre podemos suponer que el estudiante conoce. En los textcs ::

en que simplemente se emplea el cálcuio se tiende a suponer que el estudiante


ya lo ha aprendido
Unos cuantos de los textos menos avanzados dedican un capítulo preiiminar
a la cinem ática,la descripción dei movimiento a panir de nbciones básicas como
la posición, |a velocidad y la aceleración. Algunos autores aprovechan esia
oportunidad para introducir Ia notación vectorial y las ccordenadas polares.
En el primer capítulo importante de cualquier libro de texto casi siempre se
incluye el enunciado de las leyes de Nervton. Lo típico es enfocarse en la
seguncia iey, aunque en muchos textos se presentan las tres. Son diversas la-s
clescripciones generajes de esas le1is5. En un texto donde se afirma seguir a
lr,{ach se consideran definiciones la primera y segunda 1eyes, y se adscribe a
la tercera todo el conte¡ido físico. Fn otro (Coidstein 1959, 1) se adscribe a 1a
. segunda ley toda la " física esencial", que.el autor afirma "puede considerarse
cquivalente al postulado flundamental, o como una cleiinición de iuerza 1;
masa. Oiro autor ccnsidera la posibilidad de que las ieyes de Newton definan
la fuerza, en tanto que las ieyes especiales de fuerza son leyes empíricas. Luego
de considerar también 1a postura contraria, concluye (Symon 1953, 8):

probablemente el mejor plan, o cuando menos el más fiexible, sea tomar ia fuerza
como r-rn concepto primitivo de nuestra teoría, definiéndolo tal vez operacional-
rnente en función de mediciones realizadas con una balanza de resorte- Así pues, las
Ieyes de Newton son leyes, como Io son las leyes de teorías de fuerzas especiales como
la gravitación y el electromagnetismo.

Esta proposición puede parecer desesperanzadoramente confusa para el


filósofo de 1a ciencia, y reafii.rnar e1 prejuicio de que los escritores de libros de
texto no saben realmente lo que están haciendo
Sin emba.rgo, en este punto sería desviarse del tema tratar de establecer
cuáles enunciados son postr-rlados y cuáles son definiciones. Lo que realmente
importa es por qué no parece ser procedente para el aprendizaie y el quehacer
de la física cuáles ieyes cie Newton, si ias hal', iiamamos postuia'dos ]'cuáles
definiciones. ¿Podría ser que esta distinción no funcione aquí de la manera
como los filósofos y los lógicos nos querrían hacer creer?
Veamos, siguienclo ia vía de la segunda ley: fuerza es igual a la masa pcr ia
aceleración, o:

F:F.'i&:mdZx/dtZ. (3 1)
(

MODELCS Y TECRÍAS 89

Entonces la fuerza que actúa sobre un cLlerpo es igual a su masa por la


segttncla deri'¡ada de su posición con respecto ai tiernpo. Por lo ta¡rio, ia se-
gunda ley tiene la forma matemática de una ecuación diferencial de segundo
grado.
Focos textos se Ceiienen siquiera a consi<ierar ia suposición de que ia
posición en el espacio es ciobiemente diferenciable o de que las nociones de
veiocidad y aceleración en un instante tengan sentido, ideas que intrigaban
sobremanera a Newton y sus contempcráneos. Hoy en día estos conceptos se
dan generalmente por sentados.
Aquí debemos considerar un hecho irnportante. A partir de la segunda ley,
o de las tres, no se sigue nada de mayor interés. Si las leyes del movimientc en
sí mismas se han de tomar como las axiomas de un sistema, el asunto resulia
poco interesante. De los textos que conozco, ningu.no deduce teoremas a partir
de éstos "a-v.iomas". lvlás bien, pasan por io genera-l a- una serie de capítulos
basados en diferentes suposiciones sobre la forma de la función de fuerza. El
orden y conñguración de estcs capítulcs es variable. Sin ernbargo, son las
funciones de íuerzo las que proporcionan ei principio orsanizador de la rra1,,or
p::-ril cle los iibros de textc sc'bre mecánica clásica.
El ordr:n típico sería iral¿lr el p; imei i,.rga^r el rno.,'imi3nto ci1 una ii¡ne¡,sióit.
Dentro de esa categcría, podrÍa Lla.s¿irse cic las fuerzas unifcrmes a 1as fue;.zas
en función de sólo la posicióii, a.la-s fuerzas que son iunción tanto de ia posición
como de la velocidad, 1, fittaimenle a la,c fu,jrza.S quc e.stán en i¡nción cle ia
posición, ia veiocidad y ei tiempo.
Cada una de estas posibies funciones de fuerza se iiustra con uno o más
ejemplos, aigunos de los cuales pueden remonta¡se a Ios Prii-rcipia: un cuerpo
que cae en un campo gravitacional uniforme (e1 problema de Galileo), una-
masa scrnetida a una fue¡za- restablecedora iineal (ley de Hooke), una ntasa en
un resorte dentro de un medio viscoso (ei osciiador armónico amortiguaclo),
etcélera.
Pasando al movimiento en Cos o tres dimensiones, nos encontramos con ei
problerna de un cuerpo sometido a una fuerza centrai que varía en relación
inversa del cuadrado de la ciistancia al centro de la fuerza. Las soli:,:iones se
ejempiifican con el movimiento Cel pianeta alrededor del-So1, o de un satéiite
en torno de la Tierra. Tales problema-s, poi supuesto, ocupan gran parte cie los
Principie. Y son históricarnente importantes porque se refieren a Ia fueiza de
gravedad según ia "ley de Ia gravitación univers al" c-e l.{ewton. Esta es
ciertamente la más famosa "ley" de toda la historia de Ia ciencia, y a.sí se
describe por lo general en los tsxtos modernos
Ei orden arriba expuestc es el típico, peio pueden encontrarse muchos otros
órdenes de presentación y agrupamiento. Algunos textos, por ejernplo, ccn-
sagran capítulos aparte a la conservación cie: momentc y a la conservación de
la energía. Sin embargo, sea cua-i fuere el orcien de presentación o agrupa-ción
9C LA EXP'Í ,ICACIÓN DE LA CIENCIA

de los tei-flas, e:<iste r:n conjrinto nctabiemente común de teinas y ejemplcs


nucleares. Unc no se puede resisli¡ a la ccnciusión Ce que muchos de esios
I
ejernplos me.iulares descienCan Hstóricar-nente de ios mcdelos kuhnianos.3
Aparte cie los casos mencionadcs, Ia seiección d.e temas varía de uno a olro
t.

autor. En ia ma;vs¡i¿ de los textos se inciuye un capítulo sobre el movimienio r


Ce lcs cuer,oos rígiCos, y el resultadc más impcrtanie clue se señal.a es el de que
para rnuchos propósitos un cuerpo rígido puede consid.erarse ccmo r:na parií-
cula iocalizada en el centro de masa del cuerpo rígido. Con este ejernplo se
iluslra la poderosa estrategia de reducir un problema nlievo y aparentenrente
compiejo a un problema más sencillo para el cual ya existe solución. L
I
La selección cje otros temas tiende a sepaiar entre los autores que ponen de
rel.ieve otras apiicacioñes- ¡r'sicas y los que hacen incapiá en otras técnicas
¡natemáticss. Eniie los ejemplos de otros temas físiccs está la n:ecánica de )

t-iuidos y el movirnientc ce medios coniinuos coúto uiia cuerda o una membrana !

!
en vibración. Otras iécnicas matei^oáticas son las coorcienadas generaiizadas,
las transfornaciones canónicas y la teoría de Hamilton-Jacobi. La eiección de
otros ejemplos también es i',ii-ición Cel interés de los atitores en estableler I

i
relaciones con temas contemporáneos, p.articularmente ia rnecánica cuániica
y la mecánica relativisia. Ahora resuita basiante comúa teiminar un tefto de i

mecánica clásica con un capítulo sobre relati'¡idad especial. :

En Ia figura 3.1 se reproduce 1a prime ra página del índice de un texto típrco i.

sobre mecánica. Se invita al lecior a que inspeccione el resto de este ínCice, o


ios de otros textos, a su propio arbitrio. Antes de intentar una caracterización
más iecrética de Ia estrucrui-a de 1a mecánica clásica, permítasenos investigar i

un ejempll con mayor detalle.

El csciLADCR LIhlEAi-
Todos los textos de mecánica que he visto se ocupan ciel caso de la fuerza de
restablecimiento lineal. En este caso 1a fuerza ejercida sobre una partícula es
propcrcional ai desplazamiento negativo de 1a partícula respecto cie su posición
de reposo. La seguncia ley de este caso es:

F = ¡na : m*x/dt? : -kx, 13.2)

donde k es la constante de ia propcrcionaiidaci. Resolver esta ecuación tantc


para x cgmc para y co.mo funcicnes dei tiernpo no es más que un ejercicio
sencilio en ecuaci,¡nes diierenciales, y todos los textos presentan la solución ccn
mayor o menor detalle, dependiendo del nivel educativo del púbiico al que van
ciirigidos. La solución es Lanto para ia posición , x(t), corno para la velocidad,
)
a t2

a :f-

ti

) ;

) MODL'LOS'Y TEOF.íAS 91

) li

CO}..ITEi'']TS
I
P,rCe

PRsrnce
CitaPter I
THE LINEAR MOTiO}'{ OF A PARTICLE !
I
Iniroduction 4
:1

1. The Dynamics ol Rectilinear


lvlotion
9
2. The EnergY Integral
i
1i
3. Qualitative Use of the Energy Integrai 13
4. The Conservatic:, of EnergY t6
5. Units t'7
Problems
ChaPter II
THE LINEAR OSCILLATOR
21
niroduct.ion
i 1.i
t-f
1. Frec Oscillations 2-i
2. The li.ate of DamPin¡1, an''j Q ,o
3. Force d Oscillation's and Resonance JJ
Oscillation
4. Superposition ol Transicnt and Forced
Ext-crnal Forc¿s
5. Forceci Nlotion utlder Cencral -1ü
6. The Energy and ihe Linear Osciilat'or 4C
Probletns
ChaPter llI
N{OTION 1N TWO AND THREE DIN'IENSIONS
+J
lntroduclior-r 41
1. The Dynamics of N'lotion in Two
or Three Din-rensions '
+U
in Trvo anrl Three Dimensions
2. The Conservation of Energy 52
3. Motion of a Particle in a Ceirtral
Field
58
4. The Inverse Square Larv 62
5. The Ene rgy llethod ior the Inverse Square Larv 66
Problems

Tomado cie Slaler y Frank (19¿'7) '


Figura 3. 1 Índice de un texto de mecánica típicc '

v(t), como funciones del tiempo tienen


la raisma forma arÍnónica general
representada Pcr la función

f (t) : A cos (tvi) + B sen (wt)' (3'3)

qlle Se han de deterrntnar


donde y;? : k-/r¡zy tanlo E como C son Consta-ntes
general cie cualquieí ecuación
por ias ,,condiciones inicia-les". (La solución
92 LA E;<PLICACIÓI{ DF LA CiEI'iCiA

diferencial de segu.nio gra-io debe tener dos paránieiros iibres .) La.ecr-la-


ción (3.3) define io que se llarna i-novimiento a¡rnónico simple. Sóio ios autcres
de textcs rriá.s avanzacios de orierrtación rnaiemálica se contentan ccn LLna
prese:itación así dc ''forinal' '"

Lc- Ley de iicoke


I os más de los te;ttos introd.ucen ei movimiento armónico mediante el ejemplo
de ia ley de Hooke, la cual establece que la fuerza e.jercida por un resorte es
proporcional a la cantidad de su estirarniento. Así, se interpreta- la constante k
ccmc la medida de Ia rigidez del resorte. La figura 3.2 es una represeniación
tÍpica d-l pioblema.
Los autores de los libros de texto, teniendo en mente una cieria apiicació1,
se ven motivados a considerar condiciones iniciaies específicas. Supóngase, pcr
ejemplo, que el movimento se inicia desplazando Ia nasa una disianciaA ala
derecl-ia y liberánclola con veiccidad inicial nula. AsÍ pues, Ias ccndiciones
iniciaies son x(t : 0) : A y b{t : 0) : 0. En este caso las soluciones a la
ecuación (3.2) se reducen a

x(t1 : A cos(wt) v(ttt) : -Aw sen(wt) (3.4)

\
X=0

Figura 3.2 Sistema rnasa-resorte usado para ilustrar ia ley cie Hooke y el movimiento
armónico simple.

Estas soluciones se representan gráficamente en la figura 3.3.


h4uchos autores tienen el cuidado de indicar que el aplicar ia ecuación (3.2)
al arreglo representado en 1a figura 3.2 requiere de algunas "supcsiciones
simplificadoras", En un texto (\Yallace y Fenster 1969, 175) ilega a enurilerar
las siguientes "ideaiizaciones": (1) el resorte no está sometido a fuerzas de
fricción internas ní externas. (2) EI resorte carece de masa. (3) El desplazamien-
to de fuerza característico del resorte es iineal . @) La i-nasa no está sonretida a
ninguna fuerza de fricción. (5) La pareci es rígida, cie sue¡te que pr-iede pasarse
por alio el retroceso de ia- pared debiCo al movimienic de Ia masa.
N,ICDELOS Y TEOR.ÍAS 93

x(t)

v(r)
t

Figura 3.3 Posición y velocidad corro funcio.nes del tiempo para el sístema masa-
resorte de la figura 3.2 con conciiciones iniciales x(t = 0) : A y r,(t : 0)
- 0.

La iisia de ideaiizaciones es particr"tiarmente interesante pues deja ciirro que


1os autores no se refieren a ningún sistema reai de masa y rescr'le. No existen
resortes que carezcan por completo de masa o de fuerzas de fricción internas.
..,'iás bien, 1os autores se ocupan de un sistema ideal rnasa-rescrte que satisface
perfectamente ia ecr-iación (3.2).Las iclealizaciones son necesarias para garan-
tizar que se satisfagan las condicioncs de Ia ecuación.

El pénduto simple

En muchos textos se trata del péndulo simple como un ejemplo más del
mc''¡imienro armónico simple" En la figura 3.4 se muestra un péndulo de
longitud /sometido a una fuerza gravitacional uniforrr\e, -n1g. Un péedulo,
naturalmente, se mueve al menos en cios dimensiones: la horizontal y la vertical.
Sin em"bargo, el problema puede reducirse a una dimensión considerando tan
sóio la componente horizontal, x, del movimiento. La fueza grativacional de
arriba al,ajo, -rng, se equilibra parcialmente pcr la tensión de la cuerda, ,S, que
tiene rnagnitud mg cos(a). .!, a su vé2, puede resolverse en una componente
verticai yhorizontal, siendo la horizóntal -S sen(e).' Dario quesen(a) : x/l,la
ecuacíón de movimientc ::n Iá dirección hbrizontal es

md2x/Ci2 - -mg cos(a) sen(a) : -(mg/l)x cos(a) (3.5)


'I
'l

I
\
I

94 i-A EXPLICACIÓN DE LIT CIENCIA /L Li-\


!

Sin emba¡gc, esta io eia.rámente la ecuación Cel mcviniento arrnónico


siinpie (ecuaciÓii -? .2)'
",
Conviene introducir aquí uaa aproximación'
Supongamcs que e1 ángulo de
pequeño para que cos(a) sea aproximada.
osciiación, 4, eS io suiicieriteroente
rnente igual a uno-

I
\

!
:
,i

;l l"L\-]Ui

i
J
.,,in
J.-mo ¿. l
:

Figuia 3.4 Péndr,rlo simPie

pcr el hecho de que


Esta suposición a veces se justifica formalmente '^RF'T;1i
función cás@) es igual a la suma infinita' a 1ósié¿
,^ -eq1as ci.
(',O),irrir,,.
cos(a)-1-a2/2i +o4/'l-a6/6+""
,.'
: r'--\-:'
l .\, \

y mayo res de
Así, hacie ndo cos(a): 1 se desprecian la-s potencias segunda e una J)

a. con esta aproximación, Ia ecuación (3.5) se reduce a las re¡i:


^at--:i
m d2xdt2 : _(mg/[)x, (3'7)trrt11!-
:

? :'
ei papel de ia constante de resorte Celro
donde la constan ie mg/l iesempeña
Catt tú : g/1"
'o- Uia C.i

soLuciones SOn como ai-'tes,


ejemplc de la ley de Hooke. La-s
resulta evidente que e1 sistemazen i

De las ecuaciones (3.4), o Ce.la figura 3.3, ' ^'oí


compler"a una oscilación en un tiempi
i ¿uao pcr la ecuación nos r -¿'

'wT-2,ÓT:21/g (3.8) a. F o§
j

de Gai,eo y de l'{ewron: el pericdorlres i]


Esta ecuación confirma 1cs resurtados
de su iongitud e independtt"''-".:;,;i
del péndulo es prcporcional alaraízcuadrada
i
de su masa- , s -t^ ^i-.^ro m¡
Eipasocielejemplodelamasa.enunrescrtealpéndulosimplemeparecd3'lit,§ -i"'si
directa". Los dos"
un caso .uy.i^ro'i. 1o que l(uhn [amó-"modelación .'as t
i\'IODELCS Y TFCRI¡\S 95

ejemplos no son únicamente casos especiales ci.e una relación general. Uno se
las puede arreglar para reclucir el péndulo, eue es un sistema bidimensional, a
un caso unidimensionai sóic mediante una sensata aproxiir-iación que restringe
ei péndulo a ángulos pequeños de oscilación. En particuiar, eL paso de 1a
a.piicación criginai de las ieyes de Ne',./con al pénduio bidimensional (ecuación
3.5) a la versión uriiciimensional (ecuación 3.7) no es cuestión de deiucció;'i
pura.mente matemática o lógica. (La " aproxirnación" resulta ser Llna regla
válida de Ceducción sclamente en los chistes que hacen los físicos sobre los
matemáticos

L a fo nnttl a ció n hs m i lt on ion a

En iextos algo más avanzadcs se ti ata también del osciiador armónico centran-
do ei intcrés enla eitergía.I a energía cinética de una parlícuia en u.n tiempo /
se de[irte comc

KE(t): l/2t?¡','2: (l/2m)f, (3-9)

Co¡cie de ia lrtrSiliiiR, x, Y se defille


p -- ¡;tb. La encrgía pctcnci¿Li cs fui'ición
como ia. integral de Ia fuerza descie aiguna posiciÓn inicial arbilraria a x- Para'
el problema cie la ley c1e ifooke

PE(x) : I/2kv3 : (k,/2)x2. (3.i0)

i-a "hamiltOniana" para el siSterna, ,É^f, eS la energía total, eS decir

I{ : KE + PE : (k/2)x2 + (l/2in)¡y'. (3-11)

Las ecuaciones de movimiento para el sistema p-ureden escribirse en términos


de ia hamiltoniana como

dx/Ct : DIí/Dz, y dp/dt : -Di{/Dx- (3.12)

Resol.¡er estas ecuaciones nos da las soluciones normales para la posición,


x(t), y el momen to, P{i).
El oscilado, arniónico simple es Lln sistema conservacicr, es decir que su
energía tolai permanece constante rnientra-s osciia entre las ccmponentes po-
tencial y cinética. Si tomamos x y p como los ejes de un espa-cio euclidiano
bidimensicnal, ei estado dei sistema en cualquier rnomentc, que consiste en
." aicres simultánecs Ce x(t) y p(t), se replesenta por un solc punto. La ecuación
96 LA EXPLICACIÓ].{ DE LA CIEI{CIA

Figura 3.5 Fstado del oscilador aimónico sintple en un espacio posiciÓn-monlento

Figura 3.6 Estado ciel oscilador armónico simple en un espacio posición-moirlenio-


tlempo
}IODELOS Y'TEORíAS 97

(3.11) significa que el estado del sisterna en este espacio se confina a. una elipse.
imponiendo nuestras primeras condiciones iniciales, vemos qr:e la elipse tiene
la fcrma dada en la figura 3.5. Otras condiciones iniciales producen eiipses con
olras formas y orieniaciones. li

I-a relación entre este espacio y nuestras soluciones anteriores puede verse
si imaginamos el tercer eje, el del tiempo, perpendicula.¡ al plano x-p.Entcnces,
el estado del sistema como función del tiempo se representa mediante una .lr

espiral eiíptica que se mueve a lo largo de1 eje /, como se muestra en la figura
'--_r:iil
3.5, Proyectando esta trayectoria sobre ios planos x-t y p-t se obtiene la función ,:,

sinusoidal representada en la figura 3.3.Laelipse en el plana x-p represeniada


i'l
en la figura 3.5 es, por supuesto, la proyección del es'ra-do total en el espacic
l:
x-p-i sobre el plano x-p.
':.i;rt

El oscilodor li¡teal amortiguado


.:
Antes cie te¡ininar nuestra bre'*¿e excr-¡r-sión ¿ii nunCo de los Iiblos de texlo sol-.re
n-iecánic:i, i;crmiiaseíne exanrina¡ lan sóio un caso inás, el icl oscilacior armó- . t;'

nico ai:iortiguado. Cbviamente, los resortes i, pénclulcs ¡eales no son sistema.s .: .:tl

:tltl
cotlsert'adores pue-lto CLle tarde o teiiipiano alcanzan el estado de reposc.
I-tecirr-tos qr-ie la rzzór' cle esto es que la ei:ergía se pierde por fricciLirrl rpoi'
e.jemplo, la fricción interna del resorie, la resistencia del aire y la fricción en el
soporte del péndulo. Irlervton se ocupó en gran medida de estos problemas. Ei : 'l:

I-ibro Ii de los Frincipia está dedicado al movirniento en medios de resistencia.


En el primer caso consicierado por l.Je',,,ton se supone que la fricción,
pcngamos por casc la resistencia del aire sobre el péndulo, es una función lineal .:"r.

de ia veiocidad. La segund,' ley para el péndulo sometido a fricción de este tipo


:t ,
tiene ia forma

m&x/dt2 : -(mg/l)x + bv. (3. i 3)

En la figura 3.7 se respresenta la soluciunparax(t) cuando b es pequeña


(subamortiguamiento). Cualitativamente, el penodo se iiicrementa a partir dei ,rj,

casc en que no hay fricción (el pándulo oscila más lentamente), y la amplitud
decrece exponencialmente en el tiempo.
La siguiente cornplicación sería supcner que el péndulo (o el resorte) es t1

ii.r,
in:pr-rlsado por algunafuerza que contrarresta o inciuso supera a la fuerza de '.t,,.
-: l'
fricción, como en el caso clel relo.j cie péndulo. La .solución naiuralmente, ':i:!

dependerá de ia forma precisa que se suponga para la fuerza impuisora. Si ésta


es en sí misma a-rmónica, existe la posibilidad de resonancia entre el periodo
"natural" del osciiador y el impulscr.
Pero baste con 1o que hasta aquí se ha dicho. Es hora- de comeiizar a
J

a.

98 LA EXPLICACiÓN DE LA CIENCIA i

x(t) t.
i
É
1,

f
;
I
€.

Figura 3.7 Posición clel oscilador armÓnico


amortiguado en función del tiempo'

general de lo que porJría ser una teoría


clesarrollar una explicación teórica más :

como la mecánica clásica :


i
:

Ir.¡renpRE,TACIÓr.lpiDENTiFiCACIoNi
el cálculo
I a co¡cepción empirista iógica de las teorías tenía dos componentes:
qtte asocian los términos del
puramenie f,or-aiy "reglas de correspondencia"
en el antecedente' En el caso de la
cálculo formal con los términos entendidos
mecánica, la regla cie correspondencia
podría establecer, por ejemplo' que x
representa la posición de unapartícula.
Er rnu de sus versiones más empíricas'
como definiciones opera-
esta explicaciÓn trata a las reglas de correspondencia
como 1a "posición mecida
cionales.Así, x puede definirse operacionalmente
con un metro".
Sinuestroobjetivonoesiareconstruccióny;ustilicaciónracional'sino
simplemente entender pol qué las teorías
funcionan realmenle en las ciencias'
formulaciones explícitas de
es importante que dev'ezencuando se encuentren
en los libros de textc normaies' Sin
algo como las reglas de correspondencia
respecto a la determinación
embargo, noo .nJontramos referencias informales
de 1a masa, ]a fuerza, la posición V el
momento' Estas referencias pueden
a las reglas de correspondencia' saivo
interpretarse como apelaciones imptícitas
porelhechoquelosautoresnoestablecendistinciónentreloquees..obser-
vable,,yloquenoloes.Lasreferenciasinformatresaiamed-icióndefuerzas,
que ios filósofos consideran generalmente como
"teóricas"' flo difieren en
carácter de aquellaS tocantes a Ias
posiciones, las cuales Se Supone que Son
,,observables". Así pues, las anotaclones informales no clesempeñan el papei
requeridc pci' 1os empiristas 1ógicos'

a
,
MODELOS Y TEORíAS 99

Los filósofos postpositivistas de la ciencia., naturalmente, se han mcstrado


unánimes en cuanto a impugnar las reglas de correspondencia en todas sus
manifestaciones. Con todc, cualquier tecría de la ciencia necesita alguna
manera de explicar el fenómeno que motivó su introducción, el hecho de que
los científicos usan símbolos matemáticos para representar cosas de la realidad.
Puede ser que introducir reglas de correspondencia como partes explícitas de
la teoría no sea la mejor manera de explicar este fenómeno, pero no podemos
pasar por alto el fenómeno en sí.
Existen cuando menos dos fenómenos diferentes que debemos explicar. Uno
es la reiación de ios símbolos maiemáticos con términos generales o conceptos
como ei de "posición". El otro fenómeno es Ia relación del símbolo matemático
con alguna característica de un objeto especfilco, como "la posición de Ia Luna".
Me referiré al primero corno el problema de la interpretoción, y al úitimo como
elproblema de la identificación. Por ejemplo, en la fórmula F : -kx, podemos
ínterpretarxcomo el desplazamiento de una partícula respecto de su posición
de rcposo. Al aplicar Ia flórmula al estirdio de una ciena masa unida a un resoi-te,
idenificamos x como el desplazamiento de esta masa en particular respecto de
su posición de equiiibrio.
Sin duda Kuhn estaba sobre 1a pista correcia cuando destacó la iinportancia
de Ios rnodelos en Ia formación académica del científico. Es a trar,és del estudio
de casos como el oscilador lineal y del descubrimiento de los tipos de sistemas
reales que presentan mo.¿imiento armónico, como los científicos aprenden 1a
manera de interpretar los símbolos matemáticos )/ a identificar casos pa.r-
ticulares de ese simboiismo. Esta observación, está claro, ¡zo constituye una
teoria de la interpretación o de 1a identificación. Ni siquiera es una teoría
respecto de cómo se aprenden las interpretaciones y ias identificaciones. I.,lo
obstante, es pertinente para tal teo¡ía de una manera que nunca podrían serlo
las reglas de correspondencia.
Los fenómenos de interpretación e identiflcación no son piivativos de la
ciencia. Se presentan en cualquier intentc sistemá-tico de usar ei lenguaje ai
tratar con los objetos de ia realidad. Así pues, la teoría de estos fenómenos es
parte de la teoría general del lenguaje y la cognición. Por lo tanto, al elaborar
Itna teoría cognoscitiva de la ciencia tarde o tempr ano convendrá recurrir a
descubrimientos pertinentes de la lingüística, y etr general de las ciencias cog-
noscitivas , para explicar estos fenómenos. Es poco probable que podamos
explicarlos adecuadamente con teorías puramente filosóficas del signilicado o
l

Sin embargo, sería un error pensar que se debe tener'a la mano una buena
explicación de los fenómenos de interpretación e identificación antes de proce-
der a construir una teoría naturalistii de la- ciencia. La-s activiCa-des científicas
tienen mucho en común con otras a.ctividades humanas, especialmente con las
que dependen en gran parte del uso del lenguaje. Sin embargo, ex-isten tanrbién
7.

iCC LA EXPLICACIÓN D'F LA CiEi\ICiA

el irionento, me
muchas cosas relativamente caiacierísticas de lá ¿iañcia. For
centraré en estas peculiarida-d-es'

I-¿s LEYES DEi- I/icvlhÁiEi'irc


de las ieyes
Como ya Se indicó, existe alguna controve¡sia sobre la condición
dei movimiento ner,,,tonianas. En ei sigio .>iviil y en el xix,
h'len'lon y sus
geilerales
r.gri¿"*s parecen hat;er ccnsiderado estas ieyes como verdaces
sobre el universo. A finales del sigio XiX se alegaba
seria¡-rrente' PoÍ.ejempic
mejor coi'Ílo
por Mach y Hertz, que una u otra de las-ule-s-leyes podía entencerse
'ci.efiniciones. mecánica ciásica
il¿ii inierpretación de cómo se entiende hoy la
lineai'rientos un
dentro de la ccmunidaci de físicos habrá cle proceder sobre
tanto ciefinicionales. Sin ernbargo, mi preocupación
inmediata es pcner en tela
en Ia mecánica
de juicio Ia idea de que las leyes del movimiento funcionan
clásica como generaiizaciones empíricas bien confirmadas.
-Lainterpráación de ias ieyes clel movimiento como enunciados '|j1l,píricos
generaies desempeñó un papel importante en la concepción
empi¡-sta lógica
según 1a cuai Ias teorías deben enten,lerse como
sistemas a'riomáticos ' Las leyes
empíricas, son ios prin-
del movimiento, consideradas como generalizaciones
cipales candidatos a axiomas en cualquier sisiema
axiomático de ese tipo' Sin
demuestra que las
embargo, el examen de incluso el libro de te.rto más sencilio
empíricos genera-les
iei,es del movimiento,-si se considelan coillo enunciados
inapiicables a la ciencia
debeu juzgarse ya sea ccmo falsas o, cuando rnucho,
de 1a mecánica.

Lu Ley del Péndulo


como F : r'1d'
Ya hemos visto que las "leyes" más generales de }a mecánica,
no Son realrnente afirmaciones empíricas, sino más bien ccmo
esquemas
específica' En ta-1
generaies que necesifan ilenarse con una función de fuerza
que sc deriva
virtud, así lo haremos. La clásica ley del péndulo (ecuación 3.8)
de ia ecuación 3.7 nos proporciona un ejen-rplo
adecuado' ¿Pue'de entenderse
esta ley como una afiimuiiOt universal verdadera
a propósito de todos ios
pénCulos? ivle parece que no, y por bien conocidas
razones'
clei reloj antiguo de rni
consideremos un péndulc en particular, digamos el
abuelo que rengo er la sala. ¿Satisface su movimiento
la ley expresaCa en
3.7 incorporala
ia ecuación3.7? Está clarc que no sucede así. La ecuación
pequeñc' Para cualquier
aproxirnación de clue el ánguio de cscilación es muy
verdadera'
ángulo finifo de óscilaciói-r, ia ecuación 3.7 no es estrictamente
t
a
,
)t
NlODELOS Y TECRIAS 10i

Entonces, ¿qué ocurre con Ia ecuación 3.5 que no hace esta aproximación?
Tampocc es ccrrecla. Esa ecuación supone una fuerza gr avitacional unifo¡me.
Ahora bien, si la tierra fuera una esfera perfeciamente homogénea. la fuerza
sena uniforrne. Pero los coniinentes y 1os océanos hacen que esto sea imposible.
Es más, las heterogeneidades de Ia tierra se coilocen únicaniente con un grado
muy burdo de aproximación. Aciemás, edsten heterogeneidades más locales
como las colinas y los edificios grarrdes. Por si fuera poco, esiá también, por
supuesto, el influjo gravitacional de otios cuerpos, como el Sol, la Luna y los
planelas. Así, aun considerando tan sólo las lue¡zas de gravedad, la ecuación
3.5 no deja de ser una aproximación. Podríamos pensar en añadidos a la
ecuación que la,hicieran una mejor aproximación pero nadie pretenciería ser
capaz de complelar el proceso a modo de que 1a ecuación representara correc-
tamente todas las fuerzas gravitacionales exislentes.
Sin embargo, las fuerzas de gravedad no son las únicas que operan sobre la
péndola- de ese reloj. Existe una fuerza de fricción en la articulación donde se
,-ine i: pénd.ula al cuerpo del reloj. Asi¡¡risrno, eriste la resistencia del aire sob¡e
l.:- pesa Ce la pén.joia. Err los libros de texio se lepresentan las fiie¡zas de
fricción, ccmc la resistencia oel aire, cono iunciones line¿ics cie la. velocrCa'-i
Cel obj:to. Sin ernbargo, los físi'::s saben que la fricción ciei aire ilo cs un2
función lineal simple de la velocidacl, sino una función no lineal ¡nás coinplcja.
l'.si¡:-rismo, cn 1a liicratura especializaCa pueCen haliarse furtciones nrás " realis-
tas" que rupreserrtan 1a resistencia oei aire. Con todo, nadie pretende que
al-euna función en pa.rticular sea exacta-mente correcta -
Procederé a colsiciera¡ el hecho de que Ia péndola no osciia libremente, sino
que tiene un imp:.ilsor que a cada oscilación. le proporciona un pequeño
impulso. La razón de demcrarme en todos estos pormenores es que si pensamos
que las leyes del n-rovimiento proporcionan una descripción literalmente ver-
daCera y exacta de ha-sta los lenómenos físicos más simples, las leyes del
rnoviniento tend¡ían que ser increíblemente más complejas que cuaJquiera de
las hasta hoy fo¡rnuladas o, Cadas las limitaciones del conocimiento y la energía
del hombre, de las q,,-re realmente podrían fcrmularse. Por lo tanto, nos'/emos
constreñidos a afirma.r que en principio es ( ¿1ógicam eitte?) posible formr-rlar
leyes verdaderas d¡.i movimiento. ¿Pero qué papel puede pretenderse que
desempeñen si en en realidad nadie escribe jaraás una verdadera ley del
movimiento? Paia la manera ccmc lcs científicos practican la mecánica,
parece que la verdaC exacta y literal de las leyes del movimiento es lo cie menos-
La actitud de1 físico, representada adecuadamente en los libros de texto, es
que los factores mencionados (no uniformidad de la gravedad cerca de la su-
perficie terrestie, la luerza gra,.,,itaciona1 de 1a Luna, la no linealida.d de la
¡esistencia ciel aire) scn todos muy pequeños en comparación con ia fue¡za de
grav:Cad unifclme de 1a tie¡ra consiCeraCa comc una esfeia uniforme. En
aigunos tex,tos se proporcionan incliisc ccmparacicnes de tales fue¡zas en
102 LA EXPLICA"cIÓx oe i-¡ cIENCIA

esio equivale a decir que' para


cuanio a su orden de magnirud Nc o'oslante,
el iÍsico, la verdad exacia y literal no es lc
importante' Lo qtie importa es un
qtte se persigue' cualquiera
grado suficiente de ap.oxiáución para el propósito
que éste sea.
que ias leyes de la
Los cienlíficos y filósofos que han ciado por sentado
no han desconccido el t
naturaleza son all.ou.ion.s gtntalts bien ccnlirmadas
1as aproimaciones Con
hecho C.e que en lás ciencias se usan regularmente
inlrascendente para
todo, han considerado esto como un hecho relativamente
la ciencia. Lo han conside,udo dt ""
i*portancia tan só1o práctica' no teórica'
hecho de considerar los sistemas
A rnijuicio esta actitud ha sido reforzada-por el
lógic.--s y las teorías -u,.'''aiitu' como
modelos de las teorías cientíiicas' En
de las compuiadoras' 1os
lógica .v malemáricas, al mencs antes de Ia era
métodosdeaproxirilaciónservíanSolamenteparaelfinprácticodehacer
más senciilos' La ciencia empírica
es
ios cálculos posibles o,.uon¿o nlencs'
dilerente. La idealización y lu up'o''i*utión
forman parte de su tt:l-t]l: Y.1i
teoríaadecuadadelacienciadebereflejarestehechoenSusConceptosmas
[undamentales.a

Mon¡los E HiPorESis
¡eferencia a cosas conro
En los textos cle mecánica se hace continuamente
cuerpo rígido simétric3"".
"el oscilacior lineal" "el movimiento libre de un y
a la luerza central de gravedad" '
movimiento de un .u.,po '=uieto tan sólo
otras por el estilc. Sin.nl¡utgo, en
"tl
los propios textos s.e aclara Oit l"::]:T:l::
las ecuactones
nc satisfacen completamenle
Or*Ar,"a,la"s de tales siste"mas No eKlsle ningún pénduio sin lricción' ni
mediante las cuales ,. I"t;;;;;1;-
fuerzas externas' ¿Qué sentido podemos
tampoco cuerpo que no esté sujeto a
hallár en esta aparente conlradÍcción?

lulode los

armónico simple y entiCades análogas


Propongo qtie consicleremos e1 osc ilador que
enlidades aástraclas que Pos een todas Y únicamenre 1as ProPiedades
como
norma.les. La característica distintiva
de1
se les adscribe en ios libros de text o
por ejen.rplo' es qu e satisface Ia iey de fuerza
F
oscl Iador armónico simple,
es una entidad construida' En
-kx. Así pues, el oscilaclor armónico simPle ecu acl0nes
ue los sistema s desc ri tos or las divers as
efecto
NIo tienen más realidrd
d vimienlo soil er\t-idaCes soc¡a inle Ie construiCas
,"?

de lísicos.
que ias q ue les confiere la comunl cad
NIODELOS Y TEORIAS IO3

Al construir una teo¡ia de la ciencia resulta útil una táctica metodológica en


que se empleen términos que constituyan moneda corriente en las propias
cien.ias aproximadamente con el mismo se.ntido qustienen en esa§ cie nc ias '
-y
Esta táctica es útil porque todos lo s que estudiamos Óien'c ias tom part I mo s h as t a
cierto punto las "culturas" de las ciencias que esludiamos, y porque debemos
comunicarnos con los otros científlcos que practican estas ciencias. Naiural-
menle, tendremos que emplear en nuestra ciencia de la ciencia algunos concep-
Ios que no se manejan en las culturas ¿. 135 si3ncias que estudiamos' Esta es
parte necesaria del desarrollo de una ciencia independiente' Sin embargo, no
deben ponerse barreras innecesarias a la comunicación con nueslros su.letos.
Su iero llamar "modelos teóricos'' a los sistemas i dealizado d ue ratan
Ios textos de mecánica o, cuando el conlexto séa c laro. llamarlos simplemente
"modelos". Esta su gérencia se aviene adecuacamente a la manera como Ios
cientíiicos usan este tát'mino (del que tal vez se haya a busado). Esta termino-
lcgía incluso coincide co nvenienteinei,tc con el uso de los lógicos para quienes
un modelo de un conjunto de axiomas es un objeto o un conjunto de ob.ietos
cue Saiisfacen los ariomas. En cuallto modelo leórico, el oscilador a¡iilónico
:impie, pcr ejemplo, salisface perfectamenie su ecuación de mo'zimiento'
Para eviiar la confr-rsiÓn, debo señalar por princlpio que tendremos clue
en-rpleal el término "moCelo" en cuando menos otro sentido diierenrc §p,-
io¡ios ios modelos teóricos son nlocieios en el seniid o de ser también ¿ etn
conforme a Ios c ales se const ruyan oaros modelos teorícos. En pnncrplo,
cualquier mcdelo teórico poCr ía desempeñar este papel, pero en realidad pccos
io hacen, y el oscilador armóni co simple es uno de los ejemplos más destac:':ii os.
l,a relación entre ciertas ecuacicnes (interpretadas acuadamente) y su mode-
1o correspondiente puede describirse como una relación de caracte rizac ió n, o
incluso como una deflnición. En este caso incluso podríamos hablar apropia-
,,verdad,, . Las ecuaciones interpretada s son verdades del modelo
damente de
co r respondienle. En este contexto, sin embargo, la verdad no tiene significado
epist ernoló gico. Las ecuaciones desc¡iben verdaderamente el modelc porque
éste se deline como aigo que satislace :.'iactamente las ecuaciones'
Esta concepción de la relación entre las entidades lingüísticas, los enun-
ciados o ecuaciones, y los modelcs que, aun cuando sean abstractos, no son en
sí mismos entidades lingüísticas, es muy similar a la que sustenta Van Fraassen'
vemos
)'tiene las mismas ventajas. Si atendemos al contenido cle una ciencia,
lue los modelos ocupan el centro del escenario. Los recursos lingüísticos
especiales que se emplean para caracterizar dichos modelos son,'en e1 m;jor de
i. i casos, de interés secundario. Racionalmente no hay necesidad de recons-
rruir las teorías científicas en un lenguaje preferido para los flnes del análisis
mecacientil ico
Al igual-ryelose+ ,-.¡
e se usan ata a acterizarlos los modeios
ocurren con diversos g ¡ados de abstr n. En su grado más abstrac[o, el
ttl LA EXPLICé-CiÓN lg le ciENCiA

oscilador iineai es u¡1 siste,-rra con una fue¡za restablecedora iineal, rnás un
núme¡o ind.eter¡linado de otras fu¿rzas secundanas' El oscilador arrnónico
lineal.
simple es un osciladoi iineal con una y sólo una fuerza resiableceCcra
E1 oscilador a]noltigu?.d'o tiene uira fuerza. restab]'ececora
con ia iigidez de un
¡esorte idea-lizado. En el osciiadcl de péndulo 1a fuerza restablecedcia
es

íunción de la gravedaC y de la longitud cle 1a cue¡da, y así sucesivamente'


uú mcCelc
Así pues, el "oscilador lineal" puede ccncebirse mejor no coi-ao
único con diferentes veisiones espacíficas, sii-rc coino 'tn conglomerdCo
de
para echar mano de '"lna
rncdelos con di'rersos grados de especiiicidad' O bien,
rnetáforamásbio1ógica,eloscilacorlinealpuedeconcebirsecomounafamilia
demcceloso,tode.víanrejor,comounafamiliadefamiliasciemodelos.

Hipótesis

Corno lo sugiere el signilicado co¡nún de ra "rnodelc " lcs mcdelos


eorrco i tienen ia intención modelos de al o, y no merai¡enle ejemPlares
p ala usarse en I a construcclo n de oiros ¡nodelos teói ICOS. D:sJe
mi Punio e
\':.: r:a funci e ron ''éi uno de lcs sen¡ idos nrás eneral
hc-v en bo aenla sicolo IA CO nosciti'¡a. Los modelos
leóri cos scn los medios
con ue 1os c entÍiicos re rese i-rtan el mu ndo tant sl mls rnos como ara
s sis ternas
Ios dernás. Ellos tienen la costumbre de rePre sen tar lo
se ha. an en 1a realida resortes Y Pen dulos, proYectiles Y Pianc ,as, cuerda Ce
vl olín y parches cie tambcr'
or icos en la ciencia
Esia manera de enlender ia función cie ios mcd¿lcs ie
suscita de lnme ato cuestlon es de "realismo",
E,n el proxlmo
lnq uietado tanto a filóso fos corno a sociólogos de 1a cienci
a sóio q uisiera tratar de reclsar
CA pítulo considera re esas cuestlon
e1 modelo teórico Y aquello de lo
un oco más la descriPci ón Ce la re
concepto, el de
q!!_g!_In9g9^o- Para esto necesilamos intro'lucir un nuevc
' 'hipótesis te oflca En este caso mi intención es también que el termlno se
que los cientíiicos dan al término "h ipo-
avenga considerab lemente con e1 uso
---Á aunque mi nso se¡á sistemáiico'
tesis",
ái¡...n.ia del modelo, la hipótesis teórica es) para mí' una enridad
lingüistica; a saber: un.rrun.iudo que afirma cierlo
tipo cie relación enlre ei
Así pues' una.
l,iari" v un sistema real dado (o una clase de sistemás ¡eales)' nc se mantenga la
iripái.rli teórica es verdadera o falsa según se mantenga o y
el modelo el sistema real
relación afirmada. Sin embargo, la relaiión enire
de ellos constituye una
;;;;;á. ser de verdad o falsecad pLresto que ningr]no
..,ia^a iireUittica; por lo tanto, debe ser de otra índole'5
de ser de isornorf,rs-
Van Fraassen (1930) señaló que la relación deseada ha
no. Ahora bien, está claro que hay razóa lógica cie que un sistema real no
"c
N1CDELOS Y TEORiAS I05

: l:j3 ser realmenie isomóriico para cierto rnodelc. sin embargo, para nin-
que se citan en los textos normales de mecánica' por
-::::c de los ejemplos
:,:,rplc, edste pietensión alguna de isonorfismo. En efecto, en los textos se
isomórficos
--:ei:n señalar explicitamente aspectos en que lcs modelos no son
::sp.cto del sistema real. En otras pa.iabra's, en los textos sueien descar-tarse
:r\;iiciiamente las prelenciones de isomoifismo' Si hemos de hacer justicia a
-:s presentaciones de la teoría que hacen los propios cientÍficos, debemos
de
.-:la¡ una interpretación más débil de 1a relación entre el modelo y el sistema
::ai. Tengo para mí que la relación adecuada es de semejanza Así pues' las
::pótesis suponen una.s emejanza entre 1os mocielos y Ios sistemas reales' Pero
y
:-.n-io cualquiei cosa eS semejante a cualquier otla en cieltos aspectos hasta
¡::¡io grado, las prelenciones de semejanza scn vacuas si carecen de al menos
::a especificación implícita de los aspectos y grados pertinentes' La fo¡ma
;:neral de una hipótesis teórica- es, pues: Tal y cual sistema real identificable
=s semejante
al modelo designadc en tal3s y cuales aspectos y gra-dos' Para
:.1::1a. un ejenr',,ic diferente:

-i-una
Las 1-,osiciones y velcciciades ci:la Ticrra )'la etr el sislerna Ticira-Lunl soi.;
nuy-semejantes a las de ur't modelo noltoniano de dos partícuias con rtna fuerza
;ert¡al del inve¡so Cel cuaciradc.

En este caso los asptcl.os scn "posición" y "velocidaci", en taffo que se


-,:::ira que el gradc es "muy semejante".
Ur-ia icr¡n,,rla.ción melcs tiesa de 1a hipótesis arriba anunciada, más
pró{m a
. lu foima en que realmente hablan 1os cientílicos, sería la siguiente:
La. Tierra y 1a l-una [orm?n, .on ,n álro grado de aproxiinación, un sisterna
g:ar iiacionai nev,toniano de dcs partículas.

Esia formula,ción tiend¿ a borrai 1a distinción entre e1 modelo teórico y el


:rs:ena real, la cual, a mi juicio, debeía tener m'Lly clara la teoría de 1a ciencia'
Ta;1pcco distingue aspecios y grados, engiobánCclos en la vaga noción de
.,
a:roxirnación,, . Pero sierrpie y cuanco se entiendan estas distinciones, la
.:in-rulación rnás la.xa es por 10 general 1o basiante clara'
Fi que las hipótesis teóricas puedan se. verda.claras o f¿lsas resulta de escasas
.ol:ecuencias. Afirmar que una hipótesis es ver-dadeia equivale a afirmar ni
ni,s ni menos que un cieito tipo y graco de semejanza existe entre e1 modelo y
:i sistema rea.I. Por 1o tanto, podemos desentendeinos de 1a verdad y centralnos
:l lcs pormenores de ias semejanzas- -una "tec¡ía de la verdad" no es requisito
i:.riis perisable paia una teoría Ce la ciencia aciecuada'6
:-rurQüe ics filóscios ilaa inenosprecr:-co a inenudc ia id.ea cle la seÍ,e jarza.
aie3;::dc que es dei;iasiado 'raga íCooCimaii 197C), un cú¡nulo de testimonios
10ó LA EiiDLICACICN DE r A CIENCL\

pl-oveni3nies de ias ciencias cognoscilivas, entre eilas 1as neurociencias (P.S.


Chu¡chland 19E5), indica que 1a ccgnición y la percepción del hombre operan
con base en cierto tipo de mética de la sernejanza Esto apcya la idea de que
la semejarza es una relación especialnente pronetedora para usarla en una
reoria naturalista de la cienci:..

Definiciones, modelos y realidad

La mayoría de las teorías de l.a ciencia, '¡iejas o nuevas, suponen que cuaiquier
relación represenlacional entre la teoría y ia realidad ha de enienderse como
una " correspondencia" entre los enunciados científicos yel rnundo. El destino
cle cualquier concepción de las teorías como algo .iue representa la realidad ha
sido asociaclo, de esta forma, con los Cestinos de 1a ieoría de la correspondencia
de la verdad. Es en esie punto donde se entabia generalmente la bataila. La
interpretación que he ofrecido párraios arriba sccava estos argumentos me-
cliante la impugnación de esa suposición común. En nuestra explicación no
e;-iisie relaciÓn directa en¡re los con untos d e enunclaclos y la vrda rea I. La
re ación es ind rrect a p or intermcdiación de un modelo::órico comó el que se
representa en la figura 3.8.
Naturalmente, Ias a firmacio nes sobre 1a existencia de relacio
za entre los modelos y los sisiemas reales req ili eren de hip ótesis teóricas aue I

son, en efecto, entidades linsüísticas. Pero para éstas lodo lo que se necesita es
' una " teoría de la redundanc ia" de la verdad (véáse nola 6), y existe una relación
de verclad del tipo de correspondencia entre 1os anunciados que caracterizan a1
modelo abstracto y al propio modelo. Pero esla correspondencia, la cual se
reduce a 1a delinición, no constituye ningún problema. La relación enSggeqa
de la dura tarea represent acicnal no es de verdad entre la entidad lingtiistica
el objeto real, s ino de la se enza entre ios dos o t , uno ab str ct u
real. Desde ese punto de vista su¡ en las dilicultades con la c once ción estándar
puesi c ue es ta trata de est lecer un vínculo semántico directo entre los
enunciados ue caracterizan al e[ mu ndo. eiiminando así por com-
pleto el pap el de 1os modelos.

Que rs uI.lA TEoRÍe ctexrír'lca


Incluso un breve examen de ia mecánica clásica según se plesenta en ios libros
de textO modernos provee cle una base para Sacar algunas conclusiones Sustan-
ciales sobre la estructura general de esta teoría científica cono la entiende
actuaimente el gruesc cle la comunidad cientíiica
,
J
)
)
)
t ]!'IODELOS Y TEORIAS 107

J
) en lcs Iibros de texlo normal ued e describ omo
Loq ue encontramos
) dem odelos o, ral vez
un cong omer ado (de c onglomeracios de conglomerados) \--
a aírn mejor, como una p oblación de modelos ue consisL
e en tamlllas relaclo-
las leYes
) nadas model:cs. L as dive¡sas familias se construyen combinando
) newtonlanas ovimiento, p articulalaente 1a segunda, con 1as diversas
inversas, etc. Los
) funciones de fuerza: funciones 1inea1es, funciones cuadráticas
a Ia definición otras
) modelos así ciefinidos se multiP lican entonces añadiendo
i1S deÍlnen a o tras familias de mod Y asi
) funciones de fuerza. L

de la estructura total
sucesivamente. En la figura 3 -9 s e da una imagen Parcial
) resultante de las familias de modelos
J Debe hacerse hincaPié en que la figura 3.9 muestra tan
sólo parte de ia
muchas caracte-
) estructura de 1a teoría a grandes rasgos. Falta por representar
son verstones
) rísticas. La ligura no indica, por ejempio, que algunos modeios
esp ecíficas de otros modelos más generales, como cuando
un modelo genera-
) cie un sistema
) liza do con una luerza restablecedora lineal se reduce al modelo
son sim le-
idealizado masa-resorte Tam poc o muestra cue eslos mo delos no
)
nlente estrucli] ias ma.tematlcas, S ino modelos " lnie rel
' . Lo que es rnás
) sl ru ficati', o, en ia ligura 3.9 só1 o sá ,nuestran
Ics mode Ics y no ninguno de ios
) siste mas reales para cuya repres entación
pueden emplearse. Lzs hipótesis, en
) comc tampoco
cl sentido técnico que aquí les damos, Ilo a-parecen en el esquema'
) lc hact'n los recursos haguÍsticos usados pilra deiinir ios modelos'
Las ideas correlativas cle modtlt, teórico e hipótesis teórica
proporcionan
)
losingredientesprincipalesparaunaleoríac]eldsteorías(Brombergeri963).
)
l.t Sin eÁbargo, hasta aquí no hemos dicho expresamente
qué es una teoría' Pero

-e pu,..., ha dejado de ser importante' Disponemos


ya de suficienles
"sto,
herramientasconceptuaiesparadecirtodoloquenecesitedecirseapropósito
¡ de las teorias. Todo lo que nos faiia es algo a lo que
podamos dar e1 título (a
F menucohonorífico)de..teoría','Atonoconlatácticametcdológicade
F
T manienerse tan cerca como sea posible del uso científico'
ei problema es
sencillamente el de captar tanto como se pueda del discurso científico
sob¡e las
t teorías, usando la herramienta de que disponemos' Sin embeirgo' ésta
resulta
t ser una tarea nada sencilla, puesto que e1 uso científico apunta
a varias direc-

t ---ét*distintas.
ciones
pur.cería que las teorías son cosas que uno encuentra escritas en los
t iibros de texto, ertre otros lugares, uno se siente inclinacio a ver algo
"lingüís-
,. tico,, como la teoría misma. sir, embargo, no podemos identificar ia
teoría de
a la mecánicacon ningún conjunto particular cl e oraciones. Eilo
sería tanto como

F
F
afirmar que la traducción dá un fibro de texto del inglés al francés se.a
una teoría
Jii.r.nt., 1o que parece absurdo. Tan sólo pa.ra enfrentar este problema, hace
llamada's
¡ tiernpo que lós filósofos introdujeron 1as enticiaces más abstractas
".nunciudos", o " proposiciones' ' ' Se sllpcne que una- proposiciónes' más o
F rnenos, 1o que afirma una oración' Así pues, podemos afirmar la mism¿

n
L,. E;iPi-ICACiON DE LA CiEI.ICiA

¡TlCDELO

CONIJU NJ'I-O DE Ei.JU I.]CIADOS SISTE¡,iA


E)É^ I

Figura 3.8 Relación entre ccnjuntos Ce enunciadcs, modelos y sistemas reales.

Figura 3.9 Representación parcialde l:s ianilias de mcdelos asociados con la mccánica
c1ásica.

proposición usando diferentes oraciones, aigunas en inglés y otras en francés,


por ejempio.
Si io que se busca son enunciados, los ca-nciiciatos obvios son las leyes
newtonianas del movirniento y las diversas leyes dinámicas que hallamos en los
textcs noima-ks. Pero si se entienden como enuilciados que hacsn añ¡maciones
directamente reieridas aI rnuado, todas las leyes cinéiicas y dinái:ricas que
enccntrarnos esciitas se conoccn ::r falsas, hecho que, pcr decir lo menos,
resulta desalentador. Esa es, elr gran parte, la razón de que h:Jlamos alegado
que estas leyes deben ser inteipretadas como proveed.oras de deñniciones de
diversos modelos, 1os cuales son entidaCes no lingiiísticas, aunque abstractas.
For otro lado, si se entienden corno definiciones, las leyas del mo'¡irniento
no ha-cen afirmaciones acerca del mundc. Como hemos visto, los fisicos de
ahcra son ambigucs en lo tocante a si las leyes de Newton scn afirmaciones
einpíricas c deilniciones. Pe¡o seria raro el fisico q,-rc aceptara que la totalidad
)
)
)
)
)
, iT1ODELOS Y TEOP'IAS lC9
a
)
la teoría no consiste sino en deilnjciones. La rlayoría de los físicos insisti¡ía
a cle
en que la mecánica newiodana hace en eíecto afirmaciones acerca
del mundo,
a y a quien quiera qu3 pretendiera afiimai lo contlario no se le tomaría en serio.
) De ol¡a suerte, es obvio que pociernos centrarnos en las hipótesis teóricas.
) Estas son. con tcda prcpiedad, lingüilticas, y hacen afirmaciones acelca
del
, i-nundo, las cuales pueclen ser vei,iadera-s o falsas. El problema con este enfcque
a es que 1as leyes de Nev/toil y la dinámica no están entre los enunciados
que

) forma., parte de la teoría rnecánica de hlelrton. consideremos la hipótesis


a general más extravagante posible:-Iodo el universo es semejante a un mocieio
iervtoniano que se ciefine de la siguiente manera... Esta itpótesis incorpcra ias
)
ieyesdeNeviton,perolaspropiasleyesnoaparecenComoenunciad'osincie-
) pendientes que conJiituyan 1a teoría.
) una solució¡ iniermedia sería cecir que 1a teoria incluye tanto enunciados
) que definen la pcblación de modelos como hipritesis que pietenden un buen
) ájusle enire diverscs moclelos 1'algunos tipos iroportantes de sisiemas reales.
) El precio que s3 paga pJr lrr,iai ce olr riLisa l.!-r:-iaI en 1a procesiór1 e-(.iue ia
) t.o;ía res,-i¡3 se. cie un tipo *ás bi:n il-:i:rogérl:o Ai)ar:a talic deli¡liciones
) corno hipótesis ernpíricas. Sin tmbaigo, i3l vez no sea un precio tan aito para
engloL,ar ias rli'¡crsa.s intuiciones sobrs lo que ccrtslituye la teo¡ía'
)
l"ii úlrca cbje;ión a esta soluciói ir-,le¡i-led.ia es qiie hace ci¿ntasiado hinca-
a pié e lo iingüístico. Iinfoca 1a aienciÓn sobrc ios ent:;-,ciados que definen la
a pcblación de rnodelos 1'no sobre ios mcdelcs mismos. Yo preferiría sustituir
a y
Ias definiciones con lr¡s ¡noCeics. De esta suerte, 1as leyes de |'lervtcn 1as leyes
,¡ diná-,nicas, aunque de manera implícita, permanecerÍan, y no con su atuendo
,a lingüísticc. Estarían incorpora-das en los modelos'
,a o ue entendamos la teoría como constituida por dos
,¡ ntos: (1) la oblaci , 1, (2) diversas hi ótesis ue vinculan
rea lida-d. Así pues, lo que encontramos en los
r¡ esc s mod31
iibrcs Ce texto no es literaimente la propia teoría, sino el-runciados que definen
r¡ los modelcs que son paite de la teoría. También encontramos formulaciones
a de algunas Ce las hipótesis que pertenecen también a la teoría. Esta- caracteri-
a zació! r,re parece sulicientemenle cercana a como hablan y piensan los físicos,
t como para. que sea útii. Con tcdo, si alguien prefiiiera la sclución intermedia
a que se planieó ccl anterioridad, o alguna variante próxjma, yo no tendría
a ,rit gunu obj,:ción de peso. I-a dife¡encia es de poca importancia'
ia figurá 3.10 es un intento de representar la estructura de una teoría como
t¡ con el d-e
1a de la mecánica clásica. Resuha i:.: r-rtiiidad comparal este diagrama
a tipo empirista lógico que aparece en la figura 2' 1 . Las elipses de la fígura 3 ' 1C
ra no representar, "iérminos'' o ''ccnceptos'', sino rncdelos globaies, entidades nc
a lingüistica-s absliacias. Los enlaces entre los ¡ncdelcs no sorl conexiones lógicas,
a sino relacicnes de semejanza. En algr-inos casos, 1a diferencia entre dos modelcs
ta es que uno es la eploxintación del olío; una vez más, nc una rela,ción lógica.
J
I IO L,\ EXPLICACIÓN DE LA C]ENCIA

Lcs enlaces enrre lcs inodeios y 1a reaiidac abajó iepres:ntada na.ia ri:n:n qu:
ver con reglas de ccirespondencia que enlacen los términos con los cbjeics c
los téirninos con otios términos. l/¡ás bieil son, ce nueva cuenta, relaciorres de
semejanza enire un modelc giobal y algún sisten-ra reai. un sisiema ¡eal se
identifica por ser semejante a r'lnc de 1os moCelos. La interpretatid¿ de los
té¡minos usadcs para defini¡ los rnodelos no aparece
".a el diagrama; comc
tampoco apareien las entidace; lingüísticas defirito¡ias, conio las ecuaciones.T

Figura 3.10 Representación de una reoría en que se muesrran la familia de mode)os y


Ios sistem as reales relacionados

¿Son los tecríase¡ttidades bien dejinidas?

Consecuencia de la anterior interpreración es que la teoría científica resulta no


ser una entidad definida. Es deci¡, que no hay condiciones necesarias _,-

sulicientes que determinen qué modelos o qué hipótesis son paite de la teoria.
Esto ¡esulta más evidente en el casc de las hipótesis. Sospecho que la
mayoría de Ics cientílicos concordarían en que ias hipótesis generales que
afirman semejanzas entre los planetas y los modelos net',.tcnianos con fuerzas
centrales que corresponden al cuadrado inverso son partes cle la teoría. Muchos
concordarían también en que se designara como la Tierra a uno de ios planetas.
Pero, ¿qué sucederá con la afirmación de que la pénCola de mi reioj antiguo
serneja un modelo de oscilador lineal armónicamente impulsado? ¿Es tal
afirmación parte de la "teoría" de la mecánica clásica? En este caso parece que
podría argumentarse en cualquiera de los sentidos. Mi punto de vista es que lo
importante nc es cómo respondamos a tales pregunta.s, ni siquiera si respcn-
demos o rio a ellas.
ivtoDEr_os Y TEORIAS 1l I

La población de modelos para la mecánica clásica tarnpoco está bien


para lo que
ciefinida, pues no exislen conCiciones necesarias y sulicientei
probiema intere-
constituyauna funeión dinámica admisible' Esto suscita un
que modelo
sante. ¿Qué determina si un mocielo es importante en lanlo
newtoniano adecuado?
Unarespuestaesqueparaserparledeiateoríadelamecánicaclásica'el
modelo debe guardar un ''parecido de lamiliar' ' con alguna
familia de modelos
entre
que ya perten ezca aIa teoría. Que tales parecidos de familia existen
Its modelos, es innegable' Por otro lado, nada en ia esliuÓtura de cualquiera
es suficiente para
de los propios moclelos podría determinar que la semejanza
que un asunto
que se ios admita en ia f amilia. Al parecer, tal probiema no es más
del
que d-ebe dicidirse por el juicio de los miembros de Ia comunidad científica
que haya que
momento. Esto no quiere decir que exista un parecido objetivo
juzgar correctamente. Lo que significa es que los juicios colectivos de los
en que Ias
cientiiicos detern'Linansi el pareciCo es suficiente' Este es un asp'cto
teorías no sólo se construl'e si,,o que también 1o hacen desde "-i
ptinto de vista
soctal."

DE
l,i v UÉ CON LAS PiiESEI.JTACiONES A}:^IOI,iÁTiCAS
LA t"iECÁ1'IICA?

La estructura de Ia mecánica que encontramos en libros de texto de nivel


prolesional es, casi con seguriCad. no la de una disposición lineal de teorenas
áerivados de un con.iunto áado dc arliomas, siendo las aplicaciones
''casos'' de
que la teoría suele
ios diversos leoremas. Esa simplemente no es ia forma en
presentarse. Pero aun los empiristas lógicos no afirmaban
que los científicos
p.nrurun realmente de rnanera a-xiomática sus teorías' Su punto de vista.era
lu.,.n cierto sentido, las teorias "enque realidad son" sistemas a'riomáticos
interpretados, independientemente de los científicos las conciban o no
típicámente de esa forma. y, en efecto, pueden construirse sistemas
axiomáti-
.á, qu. capten cuando menos algunos asijectos de la mecánica clásica'9 re-
Una forma típica de dar a la mecánica clásica estructura axiomática
es
ley de
ducir nuestro foco a una función dinámica paiticular como 1a de la
cinéticas
Newton d3 Ia gravitaciÓn universal. unir esta ley dinámica con las.leyes
áe Newton ,ios p.opo..iona un conjunto manejable de acciones dei
que
se aplica
podemcs cieriv ar ciertos teoremas interesantes - Sin embargo ' este caso
en mucho menos que Ia décima parte de los contenidos de un
texto típico'
Captar de esta ixanera más de la ieoría requeriría una dccena o más
sistemas
axicmáticos semejantes, cada uno Ce Ios cua'les incorporandc una función
dinámica dilere nte.
i12 L.{ EXFLICACICN DE LA CIENCIA

Un enloque aiornático más abarcaior ic sugieren tratarcienics inaiemá-


ticcs de alto nivel ccrno el de Abraham y lvÍarsden (i976). Puede empezaise
con una fcr¡n,:lación de la mecá:rica qr:e use funcicnes Cinánicas geneiaiizadas
las c,leJes, en a,bslracto, son íunciones de d.istintas variabies como ia posición,
ia velocidad;v el tieinpo. Luego se deducen diversos resultadcs usando sóla-
rnenie esta caÍacteización rnuy geteralizada de la funciól dinámica. En cieric
Dunto se generan numerosos casos especiales mediante Ia introducción de
ciiversas rest¡icciones sobre ia forma paiticula¡ de la función ciinámica, poi
ejernplo, que sea tan sólo funciór de 1a pc:ición. El resultado es un desa¡¡olio
ariomáiico con muchas ramificaciones, sienclc cada una un ca'so esp';cial
diterente.
La posibilidad de ccnstruir una estructura a-xiornática ramificada sugieie
una inr:erpreiación diieiente de ias que de ordinario se encuentran dei ejercicio
axi,_rinático. En iugar de consideiar los axiomas y teoremas como afl¡rnaciones
einpíricas, se les trata simplemente como deliniciones. Entonces toda la estruc-
tura axio¡nática se vuelve primordialmente una forma sistemática de generar
c:.racr erizaciones de familias de modelos. Al elabo¡ar la ligura 3.10, delibera-
cia,mente suprimí ics recursos lingüísticos usados para caracie rizarlcs, dejcndo
atrás única_mente su incorporación en los modelos. Podríarnos recuperar el
componente lingüísiico agreganclo una eslructura ramificada iridimensicnal
sobre los modelos representados en la figura. Todo lo que se necesita es hacer
corresponder ios extremos de las ramas con los modelos correspo ndientes '
Aunque la imagen resullante y más complicada de la teo¡ía es bastante
adecuada a Ia mecánica clásica, yo no la emplearía como una representación
de las teorías en general. No iodo lo que querríamos llamar teoría tiene una
estructura tan apretadarnente imbricada que ia mayoría de famiiias de modelos
puedan generarse de una manera axiomática simple. Ni la presentación axio-
mática cje los mocelos hace que Ia teoría quede mejor deñnida en general. Tan
sólo da la apariencia de hacerlo. Las decisiones sobre qué tipos de modelos
pertenecen a la población, se construyen en la lorma de ia función dinámica
generaiizada original. otras decisiones se toman más tarde, cuando se intro-
ducen restriccicnes sobre las variables de la función dinámica para general
casos especiales. La presentación axiomática no elimina estas decisiones; tan
sólo las <iisfraza.
No niego que 1a presentación axiomática de los modelos pueda propor-
cionar irleas útiles sobre los problemas tocantes a la ciencia cie 1a mecáaica' Lo
que niego enérgicamente es que tal explicación puede captar en modo alguno
la estructura
,,real" o ,,correcla" de la mecánica clásica. Y todavía con mayor
vehenencia niego que nos proporcione una imagen correcta de cómo la
rnayoría de lcs cientílicos enliende y emplea de hecho la teorÍa'
iIODELOS Y TEORIAS i rJ

Otros tesi¡mon¡os

Ei fundamenro principal qr.re tengo para afirrnar que la organización axiomá-


tica de los modelos de la mecánica clásica tiene una iunción me acr en la forma
que
en que la mayoría de los cientÍficos conciben la reorÍa ha sido e1 hecho de
los úbros de texto normales Ce nivel profesional no estén orgaaizados a-riomáti-
camente. Es precisamente con esos textos como 1a mayorÍa de los científicos
ilegan a entender la teoria. Me gustaría citar brevei:rente dos ejemplos de.otlos -- .

teJimonios que apoyan la misma conclusiÓn, tomados de la literatura relaliva


a la soiución de problemas en el ser humano.
Unc de los ejemplos proviene de los estudios sobre jugadores expertos de
corno
ajedrez(Nelveli y Simon 1972). Podemos concebir las reglas del ajedrez
partidas
un conjunto de ariomas que pueden emplearse para gerleier todas las
pcsibles. Si los jugadores de ajedrez pensaran a{omáticamente' se esperaría
que anaiizaran una posición dada co;'t reierellcia a las reglas. Sin embargo, esto
no es de ningutra mane ra lo que puede observarse lvÍás bi¿n, e1 maestro d:
ajedrez compaia la particia que se 1e piesenta ccn un pairón cle partida
que
rácue.da y luego piocede ¿ an izat el problema en función de aquel
patrón
recorcladc. Las eslima.cicres normales ciel número cie patrones de parlida
que
que un gran naeslro puedc recordar son dtl crden cie 50 Cdri) ' Yo aveniuraría
.1 nú*.ro de moclelos disponibles para el expeno err mecánica ciásica
debe ser
uno o dos ordenes de magnilud más pequeño.
Ei segundo ejemplc aparece en 1os escasos estudios existentes scbre cói¡o
los físicos resuel\¿en en realidad los probiernas cie la mecánica ciásica. IJno
de
los prirrcipales recursos empleados en esos eslucios es hacer que los cientÍficos
pierrsen en voz aita mientras resuelven el problema' A continuación' e1 irives-
iigador analiza los prolocolos genera-r1cs por el científico' A juzga'r por los
inlormes publicados, parece que el físico no enrpieza por escribir las ecuaciones
de N*,vtón para hrego ,,g..gu, la función dinámica y deducir. 1,4 ás bien,
selecciona en su mernoria u:.a representación del problema -un modelo-
y
ela6ora a partir de ahi. Lo que se recupera- de la memoria a largc plazo dei
físico es, aJ parecer, no 1os a-xiomas de 1a mecá-rúca, sino un modelo apiopiado'
En un resui-nen de ia reciente investigación que se enfcca sobre la diferencia
entre lcs desempeños del experto y clei no*raio en resoiuer prcblemas de física,
Larkin y sus colaboradores (1980, 1342) escribieron:

En todos lo teiienos que se han explorado, se}]avisto que un requisito inciispensable


parala destreza del expeito es un conocinriento considera.ble. sin embargc, el experto
no es simplemerrte como un compendio de heclros sin índice' Más bien, grandes
cantidadei de patrones sirven como índice paia guiar al experto en una fracción de
segrr:rCoalassiccicnespertinentesdelalmacéndeconocimientcs.Esteconoci:;:rrto
cJrn;:ende conjuntos de ricos esquemas que pueCcil guiar la irlterpre¿ació-n y
soiuiión de quián resu?lye el.pro'oiema brir,Cá¿dole, por aiadidura, piezas fun-
I i4 LA EX-D]-ICACIÓN oe I'q clEt\clA l
,

de usaÍ.esqueillas con ínciice de


patrones
darrentales de infori¡aciÓn. Esta capacidad
p.otu'ot.*.nte buena parte de lo que ics fisicos llaman intuición'
",
corlo suíiciente-
SiIl embargc, estos tesliÉonios acasc no se consideren
sobre la estructura ce los libios de
mente independientes de *i.*u*.r, p...zio
en esta in-restigación
te:{tc. Sin duda, 1os li,ltos qut sir'/ieion de sujetos
su áecánica en textos sirnilares' Pcr
tanto' no sería sorpiendente
".rr..¿i.r". organiza- según los t-¡isii-tos
encontÍar que sr-1 conoclmienio de la rrrecánica se
resulta tentadoi conjeturar
lineamientos que ios libros de textc' Sin embargc' !
e:(plicación no simplernent'e
qr.l"t .r,raf;s de los físicos se avien':n a esta
en que están organizados los libros
debido a que la explicación refleja la manera
que lo^s libros de fisica moderncs
de lexto. 1,4ás bien, yo ,.'íu cie la opinión
evolucionaron hasta su f";;;.;,i po.qu. .rtu forma se á:capta muy bien a
cognoscitivas humanas '
las verdaderas operaciones de las capacida'des

N1Ás ALLÁ DE LA N'IEC¡''i'IICA cLÁsICA


que seria una teoría científica se apoya en
Hasta hora, mi interpretación de lo
de este capítulo di mis raz cnes
un solo caso: la mecánica clásica. Af principio
para concebir u ért. .o*o. trn caso ejemplar'
Ahora esperaría qr:; los lectores
por sí mismos cómo harí¿in
familiarizados con otras.,.".iu, p*áaui imaginar
propias teorías favoritas'10^--^
para deducir conclusiones similares sobre sus
'-ia principal lección general es: Cuando usted se aproxime a una teorla'
hipótesis que empiean esos mocielos'
busque primero lo, *o¿tio'ii*eo t"t
ni cosas por el estilo' Por supuesto'
No busque prin.lpios gtnt'utás, ni'axiorras -
escriben y dicen' Los modelos se
arienda fielmenre u ro qr. iot'cientificos
caracierizan típicamente por usar
palabras' aunque lcs diagramas suelen ser
no es más que el medio para alca'nzar
igualmente importantes' iá tl itng"uje
,-. lt, lu caracterización de la población de modelos '
esta lección a algunos aspectos
En capítulos posteriores yio *i'*o aplicaré
este capítulo citando un estudio
de la física nuct.ar y ae ta gt'Joglá' ilrrári'"té
reciente de la teona cuántica'
Se podría estar de ut"ldo con mi
explicación de córno los científiccs
a que
enliende; la mecánica clásica' pero no eslarlo en cuanic
contemporáneos por no habiar
proporciona un modelo para 1a física contemporánea'
";;t'^i"
de 1a ciencia contemporánea en general'
Mis fuentes son libros de texto escritos
mundial Aparecieron cuando
la mayor parte después dt tu SJg'naa Cuerra
menos una generación at'p'¿t át que los
lÍsicos acordaran que Ia mecánica
Tal
cl¿1sica había ,l¿o ,...ptalJü
p"i^-r.i.,iri¿ad y la mecánica cuántica' por que
c1ásica sea peculiar
vez el tra,.amien,o .orr,.n iár-.o ¿. 1a mecánica
rr'ás pre:isa de cualqu:er lcnÓm:no'
se recoitoce o*. no ,,u"t"rl t-"1'*tio"
N{ODELOS Y TEORI,§,S li5

Esta caiencia poCría incluso expiicar la renuencia de ics aulores contempo-


ránecs a destacar muy particulariÍtente las generalizaciones universales c1ási-
cas. Ahora se sabe que éstas son falsas.
Sin einbargo, conclusicnes aún más ¡adicaies que las mías se han basado
reciente ente en el examen de Ia mecánica cuántica contemporánea. En Có¡tto
ntienten las leyes de laft:sica (19§), Nancy Cartwright, argumentó r.iue las leyes
funCamentales de la física mcde.na, como la ecuación de Schroedinger, simple-
mente no son ve¡daderas. ir4ienten.
Fara apoyar su parecer, n-iostró casos en que la ecuación de Schroedinger se
ha usedc para elaborar expiicaciones incompatibles de un solo fenómsno, como
es el casc de la amortiguación ¡a-diativa. Lo que ella alegaba es que simplernente
no existe un tratamiento teórico unitario para muchos fenómenos importantes.
Pero esto es exa-ctarnente lo que se esperaría si ia mecánica cuántica contem-
pcrár,.e:r es algo que corresponda a mi interpretación de Ios tl atamientos
r..- i ¡¡ l;. ,l- la m-'cári;a ciásica.
Sol¡rm¿rte no concuer.lo ccn ia,lescripción gerllral cle ia conclusiÓir de
Cart,..,'right, nc ccli su contenicio real. En rni concepción, las leyes gener':Lies
de ia ii:ica ta-.1es como las ieyes cinéticas de i\ewion y ia ecuación de Schroen-
iiiii3¿ri'iic iiuiden c.lecir mentiras scb¡e el mundc, puesto que no soii realmente
en,:nci:,iios ¡.cerca de é1. Son, co;no la prcpia Caitwrighr llega a s'.tgetir en
oiasicles, parte de la caracterización de los modelos ieóricos que, a su vez,
puedea representar diversos sistemas reales. Sin embargo, só1o son parte Ce esa
ca. ¡acterizació n. i.lo existe sistema- real p aLra- e1 que la iorma básica cie la

ecuacióir de Schroedinger describa pcr sí misma un n'rodeio; no más que Ia


iórmula F : ma, poi sí rrrisma, define un modelo de cualquier cosa. Siempre
se necesitan más detalles, funciones dinámicas especÍficas, aproximacicnes,
condiciones limítrofes, etc" SÓ1o entonces se tiene un nlodelo que puede
compararse con un sistema real.
El trarniento de Cartwright apcya mis indicaciones de cómo a,cercarse a una
teona cientíiica. No deberá ser diiícii identilica¡ los principales modelos de la
mecánica cuántica, como e1 cie una sola partícula en un pozo de potencial
infinito, en torno de lcs cuales se han construido familias de modelos. La
mecárrica cuántica, como la clásica, estoy seguro que fácilmente puede ccn-
cebirse no tanto como un sistenia formal unjtario, sino como una fanilia de
íamilias de modelos. No está claio si la ecuación de Schroedinger proporcicira
un enlace tan estrecho enlre ias farnilias comc el que proporciona la segunda
ley cie I'le wicn para la n-recánica ciásica. Sin embargo, eso no tiene importancia'
La posi'oilidad de generar todas las familias de modelos a partir de un conjunto
siraple de axjo¡nas generaies no es condicióil necesa¡ia para ninguna teoría
cientíi:ra.
4" EI- R.EA{-iSIvgC CONSTF.IJCT{VO

TODCAQ1IELAQUIENLEHAYAINTRIGADolanaturalezadelasteoríascien.
iíficashab¡ábata.lladopa-raentendercóilioéstasserelacionanconelmundo.
Esto val¿ lantc para los filósofos corno para los scciólogos
En este capituio
se hace hincapié en los a-spectcs fllosóficos' En el siguiente'
la aiención se
rlesplaza un tánto hacia cuestiones de tipo sociológico'
Las objeciones filosóficas al relismc, e n su mayor
parte' pr-ieden clasificarse
en dos caiegorías generaies: ias conceptuales y las epistemológicas.
Las ob-
jeciones ,oirrpt*r!r, ponen en tela de juicio si el realisino puede forrn'-iiarse
ccrirc ul'ia tesis coh.rente cjue no sea ni v¡-cua y ob"'iamente ia'lsa A
muchas de
esas objcciones ¡:o'iría liarrrárseles ranbién strnánticas '
pussto qi-Ie apuntan ai
signiiicac c de '
,i-c,-,t
ari, ' en ias afirrnacicnes teóricas . Ea pal,,icuiar, ¿una teoría
.i.J la ccrresro nciericia de 1a veida, tiene seniido er
cuanto a las añrmaciones
t¿ói.cas?
Lzs cbjecioil: s ep¡stemológiccs, por ei cor''trario, cie o¡dinario dan
por
porieil en
sentado que las afin::acines rea-lisias tienen sentido. Sin enlbargo,
pretensiones
duda si, en general, pueden ser una justilic ación adecuada
para las
en cuanto a
r3a1is[as. En palticular, ¿pociría justiiicarse cualqurer inferencia
1a verclad rle una hipó tesil teorica a partir de
los logros experimentales?l
En cste capÍtulo nos ocuparer¡.os principalmente de los tipos conceptuales
deobjeción.rt,Iiob¡.ti,oseráforrrrularunaversióndelrealismo,lacualsea
.onceptralmerteccherenteyquenoseatriviahnetiteve¡Caderaniobviamente
de diversos puntos
ialsa. E1 misrco proceso píomue,/'e tarnbién la foimulaciÓn
devistaquecaenenelcampoantilrea]ista.Enlasecciónfinatdelcapítulo
.objeciones
ofreceré iespuestas a algunás conceptuales especíitcas. Los tipos
cie obieción se enfrenta1-án en el pr'óximc canítulo
y en los
.firt.*ologi.os
subsecuentes .

AsPEcros DE SEMEJANZA
que ai menos
Los científiccs coÍlstroyen modelos teóricos con ia inte ción de
constiluya,n representaciones parciales d:1os sistemas de !a rea-lidad'
Como se

líi7)
i iB LA Ev-?LIC¿.clÓt{ pg i¿ ci¡i'{ciA.

piaiiieó e]-r ei capíiu1c anterior, ia relación princrciai eni¡e ics inocielos y ei


mundo no es la verdac, ni la corresponiencia, ni siquiera e1 isonolfis¡lo, sinc
\a sernejcnza. Una hipótesis teó¡ica afirma la existencia de serejariza ertre un
cieÍto rnodilo teórico y un sistema real <iesigiracc. Fero como tcdo es sernejaiite
debe limitarse (a1 rnenos de malera irnplícita) a un conjunlc especificadc de
aspectos y de grados.
En años ,rii.ni.r, mrrchas diie¡socias fiiosóficas entie las inierpÍetaciorles
realistas y antirrealistas de la cieacia se han fcrrrruladc en téiin.incs semániiccs
conro la
i'verdad'' y 1a "referenci z" . ¿g,., qué sentido, si 1o hay, puede decil-se
que es ,,verdaclera,, una hipóiesis clentífica? Los términcs teóiicos ¿se "refie-
ren,, auténticaElente a aJgc? Mi interpretación pasa poi alto estas cuesliones
semánticas y se centra directamente en los aspeetos y grados cle 1a
prerndida.
seme.janza entre el modelo y el sisteina real '
Los aspeclos en que puede pretenderse ia semejaaza pued;l ser sólo los
que uir
representados en el modiclc. Unc no puede prerender, por ejernplo'
sistema mecánico sea semejante a un nrodeio clásico con respectc
al cclcr,
Simplemeniepolquenohayna.laquerepfeseüleelcolo¡enmodelociásico
aigrno. Los iropios modelos oropciciona'n un iimite supericr a ios aspsc''o;
en que puede pretenCerse la semejanza'
Con-los grados de semejarua úo ocurre lc rnisroo' Los
prcpios modelos no
Por
imponen re-st¡icciones a1 grado en que pueda preienderse Ia semejanza
.j."rpfo, se puede pretender que las posiciones sucesivas de 1a pesa de1 pénduio
son exactsmenle corfio se representan en un modelo dado'
Por 10 tanto'
de ia
cualquier grado de semejanza menor que la perfeeción, para-efecto-s
afiáación, debe determinars¿ por algo dislinto'rlel propio modeio' Un poco
másadelanteconsiCe¡aréloquepuedaseresea-lgodistinto'Potelmomento'
que separa principalmente
me centraré etlos aspectos de Ia semej anza. Lo
a
]a s emalaozz, no srls grados '
los realistas de los antirrealistas son los aspectos de
Sibienlospropiosmccelosploporcionanunlímitesuperioralosaspectos
pretendidosdela,seina¡anza,unosiemprepuedelimitarlaspretensionesde
i.*.rr_^ entre un rnoáe1o y la realiCad a uncs cuantos aspectos del modelo
la gama
y según 1o .desee. En general, lcs realistas son relativamente liberal:s en
en que atri,ouyan seinejanza entre un modelo y el sistema real.
Los
á.
^rp..,o,
ernpiristas son ul1 tanto cuanto más restrictivos. Algunos sociólogos
construc-
en cuales-
tivisias parecen prontos a impugnar 1as pretensiones de semejanza
quiera áspectos. Desde esr"e punto de vista, los rncdelos no son en a-bsoiuto
rep:ese nt acio n es.
rni pro¡'io i;so
llabiar'<ie cc itstri:crivismo suscita un problern:' tÍl ci-ia::lD a
de 1a expresión "realismo construciivo" ' A muchos les
podrá sonar a una
¡ea-1ista frente al "en-i-
contra/.ricción. En efectc, se originó coi-no una Pcstura
pi¡r*o constiuciivo,, ie van Fiaassen (Giere 1985b). La expresión destaca ei
ccns-
techo de que los mcdelos son creadcs delibeiadamente, "socialmente
CCIiSTRUCTiVO I !9
EL P.EALIS}IO

no nos revela di¡ecla-


truidos" si se quiere, por los cien[ílicos' La natuialeza
por la que los realistas
mente la rnejor folma de represenlarla' l'lc veo rzzór'
) no debieral disfrutar también de esia idea '
Sin embargo, ciebemos reco¡dar que el realismo
constructivo es una doctrina
) y hipótesis de 1a cienc-ia' es
) que sólo trala de ia naturaleza de ics modelos tas
una cloctrina'-rel ativa al juicio
decir só1o de represenlaciones cientiÍicas' No es
) juzgan quá modelos representan
cientílico, es d.ecir sobre cómo ios científicos
) estos juicios que
á.:ár.r árndo. El realismo construotivo es compatible con
elección racional o mediante
seformulan ccnforme a reglas aprioristica,s 4e 1a
negociaciones puramente JoclAes' Mi
propr:esta será que el juicio cientíiico
concepción resultante es el
constituye un proceso aog,,o,tl'ioo natuia-l' La
rea.lismo constructivc naturalista'

V¿el¡oa»F S DEL Ei\'{P1F-1svlo


i: r3i: 1a; prei'llsione 3
l,a es'ira.tegia generai cie t'-';da ior¡:ta del enl--i¡i:;llc e :' r::ii
ci; serr,ejaiza a tai', sÚic a-quelic-r asps'tos en
qlrs ueilios ¡ncd¿lcs coiresPon-
cia¡r a lcs modos empiricos del Inurldo ' En térmiuos
de Val Fraas:cn' las
hipóiesisseii¡n;tanapreisrrsicnesa'prc,pósitcr1e1a..s.-rbtstrucir':rae:rri;írica,,
Ce los mod.eios' Eso es todo lo que re
quiere 1a "adecr-ieciól: erirpírica" ' Ei resto '
la superestructura leórica, puede "aceptars¿" en algún
sentido' aunquü no se
crea geriuirranente que correspcnia a- nada ie.la
realidad'
¿Qué dislingue u to .*piriá de
lo no empíiico? La resp;:esta casi universal
de los einpirislas de hoy' como
es lá observabilidad. así, por ejempio, ia ma-voria
pesa de un péndulo normal
Van Fraassel, admitirÍa qrr. i^, posiciones de 1a
en afirmar que el péndulo
scn observabies. Por Io tanto, noi"ndrían e:npacho
prelensiones sobre las
real es seinejante al modeio teóricc con resp€cto a la-s
sucesivas pásicicaes de Ia pesa' Sin emba;go'
no admitirían semejanza en
r'rniforme y centrípeia
.rn-rto u oiro, aspectos dei;oC,e1c, por ejemplo' la fuerza
de 1a gravedad que en ei mcCelo posee rnagnitud
-mg' Las fuerzas han sido
puede observar'
siempi. los principales ca.ndiciatos para 1o que no se
puede observar-se' podernos
Dadala distinciÓn entre lc que pueCe y io que no
que limita 1as
distinguir disr-inias varie c z.des cle empiiisn-ro: 1) el empirista
l preteÁiones de semejaaza a tan só1o ios aspectos de ios sistemas reales
que elr

son y ser.án
"f..toyuhansidoobservadcs;2)elempirisnroquelimitalaspietensionesde
semejarza a los aspectos de ios sistemas ieales que han sicio'
oUr.*u¿"r; 3) el emptisrno que lirnita las pretensicnes de semejanza a
los
de que
aspectcs de los §istemas reales clue son cáserva'bles, independientemente
posiblas pa,ra
hia_a sido et electo observados. ?cdemcs enco]1lrar candidatos
y presente' Va:i
cada una de estas posturas entre los filósofos ciel pasa-do dei
120 LA E)GLICé,CIÓN DE LA CiE\CI¡.

1a tercera';arie dad' 1a más liberal' oel


F¡aassen, por ejernplo, es partida'io de
;*p;t*;, basada-en los aconteci;rien':os obsenables'2

¿Es ta de obsemoble una categoría út il?

Una de las principales objeciones filosóficas


al ernpirismo se. refiere a la
observables y los no
viabilidad de Ia necesaria áisrinción entre los aspectos
era en efecto mucho más segura
observables de la rea-lidad La ciisrinción
con 1o que podÍa ser subjetiva'-
cuanclo el rérrtino ''our.,uu¡it'' se identiñcaba una
alrnenos
Los datos de ios sentidos propcrciona'oan
-.n,. ."p..i*entado. obsen'ab le s ' si n emba¡go;hly err dÍa
clase hon ogé n." a. .oru, ,inguiarrnente
empirisn'ro tan radical' Esta
difícilmente nadie se p,t"uiíu a defender un
situaciónobligaalempiristamoderno?-Lfa:Zalloslí¡¡ritesdelcobservableen
péndulcs y los electrones'
áf=rnu, zcnas=situadas enlre Ias pesas de ics
de establecer la i-':tinción de
Natu¡almente, ro, .^pit"iut 1ógicos traiaron
sc'l "iérri-iinos it
manera lingüistica. Algunos términos' afirn-raban' 11 ::::i:
.ricos" ' Esta estraiegla
vación" . Así nació "el prcblema de los térinincs
y' por 1o tanio' muchos empirisias
acarrea muchas.onr..utntiu' indeseabies'
modernos corno van F;;;t;t, prefieren
e'rita¡la' "l'Jegrc" por ejer'pio'
que se aplica a una bcla ma¡cada con
resulta ser un términc o. iu o¡r.iü.ión
(Suppe 1974)'
el número ocho, pero no a una garrapata
prcblema e;:rpírico el deter-
Van Fraassen sugería que tomáramos como un
efecto observar única'mente ccn
minar lo que una p"rro.,u pto-edio puede en
i" i. ,r, p.opio, senlidos Pero incluso este truco tiene raras ccnsetr'Len-
"ira"
cias. imaginenlos una rnu'u ptq"nu
pero clara-rnenta'¡isible' suspendida' en
;;i.i;; ¡; equilibrio. t"i" á""t'otitt r-elati'amenie rígidos' sin embargo'
adquiere.un aspe cio tolalmente borrcso '
una vez puesta an rno,,*ttn'o, Ia masa
cuando pasa poi su pcsición originai
Nadie con vista ncrmal pu"á. o¡r..rur1a
de eqtiilibrio ni mucho *tttot
en qué sentido se mueve en un inslanl'
clete¡minado ' ¿rt"ate*"s q" "bt'
ott;t qt:eia posición de la masa es observabl¿
cuando está en movimiento?
cuando está en reposo, pero no-urgu:nentos
Niás importanr. qt-tt't"o'
ñlosóficos es ei hecho de que la
en 1a práctica cieli"-íIi.ca, P.or
dlstinción necesaria simpremente no se encuentra
ej emplo, en los textos át-*ttairit"
r'o se clistingue la observabilidad Ce 1as
fuerzas por contraste con 1as posiciones'
Tampoco se plaatea'n dificuitades de
en contiaste con las posiciones'
principio en cuantc a Ia meciiáón de las iuerzas puedea
Ocasionalmen,. ,. ,.u'u titJma típicamente filosófico cie si ias tuerzas
como la masa y 1a aceieraciól.. !t:o
d.efinirse en función a. otrut .unti¿ades,
del problema ca la boservabilidae'
este es un asunto absoiui;;; áitrr.,.ti.
Los cientÍficos, po' plantean interrogantes sobre 1o que':::t-t:- .---
''.r-ñito'
.¡able. Los asirclísicos, po...1.*pio, haL-r discuticio el
hecho de q,-re los neutrtnos
EL P,EALISN1O CONSTRUCTIYO 12I

solares de alta ener.qía ahoia pueden cbservarse, auÍIque los neui¡inos


de
energíamásbajaque,conformealos¡r'oclelosestándaies'constiiuyenelgru¿so
ciel flujo cie neutrinos solares, no son obseryables mediante ics
instrumentos
existentes. Esta no es, naturalinente la clase de distinción
que 1os filósofos
empiristas har tenidc en meüte. En astrofísica, ' 'observable' ' se refiere
a algo

del tipo
,,confiabiernente detectable medianie 1a instrumentación existente" -
Confornre a cualesquiera nornas empiristas, los neutrinos de alta energía son
tan inobservables como sus parientes de baja energía'3
por
En esta ocasión no me ocuparé más de tales argumentos. I'{i objgtivo,
a,hora no es tarlto e1 cle refuiar el empiiismo como el de sacar
sentido del
realisno.

EL Rgei-tsivlo IR.RESTR.ICTo
a varias
Una vez boscluéjadas algunas versicnés del empirisrno, examinaré ahcia
ve rsior¿s posibies del realis¡no. En el ilrco conceptuai
planteado hasta aquí,
la inierpretación más fra-ncamente reaiista de cuaiquier hipótesis teórica será
cono una aflrmación cle semejanza. entre el sisterra re aJy cualquier aspecio clel
rnoceio. A esle enfoque lo llamaremos "realismc irrestricio". No o'Dstanie,
resuita fácil advertir que ei realismo irrestricio es una coiiceilción denra'siado.
frr e r [e.
volviendo a 1a, mecá.nica, consicérese 1a representación de una manzana que
ca-e del árbcl media.nie un moclelo simple de caída libre en ui1
carnpo graVita-
cicnal uniiorme. .!-epresentern os ccn 1a variable y la ahuia medida desde el
s,,ieio. I-a relación eittre la altura, rz desde la que cae la ma,nzana con
velcciCad
inicial cero y el iiempo que le toma llegar al suelo está dada por la conocida
fórm,,rla c : 1/2 gl'. Si se conoce.¿, poCerncs Ceducir el tiempc en
que la
rnanz3:r3 llega ai sueio' a sa'¡cr: ¡ = + 2h'8'
Porsupuesto,notenemosencuentalasoluciónenqueeltiempotieneva-lor
nega.livo. si consideramos los va-lores negativcs del tiernpc como aJpecios del
rrrccielo, no estaiemos practicand-o el reaiismo irrestricto. Restringimos las
airrnraciones sobre la rnanzana a.¡a-loies posibles de1 tiempo. Perc razonable-
mente podría afirmarse que, pcr principio de cuentas, las solucicnes negativas
,,perlenecigntes al modeio"- Después de todo,
no deben considerarse como
tenemos un modelo interpretado, y I se interpreta como "tiempo", el cua-1,
decimos rormalmente, tiene sólo valores positivos. No obstante, no puede
decirse 1o misno para va]ores positi.zos de t mayor que 2h,/g. Estos valores
ccrresponcien a valores negati.ros de y la posic;ó¡ d.e 1a manzana. En genera.l,
nc hay laca lIlalc en ics valores negativcs d-e la posición en lcs rnodelos de
caí,la iibie. Constituyen sirnplemente un resultado sec,-indario de1 sitio que se
t?-z LA Ex.pi-icAcióN o¡ L¿ c¡¡Nct¿

elija cornc orgien ciei siste¡ia de coordenadas. ¡\sí, la ilterpre:a-ción generai C-'
1a variableT cc:nc posición no r:ecesita aCoptar ta¡ sóio valores positivcs. Peio
en esta aplicación pariicular e1 origen ccrresponde al sitlc en que ia manzana
cae al suelo. l'io puede ir más al1á. Ei tiernpo pueCe seguii tianscuriiendo, nc
así la n:a.nza¡a. Usa¡:rcs este ccnociiniento aCicionai paia limitar ia apiicación
del modelo en este problema paiticuiar.
Cualquieia que esté íarailiarrzado con ot¡as rai'nas Ce 1a íísica puede pei:sa-r-
en muchos ejemplos similares en que no se ccnsideia que las caracterísiicas
.iei
mod.elo tengan coirespondencia alguna en la reaiidaC. Dudo que e;csta a esie
respecto ninguna regla genera-I, y casi telgo la ceateza de que lo erjsle ninguila
regla pura:nente fcrmal. Es de cii, que naCa en laestructura malemática nor¡raI
de los modelos permiie d.istnguir ent¡e las características que suponemos ti;:'::n
una correspondencia real y las que no Ia tienen. Y aun si agregamos "inter-
Dretacicnes" nori'irales de 1as variables, a menudo t3neaos todavÍa que p35ar
por alto algunas características de cualquier mcdslo pala cii;. ias aplicacicres
específicas.
Por otro 1ado, en ocasiones, tomando en serio asp jctos foimales de un
modelo que por 1o general n,: piensa no tiene corresponCenc ias reales, podemcs
llegar a descubrimientos importantes. Esto iue a1 parecer 1o que ocurrió con el
descubrirniento del positrón por Dirac, que apareció primero como 1a presenta-
ción de un electrón con carga negativa anr-üada.
La concepción a la que 11amo realismo constructivo, entonces, pretende ser
una forma resl ringida de rea.lismo en el sentidc en que las hipótesis tcóricas se É{
inlerpretan como aquelias que afirman una semejanza eütre un sistema real y :{
algunos, aunque no necesa¡iamente todos, de ios aspecios de r:'; modelo El
problema de cuáes aspectos, así como e1 de por qué no otros, se deja a la
5
solución, caso por caso, de 1os principios científicos.

La caribdis del realismc

Desde srr introducción, la teo¡ía cuá¡ilica ha sido un foco de discusión so'ore e1


realismo tanto para 1os filósofos como para los físicos. En general, su influen-
cia ha sido cuando menos Ia de atenuar las pretensiones realistás si no la de
fomentar diversas formas de anti¡realismo, entfe ellas e1 positivismo. un
artÍcu1o reciente de Van Fraassen (1982), que lleva el tÍtulo de esta sección,
ej emplificada esta tradición de emplear la teorÍa cuántica al servicio
del
empirismo.
Él ob¡.tiuo de los ataques de Va¡ F¡aassen es el principic cie caus: cor,iún
adoptadt por muchos realistas como Salmon (1975). En resurnen, el principio
esefsiguiente: Si dos tipos de acontecimientos están relacionados, o bien uno es
causa dei otro, o ai:lbcs son efecto de una causa común. van Fra-assen
)
a-
)
)
)
) EL RFALISI,lO aCNSTP,UCTIvO t13
a
)
t aiguinenta muy convincenteitnente que la recienle verifiiación experimenta-l
la. irugualdad de Bell muestra que en alguoS
de
procesos cuánticos Se viola el
) p, inclpio de causa común. Según 1o expresa
l/a-n Fraassen (1982, 35): "Existen
) f.nórnenos bien conltrmadoi que no puerien encajar en ningún modelo
de
) causa común,,. Así, el realista quecla frente a ia a,lternativa de rechaza¡
una
) teorÍa física bien confin¡ada o rechaza¡ el principio de la causa común.
generales'
) Según entienrlo, el iealismc constructivo no incorpora priacipios
adecuada.
) como el de la causa común, que deba seguir alguna teoría cienlífica
J No es función de 1a teoría de la ciencia legislar a priori la forma
adoptar las teorías científicas. Y yo añadiría que tampoco
que <ieban
puede nadie' desde
) muy
) luera de la ciencia, investi¡se de tal autoridad' Por 1o tanto' me siento
inclinado a avalar el juicio de los fÍsicos en el sentido de que parece haber
) algunas correlaciones que carecen de cualquier posible causa común
desde e1
) punto de vista fÍsico. Lo más que podemos decir es que este juicio no tiene
) p."..d.niq en la historia de la- fÍsica. Muy a rnenudo la búsqueda causas de
) ai.r*u"r, ha siCc so rpre ndeniem.nti afortunada Pero si 1as prue'-\a-s ccnvin-
queda inás
) c¡nles ienittestran que los piccescs cuánticcs si"n ia excepciórr' no
) qu: adn-Litiilo. Puede ser que ei mundo sea de esa maÚeta'
) El reaiisrno constructivo iira en ia direccióa contraria. F.echaza todo i¡:lento
) ie pcnet'r¿sliiccicnes generales a pricri en cuanto a cuáles aspectos de lcs
lrlori¿ics científicos pued: c no pu;Ce aiirnarse que se asernejan a cara'cte-
) la
ri:iicas d¿ los sistemas reales; uno de 1os principales ejemplos de'esto es
)
restricción d.e lcs empiristas a los aspectcs observ'ables de la realidad.
a
a
a Ei. «Pai-tsl*ao METAFísIco
a
a Hila-r-y Putna-r-n ha a-cusado a los realistas cientíiicos de adopiar
un "¡e¿iis;lo
a metaiísico,,, el cual afi¡rna que
,,existe exactame te una descripció 1 v ef ?z
el mundo"" (1981, 49)' su irnpugnación del
\
) completa de "la manera.o*"
"t
a realismo consiste en aÍgumentar que el realismo metafisico es incoherente.
I-a
a for¡nulación que hace Pittnan dei iea.lismc meiafisico se eninarca en
un

a contexto lingüístico más que en uno teórico de mcdeio. vearnos


podemos encontrar para tai coocepción en ei marco que yo.sugiero'
qué sentidc

)
En primer lugar, debe señaiarse que e1 iealismo rnetafísico no es una
tesrs
t sobie ninguna teo¡ía conocida, sino sobre aig'rna teoría posible' A
dife¡encia
a de 1a mecii¡ica cliásica, esta posibie téoría no podria consistir en ul1a
famiiia de
a
j modelos relacionacios. 1-endía que se¡ tan sólo un grart modelo' Cada
aspectc
y rrc paCiz
Ce este rnodelo corresponde ía a- una caracierís:ica. del mur:.do
haber ninguna característica que se quedara fuera' Además' ia rel::ción
de
)
a serne.lan a ten.i¡ía que reducirse a un perfecto iscmo¡flsno'
Fina-1:¡eilte' el
a
l
!

t24 LA Fx?LlcAciÓN og t-'q clil'¡cl¿


i
I

mcCsio teil¡rí; que scr singulai'


Iiingún otio nodalo poCria desernpeñ'ar'se con t
netafísico nc só1o es "irest;ictc" ' sino
igual eficiencia. Así p-ües, ti "alis"'á
i-.-liJ" .,
cornpletc
;, " periectc" v " siiigular"'
'.-,l;;; .",i."¿", á i;""ip"l a-igu,:.leñto. ce ''ontnan ccntra e1 ¡eaiismo
la exigencia de sin g r.r1arii.ad. Tat irn-
r¡retaiísico es qu3 no p.o.j.-- -"",iriu."i
ccnceptuai' puesto que e1 atgr::nento de
¡osibiiioad ctebs ser ¿- .'tit" rágito o
ilt;;;r r,"rrnente 1ógico o cánceptuaj' Ahora bien' poderros pregull|"arnos fl
válidá' pero en el plesente ccntex'o el asunto
es
si el aigur,ento de Futna¡n es
discutible.
Talvez aJgr-rnos fiiósofos recientes'
Tal vezLaplace iue un realis"a meiafisico '
enlre eilos e1 pr6i--i5
p't"u* ftutt un decenio'.han siclo rea-listas metafísicos;
pa.per alguno en 1a ciencia morlerna.
pero el reaiismó metafisicJno desempeña
En el anáüsis or" yo o"ut"'l-'' 1" *tt¿nlt"
tiátit"' ¡nodelc principal de iecía
de que nc
científica, ni siqr:iera to'-t'iat'u como totalmente realista' amén
" n! si19u1a1, Y luego teil:mcs a 1a teoría
se tenga pcr cornpleia, Ñ; naCa
Por tanto, ta i'mpugnatión del realisino metalísico no elimina
cuántica. 1o
de la clencia'
que pudiera requerir una teoria ade¡uaCa'

Ei RB'A'LtsMo MoD'\L
a la
más recietrtes entre empiristas Y realistas se han circunscritc-'
Los ciebates
y los leóricos de la realidad' Sin embar-
disntición entr. lo, u,ptttoi t*pi'ito' de posibili-
parece q" l"' p"ittti"" es moda.tes '.Ias pretensiores
5o, a mí me
Crad y necesidaa, p,opo"tJ"ul' 'nu
lintu divisoria aún más imporiante ' VLn
de estos cics
Fraassen dejó ul Ul't"t' ináitt¿or de 1a importancia relaiiva
que los sistemas reales
asuntos. El estaba lu *t-io' disposición- d.e concecler
.'
teórica de los rnodelcs científicos El
pueden, en efecto, t"ot' lul'*'átura
p"t¿e j ustificadainente añÍ-mar tal semejan-
simpleme nte insistía en qttJ"u¿it
a la mcdalidad' no simplemente era
za. Sil emba¡go, pcr 1o que se rehere
insistíaVanFraassen(1980'
agnóstico, sino ateo' "IJ.i"i:itá"t"posibriidad"'
202), "ese1 modelo, f"t'fi¿"á que está deirás de los fenómenos''-.E¡t
"o y so.n tan sólo ficciones de nuestros
resumen, las posibilidadet 1as "tctsidaCes
candidatos a ia reaiidad'
modelos; útiies ta-l u", p"oni siquiera cau-
.. impottutttt en vinud de su estrecha conexión con 1a
La modalldad de la causa-
Una forma Ot tnttnJt' cuando menos algunos aspectos
sa-lidad. repÍe-
la estructu¡a modal de 1os modelos científicos comc
lidad es considerar rnodal es
de una estructi"u ta'lsal en 1cs sisternas reates' El realismo
sentativos en Ia
en algunos casos' puede existir
la concepción d-e que, cuando menos cien-
de la estructura modal del rncdelo
naturaleza una contrapartida causal
tíiico
EL II.EALISVlO CONSTRUCTI\.O 125

Lc causalidaC en los sislemas mecdnicos


de los causales,
Desd¿ hace tiernpo los sistemas mecánicos han sido modeios
una vez ntás
al m:nos en la civilización occidental. Por 1o tanto, cenirémonos
vez eli su
cn e1 modeio de la ley de Hooke del oscilador armónico simple, esta
fonnulación ha¡niiioniana. Si bien la versión hamiltoniana de las leyes
de
presentación
I'.{ervtcn encaja en ia fo¡¡na que Van F¡aassen prefería para 1a
de las teorías, nos proporciona también un excelente marco
para expresar las
pretensiones del reáüsmo moclal' Para evita¡ 1a controversia sobre 1os aspectos
de inte¡és '
ieóri ccs cle l sistema, concentrémónos en ia pcsició n con-ro ia va¡iable
Toioeintuncoconcueidaenqueei¡nodeioexhibeunaestructularnoda].
Por ejemplo, el nlocielo permite una amplia gama de condiciones iniciales
posibies, áe 1as cuales solárnente una puede exiibi¡se en un mome¡to dado.
Para caia uno Ce estos conjuntos posibles y diferentes (que siempre son
nruchos)decondlcicnesincialcs,sepuedecaicular,usandolasecuacionesque
puede
define¡, ei ¡no,ielo, una trayeciori a pera el sisie;na en e1 espacio, ccino
vlrisc, por ejei-^'rplo, en la {igura 3.6.
CaÁbien-ros a,hora ei ceitro,.le nues!-ia atención del mocielo al sisrema real
n)a9a,-resorte. Supongamos que la masa ¡eal en e lecto ha sido
pnesta en
rrovirniento con velocidad inicial cero. El empirista constructi'¡o de Van
Fraassen y nuestro re¿¡-lista coilslructivc estarían de acuerdo en que esta masa
real debe sernejar el mccelo con reslrecto a sus posicicnes actuales en el
tiei1lpo.
Fero qué decir de las posibles posiciones que resultrían de condiciones ini-
ciales diferentes, tales como una velocidad inicial dife¡ente de cero. ¿Se
e>:ti:nde a los aspectos modales del moclelo nuestra pretensiól de semejanza
eirire el modelo y e1 sistema real? ¿Prerenciemcs que el sistema real posee
iguaLlrnente estas posibilidaces?, o bien, pa.r'a echa¡ mano de una formulación
fiiosóflca más tradicional, ¿,es verdad en ei sisteiria, real, así com.o en el modelo,
qr:e sus posiciones se ajustaiían a a-lgiina otra pauta definida si su.s cr:ndiciones
iniciales fueian difeientes?
Ei reaiismo modai apoya ia respuesta aflrmativa a estas pr eguntas ' Los
aÍliirealisras modaies cono Van Fraassen pocirían ta,-nbién ser l1amadcs ac-
ti¿olis.tcs . segiin ellos, ia cienci¿L sóio aspira a i,:scu'orii semej anzas
entre
n.,.t3stros rnodelos y 1as historias actuajes de los sistemas reales. Las
otÍas
posibiiicaces nc son inherentes a los sis',.ema: reales, sino que e:isten simpie-
mente en nüistros nodelos.

