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“Su primera fundación, hecha por orden del visitador Loaysa fue tres leguas de allí, hazia
Puerto Viejo. Trasladóla a este sitio por mejor, dizen que avrá 27 años (en el 1605), un Juan
de Hinojoza, Juez por comisión de la Audiencia de Quito” (Relación de la Gobernación de
Guayaquil, de 1605 / Apuntes para la Historia de Manabí.- p. 8).
Desde agosto de 1822 fue parroquia de Portoviejo, a la que perteneció hasta el 25 de junio
de 1824, que fue cantonizada de acuerdo con la Ley de División Territorial de Colombia
expedida por el Gral. Francisco de Paula Santander.
El cantón está integrado además por las parroquias rurales América (La Cera), El Anegado
(Cab. Eloy Alfaro), Julcuy, La Unión, Membrillal, Pedro Pablo Gómez y Puerto de Cayo; y
logró notable fama por la confección de los finísimos sombreros de paja toquilla, llamados
Jipijapas, o erróneamente “Panama Hat”.
En las calles de Jipijapa todavía se recuerdan los años de esplendor como ‘Sultana del café’.
Pero pocos saben que fue declarada Ciudad Patrimonio. Desde que se ingresa a este cantón
manabita es como transportarse a parte de la historia del país. En esas paredes de madera, de
grandes ventanales y soportales amplios, se guarda la nostalgia de una época. Del ‘boom’ de
los buenos precios del café, que daba trabajo a cientos de campesinos montuvios, al declive
hacia finales de la década del 90. En sus calles se mantienen los comerciantes que venden
hayacas, mangos y queso fresco. Pero la modernidad se muestra en los locales de marcas de
celulares, equipos de sonidos y electrónicos. La antigua casona esquinera, en las calles
Bolívar y Colón, parece montada sobre letreros de colores de nombres comerciales, mientras
en sus paredes se muestra el deterioro. La parte alta está desocupada y en la planta baja, los
clientes entran y salen de los negocios. Ese es uno de los 17 inmuebles, un conjunto urbano
y dos espacios públicos de la ciudad que recibieron el reconocimiento de patrimonio cultural.
Diagonal a esa esquina se levanta otra casona que también está en la lista. La fachada, los
balcones y los soportales están mejor conservados y mantienen los rasgos arquitectónicos de
la gran época cafetera. Eso dice Marisol Quimis, funcionaria municipal que ha investigado
sobre los inmuebles patrimoniales del cantón. Genaro Nieto revisa las escrituras antiguas
para revisar la fecha de construcción, pero no la encuentra en los documentos. La primera
compra que aparece es en 1923. Y en 1984 pasó a manos de su familia, con la que todavía la
habita. Las amplias escaleras conservan la madera original y llevan hasta la planta alta, donde
él muestra orgulloso los objetos antiguos:
máquinas de escribir, vitrolas, teléfonos y una
serie de objetos. En una de las paredes hay una
foto en blanco y negro de la Casa Thalía, donde
nacieron sus abuelos. Ese inmueble también está
en la lista de patrimonio. Pero la casona solo
conserva la fachada, pues en su interior se
muestra la intervención de obras recientes. El
Ministerio de Cultura y Patrimonio emitió el
Acuerdo de declaración el 10 de agosto pasado.
El proceso había comenzado en el 2009. Pero fue en la administración del alcalde Teodoro
Andrade, en el 2015, cuando se retomó las gestiones ante la Dirección Regional 4 del Instituto
Nacional de Patrimonio Cultural. Eso explica Félix Fuentes, director de Planificación del
Municipio. Según la declaratoria, se consideró el emporio de riquezas arqueológicas, casas
antiguas, gastronómicas, costumbres, creencias y tradiciones. Todo eso está ligado a una
riqueza que se combina con el tradicional encanto colonial. El expediente para el proceso se
trabajó a través de un convenio con la Universidad Estatal del Sur de Manabí, el INPC y el
Municipio de Jipijapa. El Cabildo tiene planeado invertir USD 100 000 para la recuperación
y mejoras de la glorieta, que se ubica en el parque central Simón Bolívar. Ese espacio público
es uno de los dos declarados patrimonio. El otro es el monumento La Libertad, que se levanta
en la plazoleta junto al parque. Otro proyecto es la recuperación y reforzamiento de las torres
de la iglesia, con una inversión USD73000 0
TURISMO
PUERTO CAYO
El entorno es propicio para dejar a un lado la rutina de la ciudad y respirar aire puro.
En el Pueblo de Joa, comentan que el volcán erupcionó hace cientos de años. Los diferentes
Pueblos que rodean al Chocotete le han denominado “El Volcán Apagado”.
En la actualidad este ya está siendo muy visitado o escalado. Quienes hacen el esfuerzo y
encumbran los 400 m.s.n.m. son recompensados con una hermosa excursión y vistas
espectaculares de La Sultana del Café, La Ciudad de Jipijapa.