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Gracias a todos por madrugar hoy para acompañarme en este momento tan especial de la vida al
posesionarme como la primera mujer, mujer diversa, electa como Alcaldesa Mayor en la historia de
Bogotá. Gracias infinitas a mi ciudad y a sus maravillosos ciudadanos y ciudadanas por haberme
confiado esta oportunidad única y maravillosa, que voy a honrar, con todo nuestro equipo de
estilo, de liderazgo, sino el cambio de historia. A sus 481 años de fundación, en 2019, Bogotá eligió a
la hija de una maestra, a la mayor de 6 hermanos, a la niña que pudo salir adelante con el amor
infinito de sus padres y su familia ampliada, a la adolescente que con disciplina y un crédito del Icetex
pudo educarse, a la profesional que a punta de merito, tenacidad y acción colectiva logró abrirse paso
en la academia y el servicio público. A la primera mujer, mujer diversa, en ser electa al segundo cargo
mujeres, jóvenes y familias de nuestro país, que siempre hemos sido mayoría en la vida y en la
ciudadanía, pero habíamos sido minoría en el poder público y la representación política. Ese es el
cambio de historia que marcó y eligió Bogotá. Es ese cambio de rumbo y protagonistas no sólo en
Bogotá sino en muchas otras capitales y municipios del país lo que nos inspira la enorme ilusión y
esperanza que sentimos hoy de que al fin llegó nuestro tiempo, al fin llegó nuestra oportunidad, y
Tarde, pero al fin, Colombia avanza en la democratización incluyente que le ha sido tan esquiva, tan
luchada y tan costosa. Han tenido que pasar centurias para tener elecciones más o menos pacíficas,
más o menos transparentes, para que al fin converjan en coaliciones mayoritarias esas mayorías
ciudadanas de familias como las nuestras, para que al fin una mujer, una ciudadana sin cuna ni
apellidos sino con merito y hecha a pulso llegue hasta aquí. Dos décadas adentro del siglo XXI
ha sido siempre vertiginosa, audaz y generosa. Todos los matices, todos los colores, todas las
posibilidades han sido bienvenidas en la democracia bogotana. Pero aún en esa Bogotá, la inclusión
y representación de los jóvenes y las mujeres nos había sido muy esquiva. Este será el primer, pero
ciudadana. Hoy llega la ciudadanía a la Alcaldía Mayor de Bogotá. Hoy no solo hacemos eco sino que
somos parte las mayorías ciudadanas que se han tomado las calles con las demandas y
aspiraciones apenas elementales y plenamente legítimas de los jóvenes, de las mujeres, de los
movimientos cívicos, de los grupos étnicos, de quienes reivindican la diversidad sexual y la igualdad
no sólo ante la Ley sino ante la vida, de los movimientos ambientalistas y animalistas; de las cientos
de miles de personas que han salido espontáneamente a las calles a expresarse al ritmo de las
cacerolas, más allá de los partidos y caudillos políticos. Hoy llega al gobierno, esa ciudadanía.
Esta ciudad nos está hablando. Cada calle, cada plaza y cada parque habla, canta, se mueve para
demandar la ciudad y el país que sueña y se merece la ciudadanía del siglo XXI. Vamos a cuidarnos
entre todos. No vamos a permitir que nos roben la esperanza, no vamos a permitir que nos roben más
vidas de esta nueva generación que hoy sale a la calle a pedir a gritos que no los dejemos
estancados en los mismos debates y protagonistas del pasado, que les soltemos esas amarras y les
demos las oportunidades y capacidades para participar en la vida pública y política, en el desarrollo
No vamos a permitir, de ninguna manera, el abuso de poder de ninguna autoridad contra esa legítima
expresión ciudadana. Bogotá es una ciudad que acoge, cuida y potencia a todo aquel que quiera
expresarse, que quiere salir adelante. Nuestra tarea será facilitar esta expresión y la canalización de
esos sueños en realidades y oportunidades, con todas las garantías y, por supuesto, tomando atenta
nota de las demandas de cambio que nos competen como gobierno y administración de la ciudad.
