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Blanco Suarez R - Código Procesal Penal Sistematizado 2017 PDF
Blanco Suarez R - Código Procesal Penal Sistematizado 2017 PDF
La reforma al sistema penal constituye una labor que se extiende más allá de la
reforma al proceso penal. Supone modificar nuestros criterios de criminalización
primaria, introduciendo principios como los de lesividad y última ratio; supone,
además, supervigilar la ejecución de las penas para evitar así castigos excesivos y
favorecer la reinserción; exige modificar la relación entre el Estado y la policía, para
favorecer la oportunidad y la selectividad en el uso de la fuerza; y supone, por sobre
todo, de un modo urgente y prioritario, modificar el proceso penal para transformarlo
en un juicio genuino, con igualdad de armas entre el Estado y el inculpado y con
plena vigencia de la oralidad, la oportunidad y la inmediación.
Pero no se trata sólo de satisfacer las exigencias del debido proceso, llevando
así a término el desarrollo del Estado Constitucional. Todavía esa reforma resulta
exigida por la idea y el principio de los derechos humanos que fundan al sistema
político y que constituyen, como es sabido, uno de los compromisos más delicados
del Estado ante la comunidad internacional. Se ha dicho, con razón, que los
sistemas de enjuiciamiento criminal son los más elocuentes indicadores del grado
de respeto por los derechos de las personas que existe en un ordenamiento estatal
o, dicho de otro modo, que el autoritarismo se revela en la forma en que los poderes
públicos encaran el reproche a las conductas desviadas o a las formas de
comportamiento anómico.
En los cinco años transcurridos desde el año 1987 hasta 1991 —un período que
cubre gobiernos distintos— el promedio de causas ingresadas a los tribunales del
crimen en relación a las detenciones efectuadas es de un 60.6 por ciento, de manera
que el cuarenta por ciento del total de quienes son detenidos en Chile —una media
anual de 750.000 personas— son privados de libertad, aunque sea por breve lapso,
sin ingresar al sistema jurisdiccional. Ocuparse de la reforma procesal penal para,
a través de ella, fortalecer las garantías, constituye, así, una tarea exigida por los
principios en materia de derechos fundamentales. La reforma al proceso penal
importará, por lo mismo, un mayor goce cotidiano de los derechos humanos.
No se agotan ahí, sin embargo, los efectos y las ventajas políticas de la reforma
al proceso penal. Si modernizar el Estado significa someter la gestión de sus
diversos órganos a criterios de eficiencia en la gestión y en el diseño, entonces, la
modernización del Estado exige la reforma al proceso penal. En la situación actual,
se trata no sólo de un procedimiento que confiere pocas garantías, sino que,
además, se trata de un procedimiento carente de eficiencia y, lo que es peor,
displicente con las víctimas y los usuarios que a él acceden. Algunos estudios
empíricos de carácter exploratorio, por otra parte, atribuyen al procedimiento penal
vigente en Chile, funciones latentes de penalización informal, dada la alta incidencia
de la prisión preventiva y el bajo número de sentencias condenatorias. En lo que
atinge nada más a las causas que ingresan al sistema jurisdiccional, las fuentes
primarias muestran que, para el año 1990, si se excluyen las faltas y los cuasidelitos,
el promedio de causas finalizadas mediante sentencia definitiva a nivel nacional
alcanza apenas a un 17 por ciento y los sobreseimientos a un 69 por ciento. Un
análisis más fino de esas cifras —que excluya juzgamientos por leyes especiales—
indicaría todavía que la tasa de sentencias definitivas alcanza apenas a un seis por
ciento.
Como ocurre en todos los sectores del Estado, los recursos para la persecución
penal son inevitablemente escasos y, por ese motivo, no toda forma de conducta
desviada puede ser reprimida. El cambio en las pautas de movilidad social y las
asimetrías inherentes a los procesos de modernización, permiten prever que esa
brecha entre conductas a reprimir y recursos disponibles se acentuará en el futuro
inmediato. En los hechos todo sistema penal es inevitablemente selectivo. Existe
una zona de la criminalidad que queda, también, inevitablemente fuera del sistema.
En el caso del proceso penal chileno esa selectividad es discriminatoria, puesto que
no hace más que reproducir los sistemas de estratificación social, afectando sólo a
los sectores sociales más vulnerables. Las fuentes primarias muestran que buena
parte de la represión penal se traduce en la persecución de la criminalidad de
bagatela cuando es cometida por esos sectores. Este fenómeno no sólo es grave
por lo inicuo de la discriminación que supone, sino que, además, importa un uso
gravemente ineficiente del gasto público, puesto que, como lo muestra la baja tasa
de sentencias definitivas que logra —nada más un seis por ciento del total, excluidas
las dictadas por leyes especiales, según ya se anotó— el actual sistema es
ineficiente en la criminalidad común e inexistente con respecto a la criminalidad
socialmente menos vulnerable y de más alta lesividad.
Es, pues, necesario, instituir un órgano —el Ministerio Público— que en base a
criterios político criminales explícitos y sometido a estrictos controles de
responsabilidad, conduzca la selectividad del sistema penal hacia la criminalidad
más lesiva. La reforma procesal penal supondrá, así, una persecución más eficiente
y una selectividad en base a criterios político criminales explícitos. El gasto público
en el sector deberá optimizarse en base a criterios que permitan su control.
De otra parte, como ya se dijo, el sistema procesal penal chileno con su recurso
casi exclusivo a la privación de libertad, suele segregar a los inculpados de sus
grupos de pertenencia, lo cual, tratándose de jóvenes, se traduce en un ingreso a
formas permanentes de marginalidad que, luego, inducen a esos mismos sujetos a
nuevas y más graves formas de criminalidad. En otros términos, el diseño del actual
proceso penal produce marginalidad y, por esa vía, acentúa las posibilidades de la
conducta desviada. Un Estado atento a corregir, en base a criterios de equidad, los
resultados espontáneos de los procesos sociales y económicos, debe ocuparse del
proceso penal puesto que, con ello, produce integración al proceso de crecimiento
económico y evita una fuente permanente de marginalidad productiva.
Como es obvio, cada sujeto que se incorpora al sistema penal y que padece el
ingreso al circuito de la marginalidad, es una pérdida inmensa de inversión social y
de esfuerzo público. La reforma procesal penal deberá corregir ese camino de
marginalidad, permitiendo, mediante la intervención del ministerio público, favorecer
la reincorporación social y económica de quien ingresa al sistema.
A partir de estos puntos de vista el Gobierno que presido, por intermedio del
Ministerio de Justicia, ha formulado el presente proyecto de nuevo Código de
Procedimiento Penal que se somete a la aprobación del H. Congreso Nacional, y
por su intermedio a la comunidad nacional. Se trata de una propuesta destinada a
ser analizada ampliamente por la comunidad jurídica, política y por la población en
general, con la expectativa de que su conocimiento y análisis pueda suscitar amplios
consensos así como permitir su perfeccionamiento.
— Carlos Künsemüller L.
— Clara Szczaranski
— Claudio Osorio
— Cristián Maturana
— Cristina Villarreal H.
— Felipe de la Fuente
— Gonzalo Alvarado
— Nelson Contador
— Orlando Poblete
— Ricardo Rivadeneira M.
FUENTES
Los documentos que otorgan los parámetros básicos usados para el diseño del
proyecto han sido la Constitución Política de la República y los Instrumentos
Internacionales de Derechos Humanos que obligan al país, habiéndose tenido en
cuenta especialmente entre estos últimos a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
También han sido fuentes directas para el trabajo realizado diversos textos de
legislación extranjera, tanto de nivel legal como constitucional, así como opiniones
doctrinales o jurisprudencia relativas a ellos. Entre los códigos extranjeros de más
frecuente utilización estuvieron el Código Procesal Penal Italiano de 1988, la
Ordenanza Procesal Penal Alemana de 1877, la Ley de Enjuiciamiento Criminal
Española de 1882, el Código Procesal Penal de la Nación Argentina de 1992, el
Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba de 1992 y el Código Procesal
Penal Peruano de 1991.
Pero además de estos textos legales, han sido de extraordinaria utilidad para el
trabajo del Foro y de la Comisión Técnica el Código Procesal Penal Modelo para
Iberoamérica desarrollado por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal.
Asimismo, se ha utilizado su antecedente más directo que es el Proyecto de Código
Procesal Penal de la Nación Argentina de 1986 y otros proyectos posteriores
vinculados directamente con el Modelo como son el Proyecto de Código Procesal
Penal de Guatemala de 1991 y el Proyecto de Código Procesal Penal de El Salvador
de 1993.
Asimismo se ha utilizado el método de titular cada uno de los artículos con una
referencia a su contenido, siguiendo el sistema de las legislaciones más modernas.
CONTENIDO DEL PROYECTO
1) Breve explicación de los órganos
del sistema propuesto y del procedimiento ordinario
En los casos en que el fiscal formule acusación se dará lugar a una audiencia,
llamada intermedia, ante el mismo juez de control de la instrucción, destinada
básicamente a preparar el juicio.
Al término del juicio el tribunal dictará su sentencia la que sólo será objeto de
limitadas posibilidades de impugnación ante los tribunales superiores.
El eje del procedimiento propuesto está constituido por la garantía del juicio
previo, es decir, el derecho de todo ciudadano a quien se le imputa un delito a exigir
la realización de un juicio público ante un tribunal imparcial que resuelva por medio
de una sentencia si concurren o no los presupuestos de aplicación de una pena o
medida de seguridad. Como elemento integrante de esta garantía básica se
consagra el sistema oral, a partir de la constatación de que este método sencillo y
directo de comunicación es el único que permite asegurar que el conjunto de actos
que constituyen el juicio se realicen de manera pública, concentrada, con la
presencia permanente de todos los intervinientes y sin admitir la posibilidad de
mediaciones o delegaciones, como las que tantos problemas y distorsiones han
causado en el sistema vigente.
3) Instrucción
Para aquellos casos en que sea necesario requerir la intervención judicial por
primera vez en relación con una medida determinada o cuando se pretenda
formalizar la persecución para eventuales futuras medidas, se propone el
establecimiento de la formulación de cargos por parte del fiscal ante el juez. Se trata
de una institución procesal que obliga a formalizar y judicializar la instrucción, con
el fin de otorgar garantías al imputado en cuanto al conocimiento de la existencia y
contenido de la persecución penal que se dirige en su contra, a permitir su
declaración judicial como medio de defensa frente a esa imputación y a dar lugar a
la intervención del juez para el control de la actividad investigativa y las eventuales
medidas cautelares.
Por otra parte, los avances de las disciplinas penales muestran cómo las
respuestas tradicionales del sistema, fundamentalmente las penas privativas de
libertad en el caso chileno, resultan socialmente inconvenientes para una
multiplicidad de casos, sea porque los problemas asociados a ellas resultan
mayores que sus eventuales beneficios, o porque la rigidez en su aplicación
desplaza soluciones alternativas socialmente más productivas y más satisfactorias
para los directamente involucrados en el caso, especialmente las víctimas o los
civilmente afectados por el delito.
Las salidas alternativas se regulan en el Párrafo 8º del Título I del Libro II y son
la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios. La primera
de estas posibilidades consiste fundamentalmente en una anticipación del tipo de
solución que la sentencia otorgará al caso cuando probablemente resulte aplicable
alguna de las medidas alternativas de la Ley Nº 18.216. Con acuerdo del fiscal y el
imputado, el juez podrá suspender el procedimiento sujetando a este último a ciertas
formas de control de baja intensidad, por un período no superior a tres años. Una
de las ventajas de esta solución dice relación con la oportunidad de la medida, pues
su decisión temprana evita los efectos estigmatizantes del procedimiento y la
eventual prisión preventiva para quien, finalmente, se hará acreedor a una medida
no privativa de libertad destinada a su reinsersión social. La otra ventaja es que su
aplicación no requiere de aceptación de culpabilidad ni de su declaración por parte
del juez. En consecuencia, de cumplir adecuadamente con las condiciones en el
plazo estipulado, el imputado se reincorporará plenamente a la vida social, sin que
pese sobre su futuro el antecedente de una condena penal.
En el caso de revocarse la suspensión condicional, por no cumplimiento de las
condiciones o por la comisión de un nuevo delito, será necesario reiniciar el
procedimiento hasta la dictación de la sentencia, incluyendo, en el segundo caso, el
nuevo delito en la acusación.
El ámbito dentro del cual se propone aceptar estos acuerdos queda delimitado de
modo bastante general y deberá ser precisado en lo sucesivo tanto por la ley penal
y su interpretación, como por la jurisprudencia. Se establece de modo preciso el
deber del juez de verificar que quienes han concurrido al acuerdo lo han hecho libre
e informadamente.
Por medio de este procedimiento se busca dar una salida expedita a aquellos
casos en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación
realizada por el fiscal. Se ha preferido esta fórmula a aquella en que se exige una
aceptación explícita de culpabilidad para permitir al juez un control más intenso
sobre los antecedentes del caso. El proyecto faculta al juez incluso para absolver
en el caso que, a pesar del reconocimiento de hechos realizado por el acusado,
éstos no sean constitutivos de delito o el conjunto de los antecedentes de la
instrucción lo llevaren a adoptar esa decisión.
La formulación de la acusación por parte del fiscal dará lugar a la citación a una
audiencia intermedia que estará llamada a cumplir diversas funciones. Las más
importantes son: dar pie a la formalización de la defensa frente a la acusación,
permitir el control judicial de la misma, y, en su caso, preparar la realización del
juicio fijando su contenido y los medios de prueba que serán admitidos al mismo.
6) Juicio oral
Se propone una explicitación de los principios que deben regir el desarrollo del
juicio con miras a su cabal comprensión por parte de una comunidad jurídica para
la cual éste constituye una novedad. Se pretende sobre todo evitar que
interpretaciones inadecuadas puedan dar lugar a una distorsión del nuevo sistema
por medio de la mantención de prácticas incompatibles con él, tales como serían,
por ejemplo, una preeminencia de la lectura de documentos, la posibilidad de la
discontinuidad de las audiencias o el desarrollo de la audiencia sin la presencia de
todos los intervinientes, fenómenos que han ocurrido en diversas ocasiones en el
contexto latinoamericano.
Tanto con el fin de preservar la continuidad del juicio como de garantizar que la
sentencia se dicte sobre la base de lo acontecido en él, se dispone que la resolución
sobre la absolución o condena sea comunicada a las partes en la misma audiencia
en que ha concluido el debate, luego de la deliberación producida entre los jueces.
La resolución de los demás contenidos de la sentencia, así como la redacción de la
misma pueden ser postergadas por un máximo de 30 días.
7) Recursos
Esta última norma viene a despejar cualquier duda existente sobre las facultades
de los jueces para controlar la ejecución penal, abriendo amplias posibilidades de
desarrollo para una actividad jurisprudencial destinada a fijar parámetros mínimos
a las condiciones de vida intramuros, así como para controlar los aspectos más
importantes de las decisiones que en el ámbito penitenciario se adoptan
comúnmente.
LA REFORMA PROCESAL PENAL
Dicha reforma estará constituida además por otros cuatro Proyectos de Ley. El
primero de ellos es el que crea el Ministerio Público como un órgano autónomo, por
lo que contiene también algunas modificaciones al Ordenamiento Constitucional
vigente.
Ministerio de Justicia
ARTÍCULO 1º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 2º, 10, 13, 36, 44, 52, 75, 76, 99,
101, 159, 160, 182, 197, 235, 237, 240, 241, 242, 250, 251, 263, 264, 265, 266, 271,
284, 286, 289, 291, 292, 294, 295, 325, 340, 341, 342, 343, 344, 372, 373, 374, 396,
401, 406, 433, 448, 455 a 465, 473, 481 y 482. Constitución Política: artículos 5º,
6º, 7º, 19 Nº 3 y 73. Código de Procedimiento Penal: artículos 3º, 42, 42 bis, 43, 49,
406, 408, 418, 433, 434, 441, 456 bis, 500, 501, 503, 504, 541, 546, 587, 589, 591,
604, 657 y 682 a 696. Comisión de Estudios de la Nueva Constitución: Sesión 1012
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que sin duda se trata de una situación confusa con actuaciones contradictorias
por parte del Ministerio Público, que se produjo por su propia decisión de tramitar
por separado dos investigaciones que se inician por un mismo hecho, lo que hacía
imperioso que ellas se acumularan, sin que se siguiera tan elemental proceder.
3. Garantías y la imparcialidad
(...) En ese contexto, resulta claro que la prohibición de doble persecución penal
se otorga a quien ha sido objeto de una decisión jurisdiccional anterior sobre los
mismos hechos. Dicho lo anterior, lo cierto es que no queda sino concluir que no
concurren, en este caso, los presupuestos del principio non bis in idem, desde que
no existe decisión jurisdiccional respecto del acusado que se haya pronunciado en
los antecedentes sobre desórdenes públicos. Ello es así por cuanto el principio de
oportunidad es una facultad con que cuenta el Ministerio Público, cuyo objetivo es
racionalizar la persecución penal de los delitos (...) (considerando 4º) lo
anteriormente expresado revela en forma clara que la aprobación judicial de la
comunicación del principio de oportunidad no constituye una decisión sobre el
mérito de lo obrado por el fiscal, sino una simple constatación formal del
cumplimiento de los presupuestos que habilitan el ejercicio de tal facultad, pudiendo
ser inclusive más riguroso el examen del Ministerio Público, al revisar el acatamiento
de las políticas generales de la institución. No resulta posible, en consecuencia,
entender que tal aprobación constituye una decisión asimilable a la condena,
absolución o sobreseimiento definitivo, pues ello importaría entender que el
Ministerio Público se encuentra facultado para dejar sin efecto una resolución
judicial, cuestión evidentemente impropia del sistema procesal penal. (...) Lo
anteriormente razonado permite establecer que no se infringe en este caso el
principio non bis in ídem, ya que no obra respecto del acusado decisión judicial
alguna de las que, conforme con el tenor de las normas jurídicas invocadas,
reconocen el derecho a impedir el doble juzgamiento. Por ello, el Capítulo I del
recurso de nulidad será rechazado (considerando 5º).
7. Procede acoger recurso de nulidad por infracción a la garantía del debido proceso
y en particular al derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial
Que, en cuanto al concepto de imparcialidad, resulta útil recordar lo manifestado
recientemente por esta Corte, en orden a que: "por la imparcialidad del tribunal, se
comprenden tres garantías individuales de que gozan las personas de cara a la
organización judicial del Estado, a saber, el derecho al juez independiente, imparcial
y natural, referidos principalmente a que los asuntos criminales deben ser conocidos
por los tribunales señalados por la ley con anterioridad a la perpetración del hecho
punible, sin que otro poder del mismo Estado pueda avocarse a esa función, y a la
forma de posicionarse el juez frente al conflicto, de modo que no medie compromiso
con los litigantes o el asunto, desde que en todo proceso penal aparece
comprometido el interés público de la comunidad en el esclarecimiento de los
sucesos y el castigo de los delitos, como también la absolución del inocente" (Fallo
de 1 de septiembre de 2009, dictado en la causa Rol Nº 4164-09) (considerando
7º).
Que, acorde con lo expuesto y a partir de una lectura sistémica del Código
Procesal Penal, en particular, de los artículos 12, 69, 71, 259, 292, 295, 297, 323,
328, 336, 343 inciso 4º, 389 y 395, surge con nitidez que tanto el Juez de Garantía
como el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal, constituyen un sujeto procesal, que en
cuanto conductor del procedimiento desde una posición neutral no tiene la calidad
de interviniente y por tanto, se encuentra impedido de actuar como sujeto productor
de prueba. Es decir, sólo pueden decretar y-o recibir las probanzas que hubiesen
sido ofrecidas y-o pedidas por los intervinientes, siendo la razón del veto a tal
impulso o iniciativa probatoria, el resguardo del deber de imparcialidad del juzgador
—cuya contrapartida es un derecho para el imputado—, con lo cual, se garantiza, a
su vez, el carácter adversarial o contradictorio del actual proceso penal, que desde
luego es una manifestación del principio acusatorio que informa nuestro sistema de
enjuiciamiento criminal (considerando 8º).
(...) En torno a los tópicos que contempla el derecho del debido proceso, no hay
discrepancias en aceptar que a lo menos lo constituye un conjunto de garantías que
la Constitución Política de la República, los tratados internacionales ratificados por
Chile y en vigor y las leyes le entregan a las partes de la relación procesal, por medio
de las cuales se procura que todos puedan hacer valer sus pretensiones en los
tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están
conformes, que se respeten los procedimientos fijados en la ley, veredictos
motivados o fundados, etc.; en tanto que, por la imparcialidad del tribunal, se
comprenden tres garantías individuales de que gozan las personas de cara a la
organización judicial del Estado, a saber, el derecho al juez independiente, imparcial
y natural, referidos principalmente a que los asuntos criminales deben ser conocidos
por los tribunales señalados por la ley con anterioridad a la perpetración del hecho
punible, sin que otro poder del mismo Estado pueda avocarse a esa función, y a la
forma de posicionarse el juez frente al conflicto, de modo que no medie compromiso
con los litigantes o el asunto, desde que en todo proceso penal aparece
comprometido el interés público de la comunidad en el esclarecimiento de los
sucesos y el castigo de los delitos, como también la absolución del inocente; ese
interés debe ser tutelado exclusivamente por el Ministerio Público como órgano
predispuesto por el Estado precisamente con ese propósito, que incluye, por cierto,
la exclusiva y excluyente promoción de la acción penal y la carga de probar la
culpabilidad del incriminado, al mismo tiempo que el tribunal debe actuar con
neutralidad y objetividad, que no puede conducirlo a abandonar su posición
equidistante de las partes y desinteresada sobre el objeto de la causa (considerando
9º).
ARTÍCULO 2º
Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el
tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a
la perpetración del hecho.
ARTÍCULO 3º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 9º, 53, 54, 70, 77 a 80, 83,
85, 166 a 169, 170, 172, 173, 175, 180, 181, 182, 226, 229, 259, 284, 388, 391, 416,
423, 425 y 431. Constitución Política: artículos 73, 83 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 23 a 27, 30, 36, 81, 84, 108, 109, 110, 511, 514 y
534. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público: artículos 1º
y 3º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Ministerio Público determina cuándo formalizar, siendo el límite, la prescripción
de la acción penal
En ese cometido, es indudable que no requiere autorización judicial para dar inicio
a las pesquisas, teniendo el tribunal de garantía la misión de controlar la legalidad
de la investigación en aquellos aspectos en que expresamente la ley considera su
intervención, como el control de la detención y la autorización para realizar
diligencias intrusivas. En lo que respecta a la formalización de la investigación, ella
es definida por el artículo 229 del Código Procesal Penal como la comunicación que
el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía, de que desarrolla
actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más delitos
determinados, concepto del que se desprende que no considera la realización de
actividad alguna del tribunal para ser ejecutada, sino que contempla su participación
a posteriori en la resolución de las cuestiones que se debatan luego de practicada
la formalización. Importa tener en cuenta, además, que es el fiscal, por regla
general, quien determina el momento en que esta diligencia se lleva a cabo, cuando
considera oportuno formalizar el procedimiento por medio de la intervención judicial
(artículo 230 del citado Código); norma que considera una excepción en favor del
investigado, prevista en el artículo 186 del referido cuerpo normativo, quien puede,
si se considera afectado por una averiguación que no se hubiere formalizado
judicialmente, pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal informar acerca de los
hechos que fueren objeto de ella o bien fijarle un plazo para que formalice la
investigación.
Que, en este estado de cosas, resulta claro que es el Ministerio Público quien
tiene la potestad de dirigir la investigación y decidir el momento en que ésta será
formalizada mediante la intervención judicial. Por ende, no existen limitaciones
legales para que la indagación se conduzca de manera desformalizada mientras no
haya operado la prescripción de la acción penal, quedando reservado el derecho
del ciudadano afectado a requerir la intervención judicial si es objeto de la misma.
En ese orden de cosas, entonces, resulta claro que la obtención de evidencias en
una investigación desformalizada no puede ser considerada como un atentado a la
garantía del debido proceso y de una investigación racional y justa, mientras dichas
probanzas sean sometidas a control jurisdiccional en el momento procesal
pertinente, esto es, en la audiencia de preparación de juicio oral, instante en que la
defensa ha de contar con todos los antecedentes que constan en la carpeta
investigativa y puede debatir sobre la legalidad en su obtención. De esta manera, la
circunstancia de haberse recibido los informes de análisis de drogas cuando la
indagación no estaba formalizada y, por ende, sin control jurisdiccional, no convierte
por sí sola dichos medios de prueba en ilícitos si no se ha incurrido en una
transgresión de ley en su obtención, cuestión que no ha sido planteada en el
recurso, el que por estas razones será desechado (considerandos 6º y 7º).
ARTÍCULO 4º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 7º, 9º, 70, 89, 97, 122, 127,
139 y 340. Constitución Política: artículos 19 Nºs. 3 y 7, y 80-A. Código de
Procedimiento Penal: artículos 42 y 456 bis. Convención Americana sobre Derechos
Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min.
Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 8º Nº 2. Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores,
D.O. 29.04.1989: artículo 14 Nº 2. Código Penal: artículos 444, 445, 454 y 483.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Ahora bien, respecto del estándar de prueba, más allá de toda duda razonable,
se dirá, que en nuestro nuevo sistema procesal penal, constituye un principio básico,
la presunción de inocencia del imputado, consagrado en el artículo 4º del Código
Procesal Penal, el que dispone que ninguna persona será considerada culpable ni
tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme. Que, este
principio de inocencia ha sido considerado como integrante del debido proceso.
Que, como consecuencia de lo antes señalado, todo ciudadano que es sometido a
proceso penal, llega con un status que debe ser destruido y en ello reside la
construcción de la culpabilidad. (Obra cit., Derecho Procesal Penal Chileno. Tomo
I. María Horvitz y Julián López. Pág. 79). Que esta presunción de inocencia
constituye, en el proceso penal, una garantía política que protege al ciudadano que
ingresa al ámbito de la actuación de las normas procesales y penales, pues el
proceso penal constituye un sistema de reconstrucción de la verdad que involucra
grados crecientes de sospecha respecto de la participación que le ha cabido a un
individuo en un hecho punible, avanzando desde un estado de duda al estado de
certeza. Este principio no constituye obstáculo para el desarrollo gradual de estos
niveles de conocimientos (desde la duda o sospecha hasta conseguir un grado de
certeza), pero si es obstáculo para que se impongan al imputado las consecuencias
penales derivadas del juicio de culpabilidad. (Obra cit., págs. 79 y 80). Que, este
principio tiene una relación directa con la carga de la prueba, la que recae sobre el
Estado y de su órgano persecutor, lo que se traduce en una regla de enjuiciamiento,
consistente en que si el Estado no logra satisfacer el estándar probatorio impuesto
por la ley procesal penal, la consecuencia necesaria del incumplimiento de esa
carga es la absolución del acusado. (Ob. cit.), lo que constituye una aplicación
práctica del principio in dubio pro reo. Que en nuestro sistema, el estándar de la
prueba exigida para alcanzar la plena convicción que permita condenar es el de la
duda razonable, establecido en el artículo 340 del Código Procesal Penal, el que
dispone que "nadie puede ser condenado por delito, sino cuando el tribunal que lo
juzgare adquiere, más allá de toda duda razonable, que en el hecho punible le
hubiere correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley".
Que para entender el significado de "convicción más allá de toda duda razonable",
se han desarrollado fundamentalmente dos criterios, el de la vacilación para actuar
y el de la certeza moral, siendo el primer estándar de convicción definido en términos
negativos, esto es, a través de la conceptualización del tipo de duda que permite
afirmar que el estándar de la prueba ha sido insatisfecho "esto es, una duda que
lleva a una persona razonable a vacilar de actuar en una materia de importancia en
su vida personal," duda basada en la razón y en el sentido común, por lo que prueba
más allá de toda duda razonable debe ser una prueba de un carácter tan
convincente que una persona razonable no vacilaría en confiar y actuar sobre ella
en los más importantes de sus asuntos. (Ob. cit. Pág. 159, 160, 161). Que el
segundo criterio, de la certeza moral, define el estándar en términos positivos,
entendiendo por certeza "la firme creencia de estar en posesión de la verdad",
debiendo entender que no se trata de una certeza absoluta, la que se puede dar en
la demostración matemática y sí de la certeza moral, que es aquella que se puede
obtener en la esfera empírica de los hechos. La certeza moral o práctica es el nivel
más alto de certeza que un individuo puede tener en ausencia de una certeza
absoluta, y ha sido equiparada con prueba más allá de una duda razonable, la que
se ha definido como aquella "prueba que los deja a ustedes firmemente convencidos
de la culpabilidad del acusado y no los conduce a pensar que haya una posibilidad
real de que sea inocente". (Federal Judicial Center, Pattern Criminal Jury
Instructions 28-29 (1988) Ob. cit. Pág. 163).
Que, conforme a los conceptos desarrollados, el principio de inocencia debe ser
destruido sobre la base de la investigación de los hechos, lo que incluye la
participación culpable del sujeto en el ilícito, para lo que debe necesariamente
incorporarse prueba lo suficientemente convincente e inequívoca en cuanto a su
responsabilidad, que sea de tal fuerza, que el juzgador lo tenga como responsable
del hecho más allá de toda duda razonable, esto es, con un grado de certeza moral
que no le permita dudar respecto a su inocencia (considerando 7º).
ARTÍCULO 5º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 9º, 70, 10, 23, 33, 34, 70, 83,
85, 89, 91, 93, 94, 95, 122, 123, 124, 125, 127 a 132, 139, 140, 154, 155, 193, 197,
205 a 226, 235, 236, 274, 281, 393, 417 y 426. Constitución Política: artículos 19
Nºs. 3 y 7; y 21. Código de Procedimiento Penal: artículos 42 bis, 67, 156 a 183,
247, 251 a 272 bis, 278, 280, 281, 292, 293, 294, 295, 297, 298, 305 bis, 305 bis A
a 317 bis, 323 y 614. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Decreto
Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 29.04.1989: artículo 9º. Convención
Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", Decreto
Nº 873, 1991, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 7º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
4. Se impide aplicación por analogía del artículo 5º del Código Procesal Penal
ARTÍCULO 6º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 34, 52, 53 a 55, 59, 60, 61,
68, 69, 70, 78, 79, 83, 92, 108, 109, 110, 111, 137, 140, 155, 156, 157, 160, 167 a
170, 182, 183, 197, 237, 239 a 241, 253, 254, 257, 258, 261, 273, 342, 349, 352,
400, 408 y 472. Constitución Política: artículos 1º y 19 Nºs. 1 y 3. Código de
Procedimiento Penal: artículos 5º, 7º, 10, 43, 54, 54 bis, 93, 103 bis, 104, 363, 380,
425, 427, 428, 431, 500, 510 y 572. Código Orgánico de Tribunales: artículo 14 a).
Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público: artículos 1º, 20 f
y 21. Código Penal: artículo 372 ter.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
2Este inciso fue agregado por el artículo único, Nº 1, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de 30
de enero de 2002.
1. Debido proceso, definición y perspectiva constitucional del concepto, en atención
al resguardo de los derechos de la víctima
Que sin embargo, la situación de que se trata es una situación que implica un
cierto riesgo para la víctima cuyo derecho está establecido en el artículo 109 que
considera entre otros derechos el de solicitar medida de protección frente a
amenazas o atentados en su contra y también el artículo 7º de la Ley de Violencia
Intrafamiliar se refiere precisamente a esta situación de riesgo y previene que se
puedan adoptar medidas de protección o cautelares en situaciones de esta especie
que tengan un carácter inminente de sufrir algún maltrato cuando haya precedido
intimidación de causar daño por parte del ofensor o cuando concurran además,
respecto de éste, circunstancias o factores tales como drogadicción, alcoholismo o
entre otros, antecedentes siquiátricos o psicológicos que denoten características de
personalidad violenta como los que precisamente en este caso da cuenta la Pauta
de Autoreporte VIF.
Que por su parte el artículo 6º del Código Procesal Penal ubicado dentro del título
primero "principios básicos" de este código contempla la protección de la víctima
estableciendo la obligación del Ministerio Público de velar por la protección de ésta
en todas las etapas del procedimiento penal (considerandos 3º y 4º).
ARTÍCULO 7º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 8º, 9º, 10, 12, 17, 23, 26,
29, 33, 44, 62, 70, 92, 93, 94, 95, 97, 98, 102, 104, 126, 132, 135, 137, 144, 145,
146, 149, 152, 153, 160, 172, 179, 180, 182 a 184, 186, 193 a 197, 229, 234, 235,
237, 241, 263 a 265, 268, 275, 278, 285, 286, 326, 327, 336, 347, 352 y 406.
Constitución Política: artículos 19 Nºs. 3 y 7; 20 y 21. Código de Procedimiento
Penal: artículos 54, 54 bis, 79, 80, 81, 120, 278, 292, 293, 294, 302, 303, 306, 318
bis, 320, 323, 330, 333, 350, 356, 433, 434, 448 y 450.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Los derechos y garantías del imputado —en la línea que señala el artículo 7º del
Código Procesal Penal—, podrán hacerse valer desde la primera actuación del
procedimiento que se dirija en su perjuicio, hasta que la sentencia se halle
completamente ejecutoriada. Bajo este presupuesto normativo quedan cubiertas las
actuaciones policiales, entre ellas la toma de declaración (que es la pertinente a
este caso). En este mismo orden de ideas, el derecho a defensa letrada
corresponde desde la primera actuación, situación que no le fue reconocida al sujeto
pasivo, en concordancia con esta garantía se deben entender aquellas que el
artículo 93 consagrada a favor del imputado, algunas de éstas también fueron
violentadas por el actuar policial en el procedimiento.
ARTÍCULO 8º
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 91, 93, 94, 95, 98, 102 a 107,
132, 184, 186, 194, 229, 232, 263, 268, 269, 285, 286, 326, 327, 345. Constitución
Política: artículo 19 Nºs. 3 y 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 67, 278,
306, 318 bis. Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José
de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991:
artículo 8º Nº 2 letras c), d), e) y f). Ley Nº 19.718, que crea la Defensoría Penal
Pública.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
3Este inciso fue modificado por el número 1 del artículo único de la Ley Nº 20.592, publicada en el Diario Oficial
de 2 de junio de 2012, en el sentido de agregar sus oraciones finales.
desde los actos iniciales de la investigación, así como a guardar silencio o, en caso
de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento, los que en la
presente situación, por la inadvertencia ya anotada, no le fueron considerados.
Finalmente, el artículo 103 del texto ya citado, dispone que la ausencia del defensor
en cualquiera actuación en que la ley exigiere expresamente su participación
acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286
(considerando 22º).
ARTÍCULO 9º
4Este inciso fue sustituido por el número 1) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial de
14 de noviembre de 2005
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 10, 23, 33, 34, 36, 70, 80, 83,
85, 86, 93, 95, 122, 124, 125, 127 a 129, 135, 139, 140, 154, 155, 157, 186, 193,
197, 202, 203, 205, 206, 209 a 211, 212, 213, 215, 217, 218, 219, 222, 224, 225,
226, 236, 276, 372, 373, 417 y 426. Constitución Política: artículos 19 Nº 7, 21, 73
y 83 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 42 bis, 121, 126, 127,
137, 153, 156 a 183, 246, 247, 251 a 254, 256, 258 a 262, 275, 280, 281, 296, 298,
305 bis A, 306 a 317 bis, 356 a 363, 380 y 614. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica
Constitucional del Ministerio Público: artículo 4º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que como acierta el fallo, la actuación cuestionada está inmersa en el inciso final
del artículo 9º del Código Procesal Penal, pues se trataba de un caso urgente en
que la autorización judicial, necesaria para el éxito de la diligencia, puede solicitarse
y otorgarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio de la constancia posterior en
el registro correspondiente.
Que así las cosas, cabe entender que se ajustan a derecho la actuación policial
y la del órgano persecutor, si las constancias fueron incorporadas en los respectivos
registros, garantizando con ello la fidelidad de la información y el acceso a la misma,
y con ello, en último término, el derecho a defensa, garantía que por lo mismo, según
se advierte la sentencia, no se ha visto afectada en la especie (considerandos 6º y
7º).
3. El art. 9º CPP no exige motivar la orden judicial pues aquélla no es una resolución
judicial
Que, si bien en las circunstancias extraordinarias que trata el inciso 3º del artículo
9º, la "resolución" judicial que accede a la solicitud de entrada y registro del fiscal
se "confunde" con la "orden" misma para su ejecución, y que usualmente
corresponden a actuaciones separadas cronológica y materialmente, conviene no
dejar de tener en cuenta que se trata de actuaciones de naturaleza procesal
diversas y, por ende, sujetas a distintos requerimientos, pues la orden mediante la
que se cumple la resolución que dispone la entrada y registro constituye sólo el
mandamiento librado por el juez para la ejecución de esa resolución y, por ende, no
está sujeta al deber de motivación del artículo 36 del Código Procesal Penal, sino
únicamente debe contener la información necesaria para posibilitar su debida
concreción, o la que expresamente disponga la ley, como en el caso del artículo 208
del Código Procesal Penal para la orden de entrada y registro o del artículo 154 del
mismo código, para la orden de prisión preventiva o detención.
Que, en ese orden, cuando el artículo 208 letra d) del Código Procesal Penal
dispone que "La orden que autorizare la entrada y registro deberá señalar: d) El
motivo del registro", esta última expresión —"motivo del registro"—, no constituye
una exigencia para el magistrado que otorga la orden, de expresar en la misma los
fundamentos de hecho y de derecho que le llevaron a dictar la resolución respectiva
en la forma que mandata, en general, el artículo 36 del Código Procesal Penal.
En efecto, con el deber de señalar "el motivo del registro", más bien se busca
evitar que la actuación de los policías que ejecutan la orden exceda el objetivo que
justificó la misma, registrándose dependencias u objetos que no tienen relación con
lo investigado. Así, por ejemplo, si la orden de entrada y registro se otorga para
incautar una determinada arma usada en el delito investigado, la indicación de ese
"motivo" tiene por finalidad que se le ponga término a la diligencia de registro una
vez hallada dicha arma. Lo señalado es concordante con lo prescrito en el inciso
segundo del artículo 214 del Código Procesal Penal, que dispone que "En los
registros se procurará no perjudicar ni molestar al interesado más de lo
estrictamente necesario" y en el artículo 215 del mismo texto, que trata los "Objetos
y documentos no relacionados con el hecho investigado", disponiendo que "Si
durante la práctica de la diligencia de registro se descubriere objetos o documentos
que permitieren sospechar la existencia de un hecho punible distinto del que
constituyere la materia del procedimiento en que la orden respectiva se hubiere
librado, podrán proceder a su incautación previa orden judicial. Dichos objetos o
documentos serán conservados por el fiscal".
El mismo razonamiento cabe extender para el "motivo" que debe señalar la orden
de prisión preventiva o de detención, como dispone el artículo 154 letra b) del
Código Procesal Penal, pues tal requerimiento no impone consignar en la misma
orden los fundamentos de hecho y de derecho que llevaron al tribunal a decretar la
orden, sino sólo la causa, motivo o finalidad de la aprehensión, por ejemplo, para el
cumplimiento de pena privativa de libertad, ingreso en prisión preventiva,
presentación compulsiva de un testigo a un juicio, etc.
Así las cosas, yerra el recurso al creer que el artículo 208 letra d) del Código
Procesal Penal consagra una exigencia para que la orden de entrada y registro
contenga las razones de hecho y de derecho de la resolución del tribunal de garantía
que determinó conceder dicha orden, pues sólo constituye el requerimiento de la
precisión de la causa, objeto o finalidad de dicha diligencia, que permitirá acotar la
actuación de las policías a lo estrictamente indispensable.
Que sobre la base de todo lo que se viene razonando, cabe concluir que el inciso
tercero del artículo 9º del Código Procesal Penal no impone al juez dejar una
constancia de los fundamentos de hecho y de derecho de la "resolución" que
dispuso la "autorización u orden judicial" de entrada y registro, sino únicamente de
esta última, por lo que, lo que debe comprender dicha constancia no son sino las
menciones que enumera el artículo 208 del mismo código al que ya se ha hecho
referencia, correspondiendo, por ende, abocarse ahora a su análisis.
ARTÍCULO 10
Si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una
afectación sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión
del procedimiento por el menor tiempo posible y citará a los intervinientes a una
audiencia que se celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes
reunidos y de lo que en dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del
procedimiento o decretará el sobreseimiento temporal del mismo.5
Con todo, no podrá entenderse que existe afectación sustancial de los derechos
del imputado cuando se acredite, por el Ministerio Público o el abogado querellante,
que la suspensión del procedimiento solicitada por el imputado o su abogado sólo
persigue dilatar el proceso.6
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 33, 68, 93, 94, 95, 97, 98,
102, 104, 132, 135, 137, 160, 163, 183, 186, 193 a 196, 252 a 254, 263, 264, 268,
326, 352, 372, 373, 374, 396, 403, 406, 409, 455, 457, 458, 459, 462, 465, 481 y
482. Constitución Política: artículos 5º, 19 Nºs. 3 y 7. Código de Procedimiento
Penal: artículos 54 bis, 67, 292 a 294, 303, 306 a 317 bis, 318 bis, 320, 322, 323,
406, 409, 433, 448, 541, 586 y 682 a 696. Código Orgánico de Tribunales: artículo
14 a).
5 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 1) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el
Diario Oficial de 29 de marzo de 2017, en el sentido de incorporar a continuación de las palabras "suspensión
del procedimiento", la expresión "por el menor tiempo posible".
6 Este inciso fue agregado por la letra b) del número 1) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el
Que antes de revisar la denuncia que se hace por la representante del Ministerio
Público, es preciso consignar que como ya fue resuelto con anterioridad por este
tribunal en el proceso Rol Nº 5654-12, el persecutor no se encuentra legitimado para
esgrimir la causal de infracción de derechos y garantías reconocidas en la
Constitución Política y en tratados internacionales vigentes.
Siendo un órgano del Estado y, por lo tanto, investido de amplias facultades para
desarrollar sus labores propias —sin perjuicio de las limitaciones que tiene en
cuanto a diligencias que afectan garantías fundamentales— goza naturalmente de
las potestades que el legislador le ha señalado, tanto en la misma Carta
Fundamental, cuanto en su Ley Orgánica, como en el Código Procesal Penal y otros
cuerpos normativos, y sin embargo, la Constitución le señala como límite al que
debe ceñirse y al que debe someter su actuación, entre otros, las garantías y
derechos que emanan (entre otros) del derecho al debido proceso reconocido en el
artículo 19 Nº 3 a las personas que en este caso puedan ser sujetos de la
investigación que pueda llevar adelante el Ministerio Público.
¿Cómo podría pretenderse que dicho órgano estatal esté limitado en su actuar
por los derechos que ese precepto reconoce al imputado y que al mismo tiempo
tales derechos puedan ser invocados por el mismo persecutor obligado a
respetarlos?
De ahí deviene el hecho que esta Corte ha dicho ya en ocasiones previas, que
dado que el Ministerio Público desarrolla con exclusividad la investigación penal y
que tiene la facultad de ejercer y sustentar la acción penal pública, ocurre que el
inculpado "está frente a un co-detentador de la potestad punitiva del Estado, la cual
amenaza desbordarse frente a un imputado que aparece en posición de
desigualdad y que debe, por ello, ser protegido por las instancias más elevadas de
la organización jurídica, mediante la garantía de un procedimiento formalizado y
regulado, que le asegure un tratamiento equilibrado y sobre todo, capaz de
preservar la presunción de inocencia que constituye el fundamento básico para su
defensa" (SCS, 26/10/2005, Rol Nº 4011-05).
Del mismo modo, del estudio de las Actas de las sesiones números 100, 101 y
103 de la Comisión Constituyente es posible concluir que el actual artículo 19 Nº 3
de la Constitución Política se estableció como forma de consagrar en nuestro país
esta garantía, teniendo como antecedentes la Declaración de los Derechos
Humanos y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y el
Pacto de San José de Costa Rica, de donde es posible también concluir que este
concepto forma parte de la temática de los Derechos Humanos y nació por lo tanto,
hacia el interior de la defensa de estos derechos en todo orden de situaciones y en
especial en el de la legalidad del juzgamiento, por lo que la mayoría de las
disposiciones establecidas en tales convenciones se refieren a la actividad
jurisdiccional y especialmente en el plano de aquella referida a la que regula el
proceso penal.
De esta forma y entendiendo que es deber del tribunal cautelar las garantías
constitucionales y legales del imputado, la conducta que se denuncia no constituye
actuación ilegal o arbitraria, motivo por el cual el presente recurso no puede
prosperar (considerando 5º).
Aplicación temporal de la ley procesal penal. Las leyes procesales penales serán
aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la
ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 12
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 26, 28, 31, 93, 94, 95, 102,
108, 109, 111, 113, 114, 162, 166, 172, 260, 275 y 466. Constitución Política:
artículos 83 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 6º, 7º, 23, 67,
76, 81, 82, 93, 94 y 278.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En lo que atañe al control jerárquico, el artículo 32, letra b), de la Ley Orgánica
Constitucional del Ministerio Público confía al fiscal regional la atribución de
"conocer y resolver, en los casos previstos en la ley procesal penal, las
reclamaciones que cualquier interviniente en un procedimiento formulare respecto
de la actuación de un fiscal adjunto que se desempeñe en la Fiscalía a su cargo"
(énfasis agregado).
(...) Por lo que cabe considerar que el tribunal del juicio oral no sólo interpretó
correctamente la expresión "testigos", a que alude la letra c) del artículo 331 del
Código Procesal Penal.(...) (considerando 3º).
ARTÍCULO 13
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 250 letra f), 264 letra c), 265,
342 letra e), 348, 349, 440 a 454, 467, 468 y 472. Constitución Política: artículos 5º,
19 Nº 3, y 73. Código Penal: artículos 6º, 79 y siguientes. Código de Procedimiento
Penal: artículos 3º, 42, 527 bis, 408 Nº 7, 433 Nº 4, 541 Nº 11, 500 Nº 7, 503 y 644
a 656. Código Orgánico de Tribunales: artículos 6º y 11. Código de Derecho
Internacional Privado: artículos 436 y 437.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. El Estado de Chile se encuentra obligado a respetar las sentencias penales
extranjeras
Párrafo 1º Plazos
ARTÍCULO 14
Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones
del procedimiento penal y no se suspenderán los plazos por la interposición de días
feriados.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 15, 16, 17, 18, 22, 38, 207, 262,
344, 353, 366, 372 y 402. Código de Procedimiento Penal: artículos 44, 45, 156 y
587. Código Orgánico de Tribunales: artículo 313. Código de Procedimiento Civil:
artículo 59.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, sin perjuicio de lo antes razonado, este tribunal advierte que la aplicación
del artículo 14 del Código Procesal Penal, en su inciso segundo, esgrimida por la
magistrado recurrida, según se informa por ésta, es sólo aplicable a favor de los
intervinientes, en los supuestos allí señalados, lo que en el caso de marras no
correspondía para establecer la fecha de juicio simplificado al día siguiente hábil, en
conformidad a lo que a su vez determina el artículo 395 bis del Código citado.
Que, de esta manera, efectivamente no se cumplió con los requisitos legales para
la realización de dicho juicio, toda vez que este fue fijado para el sexto día a contar
de la fecha en que se inició la privación de libertad de la amparada, que fue
dispuesta para el solo efecto de asegurar su comparecencia al juicio y, así las cosas,
lo cierto es que la orden que la privó de libertad fue dictada dentro de las facultades
legales de la autoridad que la dispuso, pero se prolongó a un plazo mayor al
señalado en la ley (considerandos 3º a 5º).
ARTÍCULO 15
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 16, 17, 18, 38, 47, 65, 85,
131, 176, 207, 209, 260, 281 y 343. Código de Procedimiento Penal: artículos 44,
45, 85, 156, 270 bis, 272 bis, 308, 319 y 365. Código Civil: artículo 47. Código de
Procedimiento Civil: artículo 65.
ARTÍCULO 16
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 15, 17, 18, 22, 60, 62, 76,
112, 114 letra b), 120, 161, 170, 176, 186, 208, 233, 234, 248, 258, 259, 261, 262,
263, 265, 278, 296, 344, 353, 362, 366, 372, 382, 402, 407 y 444. Código de
Procedimiento Penal: artículos 44, 45, 55, 56, 71, 85, 95, 425, 429, 431, 434, 447
para el tercero civil, 450, 450 bis, 453, 490, 510, 536 bis y 652. Código Civil: artículo
49. Código de Procedimiento Civil: artículo 67.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, del mérito de los antecedentes del recurso, lo informado por los señores
jueces del tribunal recurrido, los argumentos de los intervinientes en la audiencia y
lo extractado del sistema computacional, queda demostrado que la audiencia de
preparación de juicio oral se efectuó el 13 de julio del año curso, época que debe
entenderse al tenor del artículo 30 del Código Procesal Penal como notificado el
auto de apertura del juicio oral y por ende desde aquélla, contarse la fecha para
celebración de la audiencia de juicio oral, la que conforme a lo dispuesto en el
artículo 281 del cuerpo legal antes señalado debería desarrollarse no antes de
quince ni después de sesenta días, en consecuencia, la audiencia de juicio debió
ser agendada entre el 29 de julio y el 11 de septiembre del presente año, en
circunstancias que lo fue para el 2 de noviembre, desconociendo el tenor literal de
lo dispuesto por el inciso tercero del artículo precedentemente señalado.
ARTÍCULO 17
Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la
notificación, por fuerza mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de
ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo establecido por la
ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo
período. Dicha solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a
aquél en que hubiere cesado el impedimento.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 15, 16, 22, 160, 278, 336 y
359. Código de Procedimiento Penal: artículos 44, 45, 489, 490 y 652.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
La situación descrita, debe necesariamente colegirse que fue hecha para efectos
de ejercitar el derecho a una adecuada defensa y no con fines meramente dilatorios,
pues debe razonarse teniendo como base el principio de la buena fe y no al
contrario, luego la solicitud efectuada por la defensa para un nuevo plazo a otorgar
para la interposición de su recurso de nulidad parece revestida de fundamento
plausible, desde que del proceso no aparece que el condenado haya tomado
contacto con su defensor privado con una antelación que le hubiese permitido
efectuar su solicitud con la anticipación debida. En efecto, manifestó discrepancia
con su abogado defensor privado, para decidir el cambio de defensor, no
advirtiéndose fecha de tal hecho (considerando 4º).
Que como bien se colige del proceso, la situación que configura la fuerza mayor
alegada no sólo se circunscribe a la designación del abogado defensor, sino que
comienza con la discrepancia del acusado con su abogado defensor privado, lo que
deviene en la solicitud de cambio de defensa y las consecuencias de ello,
finalizando en la imposibilidad de recurrir, no siendo por tanto tampoco imputable al
acusado la circunstancia de que la defensa no funcione el día sábado (considerando
5º).
ARTÍCULO 18
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 15, 16, 17, 60, 62, 76, 114,
161, 170, 248, 258, 259, 260, 261, 263, 278, 362, 366, 372 y 444. Código de
Procedimiento Penal: artículos 44, 45, 55, 56, 71, 425, 429, 431, 434, 447, 450, 450
bis, 490, 510, 536 bis y 652.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. La renuncia a los plazos rige solamente a los intervinientes, cuando aquél está
establecido a su favor
(...) Fundamenta que con arreglo a lo dispuesto en el artículo 396 inciso 1º del
Código Procesal Penal, el texto escrito de la sentencia en este procedimiento debe
darse a conocer dentro del término de los 5 días siguientes, constituyendo un
término establecido para el tribunal y no para los intervinientes. No resulta aplicable
lo dispuesto en el artículo 18 del Código Procesal Penal, que establece la posibilidad
de renunciar de común acuerdo a los plazos por parte de los intervinientes, por
cuanto se abre dicha prerrogativa cuando se trata de un término establecido en su
favor, lo que no ocurre en este caso. De acuerdo a lo establecido en el artículo 389
del Código Procesal Penal, son aplicables al juicio simplificado, las disposiciones
del Libro Segundo del mismo del mismo cuerpo legal, de manera supletoria, en
cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza, siendo obviamente una de estas
normas la establecida en el artículo 344 de este Código de enjuiciamiento, que veda
toda posibilidad a que se extiendan los plazos para dictar una sentencia definitiva
(considerando 10º).
ARTÍCULO 19
Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas
materias no los inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se
dedujeren en la causa de que se tratare.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 20, 21, 22, 81, 92, 93, 94, 97,
166, 182 y 209. Constitución Política: artículos 5º, 6º, 7º y 83 y siguientes. Código
de Procedimiento Penal: artículos 53 bis y 171.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Decimocuarto: Que, respecto del artículo 19, del Código Procesal Penal, en virtud
del cual el Ministerio Público ha comparecido ante la Corte de Apelaciones de San
Miguel, es menester señalar que la expresión "Todas las autoridades y órganos del
Estado deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información
que les requirieren el ministerio público y los tribunales con competencia penal.".
Debe entenderse que ello tiene lugar con las limitaciones que la ley respectiva
establezca al órgano jurisdiccional o administrativo, en orden a preservar las
atribuciones y prerrogativas de la entidad requerida. Y en esa perspectiva, el hecho
que el Ministerio Público haya recurrido ante la Corte de Apelaciones de San Miguel
en mérito de la disposición mencionada para que resolviera la controversia implica
socavar una competencia que cautela la confidencialidad de la información obtenida
mediante un procedimiento extraordinario como la delación compensada, ideada y
construida por el legislador para otro tribunal y otros bienes jurídicos en juego. En
tal sentido, este conflicto de funciones, en una de sus modalidades reguladas por el
artículo 19 del Código Procesal Penal y que es de competencia de esta
Magistratura, produce un daño lesivo a las atribuciones del Tribunal de Defensa de
la Libre Competencia.
ARTÍCULO 20
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 21, 69, 70, 72, 73, 192 y 281.
Código de Procedimiento Penal: artículos 6º, 8º, 47 y 198. Código de Procedimiento
Civil: artículos 71 y 72.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en este mismo orden de ideas, el artículo 20 del Código Procesal Penal se
refiere a la competencia delegada al expresar "Solicitudes entre tribunales. Cuando
un tribunal debiere requerir de otro la realización de una diligencia dentro del
territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá directamente la solicitud, sin más
menciones que la indicación de los antecedentes necesarios para la cabal
comprensión de la solicitud y las demás expresadas en el inciso primero del artículo
anterior". "Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o diligencia
indicado en la solicitud, o si transcurriere el plazo fijado para su cumplimiento sin
que éste se produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente al superior
jerárquico del primero para que ordene, agilice o gestione directamente la petición".
Que, así las cosas, la competencia del tribunal delegado está circunscrita a los
términos de la comunicación enviada por el tribunal exhortante, de lo que se
desprende que el exhortado no tiene facultades para conocer de los recursos de
reposición y apelación deducidos por el demandante y exceden su cometido, salvo
que expresamente se le habilite para ello (lo que no ha ocurrido), sin perjuicio de los
derechos del recurrente para actuar de acuerdo a sus facultades ante el tribunal
competente, el que eventualmente debe arbitrar las gestiones necesarias para
obtener el cabal cumplimiento del exhorto emitido (considerandos 5º y 6º).
ARTÍCULO 20 BIS
ARTÍCULO 21
7Este artículo fue introducido por el número 2) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 22
ARTÍCULO 23
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 9º, 33 70, 122, 124, 180, 190,
193, 281, 298, 299, 300, 301, 319, 393 y 396. Código de Procedimiento Penal:
artículos 171, 189, 190, 191, 192, 194, 195, 196, 246, 248, 249, 555 y 556.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 24
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 22, 25, 27 a 32, 36, 38, 80 y 159.
Código de Procedimiento Penal: artículos 46, 50, 66, 74, 365 y 505. Ley Nº 20.227:
artículo 2º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Las notificaciones deben ser realizadas por funcionarios del tribunal y, en ciertas
ocasiones, por funcionarios de la policía
Que el artículo 24 del Código Procesal Penal es claro en orden a que las
resoluciones judiciales deben ser notificadas por funcionarios del tribunal que
hubiere expedido la resolución, para lo cual el juez presidente del comité de jueces
debe proceder a la designación de dicho funcionario, a propuesta del administrador
del tribunal.
ARTÍCULO 25
8Este inciso fue modificado por el artículo 2º de la Ley Nº 20.227, publicada en el Diario Oficial de 15 de
noviembre de 2007, en el sentido de suprimir la oración, "en casos calificados y por resolución fundada, por un
agente de la policía".
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 27 a 33 y 262. Código de
Procedimiento Civil: artículos 38 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 26
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, del tenor de la norma citada queda en evidencia que al no hacer lugar a
hacer efectivo el apercibimiento en ella dispuesto, esto es, notificársele todas las
resoluciones que se dicten por el estado diario, no se ha puesto término al juicio ni
se ha hecho imposible su prosecución, ni tampoco se ha suspendido por más de
treinta días.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 26, 30, 32, 159 y 160. Código
de Procedimiento Penal: artículos 44, 66 y 70.
ARTÍCULO 28
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Es cierto que el defensor pudo seguir ese camino, y que incluso el Juzgado de
Garantía de Talcahuano pudo haber actuado de oficio si hubiere contado
oportunamente con el Certificado del Ministro de Fe del juzgado que aclaraba el
error en el registro del correo electrónico del defensor en el SIAGJ, conforme a lo
previsto en el artículo 163 del Código Procesal Penal.
Pero también es cierto que, aunque disponible la vía de la nulidad procesal para
enfrentar lo sucedido, no estaba vedado al imputado, a su defensor o a quien le
interesare, recurrir de amparo —como se ha hecho— para resolver la privación de
libertad del primero, dispuesta en un procedimiento viciado, pues la acción
constitucional de que se trata es plenamente aplicable para realizar el derecho a la
libertad personal que garantiza la Constitución Política de la República.
Que, en suma, parafraseando el artículo 160 del Código Procesal Penal, los
defectos denunciados en el presente recurso de amparo impidieron al defensor del
imputado el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la
Constitución y en el citado código, en el caso, el derecho a defensa y al debido
proceso (considerandos 3º a 5º).
ARTÍCULO 29
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 20, 21, 28, 32, 36 y 142. Código
de Procedimiento Penal: artículos 66, 73, 366, 498 y 505.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 30
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas
resoluciones, las que se expedirán sin demora.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 32, 39, 40, 41, 44, 52, 182, 289,
291 y 344.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 31
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 25, 27, 28, 29, 30 y 32.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que la notificación por el estado diario ordenada por el tribunal, no satisface los
requerimientos del artículo 48 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en la
especie de conformidad con lo preceptuado en el artículo 32 del Código Procesal
Penal, pues el llamamiento que hace el tribunal es a todos los intervinientes que
tienen derecho a asistir, entre los que por cierto, se encuentra la víctima
(considerando 6º).
ARTÍCULO 33
Citaciones judiciales. Cuando fuere necesario citar a alguna persona para llevar
a cabo una actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución que ordenare su
comparecencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 23, 123, 124, 127 incisos 2º,
141º, 190º, 193º, 260º, 281º, 298º, 299º, 301º, 316º y 319º. Código de Procedimiento
Penal: artículos 189, 194, 195, 196, 247, 248, 249 y 250.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
3. La citación judicial debe cumplir con todos los requisitos de información que la ley
indica
Que evacuado informe por el juez de Turno del Juzgado de Garantía de Viña del
Mar, señala que la medida de internación provisoria ha sido adoptada conforme lo
dispuesto en el artículo 33 del Código Procesal Penal, con la finalidad de asegurar
la comparecencia del amparado a la audiencia de juicio oral simplificado, fijada para
el día 6 de junio próximo, toda vez que citado en su oportunidad el adolescente a
audiencia, éste no compareció a la misma, pese a encontrarse debidamente
notificado y advertido de las consecuencias legales de aquello; y ello sin perjuicio
de haberse fijado caución para tales efectos, sin que ésta haya sido rendida hasta
el presente.
ARTÍCULO 34
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 80, 127, 154, 281, 298,
467 a 472. Constitución Política: artículos 5º, 6º, 7º, 73, 80-A y 90. Código de
Procedimiento Penal: artículos 74, 120 bis, 254, 281, 282 y 672 a 679. Código
Orgánico de Tribunales: artículo 11.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 35
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 37, 70, 83, 154, 159, 160, 163,
165, 266, 284, 372, 373 y 374. Código de Procedimiento Penal: artículos 52, 53, 69,
72, 280, 281 y 541. Código de Procedimiento Civil: artículos 70 y 83.
ARTÍCULO 36
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 50, 92, 142, 151, 154, 155, 208,
259, 277, 297 y 342. Código de Procedimiento Penal: artículos 156, 275, 281, 424
y 500.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
De ello fluye que es imprescindible que los jueces expliquen y fundamenten sus
decisiones, a menos que se trate de simples órdenes para el impulso del proceso;
así se evitan arbitrariedades y se permite a los litigantes usar adecuadamente el
derecho de impugnación contra la sentencia para los efectos de la segunda
instancia, y exponer al ad quem las razones legales y jurídicas que desvirtúan los
errores que condujeron al juez a su resolución. Porque todo dictamen es el resultado
de las lucubraciones o motivaciones que en aquél se desenvuelven. En palabras
del Tribunal Constitucional: "la motivación de las sentencias es connatural a la
jurisdicción y fundamento indispensable para su ejercicio. Constituye, a la vez que
un deber del juzgador, un derecho para el justiciable" (STC, Nº 1.373-09-INA, de
veintidós de junio de dos mil diez) (considerando 16º).
Que, si bien en las circunstancias extraordinarias que trata el inciso 3º del artículo
9º, la "resolución" judicial que accede a la solicitud de entrada y registro del fiscal
se "confunde" con la "orden" misma para su ejecución, y que usualmente
corresponden a actuaciones separadas cronológica y materialmente, conviene no
dejar de tener en cuenta que se trata de actuaciones de naturaleza procesal
diversas y, por ende, sujetas a distintos requerimientos, pues la orden mediante la
que se cumple la resolución que dispone la entrada y registro constituye sólo el
mandamiento librado por el juez para la ejecución de esa resolución y, por ende, no
está sujeta al deber de motivación del artículo 36 del Código Procesal Penal, sino
únicamente debe contener la información necesaria para posibilitar su debida
concreción, o la que expresamente disponga la ley, como en el caso del artículo 208
del Código Procesal Penal para la orden de entrada y registro o del artículo 154 del
mismo código, para la orden de prisión preventiva o detención.
Que, en ese orden, cuando el artículo 208 letra d) del Código Procesal Penal
dispone que "La orden que autorizare la entrada y registro deberá señalar: d) El
motivo del registro", esta última expresión —"motivo del registro"—, no constituye
una exigencia para el magistrado que otorga la orden, de expresar en la misma los
fundamentos de hecho y de derecho que le llevaron a dictar la resolución respectiva
en la forma que mandata, en general, el artículo 36 del Código Procesal Penal.
En efecto, con el deber de señalar "el motivo del registro", más bien se busca
evitar que la actuación de los policías que ejecutan la orden exceda el objetivo que
justificó la misma, registrándose dependencias u objetos que no tienen relación con
lo investigado. Así, por ejemplo, si la orden de entrada y registro se otorga para
incautar una determinada arma usada en el delito investigado, la indicación de ese
"motivo" tiene por finalidad que se le ponga término a la diligencia de registro una
vez hallada dicha arma. Lo señalado es concordante con lo prescrito en el inciso
segundo del artículo 214 del Código Procesal Penal, que dispone que "En los
registros se procurará no perjudicar ni molestar al interesado más de lo
estrictamente necesario" y en el artículo 215 del mismo texto, que trata los "Objetos
y documentos no relacionados con el hecho investigado", disponiendo que "Si
durante la práctica de la diligencia de registro se descubriere objetos o documentos
que permitieren sospechar la existencia de un hecho punible distinto del que
constituyere la materia del procedimiento en que la orden respectiva se hubiere
librado, podrán proceder a su incautación previa orden judicial. Dichos objetos o
documentos serán conservados por el fiscal".
Tal como se puede advertir al examinar la normativa que regula esta materia, la
decisión de utilizar este medio de indagación no contiene las exigencias que el
recurso reclama. En efecto, no se trata de una resolución judicial, y por ello no le es
aplicable la regla del artículo 36 del Código Procesal Penal, que ordena fundamentar
sus decretos a la judicatura. Por el contrario, se trata de una diligencia de
investigación ordenada por el ente persecutor en el ejercicio de la acción penal, y
por ello no es pertinente discutir, al menos por esta vía, la entidad o suficiencia de
los elementos tenidos a la vista para disponer tal medida, como tampoco lo es la
falta de las precisas menciones cuestionadas por el recurrente, por una parte,
porque el artículo 25 de la Ley Nº 20.000 no exige la concurrencia de determinadas
circunstancias para designar un agente revelador, y por la otra, porque la misma ley
lo faculta a omitir cierta información de los individuos que ejecutan estas técnicas,
tanto para su protección como para asegurar el éxito de la indagatoria. Así las
cosas, la designación de agente revelador por parte del Ministerio Público se realizó
con apego a la ley, por lo que dicha actuación no ha transgredido el derecho al
debido proceso del acusado (considerando 6º).
ARTÍCULO 37
Firma de las resoluciones. Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez
o por todos los miembros del tribunal que las dictare. Si alguno de los jueces no
pudiere firmar se dejará constancia del impedimento.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 35, 36, 38, 154, 159, 208, 277 y
342. Código de Procedimiento Penal: artículos 50, 51, 52, 53, 275, 280, 281, 424 y
500.
ARTÍCULO 38
Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en una
audiencia deberán ser resueltas en ella.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 15, 37, 132, 142, 143, 232,
235, 249, 260, 277, 343, 344, 345 y 346. Código de Procedimiento Penal: artículos
50, 308, 365, 424 y 499.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Concordancias a este código: Artículos 40, 41, 42, 43, 44, 191, 192, 227, 228,
232, 235, 246, 249, 260, 280, 281, 331 y 332.
ARTÍCULO 39
El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita
garantizar la conservación y la reproducción de su contenido.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 40, 41, 42, 43, 44, 191, 192, 227,
228, 232, 235, 246, 249, 260, 280, 281, 331 y 332.
9Este inciso fue sustituido por el número 3) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial de
14 de noviembre de 2005.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que para dilucidar el asunto propuesto es necesario considerar que tal como lo
ha resuelto la Excma. Corte Suprema en causas, entre otras, la rol Nº 10748-2011
que si bien pudiera entenderse de la lectura el artículo 39 del Código Procesal
Penal, que es suficiente con que la sentencia sea dictada en un registro de audio y
quede por lo tanto íntegramente registrada en aquél, ocurre que el artículo 396 que
se refiere a la realización del juicio simplificado señala de modo expreso que el fallo
debe ser escrito y la sola circunstancia que la admisión de responsabilidad del
imputado habilite al tribunal para dictar sentencia de inmediato (artículo 395), no
significa que deba omitirse el texto escrito (considerando 2º).
ARTÍCULO 40 DEROGADO10
ARTÍCULO 41
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 39, 42, 43, 44, 325, 342, 372,
373 y 374.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que dicha omisión, como lo indica el artículo 42 del Código Procesal Penal en su
inciso segundo, sólo priva de valor, cuando dicho registro no puede ser suplido con
certeza sobre la base de "antecedentes confiables que dieren testimonio de lo
ocurrido en la audiencia".
10 Este artículo fue derogado por el número 4) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
11 Este artículo fue sustituido por el número 5) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
actuaciones con las formalidades pertinentes, salvo la excepción que la misma
norma establece. Circunstancia que no es posible advertir en este caso.
ARTÍCULO 42
Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en
que se hubiere desarrollado la audiencia, la observancia de las formalidades
previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y los actos que se
hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
359, en lo que corresponda.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 39, 41, 43, 44, 325 a 338, 343,
345, 346, 359, 372 y 373.
ARTÍCULO 43
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro
afectando su contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por una
copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente.
Si no existiere copia fiel, las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el
tribunal reunirá los antecedentes que le permitan fundamentar su preexistencia y
contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas para cada
caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las
actuaciones que sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de
cumplimiento o ejecución.
ARTÍCULO 44
Los registros podrán también ser consultados por terceros cuando dieren cuenta
de actuaciones que fueren públicas de acuerdo con la ley, a menos que, durante la
investigación o la tramitación de la causa, el tribunal restringiere el acceso para
evitar que se afecte su normal substanciación o el principio de inocencia.
En todo caso, los registros serán públicos transcurridos cinco años desde la
realización de las actuaciones consignadas en ellos.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 39, 40, 41, 43, 92, 97, 182,
289 y 294. Código de Procedimiento Penal: artículos 61, 78, 79, 80, 104 y 45.
Párrafo 7º Costas
ARTÍCULO 45
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 33, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 190,
281, 299, 312, 316 y 342. Código de Procedimiento Penal: artículos 504, 584, 680
y 681. Código Penal: artículos 24, 47 y 48.
ARTÍCULO 46
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 33, 45, 47, 48, 49, 50, 52, 299 y
342. Código de Procedimiento Penal: artículos 504, 584, 680 y 681.
ARTÍCULO 47
La víctima que abandonare la acción civil soportará las costas que su intervención
como parte civil hubiere causado. También las soportará el querellante que
abandonare la querella.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 45, 46, 48, 49, 50, 52, 64, 120,
121, 288 y 342. Código de Procedimiento Penal: artículos 425, 504, 584, 680 y 681.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Si bien el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales establece que las
personas que gocen de privilegio de pobreza no serán condenadas al pago de las
costas, lo cierto es que tal precepto se ve desplazado por el artículo 47 del Código
Procesal Penal que, en virtud del principio de especialidad y por tratarse de una
norma posterior, prima sobre lo dispuesto en el Código Orgánico de Tribunales,
prescribiendo en forma perentoria que las costas serán de cargo del condenado.
Pese a que el artículo 47 inciso final alude a la exención de las mismas, ella es una
facultad con que cuenta el tribunal y, por ende, de libre ejercicio (considerando 7º
de la sentencia de nulidad).
ARTÍCULO 48
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 45, 46, 47, 250, 251, 342 y 462.
Código de Procedimiento Penal: artículos 584 y 680.
ARTÍCULO 49
ARTÍCULO 50
12Este inciso fue modificado por el número 6) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de incorporar su frase final.
ARTÍCULO 51
En todo caso, el Estado soportará los gastos de los intervinientes que gozaren
del privilegio de pobreza.
ARTÍCULO 52
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 32, 60, 146, 157, 171, 243, 261,
273, 299, 307, 324, 357, 374 letra g, y 472. Código de Procedimiento Penal:
artículos 4º, 5º, 43, 369, 372, 393, 399, 428, 488 bis, 489, 526, 527 bis, 535 y 541.
Código de Procedimiento Civil: artículo 1º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
La resolución del tribunal que acoge una petición de incompetencia planteada por
vía declinatoria, en la etapa de investigación, no se encuentra dentro de las hipótesis
de resoluciones apelables que entrega el artículo 370 del Código Procesal Penal,
por cuanto no se ha finalizado el procedimiento, no se ha impedido su tramitación
ni se le ha suspendido, y tampoco existe norma expresa que conceda la apelación
para esta clase de resoluciones y en este estado del procedimiento. En efecto, se
está en presencia de una resolución inapelable, sin que pueda estimarse que por la
remisión del artículo 52 del Código Procesal Penal a las disposiciones comunes a
todo procedimiento del Código de Procedimiento Civil, sea aplicable lo dispuesto en
su artículo 112 acerca de la procedencia de la apelación, por cuanto entenderlo así
atentaría contra los principios de rapidez y desformalización que inspiran la etapa
de instrucción de la investigación (considerandos 4º y 6º).
Asimismo, también importa la comisión de una falta o abuso grave que los
sentenciadores apliquen el artículo 261 del Código de Procedimiento Civil para
resolver la petición de la defensa de declarar la prescripción de la acción penal
intentada, asimilando un escrito de rectificación de querella a una demanda nueva,
por cuanto el artículo 52 del Código Procesal Penal hace aplicable a los
procedimientos que rige, en cuanto resultaren procedentes, las normas comunes
contempladas en el Libro I del Estatuto Adjetivo Civil, dentro de las cuales no se
incluye la empleada —está en el Libro II—, lo que implica que para dilucidar lo
planteado, se recurrió a una normativa respecto de la cual no existe respaldo legal
que autorice su utilización. Por lo demás, de igual modo se está dando un alcance
distinto a lo previsto por el legislador en el artículo 261 del Código de Procedimiento
Civil, ya que la rectificación de la demanda, después de notificada y antes de su
contestación, se estima como una demanda nueva "para efectos de su notificación",
lo que determinará el término para contestar la "primitiva demanda" (considerando
13º).
Que en lo que se refiere a la naturaleza del plazo, se trata, como el citado artículo
234 lo expresa al titular la norma, de un plazo judicial, a cuyo respecto los artículos
67 y 68 del Código de Procedimiento Civil, aplicables supletoriamente por expresa
disposición del artículo 52 del Código Procesal Penal, dan expresamente el carácter
de prorrogable, con la limitación de que la prórroga no podrá ampliar el término más
allá del plazo legal; en este caso, dos años (considerando 7º).
6. Aplica los artículos 179 y 180 del Código de Procedimiento Civil por mandato del
artículo 52 del Código Procesal Penal
II. Que el conductor del vehículo pueda ser sobreseído definitivamente en virtud
de la suspensión condicional del procedimiento es algo que carece de relevancia en
lo tocante a la subsistencia de la acción civil, porque la ley señala que esta salida
alternativa no extingue las acciones civiles de la víctima o terceros. Además, el
efecto de cosa juzgada de las resoluciones que absuelven o sobreseen
definitivamente está limitado a los casos en que se funden en la no existencia del
delito o cuasidelito, que no haya relación entre el hecho y la persona acusado, o
que no existan indicios contra el acusado (considerandos 6º, 7º y 9º).
ARTÍCULO 53
La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido
a regla especial deberá ser ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser
ejercida, además, por las personas que determine la ley, con arreglo a las
disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal pública para la
persecución de los delitos cometidos contra menores de edad.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 54, 55, 56, 57, 58, 108, 109, 111,
112, 116, 117, 166, 172, 173, 174, 175, 179, 390 y 400. Constitución Política:
artículo 19 Nº 14. Código de Procedimiento Penal: artículos 10, 11, 15, 16, 17, 18,
20, 22, 23, 24, 27 a 37, 39, 81, 82, 84, 85, 93, 95, 102 bis, 108, 571 y 572. Ley
Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público: artículo 1º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 54
a) Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, Nº 5º, del Código Penal;
b) La violación de domicilio;
c) La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso 2º, del
Código Penal;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 53, 56, 57, 58, 108, 166, 172 y
173. Código Penal: artículos 144, 231, 247, 296, 297, 361 a 366 quáter y 369; 399
y 494 Nº 5. Código de Procedimiento Penal: artículos 11, 20, 23, 28, 29, 30, 34, 35,
36, 39, 81, 82, 96 y 103.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Así, los funcionarios policiales deben denunciar todos aquellos delitos de que
toman conocimiento dentro del plazo de 24 horas siguientes conforme al artículo
176 del mismo Código, estableciéndose a continuación, en el artículo 177, que si no
lo hicieren incurrirán en la comisión de un delito, con las penas que allí se
contemplan (considerandos 4º y 5º).
ARTÍCULO 55
Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la
víctima, las acciones que nacen de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En consecuencia, no cabe sino concluir que la acción para perseguir una sanción
por los delitos de calumnias e injurias, sólo compete a las personas naturales y no
jurídicas ya que el bien jurídico protegido está referido directamente con los afectos,
apegos, devociones o sentimientos personales de la víctima, o más bien dicho
personalísimos de ella, sobre sus atributos o derechos de su personalidad, aquellos
que están basados en la naturaleza espiritual del ser humano, del hombre, de los
cuales carece la persona jurídica, la que atendida su naturaleza ficticia o artificial, le
podrá asistir una acción indemnizatoria, en caso de sentirse lesionada en su
prestigio comercial, pero ello no la legitima para accionar en la forma que lo hizo,
debiendo agregarse que, en materia de responsabilidad civil, se debe diferenciar la
víctima, en el derecho penal, del perjudicado civil que sufre un daño por el
comportamiento antijurídico de otro, un tercero, a quien le asiste el deber de
repararlos en caso de acreditar la concurrencia del mismo (considerando 4º).
ARTÍCULO 56
Pero se extinguen por esa renuncia la acción penal privada y la civil derivada de
cualquier clase de delitos.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 53, 54, 55, 57, 58, 65, 66 y 250
letra f. Código de Procedimiento Penal: artículos 10, 11, 18, 20, 28, 29, 30, 36 y 408
Nº 6.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 57
ARTÍCULO 58
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 53, 59, 113 y 174. Código Civil:
artículos 545 y siguientes. Código Penal: artículos 14 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 5º, 10, 39, 40, 82 y 94.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Artículo 99 del Código Tributario, que establece que las sanciones corporales y
los apremios, en su caso, se aplicarán, cuando se trate de personas jurídicas, a
los gerentes, administradores o a quienes hagan sus veces
En concepto de los sentenciadores, tampoco existe el error denunciado desde el
momento que la sentencia recurrida estableció como hecho acreditado que el
recurrente, en su calidad de administrador de la sociedad que gerenciaba y con la
cooperación del contador de la misma, incorporó en los registros contables y en las
declaraciones mensuales de impuestos del formulario 29, en los períodos que indica
el considerando vigésimo, facturas provenientes de diecinueve supuestos
proveedores por operaciones que no se llevaron a cabo realmente, generando de
esa forma, en cada período mensual, créditos fiscales de Impuesto al Valor
Agregado IVA aparentes, y que emplearon para disminuir indebidamente el pago
del referido tributo; y que igualmente incorporaron los montos de las supuestas
operaciones en las declaraciones anuales de impuesto a la renta por los períodos
tributarios ya señalados. Se constata en los hechos así fijados, que no cabe sino
considerar al recurrente como autor del delito tributario, no sólo por la actividad que
positivamente desplegó y que se describe en el fallo, dándose aplicación al artículo
58 del Código Procesal Penal, que establece que por las personas jurídicas
responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sino también por
aplicación de la norma especial que contempla el propio Código Tributario en el
artículo 99, que establece que las sanciones corporales y los apremios, en su caso,
se aplicarán, cuando se trate de personas jurídicas, a los gerentes, administradores
o a quienes hagan sus veces. Se tiene también presente que la argumentación del
recurrente conduciría a un verdadero vacío de punibilidad cuando el sujeto activo
del hecho punible es una persona jurídica, el cual precisamente quiso evitar el
legislador en los delitos tributarios precisamente a través de la norma legal antes
señalada. Por lo demás, el artículo 8º del mismo Código ha dado un concepto de
contribuyente que también comprende al administrador de la persona jurídica al
definirlo como las personas naturales y jurídicas, o los administradores y tenedores
de bienes ajenos afectados por impuestos (se ha subrayado lo que se quiere
destacar). Por estas consideraciones, coincidentes con el razonamiento del tribunal
a quo contenido en el considerando trigésimo tercero del fallo recurrido, esta Corte
concluye que la participación que cupo al imputado es la de autor y no de cómplice,
y consecuencialmente también se desestimará el recurso por este capítulo
(considerando decimoquinto).