Lcs objeciones de lcs emPirístas

Lcs aigur:::ntcs empiristas en conira del reaiismc mcdal son al paiecer más
fuertes que las qi:e se hacea en col¿ra dei ¡ealisi'¡o teóricc. No .'.,-jste posibilidac
i26 LA E7i?LICACION D9 LA CiEi']CIA

Out puiiera:l haberse


rea:iz:-ic pt i3 Ge
de cbservai es'rados de un siste¡r¡' "u: in'¡entar utr auevo tipc
hecho no 1o hicierca l'{;t';;*t:iáguiea 'cudiera
^tí'
t''ottt'Jtá""*t" poti¡iii¿ad:s a ta obs:rvación direcia'
do rrricroscopio attt sólc si §e acepta ia doctrina
Con tcdc, este argumJai':""Iá"tl"""te a íin de cuent¿s en la
t*a üáo tesiiironio desca*sa
erncin:la según la rundacreatcs para
lir".i;;ru;?;;;. si.o"".iá.oor que puecle habsr ctros
ti*g*'j.'"io ¿t;t dt nt' tonth,v¿nte ' Las estrategias iJ
i:s preien:iones mocal¿s '
de i:cisión "satisiácic:s""t-T;i;;;;;
*'3f
titlpit'io 6' pcr ejemplo' pei'miien la ftr
g
:l;-'r1*jí':J;::,-T,;:,*Lsmcrcciri,co;¡coi:ine(ie53)haseñararro
indrvidLrar las posibiii-
;.rr;;,;r;; su¿ie s:-r ri.ific]r*o'leios
r{
qLrstosamenre desde hrce
á ad es. A menu¿o t' o'i¡ü
p p::; ;;:t'*;' ;l tl'-1']':'
.",-ru.iorr.i áilererrciales propcrcicnan
en que as leves
I

ua c";':iio uni¿oco
#il
se expresan.o*o
oar:. ircli'¡iclua, fu' f i"'-]ii"i'"tlüitt-a='-tlllt;: Istas hisrorias son las
#il
iáy..,o ri", .n .t. t' p-"io [J' iot"'
pottd:l
3-t:ili1 ::;t:; ::i il:.?ft:
ccnjunto
il¿;.t. Lrt ambig'Jei:des en eiexplícitain:nie
dc pos
este conjunto en la ce[ir'iciÓ;t Er
ourden elin'jiierse
ier moceto trórico.
tt"'l"itJo
*.1,á;;i;;;.; se rimira a ros rrrcc.elcs
dtii¡idcs en Jn
t=t
=r,.
;';ru:::*xill'i.'J:'i::?,1iio""n"ui:r'r::i::'^.= dn
'
#3Tr','1"^'i:]
Naturdtnen*"e' inclusc la física
clásica nos ,L¡
sistema o las conCiciontt'iJtiti"' es arn-
Dresenta casos en o'"
iu
I; ;;;i;kación.dr
u*llgtita'¿
las co.ndiciones iimirrofes
no llega a ser' ni con mucho'
tan gia¡de I ÉJ
'{
tigua. Sin emba¡go'
.i"*o-ro ,r.."t"deiÍan Quine o
Es claro que podría
Yan Fraassen'
;;ie"Jtt;t una versiÓn actualizada riel
realismo co¡'s' flJ
truciivo. Esta sería ;;;;;;; áii" cientíiiccs representerl
empíricos y leóricos de los EI
#
'^ uttriuf 'o11*"'o'
de ios aspectos
tan sólo el comportamrtttio interpreiación realisia
sistemas reaies' Sin t*;;;;;' aoui.ldogaiel:1 "t'u rne parece que ésta es

c
contra
mcdal. A pesar de 1"' ;;;;t";;s-iilcsóÍicosen de Ias hip'iies:s
upoilJ"''Jt'¿t el punto de vista empírico
Ia expticación *t.lo'
teóricas

lyíc daIided Y causalidad

j.f
Siargoesunsisrerna-cauü*iJ.',,:f X':i:[X?.j:':::'.'i:.',:i üHj
i i A des ce er
pu nio
';::,'.".::',T:;;'f, ?)i:; ;;;;; end ie nte de a.a rn
I p ti u
solamente enire lcs
ce vista funcional' si i" lt;ió;i;;i;;; t"
áiritit"btieire
quá más pociía habe r en
valoresactucles cie estas t*t;;;;t";;;utt' "t' cor".lo h?"ce
;t esta pura relación fu"'cior'al'
cuanto a |-a catsalldad;;;;'
ñ;; io senaro Russeil (1912-i-1)'
EL REALiS}IO COI'.ISTFI.UCTI VO 121

Traiicic¡ra-lmente lcs empiristas han busceCc a"noyu' lt rttiensión de


causa-
que lodcs
Iidad en generalizaciones uiiversales, por ejeiiiplo la' pretensión cie
exa-mina, tales
ios rescrJes en oscilación exhiben estas relacicnes. Cuaado se las
generalizaciones resultan o falsas o vacías. Para e1 r¿alista ¡noda,l, Ia
estructura
-modai Ia estruc-
del modelo representa, con cier-to grado de aproximación'
ttra causal del sistema reai. Así pues, para cualquier sistema real del tipo
pertinente, las relaciones funcionies entre los valores aciuales def, nt,
k,y A
representan reiaciones causales no porque se sostengan entre
los valores ac-
todos los
tuales en todos esos sistemas reales, sino póique se sostiene entre
valcres posibles en este sistema particular '

Neces itied y pr o Pens ió n

Éieintroducidclave¡siónmoclaideiieaiismoCcrstructivoenelcontextode
sistemas dererministas cel tipo que desciibt ia r¡¡iáIica ciásica.
Esia icn:ra
de ninguna
de enrencier cómo se emplean las hipótesis teÓricas, sin embargc'
manera está asociada con 1a rnecánica ciá.sica, ni siquiera con las tec¡ías
determinisias. Si se desea admitir 1a posi'uiliciaC de que e;tisia-n sisiernas auténti-
cuán-
camenie estocásiicos, como ccmúnrnente s¿ ciee qu¿ sori ios si-iemas
ticos,exisieunaextensiónnaturai<ielaesrricranecesidadeausaj,generainrerrte
conocida por el nombre de "piopensión''^a
clesCe la física
Los rnocelos de probabilidac se usa¡ en casi todas las cienci:s,
cuánticahastalaantropologia.SinduCasua:npliagamaCeaplicacionesse
representan los
debe en part¿ a rr.rt.u.turá sumamente sencilla' Pero' ¿qué
modelos de probabiii ii'i?
'n

La respuesta empirista más simple es que representan frecuencia's relativas


en probabilida.d,
actuales de ios tipcs de individuos di poblaciones ñnitas. Esto,
esaná.logoadecirquela-necesidadcausalestrictaconsisteen]aocurrencia
(para mí)
universai en todos lcs casos. De hecho, debido a 1a creencia errónea
y lo que representa'
de que ciebería. existi¡ isomorfis¡no est¡icto entre un modeic
iími'.e en
ta áuyor;u de 1os fi1óscfos empiristas pcstula hipotéticas frecuencias
sucesicrres infinitas como 1os equiva:entes reales de los
rnodelos de proba-
bilidad..sin einbargc, no ne cesitamos rasireaf esta contiadicción interna
en 1as

iitosciia,, :r,piristás cie i.; ciencia. Está ciaro que su objetivo ha sido el
cie ser

tan "actualistas" como sea pcsibie.5


- luru el realista moral 1o artá-logo de la necesidad causal estricta es la
' 'propensió1" qu-e existe dentro del sistema-.
El maCelc es un sólo núcleo
,u¿iottiro. su probabilidac, de un meclic, de decaer en ul tiernpo definico cornc
a decaer en
su "vida niedia", si toína cono meCiCa de su "teniencia causal"
causa-les se
ese intervalc de tie;ripo. Pa¡a el realista mcCa1, las tendencias
consideran caracteÍí3ticas de la rea-lida-C '
!28 I-A E,\PLICACiÓ}{ DE LA CiE¡ICIA

El que los objetcs macroscó^.-icos, ccino 1cs cuerpos humancs, tengan


picp.erisión, por ejemplo, a coriifaei ryá,nce¡ de puimóa,.es un asuIitc cientíiico
;ocr resolver. Pero ar,rn cuando e1 cu:rpc hurnano sea e:triciailente determinjs-
ta, el número de va.;ial¡les ¡a;ticipantes es ta¡ a1to, y Ia variación entre
indiviiuos tan grande, que la senejanza entre un modelo probabiiista en que
las probabili.jades se irtefpretan coilto proper-lsiones y, por ejemplo, Ios
fumaJores, es muy fu erie.
i'Jo es necesa¡io que prosigamos ccn estos deiajles técnicos. Lo más impcr-
tante es que la comprensión real.ista modal de la causalidad no está ligada a las
concepciones decimonónicas de la ciencia.

I-r\S LEYES Coil,'f O CENERALIZACI ONE S UNíYERSALES

Los conceoios relacionados de ''ie,v" y ' 'g ".n eraiización universa.l" deseu-ipe-
ñan un papel preponCerante en las explicaciones eilpirista lógica y otras de Ia
ciencia. En la explicación em^oi¡ista lógica de las leorías, pcr ejemplo, los
axiomas de una teoría cientílica se consideraban lei'es que se entendían como
gen.'raii zaciones universales. EsloS conceptcs han dec¡ecido nucho en impor-
taoci¿i en ia tec¡ia cie la ciencia presentada en estas páginas. En el :,;.pítulo
anterior se ha puesto en teia de juicio la concepción según ia cual las leyes
dinámicas de la mecánica clásica funcionan como enunciados empíiicos ver-
daderos o siquiera bien confirmados, Ahora rne propongo poner en tela de
juicic la idea cle" que la ciencia necesita leyes en fo¡¡na de geireralizaciones
universales.
La idea de que los enunciados de forma universal (Toda Fes C) desempeñan
urr papel primordial en Ia ciencia se remonta a Arisróteles. Tales enunciados se
prestan a modilicación en el sistema silogístico. La cla.sificación biológica
.(espcci::, géner-o, etc.) refleja ¡r.¡davía su deuda con la concepción aiistotélica
del mundo.
Aur cuando ia revolución cienlíiica del siglc XVII participó en 1a inpi.1,-ra-
ción de Ia visión aistotélica, sobrevivió el objetivo de descub¡ir verdades
universales. En efecto, tal objetivo se vio fortalecido por e1 éxito de la ley de
Newton de la" gravitación universal. Hume basaba su aniáiisis de la causalidad
en leyes universales de 1a asociación. Kan¡ consideraba la uaiversalidad como
el sello de 1a necesidad. Y toda la filosofia de la ciencia descansa, para Popper,
en la relutabilidad deductiva, de 1os enunciadcs universales mediante enun-
ciadcs singulares (Esta F no es G). No obstante, si se exa¡nina la práctica -?
científica contemporánea vemos que no apoya la importancia de las generali-
zaciones udversaies.
Vearnos cómo traian en ios libros de textos normales a ia tan venerada l:;
EL REALISI'IO CO¡ISTRUCTiVC 129

de I a gravitación universal. Sorprendentemente, en a-lgunos textos de mecánica


clásica (generalmente en los más avanzados) nunca Se enuncia expiícilamente
la ley de la gravitación universal. IJunca aparece nada de 1a forma "Todcs los
cuerpos..." En cambio, encontramos ei tatarúento de modelos con cics cuerpos
que se mueven en dos dimensiones sujetos tan sóio a una fuerza central. como
la fo¡rna más irnportante de fuerza central se introduce le. ley de1 cuadracio
inverso. Así, lo que tÍpicamente encontramos es iuna derivación de 1as leyes de
Kepler!, las cuales suelen mencionarse por su nombre. Entie otras aplicaciones
están los movimiento§ de 1os planetas, la Luna y, recientemente, 1cs satélites
artificia.les. Estos son casos en que se ha visto encajar bastante bien el modelo
de la fueza según e1 cuadrado inversc. Dicho en dos pa.labras, la mecánica
clásica puede preseniarse, como a veces ocurre, sin apelar jamás a la giavitación
en la forma de una ley universaJ.
¿Cual es, pues, el papel que desempeña la 1ey en ios textos donde
explícita-
mente Se la enuncia? A primera I ista, parece que se la invoca para jlrstificctrla
elección de la función Cinámica del cuáciraCo inverso al const¡uir niodelos
ieóriccs para resolver divtrsos probitinas. Po:: ejenplo, ltn prcbierrla estándar
es determina¡ la velccidad de escape de un satéiite respecto de su órl-iia La
sclución se deriva de un modelo que incorpora uila iuerza cuadrática invei-sa.
Pero cabe piegünta-rse si la referencia a la lei, de la gravitación urliversal
desernpeña en efecto aigún papel justificante. Unq vez derivaiia dei modelo ia
solución a1 problema, suele señalarse que el valor obtenido ccncuerda eiectiva-
mente bastante bien con las observaciones efectivas. Por lo tanto, la eleccié¡
rie la luerza cuadiálica inversa paiece justificarse no por el recurso a la ley dt
1a gravilación universal, sino por el hecho de que el modelo resultante concuer-
da con las observaciones.
Esto no equivale a alegar que las generaiizaciones no desempeñan ningún
papel en la mecánica-. Lo que aiirmamos es tan sólo que las generaiizaciones
uniyersales no deseirrp"ira_n ningún papel. Lo que encontramcs son catálogos
Ce cascs en que diversas funciones diná¡nicas arrojan modelos que se ajus-
ta-¡l de rnanera tolerable. Si reunirnos todos escs catálogos, c^uedamos con una
gama de casos veidaderamente impresicna_nte. Esta gama. finita cie casos no
bieir definidos constiiuye el conter.ido empírico de la mecánica clásica. Sin
emba-rgo, la gzma es con segurida-d 1o bastante a-rlplia como para explicar la
importzncia de la mecánica a 1o largo de 1os últimos 3C0 a-ñcs. La estaiura de
la mecánice no se ve disminuida por eliminar 1as grandes generalizaciones que,
por importantes que hayan parecido en los óigios pasaCos, no son esenciaies
para 1a ciencia según hcy se la corcibe.
La idea de que el ccntenicio cie ia ciencia debs comprender generalizacicnes
universaies es pa¡te de 1a ccncepción de que el contenidc rea-l estáen ei conjunto
de axioñras a partir d.e los cuales se deducen las aplicaciones. Por mucho que
su práctica haya podido desviarse del id-eal, I{e,,rlon y sus sucesores paiecen
¿
#J
I30 LA EXPLIC.ACIÓ}i DE LA CIE}iCI-A' 5l
d
haber lespaldado esia concepción, corno
iilósofos. Sin embalgo, esie ideal no casa
,:."".i¡. oi,o.u. iu ieiación entre
hasia la fecha- Ic h;rn hecho nuchcs
con la mecá'nica según se enseña
los principios básicos y las apiicaciones es
l ul¿1i...*. en los sentidos que he traladc de dsscribir'
t
TJ

a4
ViopBi-os cAusALES Y ÉxPLICACIoNES cAUSALES
E
de Hempei (Hempel y Cppenheiin á
Cuarenta años después del lamoso arlículo
en la filosofía de la
is,t8), i" explicación sigue siendo un ten-ra destacado libros irnportantes JJ
;i.r;;;;;;; 1o evidencia la reciente apari':ión de
dos E
(Achinstein1983;Salmon1934)ydeotrasobras,sobresalientesapropósitodel
embargo' lo que ha
#l
"d
;;;; CV^, F.aas"n 19s0, cap' 5; Kitcher 198i)'.Sin el caso de Salmon' que se
cambiado es la imporlancia, particular*lltt :1
atribuye al papel ¿. fu t"tu'fi¿ud en la
explicación' En este contexto uno bien
Ff
teoría {
causal conslructivo' colrio parte de una
podría preguntarse si eL
'ea'lismo
tiene alguna importancia para ias teorías
recienres ffi
:;;;;;i;;;;Ju-.1.,,.iu,
deia explicación. La respuesta es que sí la
iiene' pero iLJ Ce la manera que uno I
podría pensar.
Si bien se apartan de lien'rpel en aspectos
imporlantes' 1a mayoría de los
con aquel autor en
=t
iir"*i"l qr. escriben sob'e ia explicacióndeconcuerdan
cosas llamadas con propiedad
suponer que existe ,nu cuttgotÍu áistinta
it'*prl.u.io*, científicasi', | qttt estudiando.las caracteríslicas distin¡ivas
"n cosas importantes sobre la ciencia'
de esas explicaciones se putáttt aprender
Según lo exPresó Salmon (19E4'
ix):

entiende la ciencia Garantizamos Ia compren-


Nuestro objetivo es entender cómo se
cienríficas; asÍ pues, nuestra principal
sión cieniífica propo..ioJiniJ'.*pii.".i"".,
;;.;;;;;;t;" ierá la nut"'ul"a dé la explicación científica'

una venlana a Ia ciencia'


Así puos, concibe la explicación científica como
se
ha reconocido la posibiiidad de
Aunque a partir de Heápel todo mundo
explicar las "leyes", .o'-' nrutio f '
*ayor importancia en lós esludios filosólicos
hecho
se ha concedidc a la .*pti.a.
ión de ácontecimientos purticulsres. Este
a1gún lugar donde esperaríamos encontrar
;;;j; ;. ser curioso' Si "eseexiste
explicaciones ci entíficas, tüu' sJn tot titros.de texto norma-1es' Sin ernbar-
de acontecimientos
go, en esos Iibros son t*l inátttntes las explicaciones familias cie
particulares. Lo que t"t;;t;;;"'' insisto' is el desarrollo de
al comportamiento de ciertos tipos
moCelos aunado a aplicacicnts modélicas
de sistemas ponen
¿Por qué, pues, los
alltores filosóficos qrte se ocu oan de la explicación G

los,ton-tttl*itntos pa'iiculare'iPo'qut ese es el tipo d:


de relieve la c.ie
EL P.E.ALISI'IC CONSTRUCTIVO 1l l

expiicación con que uno se encuenlra más a menudo en la vida riiaria' ¿Por qué
iaitó .t reactor;uclear de Chernobyl? ¿Qué hizo que explotara e1 cohete
pañe de
Challenger? Y así sucesivamente. Por Io tanto, resulta que la mayor
realmenie
ios escriios filosóñcos sobre la "explicación científica" no se refiere
a las explicacio nes dentro de la ciencia, sino al uso del cor,ccimiento
cientíiico
p5¡¿ ¡¿flsxijr nc3
en las explicaciones de los acontecimientos de la vida diaria.
dr. i: cieircia y
sugiere urra imagen muy diferente de la relación ent¡e e1 estudio
el Jstrdio cte la explicación, de la que hasta ahora se ha sosteniCo
por 1o general.
La expiicación es una actividad humana cuya práctica antecede
por mucho
justo el tipo de
al surgiÁiento de la ciencia moderna. En electo, parecería ser
para-em-
actividad cuyo estudio las ciencias cognoscitivas eslán preparadas
de la
f..nde.. Ya es claro que buena parte de cualquier teoría cognoscitiva tipos de
erplicación ha de versar sobre cómo las personas reculren a diversos
esquemas al dar explicaciones -v al entenderias' Y mucho de esra
explícación
poárÍa ser relativamenle independicnte del contenido de ios esquemas em-
pLc-aldOS.-
Des,Ce este punto cle visla. toclo 1o c-ilt es Cislintivo en cuanto a ias ex-
piicaciones "cientílicas", ya s¿a en la ciencia o en Ia "'ida diaia' es
que echan
manodemodeiosdesariolladosenl:lsciellciasAsípues,estudiariasex-
plicaciones científicas es, en el rnejor de 1os casos, Ll¡-ra foima rnuy indirecta de
estudiar ciencia. De esta manera es poco lc que puede aprenderse sobre cielicia
que nO pneda aprenderse máS directarneitce exarnitr¡ndo la naturaleza de los
nrodelos cicntíficos y la manera como estos se desarrollan''-
Lo quc la ciencia prypq¡-c¡q14 q la-s-l'p¡pllcaqiqnqs cie-l1qí-f!9-lsll e9 .yt
in,Liúáiniát .onriii.iti. á" ót"ju"to, Ce mo!9!9q b!9n aulorizados' Q-gmq los
manejeiá ge¡te 4l gq¡¡1ru!¡ q io.19qQ!¡ las -q¡p1ic4,ci-o¡g¡ depqBIJe¡4-Qel co!!9I!9
é*friir"l,firo. párá ton.ra. un ejen.rplo conocido, no es parte de la cienciaque de
ta ,rr"cá.rica áecir si la lorgitud dei péndulo explica su periodo o es esle
el
explica su longitud. Lo que la ciencia de 1a mecánica proporciona es un modelo
q'.re exhibe la esiructura causal de la que son parte ta'nto Ia longitud como el
periodo. Lo que es más, gl mc reig p-yg{-e-Slb¡qi"f jnslu-§o-asimetrías.§,Il!-I9.1os
C]-.!r-r"tqq {9,i4 g¡trpc¡uiá ó-ái.tsil, el é1
ejemplo dei péndulo, la longitud
.ónriitrv. piriinetro Iibre en 1as ecuaciones cinéticas originales; en cambio,
""
el perioáo no 1o es. El periodo se deriva en el proceso de obtener !a solución
para Ias ecuaciones de movimiento. Pero este hecho no nos dice nada en generai
iobre la prioridad de la explicación. Como 1o demost¡ó elocuentemente Van
Fraassen con 1a histoiia de ia tcrre y la sombra (1980, i32-34), bien puede
explicarse por qué cierto péndulo tiene ]a longitud que tiene, por referencia a
los Ceseos de alguien de tener un péndulo con un periodo preestablecido'
Entonces, ¿podría decirse que, al igual que Van Fraassen, me pronuncio
po¡ una teoría "pragmática" cie la e;ll,iicirción científica? No precisamente'
)=ii posición es aun más radical. Para mí, una tecría de la explicaeión no ha de
¡
-
a
131 LA E;-'PLICACIÓN »¡ i-a ciENicIA
a
ít
jtngarseatendie ndo a considsracic ¡res iliosóficas, siilo coiliol¡'le a las ncJmas E
expiicación.se
áe ús .i.ncias cognoscitivas. Es decir, una teorÍa empírica de la ¡
actividades
ha de juzgar por iós tipos de testimoruo pertinentss a teorías de otias ¡
.ogrror.itirui de nivel supeiioi corirc ia ccmprensión del lenguaje y la solución
ce-problemas. cómo 1e irá a la expiicación de van Fiaassen al aplicar
esias ta
ncrmas, queda coilio un asuntc pendiente'
T
i
Las aesPUESTAS DE LCS P.EALISTAS E
.i
Finalizaremos este c3-pitulo respondiendc a cualro tipos de aigumento
en tr
contra de la interpretación reaiista de 1as hipótesis científicas- A
tono ccn la
É
dado fol'ma tal que
estrategia general del capítuio, a estos argumentos se les ha -
per*itán u., qu. la interpretación realista es en general incoherente u obvia-
mente falsa. iVlás tarde nos ocuparemos de loS argumentos
epistemológicos en t-
contra del realismo. .t
-
€-¿
I
El acertijo de la aProxinaciÓn
I
iE/
La ma.voría de los cientíñcos, a poco que se ios apure' admitirán
que' estricta- ,'l
si no es que ra
merlte hablando, muchas hipóiesis realistamente interpretadas,
se apresurarán a :ti
inciuso todas, no son literalÁente verdaderas' Sin embargo' il
de esas hipótes is scn oproxirnadamente verdaderas En
"p",,io, la mayoría
agregar que
.J* los antirrea.listas como Laudan (1981), replicarán que de ningún =
,,aproimadamente vercladero". Y, hasla
mocit quecla claro lo que significa
cieruo punto, tie ne n razón.
La verdad aproximacia no es un tipo de verd-ad. Es, en
verdad, ¡una- forrna
defalsedad!Aproximaiamenteverdaderoimplica..noexactamenteverc]ade.
ro", es decir falso. Además, los intentos recientes de explicar el ccncepto
de
(1972,
,prá¡-uau*.nte verdadeio, ccmo 1a idea de veiosimilitud de Popper que
+i-60; tiewton_smith 1gg1 52_5g), han tenido poco éxito. sin
embargo,
ios filósofos no hayan podido explicai un concepto
viable de verdaci ';roxi-
que 1a aproxiinación
mada no debe tomarse como funclarnento para concluir
de la dificultad sea
no es esencial a la práctica de la ciencia' Tal vez la fuente
a un concepio
que los fi1ósofos insisten en concebir 1a aproximación apelando
de verdad aProximada-
(1980' 9) que para que
Van Fraassen estuvo más cerca de la meta' El sugería
una familia de
una hipótesis sea aproximadamente correcta debe abarcar
r'odeios,unodeloscualesesexactamentecorrecto,esdecirisomór|icorespectc
delsistemarealquesepretenrle'Peroinciusoestadeiiniciónesder,asiado
la
-''
)
)
)
) CCNSTRUCTIVO 1il
a EL REA LISivrO

)
a lin]ira.rte. independienr.emenle de 1o que la aproxima-ción signific^ue en ciencia,
a debe ser cierto que los rno,celos dinámicos de la mecínica clásica son
aproxi-

a madamente correctos para muchos sistemaS reales. Con tccio, si se admite


el muncio en realidad es einsteniano y nc newtonianc, ningún mcdelo new-
que

a toniano dinániico será exaciamente correcto para sistema verdadero alguno '
a Mi planteamiento, naturah'nente, es que la idea de semejanza erilre modelos
a y sistemas reaies provee una muy necesaria herramienta paia entender Ia
) áproximación en ia ciencia. Primero, elimina 1a necesidad de una relación
a sJmánlica espuria: Ia ve¡dad apro,¡mada. En seguida, revela de inmediato -1o
qre se ocrltá al habla¡ de veráad aproxirnada- que la aproximación posee a1
) por
rnenos dcs dimensiones: la aproximaci ón por aspectos y la apro:dmación
).
groclos. A¡mados tan sólo de estas distinciones, podemos empezar nuestro
) ataque contra otras obj eciones recientes al realismo '
,
)
, E! argunte;ito histórico e)1. ccnlra ciel rer¡iist¡to
)
) Ei argumer-rto histórico 3r1 ccnii a ciel rea-iisrrlo' scg'iri: lc pcpuializó' por
): ejemplo, Laudan (1981a, i984a), es básica-mente el siguiente: La historia de la
ciencia nos da r¡uchCS casos de teOríaS desc:-rtad-as cityos téinincs central;S
)
no se referÍan a nada teoria dei flogisto y la del éter serían los principales
), -la
ejempios. Es¿-s teorías no pcdrían, por jl tanto, considerarse coÍr'ro ni siquiera
,, aprcximadai.r'rente verdaderas. Aden'iás, 1os restimonics que Oiigii-iaimente
a hicierou que se aceplarar-i esas teorías no eran ie un tipo diferenre a los que han
a' llevado a aceptar las teorías actuales. Así, nc hay razón pala pensar que
+
a'
nuestras teorías actuales no correrán con la misrna for-tuna- En verdad, los
tesiimoniOS históricos llevan a creer que muchas de nueslras teorías actuaies
)z aca_barán de semejante roaf\eta. La histoúa tiene fuertes pruebas en el sentido
de que las hipótesis interpretacias realistamente suelen resultar falsas aún
-'
,r cuando sóio se hayan pretendiCo "aproximad-amente" verdaderas '
Esie argumento se apoya en 1a tácita intuición de que la aprcximación es
a sieinpre cuestión de grcclo. Si e1 éter no erisle las pretensiones que lo presupo-
fi i.ren no puecen estar solarnente un pccc erradas. Deben esiarlo en un sentido
t: r:ás radicai. Sin embargc, el argumento se d-errumba si abanconamos el
ta, recurso cie la ve¡dad aproximada en iavor ie la semejanza enire el mcdelo y la
realidad, lo que permite que la aproximzciÓn cor-isicere tanto a.spectos como
f,-, grados de s:mejarua.
Indeperr,lienteinente de que el éter exisra o no exista, en muchcs aspecios la
,.rl radiaciól eiect::oiila-gnética. es cot¡to ula perturba-ción en el éier. En esia
a sentido, las teorías ,- rl áiei son aproxirnacicnes ' Ei hechc cie que el étei' no exj:ta
4., es un a,spr:L io muy inportanie eii aije nc puede ha-ber una fuerie szmejz'nz'a
a'. entie ics nccl:los dei éter y ei uaiv'ereo. Ta-l iaiia- es u;a bi:ena base pa-ra
é,
I34 LA E)(PLIC.\CÍÓN DE LA CIEi'¡CiA

iechazartalesmodelos,aunquencparanegar/o'raslasaiirmacicnesreaiisla-
del éter y el
entre los modelos
menie enienriirias a propÓsito oe iai semejanzas
universo.
descubrimiento de nuevos
Una loima en que la ciencia avanza es pcr el
*p..tá, ce la reaúdacl, ., á"it nuevos aspectott":tt lltt:::,,:::t::.:
ia'mDlen en vlrluu rrtri
pueden pareceise a la reaiiriad' La ciencia avanza
y la
en que las ser-neja-nzas entie ei modelo
descubrimiento ¿. ulgrno,-
realidad no son coirlo ,. io*ti*eite' Con todo' ninguno de 1os dos tipos
"'iectos
"tin ei ¡eaiisino constructlvo'
c1e avance es icompatible con

El arguntento de la semejanza
constructivo modesto iuera
A primera vista, parecería que inclusc el-realismo
Barnes (19E2' cap' 2) y B.loor
incompatible con el relatir'-ismo ' Sin tnrbu'go'
presentaron hace p;t;;" que' de ser ccrrecto' inslalaria
(1982) "gu*tná
cómoclamerrteensuhogarrelaii--.istaalrealisrnoConStruCtivo.Eseargrtmenlo
y se le atii'oLrye
cie ningún claro sociológicc)
es puramente ieórico (no echa ma¡o
(19ó1' 1974)' Aplicado a mi explicaciórr
a NIary He sse (197'1, .^p 3t, a Kuhn
procede.de ia siguiente manera:
A. ioi iipO,.tis teóricas, el argumento
y ha siCo presentada como
La relaciÓn entre un *o¿tio teórico la realidad
unarelaciónder.*..;u-u'Ahorabien'desdeelpunrodevistalógicocualquier
y-hasta cierto grado' Para evitar
cosa es semejante a otra t''ulguno' a:specios
clue las hipótesis teóricas *i'tit"yun tan sólo una verdad vacía' se cie'uen
entonces' 1a'¡erdad o la ialsedad de
.G.rfi*, f"t aspe.tos y los grados' Pero'especilicación Y el acuerdo sobre su
ia hipótesis dependerá enterJmente de
la
previo concerniente a las especifi-
verciad o falsedad a.ptn¿t'e ¿t u" att'e'dá
caciones de aspectos V ¿t gtu¿o'' Sin
embargo' estas especiti caciones ¡o están
modelos teóricos ni pcr ia natura-
determinadas ni por e1 calácter de nuestros
acuerdo' entonces sólo puede ser debido
leza de sistema real alguno Si existe
aouehubounacuerdopreviosobrelosaspectosygrados,eictta]escbjetode
:*:rv;J;;;;ñi;" parte de la sociedad. Así, o¡é hipÓ :sis son
^oor
depe-nderá.oor cornpleto de 1os acuer-
consideradas verdaderas y t'-tált' ialsas
dos sociales' 1os cuales tá ,"t t"*,feto
independientes de nuestros rnodelos
y cle cÓm o sea realmente el univeiso '
argumentc ' Una hipótesis teórica' es
Concuerdo con las premisas de este
libres' Hasta que no llcnan lcs
óomo una lórmula.on uu,li* parámetroi
permanece irdeterminada Es
parámetros, la verr.lad o foi"¿ui¿t 1a hipótesis
'r"ir, * i" ni 1a realid ad deterrninan los aspectos
oi"pia hipótesis indeterminada pretensión de semejanza' Sin
o los grados que deban considerarse en la
una ccnpleta delerminación social'
ernbargo, no se sigue ta' concL'si¿n de
de los aspectos y grados pertine il-
El argumetllc supc"t qut l"'pecificación
r'**
)

EL REALISiVIO CONSTRUCTIVO 135

tes permanece en el fondo )/ no es parte de Ia propia hipÓtesis' Así pues, las


pretensiones cuya verdad o falsedad eslá en discusión simplemente afirman
una semejanza, dejando sin :specificar los aspectos y los grados' En este caso,
la verdad o falsedad Ce la afi¡mación de semejanza explícita depende clara-
mente de especi ficaciones tácitas en cuanto a los aspectos y grados. Con todo,
estas especificaciones no necesitan se¡ tácitas, y en 1á ciencia ocurre a menudo
que no lo sean.
Para tomar un tipo sirnple de=c¡rsg, imaginemos un modelo que predice 1os
valores cie un parámetro especiiicá¿o. Se reaiiza un conjunto de medidas, todas
las cuales están deni¡o del 1090 de los valores predichos, pero ninguno dentro
d,e\ 2Vo. La pielensión de acuerdo dentro del 10To sería verdadera, en tanto
que sería falsa 1a pretensión de acue¡do dentro del 2 por ciento. Se ha eliminado
la relatividad del acuerdo previo incorpo¡ando el objeto del acuerdo previo en
la hipótesis misma. Este ejemplo simple muestra que pueden hacerse legítima-
mente afirmaciones dei tipo requerido por el re:rlismo constructivo
ldo ob-slarr'.e, el ejemplc nc elinina e1 probienra de decid-ir si, en el contexto,
es aceptabie u it a precisió n lan s ó lo dentro d¿i 10 po I ciento . Esa constituye una
ciecisión independiente. Pero el hecho de que deba hacersi una decisión así no
valic]a la conclusión de que ia determinación social sea absoluta. En efecto, el
juicio sobre Ia precisión de los darcs debe preceC:r al juicio dc si es o no
aceptabie el grzLdo de precisrón.
Sin embargo, podemos ir más ailá de esta reiutación técnica del argumento
de la semejanza. Como lo sugiere su fo¡rnulación más común en función de
los juicios perceptuales, el argunento de la semejanza tiene sus raíces en la
epistemología empirisla tradicional. Supone una versión de la concepción
humana en ei sentido de que no edste conexión natural entre dos impresiones
cualesquiera. Las únicas cone.-iones son las que nosotros imponemos.
Como se señalaba anteriormente, el empirismo tradicional es particular-
mente vuinerable a ios etaques basados en la biología postdarwiniana' Se sabe
que ha sido particularmente enérgico el efectc de la evolución en nuestro
aparato sensorial. Los anirnales son capaces de hacer discrimi naciones increí-
blemente finas entre los objelos de su medio sin e1 beneiicio de las convenciones
sACialA§, lgual ocurre con nesotros, siendo primates bastanie inteligentes y
dotadcs del habla. Como el propio Bloor (1982) ¡econoció, no hay grupo
humano, entre los muchos que se han estu'iiado, que no pueda distinguir el
rojo del verd.', aunqr:e muchos no distinguen eI rosado del rojo (Berlin y Kay
1969). Este hecho se explica fácilinente por la evolución fisiológica de nuestros
mecanismos perceptuales dei color. Nuestra capacidad para distinguir colores
se deriva de tres pigmentos sensibles a 1a totaiidad del espectro visual, pero que
poseen sus sensibilidades rnárimas apro:iimadamente en las regiones azu1,
verCe y ama¡iii¿, respectivame:.1e. Percibimos otros colores mediante la visiór.
y sustracción de señales provenientes de estos tres tipos de receptores (P.S.
¡

I3ó LA- EX-DLICACIO}I DE LA CIENCIA

Churchland 19E5, 454-55). Por 10 tanio, al rnenos para ciertos juicios perc:p-
tuales, el hecho <1e_que exista acuerdo arnplio nc requieie de explicación sccial.
Basta con las explicaciones de la biolcgía y la fisiciogía evoiucioaistas.
-Naturdmente, la aciquisición del conotimiento cientíiico, aJ igual que todas
las actividades del ho¡nbre, tiene lugar en el ar¿biente social. Eso no se discuie-
Sin embargo, Ios hornb¡es son taÍ1bién c¡iatr-rras bioiógicas con compiejos
capacidaCes cognoscitivas evoluciona.das para interactuai con su medio. La
ta¡ea de la teoría ce Ia ciencia es clescubrir ernpíiicament'e cómo se ensambla¡
todos estos elementos. Para esta tarea, lós argumentos sociológicos según los
cuales el conocimiento científico depende por completo de los acuerdos sc- _,.--
ciaies no son de mayor utiliCad que los argumentos filosóficos en el sentidc de
que el conocimienlo científlco requiere necesaria¡nente 1a a ¡-.licación de ciertas
reglas a pricri de racionaiidaC.

El problema del acceso indep:ndiente

Los intenlos de describi¡ la poslura realista dentro de 1os confines del empiris-
mo tradicional se han topado siempre con el problema del acceso inde-
pendiente. Supongarnos, con FIune, Mili o Russell, que todo lo que ex-
perimertamos "directamente" son nuestras propias sensaciones. Entonces,
¿cómo .-'odnamos comparar nuestras sensacioi:es con la ¡ealidad para deter-
minar si en efecto corresponden a ella? Si todo 1o que podemos experimentar
es otra sensación, en el mejor de los casos podríamos comparar dos sensaciones
diferentes. Dichc breven-rente, no exisie "acceso independiente" a la rea.lidad.
Como el empirismo radical ya no está de moda, tampoco encontramos ya
ese argumento enunciado de manera tan desnuda. Con todo, sigue teniendo
influencia. La lectura paciente de obras recientes de Putnam (198 1 , 1 98 3), por
ej emplo, nos revela una versión más kantiana de1 argumento.
Si nos acerca¡nos al problerna desde la perspectiva de 1as ciencias cognos-
cit.i''ras y el naturalismo evolucionista, podremos eludir varios siglos de eslériles
debates filosóiiccs. Las ratas (Tohnan 1948; O'Keefe y Nadel 1978) e incluso
las avispas (Gallistel 1980 345-49) tienen la c:'i:acidad de construir "mapas"
internos de su ambiente. Elaboran esos mapas media¡rte la interacción causal
con el mundo en una forma que les brinda útiles senej anzas con la realidaci.
Naturalmente, fue 1a evolución 1o que produjo 1a capacidad neurológica de
generar tales mapas, también a consecuencia de i;rleracciones causaies prolon- -a:
gadas con el mundo. En ei cerebro hurnano existen también versiones de los
m.ismos mecanismos (P.S. Churchland 1986).
Resuitaría extraño pensar que a consecuencia de haber adquirido capacida-
des cognoscilivas sumainente aumentadas, entre ellas las del lenguaje y la
r:ilexión autoccnsciente, Ios seres huinancs perdimos Ia capacidad de inte¡ac-
F,I, P.FAi-iSI"IC CONSTRUCTIVO I ]]

tuar cognoscitivarnenie con e1 ¡rultdo en las íolnlas r¿áS.senciiias que les son
dadas a los aniflraies inferiores' La posibiiidad de que esro halra ocurridc es
inuy reiliota. El probieara resicie n,ás bien en 1a rnanera comc el hoi¡rbre ha
representado, en sus múltipies traCiciones inieiectuales, sus pi.:"^ias ca.pa.cida-
ces para representar Ia realid,ad e interaciua¡ con ellz.
\Jlevez reconocicas 1e.s
incapaci,Cades de ta.les tÍadicicnes, nos queria el cainino despejado para iniciar-
1a tarea cieniífica inás fructífera de explicar cómo, empezanCc con los
Iecuisos
biológicos y culturales de nuestros antepasa.dcs, el hcmbie se las ha arreglacio
para construir la ciencia mode¡na.
a
i*-

5. EL REALISI'/iC E,J\- EI- LAEiSRATCRÍC

de la ciencia es crear
EL FNIPTRISTA- CONSTRUCTIvO CO¡.lSIDE?.A que el objetivo
que
modeios que sean empíricamente adecuados, lo que equivale a modelos
arrojen hipótesis ve¡áaCeras concernientes a los aspecios observables del
*r.rdo. Lás aspectos teó¡icos de los modelos científicos pueden tene¡ en efecto
j esta creencia '
su contrapartida en la realidad, pero la ciencia no puede us*'ificar
Por otra parte, los aspectos modales de los modelos no tienen ninguna con-
trapartida en la rs¿liciad. Sin enrbargo, \'arl Fraassen sabe que los científicos
sü:1.r.rp..sarse conlo r'ea1isir.:, i¡,cluso l¡¡lio tealisi;ls lncilales. EiloS hablan
cle ccsas tales corno lo que haría un pioiór que se :Li:cleiara en uo
cz)ropc
magnárico. Esio, según éi sóIc nos mrieslra el ca.rácier aba¡cador de un n-rodeio
enpíricamenteadecuaco.Nuestrosmocelcscontigr-tranlamaneraConopen-
,^Áo, )'no, exirresamos. Cort todo, este hecho concierne únicarnente a1 aspecto
"pr¿ginático" del 1';rguaje ci¿ntilico, no a s'i "1ó3ica" Iri a su "semántica"
(\'an Fraassen 19 80, 199-201)
Aunq'.re no se haya realizado con esie fin, hay estrrdios etnográficos
re-
cientes sobie la invesiigación dei laborarorio que proporcionan un fundamento
microsociológico a la explicación general empirista constructiYa de 1a ciencia.
qlte
Estos estuclios trata-n de mcstrar en deta.lle córno las actividades cotidianas
se realizan en el labcratorio generan la realidad aparente de los objetos
teóricos. Estos estudios eslán guiados por una ' 'interpretaci ón conslructiva
de
,,concibe e1 orden generacio por la ciencia como un ploceso
1a ciencia" que
y
(mater.ial) cle asimilación e incorporación ie los objetos a nuestro lenguaje
nuestra práctica" Q{norr-Cetina 1983, 136)'
Los jartidarios de los estudios de Laboratcrio consideran s:-ts observaciones
hechas en t:¡l medio como un a-pc],o einpírico a 1a interpretación constructivista
cie la ciencia. 1.,{e propongo contradecir sus afirmaciones l¡ediante un
estudio
que
cle laborato¡io hecho pcr rní mismo. Mis suj etos son fÍsicos nucleares
trabajan en las instalaciones de un ciclotrón nacional. Estos cientÍficos se
consideran a sÍ mismos como investigadores de la estructu¡a del núcleo median-
te ei bombardeo de núcleos con otros núc1eos iigeros, principalmente protones.
por ahora no me ocupa,ré de sus afiirnaciones sobre ei núcleo, sino acerca de
los protcnes y los neutrones. Cualquier filósofo enpirista o sociólogo cons-

i13el
r40 LA EXpLicACtóN o¡ I-a clEi'lclA

truc¡ivisia coetaiía lcs piotones y 1os neurrones ccii-io entidaCes "teó¡icas" c


''construidas'' . Poi mi parte, defendr,ié la posiciór Ce que la úlica expiicrción
cientiiicc i3ralcla¡nente plausible de io que hacen estcs físicos requiere oue,
como estudia¡rtes del quehaclr cientíiico, apelenos a entiiaries que pcsean,
grcsso modo,las propiedad,es que los mismos físicos aciscriben a los protones
y a los neutrones.
Si esta postuia es co¡recta, el ¡ea.lismo nos da la explicación adecuada de
cuando menos algunas áreas impcrta¡rtes de ia ciencia i¡oderla, y se habiá
demostraclo que el empirismo y ei constructivismo no soa las expiicaciones c'Le
apiicabiliclad general qr-re se habian prcciamado. Esta conciusión, naiural-
mente no quiere decir que e1 empirisrno o e1 construcLivismc no sea aplicable
en algunas otras á¡eas de ia ciencia. En cada caso se tendrá que decidir a qué
tipo de expiicación puecien a_plicarse. só1o entonces pcdrán buscarse cierias
generalizaciones burdas en relación con los tipos de ci¡cunstancias en que el
realismo, no el empirismo ni el co nstruclivismc, proporcionan la mejor expii-
cación.

CoNrtc¡N cfA -{ NEGoclACloN


Buena parte de los testimonios empíricos que se citan en apoyo de los progra-
mas constructivistas proviene del estudio de la ciencia en labo¡atcrios. I-os
esludios que mejor se conocen de este tipo (Latour y Woolgar 1979; Kncrr-
Cetina i 981) se eniocarcn en biólogos moleculares. Lo que informaron acerca
de la vida en el laboratorio puede resu¡nirse bajo los té¡minos "contigencia "
y "negcciación" .
Pa¡a el visitante, e1 laboratorio científico moderno es un lugar caótico. La.
gente anda por todos la-dos haciendo esto y aquel1o. En un momento ciadc se
ve Conversaf a mucha gente. Unos 1een, Otros escriben. ClrOs máS estarlr-n
manej andc complej os instrumentos . Algunos trabaj ará,n frente a terminales de
computadora. No parece haber nada remotamente parecido a 1a operación de1
,,método científico,,. En verdac, resulta difícil discernir plan o rnétcdo aiguno.
Aún después de haber identiiicado a un grupo de perscnas ciedicadas a un
solo experimento, uno encuentra que éste no procede de conformidad siquiera
con los planes muy generajes que uno pcdría tiazar. El científico x d.irige un
'buscandc
experimento. Alguna pieza del equipc no funciona. X a n:la algo p; ia
reimplazarla. Habla con otros cientílicos. Yle recomienda hablar con Z, quien
tiene un posible sustituto. Z tiene en efecto el equipo indicado, pero planea .E
usarlo para su propio experimento. X negccia con Z para usar provisionalmente
ei equipo, a camb.io de algún tiempo de computadora qr-re Z necesita urgente-
mente.
)
)-
)
)
)
) EL REALISÑiO EN EL LABORATORIO 1¿'I

)
) resultados para su
) A1 fin conclu.te el experimento de X y se redacten los
las com-piejas
publicación. El ártículo publicado no hace referencla alguna a
) según se afirma'
contigencia-s y negociaciones que en reaiidad ocurrieton' Esta'
) es una de ias fori¡-ras en que ios cienlÍficos conseÍ-/a-n
ia apariencia de estar
) "descubriendo"hechosdeunarealidadpieexistente'Dehecho'seconcluye'
) la..realidad,,alaqueserefiereelartículopubli:adohasido..socialmente
) consiruiiia" en ei laboratorio.
y ia negociación no
) Nóiese que lo que se afirma ser objeto de la contigencia
es merarnente el proceso de realizar un expetimento '
La aitrmación se apiica
) en que 1os científicos '
igua.lmenie alasionciusiones alcartzadas ' Se citan cas os
) con otros
)
,] ,.rni. algunos datos, invierten mucho tiempo comunicándose se intelpretan
cientíiicos a propóslto de su significado. Tales intercambios
) .o*á pua. del pioceso de negocia'r la conc-iusión que se ha de publicar'
descrilos por otros'
) En lugar cle ocupaime con mayor detalle de 1os casos
Jnstalaciones del
) describiré ahora algunas de mis piopi:ts obsen'aciones en las
pios' conñrniaré
;r.i;;;;; J. iu u.,ñ'..riaac d¿ Indiana.. Con i¡ris propics ejerT que
) niego es que
) los hailazgos en c'.lanto a coltigencias 1; n"-gociaciones' Lo
taies hailazgos apoyen el programa const ructiv ista ' La
contigencia y la- nego-
)
ciación son compartibles con ei realis¡-no'1
)
)
) Las ins!sla.ci,tnes del Ciclof rón cle la {Jni'iersiCaci de
Indianu
a (ICUi) con-
) Las Instalacrones del Ciclotrón de la Universidad de Indiana
física nuclear' finan-
) ,ti,.i." un laboratorio nacional para la investigación enpara
a ciadá primotdialmente por 1a Fundación Nacional la Ciencia y' en
,.gundolugar,porlaUniversidaddelndiana'Lasinslalacionesempezaiona
) de profesores' otra docena
) fu"ncionar á ISZ). Hoy día emplea a una docena
docenas de inves-
de doctores asociados o cientíñcos del personai, a va¡ias
) así comc a unas sesenta per-
tigaCores asociados y estudiantes de posgrado,
) sonas enire ingenieros, técnicos de investigación'
técnicos en electrónica'
) encargadcsdemáquinas,técnicosdelciclotrón,operadoresysecretarias'E1
) millones de dóla'res al año'
pr.r.,!r.,*"o p*, op",u. 1a unidad es de unos siete,'crupo
) b,., rsaz la_s instalaciones adquirieion su propic Teórico Nuclear",
aa coinpuesto de media docena cie físicos nucleares teóricos '
por el personal
,1. La mayor parte de la investigación clel ICUi es realizada no
) p.r*^.,"ot. sino por fÍsicos nuJeares de todo el rnundo, aunque sobre todo de
bsta-dos Unidos. El ciclotrón de ICUI ocupa un
puesto singular en Ia investi-
,a' q¡ción nuclear. Prcd¡"icE un haz de prctones (o iones más pesados) de alia
,¡ i.*i.,.;¿= con ura cnergía clue.ra de 12 a 2c0 h4ev (rnillones de eiectronvol-
II tics). Los cientÍiicos que qxi:;ea inveslQar con iaies ins:ali.cicnes pfes.nlan
ta se ¡:i:¡it
su sclicitud ante ei "óorni¡é Asesor del Frcgrama" (CAP), el cuai
rai
I
-
T42 LA E;i.PLICACICN DE Lé, CiENCIA t
i
Ínás o nenos ca.ia seis ireses. Las p¡optiestas se juzgan oficialirente ccn base I
en "méritos ciertiiiccs, viabilidad para las instalaciones y perspectivas de
buenos resul¡aCos". Además dei fina¡cialniento, las instalaciones y elpersonal a
=
?
de apoyo, la principal restricción sobie cuáles y cuántos experirnentos pueden -
ser aprobados es e\ liempo. Lo que el CAP asigna es tiempo en turnos de ocho ¡
horas, lcs cuaies hacen un total Je 21 por semana. I

Las contigencias del !aborotorio

Llis observaciones del ICUI confi¡maron abundantemenle la existencia de


"contigencias" y "negociaciones' ' en Ia investigación de laboratorio. Para
describirlas, emplearé el lenguaje de los propios iÍsicos, el cual, por Io general,
es de tipo realista. Al emplear este lenguaje, no daré por sentados argumentos
en contra de interpretación const ructivista. Más adelante ofreceré un argumen-
to independiente que apoya la afirmación de que el uso de1 idioina realista es,
en lo generai, correcto. Es el idioma que, ccrno estuCiosos de las actividades
ci entífic as, Ceberernos emPiear.
Para los invest igadc res, la mayor contingencia es el prcpio iaborato¡io. ToCc
e:.perirnento debe diseñarse con arreglo a ias ca¡acterÍsticas del haz que se va
a producir. Además, los e;<perimentadores dependen en gran medida de las
instalaciones de apoyo. Por ejemplo, una larga serie de experimentos realizados
por científicos cte icul requirió que se diseñara y construyera un avanzado
espectrómetro de protones. un factor importante del diseño fue, por último la
potencia de las coinputacioras dispcnibles para la adquisición de datos. otro
posible diseñorequería de una polencia mucho mayor de computación que la
C .,onible drirante varios años en ICUI. Sin emtrargo, como este tipo de
experimento era muy nuevo y emocionante desde el pr-into cie Iista científ,rco,
los físicos no qriisieron esperar a tener 1as nuevas computaCoras. Era impor-
tante que el laboratorio desarrollara a 1a mayor breveciad la capacidad para
este tipo de experimento. Tambiéir era importante para las car¡eras de lcs
cierrtíficos participantes que se integraran a esta línea de investigaciór-r ' Ade-
rnás, como el espectrómet¡o de diseño diferente solamente se había empleado
para protones ce energía más alta (de 500 a 30c N{ev, los investigadores uo
estaban seguros de que tuviera mejor rendimiento a 200 lvIev, a pesar de su más
detallada salida de datos (que es ia razón por la que requiere cornputadoras
más veloces). sin embargo, ahora parece que la próxima generación cie escs
experimentos se realizará usando e1 otro tipo de espectrómetro, que aún está
por construirse. Para entonces, empero, se espera que estén instaladas las
nu.ro, .o*pl,tadoras y ios investigadores de ICUI tendrán varios años ce
valiosa experiencia.
)
a-
)
a
a
) EL REALIST¡iO EN EL LABOP'ATOP'IO 143

a
)
Negociaciórt Y ex7eri¡nent ació n
)
que se ajusta a
Una tarde a mitad de 1a semana de cinco días' ocur¡ió un caso
..negociación,,. Encontró a] asociado de
las descripciones norirLalss rie ia
investigación a cargo del experimento en la cornputadora de
adquisición
de la fa.cultad. A1
de datJs, sostenierdo aca_l0rada ciscusión con un miembro
y
pu....r, ,. había descubierto que el haz se desviaba ligeramenle arriba abajo
áe1 objetivo. Se discutía sobre si esto afecta a en alguna
medida a los datos
que no; el
que se estaban recabando" El asociaclo de in'¿estigación creÍa
de esa variación
miembro de la facultad no estaba seguro' Las consecuencias
podrían ser graves. Si la variación importaba, la rnayor parte de los
datos
se desconocía la causa
reunidos hasta entonces resultaría inutil. Además, como
deladesviación,podríatomarl'a¡iosturnosencontÍarlafuentedelproblema
de haberse
y corregirlo, lo que dej a;ía muy poco tirl-1po para reunir Catos antes
l
.omplelado el cic1o. La discusión, acompairada de diagrar'ras ecuaciones'
co¡riil]uóculanteunaho¡a.AJfina]eInie¡r.brocielafacultadseciopor
veucido y el experimenlo siguió su u''lrso'
persuadido
Francamente yo no sabrá decir si ei rr-iierrb¡o de Ia facukad l'ue
lo
por los argumenlos del asociadc de investigación, o simplemente no estaba
la in-
suficientemente seguro de su prcpia postura como para recomendar
t.r*p.ion del expe-rimento para intentar la estabiliza-ción dei haz. El principal
de
factor puede haber sido que el ascciado cie investigaciÓn' no el miembro
y arrostra a IaS
la facuitad, era a iin de c,]entas responsable dei experimento
consecuenciassialapostrelosdalosresultabaninútiles.Elasociadode
de corregir
investigación, a su vez, puede haber pensado que las oportunidades
que perder si seguía
el problema a tiempo eran tan reducidas que no tenia nada
de importancia' Er'
adelante esperando tener Ia razón y que la variación no era
desviación
todc caso, no había formaviable de verificar experimentalmenle si la
que se llevaran a
era imporiante. Pa¡a saberio se habría tenido que esperar
cabomásexperimentosdeíndolesemejanle.Esohabríatomadomesesentelos.
l\{ientrastunto,lurconclusionesquesesacarondeestecasoparticulardepen-
de que el haz se
ciieron en aquella decisión sobre las posibies consecuencias
haya estado desvianCo.
La contingencia y la negociación son, sin duda, inherentes a la investigación
de ciclotrón. Pero 1o mismo ocurre con el realismo, cOmO
procedo a demOstrar'

I
I-a Pn¿tsiÓl.l DE PRoTONES
Aparte de las oficinas, Ios salcles pala seminarios y los ta1le¡es' ias ins-
talaciones del ciciotrón tienes ties áreis principales ' Uira (1 y 2 de la figura
5' 1)
1..;" LA EXPLiCé^CiÓi.-¡ CE TA CI'NCIá

contiene el cuarto de contrcl y ias á;eas de adquisición de ciarcs; otra (3-3 de


Ia figura) es dcnde se produce el ha-z; ia tercera (1 i-13 Ce la Iigura) es dor-ie se
preparan 1os exp:iimentos. En esta seccióa nos ccupa;enlos sobre icdo ctei á¡ea.
de producción deihaz,la cuai aiberga el ciclctró n.-lrincipai. Aquí nueveñ1ente
emplearé el lenguaje reali.La de los propics fisiccs.

La prociucción del haz

Los haces de protones empiezan ccmc hidióger. -:. Cada molécula de gas
hidrógeno se disocia en dos paiejas pictón-electró¡r, las cuales subsecuente-
mente son ionizadas al separa¡se los electrones. Los protones son Iuego aceie-
rados en un generador electrostático. El mayor de 1os Cós geneiadcies de iCUI
(3 de la figura 5.1) emite protones de aproximadanrente 5CO Kev (miles de
el ectrov oltios). Los protones salen del geleraCor hacia una tubena ai vacío
r--oncluctora clel haz, la cual ccnduce a lo largo de un corredor y a través dc un
nuro hacia ot ro crrarto.
Pasa-qCo pcr debajo de la lub¿ría, unos cuanios melros a lo la.go del
corredor y dando'r'uelia a la deiecha, se li:ga al ciclorrón inyector (5 de la figura
5.1), que es una ve¡sión más pequeña del ciclotrón principal -cie hecho,
originalmente iue el prototipo de la máquina rná: grande. Los protones, que
entran en el ciclotrón inyector con energías cie alr:Cedo¡ de 50C Kev, saleir de
é1 con energÍas de aproximadamente 15 Mev aumento de 30 veces. Lcs
-un
prcrones de salida son conduci.los por 1a tubería del haz, viran merced a un
poderoso eleclroimán y pa-san a través del muro hacia el ciclotrón principa-l
Incluso para el ojo inexperto, el ciclotrón grande (8 de Ia íigura 5.1) es una
pieza impresionante de maquinaria. Sus cuatro electroimaües principales, cada
uno con un peso aproimado de 5G0 toneladas, rniden 6 metros de altura, en
operación normal conslt:ne 1C0 kilovatios de electricidad y Iequiere 13 6C0 litros
de agua por rninuto para maritener los electroimanes a una temperatura
constante de aproximadamente 85 grados. Esta máquina comunmente fun-
ciona 24 horas al día durante varias semanas hasta que algo se descornpone o
es puesta fuera de servicio para su mantenimiento.
La manera como funciona ei ciclotrón puede entenCerse con la ayucia cie la
figuia 5.2, la cual constituye una vista esquemática desde arriba'. El á¡ea
opeiativa, a.l vacío, tienc taÍ1sóio una puigacia deprofunciidad, por lo qu¿ ij¿sta
con u a representación bidirneruional de eila. Sólo hay que tenel en cueiita dos
principios físicos funda-mentales. El primero es que una partícula cargaCa en
un ca-mpo e!éctricc experirnentará una fuerza en la dirección de1 campo y, de
esta forma, será acelerada en esa misrna dirección. El segundo principio es que
una partícula cargada que se raueve en un campo magnético ex-peiim.nlará
una lterza per.pendiculer al cam,Do, y así se desviará en una tra-yecioiia c'd.va.
a
a
)
a
a
a
a I +J

a
a )O
a co 13
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+
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I

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a 2
]

1.i6 LA EXPLICACIÓX P¡ IE CIENCIA

el sigio Xi''{'
Ambos principios quedaron bien establecidos en
del ciclotrón inyectcr
Como podemos ver en 1a figura 5'2, los protcnes
y des'¿iados por una ccmbinación
eiitran en Lln pequeño ángulo de sde aba'jc s¡-'n
próxima a1 cen-
;; ;;;", *ugn:ti.o, y eléctricos hacia una pequeña órbita
El
.¡4n
... lN
..t\
Electi'oinrán de extracciÓn 42o
Comp. exfracción

E Ie ctroimán
deÍlector 6

Bobinas armóni inllector


axiales noíte electrcstátlco l)
c)
om p o

norte
Ranura ve íi
de ahorro
C

Ic) 3
Órbita de extracciÓ n
-ll
Electr-cimán de
inÍlexión

t))
o
C
a
(:
Órbita de inY:cció n
I
I
tlectrorrñ:n ce E
'ó f
rn
tu
D
dirección
O
C)
I
C LLl

Ranura vertical de =
?t
ahorro {I
Bobinas armónlcas
g
axiales sur r.- -
lVisor de sonde
I y reién sur -
)rX" ¡
-
V
I
I
f
I Zá electrostátlco
a
EscanO ldol oe I
"ru.ro,
l
llegada - Monito¡' de TV

del ciclotrón central visto desde arriba


Se
Figura 5.2 RepresentaciÓn esquemáiica
reProduce Por cortesía de ICU I '
t41
EL REALISiT'IC Ei'l EL
LABORATORIO

(1'.1'l jJ
rro de j a m áq¡ i n a
J :' :;i§:ffi' [1?.1' i;';'.U; :: :$!1.=5i
el inflectcr elecrrosta'rico') :" -"::"::;.', ir.".ritursOgradosalosprorcnes
cuidacc'"*:lj::i::11'.T,lX'..,,^0, que bási;z'mcnt.e
:,;i;;;; " "rcuran
.n mouin.,iento, de man'era ;.;:;;;;á.r. La dirección,d.i T:^"'-
lll"l,,í";
cuadraCo,c",",ür;;;;.;ias arrtDa'
ciescribe un clel reloj si se observa desCe
*i-tnto tt contraria u'u cainpos elée trico's t":': l::
o'un
tn ti-tl:-:,1-;--".-
ia figura 5 '2' eisren para
Aunqu¿ no se representan
electroimanes
o c. Esros campos sirven
t''-..t';,o
b lcs " inicial' A'sí' un proton
.t.íir.'|"*t' o , n.,.,'
::'.':;;' i; ; ;, o, Á 'entre I,\ft ::' ; ; ; ;;;' ; o.:,
..i
que enrra en er campo.
li¡:i : : I : ¿ T." L*' " ; ^1"
oet.c,;;.;;;;; B como::";:;,;;;;, I[[i:;flii."JJ.ii]";I.
abandor,ó el carnpo ,r^ror ei: e lo;
en una órbrta *,rn-.,o o;urre enirc D y A.
rerri-ina "i:r';i.:;;;anes A I L*cras
cadavez ma).orss hrsra
-ts
"ts: : ,,.ofi ff '"i ;;;cv
li;l'".;;
ien d o .
". ?:b., ar r ededo r d : 600 s i rci e r

i:,:i :l t::il *: : ;1,'iiioe ::1 :';' i :T' li;it':li


a 7 5 rr' f;r¡lr^'rsr"le'
::,'l} i
: :t :',; : ::; ;, ;1
ur'- el :r-
ói.bir: aproxjrradamcnte ,'"r; .; ;;;;ao ¡or

i:fu1i::,*:L::: :l::ir;lvi:ijar
iiiii::::*HT
'r una \ero
ii;; ;:':i n;*.
sr prorón pueJ:
lr;,:';''J;...'.,.
la vglocidac de la luz

EL control del haz

tt E s imp r e s i o n al,. :l
reristicr quc más:*d:1t':';i;i.]re"a.r
f:*is;,
ajustes a i:
i
::i:iiltljiliil#
proceso de t :fuu :";i:
,oi"¡madam'nLe dc 20
a
.n,iiaot.'Uu'icndo :::i:,:::i; .r. '"
ta ;,;.; ;;,."., r. ._:^.:,rii
:::ilH#?r-"1'.]il la ,,polari_
L. 2c0 h iev' con una 'utl1t]t de que pu: conrrolaise
5
t t ,rIT1:X,"ff,*$;X1;'r';;,'
nr. es er hecho
"*' *.:';as otras partículas' tiensn
una

cI ,,r á og a,' :: Jl :j :i"i :,".'.X X.i.:H!;'; : : il Iffi i1:


t
,
prc p ied a
uct rrrl\rr \'ri v' --^- "
parrÍculas una orlentaclon . Pero cuancio losprotones
t eniiir proton'es co.n 13 o"'1t1:l:1T:::#;: tiTirección de su espín tiende
t
t-
bi
I
i:.[H J;['J
s r a d u al me n t e
;:;'i:
",
u
;:':;l]T !i:' r:
n' *' L?l"J.I
+:",, :::' i,'-.".f ";'":; §fi []'ñ"
:

:-*i:: : :. :: ;1,'::: il "


:t I : 3Ji :1:lÍ; j::
b ft # .T l; ;: I :; ., a t e p r ob in: es
re

i:::"1;:::'',:'.:# 3; " " "i'.á¿ ^


Ce¡ca d: Ia órbita de extraccicn''
¡.l
> exiraer los pto'-ollL's o"
la distancia en"''"nu ¿'üiáliu
''i''l'itt^iirt"ntt'
sigt'e"tt es a-plc;cirnaCarenie
Ce Ccs mrlirn:-

l'-
r43 LA EXPLICACIÓN DE i-A CIENCIA

tros. Desde el cua¡ic cie ccni¡ol ¡uede esrabjecerse


clei^lecto¡ eiectrostático, i.r locajiz¿ción exacia.
c(i.n Lin rn- ro-n de.i.rna f; ciel
si ia o¡ientaciJn j.i.roi"¿"
io,
600' puecle mot/erse eLdeflectcr
o.Jron., no;,
far;;;;".;,
protones
fi..;;.; l,;#;#li".1l
ia vuelra nú¡ne_
ro 599, o en la 598, y así su,cesivi:";;.;;;;';re muestrenenuna
satisfacro¡ia
;T:11:ff i;i,litL^".",iJ,""i::"^', .'iu-.i.,ig,.u.,i, 0,.*"",;;;.,,.
Como últimc ejemplo de cór:ro
los oper-adcres cont¡clan el
nuevamerte la figura j.2. haz, veamos
|Iótese pa.ti.rtur.J,
" vis cr de ron¿.o-y ..t¿n
.rr,, .;,.;
monitor de terevisíón en ra parte
i;;ffi;il;:l Hl:tTffi[:,::11
inf.ri;.-;.;";;ugrarna. Este
cámara de terevisión enfocacra
, ,.",i,'i. ,r" Lr,.r, de vidricmoniior es una
directamente
sobre la pista en que se
mueven ros protones. t-o qu.
la panta'a de terevisión ra cá¡ra¡a ve aparece en
der.cuarto a. *ri."i il,o.¿u,
1o. largo del radio que puecre moverse a
de la órbita _.¿i^ri. ,"^rJ*
t abr ero principar
d e cont¡or.i,.i
ilumjna.al ser tocado por
;;;
; ;' ;;ñ";ili:.¿:i".:§!x,1:*,:
el haz ¿. pr",á^., C.
p u eden o car izar
r .r ¡ ul ¿.,, t.o a.r . i.r" i.o" _I;, joT:::l
j ";"Tr..:ii
el pa'-che fosfo¡escenie
en Ia panralia ¿. ,.l.tirii".
Ii h:
Una ,,.e2 que rcs operadorcs
mover a pracer el borae aei p.arche
lli,lí3lil,lÉ,":1? denrro v ru..,'0.
iis'11n t. .o,,,o ;i-x1
:;.: rTil, fi ill?lill:J;ffiJ::illfiili*:;
en el di¡eccióno el de infle*,ón ..r..r.niuür."
esros ajLrsres, los operadores i, ,,*r." 5.2. Mientras hace.
pu"ú.n
ci p.lrche. La ca¡rcidad de.l,er.., ";;;;;.;,;i movimienro ciei punro
,ror.r.r.i 'nr. o. Ls,a:r3nera, sobre es rar_
se acaba d. po....on,,,.r,"1^ l¿n,i,, o*r,;,1i,
X:Il,,ffiT:;;':T:11;
:
y
I
d o h a v rr ¿,,,, i !, i;
"
distinguirse visuaimenre las.ó¡bitas+iI;T; ;;:,",,,'#;i,:
,_.;;;;;;;mas
:.J, ff
:",U n;l:i "::l;
Lo que finainienre sar^e_,cer.i.i",C.".*ü;i':, a Ia de exiracción.
p,rotones. Sin embargo, un haz bien regulacio de
estos no fo¡man ,n;;., .

;;:;::::, f [ r.", es o es . o",,


",1"1,"'"11:';?..:l TT::
n
¿Ti:;l];' ",
croseinyectan;ril;.';i::tff ;ffi ,T:".;:ilffi
e¡r brotes de aproxima.damente ld;:il:-."..,.,:?;
20 CC} eA x iA, protones cada uno.
máquina procruce alrededcrce 3c millc".r La
lo que equivale a 600 miles a. i:o - 10"6; de brotones por segundo,
,"illon., ii *'ró,iio.,o.",ones por segunclo.
sali¡ cie la máquina, cada b-i-ot¿ Al
rnide aprtximuaá-.nt. 6 centí¡reiros
y hay aproximadarnenre de ra.rgo,
6C0 centímerr"; ;;;.;;;,.s.
madamente 2C0 waits de potencia._la Esto supone aproxi-
de un fo.o gr"na.. Ese es el ingrediente
bá.sico cle cualq uier expe rin:nto
de cr cio irón.
EL ItE.,\LIS\,lC EN EL LABORATORIO 119

Ei uso DE PRorcr\ES
Antes de tratar de sacar conciusion¿s geneiales, describi¡é algunos aspectos de
un experimento típico.

La reacció n (p, n,)

Un lipo de experimento para el cual el ciclotrón se ajusta idealmente está


basado en la reacción protón-neriirón Q:, ;t,). En esta ¡eacción un neutrón del
núcleo es reemplazado por un protón. En 1a figura 5.3 se ilustra esta reacción
para la iransición dei carbono 14 al nitrógeno 14. En términos clásicos, eI
protón de entrada sufre una colisión inelástica con un neutrón, expulsándolo
del núcleo y tomando el lugar detrás de éi.
El objetivc de 1a ma1'oría de lcs experin-rentos (r, n,) es poner a prueba
ciir. erscs ncC:ics de esiructura nu:lear. Lo qiie estcs incdelcs sean i' qué
rei eien los e.'<¡e rinentos aceica d¿ e1los, no .,,iee¿ acur a cuen¡o. Po¡ ahora, lc
tlr"re iros inicresa- es qué ha.ccn lcs físicos nLrcieares con los prolones )'neutrones.
3n iér¡rinos generales, la respuesta rs fá:il. Dirigen Ios protcn3s con energía
y orieniaciór-r colocidas a núcleos cl,"le ccnslituj¡en su blancc. Ertcnces la
cneigía de los neutrones e;<pulsaCos, a-sí corno su trayecro.ia en reiación con el
iraz de protcnes, se determinan experimenralmente.
En la figura 5.4 se muestra la disposición de este erperimenro en iCUI. El
bianco se lccaliza en ia esquina noroeste del edilicio (l I de la figura 5.1). 1 os
c14 N14

GE oo eo oo
o *-> oo oo
oo oo ó8 oo o
oo a o

Figura 5.3 Representación de la reacción nuclear p-Ct4 =¡'f tt-n

BLANCO
TUBERIA DEL HAZ
/ /. 0 o

OSCILADOR DEL HA7

Figura 5.4 Arreglo experimental de ios experin-ientos (p, n) de rcur


I50 LA E>I'DLICACION DE LA C]EI]CIA

granCes deiectores de neut¡ones se localizan en coberti2os de 5 x 3 :r 3 in,


situaCos entre 50 y 1C0 metros a1 norte del edificio.
¿\hora bien, existen algunas pregunta.s bastante -"ii¡pies que pcCría for-
mula-rse cualquiera que investigaia ei plar de este experimenio. Tales preguntas
no exigen ningún ccnocimiénto amplio de la física nuclear. He discuÍido las
praguntas con gente que irabajó de hecho en estos experimentos, inclusc con
una persona que ayudó a constiuir a.1go del equipo esencial.'

Por qué protones y neutro es son trotados de maneras tan CiJerentes

En estos experimentos los protolles están conlinaCos en la tubería al vacío que


conduce el haz. Se requiere un esfuerzo considerable para mantener el vacío
en esta tubería. Por otrc lado, los neutrones reco¡ren hasta cien metros a través
del espacio abierto fuera del laboratorio. ¿Por qué esta diferencia?
La re;puesta se relaciona con las propiedades más fundanlentales de lcs
protones y lcs neutrones: los primeros son partículas cargadas, en tanto que
los segundos no tienen carga. Las partícuias cargadas en mcvimienlc in¡e-
ractiran electromagnéricamente cón su enlomo. Las fuerzas elec lromagnéticas
actúan a distancias relativamente largas. Así, un protón que se d;spare a ia
intemperie, o bien dentro de la tuberia de haz que ha perdido su vacío,
interactuará vigorosamente con las n-icléculas cle aire, perdiendo rápiCan',ente
su energía. Ciertamenle, cualquier "fuga de '¡acío" destruye a1 haz- Los
neutrones, por otra parie, como qüiera que no tienen carga, intereclúan con
las mcléculas del entornc sóio en virtud de fuerzas nuclea¡es que, aunqii3
son más poderosas, tienen un alcance mucho más corto. Grosso motlo, un
neutrón interactua¡á con el ai¡e solamente si choca con el núcleo de un átcmo
formando una molécula de gas en el aire. Con todo, el volumen ¡elativo de los
núcleos en cuaiquier voiumen normal de ai¡e es minúsculo. Así, la distan-
cia promeciio que un neutrón viaja por el aire es rninúsculo. Así, la dista,ncia
promedio que un neutrón viaja por el aire antes de chcca¡ con un núcleo (su
"trayectoria libre media" en el aire) es relaiivamente larga. Así viajen cien
metros en el aire, muy pccos neutrones se ciesviarán de sus trayect"orias
originales.

Por qu.é se sitúon tan lejo.s los detectcres cie neutrones

Visto pues que lcs neutrones pueden viajar grandes distancias a tra'¡és Cel aire
hasta los detectores, ¿qué sentido tiene poner éstos a tanta distancia? En la
mayoria de 1cs otros experirnentos realizados en este laboratorio, los detectores
a
-
)
)
)
) EL REALISN1O ET{ EL LABORATORIO L5I
a
)
t se colocan muy cerca de los blancos u objetivos'
como vimos 1íneas arriba, una de las cantidades meditlas en los experimentos
t del neutrón ernitido. Como los neutrones no tienen carga
y'
t (p, n)
ior,unro,
es Ia energía
inteiactúan poco con otras partículas, es difÍcil medir su energía
a cuando están en movimiento. Puece medi¡se su energía de manera
indi-
r -
recta, haciéndolos interaciuar con oiras partícüas, como lcs proto es '
) y
) diendo iuego la energía de las partícu1as secundarias' No obstante' tales
en
) métodos indirectos introducen un factor considerable de incertidumbre
) la rneorclon.
Mediante este experimento se mide ia energía del neutrón de manera
más
)
directa, clererminaldo su tiempo de desplazamiento desc\e el bianco hasta
el
t deiector. A partir de esre tiempo, 1os in.vestigadores pueden calcular fácilmente
) la velocidad promedio del neutrón y, por tanto, su energía promedio' El
) detector de tales mediciones só1o necesita indicar la presencia de un neutrón;
) no es necesa¡io que micla su energía. Todo 1o que se necesita, además' es alguna
) manera de saber cu:1-ndo el neutrón saiió Cel blanco. Fsto se consigus registran-
) clo el monei-:to en qiie los brotes de prolo¡zes chccan ccn el blanco. Fiitrando
electrónicamenra tres d3 cada cuatro broles de neutrones, podemos estar
)
basiante seguros sobre qué brore de prolones ernitió un neutrón dado de los
) que se han deiectz.io y, en tai virtud, cieterminar el tiempo entre el instante
) e;, qr,e los protones hieren el blanco y e1 momento en que el neutrón er'¡itido
) llegó al deiector.
t Ahora bien, en cualquier calculo de la velocidad prornedio basado en
) mediciones clel tiempo y la distancia recorrida, a mayor distancia, mayor será
* 1a, precisión. Entonces, la razóo de que los detectores estén tan
lejos es obte-
a: nei la precisión suficiente en 1as mediciones de 1a energía neutrónica'
a. Es inte¡esante notar que las mediciones del tiempo de recorrido revelan
exactamenle lo que cualquiera podría espelar. Para una energia protónica fija
rai
y una dirección fija del neutrón emitidc, mientras más lejos esté el detector de
rl: neutrones, mayor será e1 tiempo de recorrido ' De la misma forma, en igualdad
¡i de ci¡cunstancias, mientras mayor see la velociCad del protón ingresante,
ra: meno¡ será el tiempo de recorrido dei neutrón. Nuevamente, en igualdad de
al circunsiancias, el tiempo de recorrido aumenla si se incremenian los ángulos
a, entre el proión ingresante y e1 neutrón expulsado, En este sentido, los protones
a: y los neutrones se asemejan a las bolas de1 billar.
,a:
a: _a Pdi qué son tan grandes los detectores de neutrones
r¡i
ai En mayoiía de los experimentos de ciciolrón, 1os detectores scn tan pequeños
1a
a. como se pueda para conseguir determinacicnes precisas de los ángulos de 1as
al-.. partícu1as expulsa-das. En este experimeeto, los delectores de neutrones son
ti a
152 1-A FXPLIC,{CiÓi'i ¡I I.'' CiEi'ICIA

relativaminte gra-ndes, con una s upeiiicie i:; ap roxjnada:nente 30 por 1 C0 ccn.


¿Por qué son tan grandes estcs cietectores?
ConsiCeremos una serniesf:¡a detrás ci:l bianco, cuyo radio sea igual a la
disia¡cia respecto del d.etecic¡. lr{ientras .:ás lejos esté ei detector menor será
su á¡ea res,Decto a la de la semiesiera totai y, por ende, menor será la proba-
biliCaC de que choque con ál cr-ralquier neutrón eruiiCo. Sin embargo, daban
cletectarse un gran núrnero de.leutrones para que la varianza del ti:mpo de
trayecic sea pequeña. Dada una frecuencia ¡elativamente baja de reacciones
(p, n), incluso a la intensidad máxima del haz, debe procurarse a::¡;rentar la
frecuencia, pues el tiempo de operación del haz cuesta alrededor Ce 1CO0
dóla¡es por hora. La solución fue hacer qayqies los contadores lejanos,
sacrificando así algo de la precisión en ia mediia dei ángulo, para conseguir
tanto una precisión satisfacloria como eficiencia en la deter¡ninación de las
energías neutrónicas.

CLtdl es ln fttnción del oscilddor del ho:

Finalmente, ¿,qué es un oscilado¡ de haz? (Véase la ligura 5.4.) ¿Y qué papel


desempaña en estos experimentos?
Téngase en cuenta que además de la energía del neutrón '--xpulsado, la olra
cantidad qr:e debe medirse es su ángulo de trayectoria respetlo de la dirección
del haz de protones de entrada. En la mayoría de los experimentos de ciclotrón,
los ángulos correspo ndientes se miden simplemente moviendo los detectores
en lorno del blanco. Sin embargo, en eslos experiirentos (o, ;;), 1os detecto-
res, así como su electrónica de a-poyo, son tan grandes qu!'no es fácil cambiar-
los de un ángulo a otro duran[e una serie de mediciones. Así pues, Ios
investigadores optan por dejar fijos los detectores y carnbiar el ángulo de
incidencia del haz de protones. Ese es ei ,;ropó:ito dei oscilador del haz. Este
dispositivo consiste en dos grandes electroimanes que modifican el ángulc en
que el haz incide sobre el objetivo. Lc que hace es sacar el haz de su tlayectolia
inicial y luego volver a ponerlo sobre e1 blanco en un ángulc predeterminado'
Ei detector que originalmente nedía lcs neuircnes que se movían en la misma
dirección que e1 haz de protones med.irá ahora a los que saien en e1 ángulo
determinado previamente en el oscilador del haz.
Hasta donde sé, icul es e1 único lugar del mundo en qlre se ¡eaiizan
experimentos de tiernpo de desplazamiento (o, r) mediante un oscilador de haz'
Existe al menos otro laboratorio que r ealiza este tipo de experiment o (p, n)
pero emplea un dispositivo totaimente dife¡ente para variar el ángulo entre los
protones inciCentes y lós neutrones expulsadcs.
EL F.EALiSi\io EN EL LABORATO?.IO I53

ExPaatt leNraclÓ¡¡ Y REALISI¡c


i.lo edste la meno¡ duda de que 1os fisicos nucleares que yo he observado scn
que ocurre.en ios ciclotiones'
realisias en e1 sentidc de que creen que hay algo
en Ia tubería ie'¡acÍo y q''le incide en los blancos
u objetivos' Ade¡'oás' elios
creen que ese algo tiene rnás o menos las
propiedades adscritas a los prctones:
masa, carga, momento, etc. Esta creencia,
por supuesto' no sólo se desprende
de sus actos' Por ejemplo' siempre
Ce 1o que Los cientificcs dicen, sino tarnbién
unas 100 órbitas en e1
me han dicho que 1o, protánts describen tan sólo
6C0 que describen en la
ciclotrón inyector pequeño, en contraste con las
mecanismos de segu-
máqrina gránCe. Asi¡tismo, han establecidc elabo¡ados
que garanticen que nadie se
rid-ad, como alarmas y pu..iu, de enclavamiento
que produce' Tales afirmaciones
exponga a un haz de protones ni a la ¡adiación
o no son propios c1e quien abrigue dudas impo'rtantes a
"orrrportu-ientos
de Ia iealidad de lcs prolones'
prcpósito
' i.,iuy pocos m.a,',ci ía cie.los
esiu.lia.ntes de l:i vida ci¡n-iífica negeiían tlue la
ciertifica'
ci:[iíiicos son ieairsta.s respecl o ce muchos te¡aa-s ce 1a investigación y s1
El proble ,'rra es si ios cien'ríiicos acierÍan en cuanto a tales creencias sus
no-r.or, como estudiantes del quehacer cieniífico, deb¡ríamos adoptarde lc
más o rneilos ccrr¿ctas
e,rplicaciones siquiera fu.ra.on'c descripcicn:s
que hacen.
que esos cientí-
Los filósofcs empiris':a-s cotno Van Fraassen argumentarían
como los prot:nes'
ficos no se justiiican realmente al creer que existen cosa's
que estos cientificos' en su prácti-
Los sociólo!os construclivistas prelerrderían
que s'JS propios construidos so-
ca social, se ha engañado a sí misrnos al pensar
cialestienenexistenciaindependiente.Yoconsideroqueestoscientílicosacier-
y los neulrones, y que
tan más o menos en sus creencias sobre los protones
a 1a realidad de las
nosotrcs, cono inierpretes de la ciencia, debemos apelar
una explicación
cosas colno los protones y los neutrones si es que hemcs cie dar
cieniíiica adecuaCa de sus actividades '
Seamos claros en cuanio ai estado de la dialéctica' Los prctones y los

neutfonessonCasCsparadigrnáticosdeentida'des..teó¡icas,,o..ccnsiruicas,,.
pa-ra 1os empiristas o los cánstructivistas, admitir _incluso una interpretación
a renunciar a que su
realista (constructiva) mínima, en este caso, equivaldría
explicación fuera aplicable alárea central de Ia ciencia
moderna' Por otro lado'
exjste todo
los realistas colstructivos no necesitan insistir en que de hecho
aq'.rello cuya existencia es sostenida por a1gún
grupo de científicos ' Ellos
empirista
[arnpcco niegan qut hay aiguncs casos en qu3 se apiica la expiica'ción
no se a-plican
o const-rucii,iista. Lo que ocurre es tan só1o q':: tales explica'ciones
a este c aso central.
154 LA EXPLiCACIÓT'.I »¡ LE CIEI'ICIA

Emisión Y uso de Prolcnes

lviiargumenioessimple.Laúnicaer'pücacióncie¡tílicaiei-ilotamenteplausible
;;; q;;;..,..".., 1u, instalacionei detclear ciclci¡ón es 1a que ya he expuesto, o
{
;i.;;iñ; ;rv similar' Esos fisicosy nu es emiten protones con las
caracte-
4
rísticas deseadas, como st' tnt'gíu'
;;j;;;;ñ;,'iu,
luego los u'san'igu:J que otras ¡artículas'
p'opi'á^ái-it ¿iuef'os núcieos' Decir que "emiten" v e
.t
, ,usan" piotones supone que los protollss exis,te n,],

La respuesta inrneaiatJá empiristas


ción de 1a situación ., r',rru p.ri.ion
y constructivistas será qr:e mi descrip-
de principio' si escs físicos emiten 'v
usan
o
.tEE
haces de protones, entcnceJes obv
io que los protcnes existen ' P ero ' ¿realmenie ET
emiten Y usan haces de Protones?
Es importante di,titg';;;;;í entre
1a correcció-n del juicio del análisis
y ias I #g
bases para tat juicio' Vo t""
qtl" es simpiemente irLnegabie que estos físicos
nucleares erniten y usan particulas
que poseen aproximaclamente las
propie- F
que no es innegabie en el seniido car- aa
dades adscritas a los protones. craro
tesiano según el .,"1 lu ¿uáu autocontraclictoria ' Fero es 1r'legable en el
"ría puede duCar qr-re eristen personas' ccln-
ür
TI
sentido más cc¡nún en qr-ls uno no
;;,;;;;r;;; e.""á., "l"i'i*'n., "
.''l1o.?1"::¡io' juicio
E1 a los
relativo
que deberiarnos tomar como
c-
prolones, según me parece, es de una co¡rección
base para luturas explicaciones
de lo que ocurre en el laboratcio'
En sí mismo ' Éi
'-¡
el juicio no es Problemático '3
experiencia en este laboratorio
El fundamento ¿t tsia"ufitmación es mi en e1 campo de la física' He üi#
aunada, qué ducta.uu., I i-,i-.áu.r.io"
pre.,'ia L¡
tratado de describir ,tttJ il"* txpt'iencia' ir'1i descripció"' tl1l" :'^1,:: il
;;;;;;r;;ri; i.nJ'i*¿SStntido para aiguien ccn antecedenres -v
experlenctas 4
simila¡es. Pero eso es inevitable'
po¿u os Jecir algo más sobre los lundamentos
:EI
ttE
lrlada de esro signif-rca qut no
deljuicio en el sentido Otá" t'ttt fisicos
emiten y usanprolones Pero nuestro
,U
anrltisisde este fundam.io ,ro
puede considera¡se contrario al
juicio mismo '
,J
':.4
Manipulación Y control
en 1o que Ios
s3 centran casi exclusivamente
Los empiristas y 10s constructivistas
pueCa.obse*an sin más que sus sentidos
científicos dicen o en lo q'ot tu""q*i"tu
desnudos.Nliilterés....n*.nr'sinteraccionesfísica-sdeloscientíficoscon
mucho mane]o y
1a realidad. Lo '-iue vemos
en una instalación de ciclolrón es
control físico cie partÍcufas'coi'o l*
p'otot"t' No me cabe la menor duda de
d.l fíri.o nuclear para manejar protones de tanlas y tan
indiscutiblemente
"".'ir-.^rr.r¿uá
:J;;;;;;r. -v, uno que ver con su actitud
m"ho tiene esta
;#;;;;i;iá, ,.otont' tt' e'n'n mttlica' observando el eierclcio de
EL REALISfulO EN EL t,ABOR,{TORIO 155

capacidad, nosolros, en nuestra caliciad d.- observadores extemos, podenos


v.r que su actitud realista es correcta.
Acaso quiera verse mi posición como una aplicación de algún principio más
general como el cue ieza: "Todo lo que pueda maaejarse y controlarse
físicamente es real". TaJ principio serviría para describrr Íni pcsición, pero no
podría considerarse iegítimamente como algc que Ie brinda un apoyo útil. Es
demasiado vago, y probablemente no podiía hacerse mucho nás específico sin
recurrir a contra-ejenplos evidentes. Foi ejemplo, la naturaleza y grado Ce
manejo y control necesarios para concluir que algo es real, es obYiarnente
inportante. Sin embargo, serÍa imposibie especificar en iérrnincs generai.:-r q..ré
tipo de manifestación se requiere y en q:-:á grado. Esto se debe decidir en caCa
caso particuiar. Al respecto, soy de la opinión de que los tipos de manjob¡as
que ocuiren en la: instalaciones del ciclotrón, según ias he descrito, scn
obviamente suficientes. Los físicos nuclea¡es Iiteralmente pueden hacer que ios
pioioiier "ricen el rizo" bajo sus órdenes.
Tai-npcco puedé nadie ini*¡ir resuliáCcs porn:enorizaCos á. partir de la
cap:ci,:lad general rle rnaruobra¡ y controiar. De 1o que p'.jder¡os estaÍ seguros
es que lc: físicos hacen y usan cosas con propiedades seinejúnte.t a lns que se
aiscriben a los protones. No puecle traber garantía d: que ias cosa: . ue pueden
manipularse de muchas nine¡as sear exqctamenle co:mc actuaiirrente se crce
que s.)n. Siempre puede resultar que sean algo diiere4tes. Los protones pueden
estar compuestos de tres quarks. Si ia teoría cie ios quarks es correcta, los
protones no son "pa-rticulas elernentales" comc se pensaba an¡eriormenie. Sin
ernbargo, tenCrá que ser cierto que tres quarks que se juntan para formar un
protón se compo.tan en gran rnedida como se había pensado que 1o hacen
ics protones en Ia- investigación nuclear del medio energético. Puede ser que
presenten tales comportamientos de una manera algo diferente, y puede ser
que ademáJ presenten otros sutiles comportamientos. l.lo cbstante, ninguna
de estas posibilidades niega la tesis realista original.

De la entiCad teórico al instrumerita de investigación

Obviamente, el manei,: de los protoles en 1a investigación de ciclol¡ón no se


Ileva a catro sólo por e1 gusto de hacerlo. Generalmenie, los físicos errriten
protones para investigar la estructura del núcleo. En el contexto de Ia investi-
gación nuclear, lcs que ci:.nta-n como "teóricos" son lcs detalles de 1a es-
trucirra nuclear. Los fÍsicos nucieares sueien preguntarse si los aspr:tos
particulares de los modelos propuestos de estructura nu.clear tienen alg,.ina
ccntra-oartida en la realidad. Sin embargo, nunca se hacen tales preguntas
acerca de ics protones. Así, en este contexto los protones funcionan con-io
insirumentos de la investigació1, no como entid;.:.es teóricas.
r j5 L..\ EX,DLICACIÓ}'{
p¡ L¿ ciE}lciA

Entre 1907 y 19i9' cuandc Ernest


Pero no siei'irlore sucedió de esia ma-nera'
i
u s fainosos experir-ieatos
con partícuias
P.urherfo¡d y sus cclegas r eaiizacat's
coniaban enlre las más teóricas
a-iia en lvla-nchester, los pt"i""t' "i"ttt-*ente
d¿ ias entidadeu.
p..,to,"t',-1u sxistencia 'ie lcs piotcnes y sus piopieclad¡s eran
objeto de la in-,'estigati¿i to*o unora 1o es la estructura Cel núcleo ' Sin
el
haa pcdido aprender mucho más ace¡ca
embargc, desce en¡o:rcet t"; iít;;;' eiaboiada
es que han desa¡rcliado urra
de los protones. tguut*t"tt"i*p""""tt de
de los protcnes coÍrrc insirumentos
tecnolcgía que hoy po'lUiiit" ti empiec
ei ¿t'^"oil áJti"rott¿"' iniciado con el decenio de 1930' es
la investigación.
;;;j;e1; obvio de esa innovación teclológica' forzados a soslayar 1a distinción
que
Empiristas y construct;i;ias se 'e"
de investigación y los objetos de ios
hacen 1os físicos entre f"t i"t"'*tttos igualmente teóriccs 'r'
y nÍtcieos
actuales esrudios. r-r," .if o, ," *"tones ,son
ciertas er-riidades teóricas o consrruidas
c.nslruidcs. Pa-ra eilos, ti f"tf'á At á"t
de oiras entidaCes ieóricas o cons-
clesempeñen un papel "" iu i""ttig'ción
Eniocándonos sobre los instrurnentos
truidas es tan sÓlo .,o' lt" hecho-' fit-::.:^:,i:ioj:tt teó¡icas se
contemporáreo, ¿t in"'t]geti¿"
qut
''tgr-rn":'
;;;;;;;, esta iatla enpírica de1 empirismo y el constfLictrvrsmo.

cieniíJicas
Por qtté no contento-rse con las creencius
en cuanto a
puede ciar por seniado que los iisicos nucleares son realistas
Uno
y que lo capacidad de manejar y controlar
proiones,
1os
haces de protones en su lnvestigación
"uu Pero poCríamos preguntarnos por
'",,;;;;;-; 'udiaria'
clué tenemos, .o*o obstü¿''l*'
t"t"tnos que inientaíL cornprencer la ac-
ciencia moderna, que invocar ra realidad ¡.e ios protones en
tivida,l de 1a
ieolde 1ii^i]'
de e::plicart'rate"'
io q"t 1os cientíñcos 1os aclos Jiménez
nuestras propias t'plitutiot"''¿l creencras y
de que los cieatíficos tienen estas
contentarnos con ra ailrmación
en iu investigación cotidiana?
actúan Ce conlormidad con ellas
rnenoscaba seriamente las explicaciones
La respuesia.. q'ot tui;;s;ticción Tal restricción limira los
que pueden ofrecerse at'ü-uoiul¿ud científica' Pcr
r¿cursos que se usan pa'u ¿u'
oplitnticnes a los recursos de la'¡id'a diaria' a
de neutrones se coloquen
.;;i;,l;*;i .r^nttü¿t áue los detectores
C.e la necesidad de hacer mediciones
gran distancia dei btancol t" i,.rnti¿n La explica-
Ce Ios neuirones expuisados'
precisas de1 tiempo de desplazamienio el compor-
Ias cr:e.ncias de ios fisicos sobre
ción que sóLame;rte tt "J;;;;;
estorbaría' -sinc orre sería sustancialmente
tamiento de los neutron;;; '¿r'"
niás rlébil. ¿Y por q'é ;;;;;"s
a dar explicaciones r¿ás débiles cuando
f ácilinente podríar' ser
más fuertes? de
lr"'iitntn escrúpulos en cuanlo a suponer ia realidad
Los constructiui't"
otro.s personas.
g'ian tnlu'*t3ot áitpotiti¿n
)
)
)
)
)
) FL REALIS).iO E]'{ EI- LABORATOR.IO 157
)
) pcr referencia a una conveisación que Jir¡énez tu./o con Ferná.nCez. ¿Es eso
2 suponer demasiado? ¿Nc deberíamos deci¡ más bien que jin'iénez creyó que
i.2 iuvo una conversación con Fernández? Es claro que eso sería tonto. Restringir
Ias explicaciones Ce las actividades de los físicos a invocar únicamente sris creen-
¡ cias sobre los protones, rnás que a los protones mismos, es iguaJmente tonto.
2
l.P I-es rt¡¿rrACIor.{ES DFI- EMpip.isMo
)
t Linita¡é aquí mis comentarios a Iafo¡ma de errrpirismo liberal de Yan F¡aas-
2: sen, toda vez que cualesquiera criiicas de esIa forma se aplican con mayor

tri fuerza a formas más extremas. Mi ccnclusión general es que, considerada como

lri una teorÍa empírica de la ciencia, la explicación de Van Fraassen en sí misma


no es em¡íricamente adecuaCa. Incluso juzgada con sus propirs normas,
lr: fraca.sa co¡no teo¡ía empÍrica d,. 1a ciencia.
),
2
D. La ol¡ser,"able y lo teórico
)i
l.. Tclia forma dr ernpirisino, irclui¡c el de Van Fiaassen, ccrnbina la. disrinción
entre io observable y lo no obseivabie con 1a rllstinción e¡i,¡e lo no teórico y lo
):
teórico. El resui¡ado es la distinción enrre 1o observa-bie -v lo ieórico. Pro-
)'.
!i bablemente la. crítica d:l eilpirismo más eficaz y más socorrida es que esta-

t: clistinción combinada nc puede iracerse de una manera no a.¡bitra¡ia (Suppe

ri 1974). En parlicular, y lo que es más importante, no puede hacerse cie una

r. rflanera que provea alguna comprensión Ce la actual práctica Ce la ciencia.