Soy plenamente consciente de que ese anhelo de cambio es continuo y le pertenece a la ciudadanía,
no a los gobiernos. Soy plenamente consciente de que gané en una ciudad, y hoy, apenas unos
meses después, me posesiono en otra, y que cada día tendré el desafío de saber interpretar a mi
ciudad para gobernarla bien. Tengo también la profunda convicción de que este año en Bogotá y en
Colombia los ciudadanos no sólo votaron y se movilizaron por un cambio de gobierno sino sobre todo
Con razón los ciudadanos le reclaman al gobierno humildad para enmendar y liderazgo para
transformar. Pero tengo la convicción de que más allá de los legítimos reclamos a los gobiernos de
turno, los jóvenes en las calles nos piden a todos, con toda razón, un cambio de era, un nuevo
contrato social intergeneracional, que sea a su vez un pacto definitivo por la igualdad, la
Necesitamos canalizar y aprovechar, para el beneficio colectivo, toda esa fuerza arrolladora de los
a desarrollar en todo su potencial a Bogotá y a su región. Ese es nuestro reto, impulsar en y desde
Bogotá ese nuevo contrato social e intergeneracional que reclaman nuestros jovenes y mayorías
ciudadanas. Impulsar en y desde Bogotá un gran acuerdo nacional sobre los jóvenes. Una agenda
que responda eficazmente a sus aspiraciones legítimas y apenas elementales de educación pública
de calidad, de cuidado, de medio ambiente, de cómo profundizar las libertades y los derechos para
cerrar las brechas de las desigualdades y exclusiones, y de cómo ejercer los deberes y la
Este es el momento de construir confianza, empatía y acción colectiva para hacer de Bogotá y
nuestra región un ejemplo global de reconciliación, cultura ciudadana y desarrollo humano, incluyente
y sostenible. No caemos en la vanidad de creer que ese cambio y propósito apenas está empezando
con nosotros, pero sí tenemos la certeza de que el punto de llegada debe ser el cumplimiento de la
agenda y objetivos de desarrollo sostenible que como humanidad nos trazamos cumplir en el año
2030. Tenemos estos cuatro años de gobierno y una década de contínua acción colectiva para
cumplir cinco grandes metas: la primera, vivir sin miedo; la segunda, generar oportunidades, empleo y
educación pertinente, gratuita y de calidad; la tercera, liberar más tiempo para la familia, la creatividad
y el desarrollo, no para el trancón; la cuarta, reverdecer la ciudad para respirar, movilizarnos y vivir
con calidad de vida; y la quinta, hacer de Bogotá Región el mejor hogar de los colombianos.
Tenemos todo para lograrlo. Tenemos unos nuevas generaciones más libres y exigentes, una
ciudadanía diversa y crítica, creativa y productiva, tenemos talento en todas las áreas, riqueza en
toda la naturaleza, liderazgos de hombres y mujeres extraordinarias y tenemos al fin las mayorías
para dirigir el rumbo y hacer realidad las aspiraciones que reclamamos en las calles. Esta es nuestra
oportunidad de impulsar aquí y ahora ese nuevo contrato social e intergeneracional y hacerlo realidad
en el marco de las competencias locales de una ciudad como Bogotá y de las regionales que
debemos construir en primer lugar con nuestros conciudadanos de Cundinamarca y adicionalmente
con los de Boyacá, Tolima y Meta con quienes hacemos parte de la región central de nuestro país.
Vamos a construir una ciudad que sea segura para todos, en donde haya prevención y sanción eficaz
a las violencias basadas en género y la violencia intrafamiliar. Espacios públicos seguros y libres de
riñas, alcoholismo y drogadicción. Tenemos que trabajar mancomunadamente para bajar el robo y la
Para lograr una ciudad sin miedo vamos a hacer de la Cultura Ciudadana el eje transversal de la
individuales que ahora tenemos que transformar en desafíos y logros colectivos, como sociedad.
Tenemos mucho por aprender de nosotros mismos, de lo que hacemos y de cómo nos comportamos,
y mucho por cambiar. Yo soy la primera persona dispuesta a aprender y a cambiar y, así, convocar a
la construcción de una visión compartida de ciudad, convivencia y cultura ciudadana con la que
desterremos de una vez y para siempre el racismo, el clasismo, el machismo y la xenofobia, a través
ciudad y la violencia de género por parte de parejas. Construyamos juntos una ciudad en la que se
pueda vivir sin miedo, en paz, con justicia y seguridad; una ciudad cuidadora.