2. Los representantes de las personas jurídicas que giran un cheque son también
los responsables del giro, protesto, notificaciones que debe hacérseles
obligatoriamente y serán ellos quienes cometan el delito en caso de no cumplir la
obligación de pagar dentro del plazo legal
Respecto de la argumentación formulada por la parte querellante relativa en que
los sujetos pasivos de la acción ejecutiva y de la acción penal intentada son
personas distintas, sólo cabe desecharla por carecer de fundamento jurídico, puesto
que es el mismo querellado quien giró los cheques de autos, en su calidad de
administrador de su "Empresa Individual de Responsabilidad Limitada". En efecto,
debe recordarse lo señalado en el inciso 2º del artículo 58 del Código Procesal Penal
que establece que la responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en la
personas naturales, agregando que por las personas jurídicas responden los que
hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de las responsabilidad civil que
las afectare. Del mismo modo la doctrina ha sostenido que "los representantes de
las personas jurídicas que giran un cheque son también los responsables del giro,
protesto, notificaciones que debe hacérseles obligatoriamente y serán ellos quienes
cometan el delito en caso de no cumplir la obligación de pagar dentro del plazo legal.
Es por ello que en el protesto el librado está obligado a indicar la o las personas que
intervinieron en el giro del cheque cuando la cuenta corriente es de una persona
jurídica..." (Tratado sobre el Cheque. Historia, legislación y jurisprudencia. Guillermo
Vásquez Méndez. Edit. Jurídica de Chile. Pág. 404) (considerando decimonoveno).
ARTÍCULO 59
Principio general. La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución
de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal,
de conformidad a lo previsto en el artículo 189.
Con la sola excepción indicada en el inciso 1º, las otras acciones encaminadas a
obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible que
interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas
diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere
competente de acuerdo a las reglas generales.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 56, 58, 60 a 68, 78, 109, 157,
171, 189, 238, 241, 261, 262, 263, 273, 324, 342, 349 y 472. Código Civil: artículos
2314 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 4º, 5º, 10, 12, 14, 28,
29, 39, 40, 41, 103 bis, 104, 305 bis f), 380 a 400, 425, 428, 488 bis, 500 y 536.
Código Orgánico de Tribunales: artículo 171. Código Penal: artículo 31. Código de
Procedimiento Civil: artículo 17. Código de Derecho Internacional Privado: artículo
167.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En virtud del inciso último del artículo 59 del Código Penal, norma de carácter
imperativa, no es posible, en caso alguno, demandar en sede penal a terceros que
no han participado en el delito por una eventual responsabilidad civil en calidad de
lo que se ha dado en denominar "terceros civilmente responsables" o, si se quiere,
en virtud de la mal denominada responsabilidad por el hecho ajeno de que tratan
los artículos 2320 y 2321 del Código Civil, lo que ya resulta suficiente para acoger
el presente arbitrio de casación en el fondo. El fallo de segunda instancia —
infringiendo otra vez la ley— pretende fundar la legalidad de la ejecución de la
sentencia de marras en contra de los padres de quien cometió y fue condenado por
el ilícito, en el hecho de que éstos tendrían la representación del mismo en virtud de
que, cuando se cometió el delito, los padres ejercían la patria potestad respecto de
su hijo por ser éste menor de edad, incurriendo así en un doble error de derecho ya
que, por una parte, cuando en sede penal se entabló la acción civil en contra del
autor del delito éste ya era mayor de edad y, por lo mismo, se había emancipado,
cuanto porque la patria potestad concede derechos bien precisos a los padres,
como lo son la representación del hijo menor, el derecho a administrar sus bienes y
a obtener el goce de los mismos, cuestión que nada tiene que ver con la
responsabilidad que a los padres puede caberles por los hechos ilícitos cometidos
por sus hijos, materia que como es sobradamente sabido, el Código Civil trata en
sus Título XXXV del Libro IV (considerandos 5º y 8º de la sentencia de la Corte
Suprema).
En este punto, resulta útil recordar que el artículo 59 del Código Procesal Penal
dispone el ejercicio separado ante el tribunal civil correspondiente de las acciones
destinadas a obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible
que interpusieren personas distintas de la víctima o se dirigieren contra personas
diferentes del imputado, como es el caso, lo que se repite en el artículo 171 del
Código Orgánico de Tribunales, sin necesidad de cumplir otras exigencias y sin
supeditar el ejercicio de la acción civil al resultado de la penal —independientemente
de lo previsto en el artículo 179 del Código de Procedimiento Civil— (considerando
4º).
Para la correcta decisión del recurso en examen cabe tener en consideración que
en estos autos se ha ejercido la acción civil derivada de un delito, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 59 del Código Procesal Penal, norma que permite a
la víctima perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible
respecto del imputado tanto en el procedimiento penal como ante el tribunal civil
correspondiente, caso último en el que la acción civil se tramita de acuerdo a las
reglas del juicio sumario en la medida que exista una sentencia penal condenatoria,
conforme lo previene el artículo 680 Nº 10 del Código de Procedimiento Civil
(considerando 2º).
En este punto, también resulta útil recordar que el artículo 59 del Código Procesal
Penal dispone el ejercicio separado ante el tribunal civil correspondiente de las
acciones destinadas a obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho
punible que interpusieren personas distintas de la víctima o se dirigieren contra
personas diferentes del imputado, como es el caso, regla que se repite en el
artículo 171 del Código Orgánico de Tribunales, sin necesidad de cumplir otras
exigencias y sin supeditar el ejercicio de la acción civil al resultado de la penal.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 52, 59, 61, 189, 259, 261 y 307.
Código de Procedimiento Civil: artículo 254. Código de Procedimiento Penal:
artículos 10, 115, 425, 428, 429 y 431.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que del estudio armónico de los artículos 60 y 261 del Código Procesal Penal
aparece que el querellante por escrito, podrá deducir demanda civil, hasta quince
días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del
juicio oral. Empero, tal demanda civil el querellante deberá deducirse juntamente
con su escrito de adhesión o acusación.
ARTÍCULO 61
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 60, 68, 109, 157, 183, 184, 261,
273, 324 y 329. Código Civil: artículos 2332 y 2518. Código de Procedimiento Civil:
artículos 254 y 310. Código de Procedimiento Penal: artículos 103 bis, 381, 393,
425, 428 y 431.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, amén del marco normativo aplicable ya señalado, es dable tener presente
las siguientes consideraciones: a. del examen de las normas señaladas resulta
indubitado que la formalización es una actuación realizada por el Ministerio Público
en forma exclusiva, que si bien emana de un órgano administrativo, tal acto
unilateral se realiza ante un juez de garantía y en presencia del abogado defensor
y cumple una función esencialmente garantista y se erige como un requisito previo
y necesario a la realización de ciertas actuaciones como diligencias de investigación
que afecten derechos fundamentales. b. en el mismo sentido, el artículo 61 del
Código Procesal Penal, antes transcrito, deja en evidencia la imposibilidad de
decretar las medidas cautelares reales solicitadas si no se ha formalizado la
investigación respecto de la persona a quien afectan tales cautelares, toda vez que
si no es posible preparar ni menos deducir demanda civil antes de su formalización,
no resulta procedente entonces decretar medida cautelar alguna. c. refuerza la
conclusión anterior lo dispuesto en el artículo 230 inciso 2º del Código Procesal
Penal que indica que si el fiscal debiere requerir la resolución sobre medidas
cautelares, sin efectuar distinciones respecto a la naturaleza de las mismas, estará
obligado a formalizar la investigación, a cuyo efecto conforme lo dispone el artículo
231 del citado código, deberá solicitarse audiencia en fecha próxima, mencionando
la individualización del imputado, indicación del delito que se le atribuye, fecha y
lugar de su comisión y grado de participación del imputado en el mismo, debiendo
citarse a dicha audiencia al imputado, su defensor y demás intervinientes. d. a lo
anterior se suma los efectos atribuibles al acto de formalización contenidos en la
disposición del artículo 233 del Código Procesal del ramo, entre ellos, la interrupción
de la prescripción, plazo, 247 plazo para el cierre de la investigación, y la prohibición
del archivo provisional, conforme al artículo 167 del mismo cuerpo legal.
ARTÍCULO 62
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 259, 263, 268, 270, 271, 278 y
307. Código de Procedimiento Penal: artículos 447, 450 y 450 bis. Código de
Procedimiento Civil: artículo 309.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que así las cosas, por los motivos señalados, al permitir el Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal que el acusado interpusiera la excepción de prescripción de la acción
civil en la etapa de Alegato de Apertura en el Juicio Oral; acogiera dicha excepción
y rechazara la demandada civil interpuesta por el querellante hizo una errónea
aplicación del derecho, infringiendo los artículos 62 y 263 del Código Procesal
Penal, invocados por el recurrente, incurriendo así en la causal de nulidad prevista
en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal (considerandos 18º al 22º).
Corte de Apelaciones de Concepción, Rol Nº 109-2012
ARTÍCULO 63
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 62, 263, 270 y 271. Código de
Procedimiento Penal: artículos 439, 450 y 450 bis. Código de Procedimiento Civil:
artículo 84.
ARTÍCULO 64
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 47, 59, 120 y 288.
ARTÍCULO 65
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 56, 59, 66, 67, 68, 401 y 404.
Código Civil: artículo 2449. Código de Procedimiento Penal: artículos 10, 12, 14,
574 y 575.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. La acción civil persigue un interés primordialmente privado, mientras que la
acción penal busca un interés público
ARTÍCULO 66
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 54, 55, 56, 57, 59, 61, 65, 68,
157, 183 y 184. Código Penal: artículo 93. Código de Procedimiento Penal: artículos
10, 12, 18, 20 y 28.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Como puede advertirse, el juez de primer grado ha hecho una errónea aplicación
del artículo 66 del Código Procesal Penal al resolver que una acción civil de cobro
incoada por la parte querellante en un juicio arbitral en contra de un tercero, que no
es querellado en estos antecedentes, en este caso la Sociedad Empresa de
Transportes Pedro y Camila Ltda., representada por la querellada, implica el
ejercicio exclusivo de la acción civil que extingue la acción penal de autos por
comprender dicha acción civil entre otros créditos la cobranza de los cheques
materia de la querella, hipótesis no prevista por el artículo 66 del Código Procesal
Penal, disposición legal contenida en el párrafo 2º del referido Código que regula el
ejercicio de las acciones civiles durante la tramitación del procedimiento penal y no
las acciones civiles ejercidas ante otros tribunales por el querellante, y en contra de
una persona jurídica que no es o ha sido querellada en autos (considerando 5º).
ARTÍCULO 67
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 59, 68, 342, 347 y 349. Código
de Procedimiento Civil: artículos 178 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En primer término, cabe dejar claramente asentado que el artículo 67 del Código
Procesal Penal, sólo tiene por objeto consagrar la independencia de la acción civil
de la acción penal. En efecto, admitida la posibilidad de debatir en el procedimiento
penal la responsabilidad civil derivada del hecho punible, se pone de manifiesto a
través de esa norma que la responsabilidad penal y civil son independientes entre
sí, pues puede haber responsabilidad penal sin que exista responsabilidad civil,
como en el caso de un delito que no provoca daños pecuniarios —como se sabe, el
daño constituye la esencia de la responsabilidad civil extracontractual—, o puede
existir responsabilidad civil que no implique responsabilidad penal, cuando por
ejemplo se verifique un hecho dañoso que no se halle tipificado en la ley penal. Por
otra parte, es claro que para establecer la responsabilidad penal se exige un
estándar de convicción bastante más exigente que el requerido en materia civil,
constituido por la expresión "más allá de toda duda razonable" (artículo 340 inciso
1º Código Procesal Penal). Tal como señalan los autores María Inés Horwitz y Julián
López: "El estándar de convicción en materia penal fue adoptado del derecho
anglosajón para excluir la condena cuando existan dudas razonables en el
establecimiento de la responsabilidad penal, mientras que la responsabilidad civil
se satisface con una probabilidad razonable de responsabilidad. De allí que pueda
absolverse en sede penal y condenarse por las consecuencias civiles que produjo
el hecho" (Derecho Procesal Penal Chileno, Tomo II, Editorial Jurídica, 2004,
Horwitz Lennon, María Inés y López Masle, Julián) (considerando 3º).
ARTÍCULO 68
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 10, 60, 61, 157, 171, 250, 252,
261, 406 y 407. Código Civil: artículos 2332 y 2518. Código de Procedimiento Civil:
artículos 48, 680 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Párrafo 1º El tribunal
ARTÍCULO 69
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 2º, 6º, 7º, 11, 12, 17 a 20, 24
a 29, 31, 33 a 38, 40, 44, 47, 48, 49, 51, 73, 78, 80, 82, 93, 94, 95, 97, 98, 100, 102,
105, 106, 109, 112, 117, 118, 120, 123, 126, 127, 128, 132, 134, 136, 140, 141, 143
a 147, 150 a 156, 163, 165, 169, 170, 173, 186, 191, 192, 193, 202, 205, 208, 210,
217, 218, 220, 223, 232, 235 a 239, 241, 242, 245, 246, 247, 248, 254, 257, 258,
268, 269, 270, 271, 273, 274, 276, 279, 281, 283 a 287, 289, 290, 291, 294, 297,
300, 301, 306, 307, 308, 316, 318, 323, 326, 329, 333, 336, 339 a 345, 347, 348,
349, 351, 356, 358, 360, 362, 365, 371, 374, 378, 380, 381, 383, 384, 386, 392 a
396, 398, 400, 402, 404, 410, 411, 412, 413, 426, 432, 438, 462, 477, 479 y 482.
Código Orgánico de Tribunales: artículos 5º, 14 y 17. Ley Nº 19.665 y Ley
Nº 19.708, que modifican el Código Orgánico de Tribunales. Código de Derecho
Internacional Privado: artículo 340.
ARTÍCULO 70
Juez de garantía competente. El juez de garantía llamado por la ley a conocer las
gestiones a que de lugar el respectivo procedimiento se pronunciará sobre las
autorizaciones judiciales previas que solicitare el ministerio público para realizar
actuaciones que privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de derechos
asegurados por la Constitución.
En los demás casos, cuando debieren efectuarse actuaciones fuera del territorio
jurisdiccional del juzgado de garantía y se tratare de diligencias u órdenes urgentes,
el Ministerio Público también podrá pedir la autorización directamente al juez de
garantía del lugar. Una vez realizada la diligencia o cumplida la orden, el Ministerio
Público dará cuenta a la brevedad al juez de garantía del procedimiento. 14
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 9º, 33, 36, 71 a 75, 95, 122,
123, 125, 127, 131, 132, 140, 141, 154, 155, 157, 190, 197, 202, 203, 205, 208, 209,
210, 211, 217, 218, 219, 222, 226, 236, 281, 298 y 299. Constitución Política:
artículos 19 Nº 7, 73 y 83 y siguientes. Código Orgánico de Tribunales: artículos 157
y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Detención practicada fuera del territorio jurisdicción del juez que emite la orden
13 El artículo 1 Nº 7 de la Ley Nº 20.074, publicada en el D.O. 14.11.2005, modificó este inciso en la forma
establecida en el texto, sustituyendo el anterior inciso segundo por el actual inciso segundo y tercero.
14 El artículo 1 Nº 7 de la Ley Nº 20.074, publicada en el D.O. 14.11.2005, modificó este inciso en la forma
establecida en el texto, sustituyendo el anterior inciso segundo por el actual inciso segundo y tercero.
De lo informado por el juez don Luis Aedo Mora y de los antecedentes vertidos
en la audiencia, este tribunal constata que el juez actuó dentro de sus facultades y
respetando las garantías procesales, de conformidad a lo establecido en el
artículo 70 del Código Procesal Penal, el cual dispone que si la detención se
practicare en un lugar que se encontrare fuera del territorio jurisdiccional del juez
que hubiere emitido la orden, como en el presente caso, será también competente
para conocer de la audiencia judicial del detenido el juez de garantía del lugar donde
se hubiere practicado la detención, cuando la orden respectiva hubiere emanado de
un juez con competencia en una ciudad asiento de Corte de Apelaciones diversa, y
cuando en la audiencia judicial se decretare la prisión preventiva del imputado, el
juez deberá ordenar su traslado inmediato al establecimiento penitenciario del
territorio jurisdiccional del juez del procedimiento, lo que ocurrió al día siguiente de
la detención, por lo que al cumplirse con dicha disposición legal, el presente recurso
no podrá prosperar (considerando 5º).
ARTÍCULO 71
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 70, 98, 132, 142, 144, 145, 152,
155, 156, 161, 232, 235, 237, 241, 247, 249, 260, 292, 293, 294 y 330.
ARTÍCULO 72
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 20, 73, 74, 122 y siguientes.
Código de Procedimiento Penal: artículos 6º, 7º, 8º, 47, 48, 102 y 356. Código
Orgánico de Tribunales: artículos 190 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 73
Todas las actuaciones practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes
serán válidas, sin necesidad de ratificación por el juez que fuere declarado
competente.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 70, 72, 74, 122 y siguientes.
Constitución Política: artículos 6º, 7º y 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal:
artículos 6º, 7º, 8º, 47, 48, 356 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Consecuencias de la resolución de una contienda de competencia entre juzgados
de garantía
Que de acuerdo con lo expuesto, cabe concluir que la resolución del juez de
Garantía de Talcahuano que dirimió la cuestión de competencia promovida por la
defensa de los querellados, trae como efecto que los antecedentes que obren en
poder del tribunal incompetente, deben ser remitidos a la brevedad al órgano
jurisdiccional respectivo y que las actuaciones o diligencias realizadas por el tribunal
incompetente tienen validez, por lo que no requieren ser renovadas o ratificadas por
el juez competente (considerando 6º).
Que siendo válidas todas las actuaciones o diligencias realizadas por el Tribunal
de Garantía de Talcahuano entre el 13 de diciembre de 2007 y el 28 de marzo de
2008, todo lo obrado por los querellantes en dicho período, contrariamente a lo
sostenido por la defensa de los querellados, no es inútil al debido y proactivo curso
procesal de la causa, de manera que no puede sostenerse que los querellantes han
omitido realizar diligencias útiles al curso del proceso (considerando 7º).
ARTÍCULO 74
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 75
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 70, 76, 277, 372, 373 y 374.
Código Orgánico de Tribunales: artículos 194 y siguientes; y 206 y siguientes.
ARTÍCULO 76
Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de
inhabilitación de los jueces del tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más
tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la resolución que fijare
fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva
audiencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 281, 284, 342, 343, 346, 372,
373 y 374. Código Orgánico de Tribunales: artículos 194 y siguientes; y 210 y
siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Las normas sobre implicancia y recusación tienen por objeto que antes de iniciar
el juicio no se vulnere la garantía de imparcialidad del tribunal
Las normas sobre implicancia y recusación tienen por objeto que antes de iniciar
el juicio no se vulnere la garantía de imparcialidad del tribunal, cautelando la
garantía constitucional del debido proceso, y evitar que el juez implicado o
legalmente recusado integre el tribunal. Las partes pueden reclamar la inhabilidad
de los jueces a través de la invocación de las causales de implicancia y recusación
establecidas en los artículos 195 y 196 del Código Orgánico de Tribunales, la que
sólo pueden ejercer, de acuerdo al artículo 76 del Código Procesal Penal,
promoviendo un incidente antes o al inicio del juicio oral, siendo competente el
mismo tribunal que conocerá del litigio. Por su parte, el artículo 203 del Código
Orgánico de Tribunales señala que llamado un tribunal a resolver este incidente
respecto de un integrante sobre el que recae la causal de implicancia o recusación,
debe excluirse del debate y decisión del incidente aquél de sus miembros objeto del
cuestionamiento, ya que, evidentemente, sólo así se asegura la garantía de
imparcialidad que contempló el legislador para todas las personas objeto de
persecución penal (considerando 4º).
3. Una vez iniciado el juicio se prohíbe a las partes deducir nuevos incidentes sobre
implicancias o recusaciones
Que es efectivo, como había señalado el recurrente en su libelo de fs. 3, que las
causales de implicancia son de carácter objetivo y son, además, de orden público,
a pesar de lo cual hay que precisar que tal como se indica al inicio de la disposición,
los jueces pueden perder su competencia para conocer un asunto determinado por
implicancia o por recusación declaradas, en caso de ser necesario, en virtud de
causas legales, para más adelante establecerse causas de implicancia. A
consecuencia de esto mismo, la causal de nulidad que establece el artículo 374 letra
a) del Código Procesal Penal, señala que el juicio y la sentencia serán siempre
anulados, cuando la sentencia hubiere sido pronunciada con la concurrencia de un
juez de tribunal de juicio oral en lo penal legalmente implicado. Esas disposiciones
deben ser analizadas, necesariamente en conjunto con las normas pertinentes del
Código Procesal Penal que regulan la forma y oportunidad de hacer valer las
inhabilidades de los jueces del Tribunal Oral en lo Penal. Esa materia está contenida
en el artículo 76 del código del ramo, que señala que deben ser planteadas a más
tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la resolución que fijare
fecha para el juicio oral y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva
audiencia. En el caso de marras, la defensa solicitó el 4 de marzo de 2011 la
postergación del juicio oral, precisamente para poder llevar adelante de la mejor
manera posible la defensa del imputado, otorgándosele un nuevo plazo de un mes
completo para ello, sin que se planteara la inhabilidad en dicho término. La
disposición del artículo 76 del Código Procesal reconoce la situación en que el
interviniente pudiera tomar conocimiento de la causal de implicancia con
posterioridad al vencimiento del plazo antes referido, siempre que fuera antes del
inicio del juicio oral, en cuyo caso le permite promover el incidente respectivo al
inicio de la audiencia del juicio oral, lo que tampoco se verificó en la especie. Con
todo, el precepto en análisis se sitúa aun en el caso que después de ello se advirtiera
una causal, pero sólo a los jueces reserva la posibilidad de declarar la inhabilidad
de oficio, prohibiendo a las partes deducir nuevos incidentes después del inicio del
juicio (considerando 8º).
ARTÍCULO 77
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 54, 78, 79, 80, 166, 172, 180
y siguientes, 247 y 269. Constitución Política: artículo 83 y siguientes. Ley
Nº 20.357, tipifica Crímenes de Lesa Humanidad y Genocidio y Crímenes y Delitos
de Guerra: artículos 43 y 44.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Teniendo presente las normas citadas (arts. 248 y 77 del Código Procesal Penal),
el Ministerio Público, en correlato de su facultad constitucional de dirigir en forma
exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito y la participación
punible, antes de adoptar su decisión de no perseverar, se encuentra obligado a
hacer todo lo que esté a su alcance para la averiguación de éstos, máxime si, como
ha ocurrido en la especie, no ha formalizado su investigación y el querellante
particular se encontraría impedido de ejercer el derecho a forzar la acusación que
regula el artículo 258 del Código Procesal Penal. Según lo expresado por la
recurrente, la investigación no se encontraría agotada y sería necesario para ello el
que se practicara la diligencia de peritaje solicitada con fecha 6 de marzo de 2012,
mientras se encontraba abierta la investigación, a objeto que se determinara el
monto total del perjuicio fiscal sufrido como consecuencia de la conducta
desarrollada por el querellado. A su vez, la recurrente reiteró, en estrados, que el
propio fiscal reconoció en la audiencia respectiva que en los hechos existió evasión,
pero lo que no puede es acreditar su monto, lo que no fue controvertido ni rectificado
por el representante del Ministerio Público en su alegato (considerandos 3º y 4º).
Información y protección a las víctimas. Será deber de los fiscales durante todo
el procedimiento adoptar medidas, o solicitarlas, en su caso, para proteger a las
víctimas de los delitos; facilitar su intervención en el mismo y evitar o disminuir al
mínimo cualquier perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los trámites
en que debieren intervenir.
Los fiscales estarán obligados a realizar, entre otras, las siguientes actividades a
favor de la víctima:
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 59, 108, 109, 237, 240, 241,
242, 248, 250 y 251. Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público: artículos 1º
y 20 letra f).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En lo que dice relación con el incumplimiento del fiscal con las exigencias de las
letras a) y d) del artículo 78 del Código Procesal Penal, es necesario tener presente
que, según consta de los registros de audio y del acta de la audiencia de fecha 21
de julio de 2011, a la cual se citó a los intervinientes precisamente para debatir
respecto de la petición del ente persecutor penal en orden a decretar el
sobreseimiento definitivo de la causa, la parte querellante, ahora apelante, no
asistió. Por lo mismo, no puede argumentar como lo hace en su recurso de
apelación, que el Ministerio Público no le informó previamente de su interés en
solicitar el sobreseimiento de la causa, si a la audiencia a que se citó a los
intervinientes para debatir el punto, no asistió (la querellante), siendo precisamente
esa la oportunidad que los intervinientes tienen para debatir, respetando el principio
del contradictorio, la intensión del ente persecutor penal de que se dicte
sobreseimiento definitivo en la causa (considerando 3º).
ARTÍCULO 78 BIS
En los casos en que las víctimas de los delitos establecidos en los artículos 411
bis y 411 quáter del Código Penal carezcan de representante legal o cuando, por
motivos fundados, el juez estime que los intereses de las personas menores de
edad son independientes o contradictorios con los de aquel a quien corresponda
representarlo, el juez le designará un curador ad litem de cualquier institución que
se dedique a la defensa, promoción o protección de los derechos de la infancia. 15
Párrafo 3º La policía
ARTÍCULO 79
15Este artículo fue incorporado por el número 1 del artículo 2º de la Ley Nº 20.507, publicada en el Diario Oficial
de 8 de abril de 2011.
Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del ministerio público,
deberá desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente cuando el fiscal
a cargo del caso así lo dispusiere.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 54, 80, 81, 83, 125, 127, 128,
129, 154, 166, 180, 181, 187 y 400. Constitución Política: artículos 83 y siguientes
y 90. Código de Procedimiento Penal: artículos 74, 108, 110, 120 bis, 254, 260, 261,
262, 281 y 282. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público:
artículo 4º.
ARTÍCULO 80
También deberán cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la
tramitación del procedimiento.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 9º, 24, 34, 70, 77, 79, 82, 83,
84, 85, 87, 89, 90, 125, 127, 128, 129, 139, 154, 166, 180, 181 y 204. Constitución
Política: artículos 19 Nº 7, 73, 83 y siguientes y 90. Código de Procedimiento Penal:
16La frase final de este inciso fue agregada por el artículo único, Nº 3, de la Ley Nº 19.789, publicada en el
Diario Oficial de 30 de enero de 2002.
artículos 74, 74 bis, 74 bis A, 120 bis, 254, 260, 261, 262, 281 y 282. Ley Orgánica
Constitucional del Ministerio Público: artículo 4º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. La regla general es que la policía actúe bajo las órdenes o instrucciones del
Ministerio Público y, como excepción, utilice sus facultades autónomas
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
De acuerdo a los artículos 83, 129, 180 y 181 del Código Procesal Penal, la
dirección de la investigación penal recae exclusivamente en el Ministerio Público,
tarea en la que recibe el auxilio de la policía, de modo que el fiscal es actor principal
en la investigación de los hechos que revisten caracteres de delito. Con todo, el
protagonismo del ente persecutor no excluye la labor policial, siendo la segunda un
complemento del primero, de forma que exista una coordinación permanente entre
la dirección de la investigación y la ejecución de la misma, tal como lo dispone el
artículo 81 del Código Procesal Penal: "Las comunicaciones que los fiscales y la
policía debieren dirigirse en relación con las actividades de investigación de un caso
particular se realizarán en la forma y por los medios más expeditos posibles". Así
también lo ha entendido la Excma. Corte Suprema, al resolver que "la regla general
de la actuación de la policía es que se realiza bajo las órdenes o instrucciones del
Ministerio Público y como excepción, su desempeño autónomo en la ejecución de
pesquisas y detenciones en precisos y determinados casos delimitados claramente
por el legislador, que incluso ha precisado un límite temporal para su vertiente más
gravosa (las detenciones) con el objeto de eliminar o reducir al máximo la
discrecionalidad en el actuar policial del que se derive restricción de derechos (Rol
1857-2015, de 17/03/2015)".
ARTÍCULO 82
El fiscal o el juez que hubiere emitido la orden podrá sugerir o disponer las
modificaciones que estimare convenientes para su debido cumplimiento, o reiterar
la orden, si en su concepto no existiere imposibilidad.
ARTÍCULO 83
La alegación del Ministerio Público de que dicha actuación se trata de las que
puede realizar sin autorización previa, por estar comprendida en la letra a) del
artículo 83 citado, carece de fundamento porque claramente es una diligencia
investigativa, ella estaba destinada a determinar la ubicación de las especies
sustraídas y la identificación del autor y no a prestar a la víctima auxilio, protección,
resguardo o defensa porque se encontrara en peligro. La petición de pesquisa que
hace el ofendido, no es una reclamación de auxilio y no autoriza la actuación de la
policía vulneratoria de garantías constitucionales por lo que la apelación será
desestimada (considerandos 2º y 3º).
En el mismo sentido:
Insertos en ese contexto, resulta que la policía, una vez recibida una denuncia,
se encuentra en la obligación de comunicarla al Ministerio Público, y si bien puede
practicar ciertas actuaciones autónomas de investigación, dentro de las cuales se
encuentra la detención en caso de flagrancia, lo cierto es que los hechos del proceso
no encuadran en ninguna de las hipótesis que al efecto prevé el artículo 130 del
citado código, puesto que los presuntos autores no fueron sorprendidos cometiendo
los hechos, huyendo del sitio del suceso, con señales o rastros del ilícito, ni tampoco
se sindicó en forma concreta a determinadas personas por la supuesta víctima,
quien no reclamaba auxilio, como tampoco existían registros audiovisuales de la
situación que habría ocurrido. De este modo, el cometido de los funcionarios
policiales se limitaba exclusivamente a recibir la denuncia y comunicarla al fiscal,
para que éste determinara las diligencias a efectuar (considerandos 3º y 4º).
c) Resguardar el sitio del suceso. Deberán preservar siempre todos los lugares
donde se hubiere cometido un delito o se encontraren señales o evidencias de su
perpetración, fueren éstos abiertos o cerrados, públicos o privados. Para el
cumplimiento de este deber, procederán a su inmediata clausura o aislamiento,
impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y evitarán que se
alteren, modifiquen o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho, o
que se remuevan o trasladen los instrumentos usados para llevarlo a cabo.17
El personal policial experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los
objetos, documentos o instrumentos de cualquier clase que parecieren haber
servido a la comisión del hecho investigado, sus efectos o los que pudieren ser
utilizados como medios de prueba, para ser remitidos a quien correspondiere,
17Este párrafo fue reemplazado por el numeral i) de la letra a) del número 1 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931,
publicada en el Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
dejando constancia, en el registro que se levantare, de la individualización completa
del o los funcionarios policiales que llevaren a cabo esta diligencia;
1. Las instrucciones y limitaciones para el resguardo del sitio del suceso del artículo
83 letra c se aplica a las actuaciones de la policía sin previa autorización
18 Este párrafo fue agregado por el número 1 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008.
19 Este párrafo fue modificado por el número ii) de la letra a) del número 1 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931,
publicada en el Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar sus dos últimas oraciones.
Las declaraciones de los funcionarios policiales que deponen como prueba de
cargo en el juicio, no hacen sino, de manera conteste, confirmar las conclusiones
ya alcanzadas. Es así como los carabineros Claudio Sánchez Sandoval y Carlos
Urzúa Rodríguez refieren (según los extractos de sus relatos contenidos en los
considerandos quinto y séptimo del fallo, respectivamente), el primero, que el fiscal
autorizó la diligencia de agente revelador "con la finalidad de poder verificar o
desvirtuar la citada denuncia", señalando ambos que además había instruido que si
esa diligencia daba resultado, debía procederse en conformidad al artículo 206 del
Código Procesal Penal, lo que evidencia que los funcionarios no sólo actuaron sin
autorización del fiscal, sino en contra de sus instrucciones, pues sólo en caso de
verificación de la denuncia mediante la diligencia de agente revelador —lo que no
ocurrió—, mandaba realizar el ingreso y registro del inmueble. Tales relatos dejan
de manifiesto que para el fiscal, director exclusivo y responsable de la investigación
como ya se ha dicho, los antecedentes con que contaban los policías, a menos que
fuesen ratificados mediante la diligencia de agente revelador, no ameritaban en ese
momento nuevas diligencias, resolución que fue contradicha y desobedecida
abiertamente por los policías, los que no obstante la ausencia de resultados en la
diligencia de agente revelador llevan adelante autónomamente nuevas pesquisas
para suplir tal fracaso.
1. Policías están facultadas para obrar primeras diligencias de una investigación sin
una orden judicial previa dentro de lo que está consignar declaraciones
voluntarias
20Esta letra fue sustituida por la letra b) del número 1 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Oficial de 5 de julio de 2016.
que se presente a las dependencias policiales a fin de prestar tal declaración
voluntaria y, por ende, habiendo actuado la Policía de Investigaciones dentro de las
facultades legales, el presente recurso deberá ser rechazado (considerando 3º).
En lo relativo al artículo 83 letra d), que requiere a los policías identificar a los
testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente,
tratándose de los casos a que se alude en las letras b) y c) precedentes, no resulta
procedente desde que no se presentan las situaciones de estos literales, sin
perjuicio que, dado que se concurrió a interrogar al morador del inmueble respecto
del que se denuncia la existencia de la plantación de marihuana, en verdad, se
concurrió a entrevistar o interrogar al imputado o denunciado del ilícito,
interrogatorio por los policías que está tratado en el artículo 91 y no en el artículo 83
como actuación autónoma de dichos agentes (considerandos 4º y 5º de la sentencia
de la Corte Suprema).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 6º, 9º, 77, 79, 80, 84, 85, 129,
130, 166, 172, 180, 181, 187, 188, 205, 206, 217 y 228. Constitución Política:
artículo 90. Código de Procedimiento Penal: artículos 7º, 76, 81, 108, 110, 112, 113,
114, 116, 260 bis, 261, 263 y siguientes.
ARTÍCULO 84
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 85
Procederá también tal solicitud cuando los funcionarios policiales tengan algún
antecedente que les permita inferir que una determinada persona tiene alguna orden
de detención pendiente. 22
21 Este inciso fue modificado por las letras a) y b) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en
el Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de reemplazar la frase "existen indicios" por la expresión
"exista algún indicio" y de eliminar la frase que sigue a la oración "disimular su identidad".
Con anterioridad fue sustituido por las letra a) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008.
22 Este inciso fue agregado por la letra c) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Oficial de 5 de julio de 2016.
23 Este inciso fue agregado por la letra c) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Diario Oficial de de 5 de julio de 2016 en el sentido de reemplazar la frase "sin necesidad de nuevos indicios"
por "sin necesidad de nuevo indicio".
Con anterioridad fue sustituido por la letra b) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008.
25 Este inciso fue modificado por la letra c) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008, en el sentido de intercalar, entre la palabra "resultado" y las expresiones
El conjunto de procedimientos detallados en los incisos precedentes no deberá
extenderse por un plazo superior a ocho horas, transcurridas las cuales la persona
que ha estado sujeta a ellos deberá ser puesta en libertad, salvo que existan indicios
de que ha ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa, caso en
el cual se estará a lo dispuesto en el inciso siguiente. 26
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 5º, 9º, 83, 86, 122, 125, 129
y 130. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal:
artículos 42 bis, 253, 260 bis, 263 y 266. Código Penal: artículo 496 Nº 5. Ley
Nº 20.253: artículo 3º.
"Si no resultare", sustituyendo el punto seguido (.) por una coma (,), lo siguiente: "previo cotejo de la existencia
de órdenes de detención que pudieren afectarle".
Con anterioridad fue sustituido por la letra b) del número 4 del artículo único de la Ley Nº 19.789, publicada en
el Diario Oficial de 30 de enero de 2002.
26Este inciso fue modificado por la letra d) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008, en el sentido de reemplazar las expresiones "seis horas" por "ocho
horas".
Con anterioridad fue sustituido por el número 2 del artículo 1º de la Ley Nº 19.942, publicada en el Diario Oficial
de 15 de abril de 2004
27 Este inciso fue agregado, por el artículo 1º, Nº 2, de la Ley Nº 19.942, publicada en el Diario Oficial de 15 de
abril de 2004.
28 Este inciso fue agregado, por el artículo 1º, Nº 2, de la Ley Nº 19.942, publicada en el Diario Oficial de 15 de
abril de 2004.
29 Este inciso fue incorporado por la letra e) del número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Como ya lo ha declarado antes esta Corte, del tenor del artículo 85 del Código
Procesal Penal se desprende que "el encapucharse o embozarse para ocultar,
dificultar o disimular su identidad, constituye un hecho que habilita para realizar el
control de identidad de una persona, caso en el que no será necesario que se
presenten otras circunstancias que puedan considerarse indicios de la comisión o
intento de comisión de un delito" (SCS Rol Nº 52912-16 de 29 de septiembre de
2016). La conclusión anterior resulta consistente con el estudio de la historia del
establecimiento de la Ley Nº 20.253 de 14 de marzo de 2008, cuyo artículo 2º Nº 2
letra a) sustituyó el inciso primero del artículo 85, introduciendo con ello como nueva
circunstancia habilitante para el control de identidad el que una persona "se
encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad", pues como
consta en el Segundo Informe de la Comisión de Constitución del Senado (Historia
de la Ley Nº 20.253, p. 238) el Senador Gómez justamente cuestionó que "de la
redacción de la disposición se desprende que, en este caso, no es necesario que
exista indicio alguno de que el controlado ha cometido un delito, se apresta a
cometerlo o puede suministrar información sobre algún hecho ilícito. La no exigencia
de indicios hace que el control de identidad proceda automáticamente", por lo que
solicitó votar separadamente esta modificación, siendo finalmente aprobada por la
Comisión. Fue así como el propósito de la incorporación de la causal de control de
identidad en estudio, fue refrendado en la Discusión en Sala en la Cámara de
Diputados, según se desprende de la lectura de las intervenciones del Diputado
Walker en cuanto señaló que "Se trata de individualizar a las personas que no dan
la cara y que, muchas veces, actúan cobardemente protagonizando actos
vandálicos" y respecto del cual, según consta en el Segundo Informe de Comisión
de Constitución del Senado, el profesor de Derecho Procesal, Julián López, estimó
que "parece obvio que una persona que anda encapuchada en la calle está dando
un indicio que da pie al control de identidad, y no parece plausible que las policías
hayan entendido este asunto de otra forma" (Historia de la Ley Nº 20.253, p. 217).
Que, por otra parte, el artículo 85 del Código Procesal Penal no demanda que el
uso de capucha para ocultar, dificultar o disimular la identidad, se efectúe "en un
contexto de disturbios públicos", lo que se colige atendido que la incorporación de
ese requisito que propuso el Senador Horvath fue rechazada, como se lee en el
Segundo Informe de la Comisión de Constitución del Senado (Historia de la Ley
Nº 20.253, p. 238). Así las cosas, en la situación de autos se presentaba un caso
fundado que justificaba controlar la identidad del imputado, siendo relevante que el
fallo estableció que el acusado trató de ocultar o disimular su identidad,
circunstancias objetivas contempladas en el artículo 85 del Código Procesal Penal,
que permiten descartar la arbitrariedad, abuso o sesgo en el actuar policial, objetivo
principal al demandarse por la ley la concurrencia de determinados presupuestos
para llevar a cabo el control de identidad (considerandos 10º, 11º y 12º).
3. Simple hecho de caminar por vía pública no puede considerarse per se constituir
un caso fundado que permita al personal policial efectuar control de identidad
El simple hecho de caminar por una vía pública una persona, sin presentar signos
externos tales como, por ejemplo, daños o señales en sus ropas de haber
participado en un ilícito contra la vida o integridad de las personas o sin portar
elementos o efectos propios de un delito contra la propiedad, no puede considerarse
per se constituir un caso fundado que pueda permitir al personal policial estimar el
estar ante la existencia de indicios de que tal individuo cometió o intentó cometer un
crimen, simple delito o falta o que se disponía a cometerlo, máxime si, como
acontece en la especie, sólo se indicó que dicha persona caminaba en "actitudes
sospechosas" sin precisar en qué consistían o cuáles eran (considerando 6º).
No cabe duda que en caso sub lite se está en presencia de indicios subsiguientes,
es decir, aquellos que se presentan con posterioridad a la comisión del delito, y los
que se han descrito precedentemente resultan ser indicios fundados de actividad
sospechosa, ulterior a la perpetración de un ilícito. En la especie, la circunstancia
precisa detallada y la actividad exteriorizada del imputado, de intentar evadir la
acción policial al imprimir el conductor del móvil mayor velocidad al vehículo que
pretendía ser fiscalizado por personal de carabineros y la comprobación por los
policías, in situ, de ciertas irregularidades que presentaban las placas patentes del
vehículo —el que posteriormente se comprobó que había sido robado— elementos
que imbricados constituyen a juicio de esta Corte datos fácticos suficientes que se
incardinan en una de las hipótesis que desarrolla el artículo 85 del Código Procesal
Penal, que legitiman la actuación de los policías respecto de la detención del
imputado. Adicionalmente debe tenerse en cuenta, los elementos y condiciones
existentes el día en que ocurrió la detención del imputado, todo lo cual al ponderarse
configuran los indicios necesarios para en primer término llevar a efecto el control
de identidad que permite el artículo 85 ya aludido, y luego su detención, pues el
conjunto de indicios concurrentes son complementarios, temporáneamente
conexos, y de distinta fuerza de convicción, pero que deben analizarse
conjuntamente en el entorno de la situación de hecho acaecida, habida cuenta sus
circunstancias específicas. En el caso sub iudice, satisfacen los datos fácticos
analizados el encuadre en los indicios fundados a que se refiere la ya citada
disposición del Código Adjetivo (considerandos 5º y 6º).
En el mismo sentido:
La diligencia del artículo 85 del Código Procesal Penal permite a los funcionarios
policiales solicitar la identificación de cualquier persona en casos que, según las
circunstancias, estimaren que existen indicios de que hubiere cometido o intentado
cometer un crimen, simple delito o falta; o de que se dispusiere a cometerlo. En la
especie, cabe consignar que los indicios que justificaron, la práctica del control de
identidad, se configuran por: 1) una investigación previa que involucraba al imputado
en el delito de tráfico ilícito de estupefacientes; 2) interceptaciones telefónicas que
permitieron confirmar las gestiones para transportar la droga; y 3) que producto de
una de esas interceptaciones se estableció que el acusado transportaría en un
determinado vehículo droga desde una ciudad a otra y que llegaría un determinado
día. La información emanada de las interceptaciones telefónicas que dan cuenta del
traslado de una sustancia ilícita aparece como un antecedente suficiente para
justificar el recurso a la herramienta que el artículo 85 del Código Procesal Penal
entrega a las policías, lo que aunado al seguimiento ordenado por el Ministerio
Público del vehículo que era conducido por el acusado en compañía de otras
personas, hasta el punto de entrega de la droga prohibida, permite concluir la
existencia de mérito para dar curso al procedimiento que se cuestiona, cuyo
aquilatamiento queda entregado al personal actuante, sin perjuicio del control ex
post que corresponde a la judicatura (considerandos 10º y 11º de la sentencia de la
Corte Suprema).
Corte Suprema, 5/09/2016, Rol Nº 46489-2016, Cita online: CL/JUR/6172/2016
Los indicios a que alude el artículo 85 del Código Procesal Penal son aquellos
elementos objetivos que facultan a los policías para desarrollar las actuaciones que
comprende el control de identidad especificadas en esa misma norma —pedir o
conseguir la identificación y el registro de quien es objeto del control—, respecto de
una persona "determinada". Es decir, los indicios, cualesquiera que ellos sean,
deben presentarse respecto de personas determinadas, ya sea porque ellas
mismas son vistas por los policías realizando una acción u omisión que constituye
el indicio, o porque son sindicadas por otras personas —directa o presencialmente,
o por referencia a su nombre, apodos, rasgos, etc.— que reseñan los hechos que
aquéllos habrían ejecutado y que serían constitutivos del indicio, pues únicamente
sobre quienes recaigan dichos indicios, la policía podrá restringir transitoriamente
su libertad ambulatoria para llevar a cabo el control de identidad. Así, cuando se da
noticia por un tercero a los policías que un transeúnte porta un arma en la vía pública
y se describe a dicho transeúnte, esto último —la descripción— sólo corresponde al
medio indispensable para conectar o atribuir el indicio original —la imputación por
un denunciante anónimo del porte del arma en la vía pública— a una persona
determinada, pues sin dicha información sobre las características del denunciado,
en definitiva el control de identidad no podría concretarse en persona alguna. Nada
más repárese que las características físicas y de vestimenta del imputado,
aisladamente examinadas, en caso alguno podrían haber constituido un indicio de
la comisión de algún delito, y sólo adquieren relevancia porque permiten enlazar la
conducta denunciada a una persona precisa entre todas aquellas que transitaban
por el sector referido en la denuncia (considerando 5º de la sentencia de la Corte
Suprema)
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 83, 85, 166, 172, 173, 174, 175
y 180. Constitución Política: artículo 83 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
30Este artículo fue modificado por el número 8) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de incorporar su oración final.
ARTÍCULO 87 BIS
ARTÍCULO 88
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 83, 85, 89, 90, 91, 180 y
siguientes y 228.
ARTÍCULO 89
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 83, 85, 125, 127, 128, 129,
130 y 154. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
31 Este artículo fue incorporado por el número 3) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
32 Este inciso fue modificado por el número 4) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, en el sentido de eliminar la frase, ", cuando existieren indicios que permitieren estimar
que oculta en ellos objetos importantes para la investigación".
Para dilucidar la existencia de la infracción de garantías que se reprocha a la
sentencia hay que analizar el procedimiento desde su génesis como un todo y no
dividirlo entre la flagrancia incuestionada del delito de manejo en estado de ebriedad
y los posteriores delitos de porte ilegal de arma y munición descubiertos. En ese
orden de ideas, el imputado estaba en carácter de detenido al constatar los
funcionarios policiales que conducía un vehículo motorizado en ebriedad manifiesta,
por lo tanto, si se buscan las razones del registro en el artículo 89 del Código
Procesal Penal probablemente lleve razón la denuncia formulada en el recurso
relativa a la falta de indicios que el detenido ocultaba elementos relevantes de la
investigación en el vehículo, puesto que la constatación del personal aprehensor de
signos evidentes de ebriedad y la prueba respiratoria intoxilyzer que se le practicó
hacían del todo innecesario el registro del móvil con el propósito aludido en la
disposición citada.
Que en ese marco de acción la detección del arma y las municiones aparece
como un hallazgo inevitable, impensado o no previsible de que, por sí solo, a
consecuencia de la naturaleza restringida del porte y tenencia de las mismas,
alumbra o ilumina al personal aprehensor sobre la existencia de un nuevo delito, sin
que aquello constituya en ningún caso una infracción a la garantía constitucional del
debido proceso al no apreciarse falta alguna en el quehacer de los policías a cargo
de la detención, quienes no hicieron más que ajustarse a las prerrogativas que la
propia ley especial les entrega ante un caso de conducción en estado de ebriedad
y, en ese escenario, sorpresivamente se encuentran ante la posible comisión de un
nuevo delito que les resulta imposible desatender.
ARTÍCULO 90
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 79, 80, 83, 180, 181, 201, 202 y
228. Código de Procedimiento Penal: artículos 112, 113, 121 y 122.
ARTÍCULO 91
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 93, 94, 98, 194, 195, 196, 326
y 331. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Por lo que la intervención del policía no se ajustó a los requerimientos del artículo
91 del Código Procesal Penal, pues las declaraciones de los imputados que él
recibió, no fueron prestadas en presencia de su defensor, ni del fiscal, ni bajo
responsabilidad o con autorización de éste, lo que significó, en los hechos, la
producción de prueba de cargo por parte del acusador obtenida con inobservancia
de garantías fundamentales (considerandos 5º, 6º y 7º).
La declaración del imputado prestada sin atender las normas que la gobiernan no
puede ser utilizada para fundar una decisión que lo perjudique. Se trata de la
necesidad de extremar los recaudos formales para garantizar la libertad de la
decisión del imputado al prestar su declaración. Así, "La decisión judicial contraria
al interés del portador de la garantía no puede ser fundada en elementos de prueba
obtenidos mediante su inobservancia o con violación de las formas previstas en
resguardo de la garantía" (considerandos 12º y 13º).
2. Condiciones específicas bajo las cuales los policías pueden tomar declaración al
imputado. Derecho a contar con un abogado desde los actos iniciales del
procedimiento
Del examen del artículo 91 del Código Procesal Penal se colige que no es lo
mismo interrogar que declarar, dado que en aquella actuación el inculpado es objeto
de un cuestionamiento, en tanto que en la segunda voluntariamente se quiere
expresar algo. La regla general, en consecuencia, estriba en que el imputado no
puede ser interrogado sin su abogado presente, pero sí puede declarar si así lo
desea, en cuyo caso no se requiere la presencia del defensor sino la del fiscal o su
autorización para proceder, sin perjuicio que el profesional puede incorporarse
cuando lo desee. La jurisprudencia ha dicho que el derecho a contar con un
abogado desde los actos iniciales del procedimiento no conlleva la nulidad de todas
las actuaciones que se verifiquen en su ausencia, pues la misma ley regula los
casos precisos que acarrean ese efecto y aquellos otros en que, con la anuencia
del imputado, se puede prescindir de él. La Constitución y la ley garantizan el
derecho a guardar silencio y a tener defensa técnica, de modo que lo que se debe
asegurar es la debida comunicación de esas prerrogativas al inculpado; nada impide
que éste, en conocimiento de esas facultades, renuncie a ellas y consienta en
declarar bajo determinadas condiciones. En la especie, las actuaciones de la policía
se ajustaron a los artículos 19 Nº 3 inciso final de la Carta Fundamental, y 91 y 93
letra g) del Código Procesal Penal, pues el trayecto de los imputados al cuartel
policial fue voluntario, recorrido durante el cual uno de ellos narró a un policía haber
dado muerte a la víctima, adoptándose a partir de ese instante las medidas
conducentes para que dicho relato se prestara ante el fiscal, lo que efectivamente
sucedió, previa lectura de sus derechos a guardar silencio y a ser asistidos por un
abogado defensor, a lo que renunciaron expresamente (considerandos 7º a 9º de la
sentencia de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 92
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 4º, 36, 44, 182, 289 y 294.
Constitución Política: artículos 5º, y 19 Nº 4. Código de Procedimiento Penal:
artículos 42, 74 bis b, 78, 79 y 80.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Por de pronto, cabe analizar si las disposiciones del artículo 92 del Código
referido, denominada "Prohibición de informar" y del artículo 182 del mismo Código,
llamada "Secreto de las actuaciones de investigación", son aplicables al presente
caso (considerando 6º sentencia Corte de Apelaciones).
Párrafo 4º El imputado
I.- Derechos y garantías del imputado
ARTÍCULO 93
Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la
terminación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes.
El informe pericial también debe ser excluido como prueba para ser rendida en el
juicio oral, por aplicación de la llamada "teoría de los frutos del árbol envenenado":
si el árbol está envenenado, su fruto necesariamente, también ha de estarlo, ya que
la prueba ilícita pudre, contamina o envenena a las derivadas de la misma fuente
probatoria (considerando 4º).
d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir
con su abogado o sin él, con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia
de la investigación;
Por lo pronto, efectivamente el artículo 227 del Código Procesal Penal impone el
deber de registrar las actuaciones de la investigación. Es cierto también que la
razón que sustenta ese imperativo es propiciar el derecho a defensa, adelantar el
descubrimiento de los medios de convicción de los que pueda servirse
eventualmente la parte acusadora y evitar el factor sorpresa. Sin embargo, ello
no puede llevar al extremo de exigir una virtual ejecución anticipada de la prueba
ni menos la formación de un expediente íntegro, porque hacerlo transformaría a
la audiencia de juicio en una reproducción de esas piezas escritas. Si, como
ocurre en la especie, en la carpeta investigativa constan las actuaciones
verificadas por el testigo; si en la acusación se precisan los hechos sobre los
cuales va a declarar esa persona, concordantes con tales actuaciones, entonces
significa que la defensa dispone de los elementos suficientes para preparar su
contra examen, en términos que pretender que exista —además— un acta escrita
de sus dichos, resulta un exceso (considerando 3º).
En el mismo sentido:
33Esta letra fue modificada por el número 2 del artículo único de la Ley Nº 20.592, publicada en el Diario Oficial
de 2 de junio de 2012, en el sentido de agregar sus oraciones finales.
— Dado que la declaración del imputado sólo se contempla en el nuevo proceso
penal como medio de defensa, y no como uno de autoincriminación, el testimonio
inculpatorio del imputado, ocurrido en la investigación, no puede considerarse
como medio de prueba, porque esta última sólo puede producirse ante el tribunal
del juicio. La misma, ocurrida durante la investigación, si aquél libremente
reconoce los hechos, podrá generar en el fiscal la convicción de haber ocurrido
el ilícito, pero no puede estimarse que éste posee una confesión y no lo liberará
de su obligación de investigar otras evidencias que existan al efecto. En otras
palabras, la declaración del imputado durante la investigación, no será nunca
medio de prueba: ni cuando la reciba la policía ni aunque sea espontánea.
La declaración del imputado está concebida por la ley como medio de defensa en
toda circunstancia, a fin de asegurar la vigencia de los derechos de defensa, al
silencio y a la no autoincriminación. Y en caso que la fiscalía llegara a utilizar
como prueba incriminatoria la declaración del imputado, haría uso de un medio
de prueba prohibido, que vulnera los derechos antedichos; lo mismo acontecería
si se usa la policía para que testimonie sobre la declaración inculpatoria del
imputado (considerandos 3º a 5º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 9º, 91, 94, 95, 98, 99, 100,
101, 102, 104, 132, 135, 180, 181, 182, 183, 184, 194, 195, 196, 250, 251 y 253.
Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 67,
78, 79, 80, 278, 293, 318, 318 bis, 320, 323, 408, 409, 418, 589 a 610. Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min.
Relaciones Exteriores, D.O. 29.04.1989: artículos 7º y 14 Nº 3. Convención
Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", Decreto
Nº 873, 1991, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículos 5º Nº 2 y 8º
Nº 2.
ARTÍCULO 94
c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo
dispuesto en el artículo 151.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 9º, 93, 95, 96, 97, 102,
125, 129, 130, 131, 135, 136, 137, 144, 145, 146, 151, 154, 155 y 156. Constitución
Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 67, 253, 260,
262, 263, 270 bis, 280, 281, 284, 292, 293, 294 y 295. Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores,
D.O. 29.04.1989: artículo 9º. Convención Americana sobre Derechos Humanos
"Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min. Relaciones
Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 5º.
ARTÍCULO 95
Amparo ante el juez de garantía. Toda persona privada de libertad tendrá derecho
a ser conducida sin demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine
la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para que examine las
condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar
en que ella estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las
medidas que fueren procedentes.
El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona
en su nombre podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél
del lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar que ordene que sea conducida
a su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso anterior.
Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial,
su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que correspondan
ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo establecido en el artículo
21 de la Constitución Política de la República.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 85, 93, 94, 131, 352 y
siguientes. Constitución Política: artículos 19 Nº 7 y 21. Código de Procedimiento
Penal: artículos 42 bis, 306 a 317 bis. Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 29.04.1989:
artículo 9º, Nº 4. Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San
José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min. Relaciones Exteriores, D.O.
5.01.1991: artículo 7º Nº 6.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 96
ARTÍCULO 97
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 7º a 10, 39, 40, 41, 44, 70,
91, 93 a 96, 98, 102, 104, 125, 126, 131, 132, 135, 136, 137, 139, 182, 194, 195,
196, 227, 228, 229, 232, 263, 265, 268, 278, 285, 286, 326, 327, 336, 352 y
siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
ARTÍCULO 98
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 33, 91, 93, 102, 183, 184,
194, 195, 196, 291, 326 y 330. Constitución Política: artículo 5º, 19 Nº 7 letra f.
Código de Procedimiento Penal: artículos 214, 215, 318 a 324, 327, 329, 330, 332,
333, 334 y 336. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público:
artículo 3º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 99
ARTÍCULO 100
ARTÍCULO 101
El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a
menos que justificare debidamente su ausencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 32, 45, 46, 93, 99, 100, 250, 252,
260, 362 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 408, 409, 504, 589,
591, 594 a 598, 600, 601, 603, 605, 606, 680 y 682.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. La declaración de rebeldía no obliga a que la investigación se suspenda.
A mayor abundamiento, uno de los pilares básicos del sistema procesal penal es
que todo imputado tiene el derecho a ser oído, cuestión que en la especie no ha
ocurrido por su declaración de rebeldía (considerando 5º).
Párrafo 5º La defensa
ARTÍCULO 102
34Este inciso fue modificado por el número 3 del artículo único de la Ley Nº 20.592, publicada en el Diario Oficial
de 2 de junio de 2012, en el sentido de suprimir la frase: "el ministerio público solicitará que se le nombre un
defensor penal público, o bien".
defensor letrado, sin perjuicio del derecho del imputado a formular planteamientos
y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 93, 98, 103, 104, 105, 106,
107, 132, 159, 232, 268, 286, 326, 327, 338 y 374. Constitución Política: artículo 19
Nº 3. Código de Procedimiento Penal: artículos 67, 278 y 448. Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores,
D.O. 29.04.1989: artículo 14 Nº 3. Convención Americana sobre Derechos
Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min.
Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 8º Nº 2, letras d) y e). Ley Nº 19.718,
que crea la Defensoría Penal Pública, D.O. 16.02.01. D.F.L. Nº 4: artículo 1º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Una vez que el tribunal autoriza la defensa personal del imputado, el juez
adquiere la obligación de velar por que ésta sea eficiente
Que si bien es cierto en el inciso final del mismo artículo 102 del Código de
Procedimiento Penal, se contempla la posibilidad de autorizar la defensa personal
del imputado, si éste lo pide al juez, aquél sólo puede permitirla "cuando ello no
perjudicare la eficacia de la defensa", de modo que en caso contrario, le designará
un defensor letrado. De esta última disposición y las citadas más arriba puede
extraerse que si el acusado ha elegido dentro de la esfera de sus atribuciones
personales, representarse a sí mismo, ello está limitado por la "eficacia" de su
intervención, tal como lo exige la norma y si el juez advierte que no se satisface tal
eficacia, debe impedirle seguir su propia opción, en aras de su protección. En el otro
extremo, si el imputado elige ser representado por un abogado, es preciso que el
sujeto elegido —sea del sistema privado o del público— sea efectivamente un
letrado. Como aparece evidente en el caso de autos, el imputado XX no eligió
defenderse personalmente, sino que confió su defensa en una supuesta abogada,
quien ejercía labores licitadas para la Defensoría Penal Pública, sin contar con título
habilitante para dicha función, terminando condenada. De este modo, la situación
que se produjo fue que el Estado no pudo dar cumplimiento a su obligación de
arbitrar los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quien no podía
procurárselos, desde que en la base de la situación en estudio se produjo una
irregularidad que condujo a error a todos los intervinientes y que derivó que el
acusado simplemente no contó con defensor letrado que representara sus
intereses, vulnerándose sus derechos constitucionales (considerandos 6º y 7º).
Que conforme a lo que se ha expresado, el tema de fondo que debe resolver esta
Corte dice relación con el derecho del imputado a la no autoincriminación, y dicho
de una forma positiva, su renuncia al derecho a guardar silencio y sus condiciones;
y el derecho a contar con defensa técnica en sede policial, sin perjuicio de decidir,
previamente, el aspecto formal relativo a la pertinencia de excluir prueba temática
dentro de los medios de prueba ofrecidos por el Ministerio Público en la audiencia
preparatoria del juicio oral (considerando 4º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 91, 102, 132, 159 a 165, 237,
269, 286, 287 y 372.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en idéntica forma, el artículo 269 del Código Procesal Penal, señala que la
presencia del fiscal y del defensor del imputado, durante la audiencia de preparación
del juicio oral, constituyen requisitos de validez de la misma; previendo la
declaración de abandono del defensor que no comparece y la obligación de
designar uno de oficio, oportunidad en la que, además, deberá suspenderse la
audiencia a objeto de permitir al defensor designado, interiorizarse del caso
(considerando 15º).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
35Este artículo fue incorporado por el número 2) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario
Oficial de 29 de marzo de 2017.
ARTÍCULO 104
Derechos y facultades del defensor. El defensor podrá ejercer todos los derechos
y facultades que la ley reconoce al imputado, a menos que expresamente se
reservare su ejercicio a este último en forma personal.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 91, 93, 94, 95, 98, 102,
268 y 326.
ARTÍCULO 105
ARTÍCULO 106
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 102, 103, 107, 269, 286, 287,
389, 396 inciso 2º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
36 Este inciso fue agregado por el número 3) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario Oficial
de 29 de marzo de 2017.
37 Este inciso fue agregado por el número 3) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario Oficial
de 29 de marzo de 2017.
38 Este inciso fue modificado por el número 3) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario
Oficial de 29 de marzo de 2017, pasando de inciso segundo a ser el nuevo inciso cuarto.
Penal, especialmente en sus artículos 8º y 93 letra b), disposiciones que
particularizan legalmente la garantía constitucional establecida en el artículo 19 Nº
3 de la Carta Fundamental. Por estas consideraciones y citas legales colacionadas,
se declara el abandono de hecho de la defensa del sentenciado XX y se ordena
oficiar al Sr. Defensor Penal Público Regional a fin que en el plazo más breve
designe un representante para el referido penado, designación que deber poner en
conocimiento del tribunal a quo. Asimismo, y a consecuencia del abandono de la
defensa decidido, se declara la nulidad de todo lo actuado en esta causa con
posterioridad a la dictación de la sentencia, retrotrayéndose la causa al estado de
notificarse válidamente el fallo de veinticuatro de diciembre de dos mil dieciséis al
defensor penal público Sr. Defensor Regional, sin perjuicio de las facultades del
sentenciado de designar otro abogado de su confianza conforme a lo dispuesto en
el artículo 106 antes indicado (considerandos 5º y 6º).
ARTÍCULO 107
Párrafo 6º La víctima
ARTÍCULO 108
Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por
el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en
que éste no pudiere ejercer los derechos que en este Código se le otorgan, se
considerará víctima:
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 54, 55, 59, 61, 78, 92, 109,
110, 111, 155, 157, 167, 170, 173, 197, 237, 238, 239, 240, 241, 248, 258, 261 y
273. Constitución Política: artículo 83 y siguientes. Código de Procedimiento Penal:
artículo 7º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
39 Esta letra fue modificada por numeral i) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial de
21 de abril de 2015, en el sentido de intercalar a continuación de la voz "cónyuge", la expresión "o al conviviente
civil".
al referirse al querellante expone que "la querella podrá ser interpuesta por la
víctima, su representante legal o su heredero testamentario".
Que, el artículo 108 del Código Procesal Penal designa como "víctima" al
"ofendido por el delito", sin limitar dicha calidad únicamente a las personas
naturales, por lo que es perfectamente factible que una persona jurídica detente el
carácter de tal. Enseguida, el artículo 109 del mismo Código le concede a la víctima
una serie de derechos, entre los cuales se encuentra el de "presentar querella",
según reza la letra b) de la disposición en comento, norma que cabe relacionar con
lo preceptuado en el inciso 1º del artículo 111, donde se señala que la querella
puede ser interpuesta tanto por la víctima propiamente tal, como por su
representante legal o su heredero testamentario (considerando 4º).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
b) Presentar querella;
Que, por el contrario, del artículo 396 del mismo Código, según el cual el juicio
simplificado comenzará con la lectura del requerimiento del fiscal y de la querella si
la hubiere, es posible inferir que en este tipo de procedimiento es posible interponer
querella, conclusión refrendada con lo dispuesto por la letra b) del artículo 109 del
Código Procesal Penal que establece, entre los derechos de la víctima, que ésta
podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a las normas de ese código y
presentar querella, sin hacer distinción alguna respecto del tipo de procedimiento
(considerando 4º).
El artículo 108 del Código Procesal Penal designa como "víctima" al "ofendido por
el delito", sin limitar dicha calidad únicamente a las personas naturales, por lo que
es perfectamente factible que una persona jurídica detente el carácter de tal.
Enseguida, el artículo 109 del mismo Código le concede a la víctima una serie de
derechos, entre los cuales se encuentra el de "presentar querella", según reza la
letra b) de la disposición en comento, norma que cabe relacionar con lo preceptuado
en el inciso 1º del artículo 111, donde se señala que la querella puede ser
interpuesta tanto por la víctima propiamente tal, como por su representante legal o
su heredero testamentario (considerando 4º).
1. Oportunidad procesal para que la víctima solicite ser oída por el pronunciamiento
del tribunal acerca del sobreseimiento temporal o definitivo
Aun cuando el edicto, naturalmente, pondría fin al pleito, no parece ser aquello
uno de los supuestos que contiene esa regla, sin perjuicio que ella fija como
requisito que la víctima debe solicitar ser oída y ello no se cumple en el juicio oral,
con la simple solicitud formulada por el abogado ante el mismo Tribunal Oral, sino
que debió ser propuesto ante el Juzgado de Garantía en la audiencia de preparación
de juicio respectivo. (...) (considerando 6º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 53, 54, 55, 59, 61, 69, 78, 83,
92, 108, 110, 111, 155, 157, 167, 170, 173, 189, 197, 237, 238, 239, 240, 241, 248,
249, 258, 261, 273 y 352 y siguientes, 400 y 408. Constitución Política: artículo 83
y siguientes. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público:
artículos 1º y 20 f).
ARTÍCULO 110
Párrafo 7º El querellante
ARTÍCULO 111
Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus
respectivas leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades
correspondientes.40
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 12, 53, 54, 55, 109 letra b,
112 a 120, 172, 175, 257, 258, 261, 400 y siguientes. Código de Procedimiento
Penal: artículos 10, 11, 15, 16, 17, 18, 20, 81, 84, 93, 94, 95, 98, 100, 101, 102, 102
40 Esta letra fue modificada por numeral i) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial de
21 de abril de 2015, en el sentido de intercalar a continuación de la voz "cónyuge", la expresión "o al conviviente
civil".
bis, 104, 105, 107, 425, 572 y siguientes. D.F.L. Nº 7.912, de 1927, del Ministerio
del Interior: artículo 3º letra a).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que lo prevenido en el inciso tercero del artículo 111 del Código Procesal Penal,
en el parecer de esta Corte, no es óbice para que la Ilustre Municipalidad de Zapallar
pueda ser querellante en esta causa, por cuando su legítimo interés no solamente
se basa en su condición de posible víctima de los supuestos delitos cometidos sus
propios concejales en el ejercicio de sus funciones conforme el inciso primero de la
referida norma, sino porque acorde con lo prevenido en el inciso segundo del
artículo 28 de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades,
corresponde a la unidad encargada de la asesoría jurídica de la municipalidad,
iniciar y asumir su defensa, a requerimiento del alcalde, en todos aquellos juicios en
que la municipalidad "sea parte o tenga interés", pudiendo comprenderse también
la asesoría o defensa de la comunidad cuando sea procedente y el alcalde así lo
determine. De esta forma la Municipalidad está autorizada legalmente para actuar
como parte en "todos" aquellos juicios en que ella tenga interés, lo que naturalmente
incluye su actuación como querellante en los juicios penales. En efecto, resultando
meridiano el interés de la municipalidad en que los miembros de su Concejo
procedan de conformidad a la legalidad en el ejercicio de las funciones que la ley
les impone, se hace claro que ella sí está autorizada para perseguir criminalmente
los eventuales delitos de perjurio y negociación incompatible que estos miembros
puedan haber cometido al cumplir o para cumplir las obligaciones que el cargo
concejil les impone, por lo que no parece posible entender que se configura a su
respecto un caso en que la querellante requiera de otra autorización legal o
constitucional en los términos de la letra d) del artículo 264 del Código de
Procedimiento Penal.
3. Casos en que una municipalidad puede actuar como querellante, y casos en los
que no posee tal facultad
Que el artículo 111 del Código Procesal Penal establece quiénes pueden ser
querellantes en un procedimiento penal.
Que en lo que dice relación con la última hipótesis, cabe analizar si esta tiene
conferidas expresamente estas potestades en su ley orgánica.
Que el artículo 111 del Código Procesal Penal establece en su inciso 3º, que los
órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus respectivas
leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes
(considerando 1º).
Que conforme la normativa legal citada, cabe determinar si los hechos materia de
la querella en alzada, pueden encuadrarse dentro de la hipótesis recién aludida. En
este sentido, resulta ser un hecho público y notorio que los acontecimientos que
dieron origen a la presente investigación causaron una gran conmoción pública a
toda la comunidad de Valdivia y de esta Región, considerando la forma de comisión
de los mismos y la circunstancia de tratarse de víctimas menores de edad,
generando sin duda una situación de inseguridad en la población, por lo que el
accionar de la Intendencia Regional se encuentra amparado en la norma legal antes
citada, debiendo por lo mismo acogerse a tramitación la presente querella
(considerando 3º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 111, 113 a 117 y 261. Código de
Procedimiento Penal: artículos 47, 93, 94, 95, 102, 102 bis, 401 y 425.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 112 del Código Procesal Penal establece que la oportunidad para
presentar la querella es en cualquier momento mientras el fiscal no declare cerrada
la investigación.
Que, por el contrario, del artículo 396 del mismo Código, según el cual el juicio
simplificado comenzará con la lectura del requerimiento del fiscal y de la querella si
la hubiere, es posible inferir que en este tipo de procedimiento es posible interponer
querella, conclusión refrendada con lo dispuesto por la letra b) del artículo 109 del
Código Procesal Penal que establece, entre los derechos de la víctima, que ésta
podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a las normas de ese código y
presentar querella, sin hacer distinción alguna respecto del tipo de procedimiento.
Que el artículo 112 del Código Procesal Penal señala que la querella puede
presentarse en cualquier momento mientras el fiscal no cierre la investigación.
ARTÍCULO 113
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 400 del Código Procesal Penal prescribe que el procedimiento por
delito de acción privada comenzará sólo con la interposición de la querella por la
persona habilitada para promover la acción penal, ante el juez de garantía
competente, y que este escrito deberá cumplir con los requisitos de los artículos 113
y 261 del mismo código, en lo que no fuere contrario al Título II que contiene ese
procedimiento.
El citado artículo 400 admite entonces que la querella no debe cumplir con todos
los requisitos previstos en los artículos 113 y 261 del Código Procesal Penal, sino
sólo aquellos que no contraríen el Título II del Libro IV que trata el procedimiento
por delito de acción privada. Pues bien, entre las normas de dicho título se incluye
el artículo 405, el que dispone que en lo que no proveyere el título en comento, el
procedimiento por delito de acción privada se regirá por las normas del Título I del
mismo Libro IV, esto es, del procedimiento simplificado. De esa forma, dadas las
escasas normas que conforman el Título II, la reglamentación del procedimiento de
acción penal privada viene dada en su base principal por las normas del
procedimiento simplificado con las modificaciones que introducen las disposiciones
especiales de ese Título II (considerando 5º).
Que, por otra parte, el artículo 53 inciso 2º del Código Procesal Penal faculta a
las personas que determine la ley a ejercer la acción penal adicionalmente al
Ministerio Público; el artículo 111 permite presentar una querella a la víctima, su
representante legal o su heredero testamentario; la querella puede presentarse en
cualquier momento mientras el fiscal no declare cerrada la investigación, y que, de
acuerdo con el artículo 113 letra c) del mismo cuerpo legal la querella debe contener
"el nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una
designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias.
Si se ignoraren dichas determinaciones, siempre se podrá deducir querella para que
se proceda a la investigación del delito y al castigo de el o de los culpables". Por
otra parte, es el artículo 114 del Código Procesal Penal el que menciona las
hipótesis de inadmisibilidad de una querella, ninguno de cuyos supuestos se aplica
a una situación como la que se encuentra discutida en esta instancia (considerando
3º). En el caso sub lite no se ha discutido por parte del Ministerio Público que hay
una investigación abierta en Chile y que ella, según sus dichos, probablemente
terminará con una decisión de no perseverar, lo que no implica que a la fecha se
encuentre vigente el plazo al que se refiere el artículo 112 del Código Procesal Penal
y, por otra parte, tampoco se ha concluido que los hechos investigados sean de
aquellos que no hagan aplicable lo dispuesto en el artículo 6º Nº 6 del Código
Orgánico de Tribunales, motivo por el que el recurso será acogido en todas sus
partes (considerando 4º).
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día
y hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren;
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 56, 112, 114, 115, 116, 117, 254,
424 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 28, 94, 95, 98, 99, 100,
101, 102, 623 y siguientes. Código de Procedimiento Civil: artículo 254.
ARTÍCULO 114
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 69, 112, 113, 115, 116, 117, 250,
256, 264. Código de Procedimiento Penal: artículos 94, 95, 98, 107, 408, 433 y 546
Nº 4. Código de Procedimiento Civil: artículos 69 y 256.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, a este respecto, es del caso tener presente que el estudio que debe efectuar
el Tribunal de Garantía, al pronunciarse sobre la admisibilidad de la querella
deducida, es de carácter formal, toda vez que debe relacionar los hechos expuestos
en la querella con alguno de los tipos penales propuestos o contenidos en el
ordenamiento jurídico, de suerte tal que si se produce su coincidencia, deberá darse
curso al procedimiento criminal correspondiente (considerando 5º).
El artículo 114 del Código Procesal Penal reglamenta los casos en que el juzgado
de garantía puede declarar inadmisible una querella. Se trata de cinco casos,
ninguno de los cuales se refiere a la circunstancia de haberse presentado denuncia
en otra fiscalía. Siendo la inadmisibilidad una limitación al ejercicio de la acción
penal, debe interpretarse en forma restrictiva, es decir, declararla sólo en los casos
y circunstancia que la ley prescribe. Por tanto, no encontrándose la presentación de
la denuncia en la Fiscalía de otra comuna entre las causales de inadmisibilidad de
la querella del artículo 114, corresponde revocar lo resuelto por el juez de garantía
y admitirla a tramitación. Lo anterior es sin perjuicio de lo que en su momento se
resuelva acerca de la competencia para conocer del delito investigado, conforme lo
prescribe las reglas que determinan la competencia en materia criminal entre
tribunales de igual jerarquía, que reglamenta el Párrafo 5º del Título VII del Código
Orgánico de Tribunales (considerando 3º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 114, 116, 117, 352, 362, 365 a
371. Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 54 bis, 55, 56, 61 y 62.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, del mérito de los antecedentes, del tenor literal de la resolución apelada por
la parte querellante, dictada con fecha 11 de marzo del año en curso, y
especialmente de la precisión hecha por la señora juez a quo al final de la audiencia
en que se dicta la citada resolución, aparece que lo que el tribunal resolvió fue
acoger la reposición de la resolución que tuvo por interpuesta la querella en
representación de la persona jurídica, y que en consecuencia, mantuvo vigente
aquella que declaró admisible la querella interpuesta por personas naturales, y
especialmente teniendo en cuenta que la querella no se declaró inadmisible y que
continúa en curso su tramitación, la resolución de la señora juez a quo, no se
encuentra en la hipótesis regulada en el artículo 115 del Código Procesal Penal, y
el recurso de apelación no es procedente en los términos del artículo 370 del citado
cuerpo legal (considerando 5º).
Prohibición de querella. No podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción
pública o privada:
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o
contra sus hijos, o por el delito de bigamia 41
b) Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el
otro o contra sus hijos. 42
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 17, 109, 111, 114, 117, 302 y
489. C43ódigo Civil: artículo 131. Código Penal: artículos 52 incisos 2º, 382º. Código
de Procedimiento Penal: artículos 15, 16, 17, 88, 93 y 201.
ARTÍCULO 117
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 112, 113, 114 letras a y b. Código
de Procedimiento Penal: artículos 88, 91, 94, 95 y 102 bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
41 Esta letra fue modificada por numeral ii) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial de
21 de abril de 2015, en el sentido de reemplazar la expresión final ", y", por un punto aparte (.).
42 Esta letra fue agregada por numeral ii) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial de
21 de abril de 2015.
43 Esta letra fue modificada por numeral ii) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial de
Que si bien conforme lo estatuye el artículo 112 del Código Procesal Penal, la
querella puede presentarse en cualquier momento, mientras el fiscal no declarare
cerrada la investigación; y, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 114 del citado
código, "La querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía: a)
Cuando fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 112". A su vez, el artículo 117 del mismo texto legal expresa: "Cuando no
se diere curso a una querella en que se persiguiere un delito de acción pública o
previa instancia particular, por aplicación de alguna de las causales previstas en las
letras a) y b) del artículo 114, el juez la pondrá en conocimiento del ministerio público
para ser tenida como denuncia, siempre que no le constare que la investigación del
hecho hubiere sido iniciada de otro modo.
ARTÍCULO 118
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 45 y siguientes, 53, 54, 56, 57,
119, 250, 400 y 401. Código de Procedimiento Penal: artículos 10, 27 a 36, 572 y
575.
ARTÍCULO 119
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 118, 400 y 401. Código Penal:
artículo 211. Código Civil: artículos 2314 y 2331. Código de Procedimiento Penal:
artículos 30, 32, 33, 34, 35, 87, 94, 98 y 99.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Pero aún más, según el artículo 119 del Código Procesal Penal, el solo
desistimiento de la acción deja a salvo el derecho del imputado para ejercer las
acciones respecto de la denuncia o acusación calumniosa, de lo que se desprende
que el derecho surge una vez que finalice el proceso en donde se ha actuado
dolosamente respecto de hechos imputados a personas determinadas, constitutivos
de delitos, contenidos en una acusación o denuncia, debiendo por tanto, revocarse
la sentencia de primera instancia que declaró la prescripción de la acción penal
(considerando 5º).
ARTÍCULO 120
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que respecto del abandono de la querella, se ha sostenido que "no significa que
el procedimiento haya terminado. Es el sujeto querellante el que queda al margen y
el proceso continúa con el ministerio público, que es el que impulsa la
acción"(Pfeffer Urquiaga Emilio [2006]. Código Procesal Penal Anotado y
Concordado. Segunda edición actualizada y aumentada. Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, pp. 200 y 201).
Por su parte, el artículo 121 del mismo Código —no impugnado en estos autos—
se encarga de precisar los efectos del abandono de la querella indicando que: "La
declaración del abandono de la querella impedirá al querellante ejercer los derechos
que en esa calidad le confiere este Código".
La armonía que existe entre el contenido preceptivo del artículo 260 y el del
artículo 261 del Código Procesal Penal ha permitido a la doctrina señalar que "se
entiende por abandono de la querella, la inactividad del querellante respecto de
determinadas diligencias del procedimiento que, en consecuencia, le impedirá en lo
sucesivo ejercer los derechos que en su calidad de tal le confiere el citado cuerpo
legal" (Castro Jofré, Javier [2004]. "La víctima y el querellante en la reforma procesal
penal". En: Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
XXV, p. 141).
Por ello se ha sostenido: "No basta con que el querellante deduzca su querella,
sino que se requiere que luego persevere en su tramitación. Si no lo hace, se
produce el abandono de la querella, de oficio o a petición de los intervinientes,
cuando se produzcan las siguientes situaciones: a) cuando no adhiriere a la
acusación fiscal o no acuse en forma particular; b) cuando no asistiere a la audiencia
de preparación del juicio oral; y c) cuando no concurriere a la audiencia del juicio
oral o se ausente de ella sin autorización del tribunal (artículo 120, inciso primero,
del CPP). El abandono del procedimiento produce el efecto de impedir al querellante
ejercer los derechos que la ley le confiere (artículo 121, CPP)" (C.P., A. [2009].
Manual El Nuevo Sistema Procesal Penal Chileno. Quinta edición actualizada.
Editorial Legal Publishing, Santiago, p. 53) (considerandos 10º y 11º).