Mis observaciones en e1 iaboiatorio constituyen un eje;nplo ví.¡ido de esta
): crítica. Los físicos distinguen entre ' 'observa,ción' ' y "teoría" o, ccmo prefiero
F: decir, entre los "datos" y e1 "modelo". Pe¡o esta no es la distinción que el
¡i empirismo requieie. En lcs experimenios (p, zz), por ejemplo, los dalos son la
¡i energía. de los proiones que ingresan aunada a la energía y al ángulo de los

t: neutrones que salen, Estos modelos abarcarr porrrenores de la estructura

r¡ nuclear. Los datos se usan como fundamento para 1as decisiones a-cerca Ce los
modeios. Esta es más o menos 1a forma en que 1os físicos describen 1a situación,
l.i tanto de manera informa.l como en sus publicaciones.
li Los empiristas no pueden acéptai esta descripción como una expllcación
-l correcta de la situación. Pa¡a e1los los daios deben sei cosas obse¡vat-.les como
¡' las lecturas de un contadcr. La energía de 1cs neutrorres expulsaCos es para
ji eilos tan teórica como ios detalles de la estruciu¡a nnclea¡. No impcrta que las
a' lecturas de contadcr n-.Jnca aparezcail conio "descripciones de 1os datos" en
ningu-na explicación cie,=riífica,.
--.
ia
i53 LA EXJLICACIÓN I)E LA C1ENC¡A

Cie¡ta¡:nent'e, en 1a inves"igación
aciual' io que 1cs empiristas 1lamaríal datos
r'i:arecen en las terninaJcs de cc;nputadcra
q"
lesultan ser núrrreros o g'eiiá'
o enlas hojas impi'esas ¿t i't*' Vu no hay contadoies qLle leer' Las señales de
a 1a cornputa'Cora' Si tomá¡:r*cs
e'r serio el
los <ieiectores pasaa direcia-iaenie
ounto de vista er.pirisia ei único contenido ernpírico de la ciencia'
;;;" puede observar'
X.:;.;;;;i;;;;i;;t'n'iu i' trata" ' es 1o que-el hombre
,."*¡;;;;;.io"ttui' qut á"ti''o de 1o que 1a ciencia mode;na se traia
es io
fl
ftoj*t Ce coinpuraciora' Eso debería ser ten-ra
de
¿
que está impreso
re
"rr'*
ñexión para cualquier empirista' H
t7a
y los instriL¡¡ientos de la int'esiigeción
Los modelos
que la efstencia- real de entidades
'a
*.1
Yan Fraassen, naturalment'e' afirma
teóricas no afecta a 1a práciica áe la ciencia y que' en cualquier caso'
no hay
Así' éi no
Fa
justificar ias c¡eencias concernientes a t¿les entidad;s'
manera de
establcce clisrinción fundamental
enlre la conclición de 1os modeios de
protcnes
que actualmeate están bajo investi-
E
de ios fisicos :,' tcs '"o¿ttos á:i núcleo -A
es acumulacias en falor ie
gación. Simplen-,ente, rut !*Jut ob serriacional
la arlec,-ración ernpírica Ae ñs mo¿eios
que alguna vez ine.
de proión es mucho ma1'or ahora de 1o
.a
-
,U
E-
de contrci del ciclotrón' Los er-
Considerer.,'ls a1 operador Cel Lablero
ia energía dei haz a 180 Mev para ia
perimentados liegan y f t püt" aumentar
il;;;;;; ,;;; ¿."*táitiónt'' El;tibe operador de las señales adecuadas a Ia
coi-n- a
ü,

putaciora ce conlrol y t" ;;;"-


1a ilfcrmación esperad'a: 1a energía
del
J
ha: e:tá ahora en 130 Nicv'
Yan Fraassen ccnsideraría este ejercicio
Su éxito no conslitui'r -¡. q"t "t'árueba
corlo un e:{lerinellto en sÍ mismo'
en favor de Ia adecuación empírica
fl'J
¿
que
y ei ciclotrón con todos los inslrumentos
de nuestros mocielos del prátón
l" Tocio 1o que cualqiliera puede afiri:ir
con ceiteza es que sl se T,
""*r"t'"' de control' se obtiene Ia respuesta
cian estas instrucciones a'ia comiutadcra algo como
l¡ases legítin-'as para ciecr que iealmente existe
esperada. lJadie tiene
co,'rr"a.r.n,a*."n ie, naiie tiene bases para pensar que él o cuaJ-
1os protcnes.
causalmenie de aiguna otra manera ccn
quier otro emite, naae¡a o interactúa
los protones'
---éualcluiera 'c:ción, se deriva de que se
que sea la plausibilidad de esta expli
un ajusie particular de la energía del
haz' La
ha enfocado un acto aislado co¡rto
s. d-s'u"ttr si ccnsideia:nos los centenaies de ajustes que se
piausibilidad
diseirar y ilevar a cabo cientos de experiir-'an-
hacen diariamente, el p'ottto de der ciclctrón
ffi::i;;;;;;;;;';' ;;;;i; v *unt"'" ras instalaciones
duianle años, y así sucesivamenie'
A consecuencia de esta experiencia corr-
contemporáneos nunca se plantean
tinua-da y ciiversa, los lísicos n"icieaies
t
):'
J,
),
)l
),
.i); EL REALISTVIO EN EL LABCRT\TORIO r59

juicio la existencia de los prctcnes o


aj siquiera, la pcsibiiidad de poner en tela de

.i preguntarse si disponen de pruebas adecuadas que respalden sus creencias


acerca- de los protones. Lo que tienta a los filósofos conternporáneos a pregun-
a. tarse si sejustifican ias creencias de los fisicos acerca de los protones es tan sólo
a: ia diierencia en escala ¡elativa a nuestro apaleta perceptual natural y la con-
)', secuente necesidad.de una tecnología elabcrada como mediadoia de la inte-
ai racción.
a: Debo insistir nuevarnente en que mis añrmaciones se aplican solamente a
): cosas como los protor::s que han llegado a funcionar como inst¡umentos de
investigación. No hago tales afirmaciones, por ejemplo, sobre la estructura
)
deiallada del núcleo, el cua-l es un objetc de la invesligación contemporáaea.
) El que podamos siquiera a veces adopiar con propiedad una explicación
), realista en este tipo de casos, ¡equiere de mayor discusión.
):
),
) Lc fei'icinen:t.t:tgíc cte la acíi,-idcd cienttfica
)
) Eiste ura conir:.rréplica fiirai que podría hacer un empiiista coslo Yan
Fraassen. É1 ccncedería que mis descripciones de las activiiades que se llevan
)
a a cabc en ellaboratcrio so¡r 1as "aprcpiaci.as". Es de;ir, que lo qrre he presentado

a p ue.Je ser en eiecto la descripc ión co¡recta de la ' 'fenc menología cle i a activid ad
científica" (Van Fraassen 1980, 80-83). Los aspecios teóricos, e incluso los
a mcdales, de los morielos que usan 1os científicos se vuelven parte de su "visión
rl del mundo". Acaso no puedan evitaÍ tratai de esta forma a sus modelos.
ra Sin embargo, debemos entender que k:s científicos operan bajo 1a "suposi-
a ción" de que a.sí en el mundo. Como ejemplos de suposiciones, Van Fraas-
r) sen cita¿á la práctica usual de ias pruebas por reducción que se hacen en lógica
y en matemáticas, donde se comienza por suponer que una proposición es
ra verdadera y se procede a demost¡ar que lleva a contradicción. Otro ejemplc
t es ei de Llna trama policiaca. En e1 corrtexto de la obra podemos distinguir
,¡ lo cierio de lo falso. Es cierto, en la obra, que el mayordomo es el culpable y
a ialso que lo sea la esposa. Pero esto opera solamente dentro de la suposición
,¡ de la ob¡a.a
Esta réplica sufre Ia preocupación de 1os filósofos con eI lenguaje, hacienCo
-
a exclusión de ia inte¡acción causal con ei mundo. Pero supongamos que puede
a extenderse también a las actividades. Entonces, parecería sensato tratar de
a preservar la adecuación empírica de la expiicación empirista de la ciencia. Ncs
b¡incla una descripción empirista de 1o que vemos y escuchamos en el labora-
- torio.
,a Lo malo es que esta respuesta es pcr compleio ad hoc y, a fin de cuenlas,
a vacía. Excepto pcr el deseo de rescatar 1a explicación empirista de la ciencia,
a no hay razóe en e1 mundo para creer que 1as actividades que se llevan a cabo
a
,

16c LA ExPLICAcIÓx or l¿ ci3i'iciA

gran suposición' Si así fuera' entoncss todo ¡

en el laboratorio son parte de una


vidas no son más que complejos con-
el munio seria un escenario Nuestras
t*traña conclusión pa'ra provenir de aigu:ien
:"",", J. rro"siciones' Es Jstu "'a Fraassen i980' 69)'
que tendría que "iibrarnos de ia metaiisica" fy'an

i gC)
L,qs t-tuirAcioNEs DEi- coNSTRUCTivISMo I
4

Los constructivistas examinan lcs
procesos mi crcsociológicos que resultan
; -;.,blt;;;ii;de los hal1azlos de 1a investigación' En su quehacer se topan
en
con
¡
!
.rf
U
qr., á lu 1-g', se resuelven por viriud de
mucha incerti/.rumbre y "o,r-t.ár..ri*
un prcceso .o*pt.jo y amot-ntt
según se afirma, ti."t *j' á"
tántitlg"ntt ae interacción sccial' El resultado
constru-cción social que de ciestrucción
de la

naturaleza. Pero la intft-'et"i'" ''ie1
proceso Ce interacción social no se menciona
resultados' Po-r lo tanto' parecería
que el
F
en 1a presentación flnat d;^;;;;;;"t il
cientíiico describe t' "ot"uit*
pura y simple cut-ndo' en realidad' la voz
de ia
Er
natul.llezaesapenaSperceptibLe,sies.qu.-puedepercibirseenabsoluto. il
actual' las investigaciones
Cehtrándose.n el ptcteso de ia invesligación a nuestra comprensión de t=r
constructivis ta, ¡"" f-'ttf-'o 'uliosas
la ciencia según se p'u-tit"u 'iptt"*t'
contribuciones
?ero ia excesiva preocupación por 1as
á'-t1'^::-
¡ts
Er
especialmente ias pertenecien"t u
actuaie:r;onclusiones titntliiJut' parezca melor
¡

niamenie conirovertidas, hace


que 1a expiicación consiructivista
t''-E'ru'pittae de vista.lo que los científicos dan
por É#

' de 1o que en realidad
datos previos-en la investigación actual' Fg
sentado; a saber: el papel de ios
particularmente los aatái fe'i'árr
nttr.tá no.silr¡ la instrumentación de la
investigació.n u.t'of ' U'to i''nu
épot'' u'-ttt' de. 1920' cuando podría haberse
un construido social' Pero esa época hace
il
argumentaclo que los pt;;t;
mucho que pasó' Hoy ái'^i"t ';;
ot"t""es pueden considerarse como algo no -.J
trT
iás quarks estén aún libres (Pickering
menos real q,e tos protol'Ja'lo'lr'i "'
una postura constructivista en cuanto a los frl
1984). Ciertam"rttt,
'o'*"tt extremas '
protÁnes requiere de maniobras
EI
*
--!
EI Garnbito Azande rJ
sobre-la ir:'poñancia de la instru-
En respuesta directa a mis cornentarios
mentaciónenlainvestigacióncientif,ica,KarenKnorr-cetinacomenta:
azande
no estableceria Ia comparación con la magia de los
Si yo fuera Feyerabend' mecanismo para
que todos át creencias poseen u¡ elaborado
diciendo "'á-ui los sistemas de creencias
compiobar y scsttnt'
"" t""it"iát '-É" tit"i r"rma' todos
"' ,;:;.;i^;;;ia
r¡aran de e;<teriorizar...
atri¡u;rlas a algo, para que la naturaleza
Ei- REALIS},íO EN EL LAtsORATOI.IIO 1óI

les hable, o Dara que ies habien sus Cioses. por ejernplo' a través de algún orácuio
como la aruspicina en lugar cle registrar y tomar en Serio stts propias opit-iiories o las
de sus vecinos. Y algunos cie esos o¡áculos, pcr ejerrplo, están muy elaboraCos y
articulaclos. Uno p:áría prcgunra¡se si la ciencia no es rr,ás qu e nutst ra p rop;: m agia

Aunque la autora se apresura a decir "yo no soy Feyerabend,... y no iría


tan lejos", el argumentc, según se enuncia, es suficienteinente común en la
Iiteratura cci:ro para que ntirezca conlSniario.5
Si l¡- reierencia a ia brujeiía fuera tatl sólo parÍe dei iiitenlo de arlcjar Iuz
sobre 1a naturaleza ce ia ciencia, podría sei ce utilicacl. Peio lo que suele ccurrir
es que la referencia a las práciicas d-e ics azancie parece rnás bien una forma
disfrazada de insistir en que psra pcder distinguir entre ciei-rcia y magia debe
po.l3r esrabiscerse algún criterio a prioii, no circula¡ de demarcación. Pero
esto no es más necesario para ia teoríz- de la ciencia que la -iustificación a pricri
cie la inciucciór.
il1ás positivarnente, se hace referencia a Jas prácticas azandes col la inten-
ció¡ rie iiL;:ii'¿it ia tesis gerreral de qr.tr: la i,'riagerl ,-1,-: e 1a s¡cieCr',cl ticne 'del munCo
noi i: rc!';:t co i opieiar;i ente á ia. pe,r cc,rr:u ifn¡.,qarl cei nl',Llltll, scllll. Atiibas s¡l'i
tl
culiu¡ai:lierie reiaiivas y ningúi=r casc es posible probar c1".;e uiia ii:rage,l s:a
sulrerior ?\i. airz,. Sii: etilbargo, esto ilo es nlás cilte Lllla postura. Si ¡ilestra
ne tr es entcrde; el multclo natrtral ci': u ¡ra icrr¡ia que h;,g;l posibli la tecrl i 'iogí¿1
mocicrna, siilrpletnenie rlebemos admitii q'.i. i3- piáctica cientÍiica cciltem-
pcránea es superior a ia magia de lcs azandes. La tarea dei estudio cuitural de
ia ciencia es explicar pcr qué ls esto así, ric Ilegar lo que es t', iCente Pcr-otro
iaiic, ninguna paite de tai e;ipiicación i,ebería pretenr:i :r que nuestra ciencia es
superior debiCo a q¿e nosoiíos somos más racionales. Tarnpoco puede con-
cluirse q,-re las co¡nunidades ''piirniii,/as" sean irracionales por no adoptar Ias
metas Ce la ciencia y usar rnedios ciei-itíiicos paia aicailzarlas. En estos aspec-
tos, los relarivistas culturales están eil lo correcto.6

Const¡i.. !ivismc y empirisrtto

Probableme¡rte la réplica cc¡structivista más alenciible al argumento de este


capítuio es afirma¡ que inis descr.ipcioaes de los físicos nucliaÍes como gente
que emite y usa prctones coasiituyerr siinplernente una petición de pi',rrcipic.
Todo io que he d.esciito es gelte que realiza actividades como operar interrup-
torrs y obse¡zar puntos briilantes en pairtallas de televisión. El resto es ilter-
preiación. Sin enbai:gc, esta respuesta conduce directarriente al empirisn-ro.
ConsiCer¿¡i-,os ei caso hipctético ie un iaboraiorio riiüy pa.iecido a las
inslalaciones de uir ciciciión, saivo porqlie las partículas que se soiileter a
aceleracióil iro scl pio'.ciies siiro perdigcnes par2- esccpeta. A ciiferencia" de 1cs
162 LA F;{PLICAcIÓN P¡ l-¿ clElJCL{

en ia mano y
protones, 1os perdigones pueden verse a siinpie vista' sostenerse
descripciones
.oCors. entre 1as yemas de 1os Cedos Supongamos ahoraque inis
son anáicgas a
de los cientíiicos que emiten y usan perdigones cie aita energía
mis descripciones áe ias actividades que se ileva.n a cabc en
las instalaciones del

ciciotrón. Supongamos además, no obsiante, que por alguna razón


nunc-a he t¡E
4
visto realmente un perdigón. Con todo, yo conciuirÍa que escs
cientíiicos
.*i,.n, utilizan y, por lc demás, inteiactúan causalmeilte cotr perdigoties '

de principio? ¿TendrÍa que habei


¿Constituiría'mi conclusión una peiición -
vist-ootocadounperdigónparairnpedirquemiconciusió;'constituyeiauna
peiición de principio? Parainsistir en esta objeción tendría
yo que abrazai
para acepr'al
,na lormu áe empirismo bastante radical. Fl único fundamento !
I
protones' ser'ía
mi conclusión.n.l .u,ro de los perdi!ónes, pero no en el de los
Ia objeción empirista de que nadie puede tocai
los protones y manejarlos corno
,iio..rnperdigones. por taato.el constructivista se enfrenta al dilema de o
lo
provee ia interpre-
bien abandonar la pretensión de que el consl ructivisino
tacióncorrectadeestecaso,obierldealiarexpiícitamenleelcollr,lruciivismo
ccn el empirismo.
E1la consiste
Ahora bier-r, exisle una forma radical cle superar este dilenra'
construidas
en insistir en que los perdigones en todo caso son entidades
pesar de que urlo puecla
socialmente en la misma meCida '.1iLe ios protones, a
solución es que
rodarios entre las puertas de ios dedos El problema con esta
En con;ecltencia'
haría cle cualquier cosa una entidad socialmentc lonstruida
aría de ser un postulado cientifico
ta expticuclO ocon slruclivist a de 1a ciencia dej
se converliría en una
basado en el estuclio empírico de la ciencia' N'{ás bien
,i*pl. .o.rs..uencia cle la tesis m¿tafísica getleral según la cual lodo es sociai-
menteConstluido.Lase;<cursicnesdelosconstrucliuistasallaboratorioservi.
rÍannopar:,ponerapruebaelnlocleloconstructivistairenlealaprácticareal
de la prá'ctica
de la ciencia, Sino tan sólo para intenlar una interpretación
cienlífica en función del modelo constructivista '
consiructivista no
Ñatural-ente que mi punto de vista es que el modelo
pr.d. hu..rr. .rr.áju, en la práctica de los fÍsicos nucleares experimentaies'
oLros carllDos
Iniiero qu: no pueCen Ila-'ers: e:rcajat tJt'rpoco en muchos
construclivistas,
clentilcós, entre ellcs algunos estuciados por prominentes
como la biología molecular '7

I-a cocNtclÓN cEoi"{É'ralc¿ FN LA li'lvESTlcAciol'{


NUCLEAR

N{uchoslilósoiosysociólogosdeiacienciasehanc]enrostradcrecelososdeias:
pretensionesapropÓsitoá.1osaspe.tosteóricosdeIarealidac.Desdei¿l
EL REALISI,lO EN EL LABORATORIO 163

perspecl-iva ccgncscitlva, el descub¡imientc de asDectos de ia realidad más allá


de la experencia senso¡ial ordinaria es un logro notabie del ingenio humano.
El principal problema es explicor cómo se ha aicanzadc este logro. A1 término
de este capítulo someteré a examen dos l,ías que podrían explorarse en busca de
esa expiicación. Una de ellas va hacia adentro, hacia los fundamentos neuro-
científicos de las capacidades cognoscitivas especializadas. La otra va hacia
afuera, hacia la tecnología qr,re desempeña un papel tan destacado en la
investigación científ ica contemporánea.

Lo geontefrío en el ldboratoríc

Una de las muchas caracterísiicas sorprendenres de una instalación de ciclotrón


es la disposición geonétrica. tanto dei propio laboraiorio como de cada ex-
perimtnto. Estas características geomJtricas de las instalacion.-j se apr.-ci,r.n
hasta ci¿rtc. graclo en 1as liguras 5- 1 f'5.4. i\,.L scrprcniió p3. rtic Lilarmente ver
que parte d,- 1a geo;netrÍa de los e.rperimentos (p, n), las vías que conducen a
los grandes det¿cto¡es de neutrones, es claramente visible en las fotografías
aéreas toinadas mientras que se lle',,aban a cabo lcs experime ntos. Di'¿ersos
aspectos geométricos de la investigación con ciclotrón aparecen ta¡:rbién como
diagramas eir artículos pubiicados, presentaciones fcr¡rrales e incluso elr la
c,.¡nversación info;:mal. igual que mucha gente es incapaz de hablar sin hacer
gestos y ademanes, los físicos nucieares experirneniaies no pueden habla¡ de
su trabajo sin hacer dibujos- La importancia de las relaciones geométricas, ¿es
tan sólo una característjca accidental de la irrvestigación con ciclotrón, o liene
alguna importancia para entender por qué tiene tanto éxiro la investigación?
La investigación recienle sobre comportarnieitto animal y las neurociencias
sugieren oue puede scr muy imporLante.

Las mapas co g nosci tiv os

Con funCamentos e.¿oluci orristas generales, se esperaría que los mamÍferos,


como semovienles, habrán desarlcllado mecanjsmos muy eficienles párá rr:
presentar el movimiento en el espacio y el tiempo. La mayor parte de lo que
hacen los mamíferos huir, alimeniarse, reprcducirse, etc.- requiere
-luchar,
rnovinlentos coordinados. Este aspecto evolucionista evidente se refleja en
algunas investiga,- iones recientes de ínciole conductual y neurobiológico.
La figura 5.5 ¡¡uestra la dísposición de una fo¡ma de experimento yaclásica
(l,iorris 1933). El círcuio grande repiesenta un tanque de agua de aproimada-
mente i.20 m de ciiámet¡o y con una profundidad suficiente para que la rata, del
a
-
ei
162 L,¿, FxPLICACIÓN ¡¡ l-¿ cI:|JCIA úl
-f
protones, los peidigones pueden verse a siinpie vista' sostenerse
en la mano -\' 7
iocors. .ni.. lu,y.*u, de los cedos ' Supongamos ahora que mis descripciones #
áe los cientificos que emiien y usan perdigones de
alia energía son anáicgas a
a cabc en las instalaciones del
a
El

mis descripciones áe ias actiuida<1es que se iievan


razón nurrca he
.i.iot.ón.-supongamos además, nc obsiante' que pcr alguna
que escs cienlíficos
visto realmente un perdigón' Con todo, yo concluiria
perciigoi-ies '
.*ir.n, utilizan y, por lc demás, inlelactúan causaime le con -
una peiición de principio? ¿TendrÍa que habei
¿ConstitLriría mi conciusión
,isü o tocado un perdigón para irnpedir que mi conciusiór, constituyera
una il
-

petición de principio? Parainsistir en esta objeción tend¡ía


yo que abrazar t1
'rnu
fo.*u á...pirir,¡o bastante radical. trl único fundamento
para aceptar ?
mi conclusión.n.l .u,ro de Ios perdigones, pero no
en ei de los protones, seL'ía d
la objeción empirista cle que nadie puede tocar
los protones y manejarlos corno
al dilema de o
zi
'il
,ilu.rrn perdigones. Por 1o ramo, el constructivista se enfretlta
bienabandonarlapretensióndequeelconstructivisrrLopioveelainterpre.
de este caso, o bierr de aliar expiíciiamente ei
col' truciivisino -
tación correcta
ccn el empirismo-
il
Ella consiste
Ahora bien, existe.una forna radical de superar este djlema
entidades construiclas
en insistir en que lcs perdigones en loCo caso son
socialmente en la misma me¡'ida ue los
protones' a pesar de que ttno puede
con esta solución es que
rodarlos entre las puertas de los ciedos' EI problema
En consecltencia'
haria c1e cualquier cosa una entidad sociaimentc tonstruida'
postuiado cieniífico
iu.rpti.u.i¿r..onsiruclivista de Ia ciencia de.jaría de ser un
bien se converliría en una
basado en el estuctio empírico de la ciencia' llás
de la resis metafis-ica gerleral según ia cual todo
es social-
,i-pl..o,rr..uencia
menteConstruido.Lase,<cursicnesdelosconstruclji'istasaliabo¡atoriose:vi'
riannoparl..ponerapruebaelntodeloConstruciivistairenlealaprácticareal
de la práciica
de la ciencia, sino tan sólo para inlentar una inlerpretación
cienrífica en función dei modeio co nstructivista '
'-Ñutr.ut*.nte no
que mi punto de vista es que el modelo consiruclivista
experimentales'
pu.A. nu..rr. .n.rju, en la práctica de los lisicos nucleares
en muchos otros campos
i.li.." que no pl,ad.n hacerse ei-icajar tampoco constructivistas '
.i.ntif;.ár, entre elics algunos estuCiaCos por prominentes
como la biología molec ul ar '7

La cocr''riclÓN CEoi,{Éretc¡- FN LA II'lvESTlGAcioN


NUCLEAR. 15

iv{uchosfilósolosysociólogosdelacienciasehanclernoslradorecelososdelas
Desde la
pr.t.nrion., a propósito áe 1os asptctos teóricos de la realidaC
EL REALIS!fO EN EL LABORATORlO t63

perspectiva ccgncsciriva, el descubrimientc de as.Dectos de la realidad más allá


de la experencia sensorial ordinaria es un logro nolable del ingenio humano.
El principai problema es explicar cómo se ha alcanzadc este logro. A1 término
de este capítulo someteré a examen dos l'Ías que podrían explorarse en busca de
esa expiicación. Una de ellas va hacia adenLro, hacia los lundamentos neuro-
cientílicos de ias capacidades cognoscitivas especializadas. La otra va hacia
afuera, hacia la tecnoiogía que desempeña un papel tan destacado en la
investigación cientítica contemporánea.

La geontetrío en el loborstoric

Una de las muchas caracterísiicas sorprendenres de una instalación de ciclolrón


es la disposición geométrica. tanto del propio laboraiorio como de cada ex,
perimento. Estas características geométricas de las instalacion;; se apreci:n
hasta cierto graCo er-r les li3urr; -{. I ¡ 5..1. }1t scrprcniió p:.rticr-:iarmenre ver
que parte de ia geometría d: los experirnenros Qt, n),las vÍas que conduccn a
los grandes delectores de neutrones, es cla¡a¡nente visible en ias fotogralías
aéreas tomadas mientras que se llel,aban a cabo 1cs experintentos. Di.¡ersos
aspecios geométricos de la investigación con ciclotrón aparecen tarnbién como
diagral'ras en articules publicados, presentaciones forrrtales e incltrso err la
conlersación inlormal. Igual qua rnu;ha gente es incapaz de habiar sin hacer
gestos y aclemanes, los lísicos nucieares experimentak's no pueden habla¡ de
su lrabajo sin hacer dibujos. La importancia de ias relaciones geométricas, ¿es
tan sólo una característjca accidental de la investigación con ciclotrón, o tiene
alguna importancia para entender por qué tiene tanto édto la investigación?
La investigación reciente sobre comportarrrienio animal y las neurociencias
sugieren que puede ser mu) importanre.

Los mopas cognoscitivos

Con funCamentos e'¿olucionistas generales, se espeiaría que los mamíferos,


como semovientes, habrán desa¡i'ollaclo mecanismcs muy eficientes p?r? re:
presentar ei movinriento en el espacio y el tiempo, La mayor parte de Io que
hacen los ¡namíleros alimenlarse, reproducirse, etc.- requiere
-luchar, huir,
movirnientos coordinados. Este aspecto evolucionista evidente se refleja en
algunas investiga. iones recientes de Íncicle conductual y neurobiológico.
La figura 5.5 ¡¡-ruestra la disposición de una lorma de experimento yaclásica
(lríorris 1933). E.l círculo grande repiesenta un tanque de agua de aproximaCa-
mente 1,20 m de riiámetro y con ui-ra profundida-d suficiente para que la rata. del
1t,, LA EX-DI-ICÁCloi'i D: LA CIENCIA

I
E
Figura 5.5 Aricglo experimental de los
experirnentcs de navegación en ratas'
tla
Así, se'.,e rorzada a
laboratorio corocada cienuo de é1 no puei_e tocar e1 fcndo.
pn.u carr. opacidad y disr:rrula¡ los olores.
F
n¿,lar. Er agua se .oror." .o'nl..t-,., 'T
a 25 lrados ceirtÍgrados' para da"rle
hEinrismo, está fresca, .r;-i;r;;;enre
para escaparse' Ei rectángu1o dis'-:ntinuo
repre- E
a la rara bast¿rnte inotivaciJn
lransparente que descansa sobre e1'fonric' I
senta una plataiorma de pláslicc E'
situada in..ieciiatament' ¿ii'1" ¿t
f' t'perficie dei agua' Las señales colccadas
alrededor del tan'1ue,
ti"u"nte disiinguibles paia las ratas' J
E-=-¡
" 'utt'q"t'onprccece de 1a siguiente *""t:i.^t::::::
La forma típica clel t-;;;;;;;
I
poslclon
una rata iiigenua en el agua viendo hacia la orilla del ta-nque en una I
I

eiegicla ai az ar respecto ¿t i^ iittlr'ft'encia'


Típic-amente' la rata nada roás o
tntont'a-r ia platafcrna' trepándose a eila
t
menos en círcuto, atttttitn'l' i"'lo
se sienta a inspeccionar su entorno
Poco I
Dara escapar
Pd.t;rrt dei agua' »ttát 'fif se toma a ia rata v se la vuelve a meier a't I
ü;;,-u-"* to segundcs'circunferencia Esta vezla raLa no na'cla en U
tanque en un iugar alitttnrt-J
la
brevemente su; alrededll¡tl t^{l: -
círculos sino que, clesp''iés de inspecclonai o clncc
de ia pialaforma' Después de cuairo
;;;"il*;á;;rrte
ir=ri á. i^
en direcciÓn
ensayos la rata nada tu'i Ji"tt"tnie
.it.urLferencia' i"{cviendo
hacia ia plataforma desde cualquier
1a plataforma en ensayos subsecuenies
sc
ilI
=

demuestra que 1as ratas t'o


pt"l¡tn la ilataforma.por el olfato u otras cla';es TJ
Cireclas. Í-a raíase dirige hacia donCe
estaba la plataforma' se muestra
renuenr'e a moverse en algo parecido
muy
a su
T
confusa al nc encontrarla, a-sí como
patrón original de bús'queda circ-ular' - -:a de la rata debe ser capaz
Para desempelar es¡a ta'-ea' e1 siste
na cognoscitivo
especiales' Es decir' en ei
prirner
de apreciar de alguna forma ias relaciones
las saña1es del
aplende ia localización oe Ia plata'forma en relación con '-
ensayo determinar de
cuando ;;l;;;;i'; u coloca' en ei tanque' debe
entoino; iuego,
ae ia liataiorm'-1111'"^ a sr
nueva posición para
a.lguna forma lu roturi"tiin
consigue hacer esto?
pocicr dirigirse al lugar ccrrecto ¿Córno
EL I(TALIS\1O EN EL LABORATOR.Ii] 15-J

Según una teoría en boga, cuanc.ic locaiiza por priinera t'ez la plalaforrna,
la ia_ta construye ult mapa cogncscitivo, es Cecir, Lina representación interna
cie las caracter ist ica.s espa.cia-les cie su enlcrno. Cu¡.ndo se Ia
..'uelve a coloca¡
en el tanque err ur a posición dife ¡ente, se loca-liza a sí misma en su mapa
cogncscitivo y luegc enfiia en la di¡ección de ia plataforma confornre a lo que
su rna.pa le inciica. AsÍ, el cerebro dü ia rala no realiz.a iite¡almente cálcuios
geornétdccs más cle lo que hace una persona cuanCo lee un mapa. Ei sistema
representacional, el rnapa, contiene ya toda la información necesa-ria' Una
\¿entaja adicicnai ie esia teoría es que poslula una conEñón directa entre ei
iisten'ra_ represeniacional y eI sistenra senso¡io¡notor, es deci¡ enire el pen-
sa.'riento y la acción.
Experimentos recientes s. han intefpretado cono demostraiivos de qrie a1
menos parte dei mecanismo de elabora_ción del mapa se localiza en ei hipocarn-
po (O'i(eefe -v lJirdel 1978; O'I(eeie 19E-l). Los registros cie la irecuencia de
disparos c1e cé1ulas partic,,riares del hipccarpo de raias que se mue'ien libre
¡n¡lile. clri¡il,:sl-an ti'-l e l¡S celr:las es t¡eci:riiz¿i cl as (ilall:CaS ahora célLlias cie
ubic:r¡:iól) ii:"-r-,ii:r'r cj jft rencialn.icn !': cir funciÓl ci: ia 1'--, c¡i i;lac ióll del s'-rjeto
en s¡ ¡leii¡. i',-.= lrccho, e:tas céll¡1¿',s son ccI]|r--i luces en Lli-r f.¡rDa q':e in'iicair
"usieel esiá a11iri". En ?r-nbi.ntes ciii':rertte s pue iier :'.signars: Cilerentes locali-
z:¡:cicr.it'; a la iLri:r¡l: céiul:, sirr c1',-i: c:.i3i al fili.;r-iciii! 3pa,i.leili1-3 rrt re Ic-c ¡¡rall-f:
it ani,itirres riii:rentes. Siit e:lbaig':. l:-s ¡ar-:s siln c jl p,rcc:i de ril3llal- criand'o
meros media docena de niapas diiere;,.ies al mismo tiinlpo.
A.-1e:rás, ia.s rata,s que han llrgadc tr.i1--r,iil2r 1a iai.'a cie i tanque vueiven a
su pallta_ original de búsqueda en ci rc ul cs desp',rés ce habérse1e s pl aciicado uira
operación en la que se les destruye ei hipocampc. Las ratas testigo, scmetiCes
a cperacioles fa.isas, conservan su ca.pacidad para enconriar la plataforma. Ai
palecer, destruir el hipocan-rpo ha-ce imposible para ia ra-ta usar el mapa
previamente ccnstruiCc (Mor¡is 193 3).
Finabnente, tecrÍas recientes CLel control sensoriomotcÍ illdica-n que e1 cere-
bro funciona conforrne a prir-icipics más ciue aige'oraicos, geométriccs (P' S.
Churchiand 1985, cap. 10) Esludios del ce¡ebelo (Pellionisz 5' LInas 1982) in-
rlican que ulá de sus luncicnes es transformar los vectores sensoriales de entra-
t da eir vectores de sa-lida que controlan el movimienio. For e-iemplo, la- infor-

t niació¡r del oído inlarno regula el control rlriscular para conservar la posición
eiecia al caminar. LIna tecría reciente (P. lrf. Churchland i986) sugiere que
t modalidaCes senso¡iales como la vista y e1 oído peuCen rellreseniarse en una
t dispcsición neurcnal emparedad.a entre otras disposiciones que represenian 1oS
t controles del espacio real (el ''map;-L'') y el conirol muscula-r. Ei ''en-iparedaCo''
b neurona-l resuiialie piovee una mariera directa de coneciar localizaciones en
E ei espacio.zisua-l y auCiti,,'o, pcr e.jenplo, con posiciones en el espacio de acción,

n
t
coirro cuan.dc vr o d\czrzz ei a.u¡icula.i: dei teiéfono ,ara contestarlc.
165 I-A E,-*DLICACIÓX PE TA CIENCI.A

De las ro.tas a los investigadores

¿Qué tiene que r.er este tipo de investigación con la física nuclear? Tan sólo nos
ilustra que 1os hombres, merced a su evolución biológica, pos'ien una ca. a-
cidad sumarnente desarrollada para represenlar reiacicnes espaciaies. Tal
capacidad se localiza en las regiones preverbales dei cerebro, reiacionadas
estrechamente con ei sistema de conlrol motor. La nolable tendencia que existe
entre los físicos nucieares experimentales a pesar y comunicarse en iunción
de diagramas nos perriite suponer que 1o que hacen es explotar estos tipos dr
capacidades cognoscitivas y se ns o riomotrices. La actividad que interl'iene en
el dibujo de un diagrama, por ejemplo, es justamente de1 tipo que supondría
ta.les capacidaCes. Así pues, existen suficientes pruebas de que los seres huma-
nos están naturaimente dotaCos de los tipos de capacida<les necesarias para
concebir y ilevar a cabo experimentos de ciclotrón. Esto explicaría al menos en
parte por qr,ré son tan eficientes para realizarlos.
Una vez que se empieza a pensar en estos térnlinos, inrnediatanente se Ie
ocurren a uno aplicaciones a otras c.iencias. Acaso pane de la razón de que 1a
biologia molecular avanzera tai.L rápicianente después. de1 desctlbrinie nir¡ ci¡
1a estructura del ADN sea simpiemente que ei hcinbre esiá tall bi:n ada¡-,tado
a pensar en función ce estructuras gecmétricas. En viitud de esta hipóiesis, 1o
que explica parte clel éxito de 1a biología molecular no es que la genética se haya
reducido a la química, sino a ia química estntctural.E

La t'isualizoción y la Teoría Cttdntica

Durante la iniancia de 1a tecria cuántica (i90o-1925), mucho se disculió tanto


entre los físicos como entre los ñlósofos a propósito de la ' 'visüaliza.bilidad " .
La mecánica cuántica, se decía, no admite e1 tipo de modelos fácilnente
visualizables que nos er an familiares a través de la mecánica ciásica. EI éxito
de la reoría cuántica Cemostró que Ia visuaiizabilidad era- una característica
acceso¡ia de Ia iísica. según concluyefon sus comentadores, ei verdadero
contenido de 1a teoría estaba en las ecuaciones, no en las imágenes visuales que
uno puciera tener. En éste, comc en muchos asuntos con él relacionados,
Einstein no estuvo de a_cuerdo. El siempre pretenció pensar en función de
imágenes no verbales. Sin embargo, habiéndose olvidado hace ya mucho
riempo esos debates, ven-ros que los fí sicos nucieares emplean modelos vis'-rali-
zables, sobre todo los que perrniten f ácilmente su representación esquemática
en el papel. Qué es lo que este hecho implica para nueslra comprensión cie la
¿,

investigación nuclear contemporánea?


una ae las repercusiones es que el estudio de Ia investigación nuclear
de
refuerza el puntc de visla de que los científicos operan con congiomerados
EL REALIS¡/IO EN EL LABORATORIO L6l

modelcs y no con sistemas deductivos lormales implícilos' En esle caso es


evid.ente que 1os diversos modelos no son compatibles en su totalidad. Natural-
mente, ciertos n-lodelcs nucleares están definidos poI las ecuaciones de la teoría
cuántica. otros son francamenle clásiccs, co.Ílc cuando representamos ia
reacción (p, n) como una colisión inelástica enlre bolas de biilar. otros más
son semiclásicos, comc cuanco representamos los protones como esferas
sóiidas que giran con ün nornento angular cua,ntizado. Además, los físicos
,..orro..n de buen grado ias virtudes y timitaciones de Ios diversos modelos )¡'
pcr lo tanto, taravez se equivocan poi usar un modelo inapropiado'
Ahora bien, resulta bastante claro a partir de mis observaciones del labora-
torio del ciclotrón, que los cientificos nucleares experimentales, duranle su
trabaj o cotidiano prefieren los modeios clásicos o semiclásicos a los n-Lás
co*pl.jos de la ¡necánica cuántica. Es más, casi todos describen ios modelos
más clásicos corno má.s
,'intuitivos" que los cuánticos. Yo expiicaría estos
hechos en función cle que trabaja¡ en el contexrc del iabora.toiio requiere el
enpieo cciisi3nte de nuesti:os sist¡: .as .le represeniacrón sensoriomotriz y
p-,: c.,,erbai. Los mc,lelos clá-.iccs y selniclásicos Süilltr-Stall',3nt.
pu'ciell piO.-e-
s?,ise en e1 nivel picverbal d: Io. nla^oas cogros:iii"'os Por el conirario, los
ntorlelcs teó¡icos cuánticos piena¡nente desarrollados requieren de Ia partici-
paciór cie sisten]as cle I ep-,res en ración veroales o simbóiicos. Estos siste¡¡as
recluleren, para su opelación, de n-iayoi coi]cetlraaióI -"- de rna.¡"or elltiena-
miento, segÍrn creo yo.
Así pues, supongamos que concedemos que el éxito de Ia investigación d':
ciclotrón se explica en pa e por el hecho de que los iísicos nucleares experimen-
tales usan hipocampos (y otras eStruct u r as nerviosas) con ventaja considerable.
Faita toda., ía un buen trecho desde que se emplean estas capacidades cogttos-
citivas hasta que se es capaz de usar los protones a manera de proyectiles.
Después de todo, nuestro mecanismo cognoscitivo de elaboración de mapas
congnoscitivos evohrcionó en el contexio Ce1 mundo rnacroscópico de los
pequeños ma_miferos, no en el mundo micrcscópico de la ciencia nuclear
contemporánea. ¿coir qué se llena ese vacío? ¿Con la teoría? Sólo en parte.
Lo que constituye el víncuio principal entre nuestras capacidades cognoscitivas
evoiucionadas y el mundc microscópico cle la física nuclear esla tecnología.

Er ¡,ap¡l DE LA TECNoLoGÍa rt{ LA INvESTIGAcIÓN


ul-t,I\ I lr i.uA
La prin'rera- visita clue hice a las instalaciones del Ciclotrón de la Universidad
de Indiana me trajo nuchos i'ecuerdos. EnLre lcs n-rás vívidos había algunos
muy poco reiacionados ccn la física nuclear. Recordé la planta a¡madcra- de
163 ! { F>:?,-'c.j,cii.\r DE I A cl:}:cl \

que húce
así conlc una visita' más ¡eciente
auicinóviles que visité en ini niñez' ptttu Lo-que evocó esos recu-erdos
a la planta hicioelécrr;ra áe lu '''{ccver' de gianCes rnáquinas juetc
La visión
fueron visiones, sorridos ,-nuutuio'tt'
sus creador¿s v áptt'¿"ttt resultan insi grrificantes ' Eaterías de
a las c,-:ales
de grarrdes tra'rsíorn acoies ' el tran-
ainplificadores, e1 continuá ''"áii¿" del ozc'ro'
;ombas de '¡a'cío v el oior cel petió1eo v
;;J;;.1;; t,lTlLlt*"t debe sei una'ie las
La presencia ,p^t"ir:rnit'áJi."?1tl*
clel laboratcrio cientifico ;'l.r"1::::-Yl:::
características más signilica-'"ivas
de 1a ciencia contelxporanecs
;;;;;:l;;;lt-iacioás, fl1ósoiospoto scció1ogcsahora r-esistiré a la tentación
rJe especular
rara vez mencicnan t"u"']'u't'
,"*. o':::"
;;; . J.;es cle su a's"i¿o',I- el-poslclon' ::,::t :
i-ogan cle la ciencia que resuiia cle su ;i'::::.":XiTJ;f:ffiii
iCeas'9
riráo^uinas nlrevas que de las nuevas
CeoenCe en igual meoicia cie las denr'ro ce la ciencia es
Fi olvirlo crel papel o;t ;tt;ñ;;a la tecnología dE la ciencia está la de
C'urareias
baslante reciente' sni" iut irnagtr'ts 'ás
que se l-''Isieniaba comlLnment:' "l'"-1t1'
Galileo ccn su telescopio ' Úna opinión
ta cie que Iosinstrurnentos son extenslones
.1-r"r" tr.f. pasarsc por alio' ha iido ver a
c1e los seniidos creaclas
pot'ti no*¡" i-o quq las nersonas nc oodían
la ai"uáa tit ttit""pic' Lii p'r¡to de
sinrple vista, Galiieo p"ái; ':;;b;;n "t lo qut
que esla t,a¿iti¿n tepió una iciea impo.riarte Es la tecnclogía
vista es cle 1a
la conexión t;;;;;";^; capacid-ade s sensoriales )'ei mtLnclc
constituyc
clencla

El ctjuste iecnológico del problenta D::'Liein-Qttine


en insistir en que nc se pueCe probai
un
Pierre Duhem (191''1) lLre el primero
con nuestias obsen¡a-cicnes' El modelc
rlcdelo confroni:indclo direciamente parte por otros
debe estar e¡¡ncarca.co en un
coniexto experimental definido en
signiiicado en el contexto experimertal
ncdelos. Los ciatcs 'ó1";;;;i;;t" Duhem' es
El problerrra ,1ut pt*tÉ' este punto de vista'.según alega'ba
tctal. pruebas
negativas se vuelve a'rnbigua'' I-as
cue la importaDcia de fu'i"tut iaequívoca-dai-nente
;;;;;i;;j;^" á,. ago tttá ma1' p"'o no den'"¡estran que las observacicnes
que el modelo que se ¿stá.;;i^"¿"
tt'¿ equivocaCo' Ei
¡nodelos
debei:se a que unc c má-s Ce lcs olros
no resulien corno se predUo puede
qr,re definen el ccnter'lc t-ptti*trltA
no u;"'r"n a ia situación' La conciu-
"
át t"" obsei'¡ación es que el modelo que se e::1
sión que a menuco
" 'uti
e,.<aminarrdo pu.a. .onr.rrars. si.t-,prt
a ia iuz de pruebas apaientemeníe
negativas simplemente *;;;;;;;
áoaiiitutionts adecuadas en ics otrcs rno'de-
los clue se eslá Llsancio '
uine (195i) es quien nrás ha hecho parr
Entre 1os iilóscios más recicnl'es 'Fi
ei punto Ce vista rle Du ir .-, :; obier.r¿, Ce D'-riiern' b¿l¡ ¿i
j-.opillariza-r
?
)
,
)
)
) EL P.E¡.LiS),iC Ei{ EL LABORATOP'iO
169

a
)
en unc de ios iunCamentos de 1a idea
) t.aiai;iienac de QLrine se convirtió
cientÍfico' Para é1 como para ia inayo-
a "ho1ística" de Quins tltl to'''oci'iento
.lu ¡riotiiietofis rnoderncs' el problema
de ia ciencia
de Duhem es consecuen-
) Pongamos que 'Firepresenta 1a hipótesis
cia de u¡ ssquema Iógicc n-luy sinple' y que
) Ia's hipótesis auxiliares iecesaria-s'
qi-re se está probanCo, q"t¿ áptt"nt-a
) Entcr:ces la lógica elemental nos
O representa las observaciones pieciichas'
) proporciona el sig:-riente esquema:
)
GíSLA) inrplica O' No-O'
Entonces' FIo--Ii o I'trc'-'4 '
)
) negativa, lic-O, es que rt c A
En resuri:n, el significadc oe la ob señ,zción
) cuál es falsa, ni Por cierio si arnbas
son iaisas '
es falsa; Pero es lrnp osible saber
) evid¿ntem enie a É1 Y -zi en Pie de
Esta formttla'ción del P robieina coloca Si
) ' que 1g ualrn ente 1;ueden ser fa-lsas'
igri:,lcad lógica. tr''nbas son "hip ó¡esis'
'¡i¿n ha constituido materia prlma de los filósofos, el probierna i:
Duhem-
)
lJ! sJ. r.-iia,:t,.\i f cn: ítlJii'. i'11'
ij L]1DE i.ciailierr-lenLrl ha sii'o esgt-i ;lt,..i.J prl i piopla
.
)
) t,f norr-Ceti¡ra 1' I*Lrl!:a,v i 983) en lrp oyc de s-.r Posicicn
a1 ci'tlpirismo era
D ¿iie (le mi crii,ica an-r-erior t:"nlo a' I co;rs¡ructivisr;-io comc
) sobre la reaiiia'C de los prctones
y
) q r,re confier¿n cat.:goiía sirnilai a ics a suntos l.-. '1-ra1- n i(:
nu clcl¡. Fe¡c rr¡r
a los asrintcs sobre la r¿alidad d¿ ia es"¡ticl"il¿
P¡ uLv.¡?-l

) scn tan pro-oierráliccs co r nrt la- esr iic tr


tr:r cieiali:da
a1e gaba Yo, ni con ¡nricho
) de ii'i!'est igaci,,ia, 1o cual es corno
clel núci:o. Los P iotoites son instru;¡lenlcs
a d:ci¡ ¡t'.re scn Par ie cle la- tecnolcgía empleacia fluh;¡n-
probieina de
ptu-3- in vestigar la estruciura
Quine sigue linea-
) nuciear. Nfi soluc ión recnológica;:1
a ni3ntos similares. Fl concclmiento que los
científicos tiene n de 1a tecnoiogia
a ,-,.s a-rla en la, experi mentación es
rn¡-icho más confiabie que e 1 que tienen
sobre

ra el objeto de estudic cie sus experimentos'


de1 ciclotrón' por ejempic '
a Mucha de 1a te.rrotogi"'ui'en las insralaciones
lue iilerahnente colrsi"-'lda*!*or-iu gt"i"
ciel la-bcra-iorio' Esto t'.i:t1t-:1]i
r¡ ,"*r, O*,. cie 1a investiga"ciál de frcntera' El cieutífico hace cosas que nunca
t a_ni3s se había.n heci-lo v qu. ,.q,.,i.r.n
de muchc eq,-ripi: que
""
.it"r:li o:tli::
!a ,-r-r. ni*.
gt. equipo no pucie comprarse: tiene.que elaborarse ex proieso -Úsa s5
y.los expenos en electrónica
- ia razón de que lcs .,,,u'iu-Á' ?t las náq':inas
de las i,stalaciones Cel ciclotión' Eviden-
- seaÍI parte de1 personal pJt*'"t*t
AJgunas cosas pueden
) iernente, no todo r. .ortit"il. "n e1 lugar.mismc'
a cornpiarse a 1os pro,etdá'"'' citntliico-s'
ampliiicadcres, son manufacturadas ' Otras
Algunut de esas cosas' como los
se construyen rná-s o menos a
) pocos pueden dudar de que Ia operación
a
ra
mano, una a la r'.r. Er, .,:uiqi-titt t'"to'
de esios instrllmentos es de sobra conocida'
Por lo tanto' aqr:í no estamos
rerílotamente parecido a la
tratando con "hipótesis" sobre ningún asunto
I¡ escala c1e ios nroclelos que se están sornetiendc
a'- prueba'

ira-caso en cuaÍto a obtener un


- hiatura.irienie, r1o puede deciucirse que e1
I.
l7c LA Ex.pLicACióN »¡ i-a ciENClA

resuitado experinenial espeiadc no se deba jar-aás al n-i al funcionamienlo del


equipo. Po¡ cierlo, tai:s falias son de 1o nás común. Sia embargo, pued"n
Cescubrirse poi mei:os bien establecidos, aunque incluso tai proceso no sea
siei:rpre senciilo. Entre ]as anécdotas que se cuentan en la instalación ciel
cicloirón, hay una sobre una ocasión en que tcdo el equil--e de investigadoies
pasó todo un turno (de ocho hoias) buscandc la fuente posible cie da'tos
aberrantes, sóio para clescubrirse que se debÍa a que se había fundido la luz
piloto de un amplificarlor. Alguien había conectado por error ia luz pilotc en
selie con uno de los componentes en funcionamiento.

La tecnologíct como cbnoóimieiito incorporado

A pesar del problema de Duherrr-Quine, varios ii1ósofos de 1a ciencia reciente-


rnente han defenclido la importancia del "conocimierlto p¡evio" en la ciencia
(Boyd 1981; Shapere 19E4). Esre argumento, aunque perlinente, ha sido
menospreciacio. Pero en esle caso la tendencja es a pesar en el conoci¡niento
pre.,'io e,'lclusivamen¡e en té¡minos teóricos corno las hipóresis previa, 'iite
conliruradas: es clecir, como canocimiento proposicronal. Est a suposiciórt ,üasa
por aJto la importancia de la tecnolcgía en la investigación científica. Al menos
parte del conocimiento previo puede concebi¡se mejor ccmo concci¡nie -[o
incarporadc. Está incorporado en la ttcnología que se usa al lleva¡ a cabo ics
erperi:nentos.
Ei ciclotrón por ejemplc. f¡e diseñado con el fin de usaric paia aceJcr i.'
protones (entre orras cosas). ast pr-Les, pileCe pensaisa que el ciiseñc incoipoia
algo de nuestro conocimiento sobre los protones, como su carga y su rnasa
Cuando se construyeron los primeros ciciotrones en e1 decenio de 1930, a naciie
se le ocurría la posibilidad de producir haces de protones de espín polarizaCo.
Nuestro actual ccnociniento de cómo produci¡ esos haces se ha incorporado
al Ciseño de 1os ciclotrones ¡nodernos y 1a instrumentación que los acompaña.

La tecnologia y el progreso cienttfico

Los escritos de I(uhn se centraron en el problema de si existe algo como el


progreso en la ciencia y, de se así, cómo reconocerlo. En e1 debate subsecuente,
sus comentadores, LunCan por ejemplo (1977), ha supuesto poi lo generai que
el problerna debe atacarse desde el punto de vista de 1a teoría o de los programas
de investigación.
Ahora rne parece bastante lácil, en efecto, calacterizar varias dimensiones
Ce ios programas teoréticos. Por ejemplo, nuestros modelcs se van haciendo
171
) EL RE_{Lis¡,'Í.-r EN EL LABO'r¡'TO3.1O

)
) neu!'os asoectos dei rnr-rndo De
nás detalla,lcs conforrne varnos riescubriendo pcr nuestros
sisiemas ce la realicla'd cubiertc
;;;;ii".-r, crece ei campc de lcstecnología empleacia' e1 labcratc¡io' en tanio
rrodelos. Fero si pensaiios en 1a
ceracLer\zat tina dinelsiÓn tcte !-
conocimienio incorporado, nos permite
mente dilerente del piogreso cientíiicc '
teóri'cas de las partícuias' l'os
Alguna vez el protón t"t"'o t-'tt" las más
reaji<ia'c1 de un objero asi' Ahi-'ra
ei
cientíiicos tenían serias d;;Jt";;t la oiras
tt;" Jomesticado v'uncido al equipo que se usa para invesligar
;;;;;;;;. de ctiscare del núc1eo'
paitículas y estructuras: q"ítt, tf"<lrr es,v 11 1t-o-d^eto a los instrumentos Ce
queda incorporaclo
AsÍ, parte de lo que "p"tllf t*o''f'-oy
un progreso in¡egable de una índole
investiga.ción cie maÍiana' Esc constituye
rnr-ry diie renie e imPor:anie'
a
..-'
)
)
)
)
t
)
t
)
)
a ó. E:- cRiT ¿r,RlG CiE I'iTítrícc
)
)
) FcRi'?iA reestringiCa de reaiisrio' el
EN pÁciNAS ANTERIORES DESCRIBí LII'{A y no
es conóeptualmente cohelente
) realismo constructivo que, según afi¡mé, que esi:e mcCeio
) .r..1" ..tbvialnenle f^ftil- ¡" ttg*io ttté de cj-e;i-tostrar
"i de pÍotones y neutroíles
)
",
realista encaja en ull caso cientííico central' ei uso
Esta d'iiiosiración soslayó todos
) cornc calas en 1a iísica,,,a1* experinenial'
de probar que las hipóresis
los aigu,,nerrtos filosó¡cos áeé1, gr. tiatan
) tengan sentiCo no tien¿n iustilicación
realistamente inierpreiadas, ""t *u"áo
) p"ri¡i.. ioi¿i-s a-celiltg en ¡tte capítuo' exa¡rinaré va¡ios de esos 3'r-
'ttismo
) gurnellics' :: dii::ente' i'lo iccios io:;
) il ,¡t'ii:lii-,ai piobieni qii:r aicra lcs ccli-¡ill'tr €

) mocieiosteóricosqueloscje¡..lilcc¡acep!aIaci.i¡aitr¿nieCrjrllr]ai)ioxi.¡.ad:r.
experi'rel-,1a1 existeiite '
) *anr" .o.r.aros esia¡¿in inccrpot aios a ia tecnoicgía teóricc: licgan a gczu
rlol:e i¡:
) Esio suscita el problena Ct có"]c 'slcs c¡rl-tt
nal¡'rra'iisia en consci:ari-
aa a,,rapru.iOn ielera.' Lo desea-bl* es uiia' =:<pliaciÓn
)
ciac.onelpensamientoaclualcielascisrrci¡-scognosciii.ias.prcblema quedaiá ba'j; c1
) Dentro cj.e 1as ciencias cognoscitivas' nuesiio
- encabezado general ¿.r.'itt'i"o átl hombre'
Y' ciertarnente' parte de 1a invesri-
gr.i¿. ." t"áo al c.iterio c;ii-'o*¡" será' peitinente a
É nuestros
"b]:lil:l::,'^"
enloque a- un caso especiai
ra, embargo, descle el prin.ipio *t gusiaiía limita¡.el
!¡ P'sí pues' nuestro tema no es e1
de crit;rio; a saber: t,. táÁ'- i"'¿'cisiones'
) criterio cientiiico ." g""tta, lt to*u de decisiones cientíiica-s'l
'i"o
L.
-, QUE TCMADECISIo¡IES
I-cs cier.liíl'tcos covío GENTE
a
-
La principal razón que terrgc para restrilgir ei
enfoque d-ei criteiio a" Ia tcma
aa: desarrollado cie conceptos
á. á..irion., es que existe Jn ion.!,-,.nto suÉarnen¡e
), Pa¡atratar ciel crite¡io
y principics paiu prrrru, uttou átiu to*u ¿t Cecisiones-
!: en geaeral no existen .";;;* comparablerne:rte bien desa¡roilados' Sin
a. emba::go, aunque fu -"vot1o de los estudiantes
cle ciencia' y aun Ios his-
l.: toriadcresysocióicgosLu¡tu,tto'latura-iiCaddequeloscieniificos"eligen"
, ,deciden,, que cieito rnodelc es constituyen
coirecic, ios f,riósofos
É: una teoría á
I.'
ti73l
-l
Fó.
iJ.l LA E)(PI iC}.CIÓN I¡ I-¿ CIENCIA

casi e1único grupo q'ne se iiaya


tomaic ¿ri seric la id"-a de aplicar los ccnceplcs
a1 itt'óintno oe 1a elección
de teorías en 1a ciencia'
de ia teoría Ce 1a-s C"cisiones I

,,.Po¡ ,-lué ocuire esto ?


teolía de ia decisión se centran er lc t
La mayo¡ parre Ce lcs escri"os sobre
de 1as d:"]tio"t:'
que explícitamente se liama'"ecría ''nc¡rnaiiva" :^:l-1"^:11t: i

pertilerrtes son p3.ite ce1 prcgra-a. g-ene;a-1 de caÍa.ct el izaclon y


ios texros
\-a rezót de cltie se enioque
jr:stificación de un n-rodelc dz elecció;t rdcicntl ' CJ
en e1 desarrollc histórico d¿ ia tec¡ía
de ias
este aspecto se ha de tnto"t"'
de los ji"egos' Ta1 teoria íue originalnente
parte Y
Cecisiones a partir Ce la teoría
y ros econoi.istas, como 10s fiiósoios,
traciicional- :g
de la econcmía matemática,
inenis se i'ian preocupacio to¡"
toclc d e 1cs agentes racio¡i:'ies '2
los
5.

por ctro 1ac1o, cualquierá cuando me.os ,a póJiSilidad de usar
'".o'ro." gente d'e carne y
teóiicos pzr:a clescribir las decisio¡es que torra Ia ü
mcdelos
irr-ieso. Este enfoque ot"ipti"o'
y fiiósofos,
si bien ha sido relativamente descuiriado
cc.stituye justamente ei tipo de fecurso que
pcr
fn
narre
-^r-,-
de eco.romistas
PUu. t ^ "...i,
r!L ,,tilirl¡tl ., .i.*,C'i" empírico cie la ciencia' ya sea
'ni,t".ir,1or.,, iilóscios, soció1ogos o cientílicos co gnoscltlvos.
que 1o realicen
L
-
qr-le toma
en los cienlíiicos como gente
Una vez qu. to''"t"'utiá' u itn"'
cie que el científlco iipico ion:a
dia¡iarne nte H
-
decisiones ca'ernos t" i^ t"iLt'
tipo' Desde esta persp3ttiva' 1a decisión
de tt
Ccceiias de decisiones de todo
amente.represeniativo de cierta'i::t'9t]
trr
oceptcrun n-rodeio como
mundo habrá d¿ ser un aco¡rtecimiento
aprc;rimad
insóiito' Sin embargo' como este trpo
objeto de una gran
?
e
de decisión es tan lmportante
t"Ot'
en 1a ciencia, y como ha sirio
iá' t't'-t¿iuttt"s de 1a '¡ida cientílica' en
éi con- g
atención por parte Ot
centraremos ahora nuestro interés' '^.r-^i"iÁ¡ Fqt¡ decisiÓn
d
p"d;;;;ttt"i¿tt oiro tipo de declsión Esta rlecisión es e:
éa
Sin embargo,
"o
la d.e b¿lsca,- un tipo ¿t rnoO"tlo"'
óbuiu*t"tt' ia búsqueda es una cosa para los
persiguen
d
4
ailt"l;* para 1os expe i-imentalistas ' Lcs teóricosformai Los
reóricos y otra
'nuy
una lamilia de ¡noCelos ;á**t
la elabcración de su estructu¡a
mediante e1 diseño y la ejecución
de ex-
d
trT
experirnentalis,u' ¡'"tu"'*oáeios
perimenlos er,caminaCcs a p"¡ut ''u 'pticabiiidrad
a los fenónerros Cel mundo '

decisión de acepl'ar o rechazar ":t"5:'


d
tJ
Si bien es tal vez n"rás t"irii;;;;la con tocrc,
ra de buscar,,n ano¿.r. ,ro
áeja.r. scr a-lgo relativaroen're raro. €J
constiiuye un acontecirrriento
t-tttil
muy irnportanle en la vicia de cuaiquier
cien-
d
€r
con la teoría de decisiones'
a los lectcres no familiarizaclos
ut.t.,u,
empezaré con urra t*po'itiO"
ele¡nental de ia estructura básica
de los modelos
de estos modelos se introciucirá
d
CI
de decisión sim pl"' 'tu"¡n'li"i"¡A"deseada par-
solo más adelante trat?'remos de idenÍiJiccr casos
cuandc sea riecesado
tomas ct tl;tt;;;;; que podrían ajustarse a eslos inocelos'
ticuiares ce

í
a
a,
)',
):
)',,
), EL CRiTERiO CIEIiTIFICO 175

tfi
ai },I1oopi-os DE DECISIo}'I BASiCoS
.l La may.lría Ce las explicaciones de ia tcma de decisiones, ya sÉan descripiivas
)',
o normaiivas, comparien un núcleo común: un modelo de ia estructura de las
)', decisiones. Si bien es extrao¡dinarianienie sirnple, el modelo es rie gran utiii-
)i )^s
); El modelo básico costa de :urt agente y urt u-niverso . Se supone que el agente
): es capaz de diversas accícnes, incluida la de elegir entre posi'oies curscs de
a, acción llamado s opcion es. P ara que s e dé una decisi ón no trivial, el agente deb e
), iener a su disposición cuando menos dos opciones riiferentes. No habiendo
a, opciones, nc habrá decisiones que tomar.
Conforme a este modelo de toma de decisiones, ei universc es como 1o
)
conocemos. Y 1o que ocurre al ageirte depende de cómc es ei universo. Para
a, que la dccisión tenga alguna importancis. se suponi que 1o que ocurre a1 agente
) depende también de qué opción elija éste. Si el resultaCo de la eiección es el
a l-,-LisrrLo ind:p:rr ciiente rnente de 1o qua haga el agertr, el p;:cbieina de clecisión
a nui\ i :i.inLe rc)ulia tlivi¡-1.
hdemás, el incdelo presupone que el a-genle no es omnisciente. En r.,a-rlicuiar,
)
a el ageriie no coiioce la ccndición actual del niundo. Sin el-rbargc, ei modeio
supoiie que el:rgente puede especificar cuanlo menos dos ccrrdicicnes posibles
)
dcl rnunrio. Así, aunque el agente desconozca e;r ciué i,:onCición se encuerLira
) actuai¡nente el uni.,,erso, sí sabe de varios esiados en que éste puecie esrar.
) Es¡e modelo sinple de torna- de decisicnes impcne imp.lriantis restriccicnes
) ta-nto al conjunto de opciones disponibles para el agente como a los posibles
a
)
estados del universo. ¡\mbos conjuntos deben forn,.rlarse C.e suerte que sean a
nn tiempo exclt.tsivos y exhattsíitos. Fs decir, el modelo supone que el agente
aa está encargado de elegir una y sólo una de 1as opciones. l¿iás aún, cualquiera
) que sea la opción elegida, el agent.-, termina en uno y sólo uno de los esiados
) asignados ciel universo.
a La estructura del tipo más simple cle ciecisicnes no triviales permitido por
este mocielo puede verse en 1a matriz de la figura 6. i. Esla estructura aciara la
aa
a
a {J EST,ADC.J PCSiBLES

) C

a o
I
s1 s2

a ¡,t \ t
a E
q
il
1

)
a RE§ULT.¿"ECS

a Figura 6.1 Esrrucíura básica de una decisiói.r.


a
tj| LA E;{-DLICACIÓN DE LA Ciai'lclA

es una ciiaria
noción del resultado .je elegir una cpciÓn par-ticu1ar. un res¡-rltaclo
opció:r específica en un
cpción-estado. Es decir, ccnsiste en haber eie-qidc una
la
uiiu:rso ca¡acterizaCo po.jrro de ics estacics posibles. D¿ esia. rnant¡a,
cr,ecisión representada en una Í,aLrtz &e cos
pcr ios tiene cuatro po:ibi:s
posibles estados t¡nd¡á
resultados. En general, ltna decisión con zzl opclones ;r 'a
¡n x n resuite.clos Pcsibles '

La Junción de los ';'tlcres en lo io¡na de decisto¡'tes

El esquelelo del modelo represelitadc en ia figura 6' i es


de aplicabilidad inuy
lo ta'nto la teoría
lir¡itaCa si no se le agrega.l .o*po"tlrit de Ios valc¡es' Po¡
r"*;; que aJ tomar d..iriont' ios agentes lo hacen procurartdo satisiacer sus
de valor
p,opic. inrrr...r, objetivos o valcres' En este rrodeio' el coinpcnerte
valores
i..rpra,u como tina evaluació¡ ;elaiiva oe\os resultodos' Estc es' los iel
iel ágente no se asignan ciirecta¡nente a las opcicnes o a ios estadcs una
elegiCo
uniu.rsc, sino a ciiadas acciól-esi¿''1o' Lti que s(- \'aiora es haber
c pcióa pariicular en rln e st ai o definido
del universo Por Io que tcca ai agente '
.i uni.á resultadc que i;i,pona es obtener el vaior asociado a un lesukadc
particular.
' La evaluación de resuitados puede adoptar '¿arias fon'as difere;lts l-'r r ra
lcrirrasinrpleeSunoicenamieliojerárquicolinea.i.EscieciL,e¡.r.érnintsrr,ás
técnicos,queiajerarqtrizaciónescerracaytransitiva'ElcierresigniÍicaque
clue si ei resuiiacio
todo resuitarlo esta jerarcluiza oc ' La iransiiivi'Cad significa
ma-voi
.A tiene una jerarquía
-C,
mayor o igua'1 que el resuitado B' y B uila;eiarquía
o iguul q,l. .nion..r,4 debe tener una jerarquía rcayoi o igr'iai que C' {Jna
elirninaría la posibilidad de
fo,"na lü.romente más restrictiva de evaluación
jerarquiJaciones parejas o igua-les; esto es' requeriría que todo resultado
'-
tuviera una ierarquía di ferente '
noi'¡naiivo
r, irrt...rurte arfvertir que rri siquiera la teoría ce decisiones tan
có-o debe evaiuai ei agente lcs resultados especíliccs. I¡fás bien,
"stu.bl... 1ineal a 1a evalua-
sóio impone limitaciones generales, ccmo el order-'amiento
Así pues' incluso la teoría
ción reiativa que el agentJ hace cie los resuhados' l
norrnar"il'adedecisionesbásicameirteciaporscrita'iosiosprcpiosvaioresii
agente.

Exiensiones tiel r¡tcCelc básico

E'imoceiodetomadedecisioneshastaaquípresenladoestárelativanente
exentOciecontroversia,aunqueiesuliagre'retn"nieinccmpiet'C'Porejemplo'
?
a
.
a
) EL cRtrERio ciENTiFlco rlT
),
a
; no piovee ninguna estructura para incorporar infor¡nación nueva del tipo
que

; poáría resultar de los experimentos. Sin ernbargo, si hemos de completar el


? modelo tendremos que internarnos en un terreno de disputas '
A continuación presentaré una exterrsión del modélo básico qr,re actual-
;
a
)
mente goza de popularidad entre los ñiósofos y los teóricos de 1a decisión: el
modelo bayesiano de inferencia y toma de decisiones (Jeffrey, 1965, 1983;
Rosenkrantz 1977; Winkler 1912). En seguida consideraié si la explicación
) bayesiana pociria dar adecuadamente cuenta de cómo los cientÍficos eligen sus
) .nád.lor. lyli corrclusión será que no puede hacerlo, a juzgar por las sólidas
) raz ones empíricas que nos brindan 10s experimentos '
)
)
) Los irto»¡Los DE DECISIÓN BAYESIANoS
)
Los mcclelos bayesiancs pueden desa¡rcllarse como ertensión natural dei
)
a
)
mc¡ielo de decisión básico represenrado en ia figura 6.1. Estcs rrodelos pos-
tr,,lan una eslructura considerabl¿nrente enriquecida de las plel"erencias cie 1a
gen-Le en cDalto a Ios diversos resultadcs. En partic,-riar, se riice que la esiruciura
) áe pi.eferencia bayesiana de la gentc es coherente. Esto es, el agente ba.yesiano
) Se cleiine ComC un agente Con una estructula de prefereacia cOherente. La
) r]aiuraieza de tales estructuras de preferencla cohetentes pOr Io general se
a
a
caracleriza de manera axiomática. En este caso procederé informalroente.3
Entre los requisitos aparentemente inocuos está que el ordenamiento de
?
É
preferencias que hace el agente bayesiano para los resultados posibles, sea
trdnsitivo. sin embaigo, incluso esre requisito al parecer tan razonable suele
,. violarse en la vida cotidiana, como en el conocido juego de niños ''tij eras, papel
y piedra": las tijeras cortan el papel, el papel envuelve la piedra, pero Ia piedra
¡
rompe las t ij eras.
Los requisitos que acaban realizando e1 grueso del trabajo dependen de la
idea de una ntezcla probobilistico cie resultados. Esta consiste en una especie
de lotería en que el agente elige entre un ¡esuhado de probabilidad p y otro
resultado cle probabilidad 1-p. Así, en iugar de enfrentarse a dos resultados
definicios, el agente tiene, por así decirlo, un boleto para una lotería cuyos
premics, cie probabilida des p y l-p, son los resultados asignados'
* Imaginemos un agente frente a tres resultados pcsibles nurnerados, en orden
descenclente de valor, | , 2 y 3 . uno de los axiomas fundamentaies del modelo
- bayesiano dicta que para cierta proj:abilidad es'Lrictamente entre cero y uno el
a
-
l¡.
agente preferirá 1a mezcia probabilística de los resultados 1 y 3 a 1a certidumbre
del resultado 2 en sí rn-isino. Este no constituye un requisito trivia-l. En verdad,
ya desde los tiempos de Pa.scal se han ciiscutido ve'::.iones de este requisito

f.
-

a
(Iiacking 1975).
-
a
ii| LA E.;i,--LiCACIÓ'"i DE i A CiEl'iCiA á
que e1
paia. poner de naiiiiestc el sigdficadc ie esie ax-ioma, supongsmas É
resuiiados son {1) ulla
ag.lte es una perscna ¡orinai corio usted y que ics t'es A
ernpañada tan sóio por
y
uiou iu.gu y ril*C"bir; (2) r:na viCa larga saiud'ab1e
úlce¡as; (3) una vida H
c.ad
t1;;;;.; pádeciniento crónico co¡ cie¡ia rendencia a lasdirecta ciel a-rion', a que
iorc;.orl ur, ¿olo¡ coniinuc i,niserabie. conse-cueacia
;;;;;;;.;t que e;<iste cierta prcbabiiidad iníerior a la unidad de que tsted
p..f"r"-i, mezcla picbabiiístiia de 1 y 3 a Ia ceriidurnbie dea 2' ¿Será éste su
;;;;t ¿,'j" preferirL usted la seguridad del padecimiento leve la prcbabiliclad
vida proiongada V mi-se;
a
7
finita, sin ii-nportar que tan pt-óxi-o a cero de una
rable? ¿Por c1ué arriesgarse á sul¡ir algo terribie
irá
tan sólo pcr la probabiiidad
i-po", cuán próxima a la unidad) de oblener una ligera mejoria de
ia a
7
propiá-óndición? /
'-- p". postulai'r una est'uctura tan
i"¿, entcnces, los teóricos bayesianos
.onlpi.ñ.n cierto sentido tan contraria a la intuición' pa¡a las
pieferencias a
deiagenie?Porquelacompiejida.desnecesariaparaalcanzallasol'.-rció¡.rde
deseacla cle lo que gener.l*tntt tt tonsidera
como el problerna fundament¡l a
-

la iecría de decisiones. El problema es encontrar


una función matemática que 7
..0..t.." 1a opción ra'c ioi al nelrte prelerida sólo en en función de 1a estructura
cuestión representen 1a
a
cle preierencias del agente Ei que 1os
axiornas
luoción clesea'Ja es asunto de estricta comprob.aciórr
Un teorerna intuitivo es que Ias trreferencias clel
maternática'
agente en cuanlo a ios
a
-

función de utilidad que posre 1as dos TI


resultados pueden ,.pr.r."tut" por una
propie,lades siguieates: primera,^ia utilidad del
agente respecto del resultado 1 !l
y cuando el agente preftera 1 a2' a
es rnayor que la del ,es'ltudo 2 siempre
Segunda, si el agente es incliferente a la
elección entre el resullado 2 y una-
la utilidad asignada a 2 es ig'rai
a
a
mezcla prob a.bilística' daCa át f v : ' enlonces
es dscir p veces la utilidad de I más 1 -p
a la suma de las utiiidades de 1 y 3'
-
veces la uiilidad Ce 2.
Otro teorema prueba que las actitudes bayesianas del agente
1 ^^:^ ,^
hacia lcs E
pueden representarse mediante una función -
,"J;i;;;ri;t áel
'niu"rscse interpreta Iuego como representación de lcs q!
ir"iluiurri.r. Esta función
grados d.e creenciadel agente en la reálidac
de Ios diversos estados posibies del t
universo.
y una función dt p.l99u'
I
Dada una función de utilidad para los resultadcs -
podemos definir la utilidad
bilidad para ios posibles estadoi del universo ' asignada -
esperada por el agente cie cualquier opción Esta es 1a suma
"tpttio asociados con esa opción' siendo las asig- q!
de 1as utilidades de los resui''ados
-
;;;;i^t probabiliclades asociadas a Ios estados co;respondientes'
Finalmente, se sigue *ui.*a,i.o*.nte
que el agente bayesiano preferirá ia T
En otras palabras la eleccióir -
opción que tenga ia mavor ut;ii¿acl esperáda q!
ser la opción que maximiza su utilidad
ra-ciona.l de un agente ¡^Vt'i*o resulta
psperaCa. Operacionalmtnit ' poat'tot imaginar
que el agente fija sus preie- t
t_i
i-
aa
-.
-
-
-
- EL C,t]TERIO CIENTiFiCO I1g
É
) rencias de una manera coheienle, calcula la utiiidad esperada de cada cpción
É usandc su utiliCad derivada y funciones probabilísticas, y iuegc eiige la op-
) ción de maycr utilidad espeiada.
- Ei que po.ja.;::os rescl'¡er niateináticanente el problema fundamenta.i cie
) decisión de una ma era tan interesa-rte 1r podercsa explica mucha de la
a fascinación que las estmcturas de -r;¡eferencia coherentes ejercen sobre los
matemá'iicos, los economistas y ios fiiósofos a-lalíticos. Aun asÍ, tarde o
I tempiano nos enfientaremos a1 p¡oblema de si taies ¡nocielcs se aplican a la
)
a gente de veiCacl, corno a Ios científicos de ca¡ne y hueso.

)
) El papel de la inforincición nueva
)
) tsIasta aho¡a nc hay naCa en el mcdelo fundamental de la tcna de decisioires,
ni en su variante ba,vesiana, o,.: : r:qui:ra que el a gcr te sea cie ¡.itíiicc, ni siquiera
)
a {l,t: !--. l¡i SOIi-, i;:.lividt,:. irOi:¡. Sei i¡.uil..icnle uil.qrl-liiJ, a,CaSO tOCC un
c.-.iijp.J .1e ra ci:ncia. Pe ro s;aiitos algo r:tás espe cíficos e irrie i!f itcncs il egri,.ie
) rlclr-ro :-l:i 1;:arl-,¡e Ce ciencia, cigr.inos u¡l iísico nuciear exp;dirental.
) Sup,.:nga-mos, acie¡:rás, que nuestro hoilibre cie cierrcie l3la consirlerandc dcs
) mcCe1os.1;ieieltrs y bien oeíir:idos de cierio proceso nuclear. IJiro de ellos es
) i:;i niodrlo "itorriai", S, ;, ci ctlc ut-: iradilo "nuev,c,,, D. Las cpcicre:; que
a se Llresentan a- nilesiro hcmbie de cierrcia. prie oen entoirc¿s iar-¡pieiarse comc:

a (A) e.ccaLar ei r-r'cCelc normal como l¿ mejoi representación clel proceso, o (g)
acepta-. el r:cdelo nllevo cotno la n.jr,¡ iel re j,.tr i ación clei proceso. Los cios
- e:tados posibies del universo, entonces, scn que o bien ei moclelo nci¡¡al
- iepres.nta n-rejor el proceso actual, o que es el modelc nuevo el que rnej or ic
) reirreseilta. El probl:na cie decisión resultanie se iepresenta_ en la figura 5.2.
)
- N SE AJUSTA. D SE AJUS-IA
- ilIEJOR fu,]EJOR
- ELEGIN N
)
!-l Elali) -'
-
)
a Figura 6.2 Representación de un problema de decisión cieniÍfica al elegir entre dcs
a modelos.

a Pueds ve¡se fácil¡:iente que Ia niatriz sirnple de dos pcr dos ce ia fi¡arc.6.2
- bien podrÍa ser ins;-iiiciente paia ¡e.cr3seiiia. ia- ve¡dacera situación de decisió1.
)
) El rcod,:ic de cecisión bayesialo re:ulta-lrte supcne que nues,io hcnib¡e de
cieaci: esta¡á precispr-r:sto a eiegir urro r: ct¡o ce ios dos ¡¡rodelos aua siri ccnt¿¿
)
-
E

180 LA EXPLICACiON DE LA CIENCIA

bav esiano ebetener siernpre prefeielcias


d
co testimonio algunc El cientíiico pcsibles' Así' a rnenos
que las
coherentes respeclo at -4"' "''u*áot iguajes' el
esperadas ¿t f"' "'"¿ittttltittciones iesulten sar exaciamente
utilidad
1a opción con 1a mayor
utiiida.des
cientílico bayesiuno poa'iaiit=i' 'i*oit*tnteou'?:',-
.,;;;;;; ce reuni¡ Tlvot::
v,i.r.n,tnátt'e tona
bien poCría sosf'ener que no
Sin em'cargo, tf u"'¿Jt'o
cientíirco
ttpresenta . '-iej or ei proceso
nuciear d e F¡
decisión al gunu tn t"u"'o i tt'ál *odtto
uri'".tt"= oui-e|¡-r orósito de Los
experrnen- d
oue se trata. cit"a*t"tt'ill*¡"
tts que s: esrán Ilevando"a cabo es obtener iniormación qu3 conlrlJ '!ya
a Er
ü
tt?*:Lt":t:lloolu., Üna tercera op- ú
ratlten!9'-e'sta siruación'introduciendo las primeras dos
ción, la de suspender tf ¡'itit;;f
latiiit"it ^tivo
ioJ'íamos
a la- eleeción entre
ima ;irtar oue es[a terc('ra
opcrorl \3
:-
opciones. De hecho, et cienríiico bavesiano' Pero' ¿có;r'c
la's

riene ta mryor urilidad t'o:;t;; i:ra


,"."roii.""i?;";i;;; ;.*1I9' decisián cie ma::ra que
u'ra de .J
orueb:s nue\as se
r'nt' "l Lo hace i-
ir.s dos opciones put¿u ái"'u'á'
probabilística
Y*:''''t::'"oo?
ba1'eslano' de1 cientifico I-
'-r
mociiiicanclo Ia función
7
,a
EL teorema de BaYes
problema de decisión tan só1o
tsr
nuevos pueden alterar e1
Para ver cómo los datos probabilística de1 agente para
ligt;;;;t i; función
-
necesitamos extencler
incluir ios cliverscs .,,,0"Ji:,Ti:i;i,11ij3;:,'i,i,^;::o7y^';:;tj:;',!1f; il
-
del universo. Enronces ,":;::,""::;r;,;:;; ielación cor, e1 dato E. Esto se aJ
dei estado en que S es elmodero,^cot::''",;':;;; áet cientiflco, en que S
ilü;;; I
fi;j:":l5 ¿:: |ftli;
.",i"
¡r '111: i,".i¿. u,yesiana
ver-
i" ¡#
:..1H:tif]iit?illlil;o .o*p,.,,c. necesaiiamente la sigr-iie.te ET
teoiema reverendo Thomas Bayes: de1 *
sión del famoso
: / P(E)'

P(S/E) P(S) x P (E/S)
probabilidad
E.
u
creencia del agente' o
donde P (S) representa
ei grado inicial .de J
;;;;;;;.;,..i,.u.r,.,,.a1ífI::il**Xff :"n:,';,'::[[Xi',.",'l'i:"i¿ e
a
i!?,:^i;J,:'.X'T:tl?,','.T?;:.;;"i;;iilá"*::':l:,[?::il::'iTll;'
t i' nt tit I ü ;;;t ; ¡l
t' ¿ tl t' qú
: J ljl i;:
p, o I uui

!t..r*'r"tious
ii
del
d.d
universo
en gardo
^"
A Ia lirga'
suficienre
i
"'-11
las uttlt i:dt":::;:?Hl
para que e1 científico ba-t'esiano
sea §r
ciones porirán cambiar v a elegir comc
correcto alguno
lievado a abanao"u' iu'ulil;il',;t;;;;j;rio

t
de los modeios Propueslos '
a *--
)="

EL CRITERIO CIENTIFICO IEI

Los modelos bayesianos de información

NluchosdelensoleSiiloSóficosdelosmétodosbayesianos,comoJeffrey(1956,
1965,1985)prefierennoconsiceralaloscienrílicoscomomodeiosdeelección
al universo
en cuanto a decidir que un modelo en particular se ajusta mejor
que alguien ha decidido que
que cualquier otro. La razón de ello es que una vez
un cierto modelo es el colrecto, parecería que esa persona se víera obligada
a
considerar e1 modelo como colreclo en cualquier olra situación' Sin embargo,
esa persona sabe muy biéh que el modelo elegido
puede no ser correcto y'
ciertamente, con anterioridad le asignó una probabilidad positiva a la
even-
tualidad de qrie no Io fuera. Así, sería posible que el agente se encontrara
en
proba-
una siluación nueva en que maümizar su utilidad esperaCa usando las
bilidades originales lo llevara a una elección, mientras que aceplar simplemenle
la hipótesis como verdadeir: (asignándole en efecto la probabilidad de uno) Io

"t';:i3J.tf,, pues, se afirma que los cieniriicos, ai desempeñar su papel contc


tales, no deberían elegir mocielos sirro simplemente ásignar probabilidades a
los correspcnciientes esta,los del universo. E.stas probabilidades pueden enton-
ces ser empleadas, -va sea por los propios cientilicos o por orras personas
al
tomer decisicnes prácticas- A iales agentes los Ilamaré procesadores ba¡'e-
sianos de infcrntación.
l.lótese, sin embargo, qua el rnodelo bayesiano de procesamiento de in-
fo¡mación no se libra de s'.rponer que sus agentes tienen las preferencias
Suma-mente eslrucluradaS de Ios tomadores de decisión bayesianos.
Incluso en
el modelo de procesamiento de información los científicos toman decisiones,
y al hacerlo maximizan su utilidad esperada. Lo que los procesadores de
inlcrmación bayesianos no hacen es tomar decisiones sobre la verdad de las
hipótesis mismas.
uno podría objetar que el argumento original en contra de tornar decisiones
de
acerca de los modelos mismos presupone una conce¡ción demasiado simple
que
la relación que existe entre la ciencia pura y 1a aplicada. Bien podría ocurrir
los cientílicos, en el contexto de 1a cienciz, "pura" provisionalmente "de-
cidieran,, cuáI es el modelo correcto, pero que a1 pasar al contexto "aplicado"
resurgieran las probabilidades perlinentes y procedieran a ma-rimizar su utilidad
.rp.rudu al igual que 1o hace ei procesador de información bayesiano'
E1 que lci científicos, en cuanto tales, deban o no ser procesadores baye-
sianos de información ha sido un tema muy discutido por los filósofos de la
ciencia (Levi 1967, 1980: Kyburg I9741 Gi¿re 1976b, 1977). No necesitamos
prcseguir este debate, pues existen ya cantidad de testimonios empíricos de que
ningún modelo bayesiano se ajusta a 1os pensamientos o actos de 1os cientificos
de v.erdad. Demasiado tiempo han discutido 1os filósofos sobre cómo 1os
científicos deberían juzgar las hipótesis, ignorando flagrantemente 1a manera
132 LA EXPLICACIÓ}J DE LA CIFNCIA

pletender acoilsejai scbre có::i-io se


c.rno de hecl-ic deberia:r haceric. Al..es de
averiguar có¡nc se hace' Pcdia
deberia hacer a-igo, ltno ,'i*tto d:'bería
pie:=lsa' T¡alar de s:guir ei ccnsejc
ocurdr que se hiciera- -.;o' Jt io que uno
pa¡a el prcgreso cientiiico '
podlía de hechc ¡esuitar conlia"'iciucente

¿S oi.i Los cIENTÍr'lc os AGF'i'lrES BAYESIANoS?


por los modelos ba-yesianos empezó
El interés generalizaio contemporáneo
(19>a) cle L'J' Savage A
con 1a pubiicación rie r.uri*t¡o"t of-statistics
habían er-nPezado a investigar 1a
principios del decenio ¿t réJól"t ptitálogo'
a 1a gente'E§a investigación ha seguido
aplicación de ios modelcs ú;;;;;"t
cada vez con mayor intensidaC' La
llevándose a cabo frasta el presente'
hurna¡os no somos agentes bayesianos'
conch-rsión apabullante t' qut 1o' seres

ti: Pcke r
Et paroclignta tJe ta balso cle Jichcts

fll3 el de 1''arcl E'lwarcls y sus cciaboradci


es
El pr.imer paradigma experimentai
y Edrvards; 19,56), Los sujei"os eran
de la Unive rsidad de }rlichigan (Philiips
putá tu piueba se usaban bolsas de tela
estudiantes varones d. ht;;-ti;;;;; v
cada una con mil fi.h", d;^;;.;.
tá¡"t v azules' E1 experimenlo típico tenía
con
áe 70--10 a favor de 1as roias la otra
y
dos bolsas, una con una proiorción
l"';:;t j';-u1es' I-a bolsa se elegía arrojandc al aire '
la misma proporciól que entei'rdían
^ a 1os sujeios para asegurarse
una moneda normai ' Se examinaba
elegir una u otra bclsa' Empezaban
que había 1a misma OtoUoUitl..'ta de
ce una ficha po¡ vez y con reein-
;;;";... "muestreos" cie la boisa elegida' pa-ra 1os sujetos' lcs investigadores
plazos. Para controla¡ los i]to' ¿itpo"l¡tt'
las bolsa's' sino que les daban señales
no les permitía,, *ut""uliot 'i*i''o'
i"t' icjas oazules que representaban 1as fichas
mediante el parpadeo ¿t tYjttotiTliY
muestreadas. Después dt't;ib;'n^ pn"iót' de "cla1os"
Jo:
probabilida<i de que tuvieran 1a bolsa con mavona
;;;J;;;;rduáción de Ia
para ca'cia
cle fichas rojas distribuyenat
tCC rondanas entre dcs palitos' uno
uno de ios tipos posibles ¿. ¡otru.
Naturalrnente, ai principio ponían cincuenta
rondanas en cada Palitc' aparen-
desp-ués cie obtenei una sucesión
El resultacio típico es el siguienie: de 1os
con 8 rájas y 4 azules' las estimaciones
temente aleatoria ¿t ¿ott tit-¡u' prerioininar'
de que esiaban.nlrestreand o
sujetos en cuanto a ru p.oiuiiri¿ud usan'io
rrbi;;;;;;. o.u vb.a. La probabilidad calculada
remente 1a bots" r"j r que
de Bayes es 0'97 ' A juzgar por los inforrnes publicados ' parece
el teorema tan alta'
ninguno cie los variostitít"t át tir:ttos expresó jamás una esiimación
EL CRiTERIO CiEi\T]iiCO I8]

En la figura 6.3 se muestran los resultaCos cie un grupo de ensayos con un


sujeto típico. En ei eje horizonla.l s. tegistra la diferencia entre las fichas rojas
y las azules de la muesrra. Ei eje vertical muestra la estimación que el sujeto
hizo Ce \a razón de la probabilidad er,tre tene¡ la boisa con más fichas rojas y
tener la bclsa con más fichas azules. La lír-rea inclinada Iepresenta esta razón
calculada para un procesador de iniormación bayesiano. Es interesante adver-
tir que las estimaciores hechas pcr ei sujeto scbre la razón de probabilidad,
ta-les como las del agente bayesiano ideal, son aproximadamente lineales
respecto de la diferencia entre rojo y azu1. Só1o la pendiente es más pequeña'
Esto indica que los seres humanos son de hecho bastan*'e sistemáticos en su
comportamiento no bayesisno.
Este tipo de experimento se ha intentaCo en muchas formas con resultados
simiiiares. La conclusión que se sacó originalmente de estos experimentos no
fue que los seres h,¡ma-ncs no son agentes bayesianos, sino que son sistemá-
ticarnenri c o:tst ¡-vad.ores en el empito que hai:en de los daros para revisar sus
jlLir:ios cie probabiliCad inici¿¡-1. Es ciecir, ea c,itnireiaci(in c:n ei a;icnte b:,''e-

95/05

'rJ
pa: €0/10
_o

-c
o e5/ t5
o-
o
-o
E0/20

C
,c
N 7-¡l30
rf 65/35
60/40
55/45

? 1 2 3 4 5 6 7 I I 10 11 12

40/60
35/65
3AnA

Figura 1. Estimaciones cia un solo sujeto p¿ra p de 0.7, expresadas en razones


de probabiliciad logai'ítrnica infericja en Íunción oe la diferencia entre el número
i cie a:ie¡-tos y el nú,.nero Ce eirc;'es en i-t ñ:Jesira.

Figura 6.3 Respu:sta.s de u¡ solc sujeto a rnuestras aleatorias de una pobiación


binomiai co¡ rna ¡azón 70-30 Ce é-liio-fracaso. Tonlaia ie Edwaids
(i958')
134 LA EXPLICACIÓN DE Lé^ CIENCI.A'

que ios
siano ideal, el ser humano no revisa sus juicios en Ia rnedida en
justilicarÍaniosdaros.sinembargo,investigadoresnrásrecienteshansaca.io
una conclusión más radica-l: " ln su evaiuación de lcs datos ' el hcmbre ai
parecer no es un conservador bayesiano: nc es bayesianc en lo absoiuto"
1Kuhn.*un, SIovic 1'Tversky 1932, 4ó)'

Violoción de la reglo de conjunciÓn

Edwards (1968) refería que é1 y sus colegas pensaban en un


principio que habría
de ser bastante difÍcil demostrar los casos en que no hubiera
adecuación con el
modelobayesiano.Lesscrprendióencontrar_unadivergenciatáñ-liaray
tan
sisleirática respecto del modelo bayesiano en un contexto relativametrte
simple como el de muest¡ear fichas de poker sacándolas de ula
bclsa Sin
del mode-
embargo, se han demostrado ya desviacio¡'ies considerables respecto
lobayesianoirrclusoenlosjuiciosmássimplesposiblessobrelasprobabili- É-
s.
dades de aco ntecinlient os compuestos-
Kahneman y Tversky' presintaron el siguiente problema a mu1'diversos
sujetos entre 1os cuales había /) estudiantes de licenciatura
sin conocimientos
y versados
de estadistica; 2) estudianles de posgraCo rte psicología educación
enestadística;y3)estudianlescleposgradomuyavanzadosenestadística'del
programa de ciencia cle la decisión de la Escuela de Comercio de Stanford
(Kahneman, Slovic -v Tversky 1982, 90-96):

obtuvo
Linda tiene 3 I años de edad, es soitera, extrovertida y muy briilante'
su licenciatura en filosofía. Cuando era estudiante estaba
muy preocupada
por la discriminación y la justicia social y participaba en las manifestaciones
antinucleares.
probabilidad'
Jerarquice los siguientes enunciados de acuerdo con su
asignando 1 ai más probable y E al menos probable '
a) Linda es maestra de primaria' (5 '2)
á) Linda trabaja en una librería y toma clases de
yoga' (3 '3)
.j Lit a, es activista de1 movimiento feminista' (2' 1)
(3' 1)
d) Linda es trabajadora social psiquiátrica'
.j Linau es miembro de 1a Liga Ce Mujeres Sufragistas' (5'4)
/) Linda es empleada de banco' (5'2)
g) Linda es vendedora de seguros' (6'4)
feminista. (,1.1)
7i lin¿o., empleada de banio y acrivista del movirniento
jerarquía media asignada a las
Los números entre paréntesis represenlan 1a

respuesras de todos Ios sujelcs


EL CRITERIO CIENTÍFICO I85

c1e clue la probabili-


Uno podría pensar que todos debe¡ían darse cuenta'
juntos no puede ser mayor que la
CaC de iue dos aconiecimientos ocurran
es consecuencia irunediata de
de cuaiquiera que ocuira sc1o. Y, naturalmente'
iosaxioma-sdelaprobabilidadqueparadosacontecimientoscualesquiera',4
y fJ,

P@aB: P(A)xP(B/A) - P(B)xP(A/B)'


no puede ser
Así pues, 1a probabilidad de ia conjunción matemáticameniá
mayor que 1a probabiiidad de cualquier conjunto solo'
conjunlo "LinCa
Sin embargo, la punluación promed'io de1 acontecimiento
es empleada cle ba,nco y activisia del movimiento
feminista" asignada por los
de uno Ce sus componentes'
sujetos de esle esrtlCio es a todas luces ma-vor que 1a
de los sujetos
"Lincla es empleaCa de banco". Además, por Io menos 859b
j uzgaron el acoatecimiento coinp'.:esto coITlo ná's
probable que uno cie sus
no li'-l'co ciilersnci¿rs
conrponentes. Y, io que tal l'ez restllca nlás sorpiendeirte'
j
l'ie Si as 'jt 1o s t::s gru p os cic s r e tos '
esta-d ísiicamente sigirifi caiiv as entre las resp
y esiadística
Ni siquiera haber tomado cursos a"'anzados de probabilidad
pareció impcrtar en este experirnento'
Consiste
liahneman y Tversk)'tienen una erpiicaciórL para e stos resul:acios
en quc el haccr e:ie ripo Ce juicio' ia gente se eLicne
a un: "hcutístila dt
rep resentatividad' ' . Es decir, elios
juzgan la probabilidad Ce las posibles
juzgan a la
situacione; presentada.s en función de qué tan repiesentativa
Y los
persona descrita en reiación con la clase de personas represeniadas'
juicio de
juicios de representatividad ticnen una estructura diferente que los
de una
probabilidaC. En particular, agregar más pormenores a Ia descripción
de situaciones
iituación posible puede hacerla mrís representativa de una clase
e mencs proba'
aun cuando Ios pormencres agregados l'uelvan necesariament
b1e la situación d.ada.
grupo de sujetos
Esta explicación fue puesta a prueba pidiéndole a un
no experimentados que jeiarquizaran ias ocho situaciones
''conlorme al gra'do
Las jerarqui-
en que Linda parezca ser un miembro típico de tal ciase" '
jerarquizaciones de proba-
,a.io.r.s promedio resultaron casi idénticas a 1as
i
¡
I bilidad.
Este es sólo unc de los numeloscs experiinentos de este
tipo' La violación
F 1
I
de 1a regla de conjunción, cualquiera que sea su
explicación está bien corn-
7 !
!
I probada. Lc: seres humanos no somos naturalmente 'procesadores bayesiar-ios
áe información. l.{i siquiera una fami1ia¡idad considc¡a-ble con
1cs modelos
?
I
- l
ji plobabilísticaspeleCeseigensralÍleflteS..-rficientepirasup:rarlosmecanjsil.los

3
-
i
!
I
naturales ciel juicio, cualesquiera que estos pueC'an ser'
1Eó L¿\ EXPLICACIÓ¡i C¡ I-¿ C1ENCTA :

E! diag;tósilco médlco
que cperan en su propic
Pod¡ía ssperarse que ios científicos expeiimeniaclcs inexperlos o
sean i;:'ej cre s bayesianos que 1cs sujeics
"ar¡ro iees¡ecialidadpr.putuAát a quienes. se les presentan ejempios Ce todos
¡

inciusc que ios sujetos


nc es acertada' En ttn
los días. Sin embargo, t't^ "potitiót' 4. g*t?tt de Harvard' a 20 estudia:ites
*,,p.t,*.n,o realizado .n iá Esco"la de ldedicina I

decuarioaño,2cresidentesy2)asistentesmécicos,selespiciórespcnderalo t

;;il,. ;;;tr.ristus ce cárredor (casscells v Cols' 1978' 999):


cuya pt'evalencia es 1/i000 tiene 5%
Si una prueba pe.ra detecil"i una' enferrne':rJ
de que una perscna con resuliado positivo
de faJso positivo, cual es la probabilidad
que usted no sabe nada de los síntomas
tenga realmente fu
"trt'*!á^á 'uponiendo
o signos de la P;rsona'

a dar su pro'oia respuesta


Antes de seguir adelante, se invita al leclor (alrededor
s implemente a. tu ,igri.rri.
torrna: elevacla (más del 7 5 %); mediana
,Je1 50%), baja (menos del 25%)'
Hubo respuestu, .,-t,,t ói;S
ti y 99To ' Casi 1a miiad Q1 / 60) respondió que
por ci3nto. La r.,puttto proá-aio fue.5ó
pcr ciento' Só1o once de ios 60
el 95
parricipantes t'i'áiun''tt' tres residentes y cualro asistentes de mécii-
-cuatro I La respuesta se basa en la
co- clieron la respuesta c-orr*o O'¿ es ¡2 por ciento
qu. Io, .*ptti*entadtres parecen haber dado por sentada de que
suposiciór'r,
es decir' que invariaLiemente
;;;;;.;" ti.n" ,.,n ínciice ialso negativá delacero'
¡rferrnedad. Bajo este supresto la
rjetecra a Ia persona q,r. *I.áliaua tenga
de1 teorema de Ea-ves '
..»r.r,u.or,.cta csta dada nlediante la sirnple aplicaciÓn

i! =, 1000

I
PRUEBA DE
DiAGi']ÓSTiCO

50
¿\ q
I

POSiTIVO NEGATIVO

por
prueba diagnóstica con falsos positivos de cinco
Figura 6.4 F'epresentación de una
cre nt o.

que resulta mas


representa una explica'ción de la situación
-!e
En la figura 6.4 se
separa
-

a.J;;;;;.át.u1o atgtb'nico' La prueba de diagnósrico en realidad


-
--
)
)
a
) EL CRI fEiIO CIENTIFICO I87
a
a a la población en Cos giupos, los de respuesta positiva y los de respuesta
) negativa. En virtuC de que hay un 5 por ciento de falsos positivos, se espera
t que 50 de cada 1000 miembros de la población que no pacezcan la enfermedad
) acabarán en el grupo positivo. Los ciros 950 acabarán en e1 grupo negativo'
) Si se supone que no existen faisos negativos, la única'persona con la enfer-
) medad termina;á en el grupo positivc' Por Io tanto, la prueba desempeña una
) importante función diagnósiica. Antes de ia prueba, la prcbabilidad de sacar
) a una persona enferma por elección af aza¡ era tan sólo de 1,/1000. Después de
) la selección, todc 1o que se necesita es muestrear el grupo positivo. Entonces, la
) prcbabilidad cle encontrar una persona enlerma pol muestreo aleato¡io es de
\ / 50. La prueba cle discriminación aumentó nuestras probabilidades de des-
)
cubrir a una persona enferma,'por un facto¡ de veinte. Este es un gran
) incremento, aunque no tanto como lo cree la mayoría de la gente.
) Este experimento se cita por lo general como ej e;nplc de 1a ra tLrrai iendencia
) hu¡-n:.na- a pasar- por alto la ¡'reciiencio bc:e al j'-:,zgai p rob abilidacies. En este
) caso, ¿_1 consicerat-si una persona con resultaCc posirivo riene la enfermedad,
) uno tiende a pasaf por a1t¡ la irrlormación cie que, pa.ra enlllezar, só1o ia padece
) una persona Ce cada rril. ;ri hecho de que es¡a fr¿cuencia base sea rel¡-iivamente
) pequeña, ccinparada con la prcporción de 1,/20 c1e ialsos positivos con'-luce a
) un. tr: I ir.c-;ó1'. b't,,!¿ntc¡tit crróite".
)
)
La.fa!acia de la frecuencia base
)
É En el experimento mejor conocido de los que :.-3mli3sirai1 el olvido de las
a
t) frecuencias base, realizado primeramenie poi Kahleman y Tversky et 1912 y
repeiido desde e¡tonces muchas veces por estos y otros alltores, se pusc a los
) sujetos el siguiente problema (I(ahnernan, Slovic y Tversky 19E2, 156-57):
É
Un taxi resultó in.¡olucraCo en un accidente de colisión y fuga dura-nte la
- noche. En ia ciudad operan dos compañjas de taxis, la Verde y la Azul.
É
a Usted dispcne dt 1a siguiente información:

a
á
a) 8590 de Ios ta-xis de la cinda-d son verdes y i59o azules-
b) Lin testigo identificó el taxi como azui. El t¡ibuna.l puso a prueba 1a
confiabilidad de1 testigo bajo las mismas circunsta¡rcias que imperaban 1a
F ncche Cel accidente y concluyó que el testigo identiñcaba correctarnente
¡. uno de ios dos coiores el 80% de 1as veces y fallaba el20Vo.
a
É
ca,cia
¿Cuál es la probabilidad de que e1 taxi involucrado en el accidente ha,va
sicio azul y r:o .rercie?
a
a En la rna-yor paiie de los experiroeltcs con va¡i;-cicnes scb¡e esie tema, la
t
I88 LA EXPLICACIÓ}.I DE L-{ CIENCIA

respuesta que 5e da más a menuco es 30 po¡ ci3ilto, que cori:;i:roilds ¿l


1a confiabiliCad del testigo. La respuesta promedio es apl:oxirnarjrinente ia
rnisma. I-a respuesta "correcia", calculada medialte el teoiena de Bayes con
prob abilidades iniciales iguales para un accidente ccn cualquier taxi, es cle 0.4i .
La credibiliciad dei testigo es cornpensa.ia por la baja frecuencia base d.e taxis
azules. l.lc obstante, el sujeto típico pasa por a-lto ia l¡ecuencia base y emiie su t
juicio únicamente con base en ia información reiativa al testigo. Él
En tina va¡iación muy interesante sobre el experirnento anterior, en lugar l-
cle las condiciones de (a) se da la siguiente información: Er
(a') Aunque la dos compairia.s son aprorimadamente iguales en tamaño, en
tE
85 por ciento de los acciclentes de taxi inlervienen los de la compañía Yerde
y en i5 por ciento los de la compañía Azul. Fa
Fsia iormulación contiene exactamente la misma información de f¡ecuencia i¡t,a
base que la versión antet'ior. Sin embargo, las respuestas al problema varían
mucho, y por lo general deja de pasarse por alto la irecttencia de ba-se. La FÉ
respLrcsia promedio se da alrededor del 60 por ciento, que resu l¡ a ser interme dia -e,,
-
enlre la respuesia correcta y 1a confiabilidad del testigo. 1-
La inlerpretación más común de este último resultado es que las perscna:;
están más dispuestas a usar la frecuencia base si ésta puede ajustarse a un
esquemo causal. En este caso el esquema obvio no es más que la vaga idea de
que hay algo en los taxis verdes o en sus conductores que ocasiona que tengan
il
,-
más accidentes que los azules.
ili-
Los esqueinas causeles ú
--
En una amplia gai-na de experin-i'-'.ltos se ha verificar-io la importancia de 1os .ú
esquemas causales para el razonamiento de Ia vida diaria. l"{uchas de estas
investigaciorres ss centran no en el razonamiento estadístico, sino en el lenó-
tt
meno más general de la atribución causal, particularmente a agentes humanos
(Nisbert y R.oss 19E0). Aquí nos cenlraremos en un ejemplo cientíñco.
ñf
=

El siguiente problema (entre otros) se presentó a 165 estudiantes regulares


de la Universidad de Oregon:
t=
-

¿Cuá1 de los siguientes acontecimientos es más probable?
--
(a) Que una muchacha tenga ios ojos azules si su madre tiene ojos azules.
(b) Que la madre tenga ojos azules si su hija tiene ojos azuies.
=fi
(c) Ninguno de 1os dos. Ambos son iguaimente probables. Ei
il
-
ül
4
EL CRITERiO CiENTÍFICO 1Ii9

dieron la respuesta "correcla"' que


Algo mencs de la mitad de los sujetos
que respondieron de olra
., qr!lo áo, son igualmente probatles' Frrtre- los
forma,fuerontresvecesmásquieneseiigieronlarespuestacorresPondiente^a
yTversky 1982'
e hija (I(ahirernan, Slovic
la cirección causal normal: de Áadre '
1 1B-20).
se distingue eI
En 1a interpretación normal de este tipo de expeiimento
del razonamiento diognóstico (de
razonamiento causa! (de tu"u u efecto)
naturalmente más cónoda con e1
efecto a causa). La,.ntt'O*ttt 'otittt
Aun cuando la infor-
razonarniento causal y o,ot'ñ" ¡"u mayor.confianza'1os sujetos prefieren e1
mación transmitida r.u f *]r*á "r-, u-¡L
direcciones
"
razonamiento causal al diagnóslico ' consideran únlca-
Los modelos de informfción bayesianos' naturalmente
mente la información transmitida
y, de tal suerte' pasan por alto la diferencia
Por lo tanto, he aquí un aspecto
entre e.l razonamiento causal y e1 diagnóstico.
ajusra a1 modelo bayesiano de
rnuy importante en que el ser humano no se
información

Los cientí-ficos no sotl agentes bayesiancs

ie un agente ba;'esiano'
Ei típico hornbre de ciencia rnoderno no es abienairle
estimaciones de Ias proba-
Los lísicos nucieares por ejemplo, nunca pr-rblican con ot¡as'
¡iii¿o¿., de que una hipóteiis sea verdadera en comparación
obligado de las revistas
ir*po." es áste tan sólo el resultado del estilo como bayesianos' ni siquiera
científicas. Los científlcos nucleares no hablan
ensusmomentosinlormales.Quienesrrsandescriplivamentelosmodelos
de hecho "bayesianos
Ulv*iuno, habrán ¿" ^tir*at qitt los cientílicos son y de la metodoloSía
intuitivos" independiente-t"t"'tf t 1os que puedan
decir
pretensión de que los científicos
á. q* r.un partidarios. Es precisamenie Ia arriba
t"" U.yesianos int-t-titiuot lo que refuian los estudios empíricos
"pli"t
descritos.
Unama.neradenegalestalefutaciónesinsistirenquelossujetosestudiacos
de- ia totalidad de los científicos '
en estos experimenios .ro ,o,'
"pttttntaiivos
ccnducta muy difícil de mantener' En muchos
li*"*t*áo, .r, ., u.," lít"a de Con una prepaiación científic'a
ce estos experimentos r'u,l i.,re.,.ni¿o sujetos
considerable en el uso de
muy completa, incluso mucttos con expeiencia
qué Ios,físicos, geó1ogos y.b.ió1ogos
métodcs d-e probabilidad y estadística. ¿Por
habríandeserdiferentes?Ciertamente,laeducaciónenlascienciasfísicaspor
muestreo estadís-
i" g....¡ n o iomprende."r.o, ¿" estadística, inferencia niparezca haber sido
ticos. Así pues, aunque ningunc cie estos experimentos
como suj?tos, no hay r'.:ón
realizacic ccrt cientílicos pialticantes de la física
manera muy d'ifererrte'
para sospecha, q'u. ..tor l. habrían desempeñado de
i9C LA E;<PLiCACIO¡.I DE LA CIENCiA

Adviértase q'"ie esto no equivaie a negaÍ que los físicos entienCan la teoija ¡

de la prcbabilidad y ia usen ei.-lciert_eÍrente. Los físicos nr-rcleaies, por e.jenpic, I


son r-xüy ciuchos en cua¡rto a ieaiiza¡ cá-lculós probabilísticos en el contexto de
i
la mecánica esirdísiica o de la iec:ía cuántica. Lo que se discute nc es más que
e1 que empleen el narcc prcbabiiÍstico ai organizar sus propios juicios conce¡-
J
nienies a les ciive,sas hipótesis teóricas clue intervienen en su investigación. T os
irechos, aquí, nos dicen que no lo hacen así. H
Un buen nú;iie¡o cie auto¡es recientes han t¡ataio de reconstruir casos I
hislóricos conforme a ios iinearnientos bayesianos @oiiiiig 1972; Rosenkraniz
1977, i980; Florvson y Franklin 1985; Franklin 1936). Y tales esfuerzcs se
encaminaban al parecer a expücar por qué los científicos hacían las elecr:icnes
que hacían. A la luz de 1a invesiigación anterior, dichas pretensiones o bien
están equivocadas o no vienea a cilento. Los científicos, en cuantc a hechcs
Fr
t-
empíricos, no son agentes bayesianos. Las reconstrucciones de episodios cienti
ficos reales confonne a lineamientos bayesianos, en el mejor cie los casos F

Cemuestran que un agente bayesiano habda llegado a conclusiones similares a
las alcanzadas en efecto por los científicos de carne y hueso. Alguna Ce esas
reconstruqciones no da explicación alg,-rna cle lo que reairnente aconteciii. Por
eso necesitarncs otro tipo de explicación.
tr
=

F
-
U
Los iv;opplos sATisFACCioNISThs
-
Rechaza¡ la e;<plicación bai'esiana cle Ia tecría de la elección no signitica Y
-
abandona¡ toda explicación .eórica de ia decisión acerca de córno Ics científicos I
eligen uno u otro modelo. Significa simplemenle que tendremos que emplear
El
aiguna forma descriptivamente más adecuada de llenar el modelo de decisión
J
básico desan"ollado con antericridad. Un buen candidato de empleo mejor fue
U
desarrollado hace cua¡enta arlos por Herbert A. Simon en el contexto de la
administ¡ación de empresas (Simon 1945, 1957, 1979, 1983; March y Simol JÉJ
1ri 8).
ri
La racion alidad Iimitada
rr
.J
Simon comenzó por ccnsiderar itn moCelo Ce agente idealmente ¡acicnai ccmc
?
U
el usado en la economía clásica. Tal ágente es idealmente racioíIal en dos
senticlos. Primero, conoce todas las opciones que fÍsicamente (o incluso lógica-
menle) se le presenian, y conoce todos los estados físicamente (o inciuso
lógicamente) posibles del universc que pueden ser pertinentes a su decisión.
Segundc, como el agenle bayesiano tiene una estructura de preierencias cohe-
EL CRITERIO CIENTIFICO I91

rerie, por 10 tanto, es c3.paz de calcuia¡ ia utilidad esperada de cada cpción y,


pcr ende, de determinar 1a opción con la márima utilidad esperada' El agente
racional de la econo¡nía clásica es a1güen que maximiia.
La estrategia que simon usó para eniender las crganizaciones huma,na.s fue
observa¡ cómo estruciuian ias decisiones de los individuos dentro de Ia oiga-
nización. Con todo, los requisitos que se imponen a1 "hombre económico" le
parecieron d.emasiado graves. E1 "hombre adrninist¡ativo" nc puede ser
to+,almente racicnal ccino lo requerirían ios modelos económicos recibidos.
Para entender a-1 hombre adininistrativo, simon desarrolló un modelo de
agente admnistrativo que opera bajo condicicnes de io que él dio en liamar
racionaliclad lirr.]itadq. su racionalidad está ljij.ritada justamente en los aspecros
que caracterizan a los agentes econóinicos racionales.
En primer lugar los agentes aciministrativos operan con un conjunto muy
restringido de opciones y estados posibles del universo.
De una manera general tales son las opciones y estados clue presenta la
sitr-ración in¡'rediata de los agentes. En segundo, ir:s agentes adn-r inistra¡ivos
rara \.eZ SOn CapaceS.le COeSiruir uitr- eStIUCtura cOherente rie preierenCiaS para
1os resultados posi'cles de su,s p:. cblemas de decisión. Ec general, taapoco son
capaces de calcular la utilidad esperada para cada resultado. Puedi:r-t, sin
eirrbargo, distinguir entre ios resultaCcs " satisf¿-clorios " y los qtie no Io son'
En ciertos casos pueden jerarquizai' tcdos los resultados. Rara i'ez pueden
clefinir una función de utilidad cardinni sobre los ¡esultados.
En resumidas cuentas, a dife¡encia de los agenles económicos clásicl-';, los
agentes administra,tivos están sujetos a limitaciones en sus capacidades para
reunir, almacenal y procesar información concerniente a Su contexto in-
mediato de toma de decisiones. Por lo lanlo, no pueden ser rrra-ximizado res.
Entol.rces, ¿cómo prreden tomar decisicnes los agentes racionalmente li¡iiita-
d,os? Pueden ha.cerlo pci cuanto que son sal§-accionistas.