La gestión de la seguridad y convivencia basada en nuestra mutua confianza y cultura ciudadana
será mi tarea directa como primera autoridad y jefe de la policía de la ciudad. Tenemos que garantizar
que la formación, la operación y el control de la Policía se ajusten a los principios de los derechos
vínculos de confianza entre la ciudadanía y las autoridades; por eso vamos a trabajar de manera
coordinada con el Gobierno Nacional y con las demás instituciones de seguridad y justicia, para que
puedan cumplir mejor sus funciones, tener mayor bienestar y respaldo, pero también se ciñan al
deber de ejercer su autoridad de manera legítima y transparente, bajo los preceptos que dicta la
Constitución.
Desde hoy convoco al conjunto de jueces, fiscales, defensores y personeros para que, junto con
Somos la capital de la reconciliación de Colombia, por eso trabajaremos por el fortalecimiento de una
institucionalidad que se comprometa con las víctimas del conflicto y contribuya con el proceso de
reintegración y reincorporación. Estamos comprometidos con las víctimas del conflicto por eso
verdadera inclusión en la vida. Mientras asistimos a este acto está naciendo la generación del medio
milenio. La que llega a la vida en 2020 y cumplirá 18 años en el 2038, cuando Bogotá cumpla 500
años de fundada, y llegue orgullosamente a ser una ciudad madura, de medio milenio. Nuestra mayor
responsabilidad como sociedad y como gobierno será cuidar los primeros cuatro años de vida, los
más importantes para su futuro bienestar, de las presentes y de esa nueva generación de niños y
niñas del medio milenio. Como senadora fui la orgullosa ponente de la Ley que convirtió en política de
estado garantizar a todos nuestros niños y niñas sus 8 derechos fundamentales de primera infancia.
Como alcaldesa será mi obsesión que todos nuestros en efecto reciban la ruta de atención familiar,
social e institucional que les hace realidad esos 8 derechos en sus primeros 5 años de vida. Que
tengan el amor, el cuidado, el estímulo, la salud y educación que necesitan, que les de las bases
Que la educación que reciban desde la primera infancia, pasando por la básica y media hasta las
diferentes formas de educación superior sean un derecho y no una lotería y que les de efectivamente
las capacidades pertinentes para la vida, la ciudadanía, la innovación y el trabajo del siglo XXI.
Para ello formularemos la Agenda Educativa 2030 y haremos la mayor inversión y apuesta social en
la historia de Bogotá que tendrá como norte el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la
participación directa de los docentes. Promoveremos la transformación pedagógica en Bogotá con los
maestros y maestras y trabajaremos para que ellos sean los ciudadanos más respetados y admirados
queremos más jóvenes endeudados con Icetex; no queremos más jóvenes que ni estudian ni
trabajan. Vamos a garantizar educación superior gratuita con conexión a empleo. Vamos a ofrecer
reentrenamiento educativo y laboral a los mayores de 45 años para que no los rechacen en el
mercado laboral.
Queremos una adultez y vejez digna, autónoma e integrada a la sociedad. Lucharemos contra la
exclusión relacionada con la edad. En Bogotá no puede seguir siendo una tragedia ser mayor de 45
años para educarse y emplearse. Ofreceremos opciones de educación para adultos y personas
laboral. La vejez no es sinónimo de incapacidad y por eso las personas mayores no serán dejadas a
un lado.
La política social de Bogotá estará orientada a superar la pobreza evidente y oculta, a combatir la
feminización de esa pobreza, a eliminar las barreras que limitan la autonomía y el bienestar, y a
fortalecer las capacidades que aseguren a los ciudadanos libertad individual y movilidad social.
Queremos mujeres empoderadas y autónomas. Vamos a combatir las violencias basadas en género
promoción del derecho a una vida libre de violencias, a través del empoderamiento y la autonomía
económica, física y emocional de las mujeres. Implementraremos por primera vez en nuestra ciudad y
en Colombia un sistema distrital de cuidado, que releve de los hombros de las mujeres la
pública y la privada.
mejorando los enfoques poblacionales, de género y diferenciales para que el conjunto de políticas,
Garantizar el acceso universal a la cultura, a las artes, a la recreación y al deporte será una prioridad
cualificación y formación de los agentes culturales y los artistas de la capital y apoyaremos con
En el año 2038, cuando Bogotá cumpla 500 años, la generación que hoy nace será una generación
empáticos, y esta será una ciudad que compita entre las mejores en cultura ciudadana, innovación y
desarrollo sostenible.