Que, por lo demás, la referida norma legal, se encuentra incluida en Título IV, del
Libro I, que trata de los "Sujetos Procesales", específicamente en el párrafo 7º, que
se refiere al Querellante, cuya normativa es la que sirve de base a la intervención
de dicha parte en el juicio de autos, de modo que entenderlo como pretende el
apelante conduciría a la conclusión que no existe reglamentación sobre los
querellantes en el juicio simplificado, lo que no resulta aceptable, ni se compadece
con su propia actuación procesal, en tanto al presentar su querella invocó los
artículos III y siguientes y su apelación no encuentra otro fundamento que lo previsto
en el inciso final del artículo 120 citado, en relación al artículo 370 letra b), ambos
del Código Procesal Penal (considerandos 2º, 3º y 4º).
ARTÍCULO 121
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Efectos del abandono de la querella para el querellante y el Ministerio Público
ARTÍCULO 122
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 9º, 70, 85, 94, 95, 123 y
siguientes y 230. Constitución Política: artículos 5º, 19 Nº 7 y 83 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Del tenor de los artículos 122, 139, 140, 141 y 155, todos del Código Procesal
Penal, se desprende que las medidas cautelares personales sólo cabe imponerlas
cuando son absolutamente indispensables para la realización de los fines del
procedimiento y sólo duran mientras subsiste la necesidad de aplicarlas. Y que en
el caso de la prisión preventiva, cuando las demás fueren insuficientes para
asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la
sociedad, las que suponen una investigación formalizada en curso (considerando
7º).
Que, del tenor de los artículos 122, 139, 140, 141 y 155 todos del Código Procesal
Penal, se desprende que las medidas cautelares personales sólo cabe imponerlas
cuando son absolutamente indispensables para la realización de los fines del
procedimiento y sólo duran mientras subsiste la necesidad de aplicarlas. Y que en
el caso de la prisión preventiva, cuando las demás fueren insuficientes para
asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la
sociedad, las que suponen una investigación formalizada en curso (considerando
7º).
Párrafo 2º Citación
ARTÍCULO 123
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 9º, 26, 33, 34, 36, 70, 122,
123, 124, 125, 134 y 141. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de
Procedimiento Penal: artículos 42 bis, 194, 195, 196, 246, 247, 248, 249, 250, 266,
357, 359 y 591.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 124
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 9º, 33, 70, 122, 123, 134 y
141. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal:
artículos 42 bis, 194, 195, 196, 246, 247, 248, 249, 250, 266, 357 y 359.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
44Este artículo fue sustituido por el artículo único, Nº 5, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de 30
de enero de 2002.
Que atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por el recurrente, y lo
informado por la juez recurrida, y teniendo especialmente en consideración que
intentada en tres oportunidades la notificación del amparado para citarle a audiencia
de procedimiento simplificado por el delito de quebrantamiento de condena, éste no
fue habido, pudiendo en consecuencia verse demorada o dificultada su
comparecencia en juicio de conformidad con lo dispuesto en el artículo 127 inciso
1º del Código Procesal Penal; y que la detención decretada por dicho motivo no
obsta a lo previsto en el artículo 124 del mismo cuerpo legal, toda vez que si bien el
delito por el que ha sido requerido el amparado no se sanciona con una pena
privativa o restrictiva de libertad, el quebrantamiento en que éste ha incurrido
importará necesariamente que deba cumplir con la condena quebrantada, por lo
que estos sentenciadores estiman que la resolución recurrida se encuentra ajustada
a derecho a fin de asegurar tanto la comparecencia del amparado al procedimiento,
como el cumplimiento de la condena quebrantada (considerando 4º).
Así las cosas, la medida cautelar de prisión preventiva decretada por el señor
juez del 10º Juzgado de Garantía de esta ciudad con fecha 21 de noviembre del
presente año, aparece no sólo desproporcionada sino que improcedente respecto
del ilícito formalizado en la presente causa, tomando para ello en consideración lo
dispuesto en el artículo 124 del Código Procesal Penal que excluye la posibilidad
de dictar otra medida cautelar distinta de la citación cuando la imputación se refiere
a faltas, por lo que se acogerá el recurso de amparo intentado (considerando 5º
sentencia Corte de Apelaciones, ratificado por Corte Suprema).
ARTÍCULO 125
Procedencia de la detención. Ninguna persona podrá ser detenida sino por orden
de funcionario público expresamente facultado por la ley y después que dicha orden
le fuere intimada en forma legal, a menos que fuere sorprendida en delito flagrante
y, en este caso, para el único objeto de ser conducida ante la autoridad que
correspondiere.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 9º, 33, 34, 36, 69, 70, 80,
85, 86, 94, 95, 122, 126 a 138, 154, 155 y 230. Constitución Política: artículos 19
Nº 7 y 83 y siguientes. Código Penal: artículos 26, 141, 143, 148, 149, 150, 150a,
150b, 229, 299 y 300. Código de Procedimiento Penal: artículos 42, 42 bis, 251,
252, 253, 254, 261, 262, 263, 281, 284, 306 y 317 bis. Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores,
D.O. 29.04.1989: artículo 9º. Convención Americana sobre Derechos Humanos
"Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min. Relaciones
Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 7º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, la voz "detención" que usa la norma legal impugnada, podría repugnar el
sistema judicial protector del adolescente, no obstante, como lo ha expresado esta
Magistratura "el arresto y la detención, siendo instituciones que constriñen y afectan
la libertad personal de un individuo, presentan algunas diferencias. La detención es
la privación de libertad por breve tiempo de una persona si existen fundadas
sospechas de ser responsable de un delito o bien aparecer motivo que induzca a
creer que intente eludir la acción de la justicia y no cooperará en la investigación de
un hecho punible (artículo 125 del Código Procesal Penal), en tanto el arresto, por
su parte, consiste en una medida de apremio, mediante la cual se priva
temporalmente a una persona de su libertad con el solo propósito de ponerla a
disposición de autoridad competente (artículo 127 del Código Procesal Penal).
"De tal manera que, aunque la ley use la voz detención, se está refiriendo al
arresto, por parte de la fuerza pública, de un adolescente rebelde a concurrir a la
citación que se le ha hecho por parte del Tribunal de Familia, arresto que tiene el
solo objeto de ponerlo a disposición del juez de Familia" (STC Rol Nº 2743 c. 17).
Que lo expresado resulta de suma relevancia, pues tal y como consta del fallo
recurrido, fue el propio encausado quien entregó el instrumento que usaba para
abrir la chapa del departamento, sin que conste en parte alguna de la sentencia que
aquélla se encontraba forzada, la evidencia aportada por los afectados no logra
alcanzar el estándar requerido por ley para detener a una persona, puesto que en
los hechos no hay delito flagrante (considerandos 6º, 7º y 8º).
ARTÍCULO 126
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 9º, 69, 70, 93, 95, 122,
123, 124, 125, 127, 128, 139, 140, 141, 154 y 155. Constitución Política: artículos
19 Nº 7, 21. Código de Procedimiento Penal: artículos 42, 42 bis, 247, 253, 255,
256, 258, 259, 280, 281, 306, 318 bis y 356.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 127
Además, podrá decretarse la detención del imputado por un hecho al que la ley
asigne una pena privativa de libertad de crimen. 45
Tratándose de hechos a los que la ley asigne las penas de crimen o simple delito,
el juez podrá considerar como razón suficiente para ordenar la detención la
circunstancia de que el imputado haya concurrido voluntariamente ante el fiscal o la
policía, y reconocido voluntariamente su participación en ellos. 46
45 Este inciso fue intercalado por la letra a) del número 5) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
46 Este inciso fue intercalado por la letra a) del número 5) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 9º, 33, 36, 70, 122, 124,
125, 131, 132, 434 y 442. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de
Procedimiento Penal: artículos 42, 42 bis, 247, 249, 252, 253, 255 y 272.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
47Este inciso fue agregado por la letra b) del número 5) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que,
legalmente citado, no compareciere sin causa justificada"— (considerando 4º de la
sentencia de la Corte Suprema).
Que el inciso primero del artículo 127 del Código Procesal Penal dispone que "...
el tribunal, a solicitud del ministerio público, podrá ordenar la detención del imputado
para ser conducido a su presencia, sin previa citación, cuando de otra manera la
comparecencia pudiera verse demorada o dificultada".
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 9º, 125 y siguientes, 154 y
175. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código Orgánico de Tribunales: artículo
530. Código de Procedimiento Penal: artículos 6º, 7º, 42 bis, 84, 254, 269 y 281.
ARTÍCULO 129
48 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 6) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar su oración final.
49 Este inciso fue modificado por la letra a) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de intercalar entre la expresión ''impuesto'' y la frase ''y al que violare la
condición'', la siguiente oración: ", al que fuere sorprendido infringiendo las condiciones impuestas en virtud de
las letras a), b), c) y d) del artículo 17 ter de la ley Nº 18.216".
Sin perjuicio de lo señalado en el inciso anterior, el tribunal que correspondiere
deberá, en caso de quebrantamiento de condena y tan pronto tenga conocimiento
del mismo, despachar la respectiva orden de detención en contra del condenado. 50
En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar
cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del
individuo a quien debiere detener, para practicar la respectiva detención. En este
caso, la policía podrá registrar el lugar e incautar los objetos y documentos
vinculados al caso que dio origen a la persecución, dando aviso de inmediato al
fiscal, quien los conservará. Lo anterior procederá sin perjuicio de lo establecido en
el artículo 21551
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 79, 80, 83, 95, 96, 122, 125, 130,
131, 134, 154, 155 y siguientes, 204 y siguientes, 238, 417 y 426. Constitución
Política: artículos 19 Nº 7 y 21. Código Penal: artículos 140, 361 a 366 quáter.
Código de Procedimiento Penal: artículos 42 bis, 74, 253, 254, 260, 261, 262, 263,
264, 266, 268, 269, 270, 271, 287 y 614.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Con anterioridad, fue sustituido por el número 10 del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005.
50 Este inciso fue intercalado por la letra b) del número 6) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, pasando el anterior inciso quinto a ser sexto.
51 Este inciso fue reemplazado por la letra c) del número 6) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
ARTÍCULO 130
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido
u otra persona como autor o cómplice;
Para los efectos de lo establecido en las letras d), e) y f) se entenderá por tiempo
inmediato todo aquel que transcurra entre la comisión del hecho y la captura del
imputado, siempre que no hubieren transcurrido más de doce horas. 54
52 Esta letra fue reemplazada por el número 11) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
53 Esta letra fue agregada por la letra a) del número 7) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de sustituir la referencia a las "letras d) y e)", por otra a las
"letras d), e) y f)".
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 83, 125, 129, 131, 134, 417 y
426. Código Penal: artículos 14 y siguientes. Código de Procedimiento Penal:
artículos 253, 254, 260, 262, 263, 264, 265, 266, 268, 287 y 614.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, sentado lo anterior, el examen de los hechos fijados por el tribunal conduce
a desestimar las alegaciones del recurso como se expondrá a continuación. En
efecto, alrededor de las 2:00 hrs. del 28 de marzo de 2016, la víctima de iniciales
D.N.H.G. sufrió, mientras se encontraba presente, la sustracción de pertenencias
ubicadas en su domicilio por parte de tres sujetos, quienes huyen a bordo de un
vehículo, saliendo en su búsqueda y siendo auxiliado luego por los policías, quienes
realizan la persecución del vehículo, el que es abandonado por los hechores,
capturándose en ese momento sólo a uno de ellos, huyendo los otros dos. Pues
bien, dado que se acababa de cometer un delito, que el tribunal calificó como hurto,
y respecto del cual sus hechores huyen ante la persecución de carabineros, de
conformidad al artículo 83 letra b) del Código Procesal Penal, esos agentes debían
proceder a efectuar las actuaciones necesarias para su detención. En ese orden,
atendido que la víctima señaló "que había observado a los presuntos hechores en
horas de la tarde, tal como lo confirmaron los funcionarios policiales, en la
inmediaciones de la casa habitación de pasaje 4 Nº 156" (cons. 18º), en
cumplimiento de ese mandato legal debían concurrir al sector señalado —donde
podrían encontrarse ocultos—, teniendo en consideración que, al tratarse de una
búsqueda de los hechores que estaba en actual desarrollo, de encontrarse en ese
lugar o sector a los autores o respecto de quienes se dé la causal de flagrancia de
las letras d) o e) del artículo 130 del Código Procesal Penal, conforme al inciso final
de esta disposición, podían —o debían, más bien— ser detenidos por los policías
dentro de las 12 horas de ocurrido el delito. De esa manera, al haber concurrido los
policías al sector en que se ubica el inmueble de pasaje 4 Nº 156 en búsqueda de
los autores del delito que se acababa de cometer para intentar su detención,
llevaron a cabo una actuación autónoma autorizada por la ley, de manera que no
era condición para su validez, informar de la realización de la misma al Ministerio
Público antes de ejecución, conforme disponen los artículos 83 letra b) y 84 del
Código Procesal Penal.
Que, ahora bien, al llegar al lugar indicado por la víctima, esto es, "inmediaciones
de la casa habitación de pasaje 4 Nº 156", "el testigo Santander con todos estos
antecedentes observa un vehículo que reúne además las características que lo
vinculan a dos delitos, uno denunciado previamente por el encargo del vehículo y
otro acabado de cometer, por cuanto León Briceño se desplazaba con patentes
vehiculares que resultaban pertenecer a un móvil de iguales características" (cons.
18º), lo cual, faculta a los policías, de conformidad al artículo 206 del Código
Procesal Penal, también sin previa instrucción u orden del Ministerio Público, y sin
requerir de la autorización del encargado o morador, para ingresar al recinto
cerrado, dado que las circunstancias reseñadas constituían signos evidentes de la
comisión del delito de receptación, por la tenencia en ese inmueble de un vehículo
robado. Cabe apuntar que el fallo da por establecido que el policía Santander avista
el vehículo desde el exterior de la propiedad en que se hallaba Villalobos Cáceres,
sin dar por ciertos los actos intrusivos que alega la recurrente. A mayor
abundamiento, según la transcripción del fallo de los dichos del carabinero
Santander García —único antecedente que se tiene sobre ella— éste no señala,
como indicó la recurrente en su libelo, que "se agachó y movió un cholguán para
poder ver lo que había adentro de la casa", sino que la casa "en su parte de abajo
tenía unos cholguanes que estaban salidos y por ahí se agacha y mira hacia adentro
y para ver si había conexión con la Nissan", no encontrándose entonces siquiera
establecidos los hechos —la remoción o desplazamiento de los cholguanes— que
sustentan las alegaciones del recurso en esta parte. Por lo anterior, entonces, es
que con el ingreso al recinto en que se encontraba el acusado Villalobos Cáceres,
los policías ejecutaron una actuación autónoma autorizada por la ley y,
consiguientemente, afectaron su derecho a la inviolabilidad de morada y a la
intimidad, en un caso igualmente permitido por nuestro ordenamiento.
Del examen del artículo 130 del Código Procesal Penal surge de manera clara la
diferencia entre la mera sospecha de la existencia de un hecho punible y la
flagrancia que describe el precepto. En la especie, los policías contaban con una
orden de revisión decretada en forma previa por el juez de garantía, que se
materializó con el registro del vehículo en que se movilizaba el imputado, lo cual
derivó en la incautación de evidencias de cargo y su privación de libertad, ambos
aspectos cuestionados por la defensa y recurrente de nulidad. Así, en virtud de
indicios válidos y suficientes, el fiscal del Ministerio Público obtuvo una orden de
registro del móvil, constatando la policía la comisión de un delito, que la habilitaba
para proceder autónomamente, en los términos de los artículos 83 letra b) y 187
inciso 2º del Código precitado, y recoger los efectos del delito y aquellos que
pudieren ser utilizados como medios de prueba, nada de lo cual en definitiva merece
reproche. Si bien no existió una orden de detención contra el imputado, lo cierto es
que su ausencia no afecta la legalidad del proceder policial ante la comisión de un
delito flagrante, desde que en todo momento dicho actuar se ajustó a la normativa
que rige la materia (considerandos 6º y 7º de la sentencia de la Corte Suprema).
4. De la laxitud de la flagrancia
Por estas consideraciones y lo previsto en los artículos 130 letra e), 132, 132 bis,
358, 365 y siguientes, todos, del Código Procesal Penal, se confirma la resolución
de exclusión de prueba (considerandos 3º y 4º).
ARTÍCULO 131
Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán
con su obligación legal dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo
tribunal.56
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 7º, 8º, 9º, 70, 91, 93, 94, 95,
96, 97, 102, 104, 107, 125, 127, 128, 129, 130, 132, 133, 134, 151 y 154.
Constitución Política: artículos 19 Nº 7, 21 y 83 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 251, 253, 254, 255, 260, 261, 262, 263, 266, 267,
269, 270 bis, 272, 272 bis, 281, 299, 306 a 317 bis y 356. Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min. Relaciones Exteriores,
D.O. 29.04.1989: artículo 9º Nº 3. Convención Americana sobre Derechos Humanos
"Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min. Relaciones
Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 7º Nº 5.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, previamente cabe consignar que las normas que el recurrente denuncia
como infringidas. Al respecto, el artículo 39 de la Ley Nº 20.000, prescribe que
tratándose de la investigación de los delitos establecidos en la referida ley de
drogas, el plazo contemplado en el inciso segundo del artículo 132 del Código
Procesal Penal, podrá ser ampliado por el juez de Garantía hasta por el término de
5 días, cuando el fiscal así lo solicite, por ser conducente para el éxito de alguna
diligencia, norma que establece que el juez se pronunciará de inmediato sobre dicha
petición la que podrá ser formulada y resuelta acorde con lo prevenido en el artículo
9º del Código Procesal Penal. A su turno, el artículo 9º al que se ha hecho referencia,
autoriza que esta petición sea solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al
efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico y otro, sin perjuicio de la
constancia posterior. Esto es, que la ampliación del plazo de detención en los casos
que se investigue un delito de tráfico de drogas, tiene una normativa especial, como
55 Este inciso fue agregado por el número 12) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
56 Este inciso fue agregado por el número 12) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
lo es la del ya referido, artículo 39 de la ley de Drogas, en relación con el artículo
132 y 9 del Código Procesal Penal. Así las cosas no es aplicable el artículo 131 del
Código del Ramo, por existir ley especial en cuanto al plazo de detención
(considerando 4º).
Que lo primero que debe dejarse asentado es que en dicha oportunidad, la orden
de detención que se estaba diligenciado es aquella decretada verbalmente por la
jueza de Garantía recurrida el mismo día 8 de septiembre a las 8:15 horas, cuestión
que no es controvertida.
Que, como quiera que se interprete la norma del artículo 131 del Código Procesal
Penal, lo cierto es que la misma impone para ambos casos un plazo máximo para
poner al imputado a disposición del tribunal, plazo que fue debidamente respetado
en este caso, toda vez que el detenido fue puesto a disposición del tribunal por el
Ministerio Público a las 8:00 horas el día 9 de septiembre de 2015, antes de
cumplirse las 24 horas desde su detención.
Que, por último, no puede dejar de señalarse que, en el caso que se analiza, han
concurrido las dos hipótesis que plantea el artículo 131 ya mencionado; por una
parte se diligenció una orden de detención verbal, pero por otra parte, al momento
de practicarse dicha detención se constató por parte de los funcionarios policiales
la existencia de un delito flagrante, lo que habilita para conducir al detenido ante la
presencia del Ministerio Público, tal como se hizo
ARTÍCULO 132
57 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 8) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar sus oraciones finales.
Con anterioridad, fue sustituido por el número 13) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005.
58 Este inciso fue intercalado por la letra b) del número 8) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando expresamente
facultado por éste, procederá directamente a formalizar la investigación y a solicitar
las medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los antecedentes
necesarios y que se encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de
que no pudiere procederse de la manera indicada, el fiscal o el abogado asistente
del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación del plazo
de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez
accederá a la ampliación del plazo de detención cuando estimare que los
antecedentes justifican esa medida. 59
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 8º, 9º, 13, 36, 94, 95, 102,
122, 131, 139, 140, 141, 142, 149, 155, 157, 229 a 233 y 235. Ley Nº 19.640
Orgánica del Ministerio Público: artículo 38 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 132 del mismo código, permite en aquellos casos en que se
decrete la ilegalidad de la detención, continuar con el procedimiento, formalizando
la investigación el ente persecutor y decretando las medidas cautelares si es que
procedieren.
Que, esta Corte estima que los antecedentes que se tuvieron en cuenta para
decretar la medida en cuanto a su necesidad, resultan suficientes y ajustados al
marco legal establecido, ya que justamente los hechos por los cuales estimó el juez
que procedía la prisión preventiva, son los que la ley establece como presupuesto
para ello; y que si bien es cierto, los vicios de la detención que fueron objeto de la
declaración de ilegalidad son antecedentes a considerar durante todo el transcurso
del procedimiento, ello no obliga al juez a desestimar una medida cautelar por ese
sólo mérito, tal como lo permite el artículo 132 citado, máxime si el procedimiento
permite que dichas argumentaciones sirvan de base para una discusión en la etapa
59 Este inciso fue sustituido por el número 4 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial de
14 de marzo de 2008.
60 Este inciso fue agregado por el número 4 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial de
14 de marzo de 2008.
procesal correspondiente, respecto de la exclusión de prueba que se rendirá en
juicio (considerando 2º y 3º).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Deber de interpretar las normas que regulan los requisitos de admisibilidad de los
recursos del modo más favorable al litigante
Que, para una acertada resolución de la controversia, resulta útil consignar que
en causa tenida a la vista Rol Nº 104-2017 REF, consta que el recurso de apelación
deducido por el Ministerio Público se fundamenta en que el imputado es detenido
manteniendo especies de un tercero en su poder, sin justificar dicha tenencia, por
lo que estima se satisfacen los verbos rectores del artículo 456 bis A del Código
Penal, encontrándose ajustada a derecho la detención y, consecuencialmente, el
registro del vehículo en que el imputado ejercía el comercio y en el que fueron
encontradas las municiones. Asimismo, en el registro de audio de la audiencia de 6
de febrero de 2017 consta que el Ministerio Público sostuvo que la detención del
imputado se realizó en virtud de una hipótesis de flagrancia, consistente en la venta
de un "riendero" que habría sido robado en noviembre del año 2016, y al efectuar el
personal de Carabineros de Chile una revisión del vehículo del imputado fue
sorprendido manteniendo en su poder 174 cartuchos calibre 22 largo marca
Whinchester con punta de cobre sin percutar y 49 cartuchos calibre 22 corto marca
61 Este artículo fue sustituido por el número 9) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
Fiochi con punta plomo no percutados, sin contar con las autorizaciones legales
para dicha tenencia.
Que la resolución impugnada que negó lugar a decretar la prisión preventiva tuvo
como fundamento la declaración de ilegalidad de la detención, situación que se
encuentra pendiente, toda vez que el plazo para recurrir vence próximamente.
Que conforme lo dispuesto en el artículo 132 bis del Código Procesal Penal, en
delitos como el de la especie, contenidos en la Ley Nº 20.000 son apelables las
resoluciones que declare la ilegalidad de la detención, mas en el solo efecto
devolutivo, lo que significa que la declaración de ilegalidad surte sus efectos de
inmediato, razón por la cual desde este punto de vista, no puede merecer reproche
la resolución en alzada.
ARTÍCULO 133
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 94, 96, 125 y 154. Constitución
Política: artículo 19 Nº 7 letra d. Código de Procedimiento Penal: artículos 253, 281,
290 y 291.
ARTÍCULO 134
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 26, 122, 123, 124, 129, 130, 131
y 393 bis. Código de Procedimiento Penal: artículos 247, 261, 262, 263, 264, 266 y
267. Código Penal: artículos 3º, 21 y 494 bis.
62 Este inciso fue modificado por el número 10) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, en el sentido de reemplazar la expresión "Nºs. 5 y 26" por "Nºs. 3, 5 y 26".
Con anterioridad, fue modificado por el artículo 3º, Nº 1, de la Ley Nº 19.950, publicada en el Diario Oficial de 5
de junio de 2004.
63 Este inciso fue modificado por el número 6 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008, en el sentido de sustituir la expresión "inciso final" por la siguiente: "inciso segundo".
64 Este artículo fue modificado por el artículo único, Nº 6, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de
30 de enero de 2002.
ARTÍCULO 135
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93, 94, 95, 136 y 137.
Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 67,
260, 284, 293, 294 y 320. Decreto Supremo Nº 668, que establece sistema de
información de derechos del detenido, Min. Justicia, D.O. 31.10.1998.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que según dispone el artículo 135 del Código Procesal Penal, el funcionario
público a cargo del procedimiento de detención deberá informar al imputado acerca
del motivo de ella al momento de practicarla. Asimismo le informará los derechos
que le reconocen los artículos 93 letras a), b) y g) y 94 letras f) y g), es decir, debe
poner en su conocimiento de manera específica y clara los hechos que se le imputan
y los derechos que le otorgan la Constitución y las leyes; el derecho a ser asistido
por un abogado desde los actos iniciales de la investigación —lo que comprende
cualquier diligencia o gestión de investigación, cautelar o de otra especie que se
realice por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o
la policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho
punible—, guardar silencio, o en caso de consentir en prestar declaración, a no
hacerlo bajo juramento, y a entrevistarse privadamente con su abogado. A su turno
el artículo 102 del Código Procesal Penal, asegura el derecho del imputado a la
defensa, desde la primera actuación del procedimiento y hasta la completa
ejecución de la sentencia.
Está fuera de duda que el derecho a permanecer en silencio ante las preguntas
de la policía y a no declarar contra sí mismo, están universalmente reconocidos
como principios internacionales que cimentan las bases del debido proceso,
reconocido y garantizado en nuestra Carta Fundamental, pues protegen al imputado
frente a una inapropiada presión por parte de los órganos de control.
ARTÍCULO 136
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93, 94, 95, 135, 137.
Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 67,
260, 284, 293 y 294. Decreto Supremo Nº 668, que establece sistema de
información de derechos del detenido, Min. Justicia, D.O. 31.10.1998.
ARTÍCULO 137
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 93, 94, 109 y 135. Código de
Procedimiento Penal: artículo 284. Decreto Supremo Nº 668, que establece sistema
de información de derechos del detenido, Min. Justicia, D.O. 31.10.1998.
ARTÍCULO 138
ARTÍCULO 139
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 9º, 10, 94, 95, 122, 140 y
siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 7 letra a) b), e). Código Penal:
65 Este artículo fue sustituido por el artículo único, Nº 7, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de
30 de enero de 2002.
66 Este inciso fue reemplazado por el número 14) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Sin desconocer las atribuciones de los jueces para aquilatar las condiciones y
circunstancias que les permitan decretar, rechazar o sustituir la prisión preventiva
de un imputado, tales facultades han de ejercitarse en el contexto de los postulados
antes recordados y manteniendo la concordancia con la Constitución Política de la
República, que en su artículo 19, Nº 7, letra c), consagra la libertad del imputado
como regla general, a menos que su detención o prisión preventiva sea considerada
como necesaria para los precisos objetivos allí señalados, debiendo entenderse que
el establecimiento por la ley de los requisitos y modalidades para obtenerla no
puede tornarla en inalcanzable en un juicio, antes que se pronuncie sentencia
condenatoria, que es el estadio procesal en que se manifiesta la convicción de
haberse cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere
correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley
(considerando 5º).
ARTÍCULO 140
67Este inciso fue modificado por la letra a) del número 11 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar a continuación de la expresión "alguna medida
cautelar personal", lo siguiente: "como orden de detención judicial pendiente u otras".
Con anterioridad, este inciso fue modificado por la letra b) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el
Diario Oficial de 27 de junio de 2012.
68 Este inciso fue agregado por la letra b) del número 11 del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
69 Este artículo fue reemplazado por el número 7 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que importa tener en cuenta que la cautelar antes indicada fue dispuesta en la
audiencia de lectura de sentencia, puesto que durante la investigación el imputado
estuvo sujeto a la medida cautelar del artículo 155 letra c) del mismo cuerpo
normativo, debiendo concurrir a firmar mensualmente al Ministerio Público, sin que
conste que haya incumplido con dicha obligación ni que se haya ausentado de
alguno de los actos del procedimiento en que se requirió su presencia.
Que el artículo 140 del código citado exige, para imponer la medida de prisión
preventiva, lo siguiente: a) que existan antecedentes que justificaren la existencia
del delito que se investigare; b) que existan antecedentes que permitieren presumir
fundadamente que el imputado ha tenido participación en el delito como autor,
cómplice o encubridor, y c) que existan antecedentes calificados que permitieren al
tribunal considerar que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de
diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del
imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe
peligro de que el imputado se dé a la fuga. Por otro lado, la concurrencia de las
referidas circunstancias debe plasmarse en la decisión en términos de indicar los
Con anterioridad fue modificado por las letras a) y b) del número 15 del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada
en el Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005.
antecedentes calificados que justifican la medida, conforme manda el artículo 143
del mismo ordenamiento.
Que de acuerdo con lo que se ha ido señalando, aparece que la prisión preventiva
dispuesta respecto del amparado se ha basado en un peligro de fuga que no está
debidamente justificado puesto que la decisión lo vincula únicamente con la
condena dictada por el Tribunal Oral en lo Penal, en circunstancias que el fallo no
está ejecutoriado. Con ello, la medida dispuesta se evidencia como una anticipación
al cumplimiento de la pena, cuestión que es inadmisible a la luz de la presunción de
inocencia.
2. Acoge recurso de amparo por vulneración al artículo 140 del Código Procesal
Penal
El artículo 464 del Código Procesal Penal, referido a la internación provisional del
imputado, constituye una medida cautelar especial, dentro del procedimiento para
la aplicación exclusiva de medidas de seguridad para inimputables por enajenación
mental, que sólo cabe aplicar a petición de alguno de los intervinientes, siempre que
concurran los presupuestos de aplicación de cualquier medida cautelar personal y,
además, deberá encontrarse ya evacuado el informe siquiátrico del imputado, el que
señalará si por su estado mental éste es peligroso para sí mismo o para terceros
(considerando 4º).
Por tanto, las medidas cautelares personales sólo cabe imponerlas cuando son
absolutamente indispensables para la realización de los fines del procedimiento y
sólo duran mientras subsiste la necesidad de aplicarlas. Y que en el caso de la
prisión preventiva, cuando las demás fueren insuficientes para asegurar las
finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad, las que
suponen una investigación formalizada en curso (considerando 7º).
ARTÍCULO 141
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 33, 55, 122, 123, 124, 134, 139,
140, 155 y siguientes y 281 y siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
Código de Procedimiento Penal: artículos 42, 356, 357 y 362. Código Penal: artículo
21.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Los artículos 139, 140 y 141 del Código Procesal Penal, que regulan la medida
cautelar de prisión preventiva, tienen una ubicación sistemática dentro de las
disposiciones generales del Libro I, por lo que necesariamente, y conforme a lo
dispuesto en el artículo 389 del mismo Código, deben aplicarse al procedimiento
simplificado. A mayor abundamiento, la nueva redacción del artículo 141,
modificado por la Ley Nº 20.074, hace procedente la medida cautelar de prisión
preventiva a aquellos delitos sancionados con penas restrictivas de libertad de
presidio o reclusión menor en su grado mínimo, por cuanto se eliminó la letra a) del
citado artículo, que no la hacía procedente a su respecto. En efecto, la nueva
redacción del artículo 141 inciso 2º permite decretar la prisión preventiva en un
procedimiento simplificado cuando tal medida se encuentre justificada para
asegurar la presencia del imputado a la vista del juicio oral simplificado o pretende
asegurar la ejecución de la pena. (...) (considerando 2º).
70Este artículo fue reemplazado por el número 16) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005.
Fallo en el mismo sentido:
Que el artículo 141 del Código Procesal Penal establece un principio elemental,
en materias como la que se resuelve y que, por lo mismo, los sentenciadores no
pueden soslayar: "No se puede ordenar la prisión preventiva, cuando ésta aparezca
desproporcionada en relación con la gravedad del delito" (considerando 2º
sentencia Corte de Apelaciones confirmada por la Corte Suprema).
Que cualesquiera que sean los antecedentes que en la especie se hagan valer
por el Ministerio Público, la verdad es que ellos a juicio de esta Corte, de modo
alguno justifican la medida cautelar de prisión preventiva decretada por la a quo
para el imputado (considerando 3º sentencia Corte de Apelaciones confirmada por
la Corte Suprema).
Que, así las cosas, al haber ordenado dicha prisión preventiva, la juez se apartó
de la legalidad vigente, por lo que en conformidad al artículo 21 de la Constitución
Política de la República de Chile, el recurso de amparo intentado en los autos en
favor de Faik Hazbún Rezuc, debe acogerse (considerando 4º sentencia Corte de
Apelaciones confirmada por la Corte Suprema).
ARTÍCULO 142
Una vez expuestos los fundamentos de la solicitud por quien la hubiere formulado,
el tribunal oirá en todo caso al defensor, a los demás intervinientes si estuvieren
presentes y quisieren hacer uso de la palabra y al imputado.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 5º, 7º, 8º, 9º, 33, 36, 70, 93,
103, 122, 132, 139, 140, 141, 143, 159 a 165, 230, 232, 260 y 281.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Una vez expuestos los fundamentos de la solicitud por quien la hubiere formulado,
el tribunal oirá en todo caso al defensor, a los demás intervinientes si estuvieren
presentes y quisieren hacer uso de la palabra y al imputado".
Que, como puede apreciarse, la norma de carácter general que rige la materia se
encuentra establecida en el aludido artículo 142 del Código Procesal Penal y, en
consecuencia, sólo podrá decretarse la medida cautelar de prisión preventiva, a
petición de los intervinientes y en el caso de autos, si bien formalmente, al término
de la audiencia de cinco de septiembre en curso, la fiscalía instó por su imposición,
lo cierto es que mucho antes, en el minuto 6:22 del registro de audio, la jueza declaró
que se cumplían, en la especie, todos los requisitos para decretar dicha medida.
Que, la disposición contenida en el artículo 141 inciso final, que reza: "Se
decretará también la prisión preventiva del imputado que no asistiere a la audiencia
del juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal
o del querellante", citada por la recurrida en su informe, precisamente confirma la
regla general a la que hemos hecho referencia puesto que, para que la medida
cautelar en comento sea decretada, requiere petición previa de alguno de los
acusadores.
Que, tampoco es óbice para razonar del modo antes dicho, lo dispuesto por el
artículo 33 del Código Procesal Penal, que expresa: "El tribunal podrá ordenar que
el imputado que no compareciere injustificadamente sea detenido o sometido a
prisión preventiva hasta la realización de la actuación respectiva". En efecto, dicha
disposición legal se limita a señalar uno de los casos en el cual, la más gravosa de
las cautelares, puede ser decretada, sin modificar la regla general en cuanto a quien
debe instar por su imposición, no entregándole en modo alguno facultades al
tribunal para decretarla de oficio.
Que, atentos a lo estatuido por los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de
la República, los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular
de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley y,
además, los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las
normas dictadas conforme a ella, estando vedado atribuirse, ni aun a pretexto de
circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente
se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.
Que a fojas 7 informa el magistrado del Juzgado de Garantía de Puente Alto, don
XX, quien ratificando la cronología de hechos expuestos por el defensor penal
público, indica que para el juez recurrido los artículos 33 y 141 del Código Procesal
Penal facultan al tribunal para decretar la prisión preventiva anticipada en caso de
incomparecencia injustificada a la audiencia de juicio oral, sea ordinario o
simplificado, ello por ser aplicables las disposiciones generales contenidas en el
Título V del ya referido código. En la especie, se estima que no se vulnera el artículo
142 del Código Procesal Penal, toda vez que el artículo 141 discurre sobre la base,
justamente, de que el imputado no se encuentra presente en la audiencia
respectiva.
Agrega que esta interpretación ha sido respaldada por los fallos de esta Corte
que cita, que a su vez fueron confirmados por la Excma. Corte Suprema.
Que, en primer término se debe afirmar que la medida cautelar decretada por el
juez a quo resulta procedente toda vez que las disposiciones contenidas en el
Título V del Código Procesal Penal, son de carácter general y, por ende, resultan
aplicables al procedimiento simplificado, con las limitaciones que ese mismo título
contempla.
ARTÍCULO 143
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que resulta necesario tener en cuenta que la libertad personal constituye una
garantía asegurada por la Constitución Política de la República en el artículo 19 Nº 7
letra b), y, en lo que interesa al recurso en cuanto prescribe que nadie puede ser
privado de su libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma
determinados por la Constitución y las leyes, como tampoco puede ser arrestado o
detenido sino por orden de funcionario público expresamente facultado por la ley y
después de que dicha orden le sea intimada en forma legal. Sin embargo, advierte
la norma, que podrá ser detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante, con
el solo objeto de ser puesto a disposición del juez competente dentro de las
veinticuatro horas siguientes.
ARTÍCULO 144
Si la prisión preventiva hubiere sido rechazada, ella podrá ser decretada con
posterioridad en una audiencia, cuando existieren otros antecedentes que, a juicio
del tribunal, justificaren discutir nuevamente su procedencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 94, 122, 139, 140, 141, 142,
145, 149 y 152.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que la defensa del imputado ha hecho valer a lo menos tres antecedentes que
sindica como nuevos, a saber: un informe social que da cuenta del arraigo familiar
del imputado; un informe pericial contable que daría cuenta de al menos tres
71Este inciso fue sustituido por el número 8 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial de
14 de marzo de 2008.
depósitos de dinero que se hicieron en su cuenta en relación a la investigación de
autos; y la declaración del co-imputado Coronel de Carabineros señor XX.
ARTÍCULO 145
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 122, 139, 140, 144, 152, 155
y 156.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que si bien la reforma introducida al artículo 149 del Código Procesal Penal
amplió el ámbito de aplicación de la apelación, a la resolución que se refiere a la
sustitución de la prisión preventiva, esta modificación, regulada en el artículo 145
del mismo código, es una distinta de la prevista en el artículo 146 y que fue objeto
del pronunciamiento apelado, que alude al "reemplazo" y no a la sustitución por otra
cautelar de menor intensidad, sin que resulte procedente, al tenor de lo previsto por
el artículo 5º del mencionado cuerpo legal, extender la aplicación del referido
artículo 149 más allá de su tenor literal, que emplea la expresión "sustituir" en los
términos del artículo 145 del Código Procesal Penal, y no reemplazar, como lo
señala el artículo 146 del mismo código del ramo (considerandos 2º y 3º).
ARTÍCULO 146
72 Este inciso fue modificado por el número 17) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de intercalar entre las palabras "impuesta" y "para", el vocablo
"únicamente".
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 141, 147 y 148. Código Civil:
artículos 46, 2335 y siguientes, 2384 y siguientes y 2407 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 259, 360, 361, 362, 366 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que de acuerdo a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 149 del Código
Procesal Penal, "la resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare
la prisión preventiva, será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia.
No obstará a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a
petición de cualquiera de los intervinientes, alguna de las medidas cautelares
señaladas en el artículo 155. En los demás casos no será susceptible de recurso
alguno".
Que, a juicio de esta Corte, debe entenderse que la aplicación de la caución que
establece el artículo 146 del Código Procesal Penal en estos autos, provoca la
revocación de la medida cautelar de prisión preventiva decretada en contra del
imputado y no una sustitución, por cuanto se dejan sin efecto las consecuencias de
dicha cautelar personal, razón por la cual, conforme lo dispuesto en el artículo 149
de dicho cuerpo legal, es procedente el recurso de apelación en contra de la
resolución que así lo dispone, toda vez que se contempla dicha situación como
susceptible de tal medio de impugnación, lo que guarda estricta relación con el
artículo 370 del citado cuerpo legal (considerandos 2º, 3º y 4º).
Que el propio artículo 140 del Código precitado, dispone los parámetros para
determinar que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de
la sociedad, entre éstos, la gravedad de la pena asignada al delito, argumento que
el tribunal de alzada explicitó en su fallo, considerando que en la especie, se trata
de un delito de robo con intimidación, por lo que no se vislumbra la ilegalidad o
arbitrariedad pretendida por la recurrente, toda vez que, como se dijo, la resolución
se dictó en cumplimiento de las exigencias que imperativamente disponen los
artículos 139 y 140 del Código Procesal Penal.
ARTÍCULO 147
ARTÍCULO 148
ARTÍCULO 149
Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365
bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, en las Leyes Nº 17.798 y Nº 20.000
y de los delitos de castración, mutilaciones y lesiones contra miembros de
Carabineros, de la Policía de Investigaciones y de Gendarmería de Chile, en el
ejercicio de sus funciones, el imputado que hubiere sido puesto a disposición del
tribunal en calidad de detenido o se encontrare en prisión preventiva no podrá ser
puesto en libertad mientras no se encontrare ejecutoriada la resolución que negare,
sustituyere o revocare la prisión preventiva. El recurso de apelación contra esta
resolución deberá interponerse en la misma audiencia, gozará de preferencia para
su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su
ingreso al Tribunal de Alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte
de Apelaciones deberá establecer una sala de turno que conozca estas apelaciones
en días feriados. 74
73 Este inciso fue modificado por el número 18 del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de intercalar la oración: "No obstará a la procedencia del recurso, la
circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los intervinientes, alguna de las medidas
cautelares señaladas en el artículo 155".
74 Este inciso fue reemplazado por el número 12) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 140, 141, 142, 144, 145, 152,
155, 352, 364 a 371. Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 54 bis y
siguientes y 366.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, si bien el artículo 149 del Código Procesal Penal no utiliza el verbo "sustituir"
dentro de las hipótesis de procedencia del recurso de apelación verbal, lo cierto es
que al remplazar la prisión preventiva por el pago de una caución, conforme lo
dispuesto en el artículo 146 del Código Procesal Penal, ello se traduce en una
revocación de la citada medida cautelar cuya naturaleza y forma de cumplimiento
es esencialmente diversa a la caución por la que se la reemplaza. En efecto, consta
en la historia fidedigna del establecimiento de la Ley Nº 20.253 y Ley Nº 20.931, que
las modificaciones que ha sufrido del artículo 149 del Código Procesal Penal, han
tenido por finalidad eliminar el riesgo de fuga del imputado, lo que lleva a concluir
que el legislador ha contemplado la procedencia de la apelación verbal en términos
75 Este inciso fue agregado por el número 9 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial de
14 de marzo de 2008.
76 Este artículo fue modificado por el número 18) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Que, si bien el artículo 364 del Código Procesal Penal establece que las
resoluciones dictadas por un Tribunal del Juicio Oral en lo Penal son inapelables,
dicha disposición legal debe entenderse que se refiere de manera general a todas
aquellas resoluciones, sin distinción, que se dicten en el desarrollo de un
determinado juicio oral. Sin embargo, tratándose de la prisión preventiva, como
medida cautelar personal, deben aplicarse a este respecto las disposiciones
especiales que regulan su procedencia, tramitación y recursos que se relacionan
con ella, y así es como se establece en el artículo 149 inciso 1º del Código Procesal
Penal, que la resolución que ordenare, entre otras, la prisión preventiva será
apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. En efecto, es esta norma la
que, de manera especial, hace procedente el recurso de apelación en contra de una
resolución que haya decretado la prisión preventiva de un imputado,
independientemente del tribunal que la haya dictado.
7. La resolución que revoca la prisión preventiva por otras medidas cautelares del
artículo 155 es apelable verbalmente
Que, la resolución que revoca la medida cautelar de prisión preventiva por las
contempladas en el artículo 155 del Código de Procesal Penal, es susceptible de
recurso de apelación, por cuanto esta se sitúa dentro de la hipótesis del inciso
primero del artículo 149 del citado cuerpo legal, haciendo presente que en la misma
norma no obstara a la interposición del recurso el caso de aplicársele al imputado
alguna de las medidas señaladas en el artículo 155 antes referido. A mayor
abundamiento se hace presente que la juez recurrida establece una distinción que
la ley no contempla al efecto, hecho en que se sustenta para declarar improcedente
el citado recurso (considerando 3º).
— El artículo 149 del Código Procesal Penal, referido a los recursos relacionados
con la medida de prisión preventiva, señala que "La resolución que ordenare,
mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable cuando
hubiere sido dictada en una audiencia. No obstará a la procedencia del recurso,
la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los
intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas en el artículo 155. En
los demás casos no será susceptible de recurso alguno". No es posible estimar
que por el reemplazo de una medida cautelar de prisión preventiva por el pago
de una caución conforme lo dispone el artículo 146 del Código de Procesal Penal,
se esté revocando, implícitamente, la medida cautelar primeramente dictada, toda
vez que la decisión del a quo ha sido mantener la prisión preventiva, sólo que por
un fundamento distinto, del que nace, por expresa disposición legal, la facultad
de pagar una caución. Así las cosas, la apelación deducida por el Ministerio
Público no es de aquellas señaladas por el artículo 149 del Código de Procesal
Penal, razón por la que corresponde el rechazo del recurso de hecho impetrado
(considerandos 3º a 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
ARTÍCULO 150
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 7º, 86, 93, 94, 135, 136, 137
y 151. Constitución Política: artículos 19 Nº 7 y 73. Código de Procedimiento Penal:
artículos 67, 284, 292, 293, 294, 295, 298 y 299. Convención Americana sobre
Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873, 1991, Min.
Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 5º Nº 4. Decreto Nº 518, 1998,
Reglamento de Establecimientos Penitenciarios. Min. Justicia, D.O. 22.05.1998.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
77Este inciso fue reemplazado por la letra a) del número 13) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
Con anterioridad, fue sustituido por la letra a) del número 10 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008.
78Este inciso fue reemplazado por la letra a) del número 13) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
Con anterioridad, fue sustituido por la letra a) del número 10 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008.
el juez pronunciarse sobre ella manteniéndola o dejándola sin efecto en la audiencia
ya fijada del 23 de noviembre en curso (considerandos 3º y 4º).
Que, en ese orden, cabe señalar que el legislador ha establecido garantías cuyo
objetivo es atenuar los efectos gravosos de la prisión preventiva y de la internación
provisoria como medidas cautelares personales, las que se encuentran contenidas
en el artículo 150 del Código Procesal Penal y artículo 34 de la Ley Nº 20.084,
concediéndose como facultad excepcional al juez el poder dar permiso de salida
durante el día al imputado, en tanto no se vulneren los objetivos perseguidos por la
prisión preventiva y/o internación provisoria, de modo que, en atención a estas
consideraciones, no puede estimarse que la resolución adoptada por la Sra. Juez
de Garantía de Puerto Montt constituya una revocación de las medidas cautelares
vigentes respecto de los dos imputados de esta causa, sino que se trata sólo de una
forma de ejecución de la misma (considerando 4º).
ARTÍCULO 151
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 122, 139, 140, 141, 144, 145,
146, 153 y 347.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 152 del Código Procesal Penal, dispone que el tribunal de garantía
de oficio deberá citar a una audiencia de revisión de medida, lo que deja en
evidencia que nuestra legislación busca evitar los tiempos prolongados de privación
de libertad, lo que además afecta el derecho de los imputados de ser juzgados en
un tiempo razonable.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 122, 139, 152, 155, 249, 250,
252, 343 y 347. Código de Procedimiento Penal: artículos 42, 356, 419, 420 y 508.
ARTÍCULO 154
79Este inciso fue incorporado por el número 19) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 9º, 34, 35, 36, 37, 70, 80, 94,
99, 122, 125 y siguientes, 139, 140, 150 y 151. Constitución Política: artículos 19
Nº 7 letras b y c y 73. Código de Procedimiento Penal: artículos 42 bis, 74, 251, 253
y siguientes, 274, 277, 278, 280, 281, 284, 285, 293, 298, 299, 356 y 593. Decreto
Supremo Nº 668, que establece sistema de información de derechos del detenido,
Min. Justicia, D.O. 31.10.1998.
ARTÍCULO 155
80 Este inciso fue modificado por el número 20) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de insertar la frase "o la seguridad de la sociedad".
f) La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se
afectare el derecho a defensa; 81
El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas según resultare adecuado
al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su
cumplimiento.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 6º, 9º, 34, 36, 69, 70, 78, 80,
102, 108, 122, 124, 132, 140 y siguientes, 156, 229, 232 y 347. Código Penal:
artículo 372 ter. Constitución Política: artículo 19 Nº 3, 7 y 13 y 83 y siguientes. Ley
Nº 18.290: artículo 196-F.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
81 Esta letra fue modificada por la letra a) del número 1) del artículo 2º de la Ley Nº 20.813, publicada en el
Diario Oficial de 6 de febrero de 2015, en el sentido de reemplazar la expresión final ", y" por un punto y coma.
82 Esta letra fue modificada por la letra a) del número 14) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de reemplazar la expresión final ", y" por un punto y coma.
Con anterioridad, fue modificada por la letra b) del número 1) del artículo 2º de la Ley Nº 20.813, publicada en
el Diario Oficial de 6 de febrero de 2015.
83 Esta letra fue modificada por la letra b) del número 14) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de sustituir el punto aparte por la expresión ", y".
Con anterioridad, fue incorporada por la letra c) del número 1) del artículo 2º de la Ley Nº 20.813, publicada en
el Diario Oficial de 6 de febrero de 2015.
84 Esta letra fue agregada por la letra c) del número 14) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
Efectivamente, se afirma que como consecuencia directa del principio que obliga a
tratar al imputado como inocente mientras no se haya dictado sentencia
condenatoria, surge la necesidad de rediseñar el régimen de medidas cautelares
aplicables a quienes se encuentran en calidad de imputados, a partir del
reconocimiento de su excepcionalidad y de su completa subordinación a los fines
del procedimiento. Como consecuencia de esta característica, "el proyecto propone
dar plena aplicación a la presunción de inocencia, afirmando que quien es objeto de
un procedimiento criminal en calidad de imputado no debe sufrir, en principio, ningún
detrimento respecto del goce y ejercicio de todos sus derechos individuales en tanto
éstos no se vean afectados por la imposición de una pena". Asimismo, se contempla
la necesidad de establecer un conjunto de controles específicos respecto de las
medidas cautelares que implican formas de privación de libertad, "buscando
racionalizar y limitar al máximo su utilización". En concordancia con esta idea
rectora, "se establece un conjunto de medidas cautelares personales menos
intensas que la prisión preventiva y que el juez debe utilizar con preferencia a éstas
cuando resulten adecuadas para asegurar los objetivos del procedimiento"
(considerando 4º).
2. Las medidas cautelares personales del artículo 155 sólo podrán ser decretadas
cuando se cumplan las exigencias del artículo 140
Los antecedentes expuestos por las partes en la audiencia y los que aparecen en
el expediente, no permiten concluir que se reúnan, respecto de las imputadas
apelantes, los requisitos de la letra b) del artículo 140 del Código Procesal Penal,
desde que no aparece acreditada a su respecto ninguna relación con la obtención
del vehículo en que se encontró la droga, ni puede presumirse que ellas fueran las
propietarias de la droga, o que estuvieran concertadas con los otros imputados para
traficarla, todo lo cual obliga a dejar sin efecto la prisión preventiva que a ellas
afecta.
Que a mayor abundamiento, la procedencia del arraigo esta´ sujeta a los mismos
requisitos y controles que la prisión preventiva, de forma tal que suponen
afectaciones a la presunción de inocencia y, en tal sentido, se requiere un
fundamento fuerte y verosímil, tema que necesariamente el sistema jurídico y el
subsistema procesal penal se encargan de resaltar, al estimar que los principios que
sustentan las medidas cautelares son: el de legalidad, jurisdiccionalidad,
excepcionalidad, instrumentalidad, provisionalidad y de proporcionalidad. La
congruencia de cómo estos postulados esenciales al nuevo proceso penal se
conjugan, se presenta en la presencia de tres subprincipios: a) El de adecuación o
idoneidad de los medios; b) El de necesidad, y c) Proporcionalidad en sentido
restrictivo. Los tres operan copulativamente, esto es, que para los efectos que se
requiera su concurrencia, deben asistir en forma conjunta. El primero se refiere a la
adecuación de los medios respecto del o de los fines a conseguir, lo que excluye
cualquier medio que se sea conducente al fin legítimo perseguido. De esta manera,
cualquier norma jurídica restrictiva debe ser idónea a la finalidad constitucional que
se busca concretar, si la norma contraviene fines o valores expresos o implícitos en
el texto constitucional, será inconstitucional e ilegítima. El subprincipio de necesidad
exige que la medida restrictiva sea indispensable para la conservación de un
derecho y no sea posible de ser sustituida por otra medida igualmente eficaz pero
menos gravosa. En el fondo se exige que la norma jurídica emanada del legislador
sea imprescindible para asegurar la vigencia o ejercicio de un derecho o bien
jurídico constitucional, debiendo restringir otro en el menor grado posible cuando no
existe otra alternativa posible, escogiendo siempre el mal menor, el medio menos
restrictivo, todo ello sin afectar el contenido esencial de los derecho
constitucionalmente protegidos. Por último, la proporcionalidad en sentido estricto
implica ponderar, en una relación costo-beneficio, las ventajas o desventajas
resultantes para las personas de los medios utilizados por el legislador para obtener
los fines perseguidos por la norma constitucional. Se ponderan los daños que se
causan con la adopción de la medida versus los resultados que serán alcanzados,
en otras palabras, ponderar las desventajas de los medios en relación a las ventajas
del fin a obtener. De esta manera el legislador debe siempre utilizar medios
adecuados y que no sean desproporcionados (considerando 10º).
ARTÍCULO 156
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 122, 146, 147, 148, 149 y
155.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que está claro que la defensa del amparado solicitó al Tribunal de Garantía tanto
la revocación de la prisión preventiva y la consecuente libertad de su representado,
como también y en subsidio, la substitución de dicha medida cautelar por otra
cualquiera contemplada en el artículo 155 del Código Procesal Penal, petición esta
última que necesariamente implica un debate entre los intervinientes. En efecto, las
medidas cautelares que señala el artículo 155 del Código Procesal Penal deben
disponerse en audiencia según se establece del artículo 156 del mismo Código, y
por ende también lo debe ser aquella en que tales medidas se impongan en
substitución de la prisión preventiva (considerando 7º).
Que, como ya lo dijo esta Corte en esta misma causa respecto de la otra
imputada, es un principio rector en nuestro ordenamiento jurídico la presunción de
inocencia que ampara a todo imputado. En tal sentido, la imposición de medidas
cautelares resulta excepcional, y cuando ellas fueren decretadas, su vigencia debe
restringir en la menor medida posible las garantías constitucionales del investigado.
Que, lo anterior, está en armonía con lo dispuesto en el artículo 156 del Código
Procesal Penal, norma que permite la suspensión temporal de las medidas
cautelares personales cuando se estimare que ello no pone en peligro los objetivos
que se tuvieron en vista al imponerlas. Para estos efectos, el juez podrá admitir las
cauciones previstas en el artículo 146 del código del ramo.
Que, con independencia de los motivos que se hayan esgrimido por el solicitante
para sustentar su petición, lo cierto es que ésta únicamente puede ser negada
cuando la interrupción de la cautelar ponga en peligro los actos del procedimiento.
85Este artículo fue agregado por el artículo 12 de la Ley Nº 20.585, publicada en el Diario Oficial de 11 de mayo
de 2012.
TÍTULO VI MEDIDAS CAUTELARES REALES
ARTÍCULO 157
Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se
decrete una o más de dichas medidas.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 9º, 36, 52, 59, 60, 61, 68, 78,
101, 108, 109, 132, 158, 230, 232, 261, 273, 352, 364 y siguientes. Constitución
Política: artículo 19 Nº 7 letras g y h. Código de Procedimiento Civil: artículos 273 y
siguientes, 290 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 5º, 10, 76,
94 Nº 7, 380 a 400, 508 y 598.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que al aludir el artículo 157 del citado cuerpo legal a la persona del imputado,
como sujeto procesal en contra de quien pueden dirigirse las medidas cautelares
reales, por una parte, impide que éstas puedan decretarse en contra de terceros
civilmente responsables, y por otra, atiende a los objetivos ordinarios de las medidas
cautelares reales, como es asegurar el pago de costas y multas a que pudiera
resultar condenado aquél, o garantizar su responsabilidad civil proveniente del
hecho que se investiga. Sin embargo, en opinión de esta Corte, ello que no excluye
que la víctima pueda requerir al juez de garantía la adopción de las medidas
cautelares urgentes que sean necesarias para impedir la comercialización de los
objetos del delito y obtener la efectiva incautación de los mismos a fin de asegurar
los derechos que le reconoce el citado artículo 189, y ese orden de cosas, resulta
procedente la medida solicitada por la recurrente. Fundamentos por los cuales se
revoca la resolución de dieciocho de diciembre de dos mil ocho, pronunciada por el
juez del Octavo Juzgado de Garantía de esta ciudad, con F.A.V.M., y en su lugar se
resuelve que se concede la medida de prohibición de celebrar actos y contratos
sobre el vehículo placa patente BPKP-89, que en el Registro de Vehículos
Motorizados, figura inscrito a nombre de la víctima (considerando 3º).
Que, según prescribe el artículo 157 del Código Procesal Penal "Durante la etapa
de investigación, el Ministerio Público o la víctima podrán solicitar por escrito al juez
de Garantía, que decrete respecto del imputado, una o más de las medidas
precautorias autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de
Procedimiento Civil. En estos casos, las solicitudes respectivas se substanciarán y
regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del mismo Libro. Con todo ello,
concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la
oportunidad prevista en el artículo 60. Del mismo modo, al deducir la demanda civil,
la víctima podrá solicitar que se decrete una o más de dichas medidas". En
consecuencia, la norma consignada permite que dichas medidas cautelares pueden
solicitarse durante la etapa de investigación, no haciendo distinción si ésta se
encuentra o no formalizada, ni circunscribe la procedencia de estas cautelares
reales solamente al período posterior a la formalización de la investigación, por lo
que no se divisa que éstas puedan ser concebidas únicamente cuando ya existe
formalización.
Que "el artículo 61 del mismo cuerpo legal expresa, en relación con la preparación
de la demanda civil que, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 60 del mismo
cuerpo legal, con posterioridad a la formalización de la investigación, la víctima
podrá preparar la demanda civil, solicitando la práctica de diligencias que considere
necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, pero luego
en el inciso segundo expresamente dispone que, asimismo, se podrá cautelar la
demanda civil solicitando algunas de las medidas previstas en el artículo 157 ya
referido y, por ende, una adecuada interpretación de esta disposición lleva a
determinar que la norma anterior regula dos situaciones diferentes, la primera que
es aquella que dice relación con la preparación de la demanda civil y la segunda la
de cautelar la demanda civil que oportunamente ha de presentarse, por lo mismo,
las mencionadas disposiciones no son contradictorias ni antagónicas teniendo
aplicación ambas en distintas etapas del proceso" (C.A. Coyhaique, Rol Nº 66-2014)
(considerandos 3º y 4º).
4. Requisitos para solicitar medidas cautelares reales por parte del Ministerio
Público
Que en la audiencia llevada a cabo en esta Corte, el día diez de abril pasado, se
escucharon los alegatos de los abogados de ambas partes, y con el mérito de lo
expuesto por los intervinientes en dicha audiencia, esta Corte expresa lo siguiente:
a) Que, las medidas cautelares reales que consagra el artículo 157 del Código
Procesal Penal, sólo pueden solicitarse por el Ministerio Público y la víctima, cuando
estas han sido requeridas por escrito, solemnidad esta última que tiene por objeto
resguardar las garantías constitucionales, especialmente, las del debido proceso. b)
Que, en cuanto al otorgamiento al Ministerio Público de medidas cautelares reales,
dicha resolución es errónea y debe dejarse sin efecto, toda vez que consta en audio
y fue reconocido por los todos intervinientes en estrados, que el Ministerio Público
solicitó las medidas cautelares reales verbalmente durante la audiencia de
formalización, es decir, con infracción de texto legal, pues el artículo 157 del Código
Procesal Penal. Asimismo, el Ministerio Público infringió su propia normativa, ya que
el Instructivo Nº 69 de la Fiscalía Nacional sobre Medidas Cautelares Reales,
instruye a todos los fiscales adjuntos del país a dar aplicación al artículo 157 del
Código Procesal Penal solicitando estas medidas por escrito, haciendo la siguiente
referencia al artículo 157 del citado cuerpo legal: El precepto es categórico en excluir
peticiones verbales. Por consiguiente, no puede formularse esta solicitud en forma
verbal en la audiencia de formalización o en otra que haya convocado el juez de
garantía, puesto que en las audiencias sólo pueden formularse peticiones verbales
y no escritas. c) Que consta por escrito que en la audiencia de formalización el
Servicio de Impuestos Internos conjuntamente con deducir querella solicitó el
embargo de las cuentas corrientes bancarias y del IVA exportador de las sociedades
representadas legalmente por los imputados XX, XX y XX, respectivamente. d) Que
esta Corte ha entendido, en virtud de lo alegado por el abogado del Servicio de
Impuestos Internos en estrados, que dicha solicitud de embargo se ha efectuado
teniendo en consideración lo dispuesto en el artículo 98 del Código Tributario, que
expresa lo siguiente: "De las sanciones pecuniarias responden el contribuyente y
las demás personas legalmente obligadas", y siendo esta última una regla especial
frente al artículo 12 del Código Procesal Penal y, por consiguiente, el artículo 157
del Código Procesal Penal debe interpretarse, en este caso en que se ventilan
ilícitos tributarios, de manera sistemática, tal como lo dispone el artículo 22 del
Código Civil. Por estos fundamentos y atendido lo dispuesto en los artículos 157 y
158 del Código Procesal Penal, se revoca la resolución de veinte de marzo de dos
mil siete, dictada por la magistrado doña María Inés Lausen Montt, juez del Noveno
Juzgado de Garantía de Santiago, sólo en cuanto se hizo lugar a la petición del
Ministerio Público, por no haberse hecho por escrito como excepcionalmente lo
exige el artículo 157 del Código Procesal Penal, y se confirma con declaración la
resolución apelada, y se accede únicamente a la medida cautelar real solicitada por
el Servicio de Impuestos Internos (...) (considerando 7º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 38, 157, 352, 362 y
siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 54 y siguientes y 397.
TÍTULO VII NULIDADES PROCESALES
ARTÍCULO 159
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 7º, 8º, 9º, 24 y siguientes, 33,
35, 37, 70, 94, 102, 103, 109, 125, 135, 140, 142, 154, 160 y siguientes, 208, 260,
261, 262, 269, 276, 277, 281, 283, 284, 285, 286, 291, 325, 342, 372, 373, 374, 385
y 386. Código de Procedimiento Civil: artículo 83.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 160
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 2º, 6º a 10, 29, 61, 62, 70, 78,
86, 91, 93, 94, 95, 97, 98, 102, 103, 104, 109, 131, 132, 135, 136, 137, 150, 153,
159, 163, 164, 165, 167, 169, 170, 194, 195, 196, 197, 202, 203, 204, 205, 218, 220,
224, 225, 235, 237, 241, 249, 260, 261, 263, 268, 269, 273, 281, 284, 285, 286, 300,
301, 302, 303, 326, 338, 341, 352, 404 y 406. Constitución Política: artículos 19, 20
y 21. Código de Procedimiento Penal: artículos 68, 69, 71 bis, 72, 448 y 505.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Fundamenta la presunción de derecho del perjuicio en los artículos 159 y 160 del
Código Procesal Penal
(...) Si bien en el artículo 160 del Código Procesal Penal se contiene una
presunción de derecho del perjuicio, cuando la infracción ha impedido el pleno
ejercicio de alguna garantía, lo cierto es que esa disposición es más exigente que
la del artículo 373 letra a) del mismo código, que contiene la causal esgrimida en el
presente recurso, desde que esta última sólo hace procedente la sanción de nulidad
cuando la infracción ha sido sustancial del respectivo derecho o garantía.
ARTÍCULO 161
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 38, 52, 160, 162, 163, 164, 260,
372 y 374. Código de Procedimiento Penal: artículos 71, 71 bis, 401, 427, 448 y
541.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 161 del Código Procesal Penal, dispone que cuando el eventual
vicio se hubiese producido en una actuación verificada en una audiencia —como
ocurre en el presente caso— el incidente debe impetrarse verbalmente antes del
término de la misma, lo que el compareciente no realizó ausentándose, no obstante,
que no podía menos que saber la necesaria integración extraordinaria para la vista
según lo dispuesto en el artículo 356 del Código Procesal Penal.
Que conforme al artículo 164 del Código Procesal Penal, las eventuales nulidades
quedarán subsanadas si el interviniente perjudicado no impetrare su declaración
oportunamente —para este caso en audiencia— aceptando tácitamente los efectos
de la inclusión de la causa en la tabla de esta cuarta sala (considerandos 1º, 2º, 3º
y 4º).
A su turno, el artículo 164 del texto legal citado, establece que las nulidades
quedarán subsanadas si el interviniente en el procedimiento perjudicado no
impetrare su declaración oportunamente, si aceptare expresa o tácitamente los
efectos del acto y cuando, a pesar del vicio, el acto cumpliere su finalidad respecto
de todos los interesados, salvo los casos previstos en el artículo 160 (considerando
8º).
ARTÍCULO 162
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 159, 160, 163 y 164. Código
de Procedimiento Penal: artículos 70 y 71 bis.
ARTÍCULO 163
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 7º, 8º, 10, 93, 94, 102, 109,
112, 159, 160, 161, 261, 263, 268, 269, 284, 285, 286, 373 y 374. Código de
Procedimiento Penal: artículos 69, 71 bis y 72.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, se advierte además de la audiencia de nulidad de oficio, que ésta fue llevada
a cabo conforme el artículo 163 del Código Procesal Penal, sin que se permitiera a
los intervinientes que concurrieron a la misma, previo a la decisión advertida,
escuchar sus planteamientos conforme estimaren conveniente a sus derechos.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 159, 160, 161, 373 y 374. Código
de Procedimiento Penal: artículos 70, 71, 71 bis y 541.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 165
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 159, 161, 166, 180, 260, 281,
325, 372, 373, 377, 383, 384, 385 y 386. Código de Procedimiento Penal: artículos
69, 71, 72, 541 y 544.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Determinación por el tribunal de alzada del alcance o respecto de qué
actuaciones o diligencias producirá efectos la nulidad
Que el efecto propio de toda nulidad es la invalidación del acto que ha provocado
el perjuicio y de todos aquéllos que sean consecuencia necesaria de aquél. En este
sentido, la sola anulación de la sentencia y del juicio oral, no son suficientes para
sanear el grave defecto que se aprecia en autos, razón por la cual ha de extenderse
el efecto requerido hasta aquel momento en que efectivamente se da inicio a la
afectación esencial de los derechos del inculpado.
ARTÍCULO 166
Ejercicio de la acción penal. Los delitos de acción pública serán investigados con
arreglo a las disposiciones de este Título.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 53, 54, 55, 70, 77, 79, 80,
167, 168, 169, 170, 172, 179, 180 y siguientes. Constitución Política: artículo 83 y
siguientes. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público:
artículo 1º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Principio de legalidad
ARTÍCULO 167
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 77, 109, 166, 168, 169, 170,
180, 181 y 227. Constitución Política: artículo 83 y siguientes. Código Penal: artículo
37. Código de Procedimiento Penal: artículos 76, 108, 109, 409 incisos 1º y 2º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en cuanto al hecho que la causa por el delito de apropiación indebida antes
referido, se haya archivado provisionalmente con anterioridad a la perpetración del
presente ilícito, debe tenerse presente que dicho archivo constituye una facultad
que se otorga a los fiscales de archivar provisionalmente las denuncias, cuando
evaluados los antecedentes que dieren cuenta de la misma, no permitieren conducir
una investigación con perspectiva de éxito, según lo establece el artículo 167 inciso
1º del Código Procesal Penal. Y en relación con los efectos del mismo, "sólo produce
una suspensión temporal en la persecución penal, la cual podrá reanudarse hasta
que la acción penal se encuentre prescrita. Poniéndolo en términos más pedestres,
constituye una decisión que sólo congela el caso, pero no lo mata." Es decir, en la
medida que se detecten nuevos antecedentes vinculados al mismo que permitan
proyectar una investigación con algún éxito, se puede reactivar la investigación. Así
aparece en el texto El Proceso Penal de Mauricio Duce y Cristián Riego, Editorial
Jurídica de Chile, página 209. En consecuencia, con los nuevos antecedentes
producidos en esta causa, la investigación por el delito de apropiación indebida
perfectamente se puede reanudar, no alterando ello lo expuesto en el motivo que
precede, coincidiendo en lo demás, con las conclusiones del sentenciador
expuestas en los motivos 6º al 12º del fallo (considerando 11º)
Que el artículo 167 del Código Procesal Penal relativo al archivo provisional
dispone que cuando no se hubiere producido la intervención del juez de garantía en
el procedimiento, el ministerio público podrá archivar provisionalmente las
investigaciones cuando no tenga antecedentes y datos que le permitan continuar
con la investigación y lograr esclarecer los hechos y como control de esa actividad
en los casos de delitos que merezcan pena aflictiva, según el artículo 37 del Código
Punitivo, el fiscal regional aprobará aquella decisión de archivar provisionalmente.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 77, 114, 166, 167, 169, 170,
172 y siguientes y 250 letras a y d. Constitución Política: artículos 83 y siguientes.
Código de Procedimiento Penal: artículos 76, 81 y siguientes, 91, 107, 108 y 408
Nºs. 2 y 5. Código Penal: artículo 93.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 169
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 109, 111, 112, 114, 167 y 168.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 169 del Código Procesal Penal, regula el control judicial para las
decisiones del Ministerio Público relativas al archivo provisional y a la facultad de no
iniciar la investigación, en la medida que permite a la víctima provocar la
intervención del juez de Garantía deduciendo la querella respectiva, sin otra
limitación que el cumplimiento de los requisitos para la admisibilidad de la misma,
de acuerdo a los artículos 112 y siguientes del mismo cuerpo legal.
ARTÍCULO 170
Para estos efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que
comunicará al juez de garantía. Éste, a su vez, la notificará a los intervinientes, si
los hubiere.
Una vez vencido el plazo señalado en el inciso tercero o rechazada por el juez la
reclamación respectiva, los intervinientes contarán con un plazo de diez días para
reclamar de la decisión del fiscal ante las autoridades del ministerio público.
86 Este inciso fue intercalado por el número 15) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, pasando los actuales incisos segundo a séptimo a ser incisos tercero a octavo,
respectivamente.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 24, 77, 109, 166, 167 y 168.
Constitución Política: artículos 83 y siguientes. Código Penal: artículos 93, 216 y
siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) Ello es así por cuanto el principio de oportunidad es una facultad con que
cuenta el Ministerio Público, cuyo objetivo es racionalizar la persecución penal de
los delitos, que permite, como en este caso, abandonar la persecución penal ya
iniciada cuando se trate de un hecho que reviste caracteres de delito pero que no
compromete gravemente el interés público, a menos que la pena mínima asignada
exceda de presidio o reclusión menor en su grado mínimo o se trata de un ilícito
cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. A esta idea
cabe agregar que la comunicación del principio de oportunidad, conforme con lo
prevenido por el artículo 170 del Código Procesal Penal, está sometida a un control
de doble naturaleza; por una parte, el que emana del órgano jurisdiccional y que
tiene como límite la verificación de la concurrencia de los presupuestos de penalidad
y de sujeto activo o la manifestación de la víctima; y por otra, el de la superioridad
administrativa, que debe constatar el cumplimiento, por parte del fiscal, de las
políticas generales del servicio y las normas que hayan sido dictadas al respecto.
Una vez superado este doble control, se entiende extinguida la acción penal
(considerando 4º).
ARTÍCULO 171
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 68, 77, 166, 180, 181, 252,
254, 263, 264 y 324. Código de Procedimiento Penal: artículos 4º, 6º, 7º, 76, 108,
409, 433 y 440. Código Orgánico de Tribunales: artículos 173 y 174.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que de conformidad con lo dispuesto en el inciso primero del artículo 171 del
Código Procesal Penal, norma a la que se remite la letra a) del artículo 252 del
mismo Código que consagra las causales de sobreseimiento temporal, siempre que
para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil
de que debiere conocer, conforme a la ley, un tribunal que no ejerciere jurisdicción
en lo penal, se suspenderá el procedimiento criminal hasta que dicha cuestión se
resolviere por sentencia firme.
Ahora bien, el Párrafo 6 del Título VII del Código Orgánico de Tribunales,
denominado "Reglas sobre competencia civil de los tribunales en lo criminal",
contempla como regla general la del inciso primero del artículo 173, de acuerdo al
cual, si en el juicio criminal se suscita cuestión sobre un hecho de carácter civil que
sea uno de los elementos que la ley penal estime para definir el delito que se
persigue, o para agravar o disminuir la pena, o para no estimar culpable al autor, el
tribunal con competencia en lo criminal se pronunciará sobre tal hecho. Es decir, en
principio es el juez penal el naturalmente competente para decidir respecto de
cuestiones de naturaleza civil, en tanto ellas digan relación con los elementos a que
ha echado mano el legislador para describir tanto la conducta típica como las
circunstancias atenuantes y agravantes o para excluir la responsabilidad de algún
partícipe.
Las excepciones a esa regla general, por consiguiente, sólo serán aquellas que
determine la misma ley y que se contienen en los incisos segundo y tercero del
mismo precepto, específicamente, las cuestiones sobre validez de matrimonio,
sobre cuentas fiscales y sobre estado civil cuya resolución deba servir de
antecedente necesario para el fallo de la acción penal persecutoria de los delitos de
usurpación, ocultación o supresión de estado civil.
Que como se destacó en la transcripción del artículo 171 del Código Procesal, el
sobreseimiento temporal puede decretarse únicamente cuando la resolución previa
de la cuestión civil de que debe conocer otro tribunal distinto del penal resulte
procedente conforme a la ley, es decir, en aquellos casos precisamente previstos
por el legislador y ellos son, en concreto, los antes referidos de los incisos segundo
y tercero del artículo 173 del Código Orgánico.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 53, 54, 55, 77, 108, 109, 111,
112, 166, 173 y 400. Constitución Política: artículos 83 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 11, 18, 20, 81, 82, 93, 103, 105, 106, 571 y 572.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Contenidos de la denuncia
ARTÍCULO 173
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 12, 53, 54, 55, 77, 79, 108,
109, 117, 166, 167, 168, 170, 172, 174 y siguientes, 179 y 400. Código Penal:
artículo 211. Código de Procedimiento Penal: artículos 18, 20, 23, 81, 82, 83 y
siguientes, 91, 107, 317 y 572.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, asimismo, el que Carabineros, de conformidad al artículo 173, inciso 2º, del
Código Procesal Penal, haya puesto en conocimiento del Ministerio Público la
denuncia formulada, no resulta excluyente ni importa una suspensión temporal de
las actuaciones que autónomamente pueden realizar las policías, mientras no haya
instrucción expresa en contrario —como no la hubo en la especie según ya se
mencionó—, y es así como el artículo 84 del mismo texto estatuye que sin perjuicio
de la obligación de las policías de informar al Ministerio Público inmediatamente y
por el medio más expedito de la denuncia recibida, procederá, cuando
correspondiere, a realizar las actuaciones previstas en el artículo 83 que le precede,
entre las que se encuentran las de "Prestar auxilio a la víctima", "Practicar la
detención en los casos de flagrancia" y "Recibir las denuncias del público", y a las
que el artículo 85 adiciona la de solicitar la identificación de cualquier persona en
los casos fundados que señala, de todo lo cual puede inferirse entonces que el
indicio que habilita el control de detención puede venir dado precisamente por lo
informado en la denuncia aun cuando ésta ya haya sido puesta en conocimiento del
Ministerio Público, en caso de que ese antecedente no sea suficiente o idóneo para
configurar una situación de flagrancia que permita directamente la detención de la
persona sindicada (considerando 4º).
ARTÍCULO 174
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 54, 166, 173 y 178. Código de
Procedimiento Penal: artículos 82, 83, 89, 90, 92, 103 y 193.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
b) Los fiscales y los demás empleados públicos, los delitos de que tomaren
conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso, los que
notaren en la conducta ministerial de sus subalternos;
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 166, 173, 174, 176 a 179, 198 y
200. Código de Procedimiento Penal: artículos 82 a 88, 138 y 317.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 176
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 173, 174, 175, 177 y 178. Código
de Procedimiento Penal: artículos 83, 84, 85, 86, 89 y 90.
ARTÍCULO 177
La pena por el delito en cuestión no será aplicable cuando apareciere que quien
hubiere omitido formular la denuncia arriesgaba la persecución penal propia, del
cónyuge, de su conviviente o de ascendientes, descendientes o hermanos.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93 letra g, 175, 176, 178, 200,
302, 305, 388 y siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 3 y 7 letra f. Código
Penal: artículo 494. Código de Procedimiento Penal: artículos 84, 85, 86, 138, 317
y 550 y siguientes.
ARTÍCULO 178
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 108, 109, 119, 173 y 179.
Código de Procedimiento Penal: artículos 34, 82, 83, 87 y 91. Código Penal:
artículos 211, 412 y siguientes.
ARTÍCULO 179
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 166 y siguientes, 173, 174, 178
y 180. Ley Nº 19.640. Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público: artículos
32 y 33.
Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los
que no podrán excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente
exceptuados por la ley. Los notarios, archiveros y conservadores de bienes raíces,
y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos, deberán realizar las
actuaciones y diligencias y otorgar los informes, antecedentes y copias de
instrumentos que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda
clase de derechos e impuestos. 87
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 9º, 19, 53, 77, 79, 80, 82, 83,
87, 166 a 170, 171, 181 y siguientes. Constitución Política: artículos 83 y siguientes.
Código de Procedimiento Penal: artículos 7º, 10, 47, 74, 76, 91, 108, 110, 111 y
siguientes, 340, 342 y siguientes. Código Orgánico de Tribunales: artículos 401,
421, 446 y 456. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público:
artículo 1º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
87Este inciso fue modificado por el número 21) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de agregarle su oración final.
que la realización de las primeras diligencias a que alude el artículo 83 del Código
Procesal Penal, constituye un "deber" y no sólo una "facultad", al utilizar la ley la
expresión "deberá practicar", las que se refieren derechamente a diligencias "de
investigación", es decir, como se desprende del tenor del artículo 180 del mismo
cuerpo legal, aquellas "conducentes al esclarecimiento de los hechos", con la única
condición que sean las "primeras diligencias" y que además sean "pertinentes", de
manera que no se advierte sustento al reproche que se formula, sino que por el
contrario, la actuación policial aparece ajustada a derecho (considerando 11º).
Que, el artículo 180 del Código Procesal Penal reza "Investigación de los fiscales.
Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o encomendar
a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al
esclarecimiento de los hechos", norma que es una repetición de lo dispuesto en el
artículo 83 de la Constitución Política de la República, ambas disposiciones que nos
dicen que los responsables de la investigación criminal son los fiscales del Ministerio
Público.
ARTÍCULO 181
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 77, 79, 80, 83, 89, 90, 166,
180, 182 a 226, 295 a 297 y 323. Código de Procedimiento Penal: artículos 74, 108,
110, 112, 113, 113 bis y siguientes y 457.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en relación con lo anterior, cabe tener presente que el artículo 181 del Código
Procesal Penal describe bajo el epígrafe "Actividades de la investigación", que ésta
se "llevará a cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la
comprobación del hecho y a la identidad de los partícipes en el mismo. Así, se hará
constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a los testigos del
hecho investigado y se consignarán sus declaraciones." Las gestiones detalladas
constituyen las llamadas actividades de la investigación, propias del fiscal a cargo
de ella y cuyo registro está mandatado en los artículos 227 y 228 del Código
Procesal Penal, obligando al persecutor a dejar constancia de ellas tan pronto
tengan lugar, utilizando cualquier medio que permita garantizar la fidelidad e
integridad de la información, así como el acceso a la misma de quienes de acuerdo
a la ley, tiene derecho a exigirlo. El inciso segundo del artículo 227 explica que la
constancia de cada actuación deberá consignar a lo menos, fecha, hora y lugar de
realización, funcionarios y demás personas que han intervenido y una breve relación
de sus resultados. A su turno, el artículo 228 regula el registro de las actuaciones
policiales.