El satisfo.ccionísmo

Supongamos que un aginte ha clásificado todos lcs resultados de un problema


de decisión yii sea como " satis iactorios " o no satisfa'ctorios. Por Io tanlo
resuita sencillo investigar las opciones pa-ra ver si alguna tiene un resultado
satisfactorio para cualquier estado posible del universo. A toda opción así se
la ciesigna como opción satisfactoiia. Si existe exaciamente una opción de tal
tipo, e1 agente limitadamente racional la e1ige. Sin embargo, no hay gaiantía de
que ringuna opción sea sitisfactoria, o de que no haya más de una- opción
s atisfactoria. En t a.l virt,-rd, sigue siendo incornpieto el mocelo de un s atisfactcr.

P zrz eopezar por e1 casc más iácil, ¿qué ccr:rre si existe más de una opción
satisfactoria? Pues'bien. si toCa,s y cada uria de las opciones son satisiac-
i92 LA EXPLICACIÓN DE LA CIENCI.{

q'¡e eiija' iguainente


torias, no será importante paia el ageaie cuá sea ia
prirnera Ce la
podría elegir mediante cualquier néiodo, conc el de tornar Ia
tista. O bie. aquéiia cuya descriición sea ri.iá,s breve. ?ara
que l;i elección sea
en e1 probierr'a de
menos arbitraria se requiere n:ás inio¡;i:ación de entrada
ciecisión.
Supongamos, pries, que el agerite e' czpzz de
proporcionar una estricta
jerarquización tle todcs los resuitados posibies. Entonces ios ¡esuitados satis-
jerarquía Cada o por encima
iactoiios pueden delinirse como aquellos con una
psicológica de "nivei de
de ella. Esta jerarquia, por analogía con la noción
esta esrmctuia
aspiración", recibe el ncmbre de nivel de satis¡occión' Con
adiciona,lalproblema,laestrategiamássimpleparaeliminaropcionessatis-
factorias superfluas es que el agenie eleve su ñilel de satisfacción
hasta
que todas las opciones, salvo una, hayan sido desca¡tadas co¡io
i'rsatisfac-
torias'Elordenamientojerárquicoestrictodelosr¿sultadosessuliciente
satislactoria'
para garantizar que ss enconlrará una opción singularmente
Ertu ri*pi.
estrategia concuerda el haliazgo psicológico de que el honbre
':on
tiendea.l.uu.rr,raspiracioi:''''l''mprequeresultafácilsalisfacersusdeseos
r.-u.rIe;.
t
En tal caso el
Entonces, ¿qué ocurre si no exisien op:iones sstisfactorias?
agente tiene varias saiidas posibles ' Una de ellas es
simplemente reciucir su ni'¡el
desatisfacciónhastaquealgunaopciónsevuelvesatisiactoria.Fsiaestrategix
el agente pueda jerar-
tarde o temprano ha cie tener éxito, siempre y cuando
con el haliazgo psicológico
cluizar rigurosamente los resultados. Y concue¡da
aspiraciones cuando nos
áe que los indivicuos tendernos a disminuir nuestras
---p;;",difícil satisfacer nuestros deseos ' disminuir su nivel de satisfacción?
resulta
¿lrré o.r... si el agente no
dásea
En este caso, puede proceder a buscar nuevas opciones '
Al ampliar su conjunto
hasta entonces pasada por
de opciones, el agente puede descubrir una opción
esta estrategia no necesa-
,1to qu., en efecto, resulta satisfactoia' No obstante
riamentetendráéxito-sielagentehadehacerunaelección'puedeserquetenga
que disminuir su nivel de satisfacción'
Finalnienteelagentepuedebuscarnuevainforma-ciónsobrelasposibies
relaciones entre las op.iont', los estados
y 1os resukados' Tal vez pueda
por 1o demás' no ocurrirán'
descubrir que algunos resultados, insa¡is factorios
suma'mente improbables Este
son lísicamente imposibles o cuando menos
proceso bien puede servir para convertir una opción
insatisiactoria en una

"-";;;;;;t;,
satisfactoria.
de satisfac-
podría decirse muclio más acerca de ias estrategias
apreciarse mejor en el contexto
ción, p-ero 1as elaboraciones ulteriores podrán
icos '
más concreto de la elección de modelos científ
a
)
)
)
a
)
a EL CRITERIC CIENTÍFICO )9J

)
a los seres hunanos?
a ¿Somos sat isiaccio nistas

) Como herrros visto, exislen amplias pruebas experimentaies de


que las per-
a sonas, incluso ias versadas en ciencia, en general no son
agentes bayesianos'
) que sean satis faccionislas? Por desgracia' no'
¿Existen pruebas similares de del
) Éste p.obiema simplemente no ha sido sometido a pruebas experimentales
) tipoemplea<loconelmodelobayesiano,Loseconomistasnorealizanestetipo
con los
) ¿e inveitigación y los psicólogos no se han frimiliarizado lo suficiente
Natu-
) r-Lodelos satis faccionist as como para que les preocupe su aplicabilidad'
concluyentes
) ralrnente, esto quiere decir también que no existen testiinorúos
no signiiica
) contra la aplicabilidad de los modelos de satisfacción; pero eslo
un gran aiivio.a
) ñl principal uso de los nr,;delos de salisiacción, a cargo de Simon 1' sus
) colabcra.c'iores, se ha daclo.en la in"'estigación en lorno a la solución de
) prc'olenras en el sei' humano §ervell 1' Sin-ron 1972) Un buerr ejemplo rit esie
y
) iipo cie investigación es el estudio CeI jr-rego de ajedrez en novalos expertos'
a sair, c,;ando el fin de ia partida está ya muy cercar el número de con-
estruclura
) tinuaciones posibles en ajedrez es tan grande que impide expicrar la
más potenles'
) ¿irbórea compleia aun cuaudo se ciispcnga Ce ias ccnlputadora-s
a Por supuesto, los verciaderos jugadcres de ajedrez no investigan toda la
a estrlrctllra arbórea de combinaciones posibles hasla encontrar la
jugada ópti-
na. En carabio, segúrl Simon, estudian sólo unas cuantas jLrgadas (cr''edo
- Ia jugada
a nrucho diez). Su investigación generalmenie no termina al encontrar
a óptinra,sinositnplementecuanCoCescubretlunmo'¡imientosatisfoctorio'La
jrigada será satislactoria no después de estudiar exhaustivamente sus posibles
rl
a .onr..r.n.ias,sinctraslaaplicacióndereglasheurísticasdededo'ymediante
el auxilio del recuerdo de pártictas similares que ya se han
jlrgado Una de las
r¡ principales diferencias entre los novatos y 1os expertos es sencillamente
que
ra^ estos liene,r un archivo mucho mayor de partidas dei cual echar
¡¡iano'
ajedre-
Las pruebas de qr-re esle es e1 modelo correcto del comportamiento.
a
-
sístico ion de diversas clases. úna de eiias consiste en entrevisl'as
delcquelosjugadores..piensanenvozalta,,.orraeslasimulaciónpor
y testimonios

a
- .o*putadora. Este úitimo método consiste enelaborar programas-de compu-
programa
a
j
tadora usando principios satisfaccionistas y poniendo en marcha el
para r/er si puede simular el corrportamiento ajedresístico de un
jugador' En

a u*bc, crso¡ el testimonio es alentador, aunque probablerrlente no sea con-


a cluyente.
Porlotanto,nopodemosconcluirsinpiementequeicscicntííicossean
a decir, que se compoñen ccnforne a modelos de satisfac-
satis faccionista_s (es
a ción) a partir de que 1a genle en generai 1o sea. El casc de los cientílicos habrá
J: de co nsiCeiarse pcr separadri.
194 LA EXPLicACIÓx oe le cIENCIA

La recicnalitj,td !imiteda y las eciividedes cognoscttivas naturo.ies

Toca vez que a Simon le preocupa lz racion:llidac, bien que limitada,


pcdía t

pensarse que su modelo no es adecuado para::ingún enfoque "natura.lista" a


ia elección de mod-relos en la ciencia.'Sin embaigo, eslo de ninguna maneia es
así. Simon rrsó el término "raclcnalidad" al elaborar su
teoía. porque ernpezó
fl
con rnodelos económicos tradicionales qrle definen a 1os ag:ntes
sin embargo, su manera cie entender la racion¿.]idad no tiene ninguna
racionaies'
de las I j
EI
connotacionescategóricasúltimasqueseh:'iyanenlosusosfilosóñcosdel
concepto. Para Simon, el comportamiento racional no es
más que conducta
cliri¿:,' I hacia la obtención de metas particulares' Mientras 1ás 9f19¡ente
se.a
tU
un c-c,inportamiento en cuanto a lograr las metas del agente'
más racional será'
tid
Enres,.midascuen¡aS,aSimonleinteresasimplementelaracionalidad..con.
dicional,, o ,,instrumental". Nada se pierde si abandonamos el término
"ra-
f
y
cionalidad,, así como iodas sus connotaciones indeseables hablamos
sirrrple-
t
mente de actos del hombre dirigidos a 1a consecución
de metas específicas. Esto
no es más que ttn tipo de actividad natural cognoscitiva'
7
il
E,xiste, en efecto, un marcado p;Lralelo entre el
proyecto de Simor-r y el de
por haber
este capíiulo. Simon fue oriliado a su concepción de satisfacción
encont;ado que Ios moclelos económicos normales de la decisión
racionai
de decisiones por pañe
simplemente no se apllcaban a 1os casos reales Ce toraa
Yo he tenido
de los administradores y otras personas que toman decisiones'
en parte
que considerar las ventajas del enfoque de la satislacción al menos
de la elección racional de teorias,
;;;ñ algunas explicaciones prominentes
qu. ron muy semejantes a los modelos económicos estándares de la raciona-
de teorias por parte
lidaa, no paiecen aplicarse al verdadero proceso de elección
que funciona el modelo de
de los cientificos. EI asunto es 1a propiedad con
Simon en el contexto científicc '

Los ctpxripicos coMo SATISFACCioNISTAS


sus agentes como
Readaptemos ahora el modelo de Simon, inlerprelando
de elegir entie varios
clentificos, por ejemplo los físicos nucleares, que tratan
atórnicos con espín
modelos de un tipo de sistema nalural, digamos núcleos
que exist'en solamente cios
intrínseco cero. Igual que antes, supondremos
i'estándar" , S, y otro " nuevo" D ' Daré por supuesta ia
modelos así, uno ' -1) que
int..p..tu.ián realista cle los estados posibles del universo. Eslos son:
(en ciertos aspectos y grados)
los sistemas reales de que se trata son similares
(en cierlos aspectos y grados) al
al modelo estándar, o 2) que son semejantes
como: a) con-
mcdelo nuevo. Interpretaiemos respectivamente las opciones
EL CRITERIO CIENTíFICO I95

ciuir que e1 modelo estándar es más semejante al universo, o ó) concluir que el


modelo nuevo es más semejante al universo. La mattiz resultanle de dos por
dos es 1a que,va se mostró en 1a figura 6.2.

Valores e int ereses

ljna consecuencia inmediata y muy imporlante de pensar Sobre la elección de


moclelos teóricos en el marco teórico de las decisiones es que desde el principio
es clara la necesidad de habérselas con valores o intereses. Un modeio teórico
cle decisión requiere justamenle que exista un juicio de valor asignado a los
resukados de la marriz de decisión. Así pues, no hay duda sobre si los valores
intervienen en la elección de los mocielos científicos; ni siquiera 1a hay en cuanto
a córno lo hacen: en todo caso deben asignarse a los resultados de 1a matriz cle
clecisiones. El único problema colsiste en qizá r'alores se empleen'
Cuanclo hablamos acerca cle decisiones pci p?'ñe de Ios científicos, los
valores que lntervienen serán aqnellos del cientíñco qu. torne la ciecisión. Pcr o
ciertamente no todos ios valores scn i ndi csi ncrásicos. Viuchos son adquiridos
a través de procesos de aculiuración y pro iesio nalización '
si st obs¿rvan los resuitacos de la figura 6.2, se verá que existen dos posib,lcs
resul¡aCos q'.13 corresponden aproximailamen: e a la decisiÓn "correcta" ' Estos
son, poi un lado aceptar el modelo estándar si se ajusta al uni''erso )', por el
otro, a.cepiaÍ el modelo rival sies éste el que se ajusta. Los otros dcs resullacios
represtntan "errores"; haber aceptado un modelo como adecuado cuando en
realidad es el otro el que mejor se ajusta.
Los filósofos que han concebido la aceptación de hipótesis en función de la
teoría de decisiones, han introducido la noción de valor epistémico o cieniíiico
(Hempel 1960; Levi 1967, 1980)- Sinembargo, no han llegado a mayor acuerdo
sobre qué sean los valores epistémicos, salvo por la verdad. Los científicos,
según se dice, valoran la verdad por sobre el error-
Prefiero hablar de la semejanza ent¡e el modelo y el uni.uerso que soble la
verdad de los enunciados, pero en este caso la intención es la misma' Y,
ciertamente, mi formulación del problema de decisión hace difícil imaginar
córno científico alguno podría preferir cualquiera da los errores a cualquiera
de los ¡esultados correclos. "Con mi país, aunque esté equivocado" es una
frase de virtud patriótióa. Pero "con mi modelo, aunqr-le se equivoque" no
puede ser una fra::: de virtud científica. Ningún científico aceptaría un mcdelo
poi ser claramente una representación mejor de ciertos aspectos de1 univ,,rso,
ad.optando, no obstante a-1 olro, modelo como mejor representación de esos
n-iismos aspectos. Si aceptamos que Ia ciencia es una acilvidad rep¡eSent acionai
aI menos nos comprcme¡e¡ncs hasla esle grado en el sendero de i, evaluación
de resultados en los problernas de decisión.
i96 L,A EJ(PLICACJÓI{ DE LA CiE}iCiA

Al me¡os que introduzcamos otros r.aiores de ciefto tipo, nos qi-:s¡12¡¡¡n¡,


con el modelo del buscador desinreresado de la',,erdad atrapado pcr las noriras
merto¡ianas. un cientíiico así','alo¡aria los resultados correctos nás que lcs a¿
erroies, pero sería indiíerente a la eiección enrre dos ¡esultados coirectos (7 d
sup,Jestainente también lo sería puesto a eiegir entre dos erro:. es).
Los scciólogos de la ciencia a úitimas fechas concuercan por io general en
.J
g
que el científico mertoniano desinteresado es un mito. pero,
¿qué signiiica esto }r
por Io que respecta a nuestra r,a'"riz? signiiica que los cientílicos no'alora-n 5f
igualmenie las dos decisiones correctas ni perciben ccn la mis¡na ansieriad lcs
dos errores. Es decir, que el científico preierirá normalmenie que se accpte un
rJ
g
modelo en lugar de otro y temerá más cometer un tipo cie error que otro. Esto
ouiere riecir que los cientíiicos deben tener oiros intereses aclernás de su interés
rr
iI
por esrar en lo cierto.
Los filósofos han perseguido tradicionalmente estos vaio¡es aciicionales U
entre virtuCes cientÍiicas tales co¡no ia senciilez, la precisión y la amplia iY
aplicabilidad. Incluso Kuhn (1977, cap. l3) ha conferido última¡nen¡e a esias
','irt,des rina lunción importanre, bien qr:r no determine. en la elección de
teorías. Los sociólogos de ahora atier-rcien a intereses profesionales.v otros más
tr
-
ú
amplios. La pericia y el prestigio prolesional ,lei cienríiico pueden ir en'ueltos
en un tipo de modelo. igualmente los científicos pueden preferir un tipo de -
ü
modelo sobre otro a causa de que encaje rne.ior en sus compromisos sociares o tl
mera lisico s más genelales.
.

una de las elecciones generales más impcrtantes de ra reciente in.¡esti


a
iY
gación sobre el juicio del hombre (Nisbett Ross 1930) es que las personas

a
-v
distinguen muy pcbremente enire .los diversos iac¡o¡es que influyen en su -
juicio. como los cientificos tienen obviamente tanto intereses profesicnales
.l
cor¡o sociales, cualquier modelo de tcma de decisiones científicas que restrin-
t
giera la consideración a algún conjunto supuesto cle "valores cientificos,,
tendría poca oportunidad de ajustarse a los actos de los vercladeros cien- taf
tificos. Y no es que se deban pasar por alto las supuestas virtudes "cientíli-
cas". Simplemente deben ocupar su l.;gar junto a otros tipos de valc¡es o in_ J-f
tereses.
lmpugnar los intentos de segregar supuestcs valores científicos respecto cie t
otros tipos de intereses está en gran consonancia con ál espÍritu de ios modelos
-
ce satisfacción en la toma de decisiones. Así como nuestro r-nodelo de toma cle
-
decisiones científicas no puede hacer exigencias descabeliadas a la capaciclarj q
de los cienlÍñcos para reunir y asimilar información, tampoco puede hacer a
exigencias ciescabelladas a la capacidaci de los cisntíficos para disringuir 1as
ri
infl,encias de todos los iistinros valores e intereses que ind,ciablemenre
influyen incluso en Ias clecisiones cienrífrcas,,más puras,,.
I
iT
-
¡ l
I
a
Fr
t
)
a FL C R.ITEiT.IO CIENTii:1CO I97
{
a
) Ei cienttfico cle nten te ntínimamente abierttt
a, considera al cien-
ü. .Liasta aquÍ, nuestlo rnodelo de toma decisicnes científicas
por io demás
ü tífi.o qr. ru1ora más los resultados correctos que 10s errcies' pero
a .¡ ii¡r. a. asignar cualquier jerarquía o medida a los resultados de
decisión. Sin
la matriz de
embargo, esta libertad no es congruente con las estrategias
) de satisfacción. Aplicai una estra,tegia da satislacción impone
ia restricción
adicional de que los ¡esultados que representan decisiones correctas
ü sean
* isfectorios
consideiados iotr,,o satisfactorios, erttanto que se consideran insot
ai ios que iepresentan declsiones incorrectas '
.i,i Esta no es una restricción tril'ial. Podemos imaginar a un científico -cuya
carrera y habilidades esté tan ligadas a un cierto mcdelo
que rechazarlo haría

)i
,i)i
imposibie que continuaia ejerciendo su proiesión' Un científico
pcáría consiCerar que,tingrin resultado relacionado con la aceplación
así bien
del
es aceptar
modelo rival puede ssr sarisiacrorio. Ei único resulta¿o satisfaciorio
ei modelo favorito. Esto podría retratar el caso de famosos
"reacios" ccmo
): riespr'rés Ce que la
Piiestllr, qtiienes sig'-iier-on acepianclc s"l ailliguo nucilo
)l r,ra¡.'oría ie sus cciegas io h:Lbian abanj'o;l:.'do'
)'
)i S SE AJUSTA D SE AJUSTA
)i ¡/1Ei O¡l l'. iI:.J !-r r I

) ELEG]R S Satisfaciorio I'lo satisf actoric


) !
ELEGIR D lrjo salisf acior-ic Satislactorio
)
a
a
{
..men¡e abierta,, que elige
Figura 6.5 Probiema de decisión de r-rn satis|accionisra de
I entre dcs modelos
-
)I
cie ¡tten-
) l.Jo consideremos irracionales a estos cientíiicos sino sirnplemente
a tctlidad cerreclo. Lo que ocurre es que no puede tolerar qr-te su modelo
sea impugnado.
preferido
Por el contrario, e1 cientíiicc rie menie minimamente abierta
- seráaquelquecuandomenosconsidereComc..satisiactorios',ambosresul.
- tados correcios. Esto no quiere decir que vaiore por igual ambos resultados
desin-
- correctos. El cieniífico de mente abierta no necesita ser absoluiamente
teresaCo. Si suponem.os una escala cardinal para los resultacios' el
científico de
a
-
mente abierta asignará un valor relativo mucho mayor a- uno de los
dos
a resultaCos correctos, psro no obstante coilsiderará el otro resultado
comc
a
l
,,satisfactoiic,,. En la figura 6.5 se muestiz- la matriz de decisión resultante
ccrresponCiente a Lln satisfaccionista de irrente abierta
5
)
como está, 1a matriz de decisión ce la figura 6-5 nc iiene cpción satisiacioria.
- El. resuiiado de car-'ia opción es insatisfacto ¡io. i-:cucir el nivei de satisfacción,
-j
198 L.\ E,{PLiC¡\'CiÓ¡I DE LA CiENCIA

i
evidrinteriente,nceslascitición'Cciltcdo'Duedenbt'scarsecir¡'asopcioles'
introi'r-rciendo
Y, .ir.tu*.nt., 1a sit,.ración pcdría remediarse-superiiciai¡nente
Ia opción adicional de sust'ender e1
julcio' El modeio resui¡ante Ce tc¡na' de I
l

ci¿cisiones bien po'Jría refrejar ciertos contexlos


cieniíficos' pero evidente-
siempre puei:n suspender
rrrerr: no puede áplicarse a toCos ' Los cieniíiicos no
de otia'
.i ¡ri.i", o ¿. fo conl¡ario nunca se preferiría una teoría respeclo i

ñ...ritrn o. un modelo cie decisiól cieiltíiica que al mencs ncs


pein-iita elegir :

U
- opciones esenciales.
enire para el que
¡

d
iu.rtrr,.gia que quecla para enirentar un problema cie decisión
no existe opciÓn saiislactoria es la de buscar información
nueva' Ésta es eviden- L¡
fJ
ternente una estrategia pertinente en el contexto
científico ' EI problema es deter-
qué tipo de datos se req'rieren y de qué manera modilican
e1 problema cie U
minar
ciecisión haclendo de Ia eleccón de un rnodelo
una opción saiisfactoria' ri
!f
Fr
Co gi; ició rt e in t ereses I
¡f!
Las anteriores consideraciones nos mueslran
que no necesita existir conflicto
asoci¿rdas con
olt,. lo teoría cognoscitlva cie la ciencia ,v las teorías del inierésde decisiones al
!r
e
la escue 1a de Edimbr.irgo. En realidad, el
enloque de la teoría
.,tu,lio clel juicio científico nos brinda una manera de conferir
esrructura y g
d
precisiónalasexplicacionesdelosacontecimientoscientÍficosqueseapoyan
e los "intereses". De estamanera, 1o h asta aquí planteado puede consider
ars e tJ
como una forma de{eoria del interés'
han asociado con teorías
Elconflicto surge por virtud de doctrinas que se
Ia teoría'rel interés en cuanto tal'
del interés, pero que no son esencio les para
Estas doctrinas son el antirrealismo
y el relativismo' Sin embargo' no es
.*".ia para ia leo¡ía del interás que nc exista nacla como una clecisión
rep resentacio nalmente correcta,
ni que 1os cientiiicos no tengan inlerés en
al Lo esencial es que los hcmbres
acerter desde el punto de vista representacion '
y que estos desempeñen un papel
de ciencia tengan también otlos intereses
teoría cognosciti'ra de 1a
;p;;;;";. en"sus decisiones' Según entiendo' una inlereses' Si lo hiciera'
ciencia no necesita negar 1a impoitancia de estcs ctrcs
no podría ser una teoría adecuada'

Las PnuaeAS EXPERIIvIENTALES


ComoloharecalcadoFiacking(1983),laexperimentaciónnotieneunpropó-
cabo simplemente paia poner a
silo único. Algunos experimentos se llevan a
para medir algo que no se
prueba instrumentos ntlevos Otros, simplemente
a
a'
)
)
a EL CRITERiO C1ENTíFICO ]99
)
a se emprenden' al
) había medido antes. rDeio, en ocasiones, los experimentos
rivaies'
a *.n", an parle, ccn el propósito explÍcito d'e poner a pruebadelmodelos
experimento y
) é.,urrao.rto o.rrr.. ¿Cual es la relación enlre el resultado
las decisiones sob¡e la relativa adecuación de los
modelos rivales?
)
Todo arreglo experimental constituye un sislema causal' Cuand'
menos
)
ciertaspartesdelsistemadebenpresentaisealarnanipulacióndireciayfíSica
) proceso debe tener una gama
de parte de ios experlmentadores. Asimismo el
) conocida de resuitados posibies, 1a cual esté limitada
por la naluraleza fisica
Ias partes del
) á.i propio arreglo experimental. Una abstracción útil es concebir
a ;;;;;; ;". p.i.d.nt*árripularse como las entradas (o condiciones
inciaies)
co';l'o sslidas (o condiciones finales)'
a á.1 .rp.,i-.tto, y ics..rult",io,
La relación entre los modelos que se investigan y la salid'a
de1 experimento
a está dada por el hechc de que ei sistema fÍsico
que se está modelando debe ser
a una parte causalmente p..tin.n,a del arreglo experimental' Además'
para
a cualquier modelo que se investigue, los expe rinlent:ldo res deben
poder deter-
a minar qué gana de res¡.rltados ocurrirá n-rás probablemente Así.taL
modelo se
a ajusta en efecio 4.1 siste¡na que se está representando '
a Para- ser aúrr más especíiicos, continuemos cotr la s'-tposicióir
de que sóic
D' Además'
a exisien dos no,lelos en juego: uno estándar, S, 1' clro "nuevo" '
,urongroo, que, clado ei arreglo experimenlai especilicado' es muy probable
a,
..nu gÁ. de resuitadcs posibles, .RS, si el modelo estándar ('§) es aprorimada-
a o.nt-..o.r..,o. De 1a misma manera, dado el mismo arreglo experimental, una
a garna, RD, de resultadcs posibles eS muy probable si el l-l'rodeio nuel'o
(D) es
t áproilmadamente correcto. En la figura 5'6 se representa esquemáticame
nte

- este arreglo.
a SlSTElvlA DE INTERES
ta
a

ra
i
a
a ,/R
a ESULTADO

¡ RS RD
a
a INTERVALO DE RESULTADOS POSIBLES
a
a Figura 6.6 Rep¡esentación esquemática de una prueba experimental con intervalos
sistema
a espacia-dcs de resuliados posibles para dos modelos diferentes del

a de intereses.

a
2CO I-.I. EXPLICAC1ÓN DE LA CiENCiA

Si hei-ncs Ce aplicar una estrr-t.gie satis iaccicnis taprobier:ra Ce iecisión,


a-l

existe un conjultio más de ccnciciones que deben cumplirse en ei arregio


expeiimental. Si el mcdelo eslánciar (,! b¡inda el mejor ajuste, Cebe ser
sumamenle improbable que el experimento airoje resuitadcs dentro de la gama
-RD. Asimis¡rLo, si el nodelo nue','o (D) brinda el me;oi ajuste, ciebe ser muy
improbabie que el experir,.'nto arroje resultados Centro de 1a g:'ma -R'S'
La única condición r,-stanie de iir,pcrtancia es la evidente regia rie decisión
EI
suplernentaria.
ir
Si -RS es el resultado del experimento, eiíjase e1 rnodelc estándar ('t tu
Si .RD es el resultado, elíjase el n'.odelc nuevo (D). #
Y
Reconsideremos ahora el p robl erra de decisión representado en l'.: iigura 6. 5
a Ia luz Ce todas estas nuevas consicieraciones.
ir
Pri: .:ro, supongamos que el sisiemadelrrniYersoreai3seilefectoaprorli.:ra- -
damente c o rresponclie nte al ntocelo estándar. Eíltonccs es muy probable que r-
=
el experimento arroje e1 resul¡ado RS. Con apego a ia regla de ciecisión U
suplemenlaria el científico ccnclLlirá Co1rectainellie que el univel so eS aprOxi-
madarncnte igtLal al moclelo S. De olra iorrna, suportganos qlle ei sislema d¿l
F
unil,eiso real es en eiecto apro.\imadantente equivalente ai modelo nuevo. En
este caso es muy probable qu: el eriperimento arroje el resuitado RD. Apegán-
dose a Ia regla de decisión supiementaria, ei cie ntíllco concluirá cor¡ectamente
F
-
I
que el universo es aprcximadamente como el modelo D'
En cualquier caso es mul' proba.bie que el científico, satisf accion
jsta de
ir
mente mínimarnente abierta, termine cbn uno de Ics dos resultados salisi¿',c- -
torios. De la misma forma, es rnuy irr,probable que acabe con algunc ie los -
-,. -ú
dos r.".rirado. no sar is [:c t c: i.

En este caso varnos rnás aiiá de1 mcdelc originai ce simon sÓlo en Ia ¡ned.ia
en que ahora enfrentarnos ün probabilidad alla de alcanzar un resultacio
sati;lacloric, no con el resuitaic en sí. Por 1o tanto, 1os valores cle ia na-lriz
a
"r
son valores esperados, produclo de la utilidad 1' la probabilidad. Esto signilica
d
que tanto los niveles de saiislacción originaies coino las probabilidades basadas
Et
en el rnodelo para obtener resultados en la gana predicha tenclrán que ser d
I
suficientemente altos. Ds otra forma el valor esperaCo de un resultado original-
mente satisfactorio puede de.jar de ser s3-tisiactorio' u

Haciénclcle j usiicia a lv{urPhY rEr
.T
Los hsicos r¡e han dicho qUe la iey de Murphy para ios experiment al isras d.ice
clue los clatos que se obtienen son sientpre lo ¡nenos infoi-¡nativos
que se pucde. 4
d
d
CJ
ü¡
.{
EL CRITEI" IO CIENT]IJiCO 20I

ri

De ser esto cieÍic, esperaríamos que los datos Ce nuestra prueba experimental
ima-ginaria resuita¡án dentro de alguna región de resuitarlos posibles diferentes
de R.S o RD, digamos justa-'nenle entre esias dcs regiones. La regl"z- de decisión
supiementaiia a¡riba anunciada no aba¡ca esie caso. A rni juicio, si uno obtiene
en efecto el ¡esultad o de l,4urphy, el prcblema de decisión, según sea formulado,
se vueive i:rcper-ante. Por decirlc Ce aiguna- rnaiera, "vuelve el borraCor". I

Podría represenl.arse explícita-rrente esta ci.cunstancia introCucienCo una


tercera opción, "suspende¡ el juicio". y tina clár.rsula en la regla de decisión:
Si el resuhaCo no es rri RS ni PD, suspéi:dase ei juicio. Pe¡o esta cláusula ne
parece innecesaria, y en todo caso, nc representativa de siiuación según 1a
perciben lcs cientÍficos. La pcsibilidad de un ¡esultadc r.c concluyenle siempie
acecha "en ei fondo", como lo prueba ei chisie de la 1ey de lviurphy; pero "en
ei lonric" ciebe to¡narse literalmente. La teicera opción aparece en el escenaric
únicamente cuando se obtiene realmente el resultado de lviurphy. La suposi-
ción de qr"re clebe obtenerse 1'a. sea,QS o R-D iuncicna más como r.na presupc-
slción de la- prueba ,-::perimenial qlre como ula suposición e;r.clícita. El hecho
de que lalL: ile'r-'r.i r:.:n.'ja¡sc con:ürnl.. a l'¡.,¡n.s¡nos p, in.'ioi",;.
Fiiralnente, es:a ao e§ un asunto ciu¿ lneiezce nay-or discusiÓn. Q'.ii¿n
quiera q:-re ci:see g,lardai ias forn'ras (y'o ciría guaiciarias r-le manera pcco
rralisla) está cordialme¡te jnvitado a a-ñadil la opción extra.v su correspon-
cliente regla Ce decisión.

Los juicios cle probabiliclcd basodos en r:tcde!os

El anterior modelo de toma de decisiones cientÍiicas ccnsidera dos tipcs de


infornración no represenrados en el problema de decisión original de la figura
6.5. Uno de ellos el resuiiado cie algirn experimento. Yo sería el último qr,re
afirmara que determinar cuá es de hecho el resulia.dc d.e cualquier experin:ento
es algc sencilic. Sin embargo, optaré aquí por soslayar ese problema, pues
hemos de enlreniar otros más serios. Estos se refie¡en aJ segundo tipo de
información nueva, el cual está resumido en los jzricics de probabilidad re-
queridcs. ¿Cómo hemos de entender estcs juicios?
F.labiendo recibido abundantes prueba,s de que las personas no son en
generai agentes bayesianos, el lecto¡ bien podrá preguntarse si los jr-ricios de
probabiliCad de mi r¡odelo de salisfacción no 10 hacen objeto de la misma
objeción. Yo no lc creo así.
Uno rie los resuita.dos de las investigaciones de Kahneman y Tversky que se
.iieron, pcr ejemplo, en el experimento de 1os taxis, es que las personas son
ba.stanles buerros jueces de la probabilidad de 1os aconlecin-iienics siempfe y
cua-ndo puedan in.terpretarlos cor-r1c el resulladc de aigún prcceso causal_ Es
Cecir, si la gente dispone Ce ttn rttodelo cau.sal que puecia usar Dara formulat
2OZ L.¿\ EXPL1CACIÓN ¡¡ I-A CIE}ICIA

ios juicics iequericics, entonces


juzgará adecuadamente la probabilidad c1e los 'c..
aio n ri
acontecimientos, en re lación ccn e1 modeio emPleado'
un inodelo satisfac- 35 ¡i¡
Ahora bien, los juic ios de probabilicad iequeridos P or
de este t ipo. El científico debe ,¡;¡i
cionisia de decisión cientí fica son exactamente
jrrzgar ias probabilidades de vados resultados posibles de cierto
experimento, -5 ¿¿'
¡nás o menos coÍrecto ' Este es no¿¿i¡
suponiendo que cierto mo delo bien deiinido sea
que se requiere. En particular, e1 i-acdeio " p¡3¡
el únicc tipo de juicio de Pr obabijidad
capaz de hacer una inferencia .,,1s q"
de satisfacción no supone que el cientí fico sea
para asignarle r-lna rs2r ic
diag ¡tós[ica, es decir usa¡ ]os resultad os experimentaies
diagnósticas : rrusr I
prob abilidad al modelo mismo. Son jus tamerii- esas inferencias
,-re ba:'
lo q'"r e til.if rca el enfoque ba-yesiano ' están
s¿ asi¡. c
Pcr siLpuesto, no basia con enten der solamente los modeios-que
juzg a¡se es la prcba'oilidad de un resultado que
investigando. Comc 1o que del;e
firmemente en cuenta un modelo i¡6 ¿3C
exp erimental, el científico debe tarnbié n tener
está por lo general ,.r1,.'
pre ciso del arreglo experimentai' Pero este conocimiento
de todo, son planeados, le 1r,-'i
disponible toda vez que lcs experlmea tos, después
ccnsLriidos y llevados a cabo por los pr opios
cientílicos. a cal;

Os¡¡ctoi.lEs FILosÓFi rlAS . )Bi:

Laexplicación s atis faccionista de cómo los cientílicos eligen un modelo cumP19 cioni.
. .naturali'lt ..realista,,. Apela única-.¡ i..n
con 1a condición de ser tanto a,, Como
u estrategias natura,les de decisión
y permite que las hipólesis se eniien- ur1'r'
-.nr. I I'
dan de manera realista.
En este punto vaie la pena detenerse a considerar
varias objeciones iilcsó- 1"tr.
entre el enfoque de satisfa'cción 4 t G¿ r.
ficas puestc qr"le ponen de relier,e diferencias
más comunes' 'los er
la elección de teorías y los enfoques filosóficos

paíÍir de otros modelos cle c:


EI argumento a

ni el modelo S ni elD se ajustan 16f ic


S,,rpongamos, reza esta objeción, que de hecho
que nadie lo sepa, el mejor ajuste 1o ¿ q¡':
inuy bien al sistema de que se trat a. Sin
geneial más sir-rrilar a S que a D' fiIC ú:
prop orciona un tercer modelo, I, e I cua-1 es en
predice el resultado -RD, lo misrno,.
Pero en 1a situación exPerimental dada, 7
,D.D como es muY cl e,
D. Así pues, cuando el experirnentc arroJ a el resulrado
probable que 1o haga, uno acaba Por ace ptar el modelo
D como e1 más3,
e ajustan nejor. A mayor abun.- .¡¿e¡
adecuado, cuando de h echo .¿ e incluso J, s
a mei-Lcs que S o D proporcionen ull: 'g'':
clamiento, Y este es el arg umento decisivo,
existirá (en elsentido m-aiemático '
ajtste perfecto, Ia 1ógica nos dice que siempre
J'*
¡
)
)
) EL CRiTER!O CIEi'.,]TIFiCO 20]

)
de , ,existir,,) un tercer modelo que lo haga. La conclusión es
- que cualquier
)
l.La decisión de aceptar D como el modelo que propcrciona el me.ior ajuste'
base en e1 resultado experimental CRD, nc esf tÍ justificada '
con

Este argumenlo se ve un tanto atenuado si se considera que lo que se aceptara


¡ es cuando mucho la afirmación de que el modelc D es sémejante
al universo
) real en ciertos aspectos y grados. Esto bien puede ser cie¡to en el caso escrito,
llega
aun cuando en gáneral S se ajuste mejor. Sin embargo, esta respuesta no
- de la objeción.
) -- meollo
al -io
qr. .o*poria este tipo de ob j eción es la suposición de que para justiñcar
) cralqrier ali¡mación teórica tenCrÍan que a-ducirse razones para pensar que el
) ,'r-rod.lo a,ceptado no sólo es rnejor que las posibihdades
que se está-n con-
- siderando, sino ta¡nbién mejor que todos los casos lógicamente posibles,
) muchos cie los cuales ni siquiera se le ocurrirán a nadie Sin embargo' esia
) suposición im¡ una ncrma que c-efiniiivamente no se satisface en Ia actuai
prá.ticu cientílica. Imponerla lleva a-l empirismo o, lo que es peor, a formas
)
,
)
-'ns
rná s graves de e..:eoticismo.
Es iiuporra:rie tei.le r en mette ias lecciones d¿l labora'tcric. Cua;icio Ruth¿r-
fcrd arloptó su mcd:ic dei protón, evidenterreijt¿ no te nía bases para recharzar
) todos los otros mocielos posib'les. sin ernbaigo, el desairoilo subsecue¡rte cie
- los cicloirones para \a. investigación nuclea¡ prcbó que éi tenÍa razórt. Claro
que es 1ógicanente pcsible que lcs cientificos en 1:r posición de Rutherford solo
,r
-,
iueran aiortuna.Jos 1, no tuvieran justificación L)ara adoptai'lcs rrrodelos que
adoptaron. Y es lógicamente posible que los ciclotrcnes iuncionen aunqu. no
-, e,,.isia nada corno los protcnes. Con tcdo, seña-lar esta posibilidades equivale

a
- nuevamente a insistir en una norma de justilicación que exije descartar todos
los otros casos lógicamenie posibles.
Los satisfaccio nistas simpiernente no se preocupan de tales posibilidades
a
-

abstraclas de error. Si alguien tuviera que desarrclla¡ un modelo como T, en-
tonces uno podría tratar de idear un experimenic diferente que ayudara a decidir
entre D y T. No habiendo ningún otro mo,leio erplÍcito, se acepta la posibilidac
de que unc se ha equivocado gravemente a pesal de sus mejcres esfuerzos.
r¡ ¿

§i reSulta que los cientílicos son al menos en ocasiones sa,tis faccionistas


conforme a los iineamientos de1 modelo que acabamos de ver, sería enionces
a
-. un hecho interesante ce la ciencia, según se practica actualmente, el que a
r.'eces

Ia. llegue a producir


sie"mpre
'presenle,modelos muy adecuados
a pesar de la posibilid-ad abstracta,
de caer en un gfave error. Este hecho requeriría de un¿
expliiación cienttfica. Ningún otro tipo de explicación sería adecuado'
I
á hu¡neo.n o
J EI o r gu. m e nto

a

Ent¡e los argur=nentos recientes en contra del rea-lismo hay uno riru;v semejante
al famosc argunento de Hurne contra. la j ustifica'oiiidad de la inducción
É
1C r : i',', r i

n¡r ios C.eienscres lh15


;;*;¡¡¡i,;¡Iiilit!ffi
ghi Ieb3 : F ir' e
.H
cLi

j;i:
l¿ ;j;Í :.i :
j"
i.t,Í;t ; ;. ?r;:i; !I "-': ;:';: ;l ttr
tr-D
q ;t'*r,:'s:t',x':'""':F; d
c,rii.rcipio de inieiencta
ffi * c'':1
''
:::;, H l:i::
r''-.i'ii
vttli'"='.i ';-:^--;;
bastante iazón) que es
I;';ii,á
v
o;. á.;
un tonc
.''
"';:
1'.
nres*nia en
.,ta1
., á;
uiro corr.luye
^,'-'

Ce voz
(con
tu
¿
a pr¡ir cle Ia me;c: e:' ¡iicac
-',1'
ión'' ' Ptto i:''-,p::9. iniere¡.cia? La respues:; **
r*h: eir':rs.citttvo"¿t tl '111[::ilJt'.:;'rtJ:T.if .-;i ff i::; :3 i;1 I ; ; ;r ;; ;
#;' ;'
ie i ien ci¿
F
uht{iprin'ipio ' Sin
; : :: : rú
al,-ts'"tr ese
inferencia cuva i't::"i;:;,".tpiJ.
I
principio
r¡ar'o del mismo
de
una peircto i
tt ¿ri p"t',
ccns iituve alD
ij",:;,;i. ;;;;*'itu "utitt' es dar. alg'una oiraiesDuesLa'
desaiíc que enlienta "1 "'J'tn
La r:spucsta realista t;;t;';;
e; decíinar el^i^ts:fio
re':iista
s¡brt la b:se ce q''i: r'c
cl¿ ia ciencir no requlerc
c?
tr
-
l-
f-o"in]tto"tttión
-La
cs rrsible en[retrt;rlo'
erplicación sa'lisiaccicnista muestra-
coino
.EE
ta-ies iustiiicaciont' tttti*u'' :' i'r:^iitsis re¿lis:¿ri':ri¡ iirt'':-
p :. 1:a ioiáí¡-: ttt
]jil]'
"":;;:;';ltt"
J-
Asiini¡¡¡,,1;Ij:j*;**ruxl,;'."'".;I;:::i
".. ie
lɡ--
p,c:,,as
;;: ;;
i:;: p-
xxlill'xii.,i:'::;:l;,; i,lr.r.n.iu"
i itl, l,::,1;.:.
que valict
,prin.ii-,io ¿.
Y

1L: §'5i,:'¿iil;;'i'i'
el paso /'cl i' l:o a i'r
j
ic
aoerarse a nin3ún
i;:;.;. Ñ;^;;?eja nada o¡:' n^ecesire ser
justiiicatio
p roporciore

:sia
:;"i ¡;;;;';''i l*:i"'.
sin emb ar gc,
"'"':
tna respllesta uf tt-tufio nu"ta"o'
lu t"tf no ccnsliiu]-a petición de prlllciplc'
:"t"tuccioiiisia fl
L o s j u ic i c s ¿ e p r c ¡ a
saiisfaccionistar el sI
¡l i ¿'i¿ l: ; : : : l;:, 1:t ::,,:,,:, ;: 1,' :: ;' :i :,:.:' l ;' ::ij; : ;1
IllLiSll-'¡c¡ !ur¡iL¡L¿"!" ---'
.co qu3 +.ales juicios
puerlen tr¡ -¡

crón saiisiaccionista acipra


pn'
coro'o hecirc tl::::::'::,,:J;
pueCe t;;;':;;t,,
cr're!:tuier luicio ;;:Oi )er puísto' Éf
1-r
f'.:cers-" confiablernerit
<.lu.i-i. pero soLc
hipótesis ernpírica'
de ia *i'" 'u'*t'to'
rirunt" t1 ti'-tt f-u^tlt Dor'crse en duda
¡'-t't''tt caso no exisie' ringún
hu¡neana de dicha regÍesron'
c'r¿lq'l:er
p"::i:"^-='u" de regresicn t'.i
posi'rili'Jad
i"í"li"lt"t t¿lo ia

Seguridad, fuerze Y Probrbilidad
Ei
É
ha einple-r'Co otlo-¡1¡,1ncrmal
cie aigumenio en lE-
Recientei-;rente Van Fraassen
;;;;;;;i.,"0','i"::"::;:ili:tlnT.ji;;iiii:ll?";';ll,l;';,,:"';
entre un
ur.a semajar-zr T::::l
afirrn'a ::;;;::;;
sen-'eja¡'za o.ri rc aspectoj ta^nto '.eóri:os
para rot
¡r
"-l
ll;;,^'aitu,;o, t'ot tu
la versiÓn empirisla
q':e
É
llt"t'*at t"rlttniao 'É
cor-,rc empíricc' atf ntootñ' 1i" La veisl't' ics as¡ccios ei-npiiiccs
It' tlr'-t''" r-ie
sólo preiencc "'"t.jot'ttt t¡
-a,
a
EL CRITERiO CIENTIFiCO 205

reaiisia de ia hipótesis es lógicainenie inás fuerte que la versión empirista,


,Duesio que engloba a la.¡ersión el-npirista y algc rnás.
Ahora bien, consiituye un teo¡erna dei cálc-.lio Ce probabilidades adecuada-
menie irrterpretadc, el qrle paia 6tr¿1r1uiei conjuntc fijo de datos, la proba-
bilidad condicic¡al de la hipótesis más Cébil incluiia Cebe ser roayor que ia Ce
la hipótesis ¡nás fue¡te incluida. En resu¡nen, exjsle una relación inversa entre
la fuerza- lógica y 1á probabilidad. Si se inte.preta que la probabilidad con-
dicional de la hipóiesis mide algo cor:rc su "grado Ce apoyo tesrimonial", se
sig:-le que, independientemente de c'r.iáies sean lcs daros, la.rersió;r empirísta de
cuaiquier hipótesis esiá necesaria¡nenie mejor apoyada que la correspcndiente
ve¡sión realista. Se concluye, pues, que esa es la razón de que se prefiera
siempre la versión empirista.6
Estriciamente hablanCo, 1a explicación s aiisf¡accionista de cómo los cien-
tÍiicos eligen sus hipótesis soslaya este arguin.roto. Esta explicación no recurre
a li. p;¡':::iL.C:..1-'i --oniiiciurnL:; d¿ La.'. h jti,¿s::;-ri siquier: iiesupon: cr,,r.l
tales probabiliiladss estén bien definid.ls. Lti expiicación sa. fis i:Lccion ista sólc
utiliza probabilidades basadas en ntoieics, las ciiales, cuando ¡nriclio, puecien
entendeise como probabilidaCes conciicionales delo¿ datcs, daclas ciiversas
hipótesis. Por lo tanio, desde ei Dultto Ce visra s atis faccionista, uno no eiige la
hipótesis que esié menos apoyada, pues esin mecii,la clel apcyc no se considcra
en el presente marco teórico.
Ccn todo, ei espíritu de la objeción puede formularse en términos rrás
generales. No cabe la menor duda de que ia versión empirista de una hipótesis
teorética es ''más segura" que la veisión reaiista en el sentidc de que es menos
probable que se pruebe su fa-lsedad. Como afirma menos, comporta un número
menor de formas en que puede ser falsa.
Sin embargo, todo lo que se sigue es que existe un precio que debe pagarse
por preferir hipótesis realistainente interpretadas. A fin de cuentas, es rnás
probable que se ciemuestre que uno está equivocado. No se sigue que lcs
científicos en general no estén dispuestos a.;agar dicho precio, ni que no deban
hace¡lo. Tampcco se sigue que las ventajas de tener hipótesis realistamente
enteniidas no valgan ese precio.
Sospecho que la razón de que el argumento que se discute apele a los
einprristas es que elios consiCeran que no resultan ventajas.de las hipótesis
realistamente interpretadas. Las supuestas ventajas, según e1lós creen, son
pura ilusión; por el contrario, el realista argumentaría, por ejemplo, que una
de las ventajas de entender rea-listamente el mcCelo de1 protón de l:.utherford
es que así oiros llegaron a pensar córno diseñar una máquina, el ciclotrón, que
pudiera usarse para bombarciear núc1eos medianie protones. El que uno pueda
liegar a enlende¡ adecuadamente este invento de:rt¡o del contexto empirista no
es nade. más que ciencia ficción de ios err,pi;istas, según dirían los realistas.T
206 LA ExPLICAcIÓi¡ oe l¡' CIF-NCIA
*¿
'-
E,i papgl DE LA PRoBABILIDAD EN LA
ciEliciA
F
'-l
a

empirista rógica se reierÍa a ia


unc ros problenas centra.res en la tracición
<i¿
adecuada ce ]a probabilidad
(Salmon 1957)' La razón de que
;t;;J;;; es evidenie' Se considera a ]a proba-
este problena pareciera'u" ii.irpoiturt'e
cientíiica' y así' ccmo parte crucial del
biliCad como ia clave de r'r inlerencia
funclamento metodológi .para|a
justifícación d'e:Ias afirmacicnes cienlíiicas. l-
J^-i*,"t iilosóficcs reci¿ntes aún ¡esuenan
;;;il;;á. ,,
ecos de aquel primer programa)
(1950)' La probabilidad sigue siendo
F
ta
""iáturnapianaracional''' no sólo poÍ parte de los ba-
conside¡ada "la lógica at iu tttt"tiu íf
.,-.r^-ncr¡"rr.evfSB5).sinoinclusoporciíticosÍ'ilosóiic¡'sdeexpiica'ciones
f ! J r4rrvr
científica (Kyburg 19ó1, 1974).
;;;;r;il .igl,ioru, de ta inferenciaprobabilísticos
i¡f
i-
no son fundameiltalmente
Il'fi opinión es que los *áAtto'
diferentes de ningún orro n..'o¿.Lo
científico, por ejemplode los mc'1elos de.ia p
diierencia:s 9ue so,n aplicables a una amplia
n'recánica clasica. Su principal
variedad de contextos q"t '"" desde
la física hasta 1a sociología' Esto se Cebe 7i(--
enDañeaSuestLucturor.t*.o.nt.Simple'Perotambiérisedebeaquetal
ari..*, ,r, con lrecuencia cn Ia nalurC:za misrna'
^orrsce alguna investigación sobre
brevertenie
B
y
I

En apoyo de mi opinión, presentaré


simples ' Esta investigación en torno 'ú
j rilorl*...nientes a sisremas mecánicos
análoga a la del "estadíslico iniuitivo"
ai "lísico intuitivo" t"*uttu*tnte
aunque no se ni.on *"ho tan amplia'
De hechc' investigaciones similares
que mucho.de lo que nos complace llainar
F
I

sobre el "lógico intt'itiuo;; tugieten


1ógico conviene má-s consiieátlo
tot"o parte de una lamilia de modelos tlue rr
-
a
debenaprenderseycuya-apiicabiiidadenlaviciaescontingente.Conformea
este punto de visla ni siqultlu
fu tOgitu es "como la lógica" ' lvlás bien'
la física" '
ia lógica
7
.."i.o-o la probabilidad", que, a su vez, es "como .-
E-

Nuevamente, el estodístico iniuiti'to E


Laactitlrdsegúnlacuallapror:abilidaddebefu¡cionarcoÍnountipodelógic'#
empírica sobre el juicio del hombre' lll
se maniiesta inciuso tn to'in"'tigución
tl tto"*' de Bayes' se ccnsidera Ll
La tecría de ia probabiliouá, tn iarticular
contra la cual debe medirse el U
que proporciona la correctá noimatividaci no alcan-
verCadero ,-onr*itnro huáuno'
Cuando las personas que razonan
corrcctas, se hipctetiza que están apli- =l
,-U
zan las conclusiones normalivamente
cando diversas "eurísticasli
que' si bien resultan bast'ante.úti1t:.:]^T::::t A
::: : ?=.:;; :;J, ;"? ::"'i::!::'{.,1r :; ?:
:i: : f ; :*l ilil,,iH,'.".'i 3rrores
tales sasgcs son con::icierat!')-<
:
" c:: r¿tzanctttt:t¿t!) ! l''iiIlu
Ge Pu-r' ru
¿.^)L
4
-
-
4
-
)
)
)
)
)
) EL CRITERiO CIENTIFICO 2C1
)
)
diferencia entre el estadístico intuitivo y el estadístico avezaCc o el cientíiicc
)
sociai tiende a ser considerada como una diferencia de capacidad p ata razonai ,
) tal vez incluso como una dife¡encia de racionalidad (Nisbelt y Ross 198C;
) Kahneman, Slovic y Tversky 1982).
) La propia psicología cognoscitiva contiene las bases de una perspectiva un
) tanto cuanto diferente. En la actualidad se acepta por 1o general que la gente
) se enfrenta a toda situación con un a¡senal de modelos ("esquemas"). Y
) aunque la capacidad de emplear modelcs, incluso tal vez tipos generaies de
) modeios, tiene su fuñdamento biológico, el contenidc de los modelos dispo-
nibles para cualquier individuo se aiquie¡e a partir de la cultu¡a que io iodea.
)
La corrección con que la gente se desempeña en cualquier contexto ciado
) dependerá, pues, de la adecuación de los modelos a su disposición, así como
) de su destreza oara aplicarlos.
) Esta diie¡encia de perspectiva queda bastante bien ilustrada por el problema
) de los taris. i(ahneman y Tversky indicaban oue las peisoras se inclina-n
) naturalinente a eipclear ¡nod:los c¡.tsqles l,/ no scn tan buenas para ei razona-
) miento " diagr-róstico " - Ciertamente, la gente suele cc¡neter graves errores de
) _iuicio por emplear un modelo causal incorrecto pasando pcr alto info¡nrac;ón
diagnóstica. impo::tante. Así, se considera que Ia tendencia, a dar más impor-
) tancia a.l razonamiento ca.usal es un facior predisponente del juicio humano.
) Yo tengo una explicación ligeramente diferente de pcr qué ia gente pasa por
)
a alto la frecuencia básica. Lo que ocurre es qu: la n'rayoría de Ia genle simple,
mente no dispone de modelos que le permitan procesar Ia información de
frecuencia básii:.,. Simplemente desconoce qué hacer con ella. Y asÍ, no
-
pudienCo procesar la información de f¡ecuencia básica, la pasan por alto y en
- su lugar utilizan la inlormación que pr-reden procesar; a saber, en el caso de ics
- taxis, la confiabilidad del testigo.
- Esta interpretación es apoyada por la variante causal del problema de los
- taris, en la cual el sujeto puede lácil¡n¿nte echa¡ mano de la idea de que los taxis
a
á verdes tienen defectos mecánicos o de que sus conductores son imprudentes.
La gente ciertamente posee toda una variedad de tales esquemas causales y los
É ponen en práctica sin ningún esfuerzo. Los esquemas causales pioveen de un
- vehículo para usar 1a información de frecutncia básica, así sea de manera
imperfecta. Y de hecho se usa.
- Prestando mayor atención a los mcdelos realmente dispcnibles para los
-
sujetos, conseguimcs un mejor panorama de las diferencias entre los estadís-
- ticos intuitivos y los científicos socia.les preparados. Estos úliimos tienen a su
á disposición toda una familia de modelos probabilísticos que pueden usar al
- encararse a los problemas que se les presentan- Y, en la práctica, no en la lógica,

J
- estos modelos se ajustan mejor a Ics tipos de casos que nos ocupan.
Pcder echar rnarc de modelos probabilísticcs no siernpre es algo fácil; por

J
-
1o que inciuso los estadísticos avezadcs a veces cometen errores similares a 1cs
208 LÁ EXPI-ICr\C]Óiq P¡ L¡. CIE¡.¡CIA

de 1cs es¡adísticcs i¡ltuitivos. Un úliiro


eje;npio ncs ser','irá para iiustrar este
ourio. Kahnenrail y T'/ersky Síahner';ran, Slc'¡ic y Tl'ei:sk'¿ 1982, ¿,95) pr'an'
i.o.on u "m¡tcitos" jugadoles de-sct::tsh.la siguiente piegLirrta:
Co¡-io usted sabe, un pa.,.-tiio ce squaslt se -cueCe jugar a 9 o a 1 5 puntos . Si
se martienen constantes tcC¿s ias otras regles Cel juegc, si á es mejoi
jugadci
que -8, ¿qué sisrer¡a Ce puniu aci ón peii:-litilá que ,4 tenga raás posibiiidades oe
ganar?
Se dice crie todcs lcs entievistados tenían "alguna ección de estaciistica".
"l-a rnal,;cría" opinó qtle nc irapcrtaba el sistema de puntuación'
Sin err,bargo, una partida de sq'tesh puede cc;isiCe:r-irse ccmo una se¡ie cie
ensa.yos binominales con el resultado de que;l o B es quien gana el punto Si
en cada ensayo li,s opcriunidades cie que,4 gane e1 puntc son a.lgo mayoies q'ie
ias de,B, la probabildad de que ,1 vayz gananCo Qunle ie con el núinero Ce
ensaycs. En té¡ninos esladísiicos, tal varianza i.iisminuy'e al ausleniar el
tarüaño de la muestra. iisÍ pues, /{ debería pieferir jugar una pa"rtida a 15
puntos.
i dijerol qü3 ..11 preseili¿ esie a¡gu.n!-nio casi tcdos lcS que
cs itii,esriga,-jores
contesta;on r-econorierCn i¡¡c.dil,i anenle que Su resp ue st a original habia siCC
eriuivocaCia. Los aulores romaroit
.ita respuesta cotno prueba de que el siror
original había sido más de aplicación que cie ccmprensión'
Yo sena de la opinión que parte Ce la "comprensión" es asunto Ce tenei
cisponibles los modelos pertinentes en la memoria c1e iargo pt'azo. La "aplica-
ción,' es as.Jnto de pocer recurrir a los mo.deios apiopiaclos cuando sea
necesario. CuanCo se les hizo 1a ,--iegunta, iCS sujetcs tendían a recc¡da ri1
riiontón de esquemas relacicnados ccn el juegc Ce sqt'uis':: ' l'Jinguno de esos
esquernas apuntaba hacia una r.spccsia defirida a la piegunta, y así ios
enlrevistaCos tend.Ían a decir que no iirrpcrtaba. TenclÍan a no recordar esque-
n.as estadisticcs. Nada explícito en ia pregunta i;riicaba que tales esqueinas
puCteran ser in-rpOrtantaS. Es ¡nás, si ei cCntex¡O oar que Ss hacía la pregunta eia
una cancha de squash o una fiesta de ccctel y c una oiicina acadénrica, era
toCavía n-rás prcbable que no se einplearal rncdelcs estadísticos. En toCc caso,
ei hecho de verse írente a un análisis estadístico e.¡ccó ios esquemas apropia-
dos, cuya apiicabiliCad fue inmediatamente apreciada por los ent¡evistados
lrlc se sabe q-L1e este problema se haya intentacio probar ccn inciividuos que
ignoiaran estadística. Sin embargc, parece muy pfobableriiente que su respues-
ta inicial habría sido seme.jante, peio que nc habría-n apreciado irurLediata-
mente el análisis estadístico subsecuente'
En resumen, lc que propongo es que los sujetos ing:nuos que ccineten
errores en probiemas estadisticos simpies no carecen de capacicad de razone'
r.;1¡enf o, sino sir-rpiemenie dei co¿ccl¡niento de ios modelos más
apropiacics
para la, sit uación.
'Frr. aiF.ITE3.io clEllTiFlco 2C9

Elfisico itttYi¡ivo
a c.abo recientemente experimen-
Uir buen número de investigadores ha llevado
para determinai su concepción cie fenórne-
tcis con estudian-ies cle prep-aratoria
nosmecánicossinplescomoiosqueseesiud'ianencursosdefísicae]ementa].la
investigadores no riieron ei menor inriicic de
estar il"'estigando
Estos
"*pá.iJr¿ el
á. ta.zonarniento de ios estudianies ' Conciben su objetivo corno
con sisteraas
á"i.r¡¡rrri.n,o de 1os modelos que la genre emplea al habérselas
inecánicos simples' Sin.*üttgo, en"el fonciá existe un modelo "normati-
podría esperarse'
r.-.i . ccrrecio": el de la n'..tát'ito new-ionia:ra Y' comodivergencias consi-
de;nostrarse
medianie experirientos ,nuy ienciltos puaden
derables respeclo del ¡noi¿lo de Ner"'tcn'
Unodelosmétcdosfavoritosdeeslainvestigaciónconsisteenpresei-]tarle
en un Ílomento dado y
ai sujeto ei dibujo de un sistema dinár'-ico Cetenielo
d¿i sistema En ia figura 6 7 se
;.;;1. ;r. dibuje e1 rr'rovimie:rto subsecuenie
n'iueii¡anclcsdee:iosCib'.r;os'Lasi¡ts''ruccicnesrespecli!'asfueron(ivfc-
Cioske¡' i933,3C0):-
cr-lrvo de l-1 tubo está visio
r;leial
En el diagraa'ra s. ve un tubc oelgaiicr -v
¡e uil.i,-iaflo. uria c3f3Íit
¿.ra. ur¡ool En c.rras pala',bras, ei i,-r-ü o esrá teld:cio sob
pcr ia flecha y se rii'rpara
!,e metal se ccioca en ei extreáo del tubo iniiicado
harii ei oiio exti eri,o dei tubo a grai-r velcciCa'J'
de la esfera al sai-ir
Las instrucciones generales eán di1_.ujar la trayectoria
del cLro e:ítremc <iei tubo.

f
.t

uso que hacen los esiudiantes Ce los


Figura 6.7 Dos dibu.;os usados al invesligar sobre ei
modelos al pesnar ucerta cle Ios sister''las ñiecánicos'
Adaptado de McClos-
key ( 1933)

riiagramas
En un experi;nento, a 50 estudiantes se les presentaion cuatro
qr. ,.pr.r""i"ban sit-uaciones sii-aiLares ' De lc: 47 que cornpletaron el ejercicio'
cor'¡'
i5 no^habían tomado ningún curso de fÍsica de secundaria' 22 había¡t un cursc
pi.,uao un curso cie física de secundaria y 10 completaron al inenos
de fís ica en preParaioria.
recta al
La respuesta correcta, por suF'resto, es que 1a esfera sigue una iínea
salii del tubo. Sin enlcargo, i+ po. cieato de los examinados dibuja-ron
de estudiantes
tr ayectorias cu-n,as de la esleia al silir dei tiibc- De ios dibujcs
q]r. Ir" llevaron físicz, 49 poi cienio rrlcsliejcn trayectoíia§ cuivas ' Lc's
2i0 L.\ :IPLIC.,-ciÓ:; oE l q ciElrcl \

i4 pcr cier'to
porcentajes de 1os ctrcs dos
giupos í1e-rcL'l::Fectivañente' 34 -v
(I{cCioskey, Catamazzay Creen 1930' 1139)'
particular *"lr¿r-...r,, investigaciÓa qur:los "errores" scn
Resulta de
dibujaron t'rayectorias cuÍ'i'as ti:li'-Y::1
sisteroáticos. De los 25 ,,-,.i.ro, áu. r'razaton u¡'a cllivatu¡a i-lla'vor para ei
de la fig u-'-i 6'1 19
Ce los dos esquemas ' forn:'a de C' La hipótesis coosicierada es
tubc espiial que para a q'Jpt*tttl scr'¡-
cue escs estucianiestt'ü;;;; ;trrte un rnoclelo de ''i¡'ercia circir'ar"
en la Edad
mocelos r*;;;;-;;"
d.l postrt"uart 1os escolásticos
iante a los la esiera'
'-i;:^: üir;.";;;;tt'" í* tr-,,,"ui,,'itt"o que ha er'perimeniado
mayor será su írnPetu circula¡'
aquí.estas especulaciones' Lo
imporlante H
No es necesa¡io qt'tt p'o"g"*os
considerar esJ os errores como fallas

il
de
es oue nadle se sienta tt*^¿" a
Más bien, parecen
;:l;mffi á.Uü*l,,heu¡ísticas" delecruosas. hasia ciertc
"."*á
cierivados de apiicarun *o¿tto
inadecuado cuyas caract'e 'isiicas '
Dunto, son relevadas por los
expenmentos' EÉ¡
Una aciituc
pcsibiiidad de
similar
un
rt'""i"I l'itroi ae prou.abilidad pcdna con;iderar
,,modeio"¿. ,.0'r.r.^t"t,ividad'.' en que 1as probabilidac:s son
'Ltttgo
[a
fir
podrían invesrrsarse los porm:nores oe
iunción de 1a r.p""t'tut''iáud
este mcdelo v cómo tliiit;;;;i;t;delcs recibidos ie piobabilidad' Así nc Ér
-
iu
habría ia tentación dt h;;;;
át errores de "razonamientos" o "raciona-
I;J;' it;"tocimientc ciei mocleio apropiado' o el
lidad". H¿rbría tan sólo
-
hecho c1e no aPlicarlo '

U
-

El lógico ir;luirivo

La idea de que el
de ia racionalidad
razonamiento
'"
matemático o lógico ion 'li-Lui e ei
tt*onla cuando menos hasra PIatón '
ló;;;;;;-;;;forcionó la
pareii3nra
y fue por supueslo '
principal
'
inspiración a1
il
t.¡

ei i/real de un sisterr"a tomar a -


Poner á a'¿u esie iCeal no es nada que se pueCa .t
empirismo lógico oica v la m aie¡n ari;a ' -
Únicamenie ningún én lasis que la ló
la ligera. 'ugt'i'J 'in
p'oú"¡'ri¡ácl' putd:n p'opo"ionu,. :"-f ': iil:::
ieual que 1a mecánica v r" requi:re d: aprenctza,;e
es cc,n..ingeltJ } Cuyo u;o
mod,elos cuya aplicabilidai
y de práctica- "problema
-^-.,..,
Solamente presentare uno entre
muchos experlmel1tcs, el famoso
estuclianres británicos ce licen- ¡
w';;l;;

I
ce selección" de P C' 'ujtLoi'
l" ii'itu y mátemática'. se les presentaron larjetas
ciatura con especialidad donde las á¡eas
tn tu figura 6 8'
como los reclángulos o;';;';;;tt'un oculla Las inslrucciones eran
de 1a tarjeta que esrá
so;nbreaCas indican la parle
119'20):
ias siguientes (Wason 1911 '
U
a-
I1
pa:-res o:uirat Jc c'ta' rarjclai
ncc¿\iia uste"1 para r:spor''Cer
¿Cuál clt las
EL CRITERIO CiE,).iTiFICO 2I I

con seguridad a la siguiente pregunta? EN EL


CASO DE ESTAS TAR-
DEL LADO IZ'
JETA§, ¿ES 1ERDAD QUE SI HAY UN CÍRCULO
q-ulERob, HAY orRo DEL LADO DERECHo? Dispone usted
sólo
usted suponer que
di unu oportrnidad para tomar esta decisión; no debe absoluta-
pr.a..rtuaiur las tarjetas de una en una' Diga cuáles tarjetas es
mente necesario vei.

a b

C d

Figr-rra 6.8 Tarea d¿ selección rie \Vason Adaptada de \\'ason (i971).

ha in¡enlado con rtuchos


Este experimento, con muchas variaciones' se
respuesta "cor¡ecla" es' natural-
sujetos obienién'Cose resuhados similares' La
afirmación de ia prueba resultaría falsa o bien si
-ánt., to, tarjetas a y d - Lacírculo del la-do derecho de c o encontrando tin
no pudiera encontrarse un
de lo que haty'a en sus
.lr*lo.n el lado izquierdo de d. I:-,dependientementeverdad como con Ia falsedad
partes cubiertas, á y c son compatibles tanto con la
de la afirmación de 1a Prueba.
a los sujetos una versión dei
En un experimento se piesentó individualmente
1a respuesta incorrecta se descubrían
las
o.o¡i-u ar.iba enunciaáo. Si daban la correc-
iui.,u, y se revelaba 1a respuesta correcta' Si aun así no reconocian
una entrevista informal
ción de la respuesta qu. rá 1., presentaba' procedía que se le
fr*iu qu. o úien e1 ,rrj.to ,.to"ocía la cor¡ección de Ia respu3sta
tenía caso continuar la
mostraba, o e1 enlrevistador consideraba que no
2 dieron inicial-
discusión. De los 36 sujetos de ese experirnento' solamente
a1 mostrárseles las tarjetas
mente la respuesta correcta; otros 9 la reconocieron
entrevista; y' i3 nunca la
descubiertas; otros doce Iaieconocieron durante la
reconocieron S,Vason 197 7, 122-23\'
estudiantes de
Para cualquie.u q.r-,. utáunu uez huya intentado iniciar a
diiícil-
{ preparaloria en 1os misterás de aplicación material' estos resultados
)l
t
mente¡esulta¡ánsorpiendentes.Loshetraidoacolaciónúnicamentedebido
'ala 1a probabiiidad y la
* analogiacon exjerimentos parecidos en relación con

-f
2"2 LA E,<PLICACIÓN DE LA CIENCIA

g,
¡

rnecánica. La analogía ncs iniica que en tales


ejercicics no ii¿ialnos ios eÍioi's
para razoaai, sino simplemen- EEr
con-io indicios de deficieec:,as en 1á capaciCad
t
paia ia
;; ;;*" indicaclcres de ignorancia ce ios ¡tc lslos n.rás aprcpiacos
siiuaciór . Paia la gente de caine y huesc y en 1a 'iiCa
cotidiaia' los rncdelcs de 't
*,
fÍsica' Y si esto es váido
i;;;i.;;; r;r..ei f,.,rrdu*..,ta'l¡riente diferentes dea la1a probabilidad'
.n.iunto aia lógica, cieriasrente 1o es en cuanto =,
*

iY
I-a ana!ogíe de la contPutcción lEr
Aldiseñaryopetaicomputadorassehaceladistinciórrentreelsistenaopera.
tivo y lcs programas de trabajo' Naturaimente' ambos
pueden consislir en
F
iU
progru*u.i¿,i (software), peá tl sistema opetativo es más prcgramas' si
¡;Hi;;; el nexo entre e1 áquipo {lnrdutere) v tocos i'-; ctros
funCamental'
F'
I

ie
lr*¡i.r" ér. diseñar un ,obot-ci.ntíiico iCeal según 1os linearnientos filosóiicos
tracicionaies,lalÓgicaylaprobabilidadseharíanpa.r.tedelSistllnaoperai"ir'o.
F
itr
que diseñar un rob.oi más
La iísica seria un progru*l cie trabajo' Si hubiera Er
más pri;:niii'''o La'
pareciclo al ser hurnano, se uiiiizaría un sisterrLa operativc
iOeica, i" p.otabiiirlad y ia iísica constituirían
posterioraente I
progranas que se añadi::ían F
'-
En ¡, -aso del ser hurnano,
{soft "tore). Al menos
e1
pl-
sistena op3ratl\'o ncI es tan sólo los ' 3iaiii:'s
pr,',. át éste <iebe estar "integrado a los circuilos"'.ser
FF
ser qre r'ro'Smenios de la lógica''
pña..io á. la evolución. Ahcra bieIr, po'-l.ria '''
la geometría y la fÍsica ituyun intelra-" -de iguai
modo por vii*.'uC de ia f-
"
ávolución. Si esto es así, tenáríá qu. ,.ñn hallazgo
ernpírico y no e[ resuhaCo H
ie un análisis fllosóiico a priori'
'
E!
-r
Er
J
U
J
ü

ü
ü
U
ú
ü
rf
e
e
f
J
s'
)
)
,
-
-
-
J
)
) 7. h,{CDELÜS Y EXPE,R.íh{E,}JTCS
)
)
)
) UNAvEZDESARROLLADOELiyloDEloSatisfaccionistadelcriieriocientÍ|rco,
Según mi propia
) d¿bemos considerar aho¡a si tiene aplicaciones interesantes '
) teoríadelaciencia,noesnecesariodemostrarquetodadecisióncientífica
a tomacia por cuaiquier cieniiÍlco, iliciuiC:s las decisiones
que suponen la elec-
ción de modelos, sea un ejemplo cle s atis faccionismo ' Basta
ccn que los
) modelos satisfaccionisias se ajuslen a alguncs cascs importantes,
que a veces
I? los científicos C¿ ca;:ne y hueso sean s atis iaccio nistas '
hacer
Eriste un as:tnto pre'rio e inciuso más dilícil que considerar' ¿Cómo
a
? para cieierinina¡ de ia ri:tjcr ma.r,era si un rnoC¡io sati: iacc ioljsta
se aiusia e

lor."ro. a,-tiéaticos cie to¡ia de d¿ci;iones cieillíiicas? Tai l'ez pciiría-n idearse
er,perimento: ccnfor¡,le a los lineanricitcs C:lcs rlalizaCos
pcr Iiahneman'
- en plena iabor'
É Slávic, lversky (1982) y iuego prot;arics corr los cielitíficcs
lr E,.prri..ntos ii,,,ilor., basaáos en Ia iarea de selección de lVascn
(i966) se
(Tweney y Yachanin
han rea.lizado con científicos en ejercicio de su profesión
- de Simcn
) i985; Griggs y Ransdeil 1936). 1-arnbién podría'mos seguir ei ejemplo
y ,r, .oláLo.a<1ores §erveit y S,*or' 1972; Ericsson y Simcn 1984) que
E presenta.ron escenarios fabricaclos a cienlíñcos y luego llevaron
a cabo el
trfi análisis de sus respuestas. Naturalm erte, rrto podría hacer todo
eso 1' más ' Y
yo no cuento con los
los resulta,dos po.Jrían ser inforillaiivcs. Sin embargo,
con el
- recurscs paia realizar taies investigacio rres ' Por 1o tanlo' empezaré
el ar-ráiisis Ce los
método tiadicicnal del histcriaCor o clel filósoIo de la ciencia:
-l escritos de los científicos. 1:demás, habiendo tenido accesc
prolcngado a
cientíiicos ciedicadcs a sus invest.igacicnes, p¡edo proporcionar
además el

r¡ exameii de escritos tanto plibiicaCo"o'no inéclitos con datos


etnográfica, particularmente observaciones y enlrevistas
de Írrciole más
(en ciertos casos'
t I
.ntr*irtu, repetieias con el mismo individuo)'l
,l Naiuraimente, un inconveniente de este tipo de enfcque es su aicance
- limifado.ExanrinarétansÓlounapequeñapartedeunaciencia.Contodoesto
ta no es taa lirnitan'.e ccmo pareceríá a primera vista' Aunque haré
hincapié en
a taies casos'
- experimentos que he observado personalmente, no me limitaré
E;iaminaremos un amplio esfueizo que se está llevancio a cabo en
la fÍsica
- i Ade-
nuclear, en el q'le participan mr-:chos investigadores en di'¡ersos lugares
-
- t21 sl
-
2I4 LA EXPLIC.','CiÓN DE LA CIE}iCiA

n-,ás, en sí misma 1á fÍsica nucleal ccnsiiiuye


un paradigrna de ia ciencia del
y
,fgf" i-. e" su ernplec de técnicas maremáticas' de las corn'ouladoras otias
por grupo de investi-
tecnolcgÍas avanzadas, asÍ cOi'iro en su organización
gu.i¿n,lu física nucleai se asei:-i:.]a a muchas otras ciencias conternporá'neas ' -
algo acerca de la iÍsica É
Como no pueCc suponer qui el lecior conolca *
nuclear,trataiédepresentarelnecesa¡iornarccteóricodeformacomprensibie
tarea fácil' puesto que los
furu.t no iniciadó' Esta, empero, no es ninguna cuántica' En caso de
IrÁá.io, fertinenies se derivan mayormente de 1a ieorÍa
Jr¿", por supersimpliñcar los ccnceplcs iísicos en obsequio de Ia
"r,^r¿ general. ,§l
inteligibilidaC
fc
lúir
Los i',lo»slos DEL PoTENCIAL NUCLEAR ;C¡
Para hacerse alguna idea de la física inherenie
al caso que estamos a punlo'de
flrü
de Rulheriord en los
i.oiu.,.o*i.nl ,.cordur los experimentos orignales
aibores mismos de la física ,1r.ü* §Vilson
19E3). RutherforC descubrió el re
n,iJ"o ¿irigi.ndo ra.vos alfa na iuÍ al r-,.r3nte producidos
hacia una delgada pe-
de las partículas alia se
c*
ii..i. rl*aii.r. parasu ,o.pr.ru, observó quedealg'rnasla fuente que la-s emitia. Llegó - I

desviaban de vuelta en direJción aproximada É+


alaconclusióndec,ueeinaterialdelobjetivod¿bíaconlenerpartícuiasaIla.:
alfa es repelida por la conocida iY
núcleos, en resumidas.u"ntu'' La partítula
7 1' Cargas iguales se repelen entre
fuerza de Coulonb, como se ve en la f,rgura '
trí
sí según lá ley dinámica del cuadrado
inverso '
fri
-

"\12l BLANCO
fr
I'

,4 i-s
, DETEOTOR
,a
ü

I É
rL cl lE i\lTF
i-
ila
Figura 7. 1 Representación esquemática del
experimenio de Rutherfoid' fri
los fÍsicos han tendido a representar las
fuerzas rneCian- 7
Desde el siglc
,. .rño,
XIX
de potencial V a ttu¡tat de potenciales más
que de íuerzas' L¿s
matemáticasrelacionadas.onlo,.u*po,depotencialsonmuchomásfáci1es
rscuperables' Para nuestros fines' Lo
t
tJ
de manejar y las fuerzas sán lácilmenie
único que importa .. qu. io' fotenciales
positivcs corresponden a fuerzas cie J'-
esta snerte'
;.;;ir¿., y los potencialas negativcs' a fuerzas de atracción De
J
-
=
.{
)
)
)
)
a
)
¡/lODELCS Y EXPERIMENTOS 2r5

- podrían describirse como en interacción con


) las parlículas alfa de Rutherford
et potenciat de Coulomb posiiivo del
núcleo'
) originales de Rutherford y^ la
) Aunque 1a semejanza entre los experimentos
obvia, la fisica nuclea¡ ha sufri-
i,.,r-,.tigá.lon cle ciclorrón contempoiáneo sea que el núcieo
) avatce a lo largo de 75 años' Ahora se considera
;;;;t^,
) 1os protones' como 1os neutrones' ia
;;;;t;;; otras partículas ader':ás dequarks' Los mesones y los quarks se
) familia de mesones y un espectro cie
que mantienen unido a-l núc1eo ' La
, relaciona¡r con las fuerzas nuileares fue¡tes
, existenciadeta-lesiuerzasaunquenosuconstitución,eraobviayainclusoen
e1 núcleo no pcdría mantenerse
) ,i.rno"r^á¿. n"iherford, puesto que sin ellas
repelerían entre sí Los moCelos
) unicio. Las cargas pcsitivas simplemenie se
'- actuales del núcleo pres.n,u'l tu"'bién una
ccn¡iierab'le estructura interna i-os
en "capas"' de manera
nucleones (lrrotones y neulrones) están dispuestos
¡') modelo del átomc de
;;;i;g" a üs óibitas cie los clectrones en ei conocidohan dado notables avances
,. Bohr. Finalrnenie, de Rutherford a nueslros Cías se
la- dindmica de ias interac-
,. en ios conceptos leóricos empleados para modelar
cuántiia' eic'
cio:i:s nucie¿¡es; a saber: l, itotín cuá¡rtica' la eieqtrcdinámica
para ccrtprcnder el
Por fortuna. ro hay que sa-cer muchc sobie iales teorías
a
-
,- asunlo que ncs ocupa.

i-
?
,
Ei potencid óPlico nu-clear
por cuanio tiene
Ei caso que a-hora nos c..,'.ipa es parecido ai de Rutherlord'
,
) el proyectil interactúa con el
",*.r.rconlacolisiónelástica.l.rrruparticuiaposilivamentecargada(un
ir"r¿.> ccn un núcleo. En una colisión eiástica' de la inleracción se detecta
É ftun.o, peio no se emilen otras :-2'rtículas Despr-rés
(y no alguna otra partÍcula) Por el contrario' las reacciones
.iprov.iril
- ^isrno
(p, n) que se vie¡on en e1 capítulo 5, son inelásticas'
- Ce 1os potenciaies nuclea¡es de

j
E\ potetcial Óprico nucleores la ccnjunción
el potencial de coulomb, 1o que
toda_s'las partícuias dei núcieo. si descartamos
de
.*p.ii"r"",^ un protón que pasa por el núcleo es el potencial óptico nuciear
- dicho núcleo'
* determinar e1 poten-
Podría pensarse que es posible, ai menos en pnn(:ipio,
cornbinar los po-
-, cial óp-rico de cierto tipo áe núcleo simplemente mediante
-i
.i ieaciales de todos los nucleones' Sin erabargo' esto
no es posible' ni siquiera
en principio, puesto que todo los nucleones interactúan
entre sÍ' creando por
en 1a física ni 'v-
): consiguiente un problema de muchos cuerpos ' Ni siquiera
* tonia"naesposiblederivar,demane¡acerrada,unasolucióndinámicacornpieta
grav itacionales '
i
al problema de tres cuerpos someliCos únicamenle a fuerzas
)
I-omá:ques:puedehaceresescribirlaforir-radelostér¡ninosdeunaserie
) partir ce
infinita. Por lc tanto, cualquier derivación del potencial ópticc a
)
á
216 LA E:JLICACION DE i-A CIEiJCi:\

poiiriciales indi,,'iduales clebe ser ulz c.Draxí;'n ccl¿j.z obienida a pa¡tir de tr,tn- F:
t
ca¡ Ce una u otra for¡na la sede inii¡uta. En cotseluencia, toCcs lcs ncCeios
i,rndanentales Ce ia física nucles ii:coiporar aprcxirnacicnes explícitas. I'jc
exi s ; : ll m o C e i o s t o: al m e ¡l i e. e ; ¡ ; : i.,"ica C c s.
tr
',¿
En genera-l, los problemas de cueipos rnriitiples se "¡esuelven'' pasan,Jo por F-t
alto clases enreias de interaccicnes pcsibles. Así pues, la.ra cualquier tipc Ce
núclec existe tcda una familia de incdelos de sr-r pctencial óptico indicada po¡
cuáles interaccicnes pcsibies se incluyen (o excluyen) en su cá1cuio. El ¡nás
e
;-¡

s
simple de estcs r:rcdelcs, naluraiinente, es el que pasa por alto todas las 1-
inieiaccicnes entre los nuclecnes del núciec. A esa a.proxii-nación, conlorrne a
ia cuai se traia básir:amente al nr'tcleo como a un con.|unto de i-rucieones "cr-it-.si
libres", se Ie llana aproxiil1.ación de impuiso.
F
.Y
rf
r-
Modelcs ;,zo relativistas de Schroeclinger
=
Diiranre varios clece¡iics,llasia aired¿cior de 193C, el n-'odeio óptico estáaiar
era una iproximación de i¡-npr-riso basad:, en la ecnación Ce Schorceii¡g?r- paia
dos nuclecnes lib¡es. La ecuación cie Schrcedinger ccnstiru,ve una ai:ilogla en
g
'-¡
ia mecáncia cuániica de la segunCa iey cinética de Ne.,,. to n: lo que describe son
in¡eracc ion,'s dinár'rLicas eniie p artícu las atómicas. t:U
La ecuación de Sch¡oenCilg:r es fundamentalmente no relativista. I'Jo
saiisface las condiciones de inva¡ianza espacial y ternporal impuestas pcr la L¡
ieoría especial de la relati,¡iC¿d. Lo qre es i,.rás, no admite ia creación ni ia :-
aliquilación ie partícuias de corrfo¡rnidad ccn ia fa;nosa relación einsteliana t¡
entre masayenergía, E: nié. i
Pero sin duda los físicos cieben creer que los protones y lcs núcleos obedecerr
7
las leyes de ia teoría de la ¡elalii'idad. Además, podernos recordar, inciuso lcs
piolones cie 2C0 lvleV se mueven a la roitad Ce la veiocidad de ia luz, lc que es i.J
bastante rápido como ,Dara que resulten importanios las reiacicnes relativistas.
¿Cómc pcdría no ser relativista ei modeio estánd.a,r ? La respuesta colsta de
q
,(rrr.
dos partes.
En primer 1ugar, interviene un elerqenio i'n ás de aproxiracción, de pasal por
'?-
alic algc que se consí,Jera CemasiaCo pequeño paia rnedirlo. E1 tipo da efecios J
relativistas que importaiían serian aquelios relacionados con la- creación de
paitículas en el núcleo. Ahora bien, la cartiCad de energia irecesaria p¿ia cr3ar 1
J
un nucleón es aproximadamente cle i OCC l,4eV. Sin en-rbargo, lcs nucie cnes sólc
v
pueden crearse por paies, por 1o que se necesita un mínimo de 20C0 N{eV. i c
peorjel caso es que cuando una partícula choca contra un blanco estacicna¡io
la m.itad de su energía se invierte en ernpuj ar a l¿ partícula hacia aCeiante,
I
dejand,t tan sólo la otra mitad cle la energía para la creación r-le partÍculas. De
esta forma, un pr:otón Ce 4CC MeV teld¡á solanrenie I0 iror c;snio de la en:igÍa
J-
-
d
d
.¿
.{
-
-
a
a
)
t ]\íODELCS Y EXPES.INIENTCS 2i1
)
a mínima necesaria para las intera-ccicnes
reiaiivistas' Para que se dieran efectos
a c,ri.*,á¡r.r r. mucho más del mínimc ' Esios cálcuios'
poi supuesio'
a "ece"itana
;;;;;; potenciales nucleares de sch;oedinge¡ normales'
de laecuación Ce Schroe-
) En seguncic lugar, aunq':e la forma fundamental
por aito 1as consicera-
) di;;;;;, no relátivista no " pu'un compleiamente
Le ci'¡enttítica de la teo¡ía de la
) ciones relaiivistas. De ordinarü se emplea se rÍrueven a
a r"frtiri¿"d, inclusive el hecho de que 1os piotones incidentes
velocidades relati'¡i stas '
) en los modelos de Schice-
Pero la inclusión de componentes "relativistas''
a 1930 Dirac íonnuló una
air-lg.ril.rr. r"p"..urio.r., """ *¿' profundas' !íacia que hoy' p"t
) relati'"ista Ce Ia ecuación áe Schrcedinger ,t-'1'^":::'
a ".niO"
.. .ono.. cor¡ro la ecuación de D¡lra'c' Esta ecuación asocia un monento magne-

a tico con ciertas partículas libres, io que clásica:lente


obrenCríarnos ccn una
a .lrgr roUre fu ruperñcie de una esfera que estuviera girando'
de donde se deriva
er inglés)' Inciuso en ia electrocii-
a el sugestivc nombre a. .tpi" 1;'giro", spir"
na con una ccrrienie eléctrica,
a ñámica clásica tal *oin.,rá *ugiáii.c i"l.raciua
ccmo la prcdi-icida por,,,e p"iitr-rla cargada'
en mo'¡irrrie:rto' Tal interar:ciól
a ;;;;;; un "pot.rrciul de eipírnuclearó'''ciia"' que.ñ al'suno: cascs puede ssi tar'
a fuerte como e1 propic potencial centlai' De esia ¡nilie ra ' eun crtando sii
o'u:
L t.ó¡.á útii*u se deriv¿ Ce rrrodeios relati!''istas' los término:
ra "*pli.*ien
,a V"-"r- vs oi"il v - Ev
L F-.
I-
,a 'ttt



a o
4

it r (Ím)
a -tu VC ENT
ia
a -20
4 B
ra
a l.4eV 0

a -0.4 Vso
a
a
a -0.E
J
a
-
Fftira.7.2 Ecuación de Schroeclinger y poienciaies para la dispersión
eláslica ce

a protoires Ce caicio 40 a 2C0 ivleV'

a
á

2i 3 L.4' E)(PLICACIÓr\ DE LA' CiENCIA tr


-.¿

crbiial apaÍecen típicariente 3n 11 ecueción


fl'¡l
Íep¡esentan poienciales de espín
nol.elativistacS,lr.oeoi*ger-paI3i?siniJaccion.seiltieuiloyotlonucleón,
""E;; i;;ta'7.2 puedeierse 1a típica ecueción.ce Schrcedinger pafa' ui1 7t
crctón pote"cial óptico áe in núci.c ci¿ caicio 40.
en el
puedsll
Bajo 1a ecuación
dos pots::ia:'s ircluidos ea la ecuación'
ílrr""*r..,J"",;;i;;t ;tálit;'t á" y'ro'por
#-l
ló tarto' cre atra'cción; en esie caso' e1
A¡:rbcs potenciales,oo ntgu'ii'o' de e1 coirespon-
;;;;;;.-;spín orbital"es ap'á'-jinadarneite un décimo á
ciiente eJ potencial centii'
esc s del Potenciales '
gf í"tt"tia ópirco tolal del inodeio es la snma de
F
'l
-
El enfcqu-e de Schroedinger

La situación Ce 1a física nuclea¡ iiustra


m'ly bien la descripción que he hecho
F
i-
-

c1e Ia teoría científica to*o''"a'


tu-iiia c1e modelos ' Nc eiste un ''rnodelo lE,
el contra'rio' hay una fa¡nilia de modeios
Schroedinger" único del rrltlt"' Pcr Jr
por ia fcrma gen:'a1 de la ecuación de
cuyos mieinbroa,. tu'utttli'* toAot polen- l5
pero diileren en c"lanio a lcs iipcs y por'nencres de los
Schroedinger,
ciaies d¿ iriteracción que incluyen' Ér
estabie-ciri a' cie referirse a esta amplia r-
Los propic: ¡iri.o' titntl "'u tnontt'
familia de rnodelos. L^ 11;;;;'ti enloque
de Schroedinger" o' a '¡:-ies' "el
Jeseatt ielerirse a lamilias más
pequeñas de Fr
i-
enfoque no relativista" ' ;;;;"
mcclelos o, por cierlo,
' "i'Jtfot
n¿ividuales' echa¡r mano de una designación
personas' Típica-mente' los abre'¿ian con
E
breve o clel ncnbre Ot uná o tutius
de c;rno se hace con las oircinas del
gobierno' rU

I
lelras inayúscutr., u ú
Asi, ic:ier:-os rao"r"'tjl'-''a
r¿'liup'*i*"'¿^ o','T?uj;:-1t-"-"11'ii:".l']:::1"r:'
i-:::u) -' "'
" KE\f T" (inicial:s de sus aulcres A 'i"' i(er'ira ' i-i' 'Yiu11
-li.i"
'vil etc'
irrd., iss qj; tu tto'iu''BHF " (Brueckner-Hartree-Fock)'
unñlósofo-lógicodela"s.reta'¿.Stegmueller(1979)sostencría.que'ea ¿
de Sihroedinger qui coÍnprenda a tod: a
principio, debe exisiir.u.n *p* *o¿tf o
poiencial de iirs racct on";lti";t co;rccico' Asi
i-amiria ce modercs de scLr,-oecinger
pue;' loco miembro d¿ la
s-ría un caso especia[ del súpe.r modeLo'
i¡¡
de 1a ciencia tratandc de defi¡.ii
este
incluso pociríarnos i-uginu, ^ .s.ii1ósoio
de axiomas adecuadamente constluido ' J
súper modelo mediante un t"t'j unto
Tal reconstruccióa no ,oio i..iu incapaz
de describir ia teo:ía nuclear que i
oodria llevarse a e[(ctc'
en principio ú
emplean los físicos srno que ni siquiera
La razón *¿, iut"tl"t tti"'i*pátrúiiiáa¡ ei la que va vimos.' Cualqui:r E,
debe resorver el probrema de los cuerpos IÜ
intento de moderar.r por.n.rJ óptico
múltiples efectuando
'lgú";i;"
át;froxirnación Dilerentes maneras de reaii-
algo diferentes' muchos de los cuales
d
zar la aproximu.i¿n *ttt]un-i""nti¡tt
no scn experimentalmeiáJiítinguibles'
preferido d. unu *^nt'u "J
Uno no puede distinguir a un moCelo
Exjsre' sin embargo' un tipo de unidad r-
en el caso de Ia teoría nr.l."i,
"Iiláti"
p..o esa unicad es más orgánica que decuctii'a' -¡
-r
d

.l
ra
-
)
a
)
) ñf ODELOS Y EXPERI¡/lEiiTOS 219

t
) DE ¡aoDELos
) ANrpceolNTES DE LA BÚsQUEDA
) RELATIVISTAS DE DI«EC
) principio' e1 modeio correcto del núc1eo
a No hay físico nuciear que dude que, en
sería uno relalivista y basado en ia ecuación
de Dirac- El problema consiste en
- a energías típicas de Ia investigación en
saber si la-s interacciones que ocurren
a físicanuclearenvuelvenp,o..,o,relativistasfundan-renta]esenunamedidalo
pueda detectaise experimentalmente '
) suiicientemente grande como para que
a n..ro r., así, Ia investigación puede proseguir lelizmente sin echai
mano de
) '^^"¿;;; no rel ativistasactituc
modelos '
ya se vio, la prevaleciente enire 1os fÍsicos nucleares antes de
- no eran necesarios' lvluy
) 1980 era q,-,e los modelos ,elaiiuistas fundamenta-les
en : ''"s mode-
po.u i"t.rtigrción, ya fuera teórica o expeiirnenial' se centraba
) considerabie por los
ios. Sln embirgo, cinco años ciespués nJía ya un interés
)l mod¿lc¡s relal¡/ista.s. Se crganizaba'n gra:rdes-
congresos para disculir ios úl-
)' tirnos descuL,rimientos teóriccs y expeli ',r.ntaies a
piopósito de1 dl:;arrollo de
) estcs moclelos (Shepard, Cheung )¡ Ecudrie
1935)' ¿Q''ié ocasionó este nuevo
a in',¿rés eiL 1a búsqueda de modelos relaiivis¡as?
'Desdeetpuntodevistaccgnosciii"'oelproblenasería:¿cómcuncientífico
)
mcdelos relativistas
) decid: deciicar sus energías aiclesarrollo o "'eriflcación de
a de Dirac cie las interacciones nucleares? La iespuesta
no es la ¡nlsma en el caso
as En ambos casos sin embargo'
de 1os teóricos que en el de los expei-imen t alist ' '
-
a poCemos dcteciar elemenlos de rrna estrategia satis faccionist a'

El facicr crucieJ tanto pa-ra teóricos como para experimentalistas '


parece
a los modelos
l'raber sido la aparición de nuevos clatos que no se ajustaban
a
-
f re,,'alec ientes áe Schroedinge¡, sino
que rápidamente se cemostró que se
dalos
É fundamentalmente a 1cs rn¡delos de Dirac' Además' los nuevos
) "".níun
eranproducidosporinstrumentosnuevos(loscualessehabiandiseñado
originalmente para . r-ros fines). En resumen, el análisis
teórico de decislón
)
É pr."r.nru el nreuo inte¡és sobre los modelos de Dirac como originalmente
veremos' también
) suscitado por instrumentos y por ios dalos, aunque' colno
iueron importantes o [ros intereses'
)
)
) Los nuevos datcs
)
) En la segunda mitad de los años setenta, varios
grupos de investigación usaba¡
irt:racclon', s elás-ticas protón-núcleo QtA) para estudiar la distribución
de
)
densidad de los neutrones dentro dei nÚrcleo' Unc de los centros en-que
se
) A-lamos
) clesarrclió este trabajo i'ue 1as Instalaciones c{e Física del },4esón en Los
) (LAMPF, según sus siglas en i¡glés), <ionde se ciispone de un a-celerador de
J
z2o LA EXPLICACIÓN »¡ L.c c¡EliciA

piotones ie eoergía ele.rada ¡neciia (S00 lleV). Poi 1a natur;-leza de 1a'rlter¿c-


que iliervinieiaÓ proic-
ción piotón-nentrón, se creyó que las interacciones en
nes polarizados en cuanto aI giro cebían ser
particulaireeflte reveiadoiss. Así
p'u.i, .n 1977 varios giupos de ir-ivestigación que trabajaban en LA'|\,IP-F,
(Hofiman i935), enpezaron
iuiti.,,tur-.nte r:;ro de 1aUniversidac de Texas fabncación nrieva'
a reunir datos usa.ndo una iuelte de iones poiarizarios Ce
/lpara meriir 1a eneigía d;
asÍ como l-rn nuevo especiiórn;:io ie a-ita iesolución
protones disPersos).
- -Ár,t.,
1os
de la iivención de las Itisntes cie iones
poiarizaCas la ce¡tidad básica.
qil...s"*.aiu"..1ósexperineniosdedispersiónelásticaeralaseccióntransvelsa.i
dc/dQ Gtcssc incdo, la
i* i.ufi¿ua ia sección transversa-l "diferencial") e1 núme¡o d: pl:l-
sección transveisaJ en ángu1o de dispersión es sinplemente
d0' divi<1irio
,., ai,p.rro, entre 1cs ángulos 0 y 0 más un pequeño inciemenio ios invesiiga-
entre ei número total de protones inci,ientes. Experimenlalrnente,
un conta-dcr
áor., *i¿.r, e1 núrnero ¡elati'¡c de proiones registracios mediante
de protones incidentes'
localizado en el ángulo respecto d'e ia rrayectoria del haz
en ia iigura' 7 3'
I-a coníiguraciÓn experimental cor¡ienle se representa

DETECTOR

HA7 DE PROÍONES
0
I

cL_11I\t \,./

e:<perimental para meCir seccicnes


Figura 7.3 Representación esquemática d:l arreglo
transversales diierenciaies'

DETECTOR

HAZ DE PROTONES
oa I
0

BLANCO

experinental para medir pcia-


Figura 7.4 Representación esquernática del arrcglo
rización (Poder analílico) '

protones poiariz:dos'
Una vez que se dispone de una íuente coniiable de
P' o
pred. r"eairse un paiámetro nrás compie;c clue se llarna po1-aiizaciÓn'
É
)-
)
)
)
) iVIODELOS Y EXPERIMENTOS 221

-
a
- Doderdeanáiisis,Ay.EnlafiguraT.4serepresentalaconfiguraciónex.
p.ti*.rt"l para medir la polarización' E1 blanco y 1os contadores se colocan
) está en
igud q". pára medir noimalmente la sección transversal. La diferencia
) .i nuri.;rotcnes de llegada. El giro de los protones está regulado de mane¡a
por ei haz' el
) á". J .:J de rotación ,.u p..p.,ditu1ar a1 planc .dete¡minado
grados spin
) üi-.; ; el contaCor. La direccrói.r de rotación se altema 180 de laet'-lreflecha).y
) ,,p (repiesentudo por un puntc denirc de un círculo -punio
-ríi
) io*rn (representado poi una c¡uz dentro de un círculo -la cola de la
a
a
fíecha). La poiarización es función de la dife¡encia entre la sección
medida .on lo, protoÍies de entrada en la posición spín ttp
posición
y
spln
transversai
la sección
down'
t.ansr.rsal medida por ics prctones de entrada en la
) El priner dato de polaúiaeión, para protones de 8C0 N:IeV scbre un blanco
) rie cakio +0, se publicaron en 1979 (Rey)' Co;ro se ve en la figura
7'5' tales
) datosnoccncCrdaronconningúnmocleloestándardeSchroedinger.Lacurva
de ,,mejor ajusle" fpunio-ra1a), calcuiada clirectamente a
partir de ios d:.tcs
)
) 1.0
')
0.9 ¿,0
) o1- Ca, 0.8 Gev
I
) 0.8 SCLUCiÓi.I 1
,Ü SOLUCION 2 l t i.t
c|) 4.7
): a -.-._.-M=JOR AJUSTE I
i .,.1
J,/

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Z
0.5 t
t I.)
i
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0.3 I I

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rl 0.2 .¡l t{
{+ I
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I

I
I
I I
I

0.1 ¡

- 0
I I

-
i, o246810 12 14 16 182A2224
B c nt. (deg)
- Fig. 5. Po,leres cje análisls elástico para p *a0Ca a 0-8 Get/ comparadcs con
- los cjatc: proporcionadcs en la Ref.4. L¿: soluciÓn ce supue§ta gredicción 1 (2)
pafa les ampl¡tudes p + p y p + n está incjicada por la curva continua (de rayas).
- La c"rua de puntos y rayas representa el mejor a.iuste obtenido al peímiti¡'una
- variación libie erl lcs parárrreti'os in Y á, según ss coi-nenta en el tex-tc'
-
- Figura 7.5 Prime¡os ,latcs de polarización (poder analítico) meciida a 800 N'íev pai'a
un bianco C,e calcio 4C. Tomado de Ray (1979, 1860)'
-j
--E
Ct
.rl
227 LA Fx?LICAclÓx »s t-'c ci:¡iciA
e
¡
eü que se enplearon técnicas
esiánciares cie cuadrados r¡ínimcs '
c'l¡viamenie
pa'u dos mcdelos Ciferenles Ce Schrcedinger
?
nc se ajustó a 1os cáicutos Je P *
(cuwas continuas Y de rayas) '
ca-tos similares' 1a investigación de
i AMPF I
A con:ecuenci,. a" t'ro§'á"os
de densidad de neutl¡nes a Ia investigación de los E
cambió de los estuclios
rl¡clelos de Schroedingtt át ü;;t
;tpendían 1os.esiudios sobre densidad de
de tal reorientación fueron' por un
lado' tlEt
neutiones. Dos de las tonitt]l'ilu'
akededorde 500 ivíeV' v' pcr e1 olro
I

car-nbiar a una energía dt;;;;;;t"or' rÉi


que acompañará al espectióme"ro de alta
el diseiro de un nuevo polaiÍmetro
iesolución. Se esperaba qut "*O"t
it'*"ics pelmitie.ran buenas oportunidades
lás modelos estándares y los datos
ilil
ie revelar 1a fr,' ilte dt d;t;t;;;; entre En esas circunstancias al parecer no se i-
;.il;;;1;; f |otones ¿t sco vitv' 'r-l
1os modelos de Schioedinger con-
..'ansa'na en someter tt"f*"n* a prueba
ciferentes'
il";;;;i;; ;;n pcsibilidadesuradicalmente
SCC iottV' concernienles al calcio
40 y otros -
Los datos de pota.ri'aJüi EÉ
tmbargo' ta'les- clatos rnostraron el mismo
blancos, aparecieron tr, i;;i' S;; :-
ioitaftr-rfo' normales' que Ios datos reialivos
a 71
tioo cle divergen.l' utiiidad ' L
;ñ'ii.v "'pttto"át al uso de menores energías no fue cie
"i.:r;:#"
' Értt"-,"iar
El artíc'.r1o eq qu. s¿ p'bil;;;;;"t
datos (Hoffmanv cols' 1931) se titulaba
a 500 N4eV"' v coiapso de la
J
"Dispersión e,ástica dt;;;;;;;oiarizados
'tli^'nu' -
aprorimaciórr ¿. i*puri"n
ttun'itttncia rle mome tum pequeño" -
Obviamente, .rto' fi'lto' tJl"iáti"o' que el problema re-sidía en la excesiva U
-
irnpuiso' Eran de la opinión de que se
exa-
;;;;;;;;1;-ap,o*i*utlón demeáias nucleares a 1a aproxiinalión de impul- -
minaran dil-ersas "to"tttiont'
inleracciones entre los nucleones en
il
so" , es decir, q.tt
"
inttoá'ijttu" ulg"n"
dei-potencial óptico' Peio aun así no se
tuvo U
ei rnodelc básico de Stt"*áingtt
noticia de ninguna ¿.srii.i¿r-,lu¿ica1
respecto del enioque de Schroedinger' Jg
ORIENTACIÓN MEDIDA
DFL ESPÍN DE CURSO d
a
B HACIA EL DETECTOR
i1
OBiENTACIÓI{ DE ESPíN rf
DEL HA7 POLARIZADC
a I
ÁNGULo Dtr DlsPERslÓN
0 E
d
BLANCO
Ia rola- fl
Figura 7.6 Representación esquemática
ción de esPi n '
del arreglo experirnental para medir
cq
polarínreiro hizo posible que se miCiera otra variable de giio' el d
El nuevo
parámeiro de rotación Ot ttoll' é-
g" lu figt"u 7'6 se ri-ruestra la disposiciórr t¿
:¿
¿
€)
¿
-
a
-
)
)
) r',loDELOS Y EXPERIN'IENTOS 223
)
a ejes de espín de los protones de
a e;<perimentai para rcalizar esta medición' Los
enirada, en lugar de ser perpendiculares, corresponden
al plano del haz' el
) del poder de analisis' la
bianco y el detector. Como ácurre en las mediciones
a o.i.ntuáiOn de1 vector de espín de 1os protones
cie entrada se mide antes de su
que se observa en los erperimen-
) interacción con e1 blanco. La gian diferencia
protcnes interactuantes se mide
) ,ár-á. t"ir.iO" del e;pín es que el espín de los
también después de 1a interácción es función del nuevo polarímetro ' La
) -tal
)
a
) Illj
a 0.8 P

l
)
a 0.4
1 \
a (
i
a 0
0 a2 0.0,i O.O6 O.Cg 0.1 0 0.14

) { i ,[
a -a.1, ( [Gev/c12 )

a -0.8
- a
)
0.8 \,
,I
-
r¡ I
1
¿ \
0.4 4
- fr
f.t
í, I _Ll I
- É.