En tercer lugar tenemos que ocuparnos de nuestra casa común y un desarrollo ambientalmente
sostenible entender que somos una parte más de una vasta región que es una realidad en la
geografía, en la ecología, en la vida y en la ciudadanía, pero a la que le falta ser también una realidad
en la región metropolitana de la Sabana de Bogotá. Para que podamos tener las herramientas de
nuestros ciudadanos tanto en Soacha como en Bosa, en Chía como en Suba, en la Calera como en
Esta región metropolitana tiene una de las maravillas únicas de nuestro planeta: ¡el sistema de
paramos más grande del mundo! Desde Chingaza hasta Sumapaz. Gracias al cual tenemos agua que
nos cae por gravedad. Si a Bogotá le tocará bombear agua 2.600 metros hacia arriba para surtir a
páramos, único en el mundo, con toda la estructura ecológica que se deriva del mismo, con sus
cerros, sus cuencas, sus ríos, sus humedales, sus reservas es nuestra primera tarea. Y eso implica
también acordar unos criterios metropolitanos de ordenamiento territorial para evitar y corregir la
expansión desordenada, segregada e insostenible que tiene hoy la huella urbana y de movilidad de
Tenemos que reverdecer a Bogotá. Reconciliarnos entre nosotros mismos, con los animales y con las
plantas, en juego está la supervivencia y la posibilidad del futuro. Hay mucho por aprender, mucho
por cambiar en nuestros hábitos de vida: la forma en que producimos y consumimos, la manera en
que usamos el agua y el aire, la forma en que manejamos los residuos y el modo en que escogemos
y usamos los combustibles. Promoveremos el reciclaje, valorización y aprovechamiento de los
ambiental. Tenemos que preservar la estructura ecológica urbana y rural de Bogotá, tenemos que
proteger la biodiversidad, pues nos necesitamos diferentes. No se trata de una opción, es una
necesidad vital. Por eso apostamos por un ordenamiento territorial incluyente y democrático que
distribuya equitativamente las cargas y beneficios para contar con espacio público y equipamiento
urbano de calidad, en una ciudad compacta y sin poner en riesgo el futuro. Por eso promovemos la
vivienda social asequible, la movilidad multimodal, regional y limpia, basada en una red de metro y
Tenemos que reducir el trancón y la contaminación si queremos ser una ciudad con calidad de vida y
verdadero desarrollo sostenible. Mientras que nuestra ciudad ha crecido al 4% según el último censo,
los municipios más próximos de la región han crecido al 35%. En consecuencia, 2 millones de
colombianos entran y salen de Bogotá a diario. La pregunta es cómo logramos que entren, salgan y
circulen sin quemar gasolina y diésel que nos está matando a todos la calidad del aire, la salud, y la
ampliando esas vías de acceso y usando la red férrea que es un patrimonio público abandonado en
pasto, y la única alternativa para lograr tener una red de Regiotrams por la que puedan entrar carga y
pasajeros en un modo de transporte publico, masivo, limpio y sostenible, en vez de que la única
alternativa sean individuales camiones y carros quemando combustible, contaminando y atascados
en un trancón infinito.
desde Zipaquirá hasta Gran Estación, y el del sur desde allí hasta Soacha, que tendremos que
Esa red de Regiotrams se conectará e integrará al interior de Bogotá con la primera línea de metro
que vamos a hacer completa desde Kennedy y Bosa hasta Suba y Engativá. ¡No vamos a permitir
que Suba y Engativá queden por fuera de la primera línea de metro y sigan peor de embotelladas de
lo que están hoy por 30 años más! De esa manera lograremos, otra vez tarde pero al fin, tener una
red de metro y regiotrams que sean la base del sistema de transporte masivo en Bogotá, en vez de
que esa base sea Transmilenio. Como en cualquier otra ciudad de escala metropolitana con más de 7
millones de habitantes, los sistemas de buses como Transmilenio y SITP, que debemos mejorar para
el usuario, transitar a energías limpias y cuidar porque son un patrimonio de nuestra ciudad, deben
alimentar la red de metros pesado y ligeros, en vez de tratar de reemplazarlos como base del sistema
de transporte público. Así decidimos en democracia que fuera el pasado 27 de octubre y así lo
haremos.