3. No es necesario que los testigos que ofrece el Ministerio Público para el juicio
oral hayan declarado en la etapa de investigación
La ley permite al juez de garantía excluir aquella prueba que hubiere sido
"obtenida" con inobservancia de garantías fundamentales. Es decir, para que pueda
calificarse de ilícita una determinada prueba y, consecuencialmente, para excluirla,
debe determinarse si ella fue lograda, producida o elaborada con infracción de las
referidas garantías, advirtiéndose que en este caso concreto nada de ello ha
ocurrido, ya que en la obtención misma o toma de las 15 fotografías cuestionadas
ningún derecho fundamental del imputado aparece conculcado, no pudiendo serlo
el debido proceso desde que la supuesta infracción que se denuncia —de aceptarse
que se cometió— habría ocurrido en instancias previas a la intervención del tribunal
y no vulnera su derecho de defensa. En efecto, las certificación exigida por el
artículo 181 del Código Procesal Penal para la toma de fotografías que se hayan
dispuesto como actividades o diligencias de la investigación a cargo de los fiscales,
constituye un requisito formal de la documentación de la prueba fotográfica aludida,
cuyo mérito le corresponde valorar en su oportunidad al tribunal de juicio oral en lo
penal, concluyéndose que por el simple hecho de haberse omitido las exigencias
aludidas no puede concluirse que la obtención haya sido ilícita, salvo que su
producción se hubiere incurrido en ilicitud, lo que aquí no ocurre. En la especie, la
prueba excluida por el juzgado de garantía no aparece obtenida con infracción de
garantías fundamentales, ya que no concurren los supuestos exigidos por el artículo
181 del Código Procesal Penal y el derecho de defensa del imputado no ve afectado
de manera alguna, por lo que en estas condiciones no resulta procedente la
exclusión de prueba efectuada por el tribunal a quo (considerandos 5º y 6º de la
sentencia de la Corte de Apelaciones)
ARTÍCULO 182
88 Este inciso fue sustituido por el número 22) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
el cual podrá ser ampliado por el mismo período, por una sola vez, con motivos
fundados. Esta ampliación no será oponible ni al imputado ni a su defensa. 89
El imputado o cualquier otro interviniente podrá solicitar del juez de garantía que
ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las piezas o
actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 12, 79, 92, 93 letra e, 102,
104, 166, 289 y 294. Constitución Política: artículo 83 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 78, 79 y 80.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
89 Este inciso fue modificado por el número 16) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, en el sentido de intercalar a continuación de la locución "para la mantención del secreto",
el siguiente texto: ", el cual podrá ser ampliado por el mismo período, por una sola vez, con motivos fundados.
Esta ampliación no será oponible ni al imputado ni a su defensa".
obsta a lo concluido lo dispuesto en el artículo 6º de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, en cuanto a que los procedimientos sean ágiles y expeditos y sin más
formalidades que las que establecen las leyes, pues tal exigencia debe ser
compatibilizada y coordinada con otras del mismo rango, ya que en el artículo 8º de
la misma norma se establece el principio de probidad en virtud del cual le asiste al
Ministerio Público la obligación de mantener: "...la reserva o secreto establecido en
disposiciones legales o reglamentarias..."; y es justamente en cumplimiento a este
deber que el fiscal debe imponer resguardos para no incumplir con obligaciones
legales cuya infracción genera responsabilidades administrativas y personales, ello
no sólo la reserva que impone la probidad administrativa sino la reserva exigida por
el artículo 182, establecido a favor de todos los intervinientes del proceso penal,
incluidos los abogados y los propios imputados. Sexto: Que la atribución del fiscal
regional para dictar instrucciones provienen de la Ley Orgánica Constitucional del
Ministerio Público Nº 19.640, en el artículo 32 letra a), como consecuencia de la
Superintendencia radicada en el fiscal nacional consagrada en el artículo 17 letra
d), de la Ley Orgánica, que se ejecuta a través de reglamentos o instrucciones
generales o como el protocolo de que da cuenta el fiscal regional y que le fue
informado a los abogados que accionan de protección. La facultad del fiscal regional
de dictar instructivos, que afectan no sólo al servicio, sino que a terceros usuarios
del sistema de justicia, se infiere de la representación que tiene este último del fiscal
nacional en la respectiva región, y que está consagrado en el artículo 27 del cuerpo
legal ya mencionado. Séptimo: Que justificada la facultad para dictar las
instrucciones impugnadas, las mismas se sujetan a la legalidad, en tanto cautelan
la reserva que se impone en el artículo 182 del Código Procesal Penal al ente
persecutor. Octavo: Que ninguna de las hipótesis de falta de razonabilidad en el
actuar del Ministerio Público se aprecia en el acto impugnado que encuentra su
fundamento en la exigencia legal contemplada en el artículo 182 del Código
Procesal Penal; esto es, resguardar debidamente la reserva de la investigación
penal respecto de terceros ajenos a ella. Así las cosas, la medida adoptada es
compatible y proporcional al fin perseguido; es decir,con su implementación no se
impide el ejercicio de derechos que le asisten a la parte y tampoco se impone una
carga desproporcionada, en relación con la protección del fin perseguido, ya que
siempre podrá el abogado concurrir a la Fiscalía con su cliente y ejercer todos sus
derechos y asistirlo en los actos que se realicen ante el Ministerio Público, una vez
que verifique el ente persecutor que dicho defensor lo asistirá.
2. Las actuaciones secretas son una situación excepcional, que sólo pueden
adoptarse cuando sean necesarias para la eficacia de la investigación
4. Precisa el sentido y alcance del artículo 182 del Código Procesal Penal
Que el artículo 182 del Código Procesal Penal contempla respecto del inculpado
de participar en la perpetración de un crimen o simple delito, el derecho a examinar
y obtener copias de los registros y documentos de la investigación fiscal, así como
la posibilidad de examinar los de la investigación policial. Tales actuaciones, de
acuerdo a dicha norma, sólo son secretos para los terceros ajenos al procedimiento
(considerando 1º).
Que la disposición antes citada agrega que el fiscal podrá disponer que
determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidas en secreto
respecto del imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare
necesario para la eficacia de la investigación (considerando 2º).
(...) Sin embargo, este derecho admite ciertas limitaciones desde que el artículo
citado, luego de reconocerlo, prescribe "(...) salvo en los casos, en que alguna parte
de ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se
prolongare (...) admitiendo de este modo la posibilidad de que el fiscal mantenga la
investigación en secreto, prerrogativa que regula el inciso 3º del artículo 182 del
Código Procesal Penal, imponiendo el deber de identificar las piezas que se
mantendrán en esa condición y el plazo del secreto. Dicha regla general fue
modificada otorgando aún más facultades al ente persecutor en el caso de
investigaciones por delitos de tráfico de estupefacientes, como el de la especie,
conforme con lo establecido en el artículo 36 de la Ley Nº 20.000, que prevé".
Cuando se trate de la investigación de los delitos a que se refiere esta ley, si el
Ministerio Público estimare que existe riesgo para la seguridad de los agentes
encubiertos, agentes reveladores, informantes, testigos, peritos y, en general, de
quienes hayan cooperado eficazmente en el procedimiento podrá disponer que
determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidos en secreto
respecto de uno o más intervinientes.
"Se aplicará lo dispuesto en el artículo 182 del Código Procesal Penal, pero el
Ministerio Público podrá disponer que se mantenga el secreto hasta el cierre de la
investigación. Además deberá adoptar medidas para garantizar que el término del
secreto no ponga en riesgo la seguridad de las personas mencionadas en el inciso
anterior". Esta norma arranca del reconocimiento que efectúa el legislador respecto
de la especial complejidad que revisten las investigaciones por delitos de la Ley
Nº 20.000, en que las circunstancias en que se comete esta clase de ilícitos revela
que quienes participan de la investigación en alguna de las calidades mencionadas
en la disposición objeto de estudio están más expuestos que en la generalidad de
los casos a sufrir represalias de parte de los malhechores que forman parte de la
red de comercio de estupefacientes, las que pueden llegar a afectar incluso su vida,
por lo que puestos en juego por un lado la posibilidad de acceso a los intervinientes,
frente a la necesidad de dotar de eficacia a las investigaciones relativas al tráfico de
drogas por otro, la ley ha optado por favorecer esta última, reconociendo el derecho
de la defensa a conocer el contenido íntegro de la investigación, que se hace
efectivo en la oportunidad procesal relativa al juicio oral, en que tendrá de todos
modos la posibilidad de conocer todos los antecedentes y puede preparar su teoría
del caso (considerando 5º).
ARTÍCULO 183
90 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 17) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar a continuación de la expresión "El fiscal", lo
siguiente: "deberá pronunciarse dentro de los diez días siguientes a la solicitud y".
según lo disponga la ley orgánica constitucional respectiva, dentro del plazo de
cinco días contado desde el rechazo o desde el vencimiento del señalado plazo,
con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la procedencia
de la diligencia.91
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 98, 113 letra e), 166, 167, 180,
181, 184 y 257. Código de Procedimiento Penal: artículos 93, 94 Nº 7, 104, 108 y
110. Ley Nº 19.640, Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público: artículos 32
y 33.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
91 Este inciso fue sustituido por la letra b) del número 17) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
ARTÍCULO 184
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Este tribunal discrepa de la opinión del rercurrente, habida consideración que las
diligencias investigativas —y la pericia de credibidilidad del relato lo es— le
corresponden al Ministerio Público por disposición constitucional y legal, como se
observa de lo dispuesto en el artículo 184 del Código Procesal Penal. En
consecuencia, no puede el juez de Garantía ordenar al ente persecutor, el modo y
la forma de efectuar una diligencia de investigación, aunque sea una pericia.
ARTÍCULO 185
Cuando dos o más fiscales se encontraren investigando los mismos hechos y con
motivo de esta circunstancia se afectaren los derechos de la defensa del imputado,
éste podrá pedir al superior jerárquico o al superior jerárquico común, en su caso,
que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, una adecuada resolución del recurso requiere analizar separadamente cada
una de las cuestiones que serán materia de decisión. En cuanto a la causal en cuya
virtud se denuncia la infracción de garantías constitucionales, el primer reclamo se
relaciona con la existencia de dos investigaciones paralelas, que en concepto de la
defensa implicaron la transgresión de los principios de no contradicción, de unidad
de acción y de objetividad. Esta materia es regulada por el artículo 185 del Código
Procesal Penal, en el siguiente tenor: "Agrupación y separación de investigaciones.
El fiscal podrá investigar separadamente cada delito de que conociere. No obstante,
podrá desarrollar la investigación conjunta de dos o más delitos, cuando ello
resultare conveniente. Asimismo, en cualquier momento podrá separar las
investigaciones que se llevaren en forma conjunta.
"Cuando dos o más fiscales se encontraren investigando los mismos hechos y
con motivo de esta circunstancia se afectaren los derechos de la defensa del
imputado, éste podrá pedir al superior jerárquico o al superior jerárquico común, en
su caso, que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso".
De la norma transcrita surge, en primer lugar, que la regla general es que cada
delito se investigue en forma separada, pudiendo el fiscal operar de manera distinta
y agrupar las indagatorias cuando ello resulte conveniente, como también
desagruparlas. En este contexto, si se advierte que dos o más fiscales pesquisan
los mismos hechos, y la defensa estima afectados sus derechos, puede solicitar que
se resuelva cuál tendrá a su cargo el caso. Importa también tener en cuenta que a
propósito de estos hechos y de la detención de Juan Igor Cisternas por parte del
imputado, la investigación por el delito de robo fue formalizada, y que
inmediatamente de conocida la muerte de Felipe Díaz Pino se practicaron las
diligencias de rigor.
La defensa y recurrente de nulidad sostiene que los jueces del tribunal de juicio
oral en lo penal, al valorar las escuchas telefónicas emanadas originariamente de
otra investigación, habrían procedido a valorar prueba espúrea en su génesis. En la
especie, el tribunal reconoce la facultad del Ministerio Público de agrupar y separar
investigaciones de modo de dar vida a actuaciones investigativas de una causa en
la iniciación de otras investigaciones segregadas que pueden o no dar lugar a
nuevas imputaciones. En este mismo sentido, la alegación basada en que este solo
hecho genera la ilicitud de la prueba responde a un criterio formalista más que
sustantivo de la interpretación de garantías, toda vez que resulta del todo claro que
una escucha telefónica es un hecho y que como tal puede dar cuenta de otros
hechos ilícitos no necesariamente circunscritos a la causa en cuya virtud se solicitó.
La interpretación del recurrente pretende derivar ilicitud desde una perspectiva
formal y consecuencial propia de una concepción impropia de la indagación en
cuanto a realidad dinámica e incremental, como es la realidad investigativa.
Además, en ningún momento se ha planteado que la interceptación originaria
estuviese afecta a eventuales vicios, sean de falta de autorización judicial o de
basarse en hechos distorsionados o falsos. Lo que se sostiene es que simplemente
por haberse autorizado una escucha en un determinado rol no sería posible, sin
incurrir en ilicitud, abrir otras causas no importando que tipo de hechos asomen o
aparezcan de dicha medida intrusiva, lo que claramente no puede ser considerado
de tal manera (considerando 1º de la sentencia de la Corte de Apelaciones)
ARTÍCULO 186
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 132, 229, 230, 231 y 233.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
e. El art. 186 CPP no entrega la tutela al imputado, sino a los jueces para que
controlen el monopolio del Ministerio Público respecto del avance del proceso penal.
Que el artículo 186 del Código Procesal Penal relativo al control previo a la
formalización, constitucionalmente interpretado, no admite circunscribir su alcance
a la sola tutela del imputado. De esta manera, es un mecanismo que el legislador
ha otorgado al juez en miras a impedir que la aplicación de las normas relativas a la
formalización de la investigación confieran al Ministerio Público un monopolio
arbitrario del avance del proceso penal que afecte el derecho conferido a la víctima
por el artículo 83, inciso segundo, de la Constitución (STC Rol Nº 138, c. 18). (En el
mismo sentido, STC Rol Nº 2510, c. 20, STC Rol Nº 2680, cc. 54 y 55).
El derecho a la acción penal no aparece vulnerado en el caso sub lite puesto que
nos encontramos frente a una acción penal pública, correspondiente al tipo penal
del inciso primero, artículo 491, del Código punitivo, en relación con el artículo 490
del mismo cuerpo legal que es el ilícito del delito culposo que cometen médicos y
matronas, por lo que la norma aplicable al caso (art. 53, inciso segundo, del Código
Procesal Penal) permite que pueda ser ejercida de oficio por el Ministerio Público,
pero además, por las personas que determine la ley, lo cual en modo alguno coarta
lo decisorio del presente libelo el derecho a la acción, pues éste se mantiene
incólume, de forma tal que el presupuesto invocado por la requirente de afectarse
su derecho a la acción, resulta carente de pertinencia al efecto;
"El precitado artículo [186], al referirse a una persona 'que se considere afectada
por una investigación', está considerando a quienes han sido objeto de una medida
intrusiva o cualquier acto de investigación que —objetivamente— pueda producirles
el temor de ser imputados en una pesquisa criminal, pero que sin que los mismos
puedan calificarse como actos de atribuirle participación en un hecho criminal,
conforme al inciso 1º del artículo 7º del Código Procesal Penal, o bien a quienes por
dichos o actos públicos de agentes de la Policía o de persecución penal se les
atribuya alguna responsabilidad, sin que se realicen en su contra actos que le
otorgan la calidad de imputado y con ello los derechos y garantía indicados en el
artículo 93 del Código Procesal Penal. Entonces, claro está que la norma aludida
privilegia los derechos de los imputados frente a la persecución penal, la
transparencia y publicidad, y por ello ni en razón ni efectos es aplicable a los
intervinientes y al querellante, por lo que, en tal virtud, lo dispuesto en el citado
artículo 186 no es aplicable a favor del querellante apelante" (Sentencia de la Corte
de Apelaciones de La Serena, Rol Nº 243-2014, considerando segundo).
De la misma forma, el ex fiscal nacional del Ministerio Público, G. P., sostiene que
"se ha entendido por la doctrina y las sentencias de los tribunales ordinarios que 'la
persona afectada por una investigación' se refiere exclusivamente al posible
imputado". Citando a la profesora M.H., el ex fiscal nacional señala: "Insistimos,
cualquier otro interviniente, léase víctima o querellante, podrán estar interesados en
los resultados que arroje una determinada investigación pero no se encuentran
afectados por la misma. (...) En conclusión, y sin lugar a dudas, estamos hablando
única y exclusivamente del sujeto procesal 'imputado' y su respectivo representante
en esta materia, vale decir, su defensor. Cualquier manifestación que provenga de
otro sujeto procesal debería ser rechazada de plano por el órgano jurisdiccional"
(P., G., "Control judicial anterior a la formalización de la investigación", en Revista
de Derecho del Consejo de Defensa del Estado, Nº 23, junio de 2010, p. 19).
En el caso del artículo 186 del Código Procesal Penal, que se analiza, resulta
evidente que el legislador no ha definido, en forma precisa, la noción de "afectada",
por lo que resulta pertinente recurrir al sentido que ésta tiene en el Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española, donde está concebida en una perspectiva
amplia, asociada al menoscabo o perjuicio que una persona pueda experimentar
producto de un acto u de una omisión. (considerando 10º)
Que para comprender, cabalmente, qué otras personas, aparte de aquélla contra
la que se dirige una investigación, podrían resultar "afectadas" por una investigación
no formalizada, resulta imperativo recordar —siguiendo la sentencia Rol Nº 1380—
que cuando el inciso 2º del artículo 83 de la Ley Suprema prescribe que: "El ofendido
por el delito y las demás personas que determine la ley podrán ejercer igualmente
la acción penal", no sólo está situando a aquellos sujetos en un plano de igualdad
con el Ministerio Público, en lo que respecta al ejercicio de la acción penal pública,
sino que, en esencia, consagra el ejercicio de la referida acción como un verdadero
derecho, que debe ser respetado y promovido por todos los órganos del Estado, en
obediencia a lo mandado por el artículo 5º, inciso 2º, de la Carta Fundamental
(considerando 14º).
Congruente con lo expresado, el artículo 6º del Código Procesal Penal indica que:
"El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito
en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará
conforme a la ley la vigencia de sus derechos durante el procedimiento".
Tal responsabilidad exige, sin duda, una interpretación del artículo 186 del Código
Procesal Penal que no reduzca exclusivamente al imputado las facultades que en
él se contienen. Por el contrario, una interpretación amplia que incluya tanto al
imputado como al ofendido por el delito o víctima es la única que permitiría respetar
íntegramente el espíritu y la letra del artículo 83 de la Constitución, en relación con
sus artículos 19, Nº 3º —que asegura la igualdad en el ejercicio de los derechos—,
y 5º, que obliga a todos los órganos del Estado a respetar y promover los derechos
asegurados en ella, así como aquellos consagrados en tratados internacionales
ratificados por Chile y vigentes.
Es así como una interpretación amplia del artículo 186 del Código Procesal Penal,
en lo que respecta a la persona "afectada" por una investigación que no se ha
formalizado, que incluya tanto al imputado como a la víctima o querellante, resulta,
también, más acorde con el aludido principio hermenéutico cuya fuente última se
encuentra en la consagración del valor de la dignidad de la persona en el inciso 1º
del artículo 1º de la Carta Fundamental. Al mismo tiempo, refuerza el Estado de
Derecho, consagrado en los artículos 6º y 7º de la Ley Suprema, al realzar, en todo
su vigor, los derechos que ella garantiza;
El artículo 186 del Código Procesal Penal, cuyo epígrafe señala "Control judicial
anterior a la formalización de la investigación" reza textualmente: "Cualquier
persona que se considere afectada por una investigación que no se hubiere
formalizado judicialmente, podrá pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal
informar acerca de los hechos que fueren objeto de ella. También podrá el juez
fijarle un plazo para que formalice la investigación"
b) Además, el juez puede señalar un plazo para que el fiscal proceda con la
formalización.
4.3) En consecuencia, siendo el plazo que la ley procesal penal señala al tenor
de su artículo 186 un término judicial, su prorrogabilidad depende exclusivamente
de la concurrencia de los dos requisitos antes señalados.
Por otro lado, en ninguna parte del citado artículo 186 del Código Procesal Penal,
aparece que el legislador imponga una sanción al Ministerio Público por no
formalizar la investigación dentro del plazo otorgado. En efecto, en las conclusiones
7 a 12 de un artículo escrito por Marta Herrera Seguel, profesora de Derecho
Procesal en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, se señala lo
siguiente:
"7. La fijación de un plazo por parte del juez de garantía para que el fiscal
formalice una investigación, en conformidad al artículo 186 parte final del Código
Procesal Penal, no implica una carga procesal para el organismo encargado de la
persecución penal pues no responde a la definición de esta institución procesal sino
que se trata de una facultad propia del Ministerio en su carácter de Director
exclusivo de la investigación y no de interviniente propiamente tal.
10. Si la resolución del órgano jurisdiccional que señala un plazo para formalizar
no implica para el fiscal una 'carga procesal', menos aún podemos hablar de una
'obligación' respecto de una facultad que compete exclusivamente al órgano
encargado de la persecución penal por lo que, no existiendo una norma expresa
que establezca una consecuencia o una situación diferente, no es facultad del
órgano jurisdiccional inmiscuirse en tales aspectos.
ARTÍCULO 187
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 83, 89, 90, 181, 188, 205, 215,
217, 220, 221 y 227. Código Penal: artículos 21, 499 y 500. Código de
Procedimiento Penal: artículos 108, 110, 112, 114, 117, 170, 171, 175, 419, 420 y
672.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) Por otra parte, el delito del artículo 9º de la Ley Nº 17.798, sobre Control de
Armas, considera como conducta típica la posesión o tenencia de algunas de las
armas o elementos que precisa, sin las autorizaciones o la inscripción de rigor. Se
trata, en efecto, "de un delito formal o de simple actividad, porque su comisión
depende de la sola realización de la conducta prohibida por la ley, con prescindencia
de cualquier resultado"; en esa comprensión, se entiende que es "un delito de
peligro abstracto, porque si bien se requiere la existencia de un peligro corrido por
el bien jurídico, éste es presumido de derecho, sin admitir prueba en contrario, sólo
por el hecho de ejecutarse la acción prohibida por el tipo penal. Se supone un
adelantamiento de la barrera penal a momentos previos a la lesión del bien jurídico,
fundamentado supuestamente en que la experiencia ha permitido tipificar
suficientemente los límites de la norma de cuidado", agregándose que "...es una
figura de peligro abstracto, ya que no es necesaria la producción de un daño
concreto: se entiende que para la sociedad la posesión de armas sin la autorización
administrativa correspondiente resulta peligrosa". ("Análisis dogmático del delito de
posesión o tenencia ilegal de armas de fuego". Ronny Lara Camus. Facultad de
Derecho, Universidad de Chile, año 2007). Esto implica que el hallazgo ocasional
de municiones, durante la entrada y registro autorizados, constituye una situación
de flagrancia, que pudo ser pesquisada por los funcionarios policiales precisamente
a raíz de la ejecución de una autorización de entrada y registro otorgada por el juez
de Garantía y que por las características del delito investigado, tráfico de sustancias
estupefacientes, hacía posible el registro de las distintas dependencias del domicilio
al que se refería tal autorización. Ello habilitaba a los policías a proceder conforme
con lo prevenido por el artículo 187 del Código Procesal Penal, cuyo inciso primero
ordena que los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que se
encontraren en el sitio del suceso a que se refiere la letra c) del artículo 83, sean
92 Este inciso fue modificado por el número 11 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008, en el sentido de intercalar entre la expresión "83 letra b)" y la coma (,) que le sigue, la
frase: "o se encontraren en el sitio del suceso".
recogidos, identificados y conservados bajo sello, con el debido registro, mandato
que ciertamente comprende los elementos de comisión de otro injusto penal. Lo
anterior permite concluir, conforme a la última norma citada, que la actuación policial
realizada constituye un "deber" y no sólo una "facultad" —se utiliza la expresión
"deberá practicar"— la que se refiere, derechamente, a diligencias "de
investigación", es decir, como se desprende del tenor del artículo 180 del mismo
cuerpo legal, aquellas "conducentes al esclarecimiento de los hechos", con la única
condición que sean las "primeras diligencias" y que además sean "pertinentes", por
lo que, no obstante no haber autorizado el juez la incautación, los funcionarios
policiales estaban obligados a realizar el procedimiento en la forma que establecen
las disposiciones citadas.
ARTÍCULO 188
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 83, 90, 181, 187, 205, 215, 217,
220, 221 y 227. Código de Procedimiento Penal: artículos 112, 114, 117, 170, 171
y 175.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, como ha señalado el Ministerio Público, los artículos 187 y 188 del Código
Procesal Penal consagran la regulación referida a la incautación, conservación e
identificación de objetos, documentos e instrumentos que parecieran haber servido
o estado destinados a la comisión del hecho investigado, los que de él provinieren
o que pudieren servir de medios de prueba o los que se encontraren en el sitio del
suceso (referido al artículo 83 del CPP), estableciéndose en consecuencia la forma
de asegurar y cautelar cada uno de los pasos propios de una investigación,
controlando la forma de levantamiento de la evidencia y la generación de prueba de
cargo, imponiendo la obligación de su custodia al Ministerio Público, responsable
de evitar su alteración en cualquier forma y otorgando a la defensa los medios para
que se adopten las medidas necesarias para su debida preservación e integridad.
ARTÍCULO 189
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 59, 60, 83 letra c), 187, 188, 217,
220, 221 y 348. Código de Procedimiento Penal: artículos 5º, 114, 115, 146, 147,
607 y 672. Código Orgánico de Tribunales: artículo 171. Código Penal: artículo 494
bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en todo caso debe tenerse presente especialmente que se trata de una
investigación criminal respecto de la cual se decidió entregar a la víctima especies
que se dicen producto de la estafa y, por lo mismo, debe verificarse los derechos de
los intervinientes en el procedimiento debido, conforme a las reclamaciones o
tercerías que establece el artículo 189 del Código Procesal Penal, sin que sea
posible en este proceso cautelar decidir sobre el destino de estas especies, porque
para ello se requiere, como se ha sostenido reiteradamente por los tribunales
superiores de justicia, además de derechos fundamentales protegidos por este
recurso, que sean indubitados, calidad que no revisten especies entregadas dentro
de un proceso criminal como consecuencia de una investigación por el delito de
estafa u otras defraudaciones. Sin perjuicio que tanto la policía como el fiscal nada
expresan de la suma de veinticinco millones de pesos que habría recibido el
denunciante en pago de parte del precio, sobre el contrato de compraventa
93 Este inciso fue modificado por el artículo 3º, Nº 2, de la Ley Nº 19.950, publicada en el Diario Oficial de 5 de
junio de 2004, en el sentido de, agregar la frase "o legítimo tenedor" a continuación de la palabra "dueño", y la
frase "o tenencia" después de "dominio".
aparentemente acordado. En suma, no es posible en este procedimiento sin forma
de juicio, lograr la convicción que la decisión del fiscal haya sido arbitraria, frente a
la imposibilidad de considerar todos los antecedentes que forman parte de la
carpeta de la investigación criminal y en donde corresponde una decisión del juez
de Garantía, según el procedimiento establecido en el artículo 189 del Código
Procesal Penal (considerando 6º).
Que el artículo 189 del Código Procesal Penal, contiene una herramienta procesal
que el legislador ha entregado a los terceros para hacer valer reclamaciones o
tercerías, a la cual el recurrente, conforme ha quedado establecido, no ha tenido
acceso, por cuanto al haber sido desechada de plano su solicitud, no fue en
definitiva escuchado y no pudo hacer valer lo que sostiene son antecedentes que
justifican su propiedad respecto del vehículo tipo ambulancia, placa patente única
ZU-6274-7.
Tal actuación resulta ser arbitraria, pues si bien el artículo 189 del Código
Procesal Penal en comento, se refiere a las reclamaciones o tercerías que se
entablaren durante la investigación, ello ha de armonizarse con el hecho de que el
recurrente ha alegado no haber tenido noticia de la existencia de la causa, sino una
vez que el vehículo cuya propiedad reclama le fue retirado por Carabineros, aunado
al hecho de que en la sentencia no existe constancia de los antecedentes que el
recurrente pretendió hacer valer ante el Juzgado de Garantía, todo lo cual ameritaba
que el recurrente fuese oído y que su petición recibiese una respuesta fundada del
tribunal, ya sea acogiendo o rechazando sus pretensiones, previo los trámites de
rigor y sin perjuicio del derecho que igualmente asiste a los demás intervinientes de
ser oídos.
3. Necesidad de resolución del pleito principal para que proceda las reclamaciones
y tercerías del artículo 189
Que, para la decisión de este asunto, cabe tener presente que, según expresan
las partes, la entrega de los bolones incautados se habría hecho a las víctimas
comparecientes en virtud de lo dispuesto en el artículo 189 del Código Procesal
Penal, pero sin que se haya hecho constar por el Ministerio Público la forma en que
se procedió a esa entrega, la identidad de quien la autorizó y la forma en que en
esa primera etapa se tuvo por establecido el dominio o tenencia de quienes alegaron
pertenecerles.
Por otra parte, la norma del artículo 189 del Código Procesal Penal debe ser
relacionada con la del artículo 470 de ese mismo cuerpo legal.
Se hace excepción con las especies hurtadas, robadas o estafadas, que deben
ser entregadas a su dueño o legítimo tenedor, en cualquier estado del
procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por cualquier medio y
establecido su valor.
Es del caso que el comiso de los bienes incautados es una pena que se aplica al
acusado cuando se pronuncia sentencia condenatoria a su respecto, lo que no
ocurrió en la especie.
Por el contrario, de la absolución del acusado, como aquí ocurrió, sin que se
demostrase el dominio de los bienes por parte de las Mineras Candelaria y Mantos
de Oro y tampoco de ninguna otra persona, los bienes debían ser restituidos a quien
aparecía como su legítimo tenedor, que en este caso era el mismo acusado,
respecto de quien no se logró destruir la presunción de inocencia, de modo que mal
podía verse privado de tales especies (considerando 11º).
Que de esta forma, no es efectivo que las recurrentes se hayan visto afectadas
en su derecho de propiedad, porque, en definitiva, no demostraron que la tuvieran.
Tampoco pueden alegar que se les haya afectado su derecho al debido proceso,
precisamente porque quienes omitieron ejercer las acciones civiles competentes a
la restitución de las especies fueron las propias mineras.
El acusado es parte del proceso, por el contrario, las empresas mineras, son parte
en cuanto tengan reconocida la calidad de víctima, pero si ella no resulta ser tal,
entonces debían intervenir como terceros (considerando 12º).
Que esta Corte estima que las fotografías en cuestión, se tomaron con el objeto
de dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 189 incisos 2º y final del Código
Procesal Penal, norma que establece la devolución al dueño o legítimo tenedor en
cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por
cualquier medio y establecido su valor y, además, ellas tuvieron por objeto dejar
constancia la restitución o devolución de las especies hurtadas, robadas o estafadas
como lo ordena el inciso final de esta norma.
Lo anterior lleva a estos sentenciadores a sostener que en ningún caso se afecta
la garantía constitucional establecida en el artículo 19 Nº 3 de la Constitución de la
República, dado que ella tuvo por objeto, dar cumplimiento a lo establecido en el ya
citado artículo 189.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 181, 189, 277 y 352, del
Código Procesal Penal, se revoca la resolución recurrida, y se declara que se
incluyen en el auto de apertura, por ser admisible como pruebas válidas, las dos
fotografías ofrecidas por el Ministerio Público en la letra c) de la acusación, que se
refiere a otros medios de prueba (considerando 5º).
ARTÍCULO 190
94Este inciso fue modificado por las letras a) y b) del número 12 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada
en el Diario Oficial de 14 de marzo de 2008, en el sentido de intercalar luego de la palabra "mismo", la frase "o
ante su abogado asistente," y de sustituir la oración "El fiscal no podrá" por la siguiente: "El fiscal o el abogado
asistente del fiscal no podrán"
Tratándose de testigos que fueren empleados públicos o de una empresa del
Estado, el organismo público o la empresa respectiva adoptará las medidas
correspondientes, las que serán de su cargo si irrogaren gastos, para facilitar la
comparecencia del testigo, sea que se encontrare en el país o en el extranjero.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 9º, 23, 33, 34, 70, 83 letra d),
181, 191, 192, 227, 259, 261, 263, 298 y siguientes y 393. Código de Procedimiento
Penal: artículos 189, 190, 191, 192, 194, 196, 197, 201, 203, 207 y siguientes, 255
Nº 3, 272 Nº 3, 429, 450, 457 Nº 1 y 555.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que esta Corte no puede aceptar las aseveraciones del recurrente en el sentido
de que al negarse el tribunal a suspender la audiencia lo ha dejado en una situación
de desmedro y de desigualdad pues los jueces se encuentran en el deber de
generar y garantizar un escenario de igualdad en el ejercicio de los derechos que a
las partes le asisten, sobre todo si se considera que el Ministerio carece del imperio
necesario para obligar a concurrir a algún testigo. Ya el legislador velando por una
correcta tramitación para lograr una sentencia justa, estimó necesarias ciertas
reglas cuya finalidad era, precisamente, evitar problemas como los producidos. En
efecto, como se desprende de la sola lectura del Código Procesal Penal en sus
artículos 78 y 308, al Ministerio Público no sólo corresponde adoptar o solicitar
todas las medidas para la protección de la víctima de un delito sino que de oficio o
a petición de parte debe adoptar las medidas que fueren procedentes para
concedérselas al testigo, antes o después de presentadas sus declaraciones. Más
aún, de acuerdo a lo que señala el artículo 190 del Código Procesal Penal, el fiscal
puede obligar al testigo a prestar declaraciones ante él aplicándole medidas de
apremio e incluso para evitar el problema que se presentó en la audiencia del
proceso oral que se estudia, pudo, conforme lo señalado por los artículos 192 y 280
del mismo cuerpo legal, solicitar al juez de garantía que recibiera su declaración
anticipadamente. El fiscal tuvo que tener presente estas disposiciones en cuando a
la importancia de haberse procurado la prueba de la víctima, sobre todo porque
sabe que, conforme lo indica el artículo 296 del Código Procesal Penal, la
oportunidad para rendir la prueba es la audiencia del juicio oral (considerando 8º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 33, 40, 190, 192, 280, 298 y
siguientes y 331. Código de Procedimiento Penal: artículos 196, 197, 219, 468 y
470.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
95 Este inciso fue modificado por el número 13 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008, en el sentido de intercalar luego de la palabra "fiscal", la frase "o el abogado asistente
del fiscal, en su caso,".
96 Este inciso fue incorporado por el número 18) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
En efecto, el citado artículo 191, así como el artículo 280 que se remite a aquél,
trata coyunturas que obstan de manera absoluta a la comparecencia del testigo al
juicio oral, las que deben consumarse, concretarse o persistir en la época en que
se celebre efectivamente ese juicio. Si bien dicha norma es un numerus apertus
puesto que no se agota con las hipótesis que enuncia, sino que admite la inclusión
de otras, éstas deben al menos igualar el umbral prefijado por la misma disposición,
esto es, ser un "obstáculo semejante" a los que sí menciona, lo cual sólo se daría
frente a una imposibilidad material de concurrir al juicio o, pudiendo hacerlo, una
imposibilidad absoluta de aportar su versión por alguna anomalía física o mental, lo
cual no se observa en el caso sub judice, en el que la testigo no padecía tal dificultad
insuperable, sino sólo reticencia o temor de comparecer atendida la previa y
sorpresiva visita del imputado a su domicilio instándola a desistirse de su denuncia
(considerando 8º).
3. Que de esta forma, la Ley ha previsto que los derechos de los intervinientes
concernientes al juicio oral, puedan ser ejercidos debidamente en la audiencia
respectiva ante el juez de Garantía, con lo cual se aseguran las garantías
fundamentales que corresponden a un justo y racional procedimiento;
Ahora bien, el artículo 334 del Código Procesal Penal prohíbe la lectura de
registros y documentos salvo en los casos previstos en los artículos 331 y 332, de
manera que no existe prohibición respecto del caso en cuestión. Tampoco la habría
en la medida que los registros no dan cuenta de diligencia o actuaciones realizadas
por el Ministerio Público o por la policía sino actuadas ante el juez de Garantía
(considerandos 1º a 4 º).
En los casos previstos en este artículo, el juez deberá citar a todos aquellos que
tuvieren derecho a asistir al juicio oral.97
ARTÍCULO 192
Para ese efecto, se recibirá la declaración del testigo, según resultare más
conveniente y expedito, ante un cónsul chileno o ante el tribunal del lugar en que se
hallare.
97Este artículo fue agregado por el número 14 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008.
todas las facultades que les corresponderían si se tratase de una declaración
prestada durante la audiencia del juicio oral.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 45, 190, 191, 298 y siguientes y
331. Código de Procedimiento Penal: artículos 199 y 219.
ARTÍCULO 193
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 22, 23, 33, 70, 125, 139 y
siguientes, 155, 194, 195 y 196.
ARTÍCULO 194
98 Este inciso fue reemplazado por el número 15 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario
Oficial de 14 de marzo de 2008.
En todo caso, el imputado no podrá negarse a proporcionar al ministerio público
su completa identidad, debiendo responder las preguntas que se le dirigieren con
respecto a su identificación.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 91, 93 letra g, 97, 98, 193,
195, 196 y 227. Constitución Política: artículo 19 Nº 7 letra f). Código de
Procedimiento Penal: artículos 318, 318 bis, 320 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que sobre la vulneración del derecho a gozar del estatuto que la ley confiere al
imputado, guardar silencio, no auto incriminarse, ser asistido por defensor y conocer
los hechos que se le atribuyen, cabe tener en cuenta que ella se habría
materializado a través de la declaración prestada en juicio por los funcionarios
policiales que comparecieron al juicio y que recibieron el testimonio del sentenciado
en calidad de denunciante y testigo, no como imputado, por lo cual no se le informó
de sus derechos. A este respecto cabe señalar que en el motivo décimo cuarto del
fallo impugnado, donde se describe forma cómo el tribunal formó su convicción,
aparece que el acusado, desde el primer momento del procedimiento iniciado por
presunta desgracia del niño XXXXX, se atribuyó la calidad de denunciante y/o
testigo, entregando distintas versiones que obligaron al personal policial a abrir
tantas líneas de investigación como dichos formulados por él. Ello queda de
manifiesto, además, de la transcripción que el fallo realiza de los testimonios del
referido personal, que dan cuenta de la transformación y/o sustitución sucesiva de
la dinámica de los hechos, en virtud de sus declaraciones. Asimismo, de los mismos
atestados de los funcionarios aparece que la diligencia de allanamiento del domicilio
del sentenciado fue dispuesta en razón del empadronamiento que se hiciera en el
sector para investigar la posibilidad de que el menor hubiera sido secuestrado,
oportunidad en la que ubican a la testigo, señora XXXX, que entrega información
sobre el menor desaparecido y su verdadera residencia. De tales testimonios,
entonces, se desprende que el sentenciado declaró en forma libre, voluntaria y
espontáneamente sobre los hechos materia de la causa, en una primera ocasión
como denunciante y en las restantes oportunidades como testigo, sin atribuirse
participación en los hechos que denuncia, sino por el contrario, imputando
participación a terceros. Por lo mismo, en forma previa a la época en que realiza
tales acciones no tenía el carácter de imputado, lo que tampoco cambia por su
relato, puesto que, como se indicó, no se incrimina sino que dirige la investigación
en contra de personas ajenas a su núcleo familiar, lo cual descarta cualquier
hipótesis de actuaciones engañosas de la policía tendientes a conseguir en forma
ilícita un medio de prueba incriminatorio, sino que por justa causa de error se
desconoce su real participación en los hechos, lo que ocasiona una falsa
determinación de su verdadera calidad, como consecuencia del propio actuar del
recurrente, sobre la base de la versión de los hechos por él entregada (considerando
4º).
Que con relación al último punto, la defensa sostiene que el testimonio de los
policías que dicen haber oído al imputado ante el fiscal, atentaría contra el derecho
del acusado a guardar silencio en el juicio oral.
No es así sin embargo, porque el derecho a guardar silencio rige en todas las
etapas procesales y la declaración ante el fiscal está expresamente regulada en la
ley, de suerte que es claro que si, como lo admitió el defensor, el imputado fue
advertido de ese derecho y pese a ello libremente declaró ante el fiscal, esa
declaración tiene efectos en la investigación y ha sido plenamente lícita.
Que, por otro lado, el Código no exige que se advierta al imputado, antes de
declarar ante el fiscal, que sus dichos podrán ser usados en su contra en el juicio
posterior, de suerte que ese requisito que el defensor echó de menos, no puede
transformar en ilícito el testimonio de los policías que oyeron la declaración.
Por último, estos testimonios no afectan el derecho del imputado para guardar
silencio en el juicio oral, derecho que no puede significar que no se admitan otras
pruebas que puedan hacer conveniente para el acusado el renunciar a él y declarar,
porque por cierto en muchas ocasiones la prueba de contrario le impulsará a querer
hablar y refutar las evidencias que le incriminen, pero ello es un avatar del proceso
y no un atentado a su derecho, según parece bastante claro.
La conveniencia procesal de declarar o no, es cuestión que evaluarán el imputado
y su defensa, pero no es un factor a considerar para admitir o rechazar la prueba de
la Fiscalía.
Cabe tener presente que, para los efectos de la mejor transparencia con la que
deben efectuarse los actos procesales en este nuevo procedimiento, la única
manera de dar por acreditado el cumplimiento a lo ordenado en el inciso 1º del
artículo 194 del Código Procesal Penal, es a través de la constancia de tal
circunstancia en la audiencia de rigor (considerando 3º).
ARTÍCULO 195
Las prohibiciones previstas en este artículo rigen aun para el evento de que el
imputado consintiere en la utilización de alguno de los métodos vedados.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93 letra h), 97, 194 y 196. Código
de Procedimiento Penal: artículos 321 y 323. Código Penal: artículos 150 y 255.
ARTÍCULO 196
ARTÍCULO 197
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 93, 94, 109, 181, 198 y
199. Constitución Política: artículo 1º, 19 Nº 1 y 20. Ley Nº 20.000, Sanciona Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas: artículo 29 bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 197 del Código Procesal Penal, que regula esta diligencia intrusiva,
señala las condiciones para su procedencia: que sea necesaria para constatar
circunstancias relevantes para la investigación y que no fuere de temer menoscabo
para la salud o dignidad del interesado.
99Este inciso fue sustituido por el artículo único, Nº 8, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de 30
de enero de 2002.
Este examen corporal es legalmente procedente si se cuenta con el
consentimiento del imputado o, de lo contrario, con autorización judicial previa.
Que, de acuerdo a lo señalado el artículo 197 del Código Procesal Penal, dispone
que si el imputado accede voluntariamente a la toma de muestras no es exigible
control judicial. En caso de negativa, el Ministerio Público debe solicitar autorización
judicial. Sin perjuicio de lo anterior, el art. 197 CPP establece ciertos requisitos para
la validez de la procedencia del acto de toma de muestras biológicas. Se permite la
toma de muestras biológicas siempre que no se afecte ni la dignidad ni la salud del
afectado, disponiendo que la obtención de los exámenes puede ser efectuada con
o sin la voluntad del afectado, en este último caso requiere autorización judicial. Que
en el presente caso, de acuerdo a lo informado por el juez recurrido, en la audiencia
respectiva, los imputados se negaron a efectuarse el examen de forma voluntaria,
sin argumentar ningún motivo para ello y tampoco se discurrió respecto de algún
menoscabo a la salud o a la dignidad de los imputados (considerando 7º).
Que atendido lo expuesto, se estima que la resolución judicial dictada por el juez
recurrido, impugnada por la acción constitucional de amparo, emanó de la autoridad
competente en el ejercicio de sus funciones, dentro de sus atribuciones legales y en
el marco legal vigente, encontrándose suficientemente fundada de acuerdo a lo
constatado en el audio y no desprendiéndose que ella constituya una actuación
ilegal o arbitraria o que se haya procedido sin razón aparente que pueda ser
reparada por la vía del presente recurso (considerando 9º).
Que en definitiva emana del mérito de los antecedentes que la resolución judicial
recurrida, ha sido dictada en un procedimiento legalmente tramitado razón por el
cual el amparo interpuesto será rechazado como se dirá.
ARTÍCULO 198
100Este inciso fue modificado por el número 2 del artículo 2º de la Ley Nº 20.507, publicada en el Diario Oficial
de 8 de abril de 2011, en el sentido de reemplazar la frase "artículos 361 a 367 bis", las dos veces que aparece,
por "artículos 361 a 367".
de los análisis y exámenes practicados, se mantendrán en custodia y bajo estricta
reserva en la dirección del hospital, clínica o establecimiento de salud, por un
período no inferior a un año, para ser remitidos al ministerio público.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 54 letra g), 173, 175, 197, 199,
200 y 363. Código de Procedimiento Penal: artículos 83, 84 y 145 bis. Código Penal:
artículos 361 a 367 bis y 375.
ARTÍCULO 199
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 180, 181, 197, 198, 201, 202,
314 y 315. Código Penal: artículos 342 y siguientes, 390 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 110, 113 bis, 121, 125 a 129, 131, 132 a 137, 221 y
221 bis. Decreto con Fuerza de Ley Nº 196, 1980, Ley Orgánica Constitucional del
Servicio Médico Legal, D.O. 4.04.1980: artículos 3º y 22.
101 Este inciso fue agregado, por el artículo 23, Nº 1, de la Ley Nº 19.970, publicada en el Diario Oficial de 6 de
octubre de 2004.
Esta modificación entró en vigencia con fecha 25 de noviembre de 2008, con la publicación del Decreto Nº 634,
Reglamento de la Ley Nº 19.970, que crea el Sistema Nacional de Registros de ADN, según lo estipuló el
artículo 24 de la mencionada ley.
ARTÍCULO 199 BIS
ARTÍCULO 200
102 Este artículo fue agregado, por el artículo 23, Nº 2, de la Ley Nº 19.970, publicada en el Diario Oficial de 6
de octubre de 2004.
Esta modificación entró en vigencia con fecha 25 de noviembre de 2008, con la publicación del Decreto Nº 634,
Reglamento de la Ley Nº 19.970, que crea el Sistema Nacional de Registros de ADN, según lo estipuló el
artículo 24 de la mencionada ley.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 166, 172, 173, 175 letra d), 176
y 177. Código Penal: artículos 395 y siguientes y 494. Código de Procedimiento
Penal: artículos 84 Nº 5, 85, 86, 138, 139 y 141.
ARTÍCULO 201
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 90, 175 letra d), 180, 181, 199,
202, 314 y 315. Código de Procedimiento Penal: artículos 84 Nº 5, 112, 113, 125 y
siguientes, 138, 221 y 221 bis. Decreto Nº 427, 1947, Reglamento Orgánico Instituto
Médico Legal, D.O. 27.04.1947: artículos 17 y siguientes.
ARTÍCULO 202
ARTÍCULO 203
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 93, 180, 181, 195, 314 y
siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 110, 149, 150, 152, 153, 188,
221 y siguientes, 471 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en el caso, este acusador no utilizó tal procedimiento sino que extrajo la
evidencia de un proceso del que se ignora todo antecedente, de allí entonces que
ésta se presenta sin contenido de validación, siendo introducida sin constancia de
la voluntariedad de la misma en relación con los cargos específicos pertinentes a
este marco investigativo diverso, precisamente los relativos a este rol, vulnerándose
de esta manera uno de los derechos basales del imputado, el de información y, por
ende, el de defensa, precisamente en cuanto a discernir el contenido material y
técnico de la misma.
103Este inciso fue modificado por numeral iii) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial
de 21 de abril de 2015, en el sentido de agregar a continuación de la palabra "cónyuge", la expresión "o del
conviviente civil,".
Que en el sistema que nos rige, ante el ya referido derecho de los acusados, se
estructura el de la imputación, cuyo sustento y acreditación, le corresponde al ente
estatal acusador, de tal forma que éste, en forma independiente y autónoma, debe
procurar la evidencia que dé lugar a la estructuración de la inconducta que persigue
castigar, para lo que cuenta con todo el poder fáctico que le otorga su calidad de
persecutor penal, de tal manera que lo exigido entonces, es que éste presente la
probanza que ha obtenido de su pesquisa, en el cumplimiento del rol que
desempeña, sin aprovecharse de su posición, en desmedro del sujeto-objeto de su
persecución.
Que así las cosas, resulta claro en el caso que la evidencia en cuestión, a más
de no poder ser legitimada en el marco de su producción primigenia, transgrede, al
insertarse en ésta en que es revisada, la garantía del debido proceso en la forma
en que ha resultado anotado, por lo que correctamente, acorde lo dispuesto en el
artículo 276 inciso tercero del Código Procesal Penal, se dispone su exclusión
(considerandos 4º a 7º).
ARTÍCULO 204
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 34, 79, 80, 180, 181, 187, 205 y
siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 74, 74 bis A, 110, 112, 120
bis, 156 y siguientes.
ARTÍCULO 205
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 180, 181, 206 y
siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código Penal: artículo 155.
Código de Procedimiento Penal: artículos 110, 112, 156 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Es más, el cotejo del texto del artículo 205 con el inciso segundo del artículo 206
que trata los casos de entrada y registro en lugares cerrados sin autorización u
"orden", refuerza lo que se viene diciendo, pues sólo en esta última disposición se
establece que la comunicación al fiscal de la diligencia es posterior a la realización
de la misma, basada dicha excepción en la inmediata necesidad de interrumpir o
impedir un delito flagrante o auxiliar a sus víctimas. A contrario sensu, dado que el
artículo 205 no contiene dicha exención, y en vista de la prohibición de aplicar
analógicamente las disposiciones que autorizan la restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades prevista en
el artículo 5º, inciso 2º, del Código Procesal Penal, no cabe sino concluir que el
mentado artículo 205 no libera a los funcionarios policiales de comunicar en forma
previa al fiscal de las circunstancias que podrían justificar la realización de la
diligencia de ingreso y registro voluntario, caso en el cual, como se dijo, el fiscal
debe dar la consiguiente orden al efecto.
Que así las cosas, en el caso de autos los agentes policiales se arrogan
ilícitamente una decisión que la ley reserva privativamente al Ministerio Público y
conjuntamente ejecutan pesquisas a espaldas de dicho organismo, tiñendo de
ilicitud todo lo actuado en esas condiciones.
En relación a la hipótesis del artículo 205 del Código Procesal Penal, la doctrina
nacional ha señalado que la entrada y registro que ella consagra corresponde a una
diligencia de investigación que persigue como finalidad la obtención de fuentes de
pruebas para la comprobación del hecho punible o la participación culpable y/o para
la solicitud de una medida cautelar. Comporta, por regla general, la afectación o
perturbación de los derechos fundamentales a la intimidad e inviolabilidad del hogar,
que se encuentra permitida por la Constitución pero con ciertas limitaciones, esto
es, con la concurrencia de los requisitos que el Código Procesal Penal prevé para
admitir el recurso a dicha herramienta: la existencia de consentimiento del
propietario o encargado del recinto para llevar a cabo la diligencia. En la especie, el
proceder policial fue en una hipótesis de flagrancia, comprensión que resulta
acertada considerando que la detención del acusado se practicó apenas
transcurridos treinta minutos desde la ocurrencia del delito. Por lo tanto, la
impugnación de la legalidad de la referida diligencia no puede prosperar
(considerandos 14º y 15º de la sentencia de la Corte Suprema). Como se dijo, en el
caso de autos el proceder policial fue prácticamente inmediato y se contó en todo
momento con información sobre la identidad de los autores, saber que tenía su
origen no sólo en el propio del trabajo policial, sino también provenía de los dichos
de la víctima, de manera que en ejercicio de los mandatos que el artículo 83 del
Código Procesal Penal impone a los funcionarios, resulta acertada la decisión de
los jueces del grado que han entendido la situación de autos comprendida en el
marco regulativo que imponen los artículos 83, 130 y 205 del Código precitado, al
señalar que la situación en comento es una de aquellas constitutivas de flagrancia
que, como tal, se encuentra regulada en el artículo 130, por lo que los funcionarios
policiales obraron acertadamente al proceder al ingreso al lugar mencionado,
habiendo recabado el consentimiento de la persona que se ha indicado como
encargada del recinto, aspecto asentado y no impugnado que no puede
desatenderse en la decisión de lo debatido (considerando 17º de la sentencia de la
Corte Suprema).
Por otra parte, ni siquiera resultaría posible sostener que resulta admisible la
autorización concedida por el propietario del inmueble en el cual se realizó la
detención del acusado, ya que al no haberse demostrado las instrucciones recibidas
y que habilitaban el procedimiento iniciado, el permiso dado por el primero tampoco
es suficiente presupuesto de la legitimidad del proceder de la policía, vulnerándose
los derechos de los particulares afectados y mermando las posibilidades de ejercicio
de las garantías procesales que la Constitución y las leyes conceden al acusado.
Dicho de otro modo, al no existir constancia de la denuncia presuntamente realizada
ni de las instrucciones dadas por el Ministerio Público para el caso concreto, el
procedimiento iniciado deviene en ilegal desde que el acceso policial lo fue sin
contar con un motivo habilitante, por lo que mal puede sostenerse que dicho ingreso
fue "autorizado" si se ignoraba su propósito. Por lo demás, el único antecedente
preexistente, la denuncia anónima, resulta insuficiente para presumir, como lo
impone el artículo 205 del Código Procesal Penal —sobre entrada y registro en
lugares cerrados—, que un imputado o los medios de comprobación de un hecho
que se investigare, se encontraban en su interior. Finalmente, tampoco resulta
posible considerar que gracias a la autorización dada por el propietario del inmueble
los funcionarios policiales se encontraban facultados para la revisión de todas las
dependencias constitutivas de domicilios separados del de aquél, situación que no
se subsana mediante la escueta y vaga referencia al presunto "escándalo"
protagonizado por el imputado en sus esfuerzos de ocultar la droga, de manera que
malamente tal "escándalo" puede constituir un elemento susceptible de invocarse
válidamente para legitimar la actuación policial en flagrancia (considerando 8º de la
sentencia de la Corte Suprema).
De este modo, cuando los jueces del fondo valoraron en el juicio y en la sentencia
que se pronunció los antecedentes revestidos de ilegalidad, se incurrió en la
materialización de la infracción a las garantías constitucionales del imputado que
aseguran la protección de su intimidad, la inviolabilidad de su hogar así como su
derecho a un debido proceso y a que la sentencia que se pronuncie por el tribunal
sea el resultado de una investigación y un procedimiento racionales y justos, por
cuanto dicha exigencia supone que cada autoridad actúe dentro de los límites de
sus propias atribuciones, como señalan los artículos 6º y 7º de la Constitución, lo
que en este caso quedó de manifiesto que no ocurrió, infracción que sólo puede
subsanarse con la declaración de nulidad del fallo y del juicio que le precedió, y
dada la relación causal entre la diligencia censurada y la prueba de cargo obtenida,
corresponde retrotraer la causa al estado de verificarse un nuevo juicio con
exclusión de los elementos de cargo obtenidos con ocasión de ella (considerando
11º de la sentencia de la Corte Suprema).
Que en este orden de ideas, si bien es efectivo que el numeral quinto del artículo
19 de la Constitución Política de la República establece como garantía
constitucional la inviolabilidad del hogar, el mismo dispone que es posible su
allanamiento en los casos y formas determinados por las leyes; siendo el artículo
205, inciso 3º, del Código Procesal Penal, el sustrato jurídico que reglamenta la
situación en análisis, el que se encarga de normar los ingresos a lugares cerrados,
explicitando que procederá en aquellos casos en que se presumiere que el imputado
o medios de comprobación del hecho que se investigare, se encontraren en un
determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al mismo y proceder al registro,
previa autorización judicial, en el evento que su propietario o encargado no
consintiere la práctica de la diligencia (considerando 5º).
Que tales interrogantes se satisfacen de la lectura del fallo, pues las expresiones
de carabineros acerca de la fecha, hora y lugar en que ocurrieron los hechos, la
fractura del tragaluz por donde se ingresó al inmueble hasta el dormitorio en que
dormía la víctima y el hecho que la propiedad estaba habitada el día y a la hora de
los sucesos, emanan de fuente independiente, desligada de la detención, y tan es
así, que incluso ésta aún no se verificaba. Luego, el ingreso al inmueble donde
estaba el imputado se hizo con autorización del propietario, antecedente no sólo
plasmado en el fallo, sino que surge de la propia prueba de la defensa rendida en
aval de su recurso, pues el registro de audio consigna ese hecho, y que por falta de
antecedentes no se pudo probar, en la audiencia de control de la detención, que se
hubiese procedido de modo diverso, es decir, que se ingresó no obstante la
prohibición del dueño. Por cierto en esta sede ello tampoco aconteció. Al momento
de la detención declarada ilegal no se recogió evidencia material, no aparece que
la especie producto del delito la portara Ruminot, el fallo afirma que en la
oportunidad que los policías concurrieron a tomar fotografías del lugar, el tío del
imputado, Gabriel Sánchez, hizo entrega de las llaves que aquel había sustraído a
la afectada, señalándoles que habían sido halladas en un sillón donde estaba
pernoctando el hechor (considerando 11º).
Que como corolario de lo anterior, puede afirmarse que toda la prueba de cargo
surge de una fuente independiente, corresponde a un cauce investigativo diferente
y del todo desligado de la ilegal detención, donde el proceder policial se ajustó a la
legalidad vigente, esto es, como manda el artículo 205 del Código Procesal Penal,
mediante el ingreso al inmueble donde se presumía se encontraba el imputado con
el consentimiento expreso del propietario, obteniendo la evidencia de manos de ese
tercero, quien voluntariamente hizo entrega de ella. En todo caso, la aludida
autorización excluye la aplicación de la regla del artículo 207 del mismo Código
(considerando 12º).
(...) En otro aspecto, aun cuando vinculado con los mismos, el oficial policial
E.M.I., consultado por el procedimiento de entrada y registro del domicilio de calle
X Nº X, expresó que fue autorizado por el propietario del mismo, con todo estos
jueces pudieron apreciar que la vivienda en que habitaba el acusado correspondía
a un inmueble interior e independiente del principal de dicha dirección, de forma ella
que evidentemente la autorización del propietario, razonablemente sólo habilitaba
para la entrada y registro de su propio inmueble, pero en modo alguno aquel en que
en forma independiente vivía el imputado, mirada de esta forma los actos policiales
que se desarrollan en la vivienda del acusado, resultan efectuados con infracción a
lo dispuesto en el artículo 205 del Código Procesal Penal, desde que no se contó
con la autorización del propietario o encargado, para el caso del arrendatario (...)
(considerando 10º).
Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Punta Arenas, 25/11/2008, Rol Nº 70-2008,
Cita online: CL/JUR/7209/2008
ARTÍCULO 206
Tratándose del delito de abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando
existan indicios o sospechas de que se está perpetrando dicho ilícito, siempre que
las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización del
propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad
de sus hechores.106
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 83, 129, 130, 205, 214 y
siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de Procedimiento Penal:
artículos 156, 163 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
104 Este inciso fue modificado por el número 19) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar a continuación de la palabra "delito", la siguiente frase: ", o que
exista algún indicio de que se está procediendo a la destrucción de objetos o documentos, de cualquier clase,
que pudiesen haber servido o haber estado destinados a la comisión de un hecho constitutivo de delito, o
aquellos que de éste provinieren".
Con anterioridad, fue modificado por la letra a) del número 16 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en
el Diario Oficial de 14 de marzo de 2008.
105 Este inciso fue intercalado por la letra b) del número 16 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el
Diario Oficial de 14 de marzo de 2008, pasando el anterior inciso segundo a ser inciso tercero.
106 Este inciso fue agregado por el artículo 2º de la Ley Nº 20.090, publicada en el Diario Oficial de 11 de enero
de 2006.
1. Estándares para la aplicación de la entrada y registro en lugares cerrados sin
autorización u orden
En lo que hace a la violación del artículo 206 del estatuto procesal, disposición
que faculta el ingreso y registro en lugares cerrados sin consentimiento del
encargado ni orden judicial, cuando existe signos evidentes que en el lugar se
comete un delito, la defensa sostiene que sólo existía sospechas del ilícito hasta el
momento de la prueba de campo, faltando la claridad que exige la norma, por lo que
hubo que recurrir a tres comunicaciones con el fiscal del Ministerio Público; además,
afirma que entre la compra del agente revelador y el ingreso al domicilio, transcurrió
más de una hora, por lo que al no existir urgencia, era del todo posible solicitar orden
judicial para el ingreso, factor éste que queda de manifiesto en el hecho que se
esperó un cambio de turno en la unidad, antes de regresar la policía a la práctica de
dicha diligencia.
Que sobre la hipótesis que contempla el artículo 206 del Código Procesal Penal
la doctrina nacional ha señalado que ella se encuadra dentro de las actuaciones de
la policía que pueden ser realizadas sin orden judicial previa y constituye una de las
manifestaciones de la flagrancia que la propia Constitución prevé como excepción
a la necesidad de autorización judicial previa para la limitación de derechos
fundamentales (María Inés Horvitz Lennon, Julián López Masle; Derecho Procesal
Penal Chileno, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, año 2002, página 503).
Así, en consecuencia, tal disposición debe ser interpretada a la luz de lo dispuesto
en el artículo 130 del Código Procesal Penal, que, en lo pertinente, dispone: "Se
entenderá que se encuentra en situación de flagrancia: a) El que actualmente se
encontrare cometiendo el delito; b) El que acabare de cometerlo; c) El que huyere
del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona
como autor o cómplice; d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un
delito, fuere encontrado con objetos procedentes de aquél o con señales en sí
mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con
las armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo, y e) El que
las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales, señalaren
como autor o cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo
inmediato".
Que, por otra parte, no hay que perder de vista que la propia redacción de la
disposición en comento —artículo 206 del Código Procesal Penal— señala que los
signos evidentes de la comisión de un delito en el interior de un recinto cerrado han
de ser de la gravedad o entidad equivalente a las "llamadas de auxilio de personas
que se encontraren en su interior", construcción que demanda un trabajo
interpretativo de tales prescripciones y el ajuste de ellas a las particularidades de
cada caso. Así entonces, la referencia a las "llamadas de auxilio" que formula el
legislador en la norma que se revisa, debe ser asimilada a otras situaciones de
entidad similar que pueden presentarse bajo las modalidades particulares que
demanda la forma de comisión de alguno de los otros delitos que el ordenamiento
penal proscribe. Por ello, resulta apropiada la reconducción de la referida fórmula
—propia de un delito que afecta a la vida, seguridad, integridad u otros aspectos
personalísimos susceptibles de protección penal— a un caso como el que se revisa
en que los funcionarios policiales apreciaron a través de sus sentidos un conjunto
de hechos constitutivos de indicios de un delito contra la salud pública, tales como
a) intercambio de manos entre dos personas a través de una reja de un domicilio;
b) constituir el objeto del intercambio dinero, por una parte y una especie
indeterminada, por la otra; c) constatación que la sustancia traspasada era cocaína
base, y; d) dichos de la portadora de la sustancia ilícita que los envoltorios que la
contenían los había adquirido momentos antes en el lugar donde se había divisado
por los funcionarios el intercambio. La constatación de aquellas evidencias los lleva
a la entrada y registro del domicilio donde el ilícito flagrante se habría realizado, todo
ello dentro del contexto temporal que admite el artículo 130 del Código Procesal
Penal.
Que, del análisis precedente, cabe estimar que al actuar del modo que lo hicieron,
los funcionarios policiales no transgredieron en el caso concreto las facultades
conferidas por el ordenamiento jurídico y, por ende, no han vulnerado las normas
legales que orientan el proceder policial como tampoco las garantías y derechos
que el artículo 19 Nº 3 de la Constitución Política reconoce y garantiza al imputado,
ni aquella contemplada en el artículo 19 Nº 5 de la Carta Fundamental que
resguarda la inviolabilidad del hogar, puesto que actuaron bajo el amparo dado por
el artículo 83 letra b) del Código Procesal Penal que permite efectuar la detención
en caso de flagrancia y el artículo 206 del mismo código que autoriza el registro de
un inmueble en el caso de signos evidentes que en él se está cometiendo un delito,
de lo cual se avisó oportunamente al fiscal terminado todo el procedimiento, como
alude el inciso segundo de la misma norma en armonía con el artículo 84 del Código
Procesal Penal, por lo que es forzoso concluir que los jueces del tribunal oral no
incurrieron en vicio alguno al aceptar con carácter de lícita la prueba de cargo
obtenida por la policía en las referidas circunstancias y que fuera aportada al juicio
por el Ministerio Público, de manera que el recurso debe ser desestimado
(considerandos 9º a 13º).
En todo caso, valga establecer que los recintos privados están protegidos, no por
ser de propiedad particular, sino por servir de vivienda o lugar de trabajo de
personas (Los Derechos Constitucionales, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, 1986,
págs. 176-177).
Conforme a ello, las piezas en donde una persona mantiene cajas cerradas
conteniendo objetos de uso no autorizado para terceras personas, y ordenadores
asegurados con claves, caben dentro de este concepto.
Por otra parte, las excepciones a que alude la norma sólo pueden encontrar su
legitimación en leyes sustantivas expresas, predispuestas por el legislador para
casos especiales y que deben cumplirse con las formalidades que las mismas
establecen.
Es el caso de las normas del Párrafo 3º del Título I del Libro II del Código Procesal
Penal en cuanto en la etapa de investigación permite la entrada y registro en lugares
cerrados con autorización de juez competente contenida en una orden formal, en
horas determinadas, dejándose constancia escrita y circunstanciada de lo actuado
por el ente investigador, obligando a la custodia y sello de los objetos y documentos
que se incauten, con entrega de recibo detallado al propietario o encargado del
lugar.(...) (considerando 4º).
El artículo 206 del Código Procesal Penal, autoriza a los funcionarios policiales
para entrar en un lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su
propietario o encargado ni autorización u orden previa, cuando "signos evidentes"
indicaren que en el recinto se está cometiendo un delito. Si bien es efectivo que esta
disposición debe ser interpretada de modo restrictivo, ello no significa que tales
signos deban ser de intensidad mayor a la que podría ponderar un juez para
autorizar el ingreso. Asimismo, esa facultad debe ser comprendida en relación a la
existencia de un delito flagrante, puesto que ese es el escenario que se plantea en
la especie. Hay además un hecho que resulta relevante, porque si el imputado
reconoce la existencia de la droga, existe entonces una causa independiente para
llegar igualmente al registro del domicilio. Por lo tanto, ante una serie de hechos,
que se encuentran acreditados, éstos necesariamente constituyen "signos
evidentes" porque son elementos en número y entidad suficientes para autorizar la
actuación autónoma de los policías que faculta el artículo 206 del Código Procesal
Penal (considerando 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
No se requiere de datos de mayor entidad, porque esa norma no ordena más que
lo que allí se consigna y si bien la determinación de suficiencia de los antecedentes
para evaluar el proceder policial es una calificación de hecho, sucede que en el caso
concreto los jueces justificaron su actuar interpretando una norma en forma errónea,
exigiendo más de lo que ella misma refiere. Su correlato más propio se encuentra
en la expresión "indicios" del artículo 89 del Código Procesal Penal, que atiende a
las circunstancias de hecho y a la pluralidad de antecedentes (considerando 5º de
la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Horario para el registro. El registro deberá hacerse en el tiempo que media entre
las seis y las veintidós horas; pero podrá verificarse fuera de estas horas en lugares
de libre acceso público y que se encontraren abiertos durante la noche. Asimismo,
procederá en casos urgentes, cuando su ejecución no admitiere demora. En este
último evento, la resolución que autorizare la entrada y el registro deberá señalar
expresamente el motivo de la urgencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 14, 70, 204, 205 y 208.
Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de Procedimiento Penal: artículos 44
y 156.
ARTÍCULO 208
La orden tendrá una vigencia máxima de diez días, después de los cuales
caducará la autorización. Con todo, el juez que emitiere la orden podrá establecer
un plazo de vigencia inferior.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 14, 36, 37, 70, 159 y
siguientes, 205, 207, 212, 213 y 214. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código
de Procedimiento Penal: artículos 44, 68 y siguientes, 117, 156, 157, 162, 163, 168,
172 y 174.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En efecto, con el deber de señalar "el motivo del registro", más bien se busca
evitar que la actuación de los policías que ejecutan la orden exceda el objetivo que
justificó la misma, registrándose dependencias u objetos que no tienen relación con
lo investigado. Así, por ejemplo, si la orden de entrada y registro se otorga para
incautar una determinada arma usada en el delito investigado, la indicación de ese
"motivo" tiene por finalidad que se le ponga término a la diligencia de registro una
vez hallada dicha arma. Lo señalado es concordante con lo prescrito en el inciso
segundo del artículo 214 del Código Procesal Penal, que dispone que "En los
registros se procurará no perjudicar ni molestar al interesado más de lo
estrictamente necesario" y en el artículo 215 del mismo texto, que trata los "Objetos
y documentos no relacionados con el hecho investigado", disponiendo que "Si
durante la práctica de la diligencia de registro se descubriere objetos o documentos
que permitieren sospechar la existencia de un hecho punible distinto del que
constituyere la materia del procedimiento en que la orden respectiva se hubiere
librado, podrán proceder a su incautación previa orden judicial. Dichos objetos o
documentos serán conservados por el fiscal".
El mismo razonamiento cabe extender para el "motivo" que debe señalar la orden
de prisión preventiva o de detención, como dispone el artículo 154 letra b) del
Código Procesal Penal, pues tal requerimiento no impone consignar en la misma
orden los fundamentos de hecho y de derecho que llevaron al tribunal a decretar la
orden, sino sólo la causa, motivo o finalidad de la aprehensión, por ejemplo, para el
cumplimiento de pena privativa de libertad, ingreso en prisión preventiva,
presentación compulsiva de un testigo a un juicio, etc.
Así las cosas, yerra el recurso al creer que el artículo 208 letra d) del Código
Procesal Penal consagra una exigencia para que la orden de entrada y registro
contenga las razones de hecho y de derecho de la resolución del tribunal de garantía
que determinó conceder dicha orden, pues sólo constituye el requerimiento de la
precisión de la causa, objeto o finalidad de dicha diligencia, que permitirá acotar la
actuación de las policías a lo estrictamente indispensable.
Que sobre la base de todo lo que se viene razonando, cabe concluir que el inciso
tercero del artículo 9º del Código Procesal Penal no impone al juez dejar una
constancia de los fundamentos de hecho y de derecho de la "resolución" que
dispuso la "autorización u orden judicial" de entrada y registro, sino únicamente de
esta última, por lo que, lo que debe comprender dicha constancia no son sino las
menciones que enumera el artículo 208 del mismo código al que ya se ha hecho
referencia, correspondiendo, por ende, abocarse ahora a su análisis.
ARTÍCULO 209
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 19, 22, 36, 182, 208, 212, 213 y
217. Constitución Política: artículos 5º, 6º, 7º, 19 Nº 5, 24, 33, 38, 42, 73, 75, 79, 81,
84, 85, 87, 90, 95, 97, 99, 100, 102, 105 y 107. Código de Procedimiento Penal:
artículos 53 bis, 156, 157, 158, 161, 162, 165 y 171.
ARTÍCULO 210
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 208, 209, 211, 212 y 213. Código
de Procedimiento Penal: artículos 1º, 159, 160, 161, 162 y 173. Convención de
Viena sobre Relaciones Diplomáticas, Decreto Nº 666, 1968, Min. Relaciones
Exteriores, D.O. 4.03.1968.
ARTÍCULO 211
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 208, 209, 210, 212 y 213. Código
de Procedimiento Penal: artículos 1º, 159, 160, 161, 162 y 173.
ARTÍCULO 212
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 205, 207, 208, 214 y 216.
Código de Procedimiento Penal: artículos 156, 157, 161, 162, 165, 167, 168 y 174.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
107Este inciso fue sustituido por el artículo único, Nº 9, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de 30
de enero de 2002.
la práctica de las medidas solicitadas, de conformidad a lo dispuesto en los artículos
9º, 205 y 236 del Código Procesal Penal y 39 y 41 de la Ley Nº 20.000, se hizo lugar
a lo solicitado y se autorizó la entrada y registro de tres domicilios, entre ellos el del
recurrente, así como la incautación de objetos y documentos relacionados con el
hecho investigado, indicando debía procederse en la actuación de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 212 del código antes citado, sin previo conocimiento de
los afectados, debiendo ser practicada por personal de la Policía de Investigaciones
de Chile en horario hábil o inhábil, con una vigencia máxima de 10 días.
ARTÍCULO 213
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 205, 208, 209, 210, 211,
212 y 214. Código de Procedimiento Penal: artículos 156, 157, 158, 159, 160, 162,
167 y 174.
ARTÍCULO 214
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 24, 25, 205, 207, 208, 212, 216
y 228. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de Procedimiento Penal:
artículos 156, 157, 161, 163, 164, 165, 166, 167 y 174.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 215
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 70, 187, 188, 216, 217 y 221.
Código de Procedimiento Penal: artículos 77, 105, 170, 171 y 182.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
108 Este artículo fue modificado por el número 20) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de reemplazar el texto "podrán proceder a su incautación previa orden
judicial. Dichos objetos o documentos serán conservados por el fiscal.", por lo siguiente: "podrán proceder a su
incautación, debiendo dar aviso de inmediato al fiscal, quien los conservará.".
elementos indicados, sin las autorizaciones correspondientes, configurándose, de
tal manera, la flagrancia por ese solo hecho.
Que, conforme con lo que se acaba de señalar, queda en evidencia que los
funcionarios policiales, al momento de incautar las municiones que se estimó como
elemento del delito de tenencia ilegal de municiones, obraron con apego a la ley,
cumpliendo con los mandatos de los artículos 83 y 187 del Código Procesal Penal,
en relación al artículo 130 letra a) del mismo cuerpo legal, y con ello las garantías
constitucionales de las imputadas no se han visto conculcadas en la obtención de
esa prueba y las que de ella derivan, pudiendo servir de base a una decisión de
condena, por lo que el recurso de nulidad será desechado (considerandos 10º y
11º).
Que a modo de conclusión, puede decirse entonces que lo que realmente otorgó
validez a la entrada y registro fue la autorización de los encargados del inmueble. A
partir de ese momento la actuación policial discurre en un ámbito legítimo, por lo
que cualquier hallazgo que se produzca en tales circunstancias no puede ser
tachado de irregular vista la legalidad en que la diligencia transcurre, por lo que la
evidencia incautada en esas condiciones ostenta pleno valor probatorio
(considerandos 12º a 14º).
Que, resulta incuestionado en estos antecedentes, por una parte, que la entrada
y registro al domicilio del imputado y posterior incautación del arma, deriva de su
detención por un delito flagrante de micro tráfico y, por otra, que con posterioridad
a dicha detención y previa instrucción del fiscal, la policía concurrió hasta el domicilio
del imputado con el fin de recabar más evidencia respecto al ilícito materia de la
flagrancia.
Que, son tales cuestiones las que delimitan el actuar de los funcionarios policiales
en el presente caso, y llevan, a efectos de resolver la cuestión debatida, a
determinar si el hallazgo del arma está revestido de algún vicio de ilegalidad.
Que, al respecto cabe indicar que la diligencia de entrada y registro colisiona con
el derecho a la intimidad e inviolabilidad del hogar, razón por la cual el legislador
exige que dicha actuación ha de ajustarse de manera estricta a las exigencias
legales. Sobre el particular, la situación fáctica de estos antecedentes está
constituida por el delito de microtráfico, el cual motiva la entrada y registro del
domicilio del encartado —autorizada por el propietario del inmueble; padre de éste—
, en cuya diligencia los funcionarios policiales suelen revisar todas las dependencias
del inmueble, tanto interiores y exteriores, con la finalidad de encontrar droga oculta,
dinero y elementos destinados a la comisión del ilícito; especies que suelen estar
repartidas en todo el domicilio. De este modo, no es posible entender que existen
espacios limitados "o vedados" para el proceder policial, ya que, en este caso, el
domicilio estaba constituido por un espacio común, único; inmueble destinado
exclusivamente a servir de casa habitación del encartado Manríquez Antipil.
ARTÍCULO 216
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 187, 188, 205, 212, 214, 215,
217, 220, 221 y 228. Código de Procedimiento Penal: artículos 117, 156, 157, 165,
172, 168 y siguientes.
ARTÍCULO 217
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 33, 59, 70, 187, 205, 215,
220, 302 y 303. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de Procedimiento
Penal: artículos 156, 164, 165, 170, 171, 182, 190 y 201.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en relación al segundo fundamento del motivo de nulidad que se revisa, esto
es, el referido a la vulneración de la garantía que protege la vida privada,
configurado por el levantamiento de evidencia incriminatoria que se encontraba en
poder del imputado xxx dispuesto por orden judicial, sin previamente consultar sobre
la disposición de éste a su entrega voluntaria, resulta necesario anotar que la
disposición citada en apoyo de su tesis (artículo 217) efectivamente prescribe en su
inciso 1º que "Los objetos y documentos relacionados con el hecho investigado, los
que pudieren ser objeto de la pena de comiso y aquellos que pudieren servir como
medios de prueba, serán incautados, previa orden judicial librada a petición del
fiscal, cuando la persona en cuyo poder se encontraren no los entregare
voluntariamente, o si el requerimiento de entrega voluntaria pudiere poner en peligro
el éxito de la investigación".
De esta manera, resulta cierto que el legislador, en una expresión de celo por la
protección de los derechos que la Constitución Política de la República tutela, ha
dispuesto el control jurisdiccional para la adopción de ciertas diligencias de
investigación limitativas de derechos, en este caso la incautación de ciertas
evidencias relevantes para el éxito de la indagación, cuando la persona afectada
por la medida no accede a la misma.
ARTÍCULO 218
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 36, 70, 180, 187, 219, 222,
227 y 228. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código Penal: artículo 156. Código
de Procedimiento Penal: artículos 110, 176, 177, 178, 180 y 181. Ley Nº 19.733
sobre libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo: artículos 7º, 39
y 41. Ley de Seguridad Interior del Estado, Decreto Supremo Nº 890, 1975, Min.
Interior, D.O. 26.08.1975.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Naturaleza de las comunicaciones entre privados para efectos del proceso penal
Que comoquiera que sea, resulta ineludible destacar que el Ministerio Público no
desarrolló ninguna actividad para hacerse de la referida prueba, por el contrario, es
un testigo quien aporta la prueba que fue excluida por el juez de Garantía. Luego,
la prueba excluida no responde a un acto de investigación del Ministerio Público,
que requiera la autorización previa a que se refiere el artículo 218 del Código
Procesal Penal.
ARTÍCULO 219
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 36, 70, 218, 222 y siguientes
y 227. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de Procedimiento Penal:
artículos 176, 177, 178, 180 y 181.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) Ahora bien, en asuntos de este tipo no debe perderse de vista cuáles son los
intereses en juego o respecto de los que puede producirse una eventual colisión.