!¡ 0
0.02 o.06 o.08 0.1 0
\/
*
-0.4 -t ( [Ger//c]2 ¡
-
-
É:
É
a, F¡g.2. P y Q de la dispersión elástica de protones de Ca.¡ a 497 MeV' La
ir líi-iea continua corrosponde at cálculo total realizado
confo¡-me al enÍoque de Ref .

-i
;¡i
llCcnlasampliiudesN-Ndelanálisisdecarnbiodefase(Ref,12).Lacurvacje
rayasseobtuvopasandcpc!.e-]iclainieraccióndglmomentomagnéijco.Lalínea
ji depuntosyrayascoírespondeaICáIcUlocorlaamplitucidelespínorbital
Eausian:, Véase la ecuación (7) Cel texto'
-:
A, Figura7.7 Primeros datos ci¿ roiación de espín medida a 5cc ivlev
para un blanco de
i', calcic 40. To.-nado de Rahbar y Cols, (i981, 1813)'
J'
zz1 LA ExPLICAciÓN oE i¿ ciÉNCiA

cantiiad Q es función de1 ánguic e que rota el espín de1


protón interacluante
de la sección
a consecu-enci a d¿ 1,a inieracción. Tan'rbié¡ es función tanio
i^neC-ir Q para cuaiquiei
transversal como del podei de;. ,áiisis. De esta forrna,
rnaterialCelblancoexigequesereaiicer'va:iosgruposdenedicionesparacaCa
4nrynlo
*'^.|oi
pri".,.,^s medicioles publicadas de Q para. calcio 40 a 5cc l,'fev rnos-
preiicciones nc¡m¡tjes,
traron ian]bién desviaise ccruicieiabieinente de las
los autoies
como puede verse en ia figura '7 ' 1\l ¡eferirse a estos datos '
'7

pata P y Q reflejan una grave


destacáron que "nuestras pieCicciones teóricas
falta de acuárdo cusntitaiivo con los datos reiativos a 5C0
lvieV" (Rahbar y
qite podrÍa estar mal se
cols. i9E1). Nue!'anente, sus opiniones tocantes a lc
ajuslaban considerablemente al enfoqrre de Schroedinger'

De cómo los físi:os nucleares jttTgan un buen ojuste

en que había una "grave


Los investigaciores cie ia materia pa-'-ecían ccnccrdar jes de espín' P y Q' :
lalta de acuerdo" en:.-: los rl,.uo' datos sobie lzLs variab
potencial ópiico '
ia upro*imu.i¿n de ir'npiilso tipo Schroedinger normai del
paia consi..ierai cómo
anres Ce continuar, vale 1a pena hacer una breve pausa
llegaron a esta oPinión.
-Lu..rpl,.rru
menos super ficialment e- es engañosamente sin'ple '
Los
-al
valores teóricos cie los parámetros deseados, en este caso
P y Q, se caicular
gralican en ia misna
usaldo uno o rnás modelos estándaJes ' Los datos se
ilustraciónylas..bairasdeerrol''IepreselIaniavariaciónestadísticaespera-
que el erroi esraiíslico esperado
da en los dátcs. En ia práctica, se consicera
contados' Luego se con:-
,.ao"ae n es e1 número de aconlecirnientos
"r''.12u:irr.olrtrente las:urvas teóricas con los puntos que representan datos y
)ion bueuo"' "muy bueno"' "bue-
i.;rrg,:'razsi e). ajuste es "extraoridinarjamenteacuerdo"' "gravement: laltc de
;oi;, onaúlemente bueno", "fa1to cie /¡aics
,.rí¿o", y así sucesivamente. Uno pcdría tarnbién destacar si los
concuerdan"cualitativamente"coniosvalorespredichos'esciecir'siexhiben
acuerdc
o no la rnisma foirna general que la cuiva pledicha' Habiendo
tan sólo diferelcias
cualitativo 1as otras divergencias suelen Cenornina¡se
,,cuantirativas,, . La fdta je-acuerdo cualitativo se consi.Jera como muchc más
que se considera'
-
seria. Süt emLra-rgo, básicamente eso es toCo 1o
que el ejercicio de las cie¡cias
Ñ ¡Esto par.c-e más bien una cata de vincs
au.u,t¿ylaspruebasde..buenajuste',queusanloscientÍficossocia]es?Lcs
jr-rzgar 1a calidad del ajuste' Las
físicos nucleares rara vez 1as usan para
presentan valores de.X2 ni
publicaciones relativas a 1a física nuclear Tara vez
puede comprobarlo con
dc a1gún otro parámetro semejallie, como cualquiera
ar ia sección Ae iíslca nuctear de la Physicat Review'
A juzgar por mi
sóio hoje
NIODELOS Y EXPERIMENTOS 225

informalmente dichas medi-


propia experiencia, Ios fisicos tampoco usan
Esas cosas si'nplemenre- desempeñan
un papel muy secundario en la
ciones.
física nuclear.
para esta situación me la dio un
La mejor explicación que he encontradc
me dijo' tienen un margen de error
*ii..*t¿irtu. Los buenás experimentos' iísica
de aproximadamente 2 por cienü '
Pero dilicilmente modelo alguno de la
de 1os datos' Por 10 tanto ' todos los
ciatos
nuclear se aplica a 20 por ciento
darán valo¡es muy grandes para cualquier
relativos al campo del que se trate
no serán muy significativas'
medida estándar de ajuste y 1as comparaciones de una
,,E1 ojo y el cerebro pr.aeí ásimilar-más tipos de datos en la forma
''que ios que pueclen tuit.T:" con la X2"' Inmediatamente
*;il;:''*. Ji¡o. geomérrica. que de procesan en hipocampo (o donde
sea)
pensé en ras ri;uras
Estetemasinduda,mereceest.,.iciiarseconflayordetenimiento.

LA.P'FSPuESTA A Los hluEvos DATos


kuhniana del desariollo cientílico
Si tuviéramos que recurrir a una e:rplicación
dalasespeciali¿aAesytosgrup-csdeinvestigación'describiría;nostalCesarrollo
por anomalías y crisis'
cornc un caso cie tu.itntiá ttot'n "l intánumpicia
ciencia revoluciona¡ia Curante el
Entonces pronosticaríamo' ttt' pttioao de
seguido por un periodo de cornpeten-
cual los cientíiicc" generan ideas nueu'as
conduce a un periodo renovado de
cia entre enioques rivales que, a la larga'
Sin embargo' ese no es el
ciencia norma.l ba,sada. ." ii n".to "p"aradigma" '
el esquema de Lakatos' o
;;;t..r^ que se ha visto aquÍ' Ut'o T rás parecido,esou'e corLpiten enrre sí'
el de Laudan sobre las ,ruál.ion., de inv'estigación
Todavía más pu...i¿u i"l*plicación euálucionista o ecológica, en Ia cual
"i enfoques teóriccs'
coexisten en equilibrio estabie Áversos 'it"}: ""o-1:.,1^o-'
enloques só1o se convter-
;;i;4"* el que predomina claramente' Los diversos es alterado por cambios en el
ten en rivales activos cuando su ajuste relativo
de estas expiicaciones evolu-
arnbiente cier,tífico. Lo qrr. n...sita cualquiera
tenga lugar la competencia' Este
cionista-s es un n-recanismo Inediante e1 cuál
mecanismo está dado por las decisiones individuales'
de Dirac sobre e1 núc1eo
Los elementos básicos J- iot io¿"ios relativistas
estos elementos eran bas-
habían existido durante .i*r."t'tu años' Además'
individuos o grupos
;; il; .;"ocidos y los había-ir elaboradc muchos cuarenta' Alex Green' a la
pequeños a lo largo de los "ios' ¡':- fines de 1os años
un rnodelo de Dirac de
sazón en 1a Universidad eti,ia Ce Fiorida, desar¡olló
1as interacciones rruci3ór'.-núcleo ' Sin embargc'
prontc cambió:u enfoque'
sobre ese
cuando \a Pliysicat Review 1e rechazó su airÍculo más importante
del todo
tema, aduciendo que (para citar la cala de rechazo) era "casi
);'l !'
225 L¿. EXPLla.r.C:C)l DE L-\' Cil

relaciór corr 1a fís1ca o


especuialivo y qrre la plcbabiii'Jad
Ot:',t
l1qi-+i-':ra
ce I: Ea:eria' es r¿mcl:"
(Cicen 1935)'
infiul"a pc:iiiva.-nen;s tn ti p"tg"to
r' ui1"'liJtá ¿t Flo¡iia' Green y otros esiuciaaies'
A,lcs cespués
'n yill=i' to"rlnuaion desar¡^oiiendc rc'cCelcs de Dirac I
c¡--ticularrrente Di:diey
r'¿ilttt 1972) Quince aics después
r.. a Ia física nu:ltar t-\.lirü''v'cttt"'ié;:t pero' d:sp''rés' d¿ haber e;erciCo caigcs
sisue ciríT dose Ia ob¡a d; i'iiilt;
pcsdcctorales
Te cnoiógico de
tunto tt' tl"u;;;;tá;á'de
ivlassacrrisJir'
-.""rt l''iary1and coi-no en el iirstituto
.¿,;ió ra'.graza ea ra uai'¡ersidad 'ie
""¡rtrcá' cie:n deió de obtenei fonCos en 1970'
E
Er
Virginia ir, en esencia aban"ü"Zi^
cuand.o e1 Depaitarr-ren*'rJ;;;Ját
la investigaciói"le'iá v
ettu¿o' U¡dos acató 1a prohibicióit
se Cedlcó a actividades de índole
más ts
E
cie apoyar ao e¡a
i935)' E;;;;t;;c el ambiente de 1a física nuclea¡
aplit:.d.a (creen
fivora.ble a los mcdeics i" ¡itát

rrucie.i.r iue Di¡j< Wa.lttü';;;;


ni a la geate que ios naneiaba'

tntto¿
de lós nioceios de Di¡ac en la
otrc invesrigaao' q" a'lül:ii ru tu"!u lit;tu clrrianie rnuchc tiempo en 1a
p"uUtO lc que ahora conccsmos como
iísica

el
It
';t
Ualversicad
de
de sianfor¿]Eilii¿
Waiecka p"tolu-"'u*tiu (i¡"'aie.cka 197¿!)' Sin emba¡go' su E
to'lttl""¡:l -" ''utltut
moclelc
f"t pi'cpiecia'jes de la ¡''ateria nuclear en
interés origina.io
1as ¿sl-el/¡s, de suerte
" q" ;;;; f,-.tiuiro otrtorisica comÓ c'e física n^uc1'-ar' 3
=
esludiantes se cuentan hoy ellre
qulenes
l'1o obsrant-e, ét y Je sus
'arios ;t1;' nioCelos de Dirac en la física nuclear (Serot
apiicacio;tt
rF
't
lrabaj an sobre

' '#;;|:i::il.tpto'.
a desatar el inte;és por 1os
1a obra que má. contribuvó
fne la ce Bunnv Clark y sus col..bo-' H
-
mccelos de Dirac para la f'rili-l-l.it1e;t ciitttt"iu de G¡een o de Walecka'
radores (Clark, Iianna y t,{t;;t '
l
grupo de Clark p'opoJa 'B'l
iesa¡rollar un^modeio n:-¡ciear en
términos EI
fl
e1 procedie!;on /eno-
'-tll " más f undamentaies ' Eiios
de 1as interacciones de entiáaáes
nenológicai"nente '

-
, ñ:--^
r;
I -a

Para
fercrnenotog:o

quienes se dedican
c? lrt¡ Lt''

a lz*s humanidades o a
las ciencias scciaies ' la escueia
cie la
e
-

,,fenc¡renciogía d. Diru." podrá sonar cofl1o una cscura variante


,íJü.¿'.i .üna manera de construir m"d"1-"::,:i::::
de 1a É
f,csoría continenral. En contlene un
¿.t p"ttrttiA Opiico nuclear' La ecuación di Dirac
casc modelos Algunos de esos
diferentes'
conjunto de términos q"t;;;;;;;forenciales A.todos ellos se 1es pueden asigna;
potencieJes ccnlienen o"áJ;;;'ii;;Js' Para
itlutiua al potencial nr:clea'r total '
valores que rep,t"ttttn "-tloJt'iá"-ion transversal' puede uno deriva¡ a
u''tu se;ción
toda caniidad observable'-c"o*á parámelros v valores' la prerlicciÓn í
paiti: del moieio, ¿t:ut'io'lln ]"ttiiit" ,.ie d:ios real:s sobr¿ ú
será.r p^r"á;;,;;: s-' .n..o..., ss dispo;re
ace¡ca de cómo .¡

á
I
t
-
a I

)
a t{CDELOS Y EXPERITllENTOS
221
)
)
para obtener e1
) pueden ajustarse los parámetros y valores
t dicha cantidad,
1"' d"'J;' t';J;
E; t;;p1e'a alquaa medida estadística
a "rnejor" ajuste
estándar de ajuste,
de
t"*" i;:é;;;;;tc"' et oujetiv-o no es
juzgar el ajuste

) ánt,. tu p r.ai.ción v Io s
'"'il'.Jrr.ion
d;"'''i;;;j-;á 11* i"i.t::tÍ,:':::¿i'i:lJ::
1 cLn¡1^1
a cle Dirac más general t1lnt
ios que eila y- sus coiaborad'¡res
consideraron "'
a modelo de Clark
'oto
t-"u'Oo't

) rHüT3H.i;:i:;';:::;l['ii5i;#;"1,'.'.xT,]*
111"0".,á"-,;,1"-1,ffi
) á; ;"r" i't i'or' upu" ce natur almente como
)
H;: :Hl'.lT 3":ioJoo,:::1;1'
dos
consec'.l :ncias de estos '

)
)
{ü'É o B (m +Us) - (E - Uv -Uc)
) -o
) -tp I UT ) v
)
)
)
)
) UV
) 200
)
)
) 0 a
) 4
a r (f m)

- -200
ra
ra US
!a -400

ra
más
) de Dirac con la gráfica de los dos potenciales relativistas
Figura 7.8 Ecuación
- importaltes.
-
r¡ . El resultacio cie sus progiamas CLe cuivas fue que ambos Poten;ial'es
ajuste de.
cie riio.s de MeV ' Pero
Uv es posit'tvo
resullarcn muy grandes, ¿ti?¿t" át "u¡-os atra'irvo'
- es neS1l'1¡ y' por 1o ta'nto'
y, por lo tanto, repele nte, t""t'uoá q* f'n ¿u
- ., ,,,, po'"tttiJ ligera:i-re;ite negativo' cie aproxiinadarr''3nie
,J La dife¡encia esiáod2'ies de Schroecinger'
l, l.{eV, muy pa.recidc *l pot"*i"j á" los m¡d:los
1
1']! i : F)iPLiC.\CiÓ}- DE LA CiENCI.\
i
como
ecuación que cescribe este moCeic' así i
En ia figura ? '8 se rnr:estra una ';iot dt-corr'oararse ccn el n'oce1o
dos o"t;:i;Lt: i^¡'¿' 1
I
una gráf;:a d¿ los T '2' Lo fe::inante es que aunque
los
de Scirrceriingei inostrado e;iu"¡" ''u i

iá*,,.ia., *,,,,:,'lt ::*J*l*:l*::i¿::?il;:i'*ili'Ííili';: ,li


La natur¿ los
muY di ferente s '
blanco';í:;l;;;;;o' fundu-t"tukr'ente diieren"e en
núcieo que sirve ce de' digamos' 1e32' casr
dos morleios' Lc malo
ti o;5'";;;'.;o*tn]-l:-T1"
existir'
naiie cr¿ía que escs gtu"átl páttnciaies pudier:n

bastaníe
l.e adecucción entpíríca no es
fenomenoiógicos'tan sólo del potencial óptico de *
Ciark no co nstruyó n-rodelos modelos de Schrcedinger
Dirac. Era rambién .o"r,iüllr^.o.r.rionci.ntes se tienen datos cle sección
trans-
que servirían at to*pu'"ti"ó'nl
i] t'¡tutntn* conside"'abie'
Para obse'rvai una diielencia
versal, la dilerencia "tu oti"ou' d:l espín' como h polariza"ión
de
tt'"ttiit:ltt
s: n:r:sira un iato "0"'"^iit loj años los úni:os i:'¡' de er:e
h rotación de espín A''i;:'"
Ct :tlt"l'"
,io o o u. e ri s r í a n .:
:::' i'',:íl; l; JLf
g:': :: : iJ:'
t; :;: ;'; ::'-i:
:;
q'lre ros modeios de
ll[-,xfi:'#::'f.,,,l.ii:;;";; ^;;'T::l: r'j"' ra semejanie Estos resul¡:ios se picsen'
Schr;edinger ton""iAo''át'rílane
,;;;;;;;;;,.,,"':::".,5i""#;;:*lt;:i";T;1i'¿'fi1l"::"líil:;
atenclo"'
les prestó ma)/oi ''n¡ [ue .;.,^
:":"Y,:"^";,^:. visto ..,n t""'rL simpatía"
co¡ mucha '
erebaca coninigo¡. esir r:abajo u'rrr."r^uoralores
=' ";", .;;;J r, auía n,m'j o'10: ::::: ilL]l?,'"',1;:í,., á. i"*. o'
:;;:';;i- vi ;po zac o n p c n' d : :oi s

::[ [T, :1 ü;!:' ;:, il i :


La r i

":::.1 y -too-i'ltv' lu fenomenologÍa c'e Dirac


i

,obre un blanco det^'jj"oi'"''* cie los corre:-


to"n' i¿t'uutt *e nre mejor que cuelquiera
oroporcionó un ajus;e a co;rv:nc:r
Ot itn'"tdt"=tr' No obstanr" esto no llcgó
nondi¿ntes mcdeios
i"it'" ulgoque tl e;rioque d: Dirac '
iodavia a muchas ,t""t;';;;;t 'lt"on
'""i,;;;;,;t:y*":h'l^lit:[i:^tli:::i1!x':iÑi§-"1"']::
er:''pírica' esta investtgautir'i..á*.""'"gÍa de Dirac produjera ajus:tt
1?:-i"
:J¿:i:=lf :§:f ñi?J:::;'#,:H;:1
:1::'II:T?:1,11"::"":ffi uc
m,ooelos Lruruvver"o--
estándar de que los eneral se anuncia como mas
modeto de Dirac el 3ue eo-::::icos
;. ;;;"';;t:.1 de ambos cipos empL:an
il ; i; ;' ; ;"g
::,:1"':;:^",: : iil
l:"l'tr :,h' :: #;;;t' ;i .,¡
de ordinario aproxrÍnacamelttt:'^::':^.'^,-,^. *,r, .n serio 1a fenomenologta
i 5
;"m ;::1 J:j:'I; :
r"J,?:[lT,Í'i:
; : : : J' ;:
Hi o' i u'' *i
" "' ^
"
MODELOS Y EXPERIMENTOS 229

no. dan margen p1li


tes de los compcnentes microscópicos del núcleo l"
que se requleren'
loi grandes potenciales positivos y.negalivos
existencla de
los datos' pero no hay
ário, pot.n.i^les lueden posibilitar 1a reproducción de
razón para creer que realmente eistan'

EL MODELO DE EL íUODELO DF
SCHROEDINGER SE DIRAC SE AJUSTA
AJUSTA ¡/EJOR N4EJOR

ELEGIR EL
MODELO DE Correcto lncorrecto
SCHROEDINGER
ELEGIR EL
lncorrecto Correcto
MODELO DE
DiRAC

Figura 7.9 |vIa¡riz de decisión para 1a eiección entre los modelos de Schroedinger -l

L,irac

usa apro;(jnll-
C)tra razón es sencillarnenie que el enfoque fenomenológico
Se cree que en virtud de esos
clamente una docena de parámetros ajustables'
numerosos parámetros iibres, uno podría obtener
un ajuste bastanle buenc
casi con cualquier *oa.to.
purando por alto el hechr de que Ia lenomenología
esta objeción
de Di¡ac proporciona un mejor u¡uste q'e 1a d.e Schroedinger'
,*.furrn-furraairLentotípicamentesatisfaccionista'EnlaliguraT9serepro-
ducelama'irizdedecisionesparaesteproblema.Enestecasoelque..;iseajuste
el potencial nuclear
*.¡or" significa que el *odelc de Schroedinger representaajuste a 1os datos -es
u.áuC.ro mejor que el modelo de Dirac' Si un buen
mejor e1 potencial
bastante probable ,i. ;*po.iut qué modelo rep-resente
en si alguno
verdadero, no .isie regla Áe decisión satisfactoria basada
"uclea¡ garantía de finalizar con un
de los rnodelos se ajusta a 1oi datos' No hay
que algún tipo de modelo se
resuitado correcto. De esta rnanera, el hecho de
ajuste a 1cs datos no proporciona fundamento
para decidir de una u otra forrrra'

El éxito predictivo de la fenomenología de Dirac


establecen
IJna vez que los parámetros de1 modelo óptico fenomenológico se
puede usarse. eI
mediante el ajuste de la sección transversal y 1a polarización'
de espín,
mocelo resullante p.,,.'r a predecir cómo será e1 parámetro de rotación
Esto lo hizo Claik para los modelos de Dirac y de Schroedinger' EI
probiema'
CiET.iCiA
21C LA EXPLICACIÓ}I DE LA

de ia rotación
Jor supuesio, es que anies cie
igii nc e:<isiía-n datcs ccnt-iabiesiban reun-ienCc
Le espin. Lcs daios dt ¡ñ
l'itV-"iuti'ot al calcio 40 se ant'es
pero cuancio C*op*¿o disponer Ce ellos' unos sois meses
lentaminte,
de su pubiicaciOn, "l ajustJ
t'I áuv b*tt"--' E¡icnces ella 'v s''is cclaboiadcres
sep usieron a trabajar en seilo '
.;ne¡aCc de q ue la ecuacióe de Dirac Piopor-
llos lograrol e1 resuliado ;s ex-perimeniales (secciór trals-
1 as tres cantiCad'
cionara un rnejcr ajr-rsie Para Pe¡c
ror"ación d: espin) c.::e la ecuación de Schroedlager '
veisal, olaiización
p Y
investig adores fue que cuancri
que f ue realmente e;{citanie P ara esi'os
1c 1a sección
a¡on lcs Paránetros libres Cel modelo usand o únicanente
cleteir¡'.1n ar',cjó una PreCic-
la polarización, el rr'cde lo de Dkac resul iantei-i
transversal Y io fenomeno-
ularrrente buena de la r oia-ción de esPín'
ción esPeciac

-al
1.0
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o.0 10 20 30 40 ,r
0cm -
TE
I
l. I0 ConParaión d¿ Ia curva nredicha por Clark para Q
(19S3' 271)'
con los d::cs c
¡l
Fi¿ura . Hr*, Y Nlercer
ex:sten[es Tomaclo de Cla;L tq
-5J
.l
t
-
)
) 8

- i\¡íCIIE i-()S "1 ilXPEitllvlENTOS 231

-
)
) de ajuste más bien pobre
Iógico de Schroeclinger proporcionó prediccioncs
por primera
) ,.ir.*o a las rotaciones de espín. Las curvas de Dirac, publicadas
en copias desde fines de 19B l '
) vez en 198 3, aunque disponibies para los colegas
) se muestran en la figura 7 . 10 '
parámetros del modelo
) Los resultados eran sirnilares si se establecía'n los
) ajrrstandclaseccióntrans.¿ersalylarotacióndeespínylrregose..predecía,'la
muy buenos ajustes
) polarización. La lenomenología de Dirac proporcionaba
las predicciones basadas en el
I irr" fát datos observables pr.dithos, mientra's En este caso CIark y sus
iorr.nponai.nte modelo de Schicedinger eran ¡'obres'
? colaboradores tenían a su lavor tt'-'u pitto de sabiciuría
recibida' Todo mundo
F ,"...i" creer que los espines obsewabits (.P :' A) debían estar relacionaclos y

- qu. rn bren moclelo debería ser capazde re'¿elar esa relación'


l. Aunque pocas personas vieron Los rtsulta'los de
Clark a fines de 1981 ' sus
poi prlmera vez en una conferen-
- resultados fueron presentados públicamente
rnedia en los núcleos" que
) cia sobre "La interacciól-r de r.icleones de energía
, serealizóen,octubredetrgl2enlaslnstaiacionesc]a!CiclotróndelaUniver-
ilabían ¿iceliaclo' EUa-
) sidad cle Indiana-. Hnionces Ciarl: sripo clue lila-Imente
'lnluy cmociotl:rda" y "nluy complacici"r-"
D se sentía, como lo refirió más tarrie,
con la reacción
-
D
-
I La resPLtest a

- Torloslosfísicosconlosqueheconversado}l'iganentealrespecto,concuerdan
l) ,in ningu,r, duda en que unl de las luenles rnás importantes
que han avivado
-a elinterésenlosmodeloscleDiracfueel.éxiiopredictivodelafenomenología
de Dirac d,esarroilacia por Clark' Vale la pena citar
al respecto lo que a
- por ciué el irrterés en los
I¡ principios de 19E6 clecia rin joverr teóiico' Le pregttnlé
*ot", a. Dirac aurnentó tan espectacu]armente :l principios de 1983.
-
- refiere a los experimentos de
r¡ Bien, yo cieo que lo rirlls, al meuos en lo.que se porque ella empezó en
diipersión,lo más inportaiii" fut tt ti:"rajo de' Bulir¡'Clark'
t los viejos tiempos. ari":;';;;;;; ella invesril;aba eso en el 76' el 77' no sé
r¡ exactamente, pero desae'nac" rrrutio y 'mmrrr :iia
había quién se lo i,npidie i¿, ¿¡t
lo hacía' ¿córno decirle? No
V en real:'iad. no lo hacía
de la manera más
¡ ""¿í
convince rte, pero t,u.iu uigá L ltn cieliniilo
y que era útil Y en IUCF 'enel 82' esto
r¡ fue despuós de qu. upu.".i-",o,' tsllos datos, ' se p;esentó
Ia misma discusión por los
clue hacer esto"'
cálculos de tipo no,"f"tirirtu "Esto no furrciona", "tenenos
- "Tenemos que pararnos cie cabeza pa¡a tratar Ce.irnaginar las maneras
rnás extrañas
I de poner en práctica los ¿¡tás scbii la rotación cle spírr" . Y entonces Bunny mostró

- suscálculos,iiCrcicletomólosotros'iosiragrxer'lcsd'Catosdispcnibies'losp"s6
en práctica y la fu".i¿n,l. rot..;órr de spín salió pciitcta rlsí' le digc'
ia geute estaba
¡
b m'uy i,r.,pr.sionacla... Flso fue, ciéarne, algo lariiástico'

h
t
i

DE L"\ CIENCTA
232 LA EXPLiCACIÓ§-

t;::* .1
La mavoría de rnis otro"s :i::]::::0";,
"=;
1ffi1:i::::' ":Í:
contenidc de su rcspue:t".''-,'^'l:':: prescntado en e" nttsn"'o

;ffi ;'§ H:
,1,

¿l$ ffi?tr'TT,.:.1;, ;;
i ;'clark--coi:':::;li::'.'
; ",ti.rlo
I ffi
Tr : : ;", .i?.l i;lñ?i,?Jl
había sostenico cor,'e,po"d;n'ia.con -¡r
,iitiLt't" ir"v
,"r'r" a.*lr, ccir un aiarreltl !::]:,::ott '"'
ceL orLBLtLa'/'
iss¡, t+0, el subrayaco es

|i'L:",til,'.X:.::§'"ili1"""iJ;ir'' iti:i{{";':d}#"''1ffi
nt L;itac r'-sa.j:':?'::'l:,-:"1il";;i n'o¿'to óp'i'o i"''o'
h fenomenrttosn
,.iuiiuit,u que vimcs. antel rcr nl'-IrL'J ' -..,3li¡gr "' ::' ':-' r'
i '1 i:r e'uaclon oe )( iir
L
basados
,i'.""ii*"" ttt¿ndar
,tü:
Nó rc se e sp ec i a,
i 1 I J l, i'J';.
-:
i:i,
Tü l;,,.,^:
i:. il l.,,"ff.ilfl o.,]. i
seprerlicc,dadalasecctoLtiJ".'¿.Jái"i..:tu1:r,1n:,,.ru,uraexperimentar, orro
f
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"'$:'::"Jii,ll,'."^"1;1;';;'.;i.**""'i¿n
de Ttxas'
*,Jtii," íJ ,tlpo t"i' iá' ti
ref-triéndosc a !¿'',1.",
es dcl oriei,al):
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asociados,
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escribió (ilotiman "ore1:rcio
4
yJl":::'J'i1,".$lJ''JJ:';"lr;'"i:J:fl
i:i;;;;;,;i, .i ,"S::j.,ill|i::i|l:TÍ:i"'.:,,.:¡^.,i¿"¿,,
de la que se encontro
i
}ii!'til jru,:ll.}j:i':jj-¡t+:
cle schroedinscr
e
-a|
importante 1a capacidad de
ob"'iamente consideran al-
Estos experimentalisias

"'i:*::: :l ; na no t a p u'; Ii ca c a c n el
:i:'::' i: Í; ililál',.:l Lx1"J ;; t:líl
l''
u

_)r",'., ;,i; . :,1,,,t l.lT'Jilli


energía' ' se descrtoe ¿ I ; :i"^¡
Hj
Ei anárisis que rrizo
Crrrk Je I¡s detos
o"
l|)i'1:"';"t::\i:i:1ll:::'T:'"'Tüü L¡
i"
"..ii'.'
¿.,' I i; J"' i:',ll§ ;iT. ii lllTill
i'h i H' *u i l".{h:* *l:f
} *;
il?::iJ';1,1j.:'l ; :::;i.:::d;in l1:,1:,;;;;;. i." "","1:l:pl::'.'":".:
n"i., i ni*..' t¿''-.*,X :'J lf '; tr : $: :.1: :";i§
f iJ; : : l:U il'^1'J.1,?',,. "
i:':;i: :H;I'.'.:,',: 1.*ü i::'?f."i"::':il,i:i:,'ffi gíi:il:
que la gcnte se pu\rei j],1',"1 r,',,,.ion.s dd
d
rcr¡rió de u::':^üli-"t,
c:qn''*t: ü:"",'.',.1fi o a"
I"" ,.,.
'","0,..a.r'.'lili.Tll;1,!,
disponibles ont.",n:;'n;:
.,r'n,.,ii.ion., ,; .l]:;
i::iii:iiiTI.;ixli:illl'ü""l"Jli'T^"i,,
(c quedaron rnuy a
plano fuccl .roM n",,i, cc eiusic rctrrivi§Las
corre: ilna':,,;..', ""
Predicciones
la zaga

I
)
5-
-
)
) OS 233
NlO Dtll-OS Y EXPERILlENl
-
)
y no para los
)
que esto se escribió pa-ra 1os físicos en general
Adviértase
- a1 éxito
) "'Ti.i:ii13ill':: n:,:*?:cioróBicas están11:',11"'u"'raramente
) ;
0,.,r .;i; o. 3 ".1"
i
i'l
: *: *:
: n :,Í:;':
J :1''H;
)
É
ulteriores
*
e1'rellcton-1o;1;rd;;;;;;e "'X;*:;:';:
los enloclues diraquianos
a 1a física
cita Ia contribución cle clark v
sus
) *:,:::.;'ll;'tli,1l#.iX;a",ár"1se
D rffi..;:;,'1..............¡:':['":^r]:::J.H:::JI[:,
coraborariores. Las ciLas ]i:ffi:
id o p e r s o na t m e nt e
$l i" ; iil.iil§,::'* ff l,!::'::J
- i:
F ü:i:i;= :'"'"
ól^¿t' Lo que signilica
que consideraron
sí es
motiva-dos por ios resulta¡rot-Jt cjrerro^eorno apoyo a la
importancra
) arrícuro r;;;;;;; r"ra
P orre ésreerr
de trabajnr
rrn
sobre modeloíá"'»i'ut' Es nrás'' esta forma de
cite relleja elJurcro
apropiada'
) propósito de Io que o'rürit" tá"sicierará como una molivación han
? a
Desde el punto de
"t
't"" '"ti"iitUo'
tos estuaios cle Clark ciertamente
de las invesligaciones ulteriores
) tenido que ver mucho t;;i;';;;i;;aciQn
) basrJls en modclos dirrquianos '
P
) BUENAS
D Pon qun soNI iluPoRTAllrES I-As
) PFIEDlCCIONES
7 LIasta aquí he demostrado que el éxito preclic.tl::9:]: lenomenología de Dirac
) tt interes en los morlelos diraquianos
T fue un factor
de la física
primorclia
nuclear
pa"'a qu"
o*0"'o'l-t'i<l?t "'git'nrsal' Sin cmbiirgo' aún no trato de
É
7 explicar Por qlá ocurre esio'
La idea de que las p"ailtio"t' cie rnocielos cienlíficos puecie remonta¡se a
'i""'á"i'*ioág r"-r3-1i.1ti"o' Formaba parte de los
¡ griegos t" Mil1 y
los astrónomos
metodorogi" .'i'.Jrl.r'i.i ,igto XvII, fue r.re,aticla por
- tratados de t'¿r¡icamente por C'S' Peirce
¡ mediados t*'
$/hev¿ell a
clel siglo' A
';i;'iiñi"rtr'i"r"
ttrtt*'',sofJtrtu' át'ió convertirle en criterio principál
de1

- a fines '' cientílica


progreso prra la *ttoaoiogio <1e
los progrr'mrs de investigeción
¡ de rcv;sa¡ unr historia I an
larga'
a I
postulade por akatos' "d.i
Me limitaré aquí a
";::il;i;o*t'ito
tratar ;;;J [.r. .l..e-p.n n las preclicciones certeías
del notencial ópiico nuclear'
- en las decisiont' at *¿op']l
É 'l'oátiol "r"i'istrsdeberia ser eviclente-2
La aplicabilicla¿ tn¿' g"tt"ui?tl- "-prlt*lón pt"É"ncler que yo no he hecho
sino
- Algunos filósofos , *""t'tliu"otpocltío"
laoperación de una regla o nornra
ff descubrir ante ro, o¡oo a.lnrJiri.",
gt.tt'"l'
,r.r.rr.s
i" re gla consiste' grosso
ntodo' en que ulr
) metodológica ¿t t"t¿tttt
I) rnocielo que puta'
que se conslruyi1
p'"attiiio;;;;;il e s pr:elerible a
pa'rte de los da'tos
t"*o"i'it*-"*t t"dos Ios clatos' La
otr o
pre+"ensión sería

I ''¡u"t"ti(}
i

LA CiENCiA
1234 LA EXPL1CACIÓN DE

q,re la existencia de una ^'l:]'::l:i l:::fi§::;I:::'#T':fi:J"I:


regia
t" r;.:::',X:;:,:i:';i;;;hacer
,.Lo, ,r. esics rísicos. cisnLírico
t' i' ci; tai tipo a'- ncirne' ni siquicra el
I

;n::ffiii"',Tl3r;';j^ "i"'" 1

que a veces lr citen l"'


1

"lü""'*il:?::::ffi':.t;;;:.H;,',".*:';:
cicrtos casos' Sencillamcnte i:
t:::"':*":",,."" rie los cientílicos'
I

,J:::'Iil;";;;,i' "r actcs d e una n..r r¡ I


f
rsí en I

ffl",:::':,:: ;::.iil"'f o
1

iiu " n creo


de la ciencia' lvlás bie '
:

ieración con a-r*urro, ,,ur.,.iJ,


¡ "tiro.-grn.rur.s un resultaco secun-
ou'.: cieberíamot tott'i¿"'lt'tl
io'*' ';*prt*en:a-coÍ1o En
¿t áttlsl¿n inherentes ai 'rensamisnto cie¡tífico'
áario cle la-s estrategias e'rplicarse coÍ1o consecuen': i natural
palticular, creo que t"'-'no''*"-O"ede
^'ltir"ttio"lsta para tomar ciecisioncs sobre ei
dc apegarse u ""o t"tottii"
Iirti" ".,." los moclelos y el m.ndo '

que cL¿enta cono pretlicción


Qué es to
que va i'! ocurrlr'
predecir algo es clecir cle antemano
En e1 ler'.guajc familiar' tl";
A.l rc rerirnos u tu,
p,'a i"iJni t' t ""ult ""' 1:::,,oJ li;,ii"l"l".ll
i;::ti::*:r:,lrilLi!'lif=:ilá*ii:.*¿.*;*¡*:*'t
De hecho, Clark v ,": "o'"i:..1:::.:- ;;.,bles datos perrinentes
1os
j"l:I #j;,:: 3;: :;:"', ;:iJ ;;; ; ;;;" e. no hab enido que
::ffi 1,:: Err la manera como hablan y escriben
ver con la opinión ¿t rr"oltli"'f""to' tt'ín simplemente significa deducirla
sobre el tema, "p"attl''liu""t"J*"át
de u n rn o elo 11 r.* *
* or'il ]o"
- ll i"11 : : i ::'J, Í.", Ji 1,,,1", :ffi::: r
;" :il' ;""il i u ""' o' n que e e 1 au'i o
u I

;1;T ;:::n'^:i ,".:il:fj,l ;;'.?j,:' construido


conforme a un moclelo
habla también ¿t ''p"a"ti'i'i^l"t*i*ttut v 1a'rotación de espín' Este trpo
usando ios datos'oUt"
fu'tttlá'ii*n*t"ul
i.l,ái.",J, ",," lll:;:,;..ijffffj; jt*:;U ;;ff:::'i"fi*'i1:
temPoral en que estuvl(
rotación de espin' - ,,---¡i..iÁ.,,, anroxirnadamente en el sentido
apr<
'";;;;Ñ; usaré el término
''predicción''
;;t ;;; o.,' t"-
de 1o s f ísico s r¡ o l o t' aeo'i'or oi;
s p re c icc io nes-
1".::J;:
¿i^ct::f:;: :::ffi ilfl :t,,l'f:
solo quecn J;
guno ;^t"
Es tan ;i
papel al i a
."'á.t.*ototn sstc cas
L¿mDoral cle ser cor
acontecimienro "";il;;
'tt'u;-';:";tl
no trc'im¡r' iri pa¡er
elgur'o'
:i ;l;;
';;;;rai
!i EXPERIIvIENTOS 2)5
MODELOS

Cudles Juerott las oPctones


de la
qrle la lmportancia que se confiere al éxito predictivo
Argumentaré clecisiones de
Dirac pltJt t*plit*se si suponemos que las
fenomenología de
de Dirac se ajustan a una
estrategla
los científicos acerca de f"t-*áatft' primero debemos
Para aplicar ei modelo corresponcliente '
satisfacciorusta'
ciark ante el tauer
"'JiU:Í,: ;'Ji [TY:::[Ttn.:.,''io*:'::::':":'u'
cle
I{ama y Mercer
la siguiente oracióir (Clark'
de Indiana consistia ton 'Jlo
1983 , 2'18):
puccle clesempeñar un útil papel
vemos que Ia fenomenología de Dirac
En conclusión,
núcleos'
i"'1. i.r.rinti'o' rel:rtii iste tle Ios
i igadora clecía es
que vole
el punto de vista cle Lauclan' io que la-inves
Desde one no es c1e sorprender'
seguir lu "clusión
ta pena
;tt;;coi'rr
'""o*tno]l'1;l..';-'it';:;; clli ,.¡t n'uthos años' Implí-
or-ovinicndo tle trn grupo;;:;';;
inteÍtar "la de:cripción relativista
.i,u*.nr., lo que ciecia erüt't *ff" " 'ena
t" n'rás o*'oll:,t:,:tl'e
se rigr'rrabanla mavoría
f;:H:T;;'... u.'u
ú: ;:1::ü más recie¡te de Phvsics
de los investigadores de ;;ffi;;;';
'o'."i'.'sión
más realista:
p;;;;'e1 asunto d¿ rnan¿r
Today (marzo de 1984)

,'.Cómo pue'le urto


srh(r si l''-'" pcrcnci:tlt' Ctd''liil,]¡f1'',i:lfrTjt:;:t""1u;:,-;
i.**"not¿gitos con un ¡u'r:rJo ci
pa:átnctl'rs 'tltLi
imPcrtante con la realidaci?
este tcórico enrpltó
pcsrerior (Ficklcsimcr 1935)
En urra recensión ¡ --'¡¡'vía los anieriores éxitos RD
conrenicla'en
fra,ses como: "si existe '
^üt"L:"ttát¿' te la's prev un -
ieno" i *i¿' [t' r.l t', fo'*:': exolici ¡ amert
[relativ istas cli raqu
muclro in'ejcr que el NP' [no reietiviste
¡

tas: "¿es el en''rque RD reaJmentc


"f q* qlle aporia un elemento
diraquiano], dt *""'o out
-"tt* iísico fundamental que ei
y " "ng.u*ou
es-el
esencial extra a la física'l'' ¿cuál "'ecanismo
Dirac agrega al entoque IrlR?''
.nfoqr" cle 1982 era., mas o
es que Io que ra gente sc preguntaba- en
Mi interpretación r"atmente delectabari poten-
menos, si estos t*ettin.,"uii*'¿l h- Joluti'io pudiera
au'o'?"it ¿t*"tf aislaclcs comc para que se
ciales relativistu,' f-o' "¿" Con todo' unc porlía saber si
en;;;'";; senlido'
decidir con certeza
relativista-s genuinos En
este ca-
podían o no podícn dt;;;"-t;;;nismos que es
mera posibilici¿-d Debe sigrrificar
so podícnclebe sigruiica;;:;;;i"
,t"i',t,il matriz clecisiór impiícira en torlo indivi¡luo
l:'l,i:i.i^iir'3;;. cie
i
Í
i

CIBNCIA' i
:236 LA EXPLICACIÓN DE L¿\ i
I
estos experimentos I
telor si3uiente: "conciuyase '-1ue
eian, en mi opinión, rlel
I
I
I
l'";;';;4,,¡.i¡:;::.,:l::.','"TT;:T.;?";",".1^?,:,',#?:;1";i;':i{ii I
I
tos prob.abletntn: detecta-n
l^:" 1i"i^";áio"o sería: "Estos experimentos
est.acas.,ür.:':^':1':.::.;;.;,..i I
rrespondientes poi:ncia'les reia-
y "Esrcs eioerim:nios no <¡.,..,un
I

;*.i;.t rei¡livisias" de decisión


v los estados, la matriz
I

ti¡istas,,. En[endidos rr, 1;:;.;il 1


i
la ya' mostrada^en la iigura '9'
7 j
implícita queda básicamtn''1"t"i"" preguntas
tntán¿"t las opciones es clue las
iJna vcntaja at t'tu to'"""1-át
sl t" to"ttuye que pueden intervenir i
..:eneralesseresponden "JHut:,JJ*.ni"-
sigu"' t1ac1:: del momento' que en
los poterrciales 'l 1i.c3nt1xto erpeiin"entos
:

"tutiol't"'l
ptn* lt"t"iut-'uoittn' rclaLir ist¿s' asi como los I

scnerrl vr,lc la todavía


Dti" no veidrá Ia nena Esto deja
Ion ellos relacionados'
ot
';;t;;.,'"'
i"O''iduo deba perseguir ac'r'ivamente
los
pendier-rte el problema ottt '"
estuclios relativ istas '

Los it alores
en
que er-tste siempre ttn valo-r epistémico generalizado
He argumentado p"t¿t ¡u¡t' interacciones relativistas
si
acertar, por ejemplo, t#'"it'olt otros
y ' Sin tmbargo' la mavoría tendrá
en realidad las ha-v, que de otra'
quc los
"" ';;;J;t;av'
lleven Ñt'i' acertar de ulla maneia más
compromisos
mismos
'
cLato s pueaen llevar
a que personas diferentes
tomen
Por ló tantc,los general
dilerentes' po' i"*frtt''to 1i1e concenlraré en la estructura epts-
decisiones
problema c1" decisiOn"seltil t" ¿""t'ina t1n^1ólo por los valores
del efecto de' otros valores' Esta
separacton
cl
témicos' Más adelante """'ií"á* Mi explicación
oberlece Írnicamente " t:";::;;i^;;;rr;i;;' 1: Y.,'.^'"""un' en su propta
que los propioi científicos hagan niirguna distinción
no s-üpone
r,oma de decisiones:

El pape-l de lx preriicciones en la decisión


acertada en este caso
el papel ciue desempeña 1a preri'icción
Para apreciar son can-
dt ;;t-;;;i"rización v la rotación de espln
debemos percatarnos
tidad'es indepenclientes'#;;t
á;o;;;tn J-e la naluraleza dt' la interacción
dependencia es diferente
entre el protón poru'i'oao v
tl;;;ñ';";-bargo'.la
nccesaria entre elos' su
en ros dos ca-sos, cle -^"1;;;;;;;;';:':1:::?¡
tolrtlng"nt:'de cu-1!:ler rnodelo nuclear'
relación es una caracteri"iJu que serla
tit r-oaos cJnccido' sc si gue i nmediatamente
De cste hecho ttOtito' <1c espín clue coucordaran
con un
tit
nuy improbabrt tntont'^ii]to"' 'ototi¿tr
NIODELOS Y L.{PilRI¡/IENTOS 231

modelo cle lJirac construido solc a


partir de datos de polarización' si la
mediante el correspon-
interacción verdadera se describiera correciamente
diente modelo a. Scf-t'otal'lg;t,
y t'ittutt'u' Conforme al modelo satisfac-
que se expuso en el capítu1o anterior'
cionista cle toma de decisiones científicas
las bases para usar la síguiente regla
de
esta baja probabiliclad proporciona los
decisión intuitiva: moclelo de Dirac si preclice correctamente
^ptrot"-oi apeglr:re al modelo de Schroe-
datos cle la rotación cle espín; de Io contrario' modelo que acaban
tonotia" b¿Lsaclas en el
ái"r.. l^¿^t las probabi-1i^daJt*
de. decisión es probable que ter-
de señalarse, siguiendo esra simple regla
epistémicamente preleridos'
minemos obteniendo'-t''o át'ton t"sttltuáos
modelos fenomenológicos en
La situación general t';lly cliferente si los
se construyen oñt"i'¿o ambosr:onjunios tle datos del espín' Se
competencia q':
rie Dirat- cs
.".r..,r" todavía que ei ajuste estindarexjsle rnucho ^mejor :t:1tt::l-:l:
fundamento para Juzgar
á1.." á. s.rt.oectinger' Cán todo' no
conjuntos de datos sería
que el buen ajuste clel -oJtfo de Dirac a ambos
no relativista' El superior
i-p-¡.1i. si la inteiacción re¿il fuera básicamente Dirac bien pcdria deberse sobre
.j,i".i"i"r cel modelo rttorntrlorogito-(i3depoteÚciaies que intervienen inde-
torio a quc se tienen tipcs cliferentes
eras intelacciones '
rÑl.ntl*.nte cle que represente ver<iad algo más técirica, supongamos que'las
para plantearlo ac uía
',',or',.to rleterminan los parántetros
i.t.,"*il"., son en realidaci no relativistas. Sideseclatos' queda todavía alguna
clel modelo cle Dirac ,,o'láo ambos
conjurios
no se' ajuste ¡nuy bien aJ modelo' Pero
oportunidacl cle que ei,"g'nOo tottjunto
de Dirac usando irnicamente el
si cleterminamo, to, p.'á1l'J""t él mocielo
las probabilidades de obtener un
lri*L. .onjr,,to de áatos deben aurnentar c1e dalos lndependientes'
i o mismo vale
ajuste pobre pa.u.f ,.gu*io tonjunto
para el modelo cie Schroedinger si suponemou.O!?
1" interacciones son rela-
poaer clediscriminaciól:1]::l:i,']:
tivistas. Así pues, ru ptutüu-t-i^lt mavát
conjunto de datcs que sl se usan
,a aonr*uy* .,r,,rráo únicamente ei primer
ciel modelo' Consecueniemente '
unrbo, aorrl,.,ntos al establecer los parárrretros
1os clatos de rotación
el éxito del enloque a. n"nt puiu preciecir 9'::l:l
más sóliclo para decidir a su favor que su meJor-
propor.io.ru un fundamento
ajuste general si se usan to"j""toi p;ua determinar los parámetros del
modelo.
"*: "'
consiste en no hacer
Una manera rnás inr'ormai de plantear esia diferencia
ei moclelo' Si el modelo puede
rele¡encia a juicios a. p.oU"iifi¿ud basaclos en
se proporciotra
prá.irci. inftrmación sobre dos cantidaclcs meditlas cuanclo
que el modelo en sí
información iespccto cte só1o tlira, poclemos conclui¡
que generalas cantidades
cotttie¡tealguna intb: .,ación real acerca ciel proceso
cuando se pro-
medidas. Poder reprocltlci¡ infolma'ción sobre dos c¿rntidades
que ei moclelo puede
porciona inforrnación sobre a¡¡bas tan só1o cieirliteslra
adtptarse a ambos',ipcs cle informa'ción'
238 L¡^,. E;{PLICACIÓi] i--E I,A CiE¡ICiA

Sinembargo,.:staíormuja-cióasiiripleia'nsóicrepi.ir.elcsj,riciosdeproba.
biiida'd,noloselinina.PuesauleI-I'siece5csurgcla-pl'eguntadesisimcdelo
p.opor.ionninfciraaciónre:lioci-=nlaneiasin¡:ieraeniecas-aiarrojalos'ra-
se requier':n los juicios
lcres medi..los ariicionaies. Paia redtlcir esta posibiiiCad
de probabiliclaC ccn base en el mcdeio '3

üre.+s FR'JEBAS
los físicos nuclea-res al
Hasta aquí he aigrrmentado que 1a reacción gcneral de
si supcnemos
éxito predictivo áe la fenomenoiogía cie Dirac puece expiicarse
qr. .rto, iísiccs siguen una esirategia satisfaccicnista' Sin embargo'. podría á:
insistirse en preguntar si estcs cientíiicos respcnden
realmcnte al problema de
apcSo a algr-¡¡¿
Itecisión i*pU.ito según 1o he expiicaCo, o simplemeirte con
"u,oque han aPrcndido.
regla ..
usted satisfaccionis.
no p,.d. simplementc pregunrar al cientíiico ¿es
ta?", puesto que muy pocos entenrierían la piegunta' Tan
poco se ganaría
al científico ies estrategias satis faccio nistas antes de íor-
I
n:ucho
"xplicándcle
mi¡larlelapregunta.Larespuestamásprobableseríaunambiguo..sí,podría
4,F
,., ¡go p-..iao". I-l investigación ordinaria sobre cl juicio del ser humano
son algunos extractos
no procede de esta r:, .rera. L'o lnejor que pueCo ofrecer
,

que expiiquen en sus piopias


Je ántrevistas en que ies he pedido a Los científicos
-
pulu¡ru. oo, qré ienían cieita-s creencias, por qué los impresionaba o lo el
éxito
de opinión'
predictiro de ia fenomenología cie Dirac, y porqué cambiaban o nc
el mcjor de los casos'
Ñc pretendo que estos testimonios sean definirivos' En
son sugerentes

El enfoque del impulso relativistl

en serio cl enfoque de Dirac


Una vez que el teórico nuclcar comenzó a tomar
clesarrollar una versión
a la física nuclear, obviamente el siguiente paso fue
Es decir, calcular el potencial óptico
t e'trrt¡vi;ta delaaproximación rlel impulso. r
delnúcleousandolaecuación<leDiracpararepresentarlainteracciónentreel Un
pr"ii, a. entrada y los supuestos nucleones -"cuasi libres" del núcleo'
'g.upo
qr. hizo precisarn;ltte 'eso fue el formado por Steven Wallace' recono-
Jim McNeil' ex discípulo;
ciclo teórico nuclear de la Universidad de Maryiand;
de la Universidad de Colorado' Quisiera mostrar
V, áar,or¿. Jim Shcpard, de Dirac
en primer lugar, cÓmo .i é*ito predictivo dc la feuomenología
y' enseguida' O" tl
influyó en el pensamiento rlel grupo cle Wallace il:i:
ilrtervenia en los iuicios de que su propto
;t;;;. estraicgia sar-islaccior,rsta
J
F
-
) 239
Nf OIIELOS 'j' E'){PERINIENTCS
)
)
era cct rectc '4
enfoque del impulso relativista
F
-
''Éra .t un acuerdo Pasmoso" '
empezaron ,tt'J""t''out los moclelos d¿ Di¡ac nada ienía¡ -que
Los tres
F
-
hacer en el contexto ¿t
t'^
r" iiit' de energías medias' Como
1o expreso
"'itiearun verdaciero descreído"' r'vallace' en
) uno de ellos: "Yo '"';;t;;td;' de
de protones de helio a mediados
? particr.rlar, había
los años setenta,
trabaj
ut
adJtn-ai'pti'i¿n
*'t*oiit*p" *t" Cft't' Él recordaba haber visto a Clark
) ¡t Physical Society' y su respues-
P dando confere,tio' tn ttttniá"J' l'' 'srnttican

F '" T:.;:§'rl::Jffi."X:l;;eron ros datos de rotación


L'AMPF
cler espín cte 1a

P l:áilt';;';;oi.,-'
para el calcio a sco trt'-¿ | Y"o
de ellos se reunió con

F Clark en un congreso o"" Juuo iu=u'' en la primavera c1e 1982' u:ios


seis meses

) antes clel l-aller de lndirna '


P
) Nos sentamos y me mostró sus imágenes {e e y euas [as curves] pasrban por
tod.os
r'rr tar eso?" y ella responoto
?
)_
v cada uno,t. to, pun,orlV"" f.'n,.""gñ¿:'"pued.r
i'no',¡,,sta*ot p'" rtrf''ti"ila''án:" n;usró ia pohrizrción reali:ó
ab¡oluta rtt Q" '''
y urla pred iccto n

:.^ q,,re ra c*riiad de su


fue ilriportante cluc c.r;r.rli preiijera, e-, si.o
¡._ No sólo
ii-rrpicsicr n a-nie '
). pr"ai.f,o a lts clatos tarnbién fue muy
^.j*"
¡.j r\¡l r\i'i .rl'i Dtlilio Quic'o 'l:tir ' ( sl¡r
¡l'lo5
:r-' orriero clecir, que no e( cos:i tld p
;;^1;;; "'' g""'""ti¿'"d cli estructura nc tri'¡iai'
b ;#ffi ';;;
habría sido
en que prolosiicar con érjto Q
ir
-
Esto parece
sumamente
indicar
irnprobable
la
'i
creencia
ti mccitto
pregunté al grupo ui pttt"¡""'i*; o*'t
Ce Di'ac no cairiara algo
importante' Le
haber si"lo acciciental el buen
ajuste

t-
- para Q.
ts ¡cciden¡el' perosu.acttcrCc lLre
tao notablc' que
ir Por supuesto que ptLrio ilrlber 'iCc
I r;;t;;; ;.';;J,,e hat¿r 'irlo
u n aiuste' no u na p;edlccron '

F lo
t'
primero que se me octi'
de oi¡a ajLrste' lo que
F 'i.Tl,i:'::1'":1::
'1T:;",'.
qr:: 'I:li:i:inipreraent:
Esta lue la prirnera predicción
que hizo ella' y
l¡ clurante años"

rT
Br.inny había hecho
fue esPectacular.

I-os eremenro s c1e ra es t r ate g li. :::] :: TJ :: il:': Jfi ;'r}1'.:'.f H"',x
lugar. Lo más impcrlenLe, poi 5tlpuestc' cs rr J¡-1: ''u Hl
-ñ r-ie espin irab¡Ía sicio sumainente
a predecir las meclicionet i" L'' ioiación r-.ie Diiac También está claro qu-e
!? improbable sin le interventl''Jti *cr¿ti
p"'t¡"Q' 1l;ro tro cuanco se ajusia e1 ncldelo
É este juicio s. sa-tisfec3 cr'r'a
'-.''!Á "
a todos los clatcs
-
-
¡
-LA CiE}ICi¡\
Z4A LA E,'{PLICACiÓII DE
i!
a de 1932? ' 'Esic hue le
rrVallace )' lvf cNeii en 1a- pnmaver I
¿Y qué conciuyerol
verdad:; rro 1o- enlild-í:¡nos' '
' 1

muy bieil' ' . ' 'Aqui ira;r t"g"'¿t


"u i
ptoLaique ?sriaban equivccados" ' I
"Estábamcs a"put"o' tÚrr Áe .':i'e los ¡nod'elos dc
Ciark ii

I.li vy'aiiace ni Nntr'¡tii


"'llu¡l;;;;t'd;; i
tr.á ,orr',trtos' Segirn iecuel da Wallace'
o"
ob:ee :ár
En¡onces me :iriccia qire l'r gran t":-t:'::i:;;;iJ:;:l:,1;':;1i:,]it'
nc trloiil
i, prái.a."tin de esos i'ialvr'ic ' ¡ctencialesl

Mcr.leii estaba de ac'-ierdo:


"i-' q1:1l?:: :,"";:::,:;i;;ff,n[xi::
cJiJcf'o 3 rrLrr!rL'¡\"' ;-.i"irii,,
feno;,tenología y no tienc rici enioque del
-por"".ur,,
,..-.i^¡,",r principio,
:1*:,:::1, 1li J,:ll;:",i;'il.' e,i'*
il!:§:,1{11i'}:'iff asu f +i;iF*'.:jffi ,;:':":mffi r;j:x::
acirJai con todo cse
est3!iHrH,'r""t^ffI'o*"'nton e lt'era'nc v lo
que
!ovj'to:
sran cosa dura.tc
era ambiguo. t-utgo 'ino'-ti-'"iit]
¿t lndiana en octubre Los datos de Clark FE
va Iro cran norcdacl ,t';::' ';li';"
y iu4cNeil' Cc'n todo' lcs hai-lían
sorprcn-
había rcali- E+
!T
t':'t;"; o'1 Jirn shcparc' Úl que ape-
clitl,-r:rlgunos cál;ulos
zado alguncs calculos "l;;i;;"'
t'á"t'
cle la intera'cción núcleo-nucleón
':;:'i;1'Jo¡
y la cruación de w|
j
laban a potenciaies
mesones' Sus clescubrim;;;;t
grandes potenclutt' po'lii'ol'
;"ir;t"ieron
"-t"ctoriales
rrtg"'i'"t
Waliace v McNIeil de que esos
a 'coinprenciían
poCían ser reaimente necesarlos
para ry
:;;i;;;i;;J'tos cle ta toi;L"iun tli csPítr'
6
I
El ar-
nos ocurrió que Jirn Sheparrl estaba iic nuestra Ferte 4F
InmeCiatamente se
sumento., ,.uv 'i*pt"'Y;:;'
;'l;;';;*"'" "::'.'[:';;;::'ll1l".:;::'i;ttS;]
que no tuv"""t-:ii:3[;;;:;;;';';¿;
era tan co¡rvirtcente a ser u
0". "i^'*"tt"io ¡''i quc nos re'r[e\ari.ios y esto pasó "' '"
bien, vayamos ""' '"n'"*tn'..,ilo:;
¿sitnto dc Prime r ord:n '

l"{ci''lei1 pronto cescubrió' " !'::j'^:: ::: :ffi ;i;: ::l::::::};: ;XÍl:l;1:
::T:;"#i:,!ff H;*:;J;;.i:;;;;;t::*:::i::"illj;"lsil; jffIl
Ilitjii; :::::,1?:lX, :::"1i"";,::'á'.:r:
?";';": ;;' ;;;;i;ü, u,, w
"t'¡""
ü.ii.lL t" habían.''converiicio"
v
"
-
,,Nos haremos ricos v femcsos."'. ,
-^^io a Cclorado y empezado a
r,i i e;t ;;s t eni o' I t',T:::
i i o
: I?L :1i,';:1".::: r",,, r,.1 u.,
ro iac i ón
rrabajar a quien inrncdietamcntlto
'',i1"-,i::,"[,il'.ii::;:j;:;ii,ir,...
Cei esPÍn usanoc e t r''
;;;;;t;"' oiicial' le lue clc graLr utiiidao'
I"lCDELOS Y EXPERIIVIENTOS 2'1i

esto' y sabíamos exactarnente qtle


De cualquier moclo, habíanos adelantado en
una semana para Navidad' salieron los
hacer. Finalmente, creo que faltaba como
simplificaciones ' usted sabe' vo sólo deseaba saber
;;,..r;; .;i;rl;r. urui, n.,"i-'^t i estabamos scnla'los con una graficadora'
si iba a queclar en la msma pagi"" if los datos' traza
Ñ;;;;;;;;i.o, ,u¡. tétl tt van a ver lo:i números cralica
Entonces supe que estaba bien l-e
la curva y resuit?,n rrtu)', pero muy aproximados
incrcible fue que hubo muchas
dije "Dave, vamos a,a, t,.o,'-f i'ntosos" Y lo Crrd-a vez que resolvíamos las
aproximaciones simples que pÁii'n n"r"tt" resuelto
cochinas aproximaciones, q';;;t;;;t tás y más cerc¿i Esto ocurrió a 1o largo de
una semana.5

a Washington ^Doco antes c1e l'lavidad


Shepard tuvo que hacer un viaje oficial
con sus progresos'
y puró^u ver a W;llace. Ambos estaban muy contentos

NuestrocáIculorelativistapasabaexactamenteportocioslosdatos.Además,Ios
ccngruentes con los que
potenciales, n.,*éri.unr.ntJ'irJi'nao ' eran totalmente
'nrnni fr"¡i, encontrarlo i"nnlntnol¿gicamente Así que' en rni opinión' el parecer
cie muchas otras perscnas i"ttiiit¿stfttno*tnología [la cle Clark]' la colocó sobre
una base firrne

1-rnales c1e Sheparci' Tanto se ilan


En la figura 7.11 se reproclucen las curvas
Ililn conYe rtido en algo así como
reproducido en la literatura pertinente, que se
el símbolo clel en[oque direqrrirnc'
L
r,
(J nri ntej or deci-sión

I.arlecisióndeaceptarelenfoqueclelimpulsorel¿tivistaestodavíamejorque
elaborar un RIA
r'o.leio ái."quio"o itnomenol¿gico de Clark' Para
"l.pi"..r
nosenecesitanajustsrningr.tnosdatosdeespín,nilapolarización'nila
completamente diferentes
."1*iO, clel espín. Antes biJn, se incorporan datos
El hecho de que
,áürái. ¿i.p.riión cle nucleo"es y las interacciones nttcleares'
para ombos dato s observables del espín
.otittt"t
fropo r.lon. ' 'pred icciones'l
que un modelo fenomenológico pueda
es, por tanto, aún más noiable que el
erróneo es más
p..á..lr r"o o el otro. Si ,.i'oU'¡u ton r-rn modelo-básicamente
d4tos obsei-vables que el que
improbable que uno obtenga correctanente.dos para una decisión
obtenga uno correctam."t!' Áti, el grado cie satisfacción
mayor que para una
satisfactoria concerqiente ¿il RIA poclría ser incluso
clecisión concernlente a la fenomenología de L)irac '
en los siguientes
Este análisis Ae la situación queda. muy bien ieflejaclc
con esta línea de inves-
comentarios de otro teórico íntima¡nente relacion¿"clo
(ic ciilLrsión detectaban
ti.r.acirl.lt. Le pregunté si creía qLre cstcs exp!-rii entos
realmente electos relativir;"fr', ár'ser así, tuíü era la' razón'
Él se refirió a los
trabajos rfe Ciarl< así co;ro.C etifociue Ci:i int;:Lilso rL:letivista'
,¡¡
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NlO DLL,OS \ E:iPLRIÑ!EN-IOS 243

parámetros en cuanto que


E[ enloque del impulso [relativista], o sea, está exento de
y luego la dispersión se.da
todos ésros se determinan a partir d. clatos independientes,
la mitad o un tercio de los
iola. Para mí esto ha sido más impresionante que aiustar
posible que si se hubie¡an
datos... O sea, en otras palabras,.s, ts to-plttunlenl3
cluedaclo en una página
pr.rio , ..ollrur los cálculos los iatos habríin " habrían
que habría diferido.en
ái|"r.n,., en una hoia de papei aparte cle la de la curva O sea
que no ocurriera así' vea usted '
i.es órclenes de mognt,ua oJ.,,Áera que el hecho cle

investigador rlecía, en cuanto a ia represerltación grtlfica


exacta'
Lo cpre este
es que ;i la norma IA fuera correcta, pocas serían
las oportunidades cle ajustar
el RL'\ nos dice qlre es preciss-
las curvas de datos usando el RIA. Sin embargo,
íntegramente' como se
mente allí clonde deberían estar los clatos Allí tenem()s
prueba del R'IA'
estableció en el capitulo anterior, la pauta para hacer una

DTSNÑO Y REALIZACIÓI.I DE LA PP'.UEB,E EXPERIMENTAL


y pcr un grtlpo
A contiltuación describiré ltn experimento diseñado lealizado
clelaslnstalecionesdelCiclorróncielaUl-riversidadr]elndiana.Endiferentesqtte
con'rincentes de
puntos clel proceso poclemos aprcci:Li testimonios baslante
iaccionis ta '
ios cientíliios emplean en realidac la estr-ategia satis

Et rliseño de un experimento cle rotación del espín


de Clark en el taller
En jrrnio cle 1983, ocho meses después de Ia presentación
cle Ia Universiclacl de Incliana' u,, g.upo de esta
institución presentó al Comité
del pariLmetro p de
Asesor del Programa' ut'n p'op'"Itu titulada "Mecllción
y Ca{ a 200 MeV'l
rotación del espín en clilusión elástica cle protones cle C12
Enuncapítulotitulaclo..Cálcuiosn-rodelodeiarotaciónclelespín,,Seincluia
to pr.r.nto.ió,l de los moclelos fenomenológicos cle
Schioedinger y Dirac con
propuesta se presentab¿1n
e>l;lícita referencia a los trabajos cle Cla'rk' En-la
cle SchroeJinger y Dirac'
varios miembros, cacla uno cle lás far'rilias cle rnoclelos
así como predicciones cle Q, como se ve en la iigurn
7 12'
una parte dedicada
Como era da .rp.rarr.,'in prcpuesta contenía también
que se utilizó' parte del
a clescribir el arreglo experimentai y el equipo especial
dei espín' La
cual fue riiseñado expresamente pára expetimenlos de rotación
' qtiedó claramente
felación entre los moclelos y las "rcaliclade s ex pcrimentales'
clelineada en el siguiente pá-rrafo (el subrayaCo es mío):
inación
t i'-rts a nue: t re cleierm
Esperanl.,s qLte las contr ibucioncs estaclísricas y sistem á
cle Q resulien meircs de 0.0'4,.-rlirrne;; consirlei ablemenLe
menor que la amplitud de
diversos' Así'
variación enlre L'.s p..a,..iJn., ¿" estos nocleli¡s 1'eno nt nológicos
I

I
I
í
244 LA. E,''PLlCACIÓN Dil LA CIT,I\ICIIT

QO

o3060
9t*
dei espÍn paia un modelo de Schroe-
FigLlra 7,12 Gráficas clel parámetro cie rotacjón
(línea continua) Se reproduce por
dinger (línea punteada) y olro cie Dirac
cortesía de lcul.

más limltados por las nuevas mediciones


esios modelos se verán consiclerablernen te
n tes'
;;;r;; ;;;r;i;, posible eJec t uctt- ent rc ellos eteccio nes discri¡nino
en las mediciones de 0 es
En otras palabras, el error experimental esperado
sntre los valores predichos
más o menos del 3 por ciento, pero las diferencias
rjlayores Así pues'
cle Q por los diferentes n,ociti"s son "consiclerabiemente"
se h"aien posibles las "elecciones discriminantes" '
la desciipción de e ste e::perirnen[o
No requiere mayor intcrpre Iación ajustar
que se expuso en el
al mociclo satisfaccionistu,i" to prueba experimental
de la famiiia Dirac' no es
capítulo anterior. Si es correcto uno de los moclelos
por ciento a partir de la predicción
probable que los puntos 'o'itnltn mhs de 3
co rresponcl ien ie para 2 erl función
cie ángulo dc dispersión ' De la misma
lo srrflciente como para caer
i"r*^, * ,nry pu.o probable que los lluntos v.arÍen por los modelos de la fanliii¿r
dentro clel 3 por ciento cle la cur"'a para Q preclicha (EIíjase a
Schroeclinger. Y ui..u.,,a ii uaoptJlu regla cle clecisión evidenie
'" u Schrocdinger si los datos
Dirac si Ios datos se ajustan a su preclicclón;i1í;"t
se ajustan a la prerlicciÓn Jt ¿titl', tt
tencirá una r'1t, nit1.h'.1".',-X11,^:],:tt'U"
de dc;¡slolt siltlslactotro'
ciiscriminante'i. Es clecir, sc tendrá un problema

Las clecisiones (iLLe.\e lornan;c¡bre Lu morcha

l-lacia el cuarto día de


Pude observa.l. paries c.le url ciclo cle cs''c cxpcr-irnento
ros dtl grupo 11c investigación, Como
un cic io cle se is cncontró a ltlgLtno,' n¡ it nl b
iúODELOS Y EXPERllvf ENTOS 245

de costunlbre, en torno a una mesa cercana a la


computadora en el área de
pasan directamente a la
adquisición de datos. Los datc¡s de 1os detectores
una pequeña
coáputadora y se graban en una cinta magnética' Sin embargo'
cle Q a fin de que el
subrutina proporciona un cálculo rápido y provisional
g*po pr.áu tener siempre cierto control inmediato de lo que está haciendo'
punlo se han graficado
Lor rior., experimentales de Q obtenidos hasta este
había alrededor de media
;;;r;;ir;.*ál para gráficas. Regadas sobre ia mesa para diferentes modelos'
;;á.á, de gráficas di los valorei predichos de Q con las distintas
de álos rclativistas. Los va'loies reales se compararon
situada en
"tguno,
f.".ái..1o.r.,snperponiendo una gráfica a olra Una mesita de Luz

1.0

6 o
r
E I

4
?i

,il
o

{
4

-1.O
o 20 4A 60

0ru¡
espin a Z0aO Mel.gon
Figura 7.13 Com¡ara.ción de los datos iniciales 'le rolación C'el
Dirac (línea
un ncclelo clc Schroeclinger (1ínea purtte:icil) y un rnodelo de
continJ¡-) Se reproduce pcr corte;íl dc lcLil'
C!FNCIA
246 LA. EXPi-lCirCIOll DE I-A

ia figuia 7 13 pucden
la sala faciliia esi'r; conlpeial:oir'\'^!-'n
uiraesquina de
clÉ las cu.'les
() relativista' así como los
verse dos de las curvas
p untos de los datos '
"'ttti''X"""^ eciicc q're e s-re grupo de
inves-
o de e;<P erime ntal Pr.
Nii proPio n',ode1 Prueba i'alores d e O en ár',gulos de
en ia ¡n eclición de
tigación se interesar á más e s donde 1as
diferencias entre las predlc-
graios. r.lilí
clispersión eutre 5 Y 2C ;o(l inl'Io g-'l'et''rl las nú;
g r-andes. Sin
no elarii'istas
ciones relativistas Y ias una me dición a 10
I

lo quc aP reciar aqui. HaY


embargo, eso no es Poci:rnos u é es lo que
cloceira- a ei.tlgulos m a.yores clc 25 grados ¿Q
grados, pero media
fal1a? cl e 1os científicos, narla
sustituye a1
Clrando se estudia el conPortamielto
rtinentes ' ¿Pcr
qu é hasta este momento no
untas
hecl'ro cie P ocle r hacer Preg
Pe
7 0 .J redos? En realidad,
medi das en el interv alo de5a
habían tom ado más
tcirían varias bucnas ra:on:S , _ .-.^.r;no. ,4,.nrr.r- .le lOi l0 grltclos son murho
quc I"i\ rrIL\trus'*' .
La mís impoilantF cra i" :rx' potq¡e 3 ingrrlos_ más
que lai \luc qllctl'lll
llis diliciles dc Iomar
; i:li;; l;:llii;
#
rc s ,,1
peq uc ñ os ros,ier ecr o ::,Il l l i: :: : s:"1::1]:il: l ::
expcrinrcnto e'lá diic.irrüo lt'l l^"::::::":)".."ir.-.f blrrn.o pro<itrt c todo tipo
cierio ángulo. Sin ernbar so'.'' " 1,1:' ::::::i;:, :ii;t;. quc rrsrilt an en la
de reacciones diferentes';ll;";;:r'J;r"¿"i..io,,. Esta radiación.1ll:1i,:.'

ilX,T;li:,o,:"i;l:¡"',::i:i;.:';;;;'sobreratravectorii,l?Il"$"Tili;
pe cltr:iios' Ios detectorti
rl';"*;;;;;i.cidencia's
;; i;;;;,", a ángulos

Hi :r,i
v
#
.a
ilt i*::t,'; I : l' : i',Il:: I ri i: i 1il:i : : :ti i *l i : :* n
d
elásticamente dispersos
dcma*iadas otras cosas
tttpt:::,.1
,::L,,'. ", detectores, estos art'efactos
f Yrr
elecrrórticos de " elccció
tleseados.
rt :::J;fi,;;Il ,.ai.', rrn .r rl los acor)Lecimientos

tiT"lT:I: ::
ftl
il
enfrentar este probleina'
H
:-s fornas cle

,
"
" "' "'' :::,i :l'['."': i"$,:?li ::: ti::
iJ ?;§ ; :;'; T,H'J; I :. "'
u

*nl;lxx'Íll':::l::íJ::':::':I;:':;T":':::;J;jiEip''r'r'*" .d
;;; ;',; sor
uc n, ó
"' I : I "'§iX':;::,::*lÍ H.¡'I;
l,:":i i, :: ;J '¿rt
las reuccioncs ,-leseaclas t': .,.
i' ^':':-:;,;";,r.. nira rnr.nrener el rnargen "it:p.
ctr'

rjm*:: *;:x j:
ll i:,i"::' l"J : :::: #i' il
,' u u' " n' u * u e ie

á. át,.".i¿, de cacla punto ce 11'::.,,^" ,.ie drs¡¡ersióir m'.ry grandes, cligamos


Un proLrlemr analogo'u,',:: 't "l ;^"i,:",0n tL.n ., ¡ pr,,habiliJrl¡l flq scr
j0 r-,ii,:;, 'n. .o,no
su¡,.ri..,,.s a r,,. 1,1 i l,,li l.;.;;";, i;: u.li. n,i.n,, n,a,,cra
clisoe rsado c\ mcnor nll 'il"
Lit"'',.' i'lr''rit:'ri':tl¡'utrtcldic¡ittnuic
,..,.rr,,.on l'r ¡:1olls''l
'i,.I'i'

fl
NlODELOS Y LXP E RI i\,1EN'TOS 241

para mcdidas de ángulos irrayores, disminuyendc nuevamente el tiempo trans-


y
curriclo por cada punto de información. Por lo que toca a ia velocidad
y
facilidacl cle obtención de datos, los ángulos preferidos se sitúan entre 25 50
grados.
I Iubo otro factor clue influyó en la clecisión de obtener los primeros datos
en estos ángr,rlos de clispersión e rperimentalmerLle más iáciles. Este ciclo
experimentai fue el primero que se realizó estanclo instalado todo el equipo
recién construiclo. El equipo cleciclió obtener en primer lugar los puntos
relativamente más rápiclos y fáciles para establecer "confianza" en el nuevo
equipo. Los puntos más clil'íciles se dejaron para cuando el equipo tuviera
confianza en clue los aparatos funcionaban correclamente'
Finalmente, las n'redidas correspondientes ¿l los ángulos más peqlteños
posibles, hasta etproxitnadatnenle seis grados, requieren de modificar la confi-
iuración física cle la cámara de reacción y de los detectores. Esto
supone
io*p.. el vacío cle Ia cámara cle reacción, hacer los c¿rmbios necesarios y luego
rest;blecer el vacío antes cle reanuclar la obtención de da-tos. El proceso tomará
unas cuatro horas, la milacl .le un turno. En consecttencia, el equipo preferirá
clejar estas mencioncs al final para no lener que perdcr tiempo restableciendo
toáo u ,, conliguración más normal. Pero incluso así, el equipo debe juzgar
cuidadosarnente cuanto le llevará aclquirir los datos. hsimismo, habrá de
apostar a que nacla más ocurrirá interliriendo con la obtención de datos, como
podria ser Ltna falla del propio ciclotrón -
L
En resumiclas cLlerrtas, una vez que se e ntiende n las circunstancias más
pormenorizaclas del experimento, se ve que este grupo de experirnentalistas,
iesp,-,és de todo, estaba haciendo lo que precieciría mi modelo satisfaccionista
del ensayo experimental. Ellos consideraron corno Ios más importantes Ios
puntos situaclos en la región cle 5 a 25 graCos, y organizaron su obtención de
ios datos para tomar 1os v¡,lores más confiables cle Q precisamente a estos
L ángulos.
Nói.r. también que incluso mientras se trabaja en los ángulos más fáciles,
elgrupopareceatenerseaunmocleloSatislaCCionista.Ellosnosólomiden
,ul,rr.i cle 2 a intervalos regui,lres, cligamos cada 5 grailos En lugar de ello'
los primeros 6 puntos se tornaron a ángulos de ctispersión de49,42,38, 36, 33
y 3 i grados, respecti vame. te. ¿Qué cletern'rinó esta pauta irreg,lar? Obvia-
mente, ellos se percataron clel hecho cle qtte una cie las dilerencias distintivas
de las cur-vas pre.Jichas pafa I es la forma y localización del segunclo mínimo
a aproximadamente 35 graclos. Estos investigaciores trataban experimental-
mente de distinguir los moclelos precisaraente en la forma que recomendarÍa la
estrategia, salisfaccionista.
LIn¡- observación fir-ral ejeinpiiiicará las contingcn-cias de Ia investigación
cierrtífica. L.uego qir.: Ics expe rirnentacicres cc;npletrr¡on el ciclo experirnental,
Cayer6n en l¿1 cuent2 rie quc el pl Oqralna cl¿ cr¡t¡rtrriieciirn ttSaClC pera CalCLtlllr
248 LA EXI'LICACIÓN DE L¡T CI|]NCI:\

más
de ccntenia un eÍioÍ Los valores "correclcs" scn mucho
los va.lores Q en la iigura
preclicciont' ¿ti"**tL cle Scirroed.inger que se ven
cercanos a las
arálisis de ia decisión implícita
7.13. I'lo obstants,
""t ";;;';;";rt-" "'l
mientrassellevabaaeiectoesLepariicular.ciclcexpeiin?ntal.
ios lisicos que hz'a intcrvenido en
esta
Eir icda.s *,is "on""uli<;"tt'to" remolamente interpre-
n:do
investigación, casi no he tntourtoao i-stos científicos no usan
'q:t-.lutla
ejemplc de pen:;aniento bayesianc'
tarse como al hablar sobre ..iodelos o
oalabras como "piobabiJl,";";:;;slb1tÁt"tt''
de investigación' U"o'"untu t"utha que se comparen modelos
enfoques
,,op ortuniduá"rl i- I'lo es que yo haya o rrit ado lales comentarrcs'
hablando de propia expli-
Simplemente no se hicieron
Naturalmente' no se 'i=" out rni
correct¿l Con todc ' creo haber
cación satis faccionista 'á'nttt"tlo*ente
explicación mucho mejor de los
aspectos
demostrado out ,'orott'l;;J;"
á;idir del cientíiico' en comparación con
cruciales de la vercladera;;;"
el enfoque baYesiano '

COGN.*ST:HIT Y LOS INTERESES


LOS R'CUN.SOS

de
parte de la exposición anterior se cenir¡' cn el vali'¡ epistémicoque
La mayor á; otros intereses Sin embargo' ei
romar clecision.,
en este caso nos 1o sugiere el
"orr..ru.'r'li*;;; simple
otros intereses podrían ser'importantes que algo del
1"' fi;i:;-;;"leares están convenci<ios de
hecho de que no todos de energía media' En
enfoque cle Dirac tt opiiq" I* ttuttio"t' "'clea¡es
^itrf rrt""*t ¿" oirac calculan que cuando mucho
efecto, incluso lo' atrtn'oitl
tt t;;;;j;;d;res- en todo,este campo de la "^''ividad
será de 50
científica.
el
Una
porcentaie
fuente rn'; ti;;;;sta
Iát áo"
cliferencia'de aprcciación es
la diferen-
corrcctos ile la matriz de
FI
\?
cia en los valores que ""ttt¿osde acuerclo respecto de las
A" " "i*i'i toclos cstuvierln
decisión estándar' "J;;; que.diiícilmente podría suceder'
una
J;;;;i"' lo
orobabilidacles basadas hacer que
valores r"suho-dcs^correctos podría
iiferencia en los ^t;;;J;t;i"s para un'?: e insatisfactoria para
otros '
tes'ttara lalis facloria
la misma decisión e s muy
¿. Jo'"'p"i¿'lltot nosi-tl¡1ente pertinentes
El inlervalo 'uiott] c1e manera sistemática
Sin embargo' es
tralarlo aquÍ
grande, demasiaCo pa.ra quc talcs r;-rlute; desctnpcñen
ett
*,-
ti;:;t' pii*o'aiol
imooriante ejemplitrcar un valor
t.,' i;;;i"' Jcdiearc cste 'ccciórr n cramjnrr
cl quchucer cicntiiieo rni investigación: cl valor de
los recur-
cuya importantio *^.iitltJtL"'nt" gcneran natu-
"
Je cada ciclltlfi'o Los re'''lrso\ cognoseitiros
soscognoscitivos
U: r;' ciene il rc( onoüiris eomo
inicreses
que curlqultl. .,lti"i"="
ralmenre lo
cicntíficos Potenciales

¡r
.1,9
MODhLOS Y irl{P ERIVIENI OS

los teóricos' los modelos


quiero rlecir con recurso cogloscitivo? Para
¿Qué
t";;;;;;t;'-;ognoscitivos'^Pero vo no me refiero tar
oue nos son familiares
Me refiero a la capacidad' incluso
solo a 1a familiariclad i""l;;;;i;;;t"iátto. casos nuevos'
modelos.' pa-ra aplicarlos en los
aladestreza para trabajar con los c1'11o111
al hacer tatUot' y asi sucesiva'mente'l'o clue es m'ast
oara usarlos cada vez m^s
iJ';;r;;;;ü"'at .,"¿ti"' v s,s clerivados va.haciéndosecóL.ligos C¿ eor¡-
a. t,"o* pu'"t¿á"tt' fu t''p"i'J¡cl de 'rtilizrr
deoendienle en rtl
n-'i'mo ' se va transformando
.,,,iaclora, incluso tu ¿t t"¡littcs "no
importrnte'
L*rro cognoscirivo cadt vcz más mtichos rec'Jrsos cogtioscitivos de
los mismos
Los experiment alist¿rs tienen
que pn"tt-i;;1;¿'ito'' u'nq"t los sttyos tienden a mostrarse
tipos que los necesa-
una ampria gariia cre habiliCacres
nienos ampriamente. AdeJár,1i.r.n moderna
y 1os iastmmenlos propics de 1a
rias cuando se trabaja tor"i tir-rlpn sumamente
experimento es una habilidad
ciencia experimental' Diseña¡-un
cle hecho, tot' t'rttliit" qut los fisico-s nrrcleares se vuelven famo-
especifica,
como t;ü;;;;];;t;sión inel'istica' más que en ciispersión
sos, por ejemplo,
elástica, o en el uso dt tt;[ át
..r:t*'l*' tt"ti"lizldos (Galison i935)'6
No procederé
r'i¿t bien' iiustraré simplemerte Ia varia-
dccisio
funciones
'l'tt*¿iLoi."tit'
ciesempeñacia's por los recur-ros cr¡r:iioscitivos er las
ción de
varios inclivicir,ros á. *i .riraio. N,iera,.,,e.rel los datcs estáir tomadcs
nes de
cle mis ProPias entrevistas '

-l

l. Clark
usando
¡-
Clark consiituye el caso más inleresante' prlts eila empezó
Bunny t:'-::1-::
la cliiusión (1e los protolcs en una
modelos de Dirac p"^ trtut'i¡i' colsideraba o'ue tuvteran
que casi ninguna ott^ p"t*"a cit la especialiclaci cuando'
¡- tr proú1t*a ftnc'renclógicamen*'e
;mportancia. Además, "lro "i-'iot¿ teóricos
r.,r..ln'**tiit cle las citas anteriores' tnuchos
como puecle
"i"ttit fenornenolórlico qué hacía ella
le claban poca iml"'rtant;;'';;¡;;" ''Por
e'toban en.lo primero q.e respondió
a
esas cosas? Las cla'¡es tl" i;;';;u;t lcs
mis preguntas. Advertí ;;'t;; ;;t había,r dichi¡ que eila mllneja'ba
moclelos de Dirac "yu dtl;: :ll'f*'''
t"to"'tts"' "'E'ütonces" clije' "cuénterne
f-
algo a propósito dc 'aquel enlonces''
"
Bien,enrealicladllegamosalprolL':r'raaparlirJc-lr'''iiiLtsióncleelectrc;-''es'Ilnestc
Dir¡c v nc eri"tc ninguno clc los
tipo dc dilusión ti"'np"''l '1'*" "' t ''*io^ '.l:.
1, piobtcmcsconirr,,'rt".'q,i.,i'ii''i""'"'l""'r'::1,':;illl,?J,I.::i:f iil:',:X1:
cle prctones, nolque ni'13 lo' el('
lrñrlci ILI ']i-t ' L'rl
nclo ia ecuación de Dir:tc
- Es táb arncs re solvic
años trabaié col ro gt"t"i" §t'niorri posgrado'
para el caso(:t" io, i" r*'fJí" c:'siicio antes c¡e tcrnii¡''at-el
>-
"tttt'Jti'-li' "*
'iern:irLa'-l'¡ srr cl'¡cLr¡lall'l r'i e:t¿rCo cl: Washiogioll'
...y íui cor.. rni espostl tfttt it"1't
=
250 I-A EXPI-ICIICIÓiq DE I-,'\ CI'N:CIA

que se cied.icar¿a,
Consegui ira_ba.jo en la Cer,¿¡ai Eleci,'ic en un 3ii-lpc t-iluy iDequeio
en esencia, a hacer cálcuios :itpue,laixenie ls Lr,-ltba ci¿ iísica
i,eóIica- y aiii fue
donCe aprenclí a i)rogiamar.

Así, mucho antes ie colnpietar su cioctoracic, Cla¡k se i-rizo cle dos ins-
trumentos cognosciiivos ese nciales para ma-neja-r 1a ie nomenoiogía de Dirac.
Aprenciió córno traba,jar con ia ecuación de Dirac e el coniexto de la, Ciiusión
de elcctrones. Y apren.jró a prcgramar computacoias. Esta irltima habiliciad
es esencial poiqt-te casi no hay iorma de dete¡ilinar una docena de parámetrcs
ajustando una cuir/a, e1lo merl.ia,nte un largc pioceso iterati.¡c que requiere de
muchos cálculos y compicbec icncs
I
Clark terminó ia inaestría en íisica y luego, hacia 1961, se rnucló con su
esposo a Detroit, donde "caminancio se topó el1 la calie con los Labcr¿torios
rle Investigación de la Ceneral lvlotors" ciondc consiguió un empleo q'"re le
permitió pasar aigún tierrpo analizairdo datos scLre diiusión de electrones.
Ta¡:.,bién realizó algunos ",iajes a la Universidad de illinois para trabajar con
quienes se declicaban a esta ¿rciivirlacl. Después Ce algiln ticmpo decidió reanu
clar su edttcación cle posgraclo en Wayne State Univcr-sity'

Así empecé mi irabajc de posgrarclo, pero todo el ticmpo llabía hecho investigación,
cle rnanefa que, sltpongo, era bastantc claro que no tcnía que tomar clemasiados
cursos, sit,o sintplemente era como empezar de un¿l vez Así, tralábamos de enlocar
,n protlanro qu. se relaciorteÚa en cierta forma con 1o qr're yo había estado haciendo
antes.