Nuestra siguiente prioridad es construir el cable de San Cristóbal, desde el Portal del 20 de julio
idealmente hasta la zona de Juan Rey y La Flora entre San Cristóbal y Usme. También
estructuraremos el tercer cable en Usaquén para que los ciudaanos de la zonas altas y populares de
Usaquen se conecten al Regiotram del norte. En vez de un Transmilenio por la carrera Séptima
nuestra alternativa será hacer de la séptima un moderno corredor ecológico. Debemos ser
conscientes que en el corto plazo no tendremos metro sino más trancón por la obra de construcción
del metro y que, por lo tanto, tenemos que mejorar y dignificar el transporte en Transmilenio, el SITP,
La movilidad de Bogotá tiene una doble cara. Por un lado somos una de las ciudades más trancadas
y atrasadas en materia de metro, pero por otro lado somos un ejemplo global de movilidad alternativa,
peatonal y en bici. Bogotá moviliza hoy entre el 6% y el 11% de sus viajes diarios en bicicleta, y
sumados con los viajes a pie, se llega hasta cerca del 30% de viajes peatonales y en bici. Bogotá ya
es un ejemplo global de movilidad alternativa. Hace más de 20 años cuando se empezaron las
ciclorutas parecía razonable que se compartiera anden con cicloruta. El éxito en la cantidad de
usuarios y viajes en estos años hacen que esa combinación sea indeseable e insostenible. Muchos
Por eso tenemos que pasar a otro nivel, independizar el anden de la cicloruta y dejarlo sólo para
peatones, y el ciclocarril segregado en vía solo para bicis o patinetas. Seguir ampliando la red de
usuarios nos permitirá duplicar el número de viajes en bici, a la vez que mejoramos la seguridad y
calidad de transito para los peatones en los andenes. Si a eso le sumamos continuar el reemplazo de
la flota de Transmilenio y SITP y dar incentivos adecuados para que los vehículos particulares
también hagan tránsito a energías más limpias Euro VI como gas y eléctrica podemos consolidar en
una década un sistema de transporte limpio que o destruya nuestros pulmones, la calidad del aire y el
medio ambiente.
Ese conjunto de medidas logrará que Bogotá no solo cumpla los objetivos de desarrollo sostenible
relacionados con calidad de aire, medio ambiente y movilidad sostenible sino que además se
Lograr todo esto ni es ciencia ficción ni es física nuclear, ni siquiera es un problema de plata sino
peleas para parar y deshacer, nos proponemos corregir, mejorar y avanzar. Aunque este fue uno de
los temas más polarizantes en el pasado debate electoral, las mayorías ciudadanas que se
expresaron en varias candidaturas no sólo la nuestra, fueron contundentes: tenemos que avanzar en
El tiempo que le quitemos al trancón pasará a ser tiempo para al disfrute con la familia, la creatividad
más empleo. Vamos a apostar por la doble inclusión: social y productiva. Los avances de Bogotá en
materia de desarrollo económico y social son muy positivos. Hace 20 años el 31,7% de los habitantes
de la ciudad eran pobres y el 7,1%, pobres extremos, hoy estas cifras bajaron a 12,4% y 2,5%. Para
seguir mejorando vamos a apostar por aumentar la inclusión productiva para que la gente pueda
mejorar sus ingresos con oportunidades de empleo y de emprendimiento, tener movilizdad social y
autonomía económica.