De un lado está el legítimo interés público de persecución penal y, por el otro, el
legítimo reguardo de los derechos fundamentales. La labor del legislador y de los
jueces, en su caso, consiste en fijar el necesario equilibrio entre tales propósitos;
(considerando 5º)
ARTÍCULO 220
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 36, 70, 89, 159, 205, 215,
217, 218, 276, 302, 30 y 305. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de
Procedimiento Penal: artículos 170, 171, 182, 201 y 202.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Teniendo presente que la incautación del celular o teléfono móvil fue debidamente
autorizada por el juez de Garantía competente y no obsta a su examen la limitación
contenida en el artículo 220 del Código Procesal Penal, en cuanto sólo se excluyen
en su letra a) las comunicaciones entre el imputado y las personas que pudieren
abstenerse de declarar como testigos por razón de parentesco o en virtud de lo
prescrito en el artículo 303 del mismo Código.
ARTÍCULO 221
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 205, 215, 217, 218, 220, 227 y
228. Código de Procedimiento Penal: artículos 156, 165, 166, 170, 171 y 172.
ARTÍCULO 222
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 36, 70, 181, 218, 219, 223,
224, 225, 227, 228 y 236. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de
Procedimiento Penal: artículos 113 bis, 176, 177, 178 y 180. Código Penal: artículos
161-A y 369 ter.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1099Este inciso fue modificado por el artículo 3º de la Ley Nº 20.526, publicada en el Diario Oficial de 13 de
agosto de 2011, en el sentido de sustituir la expresión "seis meses" por "un año".
un atributo cercano a la dignidad humana; razón por la que la intimidad, unida a la
libertad, es la base de ese derecho (Cea Egaña, José Luis, Derecho Constitucional
Chileno, Tomo II, Derechos, Deberes y Garantías, Ediciones Universidad Católica
de Chile, 2004, p. 198).
(...)
4. Estándar para la aplicación del concepto "mereciere " del artículo 222
Que, el inciso primero del artículo 222 del Código Procesal Penal señala que
"cuando existieren fundadas sospechas, basadas en hechos determinados, de que
una persona hubiere cometido o participado en la preparación o comisión, o que ella
preparare actualmente la comisión o participación en un hecho punible que
mereciere pena de crimen, y la investigación lo hiciere imprescindible, el juez de
garantía, a petición del ministerio público, podrá ordenar la interceptación y
grabación de sus comunicaciones telefónicas o de otras formas de
telecomunicación".
Que, en general las penas de crimen, conforme se deduce del artículo 21 del
Código Penal son aquellas que llevan una pena privativa o restrictiva de libertad de
más de 5 años y 1 día o más a perpetua, o inhabilidad para algún cargo u oficio
público, o profesión titular perpetua, absoluta o temporal, especial temporal y multa
que no podrá exceder de 30 Unidades Tributarias Mensuales;
Que el artículo 448 bis del Código Penal que sanciona el delito de abigeato, no
establece en forma directa una pena para este delito, sino que señala que será
castigado con las penas señaladas en los párrafos 2, 3 y 4, es decir, los párrafos
que respectivamente tratan en los delitos de robo con violencia o intimidación en las
personas; del robo con fuerza en las cosas; y, del hurto. A lo anterior el artículo 448
ter del Código Penal incisos 1º y 3º, los cuales respectivamente disponen que: " Una
vez determinada la pena que correspondería a los autores, cómplices y
encubridores de abigeato sin el requisito de tratarse de la substracción de animales
y considerando las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal
concurrentes, el juez deberá aumentarla en un grado y aplicará , en todo caso, la
pena de comiso en los términos del artículo 31 de este Código"; por su parte el
inciso 3º señala: "Si la pena consta de dos o más grados, el aumento establecido
en el inciso primero se hará después de determinar la pena que habría
correspondido al imputado, con prescindencia del requisito de tratarse de la
substracción de animales".
ARTÍCULO 223
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 188, 218, 219, 222, 224, 225,
227 y 228. Código Penal: artículo 369 ter.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 182, 222, 223, 225 y 236.
Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código Penal: artículo 369 ter.
ARTÍCULO 225
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 159 y siguientes, 218, 219, 222,
223, 226, 276, 295 y 297. Constitución Política: artículo 19 Nº 5. Código de
Procedimiento Penal: artículos 68 y siguientes, 176, 177, 178, 179 y 180. Código
Penal: artículo 369 ter.
ARTÍCULO 226
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 226 del Código Procesal Penal, que faculta al juez para ordenar, a
petición del Ministerio Público, la fotografía o filmación de imágenes conducentes al
esclarecimiento de los hechos, está concebido en el contexto de una afectación del
derecho a la intimidad y de la privacidad, que ciertamente no existe en la vía pública,
al menos en lo relativo a la imagen. En efecto, quien se encuentra en un lugar
público no puede tener una pretensión de privacidad que el mismo espacio no le
puede proporcionar. En consecuencia, los videos donde aparece el imputado en la
vía pública no precisaban de autorización judicial para su realización, por tratarse
de una diligencia que no atentaba contra garantía alguna (considerando 11º).
Cuando el artículo 226 del Código Procesal Penal exige la autorización judicial
previa para la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de imágenes
conducentes al esclarecimiento de los hechos, lo hace en el contexto de la
clandestinidad en la obtención de estas pruebas, lo que se traduce en una
vulneración del derecho de privacidad de quien es así captado o grabado, pero no
cuando ello se hace directamente con pleno conocimiento de la persona, caso en el
cual, al no estar en juego la garantía mencionada, no se requiere autorización
judicial previa (considerando 4º).
110 Este artículo fue incorporado por el número 21) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario
Oficial de 5 de julio de 2016.
ARTÍCULO 227
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 39, 97, 188, 216, 221, 223, 228
y 331. Código Penal: artículo 269 ter.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en las condiciones antes descritas no existiendo norma legal alguna que
autorice la mantención indefinida de los datos de investigación que involucró a la
recurrente y que culminaron en la forma precedentemente indicada, no cabe duda
que la mantención de los mismos después de haber transcurrido alrededor de cinco
años desde la dictación del sobreseimiento definitivo, configura un acto ilegal y
además arbitrario que lesiona el derecho a la honra y a la privacidad de quien
acciona por esta vía vulnerándose con ello la garantía constitucional contemplada
por el artículo 19 Nº 4 de la Constitución Política de la República, lo que constituye
razón suficiente para concluir que el presente recurso de protección debe ser
acogido. Por estos fundamentos y lo dispuesto en los artículos 6º de la Ley Nº
19.628 y 20 de la Constitución Política de la República, se revoca la sentencia
apelada de veintiocho de julio de dos mil dieciséis, que rechazó la acción cautelar
intentada y, en su lugar se decide, que se acoge el recurso de protección interpuesto
por Tatiana Andrea Lagunas Gallardo y se dispone que el Fiscal Regional de
Valparaíso deberá eliminar del Sistema de Apoyo a los Fiscales (SAF) los datos
personales de la recurrente en su calidad de imputada en la investigación RUC
1100991320-5, RIT 1464-2011 (considerandos 4º a 7º).
Que, ahora bien, las formalidades previstas en la ley para la diligencia de agente
revelador están dadas, primero, por la correspondiente autorización del Ministerio
Público exigida por el inciso 1º del artículo 25 de la Ley Nº 20.000 y, segundo, por
el registro de dicha autorización requerida por el artículo 227 del Código Procesal
Penal.
Que, en consecuencia, no puede pasarse por alto que el citado artículo 227 no
demanda que en la carpeta, cuaderno o registro de investigación del Ministerio
Público, sean impresos o digitales, haya "alguna" constancia de las actuaciones de
dicho organismo, sino que dicha constancia debe ser dejada por el propio Ministerio
Público, lo que evidencia con claridad meridiana las palabras utilizadas por el
precepto en estudio, esto es, "El ministerio público deberá dejar constancia de las
actuaciones que realizare", por lo que no puede aceptarse que al agregarse a la
aludida carpeta o cuaderno de investigación, el parte policial donde "los carabineros
dejaron constancia", y no el fiscal, de haber recibido la autorización de este último,
pueda cumplir el mandato legal en comento. Es más, todo lo que se ha venido
razonando en esta consideración y en la precedente, en particular sobre la
relevancia del registro de esta autorización del fiscal para la legitimidad de la
actuación de agente revelador de los policías, impide considerar que la constancia
dejada por éstos en el parte policial sea un "medio que permitiere garantizar la
fidelidad... de la información", es decir, por las razones ya comentadas, la fidelidad
de lo consignado en la constancia, en este caso, sólo puede ser en principio
garantizada —sin perjuicio que la verdad de su contenido igual y eventualmente
pueda ser controvertido por otros medios— mediante aquella emanada del propio
fiscal que la otorgó, y no de los funcionarios que actuaron supuestamente
amparados con ella (considerandos 6º y 7º).
Ahora bien, el artículo 227 del Código Procesal Penal, que es una de las
disposiciones que se estiman infringidas por el recurrente, ordena que "El Ministerio
Público deberá dejar constancia de las actuaciones que realizare, tan pronto
tuvieren lugar, utilizando al efecto cualquier medio que permitiera garantizar la
fidelidad e integridad de la información, así como el acceso a la misma de aquellos
que de acuerdo a la ley tuvieren derecho a exigirlo".
Por su parte, el artículo 9º del mismo cuerpo normativo, prescribe que "Toda
actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de
los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá
de autorización judicial previa".
El artículo 228 del Código Procesal Penal no aparece atingente al caso concreto,
puesto que lo reclamado por el recurrente no es la omisión del registro de la
actuación policial —a la que se refiere ese precepto— sino de la falta de registro de
la orden de entrada y registro dada por el juez del 15º Juzgado de Garantía al fiscal
Sr. S., para buscar un arma blanca y en cuya ejecución se hallaron 880 gramos de
droga.
Que el primer acápite de nulidad que se levanta por los encartados, consistente
en la violación de lo dispuesto en el artículo 227 del Código Procesal Penal respecto
de reuniones celebradas en las dependencias de la Fiscalía local de San Fernando
con anterioridad al juicio oral, es oportuno recordar que el ordenamiento procesal
criminal que hoy nos rige, considera tres fases sucesivas, a saber: investigación,
etapa intermedia y juicio oral, amén de la existencia de salidas alternativas o de
resoluciones que puedan ponerle término anticipadamente y que forman parte de la
pluralidad de soluciones al problema penal que ofrece el novel modelo.
En cada una de aquellas se establecen derechos y obligaciones para los
intervinientes, que sólo tienen sentido dentro del estadio en el cual se hallan
insertas, siendo un criterio decisivo su ubicación dentro del texto procesal penal.
ARTÍCULO 228
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, por lo demás, se tiene presente que el artículo 228 del Código Procesal
Penal prescribe en su inciso final: "En todo caso, estos registros no podrán
reemplazar las declaraciones de la policía en juicio oral y el artículo 334 del mismo
cuerpo legal que trata sobre la prohibición de lectura de los registros y documentos,
dispone que "salvo en los casos previstos en los artículos 331 y 332, no se podrá
incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a
los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones
realizadas por la policía o el ministerio público", vale decir en primer lugar se permite
que funcionarios policiales declaren en un juicio oral y se prohíbe al mismo tiempo
la lectura de diligencias realizadas por éstos, por lo tanto, la única forma de se
puedan incorporar dichas actuaciones, es mediante su declaración en juicio oral y
en el caso que su declaración exceda el contenido de las diligencias se podrá
siempre objetar dichas preguntas en el juicio oral, correspondiéndole a dichos
sentenciadores delimitar la declaración del testigo (considerando 7º).
Que sin embargo, de la propia descripción que el tribunal realiza del proceder
policial aparece que los funcionarios cuestionados omitieron dar cumplimiento a la
obligación de registro que los grava, de acuerdo a lo que impone el artículo 228 del
Código Procesal Penal, toda vez que se encuentran contestes que nada hicieron
para "dejar constancia" de la denuncia recibida, ni de las instrucciones emanadas
del fiscal a cargo, limitándose a señalar que debe haber quedado evidencia de su
efectividad de las llamadas en las memorias de los teléfonos con los cuales se
habría practicado la comunicación que invocan, respuesta claramente insuficiente
para demostrar el cumplimiento de la obligación funcionaria que les afecta, así como
el contenido y límites de las instrucciones recibidas y cuya acreditación es
responsabilidad del ente acusador.
Dicha situación, entonces, no sólo infringe sus propias obligaciones funcionarias,
sino que además vicia de ilegalidad el procedimiento adoptado, ya que la sola
existencia de la llamada anónima, cuyo pretendido respaldo no se acreditó en el
juicio, no habilita para la actuación investigativa iniciada sin que se acrediten los
términos de las directrices impartidas por quien tiene la titularidad de la dirección de
la investigación, validando el proceder policial (considerando 7º).
Que, en efecto, en el caso sub judice el funcionario policial formula una pregunta
al imputado de la cual obtiene una implícita, pero categórica confesión, a la que no
antecede el asesoramiento y consejo de un letrado, ni la prevención de que puede
no responder y guardar silencio, quebrantando su derecho a defensa técnica y a no
autoincriminarse. Asimismo, la omisión del registro de este interrogatorio, entorpece
o mengua el diseño y puesta en práctica de una estrategia o línea de defensa desde
el inicio mismo de la investigación, como aseguran los artículos 8º y 93 letra e) del
Código Procesal Penal, pues se priva al investigado, y más tarde acusado, de
realizar o pedir que se realicen las pesquisas que podrían controvertir la información
registrada y conocida que sustenta su imputación, así como de impedir que dicha
información se incorpore al juicio oral, mediante su exclusión del auto de apertura.
Lo informal, coloquial, o apresurado de la formulación de las preguntas o consultas,
no libera al agente policial de registrar la información obtenida en esas condiciones,
pues su relevancia, utilidad y validez debe ser determinada en primer término por el
órgano persecutor, al sopesar si le servirá de sostén válido a una acusación, y luego
por los tribunales, en su caso, tanto al resolver las probanzas que serán admitidas
en el juicio oral, como al fundamentar la sentencia definitiva. Por tanto, no puede
aceptarse que tal información se mantenga fuera del registro en que el Ministerio
Público consigna el iter de su investigación —como sea que este organismo prefiera
llevarlo—, para sólo develarla en el juicio oral, ya que por esa vía se impide a la
asistencia jurídica del encausado planificar y disponer oportunamente lo que serán
sus descargos, así como someter la prueba de cargo al escrutinio jurisdiccional de
admisibilidad en la audiencia de preparación de juicio oral (considerando 6º).
Y el artículo 228 del Código Procesal Penal establece que la policía levantará un
registro, en el que dejará constancia inmediata de las diligencias practicadas,
expresando el día, hora y lugar de su realización y cualquier otra circunstancia que
pudiere resultar de utilidad para la investigación, registro que no reemplaza las
declaraciones de la policía en el juicio oral (considerando 9º).
ARTÍCULO 229
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 5º, 7º, 9º, 69, 70, 93, 94, 109
inciso final, 180, 181, 186 y 230 a 236. Constitución Política: artículos 19 Nº 7 y 83
y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 274, 276, 277, 278 y
siguientes y 305 bis c).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) En ese cometido, es indudable que no requiere autorización judicial para dar
inicio a las pesquisas, teniendo el tribunal de garantía la misión de controlar la
legalidad de la investigación en aquellos aspectos en que expresamente la ley
considera su intervención, como el control de la detención y la autorización para
realizar diligencias intrusivas. En lo que respecta a la formalización de la
investigación, ella es definida por el artículo 229 del Código Procesal Penal como la
comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía,
de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o
más delitos determinados, concepto del que se desprende que no considera la
realización de actividad alguna del tribunal para ser ejecutada, sino que contempla
su participación a posteriori en la resolución de las cuestiones que se debatan luego
de practicada la formalización. Importa tener en cuenta, además, que es el fiscal,
por regla general, quien determina el momento en que esta diligencia se lleva a
cabo, cuando considera oportuno formalizar el procedimiento por medio de la
intervención judicial (artículo 230 del citado Código); norma que considera una
excepción en favor del investigado, prevista en el artículo 186 del referido cuerpo
normativo, quien puede, si se considera afectado por una averiguación que no se
hubiere formalizado judicialmente, pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal
informar acerca de los hechos que fueren objeto de ella o bien fijarle un plazo para
que formalice la investigación. Que, en este estado de cosas, resulta claro que es
el Ministerio Público quien tiene la potestad de dirigir la investigación y decidir el
momento en que ésta será formalizada mediante la intervención judicial. Por ende,
no existen limitaciones legales para que la indagación se conduzca de manera
desformalizada mientras no haya operado la prescripción de la acción penal,
quedando reservado el derecho del ciudadano afectado a requerir la intervención
judicial si es objeto de la misma. En ese orden de cosas, entonces, resulta claro que
la obtención de evidencias en una investigación desformalizada no puede ser
considerada como un atentado a la garantía del debido proceso y de una
investigación racional y justa, mientras dichas probanzas sean sometidas a control
jurisdiccional en el momento procesal pertinente, esto es, en la audiencia de
preparación de juicio oral, instante en que la defensa ha de contar con todos los
antecedentes que constan en la carpeta investigativa y puede debatir sobre la
legalidad en su obtención. De esta manera, la circunstancia de haberse recibido los
informes de análisis de drogas cuando la indagación no estaba formalizada y, por
ende, sin control jurisdiccional, no convierte por sí sola dichos medios de prueba en
ilícitos si no se ha incurrido en una transgresión de ley en su obtención, cuestión
que no ha sido planteada en el recurso, el que por estas razones será desechado
(considerandos 6º y 7º).
Que si bien es cierto el artículo 233 del Código Procesal Penal establece que la
formalización de la investigación produce entre sus efectos más importantes la
suspensión del cómputo del tiempo necesario para la prescripción de la acción
penal, no es la única actuación o diligencia que acarrea esa consecuencia. En
efecto, el artículo 96 del Código Penal, que en sus alcances no se ha visto alterado
con la entrada en vigencia de la reforma procesal penal, resulta aplicable en la
especie y por ende fija la suspensión del plazo de la prescripción desde que el
procedimiento se dirige contra el hechor, lo que puede ocurrir aun antes de la
formalización, como sería por ejemplo, con la interposición de una querella
(considerando 4º).
Que el artículo 259 del Código Procesal Penal, dispone que "la acusación sólo
podrá referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de la
investigación", texto que determina la obligatoriedad procesal de la formalización
para deducir acusación. Por su parte, el artículo 261 del mismo cuerpo legislativo,
admite al querellante adherir a la acusación del ministerio público o acusar
particularmente; en este último caso, "... podrá plantear una distinta calificación de
los hechos, otras formas de participación del acusado, solicitar otra pena o ampliar
la acusación del fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos, siempre que
hubieren sido objeto de la formalización de la investigación". Finalmente, también
es claro el artículo 258, al imponer al querellante la carga de formular su acusación
en los mismos términos que se establecen para el Ministerio Público.
Que del análisis de esas disposiciones del Código Procesal Penal, resulta que es
ineludible la existencia de formalización previa para la presentación de una
acusación, trámite procesal que es una potestad privativa del Ministerio Público, de
manera que siempre la acusación debe ser precedida de la formalización.
Que, amén del marco normativo aplicable ya señalado, es dable tener presente
las siguientes consideraciones:
a.- del examen de las normas señaladas resulta indubitado que la formalización
es una actuación realizada por el Ministerio Público en forma exclusiva, que si bien
emana de un órgano administrativo, tal acto unilateral se realiza ante un juez de
garantía y en presencia del abogado defensor y cumple una función esencialmente
garantista y se erige como un requisito previo y necesario a la realización de ciertas
actuaciones como diligencias de investigación que afecten derechos
fundamentales.
b.- en el mismo sentido, el artículo 61 del Código Procesal Penal, antes transcrito,
deja en evidencia la imposibilidad de decretar las medidas cautelares reales
solicitadas si no se ha formalizado la investigación respecto de la persona a quien
afectan tales cautelares, toda vez que si no es posible preparar ni menos deducir
demanda civil antes de su formalización, no resulta procedente entonces decretar
medida cautelar alguna.
Que, tal como se ha dicho anteriormente, si bien la formalización, trámite con que
se inicia el procedimiento judicial, (...), queda suspendida la acción penal en contra
de dicho imputado, ello sin embargo, y tal como lo ha resuelto recientemente la
Excma. Corte Suprema, no es la única actuación o diligencia que suspende o
paraliza el curso de la prescripción de la acción penal, por cuanto también produce
idéntico efecto, esto es, similar al de la formalización, aquella diligencia que previene
el artículo 7º del Código Procesal Penal, norma que establece que las facultades,
derechos y garantías que la constitución y las leyes reconocen al imputado, podrán
hacerse valer por la persona a quien se atribuye participación en un hecho punible
desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra (Rol Nº 5511-09,
fallo del 4 de enero de 2010, extraído de Legal Publishing), y no hay duda alguna
que dicha primera actuación en el caso que se analiza consistió en el requerimiento
en procedimiento monitorio (...) (considerando 7º)
ARTÍCULO 230
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 9º, 33, 69, 70, 93, 95, 122,
124, 125, 132, 140 y siguientes, 151, 155, 157, 172, 180 y siguientes, 191, 192, 193
y siguientes, 229, 231 y siguientes, 245 y 431. Constitución Política: artículos 19
Nº 7 y 83 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que la parte que ejerce la acción sostiene que la facultad del inciso 1º del artículo
230 del Código Procesal Penal vulnera el mandato contenido en el artículo 19, Nº 2,
de la Constitución Política de la República, que reconoce la igualdad ante la ley en
los siguientes términos: "La Constitución asegura a todas las personas (...): 2º. La
igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados (...). Ni la ley ni
autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias"; y que la misma Carta
Fundamental suma a esta igualdad general la exigencia de igual protección de la
ley en el ejercicio de los derechos en el artículo 19, Nº 3, la que también resultaría
vulnerada.
Que, al tenor de lo dispuesto por el Nº 2 del artículo 19, se infiere que la
Constitución puede establecer diferencias en la regulación creada, siempre que
éstas no sean arbitrarias. En la materia de este proceso, es claro que la Constitución
ha formulado distingos relevantes, entre el que destaca un estatuto jurídico
diferenciado entre investigación y procedimiento, uno de cuyos componentes es el
reconocimiento de diferentes facultades y garantías para las distintas personas que
intervienen. Esta distinción no puede ser objeto de reproche de constitucionalidad
en sí misma y, por lo tanto, sólo cabe entonces discurrir acerca de la interdicción de
arbitrariedad que la grava y sus consecuencias constitucionales.
Que la facultad exclusiva del fiscal para formalizar forma parte de una
investigación que, en su conjunto, se somete a la exigencia del artículo 19, Nº 3,
inciso 6º, de la Constitución, que impone al legislador establecer garantías que la
hagan racional y justa.
Que la formalización tiene una relación directa con la acción penal conocida en
ejercicio de la función jurisdiccional, toda vez que se trata de un trámite necesario
para avanzar a las siguientes etapas del proceso; y que lo anterior es reconocido
por el Legislador, que ha diseñado un conjunto de garantías que permiten a la
víctima requerir actuaciones conducentes al progreso de la investigación, como ha
quedado dicho arriba. Sin embargo, la existencia de tales garantías no transforma
a la investigación en ejercicio de una potestad jurisdiccional. En tal sentido, el
artículo 229, al definir la formalización como una comunicación entre el fiscal y el
imputado, la caracteriza como una actuación celebrada con la "presencia del juez
de garantía". Esta presencia no convierte este trámite en un acto propio de la
potestad jurisdiccional, sin perjuicio de los efectos que la formalización pueda
generar en el proceso penal ulterior.
El Estado proclama como valor fundamental que los seres humanos "nacen libres
e iguales en dignidad y derechos", además de manifestar que en Chile las personas
son iguales ante la ley, sin que existan privilegios de ninguna especie. Es por ello
que la Constitución, más allá de las normas citadas de su texto, reconoce de manera
expresa el conjunto valórico normativo que configura la tutela judicial efectiva de los
derechos e intereses de las personas, declarando también que los derechos
fundamentales deben ser respetados y promovidos por todos los órganos del
Estado, incluido especialmente el Ministerio Público, según se desprende de los
artículos 1º, 5º, 6º y 19, Nºs. 2º, 3º y 26, de la Carta Fundamental.
En este sentido, este derecho fundamental, que incluye entre sus elementos
esenciales el acceso a la jurisdicción, es definido por los especialistas como "aquel
que tiene toda persona a obtener tutela efectiva de sus derechos e intereses
legítimos ante el juez ordinario predeterminado por la ley y a través de un proceso
con todas las garantías, sin dilaciones indebidas y en el que no se produzca
indefensión" (Gregorio Cámara Villar, en Francisco Balaguer Callejón y otros,
Derecho Constitucional, tomo II, pág. 215, Ed. Tecnos, Madrid, 2005). Este derecho
incluye el libre acceso a la jurisdicción, el derecho a obtener una resolución acerca
de la pretensión deducida, el derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales,
la interdicción de la indefensión y el derecho al debido proceso, con la plena eficacia
de todas las garantías que le son propias.
Debemos reafirmar entonces que el derecho a la tutela judicial efectiva tiene una
doble dimensión, por una parte adjetiva, respecto de los otros derechos e intereses,
y por la otra, sustantiva, pues es en sí mismo un derecho fundamental autónomo,
que tiene por finalidad que las personas accedan al proceso como medio ordinario
de resolución de los conflictos jurídicos, lo que resulta un presupuesto mínimo de
todo Estado de derecho.
ARTÍCULO 231
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 69, 70, 132, 186, 229, 230 y
232 a 236. Constitución Política: artículos 83 y siguientes. Código Penal: artículo 14.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 231 del Código Procesal Penal, señala en su inciso segundo, que:
"A esta audiencia —se refiere a la de formalización— se citará al imputado, a su
defensor y a los demás intervinientes en el procedimiento". Que de conformidad al
artículo 12 del cuerpo legal ya referido, la víctima es un interviniente en el nuevo
Proceso Penal, que tiene —entre otros— los derechos que señala el artículo 109
del referido texto legal, en el procedimiento, agregando en su letra d) "ser oída, si lo
solicitare por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del
procedimiento o su terminación anticipada", agregando el artículo 237 del cuerpo
legal ya citado, que podrá apelar de la resolución que se pronunciare sobre la
suspensión del procedimiento. Que si bien es cierto, la víctima tiene los derechos
señalados precedentemente, no es menos que para hacerlos valer debe ser
emplazada válidamente, para concurrir a las referidas audiencias, lo que no ocurrió,
como consta de la propia resolución impugnada de 1º de marzo del año en curso,
donde el magistrado al resolver la nulidad solicitada señala expresamente: "Que
efectivamente con fecha 29 de octubre de 2009, se fijó audiencia de acuerdo
reparatorio y salida alternativa, se ordenó notificar personalmente o por el artículo
44 del Código de Procedimiento Civil, la víctima no fue notificada, consta del sistema
la notificación pegada con antelación a la audiencia que la víctima no fue notificada,
toda vez que el departamento 111
no fue encontrado y se aclara en esta audiencia, además, que el departamento 111
no existe, sino que es el departamento 11 donde vive según certificado de
residencia que se tiene a la vista...". Que lo anterior lleva a concluir que se
practicaron diligencias judiciales defectuosas en cuanto al procedimiento, que
ocasionaron un perjuicio a la víctima, ya que, la inobservancia de la formas
procesales atentó contra su posibilidad de actuación en el procedimiento,
impidiéndole el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la
Carta Fundamental o en las demás leyes de la República, como es el derecho a
defensa y al debido proceso, debiendo presumirse el perjuicio de conformidad a lo
establecido en el artículo 159 del Código Procesal Penal (considerandos 4º a 6º).
ARTÍCULO 232
A continuación el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los
intervinientes plantearen.
El imputado podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público, según lo
disponga la Ley Orgánica Constitucional respectiva, de la formalización de la
investigación realizada en su contra, cuando considerare que ésta hubiere sido
arbitraria.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Atribución de la Defensa para aclarar hechos en la formalización de la
investigación
Que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 232, inciso final, del Código
Procesal Penal, la formalización de la investigación realizada en contra del imputado
puede ser reclamada ante las autoridades del Ministerio Público, cuando la
considerare arbitraria (considerando 3º).
ARTÍCULO 233
Tal conclusión es posible, por una parte, porque el artículo 233 letra a) del Código
Procesal Penal, que confiere a la formalización de la investigación el efecto de
suspender la prescripción, no es un norma de clausura, que otorgue en forma
exclusiva esa consecuencia a la comunicación al imputado de los hechos que a su
respecto se indagan y por la otra porque, como se indicó previamente, la
prescripción no es una institución procesal, sino que es de orden sustantivo,
regulada en el Código Penal, cuerpo normativo a cuyas disposiciones ha de
ajustarse el examen de este instituto, y que fija como época de suspensión de su
decurso el momento en que "el procedimiento se dirige contra el delincuente", frase
a la que, en definitiva, hay que dotar de sentido para resolver la cuestión debatida.
En este punto, y siendo inconcuso que el proceso se dirige contra el delincuente al
momento de la formalización de la investigación, igualmente lo es cuando se impetra
en su contra una querella criminal que cumple con todas las menciones exigidas por
la ley, y por ende da comienzo al procedimiento, dirigido en contra del querellado.
Si bien el artículo 233 del Código Procesal Penal establece entre los efectos más
importantes de la formalización el de la suspensión del cómputo del tiempo
necesario para la prescripción de la acción penal, lo cierto es que ésta no es la única
actuación o diligencia que acarrea esa consecuencia. En efecto, el artículo 96 del
Código Penal, que en sus alcances no se vio alterado con la reforma procesal penal,
resulta aplicable en la especie y por ende fija la suspensión del plazo de la
prescripción desde que el procedimiento se dirige contra el hechor, lo que puede
ocurrir aun antes de la formalización. Es así como el artículo 172 del Código
Procesal Penal señala entre los medios idóneos para iniciar la indagación de un
hecho que revista caracteres de delito la denuncia y la querella, actuaciones que
evidencian en quien las formulan la intención de cooperar en la actividad necesaria
para la averiguación del hecho delictivo y sus partícipes, vale decir, constituyen
aquellas actuaciones que producen el efecto de suspender el curso de la
prescripción, al tenor del artículo 96 del Código Penal. Cabe destacar que la
denuncia en este caso la formula la policía, donde ha debido dar cuenta de las
circunstancias que rodearon la detención del imputado, con indicación de la fecha,
lugar, intervinientes y todo cuanto rodeó a la perpetración de los delitos que se le
atribuye (considerando 14º de la sentencia de la Corte Suprema).
Que si bien es cierto el artículo 233 del Código Procesal Penal establece que la
formalización de la investigación produce entre sus efectos más importantes la
suspensión del cómputo del tiempo necesario para la prescripción de la acción
penal, no es la única actuación o diligencia que acarrea esa consecuencia. En
efecto, el artículo 96 del Código Penal, que en sus alcances no se ha visto alterado
con la entrada en vigencia de la reforma procesal penal, resulta aplicable en la
especie y por ende fija la suspensión del plazo de la prescripción desde que el
procedimiento se dirige contra el hechor, lo que puede ocurrir aun antes de la
formalización, como sería por ejemplo, con la interposición de una querella (...)
(considerando 4º) Que en este caso, el acto al que se desconoce el mérito suficiente
para acarrear ese efecto, es el requerimiento que formuló el Ministerio Público en
procedimiento simplificado respecto de un imputado perfectamente identificado, a
quien se atribuye participación en calidad de autor en un delito determinado,
perpetrado el 14 de febrero del año en curso. Esta actuación del fiscal supera
largamente la formalización, gestión no contemplada en el procedimiento
simplificado, sin que sea procedente la interpretación analógica que realizaron los
jueces que concurrieron a declarar la prescripción de la acción penal y el
consecuente sobreseimiento definitivo del proceso (...) (considerando 5º).
Que, de otra parte, debe tenerse presente que la audiencia de formalización había
sido ya solicitada, antes de que se verificara la audiencia en que se decretó el
sobreseimiento, de modo que si aquella no tuvo lugar, y antes el tribunal escuchó la
solicitud de la defensa en orden a sobreseer total y definitivamente al imputado, ello
no puede redundar en un perjuicio para la parte querellante (considerando 5º).
— Que el artículo 229 del Código Procesal Penal dispone: "La formalización de la
investigación es la comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia
del juez de garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su contra
respecto de uno o más delitos determinados" (considerando 5º).
Que, a su turno, el artículo 233 del citado Código en su letra a) señala como efecto
de la formalización de la investigación la suspensión del curso de la prescripción
de la acción penal de conformidad a lo dispuesto en el artículo 96 del Código
Penal (considerando 6º).
En estas condiciones, el fiscal del Ministerio Público sólo podía actuar del modo
que lo hizo. Una vez detenido el imputado, se reabrió el procedimiento, se le
formalizó y comenzó entonces a computarse el plazo que tenía ese persecutor para
la investigación, a cuyo cierre, recién comenzaban a correr los diez días que la ley
le indica para formular su acusación. (...) (considerando 11º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 16, 36, 38, 101, 166, 167, 168,
229, 230, 240, 242, 247, 248, 250, 251, 252, 258 y 259. Código Penal: artículo 96.
Código de Procedimiento Penal: artículos 108, 274, 275, 406, 408, 409, 418, 424 y
581.
ARTÍCULO 234
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 10, 16, 69, 70, 93, 94, 109,
132, 160, 186, 232, 235, 236, 247, 248 y 250. Constitución Política: artículos 83 y
siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, además, cabe considerar que el plazo fijado para el cierre de la investigación
conforme al artículo 234 del Código Procesal Penal, tiene el carácter de plazo
judicial prorrogable, conforme a lo dispuesto en los artículos 67 y 68 del Código de
Procedimiento Civil, normas de aplicación supletoria por expresa disposición del
artículo 52 del Código Procesal Penal, con la única limitación de no poder ampliar
la prórroga más allá del plazo legal, que en este caso, conforme a lo establecido en
el inciso primero del artículo 247, ya citado, es de dos años (considerando 7º).
Que de los antecedentes del proceso consta que el juez de Garantía fijó para el
cierre de la investigación un plazo de 15 días, fundado en lo que dispone el artículo
234 del Código Procesal Penal, pero sin considerar los requisitos que la citada
norma establece, cuya observancia es indispensable para que pueda tener
aplicación el artículo 247 del Código Procesal Penal, que se invocó como
fundamento del sobreseimiento. En efecto, esta norma legal, lejos de entregar al
juez una facultad discrecional, condiciona su aplicación exigiendo que la fijación de
un plazo inferior al legal (dos años), para el cierre de la investigación, debe ser
considerada por el juez como necesaria con el fin de cautelar las garantías de los
intervinientes "y siempre que las características de la investigación lo permitieren"
(considerando 2º).
Que debe subrayarse que la fijación de plazo por parte del juez siempre debe
entenderse en el sentido de que debe ser razonablemente extenso como para
permitir completar la investigación, atendida la complejidad de los hechos, el
número de imputados, la cantidad de delitos y su gravedad, la existencia de delitos
conexos, y otras circunstancias que puedan razonablemente influir en la duración
de la investigación. Entenderlo de otro modo, significaría perder de vista el objetivo
del proceso penal y dar lugar a una arbitrariedad que la ley ha querido evitar al
condicionar la decisión del juez en la forma comentada (considerando 3º).
Que de lo expresado se concluye que la resolución del juez de garantía que fijó
el plazo de 15 días para el cierre de la investigación, por carecer de los fundamentos
exigidos por el citado artículo 234, resulta improcedente, y no puede, por ello, servir
de fundamento al sobreseimiento definitivo decretado en esta causa en aplicación
del artículo 247, razón por la cual procederá su revocación (considerando 4º).
Que en lo que se refiere a la naturaleza del plazo, se trata, como el citado artículo
234 lo expresa al titular la norma, de un plazo judicial, a cuyo respecto los artículos
67 y 68 del Código de Procedimiento Civil, aplicables supletoriamente por expresa
disposición del artículo 52 del Código Procesal Penal, dan expresamente el carácter
de prorrogable, con la limitación de que la prórroga no podrá ampliar el término más
allá del plazo legal; en este caso, dos años (considerando 7º).
ARTÍCULO 235
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 10, 36, 38, 69, 70, 229, 232,
260, 261, 263, 277, 278 y 307.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. De la vulneración del derecho a defensa al rechazarse la oposición del defensor
al juicio inmediato
ARTÍCULO 236
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que la decisión de esta Corte se funda en que para tomar la decisión impugnada
la jueza recurrida se basó, primero, como se expresa en su propio informe, en lo
dispuesto en el artículo 236 del Código Procesal Penal que prevé la posibilidad que
las diligencias de investigación que de conformidad al artículo 9º del mismo cuerpo
legal requieran autorización judicial, se realicen antes de la formalización y aún sin
previa comunicación al afectado "cuando la gravedad de los hechos o la naturaleza
de la diligencia de que se tratare permitiere presumir que dicha circunstancia resulta
indispensable para su éxito". Es decir, que tratándose de casos urgentes, en que la
inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de
diligencias, esta podrá ser solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al efecto
—en el caso de autos por vía telefónica— sin perjuicio de la constancia posterior,
en el registro correspondiente, lo que concretamente también hizo la jueza de
Garantía, según dan cuenta las presentaciones y documentos acompañados por el
recurrente y la misma jueza. Además, que el amparado tenía la calidad de imputado
en razón de lo dispuesto en el artículo 7º del Código Procesal Penal (considerando
3º).
Que los artículos 9º y 236 del Código Procesal Penal autorizan, entre otras, a
decretar diligencias de investigación, a requerimiento del fiscal, aun antes de la
formalización de investigación, sin conocimiento del imputado.
ARTÍCULO 237
El juez podrá requerir del ministerio público los antecedentes que estimare
necesarios para resolver.112
Que el artículo 237 del Código Procesal Penal exige el acuerdo del imputado para
solicitar al juez de garantía que decrete la suspensión condicional del procedimiento,
pero no que reconozca o acepte los hechos a que se refiere la investigación criminal.
En efecto, dicha disposición contempla únicamente tres condiciones para
decretarla, de tipo objetivas, a saber: a) que la pena que pudiere imponerse en el
evento de dictarse sentencia condenatoria no excediere de tres años de privación
de libertad, b) que el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen
111 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 24) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de trasladar su oración final, ubicándola como nuevo
inciso 2º.
112 Este inciso fue agregado por la letra a) del número 24) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Que sin perjuicio de lo anterior, cabe señalar que el inciso sexto del artículo 237
antes mencionado dispone que durante el período por el que se decrete la
suspensión condicional del procedimiento no se reanudará el curso de la
prescripción de la acción penal, y en el inciso octavo señala que la suspensión
condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir
por la vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho, de lo
que se desprende que la circunstancia de decretarse esta medida suspende la
acción penal, pero no produce efecto de suspensión, y menos de interrupción
respecto de la acción civil.
4. Rol del juez con ocasión del debate de la suspensión condicional del
procedimiento
En el mensaje del anteproyecto del Código Procesal Penal se decía que una de
las ventajas de esta solución es que "su aplicación no requiere de aceptación de
culpabilidad ni de su declaración por parte del juez. En consecuencia, de cumplir
con las condiciones en el plazo estipulado, el imputado se reincorporará plenamente
a la vida social, sin que pese sobre el futuro el antecedente de una condena penal".
Cuando la Excma. Corte Suprema informó el proyecto de ley, observó que "este
artículo y los siguientes tratan de la 'suspensión condicional del procedimiento',
cuando en realidad se refieren a la suspensión de la investigación y de la actividad
del ministerio público, pues aún el procedimiento no se ha iniciado" (Emilio Pfeffer
Urquiaga, Código Procesal Penal Anotado y Concordado, Editorial Jurídica de Chile.
Segunda edición, página 372).
En opinión de los profesores María Inés Horvitz Lennon y Julián López Masle,
"Siendo esta institución equivalente a una sanción de carácter punitivo, pero
aplicable sin la existencia del debido proceso a una persona que debe ser
presumida inocente, la verificación del consentimiento libre e informado por parte
del imputado constituye un requisito indispensable de legitimidad de esta salida
alternativa" (Derecho Procesal Penal Chileno. Editorial Jurídica de Chile. Tomo I,
página 558).
(...) Que el acuerdo antes referido, según los autores más arriba señalados, es
parte fundamental de la suspensión condicional del procedimiento, ya que para el
imputado representa una garantía en el sentido de que no se verá sujeto a ninguna
medida de control social en su contra, distinta a la pena, si no se cuenta previamente
con su voluntad, la que manifiesta a través del acuerdo con el fiscal; que,
perfectamente éste puede negarse al acuerdo y el caso será llevado a juicio.
Que en relación a la materia, el artículo 237 inciso 3 del Código Procesal Penal
en su parte pertinente, establece que la suspensión condicional del procedimiento
podrá decretarse: a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de
dictarse sentencia condenatoria, no excediere de tres años de privación de libertad.
113 Esta letra fue agregada por el número 3 de la letra a) del número 17 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253,
publicada en el Diario Oficial de 14 de marzo de 2008.
114 Este inciso fue sustituido por la letra b) del número 24) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 38, 69, 103, 109, 160, 232,
233, 238, 239, 240, 245, 247, 260 y 370. Constitución Política: artículos 83 y
siguientes. Ley Nº 18.290: artículo 196-F.
115Este inciso fue reemplazado por el número 2) del artículo 2º de la Ley Nº 20.813, publicada en el Diario
Oficial de 6 de febrero de 2015.
Con anterioridad, fue modificado por el número 3, del artículo segundo, de la Ley Nº 20.507, publicada en el
Diario Oficial de 8 de abril de 2011.
116 Este inciso fue modificado por la letra c) del número 24) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de intercalar después de la palabra "imputado,", la
frase "por la víctima,".
ARTÍCULO 238
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 36, 69, 78, 109, 111, 237,
239 y 240. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
117 Esta letra fue modificada por la letra a) del número 25) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005.
118 Esta letra fue modificada por la letra b) del número 25) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Que, por la misma razón anotada, este tribunal no comparte la alegación del actor
en cuanto a que la víctima y querellante ha debido limitarse, en la audiencia
respectiva, a ser oída, sin poder efectivamente oponerse y tener derecho a un
debido proceso. En efecto, ya se ha recordado que el propio artículo 237 del Código
Procesal Penal permite que el querellante o la víctima asistan a la audiencia en que
se ventile la suspensión condicional del procedimiento, debiendo ser oídos por el
tribunal (inciso 4º). Ello efectivamente ocurrió en el presente caso.
Que, a mayor abundamiento, el inciso penúltimo del artículo 237 del Código
Procesal Penal dispone que "la resolución que se pronuncie sobre la suspensión
condicional del procedimiento será apelable por el imputado, por la víctima, por el
ministerio público y por el querellante". Se asegura, de este modo, la posibilidad de
impugnar, si es del caso, la resolución del juez de garantía, consagrando otro de los
elementos claves del debido proceso legal, como es el acceso al recurso
(considerandos 34º a 37º).
ARTÍCULO 239
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 239 del Código Procesal Penal señala que cuando el imputado
incumpliere, sin justificación, grave o reiteradamente las condiciones impuestas, o
fuere objeto de una nueva formalización de la investigación por hechos distintos, el
juez, a petición del fiscal o la víctima, revocará la suspensión condicional del
procedimiento. De esta manera se estableció como sanción, para el caso de
incumplimiento de la condición impuesta para decretar la suspensión condicional
del procedimiento, la revocación de dicha suspensión y la continuación del
procedimiento. En este sentido, cabe tener presente que en la suspensión
condicional del procedimiento, relativo a hechos cometidos en el contexto de
violencia intrafamiliar, es necesario aplicar la ley que rige la materia, es decir la Ley
Nº 20.066, especialmente su artículo 17, que expresa que "Para decretar la
suspensión del procedimiento, el juez de garantía impondrá como condición, una o
más de las medidas accesorias establecidas en el artículo 9º, sin perjuicio de las
demás medidas que autoriza el artículo 238 del Código Procesal Penal", lo que hizo
el juez en el presente caso al establecer las medidas del artículo 9º de la Ley Nº
20.066 (considerandos 4º y 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Que en este sentido la Excma. Corte Suprema, a su vez, ha sostenido que: "no
es efectivo que el quebrantamiento de medidas cautelares sólo dan lugar a
sanciones procesales. Desde la óptica del Código Procesal Penal, que en el
escenario de suspensión del procedimiento conlleva a la revocación del beneficio y
a la continuación del proceso; pero, en lo que en esta parte realmente interesa,
desde el punto de vista de la ley especial 20.066, aparte de producirse el mismo
efecto respecto al juicio penal suspendido —prevenir, sancionar y erradicar la
violencia intrafamiliar— expresamente el legislador ordena poner los hechos a
disposición del Ministerio Público para que decida o no denunciarlos y formalizarlo
específicamente por el delito de desacato del inciso 2º del artículo 240 del Código
de Procedimiento Civil. De esta suerte es perfectamente posible que en
cumplimiento al mandato de la ley el infractor se vea, como en la situación actual,
sometido a dos procesos distintos por hechos independientes y separados: a aquél,
por la violencia ejercida y a éste otro derivado de su inobservancia a cumplir las
condiciones que aceptó a cambio de la suspensión del procedimiento"
(considerandos 4º y 5º).
— Tal como expresa la recurrente, no hay vulneración del principio non bis idem.
Principio que consagra la imposibilidad que un mismo hecho pueda ser
sancionado en más de una ocasión por una misma infracción. Ahora bien dentro
de sus facetas, está la del concurso de normas penales sancionatorias; conocido
como multiplicación excluida, que consiste en que un hecho o circunstancia que
ya ha sido tomado en consideración para la imposición de una pena o
circunstancia modificatoria de responsabilidad penal, no es lícito volver a tenerla
en cuenta nuevamente. Pero dicha situación no es la que sucede en la especie.
Así, por un lado tenemos el efecto procesal del artículo 239 del Código Procesal
Penal (esta norma no es un tipo penal).El incumplimiento además significa
continuar el procedimiento de acuerdo a las reglas generales. No existe en ese
artículo norma sancionatoria penal alguna. Diferente es el artículo 240 del Código
de procedimiento Civil, que tipifica un delito y le prescribe una pena. Busca como
lo señala el fiscal preservar valores autónomos y trascendentes. Es decir la
correcta administración de justicia y el imperio de las resoluciones judiciales,
como intereses relevantes en el orden institucional. (...)
— Que según lo dispone el artículo 239 del Código Procesal Penal, la revocación
de la suspensión condicional del procedimiento tiene lugar sólo en dos eventos:
a) cuando el imputado incumpliere, sin justificación, grave o reiteradamente las
condiciones impuestas, o b) cuando el imputado fuere objeto de una nueva
formalización de la investigación, hechos estos que en la especie no han ocurrido,
razón por la cual, como lo resolvió el tribunal a quo, correspondía no hacer lugar
a la revocación solicitada (considerando 3º).
Que, cabe tener presente, que el requerimiento efectuado en la causa RIT 4299
2012, no es asimilable, como lo pretende el Ministerio Público argumentando una
pretendida interpretación armónica, al concepto de formalización, pues se trata
de dos instituciones procesales diversas y aunque el requerimiento tenga un
estándar de exigencia más alto que la simple formalización, lo cierto es que el
artículo 5º del Código Procesal Penal impide su aplicación por analogía. Por otra
parte, no se puede dejar de tener en consideración que cuando el legislador ha
querido invocar estas dos instituciones, lo ha hecho en forma expresa, como
ocurre en el caso del inciso 2º del artículo 398 del Código Procesal Penal, en que,
a propósito de la suspensión de la condena por falta, se refiere tanto al
requerimiento como a la formalización (considerando 4º).
Que según lo dispone el artículo 237 del Código Procesal Penal el fiscal, con el
acuerdo del imputado, puede solicitar al juez de garantía la suspensión condicional
del procedimiento, en los casos que indica.
Que en tal sentido, el artículo 98 del Código Procesal Penal dispone que durante
todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el imputado tendrá siempre
derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que
se le dirigiere, imputación que en el caso que nos ocupa lo constituiría el haber
incumplido, sin justificación, las condiciones impuestas. Que, entiende este tribunal
que la persona debe ser oída, si agotadas todas las formas que señala el Código
Procesal Penal para que ello se produzca y aun así se mantiene la rebeldía, se
atendrá a las consecuencias que especialmente ello acarrea, pero de principio debe
ser oída, lo que no ha ocurrido en el presente caso, de manera que no ha podido
defenderse de la imputación que pesa en su contra (considerando 8º).
Que, a fojas 12 informa la recurrida y señala que resolvió negar lugar a la solicitud
de revocación de acuerdo a los artículos 5º y 239 del Código Procesal Penal y
teniendo presente además que la formalización de la investigación es una actuación
radicalmente distinta del auto de procesamiento que contempla el Código de
Procedimiento Penal, tanto en cuanto al órgano del cual emanan, como en relación
a sus efectos y consecuencias y que no se reunían en consecuencia los
presupuestos del artículo 239 del Código Procesal Penal (considerando 2º).
ARTÍCULO 240
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 237, 238, 239 y 250 letra d).
Código de Procedimiento Penal: artículo 408 Nº 6. Código Penal: artículo 96.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, así las cosas, no cabe entender que la sola presentación de una solicitud
de audiencia pueda interrumpir —o suspender— el plazo que se hallaba corriendo,
ya que este efecto no ha sido establecido por el legislador, no debiendo olvidarse
que en esta particular situación la interpretación de la regla debe ser en forma
restrictiva (artículo 5º del Código Procesal Penal).
Por otro lado, una problemática de gestión del tribunal, como la señalada en el
informe de la jueza recurrida, no puede erigirse en un obstáculo para dar plena
aplicación al citado artículo 240 (considerandos 2º a 4º).
Que lo anterior es sin perjuicio, por expresa disposición legal de los artículos 237
y 240 del Código Procesal Penal, que se pueda perseguir por la vía civil las
responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.
Pero, en este caso, es necesario que en sede civil se acrediten los requisitos de
la existencia de la responsabilidad extracontractual derivada del hecho ilícito,
conforme a lo dispuesto en los artículos 2314 y/o 2322 del Código Civil, según
corresponda, mediante la acreditación de sus supuestos, cuales son: la acción u
omisión del agente, la existencia de culpa o dolo; que este hecho doloso o culposo
ocasione un perjuicio a los demandantes: y que entre ese hecho doloso o culposo
y los daños o perjuicios haya relación de causalidad. (...) (considerando 4º)
Tanto es así que los artículos 237 y 240 dejan a salvo las acciones civiles de la
víctima o de los terceros y desligan su suerte futura de las resultas de la acción
penal, sea que el proceso termine por sobreseimiento o que deba acudirse al juicio
oral, lo que queda en evidencia en esa última norma relativa a los efectos de la
suspensión condicional al disponerse que "si la víctima recibiere pagos en virtud de
lo dispuesto en el artículo 238, letra e), ellos se imputarán a la indemnización de
perjuicios que le pudiere corresponder".
Por lo tanto, los pagos que realizara el imputado en virtud del acuerdo que generó
la salida alternativa no son reversibles ni retractables. Lo pagado, pagado está
(considerando 5º).
ARTÍCULO 241
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 33, 36, 38, 54, 69, 93, 108,
109, 237, 242, 243, 244, 245, 246 y 335. Código Civil: artículo 2449. Código Penal:
artículos 490 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Definición de acuerdo reparatorio
Los acuerdos reparatorios han sido definidos como "aquella salida alternativa que
se concede en una audiencia por medio de una resolución judicial, si la víctima y el
imputado hubieren convenido en una reparación, en los casos y con las
formalidades previstas en la ley, generándose la extinción de la responsabilidad
penal" —Maturana Miquel y Montero López—. En conformidad al artículo 241 del
Código Procesal Penal, los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a "hechos
investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial,
consistieren en lesiones menos graves o constituyeren delitos culposos". Es
indudable que el bien jurídico materia del proceso penal seguido en contra del
demandado tiene el carácter de disponible, puesto que el delito que le dio origen es
de acción privada, pero tampoco cabe duda de que no tiene la condición patrimonial
exigida por la norma, y es por esto; por lo preceptuado en los artículos 394 y 404
del Código últimamente aludido; y porque las cosas son lo que son por su naturaleza
misma y no por el nombre que le den las partes, que los jueces de la instancia
llegaron a la conclusión de que ese llamado "acuerdo reparatorio" configuraba, en
verdad, otra institución jurídica, esto es, una "conciliación", conclusión que resulta
acertada (considerando 7º de la sentencia de casación).
12.- Que, respecto a la condena por delito de la misma especie que presentaría
el encausado e invocada por el Ministerio Público, de los antecedentes hechos valer
por dicho interviniente, aparece que se trata de una condena única y, para los
efectos previstos en el inciso final del artículo 241 del Código Procesal Penal, dicha
condena singular es insuficiente para atribuirle "el interés público prevalente en la
continuación de la persecución penal" allí referida. En efecto, la disposición legal en
estudio exige del imputado "haber incurrido reiteradamente en hechos como los que
se investigaren", y dicha circunstancia no se da en la especie pues "reiteradamente",
según el diccionario de la Real Academia, significa "que se hace repetidamente", y
"repetido", se define como "muchas veces o muy a menudo, o en varias ocasiones,
o frecuentemente" y el hecho de tener una sola condena por delito de la misma
especie en caso alguno se puede encuadrar en dicha conducta.
13.- Que, por las consideraciones que preceden, los sentenciadores de mayoría
estiman que se reúnen en la especie los requisitos legales para aprobar en la
especie el acuerdo reparatorio indicado en el motivo 9º de esta sentencia, por lo que
la resolución en alzada se confirmará (considerando 12).
Que, para resolver el caso en estudio, se debe tener presente que los acuerdos
reparatorios se encuentran reglamentados en los artículos 241 a 244 del Código
Procesal Penal, "y puede decirse que son aquellas salidas alternativas que se
conceden en una audiencia por medio de una resolución judicial, si la víctima y el
imputado hubieren convenido en una reparación, en los casos y con las
formalidades previstas en la ley, generándose la extinción de la responsabilidad
penal" (Cristián Maturana, Derecho Procesal Penal, Tomo II, Abeledo Perrot, página
637). Se trata, entonces, de un mecanismo auto compositivo bilateral que se celebra
entre el imputado y la víctima, por medio del cual el primero satisface de algún modo
las consecuencias generadas por el delito, y sometido a la aprobación del juez de
Garantía, respecto de determinados ilícitos, con la posibilidad de que sea rechazado
el acuerdo en caso de existir un interés prevalente. Por ello, estos acuerdos
reparatorios sólo podrán darse en aquellos delitos que afectan bienes que el sistema
jurídico reconoce como disponibles. Que, en el Manual del Nuevo Procedimiento
Penal, del autor Sabas Chaguán Sarrás, Séptima Edición Actualizada, año 2012,
Legal Publishing, página 283 y 284, al comentarse los requisitos de los acuerdos
reparatorios, y concretamente respecto a que el acuerdo recaiga sobre una
determinada categoría de hechos punibles, y específicamente qué se entendería
por bienes jurídicos disponibles, dicho autor indica que se permite una elaboración
jurisprudencial y doctrinaria del concepto acerca de que el acuerdo recaiga sobre
una determinada categoría de hechos punibles, ya que en un principio se pensó que
dentro de esa categoría cabían los delitos patrimoniales no violentos como hurtos,
estafas, apropiaciones indebidas, y otros delitos de menor gravedad, en los que el
interés de la víctima aparece como preponderante, tales como lesiones leves,
menos graves, etc., pero que sin embargo, la amplitud de la causal, sigue
permitiendo un espacio interpretativo amplio a los jueces para la determinación de
los delitos comprendidos en esa categoría, refiriéndose a los bienes jurídicos
disponibles de carácter patrimonial. Sexto: Que, conforme al artículo 241, inciso
tercero del Código Procesal Penal, concurre un interés público prevalente "cuando
el imputado hubiere incurrido reiteradamente en hechos como los que se
investigaren en el caso particular"; es decir, cuando el imputado hubiere sido
condenado anteriormente por delitos de la misma especie que el hecho punible
objeto del acuerdo reparatorio, debiendo considerarse delitos de la misma especie
aquéllos que afectan un mismo bien jurídico, conforme lo dispone el artículo 351 Nº
4 del citado texto legal (considerandos 4º y 5º).
Que si bien no existe norma expresa que contemple la revocación del acuerdo
reparatorio como consecuencia de su no cumplimiento por parte del imputado que
ha accedido a él de manera libre e informada, como sí ocurre con la suspensión
condicional del procedimiento, la posibilidad de tal evento es coherente con las
modificaciones introducidas por la Ley Nº 20.074 de noviembre de 2005, a partir de
la cual se establece en el artículo 247 del Código Procesal Penal que el plazo de
dos años para la investigación se suspendería además, desde que se alcanzare un
acuerdo reparatorio, toda vez que no tendría sentido suspender la investigación si
no se entendiera que existe la posibilidad de reactivarla de ocurrir un hecho que
justificare tal medida, como sería el caso precisamente que nos ocupa, en el que el
imputado no ha dado cumplimiento íntegro al acuerdo reparatorio y por otra tampoco
ha garantizado que lo hará.
A su vez, la modificación introducida por la ley precitada al artículo 242 del Código
Procesal Penal condiciona también la dictación del sobreseimiento definitivo, en el
caso de que se pacte un acuerdo reparatorio, al cumplimento de las obligaciones
contraídas por el imputado o su garantía a satisfacción de la víctima, sin que se
extinga por tanto la responsabilidad penal hasta que tal evento se produzca
(considerando 3º).
(...) a juicio de esta Corte, por ser la víctima del delito que se persigue un
carabinero en el ejercicio de sus funciones, tal cual se contempla en el artículo 416
bis Nº 4 del Código de Justicia Militar, no podrá prosperar un acuerdo reparatorio
en los términos aprobados por el Juzgado de Garantía de esta ciudad, toda vez que
el bien jurídico protegido en este caso, tal cual lo indica el apelante, es aquel referido
a "intereses de las Instituciones Armadas o de Carabineros, sus funciones propias,
la seguridad interna y externa, siendo la víctima investida de un rol o autoridad
pública, que sea por tanto, un bien jurídico de carácter disponible, por lo que la
responsabilidad del imputado no puede extinguirse únicamente con la voluntad de
la víctima directa del delito" (considerando 2º).
12. Determinación del alcance del concepto "reiteradamente" que utiliza el artículo
241
Como antes se señaló, también puede cobrar aplicación este concepto cuando la
reiteración de hechos que revisten el carácter de delito genere en la sociedad una
sensación de desprotección de los bienes jurídicos, que, además, demande
impostergablemente la actividad sancionadora del Poder Judicial.
Un ejemplo de ello pudiera ser el hecho de todos conocido de los daños causados
a los teléfonos públicos como consecuencia de las sustracciones de las monedas
que éstos acumulan, caso en el cual la sociedad requiere una sanción porque hay
un interés público que prevalece sobre el interés de la víctima en el sentido de ser
reparada con un acuerdo.
Que, en suma, el interés público prevalente tiene dos aspectos, por un lado, el de
un imputado que se sirve habitualmente de los acuerdos reparatorios lo que el
Código prohíbe y por otro, aquellos hechos delictivos que por sus características la
sociedad toda requiere que sean sancionados.
Todo lo cual se sujeta a la reserva que debe hacerse respecto de los delitos
graves que protegen bienes jurídicos no disponibles y que por su naturaleza y
definición determinan y activan ese interés público en la persecución penal
(considerando 7º).
Que en el caso de doña E.M. y don F.M., siendo sobrinos de la señora B.A. y
herederos abintestato, no pueden ser considerados víctima por no hallarse dentro
de la hipótesis del artículo 108 inciso 2º del Código Procesal Penal, y por
consiguiente, mal pueden convenir acuerdos reparatorios (considerando 8º).
Que cabe tener presente que en el proyecto original del Código, se consideraban
víctima al directamente ofendido por el delito, a los demás parientes hasta el cuarto
grado de consanguinidad inclusive y al heredero testamentario. El profesor don
Emilio Pfeffer Urquiaga, en su obra Código Procesal Penal, Anotado y Concordado,
señala en relación con el artículo 108, que: El Senado hizo suya la filosofía que
inspira la nueva normativa en cuanto a reconocer a la víctima un estatuto propio por
el solo hecho de serlo, sin necesidad que ejerza querella, lo que es plenamente
congruente con el hecho de que es la persona directamente afectada por el delito o
sus familiares cercanos, ficción esta última destinada a que puedan ejercer sus
derechos y a hacerles extensiva la protección que la Constitución y el Código
obligan al ministerio público a brindar a las víctimas. Luego agrega: No se opone a
este estatuto de la víctima la existencia del querellante, ya que la víctima
normalmente será el querellante y, aun cuando no lo sea, el querellante, como
interviniente, es una eficaz herramienta de control de la gestión del ministerio
público. En seguida y respecto a la actual letra d), indica: El Senado estimó que
otorgar este derecho a los parientes hasta el cuarto grado inclusive podría
comprender a un número excesivo de personas, por lo cual prefirió hacerlo
extensivo sólo hasta los hermanos, por entender que los verdaderamente afectados
son los más cercanos al directamente ofendido por el delito. Más adelante enseña:
La letra relativa al heredero testamentario no fue compartida por el Senado,
atendida la relación meramente patrimonial de esta persona con el directamente
ofendido por el delito. Ello no obsta a que pueda deducir querella, situación que se
previó incorporándolo en el inciso 1º del artículo 111 referido al querellante, como
uno de los titulares de la acción. Por último, refiere que: La Cámara de Diputados
estimó preferible referirse al ofendido por el delito sin anteponerle el adverbio
directamente, hablar de directamente ofendido puede hacer pensar que la víctima
es un concepto distinto de la noción de ofendido, y la supresión de ese término, en
cambio, disipa cualquier inquietud en cuanto al sentido de ambas expresiones.
(Segunda Edición, págs. 184 y 185) (considerando 9º).
I. Los requisitos para aprobar los acuerdos reparatorios se refieren a los hechos
investigados que afecten a bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial o
que se trate de lesiones menos graves o delitos culposos, dentro de los cuales se
encuentra el delito del artículo 446 Nº 2 del Código Penal (hurto), cuyo bien jurídico
protegido es el derecho de propiedad, que el sistema jurídico reconoce como
disponibles, y que el imputado cumpla las obligaciones contraídas en el acuerdo
reparatorio con la víctima o garantizadas a satisfacción de ésta (considerando 3º).
Que así las cosas, y coincidiendo los intervinientes en que es la primera vez que
el imputado se acoge a salida alternativa y siendo los hechos y las condenas
referidas por el Ministerio Público, relacionadas con otros delitos, no pueden
considerarse para estos efectos (considerando 4º).
ARTÍCULO 242
Efectos penales del acuerdo reparatorio. Una vez cumplidas las obligaciones
contraídas por el imputado en el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a
satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial,
en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal
del imputado que lo hubiere celebrado.120
120Este artículo fue modificado por el número 26) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la oración "Junto con aprobar el acuerdo
reparatorio propuesto" por la siguiente: "Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el
acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima".
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 108, 241, 243, 244, 250, 251 y
255. Código de Procedimiento Penal: artículos 406, 408 y 410.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Si bien resulta evidente que dicho acuerdo fue celebrado en el contexto de una
investigación penal seguida por los mismos hechos que dan origen a la presente
demanda civil, no puede por ello presumirse que su celebración importe un
reconocimiento de la obligación civil o de los hechos que dan lugar a la
responsabilidad penal. Tan así es que de conformidad al artículo 242 del Código
Procesal Penal, una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en
el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el
tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se
extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal del imputado que lo hubiere
celebrado, situación que precisamente ocurrió en la especie, conforme da cuenta el
acta de la audiencia de sobreseimiento que en copia rola a fojas 157, celebrada el
3 de marzo de 2009.
Empero, nada de ello se puede colegir del tenor del acuerdo reparatorio celebrado
en la causa Rit Nº 6243-2008 del Juzgado de Garantía de Antofagasta, actuación
que, en consecuencia, no ha tenido la virtud de interrumpir la prescripción de la
acción civil por responsabilidad extracontractual incoada en estos antecedentes
(considerando 8º).
ARTÍCULO 243
El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 52, 69, 241, 242, 244 y 472.
Código de Procedimiento Penal: artículo 43. Código de Procedimiento Civil:
artículos 233 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que la resolución apelada se funda en lo que establece el artículo 243 del Código
Procesal Penal, en relación con el artículo 233 del Código de Procedimiento Civil, y
que por no haber ejercido la víctima las acciones legales correspondientes, se
declaró la extinción de la acción penal y que corresponde dictar el sobreseimiento
definitivo, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 250 letra d) del Código
Procesal Penal.
Que los efectos penales que se establecen en el artículo 242 del Código Procesal
Penal, respecto de la resolución que aprueba un acuerdo reparatorio y su
proyección sobre la extinción de la responsabilidad penal y por ende el
sobreseimiento definitivo total o parcial en la causa, quedan sujetos a la condición
de que el imputado cumpla debidamente la obligación asumida, a satisfacción de la
víctima.
Que respecto de los efectos civiles del acuerdo reparatorio, el artículo 243 del
código citado, cabe señalar que esta norma otorga la facultad a la víctima para exigir
el cumplimiento ante el juez de Garantía con arreglo a lo establecido en los artículos
233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, cuya oportunidad permanece
atendido el estado de incumplimiento del acuerdo reparatorio en comento.
ARTÍCULO 244
ARTÍCULO 245
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 10, 69, 232, 235, 237, 241, 260
y 277.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 245 del Código Procesal Penal establece que: la suspensión
condicional y el acuerdo reparatorio puede solicitarse y decretarse en cualquier
momento posterior a la formalización de la investigación. Si no se planteare en esa
misma audiencia la solicitud respectiva, el juez citará a una audiencia, a la que
podrán comparecer todos los intervinientes en el procedimiento. Una vez declarado
el cierre de la investigación, la suspensión condicional del procedimiento y el
acuerdo reparatorio sólo podrán ser decretados durante la audiencia de preparación
del juicio oral. Asimismo, por su parte el artículo 389 del mismo cuerpo legal
prescribe: El procedimiento simplificado se regirá por las normas de este Título y,
en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las del Libro II de este Código, en
cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza (considerando 5º).
ARTÍCULO 246
ARTÍCULO 247
Para estos efectos, el juez citará a los intervinientes a una audiencia y si el fiscal
no compareciere, el juez otorgará un plazo máximo de dos días para que éste se
pronuncie, dando cuenta de ello al fiscal regional. Transcurrido tal plazo sin que el
fiscal se pronuncie o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la
investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa, informando
de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones disciplinarias
correspondientes. Esta resolución será apelable. 121
121 Este inciso fue sustituido por la letra a) del número 22) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido acusación, el juez fijará un
plazo máximo de dos días para que el fiscal deduzca la acusación, dando cuenta
de inmediato de ello al fiscal regional. Transcurrido dicho plazo, el juez, de oficio o
a petición de cualquiera de los intervinientes, sin que se hubiere deducido la
acusación, en audiencia citada al efecto dictará sobreseimiento definitivo. En este
caso, informará de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones
disciplinarias correspondientes. 122
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 10, 77, 93, 109, 132, 166,
180, 186, 232, 233, 234, 237, 239, 242, 248, 249, 250, 252, 253, 259, 352, 364 y
siguientes. Constitución Política: artículos 19 y 83 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 80, 408 y 409.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA123
122 Este inciso fue reemplazado por la letra b) del número 22) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en
el Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
123 Este inciso fue sustituido por el número 27) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
Corte de Apelaciones de Santiago, 1/03/2017, Rol Nº 386-2017,
3. Aplicación de las reglas del nuevo inciso 5º del artículo 247 y rol del juez de
garantía
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, así las cosas, las facultades investigativas privativas del Ministerio Público,
si bien son discrecionales, incluyen elementos reglados y, además, deben
entenderse en armonía con los derechos del afectado, quien puede ejercer un
conjunto de prerrogativas tendientes a obtener la tutela jurisdiccional efectiva de sus
intereses. Por consiguiente, no puede estimarse que la facultad de comunicar la
decisión de no perseverar en el procedimiento constituya una prerrogativa que
vulnere por sí misma el derecho a un procedimiento e investigación racionales y
justos o impida la tutela judicial efectiva de los intereses del querellante, a lo que
debe agregarse que se trata de una actuación administrativa que no se encuentra
exenta del todo de control procesal (considerando 29º).
Por otra parte, ésta corresponde al Ministerio Público sin intervención del juez de
garantía. Ello se justifica en que ésta es una facultad estrictamente investigativa
y no jurisdiccional, y por ello se diferencia del sobreseimiento, que sí requiere
aprobación del juez de garantía. El hecho de que no intervenga el juez de
garantía, sin embargo, no significa que la víctima quede a merced de las
eventuales arbitrariedades del fiscal. En efecto, como se señalará a continuación,
la víctima tiene distintos tipos de resguardos frente al Ministerio Público y se le
reconocen diversos derechos en todo el curso del proceso penal.
Que, en consecuencia, la víctima tiene derechos que puede ejercer en el curso del
proceso penal, de modo que la discrecionalidad con que se ha dotado al
Ministerio Público no significa que el fiscal pueda actuar de modo arbitrario.
En efecto, éste está sometido a todos los sistemas con que se aseguran los
intereses de la víctima y se limita la esfera de acción del órgano persecutor. Por
otra parte, la Constitución obliga directamente al Ministerio Público al establecer
la garantía de un procedimiento y una investigación racionales y justos.
Que al respecto cabe consignar, que si bien respecto de C.A., la causa terminó
en base a la decisión del órgano encargado de la persecución penal, de no
perseverar en la investigación, por no contar con antecedentes suficientes para
intentar una acusación y un procedimiento serio ante el órgano jurisdiccional, no
existe impedimento legal alguno que prohíba una nueva formalización en contra de
aquel imputado, por los mismos hechos, en caso de que existiera mérito suficiente
para que el Ministerio Público adoptara tal decisión (considerando 5º).
Que por otra parte es menester tener expresamente presente que, acorde lo
dispone, en lo pertinente, el artículo 250 del Código Procesal Penal, "El juez de
Garantía decretará el sobreseimiento definitivo: b) Cuando apareciere claramente
establecida la inocencia del imputado". Y que, el artículo 251 de este mismo cuerpo
de ley, ocupándose de los categóricos efectos del sobreseimiento definitivo
establece que, "pone término al procedimiento y tiene la autoridad de cosa juzgada"
(considerando 6º).
Que, en este sentido la decisión adoptada por el ente persecutor penal respecto
de C.A., no es óbice, ni el presupuesto necesario para la dictación de una resolución
de trascendencia suma, como lo es el sobreseimiento definitivo en favor de una
persona que ha sido objeto de investigación junto a otros co imputados, los que
actualmente revisten la calidad de condenados por un delito que en su oportunidad
todos fueron formalizados, teniendo además en cuenta que con los antecedentes
aportados no aparece fehacientemente demostrada su inocencia (considerando 7º).
Que, en la línea argumental antes indicada y sin por ello violar la presunción de
inocencia consignada en el artículo 4º del Código Procesal Penal, sino que más
bien, como delimitación del alcance y contenido de dicha "presunción" si con
ulterioridad aparecieren antecedentes suficientes respecto de la participación
criminal del beneficiado con el sobreseimiento definitivo, éste quedaría impune por
el crimen cometido, toda vez que, se ha puesto término al procedimiento basado en
autoridad de cosa juzgada, afectándose de esta manera uno de los fines esenciales
de la seguridad jurídica (considerando 8º).
3. La resolución del juez de garantía que tiene por comunicada la facultad del fiscal
de no perseverar en el procedimiento es susceptible de recurso de apelación
Aunque el artículo 248 del Código Procesal Penal indica que lo que el fiscal hace
es sólo comunicar al Juzgado su decisión de no perseverar en el procedimiento, lo
cierto es que el artículo 249 del mismo Cuerpo Legal indica que para llevar a cabo
la institución de que se habla el fiscal debe presentar al juez de Garantía un
requerimiento y éste citar a una audiencia. Tanto lo uno como lo otro llevan
necesariamente a la conclusión de que el juez debe dictar una resolución respecto
de esa presentación del fiscal. Es admisible concluir que el examen que pueda
hacer el juez sea puramente formal, en cuanto a que se encuentre realmente
cerrada la investigación y quizás que ésta haya sido previamente formalizada, pero
sea como fuere, la decisión del juez de Garantía ha de pronunciarse admitiendo o
rechazando el requerimiento del Ministerio Público (considerando 1º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 10, 16, 22, 181, 233, 247, 249,
250, 252, 258 y 259. Código Penal: artículo 96. Código de Procedimiento Penal:
artículos 108, 111, 401, 406, 408, 409.
ARTÍCULO 249
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 33, 93, 109, 248, 250, 252, 256
y 257. Código de Procedimiento Penal: artículos 406, 408 y 409.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, de este de modo, la actuación realizada en la audiencia del artículo 249 del
Código Procesal Penal, tiene el único propósito de poner la decisión del fiscal en
conocimiento del resto de los intervinientes y no, como pretende el recurrente,
discutir su procedencia, la que no podría ser resuelta por el tribunal sin inmiscuirse
en la actividad investigativa, lo que constitucional y legalmente le está vedado. Por
esta razón, el decreto que tiene por comunicada la atribución del fiscal no tiene
carácter aprobatorio, ni valida la decisión del Ministerio Público, no siendo entonces
la resolución judicial la que produce el efecto de no perseverar, sino la decisión del
ente persecutor (considerando 6º).
Corte de Apelaciones de Valdivia, 11/12/2012, Rol Nº 593-2012,
Que como se desprende de los artículos 245, 249 del Código Procesal Penal, las
actuaciones de los intervinientes sobre solicitudes de sobreseimiento, salidas
alternativas y cuestiones de trascendencia en el procedimiento, entre las cuales
podemos situar la decisión de no perseverar en la investigación, deben efectuarse
en la audiencia que para tales efectos se fije por el juez de Garantía, disponiendo la
citación de los que deban comparecer, salvo que el juez estime del caso y la ley así
se lo permita, resolver de plano una determinada solicitud (considerando 3º).
Que así las cosas, y habiéndose dispuesto expresamente por la ley procesal
penal que la comunicación que la fiscal Adjunto pretendía hacer, debía efectuarse
en una audiencia, no podía la señora juez a quo, resolver de plano que no era
procedente, por razón de texto expreso. En efecto, el artículo 249 del Código
Procesal Penal de manera imperativa prescribe que en el caso que el Ministerio
Público decidiere solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal, o comunicar la
decisión a que se refiere la letra c) del artículo 248, el juez deberá citar a todos los
intervinientes a una audiencia, omisión que en este caso se advierte, por lo que
basta este solo fundamento para acoger la impugnación formulada por el ente
persecutor respecto de la resolución apelada (considerando 4º).
El derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial es una garantía del debido
proceso consagrada en la Carta Fundamental, definiéndose la imparcialidad como
la falta de designio anticipado o de prevención a favor o en contra de personas o
cosas, que permite juzgar o proceder con rectitud, lo que es de la esencia de la
jurisdicción, puesto que el tribunal se sitúa sobre los intervinientes para los efectos
de imponerles la solución a su conflicto, de manera tal que el juzgador no debe
poseer ninguna vinculación con las partes que le motive un designio en favor o en
contra de alguna de ellas. Esta garantía se resguarda en el sistema procesal penal
mediante la separación de funciones entre la investigación y el juzgamiento,
principio básico del sistema acusatorio vigente, siendo que el propio legislador ha
detallado las herramientas posibles para ejercer un control o tutela frente al actuar
del Ministerio Público o de otro interviniente. En la especie, el juez de garantía citó
a las partes a discutir el sobreseimiento definitivo en estos antecedentes, en
circunstancias que la defensa jamás hizo uso de las prerrogativas que le concede
el artículo 93, particularmente su letra f), ni el persecutor penal de las que le permite
el artículo 249 en relación al artículo 248, todos del Código Procesal Penal,
constatándose una actuación oficiosa del tribunal en claro beneficio y subsidio
procesal de una de las partes en conflicto, como es la defensa del imputado, sin que
ninguno de los restantes intervinientes se lo hubiera solicitado (considerandos 5º y
6º de la sentencia de la Corte de Apelaciones)Asimismo, no se respetó el principio
de bilateralidad de la audiencia, desde que el juez a cargo de la audiencia dio la
palabra al Ministerio Público y luego al querellante particular, sin saber éstos los
términos del sobreseimiento definitivo al que se le citaba por el propio tribunal,
planteamiento que fue desestimado de manera genérica por ambos intervinientes,
lo que se extendió a la propia defensa que reprochó como motivo el excesivo tiempo
transcurrido. Así las cosas, corresponde dejar sin efecto el sobreseimiento
decretado (considerando 6º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Ocurrido lo anterior, fue que se avanzó en el paso siguiente, esto es, conocer la
acusación del querellante, la que admitida como tal llevó a la fijación a la audiencia
de preparación del juicio.
6. No corresponde que el juez de garantía deniegue la solicitud del fiscal de fijar una
audiencia para debatir el sobreseimiento definitivo de la causa, por no estar
formalizada la investigación
Que el artículo 38 del Código Procesal Penal establece con meridiana precisión
que las cuestiones debatidas en una audiencia deberán ser resueltas en ella, por lo
tanto, toda discusión acerca de la procedencia o improcedencia de un
sobreseimiento definitivo solicitado nada más que por el Ministerio Público, debía
realizarse dentro de una audiencia para dar cumplimiento a dicho precepto y
resolver derechamente la solicitud del Ministerio Público; al no hacerlo se ha
infringido la disposición, debiendo en consecuencia acogerse la apelación,
revocándose lo ordenado por la juez a quo, quien deberá decretar la audiencia
correspondiente para debatir la solicitud de sobreseimiento definitivo y resolverla en
ella (considerando 3º).
Que además para el Código Procesal Penal las actuaciones de los intervinientes
sobre solicitudes de sobreseimiento, salidas alternativas en general y pretensiones
con trascendencia en el procedimiento, deben realizarse con la correspondiente
audiencia, salvo que el juez estime, y que la ley se lo permita, resolverlas de plano;
en caso contrario, decretará la audiencia correspondiente, pero lo que le está
vedado es negar el requerimiento de esta actuación para resolver las pretensiones
en la audiencia correspondiente, sea explícitamente desechando la solicitud de
audiencia, o en forma implícita cuando en la misma niega debatir el contenido de la
solicitud porque a su juicio resultaba improcedente (considerando 4º).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 114 letra c) del Código Procesal Penal señala que la querella no será
admitida a tramitación por el juez de garantía cuando los hechos expuestos en ella
no fueren constitutivos de delito. A su turno, el artículo 168 del mismo Código
permite al Ministerio Público no iniciar la investigación cuando los hechos relatados
en la denuncia no fueren constitutivos de delito. Como puede apreciarse, el
legislador ha previsto que ante la puesta en conocimiento de la autoridad pertinente
de un hecho que no se adecua a descripción típica alguna, debe negarse el juez de
garantía a dar curso a la querella o abstenerse el Ministerio Público de investigar
esos hechos, por resultar evidentemente inconducente. El examen anterior supone
un ejercicio intelectual no superfluo ni baladí, sino jurídicamente reflexivo y
meticuloso, porque no ha de haber decisiones del Ministerio Público ni
pronunciamientos jurisdiccionales que pueda calificarse de tales. Ese examen
implica suponer que los hechos relatados son efectivos o, dicho de otro modo, quien
lo realiza debe preguntarse si de ser efectivo que ocurrió el hecho que el
denunciante o querellante afirma que ocurrió, ello sería o no constitutivo de delito:
si la respuesta es afirmativa, debe darse curso a la denuncia o declararse admisible
la querella e iniciarse en ambos casos la investigación; en caso contrario debe no
iniciarse investigación alguna o declararse inadmisible la querella (considerando 3º
de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
El artículo 250 letra) del Código Procesal Penal dispone que el juez de garantía
decretará el sobreseimiento definitivo cuando el hecho investigado no fuere
constitutivo de delito. En el caso sub lite, de la lectura y análisis del requerimiento
se advierte que el hecho requerido se ajusta a la conducta típica descrita en el tipo
penal contemplado en el artículo 296 Nº 3 del Código Penal en relación con el
artículo 5º de la Ley de Violencia Intrafamiliar —Nº 20.066—. Lo que ocurre es que
existe un error en cuanto a la persona víctima de dicho ilícito, puesto que su primer
apellido no corresponde a aquella que presuntamente fue amenazada en contexto
de violencia intrafamiliar por el imputado, lo que no es suficiente para establecer
que el hecho investigado no es constitutivo de delito (considerandos 3º y 4º de la
sentencia de la Corte de Apelaciones).