La relación cntre la.1.g¡icirl Cc uir problema nuevo y los recursos cognos-


citivos con que se cuenta es explícita' La investigadora continúa:

y había alguncs datos 11uevos sLlmartente desconceltantes que..- meciían Ia disper-


sión de pro-tones de helio... Y hubo muchas clificultades se¡ias para entender algunos
que serían
aspectos de estos datos a p artir de hechos establecidos que 1a gente pensaba
dispersión no funcionaban bien y cosas
capaces d. entender. Muchas teorías de la
un CeV, así que era
asi, así qre decidimos que nos ocuparíamos de eso. Y esto era a
que
,na.r"igía bastante elevacla, cle mane¡a que estaba muy claro que había usar
laecuación de onda relativista, y entonces dije " b icn, ¿,por qué no usamcs la ecuació
n

de D irac? "
obviamente, cl enfoque cle clarll a este nuevo problema estaba dete¡minado
tanto por sus recursos crJglloscitivos como por cl problcma mismo'
Alredeclor de 1970 la pareja volvió a cambiar de residencia, pasando esta
yez a l,a Universidad Esia,tal c1e ohio, donde Clirrk consiguió trabajo como
dcl
investigaciora asociaca en cl deparLamento de física. una vez más dispuso
tiempo de computaclora necesario p:rra continua,r investigancio en su tesis. Po¡
entonces salreron a 1a luz al!lu1'1os clatos scbrc la pola.rización dc protones
\ioDill.( )5 Í E)(PEitlN,iilNTOS 251

dispersados d¡ helio. Por prirnere vez Cla-rk


enfrcntó el problema de que sus
cie Dirac resultaban en "esos
i;;;;;"; de ajustar los ci¿itos con el moclelc
;;;; pot.n.i"t.r". Un" pt"ono a quien se, Los mostró le recomencló
.onruftur-.f artículo de Dodiey h'iiller (1912) Eso le propcrcionó alguna
tranqtrilidarl.Lornismooctlrrióconel.,adcrable,,artículocleWalecka(1974).
investigadores
de los
no mantenía correspondencia con ninguno
'
;;;;;;;;",
Poren|oncesnoexistíaauténtica..tradicióncleinvestigarconelmodelode
Dirac" en Ia física nuclear' tob::.^tl
Cuando en 1978 aparecieron los "hermosos d'atos" de LAMPF
cogncscitivos necesanos
.rpirr á..uf .io y plomá, Clark tenia todos los rec"rrsos
clucla- de qr-re se dedicaría e la
para hacer Io que entonces emprenclió' No habia
fenomenologí:'- de ilir¿rc. i',, eftro, tenía
un vivo interés en el resultado teórico
el enfoque cle Dirac' Naturalmente' la
de clecisión en qLIe se elije como el mejor
lo hacía Clark no se veíaforzada
naturaleza no t.niu qu..ooptiut, pttá cuando
de Dirac tcoll que ser correcro''
a decictir que, clespués de toilo, el enfoclue
conscientt
La. propia B,r.tnv Cta-rk esiá imptíáitaT rente 11-oiltl.:l:-.]":
clesoinpeñan en cuanlo a
,aa,,raá, cognoscitivos, así cono otros intereses'
clc[erminar lu, .rto.,a, de clue la gtile hagl
io citt: llece'

que está c1e mocla' ¡rues cxiste ritucha


Rien, algunas petsonas Itacen 1o qrre c'een
jcven Io ntejor será h:"cer cosas que se noten
competencia e este terreno' y si se es contisuar en
-*[" , o".a^. t.n., é^ito'i pLrblicaise; de io contrario no se puedc
gusta' Megusta'
qué hagolo rlLre hago' rvle
el mec.lio. Ilso es lamentabl" . yL sé por
son elicientes para otfas cosas' algunas
lo disfruto y 1o hago etlcie'rieíente O¡ios
ai.tl. yo no podría hacerlas Por eso irago lo qr're hago'
"orot

OÍro teórico

ConsiclerlmosahoraelCaSc.ieunjCVenieóricoqueiina'.Iizósucloclotadoen
pnbllcaciones clonde explora los
1979 y que ahcra tierie en su irabei muchas
a trabajar
i.¿rl.os clel enioque cle Dirac' L-e pregunté cónLo eilpezó era cle
^íp.rio, general cie su respttesta
con modelos reiativistas ocl núcleo' EI sentidc
espellarse:

tesis nte lo sugirió como terna ' En


Bueno, era parte ale rLi tesis' ivli director cle
el úlliolo arl o c.le Ini posgrado y lrle
realida,:l, es cu rioso po,qü' ttio ott'rrió clurante
etr octllbre de ese aiio, ," -,t i*¡i' hecho
un par cle cosas' lui a ver a roi direcior y ie
ctijo: "No' convcndría que vieras
dije: "Y bien, ¡'¿."'i ot"úe,-¿nn?" Fntonces.me
esto", lo que p¿Ita .rrto n."-r'rigniiicaba canlbiar ci¿ ru'lbo
y hacer algo totalmente
pl'::s debía terrninar en junio'
nrievo, peio yo sólo disptllíe áe sicie u ocho mescs'
vez [rni c'iirector]' siempre
Así que pensé algc asi .o,r]o, "Car:imba ¿rQuí está clrlI poique e n
quleie rriá.", ,-,,r,q.,", eiL rariIosij:ciiva, fne aigo buctlo' muy bueno'
realicl¿id no ltrgc 1c rlue había esi lo haii¿¡rcio ¿'irlies
Ailora r¡e cernbié e' esLo'
252 LA E]iPLICé.CiÓN DE I-,i Ci:i'ici-'\

"¿Córno te ccii'¡enciÓ tu cliiecior oe resis cie quo esto vaiía- 1a


-in.sisii-
p.nul oi margen de ejerccr siilplcr'eiiie s"r s:-rtc¡idaC? " Il e diatarn':nte
,*o*o"i¿ la ilflue ncia dc 1¡. arrt-,¡riclaci. "Obvir.,-nente'', repiicó tni entievis-
eso Eie conl'/ell-
tacio, "sié1 pensaba que era brteno ha-csrio, casi :noi cleiinición
cía". Sin ernbaigo, prosiguió psia daime urla iespues[a niás razcnada'
et ccm o tecria clel canr po '
Co¡r',.:nccrrne fue bastanie senr:illo , pues se trataba de ccs
que cr-rando dijo: "lee
rnecáoica cuát.ttica y cosas qr're me.in¡e¡:esan' naCa más' Así
eso tcclavia mc
mi artículo", .n t.álid"'l no t" q'" ccnve nce:ne gr an cosa' Por
á"ai.o u
"
po¡que es .tiipo a. teoría con que sicmpie quise trabajar,
que pcr lc
"r,o,ie poai^ hacer ii uno se dedicaba al trabajo teórico con partículas de
reguiar sóio
alil energía, peio ahora talibién pueCe hacerse e¡r la l'ísica ¡ruclsar'
sobr? moielos
Así. ciueda clafo .rino esic joY'ir teórico empezó a trabajar
cómo siglld
de Dirac. l.lo obstan,-., iraté que me cliera más dctalles sobie
posible por r¿o
trabajando con modelos reiativistas Resulta que hizo todo lo
me dijo, "en los
ccntinuar. Aunque lt gustaba tra'oajar con mocielos cle Dirac,
que estaban intere-
viejos ticmpos tifSzStl había iLn puñacc Ce personas' los
saclos pcCran contarse con los cicclos rie una manc" '
Por lo tanto' se dispuso
puesto poscoctoral al otfo
con toca intención a hacer otr a cosa, y aceptó I'ln
personas sobre
extremo clel país. Pasó el arlo i97-l-i'l irabajarrdo con otras
otros problemasr aunqLle eso, ccl¡o ól mis¡'-c 1o:l¡lmiie'
"nc resultó mrty
bien". Al año siguiente (i930-1981) rcgresó pcr un ieinpo
como rniembro de
la facultad a.su departamenio cle asesoies' Ailí en':ontró a otics
estudiantes
de la' inte-
tlabajanilo sobre modelos cle Dirac 1" en buena rncriida a través
racciónconeilos,vclvióatrzlbajalsobr.emoclelcsn,lcleaiesrelativistas.Sin
escaparse'
embargo, dos años más tarcle trató nuc'¡amente de
y 1983 El ob.ietivo
En realiclad clescansé un arlo [cic la universldarl] ent¡e 1982
y otras ccsas' y
principal de iomarme cse a'lo era salir, conccer gente nueva hace¡
ese año, sobre todo, t,,e..ton¿o se puio de mocli
el tcma de Dirac y la dispersión
aLgo diferente' e incluso
relativista. Así que me alejé con e I 'iiico propósiio r.le hacer
haciendo e hice otra cosa "
Io hice durante ieis meses, Ceié de hacer io que cstaba de distr,sise' y
ir"-á.tpr'¿l; de que ya naÉia trat¡aja'¿o dr-'s áños' y era el momento
comenzaron a ocurrlr
i.o¡oj¿ prrr, .to ilurint" .eis nleses" ' Pero entonccs ias cosas
que' tú sabes' me clije: "esto es una
tan rápido y la gente estaba tan emocionada
voy a volver a lo que
tonieria, no pue'Jo luchi-contra la ccrrrienle' sitilp"ernente
tcnía que haber dicho er a algo
., io'o u, á¿..¿, cli,;ertido, es í que 1o hice' . . . Lr¡ c|"re
'
"s esto' pero entre lo quemás
conio: "N{ilen, en ¡eahciaá'rtte gust:ria seguir hacicndo
me interesa cstá hacer utgu Jl.i.nt"", y eia es ln razón clc que lo haya intentado'

en las
El papel que los recursL)s ccgnoscitivos aclqr-riricios ciescrnpeñaron
cari'e ra ftie, obl,iarr.ente, muy
dccisioncs cle cstc jo.rcir terlrico ai pr incipio de stt
irnr-,orlante. I'{¿ituialrte ntc tlLlc csie caso el recurso l-ue su iamiiiarid¿rd con
'jn
ivÍ(liI)Si-OSYITXPERii\,1EN-IOS 253

los modelos r.'laiivistas del núcle o. En ¡nomentos ¡lifcrenles consideró expresa-


rnente la posibiiidad de dedicarse a la investigación scbre los modelos de Dirac,
frente a la de dedicarse a otr¿1 cosa. En estas ciecisiortes parece no haber
importado rnayor cosa el que sea correcto el enioclue de Dirac o el de Schroe-
dinger. Lo que le preocup;rba era el berreficio profesional a corto plazo, 1o "que
más le interesaba". Esta preocupación se maltenia independientemenre de
cuál enfoque resultzrra a la larga coirecto.
Ahora bien, las primeras veces que tuvo qrJe dccidir, cuando terminó su
posgrado y poco después, eran tan pocas 1as peísonas ir,teresadas en lcs
modelos relativistas que cualquier resultado que obtuviera mediante este recur-
so cognoscitivo en particular parecía tener poco ,¿ajor profesional. Supongo
que esto significaba, como lo'sugiere el comentario de Clark, que habría ciert:r
dificultad para publicar artículos scb¡e el telna, así como poco reconocimiento
profesicnal aun cuando llega-ran a publicarse.
Luego, cle repente, mucha gente se interesó sobremanera en los modelos
diraquianos dei núcleo. Para entonces é1 yrt poseía llrr rectlrso cognoscitivo
relativamente raro. TraL,;.ja-r sobre rncdelos cle Dir¿lc protnetía un beneficio
profesicnal a corio plazo incie;Lrellciie nt¿rrrente de clue el enloque rie Dirac
acabara por prevalecer. 'I'arnbión p¿lrece ser ciue nuestro teór'ico disfrutaba el
trabajo con moclelos relativistas. Ahora Ia cpción de Dilec era sátislactoria. Y
é[ se decidió por ella.

Un experimentitiista

IvIi ejemplo final es el erperirnent:iiis ta de ICUI clue dirigía los experimentos


de rotación del espin de los cual¿s nos ocllpamos ¿1ntel-iorlnertte. Terminó su
doctorado en 1965 trabajando sobre interacciones de baja energía y usando
deuterones con espin poleriza.do. Illespués cle trabajar en .los puestos de
posdoctorado se unió a ICUI como físico a.sociaclo cle investigación en i979.
Aún describe su área de investigación princip:rI corno 1a de ''reacciones uuclea-
res con iones polarizados ".
Por lo tanto, ya en 1975 este erperi men t¿list¿l teüíe- en sii haber un recurso
cognoscitivo esr:ncial para cieciicarse a la exlj¿iim entación concerni?nte al
enfoque de Dirac. Era un expert"o en haces polarizados y en la medición de
variables de espín como la polariza-ción j, la roiación del espín. La dife¡encia
entre un haz de deuterones y otro de proto n,:s e s rúlativanente menor. Oyó
hablar por piimera vez dei trabajo de Eurrny Clarh ¿,, principios de la plirna-
vera de 198I , por parte de sus colegas de ICUI. Ilá-s ¿:rlelante, esa ¡nisrrra
primavera pudo ver directamente el trabajo cie Ci¿irl< cua,ndo eila visitó ias
instalaciones. Eso ocurrió año y medio a.ntes del r.rl.-i en que Cizirl< piesrntó
sus " predic,:iclcs' ' d:[ par:iinetio cle roiación ciei {rr:luso en esta etalia
'^s¡:íii.
254 Lr" E)(i',l-iCACiÓN DE L..r'. Ci'':lN(llA

tantempiala,esteex,Dsrii'n3íii¡.iistacstabalosLliicieni:l¿CnleintrigadoComo
para queier sabeÍ más.

La r azón cle que la época Ccl zilo sea ¡ne¡¡ora'ble cs qiie pasé las
vacacionts cle
-,le viejos te;itcs si.lbre lc
|,laviclacl leyenáo que l'':bía hecho Drrac De ini tra''oajo como
posgracio irabí.r olvi':iado inuche's cosas necánicas que uno debe
esiuljiante
y
.áná.., ¿. esü eiuación para encontiarle sentiCo a 1:rs piezas fraglnentos
y

entender cómo se unen.

Asimismo, le gustaba 1o que estaba aprendiendo '

Esa era una inanera totnlrnenté diierenie de conccbir


la dispcrsión elástic.a' No era
por lo general
;;pj.*.,r;..ina p..s.ntz,',ión dilereirte <'1e los nlismo' clue es lodeque
ios vieios elernen'
de muchos
se oitiene. Era cor.npletanenic oriogonal respecio
q¡.i. ille intrigaban, y cso [ue lc que
ior. Ári qr" había sulicientes clc,rrtntos ttevos
me clecidió a declicar¡ne a esto.

Lo que no menciona, por supuesLo, es que dificilmente habría totllado esta F


ir
clecisión cle no haber teniclo ya considerable cxperietlcia -el
citivo- con los haces iónilos cle espín polarizaclo '
recurso cognos-
tu
1-
i-
más o menos al mismo
Sin embargo, acivieite , "ilabia otracosa que ocu rria
tiernpo,,. y elto resultó se r igltalrncntc importa.nte para su trabajo
ulterior. t,i
,E
ff
osakalieneunciclotrón,1;Iosinvestigadoresdeall:itfatairandemeclircomponentes
.r'oti.o, del espin polarizando el ház ani¿s cle la aceleración
observaclo ccn bastante cuiclarLo lci que
tccnólogos. . . Nle di cuenta qu'-: .so era algo
ellos
que
hacían,
99ai1mos
porquc
hacer
Yo siempre había
son muy buenos
muy lácilmente aquí
F
tI
par pláticas un
ds
ii,, n..."riar¿ de gastirr cline|o ni rl:rda cie eso. l¡lecliante un en el umbral de[con
poder'
colega de me peicaté (ie quc prácticamentc estábanlos
ICUII
h ace rlo aq t tí.

Una nueva forma proiiucir un haz polarizacio pttede ser' rnás que utr
r1e
rccurso cognoscitivo, uno n]¿lte iial, pero para e I
experimcrttalista ' los recursos
materiales son Jc primol Jirrl ir n¡''.rt't encia'
/¿o se había impresionadcr
Sucede que este experiment al ista en particuiar
,,preciicLivo,, de la fenornenologia diraquiana de
con el ¿xito
"rp..iJ*.n,.
y
Ciark. no cs que é1 no curn,la mis requisitos clc Lrn
satis faccio nista. simplc-

mente no estuvo cle acuerclo con cl


juicio da probabilidad necesario rcl?'tivo a
grandos poienciales' Este
,fr¿ i^n probabie seíia el óxito cle no existir esos
general dcl enfoque fenome-
e.scepticismo se basaba en uila dcscoirfianza
notOgi.o. lr.efiriéndose a CllLrk' nti cntrevistaclo cicclaró:

es a que todavía qucdan doce


Eila hace un trabajo lindr¡ Pero, a lc clue me reliero
prescnta coll csos tipos dc
parámetros Librcs, y el problcrlta tlttc sicnlplc s' lÍl e
NIODELOS Y IXPERIiViEN.IOS 25J

parámetro libre es que se relacionan t¿rn só1o cle una n¡:rnera muy laxa con la fisica
nuclear imPlícita.

mantenga un
Sin embargo, admitió que este escepticisrno "hace qtte me
poqui,o alejaáo clel resto". fylluchas personas, concedió' "querían establecer
a l¿r ecuación de Dirac'
claiamente que, si el acuerclo es asi de bueno, e.n cuilnlo
renuente a dar ese
entonces tocl,c el enfoque Cebe ser correcto" ' É1 se mostraba
relaiivista
,ulro. To*po.o le impresionaba mucho e1 enfoque del impulso
única-
á¡ginufnl.nt. desarroilacit con el grupo de Wallace' Elios trabajaron"Si esto
50C MeV'
*.it..on un blanco, el caicio 40, y con un nivel de energía'lugar"
es correcto" insistía é1, "clebería- funcionar en
más de un '
trabajo cle Clark como parte
A pesar de tor1o, su cautela nc le impidió usar el
de la iustificación de sus propios experimentos con
calcio 40 a 200 MeV' como
,imos en la sección anterioi. Esto quiere decir que el factor principal
en su
que él contaba con los
decisión c1e realizar esos experimentás fue simplernente
que a la.sazón
recursos cognoscitivos (y materiales) para realizar experimentos.
parecíandegra.'interésparaunacomunirladrnásarnpliadefisicosnucleares'
cle ciclos' con-
h,n la figura 7.14 se mnestran algunos resuitaclos de esa serie
de los da-
cluida aiedi¿rcios cle 198i. Esta f'ígura repres,Jnta una comfiaración
tosConunmodelocleDiracyclosdiferentesn:lodclosdeSchroedinger.EStoS
r'rn moclelo en lugar de los
datos no proporcionan base firme algrLna par" elcgir
otros-

O I

0
(, o\
)
DlRAC )
SCHBOEDINGER f
SCHROEDIN GER (DWS CENTRAL)

1
I I _L- I -L
-l-L
20 40 60
0

con dos
Figura 7.14 Comparoción fin:il cle los d¡Llcs cic rotxción.l.l espín a 2CC lviev
nlodelos cle Schioetiingcr y utlo rie .['rir:rc ijc tr'proriuce poi cortesí¡r
Ce

ICl.1i.
!
!
I

255 LA EXPI.icé^ciÓt'i DE i',A ':llEi'iclA I


I
I

e>:perine ni;rlist r ' es que los moclelos


i,11 problerna, según lc conci.l'\e esie por tricdeios de scirroe-
I

c,ira-quianos rn.;ct de'a"cii;;;;;t"r. sirio iguala'dos t


t
I
d ilger I'rejor Ctsa rlollaCcs '

ie relinamienio para
se ha ¡'lcanzado el i-¡is¡i'o "r¡do
Obsérvese que para cuandc
todas estas cosas, Ias dir;:'";'i":;;'';ii..:i;j,:ij T.:,;1":';l;:1ii:::ir'::
Hs.1:::',J;:il:',';; ll;'ilf i"". :." i,l ::;;il ;; á ;;i; ;;;' ni ienteinfluirá
i

á" i<l o"" v" haga-ssie ano iei siguiente


ipe s se

tiata dc " quién ti"nt ru "iirr1]l"a' vei el asidero.


i¡usta el momentc, no llego a
en unc u otro se nti.lo ., .i".r.,.i..

|v.i interpretación es que éi


n. encusorra ya córno aplic.r cxpe rimentaimente
;;;";tt;''* y mareriales iraia atacar el gran proble-
sus particulares rec'Jrsos
corre cto '
'"tr't"ic
ma áe cuai es el eirloque de las
esto decir Or-rt ¿f a las mediciones er-perimentalcs
¡,Quicre ninguna Inanera'
uoiil., ¿.i espín para los protoncs'/ De

Siel probrerna cs estrictamr


que
ntt "c:::::iil:,ii;:"l,iil:,;'X',1]l"il:':,:f:.::: l:
hav ra;-ón paÍa " :'ii en Ia práctica' v
l:j:;:;""q"u"'Jiri.ln,.n,. se distingue
problema::"j:l,r"-*:i':'.i;r';"::.;;"
trpo de ;, .,,.' ','c.ci.,n ¡ los"n'c,.l''los rcl¡tivista'
oatos,nc:::'^:'l-::;;"-".,,,.,n
que es: " ¿Qué intema?" Y la
moclclo [ttn'i,.rtt'in o no cJrno r.o eslruclura
Irt"."ri,i"U" 'i sus
tit"it' Pcro i'e e' un probl3nrl cottt¡let;r-
rcspucste pucde ser:tit":::::itr;;tlón
mente difcrente '
tie este tipo'
(en i9E7) sc ocupa oc expcrimcntos
Este invesiigador toclavía

A
EL i'¿N onr\vt'A EvoLucIo N IST

más
evoluciorustas' Donald Cainpeil ha siclo de los
Enire los epistemÓiogos
:#; ;; J un t o Ji n' i' i ii';;
; ;; ;
I;

cieg^
::'l:ilil ;i
::: f
""ttt:":l:,1:: :
i¿:"-T Ji i, ¿'rT
es por "variación 1 actividades
"i."*.lt"i.*o ia lmproc¿dencia de es''atesis si se aplic:t a las
La crítica ha senalado Sus
produce nrievos o planea ttuevos experimentos'
clei científico que
'itoitio' y driícilmentc aleaiorias Coü --,
¡.--
'- rr
son, con toda seg"u"ná^¿' J"liutt"irs
actividades Carnpell puede ser -
todc, en un nivel d' "i*'¿oli1l:t]:i:
"'g^ni"'i;lltrlt
r,rno poclna qtit^t o":.nt'o'o
*a, opil."tl. de lo que :l ::
d" 1a ciencia' según ia elelnplifica
Popper
La concepción t'tpt""a clásica
muy deliberado'
atti"i-¿ cle la clenciacono algo
( 19 5 9a), representa la atrevidas v hacer
=t"t'^lt" fornuia^rrcnjeturas
La ciencia, ,.gi'n Po,'pt'l:;;::;; recursos
para ref r.rtarias. La api.eciación ciel papel de los
intentos cleliberados nos c1a una it'nage tl muy difet
e nte '
y ot'os i"te rJt'"t
cogitcscitivos ""'tnitt¿*it"s
)

,\'iODiL'JS'¡l:\l'ERli1[NTOS )51

Lcsmodelos,efectivarnente,sonprofluestosYlosc:;pcrirlentosseplanean poca
.v se llevan a cabo. Todo
esto estJl claro' Sin embargo' parece haber
intencionalidaclenelniveldela"cienciaengenerrtl"'N'I¿isbien'cadateórico
una medicl¿ considerable' debido
desarrolla tipos particulares de modelos en
para hacerlo y tal vez
a que posce de antemano los recrtrsos cognoscitivos y
como receptivo lrdecuado para esos
;"ñ;. percibe el merlio crentífico -
que ponen a prueba
modelos. Los experimentalistas realizan erperimenlos
norma cientílica gene-
iol., rnoa.to, principaimente no porque sigan ninguna
bien' cLlentan con
,.f t.t¡" Ia cül los,,',oc.lelos deban ponerse a prtteba l¿lás
que reconocen pertinentes para tales
los recursos cognoscitivos y materiales
rle que ies produzcan las
;;;;;;, y trat;n de emplear ttt"'Á' a mo'do
""
mayores ve rlt ajas prolesionales posibles
Al ojo no
La analogía con los 1r.o..,"' cvolucionistas es sorprendente'
he.chrts para adaptarse a su
experimentado le parece que las especies eslit¡t que
*.aio, o que una especie en pañictllar "trata" de adaptarse ,Por supuesto
nte vela por SLIS proplos
ia verclad es muy cJilerenle. cada organismo sinlplene
intereses procreati\/os lo rrrejor qttc luedt' En
collsecuencia' la especie evoltt-
cle r'itt plan de nivel sttperior
ciona tracia una nrejor oclapt"cii" i-a apariencia
Al parecer' ocurre 1o
o de inte nc io nalidacl es tai sóio ''tn efecto secutr¡i:rrio
r¡rismo con la c ie Irc ia.

El ruruRo DF t-os t,roilEt-os Dil DIR":rc EN LA I--ÍsIC'q


NUCL,EAR
que afirnraba no poder imaginarse
P¿irrafos ar'riba cité a un e.rper iinc nr alista
enfoques de Schroedinger
ninguna mAnera experimental de clistinguir entre los
y de Dirac. Tengo la impresión cle que esie
juicio lo coirparten ahora la mayorÍa
c1e quieues trabajan en este cainpo sin
ernbargo' por ahora no existe consenso
a que el tema no siga
dentro de I¿r cornuniclld de físicos nucleargs en cu:lIlro
c¡ure 50 )'75 personas'
vigente. Un grrrpo relativaniente r¿clu':iCo, colfortr'tlclc
toclavía cluienes ac
p,ápugnon áctirame.tte el enloqLre cle Dirac- Son rnenos
de quienes
ilur*Jn,. Io impugnan. En la profesión, ta1 vez el 50 por ciento enfoc¡uc de
aspeclos del
la ejercen nlrlestren algu,ra sirnjatía con unos cuailtos
Dirac, como puecle ser ei concerniente a1 imprtlso reiativista'
La mayoría
continúa igr-ral que antes.
A rni moclo de ver, estas cliferenclas de criierio i:n 1o tocani
a 1os méritos
..irracionalic]aci,, alguna por parte cie ciertos
rlel enfoque cle Dirac no reve]a.n
correcia";
físicos nucleares. No existe una riecisión qtl' sea ' ' r¿tcionalme¡rte
de actiiucl
existen t¿1-n sólo lcs crit¡rics cl: cacla científico L-:r tliferencias
concerni,lnt3s al en loque dc iJi¡ir: 'iii:¡ren divers¡: c:plicacioaes e rr'piricas
L'{ CIEN]Ct¡'
253 LA E;/'?LlCACiÓl.I D-J I
1
!

f;iacielos Y enfcques i
si las "igcrías" son t
los ii1óscfos h*:ltil'.i;11scbie l
I)urante mucho tieinpc i
!
",s¡1;lables"'Latiistin'c'c'nc'itttln':ir;iielc;'::".';iil;us'¡lo::nicqtl:snt3's
iáL]it''';;'t ;t;t nt"'': :^t'''.]u'i;;'i;:l;:'I"l;*11
qeneraies perrniLc
"t"i"'
l#*l;*:,1i:", ; :"'::li :: : ll' ffi ii iir i ;i* : ; ; ; : l' :; : l;:;
l;, :;. .r : ; :; 13" l' ?'1"" : ::
** i:::fi :lIu ::
quc hi' n'ia' h''c¿rla:
n¡ r-ei l*'* ; n,;;':;;:;, !

§;;;.n "'ón
I

lo,á¡*r¿o delos catos'I=]" .ir,rlc un cnloquc cornplcto


modclo
Siu embarso"'tn ::Y-'''I': T::::.. d!"c¿iiar ''ste rirc're ro no I

tni una lrmilia comDleta l*( \ioque'J'


T"t'.1"r''. .7i,J,,-rinn.'
JUtr'"" . De hc;irc, oi roi inodclcs I

.i"nin.a descait ar lodJ el ': lr iuirción. Los priinero-:


sciuoc,.iinsei,r',-l:i'::::i::::i;;i';
;;'i;''r;il;"o.rre ss I.,r:ttl'i',n-':',:"^^.'ii." ;;'jo,i,'r,'r 1rroir-
dc ' inodiiicicioites
dct
airiculos en
".i.ricr'-l
; ;'' ;,
[:l :'" :.:::' ]':l',::H: l[ I,.::; I,i ; ; ;]i:J:l ffi ::::
i
citri c lo' nuclcones o" ":"'j;.
" ,.'¡'n"o ¿"'o'
il;;,;;i;;;"spccí[icas ui. cme ii c se tr\' \ir r r( ii; ;]o'*n*
I:;, ;;;;;tl in ¿ "'' 5' ""
i I L

;;;.üt revisados r,.tós .-Lrcvos ntcdclos no relativistas


"''u"nJ-,.-,i,n(e rei,rado r .bl.:i:.:l:: '::"lJ]l:.: a.'iJ, daros quc
t- ']- ".,,.,"'
,¡ r, Jc Siirr ot'ilinglr' ls
rntro'-uJ-r.,r' '
t echor a,! ltoc. Sol.r ,,".
"sr¿n
icnrc,rraba I¡ r;r^emp¡'ribi" ;' - -'' ],"-'.'1""',;7),:,: :;.i ;un seniido que io;
-i *
Hlll ; X;;Li:.1,'l};:i:::' : i n"-.' :.1: :; f
r'
" :,i; i'"iJ':':'
;;',;;'.
cioncs que sc rran
ptopue)'' :'^:':il:;":i:l;'::":,.:i,';;-i;n".ri Si ras
mucni)' LUiI.r !r vr " - ' p;icclan
sc conoce d¿sdc hace .eir solo porquc no
:'"il;;; no se lri'icron'Lttt:riormcntc Ilt't,.. [-os nrtcvos tlatos' dcntro
i,"....,1'',, o ^," a ex
pr ic a c ón
r
_r :l:: : i:'j ::'il:i,,i:: ;;
i
.o, n o ul'-,i gno a.,r,'',
clct marco dc ret.t.".':.::':';:..i"'".,::, n .cr r::c;ai r¿s. r

todo estas
or''o:
desPués de '

El rcorenru cle ''eqttivalencia''

a,, r r 0.,." -l
F rcn c a i,c
ilff J J :1.f,1;[
:' ;;;"J con!iT::lliii[[:il:
r
1,., ;,:,j
l:-J .:?":i: lcr'1c;'iocrrcs mi. r, co rccc'¡on
::.1::i:":':
:i.;;;;,; o. Schrocii¡;,; ':l' :':i::11,-J.'"."-lY',1*,,,i'., t". rgda: r¿)^
ior.",r.'.orrirrz. 1,1 .l'.,,
(l .i'll,),1" o"l .i,,,,t".-, '.i.*
a csic rdlr;i','o)'i't':
c:.'.litiüade s t'bsen'a'Ülts
I.\,IODFLOS Y EXPERI¡IENTOS 259

pueclert derivarse también de una


podernos derivar de una ecuación de Dirac
ecuación de schroedinger'
respecto del en foque de Dirac parecen
Quienes se muestran escépticos
la vindicación de1 enfoque de
inclinados a considerar esos resultaciot to*o
sentiCc buscar experimentos
Schroeclilrger y como la prueba cle que no tiene
enfoque de Dirac
qr..,i*¡"U"ván a deciclii Ia cuestión' Los simpalizantes delpotenciales que se
ad hoc' Los
tienden a pensar que este recurso es realmente
diñeren de la mayor
ob,i.n.n en la ecuaciór-r "equivalente" de Schroedi'nger
y t'ienen poco ftlndamento
parte de los primeros potenciales de Schroedinger
uno de mis enirevistados '
en principios físicos conociclos ' Como 1o expresó
es la ecuación de
partidario de Dirac: ' 'La ecuación cle Schroedinger corregida
Dirac" .
mejores con sus-modelos
Se recordará q'.re Clark obtuvo ajustes mucho
ndientes modelos feno-
airáluianos ienomenológico' q't" to" 1os correspo
esto si realmente existe
menológicos cle Schroeding... iCót"' pudo, ocurrir
.-qr.,iuaJn.lat Bien, resuitá qr:l lu lo'-"
funrla¡nental *:.*l::-,1i
1:,":
general' Ella supuso vana's
Schroedinger que ella usó nc era la forma m4s
en lcs modelos roás genet'ales
simetrias en la funció¡r potencial que no existen
cie Schroedinger, equivalentes ai il" Dira-c' Sii-r
enibargo' pcr efltonces todo
ciue na<lie la c|iticó a este
mundo hacía 1as misrrras suposicicles, ie m¡'nere
rcspecto.

El recurso a la scncillez
controversia en torno al errpleo
En mis pláticas con los físicos a propósito cle la
cle moclelos diraquianos .t. lu ií'itu nuclear'
mis e¡rtrevista'rlos apelaron fre-
cle Occam" ' Sin embargo' el
cuentemente a la "sencillezl' y a- Ia "nava.ia
enfoqr:e de Schroe-
u.gr*..rto surgió de ar'bos bzr"dot' Los siinpatizanr'es del
con'rplejos no necesitan
dinger alegaban qu-e los mod"lcs ciiraquia'rros más
aducirsesiba'staconiosmoceicsdeschroeclinger'Lospartida:iosdelenfoque
Ce Dirac alegaban qire los moieios de éste
son íntrinsecamenie más simples o
rnás elegantes, donde todc sale ' 'na-tr-rral¡neii
ie" '
a ia seiicillez de 1os
Los filósofos que harL tomado en serio e1 recttrso
que lr' senciilez es una propic-
cientílicos, generaimente harr d a'dc pcr sentado
aceptables' Por lo ta'nto' la
dad intrínseca ¿. t* t.ori,,, ia tual 1as hace más
que coníiere senciliez a una teoría
ta¡:,'li hasta áhora la sido descubrir qué es lo
aceptables que otras
y por qué las teoias con esta característica han <1¿ ser má:
sobre e1 análisis
(Popper 1959a) . Otrcs han consid erario que 1zi lalia d: actterdo
delaser¡ciilezindicaciu-eloscriierics¡lesencillezqrie¡!s?-nlcscieniíficosson el
inlieren'"ernenie subjttivc: y pcr lanto, ciu: 1a seirciliez
nc tiene valor et
entendini¡tf o de ia i¡iierencia ci¡liLífica-'
260 LA EXPLICACIÓN DE LTI' CiENCIA

abstracta ilanlada
Me siento inclinadc a aceptar que no e:iiste propredac
,,senciliez" que exl-riban aigtinos nodeios cienLílicos en mayoi graCo que
cle la física nuclear sean
otros. Simplemenie nc o.""t qut ciertos mocieics
rnis¡no serrtido abstiacto en que
intrínsccamente iilás simpies que oiios en el
más simples que otros' Es inútil
ciertos modelos de 1a biología evciuc;cnista son
Por otrc ladc' no me
irltentar un análisis g.n.,oi cle ia sencillez en abstracto'
ca'rezca rle fundamento' Creo que desempsita
f o..a. qr. al recurso a la ser,cillez en funció¡' cle un modeio
un papci en la ciencia, y ese papei pi'reCe. e>lplicarsc
sati:; i':.:cionista simple clel criterio científico '
Lc:; físicos ttucieares que at-ti'r-nan quc los modelos
qr.'";iert-or-;,"celos equivaleiites de Schroedinger
de.Dirac son lnás sirrpies
pueCen señala.r ca'racte- fr
risticas clefirüdas de clichos rnoCclcs en apoyo
es que estas caracierísticas p"do'-t
de su afirmación' Lo de menos
rIo gen;ralizarse a otras ciencias' ni siquiera
que otros concuerden. con la
FI
a otras áreas de la física. Ni siquier':i importa Á
¿.r.rip.iOn ¿. f os modelos cle Dirác en tanto
que modelos "más simples''' Basta i-
Fta
t
en que las características designadas
con que algunas p"..o,-,o' -"én cie acuerclc
sean cleseables, llámeirse conlo se llamen'
A fin cle cuentas' Io que impo'ila es
ia familia de los moCelos de
que otras personas estén áe atuer c1o en r:stringi¡
lf'*:']1 '-:1 FI
dchrocdinger a aquellos que pos'an las características.señaladas' una estrategra
pcsibie aplicar -
;;;;;;;t;; una restricctán áclccuacla' se haceresuliaclos experimentales posi-
los
satislaccionista, pcrque tt.riontt' no todos
bles serán igualrnente probables daclo
un cierto modelo en cualquiera de las
la se ncillez- es redttcir el número de
farnilias. En suma, .t ,.nii¿o ¿"t recurso a
rivales' para sca al menos posiblc
nroclelos cn uno u otro at-fo' erifoclues 'ille
tomur la decisióll ;al i:lact or i¡''
ri'-'eLi no están obligados a aceptar
Naturalrrenle, los particla;ios clel enfoque
son nenos simples' ni que seait
el juicio según el cual los nroclelos excluidos
como inclicadoras cle mayor sencillez '
clcseables las ca¡actcrístitas citsignuclas y dé la
se r"ciilez rar¿rnlente sea dccisivo
Esa es la razón de q'" ti ':ttu"J a la
impresión de ser meramenie subjetivo'

L,n t'scertario Po;ib lc

mis entrevistados' reio^rzad^a por


Una posibiliclad que inciicaron algunos de
d': Dirac poco a pcco lra
,"r.n", otros co;entaristas, es clue eldeen.foque
lo más cornpatible ccn los acoit-
gananclo terreno ,irnptt'ltnt't poi "'
áreas ile la física' particularmente cn
tecimientos que se están da'ndo en otras
qttalks' y girrones cle la física de aitas
la física c)e alfas ettergías t-o' ""'ont''
Si csie tiilo de entidades están en
energías son func.lamentaf nlc"tt relativistas
cle baja energía' independien-
el núcleo, deben estar,,*¡iJ" t't intei¿icciones
rinie ntalme ntc a el¡ergias bajas'
temente de que puecian d'fectarsc erpe
-!

lvf OD[L'OS Y EXPERIN{ENl OS 261

Asirnismo, pÍeside este escenario Llr factor


neracional Los lísicos nuclea-
ge

res que cursaban el posgracl á-des p ués


rie 197 5 apre.nclieron las ''nuevas'' teorías
a pesar r.1e su especialrzaciÓn en lÍsica
relativist¿is de la física de alias tne';ias'
rle atracción hacia estas
nuclear. Para los teóricos en pa-rticular' la fuerza
teorías son bastante nuevas en la
nuevas teorías es muy fuerte Y totno estas
dentro del n'rarco
fíil.u r,r.t.ur, es más fácil lograr resultados "originales" aunque la teoría sea
..luririrru que clentro del viejo rnatco no relativista' ..satisfac-
un joven teórico
matemáticamente máS con-,pl.ja. i{oy por hoy'
-- -páa.lu tcnderá
cionista" a abrazrt el <nioque de Dirrc'o
parecer que tal escenario es incompatible incl,-rso con
el modesto
realismoconstructivo.Deningrrnamanera.Unodelosprincipalesatraclivos
lo que para el lisico
del enfoque rliraquiano es que ftsulta más "fundanc¡rtai" '
es la manera cle indicar que es fisicamente
real Es la física de alta energía Io
cuáles son los constituvenres "últimos" clel mundo'
Poner a Ia
;;;;;;;.; energía es tanto como
física nuclear en la misma lÍnea clue la física de alta
a los.intereses profesio-
acercaria a Ia realiclacl física. El que esto sirva lambión
nales inmediatos cle los jóvenes teóricos nuclear¿s
no riñe con esta meta
sólidamente realista.

l.
i
i
I
I
:l

l
I

8" LA EXtrí-,{CACiÓN DE LA
H.EVOI-,UCl{3 }"I GE,OI,ÜGICA

ACONTINUACIÓFIMEGUSTARÍ/\iLUSTR{Rlautilir]acidelosmodelosex-
a la reciente revolución
aminaclos en 1os capitulos anteriores, aplicán"l-olcs jerá r'rás de corte histórico
g..1"gt.". Por lc tanto .l .a¡ácte. de está capítulc
hacer propiamenti una
ñr" .í ¿. los predecentes.. Con todo, no pretendo será un bosquejo
historia de este episotiio de ia ciencia reciente' Cuanclo más'
q,-ra..i.*pfifiqrte cómo pueclen aplicarse los dilerentes modelos cognoscitivos
I
á f o .iuUptu.iért de una historia propiamente.dicha '
Lo q,.ie ahora lla.rtamos la.e,ti'-tción geológicll ¡riicrJe sit"tarse
aproxiirrlcir-
cincuenie y
mente en el iigcc¡ilr c o rirpierl ciiclc entre nleciiacios cl¡ los airos
acerca de este
¡nediar]os de lcs sesenia. Ú¡l hecho particulannente iilt.Jresailic
al modelo
.pltÁii" es que lcs mo<ieics cie la n''ieva geología son similares
¿n los círculos cieniíficos a 1o
d'esarrcllar.lo intre 1911 i, 1915 y que se ciiscuiió
r".g"¿.lo.sañosveinte.Ijsto,,os.perr,,iiel.laceiunafrLrctiier¡-corriilaración.
;ó;; ir. diferente en el decenio ae tqOo que. pu.e.r"i,e erplicar por quéocurrió
entonces una rel'olución, y r,o los años t"einie'i Cu"rlquir:r teoría adecuada
""
de la ciencia clel¡ería ser capaz cie explicar esta cliie¡cneir'
al azer' Lo que me
Obviamente, el ejernplo cie I:r geología no sc h¡t elegido
ha ilevado a explorarlo con cierta piofundiclad es
Io que me parece un caso
moderna a la
.rp.aiu.,..nta ia.o cle una importa't'te, revolución en la ciencia constructivo)
lí. * ,:.", Inuv Uien ta p..tftctiva del realismo (evolucionista'
posibie' por lo menos
,att,.alista. En perticular, .ri.."'o <1emu;stra que es
y las relaciones entre los datos y
ácasionalmente, que los.lu'to' statt tan fuertes'
valores no epistémicos se
io, áoá.f o, ,iroi.i trr, .uiJ.,,tes, que la mayoría de Ic¡s
vea sencillamente eclipsacia. cualquiera
que sea su complejo de inlereses per-
que 1a g: an rnayoría de los miernbros
sonales, prciesicra.les o sccii'.le s, es posible
á. pi"i.rión ,. ,1u.d*'iin'rnas opción satislactoria q\t:]-"9t,:t-?llj]:'
"*
modeloi nuevos coillo las mejores representaciones dtspontDles
Ge Ia re¿riLtru

L os tvi o oe LCS col'irRAC C ioi\'l lsr/rs


A cua.lq,-riera. qle torjavía. sr: si¿nfa i¡iclina'clo a pensa-r qne las teoría-s

t263l
264 L:\ EI{PLiCACION DE LA CIENCL\

clentilicas se definen me.jof coirlo sisiemas axiom¿iticos (¿implícitos?) Ie acoit-


sejaría revisar algunos textcs y l¡¿rtaCos de consrtlta nornlal en geología. AsÍ lc
quedará clarc que cualquier i¡tenlo de ieccnstiuir 1a tccrÍa geoiógica como un
solo sistema a-rior¡álico resuitará tan ditícilcoino esiérII. Por ejeinplo, diircil
mente se enccntrarán eiiuncia,lcs de "leyes" clue ¡..,uedan setvir como ¿<icma:;
adecuados. Si, por otro laclo, uno recurre a estas ob¡as en bitsca más bien dc
descripciones de familias de ¡noclelos, la tarea se volverá mucho más nlane-
jable.
Lo que ahora nos inte¡esa es la teoría que precediÓ a la mor-lerna tecría rle
la tectónica de placas. Para ello clebemos consultar obras pubiicadas, riigamos,
hacia 1950 o antes. Una obra obligada es el gian trataclo cic sir Harold Jeffreys,
The Earth (1924 5a. edición 1970), No obt.ante, esta obra clificilmente pLrede
ser represeniativa, puesto que Jeffreys era Iln tanto agrcsivo cuando dclenclía
a [a geofísica frente a la simple g.ología.
Las ediciones antiguas enrpiezan con un capílulo sobic la hipótesis nebular
cle Laplace. Así se preparaba el escenario para io.io io que scguía, puesto que
la Tierra se representaba colrlo una esfera fundicla qr-te grarir-ralmente Se enfrió r¡
confcrme 4leyes de la lísica bien conociclas. Los r¡rccielos de cóno se enfrió i¿r
Tierra se ajusian a un se nciJlo p,-"trón. Los materiales más pesados se hundieron
r-
hacia cl centro, formando un núcisrt, dejando Ios m¿rieriales rnás iigcros hacia F-
el exterior. En el exterior hay una corteza relativamcr,[e clelgacla. Ésta tiene la
temperatura máS baja, r:ncOntrándose temperaturaS geireralmente crecieutcs
d
Fri
hacia cl interior. Conlorm¿ el calor sc escapa hrcia cl espacio, el interior se va
cnfria,rcio cacla vcz inás y, poi ende, contrayéndcs:, produciencio deior-
maciones en la cOrteza. Los grandes rnovimientos cle la corteza, resul[alties de
#
'l
ia contracción ctel material interior, se dan generalmente en 'JirecciÓt radial. Fr¡
En estos modelos no hay fuerzas considerables tangenciales respecto de ia I
s upe ríicie de 1a corteza.

Un ejemplo de la litcr¿rliCad ccn que los geologos eiaboraron mcCelos


r¡r

contraccionistas es la serie rjo experimentos que $/aiter Bucher describ: en sLt
Fa¡
tratado The Deformation of the Ea¡'th's Crust (1933 , 1 1 5- 14). En un grupo de
experiment os, real izado e n Ios añ os veinte, se cub rían balones de goma i nllados
Ft¡
c
con urra mezcla cle parafin;r y vasclina. Luego se dcsinflaban lcntamente bajo
el agua en un tanque presurizaclo. De lo que se trataba era ver si así se podía
reproducir rnecánicamente cJ patrón gcneral de deformación que muestra la
-tl
,-
CorieZa terrestre. LoS e>:perimen taC ores parecen haber saiidO bastante com-
placidos con sus resuitados.
F-
I
Una consecuencia inmediata de estos sencillos modeios co ntraccio ¡risias cs
que, una vez que se han producido las contracciones principales, las caracte-
FT
..
rísticas más ev id en tcs cie la s r-r pc r fic ie te rreste pe rlnallcccr, bastante e stab]es ' Li
que esta consccucncia era explícitl. prtcdc verse cn Ia srguiente declaración de
Fl
Baiiey wiilis, paleontÓlogo 1r palcoirge ógraio, prolesor de la uriversidacl <.le Jt
a
=da
a
l
-l

265
I-A EXPI,IC.'\CIÓN DE LA P.EVOLL]CION GEOLOGICA

C-reológica Estadouni-
Stanford, quien fue elegidc preside nte de la Sociedaci
á.nrr.n 1929 . ' 'Lasgrancies cuencas oceánicas" ' escribió' "son características
existiclo en el lr-rgar donde hoy se
f..*^.,.rrr., rie Ia superficic terrcstre han desde que hs agr-rls se rertnieron
y
!"auan,.u.,, con cambios ligeros en su trazo
por primera vez" (Wiliis 1910, 2'i3)'

\}/TCPNER Y LA DERIV,d CONTINENTAL

Lairleadequeloscontinentespueclcnhabersufricloti¡rconsiderableciesplaza-
en gran medida el
miento lateial tiene una larga l-,istoria, y a ella contribuyó
Americano' Las fo¡mas
c.lesarrollo cartográñco cle los Iitorales clel Continente
invitan a especu-
complementariai de África y América clel Sur, en parl.icular'
se com-
lot que alguna vez estuvieron rtniclas' Sin embargo' tal especulación
binabaamenur-loconlatrac]iciónbÍblicadelcatastrofismo,asociándoseel
oríge[clel'oceánoAtlánticoconelDilu'¡ioL]nivcrsal.corni:tal,estaidease
,pirtrbo *l,.ho cle la creciente rraciición cientítlc: en geología' la cual' después
c|elosPrinciplesofGectogy(1830)deI-yell'fueprinlordii,'Imenteuni,for.
a los
n,tilariq' Hacia 1900 c.ralquiera que intentara cIa¡ ca¡ ácter científico
grancles splazamientos laterales rie los continentes encontraba segurarnellle
cle

una fuert.e oPosición.

F
Afred Wegener

clebaie científico la
)-
La persona que más contribuyó a incor:porar al verclaclero
ictea clel desplaza,niento contitrent¡l lue Allrecl
wcgener' wegener es ei para-
dei campo'
r rligma clel científico inrovaclor qtte comienza r-lescle Ias m/rrgenes
obinvo su gr?.'io de cloctor en aslronomía en 1905, pero su investigación
cle
r
rie Ios rnovimientos pian'eta-
r tesis consistió en transcribir las Tablas Alfonsinas
que científico'
r rios a la notación decinal, ic que era un telna históricc, más
primer cargo acadé-
a- También estudió meteorologÍa y física atmosléric:t' 1'su
mico fu¿ en metecrología, a-stronomía práctica y físice' cósmica
Su ¡rrimer
a-
libro (1911) trataba cle la iermociinámica de la- atmósfcra' Por entonies'
en
J.
influencia
a 19i 1, no habría po<j-iclo preverse que llegaría a ejercer consiclerable
a'
en la ciencia cle la geología.
la deriva continen-
Poco sabernos sobre Ias iclt:ls prirreras de Wegener sobre
¡ que el propto
tal. En Ia meyor perte cle ios L¡r¡i:Ccs se repite simplemeilte lo
cle su libro
Wegener rlecía err h " ii-rtrocl tlccirin hisióiica" a la c:it¡-rta edición
I

The Origi:L of Conlineús onc! {)t'ccttt'; (195ó, 1):


2.65 L¡\ E]{PLICACiÓN DE I-A CIINCIA I
I
I

se me ocu¡rió ¿ilá lor 19iC'


ccaternplandc el i
La ¡rirnera idea cie deriva conli¡ental I

n,rpu ¿"f mundo, bejo it itpt'


*un ciirecia que rr'" f :i ,t;;;llll;jiffitt::
!
I

i i,;;;;, ; ;,,"
y o i ro adoLi c I ).
r

; i,1,, ;l; ;i*,j";,¿i! lr? ?,[ ri u., ".,


:;;;
;;;.p; ;; I

pr: 1ue ta consic..;aba i.c-o f ::oa9;;


-fi.,".. a. ia:o: p,"Jconr,,ló5:cos
; ;';;;;;".n.r" I
lc.jici?nial ccn un rnior:re t'''..],'1:: Y-:, - :;--.:; :; ou(. s:r-via cte puenre e;iire
I
I

#i11ü!i!i,iiü : ;r:' ;: ;' ; i


ili ;i l*n*=x #i,:.'i;r: i : y ia pa-lecnioi.c:ía. el crial
"' i; ::i .-":
rne
:
ptoDorcrcno i
ror.o-npoJ"'i" g""rlgi, I

"n ttn"'fit*LtiJn-tarr ü:nportai-ite qttt ut t'igó en ni n'tnte


»erlincnies la convic- i
I
inmediata-'ncnte i
.ü" á" ñ.,,^tez funda::'i::ntal cle la idea ' I
1

la h'istoria completa' En eiecto' :e <iice que trn amigo l


Ésta ni co¡r mrichc es lffegener I

en srr épcca át t"'ii""*' W' lVu'r'ft' lecoriaba que a


de $'/egener, De ser i

iSO]lo de los liioiaies (Ceor-gi 1962)' I

1c irnpresionabu vn "otg'utn"ioel cerebro de Wegener muchc ¡ntes de


icea
"'
cstaba i;;1";;"
esto cierto, 1a

clio dos conferen:ias en


"'iiru,ro, meses despuás' en enero.cie1n1,''.Y:,t:"* por
generales de su teorÍa' F'n 1914 ftte reclutado
que cxpuso los lineanti"ntos y
se recuperaba' reelaboró
e1 ejército, pero prcnto ttJtO herido' Mientras
que fue la- prim;ia edición Ce Die
Entstehu-1g Ft
amplió sus conferencias f.r^tt'-f "
cler Ko¡ttinente
"'a
C'n"'
t't9 i S)'
i"r*.,
gsta obra no constituía ningur.a presenta-
1a teoría del des:,iazamiento
y tu-
ción neutrar. En elra
orclenaba todas las pruebas
ír"ougnaba
que puCo encontrar en su iavor'
d
{
La e-xPeriencia de Groenlandia
I

Des.Je eclaC muy tempraila,


Croenlandia le ir abía^fascinatlo a
Y/egener' El #-
a unirse comc
sueñc de visitarla "" i"o
tt.rliá"d er 1935' cuenCo fuc iiiviiaCo le FU
t*ptdllit:'" cianesa d¿ dos años' La experiencia
meteorólogo u "lr' ""t"^f Observó glaciares' -
Wegener un valioso ' 'recurso cognoscitivo" ' F¡¡l
proporcionó a
y'¡;;;;gt'Con ella se pertrechó 'ot
capas c1e hielo flotantes "t"t"::-:ltllll
para las giandes masas que lmpcr- .-ri
así como c1e todo u"t"'l-d"Letáforas
ceptiblementes..l'spru'uf p;i;:":¡yl:,:"::"t;Í::r,::"'iH?.Tl:i':,1:
"n ti
dichos rnodelos, como en el
siguiente pasaie cara( #
-
rayado es mío):
estaba directamente
fri
millones cle años la meseta continent¿rl :l11Tttituno ¡¡
',ü;$;;;i":::af
Hace
Ll
unida. Esta se separo
:::i'¿*;:lf ;:":"-*':,.:''":i.",:X:;J:::::'::#:;:'
e
¡l
i;;;r;; tct
entre st'
deritio aprtántlose coda vez
ñás

os cle "#cge ner result¡rba inimaginable


tr
É
Para muchos 'ie lcs cci' i cnJrcráne -!,T
II
¿
.JEOLOCICA 261
I-¡\ E,'iPLICACiÓJ'I DE LA RI:VOI-IJLiO\

"#egeILer er¿l rnuy fácilmente


que los continentes pudieran moverse' Paia
im aginable.

El problenta de decisión
si Vy'egener algunav ez decidió
En este momento no existe iorma cle cle terrninar
explícita y conscientemsnte que Ia de¡iva
co¡t1n3lfal era una realidad' No
ta-l decisión cuando menos de mane-
obstante, resulta úli1 imaginarjo tomando
1911' Esio nos ay'rid a tanto a
ra implícita, en algún mcmento del otoño de
rnejor su proceder.
;;;;r* .,,, .r..n.iu, e intereses como a eniencerpanicular' Lo que él eligió fue más
Wegener no empezó .o.-"t *odtlo en
Fue un enfoque para
par..iáo a lo que anteriormente he llamacio t:t enJoqtie'
que incluía los grandes
iepresentar la historia y la estructura de la Tierra
a este enloqlre del proble-
movimientos lateiales cle los continentes' Llamemos
tno'-'ilisr¡tc '
ma "enfoqtte movilista" o, más sencillpme¡1-e.'
il.onttuccicnis i:¡' ' pero est¿ tóiminc ¡ lude rrás a
El errloque normal ..o .i '
1:. dinárúca rie la Ti¿rra q"l'- ai rieveirir
de su s'lp':: ficie ' En esr¡echo paralelo
Conlosmoclelosmovilista'sesiáiareconcciciacon:;ecltenciaCelosrnol-r¿lcslos
posicioires lai":r:Jirieate est:"bles de
contraccionis ias normales; a saber: las
r''io'¡ilisi¿ eslá cl enloque
continentes' Asi pues, .n á{)''t'apcsitiór' aj enfoque ..teórías,, es-
gian varieclaci de
estabilista, o esfabilismo.En efe.to, hubo Lrna
tabilistas enirc lrs cttrl:s cceoger'
A las correspon¿lentes op"cir'¡nes las iianiaré simplemente "elección del
arnbiguo ei que la eleccióir
movilismo'' y''elecciónde1 estabilismo'', ciejancfi
sea- en cuanto a "practicar" o "aceptar"'
Si bien esta úitima distinción es
suele ser diiícil aplicarla en
bastante clá¡a desde ei punlc cle vista concepiual,
V'/egener pa:ece haber
la práctiea. ,4. juzgar por lo que él misr'-io ncs ciice'
nies¿s' tal vez unas cuanias
pasado Ce ta práciica a la aceptación en cosa de ttnos
,.-u.,ur. En cualquier caso, la' r¡ratriz de decisión filal es la
qLIe se muestra en

lafigura8.1.

Lr;s iníereses de t-/eg':ner


,,rna.rginal" con respecio
F una ccnselucncia teóric;_ ck: q,-re \-/egener i,iylr sidc
a la geolcgÍa q". is coilcecli.l valcr esp:cial a-l resuiiadc "correcto"
-L ;r;;;;;;.i "o
"..*icq.-,. estabiiisra. .d parecir, anres cle 19i 1 él .c tenía.ningún
¡ conrnrc'miso
-- grnlÚeie .; e:l p lrl;e Lilrr'
ii. "*¡=rio, v7cg"r,". ctri-r ic.i¿r, s:guiicil,c esiib¡- coriscie¡iie de cue s'':-
defensa de1 e,¡fcq,:: rc:viiisla -i),:cr"Lt a.i ít . sóll,,in re:;l:;teirciir-
y pcsiirlemente
=
ra
Fq|
a
]Ú3 L,{ E;<PLICACiCN DL] I-A CIENCiA
flia
ÉJ
ESTABiLISf,iC ¡/OBILIS¡¡O i¿
CC13RECTO CORRECTO fr¿
ELEGIR
ESTA,BILISIIO

ELEGi,q
MOBiLISMO

id
Figura 8. i Estructura del problcma Ce decisión a que se enlret.itaron Wegcner y nrás
tarde otros que consirleraron seriamcnie la posi'oiliclad Cc clegir el enloque tr
moviiista.

daña¡ía su ca.rrera profesional. Por cierio, su ir,capaciCatl para a,segurai.:': más


H
'úl
tarde una posición docente en r\lemania, se ha atribtiido a sus controvertiCos 'f
puntos de vista (Ge orgi 1962,311). Para la mayoría de la gt--nte ta-n sólo esc
panorafra habría sido suficicnte para conierir ¡-l resultado ''correctol asocia-
Frlq
clo con el movilismo un valor relalivamente menor que el resultado "correcto"
asociado con elestabilismo. Y eso podrÍa haber predispuesto [aelecciÓn en
F,l
favor de los modelos estabiiistas- ¿Por qué Wegcner nc se amiianó, o cuancio d
menos moderó su defensa cicl nlovilismo? Fft
En este caso, creo que clebcmos apelar a las circunstallcias personales.
Wegener tenía cuando ñrclros un amigo que ej ercÍa intluencia sobre ól: su €
futuro colaborador y suegro, Wiadimir Koeppen. #
'(I
Las pruebas de lVegener # ¡
Wegener recabó sus pruebas c1e muchas fuentes, de la geologia y ia geofísica, Fü
de 1a paleontología, la paleobotánica y la paleoclirnatología. Aqui considera.ió i
Fl
tan sólo dos de ellas, pues ilustran lo bien que su razona-miento cncaja en el
modelo satisfaccionista.
Ya en la primera edición cle su libro, Wegener ii.,:istía ¡nucho en las sorpren- {
clentes scmejanzas gcológicas et-ilre varias áreas cle Alrica y Ias de América del
Sur que estarian adyacentes si Arnérica del Sur y África estuvieron t¡nidas e¡r
4 ¡
otro tiempo. Notaba en particular las detalla-das semej anzas geológicas entre
las montañas del Cabo SuCalricano y las sierras cercanas a Buenos Aircs' Valc
ri
¡
la pe na citar s u propia analogía para explicar su r azo namie n tc (Wegener 1924 ,
56): r-.¡
Es como si uniér¿rmos los borries irregulares dc un pcriódico rasgado y luegrr iI
vcrifica¡anros si los rertglones inlpresos se corresponcl:tt p:irejamente. Si 1o hace,
t/
obviamente no q,.ieda siat¡ conclttir clue los ll agnrelltos estaban uniCos de esa
t4¡
.t
J
L.,\ EXPLICAC--1CN DE L¡1 RTVOLLjCION CEOLOCICA 269

rIIAIl.ra. Con que un solo rcngión revelara tai corresponciencia' mostr¿ríatnos la


posibiliciad de que nuestra combinación see cor[ecl¿I Pero si tcnemos n rengltlnes'
inton.", esa probabilidad se eleva a la enésima po¡eocia

Anteriormenre había clicho que lal correspond.ncia de características "me


recuerda el uso cle urla tarjeta cie visita rasgada en dos para el fLlturo recono-
cimiento" (1924,44).
La imponancia cle tal prueba geológica paiece ser Ósta Si el enfoque
movilista es correcto, la existencia de grandes súmejanzes geológicas en zonas
correspondientes cle Álrica y América clel Sur es mtly probatlie. AI contrario,
si el modelo estático es coriecto, ia existencia Clc t¿1les selnejailzas es rru)'
probable. F,stas son justarnente las probabilida(les con base en el modelo
necesarias para poner en práctica la estrategia saiis faccionista La regla
de
decisión es obvia. Elegir el movilismo si las se rnejanzas existen; de lo contrario,
elegil el erfoque estático.
El .tqr.t r" cle argumenlación es semejante cuando $/egener liega a con-
siderar los ar guDlcntos paleoclimáticos en favor del ¡rovilisrno. En el,Primer
ctecenio de nuestro siglo estaba bastanle bien establecico quc hubo casquetes
y
de hielo con una considerable glaciación en sudafrica, s¡-rdamérica, la India
Australia, zonas qu. en ,.l presente son templadas o más cáiidas. Tales casque-
tes cle hielo exisri¿ron en el Carbonífero tarciío o en el Pérmico temprano, hace
aproximacla me[te 250 milloncs de ¿rños. Las expiir:acicnes usuales suponian
rípicamente ciertc tipo de ''clcsplazamiento polar", es decir, que los polos de
la tierra habían cai]lbiado cle posición, o bien que Ia cortcza se había desplazado
en su totaliclacl alreclerlor del núcleo. Wegener aler3aba que esa hipótesis erar
incompatible con los clatos, sobre toclo si recordatnos que ambos cleben
mantener entre sí sus posiciones relaii,as. Él resumía su argumento de la
siguiente manera (1924, 91):

MientrasmásexactayComp]elamenteentendamoslatotalidadclelosdatosconcer-
nientes a los clinlas de aquelios tiempos, más evidenre se nos hará el
quc' con Ias
dichos climas nc puden adaptarse en absoluto
actuales posiciones de los iontinentes,
y
a ninguna posición posible cle los polos Ias franjas climáticas'

En otras pah.bras, conlcrrne a le.s nicdelos eslabilistas, las pruebas existen-


tes serían sumarnellte improbables. Err el pá-rrafo inilreciiatamente posterior
continúa (1924,98):

El enignia clel perioCo glacial Permo-carboníiero ellcuentra ahora una solución cie
1o rr,ái impresionorr,. la teoria Cel desplazamiento: direclalne te zrquellas partes
"n
de la Tieri.:. con estls hueilas cle la ¿icción cl.-l hiel0 se reúnen concéntricamente
alrededor cle SLrciáf¡ic¿, lrtego tcci:i el llrea antes (i'rbiei L:l por hielo llegil a tenir un:i
extensión no mly.or qLre la cle 1a glac iaclór clel Pleistcctno :, ; brt el h.-n ri: :rio nc¡tt.
'
210 L/! EX?LiCirciÓN DE L.\,
'li!¡icii'-

Yancsetratasiinpl':menteieq-ü'i¡tecríadelciespl¡¿:Lr-nieltoi'lospro'veaCer-rla
.i f imttn p"ii'oilidta de alguna explicación'
si¡nplil'icación, nás bien noit'"*tt
f

ade¡lás dcl simple despiazamiento


Dado que se requieren ot¡¿s ccndiciol:s
lateral cie 1os continenies para qlle sc
il,r¡ne u ca-sq:rete de hiero, el modelo
probable la glaciaciÓn
movilisia ce \ egenei po.-ri ,oio no hace s,irna.menii y quizás al menos algo
obsewada. Sin einba-rgo, i'utt posible' acasc viable
'ii'
probable. Eu cuaiquier tu'o, pu'u-Wtgener
estc testirnonio coiltribuyó a que
i"r¡¡a sa'tisfactoria'
iu á."iri¿n genercl enfavor clel incvilisn'ro
i
I
t
I

¿Tenía razón lVegener? I


I

resutÓ correcta' Sin embergo'


I

La conclusión ie \.'./egener, natuÍa1meote,


I
i

a esa conciusión cuando 1o hizo'


cabría pregunta'r si tenía razón c1e llegar
i
I

una elecciÓn
gu'o''tti'oC'a por los datos? ¿Fue su elección
i

¿Estaba Ia con.luriO" I

racionctrl.Ei rector po¿.a Ju,r..u.,-,,u


d. que formulo estas pieguntas tan sólo i

,. paia descaitarlas. i'lo to"t"


tt"t"-'ns c1e';garantía" ni de "eleccii i raciona-l"
que
esias pregxntas' Esto no quiere decir
que puclie ran apoyar a Ias respr¡sstas a
no podamos e;<tcndernos;;;;;
qrr"tu'lro' enla explicación dela elección de
qi-ie como hipótesls ''mpírica' nuestro
Wegener.Incluso poCemos argumenia'r '
gtnl'almente eiectiva' Pero lo mismo puede decirse
autor seguía unu .,ttuttgi'u
de sus críticos.

Los c«Íricos DE V/r'cpNrea


cn i 915 por un cientíiico aiemán desconocido
Un pequeño volurnen, publicaoc
i'"p",0:11:-no pccia esperar mavor
;;.";;;;;i" una tesis ci..rtífica:nent: de bast"ante at-1ciin en ci mundo
germánico'
éxito. Sin enbargo, fue objeto
csta
para nerecer lu edición en 1"-120 y la tercera en 1922 ' Fue
como
"gunJo interés' puesto que pronto fue traduci-
últirna edición la que le mereció ampLio
clo a orras le.guas, .li;;i; i;gi",u iv/.g",,. r 1.924). Ah91atim1tl :::,."1:::
"sl'l::::"
".rr. York en novicmbre de .1925
cl debar,e que tu.¡o lugar en Nu¿va
de las masas tcrÍestres inter e intraco¡rttnen-
sobre el origen y el movimie¡rio
ta1es, según la prcpue:ta de;iiitá
wtgtnt'" ' ''\ tal simposio' patrocina'Jo por
los
g,t*¿o'nlitn" Á CJ¿togo' del PetrÓieo' concurrieron
1a Asociación pertinenles' así como el
r111it1as
pri'cipales exponenies "*;;J;t;1' ¡it
p, p,á v¡. * ".
:' ::ijí* l;l* *:
ti i " ^'
: ::d :^,.fi ':: i: il*1'3
cl "fíf r.tlc de Th-eorY o.J t rtt
i:

FIubo catorce p"titip;;,;;;"


ti'i"t'otio Cinco' ent¡e los ciue se enconfra-
I,A EXPLICACION DE L;\ P.L,i'OLUCIÓN CEOLOCICA 2'7I

de la deriva' Otros
ba Wegener, fueron p:rrtidarios cn lo generltl ciel enicrltre
que el enloclue de la cleriva
cuatro, si bien se mostraron críticos, opina-roe
Los otros cinco
podría ser fructífero y que, al mencs, valía ia pena cliscutirsc'
y de ellos írailcamente hCS-
,a rnoaraaron más uniforn-remente negativos, tres
tiles.
der Gra-cht'
El presidente del simposio, V/.A'J'M' van Waterschoot van
pi'i.rralo (1928 l9'1):
hizo el resumen, el cual empezaba ccn el siguiente '
la concepción
La crítica formulacla en este sirLpcsio se dirige sobre toclo contra
*"g.n..iunurleladeri.¿acontinental.Losarglrmentosp'leclendivicirseprincipal-
., l¡ ex¡licación de la deriva,
--.-* .n argumentos geoiisi.o, ,ob." trs positiüdad:s
y en argumentos g.or¿gi.o. v i,i;;iá;;itt' contra loi h':chós citaclos en apovo de
í.:, de¡iJa *.g"n.iiu,nu y Ios áo.t,"cu""ciai
que poclría tcner una deriva conio Ia que
propugnan Ios exponentes de esta teoría'

Losfilósolosclelacienciaerrgenere]hantonaeiolitnocióncle..¡r'gutnento',
clc r:tiulciacios diviciidos en
en dl sentido 1ógico, es decir, corno uil conjurito
hetr tratar'io de e rtte ncle r y ev ajuar 1o s a'rgdlnerl-
¡rremisas y conciusicnes. i,uegc
tos en funcióI de relaciorres " evicicrrcia L-s " espt:ciaie:
enire las piemisa's y las
conclusiones. Ei enfoque q'-ie seguircraos aqirí es in"ry
diferente'
Cada uno de los participanies, así coülo slls colegas oe la
comunidaC
prcblema de decisión
cienrííica en general, implícitmerte se veía frenie a un
de Wegener que se representa en
Con una estructura general como Ia decisión
lafiguraB.l.Enlosañosveinte,..eiegirelmovilisl.c',ecluivaiíatípicamente
,aladecisióndébildeconsideraralmovilismocorni-.ciignodepracticarse'La
cono algo que rLo
áp.ió., .ont.oria sigrrifica-ba rechazar el enfoq'.re movilista
Los "ar-
,riío lu pena practicar y sellr-lir practicando el erfoq'le estabilista'
gu*rntor"ofrecidos¡¡ihr-'i-tcieentenderseeneiseüiitiodeloslógicos'sino
I fon-ro hipótesis o datos que se relieren de diversas
nla era-s al problema de
' hecha por Van der
decisión. Eir eiecto, la caiegorización de 1os ' 'argr-trnerrlos'
y datos de
cracht, alal¡z cie ese a,n¿Llisis, no simplemente reÍ-icj a hipótesis problema
al
diierenies clisciplinas. ijsi:s dos clases de argumentos atañen
cle ciecisión de mu;' cliler¿ntes m6'neras'
Es má-s' ei arrálisis teórico cle decisión
ar;í cono el de los comeu-
explica el jLricio casi uni'¿ersa1 d'c ios particip:-ntes'
eran los de
taristas ulteriores, en el Sentido ci: clue 1os argtlmentos Eeofísicos
mayor peso.

Et papel cle lcs consicleracio $ geaii¡iczs

El arguil,'::'iio geciisico i tn:7lr siLs i:-rrci-r' c1I '-'i)!ll'i:l ci¡ 1o:; r'roC'eics
cl.
Cg

Wegáer ii'Le ei ile qli' el taite' )r:i illii:r iil¡"io cJe 1a'lierra c sob¡e
'rlilgrlii:'
212 L¡\ E.{PLiCACiÓ}i DE I-.'\ CiEi']CiA

eiia, parecíer iiaber ii-rc¡zas que pudicl'a expiicar el n-,oviirlie lio l¿ite.ai de los
continentes. Cliest er R. I-r¡ i'tg''-, ell , geóiogo cle ia Univers irl ad rie Ya-le, resumió
este argumenlo cie ia siguienie maneia (Van cier: Gracht 1923, 151):

En su deriva se supone q,.re Ios conLirlerries encuentran iesistencia en sus bot des, con
el resultaCo cie que las ro.as se deío¡man prciuctendo eslruciuras nloniañosa:i.
como los A.ndes y las Ilocalics:is. Si esta suposición es cóir:ct"a, las iuerzas imprrl-
soras no sólo realizan el trabajc dc trailsporii las inmensas üasas Conlinelltales;
reaiizair el enc;ine trabajo aCiconel dc enrpujar y clcbiegar ils l'uel tes t oc¿is continen-
tales... La cliscrepancia enirc el traDajo inve¡:ticio cn prociucir mc iañas y las fuerza
que la taiea supone es muy grande. Jefírelvs Ila caicul¿do que las fuerzas necesari:is
prr, rnor", ias Américas hir:ia el pcnieiite eonivalen a 1,zlCC CCO dinas por cerlti-
metro cuad¡aCo; Ia fuerza neccsria pala prociucir las niontairas Rocallosa.s es de
1 00C Cü0 000 dinas por cent ímelro r:uad¡ a'J o. - . La inte nsidacl y la gran n.ragnitud cle
la delormación rflontanosa enlraila poderosas fuerzas. í-os ir,signilicar,'reS e inofen-
sivos esfuerzos cle que he1nos hablado parecen absolutamente inaCecuados para una
tarea de tal envergadura.

Oiros argurnentos geofísicos apillean a felli)mcnos como ei clue ies rocas que
se encuentran por debajo cle ios continentes son má-s suaves que las que están
por debajo de los oceános. {-,rcne, almente se creÍa que no se puede hacei pasar
una roca más suave a tlavé:i cle ulta ¡nás dttra'.
La co¡tclusión que sc cleriv;rrá dc estos argLlillentos es que ia deriva a gran
escala es físícainente itnposible. Y las bases de esta conclusión consisten en
hechos ampii:rmerrte re.oirctciclos y en principios fu Ircliiment aie s de la nl¿is
segura de las ciencias, la lís ica. Su clccto el problcma de decisión es devastado r.
Si se aceptan, estas conclusiones siitlplemente elin-rinan el lado derecho de la
inairiz de la figura 8.1. Es ciecir, eiiminan todo el posi'ole estado de ia realida'l
en que el entbque móvilistr.s cortccto, de.jrndo ian sólo el estado posible en
que el enfoque estabilista cs corrc.to. Ello iiacc inr:r,iiable la elección del
estabilismo pa-ra quienquiera que tenga el objetivo episiémico general de estar
eil lo cierto. Por ailí es por donde comenzaron toCos los criticos de Wegener,
y cionde la mayoría, natur¿rlnente, prefirió qucdarse'

Consideraciones gec!óg¡c(ts, pa/entológicas y ilc crro tipo

Anteriorme¡rte señaiában'ros quc la dccisióIl de Wegcrler (rn favcr del cnfoque


movilista se apegaba a Llna esrraiegia satis f¿Lccio nist a. Urla estralegia de esia
naturaleza requiere de varios juicios c.ie probabilidaci con b¿rse cn un modelo.
Lo que es probable c1) un cnlociue debe ser tmprobable eli cl otro, y viceversa.
Ahora bien, si esia era la estrarcgia cle wegcricr sc cspcraria que muchas de Ias
objeciones a su pUnto cle vrsta adcptaran la for¡na de argumentar que Ól se

(
)-
-

LA EXPLIC.\CIÓN DE LA REVOLUCiÓ\ GEOLOCIC¡\


213

juicios de probabilidd' Y' en efecto'


equivoca a propósito de varios de estos
eso es lo qtle encont r:uno\.
-- -Vr'egener
clio por senta.lo que de acuerclo con el modelo
movilittu
l" 1':^:1t
probable¡nente exhibirían congruencta'
costan"eras de,América v África muy
Varioscríticospusieronencluclataljuicio.E'cirvarcl}3erry,paleontólogodelader
por clemás sucinta fVan
Universidacl Johns Hopkins lo expresa de manera
Gracht 1928, 195):

Pongoencludaporcompletolavaliclezdelargurnetrtob:rsacloenlaformageográ-
se muevan sobre arcos tan
fica. Es inconcebible que masas de tamaño continental
intactos'
amplios y conservan sus per[iles costaneros conlinenta]'s

el que fuera tan notable la


Varios críticos pusieron en duda, en primer lugar
Américano y de Europa
congrueJrcia entre las lineas costanelas de1 continente
scntido fue la de Char-
o ÁJri.a. La presentación tnás mernorable en estc
en la Universidacl de Yale'
les Schuchert, profesor emérito cle ¡ialeontclogía
piez: cle ocho milímetros de
Schuchert tomó un globo terráquéo, colocó una
y le recortó a modo cle que
.rp.no, cle plastilina' sobre el continellle Alrericano
cleslizri los recortes de I''lorte y
sus bordes coinci.lier¡n con los litorales. Luego
clór'rcle coinciclian las lineas
SLrrlamérica hacia Uurop:" y África para ver hasta
costaneras. Obviamente, la coinci'Je¡cia fLi r muy
pobre La consecuencia
c1e Schuchert' fue que
importante, según mi inlerpretación clel pla' 'sarnitnto
las Iíneas costaneras' el
ccIxo no existe corre:.:-;o,rcle r''c ia significative entre
enloque estabilista'
patrón existlnte no es en absolttto improbal--,ie cientro del
Él elaboró mapas
Longwell proporciona un argumento coml¡le mr:ntario '
bueno cle
que deáostraban la posibiliclaá cle proclucir un ajuste bastante
nadie' ni siquiera Wegener'
Australia y Nueva Cuinea en el Mar Arábigo' Pero
lr.iu qu. iurr.uliu hubiera estaclo alguna vez en lLtgar del Mar Arábigo' La
quc la e'vistencia de buenos
lunción de este ejernplc, a' mi parecer es de¡nostrar
estábilista'
ajustes geográficos no es t3.n improbable deniro del rnodelo
-'\,.eáu.I."currió y paleobotánica.
t¿unbién a1ás datos de la paleorrrolo¡.ir 1a
semejanzas entre
Argunientaba que el registro cie fósiles muestra sorprendentes
semejanzas que serian
Ia iauna y la flora en los lados opuestos clel é'tlá-ntico'
,1..sp..*s.sisumo.lelofueracorrecto'JohnGregory,profesordegeología'
enlaUniversidaddeGlasqorvimprrgnólaimportanciadeesoshaliazgosfvan
der Gracht 1928,95):

entre ambos le'dos de1


Los argumentos que se basan en las afinidacies biológicas
pacífico haya sido siempre más ancho dc 1o que
Atlántico necesitan q',"
"f'ótLno
Iloy es Sin emba'go rn' *'"tj'*ttt ti'-,tOsittt entrt,¡\rnérica
Mericional y Tropical
concedii-nüÜ i'l In'r)'oÍ amplitttci iel Pacífico'
;'las costas op'-lestas clel ir:rcilico scn, Ail ':rltico'
t¡'n nctables coir':o a'l''ié11tls qltc existcn eiltrc ¡ililb')s Iil'ios 'iei
I
I

l
I

i
I r l'rl'i íA
i-¿. E. .?l.lc¡.clÓ:{ ¡F '','
I
214

ml arallll',.1"-qu-t:'in:"^l9l?:i.::
El meollo de esia objeción, segrin I

rto hayan *ut"áo i¡¿"t' no son iair inplobabies la-s sema-;a:rzas I

ccntinenies 1
i
ic; riatcs bioiógiccs tencían a I

't";""%ilr"f','#;:'f;;' que se rereriar a


, #;il;;; i u
" ^o
u.-^f * *lt lu ;'J ;:X;: :¿ a'#íi :::' ;{,il I
1

#
¿i il;.;; pcü á ;;''
"ch - "'s
e el en rc qu e

L'J.i .1:'##j::' :;:'L'j:


movilista sin que se h^*';l;;;;:-Ll-
j; ;;;"il"'
ln'p'"¡"¡les las semejanzas biológicas
i

i rltl -
ar go,
co no cid as. s in emb ::::U:3: ij}i: i*'ii:: .',?.fla ;:
i j
Fq
J;fi ['# :i ;'; o e a rr an hg e r c I j de

: T¿l..*llitffi lli t :-1


áuto tit'utio por abaio clel suelo
cceánico'
-a
'il::,'.'.lJ
unión se huncla en a tt"'t¡""l'*ás que los F¡
At fo' panitipantes expiesaron su confianza en
Sin em' :rgo, varics
*.
;;;;;.";;;J.r:ll:,li,;';-,;:;il:1'Jj:"aderasob jecioresalmargen.Je '¡
Iii""Ja" ¿' wcgener' sin embaigo' basta con frL
," *ix[lt:::J:;JJ#;
que muchas u''¡l' I:
m.,5r rrr "i"1:'":l;l:i.i
;
'l('" ;::;:t;,'il'LTi[":
ü:
int enIos de dcbiliirr !os ltt'':lc: ce IJIUU/]u¡tre:t;'r
si es tiuc f* á.-fi.r"r a una dccisión FL
;.;;;;;; 1a estrrr'cgia :''tiriaccionista
tam¡icu oue ci pr"sidente icrua -
en favor clel n.roviiismo';i";;;1tü;ruestra ci,fieren ionsiderablemente de
r¿zón al pensar qlrc "";'iiltil;;;:;'i,'"t
q'-'t se t'atoton con anteriotidad'
ios algttmentos geoiisicás

EI poPel de los intereses

apela útúcamente al inteÉs epistémico de tomar una


EI análisis anterior ¿t tua sei' Sin "mbargo ' una
de las
' it¿"p#¿"*"it"""tt
clecisión ' 'correcta' '
,i *d., d:l
1'::',-'"T'
1?
para tuu'r: ff *Tffi 'i J:: iJ :: :J,:,T i ¡1 T: 1l :?. ::;
cación natural Jue eneslecasoopera-l':l'
o.'.*0,0, " cicr
Err cfecto, la
i' papel
"l::.'Jll:H:'J':;;';T':il;::;,
lecr ura. r'ie. ;J:1,1:
'.
:;;; posit iva
unu .o,r"[ución

::1",m:x#';B:::i:l"i#*:i:i1!Fl=:::.;;;;i*',,,'r"'i'n"r.'
H:il:;;;;;;;;tná:'-,:",k1":tX1:ll'.:,m:'*;JIJ*T:ii+ll::
un estrrdio
ejenplo v una rcferencia a
:Hlii::T":'ilJI'J*.";;;¿i;;I1
de apoyo' rás \ sr er.lrr ¿e| ¡¡1s'lelo c1e s/egener
estaba Rollin
delracto res mas r
Entre los 'eirernente,] pá'ginrs n,,*eró dieciccho ob.icciones
-, .,. " crtuttt''
En citre o e onrpcndiosas -l " ';:;;;;;;:. Se relcria
T. Chamberlin'

:i'. :i l,Tr',.,:'l:i §:,xl l:' 1',: ll:l x.;i;;;;' ir"p".'i..r'


:f;S
I-A EXPI-ICACIÓi{ Di I-é. RE\,/OI-I,]''iÓN Ci]OLÓCICA 21)

cle lMegener. El pr-rnto númcro,liecisicte, en tolLl, ciice io sig'.iientÜ (yan der


Cracltt 1923, 87)

En general, la hipótesis de Wegener peca cle iigereza, poi cuanto se toma considera-
bleJlibertaiies con nuestro globo, y está menos Iimitada por restricciones o atada
por hechos clesa-gradables y rnoiestos que la mayoria cle sus teorías rivales Su
átractiro parece istar en el hccho cle que juega cotr pocas regla's restrictivas y sin un
cótligo de conducta claramente estableci'lo. Así se facilitan muchas cosas' Pero si
.orrld..u*o, la situación en su estaclo actual, debemos o bien moditicar radical-
m€nte las más Ce las presenles regias del juego geológico, o bien pasar por alto la
hipótesis. EI mejor comenta.io clue he escuchado sol¡re eiia fue uno que se hizo en
la reunión <.le la sociedad ceológica Estacloun irie rise en 1r.nn Arbor, en 1922: "si
.ntos olvidar todo 1o que se ha
hemos de creer en Ia hipótesis de wegener díii
aprendiclo en los úitimos 70 años y erípezar todo otra vez"'

La apelación ¿1 1os intereses profesionales está a la vista. N¿rdie que haya


pasado su vicla profesional enteránCose de los logros iie los úliirnos setenia años
querrá empezar to.jo de nueva cutilta.
Pero esto n0 es todc. El punr-O núneio dieci¡¡r:iro r-ie Chilnlberlirl era que
Wegener l-rabía a.Lacado úrnicamente los nrodelos cc nt racciolüstas dc tipo
laplaceano. citanberlin concedí¿r qus lales ¡nodelos eran inacecuados y re-
prendió a s/egerier por no i-rai:rr-.e Liñ.io cr-ierlt3, al. quc ese tipc cle modelo
contraccionista "hace tiempo cayó en clescréclito". Charnberlin misi:lo sim-
-1

patizaba con la hipótesis planetesimal, según la. cuai la 'f ierra se forrnó en'¡irtud
de la atracción gravitaciona.l de pequeñ.r,s trczcs de rnateria. La consecuente
t- compactación y ei calentainiento de ese cuerpo cilo lugar a' Lln movimiento
superficial mucho rr,ayor y merros uniforme que el de los modelos ccnlrac-
-t cionistas clásicos. Con toclo, la hipótesis nc oeja de sriponer continentes y
océar)os relltiva mcnre Ii j,: s.
Ahora bien, la hipótesis pla_netesiraai fi-ie cre¿lción ce T'homa.s c. Cha-mber-
iir-r (paclre de Rollin chamberlin) ),d,e su colega de la Universidad de chicago,
el astrónomo }ro¡est fu{oulton. Pcr supuestc, el proiescr cic geología en chica-
go, R.ollin cllamberlin, tenclría Llna prefsrenci¿ muy fuefíe por el iesult.l.lo en
,1ue el esiabiiis¡nc es coIT.cto y, siguieniio los pasos de sLr padre, eligió
¡. :abismente cl-eienderlo. El que una persor^t¿l así corsirieiara la elección del
¡ enloqlle fñoviiisia como algo si.iiliera cerca-ito lt lo s5,iisiacioiic, le suijcndna
una gran confianza- en los alrntnacicres juirios cie probabiiidad'3
Aunque yo elegí el caso extienc, r.,rchos'¡lrcs crílicos, pai: ejemplo, Bailey
] willis plantean algo siniilar. E1 que los inierests profesionaies ciesempeñaron
un importante papel en la reacción frer: -:: a,1cs raocielos cie la deri.¿a continenlal
se confirrna también por un reci:i'rtfl eSluii,J cuantitativO de Bn cer:tena.r de
geóiogos que ¡,ubiictLrcrt err'ii¡ .1?iÜ y i95ii {3t:':,'art 198í}. Er esie e-qtlidio, el
predrctor rnás ¡rr',.j:;cr:;c cl -' ¡rliir,-t:lcs ii,-lci: ci ;r Lr--"¡i li:'-¡o fu¡ ¡i núi-nelo cie
a)
LA r'xPl-lC¡lciÓr¡ ¡¡', i¿ ciEficiA'
216 l1)
: i'"'"']:1:]::;:;'fi
7e
-
cr -r i
oLrblicacic nes : qr ri rneshib ía n
:1lX'l:iti.:J;- -t)
d. ras public:rcicr
I;';;.i;;,';",'p",t. ttirr?i'r,a,; :,1 :::: ;:
;,brica;ioncs rcsurta una -d
ban denrro cel ira.rco
_, :.::;;
meclida razonable de la.inverstcrt^.::',^:::;":*"."r"I.r,*"f.sydectrotipo
;.
tat enfoque. En seneral,.,11 íi
.,d
tlt tottn 'Ji.,pui:"i' '-':.rc losi"':)^'l't-t-;ii'i;;i;;;;";;. dt ios
;;;:. ,;;i;
I;.;;;;;;;; un imporiante 1r L"-i :
i 1e aprect:ctc
vtgtnt'' Lo único quc queda pendienic
es #d
años veinte hdcían del *";;;",,J
mbjor ro""o ál ttl^i.,tu o"meriir
ese papel'a U
u
r:rrál será la

La exPeriencia cle Gondv¡ ;tna
ár,
*ts
racionaiista o''^"::1,1,,r';i3:itiT;ilil,il"Ji;
No clebemos caer en la trampa
t;;"i;, ; de olro lipo operarin úrric¡mente
en aqrrc FF
I ar ga resu -
It a,.,.. ";;:ilil,'i:i:.t;:' l;?:l:l':j'l :ffi :lJ ::
t t o'1 u J ?q -¡
trF
i;[1Í:i:i'i;:i'i:;:i:i'";:i,'';,il;"*:^".g:':,I;J*[J;;'::'."T:::: ar¡
jil l,I ::;' : : il i : :'; :: ::J :,: li ; ;: u ;'T;:; :I ^'para
i i á'¿ h
i* po'
otios aún milyclcs
lir'l''ct tcnírn aTonL'( obvias
lo"t'"'ct'
"'pretertr".et I
ar¡

;;;i::': l.'il'.'ll;', u,: ^r" crach L v N{orcngraa rr ,.-E
oertenecía
:::il'J:l;:i[?
c"utt' t.roi'''ñ'"it *táto'o':"-:::i"
a 1a "ü
amplias conexiones co¡'t t-
¡l
su,lá rn ca y r is i c i
i as qiH],:'
üc :Lrt'r ru :''t" ::i:."::[" X,,:t"_::'JJ; i:::' :i
*- --utin,to "d
timonios geológicos en .lxvor quc
il.'r*i.',J"',rl.n 1" árcr' 'o¡t1tiigl,.il",,,.l.',;r,rl;,;áiuvaiu.""'
de
sup:rcontinente
r=
¡i
il],itiÍ)li:,L"1,','"1,'^"
r€
ras
¿:;;;;;;,Á*óricadersur"irric¿' i-l ptopLu
¿"rasis
'n Ér¡
islos dcl Archipiélago Mal:tv"
""'"'" r..J',re Ia expcricncia d-e
áreas La import
semeianzas geológicas
cle estas
c ondwana se c" "n'*""'i"""!1'"ái:::: :
publtcaoaertttc'1Y.'' i:: *;:,1 ;l:l;::l i#,: :!::"?:il:?
' "lobr..i.n.irs
-q
-fÉ
sobrc,.lcriva continental de IaTicrra
r .i""lj:t::'3r ros ,nare-
iióroiü.",'r'có¿
De 6gcicnritico'
:y: i.::]fil:|,':;;";;l;.1; conderiva.
q-u'^l::::;: De
entre'esos años.
(9i por cref Itu'] irP!'ra"*';;i.^ioor. de la
-
riales de condwana, 63 ., r r o (4g por ciento) apoya-u
)+i.i..,ñit"' ninguna re
sinlación con condu
iitl"Ji'ttulueiS
oXii*
ana;',i:l;1;i;ün
a una conclusión á*itu'
srmlrar' E
q
-
publicero;t el:tr:iJ':l:::"?::l::
ban elenfoqut ot
partir de su mue)lra'^¿t"it^"'it"t uuc
I.i'.0,".," Jc p''rblicrcionc " 1 prcoicrot cxpc'icrrtia cun i;
"lt' ]::L'"i:.I;',:';;J;
e
los m
'"
!=
e
r'nút'
cicnti[icos haci¿ cl *""lil
teriales de Condrvana'
't"'"; ' " 'i¿o "lgun'
o 1 ó g i c o s cl t":":
:
E
q
I

L a e x pe ri e nci acon ios m atc riaIe s g e


:T"^ :i.|] ;i:' :? :i :t::
hellanrarlo\t'trecLlr'tocog'rtctsr:i!ivttAqtlÍ[cner
-
G
-
E
4
'... 1

i:'i

:.ij
'iil
t.i
C]EOLÓCICA 211
LA EXPI-iCACIO]'] DE LA RTVOLU']1ÓN
1.|
ii

manera en ias
que gene¡a'n'13¡sstlS científicos e intlu-r'e de esta íi
,::l
ccgnoscitivo li,'i
decisiones científicas' l¡
::¡

en los años ve¡nte :i


Por qué no hubo uno revolttció¡L
i!
que pueclen debatirse en torno
a
cantidad de cuestiones ¿
ii
Hay una considerabte de 1as ciencias de Ia
los model'cs movilistas en Ia com''Inidad
la influencia de sobre
¿" ra rer,.riin J. rsze y de la trágica rnuerte de wegener
Tierra después que no tuvo lugar
a";ue es i.discutibre es i
Ios cielos cle croerandia.;'i;;0 movilismo no
* ru' ciencias geolóeicas' El i
nacla parecido
" 'no "'JJát
i,l,. rá ." r", " ñ o s v e i nt e i:f ; :;;i 1':.: :l : : ::¡
l

;l; f 'J*:1ffi1 ;;Ji'f; 'i:


ii :::,:§1l F;J:'#: ;:: xl: : : :l1l'"""; ;;; "' ;.
* ; ;"i ¿ o'i ., cie n'ií f i c as

pocos los científicos' especial-


pertinentes, si*pttrn"'lte fl"ton tlt*^siuclos constituia r:'r"
mente los cie prestigio, ,"'";;-;;;itglt "r "'*ii;'reocI carácter de esal:t'j::l
dect-
satisfactoria. E.u uurin¡tl,-;;;;; .r;" inciviii-ri-',
los arg umenios. geofísicos. otros
atendían
sión. pa.ra argunos eran d¿cisivos modelos que se requerían
para
juicios de o'"oto'ü"ti o"'o¿Jt tn
más a lcs -Todos los juicios de Wegener
hacer de I rnovilisrno t,r^;;;ti;; satisfactoria
ro' *¿' ¿t"tt]ot ittt'o''t' en efecto' objeto de discusión'
eran discutibler, v
suptrcsto Imaginertos por un
át otro modo? Por
¿Poclía haber oct'rriclf hubie:al^ei:ld:
y de enseitanza no
momento clue los granCe"t11""""lt"rales
en Europa v r'r o ttt^*¿ti"t" '"tl;;
trr el. hemisferio Austral' en Argenttna'
t i'áiá Entonces la mayoría de ios geólogos habrían
Sudáfrica, Australia Es evidente que
primeras t*ottll"tt* t"n las rocas cle tfonchvana'
teniclo sus inclrtso decisiva' Acaso el
propio
ta1 dilerencia h'U'i" ton"it'Jie.'tuf "tz
'iao nrcc
Wegencr habría:iJo in 'trio '
que un cons-
esto decir o';;;;;¿t de toclo la cie¡rcia no es más
¿Quiere
qire no' Simplemente sicnifica que la decisión de
truido social? I'or r11pü,o áecisiones ie sus miembros'
y que las
¿t las
la comurridacl tit"tiritul'i*'"i¿"
indiviáu;t;;;" en parte' iunción de sus recursos cognos-
clecisiones c,e los cor.i ei
se derivarr de sus experiencias
citi'os indivicluurt', olgli"';;t;';";tt
mundo.

y p6l'Fro"{P'GNETISMo
Oce¿t'{ocP'AF ÍA
l:'s teorí¡: ci¿i dtsa¡roLlo cicntii-ico han presup'restc una
A pa-rtir i1e I{'.rhn,
Siit cllii;¡i ro l"''' aigumentlüo
en
cornu'nicl¡cl citniíiicii O""""tt t.'"t"og¿"ttt' de
lt t.i;'":;t;ttltñi ;; s': rlrt r'i 1tii'' ^ ''n el sLtbc¡rnl¡o
capiiuios ¡,.'Lsaclos l1..tt "i'
I
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Di-l L"r'' cli-',llci¿\
2ii LA EXPLtCAciÓi'i
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la fisica nuclear' Ildique'

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;;' t;" ''::rlilrna" eltr'ri'..tX;;:'ü.\?1?]
normal": la elaboiació n " 'Ii;
;:;;*;; ;:: l:;':i'''J;;;'.;;;ilEn ni"t
f
'iJ*"'"rio
,_rk*,o, 1970) o dc
'o'rsIr¡ie
"tradtcl'¡tits
enconiiamo di.vcrsos
r",ii)iál*r
oiazamienio de hsupcrilcie
j
cc

tcric5:'\
rriv ":f
')' r5u\' '.'
=1":::t
't ties-
nriro con r¡c,-lclos
:"T,ioj,',,r.*.n,.,
r'i::rJrÓ'"''-
r-le

tlcsde [a Segun-
linas eriteras de Ia geologÍa
H ,)
i- ¿-";;;;;;;r'liel vc'¡'o' cI t]"r'ri'¡lio
"".:::":]::.:';r",::;;;;;;p'i't'
quceniosañosvcinieerr.nr('laiir;irriciricsrgnt"tt-'".]o;'., ;;;i ;; Ia .eriva
tn'i" Y
no tdrurn n:Ja rluc v;r ü
l:;J";"r;t 1;'i¡ir¡''"t' ;
d:spués
ccntinental
'"'oori i';'"aró -..^ ^^!--, iññ .iciiette inpod-an'cia
ires 'iiscipill,'-,?::'::t"il':1.'l;,11.
mrln(il'tr' t--l(,J "" ' - t",'J,op""lo"oi ro' FT
t.lc la Scgunda Cuerra nLc cl :istinto di la dcrtva
fi11",^'::: E-
1

los cu:.ics 'e rtsclvcrí¡ to hizo.


I

medios mcrlienre jcsemptnr'-io' ;1,0.,',,.;;;" I

contincntal' La tcrcc¡a
puJo hel"-'r I
F
Pero to<1o.tto 'ol"*tt-'lü;;i;;*"
..
vistc ya en-retrospectiva'
Con res¡'ccto
co nti'l'lenter'
jj,m;':ll,i:;x''
I
I
I tu
F
I

,i¿.u",., enronces +hiiT;":iff;;t


Lu\'¡ J'r ¡"
n'
estos acontecimi¿nios
'L
U
't
ü
La oceanograf[a
fl¡l
La erabcración,t,::Tlll:i
T;iil.ttr i:' ü,'¡'#TlilTili"'Je1,1:'il:
cle 870,
1 p.lo.
l'::,
f-':,|.t-,
bntre i:'l' rr.,. rir,
i.rs m as sor prcndeutes del suclo
oce'inico ,L|
maoa comPleto'
l'#i ;;;
i;
::::: I fi;l l,l l; r"1 s*:t:
tlel Atlínilco
IJ lT ii:';iJ I * ií Ji cn
dorsal "'1".-.",t'no dcnde tuerce hacia el oricn[¡
'"'riartico'
e1 océano Índico' dond¡
s1
océano.Atlánii'"1'1:::::?;H r'i,?t' n'"''
torno de1 extre trto sur
cle

:
crlcnt¡lcerca
ffi
*i :.l:l; :l * il dc'o i'J r:*r.5ir :: :'ü'tr
iH: il n il rffi ii Paciñe. '''],;: r".)..,.,*"tt p"t r-
t:;;.;il;;;eldclcont:,núe lrrcia el ilorte' int:rrum"J,'"*b;il;;;i;,
p*iri* óri.rra1 ,o*i¡.u-

iti: :*:quei ;¡iriexllcn:,r,:*rx i


Occidental se ¡;Ji$i*¡j w**i
*
:.:::;:'É,' l;l' *""'.'-1, i. ;i: l[:i':. :: I""
dol illet eünlu 5i coilciL)
L-A ll){i'LiC¡i..C iÓ¡l »E i¡- REvoi-u'llÓl'l CEOLÓClcA 2T9

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segú n se concebía alreii':dor de 1960-


Fisura 8.2 El sis tema global cle clors ales oceánicas
Tor, rtlo de iler¿en (t16l l60)'

I cinturon sÍs¡¡ico I

lC€sfa del ¡¡e.l o Allántico

tFl..r

A lo largo 3

iliguia8.3Pe¡filcei:.clol.slt.ice¡ri¡liitleiAtlániicr¡'Tr¡n:lrjc¡cleÍleezen(1962,262)
-l
L^L./,PLl,'A', IC.: iL : \r'llj''
r'
230

de ccrsales'no es conii'iuo
siÉc que se
Como se ve en ia figura' ci sis-Lcrfla
vio
ti""tot de kilómetros Aciemás' se
clesvía una y ot-ra lez,ti-l
"t*t""tt'Oot
;;"i;;;;;,;;i^:f :1:",.1:*lr:;::1,:ru;T.*,T::".',ll;J.i:Tii!ü
¿""atp"iir"o oriental no tiene det
:H¿u;:t:ili::r;1T:'i"'ü"r=i"li^
ol'¡" ¿ottoits irresentaü une mayor razón de
flujo de
deoresión. Sin embargo, el i3n$o marinc de caca lado'
En
.aior a 1o laigc cle1"i" 'r' l;';;;;1;;;;;;" !

la figura 8.3 se aprecia ü dorsal del Atiá.n"ico Niedio' del


1

"l;;ill"J;
años:0"üt'..*'' ioiles dei campo magnético alc largo I

A iines de los cle Norteamérica comenzaron


a I

foqdo del océano a" ft t"tit ocr:iclental


iranjas
1

y tntry t1t'"o'tterianle ' Parecía haber


I

rnosirar un patrón'otrt'rt"alnit I

i';"; -v débil'
C'uando las zcnas alteinas se
alternadas de magnetism""t; como 'le picl dc zebra'
craficaron en blanco v ""; "":i '*'¡t'1"-1"t-'1 1::'t"
Err 1960 no sc contaba con irna
crpiicaciÚir
iegún puccle verse en t* fi;'';l.."S 4
I
satisfact oria de est"a Pailta'
rI
El paleo mo-gnet tsmo, f¡
partir cle su estaclo magrrrático
original' como las que
formatr a
Las rocas que se
flujos clc l'u"' p"'"ntun Yn
canle: rn:?T:f.['J]i'"1;ii:ll
;;;;;;;;1",
i';;1;;;; ii,.ttion dil t i;-npo n'rgnético rcrrcsrre cle materiales magnóticos
ccnto
át:1:t
formación. En el estaclo '"a"l"tt"'i"t. t""f::,-1:,.:.'
et hierro esrán libres ,^r,
;1:;,;;;* iegún la dirección del caiapo su postclcir'
átomos van fr'rndo
e n fría y solitlif,tu
tl *"ttt'oiti' t*n¿uitt' estos este siglo en-
,t. 1o, pri,n.ros <iece¡.ics de
,:a;;;;; ;.
un buen número apuntar en
volcánic""ív"' carnpos ntagn:ticos ''lrecían
contraron rocas
i.... i¿, nv r s o der' d" ; ; ; i;''.,"ü ;;i: liXl 3i*:":
á i e
r".:i'
" ":Hil]it":;
propuso
lu"i :".Tp.r1Ti-;::'l;:-';;;;;' É; ros uños vein'|c er gcórogo
o ncru-
¿ ;' ;. ;; ; mues tr as rl
pol ar i'J ad nveiti cla v e i c

i?, :?:Íji ;:il;::.",:"1 aproximatlamcnte l'5


vó cue és1as eran Ceongc:t relativeme nlc reciinlt'
rrregnóiico ''1e la Tierra invirtiú
su
nritl,-,ncs t{e años Contt'y-i
qut tt*po
"l Je arios'
,"i.rii^¿ Jurantc cl úlLin'" miliorr revivió t¡11ae las inversicnes gcomag-
A principiot ¿t to' ono'"tincuenta ¡f dcl problcma
t95 ) dc esc dccenio se ocuparon
nóLicas (Hospers t 'n ''tái'aot 1963 h abían confirmado
varios gcólogos jóvenes ;;;;;;;;eielev"Haciu que
la prirncra escala de inversiones
1a conciusión ¿t vrut'vntl'l'o'Liil-"rr
,( mucsrra cn ra pa.e. .li''"iiii" i'*,'"li; lÍ"i;?Xllliuil,ilfl:,',]l;l-
tr:,",::.1':i?,ón
;"';;;;;ir*"estraiaépocapieiente cie años, precedicla por
j jx.; j:::]':i':: l';-;"' ;;;;^;"' de ¡niiión
l*; ;:[::',:'l::ii]:
.F
) -l
2

) I

i
)
)
) L.\ Il\PI l, \r lr '\' Uu IA RL lOl t r''\ CLOI OÚlL A 281

)
-
) 130'
125'

- O!EEN
) CHAALOTIE
ISL-AND S

) fr B
) \
f \+,,
) j
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t 4
) I
í) 50'
)
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)
'aa 45'
')
¡r
)
-
-
I.
¡

¡t
- 40'
I) 40" 130"
El área positiva oe
125"
a,"rlpo má gnéiico lotal.
- i:igura lttro, de anomalias ciei c

rt
1

Ias anoln alÍas apai'ece en negio


t)
r¡ delcinpc r:ragneticc a lo lsrgo del lecho marino
irente
h Figura 8.4l,{apa-.le anon.}a1ias
alascost:lsoc':i'ientale!cl'l'ÍcrteanéricaT¡iu:rclocleRafiylviason(i961'
!¡ 1268).
CiEI'{CII\
23) LA EXFL1C,¿,C]ÓI"{ DE 1-¡'

') qrje a sl,i vez Lr.:


de aios (llamaca " P(¿ieii¿L¡1a" 1

-1i.,.i¡lal (ilamada '¡iaciól descol' a e ¡ ct: a-nto


I

añ os sigr-ri3nl-rs í-cx Y sus ociad,ls a iiiia,i cn 1a. escal c¡


i
Dura¡te ios ,;uiar ilt C] :s flle eI ,.l .:cuÚit;it;c;lio
I

Dc
a s,,ls pof menoie s y pi cc1s1(]ll.
Partl
rn3'güetls Ino itveitido.
El r-,¡ilner o dc esios I
breves de
peiiodos relaiivarneaie garila u e Olduv á-1' I

r-o5, d.scubiiftc en I as rüc;i 5 Cie i3 uJl t


clÍrueiL
iicr ¡^¡a1, ,r.ce a,Prcxina.da;i' ente
sup ue3tcs acoílte clcs I

iue un P eriodc b¡ave Ce nagnetisno riinienio


I

CC O o.ot. Ur,." ¿escr-rb


I
,,rró útrucal¡ente unos 1CC I

mil1oi'rcs de añcs '


tigr-r i:' l'-r 1''-u-'' Doel1 Y
..^¿lf-^.' D;'iryPic \9ó4) Vt\
g¡ndr-rjo a la escala i9 í;-i'b c'e la

poiasiclargÓn
Escalas iempcrales

1-463

1964

1S64 b

f:--'
1 956 a ín-

1966 b

2 3
0 1

Edad (millones de añcs)

o jilff '"Ti,t lilili¿."'ffi


F ig ur a s 5 Re f i n a., ie nt ¡;
: 1t"".:'.,i:i: ; :.flff
t')''"1" ,oapncti ieseliaccs 1!ró9 oor Ia Al''AS '
1?*:i
ntn 'n 'tmar" antrece c ncsro'
ij]:::;:::i:'l'
'fonraclc ¿t Cn' tlXi -139)' "icrecho:
)
? :

a
)
)
) LA J-,,\PLICACiON DE LA' R.EVCLUCI()i\I
iIEOI'ÓGICA 283

)
7a ya oiros ¿Lconlecimientos análo-
stos investigaclore s habían id¿atilicado
) 1;r'56 e
::j-u*'if
(Doel y lalrvmple 196ó)' cie hace
) ¿os. El accntecimiento ¿t ""
se verá., resuftó ser especialrnente
alroximadamente un miirón de años, como
) importanie.
)
)
) G e o ma gnet is nto d irecc i ona I
)
Biackelt propuso que'todo'el
) §redeclor de 1950 el lísico bntánico P'M'S'
rlébil' Luego trató de mecir
) cuerpo en rotación p.oa,t.Jü t"tpo -ue"¿tlto
de sus e;rpeliraentos no fueron
) el efecto esperado. a,nqut 1ot tesultaCás
pt-i'Jo ctea'¡ un magnetómetro
concluyentes, .n .i p.oat'á ie los mismos
)
sumamente sensible '
Kerth Runcorn' estaba
) Uno de l'cs ay.rclantcs que a la sazÓn tenía Elacllett'
) rnteresado en investigar la posibilidacl'le una
vanaclol duradera en la clirección
lnilgrre tóme trc'prcbó ser ar-1cc:'ladc
) del campo magnético t.,,;;;t, y '1 t'ut'o
na'gréticc rsrl'al'nIe en rocas ci¿ rlivcrsas
) l,ara rneiir la ciirección ¿titápt tt. p"'i:1ó:'^1i^lll3
) La direccióir a*f n'ug"t'tiu'-"t'"t" lu rcca sÚpcnt
eclacles.
qne s' icrrnó la roca -*supcrrie rclo '
) magnético de la Tierra en ei Áo:'lertto en
teilto ieslrecio de su
? por siipLisstc, ,1., tn totti''*-"t t"t ntoui¿c lnienir¡'s
? entorno
--^ inmeCiatc.
R,,r,.orn empezó rnidiendo la cii¡ección
-ir, del r¡agl:tismc en aienlsca ro]a
, británica. Pronto ¿"r..,'rr".iJ"qu. ¿irr.tl¿n ce i:rriipo ,ragnél'ico-de la-s
cjiierclie Ya en 1954 con-
; rocas de diferentes edacles era conside rablemen¡c
iiaba en que el polo *';;;t;;;la Tierra se h¿bía esta'clo moviendo' en
- lo' irlti¡nos cientos cie millones cle años '
, relación con'las Islas Britá-Jcas áttt¿-t'-ttt
s Evjsten tre s tipos po'll* 'V-'tl
islas Británicas esiá'n til "t
-p"i"
cle explicación pa.ra esil ciescu'Drimiento: -1) Las

'"gnétito
sc li¡- r¡rovidc ' 2) E'l poio
la
- se h¿n mcviclo cn rela.ción ócn
magnéiico está fijo v I"''i'iu' Britártica-s
- p c I:' cor-e za completa- de laTierl:r
F superficie de ia il.r,o.;l ai eof c está f,ijo' - ' d.. csrrs explica-
se hl tlesola¿aAo' ft*uilr?l o,:tiLi=t irtt c -'n:hi''r' i^nc;
F tto[T;.orn, ining,v i/'-ennet Cree¡er
- s,s coraboradores en particLrlar Ecrrvard
) rerianc'lte de 1:': ¡ocas Ce varics
se pusieron a medir el car-npo negaático
F
É
continentes. r¡acia rS.o t;iJ" 'gLg"ao
Sudaméii.:a (Creer), ," l"ijlilt"-i"tg;
datc.s de |Joriearnérica (R'r-rncorn)'
y Australia.(lrving)' En la iigura 8'ó se

F muestraeitrazoquehizoRur..cci,cielaposición<1elpo1oina-gnéticopara
(ias fleci'ras seira-1an h¿cia acLeia:iÍe en
?
É
varios contioerrt., ..r trrr,áJr, á-1 ti.,rpo
el tiercpc). Nóie.. .r, pa.ti.,tf t" f "t c''ilas
paia hlorleanJric:r' y Euiopa' Tocias
pcir¡ cclle raagnéiicc Pero las
a

las i-oc¡.s r-iás reci:ltts ti;:t',., lt¡i:i:' ¿l aiiult-i
-:
roc;.:s n-iás viejas inclicar' r-ir Cii';rg;r'cia e'-'id¿¡lt
j;
cit:l pclc p:Lra' Europa y
i:':tt:' i:' ii;erg:tcia- e: :rprozi-
i.lcrte: réric:... iltla 1:: rcr:: Ziliiiriiicnes ":t.