Por último, nuestra quinta gran meta, también inspirada en el camino que marcan los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, es unirnos, aliarnos, para hacer de Bogotá y su región el mejor hogar de los
colombianos. Sin dejar a nadie atrás, construiremos este sueño conjuntamente con la ciudadanía, los
los formadores de opinión, la región, la nación y la cooperación internacional. Una alianza genuina y
democrática reconoce a los actores, ayuda a empoderar a los débiles, a controlar a los poderosos y a
Nuestra respuesta a la política tradicional es darle voz a la ciudadanía para que vote y priorice la
declaraciones de renta y de conflictos de intereses de todos los altos funcionarios, que serán elegidos
por meritocracia, por su capacidad de trabajo, por su hoja de vida y por su capacidad de servir y
Bogotá necesita un gobierno que escuche y encuentre soluciones de común acuerdo con los
eficiencia del sistema de movilidad y la seguridad del territorio, son prioritarios para el bienestar de los
pequeña producción rural como un medio para mejorar las capacidades productivas y de generación
que evalúe el impacto económico y social de los grandes proyectos de ciudad para priorizar
manejo transparente del presupuesto así como el fortalecimiento fiscal y equitativo de la ciudad hacen
Permitanme terminar con una reflexión personal y un aprendizaje de toda nuestra coalición en la
campaña que nos trajo hasta aquí. Durante los últimos meses aprendimos muchas cosas, pero sobre
todo yo aprendí una lección crucial para el resto de mi vida. En el momento más difícil de la campaña
aprendí a parar, a escuchar, a aceptar con humildad mis equivocaciones, y a corregir el rumbo
cuando se hizo necesario. Aprendí a enfocar mi fuerza de manera firme pero serena, y mi trabajo
colectivo de una manera mucho mas empática. Prometo mantener ese rumbo, y escuchar,
detenerme y corregir el rumbo las veces que sea necesario para que este camino que hoy
emprendemos lo recorramos juntos, aunque en muchas cosas pensemos diferente. Tenemos que
aprender a sentir empatía y construir confianza. Confianza en nosotros mismos, en nuestra capacidad
de cambiar bara bien propio y colectivo. Confianza en que a los otros, a pesar de las diferencias, los
Como la única manera de líderar en la vida es liderar con el ejemplo, he cambiado en lo personal, y
hemos cambiado y mejorado en lo colectivo dentro de nuestra coalición. Y para empezar hoy con una
muestra más de que este cambio no es casuistico sino un propósito de vida y acción colectiva, por
iniciativa de nuestra maravillosa bancada Verde, esta tarde le propondremos con todo respeto pero
con mucha convicción a todos los concejales de nuestra ciudad que escojan a Carlos Fernando
Galán como el Presidente de esa corporación en este primer año, cediendo esa dignidad que por su
¿Competimos con Carlos Fernando y Bogotá para la Gente? Si, tenemos diferencias? Si. ¿Pero es
mucho más lo que nos une, que lo que nos separa, en los principios y en los propósitos? Sin duda.
¿Podemos entonces en medio de las diferencias confiar el uno en el otro? Por supuesto! De eso se
trata construir empatia y confianza, así se hace, así se ejerce la cultura ciudadana con la que
queremos inspirar a millones más de nuestros ciudadanos. Aprendamos a reconocer lo mucho que
nos une, aprendamos a valorar y respetarnos en la diferencia, a construir empatía y confianza en vez
memoria de Guillermo Perry, que sé que nos propuso y conversó varias veces, tanto a Carlos
Fernando como a mi, que más allá de la legítima competencia reconocieramos que somos parte de
una misma generación, que nos animan sueños comúnes y que nosotros mismos y nuestra sociedad
entera se beneficiaría mucho más de nuestra empatica acción colectiva, que de nuestra legítima
competencia pasajera.
Solo con empatía y confianza es posible la enorme acción colectiva que requiere lograr la
reconcilaición, inclusión, y desarrollo sostenible que nos hemos propuesto sembrar en nuestra alma, y
en el de nuestra ciudad y nuestro país, de una vez por todas y para siempre.
Bogotá, muchas gracias por confiarme su presente y su futuro. Prometo honrar esa confianza y dar
todo de mi para que nuestra Bogotá sea en los próximos 4 años una ciudad y región más cuidadora,
incluyente y sostenible. Para que juntos celebremos en el año 2030 logramos ser la generación que
recibe la admiración local y global por haber sellado en el transcurso de una década nuestro nuevo
contrato social intergeneracional por la reconciliación y que logramos cumplir los objetivos de
desarrollo sostenible. Y para que desde hoy sepamos y construyamos este nuevo relato de Nación,
de que gracias a esa tenacidad, acción colectiva, confianza y empatía, las actuales generaciones,
vimos nacer, crecer y empoderarse a la generación del medio milenio, que en el 2038 estuvo al fin
desprendida de las tragedias y viejos debates del pasado del siglo XX y estuvo en cambio llena de
vida, capacidaddes y oportunidades para poner a toda Colombia como referente global en el siglo
XXI. ¡De esa magnitud es lo que juntos vamos a construir! Nos demoramos un poco, pero al fin