El Ministerio Público denuncia como falta o abuso la infracción del artículo 250
letra a) del Código Procesal Penal, en cuanto la dictación del sobreseimiento que
trata dicha disposición requiere un grado de certeza al que hace oposición la
existencia de diligencias pendientes que pudiesen llevar al tribunal a arribar a una
conclusión distinta. Como primera cuestión, cabe aclarar que la existencia de
pesquisas en trámite no constituye un óbice legal absoluto e insuperable para
decretar el sobreseimiento definitivo de una investigación, pues el artículo 93 letra
f) del Código Procesal Penal permite al imputado "Solicitar el sobreseimiento
definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare", sin limitar el
estado o avance del proceso en que puede ser formulada dicha petición, pero,
además, la posibilidad de formular esa solicitud es un derecho garantizado al
"imputado" como dice la disposición en estudio, por lo que ese derecho, se puede
ejercer entonces "desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su
contra", entendiéndose por tal, como la misma norma aclara, "cualquiera diligencia
o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se
realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público
o la policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho
punible". En la especie, antes de que se resolviera la solicitud de sobreseimiento,
se habían deducido dos querellas en contra del Senador Walker y éste, además,
había declarado ante el Ministerio Público en calidad de imputado, de manera que
resulta incontrovertido que en este procedimiento tiene la calidad de imputado y, por
ende, puede ejercer los derechos que el Código Procesal Penal le confiere, en lo
que interesa, pedir el sobreseimiento de la causa "desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra" (considerando 4º de la sentencia de la Corte
Suprema).
Que el artículo 252 letra a) del Código Procesal Penal dispone: "El juez de
garantía decretará el sobreseimiento temporal en los siguientes casos: a) Cuando
para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil,
de acuerdo con el artículo 171". Por su parte, el artículo 171 del Código Procesal
Penal dispone que "Siempre que para el juzgamiento criminal se requiriere la
resolución previa de una cuestión civil que debiere conocer, conforme a la ley, un
tribunal que no ejerciere jurisdicción en lo penal, se suspenderá el procedimiento
criminal hasta que dicha cuestión se resolviere por sentencia firme".
Que las normas anteriormente referidas, deben relacionarse con las reglas sobre
competencia civil de los tribunales en lo criminal y que se encuentran en el Código
Orgánico de Tribunales en el artículo 173, que dispone: "Si en el juicio criminal se
suscita cuestión sobre un hecho de carácter civil que sea uno de los elementos que
la ley penal estime para definir el delito que se persigue, o para agravar o disminuir
la pena, o para no estimar culpable al autor, el tribunal con competencia en lo
criminal se pronunciará sobre tal hecho. Pero las cuestiones sobre validez de
matrimonio y sobre cuentas fiscales serán juzgadas previamente por el tribunal a
quien la ley tiene encomendado el conocimiento de ellas. La disposición del inciso
precedente se aplicará también a las cuestiones sobre estado civil cuya resolución
deba servir de antecedente necesario para el fallo de la acción penal persecutoria
de los delitos de usurpación, ocultación o supresión de estado civil. En todo caso,
la prueba y decisión de las cuestiones civiles que es llamado a juzgar el tribunal que
conoce de los juicios criminales, se sujetarán a las disposiciones del derecho civil".
Que, de esta manera, la regla general, es que el tribunal penal se pronuncie sobre
las cuestiones civiles, salvo tratándose de las cuestiones sobre validez de
matrimonio y sobre cuentas fiscales (juicio de cuentas), situaciones excepcionales
que no se encuadran con esta causa, motivo por el cual, la acción civil entablada en
estos antecedentes, por el querellado por un supuesto incumplimiento contractual,
no suspende el proceso penal seguido en su contra (considerandos 3º a 5º).
Corte de Apelaciones de Concepción, 16/09/2015, Rol Nº 681-2015,
2. El estándar de duda razonable que lleva al juez a dictar una sentencia absolutoria
no se aplica al momento de decretar el sobreseimiento definitivo.
1. La letra d) del artículo 250 debe entenderse remitida al artículo 93 del Código
Penal
Que la letra d) del artículo 250 del Código Procesal Penal señala que el
sobreseimiento definitivo procederá en el caso que se hubiere extinguido la
responsabilidad por motivo legal, lo que nos remite al artículo 93 del Código Penal.
Esta norma, a su vez, señala siete causales para dar lugar a ello: la muerte del
responsable, el cumplimiento de la condena, la amnistía, el indulto, el perdón del
ofendido en una causa de acción penal privada, la prescripción de la acción penal y
la prescripción de la pena. En este caso, no se da ninguna de las características de
los cinco primeros elementos señalados, ni la prescripción de la pena, por cuanto
ésta aún no se ha impuesto. En cuanto a la prescripción de la acción penal, ésta se
halla reglada en el artículo 94 del Código Penal, no cumpliéndose en ningún
respecto el cómputo de plazos allí señalado (considerando 5º).
e) Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha
responsabilidad, y
1. Acerca del deber que recae sobre el juez de garantía de citar a audiencia para la
discusión del sobreseimiento definitivo
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 4º, 13, 36, 48, 68, 93, 101,
109, 153, 240, 242, 248, 249, 251, 253, 255, 256, 258, 264, 265, 372, 373, 374, 401,
402, 421, 429, 460 y 465. Constitución Política: artículos 5º y 19. Código Penal:
artículos 10 y 93. Código de Procedimiento Penal: artículos 32, 67, 406, 407, 408,
410, 413, 418, 419, 421, 433, 441, 442, 50, 1º, 546, 575, 587, 656 y 682. Convención
Internacional contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o
Degradantes, Decreto Nº 808, 1988, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 26.11.1988.
Código Penal: artículo 369 ter.
ARTÍCULO 251
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 13, 48, 93, 109, 153, 240,
242, 250, 255, 256, 258, 372, 373, 374, 401, 402, 421, 429, 460 y 465. Constitución
Política: artículo 73. Código de Procedimiento Penal: artículos 406, 408, 410, 418,
419, 501, 546 y 587.
ARTÍCULO 252
Que en la apelación del Ministerio Público, se sostiene que dentro de los diez
días siguientes al cierre de la investigación solicitó la declaración de rebeldía de la
imputada y el correspondiente sobreseimiento temporal de la misma, de acuerdo al
artículo 248 letra a) del Código Procesal Penal, lo que resulta obligatorio para el
tribunal a la luz de lo dispuesto en su artículo 252 (considerando 1º).
Que, a mayor abundamiento, uno de los pilares básicos del sistema procesal
penal es que todo imputado tiene el derecho a ser oído, cuestión que en la especie
no ha ocurrido por su declaración de rebeldía (considerando 5º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 10, 36, 68, 99, 100, 101, 109,
153, 171, 248, 249, 253, 254 y 255, 256, 257 y 258, 285, 455 a 465. Código de
Procedimiento Penal: artículos 4º, 349, 406, 409, 410, 420, 421, 589, 591, 594, 596,
604 y 684 a 696.
124Este inciso fue agregado por el número 28) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
ARTÍCULO 253
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93 letra f), 109 letra f), 352, 363,
370, 372, 373 y 374. Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 54 bis, 55, 56,
414, 415, 416, 510, 511, 533, 541 y 546.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 254
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 38, 69, 99, 100, 101, 171,
248, 252, 352, 362, 363, 370 y 465. Código de Procedimiento Penal: artículos 406,
409, 418, 501, 589 y siguientes y 684 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Efectos del sobreseimiento temporal
Que el sobreseimiento temporal produce como efecto, aun cuando no hay norma
que lo diga expresamente, como lo hacía el artículo 406 del Código de
Procedimiento Penal, la suspensión del procedimiento. Ello se infiere de lo previsto
en el artículo 254 del Código Procesal Penal, en cuanto señala que a solicitud del
fiscal o de cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la
reapertura del procedimiento cuando cesare la causa que hubiere motivado el
sobreseimiento temporal (considerando 3º).
ARTÍCULO 255
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Alcance y efectos de la expresión procedimiento para los efectos del artículo 255
(...) Esta fue la situación procesal en que se encontraron los jueces del Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal, obligados a dar cumplimiento a los mandatos señalados
por el legislador en los artículos 1º inciso segundo y 255 inciso segundo del Código
Procesal Penal —que no son más que la consagración de un imperativo
constitucional—, por lo que debieron fijar ciertas directrices mínimas para el
desarrollo del juicio oral, desde que el primer precepto citado les prohíbe someter a
un sujeto respecto de quien se ha dictado sobreseimiento por un hecho, a un nuevo
procedimiento penal en relación a ese mismo hecho y en el caso concreto, esa era
precisamente la situación que se habría verificado si se permitía extender la prueba
de cargo ofrecida originalmente, a los supuestos que fueron objeto de
sobreseimiento definitivo parcial después de dictado el auto de apertura.
La norma del inciso segundo del artículo 255 del código de la materia, repite el
mismo principio desde otro punto de vista. Si el sobreseimiento es parcial, el
proceso sigue, pero sólo respecto de los delitos y de los imputados a quienes no se
refiere el sobreseimiento (considerando 21º).
ARTÍCULO 256
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 69, 93, 109, 248, 249, 257 y 258.
ARTÍCULO 257
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93, 109, 180, 181, 183, 184, 248,
249, 256 y 258.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
125Este inciso fue sustituido por el número 29) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
constancia de la imposibilidad que ese antecedente se haya tomado con
anterioridad, y en este caso, aun cuando se dice que la víctima no quiso y no se
presentó a declarar en el inicio de la investigación, resulta que ahora al presentarse
a declarar tampoco se dejó constancia de que recién concurría en esta oportunidad
porque ahora había desaparecido el temor que tenía a su posible victimario. En
consecuencia, se considera que este nuevo antecedente no puede ser tomado en
cuenta para que el Ministerio Público lo tome como argumento o justificación de
reabrir la investigación y dejar sin efecto su decisión de no perseverar. En mérito de
estos argumentos, se confirma la resolución en alzada (Único considerando).
En ese entendido, debe señalarse que la parte querellante, antes del cierre,
solicitó al Ministerio Público la práctica de cuatro diligencias precisas de
investigación, sin que existiera pronunciamiento a su respecto.
Luego, constituye un derecho del interviniente que las mismas se practiquen salvo
las hipótesis legales, esto es, que en su oportunidad se hubieren decretado y no se
hubieren cumplido por negligencia o hecho imputable al solicitante, o fueren
manifiestamente impertinentes, tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y
notorios o bien, hubieren sido pedidas con fines puramente dilatorios.
Es decir, en este caso, el juez debió reflexionar acerca del por qué lo incompleto
de la mencionada diligencia, no era relevante y acarreaba sin más el fundamento
legal para sobreseer, no obstante las alegaciones de la parte querellante.
Que según dispone el artículo 257 del Código Procesal Penal, el plazo de que
dispone el Ministerio Público para practicar las diligencias que origina la reapertura
de la investigación lo fija el juez, término que puede ser ampliado a solicitud del
fiscal, por una sola vez. Como reza la indicada disposición, se trata, en ambos
eventos —la reapertura propiamente tal o su ampliación—, de un plazo judicial. El
mismo precepto excluye de su ámbito de aplicación aquellas diligencias que no se
verificaron en su oportunidad por desidia de los interesados, aquellas que fueren
impertinentes o que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios y, en
general, las que persigan fines puramente dilatorios; es decir, se trata de gestiones
cuya realización puede resultar relevante para la posterior decisión del asunto.
Tercero: Que, como apunta el Ministerio Público en su recurso y así lo esgrimió en
estrados, el artículo 257 antes citado no contempla una sanción especial o
apercibimiento al acusador fiscal para el evento que transcurrido el término de la
reapertura de la investigación o la ampliación en su caso, no comunique
autónomamente el cese de las indagaciones, pues en tal evento cobra plena
aplicación el artículo 248 del Código Procesal Penal, como a la letra prescribe la
norma (considerando 2º).
5. El plazo de diez días, para reiterar la solicitud de diligencias a que alude este
artículo, debe contarse desde la notificación al interviniente
Que, entonces, para ejercer el referido derecho, los intervinientes deben tener
debido y oportuno conocimiento de citado pronunciamiento, cuya omisión afectaría
las reglas del debido proceso que consagra el artículo 19, Nº 3 de la Constitución
Política de la República (considerando 4º).
Que, en el caso de autos, no consta que el señor fiscal del Ministerio Público
hubiere notificado a doña Gloria Patricia Rojas Flores su decisión de cierre de la
investigación, tomando conocimiento de ella, en la audiencia del 30 de enero de
2009, fecha desde la cual se debe contar el plazo de 10 días que le concede el
artículo 257 para pedir al juez de Garantía reiterar la solicitud de diligencias precisas
de la investigación y que el fiscal hubiere rechazado o respecto de las cuales no se
hubiere pronunciado (considerando 5º).
ARTÍCULO 258
Si el fiscal regional, dentro de los tres días siguientes, decidiere que el ministerio
público formulará acusación, dispondrá simultáneamente si el caso habrá de
continuar a cargo del fiscal que hasta el momento lo hubiere conducido, o si
designará uno distinto. En dicho evento, la acusación del ministerio público deberá
ser formulada dentro de los diez días siguientes, de conformidad a las reglas
generales.
Por el contrario, si el fiscal regional, dentro del plazo de tres días de recibidos los
antecedentes, ratificare la decisión del fiscal a cargo del caso, el juez podrá disponer
que la acusación correspondiente sea formulada por el querellante, quien la habrá
de sostener en lo sucesivo en los mismos términos que este Código lo establece
para el ministerio público, o bien procederá a decretar el sobreseimiento
correspondiente.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
De esta manera, para conciliar ambas nomas no cabe sino concluir que el
derecho del querellante, de sostener la acusación, regulado en el artículo 258
citado, se mantiene incólume sea ante una petición expresa de sobreseimiento por
parte del Ministerio Público, sea cuando ello opera a título de sanción en contra de
dicho órgano, por lo que en ambos casos puede ser facultado judicialmente para
ello.
Que la actuación del Ministerio Público de dejar transcurrir el plazo legal sin
formular la acusación en contra del imputado, una vez cerrada la investigación, en
ningún caso puede considerarse ejercicio tácito de la facultad de comunicar la
decisión de no perseverar en el procedimiento, como se planteó durante la discusión
de la causa, por cuanto ello exige una manifestación de voluntad expresa en ese
sentido, que no puede suponerse en base a un actuar negligente del órgano
persecutor penal, comportamiento que además se sanciona con el sobreseimiento
y por tanto excluye el ejercicio de la facultad contemplada en la letra c) del artículo
248 y que se funda en no haberse reunido durante la investigación antecedentes
suficientes para fundar una acusación, que no es lo que ocurre en autos
(considerandos 12º y 13º).
Que el artículo 258 del citado Código regula el forzamiento de la acusación para
cuando el fiscal solicita el sobreseimiento de la causa y el querellante se opone a
dicha petición, pero no la situación que se produce en este caso, derivada de una
acusación fiscal no deducida oportunamente y la presencia de un querellante que
por ello ve afectado su derecho al proceso, que el órgano jurisdiccional debe
siempre cautelar.
De esta manera, para conciliar ambas normas no cabe sino concluir que el
derecho del querellante, de sostener la acusación, regulado en el artículo 258
citado, se mantiene incólume sea ante una petición expresa de sobreseimiento por
parte del Ministerio Público, sea cuando ello opera a título de sanción en contra de
dicho órgano, por lo que en ambos casos puede ser facultado judicialmente para
ello (considerando 12º).
4. Para que el querellante pueda ejercer las facultades conferidas por el artículo 258
es menester que la investigación haya sido formalizada
Que en relación a la alegación de fondo importa destacar que el artículo 258 del
Código Procesal Penal faculta al juez para disponer que la acusación
correspondiente sea formulada por el querellante, quien la habrá de sostener, en lo
sucesivo, en los mismos términos que el referido Código lo establece para el
Ministerio Público.
Para ello, es presupuesto necesario que previamente se haya efectuado la
formalización de la investigación, institución a la cual se refiere el artículo 229 del
Código citado, trámite esencial que permite al imputado conocer cuáles son los
hechos que se le atribuyen, desde que ella es "la comunicación que el fiscal efectúa
al imputado, en presencia del juez de garantía, de que desarrolla actualmente una
investigación en su contra respecto de uno o más delitos determinados"
(considerando 16º).
Además, debe tenerse presente que la actitud del fiscal adjunto, al dejar
transcurrir el plazo fatal señalado por la ley para dictar la acusación, representa
implícitamente una negativa de dictarlo y una solicitud de sobreseimiento, de
manera que desde este punto de vista procede la aplicación de la disposición que
permite el forzamiento de la acusación, sin perjuicio de lo que se razonará más
adelante (considerando 4º)
La exclusión de una parte como sanción exige una legalidad previa y una
disposición expresa del legislador, porque significa prescindir de él y sustraerlo de
un procedimiento legalmente tramitado, constituyendo una garantía establecida en
el artículo 19 Nº 3 de la Constitución Política de la República, lo que no puede
ignorarse si no concurre a lo menos una institución similar para integrar la ley por
analogía.
En este caso, no existe institución jurídica similar y, por lo mismo, sólo cabe la
interpretación homogénea y sistemática que nos lleva a la ineludible conclusión de
revocar el sobreseimiento y disponer el forzamiento de la acusación para que el
querellante la sostenga (considerando 5º).
Párrafo 1º Acusación
ARTÍCULO 259
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 248, 258, 260, 261, 262, 274,
276, 277, 340, 341, 396, 406, 407, 416 y 425. Código de Procedimiento Penal:
artículos 401, 424, 425, 427, 429, 431 y 582.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Principio de congruencia
Que este TC, en su STC Rol Nº 815-2007, sostuvo que el derecho a la acción
penal se encontraba consagrado expresa y categóricamente en la Constitución, y
que cualquier razonamiento que condujera a privar a la víctima de dicho derecho
debía ser descartado, pues de ese modo se subordinaba el derecho de acceder a
los tribunales a las decisiones del persecutor penal. En virtud de estos
razonamientos se concluía que la facultad de formalizar no podía entenderse como
una facultad discrecional del fiscal, ya que dicha interpretación atentaba en contra
del derecho a la tutela judicial efectiva.
Los imputados tienen derecho a conocer los hechos que se imputan a cada uno,
así como la calificación jurídica de los mismos y el grado de participación que se le
atribuye, a partir de la descripción de los hechos materiales.
Así se desprende de lo dispuesto en el inciso final del artículo 259 del Código
Procesal Penal referido en el motivo 8º y afectaría además al principio de
congruencia que constituye una manifestación del derecho de defensa del acusado,
que consiste en la facultad del imputado de conocer el contenido de la imputación
desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra (considerando
10º).
En segundo lugar, esa calificación así imputada, necesariamente será una de las
bases para construir la defensa de los acusados.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 24, 25, 27, 28, 29, 31, 33, 38,
52, 69, 93, 104, 227, 248, 258, 259, 261, 262, 263, 264 y 265. Código de
Procedimiento Penal: artículos 43, 424, 425, 426, 430, 432 bis y 447.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Pero, el plazo mínimo de 25 días tiene por objeto, precisamente, dar la posibilidad
a la defensa de estudiar los antecedentes de que dispone el ente persecutor y que
quedan a su disposición para llegar en condiciones apropiadas que aseguren la
debida defensa del imputado en la audiencia siguiente que corresponde a la de
preparación del juicio oral y que, como se advierte de lo expresado en el fundamento
previo, constituye la base sobre la cual se desarrolla el juicio oral, los cimientos de
la acusación y los elementos de cargo del fiscal y, también, de la teoría del caso y
la prueba de descargo de la defensa.
Ese plazo de 25 días encuentra su correlato en la norma del artículo 262 que
ordena que todas las actuaciones del querellante, acusaciones particulares,
adhesiones y demanda civil, deben ser notificadas al acusado, a más tardar, diez
días antes de la realización de la audiencia de preparación del juicio oral.
ARTÍCULO 261
Actuación del querellante. Hasta quince días antes de la fecha fijada para la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, el querellante, por escrito,
podrá:
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 59, 60, 61, 63 a 68, 77, 109, 111,
120, 121, 157, 258, 259, 262, 270, 273, 277, 341 y 349. Código de Procedimiento
Penal: artículos 5º, 12, 13, 14, 28, 29, 93, 103 bis, 380 a 400, 425, 427, 428, 429,
431 y 432 bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que es evidente que en la causa no existía un vicio procesal que subsanar y sólo
cabía dictar sentencia conforme al real mérito del proceso.
ARTÍCULO 262
ARTÍCULO 263
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 28, 29, 31, 32, 62, 63, 68, 93,
206, 258, 259, 261, 262, 264 y 265. Constitución Política: artículo 19 Nº 3. Código
de Procedimiento Penal: artículos 424, 425, 427, 430, 432 bis, 433, 447 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En relación con el retiro de los testigos por parte del Ministerio Público, tanto al
ofrecer prueba en la audiencia preparatoria, como al rendirla en el juicio oral, no nos
encontramos sino ante el desarrollo de las actividades de litigación propias de los
intervinientes en el proceso penal. En ese sentido, no resulta plausible imponer a la
fiscalía el ofrecimiento y la rendición de todos los medios de prueba contenidos en
la acusación, puesto que ello implica que el tribunal se inmiscuya en una cuestión
que le es ajena, como es la manera en que cada uno de los letrados articula su
teoría del caso. Por lo mismo, no se afectan en modo alguno los principios de
legalidad, ya que las actuaciones del ente a cargo de la pesquisa se han ajustado a
la ley, ni de objetividad, puesto que éste no implica que el Ministerio Público deba
rendir, además de la prueba cargo, aquella que obre a favor de la defensa en el
juicio oral, sino que lo obliga a investigar los hechos considerando tanto las
circunstancias desfavorables como las favorables al imputado, principio que, como
ya se dijo, ha sido respetado (considerando 4º).
Que en este sentido, el artículo 263 del Código Procesal Penal señala que el
acusado hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, por
escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, podrá "b) Deducir
excepciones de previo y especial pronunciamiento". Luego, estas excepciones
están destinadas a resolver cuestiones previas antes de entrar a considerar el fondo
debatido como principal en un proceso, puesto que su objeto es atacar la relación
procesal, impedir la entrada al fondo del debate por razones exclusivamente
procesales, impugnar la razón de la pretensión punitiva del Estado o la pretensión
penal particular (considerando 5º).
b) Litis pendencia;
c) Cosa juzgada;
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 13, 62, 72, 73, 74, 168, 170,
240, 242, 250, 251, 263, 265, 270, 271, 398, 401, 416, 421, 423, 424 y 429.
Constitución Política: artículos 19, 58 y 78. Código Penal: artículo 93 y siguientes.
Código de Procedimiento Penal: artículos 47, 48, 405, 408, 418, 433 y siguientes,
587, 611, 617, 619, 622, 623 y 632. Código Orgánico de Tribunales: artículos 157 y
siguientes.
ARTÍCULO 265
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 263, 264, 270, 271 y 326. Código
de Procedimiento Penal: artículos 405, 433, 434, 441, 443 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, por otra parte, esta interpretación de la ley, es la única que da solución legal
y evita el absurdo de que existan dos decisiones judiciales distintas respecto a un
mismo hecho controvertido, a saber, una, ejecutoriada, que ha establecido que la
excepción de prescripción planteada por la defensa es improcedente porque se
interrumpió con la presentación de la querella y otra, la que es materia del presente
recurso, que consta en el considerando 10º de la sentencia recurrida, que vuelve a
pronunciarse sobre el mismo asunto, declarando, por el contrario, extinguida la
responsabilidad penal de la encartada, por no haberse acreditado la interrupción de
la misma durante el juicio oral (considerando 9º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 70, 71, 267 a 280, 284, 285,
289, 291, 292, 293 y 294.
ARTÍCULO 267
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 258, 259, 261, 263, 264, 266,
268 a 280.
ARTÍCULO 268
Defensa oral del imputado. Si el imputado no hubiere ejercido por escrito las
facultades previstas en el artículo 263, el juez le otorgará la oportunidad de
efectuarlo verbalmente.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 10, 93, 102, 104, 263, 266,
269 y 278. Constitución Política: artículo 19 Nº 3.
ARTÍCULO 269
Comparecencia del fiscal y del defensor. La presencia del fiscal y del defensor
del imputado durante la audiencia constituye un requisito de validez de la misma.
La inasistencia o el abandono injustificado de la audiencia por parte del fiscal
deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal, el que, además, pondrá este
hecho en conocimiento del fiscal regional respectivo para que determine la
responsabilidad del fiscal ausente, de conformidad a lo que disponga la ley orgánica
constitucional del Ministerio Público. Si no compareciere el defensor, el tribunal
declarará el abandono de la defensa, designará un defensor de oficio al imputado y
dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo que no excediere de cinco
días, a objeto de permitir que el defensor designado se interiorice del caso. 126-127
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 10, 77, 93, 102, 103, 104,
106, 107, 160, 283, 284, 286, 287 y 389.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
La letra b) del artículo 93 del Código Procesal Penal señala que tendrá especial
derecho el imputado de ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la
investigación.
126 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 4) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en
el Diario Oficial de 29 de marzo de 2017, en el sentido de reemplazar su oración inicial.
127 El anterior inciso tercero de este artículo fue suprimido por la letra b) del número 4) del artículo único de la
ARTÍCULO 270
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 60, 62, 245, 258, 259, 261, 263,
268 y 271. Código de Procedimiento Penal: artículos 424, 425, 427, 431, 433, 448,
450 y 450 bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que por lo pronto conviene destacar que aun cuando la sentencia condenatoria
no puede exceder los términos de la acusación y por ende no es posible castigar
por hechos o circunstancias no comprendidos en aquélla, como lo preceptúa el
artículo 341, inciso 1º, del Código Procesal Penal, so pena de incurrir en el motivo
absoluto de nulidad del juicio y su fallo, consagrado en la letra f) del artículo 374 del
mismo ordenamiento y que también se ha esgrimido subsidiariamente por el
recurrente, tampoco puede perderse de vista que la inobservancia de la extensión
de la congruencia fáctica que aduce la defensa, a la acusación y formalización de
la investigación a que se refiere el inciso final del artículo 259 produce otro efecto
distinto de la nulidad que se pretende, desde el momento que la actuación viciada
da origen a la necesidad de subsanar la acusación del modo consignado en el
artículo 270 de la referida recopilación legal citada (considerando 2º).
Que del examen de lo señalado en los considerandos que anteceden, fluye que
se ha cumplido con los requisitos que en forma imperativa se establecen en el
artículo 259 letras a), b) y d)del Código Procesal Penal, y es coincidente con la
formalización toda vez que en aquélla se contiene el mismo ilícito, robo por sorpresa
respecto de la misma víctima, la relación circunstanciada de los hechos y su
calificación jurídica, y también en cuanto a la participación que les cupo a los
acusados H.C.A y R.A.M. en calidad de autores del ilícito.
Que sobre la base de lo expresado en los motivos que anteceden este tribunal ha
arribado a la conclusión que no se ha incurrido en algún vicio de carácter formal que
traiga consigo que se haya vulnerado el principio de la congruencia en la presente
causa, por lo que el recurso de apelación habrá de ser acogido (considerando 7º).
ARTÍCULO 271
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 7º, 8º, 10, 36, 70, 93, 102,
104, 185, 250, 251, 258, 259, 261, 263, 264, 265, 368 y 370. Constitución Política:
artículo 19 Nº 3. Código de Procedimiento Penal: artículos 424, 425, 427, 431, 433
a 446, 448 y 450 bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En la especie, sin embargo, dicho magistrado se inclinó por una tercera opción,
como fue la de rechazar directamente la excepción, mediante resolución que no fue
impugnada por el acusado y quedó ejecutoriada.
Así las cosas, la decisión del Tribunal Oral aparece ajustada a derecho, pues, de
acuerdo con lo que se señala en el artículo 265 del Código Procesal Penal, la
excepción de prescripción sólo puede proponerse en el juicio oral a condición de
que no se hubiera planteado con anterioridad en la audiencia preparatoria de dicho
juicio; alternativa esta última elegida y efectivamente ejercida en el presente caso
por el acusado, con lo que precluyó la posibilidad de renovarla posteriormente,
durante la secuela del proceso (considerando 12º).
Corte Suprema, 19/02/2004, Rol Nº 5362-2003, Cita online: CL/JUR/4408/2004
Que a su vez, el artículo 271 del Código Procesal Penal señala que si el imputado
hubiere planteado en la audiencia de preparación del juicio oral una excepción de
previo y especial pronunciamiento, el juez abrirá debate y podrá acogerla,
decretando seguidamente el sobreseimiento definitivo o, en caso contrario, dejará
la resolución de la cuestión planteada para la audiencia del juicio oral; esta última
decisión es inapelable.
ARTÍCULO 272
Debate acerca de las pruebas ofrecidas por las partes. Durante la audiencia de
preparación del juicio oral cada parte podrá formular las solicitudes, observaciones
y planteamientos que estimare relevantes con relación a las pruebas ofrecidas por
las demás, para los fines previstos en los incisos segundo y tercero del artículo 276.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 60, 62, 259, 261, 263, 268, 275,
276, 277, 278, 280, 295, 296, 297, 323, 324, 336, 359, 372 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 424, 429, 450, 457, 488 bis, 502, 517 y siguientes,
541, 542 y 546.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Oportunidad para promover incidencias sobre pruebas que se pretenden llevar a
juicio
Esta norma, que impone como derecho fundamental el principio del debido
proceso, condiciona la legitimidad de la decisión jurisdiccional, en primer término a
la existencia de un órgano dotado de la facultad de conocer y juzgar una causa civil
o criminal, en los términos del artículo 73 de la Constitución Política y, en seguida,
a que la sentencia sea la consecuencia de un proceso previo, que en el sentir del
constituyente, esté asegurado por reglas formales que conformen un racional y justo
procedimiento e investigación, cuya regulación deberá verificarse a través de la ley,
que contemple una etapa de la investigación que no se aparte de las normas de
actuación del Ministerio Público y de la policía, de un oportuno conocimiento de la
acción, una adecuada defensa y la producción de la prueba correspondiente en las
audiencias practicadas ante el Juzgado de Garantía o ante el Tribunal del Juicio
Oral en lo Penal (considerando 5º).
Para ello esta sentencia del Tribunal del Juicio Oral indicó que tal pretensión no
es atendible, puesto que la defensa no lo hizo en la oportunidad legal para hacer
valer las irregularidades (considerando 6º).
Que basta para rechazar el recurso de nulidad planteado la clara disposición que
se contempla en el artículo 161 del Código Procesal Penal.
En efecto, "no podrá reclamarse la nulidad de actuaciones verificadas durante la
etapa de investigación, después de la audiencia de preparación del juicio oral. La
solicitud de nulidad presentada extemporáneamente será declarada inadmisible".
Por lo tanto, el tribunal de juicio oral en lo penal sólo puede restar mérito o valor
probatorio a la prueba rendida, de acuerdo a la facultad que le entrega el artículo
297 del Código Procesal Penal, pero no está facultado para modificar lo decidido en
el auto de apertura del juicio oral en cuanto a la aceptación y licitud de la prueba.
Así las cosas, el tribunal recurrido, al actuar de modo diverso y declarar ilícita la
prueba rendida por el Ministerio Público, ha actuado fuera de su competencia
vulnerando la autoridad de cosa juzgada de que está revestido el auto de apertura
por su carácter de firme y ejecutoriado (considerando 8º de la sentencia de la Corte
de Apelaciones).
ARTÍCULO 273
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 4º, 59, 60, 61, 65, 109, 111, 157,
238, 240, 241, 243, 261, 404 y 415. Código de Procedimiento Penal: artículo 574.
ARTÍCULO 274
El juez de garantía podrá dictar autos de apertura del juicio oral separados, para
distintos hechos o diferentes imputados que estuvieren comprendidos en una
misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere provocar
graves dificultades en la organización o el desarrollo del juicio o detrimento al
derecho de defensa, y siempre que ello no implicare el riesgo de provocar
decisiones contradictorias.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 8º, 93, 102 y siguientes, 180,
185, 248, 259, 260, 277, 342, 372 y siguientes.
ARTÍCULO 275
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 12, 272, 276, 277 y 281.
ARTÍCULO 276
Del mismo modo, el juez excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o
diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido
obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales.
Las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de
garantía al dictar el auto de apertura del juicio oral.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 7º, 8º, 9º, 60, 62, 69, 70, 91,
93, 94, 95, 102, 109, 159, 160, 180, 181, 191, 192, 193 y siguientes, 259, 261, 263,
272, 275, 277, 278, 280, 295, 296, 297, 323, 324, 336, 340, 341, 342, 359, 372 y
siguientes. Constitución Política: artículos 5º y 19. Código de Procedimiento Penal:
artículos 67, 68, 69, 72, 76, 108, 110, 156 y siguientes, 253, 278, 306 y siguientes,
424, 429, 450, 451, 453, 456 bis, 457, 488 bis, 489, 500, 501, 502, 517 y siguientes,
541, 542 y 546.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, por lo mismo, en este caso particular, la prueba pericial ofrecida por la
acusada no fue excluida ni por las causales generales de exclusión del artículo 276
CPP (prueba impertinente, la destinada a acreditar hechos públicos y notorios, la
puramente dilatoria, la sobreabundante), ni por las causales que permiten apelar al
Ministerio Público del auto de apertura del juicio oral, cuando se le excluyen ciertas
pruebas: las provenientes de actuaciones o diligencias declaradas nulas y aquellas
que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales
(artículo 277, CPP).
Que, en consecuencia, estos Ministros consideran que hay una falsa aplicación
del precepto impugnado, por tres razones. En primer lugar, porque no se dan los
supuestos de aplicación del precepto impugnado. La prueba excluida no es por las
causales del artículo 276, inciso tercero, del Código Procesal Penal. Este tribunal
tiene una doctrina establecida en la materia, sobre lo restrictivo de esas causales.
La prueba fue declarada inadmisible, porque el acusado que la ofreció no obtuvo
que ambos peritos que redactaron el respectivo informe fueran citados a declarar
en el juicio oral. Sólo se pidió que se citara a uno de ellos. No se cumplió, por tanto,
con los supuestos de los artículos 259, 263 y 314 y siguientes.
En tercer lugar, porque hay un problema de equilibrio de los derechos que tienen
las partes que participan en el juicio oral, toda vez que durante esta etapa procesal,
como ya se indicó, las partes o el tribunal pueden dirigirle preguntas a los peritos
destinadas a determinar su imparcialidad o idoneidad, así como el rigor técnico y
científico de sus conclusiones, dado que no pueden ser inhabilitados. Por lo mismo,
la admisión de una prueba pericial sin esta posibilidad de interrogación, pues se
ofreció ser citado a declarar sólo uno de los peritos, puede constituir una
inobservancia de garantías fundamentales (considerandos 10º y 11º).
El agravio a la garantía del debido proceso debe ser real, es decir, que entrabe,
limite o elimine su derecho constitucional al debido proceso semejante comprensión
de los intereses en juego en la decisión de los conflictos penales y la incidencia del
respeto de las garantías constitucionales involucradas en la persecución, tiene su
adecuada recepción en el inciso 3º del artículo 276 del Código Procesal Penal que
dispone, en lo relativo a la discusión planteada en autos, que el "juez excluirá las
pruebas que provienen de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas
nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
constitucionales".
3. La regla de exclusión de prueba como excepción al régimen general del art. 295
El artículo 295 del Código Procesal Penal establece la libertad de prueba y que
"Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso
sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e
incorporado en conformidad a la ley", de modo que las excepciones a este principio,
establecidas en el artículo 276 del mismo Código, en tanto excepciones han de ser
interpretadas y aplicadas restrictivamente. Estas excepciones son las denominadas:
a) prueba impertinente; b) prueba sobreabundante, y c) prueba ilícita. El
mencionado artículo 276 inciso 3º establece en lo relativo a la prueba ilícita que "Del
mismo modo, el juez excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o
diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido
obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales". En la especie, lo
determinante para excluir la declaración de los funcionarios policiales es que esta
prueba hubiere "sido obtenida" con inobservancia de garantías fundamentales de
los encausados, lo que no ha ocurrido, pues —como se estableció— Carabineros
en forma natural e inevitablemente al participar en el procedimiento policial iniciado
con motivo de la denuncia de las víctimas, aun sin instrucciones previas del fiscal,
han de tener un grado de conocimiento del reconocimiento que las víctimas
efectuaron de los encausados, de modo que no corresponde la exclusión de prueba
decretada (considerandos 4º y 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Los medios de prueba se identifican con un concepto unitario que no puede ser
objeto de divisiones ya que los desnaturalizan y mutan, haciéndoles perder su
calidad de tales. La exclusión temática no está permitida en nuestra legislación, de
modo que la decisión del juez de garantía debe limitarse a aceptar la inclusión o
exclusión de la probanza respectiva como una universalidad. El legislador no
estableció como razón de exclusión el "tema" acerca del cual prestará declaración
un testigo. No existe fundamento legal para excluir la declaración de un testigo
ofrecido por los intervinientes, de modo "temático", esto es, permitiéndole que
concurra al juicio oral, pero prohibiéndole que declare respecto de ciertos "temas".
Por otro lado, no es posible que la declaración de los testigos pueda dividirse o
parcializar o hacer exclusión de algún aspecto o tema, no existiendo norma positiva
expresa que autorice tal división. En el artículo 276 del Código Procesal Penal sobre
la exclusión de prueba no se considera la posibilidad de la división del testimonio,
entendiéndose por tanto como una unidad (considerando 6º de la sentencia de la
Corte de Apelaciones).
Para excluir una prueba en razón de haberse obtenido con infracción de ley, el
análisis debe fundarse no sólo en la inobservancia de la legalidad ordinaria, de
suerte que no puede bastar la sola infracción de ley en la obtención de la prueba,
sino además se requiere que la infracción pueda vincularse de modo tal con una
garantía fundamental, que pueda estimarse una afectación de la misma. Cabe
recordar que el campo de acción y discrecionalidad del Estado en el ejercicio de ius
puniendi, tiene como principal límite la afectación de los derechos fundamentales
del individuo que emanan de la naturaleza humana. Lo anterior, llevado al ámbito
de la prueba ilícita, se traduce en señalar que el esclarecimiento de los hechos no
sujeto a límite alguno entrañaría el peligro de destruir muchos valores colectivos e
individuales. Por ello, la averiguación de la verdad no es un valor absoluto en el
procedimiento penal, no siendo un principio que la verdad deba ser averiguada a
cualquier precio (considerando 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
El artículo 276 del Código Procesal Penal, establece las causales taxativas de
exclusión de prueba, entre ellas, las obtenidas con infracción de garantías
fundamentales. No basta con señalar que una determinada prueba adolecería de
inobservancia de garantías fundamentales, en especial del debido proceso, sino
además hay que manifestar de qué forma se vulneraron estas garantías, vale decir,
que en la obtención de la prueba se realizó una actuación defectuosa que infringe
un derecho fundamental y, además, debe indicarse de qué forma esta actuación
viciosa ha afectado la garantía fundamental (considerando 2º de la sentencia de la
Corte de Apelaciones).
1. El examen por parte del tribunal de juicio oral de la licitud o ilicitud de prueba
genera un vicio de nulidad por dictar sentencia en oposición a otra pronunciada
con autoridad de cosa juzgada
Que el artículo 276 del Código Procesal, referente a la exclusión de prueba para
el juicio oral dispone, en su inciso 5º, que durante la audiencia de preparación del
juicio oral, el juez de garantía excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones
o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido
obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales, agregando en el inciso
final que las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por dicho
juez al dictar el auto de apertura del juicio oral (considerando 8º).
En efecto, es en el auto de apertura del juicio oral donde el juez de garantía debe
indicar las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral (arts. 276 y 277 letra e) del
Código Procesal Penal) y, en la especie, dicha audiencia se efectuó el 6 de agosto
de 2008, cuya copia se agregó a fojas 41 de estos autos, y en ella se fijó como
prueba la rendición de la testimonial de los funcionarios policiales de la Brigada de
Homicidios que habían participado en la investigación de los hechos discutidos en
este proceso (considerando 9º).
Es por ello que los jueces del tribunal oral en lo penal, en el caso de que se trata,
no estaban facultados para, por resolución posterior, modificar lo decidido en el auto
de apertura en cuanto a la aceptación y licitud de la prueba, ni tampoco podían
revivir el debate sobre dichos aspectos, y al hacerlo, no sólo actuaron actuando
fuera de su competencia, sino que, tal como se dijo, vulneraron la autoridad de cosa
juzgada de que está revestido el auto de apertura, por su carácter de firme y
ejecutoriado.
Así lo estima también el profesor Raúl Tavolari, en su libro Instituciones del Nuevo
Proceso Penal, Cuestiones y Casos. Editorial Jurídica de Chile, año 2005, páginas
191, 193 y 195 (considerando 10º).
2. Los jueces del tribunal oral sí pueden restar mérito probatorio a la prueba que
consideraron ilícita, ya que ello no implica desconocer la decisión del tribunal de
garantía que admitió la presentación de la misma
Que el artículo 276 del Código Procesal, referente a la exclusión de prueba para
el juicio oral dispone, en su inciso 5º, que durante la audiencia de preparación del
juicio oral, el juez de garantía excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones
o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido
obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales, agregando en el inciso
final que las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por dicho
juez al dictar el auto de apertura del juicio oral (considerando 8º).
En efecto, es en el auto de apertura del juicio oral donde el juez de garantía debe
indicar las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral (arts. 276 y 277 letra e) del
Código Procesal Penal) y, en la especie, dicha audiencia se efectuó el 6 de agosto
de 2008, cuya copia se agregó a fojas 41 de estos autos, y en ella se fijó como
prueba la rendición de la testimonial de los funcionarios policiales de la Brigada de
Homicidios que habían participado en la investigación de los hechos discutidos en
este proceso (considerando 9º).
Es por ello que los jueces del tribunal oral en lo penal, en el caso de que se trata,
no estaban facultados para, por resolución posterior, modificar lo decidido en el auto
de apertura en cuanto a la aceptación y licitud de la prueba, ni tampoco podían
revivir el debate sobre dichos aspectos, y al hacerlo, no sólo actuaron actuando
fuera de su competencia, sino que, tal como se dijo, vulneraron la autoridad de cosa
juzgada de que está revestido el auto de apertura, por su carácter de firme y
ejecutoriado.
Así lo estima también el profesor Raúl Tavolari, en su libro Instituciones del Nuevo
Proceso Penal, Cuestiones y Casos. Editorial Jurídica de Chile, año 2005, páginas
191, 193 y 195 (considerando 10º).
Que cabe precisar que, en la especie, no se trata que los jueces del tribunal oral
no pudieran haber restado valor probatorio a la prueba testimonial tantas veces
referida, pues sí se encontraban facultados para ello, pues sabido es que el hacerlo
no puede significar en caso alguno, que se desconoce la decisión del tribunal de
garantía consignada en el auto de apertura, desde que éste si bien fija los medios
de prueba a rendir en la audiencia del juicio oral, su valoración en miras a la decisión
de la controversia, es atribución privativa de los sentenciadores llamados por ley a
resolverla, esto es, los jueces del tribunal del juicio oral respectivo (Corte Suprema,
Rol Nº 3570-06)S).
Que para este efecto la sentencia consignó que el acusado fue situado en el lugar
de los hechos en forma concomitante a la perpetración del delito acreditado, pues
el policía Cardoza Correa lo sorprendió cuando junto a otro sujeto saltó hacia el
interior domicilio de XXXXX y luego los vio salir portando dos especies que
guardaron en el patio del inmueble ubicado en Florida XXXX, para finalmente seguir
por el interior del Club de Golf en dirección a poblaciones del sector, siendo
aprehendido a la altura de la Planta Copahua de Santo Domingo.
Por otro lado, porque los reclamos descansan en infracciones que la defensa
observa respecto de un tercero cuya identidad se desconoce, pero es evidente que
tales anomalías, de haber existido, atañen únicamente a ese tercero, quien no ha
formulado reclamo alguno, por lo que este tribunal no logra visualizar su concreta y
determinante repercusión en la persona del enjuiciado.
Otras excepciones que han sido elaboradas y aplicadas tanto en los EE.UU. como
en Latinoamérica, corresponden a excepciones incluso derivadas de la posibilidad
de contaminación de la prueba inicial y que proceden no necesariamente a favor del
acusado, sino que en su contra, tales son, por ejemplo, los casos denominados del
descubrimiento inminente, la buena fe o la fuente independiente.
Lo que aparece claro es que la existencia de una prueba ilícita no significa directa
e inmediatamente la nulidad de una actuación, sino que es preciso traspasar
primero, el cedazo de la preparación y, luego, el de la trascendencia que el
legislador nacional impuso en el artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal, sin
descuidar tampoco el sistema de valoración probatorio y la disposición
constitucional del artículo 19 Nº 26 que impone a todos los ciudadanos la obligación
de "tolerar ciertas restricciones en sus derechos, en tanto no se vulnere el núcleo
esencial del mismo" (considerando 5º).
5. Vínculo atenuado
Que, todavía más, el cuestionado interrogatorio del acusado XXXX fue reiterado
por éste dos días después en dependencias de la Fiscalía Local de Coyhaique e
incluso en el mismo juicio ante el tribunal, ambas declaraciones cuyo contenido se
reseña por el fallo en el basamento 82º, oportunidades en que reitera lo expresado
en la deposición viciada en parecer del recurso, en términos más o menos similares,
agregando detalles y realizando las precisiones del caso, lo que es el habitual
corolario propio de la exhaustividad de los interrogatorios que se llevan a cabo en
el juicio oral por las partes. Tal reiteración de sus dichos importa, y esto es lo
relevante aquí, que incluso de ser efectivo que la primera declaración se obtuvo con
infracción a alguna disposición legal que regle la forma en que ella debió haberse
obtenido, tal quebrantamiento carece de toda trascendencia y, por ende, de
sustancialidad —extremo demandado expresamente por la causal invocada—, toda
vez que incluso de haberse prescindido de la parte del testimonio del carabinero
Gutiérrez Riquelme en que alude al contenido de esos dichos, igualmente éste fue
puesto en conocimiento de los jueces por el propio acusado, actuando ahora de
manera indiscutida, voluntariamente y bajo asesoría de un letrado (también
desestimando la trascendencia de una declaración prestada ante la policía
posteriormente reiterada por el propio imputado en el juicio, SCS Rol Nº 8010-2015
de 3 de agosto de 2015) . Al mismo desenlace se arribaría por aplicación de la
doctrina del "vínculo atenuado", que opera como una limitación —entre varias
otras— a la teoría de los frutos del árbol envenenado y que surge de la exigencia
de relación causal entre la ilicitud originaria y la prueba derivada. Esta doctrina
permite admitir prueba derivada de actuaciones ilícitas cuando el vínculo entre la
ilegalidad original y la prueba derivada es demasiado tenue. Aunque, en general, se
trata de una doctrina fundada en el criterio de prevención, es decir, justifica la
admisibilidad de la evidencia porque la atenuación del vínculo hace perder el efecto
disuasivo de la regla de exclusión, parece perfectamente lógica por la mencionada
exigencia de causalidad propia de la teoría de los frutos del árbol envenenado
(Horvitz y López, ob. cit., T. II, p. 222). Esta tesis surge en Nardone v. United States,
donde la Corte, junto con afirmar la posibilidad de probar la existencia de una
conexión causal entre la información ilícitamente obtenida y la prueba derivada,
advirtió que "como consideración de buen criterio, sin embargo, tal conexión puede
haber llegado a ser tan atenuada como para disipar la mancha". El concepto fue
más tarde utilizado en otras sentencias divulgadas por la literatura especializada,
por ejemplo, Utah v. Strieff, de 20 de junio de 2016. Este principio del vínculo
atenuado, por lo demás, ya ha sido basamento de diversas resoluciones de esta
Corte. Así, se ha dicho que, en un caso similar —en lo que interesa— al que se
revisa, que fue "correcta la conclusión a la que llegaron los jueces en cuanto a que
lo obrado con posterioridad constituyó una situación de excepción a la obligación de
exclusión por prueba ilícita, ... ya que existió saneamiento posterior o el denominado
vínculo causal atenuado. En esta parte, la defensa no desconoce que existió la
segunda declaración en la que el imputado repitió la misma información ya aportada
y que dio detalles sobre el hecho y su intervención" (SCS Rol Nº 11482-2013 de 31
de diciembre de 2013). Esta doctrina resulta claramente pertinente al caso de
marras donde el acusado, no obstante que, como se ha reiterado, en la oportunidad
cuestionada por el recurso ni siquiera confiesa su participación o responsabilidad
en el delito investigado, tal versión exculpatoria luego es reiterada ante la Fiscalía e
incluso en el mismo juicio oral, lo que desvanece o difumina el vínculo entre la
supuesta ilegalidad en la obtención de la declaración del acusado el 14 de mayo de
2016 y el testimonio prestado por el funcionario Gutiérrez Riquelme en el juicio oral
como testigo de oídas de aquellos dichos y viene a reforzar la decisión de rechazo
de esta causal (considerando 12º).
— Conforme con lo anterior, en este caso, aun de estimarse que las declaraciones
del imputado prestadas sin defensor resultarían inválidas, parece factible la
aplicación de lo que en doctrina se conoce como el principio de la conexión
atenuada, que opera como un límite o excepción a la exclusión de prueba ilícita
y por el cual se permite la incorporación de prueba obtenida originalmente con
infracción de garantías, en razón de haberse disipado el sentido disuasivo o fin
preventivo de la regla de exclusión, por ejemplo, a través de un acto libre de
voluntad que tienda a purgar el vicio, tal como ha ocurrido en este caso con la
última declaración prestada por el acusado, que sin duda alguna se suministró de
manera voluntaria al contar con la presencia del defensor, escenario en que la
ratificación de las declaraciones previas manifestada en la misma con dicha
asesoría e incluso a insistencia del letrado, desde luego resulta apta y suficiente
para purgar las supuestas irregularidades de las precedentes. Sobre esta
materia, resulta clarificador lo expresado por el profesor Héctor Hernández
Basualto, en orden a que "una constante en el derecho comparado es la
posibilidad de incorporación legítima de prueba obtenida ilícitamente mediando la
voluntad saneadora del afectado. Tal es el principal supuesto que tematiza la
jurisprudencia norteamericana bajo la denominación vínculo atenuado y lo mismo
hace la jurisprudencia alemana en casos de omisión de advertencia de derechos.
Al menos tratándose de declaraciones referidas a antecedentes conocidos
originalmente mediante la vulneración de garantías fundamentales, tal remedio
parece justo y debiera acogerse (La Exclusión de la Prueba Ilícita en el Nuevo
Proceso Penal Chileno, Colección de Investigaciones Jurídicas, Universidad
Alberto Hurtado, Nº 2, año 2004, primera reimpresión, página 84). En el mismo
sentido, los autores Horvitz y López, refiriéndose a la doctrina del vínculo
atenuado, expresan que se trata también de una limitación a la teoría de los frutos
del árbol envenenado que surge también de la exigencia de relación causal entre
la ilicitud originaria y la prueba derivada. Esta doctrina permite admitir prueba
derivada de actuaciones ilícitas cuando el vínculo entre la ilegalidad original y la
prueba es demasiado tenue, surge en Nardone v/s United States, en que la Corte,
junto con afirmar la posibilidad de probar la existencia de una conexión causal
entre información ilícitamente obtenida y prueba derivada, advirtió que como
consideración de buen criterio, sin embargo, tal conexión puede haber llegado a
ser tan atenuada como para disipar la mancha" (ob. cit., págs. 222 y 223)
(considerando 10º).
7. Descubrimiento inevitable
Sin embargo, su aplicación se hace depender de una actitud por parte del
funcionario o autoridad judicial que haga presumir una conducta regida por el
principio de la buena fe, la creencia de estar obrando dentro de los márgenes de la
licitud (considerando 3º).
Que, además, conforme a la hipótesis primera del inciso 3º del artículo 276 del
Estatuto Procesal Penal, para comunicar el efecto invalidante del acto declarado
nulo se requiere que las actuaciones o diligencias posteriores sean una
consecuencia de aquél. De esta forma, la propia norma suministra las pautas para
determinar el nexo de causalidad entre el acto nulo y el derivado de éste. Ese
vínculo de dependencia sólo puede inferirse sin perder de vista el contexto o las
circunstancias de hecho en que se produjeron las pruebas cuya nulidad se solicita.
Recurriendo a un proceso de supresión mental hipotética, si se hace abstracción
del acto nulo, en este caso la detención ilegal, habrá de determinarse si
desaparecen, por vía consecuencial, las pruebas incriminatorias obtenidas con
ocasión de la investigación y, en particular, con motivo de ingreso y registro al
inmueble en el que pernoctaba el imputado (considerando 10º).
Que como ya se dijo con anterioridad, no ha existido en este caso relación causal
entre la detención ilegal derivada de un erróneo control de identidad motivado por
una denuncia anónima de un merodeador, donde por lo demás, pareciera existir
actuación de buena fe por parte de los funcionarios aprehensores, y la flagrancia
que motivó la actuación siguiente de la policía, cuando el acusado, en un acto
voluntario, se desprendió de la droga que portaba y la arrojó en presencia de una
funcionaria de Carabineros que actuó facultada por la ley procesal vigente y cuyo
testimonio, tanto como la incautación que fueron evidencia y material probatorio en
el juicio subsiguiente, no se han teñido con la ilicitud de la detención declarada ilegal
a propósito del primitivo control de detención (considerando 10º).
1. No procede excluir del auto de apertura la declaración de los policías que oyeron
la declaración del imputado, por no atentar en contra de su derecho a guardar
silencio, no siendo necesario para su validez que se le advierta que sus dichos
podrán ser usados en su contra
Que con relación al último punto, la defensa sostiene que el testimonio de los
policías que dicen haber oído al imputado ante el fiscal, atentaría contra el derecho
del acusado a guardar silencio en el juicio oral.
No es así sin embargo, porque el derecho a guardar silencio rige en todas las
etapas procesales y la declaración ante el fiscal está expresamente regulada en la
ley, de suerte que es claro que si, como lo admitió el defensor, el imputado fue
advertido de ese derecho y pese a ello libremente declaró ante el fiscal, esa
declaración tiene efectos en la investigación y ha sido plenamente lícita.
2. Policía debe respetar las reglas del debido proceso. Imputado menor de edad
sólo puede declarar ante el fiscal en presencia del defensor. Afectación del
derecho de defensa y del debido proceso
Las policías no están exentas de cumplir con las reglas que conforman las
garantías básicas del debido proceso del imputado, es más, son los primeros
obligados a su íntegro respeto, por conformar la fuerza armada del Estado en la
prevención, investigación y represión del delito, razón por la cual deben someterse
siempre a la legalidad, aun cuando excusen su obrar en la buena fe (considerando
6º de la sentencia de la Corte de Apelaciones). Que los funcionarios policiales no
se hayan comunicado con el abogado defensor del imputado adolescente,
constituye una omisión que afecta derechos fundamentales de éste en relación con
su derecho de defensa y el debido proceso, debiendo por tanto excluirse del auto
de apertura de juicio oral los testimonios de los policías que participaron cuando se
le tomó declaración. En efecto, el imputado menor de edad fue puesto en una
posición desfavorable o desventajosa, afectando el debido proceso, ya que por la
irregular actuación de la policía se vio privado de la posibilidad de ejercer sus
derechos como interviniente, que debe estar en absoluta igualdad de posiciones
frente a su oponente, evitando el perjuicio y, por otro lado, el tribunal debe asumir
una postura de total ecuanimidad (considerandos 5º, 7º y 8º de la sentencia de la
Corte de Apelaciones).
Que resulta preciso dejar establecido que para el Ministerio Público no existe
ninguna obligación legal de presentar como testigos en el juicio oral sólo a aquellos
que declararon en la fase de investigación, y respecto de los cuales tenga un
registro, por lo que si esta circunstancia acontece, por sí sola, no puede convertirse
en una causal de exclusión.
Menos aún si, como se señala en la resolución impugnada, las defensas "hicieron
despliegue de un conocimiento sobre los puntos en los cuales iban a declarar las
testigos", porque lo que, difícilmente, podría ocurrir que se vieren sometidas a un
escenario sorpresivo en el marco del juicio.
Que bajo este prisma, cuando el tribunal decide admitir una prueba expresamente
excluida, valorarla positivamente y fundar en ella una decisión de condena, no sólo
excede los márgenes de lo legalmente permitido, sino que lo que hace en realidad
es atentar contra la garantía constitucional del debido proceso, al haber sido
obtenida con transgresión de garantías como se resolvió en la audiencia
preparatoria del juicio oral.
"La decisión judicial contraria al interés del portador de la garantía no puede ser
fundada en elementos de prueba obtenidos mediante su inobservancia o con
violación de las formas previstas en resguardo de la garantía" (Julio B. J. Maier,
Derecho Procesal Penal, Tomo I. Fundamentos. Editores del Puerto, Buenos Aires,
2004,
2ª edición, 3ª reimpresión, página 696) (considerando 16º).
Cita online:CL/JUR/5475/2008
Que en relación al set fotográfico debe señalarse que consta que éste fue
acompañado a la carpeta investigativa, tal como se ha reconocido por la defensa en
estrados, por lo que con una mínima diligencia de ella, habría tenido oportunidad de
revisar los antecedentes de la investigación y evitar cualquier clase de sorpresas en
el juicio (objetivo de la norma del art. 260 del Código del ramo) en consecuencia, tal
como lo afirmara el Ministerio Público en estrados, el reproche que se formula a su
actuación, de haber incumplido lo señalado en el artículo 260 del Código Procesal
Penal, aunque fuera efectivo, no logra configurar la existencia del supuesto legal
para la exclusión de la prueba antes dicha, ni constituye una infracción a los
derechos fundamentales del imputado, en concreto del derecho de defensa,
igualdad ante la ley y de contradicción; todo lo que amerita la revocación de la
resolución dictada por el tribunal a quo de la manera que se indicará en la conclusión
(considerando 6º).
Que respecto al CD ofrecido, de las alegaciones de los intervinientes se concluye
que éstos concuerdan en el hecho que dicho medio probatorio no fue incorporado
a la carpeta investigativa en el transcurso de la investigación ni en el desarrollo de
la audiencia preparatoria de juicio oral, ya que consultada la señora fiscal en la
audiencia de preparación del juicio oral, con qué fecha incorporó a la carpeta el
mencionado CD o si forma parte de ella, contesta que no cuenta con la información
solicitada en la carpeta, de manera que, en este caso particular, no cabe sino
concluir que la defensa no ha tenido acceso al mismo, configurándose en este caso
la vulneración o afectación de una garantía fundamental, ya que una interpretación
armónica del artículo 276 inciso 3º del Código Procesal Penal, no puede restringirse
a la mera infracción de la ley en la obtención de la prueba sino como aparece en
este caso debe necesariamente vincularse al derecho de los imputados a una
defensa informada, cuestión que no se podría concretar, ya que la referida prueba
ni siquiera ha sido generada, debiendo entonces mantenerse la exclusión en
relación a este medio de prueba (considerando 7º).
Que de la manera expuesta, esta Corte concluye que el disco compacto que
contiene una filmación efectuada el día 9 de mayo de 2007, por personal de la
Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones de Chile, en la que aparecen
los acusados cargando unos bolsos en el maletero de un vehículo estacionado en
la vía pública, no ha sido obtenido con infracción o vulneración de alguna garantía
constitucional, de manera que no corresponde su exclusión del auto de apertura del
juicio oral, y en tal caso la decisión adoptada por el señor juez a quo deberá ser
enmendada por medio del presente recurso de apelación, disponiéndose la
incorporación del referido medio de prueba, conforme fuere ofrecido por el ente
persecutor en su acusación (considerando 8º).
Que, en las condiciones anotadas, debe concluirse, tal como lo señaló ya la juez
de Garantía, que el hecho de haberse efectuado dicha diligencia sin que estuviera
presente un Defensor del menor imputado como expresa, taxativa e
imperativamente lo dispone el artículo 31 de la Ley de Responsabilidad Penal
Adolescente, vulnera las garantías constitucionales al debido proceso a que tiene
derecho dicho menor, sin que sea atendible lo expuesto por el Ministerio Público en
orden a que la policía estaba facultada para ello, incluso sin orden previa, en
atención a los dispuesto en los artículos 83 y 85 del Código Procesal Penal, puesto
que la diligencia efectuada excedió de la mera acreditación de la identidad de dicho
menor dado que en el hecho existió el levantamiento de una prueba pericial, la
realización y obtención de una diligencia de prueba que fue más allá y excedió las
facultades que a la policía le asisten y que se encuentran claramente señaladas en
las disposiciones legales a que ya se hizo referencia, obteniéndose entonces,
espuriamente, una prueba con inobservancia de garantías fundamentales y que
proviene directamente del procedimiento llevado a caso para ello, vulnerándose el
derecho de defensa y de prueba como principio básico de una investigación racional
y justa, lo que obviamente justifica su exclusión (considerando 5º).
10. Valor relativo de las actas como forma de afectar el derecho a defensa
ARTÍCULO 277
b) La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones
formales que se hubieren realizado en ellas;
c) La demanda civil;
El auto de apertura del juicio oral sólo será susceptible del recurso de apelación,
cuando lo interpusiere el ministerio público por la exclusión de pruebas decretada
por el juez de garantía de acuerdo a lo previsto en el inciso 3º del artículo
precedente. Este recurso será concedido en ambos efectos. Lo dispuesto en este
inciso se entenderá sin perjuicio de la procedencia, en su caso, del recurso de
nulidad en contra de la sentencia definitiva que se dictare en el juicio oral, conforme
a las reglas generales.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 69, 249, 250, 251, 258, 259, 261,
263, 272, 274, 275, 276, 278, 281, 312, 336, 340, 341, 342, 368, 370, 372 y
siguientes. Constitución Política: artículo 19.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que de todo lo considerado queda claro que el debido proceso penal debe
ajustarse a lo dispuesto en el Nº 3 del artículo 19 de la Constitución, en expresa
armonía con su numeral 26º, es decir, lograr la igual protección de la ley en el
ejercicio de los derechos, lo que naturalmente se ve violentado cuando un derecho
128 Este inciso fue agregado por el número 30) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005
procesal básico es otorgado por la ley a sólo uno de los dos agraviados por una
resolución judicial, excluyendo al otro de la posibilidad de reclamar.
Que, en definitiva, confrontado el texto del artículo 277, que en idéntica situación
le otorga el derecho a apelar a un interviniente activo legitimado y no al otro, genera,
como su necesaria consecuencia y efecto, una violación flagrante de la llamada
tradicionalmente igualdad ante la justicia, que la Constitución vigente denomina
"igual protección de la ley en el ejercicio de los derechos" y que la doctrina procesal
moderna conceptualiza como la tutela judicial efectiva, en este caso de los
intervinientes del proceso penal.
Que, en suma, la disposición contenida en el inciso 2º del artículo 277 del Código
Procesal Penal en cuanto sólo le otorga la apelación al Ministerio Público por
exclusión de prueba importa en el caso concreto una discriminación carente de
razonabilidad o justificación constitucional. Así también ya lo señaló esta
Magistratura, en relación al artículo 132 bis introducido en el Código Procesal Penal,
conforme al cual se establece la apelación de la resolución que declara la ilegalidad
de la detención sólo por el fiscal o el abogado asistente del mismo, entendiendo
este tribunal que "ello no obsta para que los demás intervinientes en el proceso
penal puedan ejercer el mismo derecho" (Rol Nº 1001-2007) (considerandos 38º y
39º).
La causa invocada por los recurrentes para sostener su impugnación, esto es,
que el fallo emitido por el tribunal de juicio oral en lo penal, se dictó en oposición a
otro pasado en autoridad de cosa juzgada. A tal efecto, cabe consignar que el juez
de garantía pronunció en esta causa el auto de apertura del juicio oral, en cuyo
resuelvo segundo dispuso textualmente "Las pruebas que deberán rendirse en el
juicio oral, son:...", pasando a enumerar todas las pruebas que fueron ofrecidas por
los intervinientes y que consideró admisibles conforme lo consagra el artículo 277
del Código Procesal Penal. Dicha resolución quedó ejecutoriada. Es doctrina
asentada, que el auto de apertura del juicio oral corresponde a aquellas
resoluciones que se califican como sentencias interlocutorias de segundo grado, por
cuanto resuelve sobre un trámite que debe servir de base para el pronunciamiento
de un sentencia definitiva o interlocutoria, según reza el artículo 158 del Código de
Procedimiento Civil, y que por virtud del artículo 175 del mismo Código, produce el
efecto de cosa juzgada. Por tanto, lo que en dicho acto emanado de un órgano
jurisdiccional competente se contiene como decisión, no puede ser puesto
nuevamente en discusión. Para pasar sobre el efecto de cosa juzgada no es
necesario que ni que las dos sentencias comprometidas pertenezcan a la misma
categoría —definitiva o interlocutoria, pues unas y otras producen el mismo efecto,
según ordena el artículo 175 del Código de Procedimiento Civil— ni tampoco que la
segunda anule o modifique formalmente la primera. Basta con que aquélla altere
sus efectos para que se cumpla la condición anulatoria prevista del artículo 374 letra
g) del Código Procesal Penal (considerandos 10º a 12º de la sentencia de la Corte
de Apelaciones).
Conforme al artículo 277 inciso 2º del Código Procesal Penal, el auto de apertura
del juicio oral sólo es apelable cuando el recurso lo interpusiere el Ministerio Público
por la exclusión de pruebas que proviniesen de actuaciones o diligencias que
hubiesen sido declaradas nulas y aquellas que hubiesen sido obtenidas con
inobservancia de garantías. En la especie, tratándose del primer grupo de pruebas,
el juez de garantía las excluye por impertinencia y además por vulneración de
garantías fundamentales, por lo que encontrándose dentro de los supuestos legales
del referido artículo, y privilegiando el principio de revisión por parte del tribunal
superior y de la doble instancia, corresponde rechazar el falso recurso de hecho
intentado en esta parte. Ahora, en cuanto al segundo grupo de pruebas excluidas,
del tenor de la resolución apelada se desprende que lo fue por impertinencia de la
misma, de modo que no encontrándose la resolución recurrida en la hipótesis del
artículo 277 inciso 2º, el recurso de hecho debe ser acogido en esta parte,
declarándose inadmisible la apelación (considerandos 4º a 6º de la sentencia de la
Corte de Apelaciones).
El artículo 277 del Código Procesal Penal dispone que el auto de apertura del
juicio oral sólo será susceptible del recurso de apelación cuando lo interpusiere el
Ministerio Público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de
acuerdo a lo previsto en el artículo 276 inciso 3º del mismo Código, esto es,
únicamente la denominada prueba ilícita. Así las cosas, la exclusión de las pruebas
documentales fundada en que "resultan impertinentes", no puede ser objeto del
recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público, el que entonces resulta
inadmisible por improcedente (considerandos 8º y 9º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones).
6. La no incorporación de las menciones del auto de apertura del juicio oral no puede
ser subsanada de manera posterior, de lo contrario se afectaría el principio de
congruencia
Que, de conformidad con lo previsto en el artículo 277 del Código Procesal Penal,
el auto de apertura del juicio oral de 14 de noviembre de 2008 dictado por la juez de
Garantía de Temuco doña Alejandra García Bocaz, debió contener la totalidad de
las menciones a que se refieren las letras a), b), c), d), e) y f).
Que, dichas omisiones no son a juicio de esta Corte subsanables durante el curso
del juicio oral.
Tal es la relevancia jurídica del auto de apertura, que las menciones que debe
contener pasan a constituirse en el sustento para el inicio de las actuaciones
preparatorias orientadas a la realización del juicio y en el marco regulatorio de la
potestad condenatoria de los jueces.
ARTÍCULO 278
ARTÍCULO 279
ARTÍCULO 280
129 9Este inciso fue intercalado por el número 18 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008, pasando el anterior inciso 2º a ser inciso 3º.
130 0Este inciso fue modificado por la letra a) del número 31) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la frase "Párrafo 3º del Título VIII del
Libro Primero" por "Párrafo 6º del Título III del Libro Segundo".
131 Este inciso fue agregado por la letra b) del número 31) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) Que, como se vislumbra en el caso sub lite, las condiciones que habilitan la
práctica de la actuación se cumplieron a cabalidad, pues ante la posible inasistencia
del médico legista C.G., a causa de su salida al extranjero (Bolivia) durante su
período de vacaciones, uno de cuyos días coincidía con la época en que se había
fijado la audiencia de juicio (13 de diciembre del 2011), se recibió anticipadamente
su declaración con aquiescencia y presencia de la defensa y, verificada
posteriormente su inasistencia al comienzo de la audiencia, la que se había
postergado en su práctica (23 de mayo de 2012), luego de constatarse en dicha
ocasión que se hallaba en una ciudad nortina muy distante a la sede del juicio,
operaron las condiciones que hacen procedente la recepción de declaraciones
anteriores al juicio oral de conformidad a lo dispuesto en el artículo 331 letra a) del
Código Procesal Penal, en relación a lo prescrito en los artículos 191 y 280 del texto
en mención, teniendo a mayor abundamiento en consideración que las prórrogas
ulteriores al día primigenio de desarrollo del juicio fueron propugnadas por la propia
recurrente, a causa de dolencias médicas que le afectaron, interviniente que
además, asistió a la actuación en referencia, pudiendo ejercitar en ella sus
respectivas prerrogativas procesales (considerando 4º).
ARTÍCULO 281
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas
sometida132s a prisión preventiva o a otras medidas cautelares personales.
132Este inciso fue modificado por el número 32) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la frase "a su notificación" por "al momento en que
quedare firme".
Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos quienes debieren
concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos, siete días de
anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en
los artículos 33 y 141, inciso 4º.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 7º, 12, 33, 76, 122 y
siguientes, 141, 155, 159, 174, 191, 192, 277, 280, 282 y siguientes, 372, 373 y 374.
Constitución Política: artículos 73 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Comoquiera, lo anterior, que los órganos del Estado deben adecuar su proceder
a las normas superiores previstas en la Constitución, acorde con el artículo 6º de la
misma, conforme ordene esta magistratura en los asuntos sometidos a su
jurisdicción.
Que, del mérito de los antecedentes del recurso, lo informado por los señores
jueces del tribunal recurrido, los argumentos de los intervinientes en la audiencia y
lo extractado del sistema computacional, queda demostrado que la audiencia de
preparación de juicio oral se efectuó el 13 de julio del año curso, época que debe
entenderse al tenor del artículo 30 del Código Procesal Penal como notificado el
auto de apertura del juicio oral y por ende desde aquélla, contarse la fecha para
celebración de la audiencia de juicio oral, la que conforme a lo dispuesto en el
artículo 281 del cuerpo legal antes señalado debería desarrollarse no antes de
quince ni después de sesenta días, en consecuencia, la audiencia de juicio debió
ser agendada entre el 29 de julio y el 11 de septiembre del presente año, en
circunstancias que lo fue para el 2 de noviembre, desconociendo el tenor literal de
lo dispuesto por el inciso tercero del artículo precedentemente señalado.
Que, por las razones antes expuestas esta Corte acogerá la acción de Amparo
interpuesta por estimar que la resolución que fija la audiencia de juicio oral —en
exceso— fuera del plazo legal establecido para ello en el artículo 281 del Código de
enjuiciamiento penal constituye acto arbitrario que vulnera la garantía de la libertad
personal y seguridad individual impetrada por la defensa de la amparada. En mérito
de los antecedentes indicados y lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución
Política de la República, se declara que se acoge (considerandos 3º a 8º).
— Que, sin perjuicio de reconocer la gravedad que implica fijar la fecha para la
realización de la audiencia de juicio oral en un plazo posterior al señalado en el
artículo 281 del Código Procesal Penal, no es menos cierto que dicho acto, en sí,
no significa la afectación, de manera ilegal, del derecho a la libertad personal del
amparado, toda vez que nuestro ordenamiento jurídico establece diversos
mecanismos, instancias y recursos que le son propios, cuyo objeto es obtener la
libertad del imputado, tales como el artículo 149 del Código Procesal Penal.
ARTÍCULO 282
Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma
continua y podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión.
Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas, aquellas que tuvieren lugar en
el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 283, 372, 373 y 374.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Principio de continuidad
ARTÍCULO 283
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el
juicio seguirá adelante cuando la declaración de rebeldía se produjere respecto del
imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en el
juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta
indispensable para la prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la
sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que
excediere de diez días impedirá su continuación. En tal caso, el tribunal deberá
decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 30, 33, 36, 93, 99, 100, 101, 159
y siguientes, 252, 282, 326, 372, 373 y 374.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) Por otro lado, cabe recordar que se trata de un procedimiento por delito de
acción penal privada, regido por las normas de los artículos 400 a 405 del Código
Procesal Penal, y supletoriamente, en lo que no proveyere ese título, por las normas
del Título I del Libro IV del mismo texto legal, es decir, por las disposiciones del
juicio simplificado. En la normativa del procedimiento especial, el artículo 396
dispone: "La audiencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de comparecencia
de alguna de las partes o por no haberse rendido prueba en la misma". La misma
disposición prevé una excepción, autorizando la suspensión de la audiencia cuando
se trata de un testigo o perito cuya declaración sea considera por el tribunal
indispensable para la adecuada resolución de la causa. En esta hipótesis, el
legislador establece un límite temporal al señalar que la suspensión no podrá en
caso alguno exceder de cinco días, transcurrido los cuales deberá proseguirse
conforme a las reglas generales, aun a falta del testigo o perito.
2. El cambio de la fecha fijada para la audiencia del juicio oral no afecta el principio
de la continuidad, como sí lo hace la suspensión de la audiencia de juicio (cuando
éste ya se ha iniciado)
Que, lo primero que se debe precisar es que no estamos en presencia de las
hipótesis del artículo 283 del Código Procesal Penal, puesto que no se trata de la
suspensión de la audiencia de juicio oral, desde que el juicio aún no se ha iniciado.
Más bien nos encontramos en la situación que regula el artículo 281 del Código
citado, esto es en la fijación de fecha para la realización de la audiencia de juicio
que el Tribunal Oral en lo Penal debe hacer, una vez recibido el auto de apertura
desde el Juzgado de Garantía respectivo. La fijación de la audiencia de juicio debe
hacerse en un plazo que no puede ser menor de 15 días ni mayor de 60, desde la
notificación del auto de apertura de juicio oral.
Por otra parte, tampoco la defensa ha indicado cuál de sus medios probatorios,
de que pretendía valerse en el juicio oral, se habría visto afectado y de qué forma
por el cambio de la fecha de audiencia de juicio. En consecuencia, la causal de
nulidad invocada por la defensa del sentenciado y que, por resolución de la Excma.
Corte Suprema ha de entenderse referida al artículo 374 letra c) del Código
Procesal Penal, por el primer motivo invocado, esto es por vulneración del debido
proceso adjetivo e infracción a las garantías procesales del debido proceso
legalmente tramitado, ha de ser desestimada (considerando 5º).
(...) Para resolver esta causal de nulidad, se tendrá presente que conforme a lo
previsto en el artículo 283 del Código Procesal Penal, la audiencia de juicio oral
podrá suspenderse por el tribunal solamente hasta por dos veces por razones de
absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de
la suspensión. Asimismo, el juicio seguirá adelante cuando la declaración de
rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la
posibilidad de prestar declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare
que su ulterior presencia no resulta indispensable para la prosecución del juicio o
cuando sólo faltare la dictación de la sentencia, por lo que se trata de una situación
bien acotada y debidamente reglada. Luego, es perfectamente posible que pueda
continuarse con un juicio oral sin la presencia del acusado, lo que ocurrirá en
circunstancias bien excepcionales, para el caso, cuando ella no resulte
indispensable para la prosecución del juicio, todo lo cual debe ser conocido y
calificado por el respectivo tribunal, situación que precisamente ocurrió en autos,
pues al advertir la ausencia del acusado el tribunal suspendió la audiencia para el
día siguiente, despachando de inmediato una orden de aprehensión en su contra
(considerando 5º).
Corte de Apelaciones de Iquique, 4/08/2016, Rol Nº 153-2016,
ARTÍCULO 284
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 69, 76, 159 y siguientes, 258,
281, 287, 372, 373 y 374.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el artículo 284 del Código Procesal Penal, contenido en su Libro Segundo,
exige para la realización de la audiencia de juicio oral, la presencia ininterrumpida
de los jueces y del Ministerio Público. Añade esta norma en su inciso final:
"Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio
oral y de la sentencia que se dictare en él". El artículo 389 del mismo texto, en tanto,
establece: "El procedimiento simplificado se regirá por las normas de este Título y,
en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las del Libro Segundo de este
Código, en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza".
Que constando del registro de audio que el tribunal tuvo por no compareciente a
la sesión de reanudación de la audiencia del juicio oral de fecha 21 de marzo de
2014 a las 8:30 horas al fiscal adjunto de La Serena, señor XXXX, quien había
comparecido en representación del Ministerio Público desde su inicio a dicha
audiencia, resulta necesario concluir que se ha producido la infracción a que alude
el inciso final del artículo 284 del Código Procesal Penal, esto es, haber faltado la
presencia ininterrumpida de uno de los intervinientes en el juicio oral, lo cual vicia
de nulidad tanto al juicio como a la sentencia.
Que por lo anteriormente razonado resulta del caso concluir que se hace
procedente acoger la causal de nulidad del juicio y de la sentencia, contemplada en
el artículo 374 letra b) del Código Procesal Penal, deducida en carácter de principal
por la defensa del acusado, razón por la cual se hace improcedente entrar a analizar
y pronunciarse respecto de las otras causales opuestas por el mismo recurrente y
que interpuso en carácter de subsidiarias (considerandos 3º, 4º y 5º).
ARTÍCULO 285
Presencia del acusado en el juicio oral. El acusado deberá estar presente durante
toda la audiencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 93, 102 y siguientes, 292,
293, 326 y 327. Constitución Política: artículo 19 Nº 3.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en este contexto cabe recordar que la inasistencia del acusado fue
justificada, previo al inicio de la audiencia de juicio, por medio de una licencia
médica, hecho que motivó la petición por parte del Ministerio Público que se
despachara una orden de detención, la que fue desestimada por la juez de Garantía,
limitándose ésta a negar lugar a la alegación de la defensa en base a sostener que
se estaba ante una injustificada "incomparecencia del acusado (...) que
reiteradamente ha buscado diversos subterfugios, para faltar a la audiencia de
juicio, de hecho a la audiencia de preparación de juicio oral fue necesario traerlo de
manera compulsiva".