2,34 L..\ EXPLICACIONi D¡ LA
'.]iF]i{CIA

rica
1

Eu ropa

N. América
l:
S. América

(Se
Fig. Curvti; del desplazamiento polai' desdo todos.los conlinentes
20.
,"É,"0r"" con autorizaclón da Resoarch ) La curva de S Amárica eslá tomada
OJt<.M. Craer, J. Gecmagn. Gceloct, Kyoto, 13, nÚms' 3 y 4' 154-165
(1962)' -

-
Irigura 8.6 Posición aparentc del polo norte inagnético para varios contlnentes 8n
C
funcióndeltiempo.I-asflechasindicaneltienrpomoviéndosehaciacl
Drcsente. Tomacio de Runcorn (1962,2'i).

maclamente de 30 gractos, qlle es aclu¿il distancia angular a través clel


la
Aiiártico. Iiuncorn y sus có1at)craclores s¡caron la conclusión obvta. v/cgencr -
C
235
LA IXPLiCACIÓ]'I DE LA REVOI-UClON GEOLÓCICA'

tenía razón. Europa y I'lcrteamérica se han


separa'lo 30 gradcs en los últimos
(Runcorn i952)'
--;; millones de años
200
contribuyeron en
l" práctica, lc-¡s resultaios clel grupo cle lluncorn sólo rle científicos de
pequeña medida en cuarlt;; ton"r"t' a
1a gran comunidad
es algo real' Consiclerando su trabajo
en
la Tierra de que la deriva continental
unaretrospectivadeveinteaños,unosepieguntap'lrquénotuvieronmás
tiene que ver con las diierencias
influencia entonces. l,{i explicación tentativa social de otros
;;l;;;;t."s cognoscitivos, así como con la organización
científicosdelaTierra.l-a-ayo.ía,sospecho,ob;ennoseenterarondelos
en eilos' Blackett
o no los entenclieron cabalmente' o no
confiarcn
ñ;;;r, Estaban consagrados
y sus colaboradores eran ante todo físicos' no SeoloEos'
IJn nr'irne¡c reduciclo de ot¡os
a un problema nuevo con nrtevos instrumentos'
hos recursos cogncscitivos
crentíficos, en su mayoríá geólogos contaban-con habríarr
Consiclelro que con ei tiempo estos estudios
;;;;;;;;; estos temas. Sin fueron rebasados por
llegado a entenderse y apreciarse. mejor' 1mlareo'
sirLple.mente los absoibió'5
Ios acontecimientos y la ¡evcl:-lciril sribsecr'icni'

El papel de la nuevo lecnologíct


llt illporlancia de la nueva
En capítulos anteriores llamé la atellción sobre adecuada-
Esto se ejemplific¿r
tecnología en el progreso de la ciencia rnotl'erna
p"i.f próg..io de l¿rs ciencias geológicas a partir cle la Segunda Guerra
"r..,.
mundial.ElmagnetómetrocleElacl<eitconstituycunejemplofund:rmental'
aunqlle no Lln caso excePcional'
banclas rnagrléticas del suelo
EJ descubrimiento y cartografiaclo de l¡ts
por ei desarrollo dei magne-
*ñ", 0". ejemplo, se lacilitaron granciemenle
-El
desar=rollo. original de este meciio de
tómetro de precesión cie proiones
medición cie los campos mrg'r"ticos no
tuvo releción con la oceanografía' pero
a ese med;'o' En p:rrticular' pociía ser operado
;;;^;;.;"*|..].nt. atiapiati- pareciclo a un torpedo remolcado por una
a control remolc en un recipicnte en inves-
iu* iLt irrr.rrigación mienrras sobrenavegaba ias zonas del océano
tigaciól:
"'" (Glen 1982, 2BB-92)'
ai.¡s cincuenta, dei tiempo
n" ig,l.r r""nera, la determinación, a- f nes de krs hizo posible por el
y 1a dui-ación ¿. tu, pn"io' ittut"iont' nLa'gitéticzrs se
clesarrollo de un¿i tócnica pEra emplear ei
fechanitnlo de minerales mediante
páiu.io-u.g¿n, técnica q'-tt una aplicaciórl esoeciiil de1 espectrómetrc
"q"iti' exisleltir:s no permitían t:l
de tnasa. El problema.." qtt" Ias técnicas "u:":
que C': cuatro mt-
precisión suficier,te roca's cÁr: sidi:ra'blemeilte ná's óvenes
j

llones de años. Ei hecho clc tluc esta nr-ie'¡a técliicl


si hair¿ clesarroilaCo en
Berkeleycieterrrrinóviriu¿llr¡-rtnief[!eejlpe;¿¿rfan.ll]iilll-sinvestigacicnes.jeias
inversicnes g¿orrLagr]¿ litas. f'c'o ia iécnic¡r tLo f''te
riesarrollerla ¡ara iecha¡

r.J
235 ; A i¡I?LiC¡",CiÓi.i DE L,'\ CíIi.ICiA
il,-
rccas jóveres. E¡ia. iu,.: ,;a:, aCapi:.r:ló¡ {lr iá '-:ro s; iiegó :.' ¡elcnuc:r-laás ia¡¡ic
poÍ otios cieniíÍlccs de ss,,.: canii¡c {Ct'eir 19t'?',2-l-t1,9).
ild
Si ccnsiieia¡ios seiiz¡;,¡nle i¡ -iiea de qile el piog¡eso de !'¿ ciencia (en fl
diierentes riveles de organlzaciól) obe'iec'; en il.:..-it a u¡ ?lrct33c ¿¡lcaic¡io cle
-¡ ariac.'-ónl y ilie¡:ción scleciiva (Cliapell i9íC;, un lacicl crya va-riación y d
FiJ
teciiolcgí0, etnple arcia i:aia ccrirpilar y picccitLr
seleci_ión debe co¡isice¡arst es
in f o-¿ rn ación nue v'a-.5
I e.

#
'(U
E i s i-t s e¡¡ c ii Al,,i iF t irc il E i- l-E c H o i,{ A Ri N c
FI
I
ComO vimcs anteric¡::lentc, el iun¡laÍleltc rnás coirvinceüie paJ¿} rechazer el
ro
.l
¡rovilismo, fue el aigu,'rienlo g;:ofísico de quc cualquiar movi¡nienio lateral a Ft{
gran escala de los coatin¡ilic-s L-s fis;cafient.' iinposible . I)¡rda la resisiencia
c,:mprobacla cie los lechos roarinos, siinplemelic no exislen fucrzas conocidas
que pueiian llevar a cabo ta-l hazafa. Pa-l a cr-ralquiera qlle , por lc demás, se
d,
sinriera predispueslo efl contra rlel rnovilismo, inciepenii':nteil .lte de las ü

r az ones que tuviera para e11c, esie argumento gtofísico i-racía evicientemente

fácil Ia decisió¡r a favor ciel estabiüs¡no.


Sin ernba rgo, ya a Íines Ce los a.ños'¿eirT tes, Arih'lr Holmes, qiiien más r¿rde
fl.
¡
serí¿r Proiesor cle geolcgíii y i:iiner aiogía en Erjimburgo, había plopuesio u¡ta
solución (Holm es 1929). A Hoimas, pioncro en el uso de técnicas raciiométricas
tu
¡
para fechar lcs periodcs geológicos, ie impresionó én gran medida ia impor-
tancia clel calentamiento rariioactivo clel interior de la Tierra frankel i978).
{t
É1 concluyó clue los eiectos de eniriamietito y contra-cción deben ser mucho i-L

rnás pequeños que lc q'.re supcilía ei enfoqu: coniraccicnista estándar' En
,l
efectó, á llevó aún más iejos ia idea- clel calenta1¡iento radiactivo. Éste, indicó,
podría sei suficiente para crear un sisiema cie corrientes convectivas iru¡ediaia-
-a
tnente debajo de la corteza lcrresLre. Ta-les ccrrientes, al elevarse y esparcirsc il
rlespués bajc la ¡nasa de iierra, porjrian senciliamente desgarraria desplazando d
la-teralmente las piezas, llenluCose con agua el espacio ¡esultante. En cierto Fd
rncmenio, el bcri]e má; dislante rlel segi.! llo en mo.¿i¡nie nto .lebe ser hundiio d
en la tierra completándose e1 ciclo.
El ultimo .rpíirio c,rel tiascelcLerlal iib¡o de te;ito de Holmes scbre geología
ñJ
física se intitula
,'La cieriva co¡riinerrtal". Eir 1a últin-ia parte de ese capítulc, _r1
L-I
, ,La
búsqueda de un rnec¿inisino' ' , resumió su propuest a- de ia siguiente manera
f
(19,1.4, 508):
.rJ
r-r
T
Durante la circulación co vecliva a gran escala, 1a capa basá]tica se vuel're algo
así ..{
que
coino Una bancla sin tln sobre la cual puecie trallspofr"arsc un contiüenie, has'a
-
ésfe se detieiie (¡cspccto ilc l,r bancia) cuanr!o su irente de avance Ilega al
iitrra'
lugar doncie

la banda se ','uelve hacia ab;rjo y Cesa'pa'rece clentro cie 1a
d
-e
.iL
¿
)
I
)
)
? LA E)(pLIC,qC iÓN Da I-Á P,E\/C)i-UCi{)N CEOLOCiCA 281

)
u
)
En la figura. 8.7 se reprorJucel los <liagra:,nas que lccmpañan ssia secció:r.

COIITINENfAL
) BLO,QUE

)
)
¡O .-l+-
7. uo

)
) o

)
,. (
a_
) (,
.l*=-o"o [;agrn¿ b3sá,lilx)
qu. s¡Jb. en clrnenl-rs
"r"ror]\
))
t asc¿nde¡i:s (Etapa a

)
)
)
)
D
r:'res pair;- iiria,;,;í ufl ina{-'árisÍno pui':moiltÉ l)lpotélicc: Ce !a Co¡'!:ra
D i.l..q rz

?
?
continenlal. En A las ccr,'if,ntsg subircpicales se encuontran en ia pii¡-irera Íese
cjel cicio conveci;vo (Elaps. 1 cie la Fig.215). En B las corrientos han llegado a
ser lc s.uficie nterne nte fu.:-ies (Eiapa. 2 de la Fig. 2i5) para apar¡3¡' las dos

F
-
I m¡tades del cont¡nenie, cc,r la ar.nsecuenie ccnsii'r-icció¡ de mcnlañ¿::-, Í¡ente al
punto o'cnCe de sr:.rendsn Iá'.: aoi!-ionf6s y íci-rii:r-,rón cial iecho ocal:r,i':o scbrü el
7 siiio do la brecha doncie aicicndan las corri-.n'{a-.
?
? Figura 8.7 tlorlelo de Hcl¡tes de las corrienie: cle conyección que sepalan los con-
- tincntes y piociucen un nilevo océano. To¡na''lo de Holmes (1944, 505)'
;
F tr{asta Jefiieys admitió cit.ie ei irodelc de i{oln.as d¿ las corrien'les ccnvec-
É
7 tiva,s era físicamen te pcs ibi.. ' 'Hasta doncl3 pue.lo ve j:' ' escribió, ' 'no hay na-ja
en é1 intínsecameÍte ;inp.,3ible" (-ie iircys ',931, 453). Con iodo, incluso este
reconocimienlo tLirzo pcco eiecto iannediatc en ei d,ebate. V/egener, erL la edición
F d.e 1929 de su libro, st e,':-Diesó zptabat-oriarrLiiri? sobre la-s corrientes cclvec-
, tirlas, aunque s¡n citar a Llolni.:,s ¡'ri adherirse él ¡rrismo a la- iciea ftVegens¡ 1965,
F 178). Y aunqr.r3 Du Toii, principal defensc,r dei inovilismo tras la muerte de
-V7eg;::er, acii-rjo e! mcd:lc cle iiclin:s en su ca.píiuio iin¡L ece¡ca d-i 1as posibles
É
c:.us¿s de ia cieriva- r:oiilineriilti, t-;lri!?caiJ Él sl ai-it:ii1ó corlpie '.an:rlia ¿i i:'l ioea
É
(Dir',-oit 19'J'1 , ?,2\-25). lria n¡ j'L¡¿ ii¡c::¡ri:i i:¡:l¡,i:lio llas¡a 3C iLñcs dcspués.
É
ó
CJL:¡'Ci¡\
i

I
1
#
*
2E3 L,'\ EXPLICAC1ÓN DII L;\ arr)
r-
I

pasaCa' ''i Lre el d3sliro dc


la inisrna i'iea ci'e ÉIolnes
Vale la pena noia', cio
ttt' ¿el pl c greso cie ntíiico q'.-i3 sc Dasan
nlantea un proUtt*'' p"'o io*'"ttptit "io p,roblcmas" (Laudan 1977;
""rit"Ji? 1.,;. ttl"t"n tte
Ln rto.iones ¿t tu adecuaC-Lo
i9E0b)' li '"i"
p'o¡i"tnu de e-¡con¡'ra¡ u¡- mecanisi:-io
Frankei 1930a, iourrl¡cio''.leloqucL¡'uc:n{I977
50-5i)
p.r.raladeiivaccn',indrrt'Ll""il¡''lf
ilamó "proble*"o"t''p*''i'l'lu'ituiot'',':i.."",::l',];l'illl,ltitlll?Íii
il..l¡.1rr", concept"ial':t"":t:Trt:ie
la solución un
de la narena A In1 mcco ( ver, esio reflejaría
;;;;i; Jt;.uente i;;;i;ntíiicos' Eilcs' en generzil' no deciciirán si
realisno simple por p"""'dt sin terter cier[o fun-
im1¡1cc
cl rrrodelo es Iorrcclo' "iilt,.rlt"' iírics lrffisión'
Lslir'rciiludl:tcxpresÓclpropro
clamenIo másaliádr 'u io'i¡iriL]a'l
'tt"
.i'ti#: ;;;io á. ,,-,, principios rie gectrogía f(sico
FIormes. precisanrente
( l9 l'! , 508-q) tmPiczr:

t'ncr valor
Sirtcmbargo'd:b'mo'len:rlrirlltl'Lro1u^las'i''e'r'Durlincnl^ccP:'trlativlsdecst¿
ripo, especial:ncn't tl'f'o'ii n:l'.',:¡t
t;";'
i'[¡cc'-
.icnrílico h:cta qur 'tt';t; "' \r\''nrr1''io'""i"nt.'
J"
.e
l ¡ ' r's ' '.'1.''ies ltc pucJeiL

l]i:Hil i:;:?ttJ:;:[tj]t::
#
'7
i'r:ll' ' corr\'crrvu' 'l'.;;,'r;
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ntático anles dc qrLe Put
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l'

ñ 'lo +u\Io quc csperar llasta 1966


Nuestro aulcr se pasó un
pcco cle pesimista -¡

t¡trtrtrto
El modelo cle tless del enstnchatttie o del Lecho
de Princeton'
LIéss' pro.fcsor de geología cie ia Universida'J
Eu 1960 Harry N" p¿ra seguLt
de fu"o"'tni"o"-t'tttiuut ' :,:::'preparaüo
revivió la
iclea

[:{#[;::::#:: *;',.l""ti r;iiii


claro clue: i'* *"* c il:*r H :
<lelos años treirta Lr's
il;;;;;,Jfios
po' to **u'l,e-i;;:;""t' a
través su relación con David Criggs
c1c
estos mo'Jeios la gra-
famoso por sus estudios sobre
( i 939) y Feiix V"ng *"""" ''este últirno
vecrad submarinu
u"i"i'niti"t"l'i"i^'" t*:l:
:,tf::iñ:i-,t"tl',,?;",lgo""
'n "r {lcs' ic ..rlrtst it
.ln f r"no.i ti9S0¡)Lictlc rr:ó¡r' marino era niuy parecido
"olEl moclelo cle Fless titl ;;;;;'tr*;iento de1 iec:ro
el-cliag¡atna cle liess (figura
B'B)
al ce Holmes, ton'o "'ul,t'Jlil;;i:;"'**arIltciiahl l Il'rlnte:' No obsL rttlc '
con cl de H o lrtrc' ',u"
¡'''"'' oor- ' lt' 'á' ''
" L"i'rrpottli'r,.i'Lcle'lasciorsa-lesoceánicasconlo
hay una'Jiferenti' tun¿uít"i't que ncccsitaban explicación
no se puso
caiacterísticas ¿t fo "pt'ioit
tt*t't" el modelo de i-iess'
t"¿ilr¿nt;;- i;; años cinc'"renta Scgún
cle inaniiicsto r'.ru"u cotlvectivas asccnclentcs
rliieciame rtie
1¿ls clois¿Lic-c t'" Ít''""ttunl'o*' -'ti""'t'

a
I,A tlxPI,ICAC'IÓ'\ DE L,A RL-VOLUCIÓ]\¡ GEOLÓGICA 289

baio las ciorsales, nc ba]o una masa de tierra como el e1 modelo de Flolmes
Con todo, las consecuencias de ambos modelos movliistas son pareciclas
Según Hess (1962, 608-9):

La Dorsal del Atlántico l¿iedio es central debido a que lar zon ls c on ) ictivrs que tiene
a ambos lados se han apartado a la misma velocidad: Lrn centímetro por ario. Esto
no equivale exactamente a la deriva continental. Los cóntinentes no van arando la
corteza oceánica empujados por fuerzas ignotas; más bien viajar pasivamente sobre
el materia.l del manto según éste llega- a la superiicie en la cresta de la dorsal y luego
se aleja de ella lateralmente.

ELEVACIÓN MÁS ALTA ALCANZADA POR LA ISOÍERIJIA 5oO"

CYA SEA PEAJTlNi


t-" DA A
)/- tü ..-500" ¡tl !
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Figura 8.8 lr,fodelo de I{ess para las corricntes convcctivas y el ensiinchamiento del
lecho marino. Tomado clc i{ess (1962, 607).

Esto suena muy parecido a la ruetáfora de la "banda sin fin" cie Holmes.
FIess (1962, 107) admitió que "la convecció¡r del rnanto se considera una
hipótesis radical no a-ceptada arnpli¿.mente por geólogos y geolísicos". En su
defensa argumentó que "de a.ceplarsr, ...todo un rnundo de hechos hasta
ahora no relacionados sc aj,.istarían a Lina pauta regulai..." E,sto se aserneja
mucho a una apelación a la "unilicación" o inclusc a la "eiicacia para resolver
problerna.s". Sin embaigo, poi supuesto que Hess Eo coirsideió estos "ar-
gumentos" como bases suficientes para deciciir que e1 modelo era coriecto.
Tornando prestada la expresión de Umbgrove (19+7), enpezó su pianteamien-
to llamándolo "un ensayo de geopcesia". Y linalizó (p. 618) en una vena muy
semejante a como lo hizo Holnres:

En este capítulo el autor trató de in,,,entar I¿ evohLcii;¡r d:1¡s cuencas oceá¡tcas. ¡!


duras ¡lsnas serían c.jfi3ctas lls ¡riti:t;¡Csas s,-ioosicL¡_-n:s clLie si: hlr hechC. Sirt
sl
,-

29C LA E;".IPLICAClÓ¡'t ul: i¿,. cl:¡iclA Fr


I
enbaigo, parece constituir ilil rilzico concepiual ú iii paia
picbar 'liversos ir jugcsos
ils océa¡ios ' Espeiali-Lcs que esle rnaicc ' con lcs aj us tc:;
{rI
* |"p", a. frip¿,"sis relativas z
una estrlicluia
i an-i"n,fu, necesai:ios, a la larga constituya ei funda¡iicnlo clc
nueva y más firne.
-F
t-t
A rlii:¡encia de }folncs, é1 l': tu'"o qlie cspeiar nucl"c tiempo'
*¿
t-

LA HIPÓTESIS DE YIi'IE.i./iATTiiE\¿ S

e n:i,:on**::
a
*¿

En enero de 1952Harry Hess se cresen-t9 conlo ''rrad,c¡ !rvitado


intei universitario que tuvc lugar en ia Urriv¿rsica.l
de cambridge. El iema dcl =a
;¿;r;.;"fue,,Laevolución.telArlánricoi{ortc,,,y.FIessprescntóunaversión *
de i artículo (a la sazón todavía inédito) scbre la
his[oria de las cuencas
E",re el audi-roric est,aba un estuciianie dc iicellciaiura con,especia-
lfárli., geologra, Fred 1;'i rie ' Pocas otras persoiras pcdían
".¿r"iaaS haber.sido más
ry
,*

....ptlrri.n cuanto al rnocleio de Hess y' colllo resultó se¡' pocas estaban cn
a É1'
u,ra situación ian favorable pera adtierirse
Yine, ccmo Wegene r y inLichos otrds ¿intes de él' aÍirina que lo había

intrigaciolasentejanzadel:rslí¡rcasCostanerasdelAtlánticodesdelaprirnc.3
las observó en la cscuela' Y nos cuenta
(Frankel 1932' l2):
".r-,i;.
ñ,fe nareció algo más bien t'lisico, rnás bien funCalncntal A partir de ese momento
rl" J"""""af o.su verci'ic1;r:¡a iail -se ncillo yelc3ante Así que siempre estuvc muy
(Jreo que sienlpie' a1 cstudi¿ir geología' blrsquó ics
iouo.nbl"r.,"nt" dispuesto
ii*onio, que confirmatarr rni prejLticio'
q,.re él
..creía ett ei enllinchatniCn[o, O c-lescaba
En otra- ocasión Vine clestacó
apuntamientos semej an
.r... * é1" (Glen I .oAZ, 21g). Fr'n cl ccntexto estospropiamente "científtco"
;;,;;;r;, "n ét r.ntiao á. .ir. ¿r no se mosrraba
::;:":;t;;, l,,1i interptetación es precisamente la contraria La existencia cie
:;r.;;;;;ll ccmo lo; ce vjne es 1o norma.l en ciencia v contribuve a su
progicso general'
F.t otoño siguiente al congreso de
enero Ce 1962' Vine volvió a Cainbridge
.";;";;ilii. a. norr,¡lc rlel Deparramcnro de Gecdesia y Geolísica.
del lectro
ii.*¿, de sus prejuicios 1r dci modclo hessia.c ciel e¡sanchamieffto
rnarino,ContabaCOnotropoderosorecursocognOSciti"'o:unabuenabaseen
que original ente sc había especiaiizado' iil
maternáticas y lísica, .rn,po, err
licenciaiura'
poro u f u g.oiogía lo riio ya a'"anz-a.ia su
de investigación' a
vrne fue rri á.s o mengs asignacio, como esiudiante
su licenciat'¡ra en Cambriclge cn
»ru,r,ilon¿ i,4althews. ir.'iaithews ternlinó
I is
j. l,,.ro :i incolpo; ó a rr na e ;t'ledic jón ¡'ara reaiiza:- cartoeral-ía geológ\r:a
,,

a
LA {:)<pLlCA(.i(.,¡i Ci, L,l Ri' VOLLJT-l¡i)i'r ChCL.ÓUiCA 291

en la Antártida- Dicha e;<pediciiln estableció su base r:n las islas llalvinas. un


miembro ce la expedición eia P,ayrnoi-ici Adie, discípLrlo dei geólogo suciafri-
cano I-ester I(ing, unc de los principales ci¡;"ensores ciel mo'¡ilismo. Aclie
delendía iambién el movilismo y había ¡sc¡ito sobre e1 clcsarrcilo geológico cie
las Malvinas desrje esta perspecti./a (Adie 1952). E,n una conversación que
Matthews recorrió haber tenido con .A'die (Frankel 1982' 13):

,,vaya, ...si ho crees en la deriva continental nada más coge una cinta
lAdie] clijo
m¿t.ióa y miae lás sccciones devónicas en ias islas F¿lkl¿nd" Lo hice, y muy para
mi sorpiesa, eran iguales que la clescripción [dada por Du'loii respecto de SuCá-
'Coincidían
frical. pulgada a pulgada. Ásí que volví con gr:tn entusiasmo'

Después de un comienzo en lalso fuiatther,vs se de dicó a la investigación de


tesis analizando rocas tomadas Cel lecho clel Atlántico l'lororie ntal. Un capítu-
Io cle su tesis iiataba de las plopieciades magnéiic¿ts cie esas rccas, en especial
de su mognetisftio rcmonenl ?.
I
Habie¡do reciiri.io su grado e 1 9ú 1 , N(attlrc'",vs f ¡,: ncrrlbi a.jo niembro de
la Facuitacl cie Cec,-iesia :' C¿ciisic¡ ,:i,. i::i.LLirii3.- j/ .liIcci.. dei cq'.iipo
biitánico en la expe clición al ocÚ:rno in'jico. Éi decir,iiti centr ¿ir sris estudios en
lrna sección relativarnente peqll:ña iie ia cresth de h c1o$rl Arábrio-indico.
.ixrncn[e cc.ivencico ii: ci,:e la dr¡rsa.l del
1,4ás tarde informó estar "absol
Índico Meclio clebe entenderse en f'r-rnción cle fisuras erulrLi'ras, y sabÍa que Ios
basaltos del lecho marino ienían magnetismo remanente " (clen 1982,273). EI
volvió a Ca.mbriclge en noviembre cl¡ 1962 con la inv,:stigación magnética más
cletaliada qr-re hasta enlonces se hrtbiera hecho cie u[i, sección de dorsal, pero
,,no tenía idea ile cómo relacionar el ensanctramierlto cel lecho marino y la.s
inversiones [magnéticas]" (Glen 1982, 274)'
AI descubrir a su nuevo estucliante de investigación, l.laithev¡s encargó a
vine la tarea cle interpretar lo:i Liatos nr:ignéticos de ia clorsai Aiá.bigo-Índico.
h,latthews era de la opinión de q'.le elios Cebí:rn proce cler uonsi rrryendo modelos
físicos cle Ia cio¡sal. sin ernltar-go, el principal gecfísico de Cambridgr, sir
-y'ine cle que lo rntjor sería usar una
Edward ("TeCrly") F:uilard con'¡enció a
computadcra cligital, que entonCes repiesenlaba ltna tecnclcgía rela¡ivarnente
nueva. En efecto, Bullar.d risaba la coraputadr,ra para derivar el mejcr ajuste
contiteotal entre Áiiica y Sudamérica, {E¡liard, Everoii" y Smilh 1965), el cua-l
resultó mucho mejor que. ei .-1e \regener. Así f,-i: corno vine, ¡ partii de s'.rs
habilidad¿s ma_iemática.s, adquirió urrri ÍIIás cle s¡-ls.¡alios¡s recursos cognos-
citivos. sin embargo, los progi. ainas que usó peia anaiiza,L ios clatos de la
F investigación magnética, principaiñente los tonó prestacos de otros (Gien
irs2, ?.t-l-'7s).
; \/ine
F A principios i1: i !rí3 , rr-rleniil:r ¡,1¿tth3v/s rii:t-ruli;b¡- ri: su L:li de niel,
esc¡ibió e I bo¡¡a¡lor r.lel atículo .1i!{: cciltrlilía lo qrli: sc il::g=rír,:: cclD'el coiflo
F
!l
DF- LA CIET'JCIA :
Zg7 L.\ EXPJ-ICI'CIÓN

t:'it, ' In !;r ;guia s g tt


la t'jpótcsis C'e \'inr-l4'rrihsu ;iil;l:X;::Xi;:f

;;;l;;;", plbiicado't.:ii;'l;J,;';ii;J;,-:.,'#
con aur.:
l'i.;J..i,l'" r", arLicuro
nire Vine realiió
i9¡3' 9-r'E) r¿za:
ivin. v Matthews
os u:; I
i:;i.l"'-.;",1 ;[+
pe r ril es co mp' a c -,s P--'1
os l,i;.:" 1 ü:i:ilil, I:XTH I
c
r-

brcqucs cireros
',.",:1,?;:U1Hi:i",:,ñi:;;;. "^';1..o-ou,uda pra un dtvrdt
L¿-:t:::,1'i:,t"i:":'.XiX^'..
nro.d'Jo

sc nragLrcriz:do inuer.^.nrente sobre cll¡. [treron -


o',::::'1,':.:L'JTi,i..,;"; á; r,'.ho, con n''rgnc'i'rn'o
IroÍmar e
.,''qu'. to
'up'
rlos en bloques de uno:

inverso alternados '
¡
EC.1
300 I
300 A 0
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0
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'300 300
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o
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-0
0 ,300
,300 300
300 0
0
- 300
,300
GAÑ1¡,44
, ' l OKM

la dorsal
y compufacios a lo larg:de la cresla de
Firr. 3. Perírles ob'crvados
o i, ü * i
"á,.
L as r n "- a
el "
:'c.;;I :
í

::::; ;:* " : ni f ::":,¿X.',".',:l'::,9:


ríneas quebradas' Pertttou''Jr5""á.,,1. oe o.otcs; ra línca 0",.p'l].1],
::X :'ilx,:, rÉ::
:
suPoniendo una ex19ñslÓn
:l;i::*; i*1, it ::' :Í: ::ul,[ou?;::'o' "'n''"
j;:"i [: ";' l,:i*i,
i,, :. :TJ l*{ilffi il,ll".j
F 8ec o
eu r a ry;,j:
:T :", :;
rlinea punrealr):l "^^'iil"t' iti"itttt - 1963'
rn"!ni'ito unifo""l vol laq PP'
de N¿:ure'
de puntos) lomedo
als Limited'
H'iacmittan J ourn
-"::il1:r*:-1"::,1:::"1;,.tsff:T':
Fste rnodcro .,1^ .r,:,;:,l,ji,'.:
l"r'i"'l
figura 810, donCe se
st

nzrgletizados:

J
I
\
f
L
) LA Expt-icA,cllÓu »t- L¡ nrl'oi-uctÓN cEoLoGICA 293

'1

EI texto clel arrícuio publicado continúa:

por ciento de la corteza oceánica


Esta investigación nos lievó a pensar que un 50
modelo nuevo
podia estar inversamente magnetizada y esto' a su Ve2l' Ilos sugirió un
'p*o.*pti.a. Ia Pauta cle anomalías magnéticas cle las clorsales'
del Ieclto
La teo¡ía es congruente con la-s ideas actuales sob¡e el ensanchamiento
l96l)-y con las
o.Jni.o -a" hech"o es virtualmente un corolario de ellas-y (Dietz1953)' Si la capa
i.*.irion., periódicas del campo magnético terrestre-(Cox cois' sobre una corriente
;;;";;; principal... cie la co¡teza" oceanica está formacla magnetizará en Ia
convectiva ascendente del manto en el centro c1e una ciorsal'
se
que en ese momento tenga el campo magnético terrestre '
-
clirección
ael tecno rlceá¡ico' desde el centro de la
Ári pr"r, si ocurre
"t "n.rn.¡uLi.nto
ao,raLien ,.nticto paralelo d Je s, crestu, derivarán bloques rle rnateriai
allernativa-
mente magnetizado con polaridad normal e inversa'

La sencillez del moclelo en Sí eS evidente incltiso para Ios no versados


en

geologis. El que pucliera ser correclo no fue eviclente para casi nadie'7
(Vine y
El irtículo concluye hacicnrlc una- bÍeve relere¡-rcia a otros mcd"los
I.latthews 1963, 949):

Se puede ver qrle los contr3stes ntagnéticos ert


Ia cor[eza oceánica pueden explicarse
la corteza puedé
,in'por,ulu. inu.rsiones del campo tiiagn ético terrestre ' por ejemplo '
.ont"n". bloques cle material Áuy fuertemente magletizado adyacentes a bloques
L de material débilmente magnetrzrcl-o en Ia misma clirección
Sin embargo' el modelo
propuesto en este arlículo;Itrece ser más aceptable en virtud 4." O" tontl":t-::-l:
sin tener que recurrtr
áita s usceptibilidacl entre bloques aclyecentes pueden explicarse
en la capa corteza
a consideiables inhcmogeneiclades en cuanto a1 tipo de roca
t_
'l:
principal ni a rocas con un magnetismo inusitadamente fuerte'

L Un punto de vista todavía más fuerte en lo que se refiere a otros moclelos


plrede verse en las últimas memorias de Vine' "Si se trabajara muy
estrecha-
mente con los dalos y e[ problema esencial que se rüe asignó como
estudiante
L
de posgrado, creo que uno se dl-ía cuenla de que, casi en
la desesireración' no
había otra forma de interpretarlos" (Clen 1932, 273)'
ParaVine,almertos,ladecisióndeadherirsealahipótesisdeVine.}la.t-
thelvsseajustamuybienalrnocielosaiisfaccioüista.Existeel,.prejuicio,,en
¡-
favor cle los modelos rlederiva y el desec cie que s;a correcta la- hipótesis del
ensanchamiento del lecho marino. Existe una rclación sencilla y directa
l- entre
L
el modelo y los rlatos rnagnéticos obse rvaclos. Y e.tisie e1
juicio de que los clatcs
L
serían improbables dentro cie crtalci'"rier otro mcclelo'
l,lc intentaré abun.lar e n el caso de N!:ltthaivs o cie otros que elabo; aron
rnocieios similares aprox ir na riLriiente pol- las rr,is'¡n¡.s iechas. Iviás acleia-lte
ex,aminaré las C¡cisiones de aiguno:, de los trr''li:li'--': cr ' ir:c:;'8
LA E:l?l-icActÓi t Dr Li cir'ilci¡i'

I 8,3;\ZO DEL Pi\CÍFICO


300
300

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-300
10Kiv] GA[/Ñ14
'_;10Kivi
s ccrn¡ur¿lc!¡s para
ciii:rentes rnoCelos de la co¡1eza'
Fiq.4. Peííiles rta3nliicc i\r nG.r],jalr]c nie magneiizacics; blcques
Btfoues codicarjs tl"t-ltl.il"r,''.-jol é"'-¿pitbilida'J eíectiva cje los
'
som'breados, ii-"";r::;r'e 'it- hri^ Al válle intermaclio en los perÍilas
broou?s, o aozr, ",..p1o 113i,,?""
de,t^ici" ái.ti1i¡i:ll ;,i,.Tl!.:ii.;
i;T:i;j
2 y 3, 0.0053 (1 ) Brazo. án"ni'., del parÍ:I, i"l
r

rncl;nac;¿n.l^=.?"::';i"t;,.;;;;l-6s.;r)-120"
" (3)Dcrsal Arábigc-indico'
del Atlántico '.=."r=-
""-u^'.",,1,",'.,,'',r" h¡J
t-0.3/6 : J-04'l-"'
oersied:
' )\ lntrdclos rlc ciorsai:s occátri'
;; ;*iii*l *",,'
-e
TJ
::jl :j.''i;:,' ll:'.ll' :: i
gu r a s, ?:r nii,
+;#:l ; l;
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lan ournals L'imitecl
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DE FUCI'
LT\ DCS.SAI- D3 ']U,']'}'{

Poca f ue la rc¿"cr:ión itiiit¿riirt¿' "rl.lrticulc^


u c'
y la qrre hubcl
tl': Vile cs ttte "pasó como
i-' irnIr't:iúrl'1'-ine-lvlatthe
ws
rln' úre
f,-re ttl-ctloi¡iin:lnttt"t"l "t'"'t'"'
295
L,i h)iPLICACION ilE LA. iiri a-riLi-a ION ijEOi-CCiC¡'

La gente simplenlente
globo con lastre; en cierto senticic no hubo respllesia
juicioesccnñrmaclop'-'rlcstestimonios
pasabade largo" (Gien 1932,281) Est:
de 196;t hubc dos simposios
,"uf iü.or. En ro pti'uít'" tl "tuno
"or. * y
internacionales dedicados al tema de
la denva cortinental' uno en Canadá
Bullard y Runcorn 1965)' El
(Carland 1966) v otro.en Ingiaterra (Biackeit'
aurnenta'ba Sin embargo ' en las
interés en la deriva conllnental deflnitivamente
a'oa! ece tan sólo una referencia a
versiones que se pubhcaron dc los simposios
naturaleza crír'ica'
i;;;; ;. Vine-Matthervs (Vacquier 1965) v esia es demejor la naturaleza
El siguiente acontecrniiento intiot'ntttt ejempiiiica
evolucionista " ol.utorio" át l¿rcie ncia
Harry i{ess y 'I ' Tuzo V/ilson' principal
reórico geológico de la i'l r'ive isir-la¡l de
Toronlc '. vr:;iió Cambridge duranic 1a
pcco
acababa de iermi¡i¿ir su tesis' puclo tener
;;;;;";" ¿e"tsss. vine, quien puclc h;rbe I previsto su repercusión
[r.'r., .on A inicio de ,,,, ' i'it''' ' Tt*poco
para Viue a¡rarte de sus ccnsiderables
en su propio trabajo. Lo que contó
consislente en hallarse en
l...r.ro, cognoscitiuos, flt" el rtt''tt'o material extra
y lVilson'
un Iugar qtte a'traía a gente coiro IIess
con su familia' en uná
Wilson ilegÓ .n .nt'o V-poco tlcstt'és se elr'lbarcó
t,rave sía cie yaie a 1o largo áela c'¡st'r Ce Turqiiía
Yclvió e n ie brero' rel¡osante
cie ideas nuevas. Una de eil¿s era
que la hipótesrs rlc Vine-Matthews suponja
debía ser 'sirrt::!ricct a arnbos iados de Ia
Or.l. Or,,t" de inversiones 'nagnáricas
r]orsal'Errelr.'roclelode}{ess,elleclrclllri¡l¡secxpandeaarnbcslados
de la dorsal. Attnque cso era obi'io
en rettospecrt'ra' Vine y lr4aithev¡s no habian'
adverticlo este aspecto cie su propia hipótesis
Cor-ro'/ine Io expresó más tarcie'
i-'ri-p}.,r.n,. ,,o ct"íamos en 1a hipótesis 1o sr'rficiente como Dara darnos
.u.riu"
"-;;;, (Clen 1982, 305)'
de las nue,as iieas c1e Wilson e ra¡r l¿r.s ;fallas de
r ran'sformación
'
desarrollo lo que llegaría a conocerse como
.on..pro crucial ¡rara el ulterior cie
de límite entrc l":
i..t¿ni.o de placas. El nrorielo clc Hes: tenía dos tipos f::ltt
de la superiicic terreslre: Ias dorsalcs clonde se agrega rnateriai
en movimiento
,.,p".ficlaf, y Ias quiebras
-el cicnde a Ia larga vuell,'c a sumergirse en e1 manto'
i.,iirr"" i.rráau.jo tercer tipo de límiie, el q.e cxiste entre las secciones
rlas de 1i doisal Ést¡'s sou las lallas
adya,centes, aunque t:LttJ*t¡tt de splaza '
C¡ iranslormación.
o e iiizo. Wiison (1965) de la Falla
En Ia- figura B. 1 1 se re prociuce el bcsquej 'll
¡

de t ra^¡ sf orn t¿ición ' De a-cr-ie¡do-con esta-


cie S:.n Ancirés coirro una larga ialla
reconstrucción ciebería ira¡ei una dcrsal
lrerrte ¿r las ccstas de la columbia
de ia dcrsal del
;;;ñ;;, ;i;l ciorsal en oiia época debía ser cr¡niinuación unos 1600 kilómetros hacia el
Pacífico Oriental fr.ntt n l'-ts coitas de Mérico'
posf ula'la por lVilson clueria justo en
sur. l.cr una leliz coincidencia', la dorsal
varios aics anies"una
:1 celtro cle Lir¡. zcna do¡, Raii y:vlasoltluci:¡:";i
i"i:is o n i 9í-- 1) Corrorrásta¡dr
pl. rrr-,"noriro*a inves iiga,:iór r ir a¡]né iica (,r'-aii -v
cie",cribió Vine la situaciór' (í-ii;n i932' lC5):
2)5 ]-A E,-'PLICACIÓI{ DE LT''
CIii']CIA #-t
1

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como una falla dc


de \\'rlson cle la lalla de San A¡idrós
Figura I II Reconstrucción pp'143-41 Copvright
translormaciónt"E" r o"tñitÑt''¡u"' vol 207'
-,éi¡
'' lvi¡'coiiilan Jc."'rrttais Limrted'
L

I-A T]]iPLtCA('IÓI] DE 1-IT R.EVOL."]]ÓN CF'OLÓCICA 291

aqui debe haber una


una mañana estábamos todos reunidos y Tuzo rtijc: ",','1i¡en, dorsal' deberá haber
dors al' ' , y Flarry Hess respondió ''Bien, si vas a
poner a1ií un¿r

mngnétiia dt ell:r en laca'ta de Rafi y l'"'Í¡son" Señaló clue era un


"ür"" que teníarnos b;.*-tl"t;;
"ór"ri¿n así tiue ¿no debería aplicarse la
lugar c.lel "'ug"¿titot, yaparte de los datos magnéticos'1
hipótesis cle Vin. ¡¡"ttrr.*, tl v" titnt 'i:r do"ai
'" y he aquí' por primera
Corrí a la biblioteca , .".tág,ii ia carta de Rall y Ma:;on' de que había
que nos percatamos
vez, aunqlle se había publicaáo hacía cuatro ajios '
simetría en las anomalías

que él y Vine
Como se vio en la frgura 8.4, 1a nueva clorsal cie Wilson'
aparece como una
nombraron Juan de Fuca (por el est¡echo cercano a ella),
inciinación noreste-
cinta negra y anchli an al aan,i:o que ccrÍ' coil i'l?' ligera
r'l

e ';idente una vez que ern-


suroeste. La simetría a ambos laclos es bast¿rnie
pezamos a buscarla.
artícuio de Vine y Wilson
En Ia ñgura [i'12 se reproduce un diagrarna del el
publicaclo más tarcle.r" -i* u¡'o (196t)' En éI compararon estos autores
con uno a través de 1a
perfil m¿gnético a Io la-rgo rie ia- clors¿rl cle Juan c1e Fuca
dorsaldelPacíflcocrientaisituarioagrandisiln;i¡haci¡relsu-r'Ambcss¿
-'ijne-"-
conparan con un moclelo simple ccmcr e I oril;inlll
¡¡ Naiurai- '¡lrtews
qtre esias Corsales hoy
menie, Ia comparación se hi)o con ei ñrl cle
su1¡elii
rnis¡no proceso'
ampliánente sepa,racla, fueron prodr'tcicias p-or ei
y Wilsnn t'"
Una importante innovación en c'l a¡iiculo rle Virie l:lt-j::
tlnchcsclelo.sbloc¡t:espastulodosderrlaleria!clller¡t,líiv¿tngnÍ,:t/.iagn?t]zoocS
sacaron esta conclusión
yo no eran los rnismos, sino inLty 'taritLf'tles 'l 'tts autor's
tnagnéticas del grupc cie
porqlre habían visto la escala tárnporal dc i¡r'¡ersio¡res
en 1a figura 3 5'
á".- ic"-, Doell y DarllTnple lisa¡' esa escala'.r¡roitrada
mag¡retización nor-
.o*pr.naiu el acontecimienio Clcluvai, breve periorlo de
de años'
mal que ocurrió hace aproximadamenle 1 9 millones
de magnetización
Por desgracia, su iclentiFrcación de la estrech¿r banda
o Olduvai arroió unr
nor ro ai en los pcrliics observrtl -s cÚn cl irc'niecimi¡nl
razón"másbienirregr.riar"deensa¡chamientod'llechornarii-toSinembargo' que poclría
T. la razón promedio cie ensanchamiento fue nproilirnadamente Iaprincipal de
esperarss si dicho ensanch¿¡mierito luera real.
Pc¡c la clilicultad
artículoeraqr-rs,comcela,rtÍculoonginaidevine-i'latihervs,sespoyabacnuna
ideancve<losa,enesteCaSCelmoclelt¡ceV./ilsonrjelasiallasdetransformación.

La »gg'ar¡sA DEL EhlsANcHAlvtriEi\lro DEI- LECilc


Il¿\Rtrl'lO
pariicula-r-
Es cl¡-ro que llabí¡¡ cie¡ta- si¡¡i.ol'.'i:', por el i'roi'iiirl i''to cn Ingialel¡a'
T r"Jniclog iisio pzsa-ba
meoi3 e Cs.ilbrilige. t,r., c:,ni,r.,:ic, or:L¡rl í:'t cil Fst¡iio:i
293 L"\ !;iPLiCACIÓi'f DE Lr\ CiEi'iC1'¿'

( A ) DCR3AL DEL PACÍFiCO CRiENITAL l

500 i

I
I

0 GA¡¡rv'iA I

500 l

(b ) DORSAL DE JU¡.¡t il= FticA 'b' I


I

500
,-

O GAIVIfvlA
F-
taql
r-
500 #
:-
(c ) DOBSAL DE iUAi"l r)E FUCA' MODELO 1

500
fl
FA
"-
0 GA¡/1MA -
tra
500
{.
,-
100
1OO KM
. S.L. ilI
- 11 l(fvi
F.r
-
Pacífico Oriental alos59oS'
ha
iiq.2. (a) PerÍil cbse¡'vado a ii'avés de la dorsal del
.'Ir'óñ iiá1. (b) periil obse¡-vado "b" a rravés de la rlorsal de Juan de Fuca ---
iig.'.1.1.; i"l*l"lo. c¿:iculada paia' la cjo¡'sai de ''!uan de Fuca'
tri^=" "''nornalía (cornpár-ese con la Fig l c)' ¡
suponie n.jo bloqúes ccí!:cales geneializacios --

néticos cie la dorsal ú¡


Figu ra 8. i 2 Conrpar aciÓn, segú
n V r ne y \i/ ilson '.c1c los pti [i les rl ag
es el peilii I
iel Paci[ico Ori.*i.f u Lt á"
compuiado atf t"oJtl" at atrajo
-luon cle lr¡'rca La ctLrva inierior
Tonacla tie Vine v Wilscn (1965' 4ii7)' t
iltr'¡chos ¡eservados i965 por la liA
¡''li ¡
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i-A F)iirt-la'¡,allOi'l I)E LA RE \'()1-Ll(lilifl CiiOLOCIC'/i )t)t)

F linit ivamente en el Observatorio i 'a¡ltorti C¿ !a Universiclad de


,a
')
ci e
'leológico
Columbia.l\leilOpdyi<c,quieni-rabíasidoestuclia¡rlt'.1¡licer=rciaturaenCoiurn-
bia durante los años cincuenia, reccrdaba (Gien 1982'
312-13):

)
a Yo proverría.le un D.partamerrto cie Ceología cie 1¡'
LiniversiCad de Columbia
Iiey' Walter Bucher' Joe
l. absolutamente contrailo a Ia deriva continenral i"Ía¡shali
W;;."i y los mrtchachos no querían saber nada de ell:;.era anatema
Erving era un
¿..fuoáo anti deriva y el iíáer en ccntra cle 1a moviliil:rcl' talto
) intelectual como
F emÁcionalmente habiando. Jim tsIelrtler y Javier Le
parecida.
Pictlon pensaban de manera

)
¡ años' lo resume: "ia
Como Ellen l{erron, estucliante c1t posgraclo r1': cso:;
) lilosofía de Doc Ewing cle que los ccéanos eran algo
ptrr)anente era 1a línea
) rdeológica de Lamont" (Clen 1982, 313)'
y l¡'. fuerza impulsora de
É MaLrrice Erving fue el funclador, en 1945 , l'"rego
munco en
) r-r,".^i. gr r" h¿Áía llevado a ser uno'1. de los centros pioneros del
u ¡r..tig".i¿n sobre geofísica m¡-rirta arlbiér era' tn ci dece¡rio ile
cle las-personas más resp'lnsebies ciel clescub i ünicrll o
1950' Lrna
cle clue las dorsales
) Es i¿lcil conjeturar quc él
l. oceánicas Consf-iiuían,,r, ri,i.,.,.,, glcbal conectaclc.
a tal siste ma conlo s. propieciaci ior¿leciurJ. Si alguicn habia
cie
) "..:iá..",r,
tec¡izar a propósiio Cre su sigrriiicaric verCaCerc' seria éi' o cuanric
menos
¡. Pero
áigui.".o,i qri.n él pucliera esta¡ incondicional mtnte cl¡ acuerdo.
eso es
perio'Jo 1965-55'
) .rie.utociOn. Exisren dccumentos publicadcs, artÍculos del
I provenientescleLarnont,ccnf,.tertcscrítica-s¡i]ensencha'rnierrt"oc.leliecho
- il".inu'V a las hipótesis cle Vine ldatthervs' L¿Lno¡tL era ttn centro importante
1l'ina y a Matthei'vs'
¡ donde no se pasaban por allo a
a ljn ar,,ícuio (Heirtzler )r Lc pichon 1955) se ¡:r-, ierc:¡b ¡i en
períiles magnéticos a través cl<l 1a clo:, sal clel Atiántico. Ei
el an:ilisis de 58
párraio cedicado a
"es claro' por este estu'lio'
- ia tripótesis ae Vine-Matthev¡s concl'¡ía (p 4028):
h +," iu *oyo. parte de los pcriiles no se ajusta
a l:1 pli ta que sr'rponen Vine y

- M:rtt hei','s " .

¡. '-p;ot.roartícuio(Talwani,Lri,ichonyLieirtz_l:rigó5)seanaiizabannuevos
datos cle les ilorsales c,el iacíiico orientai y cie ir-ryi:j:r.es
al suroeste cle
)
s¿ccicin a señaiar cinco prcbl:-
isla;rciia- En esié ariícuic se clediciba lina ,breve
f. *.¡ Jrir;¡¡.lpóresis dei Jesplaza.r.i.,iento, . se deciica b.la'ties veces rnás espacio
) ccn cual "ei mc'¡imiento
a e'iabora¡ ilna "hipótesis aiieinativa'' cie acuerdo
F
;¡ importanie sobre las zcnas
rde fraciura, Cebicio a' la icrnración Ce la do¡sal'
sería'entonces vertic¿il, rrc ]roiizoiriai" (p' 11f
i) i]os páriaios ciespués ponían
¡. de relieve,la irnpoi-rancia I :ie, er su ccncepto, tellia
¿i sists¡ia de dorsales
¡. cc.'i.nicrs ccillrales rle E'' :::l:

F

En nu:.:;t¡o coj:::j?to, cs r.h:-isr':o :i i¡LltltS lie visia:lcglirr ':Lcu¡-i
ei principal i'elór-tenc
q* ara o,,'.,¡.,u, a: cl si.st¡,rl, cil d:l 'r"i:s ¡cei"ilic::'s c:l¡:ir'lltl' ''llra el{i:teilcia se cii'iva
t
I

I
I
I

JCC LA E,XPLICACIÓi'I DE I-,\ CIET'lCIA l

p'r:exlsieníss en las.propie-
c1ecambios en el manto subyacente V¡-iaciones iccales
ia localización exacta de la cresta
dacles de la corte., y ei munio superior deter¡rinan
cie f'actuia no son
Jorra, V pcr ta-nio ios clesplazamienlos veiticales sobre las zcna: siste¡na ie dorsalcs
topográ iica dal
nada más que detalies impoiátes cn Ia expresión
oceánicas centrales.

er una
Otro artícuio (Heirtzler, l'e Piclicn y Ba-rcn 1966)
se enfcce,ba
inves'"igaciónrnagnáticadeladcrsal'JeReykjanes'realizadatnl963yrepiocc-
figura B'13 se muestiauna
,u,lu pá, Heiitzlei rnediante la cotnputaclora En 1a
la recienie-
,".rián de1 perfil de l{eirtzler' Es sorprendcnte 1a semcjanza con
dei úitimo trabajo
n1.1* ¿.r."frlerta clorsal de Jua de Fuca, pero la noticia
de La¡¡ont echó dc
l. rlt" fwifron aún no ilcgaba Lamont' Si bien elnogrupc dcl ens¿rnci-t;r miento del
ver la simetría en ei perfil, la tcnró como prucba
cle la pai-rta nagnética por
lecho marino, sino simplen-reiitc de cieito contiol
materialsituadoenlat]orsalccniralobajoella'D:dicaronunascccióndel
,,iiipótesls gcolósicas" quc pcclía.n e:ipiicar la pauta irLagnética
artícu1o a las
cle Ia siguiente manera (P. 44C) :

y magnelización dc estos cuerpos'


Si bien pueclen ponerse limites a la conliguración
el origen que sc atribuya po't't esiructural gencral depender'ri -de- la hipótesis
geológica que se aclopte'
"'tiizL
io toc¿i"ciOn dtl cuerpo axiat bajo ei lecho del valle
¡'tl-tito pe rmiie suponer que consiste en materia'l
agrietaclo en la dorsal centál tl"l
volcánico que llena gti"to it"slunal' La cxisie-ncia cle anomalias cada vez más
pequeñas a los lados
"tln ,-"^,iáu nor l{eirtzler y Le I'ichon (1965) a una pauta de
r*
pfutitl"'us (1963)'.por olro lado' siguiendo a Dietz
fracturas subsidiarias. vrr" v
(1961), indicaron que esra faute poCia deberse
I la expansión del lecho oceánico' a
rer¡ativ: nrente de manera noimal e inve¡s a'
i,rJíá.i^"¡" á" ra dorsal, r.,"in"t it ta ' Ihipótcsis no explica el carn'bio caiacterístico
Sin embargo, .n ,u to""" esta
cn la pauta magi.rética u
'-tiual
pJ.ir'á" t^ ,ona áxial hacia los flancos ni la difet encia entre
Ia anomalía a-rial y las zonas adyacentes'

concesiói-i: si 1as pautas magné-


Sin embargo, ellos hicieron una importante
del meclio local' los tletalles de
ticas eran en verclad proclucidas por materiales
dcrsales diferentes'
la pauta magnética serían diferenles en
IvÍiconcirrsiÓnesqueCnig65eramuyposiblequelosgeofísicosrenoln-
bradosfueransatisfacciordstaSyauna-sícligieranunenfoquecstabilista.U¡o
clelosrequisitoseselalto"'alor':oníeridoalosresultaclosestabilistasdelos
cognoscitivos
pr"frla*^ cle tlccisión Esio se tenia muy en c''i'nta' Los recursos
en lugar dc geólogos) ' asi como sus reputacio-
de estos invesligadores (geofísicos
personales' estaban liga'los
nes proiesionaies, y aun ta1 vez sus compromisos
que rnanejaban no se contrapc-
con rnoCelos estabiiistas Ni ás aún ' 1os modelos
nian evidentemente Coil 1os c]atos, como
pudieron verlo, ni hacían inproballles
iccho marino y de i.versio.ies magrréti-
ios cratos cn ia ausencia d. .^pnnrión cicr
iiilico 1;ccr'do lui: quc' ccino se vio' esiaban equivocados
cas globaies. Sii
30l
L/. hXPJ-lC.\CiON ili: L¡r R'\TOLUCION CECLOCiCA

Anomalfas magnéticas de la dorsal iley4<janes

29" 27', 23', ll


33'W 31"
B

o
2'N il 62'N

B
(-

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590 E3 O:!a

A ',i I l:
C

E, B/ C,/- 58" N
58'N ,.\ 23" W
33'W 31'

da anornalfas
Fig. 7. PatrÓn magnético dol árse invoStigada' Las ároas rap16sentan
politira. dn la Fig. 5a y b ostán eombreadas' Las rayas cortas
itólr"" o" ..""ánu" is relracción síernicas do la Fig S Los círculos
reprossnlan epicantros do tgrromoios'

FisuraB.l3PerfilmagnéticodelaciorsalcleReykianes's9gúnlIeirtzler''lomadode
Heirtzlcr, Le Pichon 1 tsaron 11966' 415) '

de que apareciera
En este caso la relnbución no se dejó esfierar' Antes
de I mismo
impreso el artículo cle 1966, uno cie 1os grupos cle invcstigación
a 1'/ine y
laboratorio cle Lamcnt volvió coa dlttos que ilircyrb.In ciecisivamente
:!i3ii-hews.Yotrogiltpo,qLlee!][onie:]Lrab:lj:Lbr-titi-liiloni'eslal¡aa-¡unto
de co::roborar con ..i¿tos ,i5'rn .'t'tl asp''lrr' ¿ f '¡¡lir de este n-rc)lnenlo
ia
I

1
I

tc2 LA il;i?LlcÁciÓ¡i rra '1..\ c:!¡lcLA. I

eciivi.lac se y.,_ielve tan a.gita,ca, ccn iineas de inv'esiigación tan diveisas que de
pi.crlto ccricuiren, qu3 es l-iiiíri1 pÉseatai ula relació¡ iiaeal de los hechcs.

El pe rfii meg;téiico E!!t¡:tit¡- l9

De septiembre a no',¡ie¡iib¡e rle i955, unc ce .ics esf udlanies ie posgradc de


i.[ci¡izle¡, -',, y' al'''cr Piimar, se embalcó en ei buque ce investigacióa Eltcnin para
e;<riorar 1¿r clorsal Pacífico-hniárti,:o. El ma,gnetismo no.era de lo más impcr-
tante para eilcs. Comc io rec.rerda Eilen Iienon, quieil también se hallaba cn
lii tripulación: 1'La mal¡or parte dei tiempc recolectamos i.itcs sísniicos, pei'o
no sabíamos qué íbamc: a h¿"cer con ellos Pcr entonces ningr:no de nosotros
se hacÍa cargo de ia hipótesis rie 'y'ine Maithews" (Clen 1982, 332) Por su
parre, opdyke informó que "en el cn..:;rciaco ce los prcpósitos de inve stigacióri
de esos cruceros no se hacía mención de 1a h.ipótesis Yine-Mattchlvs"
(Clcn
re32, jl2)
Cuanco eilpezaron a ¿ilalizar los datos en diciembre, inmediatamente
reconociei.on la semejanza entre los p.:ifiles que habíalr obtcnido ellos los dc
y
la clorsal Juan de Fuca que acababan de publicar vine y wilson. sin embargo,
no sabían qué hacer al respe':to Pitman recoriaba (Clcn 1932, 333):

En esos momentos, en cliciel¡rb¡e, Ellen Herron y yo apenas estábamos reuniendo


datos y todavía n0 .-'rgíamos los temas p:ua nuestf ars tesis, ni sabíamos Io
que

Dietz; no coiocía bien la hipótesis de Vine-lvía¡thc'.r s. i'io estaba yo consciente de


iu, fórrr.ro."r. No había leírlo y estudiado ei ariÍcuio; €n ese moine nto no era algo
q.,.'a. p-.ni"ra importa te. Desconocía que Le Prchon y I{eirtz-ier se habían
ápr.sadó en la prensa tln fuerlemente contra Vine y N{atthelvs ' rl

Fuedesprrésdelal''laviciadanterioiaqi-ie,'ritinaryilerronreglesarara
analiza¡ los datos del Tramo i9 de la investigr'ción de Eltanin' Ese resultó
ser

el perfil crucial. Según reliere Pitr¡a-n (Glen 1982,334-35):

proyectadas de
Ilecueido que rlna noche entera nre la pasé'¡i':ndo ampliaciones
p",¡f.t, toÁu.¿o simpleni:nle los datos rle anomalías magnética's y haciendo ligeros
perpendictriar
l¡urta, pum q,,. se vieran ':Orno si se hubiera recorriclo una trayectoria
,i .j.A"toaort¿.PeguéenlapuerladeOpdyketodoslosperfilesde-E/1a'rin19'20 en si'
y zi y o,"fui a casa u C.r..rl.,i, un rato' Cuando regrcsó' ei hombie no cabía
!,tuúo conutnti<lc que habianros prcbado l¿l e'tl'ansión del lecho ¡narino Era
la
entrc los perfiJes: Ia co¡rc-
orinla.u u", que pocila ,".preciarse la absoluta setnejanza
iación, anomalía por anonl:rLi:l El aconte ciniento absol''ti;t mente crucial
eia la
srr¡,etría bilareral *, L!tt¡ni¡t,'9. Lf na vcz que la 'rió Cpdyke
exclamó: " ¡Eso es' io
Iograstc I''
303
RE\/O L, UI] IOI'] CECLÓClCA
I-¡\ E}iPLLCAC]IÓN] DE L¡'

perfll E'ltci¡tir'i segitl apareció inLpresc


En ia iigura 3'14 se reprod'-rce el '19 ell os
qpitml" rii.*r.r 196ó). r.róteseque para entonces
el siguiente diciernbre tlr \'irre v V/ilson de 1965'
habian a.topteao tt *oatto r'i'tt.: tt' t"'t"lo
;,PorquéOp..lyk'ott'oio"t:l"¡.,"'JntJq"r':rr-,,i''c'i'r¡sirrdci'aexisttnciatlt Me
del lecho mJ;;? ¿y p". qué los otros fueron tan lentos?
la expansión
¿tu"o ¿t t""llo*t''io El caso rie Piirnan es lirly obvio-
ocuparé de Opdyke
f::::l:U" ccn Lamont)' simple-
Como estudiante cle posgrñ'Ot'i"i'*Ot" parte
familiari'uio tu" lo' rnodelos movilistas' I.Jo formaban
mente no esiaba
conceptuailio tontt-io ocurría cr¡¡ los nodelos estabilistas'
de stt reperiorio
a.preciar esraba ocurriendo y Io. crr.re
Naturarmente, le ror.nó ";;¡;;;*p" :atisiactori:i' sin embarso' é1

percaraise cle que el


'"""'i;;:;;;i,i^;;;; EASf
i cll ]<t1
w€ sf 2aD

GANIMAS
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ol períil Eltan¡n-|g ano alías nlagnétlcas;
Fiq.3. La.:urve ri:eciia 'it'á'punn
rcprescni¿l -da Ói í¡cCelo de la do¡-sal
iní3í:or etiti
el Doni3nie e'lá a la o"¡."t"^
-r
i..ip"*''.ülu""es rjr año: aliás) ec relacione con
Pacíiico-Á'nt:'r' iic'' Le cscal:
ilo '"r'5 cm/año' Pued:n
la oscala ds clilanc!a p"' J"ul¡:-' l'n=a"l't'n.iitnio
verss ras épccas
'J
masnát'""';';;;;t" *-'^o"T["J: ':f: ::::::t3r?il'
'
ii:i;:l::ll'-";'*J#;l:;:Il', [.,.'' o:' ;:"'%1":; ;:'""="' :
"! "' .''" o

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.lo cie rnoma'líar'
cor'l]DUt.

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; j:, ::::::i"Xt:::?-
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Figura 8.1qt ii.e I iii na gr:iieo cir
l'-ntárii;lL' Tuii:.'i! tl: liinrn ;' iiet'
l- L? ii'n?I:
vrdo: i966 P0r i¡' i.-r''AS
3C4 L,'., EX¡,LICACIÓT{ DE L¡!. CiEi{CIA

n srno en ese rroroento aio teiia rJn inteiós pioiasiclai csircciaiiaenie íuerie c¡r
el estabilisrnc. Su inte¡és plciesi.;i-,a1 ir,rnedl¿itr; era el de glaiiua'rse.
El cie |Ieirtzl;; os ur caso d;.ii1ri ). S.-3uit 1: n¡'-l r'; Dldykr (Gien i 932, -:35):

Heirtzier decía q''re el períiléffa¡:i¡¡ ,i 9 era cieirasiacic perfecto, pror-iuctc rje cor¡ic¡r-
tes eléctricas del rnar,lo sriperior, ccn tal de evadi¡ Ia hipótesis Yine-l"iatthe *'s.
Lograr que Heirlzler canibi¿¡a d: cpinión ai ies2ecio luc un prcceso que cir.rró
alrec1edr-¡r cle un ¡nes. La r'¿zó¡ d: e:to fue que el verano antcrior habíamos teniclcr
una acalorada discusió¡ sobre los lrcs artículos publicados pcr Heirtzler y Le Pichon
scbie la dorsal central dcl Atláritrco... Dijimcs a Heirtzler y a Le Pichon que
probablemente estaban ec.uivocadcs, que nc pcrlían pasai por aito las inversicnes
magnéticas como una posibiiiCad en el ordenamiento Ce las anomaiías magnéiicas.
No poriían aceptaÍio. Y lo q'le drjinios no les afectó en ic más iníIrimo.

Este no es tan sólo un casc c1e "cxpliczLción del error" dei científico de parte
de sus colegas cientítlcos, como lo citscribieron Cilbcrt y i/i:rlkay (1984). NIos
habla de ios poCr:rsos intere-ses profesionales cic Fleirtzler rcspccto del cstabilis-
mo. Sin er.rbargo, tanlbién irricn,initron los ¡ecr¡rsos cognosciiivos más ge.re
¡ales de Heirtzler. Como señala Fitman, "i'leirtzler no era geólogo y no lo
apreció" (Cien 1982, 335).,8n eiecto, Heirlzler ni siqr;iera sc entrenó como
geofísico. Obtuvc su tílulo en t'ísica,r, llegó a Lainont proce de te de 1a Ceneral
Dynarnics Corporation, donde }i¿rbia trabaj a<lo desmagneLizandc submarinos
nucleares. No conocía naia a propósito de la.Jeri'¡a contincltal aittcs dc
confrontarse con 1a hipóiesis Vine ldattl,.e *'s (Frankei 1932,31).

La confirmcción de los sed!n?nios del lecho ntrtrinc

Casi desde sus principios, los rnvcstigaciores clc Larnont habíarl recoiecta.io
rnuestras de núcleos ciel le cho rn¿lritro pror'uiicic. lnspiracic Doi estudios a te
riores de pa-lecmagne'r-isnto e.r nlue:jtras sinLilares, Ewing habia intentacic sirl
é;<ito d'.rrante muchos años ier .stra-r la viabilida,l de iaies esluclios en Lamoilt.
Ante el crecierte interés por cl paieomagnetismo que sc dcsp'i.tó en la comu
nidad de geólogos a principios c1e los ¿rños se:jentá, Ewing volvió a impulsai ia
idea. En i 964 Lamont ccnira.ió a lleil Opclyile con fc ndos pi. opoicionados por
la Oficina de Invesiigación lrlaval.
Opciyke, o¡iundo de l'{uei'a Jcrsey, había estudiado su lir:cnciatura eIr
Colu¡nbia, como se dijo antes . ToCavía en Coiumbia, sirvió de ayudante de
campo a Keith Runcorn, cluien estaba en Estadc's Uniclos recolectando mues-
tr as para cl programa de gec:inagne tismo .lireccional de Carnbricige. Runcorn
inv jtó a Op¡yke a ira'üajar en urt posgrado cle Carnbri'Jg. a partir de 1955. Éste
sigLiió a !-uncorn a, l'Ie',vc¡st1e tlD.Il-'i'yrle c ardo fl-uncorn ciejó Canrbri'lge '
opdyke esia'oa eilionces c¡r :ti cr:iri ¡o dc lLs rirscr.sicl-les so'iie los r¿óriios
Li, L\i',i-1r.'.i(- la)N i,rE L,'\ PF-t'(1i.1-:allof'l clEoLÓCiCA 105

relativos ciel clesplazamirnio polai )¡ Ia cleriv¡ coniiiierltel' y escribió su tesls


scbre..Paleoclimatolcgíaypalconlagnetis¡locnrell.¡'ciónconeldesplazamien-
tc polar y la,-leri'ra cootinertel". ,'!l completi'r sLi g,raclo en t959, hizc un año
de posdoctoracltl en Australia, trirbajando con E'l"varci Irving' adjunto
de
Runcorn. Por esas fechas la mayoría de los investig;rdores del geomagneLismo
direccional se habian pronunciaclc cn favor clel enfoqr-re de la cleriva, )'opdyl<e
estaba entre ellos.
Lamont ccntr ató a- Opdyke porque éste sabia cie paleomagnetismo No
sabía mucho sobre nricleos clcl leciro marino prolunclo, ex.cepto que tal
tipo de
mediciones era posible y exttemaciamente clifícii' )3n e1 proceso de sedimen-
tación, tocias liri panículas rnagntiiicas nalur,llmentt se alílean con el campo
magnético cle la tierra. Coniorn-re el sedimento se comilacta y soiidilica'
las

paJículas magnéticas se iijan. Así, si en realidad han ocurricio inversiones del


.ampo -agnético terrestre, cliicrerltes capas sedit-nenlarias deberían mosliar
magnetismos en clirecciones opuestas. Ei problcnia es que tal magnetismo
,..á n-.rr;,ciébi! y clilícil cle meclir. Tales meclicicnes rl.iiti:rí:ln de instrurnentos
pues' a pesar cie lls
{r., e,r ru n,nyo, parte, simpl.ll\¿¡rie nc existían' "'sí cuanlo
ii..sinuacio¡es de Erving, Opcii,lie ii..r ¡r:o:;lraba rlucho cllttlsiilsúlo en
al proyecto de sonclear ei nircleo, y lrat(i de turrta:lo a sus estudiantes
de
posgraCo.
'
úno r.le esos cs..ucliantes, .ici, ¡osier, era consicict ¡,'l-,ler¡ente h jrbil para Ia
eleótrónica y lit eiaboración cle insirurnentos. Dc It:ciro, l-oster fue invitado
a
que
realizar traba,jo doctor¿rl con I Icirtzler en atercióir a un instrumento
construyó mie,,tra, tra.bajlr-ba en su r¡raeslría en la univcrsidacl c1e F'fcCill.'I'ras
cieciclir estucliar mejor cor-r Opdyi:e, se clispuso a cor''sl¡ltir un
magnetómetro
c1e espín. Sin embargo, en un principio rlo fue
di'eirado para trab;rjar sobre
a Ios
*r.rrr", clel núclec cie lecho marinc proiunCo Sc ¡iiseñó' conforme para
intereses cle ia investiga-ción de Opclylle, y poi 1o trtnto de Fostcr'
usarse
conrocasdetier¡alirnre.AcieináS,para3uaentarlar¡'zónscñal/ruidodesu
rüagnetónetro, Foster lo diseñÓ con una irccuelcia C'c espín rnuy baja' de
sólo
mag-
cinco ciclos por segunc.o. Est¿i frecuencia resultó sár icieal para lnedir ei
su orien-
netisrno en ntLlestras c1e núcle,,r q,,Le , sienclo basrante silavcs, perderian
tación magnática bajo frecuelcias cie espíir m¿is el¿vri¡s. r'JilevJ!mente, sin
Como
embargo, esta c¡,racierística dc discño no se itrccrporó paia tales 1=ines'
núcleos de
el propio Foster lo expresaria más tarcie, "yo no sabía uacia sobre
profrndi,io¿ ni porlíali lt¿rberme iinportado rnenos" (Glen 1982' 329)'
para
Las circunsts.ncias en que liegó e usarse el magneióinelro Ce Foster
meclir el magnetismc nluestras ci:i núcleo ma'i itro prciundc lueron igualmente
fortuitas. un estudia.nte de posgracl.o cle I¡. univci-sidad d,e Rhode isla,nd se
h:rbía. enieraric cle l magrreióia.trrf, .it liost.l- y acu<1ió a ro¡lar pi es iailo el
cüseño
pai-a detern'iin3r i:,,s p;. opieeiacle :; ilag¡éiicas cic 1:r:; lnLie:'r¡l',.; ciei núr:1eo rnarirtc
profrincio p_,ra un irvestigailo¡ ,l¿ iii iJnil,¡l-si11rr.i ¡li: i-,lianri. Du¡lnie coilver-
3C4 L1T ]-,/'PLIC/iCiÓN DE LI\ CIENCTII

y aigunos otios esi,-idiantes ie posgr.cio


saciones con este esrudia te, Foster
algunas mcciiciones de n'ruestras de
Ce Lamont decidieron intenta'r realizar
famiiiarizaC'o dcbl''io 3 o'uc su cornpañero
núcieo conlas que uno de eilos esiaba' cie Fosier
d¿ oficina las habia.,,tC'o f o'n-
investigación de lesis Eir palabras
'''t
(Clen 19E2, 329):
y cortamos una
cuid aclosarnente lo itta¡cainos
Class tomó un segmento de núcleo' abaio Desbastanlos
mue stra; un met,o *at otra muestra' y oira unmetro Inás
"¡oio otittiátl¿" Meclimos el primero: [su magiie-
los tres especíment'',"t"'iJ"Jo^"t siguicnte y la
Luego procerlimos ccn Ia
tizaciónl era fuerte y fatttnr""1" t"tonocibley
fuc nortr'al'
i.^1" i.i*,iart luelo meclimos ia siguiente

algo iri'rpoi:tanie entre rnanos )' lialna-


Inmecliatamenle stipiero n que tenían
quienes-estabzr Opdyke y uno de los
ron a sus respectivos cor'sejeros' entre
Bruce Fleezen' Opdyke estaba coll-
invesligadores printipatts á" i'amont'
grupo clc Flcezen en su laboratorio de
trariaclo por el repenlino in¡'jo del
ai propio Ewing' Sin en.ibargo'
paleomagnetismo y Ia tii'p;;; a"icanzólncluso profunclcr
cn muestras clcl Itúclco rnarino
cl e,"amen detallacio dtl 'i;;'t;i;"to

cr¡ando Pitman' en 'l "ua'to cle al


lado'
"T:::":,i:T.l?l,l'r,".,'n,,'cnte
analizaba los perliles magntlticos
obterudos cn el viaje ciel 'E1la¡ln Pronto
Ia misma coi' liguración' EI registro
esluvo claro que arnbos gtttf u' ot"tt'uban
que Pitman obsc.rvó bajo el lecho marino
se
de invcrsiones geomagnéti'cas
que rec'¡bría. ese mismo lecho En la
e.contraría tambié, t" fo' '"tii.,''"tltos
clue el siguiente oclubre prrblicarott
figura 8.15 se reproclucctl los resuitaclos
(1966) La figura mr-testra los resultados de
Opclyke, Glass, liayz y lt.-:ste'
de núcleo dif e rcntes ' provenicntes del 'A'rlátr-
sus análisis cle siele muestrus a otra
es notabler¡renie serncjante Ce una
tico Sur. La pauta de inversiones
muestra c1e núcleo.
piii.r.n p,i.,.ipahnente sólo en cua'nto a 1a razón de
sedimcntación'

La integrución de los claf os

En parte por
piezas importarLtes Cel rompecabezas'
Sólo ialta una más cie las clei
irLvirado a fo¡nar parle de la Facultad
su alnistacl con FIess, Vine fuc
:lon' a partir del otoño de 1965' En noviernbre
clepartarnento de I{ess tn Ptint
Ia Socieclad Ccológica Estadounidense'
\/ine asistió a 1a reunión on*"f O" liuca'
y Wilson p""n'o'on' artículol; sob¡t la ciorsal de Ju¡rn dc
doncie él "sconoció a Ilrerlt Dalrymple Recuerda Vi¡re
Lo clue es rnás imporlantt'' Ul"t
(Cicn 1982,310):
GECLÓCtCA 30i
L-;\ }:.'(]:'LI CAC JOi'] DE i-A,REVOI-UCIÓN

F
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Z!
c? 1
,l

1t
§

si
¿9

{
I

I
I
I
resultarlos.lel esluclio ú'n ¿rl eslratillraio n'agné.llco de sieta
i Fio 1. correlación cle r¡ueslras
;;;;i,;;;;;;;;ü-. á;j Á;iá,i .o Lot slrrrros"mL-rro!' rnd '"rn que las
i ;;i;;';;ñ;i.;.lai'Áoimalme¡te, los s gnós 'rnr;"q rE-i'srae se encuenlran
manera in,ert'ti", ios-le-t'¡t grLd!¡' teir'1 a. las zonas
con f auna
;;;;¿ii;;;;;;" r¡arca (1'2) lnserción
iiii. Ei átrr"tlqt"fo magnéiico, ."1,Ánut izquiercli
I cJesde
I
I
o riqe n de las muestras.
I

I
¡
il*
por sedimentos
Figura 8.15 Comparación tle Ias in'¡ersior)es megnélic?"s reveladas
profrrndosdel,ariosl,.rgareSdelAtlániiCosur.TonadodeopdykeyCols.
(1966, 350), clerechos resetvados 19óó ¡'';r ll 1i AAS-

i-omasimpoitante.i:1i.'reutriói.,illehaberco:til¡lilila,.IirenlDalrynple.Enuna
convers¿rciói-r pri'racLil qrie rla:iitlvir-llos cnile rln? \'olril
sesión' fr'e dijo: "Creeinos
3C3 Lr\ EX.OLiC.¿',CiÓij DL I-A.IEJ'ICIA

h-abe¡afiitadounpccolaescaiar-ieirversiónCe¡cia'ricilC,pe¡oenpa¡ticularherlos
cleiinidounacontecimieniCiluC},o,clacontecin".leiltoJa¡arnilio',.inmecliaial'ncntc
dc iruca pcCÍa
me cli cucnta que coil esa nucla escz1a ternpcral' la dcrsal Juan
era fantástico'
iilterpieiaise en función de u¡a razó11 constante Ce expansión Y eso
de lo que
pcrque nos dimos cr,ie ia Ce quc e1 rcgisttc estzba nás cla¡¡';nenie iI'presc
habíamos previsto.

üormal que
El aconiecimienic iar ainlLlo es e1 b¡eve ptl;o:ic dc nia¿il:ils;ito
se ve en 1¿ts escalas
se dio h¿1ce airecedcr rie 0.9 niiloires de años, como
y Si ilsoil hai:an co¡liuit-
corres ponciie tes a 1ló5 ¿1e 1a fleura 3 5' Comc Vine
que la r':zón
Cido eiaccntecimiento J:-.ramiilo con e I Ol'iuvai, habian conciuido
deexpansióndellechomarino.ramáSbienirregular.I'iechalaiclentiiicación
nd entement e consta'nte'
a.Jecuacla, la razón de expansión reslrlta sel sc rpre
Diiiere, sin embargo, stgiin l:r región del Inunclo cic que sc trata'
Una cie i¿ls
cosas que ha-ce que el peifil i:'!lt¡¡¡n - /9 sea i infc¡¡i-rativo es la razórl de
expansiónielativa,menteaLtadeladolsalcicli'acíÍlcoAntáriico:45centí-
incluso inversjoncs
metros por año. Bsta ra-zón tiace que puedan observarsc
relativamente codas.
de 1955' Eso
Vine visitó a Opdyke en las instalaciones dc Lamont en febrcrc
jón de los grupos dc Lamoilt en toino a los pcr filcs
ocurría en meclio cle Ia exciia.c
Lcs cientiflcos de
magnéiicos de Pitrna¡r y a los esiiirlios nucle¿res cic Opdyke
0'9 milloncs
Laáor,t crcí;.n haber clescublertc un nuevo acontecimicnto en
de años. Hasta había.n piopuesto un nombre para él
\¡ine dio Ia noticia de ciue
el mismo
el grupo de Co;< y había cicscublerto el aconteci¡nicnto dándole
vez' pudo ver por primera
nombre rle iaiantillo Creck cn i'{uevo México A su
qucdó sorprendido por
vez cl perfil <le ElÍanin 19. É1, como todos lcs demás
imaginaCo quc el registro
su claridad y deiinición. Ni siciuiera Vrne se hzrbía
puclier a ser tan claro.9
vcz en público a la
Todos estos resuliados fueron presentaclos por irnera
pi
Geofísica Es-
comunidad geológica clurantc la reunión c.1e abril cle la Unión
ta.Jounidense'AllanCoxpresidiólasesión'Hr:irtzlel(¡noPitnlan!)presentÓ
en cliciemb.re
un anáiisis de los perÍiles de EltctnLn, el c''tal apareció imprcso
de la dorsal dcl
(Pitnran y Ileirtzler 195ó). Vine comparó el perf rl del E!tanin
cle I'uca y de Re¡ x janes y
PacÍñco Orienta.l con los clc las dorsaies rlc Iuan
las repercusiones p:ira la expansión dei lccho
rnerjno Err le f,igura B l6
derivó
(Vine 1 96ó) '
iciemb
stran las comparacio ILis cumo aparec icion
eilLrei cl i¿
se mue
prelirninar de ios tcstimonio:
Finalmente, Opdyke prescntó un panora'na
recogidos con los núcleos de1 iecho manno
prolunrio' Allan Ccx resumió unos
a-ños mád iarde sus sentirrlientos respecto
iie to'1os estos hallazgos: "ese fue
1966 no hubc¡ ia inenor duCa
el año más .tlo.ion^nt. .lc mi uicla, porque cn
clc lii e x¡ransión 'lcl lccho rnarinc
cra correcla" (Clen l9E2'
rie clue la hipÓicsis
3'.te).
--a
)
)
)
- LA Exi,Ltc,irtioN DE LA n¡vttt.uctóx c¡o¡-óctc¡. lc9
)
- EI i¿O'¡iiISLiC .i'ASIr I\, SER I.JNA OPCiON
)
É SATlSFACTORIA
)
He argumentado con anterioricia.C que en el decenio de 1920 no hubo revolu-
- ción alguna simplemente porque eran rnuy pocos los científicos para quienes
)
el enfoque movilista era una opción satisfa-ctoria. Mi explicación del éxito de
- la revolución de los años sesenta se ciñe al mismo mocielo. Ocurrió porque
7 pala la mayoría de los geólogos, aun para aquellos con fuertes intereses en
) contra, elegir el mo.¡ilismo en lugar del estabilismo se había vuelto una opción
ts obviamente satisfacto¡ia. ¿Por qué ocurría asÍl' ¿,Cuai era el íactor deter-
) minante?lo
) Resulta útil ahoia considerar 1os tipcs de arglrme to qLrr- se esgrimen cn
) contra de la e;lpa-nsión del lecho ma¡ino, coin,¡ los publicados por inves-
)
? KMS

)
t 160 a
7.¡¡.,
)
¡. 4"4ciríyl
'11r0
) J L DOR 3,.4.1 D=L PACIFICO
OR IENTA L
¡. Cf 120
) o
o
¡ 5 100
- Lll // 2"9cnlyr
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JUirN DE FUCA.
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DOÉIJAL DE II EYlUAi.,] ES
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ESCÁLA TFI¡PC3AL E¡] ¡\4ILLC \,=l: n= .1ir1q
3 4
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É , Figura B. ió Complración rii irine rj¡ l:¡s razc¡nes ri¡ ¡¡r::r¡riharllentc dei lecno rn3-rrno
¡ en tres tl.isf le:1. Tc¡r¡ricl: cle Vicc (19íí,, 1-l i0), derecho: reservarlcs ltcr
É I ¡. 1'= 1!.'. Ii .

¡
CIF]NCIA
3i0 LA EXPT,ICI.'CIÓ]''] DE LT\

Le Pichol e n 1965. Un
tiPo de argumen-
co¡no i lcir tzier Y
I

tlg adcres de Lamcn t el iirocleio I

caract erislicas cle lcs datos nc exP iicadas Pcr l


to consisií a en seiialar era que las an cnalías magnélicas
Una de esa-s caiacieríslicas r--^^1
Vine-lYlatthe',vs ' vlelaln Ge la Llul ¡Jr'
1

nás iejos eslu I


-i erráricas cuanto
eran tanto más débiles Y raS vts ta de Ia leoría de
ilescle el Pun[o cle
proP ósito de tales irrgun''entos '
1

El coino re presentanle de ui-t


I
I
;ra¡ el mo'ielo Vine-lúatthews
decisiones, era elir¡ti estabilista'
la realiciad !' 11o dej c como [rnica oPción el c nfoque 1

óstado p osible de el m ejor de los casos,


aCtl lecía Ce una debiliCad' En y
i
articular Proplreslo Poí Vine
Ese tip o de argumerttos
en lI
que el moclelo P
demostra ban tan sÓlo n o es coino Para sorPiend
erse. El ¡

u e no io iuera
Matthews no era adecuado 'Vine Maithew s no tenían ernPacho en a dmitir. 1

simPle, co mo Y
co mplejo
I

moclelo era muY era qu e ningún modelo más


argumenlos llo demostraban gcir eral de
Lo que los
daios ' Este errcr ilus[ra Punto
el 1

exP lic¡-r ios


clel rnismo tiPo Podría Pero
fácil imPugnar u o modelo Pdrticular t 'ácita-
e¡1
q uc puede ser exPerimenta lmente -I e ste punto incluso fue
r t orlo Ltn enfoque '
resulta rnuY diií cil elirnina al inodelc Vinc-
los ProP ios críticos cuando s e rsíiricron
mente admitido Por no tenlan
forma que a ciu:ilinenle titne' ' ' P ero , naturali-nente,
Ma[thews "cn la MuY Por el contral to '
interÉs cn con\;r-lr'l:' ¡ c¡iras iormas dcl nr odelo.
cl ntcnor hacerlo
(en un senticlcr ;rlgo nrás velterncnle ) no
Ics interesa,ba cie la hipótcsis
argurnento qun prcscntaban Ios crílicos
El otro tiPo cle
cómo los da tos citados Por
Vine Y l''4at-
consistía en Inostrar
V ine -iüatthcws ili sta. Si se entiende en función
explic:-rrse usa'rdo un m odeio estab el
tonl¿i clc clecisiones cientificas'
thews Podí ar.r
de la
de una exP Ilcación satislacciolusta es cl¿iro: cle inostrar que los datos no sot't
propósito d e este tiPo cie argumen[o erró¡leo ' Este es
enfoquc de la exPa irsión del lec f io marino es
im prob able s si e1
resulta cruciai Para
que, co ¡1 base en un ino.lelo,
cl juicio de P robabilidad csle (s Prtcl\il-
los erlioqu es movilista Y cstabilisla Y
cualquier dec isión entre 1os regislros magnéticos
juicio q ue cambió en vli1u d de los Perfiles Y de núclco
el
nrente
ante 1a exPedici on del Eltanin en las mue stras
encontraCos d'Jr
o'T::'t?i,.", tlc Larnonl arlmitiero. en sus publicaciones de 1965 que su
a etallado tle las anomalías
no ciaba ra.zón pr, ,, ;;.;;;;;;tu .ri*"i"t
modelo
IXil.1,.,,,",:;:":r:::.i:i:'.:,:lX::Xl;.t'ül;:Tiil:'".':?l::
si' pcr" '." tt'u-t':':'^'-:.1.n
a h pr'-rr r ¡cn"ral ]",,f-,tirntc, ittcron notabics
ill i;;;;;i"'án" loi.,l" r'o q''re se
'nl.ont'1 1?-ouc rlorsates scparadas por
:;;' ;;";;;;.;' i: i.-':lt:':l}?ilI1lJ:lllllll ¡, más,,a au,a corres. p
lt' ne
rrriles de kilónrelros' I

;"::1,;:,i;.".,i,,i,:"ry':l';:i:f:+ilf
lL ptrutr dr'.invcr 'r'rl
::::ll'l;.'^':::l:::l:':'."Ilf''li
imag:nlr modclo
.on ¡c,lir
,,"r..-á"' n' 'lol"::
ct-i :\,:',j::l:::1"i:',jif-i?i:.,í;":
c1tlc.
no ruc,, f a.tás'ti'
'i..r^.,r,r.o
estabilist a algunc sr la naturaie za
:l r L¡o iis ica menle I Inpo:ir
111'
::,".;;; ;,' ;;"b .ible e i rr
l.
F-

ION CF-OLOClCA lll


LA EX['LiC.\C]ÓN OT "' iit]\.OL]
IC

magnética en cLlerenles formas en


y
hubiera dejaclo una compleja firnra
ofrecia ia única explicación ima-
diferenles lugares d.l "Ilil;l;i'"'ouitl'Ino y en esos
llegado a encontrarse en esas formas
,i."¡i.'¿..Otrto esa liima habÍa
lugares'll nlinrlnzrmente abierta la clecisión
Inciuso para el satis laccionista de menle
estaba clara: elegir el movilisrno'
No necesilamos suponer o" li'Trltl:*
epistémicos' I-o que ocurrto' fl'ls Dleñ'
de operar los intereses cluc no ftterao
queriaron a la sombra- dc los detos-a^st
iue que esos otros interese s 'i"lptt't''ttt
con base en rnodclos 1":,*:-tl::
.l-lA. fo, fuertes jLrrcios cie irobabili'Jaclrlitícii, cs p,osible que los testtmoruos
nábamos líneas arriba' Así pues, aunque juicios de
experimentales sean lo sLr t icienten-rente
fr:cries (cn el contexto cle
ftleites) como para producir el
orobabiliclacl basaclos tu motLttu'e igualmente
,.lestronamienro .le totlo tln enfoq'.re'
d': i:i cie riva colrtinental llegara
Toda vez que l" f.rt" d;;;.r;Jo"i"'o 'i'utt
1:r tecrí4. dc Wegener' es lmporlante
a Llsarse tan a mentldo po'l in'lr'g"or
clecenio cle 1960' se tomó en favor
poner de relieve c¡re la clecisión q"t' tn el
c.ictaliaco nueYo de los
'del movilismo n. atp"náiJ tit- qtt- tu"t' un mt''cltlo
mecanismos cle la deriva contineatai'
El tlrecanisn¡o cie las corrientcs convec-
clel descrito por Holrnes en 197'9
La
tivas propuesto po. Ht""iotu áii"'iu
la clecisión cle que cierlc tipo cle
decisión en favor,r.l "r;i'i;;" .o-p.-u,líu
moclelo convectivo era correcto ' (1982)' que 1a principal
A veces s" i,n l"¿icoáo' pá' t¡t-pfo poresCierr qrle antes t¿rnto los modelos
y
cliferencia entre los ¿rños veinte los
sesenia
como los clatos eran p'i"tipal"'e"te
cualilali"'os' lrientras que después ambos
cisiones expiica
se volvieron mr.no rni,
.llnt.i,;;ñ;, El anaiisis cie reoría de c1e Una predicción
mas cuantitaiivos
parte cle l¿rs virtucles ou;;;;t;';;¡clos
pero cuantitativo tiene una probabilidarl
cuantitor ivrde un modelo incorrecto que una predicción cralr'
mucho menor ,r. ,tt t";ii;;;;a actitlentatmente
equivocecl0. Así pries, con modelos
lali ya cle un mocrero cuaritativo iguarmente juicios probabilísticos basados er.l
los
cuantitativos ron tnt'tt-to "'*e""tg"to'
*oá"fo. qtle requiere una eslraLegia satisf¿cciorrista' elciertos aspectos con ei enio-
Finalmente, Franitcl (1982)' que simpatiza
(1977) a la comprensión de la
que de "soluci¿,, at p'iuf"iutli dt Lo'''¿'n
cl' Ltrn.rolrr.se o*^'"" 1l,:'":Yt-':"
ciencia, ha propuesto o;t i;t cieniíficos
los problemas que anteriormente
en gran medida at¡iAo zlitt" se resolvieron
es cie.to. clue tales problemas pro.nto
asociaban con ese "nroq.r,.. si bien
sido la razón cle que los científicos
enco traron solución, ;;;; o;; t" ttuv' parece
cle Lamotrt cambiaran ;;;;t"tt''
En particular' el orden temporal no
ser correcto. l-",.,ort'tiln clc lcs
problemas anteriores' como Ia ambigiierJaci
cielregislromagr!éticontii""''l"ulayorc:lri:l:rcioisal'parecehabersecl:rdo
rna-i'oria t tliLienes se c'ponÍan origioel-
despr,ti!: cle.1r. a,.,"i'ittt"ri át t"tntlo Ia
c'L

I¡lente al movili.slnrJ
l',2 LA EX!'LlC.rrClCN ili-l i.i (-la¡rCf ,¡.

l/Ii parccer, natural¡en*,c, es r-iue se carnbiarcn pci que ios nuevos datos eran
de io rnás rmprobable t.leirtro cie c..rajquie r rao.Jelc cst:-¡.biiista ima,einable, pero
probables dcntro del rrcCelo ino,¡ilisia. Esc har:ia ciel rno'.'ilisino una opción
s:¡.i isíactoiia. Las ob.lecicles rlue sc habian hecho a 1a hioóiesis rie Vi¡re-|,4a¡-
thevrs muy piorto se echaron por ia bcrCa. Esto punto de vista sc a-poya en la
lectura cie los t,:abajcs ulLeii.:¡es de esos misrnos científlcos. I-a siguiente
introrlucción a ¡-ln ariícuic I:rui' cilado de i lci¡ tzlei-, Le Ptchon y sus colabo-
ra.dores (1.965, 2129), poL cjerl-.oio, no se rei'iere en absolulo a problcmas
antcriores;-esueltOS, sino a Ias Co-irs que son improbaclcs en cualquter mOr..ielo,
e ,cepio en ei movilista:

I_a pauta de :rnomalías r,-ir,gnéLic:ls paralela y bilal:r:rlme n[e sintét¡ica del sistcr¡a r]e
do¡ia1es oceáiricas centra.les cxiste eIl e]itensas regiones de los océanos Pacilico Nor tc,
pacífico Sur, Atlántico Sur e Índico. Se ha dcmoslraclo adenrás que la pauta es ia
nrisma e¡r carla una cie esias regicnes cccánicas y quc en cacia regiór la pauta puede
ser sintulacla pcr la misma sucesión cic bloqucs (le nl lles t ra. . . !.a na.luraleza simétrica
y paralela dc ia p au ra dc anorn aLías y la con iig¡ rir r irln ge n e .a I ,J el modelo cortical se
conforr],ran a la predicción cic vine N,lattheurs(19Ú3)ypuecicnconsi,JeraÍse comoun
fuerre apoyo a i:r h ipó tes is cje ll erprnsión dc ltch c marino (Diciz, 1961: Llcss l9ó2).

Reorcle nom ienI c ale ¡ntere-s?.\

Aunque Heirtzler puccle habcL tarclado Seman¿is en cambiar su punto dc vista


sobrc la cleriva conlinental, y Er"'ing algunos nleses, ero es poco ticrnpo para
Lrn viraje tan grancle r.1e oileltaciÓn cogilosciIiYa. Esic contÍaste nos hace
supone; que pueien haber inter,¿eniCo inter:ses no sólo epistéir,.icos en la
convcrsrón de los críticos ¿r fav'r¡r del r¡rovilis¡lo'
Si los clatos cleterntinani es sc hllbiei an dacio en cualquier ctro laboratorio y
flo er el La.mont, lcs cie¡tílicos Cc ésie sin ciLrda hal¡¡ían pasado mucho rnás
ticnrpo cludanclo Sobre si i3 3eI1L3 realmenle cbscrvaba 1o crre afirniaDa obser-
var. Después cie tcd.¡, en fcciia tar, a",anl¿cla como 1965 todavía no cstabaii
proiunclameirie impresionaclo-s por los cxpel imtntos cie Cox y sus colabo-
ia.jorcs sobre Ias i¡r,,,ersiciies gccn:rgnéticas. Sin ci,bargo, esics cra datos de
I-an'ioni obtcnicios co¡l sr,rs propios illsirum'ntos' i'lingún grupo esiaba cn
me¡ores condicioncs par:r, cvaluar 1os ciatos.
i\sí, :ri rierr.po q'.re los cÍeiilificos de i'arnont caÍ¡-n cn Ia cuenta dc que la
que
expansión ciel lecho nt¿iiirro podía. scr eiecti', a , lambién se ciaban cucnla dc
tenían en su pocier ios clatos esenciales paia apo)'ar el nrlevo punto de
visl'a'
E'sLo arrimó en ellos ttn [ur:rl,: ilti.lré:; en la expinsión cici lccho marino
y

rápiciamenic se r-lieron ¿L la iLre a c1'.: expioiarlo Duian[e lcs años i 965-6E'


saiic¡on de Lainarlt nuntai.-rsci ;lriicLrlos illlpclt¿rni,cs e n LlLle se desarrollaba c1
cnioquc moviiilta, cltill tljos los r'ie Htir-izl:r )' oLros ar¡ii¡a' cila¡ios'
L¡, t-t'iPl,tal,'rallilil o¡. L.¡. ii¡.!01 '.lr--r'-iN cECLOCtC¡" lll

/, Q_ué es !o qLle s? t?gaci0?

Cualquier sociólogo la ciencia que hubie ra esta-.io en i-eriont en 1965 habría


cle
presenciado muchcs casos de i:e gociación soci¡i. i lLrbo, por ejemplo, la dilícil
negcciación entre O^ody)<e l/ l{eezen, mediacia por Fwing, sobre el uso del
labor atorio cle paleornagnetis ¡no. Más ta;-de discuti:ron sob re quién f irrnaiía
cuáles artícuios y cuándo.
Una negociación aún más sc¡ia f ue una en la ciue:;e vieron envueltos Fitma-n
y vine. Poco cespués de qLre Yine visitar¿ a Lanio¡tt r:r febrero de 19ó5 lleirtzier
envió a Vine los datos sobre cl periil de Ellati* )!) ai parecer sin decirle a
Pitilan. vine quería usar ics cl¡-r-os el un:¡_rtícuic c-<teiilc clue ieni¿r en p¡ella-
ración (Vine 19ó6), pero Pitn-ran, ¡a.tur a-lroe nte, nc clucría que se 1e adelan-
tar.an. vine se rehusó a la sugcre ncia cle Pitnian c1e pul,.)icar conjunlamenle . A
la larga, los editores Ce Scle¡¿ce se incorpora-ron a les negociaciones. Querían
publicar IOS clOs artículos juatcs, ,e¡C estri,¡icrl¡ir r-11 :lct¡erilo en pri'iriicar el clr:
Pitman clos seinanas antes que el cie Vine. Con-ir-., más t¡trrie lo er-presÓ Fit¡nan,
"los directores cle Scie¡tc¿ s¿ti¡cIt cle geopoiitica" (Cien 1982, 3-17).
Y terLía razón. Isencialmente se t i aaaba dc üc-gcc iac i-a.Lt:s I.¡olíi icas: quián se
queda ccn qué y cuándo. l.lo qucrerncs dccir que 1o c¡te se estaba negociando
era el concepto de la realiciacl de los geóiogos. E1 resrilteclo ce esa batalla, en
efecto, ya se liabía deciclido. Vinc y Piinan sinlplcntente se dedicaban a
dividirse el botín.

¿ P-EV,J LUCIOl-{ O EVOL{-r Ci Or\?