Por otra parte, resulta diferente señalar que se ha condenado al imputado sin
escucharlo, pues ello no fue así, dado que como lo reconoce su defensor, y lo
asienta el fallo, sí prestó declaración en el juicio oral. Debe también consignarse
que la continuación del juicio oral no puede quedar entregada al mero arbitrio del
imputado, sobre todo si éste o su defensa no hizo presente en esa audiencia, ni con
motivo de este recurso, alguna razón que permita ponderar o justificar su salida del
tribunal y posterior incomparecencia a la prosecución del juicio. En suma, el
acusado siempre contó con asistencia letrada, pudiendo su defensor ejercer todas
las facultades y derechos que son propias en un procedimiento de naturaleza
adversarial y contradictorio, en que ha tenido la posibilidad de contrainterrogar a los
testigos y peritos presentados por el ente persecutor, poseyendo además
conocimiento de la imputación existente en su contra, por lo que no puede
entenderse que con la sola ausencia voluntaria del acusado, al restarse de asistir a
la del juicio oral seguido en su contra, se haya vulnerado el ejercicio del derecho de
defensa por el imputado, a que se refiere la causal de nulidad interpuesta. Que por
lo expuesto precedentemente, sólo cabe concluir que no concurriendo la causal de
nulidad en que se sustenta el recurso deducido, el mismo será desestimado. Por
estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos
372 y siguientes del Código Procesal Penal, se rechaza el recurso de nulidad
interpuesto por la defensa del acusado (considerandos 5º, 6º y 7º).
Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado
durante toda la audiencia del juicio oral será un requisito de validez del mismo, de
acuerdo a lo previsto en el artículo 103.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 7º, 8º, 93, 102 y siguientes,
106, 159 y siguientes, 269, 283, 287, 372, 373 y 374. Constitución Política: artículo
19 Nº 3. Código de Procedimiento Penal: artículos 68 y siguientes, 278, 448 y 541.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) La Ley Nº 19.718, que creó la Defensoría Penal Pública, estableció como
requisitos para los defensores públicos, el tener título de abogado; y en el artículo
527 del Código Orgánico de Tribunales, se indica de modo expreso que: Las
defensas orales ante cualquier tribunal de la República, sólo podrán hacerse por un
abogado habilitado para el ejercicio de la profesión (considerando 12º).
Que en idéntica forma, el artículo 269 del Código Procesal Penal, señala que la
presencia del fiscal y del defensor del imputado, durante la audiencia de preparación
133 Este inciso fue modificado por el número 5) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario
Oficial de 29 de marzo de 2017, en el sentido de reemplazar la referencia al "inciso segundo", por otra al "inciso
cuarto".
del juicio oral, constituyen requisitos de validez de la misma; previendo la
declaración de abandono del defensor que no comparece y la obligación de
designar uno de oficio, oportunidad en la que, además, deberá suspenderse la
audiencia a objeto de permitir al defensor designado, interiorizarse del caso
(considerando 15º).
Que, tal como han señalado los jueces recurridos, el inciso final del artículo 286
del Código Procesal Penal, dispone expresamente que no se podrá suspender la
audiencia de juicio oral por la falta de comparecencia del defensor elegido por los
acusados, debiendo en tal caso el tribunal designarles un defensor penal público, al
que se le debe conceder un plazo para interiorizarse del caso.
ARTÍCULO 287
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 106, 269, 284, 286 y 389.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
134Este artículo fue reemplazado por el número 6 del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario
Oficial de 29 de marzo de 2017.
ARTÍCULO 288
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 5º, 36, 109, 111 y siguientes,
120, 121, 261, 363 y siguientes, 370 y 402. Código de Procedimiento Penal:
artículos 93 y 587.
ARTÍCULO 289
Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública,
pero el tribunal podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o
más de las siguientes medidas, cuando considerare que ellas resultan necesarias
para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere
tomar parte en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la
ley:
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 6º, 7º, 36, 78, 93, 109, 182,
292, 294, 308, 362, 363, 372, 373, 374, 463. Constitución Política: artículo 19 Nºs. 1,
3, 4 y 12. Código de Procedimiento Penal: artículos 7º, 67, 78, 79, 80 y 426.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que sobre estas materias, cabe consignar, desde luego, que el artículo 289
consagra el principio de publicidad de la audiencia del juicio oral. La norma prescribe
que "La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal podrá disponer, a
petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas,
cuando considerare que ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el
honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte en el juicio o
para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: ... b) Impedir el acceso
del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas".
A su turno, el artículo 308 del texto en estudio ordena: "Protección a los testigos.
El tribunal, en casos graves y calificados, podrá disponer medidas especiales
destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare. Dichas medidas
durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas
cuantas veces fuere necesario. De igual forma, el Ministerio Público, de oficio o a
petición del interesado, adoptará las medidas que fueren procedentes para conferir
al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección".
Que el alcance y contenido del derecho a un proceso público garantizado como
principio esencial en el artículo 289 del Código Procesal del ramo, resulta ser un
derecho fundamental en un sistema acusatorio. Su finalidad consiste en evitar una
justicia secreta, que por serlo, escapa al control social que en un Estado
democrático resulta fundamental. Todo acto, por el hecho de ser público, alcanza
una dimensión de control, de vigilancia y de supervisión de la que están carentes
los que se realizan privadamente o sin publicidad. Por lo mismo, este principio
fundamental, reconoce excepciones de derecho estricto, consagradas en la misma
ley. En razón de ello, la excepción a la publicidad requiere que el recurrente alegue
cuando menos, en qué sentido dicho principio puede menguar la seguridad del
testigo o afectar su intimidad y honor, lo cual ha de fundarse en circunstancias
reales, efectivas y actuales, nunca potenciales o abstractas.
Que acorde con lo expuesto, carecen de valor suficiente, para fundar en ellas, a
falta de autorización legal expresa que la autorice, la prohibición de informar o
difundir la identidad de los imputados, las normas y principios citados por los
recurridos y la defensoría penal pública, a saber: 1) El artículo 93 del Código
Procesal Penal, que establece los derechos y garantías de los imputados, puesto
que no contiene una norma expresa que autorice a los tribunales a mantener el
secreto o reserva de su identidad en el curso del juicio; 2) La presunción de
inocencia, puesto que la Constitución no consagró el principio de inocencia, por lo
que dicha presunción, consagrada en el artículo 4º del Código Procesal Penal, es
meramente legal y no absoluta. Así, estando en pugna la libertad de informar con la
presunción de inocencia, no puede darse preferencia a ésta, para fundar la
prohibición de difundir la identidad de los imputados, como lo sostienen los
recurridos, pues ello significaría vulnerar el principio de supremacía constitucional
contenido en el artículo 6º inciso 1º de la Constitución Política de la República, dado
que aquélla tiene rango constitucional y ésta sólo legal. Además, la presunción de
inocencia dice relación con el trato que debe darse a los imputados en el transcurso
del juicio en orden a reputársele inocente mientras no se dicta sentencia en su
contra, con el otorgamiento de medidas cautelares y con la producción de la prueba
(art. 44 inciso 2º del C.P.P.), pero no con mantener en secreto su identidad (...)
(considerando 13º, Corte de Apelaciones de Coyhaique, ratificado por Corte
Suprema).
Que, en último término, no ha sido la lectura del Acta de Deliberación, la que pudo
afectar la dignidad de las menores, pues en ella no hubo, como ya se ha indicado,
mención alguna relativa a la identidad de las menores; por el contrario, si ésta es
posible de realizar, es sólo consecuencia de la exposición mediática que realizaron
los padres de las menores, presuntas víctimas del delito de abuso sexual, ante
diversos medios de comunicación social, de modo que no resulta procedente que
resulte sancionado, aquel que se limitó a cubrir, como noticia, la última etapa del
proceso judicial, el que como se señaló, terminó mediante la absolución del
imputado señor Enrique Orellana Herrera. Por estas consideraciones, citas legales
y constitucionales, y lo dispuesto en el artículo 34 de la Ley Nº18.838 y Auto
Acordado sobre Tramitación y Fallo del recurso de Protección, se revoca la sanción
impuesta por el Honorable Consejo Nacional de Televisión a Televisión Nacional de
Chile, ascendente a 200 UTM, por la transmisión del Acta de Deliberación recaída
en el juicio oral seguido en contra de don Enrique Orellana Herrera el día 25 de
septiembre del año 2013, durante la emisión de su programa "Buenos Días a
Todos", y se decide en cambio que se absuelve a Televisión Nacional de Chile del
pago de dicha multa, sin costas (considerandos 10º a 20º).
ARTÍCULO 290
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que a fs. 40, los ministros recurridos expresaron en su informe que rechazaron
la cuestión de competencia porque la requirente no tenía la calidad de parte en el
proceso y que, después, declararon inadmisible por improcedente el recurso de
apelación intentado porque aquél no está permitido de acuerdo a lo prevenido en
los artículos 71, 96 y 98 del Código Orgánico de Tribunales, así como en el artículo
290 del Código Procesal Penal y el 210 del Código de Procedimiento Civil.
ARTÍCULO 291
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 30, 36, 309, 319, 326, 329,
331, 332, 333, 334, 336, 343, 346, 373 y 374.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el inciso primero del artículo 291 del Código Procesal Penal establece el
principio de la oralidad como forma de desarrollo de la audiencia de juicio, oralidad
que también comprende a las resoluciones judiciales, las que "serán dictadas y
fundamentadas verbalmente por el tribunal".
Que el artículo 284 del Código Procesal Penal, contenido en su Libro Segundo,
exige para la realización de la audiencia de juicio oral, la presencia ininterrumpida
de los jueces y del Ministerio Público. Añade esta norma en su inciso final:
"Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio
oral y de la sentencia que se dictare en él". El artículo 389 del mismo texto, en tanto,
establece: "El procedimiento simplificado se regirá por las normas de este Título y,
en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las del Libro Segundo de este
Código, en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza".
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 160, 163, 284 y 389 del
Código Procesal Penal se anulan las audiencias de treinta y uno de mayo y de seis
de junio del año en curso (considerandos 3º, 4º y 5º).
ARTÍCULO 292
Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral. El juez
presidente de la sala dirigirá el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá
el cumplimiento de las solemnidades que correspondieren y moderará la discusión.
Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren
intervenir durante el juicio, fijando límites máximos igualitarios para todas ellas o
interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y
decoro durante el debate, y, en general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 8º, 71, 93, 102 y siguientes,
259, 281, 293, 294 y 330. Constitución Política: artículos 19 Nº 3 y 83 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que siendo una cuestión materia de decisión jurisdiccional, resulta evidente que
era objeto de debate entre las partes y, por tanto, las alegaciones que éstas
formularan, en caso alguno, podían ser limitadas o restringidas, a salvedad de las
normas generales sobre conducción del debate previstas en el artículo 292 del
Código Procesal Penal. En éste, como en todo juicio penal, es derecho de las partes
formular planteamientos y alegaciones entre los cuales obviamente está el de
contradecir jurídicamente las propuestas de los acusadores proponiendo sea la
atipicidad, sea una calificación distinta y, en general, cualquier tipo de posición
jurídica que se estime conveniente. Al impedir el tribunal a la defensa el ejercicio de
esta facultad, la ha privado de una de las manifestaciones del derecho de defensa,
ínsito en la garantía del debido proceso constitucionalmente aceptada y con ello se
está ante un juicio procesalmente nulo en la medida que la infracción impidió el
pleno ejercicio de las garantías constitucionales (considerando 5º).
ARTÍCULO 293
ARTÍCULO 294
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 283, 284, 286, 288, 289, 292 y
293. Constitución Política: artículos 73, 78 y 83 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en la especie hay dos disposiciones legales en juego, la del artículo 294 del
Código Procesal Penal, que contempla sanciones para aquellos que infringen las
normas relacionadas con la publicidad de la audiencia de juicio oral, concretamente,
con aquella decisión del juez presidente de la sala que prohibió la divulgación de
imágenes de los imputados. Claramente se está en la órbita disciplinaria y cualquier
atentado, en que incurra un medio de comunicación social, debe ser castigado, de
acuerdo a las sanciones que contemplan los artículos 530 o 532 del Código
Orgánico de Tribunales, de conformidad con la norma de reenvío que establece el
artículo 294 del Código Procesal Penal. No hay figura penal típica en el
comportamiento ilegítimo, por cierto, de los periodistas, pero no se puede sostener
una denuncia criminal basado en tal precepto, por lo que la investigación que al
efecto se practique no puede prosperar, por no ser constitutiva de ilícito penal.
Que, por otro lado, está el artículo 240 del Código de Enjuiciamiento Civil que en
su inciso segundo dispone: "El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado
con reclusión menor en su grado mínimo". Esta figura penal está relacionada con el
cumplimiento de las resoluciones judiciales, pues se comete cuando se quebranta
lo ordenado cumplir por una decisión de un juez dentro de un procedimiento judicial.
Pero no cualquier resolución, sino que al menos aquellas que tengan la naturaleza
de sentencia interlocutoria, esto es, de aquellas que establezcan derechos
permanentes a favor de las partes o aquellas que sirvan de base para la dictación
de una sentencia definitiva o interlocutoria.
Que resulta evidente que la decisión del juez presidente que dirigió la audiencia
de juicio oral, al limitar el derecho de informar impidiendo la difusión de imágenes
de los acusados, ha tenido por finalidad proteger el principio de inocencia que,
atendida la prelación que se produce en caso de colisión de derechos, prima sobre
el primero.
ARTÍCULO 295
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Condiciones que deben cumplir los medios de prueba para ser incorporados al
juicio
Que ese proceder ilegal de los funcionarios policiales afectó a las restantes
actuaciones en que ellos intervinieron y las diligencias que realizaron sin amparo
legal, lo que trajo como resultado el hallazgo de droga. Ello es corolario del efecto
propio de la nulidad y transforma en ilícita la prueba así obtenida, que ya no puede
ser rendida en juicio, desde que el artículo 295 del Código Procesal Penal permite
cualquier medio probatorio producido e "incorporado" de conformidad a la ley, de
modo que la trascendencia de la infracción anotada es manifiesta, lo que sólo
resulta reparable con la declaración de nulidad del juicio oral y del fallo impugnado
(considerandos 9º y 10º).
En ese orden, el artículo 464 del Código Procesal Penal no define la modalidad o
metodología que debe utilizarse en el informe a que alude, la institución o
profesional que debe emitirlo, ni fija el valor que debe darse a su contenido o
conclusiones. Así las cosas, en los casos en que el informe invocado para efectos
de fundar una solicitud de internación provisional no sea aquel emitido de
conformidad al artículo 458, no puede esperarse que aquel se refiera de manera
específica y expresa sobre la posible enajenación mental del imputado y sobre el
riesgo que ella conlleva para sí o para terceros, menos aún sobre este último punto,
el cual generalmente no es abordado en los informes o documentos confeccionados
fuera del marco de un procedimiento de medida de seguridad, únicos informes o
documentos con los que generalmente se contará en una etapa tan temprana del
procedimiento como lo es la audiencia de control de detención (considerando 4º).
(...) Al respecto, en nuestro ordenamiento jurídico, si bien los artículos 199 y 201
del Código Procesal Penal, contienen reglas especiales sobre las indagaciones
acerca del hallazgo de cadáveres y de las autopsias, ellas no son excluyentes de
las disposiciones generales del artículo 295, que establece la libertad de prueba, lo
cual significa que en los homicidios la muerte de la víctima puede acreditarse por
cualquiera de los medios producidos e incorporados con arreglo a la ley, como
aconteció en la especie.
Y tanto es así que los artículos 473, letra b), y 475, inciso 2º, del referido
compendio adjetivo, contemplan expresamente la hipótesis de una sentencia
condenatoria por "homicidio de una persona cuya existencia se comprobare
después de la condena", lo que revela palmariamente la aceptación de un juicio sin
contar con el cadáver, siempre que el fallecimiento se haya demostrado por otras
probanzas (...) (considerando 17º).
Que el artículo 295 del Código Procesal Penal señala que todos los hechos y
circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso sometido a
enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado
en conformidad a la ley.
La aplicación del artículo 295 del Código Procesal Penal autoriza sostener la
plena procedencia de la prueba indiciaria en nuestro ordenamiento jurídico procesal
penal, pudiendo el tribunal a través de ella, inferir el acaecimiento del hecho punible
y la participación en el mismo del acusado.
En definitiva, lo que importa sea que se trate de prueba directa o indiciaria es que
el proceso de establecimiento del hecho típico y de la participación sea razonado, y
que de la prueba de cargo fluyan, como conclusión natural, los hechos que se
requiere acreditar, existiendo entre ambos un enlace preciso y directo según las
reglas del criterio humano (considerando 7º).
Corte de Apelaciones de Concepción, 6/03/2012, Rol Nº 35-2012,
ARTÍCULO 296
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 191, 192, 280, 331, 333, 334,
336, 341, 342, 372, 373 y 374. Código de Procedimiento Penal: artículos 219, 500,
541 y 546.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 297
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 191, 192, 259, 261, 263, 278,
280, 341, 342, 372 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 458 a
488 bis, 500, 502 y 546.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en relación a lo anterior, este tribunal también ha señalado, desde los inicios
del nuevo sistema de enjuiciamiento criminal, que la nueva legislación procesal
penal ha intensificado las exigencias de justificación de la declaración de los hechos
que se tienen por probados en las sentencias definitivas, imponiendo a los jueces
un trabajo cuidadoso en la elaboración de sus fallos. La preocupación esencial de
toda sentencia penal de fijar los hechos y circunstancias que se tuvieren por
probados, favorables o desfavorables al acusado, debe ir precedida de la debida
valoración que impone el artículo 297 del Código Procesal Penal. Esta norma, si
bien es cierto ha facultado a los tribunales para apreciar la prueba con libertad en
abierta y franca discrepancia con el probatorio tasado del sistema inquisitivo,
impone tres reglas básicas al juzgador: no puede contradecir los principios de la
lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicamente afianzados;
además debe hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso la desestimada;
y debe señalar los medios de prueba por los cuales se dieren por justificados cada
uno de los hechos y circunstancias atinentes a la litis.
Que, tal como ha señalado Nogueira Alcalá, "la obligación de fundar o motivar la
sentencia constituye una derivación de la presunción de inocencia en la medida que
el tribunal debe exteriorizar en forma razonada y lógica los motivos que
fundamentaron la convicción de culpabilidad del acusado, superando toda duda
razonable" ("Consideraciones sobre el Derecho Fundamental a la Presunción de
Inocencia", Revista Ius et Praxis, (11) (1): 221-241, 2005). El análisis racional que
debe practicar el juez se asienta sobre este principio básico que sitúa el onus
probandi en el acusador. De socavarse este basamento esencial, la sentencia
construida necesariamente será nula, puesto que estará fundada en cimientos
viciados. Una fundamentación en abierta contradicción con las normas que regulan
la carga de la prueba, autoriza la invalidación correspondiente en los términos
previstos en el artículo 374 letra e) en concordancia con el artículo 342 letra c) del
Código Procesal Penal (considerandos 9º, 10º y 11º).
Esta norma, si bien es cierto ha facultado a los tribunales para apreciar la prueba
con libertad en abierta y franca discrepancia con el sistema probatorio tasado del
sistema inquisitivo, lo ha hecho en el entendido que los tribunales no pueden en
modo alguno, como primera limitante, contradecir los principios de la lógica, las
máximas de experiencia y los conocimientos científicamente afianzados; y luego
exige que para hacer esa valoración el tribunal debe hacerse cargo de toda la
prueba producida, incluso la desestimada, con señalamiento de los medios de
prueba, únicos o plurales, por los cuales se dieren por probados cada uno de los
hechos y circunstancias atinentes a la litis (SCS, Nºs. 964-03 y 1743-03, de doce de
mayo y dos de julio de dos mil tres) (considerando 12º).
No hay en ello un control del tribunal de alzada sobre los hechos, sino sobre el
cómo llegaron a ellos los jueces del tribunal oral.
4. Los tribunales apreciarán con libertad la prueba producida durante el juicio oral,
pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados
5. Proscripción de la arbitrariedad
El artículo 297 del Código Procesal Penal confiere a los jueces la facultad de
apreciar la prueba con libertad, pero sin que ello importe contradecir los principios
de la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados. La valoración de la prueba exige, por tanto, el señalamiento del o de los
medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los
hechos y circunstancias que se diere por probados, debiendo necesariamente esta
fundamentación permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar
las conclusiones a que llegare la sentencia. De esta forma, el sistema de la libre
valoración de la prueba consagrado en nuestro sistema procesal penal, no equivale
a una entera o absoluta libertad ni a un sistema de libre convicción ni tampoco a la
posibilidad de que los jueces aprecien la prueba con entera libertad, sino que deben
hacer un minucioso examen de los antecedentes empleando la razón, la lógica, la
reflexión y los conocimientos adquiridos en el ejercicio de su función judicial.
Asimismo, exige el referido artículo 297, que la fundamentación a que lleguen,
invocando la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados, permita la reproducción de dicho razonamiento, lo que permite concluir
que se busca una lógica generalizada, es decir, que pueda obedecer al
razonamiento cultural medio. Tales exigencias legales no pueden sino ser
entendidas en el sentido de que, si bien la valoración de la prueba es libre, ella no
puede ser arbitraria. No es suficiente con que el juez alcance la convicción y así lo
señale en su sentencia, sino que además deberá convencer a los demás acerca de
su propia convicción, mediante la fundamentación de la misma. Hacer un análisis
lógico significa obtener conclusiones de un hecho, porque ello es simplemente
factible. El razonamiento, por tanto, no puede merecer reproches en relación con la
integridad de las afirmaciones y circunstancias consideradas en la sentencia
(considerandos 4º a 6º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
El artículo 36 del Código Procesal Penal dispone que será obligación del tribunal
fundamentar sus resoluciones, excepto aquellas que se pronunciaren sobre
cuestiones de mero trámite: "La fundamentación expresará sucintamente, pero con
precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones
tomadas". Añade la norma: "La simple relación de los documentos del
procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de los
intervinientes no sustituirá en caso alguno la fundamentación". El artículo 340 del
mismo Código manda que el tribunal formará su convicción sobre la base de la
prueba producida durante el juicio. Acerca de la fundamentación de la sentencia, la
doctrina es categórica en orden a que ésta no se satisface con referencias
meramente formales al hecho de encontrarse cumplidos los estándares legales o a
la existencia de antecedentes genéricamente invocados. La causal de nulidad del
artículo 374 letra e), en relación con los artículos 342 letra c) y 297, todos del Código
Procesal Penal, incide en el ámbito fáctico de la decisión, específicamente en lo que
concierne al principio lógico de la razón suficiente. Se trata de un postulado que
busca básicamente guiar y limitar la corrección de los razonamientos probatorios,
en especial la forma y coherencia en que ellos son expresados. El contenido de este
principio, se enuncia bajo el axioma de que ninguna enunciación puede ser
verdadera sin que haya una razón suficiente para que sea sí y no de otro modo, o
sea, aporta un criterio formal de fundamentación, lo que se trasunta en que todo
conocimiento debe estar suficientemente fundado. Así entendido, la conexión del
principio de la razón suficiente, con el estándar de convicción, es evidente, lo que
se hace aún más relevante en el ámbito penal en que existe un estándar normativo
de condena de alta probabilidad, enunciado en el artículo 340 del Código Procesal
Penal, bajo la fórmula de convicción más allá de toda duda razonable. En
consecuencia, las inferencias realizadas por el tribunal en sede penal, deben ser
altamente probables, esto es, con un contenido de información importante, para
superar realmente el alto estándar de prueba fijado por el legislador (considerandos
4º y 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Por ello, aun cuando pueda afirmarse como máxima de la experiencia que en el
relato de un mismo hecho, por distintas personas, es esperable la existencia de
divergencias o discordancias en relación con elementos no esenciales, estas
diferencias pueden ser obviadas si los elementos principales del hecho que se
pretende afirmar son corroborados por pruebas que los demuestren, lo que en la
especie no ocurrió. En cuanto a la inconsistencia entre los dichos del testigo
reservado y el imputado, la referencia realizada en la sentencia sólo ha sido hecha
para hacer la comparación sobre cuál versión, a la luz de todos los antecedentes
allegados a la causa, resulta más creíble, concluyéndose que no logró desvirtuarse
la presunción de inocencia que ampara al imputado, de modo que el recurso de
nulidad debe ser desestimado (considerandos 9º a 11º de la sentencia de la Corte
de Apelaciones).
Que, la causal de nulidad del artículo 374, letra e), del Código Procesal Penal,
protege la garantía de la sentencia fundada —incardinada en la garantía del juicio
previo, oral y público— y la razonabilidad de la misma, en la medida que la libertad
de valoración de la prueba no puede contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, tal como
establece el artículo 297 del Código ya citado. (Horvitz, María y López, Julián,
Derecho Procesal Penal Chileno, Tomo II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
2004, pp. 419-426).
Que, la causal en análisis, posee una doble finalidad, por un lado, el control de la
forma en que los jueces dan por acreditados los hechos, pues la libre apreciación
de la prueba admite la revisión del respeto a los límites impuestos por las reglas de
la sana crítica, sin que en ello implique un control sobre los hechos, sino sobre el
cómo llegaron a ellos los jueces del tribunal oral; y, por otro, el cumplimiento del
deber de motivar las sentencias, en términos que dicha fundamentación sea
suficiente para explicar el razonamiento que los sentenciadores han utilizado en sus
conclusiones. En este sentido, la Excma. Corte Suprema, ha señalado que toda
sentencia "...debe razonar y exponer los fundamentos en que se apoya, justificar
con rigor intelectual la corrección de la decisión adoptada, fijar los hechos y
establecer el derecho aplicable. Motivar la decisión sobre los hechos significa
elaborar una justificación específica de la opción consistente en tener algunos de
éstos por probados, sobre la base de los elementos de prueba obtenidos
contradictoriamente en la litis. Tal deber apunta no sólo a hacer inteligible la
decisión, sino también a asegurar un modo de actuar racional en el terreno previo
de la fijación de las premisas fácticas del fallo" (Rol 790-2013, 1 de abril de 2013).
Que, tal como ha sostenido la Excma. Corte Suprema a fin de que el tribunal de
nulidad "...se encuentre en condiciones de efectuar un control sobre las reglas de la
valoración de la prueba en la fundamentación de la sentencia penal, resulta
indispensable que la parte recurrente precise al momento de formalizar su recurso
las reglas fundamentales de la lógica, de la ciencia y de la experiencia que habrían
sido incumplidas por los jueces de la instancia, límites de ponderación que
tradicionalmente se han entendido referidos a las leyes de coherencia y derivación
y a los principios lógicos de identidad, contradicción, tercero excluido y razón
suficiente" (Rol 14639-2015, 4 de noviembre de 2015).
En este sentido, aunque el artículo 297 inciso 1º del Código Procesal Penal ha
facultado a los tribunales para apreciar la prueba en libertad, lo ha hecho en el bien
entendido que los tribunales no pueden, en modo alguno, como primera limitante
"contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados". El Diccionario de la RAE, en la acepción
tercera de la palabra "lógico, ca", señala "Dícese comúnmente de toda
consecuencia natural y legítima; del suceso cuyos antecedentes justifican lo
sucedido", es decir, derivar conclusiones de un hecho porque ello es simplemente
factible. En cambio, las máximas de experiencia son juicios hipotéticos desligados
de los hechos concretos que se juzgan que proceden de la experiencia, pero son
independientes de los casos particulares de cuya observación se han inducido y
que, por encima de esos casos, pretende tener validez para otros nuevos
(considerandos 4º y 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Se debe tener en consideración que se entiende por razón suficiente aquello por
lo que se entiende por qué existe algo. Esta interpretación de tipo ontológico ha sido
mantenida como derivación del principio de no contradicción. Y ha sido la
interpretación que ha prevalecido durante mucho tiempo en los racionalistas y
neoescolásticos del siglo XIX. Más aún, según las reglas de la sana crítica las
circunstancias conducentes a corroborar o disminuir la fuerza probatoria de las
declaraciones. De allí que cuando se analizan las fundamentaciones de la sentencia
recurrida, se aprecia la absoluta congruencia con los principios que se anotan, todo
en un escenario en cuanto la sana crítica, además de lógica, responde a la correcta
apreciación de ciertas proposiciones de experiencia de que todo hombre se sirve en
la vida. En relación a las máximas de la experiencia, es dable precisar que máximas
de experiencia, estas son definiciones o juicios hipotéticos de contenido general,
desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso, procedentes de la
experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya observación se
han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez para otros
nuevos, Fiedrich Stein (considerandos 12º y 13º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones).
Respecto a la aplicación del artículo 297 del Código Procesal Penal, cabe tener
presente que las razones científicas se refieren a las que una determinada ciencia
o arte acepta dentro de su área, lo que se obtiene principalmente de informes
periciales. Por su lado, las reglas de la experiencia se refieren a aquellas que
pertenecen al acervo o conocimiento común de personas normales, incluyendo las
leyes de la naturaleza. La lógica, según un texto clásico sobre la materia, es el
estudio de los métodos y principios que se usan para distinguir el razonamiento
bueno —correcto— del malo —incorrecto—, para lo cual resulta de utilidad la
aplicación de diversos principios, como por ejemplo el de la contradicción, del
tercero excluido y la razón suficiente. Couture señala que las reglas de la sana
crítica son contingentes y variables con relación al tiempo y al lugar. Por estas
razones, la valoración de la prueba debe considerar las variables de la experiencia
humana. En todo caso, las reglas de la sana crítica se oponen a la arbitrariedad
(considerando 3º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
El principio de no contradicción plantea que todo aquello que es, en cuanto tal,
no puede no-ser. De manera que este principio no expresa un "deber ser", sino un
"tiene que ser". De tal forma que la afirmación: dos juicios contradictorios no pueden
ser verdaderos ambos, no supone que uno de ellos es falso debido a que pensemos
o intuyamos que debe ser así, sino per se es tal. A su vez, el principio de la razón
suficiente, como regla de la lógica, supone que ninguna enunciación puede ser
verdadera sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo,
requiriéndose un ejercicio racional que consiste en la definición acerca del
conocimiento de la verdad de las proposiciones para alcanzar una conclusión
también verdadera, que en doctrina se describe sobre la base de los siguientes
enunciados: a) debe ser un razonamiento constituido por inferencias
adecuadamente deducidas de la prueba y derivarse de la sucesión de conclusiones
que, en base a ellas, se vayan determinando; b) debe ser concordante y
constringente, en cuanto cada conclusión negada o afirmada, responde
adecuadamente a un elemento de convicción del cual se puede inferir aquélla —la
conclusión—, y c) la prueba debe ser de tal naturaleza que realmente pueda
considerarse fundante de la conclusión, de tal forma que aquella sea excluyente de
toda otra. En la especie, los argumentos en que se sustenta este arbitrio dan cuenta
del desacuerdo de la defensa con la valoración de la prueba y consecuente decisión
del tribunal respecto a sus alegaciones. Situación que ciertamente no configura la
causal de nulidad absoluta que se ha invocado y que, por ende, permite rechazar el
recurso en esta parte (considerando 8º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
22. Facultad exclusiva y excluyente del Tribunal de Juicio Oral de valorar la prueba
25. Sobre la hipótesis para que prospere el recurso de nulidad por infracción al
artículo 297
Al realizar la valoración el juez utiliza su experiencia de vida, por ello dice que
cada prueba produce en el sentenciador un movimiento en su conciencia, que varía
de intensidad de acuerdo a su subjetividad, su experiencia, sus costumbres, sus
capacidades físicas y mentales, su habilidad práctica y opiniones preconcebidas.
(...) El artículo 297 del Código Procesal Penal dispone, expresamente, que el
tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida,
incluso aquella que hubiere desestimado, indicando, en tal caso, las razones que
hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
Que en cuanto a la aplicación del artículo 297 del Código Procesal Penal, cabe
tener presente que las razones científicas se refieren a las que una determinada
ciencia o arte acepta dentro de su área, lo que se obtiene principalmente de
informes periciales. Por su lado, las reglas de la experiencia se refieren a aquellas
que pertenecen al acervo o conocimiento común de personas normales, incluyendo
las leyes de la naturaleza. La lógica, según un texto clásico sobre la materia, es el
estudio de los métodos y principios que se usan para distinguir el razonamiento
bueno (correcto) del malo (incorrecto), para lo cual resulta de utilidad la aplicación
de diversos principios, como por ejemplo el de la contradicción, del tercero excluido
y la razón suficiente. Couture señala que las reglas de la sana crítica son
contingentes y variables con relación al tiempo y al lugar. Por estas razones, la
valoración de la prueba debe considerar las variables de la experiencia humana. En
todo caso, las reglas de la sana crítica se oponen a la arbitrariedad (considerando
5º).
ARTÍCULO 298
Para la citación de los testigos regirán las normas previstas en el Párrafo 4º del
Título II del Libro I.
En casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier medio,
haciéndose constar el motivo de la urgencia. Con todo, en estos casos no procederá
la aplicación de los apercibimientos previstos en el artículo 33 sino una vez
practicada la citación con las formalidades legales.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 23, 33, 34, 190, 191, 192, 259,
261, 263, 276, 277, 280, 295, 299 a 313, 329 y siguientes. Código Penal: artículos
206, 207, 208 y 212. Código de Procedimiento Penal: artículos 189 a 220, 429, 431,
450, 457, 458 a 470, 492 a 497. Código de Procedimiento Civil: artículos 359 y 380.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 299
El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado con las
penas que establece el inciso 2º del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 9º, 34, 36, 191, 192, 259, 261,
263, 280, 281, 298, 300 y siguientes y 393. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
Código de Procedimiento Penal: artículos 189, 190 y siguientes, 252, 255, 272, 429,
431, 450, 457, 458 y siguientes y 555.
ARTÍCULO 300
d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal,
se hallaren en imposibilidad de hacerlo.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 190, 298, 299 y 301. Código de
Procedimiento Penal: artículos 189, 191, 192, 194, 197 y 246.
ARTÍCULO 301
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 23, 33, 190, 298 y 300. Código
de Procedimiento Penal: artículos 189, 191, 192, 194, 197 y 198.
ARTÍCULO 302
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 190, 217, 298, 299, 303, 304,
305, 306 y 317. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento
Penal: artículos 171, 189, 190, 201, 202, 203, 229 y 294.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el derecho contemplado en el artículo 302 del Código Procesal Penal, al igual
que el del imputado a guardar silencio, es renunciable, de manera que nada impide
que se ejerza sólo en la etapa del juicio oral, accediendo el beneficiado a prestar
declaración en cualquier otra fase del procedimiento. Tal es lo que ocurrió en el caso
en estudio. Es efectivo que en la primera declaración de la madre del imputado M.N.
en sede policial no se le dio a conocer el derecho a no declarar en razón de su
parentesco, pero ningún dato incriminatorio se obtuvo en esa oportunidad, lo que la
defensa no controvierte. La segunda declaración fue recibida estando en pleno
conocimiento de sus derechos, de manera que no adolece de ningún
cuestionamiento, y la pretensión de la defensa de excluir los datos que pudo aportar
en ella porque debía ser asistida por un representante, no encuentran fundamento
legal alguno, pues no se ha demostrado que la menguada aptitud intelectual que le
atribuye haya sido determinante en la obtención de evidencia, bien contra su
voluntad o desconociendo los efectos que su testimonio podía acarrear
(considerando 5º).
Corte Suprema, 23/12/2013, Rol Nº 11785-2013, Cita online: CL/JUR/2977/2013
ARTÍCULO 303
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 190, 217, 298, 299, 302, 304 y
317. Código de Procedimiento Penal: artículos 171, 189, 201, 202 y 229.
ARTÍCULO 304
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 217, 298, 302, 303, 306 y 317.
Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos
171, 189, 201, 202, 203 y 229.
ARTÍCULO 305
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93, 194, 195, 298, 302, 304 y
306. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Recurrente sostiene que la sentencia ha incurrido en el vicio del artículo 374 letra
c) del Código Procesal Penal, pues plantea que se le negó la opción de interrogar
al testigo de la defensa, en su condición de coimputado. Sostiene que no se
encuentra excluido de la obligación de prestar declaración ya que en el juicio en el
cual se requería su testimonio se dictaría sentencia sólo respecto de su defendido
(considerandos 1º y 2º).
La Corte de Apelaciones desestima dicha alegación pues, entre los derechos que
se reconocen al imputado, se encuentra el de no ser obligado a declarar. Asimismo,
por sobre la condición de testigo, prevalece su condición de imputado, y por lo
mismo su derecho a no ser obligado a declarar. Por tanto, nada reprochable hay en
la conducta de los sentenciadores por advertir al testigo, de que su condición de
imputado, le otorgaba el derecho a guardar silencio, porque cuando no se procede
de tal modo, se estarán propiciando declaraciones autoincriminatorias que no
tendrán validez alguna, toda vez que el derecho de la defensa cede ante el derecho
de una persona a no autoincriminarse. Por consiguiente, se desestimará el recurso
de nulidad (considerandos 4º a 9º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93 letra g), 190, 298, 302, 319,
326 y 329. Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal:
artículos 53 bis A, 140, 189, 201, 202, 203, 204, 236 y 320.
ARTÍCULO 307
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 92, 259, 261, 263, 298 y 306.
Constitución Política: artículo 19 Nº 1. Código de Procedimiento Penal: artículos
189, 203 y 207.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
135Este inciso fue modificado por el número 23) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, en el sentido de reemplazar la frase "que establece el inciso segundo del artículo 240 del
Código de Procedimiento Civil" por "de reclusión mayor en su grado mínimo".
Que la medida de reserva de identidad del testigo decretada durante el desarrollo
del proceso penal ha de someterse, de modo especial, a la garantía del justo y
racional procedimiento prevista por el artículo 19, Nº 3º, de la Constitución. A este
respecto parece pertinente destacar que esta Magistratura ha señalado que el
listado mínimo de garantías derivadas de la exigencia del justo y racional
procedimiento incluye el derecho a la acción, la bilateralidad de la audiencia (lo que
comprende el conocimiento oportuno de la acción y el emplazamiento); el derecho
a formular las defensas, a la adecuada defensa y asesoría con abogados; la
producción libre de pruebas conforme a la ley, el examen y objeción de la evidencia
rendida; el derecho a impugnar lo resuelto por el tribunal y la facultad de interponer
recursos para revisar las sentencias dictadas por tribunales inferiores, y la
publicidad de los actos jurisdiccionales (SSTC Rol Nº 1448, considerando 40º; Rol
Nº 1307, considerandos 20º, 21º y 22º, entre otras).
Que, por otro lado, toda parte tiene el derecho de examinar y objetar la prueba
rendida. En particular, respecto de la prueba testimonial, la Convención Americana
de Derechos Humanos, en su artículo 8, Nº 2, letra f, garantiza "el derecho de la
defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la
comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz
sobre los hechos".
Al respecto, cabe señalar que el artículo 307 del Código Procesal Penal que se
refiere a la individualización del testigo, dispone que: "La declaración del testigo
comenzará por el señalamiento de los antecedentes relativos a su persona, en
especial sus nombres y apellidos, edad, lugar de nacimiento, estado, profesión,
industria o empleo y residencia o domicilio, todo ello sin perjuicio de las excepciones
contenidas en leyes especiales".
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
136 Este inciso fue reemplazado por la letra a) del número 24) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en
el Diario Oficial de 5 de julio de 2016.
137 Este inciso fue agregado por la letra b) del número 24) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare,
expresando si los hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le
fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras personas.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 190, 295, 297, 298, 307, 329,
330 y 332. Código de Procedimiento Penal: artículos 189, 207, 208, 210, 458 y
siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
A este respecto es pertinente traer a colación que el artículo 309 del Código de
Procesal Penal aplicable aquí en virtud de lo que dispone el artículo 389 del mismo
cuerpo legal sin perjuicio de declarar que en el procedimiento penal no existen
testigos inhábiles, dispone que los intervinientes pueden "dirigir al testigo, preguntas
tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de vínculos con
alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o
algún otro defecto de idoneidad", derecho que sólo podrá ejercer después de
averiguar con anticipación todo cuanto concierna al testigo propuesto una vez que
conozca con precisión su identidad y haya previsto las preguntas que le podrá
formular en el juicio (considerando 5º).
(...) En ese aspecto, importa destacar que el artículo 309 del Código Procesal
Penal, al regular la declaración de los testigos, dispone en su inciso 2º que éstos
deben dar razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declararen,
expresando si los hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le
fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras personas.
De ello resulta que no está vedada, por la ley, la declaración de testigos de oídas,
respecto de los cuales la parte que no los presentó cuenta con la facultad de
contrainterrogar. (...)
5. Respecto a los testigos de oídas rige la libertad probatoria, con el resguardo que
aquélla se aprecia con las reglas de la sana crítica
Que de la lectura del recurso aparece que por éste se repara la poca credibilidad
de un testimonio de oídas y su insuficiencia para formar convicción sobre el hecho
y la participación del encausado, respecto de lo cual es necesario dejar en claro que
la presentación de los testigos de oídas de acuerdo al texto expreso del artículo 309
del Código Procesal Penal no se encuentra vedada y en relación a los cuales la
parte que no los presentó cuenta con la facultad de contrainterrogarlo, como así
ocurrió. En efecto, en nuestro sistema procesal penal, en orden al establecimiento
de los hechos, rige la regla de libertad de prueba que permite su acreditación por
cualquier medio producido e incorporado en conformidad a la ley, cuidando en dicha
libertad, que la prueba se aprecia de acuerdo con las reglas de la sana crítica que
justifique a través de la debida fundamentación la convicción de condena. En el caso
concreto, los apartados transcritos del fallo cuestionado dan cuenta del
cumplimiento de los parámetros exigidos por el artículo 309 del Código Procesal
Penal respecto de los testigos de oídas, en los que se exige la razón circunstanciada
de sus dichos que deben ser justificadas por el mismo fallo a través de
argumentaciones serias y claras. En la especie, se refiere el fallo a la declaración
de una persona que da razón de sus dichos, fundado en los rastros que observó en
el lugar de los hechos y las declaraciones de los involucrados en el atropello. En
ese testimonio de cargo, el tribunal aprecia adecuadamente su consistencia, lo cual
permite concluir que la decisión de sancionar contiene las fundamentaciones
necesarias para confirmar la convicción que declara, con lo que se advierte que
dicha resolución satisface los requerimientos contenidos en la letra c) del artículo
342 del Código Procesal Penal (considerando 3º).
ARTÍCULO 310
Testigos menores de edad. El testigo menor de edad sólo será interrogado por el
presidente de la sala, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su
intermedio.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 190, 298, 306, 309, 311, 329 y
330. Código de Procedimiento Penal: artículos 189, 203, 210, 213, 214, 215, 460,
461, 465 y 466.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Las medidas que toma el tribunal para proteger al menos quedan a su prudencia
Que, es cierto que tal determinación es acorde a la posición del Ministerio Público
y la querellante en el sentido de que a su juicio los informes elaborados por un ente
dependiente del mismo Ministerio Público, sólo el interrogatorio fuera de la sala y
por circuito cerrado de televisión garantizaba la indemnidad de la menor. Sin
embargo, las medidas que el tribunal pueda tomar en conformidad a lo dispuesto en
el artículo 310 del Código Procesal Penal, quedan a su prudencia y si bien estos
sentenciadores pueden no compartir el criterio a que arribaron al respecto, no es
menos cierto que se trata de una resolución que no puede, en las actuales
circunstancias, ser revertida por vía del presente recurso, por lo que no cabe sino
su rechazo.
ARTÍCULO 311
Testigos sordos o mudos. Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas
por escrito; y si fuere mudo, dará por escrito sus contestaciones.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 190, 298, 306, 309 y 310. Código
de Procedimiento Penal: artículos 189, 203, 211, 214, 215, 332 y 460 Nº 14.
ARTÍCULO 312
ARTÍCULO 313
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 191, 277 letra f), 281, 298, 299,
300, 301 y 304. Código de Procedimiento Penal: artículos 189, 190 y siguientes,
218 y 219. Código del Trabajo: artículo 160.
Párrafo 6º Informe de peritos
ARTÍCULO 314
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 197 a 203, 248, 258, 259, 261,
263, 277, 278, 280, 299, 315 y siguientes, 319, 321, 322, 329, 330, 331, 333, 334,
336, 458, 462 y 465. Código Penal: artículo 240. Código de Procedimiento Penal:
artículos 110, 121, 122, 125, 129, 130, 131, 133, 147, 150, 151, 153, 185, 186, 188,
221, 221 bis y siguientes, 348, 471, 472, 473, 684, 688 y siguientes. Código de
Procedimiento Civil: artículos 409 y 411.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
138Este inciso fue modificado por las letras a) y b) del número 33) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada
en el Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de agregar después de la palabra "solicitar", la
frase: "en la audiencia de preparación del juicio oral", y de sustituir la expresión "al juicio oral" por "a dicho juicio".
exclusión, la no acreditación de idoneidad, no es aplicable a un funcionario del
Servicio Médico Legal, pide se ordene su inclusión en el auto de apertura.
Que aun cuando la regla general, contenida en el artículo 314 del Código Procesal
Penal, establece como requisito para la procedencia de un informe de perito que se
acredite su idoneidad profesional. Existe una excepción contenida en el artículo 321
del mismo texto legal, donde se autoriza al Ministerio Público presentar como peritos
a los miembros de los organismos técnicos que le prestaren auxilio en su función
investigadora, cuyo es el caso de autos. Profesionales respecto de los cuales su
idoneidad se entiende establecida por medio de los procedimientos de ingreso a la
institución correspondiente. Tercero: Que, atendida la naturaleza de la prueba
ofrecida, un informe de alcoholemia elaborado mediante procedimientos
estandarizados, y no habiendo oposición fundada a su respecto, corresponde
autorizar que se incorpore al juicio mediante su sola presentación, en los términos
reglados por el artículo 315 del Código Procesal Penal. Que, la exclusión de prueba
tiene carácter excepcional y sólo cabe en las situaciones expresamente
establecidas en la ley, ninguna de las cuales ocurre en la especie, debiendo
entonces regularse conforme a la regla general que establece el inciso final del
artículo 276 del Código Procesal Penal, en cuanto dispone que las demás pruebas
que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de
apertura del juicio oral (considerandos 1º a 4º).
ARTÍCULO 315
Contenido del informe de peritos. Sin perjuicio del deber de los peritos de
concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá entregarse
por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo
en que se hallare;
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme
a los principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 197 y siguientes, 314, 316, 319,
320, 329, 330, 331, 333 y 334. Código de Procedimiento Penal: artículos 121, 126,
130 y siguientes, 237, 240 y 244.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 315 del Código Procesal Penal, al establecer el contenido del informe
de peritos, señala que sin perjuicio del deber de los peritos de concurrir a declarar
ante el tribunal acerca de su informe, el informe deberá entregarse por escrito y
contener: a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado
y modo en que se hallare; b) La relación circunstanciada de todas las operaciones
practicadas y su resultado, y c) Las conclusiones que, en vista de tales datos,
formularen los peritos conforme a los principios de su ciencia o reglas de su arte u
oficio. En la especie, el perito concurrió al juicio oral y prestó declaración y del mismo
modo entregó un informe escrito que fue incorporado a la carpeta de investigación
y entregado a la defensa en la forma y oportunidad que correspondía. Sin embargo,
de acuerdo a la prueba producida en audiencia por el defensor aparece que el perito
que compareció en el juicio oral no consignó en su informe todas las operaciones
realizadas en el levantamiento de la huella dactilar encontrada, toda vez que refirió
sólo la aplicación de los reveladores dactiloscópicos, que es el procedimiento que
tiene relevancia, omitiendo señalar la existencia de 15 posibles candidatos en
relación a dicha huella, que fueron obtenidos al ingresarla al sistema AFIS, los
procesos de comparación de dichos signos con la de su representado para concluir
que la encontrada era de su representado. De lo expresado, resulta evidente que
en la producción de la prueba pericial tanto en el procedimiento como en el juicio
oral, se incurrió efectivamente en infracciones a las normas procesales
denunciadas, desde que no se dio estricto cumplimiento al artículo 315 del Código
Procesal Penal específicamente en cuanto a la exigencia de la letra b), lo que a su
vez, tuvo injerencia en las conclusiones que debía contener, afectándose entonces
también el requisito que contempla la letra c) de ese precepto. Sin embargo, la sola
constatación de una infracción legal como la advertida, no conduce necesariamente
a la invalidación de la sentencia y del juicio oral que le antecede a menos que haya
sido de carácter sustancial, lo que no ocurrió en la especie desde que la omisión
anotada carece de influencia a la luz de la conclusión a la que se arriba respecto de
139Este inciso fue agregado por el número 34) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
la identificación del acusado, de la cual se dio razón en el juicio a través de los
ejercicios de interrogatorio y contrainterrogatorio que se le practicaron
(considerandos 6º y 7º de la sentencia de la Corte Suprema).
Que, al tratar la prueba pericial el Código Procesal Penal, el inciso final del artículo
315 contiene una norma de carácter excepcional de esta probanza en relación con
la alcoholemia, el ADN y tráfico de estupefacientes, que permite la incorporación de
esta pericia al juicio oral, con la sola presentación del informe respectivo, sin
embargo, si alguna de las partes lo solicita fundadamente, la comparecencia del
perito no podrá ser sustituida por la presentación del informe.
ARTÍCULO 316
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 35, 45, 69, 93, 259, 261,
263, 272, 276, 277, 281, 314, 315, 317, 318 y 319. Constitución Política: artículo 19
Nº 3. Código de Procedimiento Penal: artículos 221, 245 y 504.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
140 Este inciso fue modificado por el número 35) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la palabra "tribunal", por "juez de garantía".
141 Este inciso fue modificado por el número 35) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
ARTÍCULO 317
Incapacidad para ser perito. No podrán desempeñar las funciones de peritos las
personas a quienes la ley reconociere la facultad de abstenerse de prestar
declaración testimonial.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 159 y siguientes, 302, 303, 372
y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 201, 202 y 229.
ARTÍCULO 318
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 295, 297, 309, 314, 316, 317,
319, 329 y 330. Código de Procedimiento Penal: artículos 225, 231, 232, 233, 234
y 239.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 33, 191, 280, 298, 302 y
siguientes, 318, 329 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 189,
190, 194, 195, 196, 201, 203, 204, 207, 208, 210, 211, 213 y 219.
ARTÍCULO 320
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 182, 188, 247, 258, 260, 261,
263 y 278. Código de Procedimiento Penal: artículo 242.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Nueva pericia sobre menor víctima de abuso sexual implica una vulneración a la
Convención de los Derechos del Niño
ARTÍCULO 321
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 309, 314, 316, 318, 319, 329 y
330. Constitución Política: artículo 80-A.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Existe la necesidad de contar con un peritaje real y efectivo, el cual deberá ser
expuesto por perito idóneo
Que, por otra parte, se debe recordar que el Ministerio Público es el responsable
del ejercicio de la acción, el cual al parecer no recabó en su momento un informe
médico legal de lesiones, al tenor del artículo 321 del Código Procesal Penal y al
verse imposibilitado de presentar al médico legista, por encontrarse con licencia
médica debió haber instado a presentar un perito particular, lo cual no hizo, lo que
imposibilitó a la postre la calificación jurídica de las lesiones constatadas. En este
punto puede afirmarse que ciertamente está en discusión el hecho de que la víctima
sufrió lesiones, pero al omitirse un peritaje real y efectivo, y no presentarse en el
juicio un perito idóneo, se dejó a los jueces del fondo en la imposibilidad de calificar
adecuadamente, esto es, desde un punto de vista jurídico y no médico, las heridas
sufridas por la víctima ya referida, y es por ello que a juicio de esta Corte la sentencia
adolece de una falencia grave, que se manifiesta en la circunstancia, en orden a
que no existe señalamiento de las circunstancias que dieren sustento a la
calificación hecha por los sentenciadores.
Que, el autor don J. Cristóbal Núñez Vásquez, en su Tratado del Proceso Penal
y del Juicio Oral, Tomo I, "Introducción al estudio del Proceso Penal", páginas 353
y siguientes, clasifica a los peritos en: de confianza y peritos auxiliares del Ministerio
Público.
A ellos se refiere el artículo 321 del CPP al establecer que "El ministerio público
podrá presentar como peritos a los miembros de los organismos técnicos que le
prestaren auxilio en su función investigadora, ya sea que pertenecieren a la policía,
al propio ministerio público o a otros organismos estatales especializados en tales
funciones" (considerando 6º).
ARTÍCULO 322
ARTÍCULO 323
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 226, 276, 277, 295 y 297. Código
Penal: artículos 193, 194 y 212. Código de Procedimiento Penal: artículo 113 bis.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que del análisis de las normas antes indicadas es posible concluir que la
prohibición de incorporar registros y demás documentos que dieren cuenta de
actuaciones o diligencias realizadas por la policía o el Ministerio Público dice
relación con declaraciones prestadas por testigos ante dichos organismos, actas o
constancias realizadas por ellos, o cualquier otra diligencia o actuación de la que
resulte un registro escrito, dado que ello es justamente para evitar suplir la
declaración en el juicio oral de los testigos o funcionarios que participaron en la
diligencia, a quienes se les podrá refrescar memoria o evidenciar contradicciones al
confrontarlos con los registros del Ministerio Público. Sin embargo, en el caso de las
fotografías rige expresamente el artículo 323 del Código Procesal Penal, las que en
este caso fueron obtenidas por los funcionarios policiales en cumplimiento de lo
ordenado por el Ministerio Público en la investigación del delito de que se trata, por
lo que no sólo fueron obtenidas sin vulneración de garantías fundamentales, sino
por el contrario, cumpliéndose todos los requisitos legales para ello. Por su parte, la
incorporación de este medio de prueba en el juicio oral tampoco importa vulneración
de algún derecho fundamental. Desde luego no vulnera el debido proceso, toda vez
que tales piezas son conocidas por la defensa, la que podrá realizar las alegaciones
y formular las peticiones que estime conducentes a su respecto, sin perjuicio de la
eventual pertinencia de los medios de prueba, en la forma en que se ha solicitado
incluirlos (considerando 4º).
Que si bien es cierto el Ministerio Público sostiene que las fotografías pueden ser
incorporadas al auto apertura de juicio oral bajo la forma de otros medios de prueba
no regulados, a que alude el artículo 323 del Código Procesal Penal, lo cierto es
que las fotografías que pretende sean incluidas están dentro del informe elaborado
por la policía agregado a la carpeta investigativa del persecutor y no tienen
independencia del parte policial que las contiene, como quedó en evidencia en la
audiencia, al ser exhibidas al tribunal y tales fotografías no aparecen suscritas por
quien las habría tomado ni tienen alguna indicación sobre su origen.
Que, el artículo 334 del Código Procesal Penal dispone "Salvo en los casos
previstos en los artículos 331 y 332, no se podrá incorporar o invocar como medios
de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos
que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el
ministerio público...".
Que en el caso que nos ocupa, y tal como se señaló en el motivo 4º de este fallo,
las fotografías respecto de las cuales se solicita su inclusión en el auto apertura de
juicio oral, forman parte de un informe policial, correspondiendo a una diligencia
realizada por la policía , sin que modifique su situación el hecho que tal diligencia
haya sido ordenada o autorizada por el fiscal respectivo y en tal virtud se verifica la
hipótesis legal invocada por el ente jurisdiccional en la resolución cuestionada. En
definitiva, de aceptarse la incorporación de las fotografías que están dentro del parte
policial se produciría necesariamente una vulneración de la norma antes citada,
pues se estaría permitiendo la incorporación de un registro policial y
consecuencialmente se afectaría la garantía constitucional del debido proceso,
afectándose los derechos de la defensa.
Que, por todo lo anterior, siendo la prueba ofrecida por el Ministerio Público no
apta para ser incluida en el auto apertura del juicio oral, por no estar en los casos
de los otros medios de prueba previstos en el artículo 323 del Código Procesal
Penal, y tratarse de una actuación de la policía incorporada en el informe elaborado
por ella para el ente persecutor en el curso de la investigación del ilícito por el cual
fue formalizado en su oportunidad el imputado, la resolución en alzada debe ser
confirmada (considerandos 4º a 7º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 59, 60, 61, 68, 171, 252, 261,
295, 297, 323, 328 y siguientes, 372, 373 y 374. Código de Procedimiento Penal:
artículos 4º, 5º, 10 y siguientes, 113 bis, 409, 425, 428, 431, 488 bis, 489 y
siguientes, 541 y 546. Código Orgánico de Tribunales: artículo 173. Código de
Procedimiento Civil: artículos 341 y 384.
ARTÍCULO 325
Apertura del juicio oral. El día y hora fijados, el tribunal se constituirá con la
asistencia del fiscal, del acusado, de su defensor y de los demás intervinientes.
Asimismo, verificará la disponibilidad de los testigos, peritos, intérpretes y demás
personas que hubieren sido citadas a la audiencia y declarará iniciado el juicio.
El presidente de la sala señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio
contenidas en el auto de apertura del juicio oral, advertirá al acusado que deberá
estar atento a lo que oirá y dispondrá que los peritos y los testigos hagan abandono
de la sala de la audiencia.
142 Este inciso fue sustituido por el número 36) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 12, 33, 41, 53, 60, 111, 258,
259, 261, 277, 281, 341, 372 y siguientes.
ARTÍCULO 326
En cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser oído, con el fin de
aclarar o complementar sus dichos.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 91, 93, 98, 102 y
siguientes, 132, 194, 195, 196, 263, 265, 283, 327, 331 y 338. Constitución Política:
artículo 19 Nºs. 3 y 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 67, 318, 320, 321 y
siguientes, 329, 330, 333, 335 y 336.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Al respecto, este tribunal ya ha señalado antes que "si bien es cierto los artículos
8º, 93 letra d), 326, 330 y 338 del Código Procesal Penal reconocen el derecho
del imputado a prestar declaración, lo cierto es que el proceso como serie de
actos encadenados y destinados a un objeto preciso tiene un orden
preestablecido que es conocido por los intervinientes y en cuyo decurso se han
fijado los momentos en que cada una de las partes puede actuar y ejercer todos
y cada uno de sus derechos, sin que sea posible que esos derechos sean
renovados una y otra vez en forma ilimitada o que sean ejercidos a discreción por
los intervinientes, porque de contrario, el proceso no vería nunca su fin" (SCS
7579-2012 y 12529-15).
Que, en primer término, conviene dejar establecido que, de conformidad con los
artículos 98 y 326 del Código Procesal Penal, la declaración del imputado sólo se
contempla como un medio de defensa, pero no como uno de autoincriminación. Así,
entonces, el testimonio inculpatorio del imputado, ocurrido en la investigación, no
puede considerarse como medio de prueba, porque esta última puede producirse
únicamente ante el Tribunal del Juicio y, como ya se dijo, tal declaración es sólo un
medio de defensa. La misma, ocurrida durante la investigación, si aquél libremente
reconoce los hechos, podrá generar en el fiscal la convicción de haber ocurrido el
ilícito, pero no puede estimarse que éste posee una confesión y no lo liberará de su
obligación de investigar otras evidencias que existan al efecto (considerando 3º).
Que, a su vez, el profesor Raúl Tavolari Oliveros, Instituciones del Nuevo Proceso
Penal. Cuestiones y Casos, Editorial Jurídica de Chile, año 2005, en su página 170,
en su nota 113, puesta al margen de la misma, señala: Por el necesario rigor en el
modo de exponer las ideas, agrego que, en mi concepto, no resulta admisible, en
cambio, que para ser usados como testigos en el juicio posterior, agentes policiales
asistan al interrogatorio al que el fiscal someta al imputado, tanto por ello si
constituye un elemento intimidante, con las dramáticas consecuencias que la
jurisprudencia chilena conoce, como el crimen de la Calchona, en que jóvenes
campesinos fueron condenados y mantenidos privados de libertad por cinco años,
en virtud de declaraciones prestadas en el Juzgado del Crimen, bajo la vigilancia de
funcionarios policiales, cuanto porque asistir a los interrogatorios no es función
policial y, por ende, no hay incumplimiento alguno de deberes si la gente reconoce
ignorar lo que el imputado declaró ante el fiscal.
ARTÍCULO 327
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 91, 93, 94, 293, 294 y 326.
Constitución Política: artículo 19 Nº 3.
ARTÍCULO 328
Orden de recepción de las pruebas en la audiencia del juicio oral. Cada parte
determinará el orden en que rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la
ofrecida para acreditar los hechos y peticiones de la acusación y de la demanda civil
y luego la prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que
hubieren sido deducidas en su contra.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 258, 259, 261, 263, 277, 278,
295, 324, 329 y siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 3.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. El orden de presentación de las pruebas busca que sea el acusador quien tiene
la obligación de demostrar su imputación
Que, al respecto, es preciso señalar que efectivamente el artículo 328 del Código
Procesal Penal establece, al consagrar la libertad de las partes para definir el orden
en que rendirán su prueba, que corresponde "recibir primero la ofrecida para
acreditar los hechos y peticiones de la acusación y de la demanda civil y luego la
prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que hubieren sido
deducidas en su contra". Tal prescripción es consecuencia de la decisión del
legislador de otorgar un diseño al sistema de enjuiciamiento que permita, en primer
término, el conocimiento de los hechos atribuidos, su forma de desarrollo y la
intervención que se imputa en ellos al acusado, asignando tal carga al acusador,
que tiene la obligación de demostrar la efectividad de la imputación sobre la base
de antecedentes ofrecidos en una instancia previa, cautelando así el derecho de la
defensa a controvertirlos (considerando 17º).
ARTÍCULO 329
Peritos y testigos en la audiencia del juicio oral. Durante la audiencia, los peritos
y testigos deberán ser interrogados personalmente. Su declaración personal no
podrá ser sustituida por la lectura de los registros en que constaren anteriores
declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo
dispuesto en los artículos 331 y 332.
Antes de declarar, los peritos y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni
ver, oír ni ser informados de lo que ocurriere en la audiencia.
Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y difícil de superar no pudieren
comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de
videoconferencia o a través de cualquier otro medio tecnológico apto para su
interrogatorio y contrainterrogatorio. La parte que los presente justificará su petición
en una audiencia previa que será especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos
comparecer ante el tribunal con competencia en materia penal más cercano al lugar
donde se encuentren.143
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 191, 192, 280, 295, 297, 298,
299, 306, 307, 309, 315, 316, 319, 328, 330 y siguien 144tes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 453, 454, 456, 465 y 466.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Aplicación del nuevo inciso sexto del art. 329 CPP, Ley Nº 20.931
Que, a juicio de esta Corte, de ninguna de las premisas bajo las cuales se
construye el recurso se puede afirmar que la defensa se hubiera visto imposibilitada
de toda posibilidad de ejercer sus derechos, por lo que no aparece una eventual
ilegítima ventaja para el Ministerio Público en orden a la práctica de la diligencia que
se cuestiona de conformidad al 329 del Código Procesal Penal.
143 Este inciso fue agregado por el número 37) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
144 Este inciso fue agregado por el número 25) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
20.931 de 2016, precisamente ante la imposibilidad de concurrencia del profesional
Rojas Reyes, a lo que la defensa pudo oponerse nuevamente, siendo desechada
luego del debate respectivo y así se consignó en la propia sentencia (fs. 12, párrafo
final).
Sobre este punto, cabe indicar que, tal como señala el recurso, el video fue
exhibido dentro de la declaración de un perito, el señor Francisco Andrés Vásquez
Fuster.
Ahora bien, tampoco estamos en presencia de una vulneración del artículo 334
del Código Procesal Penal, ello por cuanto lo que dicha norma impide es la
incorporación como medios de prueba de los registros y demás documentos que
dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el Ministerio
Público.
Sobre este punto, cabe indicar que, tal como señala el recurso, el video fue
exhibido dentro de la declaración de un perito, el señor Francisco Andrés Vásquez
Fuster.
Que, sin embargo, y como se advierte del solo tenor de las preguntas que constan
en el libelo del recurso y que el abogado del Ministerio Público aceptó como algunas
de las que realizó efectivamente el Juez de Garantía, aparece que ellas (salvo
contadas excepciones) no estaban dirigidas a la aclaración de algún aspecto, sino
que se alzan en un interrogatorio directo al imputado, con lo que evidencia la
búsqueda de una realidad que no fue manifestada previamente y que no se
corresponde con aquello que los intervinientes quisieron poner en conocimiento del
juez, que es a quien deben persuadir de la realidad de la teoría del caso de cada
cual (considerando 3º).
(...) "En efecto, el oponente se confunde con la regulación del sistema inquisitivo
imperante con anterioridad al Código Procesal Penal, en que dicho medio probatorio
estaba constituido por la materialidad del informe que se entregaba al tribunal y no
por el relato del perito, como ocurre hoy; lógica que se modifica sustancialmente
con la implementación del nuevo sistema de juicio oral, donde no hay duda acerca
que en la audiencia respectiva la prueba pericial básicamente consiste en la
declaración personal que debe prestar el experto, lo que ha sido reconocido por el
artículo 329 del ordenamiento procesal penal, que dispone que la declaración del
perito no puede ser sustituida de ninguna forma por la lectura de actas e informes
periciales escritos, salvo algunas excepciones que se establecen en el artículo 331
del mencionado estatuto. Así, la regla fundamental respecto de esta prueba es que
el perito debe comparecer y someterse a las normas del examen y contraexamen,
con las cuales se exhibe ante los jueces toda la información relevante del peritaje,
quienes otorgarán mayor o menor fuerza probatoria según el grado de credibilidad
que le otorguen a sus declaraciones y a su idoneidad profesional" (considerando
5º).
ARTÍCULO 330
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que esta Corte comparte con la recurrente que la declaración del acusado debe
ser siempre valorada aun en su contra, cuando voluntariamente ha decidido
renunciar a su derecho a guardar silencio y declarar en el juicio como medio de
defensa, porque tal como lo señala el artículo 330 del Código Procesal Penal,
cuando decide declarar en el juicio, se le aplican las reglas de los testigos y por
ende puede ser interrogado y contraexaminado, estando obligado a responder y su
testimonio se considera una prueba más que analizar. También es efectivo que la
declaración del acusado no ha sido la única prueba rendida en el juicio, ya que
también se contó con prueba testimonial y documental, sin embargo no se vislumbra
el vicio de nulidad invocado por la recurrente, toda vez que el tribunal valoró la
totalidad de la prueba rendida en el juicio, dando cabal cumplimiento a lo previsto
en el artículo 297 del Código del ramo, siendo su decisión acorde con los
razonamientos desarrollados, cuidando de no contradecir los principios de la lógica,
lo que se advierte al explicar las falencias que detectó en la prueba, que condujo a
la absolución del acusado.
ARTÍCULO 331
145 Este encabezado fue modificado por la letra a) del número 38) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada
en el Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de sustituir la palabra "Lectura" por
"Reproducción", e intercalar los vocablos "reproducirse o" después de la forma verbal "Podrá".
146 Esta letra fue modificada por la letra b) del número 38) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de incorporar a continuación del numeral "191", el
guarismo "192".
147 Esta letra fue modificada por la letra a) del número 26) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de reemplazar la expresión final ", y" por un punto y coma.
Amerita que se dé lectura en el juicio oral a los registros de la investigación, toda
vez que el Ministerio Público acompañó los antecedentes que demostraron que la
no comparecencia de la víctima fue imputable al encausado (...) (considerando 3º).
Que, en conclusión, puede afirmarse que los supuestos de hecho que exige la
letra c) del artículo 331 del Código de Procedimiento Penal, esto es, que no haya
comparecido el testigo y que ello sea imputable al acusado, se dieron por
acreditados en este caso, por lo que no se afectó el derecho a un debido proceso;
razón que impide aceptar la nulidad pretendida (considerando 4º).
1. La aplicación del art. 331 e) del CPP va a depender si resulta perniciosa para el
imputado o no, evitando que la nueva ley procesal entre en vigencia in actum
Que, delimitados los contornos del problema traído al conocimiento de esta Corte
y sin perjuicio de lo que en definitiva se resolverá a propósito de la invalidación
perseguida, resulta necesario tener en cuenta que a la fecha de los hechos y del
inicio del procedimiento investigativo en contra del acusado la norma procesal que
regía el instituto cuestionado sólo contemplaba cuatro hipótesis, contenidas en las
letras a) a d) del actual artículo 331. Sólo con la dictación de la Ley Nº 20.931, el 5
de julio de 2016, se incorporó a la disposición la letra e) a la que acudieron los
148 Esta letra fue modificada por la letra b) del número 26) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
Diario Oficial de 5 de julio de 2016, en el sentido de sustituir el punto final por la expresión ", y".
149 Esta letra fue incorporada por la letra c) del número 26) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el
— El artículo 331 del Código Procesal Penal establece los casos en que podrá
reproducirse o darse lectura a los registros en que constaren anteriores
declaraciones de testigos, peritos o imputados. Las hipótesis consagradas en el
artículo aludido constituyen una excepción a los principios de inmediación y
contradicción; por ende, su interpretación y aplicación debe ser necesariamente
restrictiva. En el caso de autos, el Ministerio Público solicitó incorporar la
declaración de la víctima mediante su lectura, invocando el artículo 331 letra c)
—"Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere
imputable al acusado"—. Del solo tenor literal del artículo 331 letra c) del Código
Procesal Penal se deduce que el motivo de incomparecencia —en este caso, la
intimidación— debe provenir directamente del acusado. Sin embargo, en la
especie, de lo expresado por el testigo de la Fiscalía surge sin duda alguna que
serían familiares del imputado quienes habrían proferido las amenazas al
denunciante, es decir, las amenazas no las realizó el imputado, porque éste se
encuentra privado de libertad desde el día de los hechos, por lo que la seriedad
exigida, entendiendo ésta como la posibilidad de ser llevada a cabo, desde el
punto de vista del amenazado, no se verifica (considerandos 9º, 10º y 12º de la
sentencia de la Corte Suprema).Por otro lado, analizando si las amenazas
aparecen acreditadas de un modo procesalmente convincente, ello no ocurre en
este caso, toda vez que no se aportaron antecedentes que den cuenta que el
ofendido realizó acciones tendientes a resguardar su integridad producto de la
intimidación de la que fue objeto y que lo llevó a restarse de prestar su declaración
judicial, sin que se haya demostrado que no pudo efectuar la denuncia
correspondiente, restándole por tanto la verosimilitud requerida para dar cabida
a la herramienta consagrada en el artículo 331. De lo antedicho se desprende
que los sentenciadores dieron aplicación a una norma de excepción sin contar
con los estándares mínimos para hacerlo, esto es, no tuvieron en vista
antecedentes suficientes que justificaran su aplicación, más aún, si dicha
normativa afecta el ejercicio del principio contradictorio, tanto como el de
apreciación del tribunal, en cuanto a la inmediación. Tales derechos, que el
Código Procesal Penal establece en el artículo 329, no sólo garantizan el
desarrollo del juicio dentro del marco que reglan sus principios rectores, sino
también el ejercicio legítimo del derecho a defensa del inculpado y, por ende, el
debido proceso con todas las garantías judiciales que le son inherentes. A
consecuencia de lo señalado, ocurre que se ha cometido una infracción de
garantías constitucionales al incorporar una declaración sin demostrar que la
víctima no concurrió a la audiencia por causa grave e imputable al acusado y dejó
de prestar la necesaria colaboración a la autoridad judicial por una motivación
ilegítima (considerandos 12º y 13º de la sentencia de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 332
Lectura para apoyo de memoria en la audiencia del juicio oral. Sólo una vez que
el acusado o el testigo hubieren prestado declaración, se podrá leer en el
interrogatorio parte o partes de sus declaraciones anteriores prestadas ante el fiscal,
el abogado asistente del fiscal, en su caso, o el juez de garantía, cuando fuere
necesario para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar
o superar contradicciones o para solicitar las aclaraciones pertinentes. 150
Con los mismos objetivos, se podrá leer durante la declaración de un perito partes
del informe que él hubiere elaborado.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 40, 132, 190, 191, 194, 227, 280,
315, 319, 326, 329, 332, 331, 333 y 334.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
150 Este inciso fue modificado por el número 19 del artículo 2º de la Ley Nº 20.253, publicada en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 2008, en el sentido de intercalar luego de la palabra "fiscal", la frase "el abogado asistente
del fiscal, en su caso,", precedida de una coma.
2. El artículo 332 es una excepción a los principios elementales del juicio oral actual
En un primer orden de ideas, el artículo 332 del Código Procesal Penal constituye
una excepción a principios elementales del juicio oral penal actual, esto es, la
oralidad, inmediación y concentración en la incorporación y percepción de la prueba
por parte de los jueces, excepción del todo atendible si con ella se busca resguardar
otro principio aún más fundamental en todo proceso jurisdiccional penal, esto es, la
búsqueda y establecimiento de la verdad sobre los hechos objeto de la acusación,
resultado cuya consecución se favorece al impedir que declaraciones mendaces o
parceladas, que contradicen u omiten lo formalmente antes dicho ante otra
autoridad, tengan incidencia en la formación de convicción de los jueces.
Complemento indispensable entonces para ese efecto, es garantizar a los
juzgadores, como a los intervinientes, que las declaraciones que se invoquen e
incorporen al amparo y mediante el procedimiento del aludido artículo 332, no se
hubiesen obtenido o conseguido en condiciones irregulares o censurables,
condiciones que la calidad y función legal de las autoridades y auxiliares que
enuncia ese precepto permiten en principio presumir no concurrentes. (...)
(considerando 4º).
Que el artículo 332 del Código Procesal Penal contempla la posibilidad de leer en
el interrogatorio parte o partes de las declaraciones anteriores de los testigos, que
hayan prestado ante el fiscal, el abogado asistente del fiscal —en su caso—, o el
juez de garantía, cuando ello fuera necesario para los efectos que esa disposición
señala.
Que en relación con la posibilidad de confrontar a los testigos y peritos con sus
propias declaraciones rendidas en el juicio oral anterior, anulado, y que fuera
denegada por el tribunal, constituye, a juicio de la recurrente, una grave infracción
a su derecho a defensa porque, según expresa, tanto dos de las víctimas, como el
facultativo perito del Servicio Médico Legal, Enrique Roncone Ditzel, evidenciaron
diferencias importantes, tanto sobre el delito que se atribuye al imputado como de
la supuesta experticia y validez del testimonio del facultativo. Explica la defensa que
al impedírsele confrontar tales nuevas versiones con las previas, se le ha negado el
derecho a evidenciar inconsistencias y contradicciones que representan mermas a
la credibilidad de esos deponentes y que necesariamente debieron ponderarse en
la sentencia. (...)
Por último, los artículos 331 y 332 del Código Procesal Penal contemplan algunas
situaciones en que se autoriza a los intervinientes a reproducir declaraciones
diversas, entre las que se cuenta la posibilidad de leer en el interrogatorio parte o
partes de las declaraciones anteriores de un testigo prestadas ante el fiscal, el
abogado asistente del fiscal, en su caso, o el juez de garantía, todo ello con el
propósito de ayudar a su memoria, para demostrar o superar contradicciones o para
solicitar las aclaraciones pertinentes.
Luego, si bien es efectivo que en el artículo 334 del Código Procesal Penal se
establece la prohibición de lectura de ciertos registros y documentos, de su
enumeración y de las mismas excepciones que contempla aparece claro que con
ello se ha querido reducir la introducción de elementos obtenidos al margen de la
intervención mayoritaria de las partes, o del juez, al punto que la elaboración
jurisprudencial ha llevado a permitir que tales antecedentes sean invocados por la
defensa en cautela de los intereses del más débil. (...)
De este modo, en la especie, las declaraciones de las víctimas y del perito médico
no han sido tachadas de vulneratorias de garantías fundamentales, ni se ha
evidenciado en el recurso, en la audiencia o en las motivaciones de los
intervinientes, que no pudieran ser reproducidas porque ellas habrían sido
generadoras de alguna infracción de garantías fundamentales, desde que sólo se
esgrimió que formaban parte de un juicio anulado y que, en tanto partes de ese
universo, serían también nulas, circunstancia esta que es del todo diferente, pues
tales declaraciones existieron en la realidad y fueron escuchadas por todos los
intervinientes en el proceso (considerando 20º).
Que la lectura para apoyo de memoria en la audiencia del juicio oral a que se
refiere el artículo 332 del Código del ramo se extiende expresamente al testimonio
de peritos, al consignar que se podrá leer durante su declaración partes del informe
que hubieren elaborado (considerandos 2º y 3º).
Corte Suprema, 27/08/2012, Rol Nº 5184-2012, Cita online: CL/JUR/1916/2012
6. Examina el contenido y alcance del artículo 332 del Código Procesal Penal
Dicha norma establece que "sólo una vez que el acusado o el testigo hubieren
prestado declaración, se podrá leer en el interrogatorio parte o partes de sus
declaraciones anteriores prestadas ante el fiscal, el abogado asistente del fiscal, en
su caso, o el juez de garantía, cuando fuere necesario para ayudar la memoria del
respectivo acusado o testigo, para demostrar o superar contradicciones o para
solicitar las aclaraciones pertinentes. Con los mismos objetivos, se podrá leer
durante la declaración de un perito partes del informe que él hubiere elaborado".
Pero, al mismo tiempo, dicha norma tiene una segunda fase, asociada al objetivo
de la misma, cual es que constituye una instrucción para el sentenciador en cuanto
a que frente a situaciones complejas y contradictorias debe instar por la su
superación de la misma, es decir, la instrucción del legislador es que enfrentado a
ese tipo de situaciones el resultado sea producto de un proceso de valoración
ponderado y no una simple suma cero.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 181, 259, 261, 263, 295, 296,
297, 323, 324, 328, 329. Código de Procedimiento Penal: artículos 113 bis, 187,
188, 457, 474, 478, 479, 480, 481, 488 y 488 bis.
ARTÍCULO 334
Ni aun en los casos señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar
lectura a actas o documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias
declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías
fundamentales.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 159 y siguientes, 227, 228, 276,
296, 331 y 332.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(...) Luego, si bien es efectivo que en el artículo 334 del Código Procesal Penal
se establece la prohibición de lectura de ciertos registros y documentos, de su
enumeración y de las mismas excepciones que contempla aparece claro que con
ello se ha querido reducir la introducción de elementos obtenidos al margen de la
intervención mayoritaria de las partes, o del juez, al punto que la elaboración
jurisprudencial ha llevado a permitir que tales antecedentes sean invocados por la
defensa en cautela de los intereses del más débil.
3. Sobre el valor probatorio que se debe dar a prueba que se considera debió ser
excluida
4. Facultad excepcional del tribunal para excluir prueba ilícita, fundada en las
excepciones que señala el artículo 334 del Código Procesal Penal
Indiquemos, por lo pronto, que la propia norma contiene como excepción de esta
prohibición, lo dispuesto en el artículo 332 del Código, esto es, los casos de lectura
como ayuda memoria o para demostrar contradicciones o superarlas.
Más allá del tenor literal del artículo 334, como esta Corte lo ha señalado con
anterioridad, la prohibición de este artículo tiene una clara dimensión de garantía
para el imputado, a modo de evitar que los registros policiales ingresen válidamente
al juicio como prueba de cargo, impidiéndose así una genuina contradicción de lo
obrado por la policía en la investigación. Mas esa razón no resulta aplicable si se
incorporan los registros policiales como prueba nueva, específicamente en la
hipótesis del inciso 2º del artículo 336 del Código Procesal Penal, o bien conforme
al ya citado artículo 332, para demostrar contradicciones entre el testimonio del
policía prestado en juicio con la constancia de sus actuaciones en los registros de
investigación (considerando 4º).