La hisioriogriLiía Ce ios a.contte ii,tisnLos r:cicnr.-s,-tl las cierrcias de 1a Tierra


l-ra estaCo domilada pcr 1a teoria cle las ¡evclucio¡les cielltíficas de i{uhn. Esto
es especialmente cierio eir el c:.,so dc aLrtores que no sori histo;-iadores profesio-
nales cle la ciencia, como Cox (1973), Helia,n (1973), Marvin (1973) o V/ilscn
(19óB). Hallam (1973, 103), por e.jeinplo, concluyó que, "las ciencias cie la
tierra realmente parecen h:rbcr pasa,do por llna revolución en el sentido kuh-
nia-no... " La ¡:vón de ¡¡ie ri¡se ¿t Kr¡hn cs ob','ia. {lLr3ncio, h¡-cia 1970, la gente
empuó a rellexionar sobre 1os gralcics cam'lics ql-le habían ocurrido en los
allos sesenta, Ia obra cle iiuhn, publicada eir 1952, p:-opcrcionó el rncdelo nás
a la mano que había entonces.
lVi..ichos de los críticos de KLrhl han objei:rclo q¡-le el cambio en las ciencias
es más evolllcionisla que revolr.tciorlario. Esta Cbj:cilin a menucio tnclica
simplameni: qr-ie el car,rbio r:s arás g,-:.CLia! 1'¡,¡:¡¡1;11,¡ rrercs gencla-l iie lo qrie
I(uhn par'ece srtgerii. Y hL-l¡ iericir¡,'".je ci¡iio ili asi,.!, i¡'ríni¡il; oiljeción, ar-in
cuattdo los c¡ir¡bioti ett llt-: ci:---,-i"L: ll l'l'i i¡¡ r:': t i: .-':,ii cclifi¿lldo ar iLn cllpacio
] I.1 LA E){PT,ICA.CiÓN I)E i-IT CíIII']CI1i

se oirllsieron tajailteiilenie y
c1e relativamente pcccs ¿1ios. sibie n ros gcóiog.s
mlLestias hay aigo
a menuclc se rnosii ¡-ion ace¡bos eir sus crílic¿is' ilccas
q'-re se entieiiCa en cuanio aI
pa;eciclo a la " inconinensurabilidad' ', ya sea
Ciertanente' gente
iigr.ili.u¿o de las palabias o a los criterios Ce apreciación'
haber sido críLiccs acérri-
coittc Fieirtzier y Le Pichon, iiasaron fácilrnente.cle
espacio dc un ¿'.ño.
nio, u r., deieniores fervrcntcs y entusiastas en cl encoiltrar ull
Al oponer "revoiución" contra "evclució1" me piopongoe
Kuhn '-'plicitamentc
,ig*ti.i¿o más proiurrdo' r\l h'ab1ar de re'¡olución'
política- es un cainbio clc regírnenes
recurre a una analogía polírica; 1a revolución
to.iidad ninolnlas Íeconociias '
.on * p"rlo¿o cie traniición en que no erjste:'r¡
(i972)' quiero c.stableccr
Á op.lu., uf .orrceptc de evolucián, igual que Toulmin de cambio gradual' sino
arr-rplio
urra analogía bialógicay no sóic en ei sentiCc
que operan con
.n.f ,.nti¿o más específrcc cie los rnecanis¡'tos seiectivos
basc en variaciones fi¡rtui tas '
esfueizos de ca-da científico qtte
En el capítulo anteiior arguirenté que los
un nue.vo
p.rrigu. sus propios inttrtits proicsionales producian "rrf:ltl:
cieitos problernas cle la iísica nLrclear --y esto sin aclucir normas nl
t.óriJo de
pucden
c,le estc capítulo propuSe que
intenciones cle nive l supe rior. ¡1,.1 principic
,,.rr"oparurlosmisinosnttt"ni'n''o'enrLivcles'tnáscomplejcsdeorgani-
y el
campos cle la'rceanograiía
zación. Aconteciir-iieirtos i! cl cpei'rrlienie s eir los
'
paleotnagnettsmo, Por cJ cfliplo, contLibuylrcn
al ó:iito clci cofcq"re rnovilista
a la tristoria de nuestro Plancta'
clentro de una soia
Dc paso, hemos visto operar lrecanismos siinilares
organización ciedica.da a la investigación:
LanLont' I-os intlividuos que en ella
laboran,empozancloporLt,iving,Sudirector,.pasando¡rorclpersonai.dc
p-ásonal nhs rccicnte coino opdvke' hasta los
;;;ñ;.; a;no iie;,izter, aelplt*o"' He"ron y Foste r' todos ellos perseguían
estucliantes de posgrado -rno
sus ¡.,ropios in[e¡eses prolesionales'
Con toclo' su interacción dio lugar a las
lar expansión o
;;;í;;;r" esto¡i"tie'Á" la validez clel moclelo cle Hess de
taL rcsultaclo so h¿r'" tt^:1:
ensanchamiento clel lech'J ni arino, trunquc 'l-In:,f-:']
clelasintencionesdelailai'oriaciesusmie¡rbros'.oinclusohayasiciocontrarlo
en su aclhesióIt al enioque esiabilista
a ellas. Erving puede naberrc excetlido
adaptable al cam-
n.r" .r.¿ r,tá o.goni'"tiórl quc prcbó scr notablemerltc
biante meciio cientí[ico '

iil enfoque cog notc¡tIv o


cienlífico se considere ccuo
Al proponer que ci patrón general del clesar roiLo lnhe I ente s al proce-
Lln pioceso evoiucionlsta. irlsistirÍa en que los mecanismos
en el senticlo lilcsólico' sinc en el
so scn cognoscitiuos -no, ltoitt'utintntt
cogilclsci[i'ras Íie tr¿ilado cie (:' I1!os-
senildo ci'-te es hoy conlull cn las ciencias
a
)
a
)
a
a L.{ 1:Xi'LlalAClÓ¡* l)i: L;\ PL\'
'\Lllí-'lON
(lL'OLÓillCA lii
a
a :rar la utiliclad de este enio"luc par:- la cOmprensión clc ios;
azona¡nientos y las
t jecisionesdelcsgeólogostantoclelosañosveinteconoclelossesenta,ypor
a ,o tanto pu.o aoÁp.a.Cer cómo tuvie¡on o no
I:iL'"ition lug::r los cambios en
l:s ciencias de la tierra. Nle gr-rstaría corcluir piantearr'-l¡ citrrtls sligcieicias
a
)
) quienes tratan de entcn(ler la ciencie moder¡ta '
Historiaclores sensibles cono Frirnkel y Ciien hal señaladc
clifercncias
)
importantes enire indivrduos y grupos Ce las ciencias geológicas' Han
demos-
)
irado, por ejemplo, qrte los cientíiic"rs británicos -ciesde los de joven'
las viejas
t t."..u.ion*, coLo Biacket, Bullarrl y Holmes, hasLa l:t generación más
a :omo Runcorn e Irving- en genet al simpatizaban con ei enfoque movilisl¿t'
) otrotantoocurríaconlossuc]africanos.LosestarjoLrniccrrs¿s,enconlraste,en
general se mostraban nucho menos iirclinados a apoya'ric De iguai
moclo'
)
p:lieobióiogos tendian a
) estos historiadores han notado clue lo geólogos y los
qr-re ellos notaron
) simpatizar más qr-re los geofisicos con este errfoilr:e Es claro
) estascliferenciasparaayuclaraexplicarlascreencilslrlosactosrleindi.¿iduos
pl tecie n sino co¡tlunica¡
o grupos cliversos. Sin ernbargo, estos his lo¡iaC or 'rs llo
¡
cierta clesazól al hacer tales obser.¡acioles, ieilienrll) tli vaz clue
ai citar estas
) diferencias acusarl a los científicos c1,: ref¿renci:t cie no alentrs¿ a
las reglas cle
i. ia ciencia todo lo qr-Le debieran.
ll
) Ahora biel-r, si uno creyera q':e eiisien orincipios nort¡t'Llivcs r:ni'¡e rs¡-lcs
de
t juicio científico que todos los cicntílicos cl¡berían eslorz:ir'"e por obeiiecer' no
a venciría mal cierta sensación cle desasosiegó. Aun si concedeinos
que los
ya
T indivicluos tienen una aprehensión no clel todo perfecta de las normas,
distribución
Ira menuclo tienen clificult¿icles para- aplicarlas, sería d" espei ¡.rse lrna
más pareja cle las opinioncs clue ia cle hecho observamos La
úrrica explicación
ha sir.lo, al parecer, la predisposiciuín no científica o alguna olra forma
de
b irracionalitled.lr
ra EI modelo evoluciorüsta de la cicncia, flncado en mcc¿itris¡l'los
cognosclllvos
b nalurales, elimina cualquier necesidad de seniirse apclogélico ante
el hecho
!a evidente de que el enloque sobre uit tema científico que acicpta
cie¡to hombre
de ciencia a menurlo parece estaf más c.leterminadcl r¡o¡ los accidentes
de la
¡.
ra eclucaciónylae;iperienciaqrreporlavaloración¡rbjeiivadelosdatos.clis-
i. ponibles.Estoesloúnicoqrrehabríaqrreespei¿irclclosag;lltescognoscitivos

I!a norrnales.¿Quétiposclenroceloconsideraráu¡.rindivir],.roconron¿isprome-
reclores o aclecuados se verá fuertemente afeciado, n:rtrraitnenie,
pcr qué tipoS
Esto no supone
cle modelo se hayan aprendido y usado más frecuentenenie'
b irracionaliclatl ni nada por el estilo. i.lo es más que corrtpoltamiento humano
r¡ normal, y los hombres de ciencia son seres hu¡n:'nos como cualquiera de
h ncsotros. Tarrrpoco supone una ccricepción ¡eiatir.'ista de 1a ciencia. El tipo
rl aclecuado de inieracción entrc cieniíiicos particl3-rios rie erfoques ciifererries,
L aunado a una relación inteiLs¡L )' f t,::''tente con 1:' naiu¡ileza (con a-yuclzl de 1z
tecnología adecuada), pLlL-!it rllo'!rl,'ii rtn ¡c'ie;cj''' mlr¡i e:<rend.ido a- prcpósiio
a
L
Lr\' E,-iPi-iCACiÓr..'r D3 LA
Ci';'l'lCi ¡\'
1l¡

gtciógica
Esia es la iecciór ':ie ia ''¡evcluciór"
ciel rnejor':ofcq'.le ciispcnible.
para qliienes tiaien ie e tcilc ¿:
có¡lc oi-'¡ra 1a cieicla

'-

-
iji
't i --r -
-_i.a jr.-:_
{i-i--/1

Cu¡.LQU IERA QUE p ROpo NcA uN Nf oDItLo em trír'ico cli: la cielcia no oucde si no
considera¡ cóiao le irá a slL nocleio al apiicarse refll,'ti,¿ament.e a sí mismo.r lln
cuanto al modelo aqLrí presertado, 1a gra-n inlerrcgntc sería: daCos los tes-
timonios de que se clispone, ¿nr,:chcs esiuilianll:-; r-le ciencias sc senlirían
inclinados a elegir un enioque cognoscitivo? La rcspuesta nc puede ser más
obvia. I-a gama de intereses, ya sqan r'ognosciiir os o de otro tipo, que rnueslr¿1n
los historiadores, lcs filósofos y ics sociólogcs de l:i cicrcia es muy ar,r.rli:. Los
modelos rivales no estár'r 1o bas'tariie artioulaí,las ii{irro p¿i.a per;:'ritii lueries
juicios de probabiiiciari bns¡,ir1os cn ¡nodelt-.s. ./rciti¡t¿i.s, las pi-uebas quc he
presentaclo no soll en si misnias tan claras. E,n bri:ve , lo hr-ry razón paira prever
una revolución en el esturlio cle las ciencias r-lel tipo que se clio recicritenente
en la geolcgía. Cierianente, sos¡¡echamos qLr3 ir.) es posibie ula r.''¡ciucirin
asi cn ningutrr dc l.:s ii¡;r.i:rs iri rm l rtls.
Por otro laclc, una caracteiística cle mi moclelc ¿1e la ciencia. es qLie, como
en la evclución biclógica o s(rlo existe un c es arrcilc

cieniÍfico. Lo que procluzcan los mecanis¡nos iarpiícilr,'s cie rcp resc ntació n de
J-Y tclo depüae ran me iL e m eclio circu nci erit e.
¡Iéspecular acerca del futuro Ce los rro os rel alr!,ls ,las de la iísic¿r nliciear,
propuse que los modelos relativislas saldrltn proba-blcmenie triunia¡ttes en
parte pcr concordar con los iipcs de mcdelos que sl hrn vuelto ¡rorrnales etr
olras árcas más funclamenieJes de Ia física. T:,.i tipo cie accntecimiento se¡:ía
posible en ei caso de un enioclue cogircsciti.ro rl e:;luCio de ia cier-rcia- En 1os
úitimcs cliez o veinte años las cienci¿rs cogncscilivas han ¡:laborado podercsos
rnodelos de la cc I] ict oü (.lLre toy por h oy tienaít ) CCOS COfn eridaies. EsIe
cleserrcilc coirstii,.lye u¡i iue; ie i¡rcerLiivo paI-a pon.r ei estudio cie ias ci¡ncias
en la rn.isma línea qLre estos mocie los. La ciencia, despriés cle iodo, sigtie siendo
uno de nuestros rcc C ÍES C lcs cle ¡,ctivida-ci cogil o:r ciil','a, or coLnplej a quE,-
puecla ser. En cualquie¡ caso, tal csce¡rario mc iriiríici ei arás promeie of para
los par t-iclarios del enfoque cognosciti.,,o.

t:l r 7l
t".[ote s

rrn!iic:rla {le ls cienci!


1. Édacia ui'!a tecúa cognoscitive
rlcl riunto F-iiósofos tan diversos
r Esto no quiere decir c¡Lre yo cieje de epreciar 1a
¡¡^rllriaL
(t'otl (t
')r 9) han
erpresado que ncr
l'iies
como Hacking (1933), Nersessian'iigiil tcor'Íli ii.]:lgo Coino pronto sclera'
que scir uilil'.,.;lll,:'
un "tipo naturaL'i ¿. t.orio i. ltr cicncia
existe
qut t*i"tn iiiot nttiutnr"t "ii tptnpitdos; l saber : los procesos cognoscrlLvos
vo soy cle la opinión at y ios procesos.evolutiros' mateiia de
esludio de
ahora estudiados pcrr las ciencias cognoscitiuas,
I:r socirririoLogia '
Ia biologÍa evolucionista v
('i t';t';;'t;lt;ii;'vt t'n" pttitltin dc t,riricioio)
'' lgu tr:i aplicaciotrrs
r
2 El concepto genc'ot a" ru tt o"'iu^''
lJo
*
i" r" tiercir' nsi co r'ro
""'Jiti''";
lecicntes' cittic elias I:Ls cie Trveuey' Doherty y
específicas, puetle ttallarse tn tonrtibution"s (1984); A¡bib
P'ubislein i'¡x jlhiirt ' v NlcirÍan'-rs
Mynat" (1981): fvienev (ivi-r1; i)ti"i"'-iiq¡:it rntg''d '.(1936): L:'rLalev' Sirnon' 13rarlsliavt v
y Ilesst (193ó)l ilolian(I, *' i It Camp-li
"''í'* : l''' 'rtrt-rrtt t "' I . ' 'ri^ 'i ''olr¡u ' lcinPirgrt
LL
z-yrr..u'rL"?rJ i ' ' I c - I I I J I | ' ' t t ' t ''
'
"i"ii"ii
'
ll9§c),196Ú,lq/lr,sirrron{¡"'71'¡"'i''-'l¡'tJy'rrJlLr¡l'i'tl"'t"¡ir'r'uht
'.11"

(c^,brryr/¡¡cc,rrer,rr:r irmb"icnn,,t..1i;iiii'¡1.:,'.i:,.,J]:,,,1;);-:ll'J;::,Lil':';,ill
bibriog.fí:.corrrr:
:i:::I uLiJ;;:::lii;iJ',lil ' ";; .,';:;i",,. i , ,,,",,,,., dr rr rr:diiió¡r
oIe se enloc¿D.l en (l lrlru "0..
]ri'"rr,"" irlirr.fl ,lqr l)v Mrlr' y llqr6)
las de l'"n 't clro 'u ¡t'nción haci¡ l¿s
üuchcs iilósol'o' y rilo'oro"-'e 'r 'icr:'-ir rr'ienl'ttt'trt:
a la investi-
aplicar conc.pros.)"nr;rtocos lilosóficos
n.ooiri,o c1e
ciencias cog.oscirivas con el n':i 'lu( cl J hl't ivo de unr teo: i¡ ' '¡g-
o l l il n l r t e c l 'r' -Ú(
g:ciónd"estrsciencr't'' L'''l' l"m 1' l l l' T'ti"f'''
r
r

'n' I" \ rtritolos'lela:ctcn'trt


no\!itrva cle h ( ic (r '"n'" ';';:;'' 'o' ""t"
"-l?Tii;1'"'JJ il;l'Ílli,l'.1'li:i l '1"J,,'.1, .orno ,. rr'Do i,iv.r ro r. n,' v(. rror ejempro ' cJrdr¡(r
l' '¡onible Una vi'ion
Ér,n.' l.t rnejor introclucc-iil' qcner rlr e\re c: '1-lr'rlrrrcr'le
i:rnJ (lqBl' i9Ei)
1lO8s.¡.
l'' inr..li¿'n..i: lrtrli' iLl ' ' lr Jc Il:tug'
íilso más particrtlr:, n'1"t"""tlt' 'n
;:;';:i'i,;''',- rrr ir't r'l r i' i'r'lv rr¡rr t l')E+\ pe ¡ telrece a su lilrro Inás impo¡t anLc
a Iil sociólogo en t' 'rll¿ 1"i' pltlt'ins ' v rtt titt noque tuvo luqar en la Unive¡sidad de
cu"ttion
(1984), sino Ia discusrón oo"t''o'llrl" o'"t"niotiOn orel
lirdian3 en el orono d' 1985 stlct ñ l, r.J ic. r , c o i u c i i i. ¡ > ro d¿n rrs r t t
que L:s explicaciones
5 Lauclan (198'1b) ha argumentaclo
.,.:fj::'.I¿t; j.','l:';:;Ii.."r,, casi meciic, siglLr ari ¡s, con la obra
da¡a c1e
cie Piaget (cruber

ül f rlf ( i 943) ir'rbirLba " napas cognoscitivos" Ianlo


y voneche 197? ) y Bartiett ( 19¡¿l. l:- 'le
i-.r.,( p. ",i \cri Pll N-;\'(r l1l76
'"^ r'1n
en los ¡nimal,.rcJmo ( el nr,-.,i,", ,,n,,..,,4o.r,,r p:icolog;'r
m "lr1- rneqtal 'lcrr:ro dc la
6). Johnson L,tirJ (108 n- O"n"i ";'""i"'i 't""in' Jela
" i""t"l'rio l"' trt'n r "nr'rrLo e't lr' cicnci¡s
rt"iify 'lq" 'l
cognoscitirr, mienrr'r5 'lrrr
t"i?jil[t;"^.ió concernierrte a las teo I í¡ s )' il nai uralisi,o relalivo al juicio
n c]et anr ir¡ eaLis rno Enlalile¡alura
científicoseajrrsririr"r,"nt.t,,i.n'"io,i "ir,,rr"r"rt"o.lrgerrellrrnarel:''tivisr)1o

L1l 1 9l
320 I-A ¡XiDl-lCliCIÓi'l tlÉ l':'' ciiiiiliA

losccniiasiesfi:¡:.lcnast¡liclll(-:'ni'lo!'colncir-¡'¿ii;i''r:r/:.t;'ttr'':P;:lrtlivi:ritiicliollisyLt-tllr:s
iirii,l"".,i,.;.;;.":::,:1",:li;ili:i;:;.,";;l':;l;;,;.,;",;:;."'Ii,:."""*Ii^i:;§:ll:
vcrdaiicros
t*t 1;;";j,';i.ii;l!,ii1:; ;;" ,.i.lioi,oe",,oi-s,,, peio ruegc rc¡s ¡1ccre.,a
''""'^J,^;""t pul.ito ce !'isia en iz iiler¡iu¡a ccntiiLtpoiái"ca'
ri",. ula cl;Lia expresióa 'i' tsie (19ó7)'
.or,tft.," á parte inlrodücto;ia 'l:: Slalnon )tl purro ii: viita !io y nás :trecho '1e
e
9 Stroud (193 i) hace uLra ¿ttt¡,a itilt" '!i:l'tLr¿ii'iia
i'rc" ft¡ '-le fe¡ciirl o ittt cii loquc n1ás nat u' arlisia '
le e¡;iste rnología. Oct¿;¡an ( f I ¡ ¡ lito" ""rup' (l!)35) 'in trai¿..Ñie nto "-:'t ::']:l-':-.: :-:
Ambos ensayos '.n""ttn "n""]"1tiitt :'l l:L"'r!cr'e ri1'r' H¿<ia (i,.'lu 2L;'io
"'-i "t',nol'i.[ 'rr
l'-rs opinicn.': d; Cclrlr:'¿n ol ' 'r o r' : r río;'cto e 'lJ:' ¡ p'i¡¡ 1'r
¡ioiec:o Jc filoso,r¡ de lr ''"1': ' -' "tl"'-"t
.r,t,;l:';.:ii,;i;"i'iil,"," la ciercia s: ejcii.rplirica en la
r¡r.rticio,.,at tl,cia la. Drá.rl.a rear cc par Si-'lcl
oi3
n"''""'oi"i'."*- iiél) ' isz¡' 'r'i:'11¿ a¡ito'iiatoiiaine
siguicnlc observación ¿t
('93J1.l.nriii.o .,t*"'os co:rrpiejos' la z.''Jivi-
puede usar cc,.structiores c!aiórjca; :::-tl::-t' pueda serle úiil prtra
o cuaiquier ti:r'ilc!a quc consiiitre
nación por el c¡a¡len tte las e"i¡añas
prcduce p¡:a¡'il'lmateriaprirnadcllilósoío'cuya
obiener ios resuliados o,r-te clesea l'ercLcque sir¡il'iiicar' er:illi'¡'r' illterfir'tar en térrni¡tos
iaiiea es cilcontrar Sentido en tC)¿l]
ttt.)'
""f"itcer'
n"t"j"t p"'o el iilóscio es quic¡ se eucarga clu la
coinprensibies. Ei cientílico O""i'" ""gctio''
cc n l, Lb ili,-lad.
Ccoclman e: t,'ltiln:lio sólo c¡r srt
arÍLlilincla
el:'i:iologi:r'lo" cle i'lant' vi¡':c L'orentz (1941' i>^62) v
llPara uir tratxiio,i,¿,
""t'-'"'¡t"
'"'ilTJ^';.::'it;:xili:1:1!" ),('|1:irnv(1e7i.ttür) fo'rrrnin(1e72)'ilun(1e78'1e82'dc
(1982) Braciie(L9I6)apoiLa
tt"
y a'tguno' ¿" queaparcccrr en Plotkin
orórim a aparicion), "r'sa\jos evoluci':rt''istas'
í*.".i*1.. it,t'átd" tt"sl¿n de las cPistemolagí;ispii'racla cor D¿rvid []1oor'
Ll Este argumenLo lo apltt"ui dt t"rn co""tsac"otr
Lioa ieo¡ía clc la evoiLr':ión
! porieinos inaginar ,,t'o^r*-.,, hilotético dispüesro ¡. crer.i conocida y luego tratando (le
^ t;po 1a lireratu¡a
recor-':lanclo tc'las las "ti" "n
"¡i'""tio"""i" colno lo cs Ecrginan'
vcriiicarlas cor e1 trnOiii'tt' Et" O"t'¡n '"ti^ ltoy lirn desconocido
"rittr.o csas"reslas" De'oo csia re fe rcirci¡
ErtRcrsch(i9ii,13ll9)putit";;t;t;l"t"'nt'"ttt'''rle
ic rr,'c l"estó su eien-rr;ia;-
a David Hull, q-¡iEn gcnerosatrl' e¡lrr-- l¡r
l5 Llace alguros a"os cie una conle¡':¡t:i¿r soblc ia; relacjones
'"t"¡tj'tj 'or'rntn
(iierc ig73a). iJr esa.cport!ridad conclLrí qu': Ios par''icip¡ntes
historia y la iiloso liu a" lu.i",,.i^ a la
¿t *nto La lristo¡i¡ tles<:ripf iva podia contriLruir
no lrabían liegatlc a o'"tn' "i nlt*lttt'n tilcsóiica de
t'tutió'r-se ' i:t,ai'au'lonar La búsc¡riecla
ítlosofía norttc:i'"c Ahora oii";;;;;it Cot' ello se dcspejaria el canrito hacia un
principios nortn¿ii"'os ot "t"; ';;tt;;,;tgó'itu
:iiipt-'s'
iructÍierc matrimonic enIic a"itrilos

2. l-¡,r: i-:tlí:r¡ tle lr c:::',^i?

sobre la trisloria del entpiiisLno


I ¡\oenas aho¡a lcs elLlCItos clnpi'za¡l a escribir scria-ineirle de Arberro coria sob¡e s'¡s
,*r^'"'*
tó*i.::';,;"" 'r
;;;;'i;i";;;:o 'st'1ii.o.ró;li]^'1oL'' rr' liilJo uil Iil\rc nrrrr riiil
':',;i*iili::l:ifi;"t,,,.;,'"'"1::::i:Tir,llil
ottgtn:< ir:telr:''u¡l' '; l'' hr't' 'i'i''''L
l'rj '} U 'J! ll'1'ru'1'''5

.' r;':, 1: t li"l


rLqr, a vun,r':
'
ljgr " i.il u.r ';r' " (.lritaF c. (u lruf:.r
dt ''i:'i¡ Li' I-r-:i¡htrbach' l-a ilt¡:jcr lniro .llr ion ¿
..r:i,i¿" ¿. io*s ¡luirtus dc Poi:rper (1974) resulta
,,r.uiobicgr.Liii i.ti¡cru¡r,, r,ri¡,,i i-"::Lrio¡ior,r,,iiu intciccr'-!al"
J
7
)
u
¡.
¡
i.toT,a,s 171

¡
b menos útil pot ser exccsivamenie arltccoinpl3cienie'
liyei (1959) coatiene un¿ buen:l selección
t de artículos criginales liiralllle i.l le, esiá
I¿' coiección de cios volú¡.renes editela
por I'{euraih'
Encyclop:dia
t é"r""r, Vr".r,t (195), 1970), que tontitnc toeosJoergen
of (Jnified Sciencey corr'prenGe la h-istoria cleque
ios a¡tículos '7.-1?' In!ernationql
Joergeirseir clei movimiento hasta la
la est¡-ucÍ!tr:i rit !t:t t-evoluciones cientí'ficos
) ;1,-;;;;;;;;; Mun¿ial Ño ¿eja de ser irónico
t de I{uhn aparectera por prri.¡rcti
acontecirnientos
i*""""
posteriores"t"
titl Voiu¡¡en 2 ci'^ esa serie En cuanto e las
a Ia Segunda Guerr ;¡ i,lundial, véase
Nagel (19ól)
t ;;;;;;;.iá"., v
v HenPel ( 1965) '
del ernpiri;mc iógico en su definición en
) 2Reinchenbach señaló claramente estes tres fue;rtes
una lrase del "empirismc lógic";l'i;i;i;;
t" ti o'óttgo-' t" iibro rie i 9l8: "Es Ia intención de
con la concepcióil formal de la lÓgica
¡ lo

t unir la concepció¡ ernPirista de la ciencia nloclerna


de este movimiento iiLosólico"
0". l*"iiii." "f prog,"r:rt dE lrabajo el a¡¡io¡ suiiia el encarcei¡.¡rienlo por sLls actividades
l. 3.Russel (1919), escrllo mient;s
nacifistas düfante la t',inlt'u Cut" u Niuncl:r1'
cootieIle una pres'nlación magistra! )/
erL buena

) medicl:cal .tide[ecnisi)nr '. d¿err. ptotsi¿ni¡" ,.,i


i. 4 La s:gunCr prrte de Cr" :.' {l9nl) co 'licne un cormo-/err( rri;ro
lectura dc Rusell proporcionó a Carnap '
11- la in.pira(ión ou( l.¡

P 5
c¡cí¡lif¡co (1959a) es l1 i"ry'
Con'iene reco¡dar aqui q,il"-i?-*'tt del descubri¡niento pre se nt¿rción cle la distinción
a tra.lucción cle Popper , ," o¡'J'g¡t a)r F'trschtng'
de 1934 Le
:'r p:'t:' rir ir-e i'l I !rcrli-'¡'ch (1938) lJra
T eütre c(scuilÍii¿i.oto y jusiitic¿,,-'"'1 dli'r!'ic c:L
corrccpción conieni;5ráne1 ¿t in ¿'ti. "io'a
ir qr''rr
pu"ie vL')"r: I'! intlo¡irrcciól y lc:r ensayos Ce
) l.tj:::i...r ( l9'1).
lr 6 La ¿utcrizidi! para concep,:;rlrr i,iiingL!e rle 1:r: i.ori:s,ls ''i,.!i1iJ
fueni_e
estudio de los intentos de critici. i" ."pii.^ iónirr,pirisia
( 19jó) ' uli
')'cirlcíti'
l.i3ice de lrs tdcrias pue{ie verse crt la
)
l. i$iróCucciÓn ¿¡ SirPPe (1974).
TUnarevisióllcleiasaportaciotresi]]il'Sr..iellcs:obleló¡il:tiilJ'l..lii.lascpllecl'-vercr'Cieil.lt
, t'",'É];,,o.un,"cianentalprevalccccnioscsc¡ilosdePoppeid'rIl)14¿l:¡fech¿
i. más Iecienle se encuentre en el tl'ñii<:ottj-tt-rral
uir irat:ln.jiento
Iinor' iecig':: iiil" soluriorr the 'Drobleiu of
io
a Inductiorr", re¡ro.lttcido en lo¡¡re¡ llql-:' i
ll\'
a 9 La lueiie atLtorizada at
'u'''opin"J'"t
funclainentalmentales quecia'i e':presar]:rs ntucho
e' el propio il'ri¡lcltcooall¡ (19'19)' pero las ideas
(
n-rás sirr''plementc en Salnion 196?) '
" de la ciencia
,r",, pnri. a. t" jrtr iiicacii:¡ " a largo
pi¡zo
¡, r0 El otro filós ri-c qr. ,. .n#liá.

a fue el estaCounidrnse pracnaiista C' S' l'ei'ce'


III'lsteyotrosensayoscleH"tnpel st icprociucel en-P'-:rlp-'i:l (1955) Además
tl: conielel su
1. propia teoría tle la e;rciicación, ti " itn'" librc de S¡ir¡o,n
(198'l) constitu¡'e una revisión
.,¡ucion.s'fitosófica: sobre la expiicació,; tiu¡anle los úitimos veinie aics
eutorizada de las co.,r
l.
-
A^chinstein (193i) ofrrcc rtne petspccli'/a un ti'nlc
rr Un b¡eve repaso O. iu .Or"^ji ll..-l
di[erelt¡'
ls la introC,ucción a ir'{ er io rL ( 197 3) de i'lcr¡nen.Sto¡er '
a Los artículos de este automnuiJt-"*,,, ,o.i.iógicos
geoe riles se rcptoducen en lt4*Pt t1?']?].

h ll Publicaclo originatnre,-tt" e" rq-:r' ¡'jo eliítulo "scierce arri Technology in a


Orcler", esr-l ensayo volyió, ouülit"" t'r l"i"rton
(i9:19) ccrL
(i97-:)
el tÍtirlo
coirc
de
"The
"science
Lloimative
Derncc¡airc
and Dimo-
stinctuie
- cratic social struc,r.",' y lu"gá."',.p.oar1o .n
lre.ton
l'4erton sobre
"? of Science" . U no no pu.¿. .'it"nt p"gu"int" 1"-t'"
qué gretlo el anáiisis original de
de :':rcsir:rr ltira corresoondencia enlre los
F
,l
las L:'a: i3s de la ci:ncia estaba influido por el 'ieseo ':
ido ¡¡: ig la ciencia v to, ia."t"s á. l. á",rlu.r""iu liberel. lln esre
alti¡luo ensayo ciertame[te se

visiurnbra el espectlo de la Alemairia nazi'


b rl Esie
"o,rnro
de virt^ rrtá d;,.;;;;á-o p*." i. ro.i"trgía.cte
lacieaci:-..;:.r&lulkay(19?9, 198C)'
l5 En Caston f rg-lAl pue¿3;r;-un" txp"iciOtt zr[iplia ce l'rs ideas inertonianas
sobre la

- estrucl'.ira de reco;rrpanlas rie Ia cir-(cia'


h lr;Ir,rpcllanisr cií1i.., ¿. ¿it'- *-t'"tij i.- as e¡¡piri:tlr li;'1ic;:; o':blicaCrsl-!?cirl'í0'p'rs':'¡
verse en Fial:c¡l (19j8) ;'
'1'r'L'i¡l!" {ilji)' ''rérr:e iarlbir:1 lJr "' tir:r¡los c¡': Fe"'er:'b':nci (i9íl'j)'

l.
-
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1
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'\?.2 ilxi'Licr\'ciÓil DE L-]' ciL|¡'lir\ I


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pui,,an'(ie52),Sc"::ll?:j::',,Í]iIl;::
1( r".' '' i:',:iii":;T:r::;,Xl'l;ii::;]::fffi:*l':il:':l
i't¡n 2':¡ot'';¡t
rigoll l'ii rCar:a
lilliji:¡.tili;::l;;il ri,:;1,;\,,,r,,,ü,i,r,m, ¡ l-i\crp:rf,'7rr:'rir rr¡"¡
u,,.,ri ,..,,,",."n i.,s .,. i.", ,ll :;-,,.i".'..:; IiJ l.;.'.," ;".ilil?Tl1l r''',"" ra ¡:arcionr'
,,.:,1:l;:l?;i:.,:i::i:.ii:,:; :rio ,o ,¿ ,.1 .,",": j r
l1 Dollpel: (lq?q) prr'"1.4' u.i.,.:.'i, n"i.,, d< l¡ .renci;I,l"o.::,:,:1,;iliIl;"J'JT:,X; r

en le eLP l
i,rcon tnensu rabiliC aJ
,,o.1ÍoJn,,s".o,,¿rn":.-l:,^.i:r.lllJ,;;.;,lJ:.Il,l:"::"i:lLI;:il::11'Ji,:::::,::il ."
¿' l-l icctor en::rlio \c PCi(- '

""+:i::iil;1':ll"'l .l;:ul' i i aT I' ir r' sh' FCi c (r


"3,\r^r
s'ii;l il'l'Jlii' ;t
ill" :i:ür rr:
:;ll:"'::; l";;:iiJ'l'' "" 'ro'obrcn'¡:r
"'1"""':';
::;::iiiel;ijl:',-;:i;.1'J ' 'i'
::,",i'ii:'ti;ir':ji,":'l;';l':,: ;'1"1
i r' 'o
""''n ''t':tt"^: ;;i;::,,:l',] :''""':r;;'ÍÍ"1;
un'" u'Ón *uv
¡r rrrrui r prou.r arnr' '"un "l ' ' i" l ;lJ"il;"i f,"';:"':]:;';;'';;;n='o
to

dc'I'op¡c d'r:cu¡rhr
Íl,l:::lll"illi;rl1r",li':"::,;;';::l::lli:"::ll;T,:;
, ,¡,,;']¡:,.:':';'u";#:.1 l:;,';'lll
";i,; j;;";,1 ,,"li]tii;:';l[;l;:l
:iJ
ir¿¿.'.r' prbli''doc,-ir
l" ,f
y
,lc Iacicnci¡ es,ún I¿s tie ljarncs
;i;;..".'.'ilililli"ii,l,l:l',l,i','.,.,,,.,o.li.?i'?'..i,,,"l.ci,i",liiuu,v.1resrb-)j.:1,,,,,,,,,,,,,,,,s?
,-u*.i'ül),."0^,,,".;::,Iill;:l
'" -:l:'l:,:':i),'""':'u',';:;;:'uucacsLu'rioscmpirico''
'iül''' rrqr-rr \is'aJ(o"i'ne<\co'ur'^r tni'hicrt
::;:i:?],li]Tl""J"i "
.: i ii it*:]1i:* Í* .l : i :'1, ;'; ;i ::: ii rJlLY r" " i
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t rs s2)

f. ¡/ic!iq1os Y iecÍítls

:i
,.,l,l::'::;l:::':;:'.:l:*r'',;'[::lil:S*lilj::if[:njl;:
# ii$¡i*li-: ..'i;:'; ui*,,i"in,i'*¡¡iri,,'",,,
il rrii; i '
:i:i;r*r::":.ii::;riri:n*lii-"*l*r.,
ilr:ii,ff x+,*r
r,ii*:il*:f ;i :r;' ,",.rr,**:;li*'iii;;;.:
:;;:il;'::,1';.:l):::"":::l:';:ii;:J"
,', ¡ritiir
¡¡,,a"'o'''.":".::::,. es,á c,enLro ¡ie,
cn,,uena.,:dida
;;,1¿lll,il,t:::;'il1^,,^ri,,, Lqut rceiizo t,r ei pre scnrc c'r.itrL1c
NC'f ;,'.S )2)

clc Ir¡s tillimos lviis co¡nentartos


tanto de los priintros'cotno
espíritu de los escritos de Kuh¡' especílicas erL l¿" t¡ecánic¿i' poi ejemplc'
sc1
la importarlcia cie l:rs
sobre "ti"t'tlli"i-lcas
'
;lt;l*:"f*l;;.*[i|]l;lii$I.l?]l'",",,.-asconc¿rriie¡ites ai uso dc i''rearizacio.es
1 9 3'i) Suppe (1972) ' I"loulines
v a nroximaciones tn lo ti"nti" t"?"t't1'n t" iinJt l tt'zpere(1914 '
'
'

iicie)Lov.o*-,rnnor vc"t¡"]ifj.lli;'r'"", rad<.rirsuí,ri.:i,,r,r*o-.el \enr.dode,loqrtc


Estos se escriben en
|:.::ij:;,:H:,::,',;.;Iil;;;,,", * l"*'^"'
con r-1¡
,., tL"""n
l"unciaocs
un o"ltn porticullr' Lar l)ropc)icioncs
son nl'is
un leuguaje específico t"ttr¿' f
"''p"f r"r- iqciuso en ciiler¿nles l':.-urj::' pueCen expresar ti
abstractas. Enunciarios n;iar.,,r"rJ,"r
misntl ProPosición '
¡6c,.¡cpcion,'^molcr' \rll;r't lt 'ltl'l'Jrí:1C lu lio'uLu c'lr"'cori¿'lclleJuld¿ncie
o
c'tlrl tt c''n'tnl't (trrlr' l d ) J' cs '\aL ianl(rlte (l mlrnlo
Je la verd:rd", segrtt' la ' '-1e 'uJqui<i
O*t'"" Derrrrod:e\r(enloqt'''ll['rnctonprrocrL)ir
quecl enunci3.lo rnt'otingtli'ri'o::S:;''
tt ft'til"" tf "asce'rqo s:m e"l:.ir' h 'llr sobrc io'
dcl pre.iieaüo "rs v(rdadelo "
so'u "l-i'tu' no lingútsticos'
'
propios enunciados en lu¡rLr ut i'^t'li"
rs.,í, posibre inrer¡
rr"' ":'r''i
err,,,i::;:liii,ili:l::::t,':,I:;"
"'r'ct¡meJ,.t<
§;r':i::';"J:ii;::1',T;
:I;::[:;:;:lll::);]lli:l'l']ii.';ji:i;;::,:l:;i1r:::ll,
de mod¡rlos. Entonc:s,'.i^i.'rl't'.,
: l:t:l'Í:i'Ji ;li;lii'::,,j:l
lcgicr..
Iuss¡
.].i ,',,,:a,, ,i-.1. 1r ei:plicrciór enpirisla
Su¡rprs, Srrccd y St:9.rruell', qr ( .r nI mr ir..a.rir
á1,,.,;,rr. Iarnbi-in pr:ie d l 'rr\' r-' : d! r(L' l\' " 'r\'l r lor,-l
Jr""n.i",á.n," ,Ir e.iercicio de teoría' de co:rjur'tos
.- ^,.- ^^'r Davii.i Llull, cluien insistia, descle
F "-'iior páir:,ios s,rrsie ron clc . ri:i có, ' ers¿." " ::,'l :,1.',:"";:"" ..
"",..io."s "1il, .i"....,i.^.1r,
t'''" to qt',' rl¡linc ¡ ttr' r t :]; l';]:t:'0":l];;:i:i:;l:'¿:,j:
el ¡unio Jc vi¡t¡ evnlrrci¡nt't'','
iSil <\:o' ¡' t,'''
l, ,emeirn;¡. ¡'il¡fll''\ nr(5c' 'le'lrlcs 'l' r ' I '' 5"'l'
q' \ rrrr' c'mo en mri ho) punio\'
v Duciley Slrrpcte soUrc
"' ';::" '"';.r''''
'' t'tu't''l' 'n''l' r:¿q r c ¡urJc analizrr li eienci¡ st'r
'i"'0"i.'t opiri-r'
esloyconi'i'rhn shaprr.-
'oOát tttan tit*iÍiito' oprnió. c¡Lre he critic¡do expresameftle
referirse necesaria'ntntt ií,.jo'
"'o'
'^ ^j=J;i:Ji:lxi;l'lii:.::;]l] s iuic: e: ,,n r :.,,r(,li:'-o': i';1, .'ii;"1,i,'J,iJlil'
^"J¡r¡.
sugar v Suppes trqs¡l vl'ntag""¡;;;;i;;i;'
;' 9:'t: i1s' "" un atisbo cte 1o terriblcmente
¡xiomatizaci':¡r cle prirnei orden'
comirleja qr.re podria ser una ",.l*uit" concuerdan
r0 Si se cle:e¡'n con"""' i" it"'i" á" r,, t",,rriciór q'e sust¡rncial,ente
"iiii'it'u" Thor'rpson (lt)il-J) y Liovd (198'1)
con mi idea de las ,.oti", uti'lst"it llssrl'

4. Bll re:lismo constnlaili'/c

r si se ctesea una br:e na introcu,cci¡.,"]


i,.*)i:':1::.: . ' :] #::t,'".,iiil;", ,'.*io"#IJi
vúanse tos e;,.:ayos compil:i.ios
por I Deviu (19's.t) y
arnplia cle prrnlos de Yista indivii ;: J** .l.;;:jr,. .,,
"i.,.*u"..
ii9[r4),

si los argume nros que Yan liraassen emplea


""? üJÍt;:lJ..,.io fitosófico podríanos consiiteiar emolérrrse l¡'InbiÉn co tra su etliriiismo
contra el realismo y en lauor c"1'el'f;tnr"
;; po'lrían
(2) Con següriclacl é1 se sec:iría
(iiÓ
Iiberal (3) en ravor cle,", ""':j;'l;';;;;;;;i;;' pero tar vcz.o ¡ireda evitarlis. Esrc tipo de
incórnodo con ras ,¡ersio.es ,r,j.'r.,iri.,iror, i'l ti l\(:'!<b:¿ a que torio
r.r¡rrrncnloc¡6 l¡¿sitfu t,t ''o ' 't!)' ' '' Jt "':"';'''' '' o n rliie quieic ':i"'o'enr:'rierieien'i:r las formas Inás
n',r¡rdo eslá dema,i,c'o ntttl'"ao illt'""']
t"t'lt: 'l 1i
rc'i riciills ccl '':l:i¡ilisrno'
'-ti"
3 Shx!-re ( t 9il2) exillo i r eL'g''ni3i: rirrLtt el e
j:ü¡ri'r ri: Io; ¡ii r!i-firlo3 soiai'is y sus re iis rcLl s lo í1es
i?-4 r-i' IIiPLiCACiÓi'l D! I-,¡i Ci:aiciá

en los tratados iilosóiicos de ia obs¡¡';acion'


4 Las iirteipreteciones de la probubtlici:ci b:rsadas cn I:. propen:irin
se r;iircillan a Peirce, ¡'ero
su mcie¡¡a populariclaC tn" iolpe¡ ( i9 j?i¡) 1?^Ini:'"" he elabor¿Co ideasI'r'l:rtaa
la
"n,,"..ó' 1'91)'o 1930) St se dtsea consuli
propensión en nr.imeroscs ariículo: ai gl l¿ au' l()i ó5 ' '
."u,sión desde ctra persr'ectiva, veáse Sl:i'non (1979b)'
5 En Ios mor.lelos ¿. p."¡o¡;riJoi "ig- ia l,inciól cie probabilicad Lorua ios ilúmeios
'rcr",ales, se iesirin8en a irú¡lsros racioiralcs'
relles ccmo.¡alores- E¡r las pcbjacio¡.j iinitas, las iazones
e¡:roiristas postulan que las .irec'¡ei"ci:ts
Debicio a csta iisr;epancia, l^ ,tl"i'o'i" cie fi1ósofcs
r r ia reaiiiac' de ios m'odclos
relativas limitanier.n 1",,u..,io']"li'-titt;¿n's sot I^ ccntrapariici;r'
quc ia ier'lidad no con¡ieac s¡:ccsiones ioriniias'
;,;;;;i;;j;ó;.';i;;;;"1"*;,;^t";"i'"'n''' " salarol (195-71apoitÓ una '-^posic!;.' aro:n "
ii, .,no iur.ntu to.,rr.rirn., i" iini::as hipGtéticas.Uo'adas
en torno a las interpr etac iones clc irl r'"¡oi'iti¿'¿
cn la i¡ecueücia Var'.r:a:ssen (19iirJ' ti¡
."0. ii tr"'r". J ..á cxplicación em p i¡ísta rrás adeciracla e"'r nque
creno: I'cc':sibie '
lenl'ntc ha ri:l'.lo cc'¡i furcncias sob¡e
F.
6 Roger SiIank, cii'ttiatittt en inittl; incia artiiicial rcci¡lil
su conocida obra anlciior (Sba :l 'Abl!son
y É
la "explicación". gr art, uno t"ttn'iói'r natu¡¡'l de ts-
'rI
trrlrao,,..,,on
se oc.pai.a piinordia.l;renie
(1gs4, 1lg) consideró 1a posibiliirrri cie que ra cie¡cia ¡
alslaclcs, rv ,Doi iar'lc apcló a la exisicncia de.la
cle la esiructura causal y no c1c aconteci¡;ric;rios Í
"ciencia aplicada" p^.a .l,siiiico' i^-p'"o"u^ptlOn
ernbargo, esto lo coloca e¡ ia exrrlJapo'itlOn ti" "toi
sobre todo a través a"t .stuaio a" l,ls I*pi,..,.io..r.n
pcl.crplicar dichos aconLccimientos Sin
t cie " cntstt'ler e I cnierldimietlto cien'rif
ra ciencia apiicada ivfi iripólesis de pcr
ico"
qué
que vcr
tI
Ci"ttpuntiu es q'"" su verclarlera preocupa'cióir Li''nc
u S"tnrou no la fro *olest:iclo más csta
rrcnos con la conpre,,..ía clc lai c;rplicaciones cientiiicas
q.tre con la /¿1.r¡ficacii¿ c¡ éita-s Irn L
todo respecto, su princi; ,f pttot"p"liOrr sco las caract'rí:iicas
que disiinguen a la.explicación
Así' para Sairilon' como
I
cientí[ica lcgirima clc las explicaciones nc cien''iíicas o seu'iocientí[icas
t:<plicaciór e¡ otra v í¡r hacia i:'' meta gcireral
!r
para los empirislas t : 'i.os cn gt '''t'1" f, ti t'tt'¿io ¿t tn
cle provser una jusriii.aciOn filo'iiita o¿tra
ta cicncia itecuórclesequelaobtaa¡ttcriordcSalmon
jcional problema cie justiiicar la inducción'
If
t-C'ó?),. .-.t .u, en el traC
tl--
f

5. El ¡er.iisnio t''1 ei bborr:iorio 'a


rEll,jciorpodriapregunrarseporq!éelegíestelaboratoriopararniestudio Lo.hice por vzrrtas
en Ia posibiliCard de los estuclics de laboratorro'
i
razones. Poco rlcspués de h"bt'nrt i"te"'i'-'lo
-
fuiinviracioporunu.igoutoaCntitt'o-*tulttontotonsulior"hu0larista"li':1!'']apeiículasobre
¿e irtroduccirin a los cicnlilicos de las
ins- I
la investigación c1e ICUI E'" n;;;;;i; t-tt sirvió
talacicnes. P'esulta que lCUl át rnis grande Iaboratorio asociacio con Ia Univcrsidad
cie
I
I nd iana. Además, yo ya e sta0a
"s
aigo f amilia¡ izado coil la lisica n''icle ar'
posgrado en tisica de hacía o"t tiJt"tti"t Áti pu's'
estas fucron ]as i-'rincipaLes
dcl
gracia-s a mis estudios
"conLingcncias" I
de mi proPia invesLigaciÓn hasta
I
en el otoilo de^i931 y seguí hacióndolo
Em;,,:cé a observar las operaciones dr ICU^l que trabajabzrn cle /
finales cle 1986. N'lucho rne ayuciaron dos
"inforrnantes nativos" -físicos
i^, in'ioi"tiou"' Ellos me pcrtfriLieton scstiiilos
en iodo ¡norrenlo tespor- a
;t:;;,;;;;;,;;";n
cliendo paciertem.nr" u ,,'t ,'"*i"in' ótu'ionor*"nle
g¡abé rluestras conversaciones Vi cómo
rl".L.q'iro, se recolectaban los clatos a mediadonde nochc'
J
se o¡eoaraban los e*p.ri,n.n,or, i.'.o,,ri dsl cAP se ¿
v asisri a rcuniones
'E"|u."i: ;:;::::.,i.1",., ¿' r'" ¡'rlt',.*"t
o"r"l^'. "'ri-in''i"
§iii'tn rro r"ngo antececlenres especialcs en cuanLo ¿' Ios
t
presentaban y evaluaban rot
¡¡étodos cle la elnogralia, ,''rr,lát"l"tt"ic
¡accr un ituclio etnográfico en el laboratorio
ilis
c
objetivos eran nucho ,ttet rnutltttus' Pata
t;i;;;'t
iogral ios' tnis conccienrientos dc la
t"itótnic"' elnográlic:rs qUe pccia trabei Lprendido
íÍsica elemcnLal
.i
iLrercn al parecer mucho
"tá'
aooo nr,ia de mi preparaciórt p:rra Lrs ob:c¡vaciortts' ¡i
¡l
.l
.l
a
>
NO I¡,s 32t

Existen grenrlcs seirtejanz¿s etrtre cl argume¡to c]e :sta s¿cción e1 del último
2 y capítulo del
antes de ver
reciente lib¡o cie Ian ilacking (1981) de hechc, desarrolié origirllnente estas ideas
pro
:i libro de flacking. Lls piesenié por prlmera vez en público en la ¡eunión Ce ia Sociedad
de 1984. En las
Estudios Sociales cle la Ciencia que tLrvo lugar en Gani., Délgice, en noviembre
"E1 realismo en el labora-
memorias de la ¡eu¡ión (Ci:re 193'1b) apareció un resurnen titLrla¡1o
con mucha anticipr':ión' y su
to¡io". Obviamente , Hacking lle gó a, ionclusiones similares r
e xplicación me ha sido muy útii.
p ¡imor¡ialmente, lo que cornpartirncs es la inspiración cie habe

pa.saclo una temporacia en un moderno labo¡atorio cientifico lgnoro cuáles fue¡an


los rnotivos
y v/oolgar (1979) y
ts
áe I {acking. En ini c.so, lo clue rnc ller,ó a visitarlo I ue heber leido a Latour
Korr Cetina (1981).
r Me p,.,iete que esta conclusión está en el espíritu de " Natural Ontological Attitud' " (l 98'r'a,
pueda considerarse como u na
t 1984b) d; Ailhur Fine. T¿¡ l vez el realis¡rc conslru cl'ivo rlatur¿LIista
¿. t^ u.,itud o. tológicr naru rel hacia la acti!.iciacl cle la propia ciencia. Fine rre ha hecho
I "*i.nri¡n (1975' 2E-10) aperece alSo como el realismo
ver qu¿ eir uno de sus ensayos más antiguos
r corstructi,,'o eti con.iunción con la frase "lamilia de nroilelos"'
4 No coujeIuro tan srllo sobie Io que Yan iir¡-assen podría decii sino que infortno sobre lo que
r pro
dijc cuando preserlté este iniltcrial eir uarzo rle 1935 en un tail"-: financiado por el Centro
$/ade Savage
Filosofía cle la Ciencia en Ia L.lniversidad, de Nfinoesot¿. Agradezco a Philip Kiicher,
r y naturalmente a Bas vall Frasscn, por haber facilitado la ocasió: para ese inlerca¡nbio'
5 Esta cita es rrna tr.rscripción cie ia discusión que sorlr!\'irro: líaren I¿-nor¡ Ceiina y yo en una

gr':.becióirpariilaradicbelgaennovie¡ll-¡¡cclelgiil'Qrrie;oagrail:ccra\!/ernerCallebauttanto
i'¡¡ado urr copi:'
f,oi habcr ieali'r:.¿o la grabzciór origir'a1 cu:rlto pcr hlbet irl': stir:ir
6 Acientás c! . que se ri¡:-q:rjl,e en el i.):tc ie Ev¡ns i-'¡llclll;¿l (1937), 1a arttspicina azande se
-farnbién h.., sico
tlxte, pcr ejenplc, en l]¡rl:s (197,i), P]oor (i97ó), y Coliir.s 1'Pjlrch (1932).
por la "iacionaliriad"
tema ie consj.Jcrable d.batc cntre lili .,ios y antroprilogos ¡reocttpa'cos
dc los pu:blos prirniiivos. si se d esea u ¡r¿r selecció!l de ¡rlÍcu los pilt io.ü t.s, véarsc \)/i!son ( 1970),
y Hollis y Lukcs (1982).
7 No puerlo resistirme a consigntr la sugerenr:ia cie r¡ue un campo qrte supuestameüte
ejen]plilicaelnotleloConstlugiivistaeslapropiasociologiaco¡siruC.iViSt:]de]aciencia.Esla
,,,g"i",,cia.oru1lLecerá el netlcs a ios const I uctiv!st;s p:tftiC3rios de la ironia la autorreferencia
y
(por eje mplo, Woclgar 19113 ).
8 Tal vez u¡a cie la.s r;l;'-o¡ie: cle que el progreso de las ciencias sociales haya siclo Ian lento sea
grandes organi-
que los hornbres no han iCLeado n]ecartisrnos adeca'¡dos p:"r'a habérselas con
para eni;:cntarnos a los
zaciones socialcs. Lo qLre la evolttción nos proporcio 'ó irre l:r capacidad
ir rr lividrros (r ! ru 0os p.- lrr'ño.
I ¡1 p3r:idiario.i, lirrn. 11c la irnporrancia cie los instrurnentos en Ia ciencia fue el desa'.',a-
reciC¡ Derei: Price (19ó5, 1984) i''-clenrás cle Hac'1ring (1933) otros que se han ocupado reciente-
mr:::esonAckei¡,ann(.1985),Franhlin(19S6),yCalison(1935,i9871'1987b)-

t5. Ei juicio cieltiíico

I Ent¡e l;is ¡eie¡ercias ii: rigoi están l{isb;it y Ross (19110) slovic y T'rersl<y
¡. i!a.hnr.rtann,
y
(i982). QLrien se irltere:. en revisitlres recientes scbre cr' L¡m¡- puecle consuitar a Eilircrn
I'Icsarth (1981) y Piiz y Sacirs ( 1984)
2 El trztz.r,rierrto clásico cs el cle Vor Neuma¡n y ¡''íofgenste rn (191i-l) U texto muy conotido

es el de Luce y F.ailia (19J7).


I Fara qtti;nes ¡:;.',ii¿ren los sín¡l¡olL.,s a 1as peliLbra:, lli si3tticnte es una vcrsiór cie los axicmas
y teor'.rn:is peitireni.s (iVi,rhlcr I97i).
prefiere
á).iOiv!,'L, 1. {-'orrt;;trttbilíc}ai) Paru tit:): ttts'-/.!t.r{1.}:; tt¡t!:''t¡tt:'':i t'i, C¡.v Oi' rt bi::t C¡se
a O¡tt O¡se pr:fir'rc ti O,^ o bl:ti ning:ttto se ¡treii':rc a lu ti:it'
J
3)6 LIr E;{PI-ICAC1Ó|{ DI] LA CISNC]A fl-
i!.¡
i)¡s.: ))i:)'iere aC¡, lO,stpr:i'ie' 'úat.'eiiio¡ic€sO¡seprefLere {
¿r..:(I O lviPr 2. (Trcnsiiivi.ciLtd)
u a+-
AXiOMA 3 ¡Coitinuitlncll 5i

C¡ ';e ¡;reJiere a !; :t Oi se preii:r: tr Ok' tltoltces e:(isien dos


e
J
qJ
ld ¡triitiero perc no a

JJ
qttt: (), st o
p-mezclas (dii'eretttes ¡:::) Ce O¡y ' "les
C ¡:re.fiere
!'L segtti; ' '.
A;<lOivlA 4 (,4dt;isir t!: 'ied) Si O¡se prejiere o Oj' e;1ta¡i''
j.po:.a cuq!(lu¡er otro rcsLtllado' Ok' Y,¿t
la p'nrczt' ,le O,y t¡ri: pr:"'':ritlo á lo p-netcta
.\XlON'ÍA5. (SusfitL!lbitiddd) Siet )ge'ite es intlifer¿¡tle ¡i lq
(rrtisma pt) cle O¡l Or
elecció
elttances eltos pLlec!:¡t interccr'1biÜse en cuctlquier
proltlema tle d¿císión
-
eatre los restltqdos Oi y Ok' #
'taJ
P'¡tezclo de O¡ l O j se prefiere
¡\XIClvtA 5. ( íonotonícict':d)SiO¡seprej'iereqOi,eiilo
o su q-rnezcla si y sóio si p es rnayor que q.
cas la

carricttrizan por u¡ra [unciótl de


ÉJ
ld
TFO1IEMA 1. Las prefcrencias .Jel a:cnte po¡ los iesuiiactos se
utilidad U/Ol, tal oue :
(a) U(O)Y tt(O):;i 1'sólo si O, se prefie re a O7'
F¡J
(b) Si el agentcis iricliie rente a la elección eritrc O; y la p-mezcla' de O¡l O¡'
entonces v¿Oy' = P U(O) +' (1 - p) U(O)'
la ¡ealidad S, f, U, etc. ial que:
TEOREMA 2. Exisie una fun¡ión ^o <iciiíida sobre los csta,:los cle
(a) O es rnenor o igual que P/5) es menor o igual que L '
(b) P/s d 'i) : P(,\) + P(r)'
(c) PfS d s) = 1'
ii ^b li si y sólo si EU(A) es m¿i)ror quc
TECREM¡\ :.
"gcnt"
EU(B).
pref icrc la op:ióir:

a Nr¡ deia de ser so¡prendcnte quú los


"l
a 1a opción

moil''los saiisiaccionislas no sean tl.tás cstudiados por


!-
f .r..o"oir,..'o tr. I,,i.otogo, (io pcr los iilósoios!) La exr:cpción cs Winrsatt (1980) Ello se
cicLre en parle a que los moclelos s'tii:Iaccionislas
rto sc prcslan rrn tratanlienlo maLenlálico
^
caracLerización matemática dci
aulóoomo como el quc c1cl1 c I los agentes b:yósianos L¿i
que resulta clc interés cstá eir las,,olicaciores.
satisfaccionismo es relativamcnte rriuiai Toclo lo
j La.xpr"sió,.t ntente t:bierte iue usacia por primera vcz en un contextc sinlii r por Abrrtr
Shimony (1970), quien la hizo parlc d: su "perscnaliiro
tlocleiatlo" de qtLe a ninguna hipólesis
- le asigne una próbabiiid:¡1 pr':" i:'- ci: uno Scietilrfic
se o cero '
L;ragr: (19§0) y cabalmenle cxplícito en uit
; Er;" argunrenro está implicito cn The
de este argumcnto algo más
aÍtículoposterior(Vanl'raasscn193l) i're"iamenie rrc hc ocLLpaclo
por c)rtenso (Ciere 1985 b).
'" , ¡"y¿ (iSr¡, rSAr) ¡ace riernpo c¡¡e ha recalcacic el papel clc La iniorrna-ci(rn prcvia' etr Ia
irrtcipretación rcalistadi I: i"l-' i ': '-n rli ''
sESinteresao|e,e.ordarq,"I.LaceliernpoCarnaplg133bconcibió]a1ógic¿induciivac:l
función del diseño Ce ur robot iCcal'

7. lrloCelos Y exi:.ii!¡rentos

I r\l mismo t jcmpo qrlc clc mi n) qrie vimos cn c) capí:ulo 5,


cstLrcLio de los expcrinrenttrs fui,
clásiica cle l:r cttal infornlo eir el piesente
,rr" o.rpJJa uno r.ri..i" "^pt'in'"ntos cle crispersión dos años Adem'is'
.rrl,riJ.f","t"l,,rrur.ut tnnr' ¿t estos accntecitnientos aproximadalnente Varios mietnb¡os del persorrai dc
tcórico'
realiziiba lectrr¡as pertinentes tit o"lcn "tp"'in'ental -v Ut'1111.T:,i
la Univetsidad
i"r.r,ir"¿",., "-octi;lcnlalrs dc I'r: ir'sialacio¡r¡s rlc! Ciciotrón
cle
en rnarlo) en ti es oc¿is io nes dislintas iaciiitaron mt propta
uno J"lr, .uof", (g riib:rilor
'l
'
lCUl En el
"otrevisté y un Lcórico dc
investigación. EnlrevistÚ r,l."t¡1"" ir ut'n"lo'
experimentalistas a
por complclo a ios a!peclos teólicos de1 teilla'
verano de 1936 asistí a una cotllr:rcnci¡ cledicacia
estr, i.rc,n p"'""t"' mucIros dc los principalcs experimctllalistas En csa ocasiÓn
au nque tambiólr
¡rudeenlrevlslarlorttlalBlslllcii\itiilL-rpcrsonasclaveiLrl''tii:nesnchabiapodidoverprc'riarllettte'
\rll'A5l 127

person:'s tnás desticadls' debido a que


Ai hacer us<¡ de nlis grlbactones, he irle'rtilicado a li's
cle reconocerlls' Al reito ellas no he podido
cualcluiera que conozctl el campo no pod:i:i deiat 'le
identilicarl:;.
prcciiiciones en la verilicacióncie las
2 Si se clesea un tratamienLo más aorplio clel papel cle las
véa:e Ciere (1931)' Sin cmbargo' la estralegia de
ese
teorías, así como ¡eferercias historicas,
tratamiento es difere¡iic 3 la dei prescni'- E11'ique] lrtrculotrepropolÍajustificarlacreenciaen
como una eslrategia de la
el poder de las precliccioires .*itos"' ""rntlo el sarisfaccionismo
-'le¡ cie ]¡is predicciones como pnteba
decisión. En esta oc3sión aprovecho que los cienri[:
a¡e o bien cLe justiiicar la ciencia' o
de que son satisfacciooisLas. La clilerencie está
bien de exPlicarla.
lEsparticula¡menLeadeCuadoelqrteunaeslrsie!1...";l'':icnistaexoliqueporquéla
que Simon' principal
predicciin importanle en los ju icio: rtlativos ¿r Ios mocieio:' qn \ ir Lud cle
es
preocupó por el p apel conli¡ matorio de 1¿is
defensor del sarisfaccionisino, a)guna vez tambiér. se
predicciones (Simon 1955), aunque él no lo ¡elacionera con ''l
satislirccionisnlo Recuerdo
claramentehaberleíc!oelarticulocleSinlonc]eI955cLlancloe¡:tcStLlllia¡tedeposgradohacemás
cle veinte años.
la aproxiüación del
4 En esa época había cuando r¡renos dos gnrpos rlLre tr irbaiab¡rt sobre
(ilar k -r' sus viejos coiaboradcres:
impulso.relalivista. Otro estaba confcr ¡'-r:iclo por la propin
-lcxas, y Eiian Serol utlo dc los ¿studiantes d' Dirk
Lanny Ray, miembro dcl grupo original de '
{l I' rno¡n' 11t'J e n que ¡llios cLl'"¡ !toS
V/alecka. Si bisn h ¡,bía ñrucha co mu ¡t iclció¡i cn L¡e t i'rlo: ' iljiló
delr)spatticip:.ntesenlPezarcnar'¡rl¡iitu¿iciritrcoi;routllic:!iÍ'riicrly:1r¡ltlreracicsarroliarei
enfoque clei ilrlpuiso relativista. é'sí, tsLe c3:o iilt-itr?' tllu;"
bi:it el delic¡clo equilibLio elttre la
cooperacióa )' la cornpelencia erltre cierliiiicos. I'ero rLc es c:tc
lo cirre octrpa aqni el cenlrt-r de
(1' Llira cntrevisia conjunla con
nueslra alelrció11. Todas las ciias qtte sigucr' esLálr tcln'l(i'r-l
\-,rallace, ii4cl'.leily Shepard lltvada a c¡bo en el 1¿¡1 ¡'r'l¡ 1!116'
5 La observación cle snepaiit cle que el ajLrsie nejoró confornre Ittr,ron relirjánclcsc las
La¡'moD (1980, 1982)'
idealizaciones ilustr¿ un ilspecto que hace riernpo dest¡có Iion
6 Si bien pcdemos encontra; referencias a los "recttrsos coglloscilivos" etr la literatura
r¡ue lalcs recursos son propiedad común
sociológica reciente (lr,4rrll"ay 1979,93), eir ella se s upo le
de la sultcultura científica, un recurso clel que toCos sus
rnittnb.rol pueclen ecttar rti:'-co Pickering
(1984) hablaba del "recurso cle la pericia'' como par le clc su idcla
del "oportunismo en conlexto " '

EstaesmrrysimilaramiideadclL'5..icclirsosco¿tloscirir,os,,ciclildividLro.DeMeyusóla
los indiviciuos ( 198 2 ' 201) pcro no h¡r desarrollado la
iclea '
expresión " recu rso cognoscitivo" par a

Existe tambi¿n aigúo punto de cont?'ctLr eotre la iCea cle ll


rectrrsos cognoscitivos individuales
y la nociólde "rtli. ernpresas" i¡lclir''iciuales cle Hr¡ri':. I C¡Lrbe¡ ( 1980) '
¡narginal en
7
Quieoes estén lamiliarizaJc¡s col la litc¡atur¡ sociológicri sobre la innor'¿rción
de 1l persona "rnarginal"'
la ciencia ¡econocerán inrnediatame rrle a Cla¡k cono paraCigrra
(Gieryn y Hirsh, 1983, proporcionar ura ráp!da rei'isirln de esia
literatura )
"lenoineaológica'inente" Ios mode-
En un campo ocupado poio:i, Jt' '"tunt', ella erlioce
a pesar cle iraber empezadc su
los, en Iugar de hace¡lo clesde piilcipios má-s iuniiilillcDts'les; 'v
completo como profescr
investigación lrancanente.n l9ót, r,o c!Luvo un prresto cle lierllpo
marginal (no explícitamente'
auxiliar hasta lg8l . En electo, ella misnia mclrcion¿" su condición
la forlLtna de no haber
por supuesto) como tlna de las razoncs cle su éxittl: "rr¡': iigur'¡ que tt'ive
gentc consiricra que debe ser "'l
tenido el tipo de trabalo en que le diccn: 'si no publicas lo 'lLre l¡t
objrto de lu trabajo, te va¡ tl .1esp.tlir"' .

8 Existen seinejatrzas.o.t ei n,l:tjti, qu': hace i"ic!rcring (i9!li' l9:l"l) cle l¡ rcvoluciór
de los

ar,j'. \(:erli.l rrl 1.1 Ir\i '.¡ .l .'l ', : .


il¡
l

L,¡' EXPLiCI'CIÓll D¿ i'i\ ciEi ¡c il\ I

323
l

!. Le tx¡.,]!::ciéz ilc iR ri:v:1'jciójr !l?i-tl¡¿1'r"


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i i{e consuri¡,cio aisirnas ruÉ¡:.. !lll::'.:; lil.;;;.i'",!ll.l'iil;",'.";#11:ir:Jiii;i
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1 ¿o 8:neiosDs
y úiiles! comentartos a
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"'tjr e :jn-p-'.f:ll=.1::irl::t'i',,f:tll; #t
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pru¡ósitodeesrccr.prt'
Frarkcl ¡19e3¡ rtrttnd qur 'r '
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t:1,:.,'.,.]
l:t ,l i.;l',.,;, e,-,r l;¡n'*'l L¡ rrri Ft
coririiL,,rcione< d¡l !irtpo , .,. .;. ,, ,,,, ,.,i. ,.Is lr.gr.."ri;c;i .;.:s. qu: ¡o:i-
rrar. ,,i:nto ut ili¡o m'lc:os '"t e"'1,r:nte l'{o obstante'
lliiitatr Ia recoÍ!l',rr-rcció¡r ccg oo¡
ii ,"", ]'irirL.n i.ulr,.,o,., ci.* r.iultif á
i^,,iii,li,,¡¿,,¡" l":_9i.::,:i',Í,"Jf dc ra.tesi: de
,,i;rl"jil'i" 1e.i.. cor.,sistió cu ra reciu¡a
2 NIi primer¡ i.'.o,-l t,:c:;;r j: ro\ irro LiJ v.riiose .itos pubiica':.'s,
'':'^'.''-'i -,1:..::; ,,,.,".
,,":,;;i:,u.i;,;.";t,t:]1,:,, L J';;li,.r"''"r'J
'"",',i:i;i'á;:;".ír'" i", l,:- ',,
,. , ,'-i,..:, l",ir. -,.1. o'.'."",,
i: l ;.:,;i,:; ;;i.;:':,,..
:'t l'l'-.,:"::1:: ::' ..,,1" i".i,l:1.io' iii: !i:,hod of l'tulti.ple
ci,,rnicrios nre,-,d.oló¿r.os
;; i;;;;ir;i,.de r.oui'rr t"tl ll^":.'l.Ll'
:f'c,rri
,'.]","i::^,,risic": rrc sc*cn* si:,,,,irr- Ll
woil:i,r; Hy¡otllcs:s". "1.. ')-".,
:t;': ,, ,i,, io"ol llr'liel
..n.c lo lr1 sos "i:ido I
*,,1i';ui',iJ.#'fJi:; . :llJ'I';ü' :l;l;"r:i::, r.:;:11:f Íl:"".:i::';: ry
T:.i:tl^t.,;ri"
y la dcl e.t.,bili.mo "ii,lilii-ii^" ,",, , r.ip,,...'. Jc 1,'/, icL, ,. Dc Irr' Iro' lue t
frc".,r"d:-".:i;i;'iii]li'.:"T,;?:::13[^1li Er
:1"::j[:1;l]:;::::"lJ:";;J;;"',, ",i^'
;".;;;;;;:i;;'l;'tosmc:otolo:rio "l
ni mo lo': "o ¡'ci
.,'..''o.*',i"' ''1 "'5s !¡r^r'icio
P'rr!r
si
t
i.r-,,,u,arcp,osau,rp'1,nto,:,)l: J.:l;i-:j""[,',. ,'l.i;l,i;i] .i',.'0,.,i.r.,,"u.io
6¡]¡¡6"ilin, ticncir\ l 'l:ic'r',,,c. :iind, n J ..ji ,,.e..o: .,c,,,.1 ,. p^r loi cic'tiii:os qur'
'r
Lurri')
¡
r'
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NC"fAS 329

porque no cunCra r¡ii teoría de la ciencia' más


Ivlor'ley. I.lo he atenaiido es¡a indicaciórr 'ri
ieoria b!ológrca es tt esperarsc que'iiier'ntes inves-
biológica (y menos intelectuai) Para ura ente simila¡es iljemplcs ti: tsle
a trodeics es tru c'u'all¡
U-^Oír"l líeg".n ind.peuti''rr!'irente ia
de la ciencia Sin etnbargo' lo qire Ie impoita a
ienóireno son dignos ¿e senoLa¡se-en el es¡tr<iio
moclelo en la ul¡erior evclución del campo de estudio'
oi"ot'"'.i.".t" es I¿ ir,Íluencia causal del i':lorlei" como lcdos a'lniten' nc iuvo efecto algtLno
La coostiucción Cel modclo ""¡':zuin -oor
E11o se debrÓ er pr't ie e rlrtc I Ii sa:zón
¡/io'lry trab¿Lja'!a
sobre los aconteciilje tl¿o s subsecucrr¡ei
lo-'1'rr'titsponÍaclepocoliernpopara
.ilo uJnlinirtt..ior rle la(ir:r-.iogicalSur':y''leCanrtla'p''
ci¡nci'r li i'i! comc en la biología' lo t¡ue
elabora¡ e impulsar srts iclees' Vi^" ti fo Iri':o
En 1-r
cuenta es e\ éxito, y ao sólo el potencial'
co¡nentadcres con-,, r c!le n ( 1982) y Fra¡kel 1982) sobre
(
9 Exisie ¿lguna cont.o,, ,, rio
"ni,.lus cjel leciro ,¡¡;,,,,ico en lugrr de simplemente
cuáoclo vine aceptó en realiaaJ'ia expansión
carecti i1c urta resoutsta diiinitiva. La
postulali:. A mi modo cle ver tales inlerroganies suelen
realirlari psicológica p'-lecle ser muciro menos
tajante i1e lo quc litlrlotte esla rlistinción. La con-
de 1961i, an tes clc ilue He ss y \'/i1son ap:i-eciera-n
lianza rle 1,/ine estaba en su punto irás bajo a firrei
s¡: r'io aumerLtada por ei aniilisis
en el escetiario de C¿mbridge Su coniirlza s'gurarilertle
I-os conlcrlterios pr'ibiicados de Vine
coirjuilto qtr:'.:alizaron r]e ta cicrs:'l rlc Juan c.le Fuc:r'
ul tnterar!c de la exjstencia del acontecimienlo
indican clat a¡rre nt. qu. ¿t t.,-iiJiit tñt*t"t
dc J ararniilc. Eso parn,i,lo t p t' t"l^ tt'"po'"1 de noclo t1': e la ra¿ón d' e nsan'l)3rlienio
'"ti ""''iu diida de_c¡ue su-J¡cisión ¡staba hecha para cuarcio
er c:rsi co'staore . Eri,- rlcluier:;;,;" ;,
''.t

e".,if El!artírtlcl¡-e|:irLál::r::deln'jrcl:¡'r¡:alizailorcri)¡"ii'ire'
l0 Eil !:ctr:¡ ¿aitcriiri q,," rr,,(ia,inl,rl,'ri ic "r¿vol'-rclll¡r cl:iliíii':1" 's i-rtrdarr'li-llalntllie
"io "i
ayorii ri' i'l i ii")s i¡; i:illll unitiirie s pti iinen-
soci,ii. l.-a ra,.,oir-rcióu'".1,trin" a,r,,n,io ia 5r: ii ri 'i'l 'le vi:hie ¿í]Lré seniido
les ir,:luir'.l:j .l 11u¿vo pttnto tlt tlistt' Iilri i)¡iect iii tilica de:rcripciÓr
's]t" (l¡ ic! cjiBtíiicos de l:rs disciplinas
ter,diin ¿riil.;r al8úil otro t'itt'i'-ti ¿t f'=tilo la
ma1'ciir
pertit errtes rrc estllrr dc actttrilo con l'r cc':l':lusión?
A juzS:rr por mis escriios ar.,,.¡u,1., (oi... 1931,
1tl'-:, 1()i:i5o)asícollrcporlcsca¡rÍtulos
qt't to"t"tfo aqití especi:'l signifii:rtlo al hecho de que Vine y
anteriores, podría pcnsarse
cotlto los rcgistraclos el 1a expedición dtl
Matlhe$'s pr¿-'re.r, .,,,¿ttt' tiJf'"tiiftt n'ng"¿titos
"l inrpcrianie ''l (1lte esto heya sid-o un:r predicciór
.E//a;¡i¡r. lncluso pu.,t.,,,po"""Ji'l't n-'" n^"á
en el seiriido literal de r,.]¡.,,"."p,..u.io alLtes
ie.n.oui.o. Ils pruebas. Ett elccto, piensc qrte
juicio cle
hay casos tr que 1:t l""t'no p'JittiOn en el senlido llttr al es pertinenie al
",,i,ttntio la hipót':sis Froprlesta iue¡a en l'nea El este
quó tan probablc ,a,ín tl tt't'*..-llo ubttt'adc si una
sicl': imp¡¡t:'n"e el ii:cho de clue haya existiclo
caso parLicul¿r, sin embargo, pt-""t no }i¿i'oe¡ juicio basaclo en
pre,Jiccióa iiteral.I-o,,'l' i''po'ionrt f're el pornlenor
!r los dat's aunacio al
n.'e: i'rrpic¡a'ot".¿e ntro cie cr'rllqüier modelo
eslabilista En
mode lo rle clue lal"r ,t,-'o' de I{css y es
"tun"J"lo quc Vilr sc picrrle Ia coai:ercnci;r
efeclo, poCernos it-ili:.gin:rros i:t situ:'-ción en profescr' mai' ;a que no
otro de
;ti;;;;; .;-" estucli-ante cle posgrndo ro a r4aiihirvs siro a
el periil n/tcnin i9' Opciyke
habría, hipótesis Virc li'iattirelrs l{o cbiiante'
PilrDar encucrita
rie rrúcleo y o¡re peiscñ., úcaso ei propio opdyke s-a1e
analiz¡. 1os datos ,.lc las muestr3j pr.ciu adr,s '
'r'evolrrción
y t¡"ttti"ws ' i'ln e st xs circun:lalcias la '
con el moclelo que ¿. ¡.tito p'J,'u'i"tC'¡'int '
hov' veinle años
;;;;;;;;;";.. clei¡ro¡arlo cie scis n;r'ses 3 un ¿ño' pero ics.acontecimi'nlos
después, Poco hab¡íair cambia'io' aconiecimienios en
l2 Lc más cerca quc Cie1I ¿a da. ula :;iplicacÍóa i¡:órica de estcs
"riuro ó1 adu jo 1a distinciór
»¿gilra (Clsn 1932 ' I i'i) en
las ciencias de Ie. Ti.rro t,t t" r" n-"ii cJpi- ¿t ;'c!it'erg""tes
que
"' a las obras :ie
se reiirió
(ie LIudso (19ó6) entre """;;";;";tJ';' v
er que s: ariilizaba 1a psicología
"1¡n¡hién
lr4:Cleilanci (t970) v i'tit'otr (isiari' iotittt t ,L:rt ""nirib
uciortes
'
ai reconociinierLo de las cierlcias
d.l ci...iífico en cü¡-nio ,, ,ipoí ¿J p t'* t'al ici;tri ' precedierc:'r
cognoscilivas en ef r-nti¿o loy se h:rbil:ri:l iie ¡e:ui:os co¡noscitivos' o tal vez
"onlt-iioriraeogsto ilrc:elva- i¡ ir'lpo!:i¡'a'i3 Ios lipcs cie persolaliiaci'
del esLilo cogicsciliYo, :-, ¿er jt'icio 'l' c¡r:e pt':i'oilittn las bue¡as
cer::,r,r.io il a'!a!l.ji('rli itl i:s cl¡:r¡ dl lr'':u''¡'isir'-s
cc¡:Lr:ciiii'cs
l'
e-v.irlicac:ij :s cieatiii':¿s <-i< l.r Ill:!iltl¿1 ciilrlo i: ci:cci;i evt:lücl-l¡ll
tr]
3i0 i-¡". E l?LlCACiÓii D:1 LA
'lil¡l':i'\

Ll En un a¡iicuLo de pró'*-ima' ai' rr iciórt' ?'achel


y L;ur-v lau.'Jar al;gan lr're ias dilereci¡s de 'I
-_q
;uicitrr-:,:;c1¿5g:sq¡iii;3sdc,t', '-""..:'d-.tccr:e:. ],lj,l::]jl:]";:lJ.'",:i'.;;ll
nrcLji¡,ro,,1ciosseser,r;'"r,',',.n',,,ürr:,':-r;,::.;i.;i;,,";;,;.i."por,luc,corlus
IIegó a serisr"cer todc: ios criterios
H
l:i.:,'"t¿il::"ll:il:L'ift':^;:;""' lu"' "' á""iLismo
de una tecrí_a ace:jiáble. ,rai pun*to
;:"il.;;;;;;;á
u" visra, por supüe;i(..
ncrnas rn'::cdológicas
c:,.ciuc las
J"',.'-.".'*,,;:X"*|";;*llll'il';,11J,*ili:?:*üiüi
H.{
"-oii.-io.
" ¿rri¡¡da es un ejemplc dei de EI
ff,:]":l;"'T-"J'l;:*:1,[:i:::;;i;";;,;;;";';cicción
'iiJ"t i"'"'i' r."*"¡' clc co,ce cler un papcl adccuado"ipoa los
explicación que tergo t,, n""tt {
iniei.ses no ePisiémicos' ry
rJ
Frr
lpílogo: r'eikiones I ellexiYas
Jel titLrlo de este epilogo es bochor'-
JT
-t
lTenienclo en cuenta el conicilo ioteleciual' ta elección s"*vait
..,,.*ri i,rr. r¡.r¡.hión ro habÍa usado Jay
ncsan ente obvi.r. Después de ,."r"j,i"'.i.r'0.,
en su manuscrito a,in in¿aito.
.i]o p.u.o pri,rero pcro ¡'6 ¡6
si,,-cr,.,j"
p¡r'le resistii nie a pc t:':t l'r '
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Ajeclrez, solución de problerrras cle, i ll c¡r iÍsi Causa co¡¡ilr, prin,:i;:io de 1¿,122-23
ca, l1l-14 Causa.lii::¡f : y expiicaciÓn, i30'3 i; y sistemas
Apror:iinación, 68, 95 acertijcs rte, 132 r¡ecánicos, I 25; Y modalidad, 126-27
Arracionalidad, suposición de, 6t', 74 Causi'.1;s,';squer,tas, 1 33 39
Arbib, M.,319 rt.2 Ch¡¡rberlin, R.T., 27ri -l5,323 ¡t.3
,A.¡st.5tel¡s y los ert¡.Lnciacics Ltniversr'r.lcs' 1 2i3 Ci-,anr b?rlin, T.C.,2'15,328 t.3
l\7:nd'j,21,78 i :.r :'l .... l'.:.i., j+. 'o. 2 - t;rj
B:rrn:-,r, §., i1,'/ 6, 134 Cir!i,tlrlrn.i. P.:i.. 19, iC¿, i3'j, 165
Eí1rtle',t, F. C.,319 n.ó Cl:..!.:. ¡.i1., 2-r^í 2¡1, 2.19-5 L

i..r-, I ri ,'ii r'l¡ lt' ,t' r,':1 ' :, ':r: .n ": Cc i ir, .1.,',., 120 n.
oi;Lr;nóstico r¡édico, 1 85 Cc¡.rrici,.ta ,: intg rtses, i98
Bayc5i..t., modelos de decisió1, J7?-31;rl pr- ir.il,r.r.:. rogl.;:r:i'Livos, 2ó, 1ió, 162-61,' 155
pel de la inlormación nueva eil los, 1 I 1 ; I' ios i1..úisc! ro3ir,',sciti'.'i,s, 2'ti 49, 29A'91, e

científiccs, 189 90, 248 i¡i cic¡llíiico s, 2'\9-ia)


eresc:;

Bayesianos, mo¡le los de infolrrl'.ción, 131 Cogir ic icn geoittiLric::, 162


Bayes, teorena de, 180 Cr'¡llins. H.lt,!.. 20, 2:':, 17
Beatty, J., 19,323 n.10 Ct ajunción, .iiolrció¡ cle la regla de, 18'l 85
Eergcr, P.,80-81 Consi¡uclivisriro, IgLBC; y cnpirismo, 1ó1-62;
Be¡lin,8., 135 li,.ni'":tc iones ,:lil, 5C 62; ar-rto apLcabrl idad d el,
1

Birnbaum, A., 119 325 n.7


Black, M., l9 Conle¡.to del rlescubri¡rientc¡, 45 46, 53'54
Blsclíett, P. N'i. S.,2E3, 235 Conlingencia: en el laboraiorio, 142; y n.go-
Eloor, D.,20,'13 74,'11 ,13/r, 13i, 320 n 11 ciació1, i'iC 'll
Eoyd, R., 29, 68, 11 0, 2w,"¡. 326 t -1 Contraccio.Lisifs, Inc¡¡ios C: la Tie¡ ra,253-61;
Bradie, M., 320 n.l2 y est abilism o, 267
Ilradslr aw, G.L.,3iq n.2 Ccriesl,ondettcia, re3lrs de, 46-41 ' 98-99
B ro mberger, S., 107
Coi:, -¡\., 2-82, -:]il
I iuhnes, B.,2il0 Co:, G.,77
Buche¡, \1¡., 264, 299 Cre er, ?i., 23ll

Ru!1arci, E.,291 li:iryrrLpie, ii., 2ll2-3i, 107


Calidad clel aju:ie, juzgada por io iisicos, 22'1 D:cisión, mociclos cie: estruciura b¿1sica, l7j-
C:ilebaut, \tr¡.,2i1 76; ba¡-,es:triro:. i?7-78, p,:ra p¡uebas expeii-
C :;n pl-.etl, D.C.., 9, 29, 3 t, 2i5, 2t6,
1 3 1 9 t'2', roeiLri,lL's, 1;ii i9; iLrrción de lcs valores en'
310 n. 12 i7ó, s¡-tislr:,:ci-¡-risias, I 90-9 i
C:,:a¡nzlz, li.,2l0 De iir lcic r'i olli¡ciorlales,93
. : :r. .r... l': l'.'.'-, '-'"' ,;.: , ¡ : -
,1

L,^, El.lir i-i cl,clÓi'l lr3 i-¡\ ili''iiC1¿\

F¡icd¡r'.r, I1.,'i'1
Desc:.: ites, R., 37-
Cale, G., i9, l.!
Diagnóstico méiico, 1 8ó-37
Cdile,¡,39
Dierz, R.S., 32E n.7 c..-,Isor. P., ?-19,'l2i n 9
Di¡ac, ecuacrón d., 211 , 725'?'1
gía'Je, 2)' í-?''1 ; é:: :l'-¡ ¡ r ¡' i i¡- C¿illislri, P.., l3ó
Don", í.n o Ganoi'¡, G.,35
"t.not"
tivo de la, 229-3C
{lard ntr, li.,119 n 'i
r3\ouisi I a, 2iq, I j j-S
; C¿uiinlrel, i i., ll
Di¡cccional, ge'i nlag¡elisno, 281-s i.,319 n.l5
Gason,
Doheriy, t¡.E., ii9 n 2 (ieiso¡r. G., 75
Dof.pe it, G., 6'l , )22 it.it)
Cle¡,'o, T., lC, 171 n 7
Dorling, -r., 19C C i]be.i, G.i'1., Ez-lil
Dousi¡;, I\1.,73 'r "-i C1en, W.,315,123 r'.n 1,3; 329, nn'9'
12
' rc
ó"'.'1,,.óri,,., i.s,",lc, ,r¡: ;¡,r''
o
Cold.llxii, ¡r., 320 n 9
pr.ra ia, 163-69
Gold;le in, i-I., EE
T)urliitilnl, :;., /J u\.'
Coodm¿rr, i'].' 10i, 320 n 10
Du Toit, A.L.,237,291 ( irce¡ . 11 ., .r,1 r
Ed¿e, D.,3-l ,'13
G reen, R., 2tj9
I-dwarcls,W,132Sl Gri:qs, R.¡\..,211
El ta nircl9, 30244, lC6, 303 -'' Ll ll' ai r¡,ocr. H., 2C, 319ttZ;127 n'6
a.rlrl.no,
.- bJ; LJ¡'t¡u'li!,''
Crunbr.trm,,'\.' 19, 44
:rij C"' y - ons', ru':,ui',r'r,, i ' l l:" ': '"riie Habe;llas,.1.,l-1,74
uq' iiiii¿l"i""* ilcl, i--s3 ó0; r'rr i:ci¡clcs '
ilacking, i., 6C, l?7, 193, 325 n 2
1i9-20
Lia¡riltoniano, 95-91 , 125
iiisia, iePcdorio ] 3 3-E'1
En.rp
}i¿l:¡i', N.R.,54, 121 n i6
E,pi3cnéticas, reglas, 34
iiaufLirg, O., l2C rt 1

Llr' ''O¡, '. /\. r I

HariSclanci, J.,'ii9 n l
cu l a-
E.sl til,smo, 267; argu¡rcntos ScolÓ¡iicOs Heezen. B.,3Có' 313
tor - 212 14
I-ieirir.lcr, J.P..,300 01,104-05' 3 I0' 3l2'll
,rarfn.n,ot gt'tí ;co\ cn I r!' r' - 1-'-
Hernpel, C.C.,49, ll0, 195
E,¡.ns-Pritcha¡cl, E ''9 ,73
Herr'¡n, ii.,299,3C2
Evolucionista, cPrstemolcgía ' i6
de lo:' He¡lz, il , lCJ
',;,..'l,itio¡" mcdelos: compoacnte:
guolu.i""irtn-t,
' i'r' I r¡ j' |'l '' iless, ll., 23¡-9C, 295, 29T,323 rt 1
¡ l; ti ¡ 'tio
I1esse, ivi.B., I14, 319 n'2
cientifico, i3-39, 25ó' I I'1 15
I iilb.rt, D., 4l
Elring, M., 299. 3Cl', 3 13 1-{ipórcsis, 104'05
i*rl¡*"",*iOrl' y reaiismc' 153 lev dt irlur- llciland, 1.H., 119 n 2
phY Para 11, lCÚ q1
r.-l,l,ii.:;;", carr.Ll, llu rl Ir ':'!i "r' 'q: llollis, lYl., 78
lloii¡res, ,^' , 2t6-87, I Ii
cieritÍilca,49
l{oi;oal, i(.J , 3i9 n'2
!-arlty, J ,7i FIcokc r, C..A.,28,29
Faust, D.,27 l-eY de iiook, 39, )1'94
llcigl, FL, 47 i icrvson. C., 190
Fensicr, S.l(.,92 I{ulL, D., i9, 390 nr'12, 1'1
l¡.r"r"ú.t", P X , iOf ' 12l ¡i' 16: l2l n'2i Flune, L)., lf,41 , )C4
Fin:,/i.., 19,20'1' i25 it'3 i cicir tiiic¿:-ciLl n 9li-99
'
Iri.,:iei, C.,20 i*p,,f.", apro:iirraciór del' 225; relativisia'
Iosle¡, J., 305-05 216,327 n'4
u¡rlacionistno, 4'1'15
llil n l'-rlll .3 .'
If
ÍIIccrr¡leiisLrrabiliCaC,5S'll'l
i"r"ü,t, , i9, 186,111'3i5' dc
i.., iri".r,l.. ael Ci:lotró n dc 1a Llnivcrsiciaci '
^
129n9 i+l-i"ii""" trcuI)' -121' n l; disposición' I4'r
I'ranklin, A , i9C' 125 n'9 1r¡cL'.rcciiirr, problenia de Il 47-1E
Irrc3c, C , 43
ii\i tlrcrE l EN,,{Ti(lo 351

Laucl¡Ln, I-., 19, 2t, 31, 7E, 22j, 278, 3 i9 n 5;


Instalacicnes cle |Ísic¿ tiel ir'lesÓi', en los Al'1o1o!
(ver LANIl)F) 320 n.7; 330 n.13 -u- h aproximación, 132 y el
argum.uto his¡tirico contra elrealismo, 133 y
InstrumeDtalisrllo,4?
la mct:rnreto.lologia, 61 65 y la eñcacia para
Intereses: y cognición, l9li y recursos ctlgnos-
resolv:r' problenras, 62, 285-87, 315 y el pro-
cirivo', 248-sl, 27o; el i ;i,nicoc Y n -r '
gieso, I-lC ,' l¡ p¡osecución' 6't, 235; v el
ténricos, 192 94, 2t8,256,3I2-1-1; reordena
rralisnro, 6l íiS; l'el ¡noclelo relicular, 66-67
miento de, 312 y sociología dc la cicncia, 74 76
teor ia ([ ]x ci.rn.irl, 63{8
y apoyo clel mobilisno, 215-76, y apoyo del
9í Laudan, R., 19, 328 nn.1,3;l3Cn.l3
estabiiismo, 214-'75 y valotes,19:
99 i-eyes: ciel IIro vii ftiirrr¡o, 89 91, lCC; 1C2; clel
Interpretación,98
desar¡c¡i1o L:itrrtilico, J7 38 en taoto que gene-
Intuitivo, lógico, 210 1 1
raiizrcio¡¡s urrirct sdes, 12lJ-29
Intuirivo, físico, 209 l0
I .r)ri., n. I:.. l '. lll rr 4lll7 n.j
Irving, E.,283,305
i-e I'ichon, lLyJ 0'1, 310 12, l14
Jaramillo, acontecimienlo de, 2Sl, 3Oil
LepLin, J., 28
Jeifrey, R.C., 177,206
L.evi, L, 1tl1,l9i
Jelireys, H., 2G1, 2'/ 4, 286-81
Llin¿q, ir., 15i
Johnson-Laird, P.N., 3 l9 n.6
I-lo1,d, E., 3113 1.10
Juan de Fuc¿i, tlorsal de, 29.t 9'l ,291 ,3tJ
Longrvell, {: .li. , 21 | '12, 213
Juicio, 27 conservadrtrisrtto, 181 82; cierrtíiic'-r,
i.orcirtz, I{., J20 Ii.1 1

tl a 2i1
Luckmar-rr', 1 ., 80
TustificaciórL, contexlo di la, 4J'1'6, 5l i'!
81
1-Lrgg, .t ., 6'i
I(ahn¿rna¡r, D., 16, l3l, 199' 2Cí t=13 y 1r
Lrrkc:, S.,76
falaci:r d: la ii ccr¡cncia de ba:,c, 156 i!; y 1os
l-u ntsden, C., 35
esquenl:1:i causales, 188-9 y la vioiación de la
regl:r de ,:onjuirción, 184 36
I-ytll, C..2-65
lrl:cl-r, E.,11, tl3, l{)0
Kay, P., ilj
iriah on:1, :,,'i.j., 3l!r n.2
I{epler, L:yes dc, 129
M:rtlhe\'.'j, i)., 2910 91
I{eynes, -l.N'I., 47
i'daltLyania, |Yl., 280 82
Kire, L.. 291
,Kitcher, Ir., 130 N{annhcirtr, I{., 13, 80
lvIarch,.l.C]., 19C
Knorr Cetina, K.D.,20,80 l,l15 n.i, sol¡re los
i\,íarrtl:n, -i.i., 1 12
azanrlc, 140-11
K., 55, 80
¡.,1.1rr:,
I(ripk e, S.,58
llaci{en¿i¡. D., 24, 1 3, 1 5, 1')
Kuhn, T.S., 15, 37, 39, '1-1, 86, 135, ?'75,3"4'
319 n.2, 320 n.1, 322 n¡rn.3, 17, 20; 321 n E
y \lc Closkel', tr,i., 209 10
N'icl,{ulLin, E., 1i
el moC:tlamienlo directo ' 9'1, y Ios ej emPllr e s,
55 6, 68, 89, 99; y 1a incon¡¡iersurabiLidacl, 5il; ivicNeil, i., llS
y el naturalismo, 5'1 i; metáfora políiice, 58, N¡iecánic¡ clJrsica, 85 98
3l4y !os valores c;cntíficos, 195-96 yl':socio- l,íerlon, Il.l(., 50 52, 53, 17,213'321 t'13
logÍa de la ciencia, 75, teorÍa cle la ciencia, Nielanetodolo:lia: y Lal<atos, 64 y l'audan, 65-
65
N4ill, J.-q., ,11, ;113
I{yburg, I{.8., 18i, 205
Laborator io, estuclios cie, 7E-80, 140 i"1illcr, l)., 22ír
Lakatos, K., 60'62,22a,2i0' 211 Miosty, 1.4., 319 n.6
Ié.¡4P: lii .l ,l r..l: rl':12
Inslalaciones dc lisica dcl l¡itsrin en !os A!i¡- lvIouilisnro,267
mos, ?19 20 f.4oileiirllr!; u ceusalid:id, 12? y realismo, 123-

Langley, P.,3ll o.2 2!t,

Lanl(lorcl, J., i,iorl:lo:, í9 70, 102 l0l yenioc¡ues,2i8 1 tleñ


Laplace, P., i!:'r y la lli!¡ó¡esis !Lc'r"-¡lrrr, 2fi-l nic l.-;, l llí¡, cLralilx'.iva,s y cu¿inlitati','1 3 I I
ic.r

I-aririn, J., I il y 1ri r..r,li.l:til, I0í y t.3r r.:j, I0í'1(l!


Latouí, i].,2C, :'1,'/9 ¡10, l'i0 i.ir,i le¡,, I-., 12li rr'3
íN--ljiCt¿
-rai'1.r.Tico i j3 'l

Strphefl:or, E. j. , 20
i¡rrlucción,'13
St.wari, j., 2T5,21'¿,l2ij n ¡r; ilO n i
iieLati'/ismo, 22, 59-60; prograri'a einpirico del'
Sto rer, N.,52
16,11
ReprescntaciÓn, 26
Sir oud, B.,320 9
S,:ppe, F., 19,85, 120, i57,121 ó; -123 n'i
Rcpreseiriatividad heLrrístLca, I 35-35
N., l9 Suppes, P., 19,35
Rescher,
S,r'iron, K.R , 8E
Ilcccttpensas, estl L¡ctura de , cie !a ciencia'
52
1'a-xis, pro'olena cle Ios, iE7 tti' 201,20ó-207
i.L!i iy, R., 2Ú, 319 n.1 'frcnología: y el problcirta Duhem-Quine'
cLc
Rosel]ctani¿, R, I77' 190 inco'pcraclo, 170;
167-13; cor¡o colocirniento
Ross, L., 26, 18 8, 2C7 nuclear, 166-67; cu lu¡ción
en la investigación
Runcor¡r, S.i<., 2Sl-65, 301
c1c l:r gcologia, 235-3ó r' cl picgreso cieniíñco'
R u.c, i\ l. . 19, Ji..llS ¡r'l
170
llusscll, il., 43,44, 321 n'l
Teller, ir. , 19
Ruthcr[or.i, Ir', 156, 203, 214 i5 7--5 I ; como sisterilas iorrna-
l'eorÍas : ref utables'
i"t llon,r,V.C., 1,o.121,2A6,320 8; 321 n'1i i:s, .!6-7, 69, 1111i2; ciescripción generai,
y Ia cxplicación calrsal, 130 31,324n 7 j'l15; Ia cie¡cia, 2l '
I92-93 1C6-i0 y mocielos, l-l
Satisfaccionismo, 190-94 y sus agcotcs' rista
'ic
sentánIico, 69 70; bicn
y los cientillcos' 19'1'95 41, 34i Durlto cle
l.lr.atir.o, 205-07 il0 ll
rictinicias,
Savage, L.J., 132 'fo(to, iibros dc, 85, 33; organización cle los
Sche ltler, 1., 122 n.1li
E7-91 ; Índice de ¡rticslra, 90
! hlos.cr. R.' )7o, 128 n 2
'l hr,gard, i) lt., l l9 n 2
Schrocdirrger, ccrración dc' 115, 217 su
eclLtt-
-I
hrrntpson, P , 123 n. 10
vaie¡tcia con ia dc Dirac, 259 -foir.,:ir, i].C , 116, l19 rr'6
Scirutz, A., E0
louLi¡io, S., 49, 3i4, 320 n.12; 321 rt 16'322
Sc¡iven, ivI.,12l 22 n'1ó, 321 n'l
n 21
Scdimentos clcl lecho rnarino, 30'1-06
T¡ ans iormación, lal!rs dc,295
[nsachanicnto del ]echo mariro' 236-88 mo
Tversky, A., 27, 199, -i5-08; y la f¡lacia de 213:
clclo <le I-iess, ?-35 87; modelo dc Flolmes'
la frecue¡cia de base, 187-83; y los equcmas
287-83 ; clciensa de1, 299-lCO
tlc,2l0-l I causales, 188 E9; y 1¿r viol¡ción de la regia de
Selccción, tarea
conjrLncrón, 184 35
Sclr ,' , \" .. 12.'ir'lÚ -lrvei,cy, P'.8., 20, 2i 3, I19 n 2
Scnreiittza;
'- y el ¡íSumenio en conira clel reali:
,,,o. f -t+-¡á;""rte e Imodelc 'v l¡
rerlidad l0í' U ni ioin-,itarisr¡ro, ?-65

h, 117 19 ',irlores: e inlcr.scs, I95 96; s'J pirllelelr la toil1a


aspectos de
de cl.-cisiones. 175 16, 216
Seqcil1ez,259-2ó0 l/an \'r/aieischoot,
Yan cler Cracht, W.A l.irt ,
Shank, R.,324 n 6

ii,^p.i., o., 19, Úa,3?2 nrr'18' 21; l2l:r''l; 21A-'ii ,216


Va¡r lrrassen, ll.Cl., 19, 93,69-'/2,85, l0¿' 122'
323 .8
21,205 Có, 325 n.4; y la a1:ror:imación, y la
Shapia, S , 73, 75 y
adecuación cirrpíric¡' 70-7-, i58'ó0,223 229:
Shen:¡,-1, J , 213 -ll lo obscrvable,
t l2 ilun'5 la e;.,plicación, 1j0-31;y 153-
l,lrimrr'/.,\.,1q, j2C {,{; y ia lenonicrrologÍa d: 1a a':tir idad cienti-
Sicgel, LI.,I1, 120 n lC
t:ca, i59
ii,io,,, u.¿'., I ll, l9c'91, i94-9i,21i' 3 i9n'2; Vcrdaci, 1C2; tcorirr dc 1a correspondcncia, 1G5'
)21 n.3 ',eoría de la Ieduodancia, 105
Slovic, P.,27 \ i .., i ..i.. i 'n.-. lo!-q , rl ' '¿¡ 'r ^ l2()
Srnith, D.,20
¡t.9
Sociai, cstructura, cle la cicncia, 50 52
Vine N'iallhe',YS, hipótesis c1c,290-94, l2ti n'3;
iiociobiologia, 3: 2t9'i01' -109 112
objecioncs a la,
Solución dc problcmas; c ajecrez, 112:
cn iÍsi
V isiializabilii.lari, y l¡'r.cria cuántica, 166 67
ca, I l2-13 ji., 2:5
Wrltclia, J . 26
Si¡uash, problctn a del, 208
rt.l \'. ¡ llrL:e. A'., 9l
Stcllrrucller, r11., 218, -122
3i4 L:\ EXPLICACiON DE I-:' Cf il:!CIA

WaLlace, S.J.,123',12 Wimsatt, W. 32? tt.4


Wason, P.C.,210 i l,2ll \r'inch, P-, 73
Wate rs,C.K., l9 Winkler, R., if 7
Y,Iegenrr, A., )65-66; recursos cognoscilivos,
Wittgeirstein, i-.,7J
26ó; criiicas, 27C 71; problernas de decisión,
\rVooricock, J., 20
267; prtrebas,267-63, e::periencia dr G¡cen-
]a¡rdia, 266-67; intereses, 2ó7-5E \-r'ocdrvard, 1., l9
Whe ivell, W.,231 \,\'oolg¡r, S., 20, 24, 79-80, | 40,322 n.26
whiteheed, A.l'1., J, Worrell, 1., l9
Whitme r, J., 318 n.5
Yachanin, S.A.,213
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