ARTÍCULO 335
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. La sentencia dictada contra un tercero, por los mismos hechos, puede ser
admitida y no debe ser incluida en la prohibición del art. 335 CPP
2. Historia del establecimiento del artículo 335 del Código Procesal Penal
Que, si se recurre a la historia del establecimiento del artículo 335 del Código
Procesal Penal, las conclusiones generadas en el seno de la Comisión del Senado
ofrecen un claro raciocinio acerca de la intención del legislador en relación al punto
discutido. Es así como en la Sesión 5ª de dicha Comisión se expuso lo siguiente:
"El Senado estimó razonable que no se puedan invocar los antecedentes de la
negociación que haya habido entre fiscal y acusado, pero estimó necesario suprimir
la referencia al fallo, porque impediría por parte del acusado alegar la cosa juzgada
y, por otro lado, acreditar la reiteración de conductas. En razón de ello eliminó la
expresión fallo que seguía al término tramitación" (Senado, Diario de Sesiones del
Senado, año 2000, página 667) (considerando 9º).
Que el sentido del artículo 335 del Código Procesal Penal es impedir que el
tribunal que debe conocer y juzgar los acontecimientos materia de la indagación
tome conocimiento de las tratativas tendientes a obtener una solución anticipada
respecto de una imputación a determinado hechor. Según se lee de su propio texto,
no se podrá invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba al juicio oral
ningún antecedente que dijere relación con la tramitación de un procedimiento
abreviado. Tal disposición no puede sino referirse a la persona del imputado, y ello
es así, pues esa vía supone para el sujeto pasivo la aceptación expresa de los
hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la investigación que la
fundaren, renunciando a su derecho a un juicio oral, público y contradictorio
(considerando 10º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 227, 228, 258, 259, 261, 263,
277, 278 y 296.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, al respecto, es preciso señalar que efectivamente el artículo 328 del Código
Procesal Penal establece, al consagrar la libertad de las partes para definir el orden
en que rendirán su prueba, que corresponde "recibir primero la ofrecida para
acreditar los hechos y peticiones de la acusación y de la demanda civil y luego la
prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que hubieren sido
deducidas en su contra". Tal prescripción es consecuencia precisamente de las
garantías antes enunciadas, al proscribir la posibilidad de que sea el tribunal quien
produzca prueba de cargo, comprometiendo la integridad de su rol de tercero ajeno
a cualquiera de las tesis en conflicto, asignando tal carga al acusador que tiene la
obligación de demostrar la efectividad de la imputación sobre la base de
antecedentes ofrecidos en una instancia previa, cautelando así el derecho de la
defensa a controvertirlos.
"[...] En efecto, el inciso 2º del artículo 336 del Código Procesal Penal, permite al
tribunal autorizar la presentación de nuevas pruebas, sólo cuando ellas están
destinadas a esclarecer la "(...) veracidad, autenticidad o integridad (...)" de otra
prueba y que surge con motivo de su rendición. Se trata específicamente de la
veracidad, autenticidad e integridad de la prueba rendida, como sería el caso de un
documento que pueda ser impugnado por no auténtico o por faltarle una página o a
la declaración de un testigo registrada en un audio que no se ha reproducido
íntegramente o donde se controvierte la identidad de la persona que se dice que es;
porque la situación está referida a una controversia surgida en relación a una calidad
del elemento probatorio mismo. En el caso concreto, no se estaba ante una
discusión sobre la veracidad, integridad o autenticidad de la testigo, sino que el fiscal
interviniente se encontró con que su testigo de cargo se retractó de lo que habría
dicho con anterioridad, pero la persona que compareció y declaró era efectivamente
la testigo ofrecida. No era procedente, en consecuencia, la prueba solicitada en
estos términos, porque lo que se pretendió fue incorporar un testimonio nuevo —no
ofrecido en la preparación del juicio— y dirigido en oposición al que se acababa de
escuchar por el Tribunal Oral e incluso, para demostrar un hecho que la misma
testigo negó enfáticamente ante el tribunal: la existencia de amenazas por parte de
una de las acusadas y su familia, cuestión que no formaba parte de la controversia
sometida al conocimiento del Tribunal Oral y que ni siquiera había sido denunciada
(considerando 5º).
El artículo 336 del Código Procesal Penal envuelve una facultad proporcionada a
los jueces del fondo para disponer la recepción de pruebas no ofrecidas
oportunamente, la que opera exclusivamente a petición de alguno de los litigantes
y que, por tratarse de un arbitrio, no es controlable por la vía del recurso de nulidad,
al corresponder su otorgamiento en forma soberana al criterio de los
sentenciadores. Tanto en el evento que el tribunal ejerza dicha prerrogativa y decida
recibir una prueba nueva, como en la coyuntura que la niegue y no admita la
recepción de la misma, obviamente debe fundar su decisión, como ordena el artículo
36 del Código Procesal Penal. Resulta errado, entonces, sostener que el Ministerio
Público no podía solicitar la recepción de prueba nueva, por cuanto la norma está
dispuesta para todos los intervinientes, sin excepción y, por tanto, no existe
vulneración del debido proceso (considerando 10º).
4. Admisibilidad de prueba nueva destinada a aclarar los dichos del perito, por ser
una hipótesis expresamente contemplada por la ley
ARTÍCULO 337
ARTÍCULO 338
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 7º, 8º, 98, 102, 292, 325, 326,
339 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
151 Este inciso fue modificado por el número 39) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la frase "fiscal, al acusador particular y al defensor"
por "fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor".
152 Este inciso fue modificado por el número 39) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la frase "fiscal y al defensor" por "fiscal, al acusador
particular, al actor civil y al defensor".
1. Si el imputado declara una vez concluidos los alegatos de clausura, aquél debe
someterse a interrogatorio y contrainterrogatorio, conforme a las reglas generales
ARTÍCULO 339
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 76, 281, 284, 338, 340, 341, 343
y siguientes, 372, 373 y 374. Código Penal: artículos 24, 25, 26, 47 y 48. Código
Orgánico de Tribunales: artículos 19, 72, 81, 83, 84 y 89.
ARTÍCULO 340
Convicción del tribunal. Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el
tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de
que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que
en él hubiere correspondido al acusado una participación culpable y penada por la
ley.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 98, 132, 194, 258, 259, 261, 295,
296, 297, 323, 326, 329, 331, 332, 334, 339 y 343. Constitución Política: artículo 19
Nº 1. Código de Procedimiento Penal: artículos 108, 111, 318, 318 bis, 330, 336,
340, 341, 424, 427, 431, 456 bis, 457, 459, 472, 474, 476, 477, 481 y 488. Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Decreto Nº 778, 1989, Min.
Relaciones Exteriores, D.O. 29.04.1989: artículo 14 Nº 2. Convención Americana
sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", Decreto Nº 873,
1991, Min. Relaciones Exteriores, D.O. 5.01.1991: artículo 8º Nº 2.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Declaración de la víctima resulta insuficiente para fundar la sentencia
condenatoria
No obstante se dispuso que en el nuevo proceso penal los jueces pueden apreciar
la prueba con total libertad, pero siempre que no contradigan los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados, se exige a los sentenciadores como contrapartida el deber de
fundamentar dichos fallos. Así se lee del artículo 297 del Código Procesal Penal. Lo
anterior encuentra como sustento que debe necesariamente argumentarse y
razonarse cómo se ha desvirtuado la presunción de inocencia estatuida en el
artículo 340 del mismo cuerpo de leyes. No puede existir entonces arbitrariedad en
la decisión, sino que una justificación razonada de la misma. Convicción que, en
todo caso, debe verificarse de acuerdo con la prueba producida en el juicio oral
(considerandos 3º y 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Toda sentencia condenatoria debe ser, por imposición del artículo 340 del Código
Procesal Penal, el fruto de la convicción del tribunal sobre la base de la prueba
producida durante el juicio oral que conduzca a los jueces a la certeza, más allá de
toda duda razonable, que en los hechos ilícitos ha correspondido a los acusados
una participación culpable y penada por la ley. "En este orden de ideas, es la prueba
legalmente obtenida, explicada racionalmente y sometida a la pertinente
contradicción, la que permitirá destruir la inocencia que durante todo el litigio
acompañó a los enjuiciados". En tal sentido, es un hecho demostrado, que el OS7
de Carabineros recibió una denuncia que informaba que una persona se dedicaba
a la comercialización de drogas en el campamento Girasoles y población Norte
Grande de Valdivia, proporcionando el nombre de aquél, su número de teléfono y la
patente del vehículo en el cual se movilizaba, antecedentes que se pusieron en
conocimiento de la Fiscalía y que culminaron con la fiscalización del vehículo
conducido por el acusado, antecedente que, sumado a otros elementos de juicio,
permitieron tener por establecido el hecho punible materia de la acusación, con
prescindencia de las referencias a las interceptaciones telefónicas que la parte
reprocha, situación que también priva de sustento a la impugnación, por cuanto el
referido elemento de juicio no contribuyó a la formación de convicción en un sentido
determinado por parte del tribunal (considerando 7).
(...) El principio que surge de dicho precepto legal, esto es, el mentado artículo
340, consiste, en el sentir de este tribunal, en la circunstancia de que para condenar
se requiere, inevitablemente, de la existencia de pruebas suficientes tanto de la
existencia del cuerpo del delito como de la participación criminal del imputado, y
cobra importancia la máxima de que no se puede condenar a una persona con el
solo mérito de su propia declaración, ya que ello implica que la falta de pruebas, sea
sobre el cuerpo del delito o sobre la participación, no puede suplirse por la mera
declaración de quien ha tenido la calidad imputado. (...) (considerando 18º).
ARTÍCULO 341
Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella
contenida en la acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias
agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre que hubiere
advertido a los intervinientes durante la audiencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 258, 259, 261, 277, 342, 346,
348, 372, 373 y 374 letra f). Código de Procedimiento Penal: artículos 424, 427, 500
y 541.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 341 del Código Procesal Penal bajo ningún supuesto puede ser
aplicado a la resolución del presente conflicto jurídico, atendido lo dispuesto en los
artículos 483 y 484 de dicho Código. El principio de congruencia, como lo entiende
el Código Procesal Penal, esencial en el procedimiento acusatorio adversarial, no
tenía cabida en el procedimiento anterior de carácter inquisitivo, aplicable en este
caso por la fecha en que ocurrieron los hechos, en el cual el juez tenía amplísimas
facultades, sólo limitadas en temas puntuales, como, entre otras, la imposibilidad de
extenderse a puntos inconexos, y dentro de dichas limitaciones no estaba el
principio de congruencia, entendido tal exigencia como la prohibición de condenar
por "hechos o circunstancias" no contenidos en la acusación. En efecto, conforme
al artículo 500 del Código de Procedimiento Penal, la sentencia debe contener "una
exposición breve y sintetizada de los hechos que dieron origen a la formación de la
causa" y "las consideraciones en cuya virtud se dan por probados o por no probados
los hechos atribuidos a los procesados", ello después de establecer la limitación
para elevar la causa a plenario del procesamiento previo en términos generales; ello
a diferencia de las exigencia que establecen para la sentencia los artículos 341 y
342 del Código Procesal Penal, que requiere la exposición clara, lógica y completa
de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, no
pudiéndose condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella,
estableciendo como causal de nulidad la infracción de dichas exigencias, lo que
plasma la diferencia del régimen jurídico aplicable en uno y otro caso por los
principios que rigen los procedimiento establecidos en cada normativa. Así las
cosas, no puede pretenderse aplicar principios de un procedimiento diametralmente
distinto, que no se condicen con la naturaleza y temporalidad de éstos, por lo que
en su oportunidad expresamente el legislador limitó la aplicación del Código
Procesal Penal sólo a los nuevos hechos delictivos, como tampoco en base a lo
mismo modificar el contenido del artículo 424 del Código de Procedimiento Penal,
por no condecirse la interpretación que se le quiere dar con la naturaleza del
procedimiento aplicable (considerando 10º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones).
La causal de nulidad del artículo 374 letra f) del Código Procesal Penal se verifica
cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción a lo prescrito en el artículo
341, precepto que, a su vez, señala que "La sentencia condenatoria no podrá
exceder el contenido de la acusación. En consecuencia, no se podrá condenar por
hechos o circunstancias no contenidos en ella". Del claro tenor literal de esta norma
queda de manifiesto que la congruencia se refiere al sustrato fáctico de la
acusación, no a la calificación jurídica, porque sólo en el primer caso se está
poniendo en riesgo una adecuada defensa material del imputado. En la especie, de
la lectura de los hechos consignados en la acusación y los sucesos establecidos en
la sentencia, no es posible advertir discrepancia alguna en el contenido de ellos:
ambos sitúan los acontecimientos temporal y espacialmente el mismo día, hora y
lugar; indican la misma persona involucrada en los sucesos, que se describen en
términos similares, y en cuanto al supuesto anexamiento de circunstancias a los
hechos de la acusación, ciertamente no resultan relevantes, sustanciales ni afectan
el sustrato fáctico de los acontecimientos, en términos que signifiquen una
afectación al derecho a defensa, por lo que no puede estimarse como constitutiva
del vicio denunciado. Por consiguiente, es evidente, que entre el contenido de los
hechos motivo de la acusación y el de aquellos establecidos en la sentencia, por los
que el acusado resultó condenado, existe el debido correlato exigido en el artículo
341 del Código Procesal Penal (considerandos 3º, 4º y 6º de la sentencia de la Corte
de Apelaciones).
La norma del artículo 341 del Código Procesal Penal determina que la sentencia
no podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella, disposición
legal que tiene su fundamento en el derecho del acusado de ser oído y de poder
defenderse de todos los hechos y circunstancias que se le imputan. El legislador al
consagrar esta regla de correlación o congruencia trata de evitar el factor sorpresa,
como manifestación del derecho de defensa material que beneficia a todo inculpado
de un hecho punible. En el fondo, lo que persigue este principio es que se respete
la identidad sustancial del hecho punible. En el presente caso la Defensa sostiene
que debería existir una especie de simetría perfecta entre la propuesta fáctica
planteada por el Ministerio Público en la acusación y la que arribe el tribunal a quo
en su sentencia, y que en el presente caso el supuesto vicio le causó sorpresa e
indefensión. Esta posición contiene una sobreexigencia no establecida por el
legislador a propósito del principio de la congruencia (considerandos 5º y 6º de la
sentencia de la Corte de Apelaciones).
En el caso sub judice, la única diferencia entre los hechos de la acusación y los
que se dieron por probados estribaría en el tiempo en que habría ocurrido el ilícito
de violación, el que por lo demás se ubica en ambos casos por la misma época,
esto es, entre fines de marzo y los primeros veinte días de abril, ambos meses del
año 2009.
9. Necesidad que el error o incongruencia sea relevante del punto de vista del
derecho a defensa del imputado para que se produzca una transgresión al
principio de congruencia
De ese modo el Tribunal Oral puede, y es la regla general que así ocurra, redactar
los hechos de una manera distinta a como aparecen en la acusación, y, dentro del
marco fáctico de la misma, rechazar o precisar ciertas circunstancias e incluso
agregar algunas; siempre y cuando estén dentro del mencionado marco fáctico
expuesto por el Ministerio Público (considerando 5º).
Que se sigue de lo expuesto, que para que el Tribunal Oral decida no condenar
a un acusado, porque existe una incongruencia o error entre los hechos que tuvo
por probados y aquellos que le fija la acusación, es necesario que ese error revista
ciertas características, que dicen relación con su trascendencia procesal-penal
(considerando 6º).
Que debe concluirse, entonces, que no todo error o incongruencia constituye una
transgresión del principio que se revisa, pues es necesario que aquel tenga cierta
relevancia en relación al derecho a la defensa que asiste el acusado, y esta Corte
no advierte que una discrepancia temporal en cuanto al momento en que se cometió
el ilícito pueda traducirse en un menoscabo de esa garantía si todas las probanzas
rendidas durante el juicio oral conducen a establecer la comisión del hecho punible
y la participación en él del acusado, observándose que tal discrepancia fáctica no
tiene trascendencia, motivo por el cual debe tenerse por configurado el vicio alegado
por infracción a lo dispuesto en el artículo 341 en relación a lo dispuesto en el
artículo 259, ambos del Código Procesal Penal (considerando 7º).
Por ello, para hacer efectivo tal derecho, se exige que la acusación sea precisa y
determinada, debiendo el tribunal cautelar la identidad del objeto del proceso, tanto
material (mismos hechos y circunstancias) como personal (mismos acusados),
reconociendo así que para una debida y adecuada defensa resulta indispensable
saber exactamente los hechos que se le atribuyen.
De esta forma, nuestro Código Procesal Penal, durante todo el proceso protege
el derecho de información del imputado, en el artículo 93 inciso 2º letra a) y 229 y
especialmente, en el 259 letra b) e inciso final.
Pero, la discordancia entre acusación y sentencia, para que vulnere este principio
de congruencia, no puede ser cualquier diferencia, consistente en hechos
insignificantes accidentales o irrelevantes sino aquella sustancial e influyente en lo
dispositivo del fallo (considerando 3º).
Que el objeto del juicio quedó fijado en cuanto a los hechos en la relación de ellos
formulada por el Ministerio Público en el requerimiento, y no puede el juez, sin
incurrir en un vicio de nulidad, exceder el contenido fáctico del requerimiento, esto
es, ir más allá del planteamiento de los hechos expuestos por el requirente ni
suponer otros por los que no se requirió y que, por tanto, no fueron objeto de
admisión de responsabilidad por el imputado, por impedirlo el artículo 360 del
Código Procesal Penal.
ARTÍCULO 342
La motivación de las sentencias debe permitir conocer las razones que sustentan
la resolución, imponiendo a los jueces la obligación de estudiar razonadamente los
elementos de juicio reunidos, en términos que resulte entendible la aceptación o
rechazo de la pretensión punitiva ejercida por el Estado. De la motivación debe
desprenderse con claridad las razones que ha tenido el tribunal para declarar
probados los aspectos fundamentales de los hechos, muy especialmente cuando
hayan sido controvertidos.
Que la motivación de las sentencias debe permitir conocer las razones que
sustentan la resolución, imponiendo a los jueces la obligación de estudiar
razonadamente los elementos de juicio reunidos, en términos que resulte entendible
la aceptación o rechazo de la pretensión punitiva ejercida por el Estado. De la
motivación debe desprenderse con claridad las razones que ha tenido el tribunal
para declarar probados los aspectos fundamentales de los hechos, muy
especialmente cuando hayan sido controvertidos.
Que en este predicamento, esta magistratura ha señalado con antelación que: "la
nueva legislación procesal penal ha sido especialmente exigente en orden a
imponer a los jueces que conocen y resuelven en definitiva en juicio oral un trabajo
de elaboración meticuloso y cuidadoso en la concepción de sus sentencias. La
preocupación esencial de toda sentencia penal de fijar los hechos y circunstancias
que se tuvieran por probadas, favorables o desfavorables al acusado, debe ir
precedida de la debida valoración que impone el artículo 297. Esta norma, si bien
es cierto ha facultado a los tribunales para apreciar la prueba con libertad en abierta
y franca discrepancia con el sistema probatorio tasado del sistema inquisitivo, lo ha
hecho en el entendido que los tribunales no pueden en modo alguno, como primera
limitante, contradecir los principios de la lógica, las máximas de experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados; y luego exige que para hacer esa
valoración el tribunal debe hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso la
desestimada, con señalamiento de los medios de prueba, únicos o plurales, por los
cuales se dieren por probados cada uno de los hechos y circunstancias atinentes a
la litis" (SCS, Nºs. 964-03 y 1743-03, de doce de mayo y dos de julio de dos mil tres)
(considerando 18º).
De todo lo relacionado resulta muy claro que el nuevo proceso penal obliga a los
jueces en su sentencia a indicar todos y cada uno de los medios probatorios
atinentes a fijar los hechos y circunstancias propuestos por los intervinientes,
expresar sus contenidos y en base a ellos razonar conforme a las reglas de la
dialéctica a fin de evidenciar las motivaciones que se han tenido en cuenta para
preferir uno del otro o para darle preeminencia, de modo que de dicho análisis surja
la constancia de cómo hicieron uso de la libertad para apreciarla y llegaron a dar
por acreditados los hechos y circunstancias que serán inamovibles posteriormente.
Esta libertad que la ley le reconoce a los jueces para "pesar" toda la prueba no
puede merecer críticas si la resolución pone en forma clara y expresa en evidencia
que no se han desconocido las restricciones que ella misma ha impuesto, a saber,
que la forma de apreciar la prueba con libertad no contradiga los principios de la
lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicamente afianzados,
lo que supone, dicho de otro modo, que se respeten las pautas del silogismo; los
principios, vivencias, proposiciones y enseñanzas adquiridas por los jueces durante
su vivir y en ejercicio de la función jurisdiccional, como también los conocimientos
que científicamente resulten prevalentes conforme se desprenda de quienes los
dominan o manejan.
Por lo tanto, semejantes cánones reglamentan la forma de cómo los jueces deben
dar por acreditados los hechos y, si no son respetados, autoriza la anulación
correspondiente. No hay en ello, consiguientemente, un control del tribunal de
alzada sobre los hechos, sino sobre el cómo llegaron a ellos los jueces del tribunal
oral. Si no realiza su argumentación en la forma expuesta, es decir, analizando cada
una de las pruebas rendidas sin omitir ninguna, y por el contrario efectúa
aceptaciones o descartes en forma global, procederá el recurso de nulidad en los
términos previstos en el artículo 374, letra e), en concordancia con los artículos 342,
letra c), y 297, todos de Código Procesal Penal (considerando 19º).
Descartado de plano que haya tenido alguna falla que obligara a adoptar una
forma diversa, debe concluirse que la instrucción del juez en orden a que el
imputado declarara lento, justificada en una supuesta necesidad de tomar nota de
la declaración, carece de toda efectividad jurídica y práctica desde el punto de vista
de la obligación de registro y, antes bien, constituye una práctica, lamentablemente
habitual, de adelantar la redacción del fallo mediante la transcripción íntegra de
testimonios, lo que, a su turno, no constituye una exigencia legal de las sentencias
conforme a lo dispuesto en el artículo 342 del Código Procesal Penal (considerando
5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones)
El artículo 36 del Código Procesal Penal dispone que será obligación del tribunal
fundamentar sus resoluciones, excepto aquellas que se pronunciaren sobre
cuestiones de mero trámite. "La fundamentación expresará sucintamente, pero con
precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones
tomadas". Añade la norma: "La simple relación de los documentos del
procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de los
intervinientes no sustituirá en caso alguno la fundamentación" y el artículo 340 del
mismo Código, manda que el tribunal formará su convicción sobre la base de la
prueba producida durante el juicio. Acerca de la fundamentación de la sentencia, la
doctrina es categórica en orden a que ésta no se satisface con referencias
meramente formales al hecho de encontrarse cumplidos los estándares legales o a
la existencia de antecedentes genéricamente invocados. Por su parte, el artículo
342 letra c) contempla la exigencia de la motivación fáctica de la sentencia, que
tiene por finalidad permitir la reproducción del razonamiento empleado por el juez
en su sentencia, asegurando el posterior control de las decisiones del tribunal. La
exigencia de esta norma se refiere a que al dar por probados los hechos y
circunstancias, se haga en forma clara, lógica y completa, esto es, que la exposición
no sea imprecisa, confusa, vaga, ininteligible, contradictoria o que omita hechos
relevantes probados en relación con el contenido de la controversia y que para
arribar a sus conclusiones, se valore la prueba producida conforme al artículo 297,
es decir, que en su apreciación no se contradigan los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, de modo
que el razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones sea reproducible
(considerandos 2º y 10º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Que el motivo de nulidad invocado en relación con el artículo 342 letra c) del
ordenamiento procesal penal supone una infracción al contenido del fallo, cual es
"La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y
de la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;" lo que se traduce en una exposición
cabal y exhaustiva de los hechos y circunstancias que se dieren por acreditados,
pero dicho precepto no exige una descripción o detalle minuciosos de los medios
de convicción y únicamente encierra una descripción fáctica de todos y cada uno de
los hechos, vale decir, la forma como se cometió el ilícito, la hora y el lugar y las
demás circunstancias acreditadas en el proceso y una valoración de ellos con
libertad, pero sin contradecir los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. Es efectivo que tal
motivación legitima la función jurisdiccional y permite conocer no sólo al acusado
sino, a todos los intervinientes en el proceso criminal la justicia de la decisión y dará
cabida a la interposición de los recursos legales para activar los mecanismos de
control en la aplicación del derecho al caso concreto. Todo esto supone exponer
razones, hacer interpretaciones y tomas de posición sobre las posturas que
sustentan las partes en el juicio, plasmando en la decisión el convencimiento
alcanzado y la explicación de la decisión adoptada (considerando 16º).
Que, en relación a la letra c) del artículo 342, conviene tener en cuenta que si
bien es cierto que en materia procesal penal rige el principio de libertad de prueba
(numerus apertus de los medios probatorios) conjuntamente con el sistema
probatorio de ponderación de persuasión racional, también llamado sana crítica o
sana crítica racional, es igualmente efectivo que la exigencia legal que dicho sistema
le impone al juez es de un alto estándar de fundamentación, desde que
precisamente es la fundamentación la que en definitiva legitima la decisión y viene
a constituir la única forma de control de esta última, tanto desde la perspectiva de
los intervinientes como desde el prisma de la sociedad toda, ya que constituye la
forma de aproximarse a la labor intelectual que se efectuó para arribar a la
conclusión definitiva.
Que según la descripción del motivo absoluto de nulidad de la letra e) del artículo
374 del Código Procesal Penal, se trata de aquel que supone la existencia de un
vicio por haber omitido la sentencia, entre otros, el requisito de la letra c) del artículo
342 del Código del ramo, esto es la exposición clara, lógica y completa de cada uno
de los hechos y circunstancias que se dieron por probadas, fueren ellas favorables
o desfavorables al acusado y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297.
Precepto este último que, en la perspectiva de la causal, exige perentoriamente en
sus incisos 2º y 3º que el tribunal debe hacerse cargo en su fundamentación de toda
la prueba producida, incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando las
razones que hubiere tenido en cuenta para ello, como el señalamiento de los medios
de prueba por los que se dieren acreditados los hechos y las circunstancias que se
dieren por probadas, entre otras obligaciones jurisdiccionales que deben permitir en
su conjunto, por último, la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las
conclusiones a que llegare la sentencia (considerando 4º).
Que luego, si bien no puede predicarse que el fallo impugnado quebrantara los
principios de la lógica formal como le reprocha la recurrente, sí puede decirse que
no cumple con otra de las exigencias previstas en la letra c) del artículo 342 del
Código Procesal Penal, cual es el cumplimiento por parte del tribunal del deber de
fundar las sentencias en términos que dicha motivación sea suficiente para explicar
el razonamiento que los sentenciadores han utilizado en sus conclusiones.
En efecto, la exigencia que la letra c) del artículo 342 ya citado, en orden a que
la valoración sea realizada conforme a lo dispuesto en el artículo 297 del Código
Procesal Penal, impone a los jueces del juicio, de acuerdo al inciso 2º de esta
disposición, el deber de analizar toda la prueba producida, incluyendo la que se ha
desestimado, indicando las razones que se hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
Luego, como, se ve, la obligación de fundamentación no sólo se refiere a los medios
de prueba que sirven para el establecimiento de los hechos penalmente relevantes
sino, además, con toda aquella prueba que se hubiere rendido, que se relacione
con estos hechos o que forme parte de la teoría del caso de los intervinientes, de
modo de explicitar a las partes el razonamiento que lleva al tribunal a desechar su
prueba o alegaciones.
En este caso, la sentencia, salvo reseñar los dichos del acusado, no se hace
cargo de los mismos en su mérito; no se explicitan las razones por las cuales las
explicaciones que dio no son atendidas y, antes bien, desestimadas por el tribunal,
y, verdaderamente, no se construye argumento alguno a su respecto, de modo tal
que sólo cabe concluir que, en este aspecto, sustancial por lo demás desde que
dice directa relación con una de las manifestaciones del derecho de defensa, la
sentencia incumple con la exigencia de hacerse cargo de la prueba rendida,
indicando las razones por las cuales, en este caso, se desestimó parte de la prueba
y la obligación que la fundamentación permita el razonamiento utilizado para
alcanzar las conclusiones a las que se arribó (considerando 6º).
Que la exigencia prevista en el artículo 374 letra e) en relación con el artículo 342
letra d) del Código Procesal Penal importa la necesidad de exponer los
razonamientos jurídicos útiles para la calificación jurídica de cada uno de los
hechos, sin embargo, debe considerarse que los razonamientos jurídicos
interpretativos de las normas aplicadas se deben expresar en la medida que ello
sea necesario.
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal
colegiado, designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada
por su autor. La sentencia señalará el nombre de su redactor y el del que lo sea de
la disidencia o prevención.
ARTÍCULO 343
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 159 y siguientes, 282, 289, 291,
339, 342, 344 y siguientes, 372, 373, 374, 396 y 412. Código Penal: artículos 11, 12
y 13.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
153 Este inciso fue reemplazado por el número 40) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005.
Agregó en dicha oportunidad, además, que el Ministerio Público entiende que la
pena aplicada o asignada a la cual se condenó al imputado sin la discusión del
artículo 343 del Código Procesal Penal, no hubiere variado.
En este contexto, debiendo el señor juez de la causa, una vez que emitió decisión
condenatoria, haber abierto el debate señalado conforme a lo previsto en el artículo
343 del Código Procesal Penal, lo que en este caso no efectuó, circunstancia que
el Ministerio Público reconoció en la vista del recurso, tal omisión necesariamente
impidió al defensor ejercer las facultades que la ley le otorga.
Ocurre que, como ya se indicó, el artículo 343 del Código Procesal Penal fue
modificado en este punto por la Ley Nº 20.047 de 14 de noviembre del año 2005.
Que para los efectos que interesan al recurso, la obligatoriedad de abrir este
debate, como se indicara precedentemente, dice relación con el derecho de los
intervinientes, y especialmente del defensor, de formular planteamientos y
alegaciones con relación a la sanción que debía imponerse, respetándose así,
además, en esta materia, los principios de bilateralidad de la audiencia y
contradicción, por lo que la omisión incurrida, privó al defensor de una facultad
esencial y, con ello, al imputado del derecho a la defensa técnica en esta materia,
lo que necesariamente conduce a declarar la nulidad del juicio y la sentencia
(considerando 4º).
ARTÍCULO 344
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 16, 30, 38, 159 y siguientes,
342, 343. Código Orgánico de Tribunales: artículos 535 y siguientes.
154Este inciso fue sustituido por el número 41) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
ARTÍCULO 345 DEROGADO155
ARTÍCULO 346
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 30, 342, 344, 347 y siguientes,
372 y siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 500, 503 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
155 Este artículo fue derogado por el número 42) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
156 Este artículo fue modificado por el número 43) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de sustituir los términos "lectura de" por "comunicación de
la".
específicamente a cuáles eran las penas que se imponían a los condenados e
informar además sobre lo resuelto, si es que la situación se hubiera presentado,
respecto de circunstancias modificatorias de responsabilidad penal ajenas al hecho
punible y factores relevantes para la determinación y cumplimiento de la pena, a
que se refiere el artículo 443 en su inciso final.
ARTÍCULO 347
157Este artículo fue modificado por el número 44) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de sustituir los vocablos "Sentencia absolutoria" por "Decisión
absolutoria".
Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 360, 378, 419,
508, 530 y 680.
ARTÍCULO 348
La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda
precisión el día desde el cual empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de
detención, prisión preventiva y privación de libertad impuesta en conformidad a la
letra a) del artículo 155 que deberá servir de abono para su cumplimiento. Para
estos efectos, se abonará a la pena impuesta un día por cada día completo, o
fracción igual o superior a doce horas, de dichas medidas cautelares que hubiere
cumplido el condenado. 159
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 155, 181, 188, 189, 341, 342,
343, 349, 350, 351, 372, 373, 374, 467 y siguientes. Constitución Política: artículo
19 Nº 7. Código Penal: artículos 26 y 31. Código de Procedimiento Penal: artículos
114, 115, 152, 500, 503, 504, 541, 672 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
158 Este inciso fue modificado por la letra c) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de sustituir la expresión "medidas alternativas" por "penas sustitutivas".
159 Este inciso fue reemplazado por la letra a) del número 45) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en
Si bien el artículo 348 del Código Procesal Penal exige el cumplimiento parcial de
doce horas de privación de libertad para ser considerado como un día de abono, no
señala que dicho lapso deba ser cumplido dentro de un mismo día, lo que permite
que se sume el total de las horas de privación de libertad cumplidas, las que luego
deberán fraccionarse en períodos de doce horas a fin de determinar el número de
días totales de abono. De esta manera, la resolución judicial reclamada afecta
indebidamente la libertad personal de la amparada, en cuanto se la priva de
disminuir el tiempo efectivo de su condena (considerandos 2º y 3º de la sentencia
de la Corte Suprema).
Que para dilucidar este asunto es necesario considerar que, tal como esta Corte
lo resolvió en las causas Rol Nº 6945-08 y Nº 5798-09, entre otras, el inciso 2º del
artículo 348 del Código Procesal Penal permite abonar al cumplimiento de una
condena no sólo el tiempo de privación de libertad soportado en la misma causa,
sino también el sufrido en otra causa, pero siempre que se trate de procesos que
hayan podido acumularse o agruparse, es decir, respecto de los cuales
teóricamente sea procedente la unificación de penas, de acuerdo con el artículo 164
del Código Orgánico de Tribunales (considerando 1º).
Que, por ende, y debido a que el citado artículo transitorio permite efectuar la
unificación de penas respecto de causas que se tramiten, respectivamente, de
acuerdo al sistema antiguo y conforme a la actual normativa procesal penal, siempre
que estén siendo juzgadas en un mismo tiempo, exigencia que también se
desprende del citado artículo 164 cuando utiliza las expresiones de haberse
acumulado los procesos y de haberse juzgado conjuntamente los delitos, es dable
concluir que para que sea legalmente procedente abonar el tiempo que una persona
ha permanecido privada de libertad en una causa a otra, resulta indispensable que
ambos procesos, desde el punto de vista temporal, hayan podido tramitarse o
juzgarse conjuntamente (considerando 3º).
El artículo 348 inciso 2º del Código Procesal Penal establece que, al dictarse
sentencia condenatoria, la expresión del tiempo de detención, prisión preventiva y
privación de libertad impuesta de conformidad al artículo 155 letra a) del mismo
Código "deberá servir de abono para su cumplimiento". Sin embargo, el artículo 164
del Código Orgánico de Tribunales dispone que "Cuando se dictaren distintas
sentencias condenatorias en contra de un mismo imputado, los tribunales que
dictaren los fallos posteriores al primero no podrán considerar circunstancias
modificatorias que de haberse acumulado los procesos no se hubieren podido tomar
en cuenta". A contrario sensu, podrían considerar aquellas circunstancias que, de
haberse acumulado los procesos, sí podrían considerar, como lo sería precisamente
el abono del tiempo de las medidas cautelares privativas de libertad. Por su parte,
el artículo 164 inciso 2º dispone que "Deberán, asimismo, regular la pena de modo
tal que el conjunto de penas no pueda exceder de aquella que hubiere
correspondido de haberse juzgado conjuntamente los delitos". De las expresiones
empleadas por este precepto se concluye que, desde un punto de vista temporal,
dicha disposición exige que ambas causas hayan podido tramitarse o juzgarse
conjuntamente. Por lo tanto, dada la fecha de comisión de los sucesos delictuosos
sobre los que versan, se desprende que las investigaciones antes referidas nunca
estuvieron en condiciones de tramitarse conjuntamente, por la diferencia en las
épocas de sus respectivas tramitaciones (considerandos 4º y 5º de la sentencia de
la Corte de Apelaciones).
Por una parte, el tribunal debe fijar las penas y, por otra, siempre debe abonar
además lo que corresponda por medidas cautelares. Aquí existe una razón fuerte
para sostener que esas privaciones de libertad que han sufrido por medidas
cautelares los imputados deben serle abonadas. Cabe recordar que la
jurisprudencia de la Corte de Apelaciones de Temuco, en causa de amparo en la
cual se pidió el abono del tiempo cumplido en una medida cautelar en que la
duración era once horas y no doce horas, como lo señala el artículo 348 del Código
Procesal Penal, acogió la solicitud, pues aparece más de acuerdo con el espíritu
general de la legislación y los principios informadores de la Constitución abonar ese
tiempo de privación. Es decir, si en ese caso no cumplía formalmente con el requisito
de las horas, con mayor razón deberá abonarse si el imputado como es el caso
cumple con el requisito de duración de las horas de la norma citada. Dicha sentencia
agrega que otro fundamento normativo —indirecto— que debe tomarse en cuenta
es la institución del artículo 164 del Código Orgánico de Tribunales. En efecto, el
legislador busca ante diferentes privaciones libertad —penas— que a través de su
unificación pueda favorecerse al condenado y podría de decirse, entonces, que el
legislador busca que ninguna privación de libertad quede flotando en el espacio de
nadie. Esto además de relaciona, por supuesto, con el artículo 19 Nº 7 letra i) de la
Constitución, que si bien aborda otras instituciones, lo realmente trascendente es
que el Estado-juez debe dar una respuesta respecto a las restricciones de privación
de libertad que sufrió un imputado. La petición de la defensa entonces es una de las
formas de reparar dicha situación y oxigenar y perfeccionar el sistema procesal
penal. Si nada se dice, entonces, lo que estamos haciendo es reafirmar y aumentar
el ius puniendi estatal de manera arbitraria e irracional. Adicionalmente, la
supremacía de la Constitución conlleva además que al tener que establecer el
sentido de una norma jurídica de rango inferior deba siempre preferirse la forma de
interpretación que no contradiga a la ley fundamental tanto en sus aspectos
normativos como de principios; en suma, que no contradiga el bloque de
constitucionalidad (considerando 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
8. Que la concesión de una medida alternativa sea por naturaleza una facultad
privativa del tribunal, esto no permite que ella sea arbitraria
— Que, sin embargo, lo anterior no es todo, puesto que, además, la cuestión que
funda el recurso de nulidad que se estudia no puede ventilarse mediante un
recurso de nulidad, y es más propio de un recurso de apelación. Empero, este
último recurso no procede en el presente tipo de procesos, como se sabe, por
expresa disposición legal, y es ésta sin duda la razón que explica que se intente
ventilar mediante la nulidad.
Para continuar con estas reflexiones, conviene recordar que la causal invocada es
la del artículo 373 del Código Procesal Penal, el cual establece que "Procederá
la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia: (...) b) Cuando, en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del
derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo".
Sobre el particular hay que decir que desde la vigencia del anterior procedimiento
en lo penal ya se estimaba que el pronunciamiento sobre alguno de los modos
alternativos de cumplimiento de la sanción no forma parte de la decisión
sustancial de una sentencia definitiva en materia penal, tratándose más bien de
una cuestión accesoria, aunque importante sin lugar a duda. Por ello es que no
puede abordarse mediante un recurso como el que se estudia.
ARTÍCULO 349
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 60, 61, 261 y 342. Código de
Procedimiento Penal: artículos 103 bis, 425, 428, 431 y 500.
ARTÍCULO 350 DEROGADO161
ARTÍCULO 351
Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del
Código Penal si, de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al
condenado una pena menor.
Para los efectos de este artículo, se considerará delitos de una misma especie
aquellos que afectaren al mismo bien jurídico.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 185, 274, 342, 348 y 397. Código
Penal: artículos 12 Nº 16, 74, 75, 91, 92, 104 y 451. Código de Procedimiento Penal:
artículos 77, 350 bis, 500, 509 y 564.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
161Este artículo fue derogado por el artículo 62 de la Ley Nº 19.806, publicada en el Diario Oficial de 31 de mayo
de 2002.
Que es claro que el precepto no previene formas del proceso ni derechos o
posibilidades procesales en favor de las partes, sino, únicamente, unas normas que
han de emplearse para determinar la pena que debe ser aplicada en caso de
reiteración de delitos. Tal contenido, no obstante encontrarse en el Código Procesal,
es de carácter sustantivo, pues dice relación con la sanción que ha de ser impuesta,
esto es, con la legalidad de este orden, y, también, como ha quedado de manifiesto,
porque carece de aquellos rasgos que son propios de lo procesal.
Así las cosas, no obstante el impedimento del artículo 483 del Código Procesal
Penal, por tratarse de una norma de diferente naturaleza, es posible dar aplicación
al precepto (considerando 4º).
(...) Que, el recurrente de nulidad cuestiona la errónea aplicación del derecho por
parte de los jueces, específicamente el artículo 351 del Código Procesal Penal, lo
que en su opinión ha sido perjudicial para su representado, influyendo en lo
dispositivo del fallo, puesto que de la señalada forma se le impuso una pena superior
a la que legalmente le correspondía, en circunstancias que procedía aplicar las
reglas del artículo 74 del Código Penal, que a su entender significaría imponer
penas más benignas, las que ya se anotaron en esta sentencia, las que se tienen
por reproducidas. Que, lo anterior como se fundamenta en la sentencia recurrida, y
también se sostiene por el Ministerio Público al solicitar el rechazo del presente
recurso de nulidad, sólo denota el pleno y legítimo ejercicio opcional y privativo de
los jueces del grado, cual es la decisión jurisdiccional de aplicar las penas que en
este caso entendieron racional y justa en relación a los ilícitos que conocieron,
haciendo uso de las herramientas jurídico procesales que les permitieron arribar a
la pena de presidio perpetuo calificado, cuya fundamentación aparece claramente
detalladamente justificada en el considerando trigésimo segundo de la sentencia,
por lo que entonces tal decisión entiende esta Corte se encuentra ajustada a
derecho, y si bien los jueces del grado pudieron aplicar la pena de presidio perpetuo
simple, como lo propone el voto de minoría, la posición de mayoría, únicamente
ejercieron, como se ha dicho la facultad legal de aumentar la pena en dos grados
en consideración al número de delitos y la extensión del mal causado argumentando
bastantemente en relación a los citados respectos, que sostienen su decisión, que
podrá compartirse o no en cuanto su rigurosidad como lo hace la defensa del
sentenciado; sin embargo, su aplicación en la especie no constituye vicio o
infracción de ley. Que, a mayor abundamiento, la pretendida incompatibilidad del
carácter de continuado otorgado a cuatro de los cinco delitos de violación impropia
del artículo 362 del Código Penal y un delito continuado de abuso sexual
contemplado en el artículo 366 del Código punitivo, con la aplicación del artículo
351 del Código Procesal Penal, al citado respecto no existe norma alguna que lo
prohíba, atendido que el delito continuado no está expresamente reconocido en
nuestra legislación positiva, constituyendo el fruto de la doctrina y la jurisprudencia
y que se presenta cuando varias acciones ejecutadas en tiempos diversos, cada
una de las cuales, consideradas de forma independiente, realiza completamente las
exigencias de tipos delictivos de la misma especie, son tratadas como un todo y
castigadas como un solo hecho punible, en virtud de la relación especial que media
entre ellas. Sin embargo, no siendo el delito continuado una noción claramente
definida ni regulada en la ley, el reconocimiento que de él ha hecho la doctrina y
jurisprudencia han tenido, más bien, un afán de política-criminal, para evitar penas
excesivas que es lo que en la especie han efectuado los sentenciadores del grado
al acoger tal pretensión de la defensa, sin embargo, el referido reconocimiento del
carácter de continuado de los señalados ilícitos antes descritos, no es óbice al
momento de la determinación de penas aplicar la referida norma procesal del
artículo 351 del señalado Código; la que ciertamente resulta más beneficiosa que el
artículo 74 del Código Penal invocado por la recurrente, ello además que de las
penas propuestas por la defensa no se advierte de qué forma podrían haber sido
impuestas (considerando 3º).
2. Falta o abuso grave por no respetar lo dispuesto por el artículo 351 del Código
Procesal Penal, relativo a la reiteración de faltas
Que el artículo 397 del Código Procesal Penal establece que en caso de
reiteración de faltas de una misma especie, se aplicará, en lo que correspondiere,
las reglas contenidas en el artículo 351, el que a su vez dispone que en referido
caso se impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas
como un solo delito, aumentándola en uno o dos grados, interpretación que resulta
más favorable al infractor, debiéndose por tanto estimar los hechos denunciados
como una sola infracción para efectos de aplicar la sanción respectiva
(considerando 5º).
Que así las cosas, el juez recurrido al aplicar separadamente una multa por cada
infracción cometida y no disponer la acumulación de las denuncias, ha incurrido en
una falta o abuso que será remediado por esta vía (considerando 6º).
ARTÍCULO 352
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93, 95, 109, 115, 120, 149, 158,
237, 239, 247, 253, 271, 277, 290, 353 y siguientes, 399, 414, 418, 427, 450, 473 y
siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículos 54 y siguientes, 67, 104, 278
bis, 283, 306 y siguientes, 366, 397, 415, 443, 455, 510 y siguientes, 563 y
siguientes, 604, 613, 653, 657 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Sin embargo, no basta con ser intervinientes legitimado para poder recurrir.
ARTÍCULO 353
Aumento de los plazos. Si el juicio oral hubiere sido conocido por un tribunal que
se hubiese constituido y funcionado en una localidad situada fuera de su lugar de
asiento, los plazos legales establecidos para la interposición de los recursos se
aumentarán conforme a la tabla de emplazamiento prevista en el artículo 259 del
Código de Procedimiento Civil.
ARTÍCULO 354
ARTÍCULO 355
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 115, 277, 352, 362, 368, 379,
414 y 477. Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 60, 61, 62, 104, 283, 397,
443, 510 y 661. Ley Nº 18.216, establece medidas que indica como alternativa a las
penas privativas o restrictivas de libertad, D.O. 14.05.1983: artículo 25.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, conforme a lo previsto en el artículo 355 del Código Procesal Penal, contiene
una excepción de carácter imperativa, en el cual señala: "La interposición de un
recurso no suspenderá la ejecución, salvo que se impugnare una sentencia
definitiva condenatoria o que la ley dispusiere expresamente lo contrario", situación
que se da en el caso de marras, lo que impide y limita al tribunal informante la
ejecución de la misma por no haberse resuelto aún los recursos de nulidad
presentados.
Que, asimismo el artículo 379 del mismo citado Código, establece que la
interposición de recurso de nulidad, suspende los efectos de la sentencia
condenatoria recurrida, resultando improcedente que los distintos condenados en
un juicio pidan, en forma independiente y desligados de la suerte final del juicio, el
cumplimiento de las distintas penas, sean éstas efectivas o sustitutivas, lo cual
resulta contrario a lo que dispone el artículo 468 del Código Procesal Penal.
ARTÍCULO 356
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 352, 357, 358, 359, 360 y 361.
Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 62 bis y 63. Código Orgánico de
Tribunales: artículo 67.
ARTÍCULO 357
162Este inciso fue modificado por numeral iv) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario Oficial
de 21 de abril de 2015, en el sentido de intercalar después de la palabra "cónyuge", la siguiente frase: "o del
conviviente civil".
anterior a la audiencia correspondiente, a menos que la agregación de la causa se
hubiere efectuado con menos de setenta y dos horas antes de la vista, caso en el
cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audiencia.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el inciso primero del artículo 357 del Código Procesal Penal señala
efectivamente una regla general, excluyendo la suspensión de la vista de los
asuntos penales por dos causales que derivan de la gestión propia del tribunal y
otras dos que son de parte. Al efecto, en el inciso 2º se regula la forma en que la
Corte confeccionará las tablas para evitar los conflictos que suponía el artículo 165
Nº 1 del Código de Procedimiento Civil. Luego, en los incisos 3º y 4º regula la
suspensión por hechos diferentes, distinguiendo si hay o no privados de libertad en
la causa. En el primer caso rige el inciso tercero, con circunstancias muy
restringidas. En caso contrario, es decir, si no hay privados de libertad, sólo se
permite la suspensión a petición del recurrente o de todos los intervinientes,
actuando de común acuerdo, situaciones diversas a las contempladas en los
números 5 y 6 del artículo 165 del Código de Procedimiento Civil. Entonces, de los
casos no exceptuados por el inciso 1º del artículo 357 del Código Procesal Penal,
el del artículo 165 Nº 2 del Código de Procedimiento Civil está expresamente
prohibido en el artículo 356 del Código Procesal Penal; y los casos contenidos en
los números 3 y 4 del artículo 165 antes citado, corresponden a los reglados en el
inciso tercero del artículo 357 ya mencionado.
En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal podrá formular
preguntas a los representantes de las partes o pedirles que profundicen su
argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 30, 52, 352, 355, 356, 357, 359,
360 y 384. Código Orgánico de Tribunales: artículo 9º.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Declaración de abandono
Que, dichas reglas establecen la ritualidad con que se llevará a efecto la vista de
la causa. Siendo ellas, entre otras, que la audiencia sea pública, que no existe
relación, esto es, que el funcionario judicial denominado relator no refiere los hechos
y el derecho de la causa ni la resolución impugnada, como tampoco los
fundamentos del recurso a los jueces integrantes del tribunal, iniciándose la
audiencia con el anuncio, otorgándose la palabra al recurrente, quien deberá
exponer los fundamentos de su recurso y las peticiones concretas que solicita.
Expresa la disposición que, enseguida, se ofrecerá la palabra a los recurridos,
volviéndose a ofrecer la palabra a todas las partes, para que aclaren los hechos o
el derecho en que fundamentan el recurso, con el objeto de controvertir los
argumentos y contrargumentos esgrimidos en la respectiva audiencia. Faculta a los
miembros del tribunal para formular preguntas a los abogados de las partes o bien,
extiendan su argumentación sobre algún punto específico que les parezca de
interés para su mejor resolver. El inciso final de la norma jurídica objetada, establece
que concluido el debate entre los abogados de las partes el tribunal deberá emitir
pronunciamiento de la sentencia de inmediato y en caso contrario fija un día y hora
para conocer de ella. La novedad procesal de las reglas sobre la vista de los
recursos es que no hay relación y la celeridad con que el tribunal debe pronunciarse
acerca del recurso interpuesto.
En efecto, de los artículos del Código Procesal Penal 358, que establece las
reglas generales para la vista de los recursos, 361, que dispone la aplicación
supletoria de las normas del Libro II Título III —"Juicio Oral"— y 360, relativo a las
decisiones sobre los recursos, fluye que la iniciativa probatoria nunca es del juez,
sino siempre de las partes, es decir, que el tribunal no dispone oficiosamente la
práctica de diligencia probatoria alguna ni para mejor resolver; que el
pronunciamiento del tribunal queda circunscrito exclusivamente a las solicitudes
formuladas por los recurrentes; y que las dudas del tribunal deben ser satisfechas
por las partes. Estas características de la audiencia y vista de las causas ante las
Cortes de Apelaciones constituyen una manifestación del principio contradictorio y
un elemento del derecho a defensa y del debido proceso, ya que la imparcialidad
del tribunal se asegura y garantiza a través del veto a su iniciativa probatoria. De
este modo, cuando el tribunal decide de motu proprio disponer una determinada
diligencia, lo que hace en realidad es suplir la insuficiente exposición del persecutor
y/o de la defensa, quebrando el principio de contradicción y afectando su propia
imparcialidad.
ARTÍCULO 359
Esta prueba se recibirá en la audiencia conforme con las reglas que rigen su
recepción en el juicio oral. En caso alguno la circunstancia de que no pudiere
rendirse la prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 283, 296, 328 y siguientes, 372
y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. El tribunal que conoce del recurso debe limitarse a escuchar los hechos y
argumentos que las partes directamente le exponen
Del examen de los artículo 358 y 359 del Código Procesal Penal, titulados Reglas
generales de vista de los recursos y Prueba de los recursos, respectivamente, se
colige que el tribunal que conoce de un recurso debe limitarse a escuchar los hechos
y argumentos que las partes directamente les exponen; lo propio acontece con la
prueba ofrecida y rendida en aval de sus asertos, y cualquier duda que se le
presente debe salvarla de inmediato, ante los mismos litigantes, de manera que
todo lo dicho por una de ellas pueda ser siempre conocido por la otra, controvertido
o complementado, lo que constituye una manifestación del principio de
contradicción, integrante del debido proceso. Por consiguiente, al tribunal le está
vedada cualquier iniciativa tendente a aclarar datos que no quedaron
suficientemente satisfechos en la audiencia respectiva. Los intervinientes tienen
garantizado el derecho para acceder a todos los medios de prueba que se han
reunido en la investigación, con el preciso objeto de controvertirlos, refutarlos o
simplemente explicarlos, cuando se trata de acudir a ellos para reclamar un vicio de
nulidad, de modo que no se divisa cuál podría ser la necesidad de dotar al tribunal,
además, de facultades extraordinarias para resolver lo que se somete a su
conocimiento. En este sentido, cuando el tribunal decide de propia iniciativa estudiar
privada y directamente la prueba que se ofreció, pero que no se rindió, lo que hace
en realidad es suplir la insuficiente exposición de alguno de los intervinientes,
entrometiéndose en el debido desarrollo del proceso, quebrantando el principio de
contradicción y, de paso, afectando su propia imparcialidad (considerando 3º).
Que de conformidad a lo que dispone el artículo 359 del Código Procesal Penal,
el recurrente tiene derecho a ofrecer prueba destinada a probar la o las causales de
nulidad que se hacen valer en el recurso, pero en caso alguno a acompañar prueba
documental junto con el recurso de nulidad, acción que ni siquiera se puede hacer
en materia procesal civil conforme lo regla el Código de Procedimiento Civil que hoy
nos rige, y de ser aceptada dicha prueba por el tribunal que conocerá del recurso,
producirla, nada de lo cual ocurrió en este caso (considerando 5º).
ARTÍCULO 360
Decisiones sobre los recursos. El tribunal que conociere de un recurso sólo podrá
pronunciarse sobre las solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole
vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o
más allá de los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo
y en el artículo 379 inciso 2º.
Si sólo uno de varios imputados por el mismo delito entablare el recurso contra la
resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a menos
que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el
tribunal declararlo así expresamente.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que de este modo, lo que hay es que se ha notificado a las dos partes una
sentencia distinta a la que se dictó, pues a los intervinientes se les entregó
supuestas copias conteniendo un añadido que el fallo no contempla.
Pero como las partes creyeron que sí estaba fallada, el que se sintió agraviado
apeló no para que la Corte supliera la omisión, sino para que enmendara el sentido
de una supuesta decisión en verdad inexistente.
Como se aprecia, la Corte no podría enmendar lo que no existe y, por ende, no
podría siquiera examinar la solicitud de la fiscalía al respecto.
Pero, por otro lado, tampoco puede de oficio suplir la omisión y resolver como lo
estime de derecho, porque el artículo 360 del Código Procesal Penal prohíbe
extender las decisiones más allá de lo pedido por el recurrente, salvo los casos
acotados que la misma disposición señala y que ahora no vienen al caso
(considerando 3º).
ARTÍCULO 361
Aplicación supletoria. Los recursos se regirán por las normas de este Libro.
Supletoriamente, serán aplicables las reglas del Título III del Libro II de este Código.
ARTÍCULO 362
ARTÍCULO 363
ARTÍCULO 364
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 115, 120, 149, 155, 258, 271,
277, 290, 352 y 435. Código de Procedimiento Civil: artículo 187.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en el informe de fs. 30 los recurridos señalan que la sola mención del artículo
364 del Código Procesal Penal es fundamentación suficiente de su resolución desde
el punto de vista jurídico y que el artículo 37 de la Ley Nº 18.216 se refiere a la
apelación cuando un tribunal de garantía dicta sentencia definitiva en un juicio oral
simplificado, por lo que no resulta aceptable la interpretación efectuada por el
recurso, ya que lleva a derogar el andamiaje jurídico del juicio oral, en que
expresamente se suprime el recurso de apelación contra las sentencias dictadas
por un Tribunal Oral en lo Penal.
Que, cabe tener presente el texto expreso del artículo 37 de la Ley Nº 18.216,
que prescribe que "La decisión acerca de la concesión, denegación, revocación,
sustitución, reemplazo, reducción, intensificación y término anticipado de las penas
sustitutivas que establece esta ley y la referida a la interrupción de la pena privativa
de libertad a que alude el artículo 33, será apelable para ante el tribunal de alzada
respectivo, de acuerdo a las reglas generales./ Sin perjuicio de lo anterior, cuando
la decisión que conceda o deniegue una pena sustitutiva esté contenida
formalmente en la sentencia definitiva, el recurso de apelación contra dicha decisión
deberá interponerse dentro de los cinco días siguientes a su notificación o, si se
impugnare además la sentencia definitiva por la vía del recurso de nulidad, se
interpondrá conjuntamente con éste, en carácter de subsidiario y para el caso en
que el fallo del o de los recursos de nulidad no altere la decisión del tribunal a quo
relativa a la concesión o denegación de la pena sustitutiva./ Habiéndose presentado
uno o más recursos de nulidad, conjuntamente o no con el recurso de apelación, el
tribunal a quo se pronunciará de inmediato sobre la admisibilidad de este último,
pero sólo lo concederá una vez ejecutoriada la sentencia definitiva condenatoria y
únicamente para el evento de que la resolución sobre el o los recursos de nulidad
no altere la decisión del tribunal a quo respecto de la concesión o denegación de la
pena sustitutiva./ En caso contrario, se tendrá por no interpuesto".
Que dicha contravención constituye una grave falta en los términos del artículo
545 del Código Orgánico de Tribunales, puesto que ha llevado a desconocer el
ejercicio del derecho al recurso de la defensa del acusado, impidiéndole instar por
el cumplimiento de su condena a través de una pena sustitutiva. Por tales motivos,
el recurso de queja será acogido (considerandos 2º a 5º).
2. Imposibilidad de aplicar el artículo 149 del Código Procesal Penal a las normas
de la Ley Nº 20.084
Que, si bien el artículo 364 del Código Procesal Penal establece que las
resoluciones dictadas por un Tribunal del Juicio Oral en lo Penal son inapelables,
dicha disposición legal debe entenderse que se refiere de manera general a todas
aquellas resoluciones, sin distinción, que se dicten en el desarrollo de un
determinado juicio oral.
ARTÍCULO 365
ARTÍCULO 366
ARTÍCULO 367
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 365, 366, 368, 370 y 371.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Relevo de la exigencia de peticiones concretas cuando el recurso de apelación
se interpone de manera subsidiaria a la reposición
El artículo 189 inciso 3º del Código de Procedimiento Civil consagra una regla
que plasma un principio en materia recursiva de general aceptación, disponiendo
que en aquellos casos en que la apelación se interponga con el carácter de
subsidiaria de la solicitud de reposición, no será necesario fundamentarla ni formular
peticiones concretas, siempre que el recurso de reposición cumpla con ambas
exigencias. La regla anterior es una manifestación concreta del principio de
economía procesal, pues resulta absurdo e innecesario exigir que se reitere en un
escrito algo que ya se expuso, en idénticos términos. En este contexto, en la
especie, el recurso de reposición interpuesto contiene una petición concreta —que
la resolución impugnada sea dejada sin efecto y se declare admisible la querella—
satisfaciendo con ello de manera suficiente la exigencia del recurso de apelación
contemplada en el artículo 367 del Código Procesal Penal (considerando 3º de la
sentencia de la Corte de Apelaciones).
2. La apelación debe ser fundada, vale decir, deben expresarse los agravios sufridos
por el recurrente
Por otro lado, si bien sostuvieron haber sufrido un perjuicio, éste lo enmarcan en
el hecho de que, a su parecer, se han alterado las normas del debido proceso.
Es decir, basan el agravio en un hecho que de ser cierto no les afecta de manera
personal y directa, o a lo menos no indican de qué manera específica les afecta
(considerando 4º).
Que, además y a mayor abundamiento, el artículo 367 del Código Procesal Penal
exige que la apelación sea fundada, y ocurre que el fundamento de una apelación
no es otra cosa, en suma, que la expresión de los agravios que al recurrente causa
la decisión de que se reclama; y como en la especie, lejos de expresarse tales
agravios, se ha dicho por los apelantes que no son ellos los titulares de los derechos
afectados por la resolución, resulta entonces que verdaderamente la apelación
carece de fundamentos suficientes (considerando 5º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 377, 355, 365, 371 y 414. Código
de Procedimiento Penal: artículos 59, 60, 61, 80, 283, 316, 356 bis, 397 y 443.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Cuarto: Que, la ejecución de las sanciones, dice relación con la dictación de una
sentencia definitiva que la contenga y, en tal sentido, aun cuando se trate de la
sustitución de la pena, debemos entender dicha actuación como parte integrante de
aquélla. Quinto: Que, en esta línea de razonamiento, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 368 del Código Procesal Penal, los "Efectos del recurso de
apelación. La apelación se concederá en el solo efecto devolutivo, a menos que la
ley señalare expresamente lo contrario", en relación con lo dispuesto por el artículo
414 del mismo cuerpo normativo "Recursos en contra de la sentencia dictada en el
procedimiento abreviado. La sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en
el procedimiento abreviado sólo será impugnable por apelación, que se deberá
conceder en ambos efectos" parece conforme a una interpretación armónica de las
disposiciones colacionadas que, tratándose de un recurso de apelación respecto a
una sanción que se sustituyó por una más gravosa, no puede cumplirse sino una
vez ejecutoriada por ser precisamente parte y elemento nuclear de una sentencia
condenatoria. Sexto: Que se arriba a dicha conclusión atendido que conforme a lo
dispuesto por el artículo 27 de la Ley Nº 20.084 "La investigación, juzgamiento y
ejecución de la responsabilidad por infracciones a la ley penal por parte de
adolescentes se regirá por las disposiciones contenidas en la presente ley y
supletoriamente por las normas del Código Procesal Penal", de modo tal que
existiendo norma expresa en relación a la apelación cuando procede de la sentencia
definitiva —caso del procedimiento abreviado—, en el sentido que el recurso deberá
concederse en ambos efectos, dicha disposición debe ser aplicada en el caso de
autos. Séptimo: Que, en todo caso, la ejecutoriedad de toda sentencia condenatoria
en materia penal es la regla general para su cumplimiento, puesto que respecto al
recurso de nulidad, la misma norma se contempla en el artículo 379 del Código
Procesal Penal. Octavo: Que, en mérito de los argumentos precedentes, esta Corte
fue de parecer de acoger el recurso de amparo interpuesto por haberse privado de
libertad a un adolescente, sin facultades legales para ello.
ARTÍCULO 369
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 352, 364, 365, 368, 370, 371.
Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 54 bis, 59, 60 y 62.
ARTÍCULO 370
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 93, 109, 115, 120, 149, 158, 237,
239, 247, 253, 271, 277, 290, 414, 418, 427 y 450. Código de Procedimiento Penal:
artículos 54 bis, 67, 104, 278 bis, 316, 366, 397, 443, 510 y siguientes, 604, 613 y
653.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en relación a la impugnación no cabe más que establecer que por sus
objetivos y finalidades el sistema procesal penal chileno reconoce el procedimiento
de única instancia y sus resoluciones son dictadas en dicha esfera, toda vez que el
control horizontal que se ejerce implica, necesariamente, que el examen fáctico y
jurídico de la motivación de las resoluciones esté radicado en la interacción entre el
Ministerio Público, la Defensoría Pública o privada y los querellantes, los cuales son
controlados, además, por el juez de garantía, quien cumple un rol de control de
legalidad de sus actuaciones y diligencias en el proceso penal, razones todas que
confluyen a desechar la pretensión de la actora; iii. Derecho al recurso. Que el
sistema procesal chileno reconoce el procedimiento de única instancia, para casos
determinados, como lo sería el establecimiento de resoluciones judiciales que no
son apelables, y que, por ende, son dictadas en única instancia; al respecto, esta
Magistratura ha resuelto en diversas oportunidades "que el legislador tiene
discrecionalidad para establecer procedimientos en única o en doble instancia, de
acuerdo a la naturaleza del conflicto que pretende regular (STC roles Nºs. 576/2007,
519/2007, 821/2008, 1373/2010, 1432/2010, 1443/2009, 1535/2010). Asimismo,
esta Magistratura ha sostenido que la Constitución no garantiza el derecho al
recurso de apelación. Es decir, no asegura la doble instancia (STC roles Nºs.
986/2008, 1432/2010, 1458/2009). No hay una exigencia constitucional de
equiparar todos los recursos al de apelación, como un recurso amplio que conduce
al examen fáctico y jurídico (STC Rol Nº 1432/2010). Si bien el derecho al recurso
es esencial al debido proceso, éste no es equivalente al recurso de apelación (STC
1432/2010);" (STC Rol Nº 2323-12-INA);
Que junto al argumento anterior debe ponderarse aquel criterio de que un instituto
como el "procurador común" no tiene una finalidad en sí misma sino que obedece a
la aplicación de dos principios formativos procesales: el principio de economía
procesal y el principio de celeridad y ritualidad. De esta manera, la aplicabilidad de
los citados principios procesales se expresa en la inmediatez, la transitoriedad y los
resguardos que ha establecido el legislador para salvaguardar los derechos de las
partes en el proceso penal, pero también sin olvidar de modo concluyente que los
fines del proceso penal son el esclarecimiento de la verdad real y el respeto de las
garantías del imputado, valores que priman sobre cualquier otra circunstancia
controvertida al efecto; iv. Sistema recursivo del proceso penal. Que es menester
señalar que "dentro de los principios informadores del proceso penal, se encuentra
la configuración del nuevo sistema penal, en base a la única o a la doble instancia,
opción de política procesal-legislativa donde le corresponde al legislador decidir,
estructurar y dar forma al marco de las reservas legales específicas de las garantías
de legalidad del proceso y del racional y justo procedimiento, comprendidas en el
artículo 19, número 3º, de la Carta Fundamental, que deben ser entendidas,
además, limitadas por la garantía genérica de respeto a los derechos fundamentales
como límite al poder estatal, establecida en la primera parte del inciso segundo del
artículo 5º de la misma" (STC Rol N º1130-07-INA);
Que, como se señala en el Mensaje del Proyecto de Ley que establece el Código
Procesal Penal la concepción básica que inspira el régimen recursivo en materia
procesal penal implicó un cambio radical en el sistema de control de la actividad de
los jueces penales, con el objeto de evitar el intenso control vertical al que se
encontraban sujetos; este cambio se denota en que el nuevo sistema se compone
de un conjunto de órganos que intervienen en distintas etapas del proceso, que
permite que cada una de las decisiones de relevancia sea objeto de consideración
por más de uno de los órganos del sistema, previo debate;
Que, por su parte, el artículo 253 del Código Procesal Penal contempla el recurso
de apelación en materia de sobreseimientos, y la hace procedente sólo respecto de
la resolución que lo declara, no así de la resolución que lo deniega, norma que debe
interpretarse en armonía con lo dispuesto en la letra f) del artículo 93 del citado
cuerpo normativo, la que contempla el recurso de apelación como derecho del
imputado sólo respecto de la resolución que niegue lugar al sobreseimiento
definitivo, por lo que, es dable concluir la apelación se encuentra contemplada para
tanto para la resolución que decreta o deniega el sobreseimiento definitivo
(considerando 3º).
Que del tenor de la norma citada queda en evidencia que al no hacer lugar a
hacer efectivo el apercibimiento en ella dispuesto, esto es, notificársele todas las
resoluciones que se dicten por el estado diario, no se ha puesto término al juicio ni
se ha hecho imposible su prosecución, ni tampoco se ha suspendido por más de
treinta días.
En efecto, la imposibilidad denunciada por el recurrente es meramente eventual,
máxime si, como señala en su presentación, la persecución penal se obstaculiza,
pero no se impide, por lo que la resolución recurrida no es de aquellas a que se
refiere el artículo 370 del Código Procesal Penal (considerando 5º).
Que la resolución que dio lugar a conferir una nueva fecha para la realización de
la audiencia de juicio oral no pone término al procedimiento, ni hace imposible su
prosecución, ni tampoco suspende la prosecución del procedimiento por más de 30
días, al no estar frente a una suspensión del procedimiento propiamente tal, sino
más bien a una postergación de una audiencia, caso en el cual el proceso sigue su
curso, sólo que alterado por la fijación de una nueva fecha para la verificación de
una actuación (considerando 4º).
Que, conforme a la regla general del artículo 370 del Código Procesal Penal, las
resoluciones dictadas por el juez de garantía serán apelables cuando pusieren
término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la suspendieren por
más de treinta días, y cuando la ley lo señalare expresamente. Al efecto,
expresamente el artículo 399 del cuerpo legal citado, reforzando con ello el principio
general de inapelabilidad respecto de determinadas resoluciones, dispone que
contra la sentencia definitiva dictada en un procedimiento simplificado sólo podrá
interponerse el recurso de nulidad previsto en el Título IV del Libro III, estableciendo
con ello el conocimiento en única instancia por parte del juez de garantía del
procedimiento simplificado, de cuyo es el caso, y en consecuencia el recurso de
apelación interpuesto en contra de la sentencia definitiva resulta improcedente, sin
que al respecto corresponda interpretar el agravio que lo fundamenta, a más de lo
señalado, debe tenerse presente que toda sentencia dictada en un procedimiento
legalmente establecido constituye una unidad y allí donde el legislador no distingue
no cabe al intérprete hacerlo (considerando 4º).
11. La resolución del tribunal que acoge una petición de incompetencia planteada
por vía declinatoria, en la etapa de investigación, es inapelable
Ello, tras haberse aludido en dicha sesión a los casos de la resolución que deniega
el privilegio de pobreza al litigante que, por carecer de recursos económicos, no
puede de hecho proseguir en la tramitación del juicio; de la resolución que niega
personalidad jurídica a una entidad moral por no haber sido aprobados sus
estatutos, que no puede de hecho continuar la tramitación judicial; y de la
resolución que, en juicio de impugnación de paternidad, niega el interés del actor,
en un incidente previo (considerando 4º).
(...) Desde un primer punto de vista, corresponde a una actuación judicial y, por
lo mismo, la investigación ha perdido el carácter de desjudicializada,
desapareciendo de inmediato la posibilidad de archivarla provisionalmente o de
ejercer la facultad de no iniciar la investigación, pero lo más importante es que se
ha negado de facto a un procedimiento destinado a ponerle término mediante el
sobreseimiento definitivo y ello implica necesariamente afectar de un modo
irreparable los derechos de los intervinientes, porque sin la discusión previa se le
ha puesto término a un procedimiento, haciéndose imposible su prosecución, actitud
que permite revisar por el tribunal superior lo resuelto por el juez a quo en virtud de
la apelación, porque así lo expone la letra a) del artículo 370 del Código citado (...)
(considerando 4º).
ARTÍCULO 371
ARTÍCULO 372
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que el recurso de nulidad está concedido para invalidar el juicio oral y la sentencia
definitiva o solamente ésta, cuando concurren las causales expresamente
señaladas en la ley, respecto de errores que son capaces de generar dicha nulidad
y que influyen en lo dispositivo del fallo (considerando 7º).
ARTÍCULO 373
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
163Esta letra fue modificada por el número 46) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar la frase "la tramitación del juicio" por "cualquier etapa
del procedimiento".
de manera que sólo ha podido deponer sobre lo ocurrido en ese lugar y a esa data,
en circunstancias que los incidentes entre la víctima y el imputado eran de fecha
anterior. De este modo, la impugnación carece de significación, por cuanto el
referido elemento de juicio no contribuyó a la formación de convicción en un sentido
determinado por parte del tribunal, ni para avalar ni para descartar la legítima
defensa propia. Por ello, aun cuando el tribunal hubiere considerado esa prueba —
lo que no aconteció— su ingreso a los elementos que debió valorar para la decisión
de lo debatido careció de la capacidad específica que se le atribuye, lo que impide
que tal yerro, en el evento de que hubiera ocurrido, tenga la trascendencia y entidad
que es indispensable para admitir la configuración de la causal de nulidad alegada
(considerandos 14º y 15º de la sentencia de la Corte Suprema).
En el presente caso, falta a la causal de nulidad del artículo 373 letra a) del Código
Procesal Penal la preparación que exige la ley, porque se reclama de supuestas
omisiones verificadas antes de la audiencia de juicio, pero no se señala ni se ofrece
justificar cómo se reclamó oportunamente de ese vicio, en cada una de las etapas
pertinentes, sin que baste para dar por acreditado el requisito que se haya alegado
en los alegatos de apertura o clausura de la audiencia de juicio. Por lo tanto, el
recurso incumple las exigencias previstas en el artículo 377 del Código Procesal
Penal, para su admisibilidad (considerando 4º de la sentencia de la Corte Suprema).
5. Para que prospere el recurso de nulidad debe existir un agravio real al debido
proceso
Para que prospere el recurso de nulidad por la causal del artículo 373 letra a) del
Código Procesal Penal, es necesario que sea real y efectiva la conculcación a las
garantías constitucionales, lo que significa que los derechos procesales de la parte
deben resultar perjudicados de manera cierta, ya sea que resulten estorbados,
limitados o eliminados; y, además, es menester que el quebrantamiento que se
provoca a sus intereses sea sustancial, trascendente, de gravedad, de modo tal que
el defecto sea insalvable frente al derecho de que se trata. Lo anterior, porque la
nulidad es una sanción legal que supone un acto viciado y una desviación de las
formas con incidencia en las garantías esenciales de una de las partes del juicio,
que se traduce en un atentado contra las posibilidades de actuación de cualquiera
de los intervinientes en el procedimiento. En ese contexto, no toda transgresión
normativa determina la nulidad del juicio y de la sentencia y, por lo tanto, la sola
inobservancia de formas procesales no es suficiente para acoger un recurso de
nulidad por la causal mencionada, pues debe provocar un estado de indefensión de
los intervinientes de tal entidad que se traduzca o que se materialice en un perjuicio
insuperable (considerandos 5º y 6º de la sentencia de la Corte Suprema).
Que, antes de revisar la denuncia que se hace por la representante del Ministerio
Público, es preciso consignar que como ya fue resuelto con anterioridad por este
tribunal en el proceso Rol Nº 5654 12, el persecutor no se encuentra legitimado para
esgrimir la causal de infracción de derechos y garantías reconocidas en la
Constitución Política y en tratados internacionales vigentes.
¿Cómo podría pretenderse que dicho órgano estatal esté limitado en su actuar
por los derechos que ese precepto reconoce al imputado y que al mismo tiempo
tales derechos puedan ser invocados por el mismo persecutor obligado a
respetarlos?
Que, por otra parte, esta Corte Suprema ya ha señalado que "no todo quebranto
(...) a las reglas del debido proceso (...)" puede tener el carácter de violación de
norma superior y ello se percibe claramente cuando se ha legislado mediante
normas procesales expresas que tratan precisamente la materia en que se inserta
el reproche (Rol Nº 5898-08). Así, la forma en que deben valorar los jueces la prueba
en sus sentencias es materia regulada particularmente en el Párrafo 4º del Título III,
Libro II y artículo 342, del Código Procesal Penal, y por las infracciones que se
puedan cometer al respecto se ha concedido recurso de nulidad por motivo absoluto
en la letra e) del artículo 374, y lo propio acontece con la adecuada fundamentación
de las sentencias. Luego, forzar los argumentos para ubicar la discusión en la causal
de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, conlleva artificialmente a
alterar la competencia natural que el proceso penal ha radicado en las Cortes de
Apelaciones, situación que es la que se aprecia en la especie, en la que se sostiene
una infracción de garantías constitucionales cometida en sede de valoración de
precisos y determinados medios probatorios rendidos en el juicio, y en la incidencia
de los mismos en la formación de la convicción —de carácter absolutorio— del
tribunal. (considerando 9º).
10. Ministerio Público es titular de los derechos y garantías que la Constitución y los
tratados internacionales aseguran a los intervinientes
Que, efectivamente, los argumentos hechos valer por la recurrente, para invocar
la causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia
de esta Corte Suprema, dicen relación con la actuación del abogado defensor
durante la audiencia de juicio y de lo inadecuada que al recurrente le parece.
Permitir tales alegaciones implicaría hacer una valoración de la actuación
profesional, lo que no corresponde efectuar a esta Corte y escapa a la naturaleza
del recurso de nulidad, razón por la cual no será admitido a tramitación
(considerando 4º).
Para que el agravio a la garantía del debido proceso permita acoger el recurso de
nulidad, se requiere, en primer lugar, que el vicio sea real, en cuanto perjudique
efectivamente los derechos procesales de la parte, es decir, que entrabe, limite o
elimine su derecho constitucional al debido proceso y, en segundo lugar, que la
infracción producida a los intereses del interviniente sea sustancial, esto es,
trascendente, muy importante o grave, de tal modo que el defecto sea, en definitiva,
insalvablemente ineficaz frente al derecho constitucional del debido proceso
(considerando 11º).
13. Acoge recurso de nulidad por vulneración al artículo 91 del Código Procesal
Penal
Por lo que la intervención del policía no se ajustó a los requerimiento del artículo
91 del Código Procesal Penal, pues las declaraciones de los imputados que él
recibió, no fueron prestadas en presencia de su defensor, no del fiscal, ni bajo
responsabilidad o con autorización de éste, lo que significó, en los hechos, la
producción de prueba de cargo por parte del acusador obtenida con inobservancia
de garantías fundamentales (considerando 9º).
(...) La declaración del imputado prestada sin atender las normas que la gobiernan
no puede ser utilizada para fundar una decisión que lo perjudique. Se trata de la
necesidad de extremar los recaudos formales para garantizar la libertad de la
decisión del imputado al prestar su declaración. Así, "La decisión judicial contraria
al interés del portador de la garantía no puede ser fundada en elementos de prueba
obtenidos mediante su inobservancia o con violación de las formas previstas en
resguardo de la garantía" (considerando 13º).
14. Acoge recurso de nulidad por infracción a los artículos 89 y 91 del Código
Procesal Penal
Ello se traduce en que, sin perjuicio de las potestades que les asisten para
proceder al control de identificación de una persona e, incluso, a proceder en los
casos de delitos flagrantes, están sometidos al control constitucional y al respeto
que los derechos de las personas les imponen (considerando 8º).
15. Efectos del recurso con respecto a nulidades probatorias y los tribunales ad
quem
De más está decir que uno de los pilares fundamentales sobre los cuales
descansa el sistema penal es la aportación de prueba, que tiene por preciso objeto
la destrucción de la presunción de inocencia que ampara a todos los imputados de
un delito.
De ahí también la relevancia que tiene la audiencia preparatoria del juicio oral,
que es la instancia en que las partes ofrecen, ante el juez de Garantía, los medios
probatorios de que piensan valerse para demostrar, sea la comisión de un hecho
delictivo y la participación que en aquél correspondió al acusado, sea su inocencia
o inexistencia de delito alguno, sin perjuicio de las demás circunstancias que puedan
alterar su responsabilidad.
Ese mismo principio debe regir la revisión por el tribunal superior que conoce de
la enmienda requerida por el Ministerio Público de las decisiones adoptadas por el
juez de Garantía.
En cambio, los jueces del tribunal oral sólo apreciarán las pruebas que ya habrán
sido revisadas previamente por el otro órgano jurisdiccional, con la posibilidad cierta
y esperada que no lleguen a su conocimiento pruebas ilegítimamente obtenidas.
Esta cuestión responde a la exigencia que el artículo 297 impone a los jueces del
Tribunal Oral en lo Penal en cuanto los obliga a hacerse cargo de toda la prueba
producida, incluso aquella que hubiere desestimado, debiendo indicar en tal caso,
las razones tenidas en cuenta para hacerlo.
Ello no quiere decir que el Tribunal Oral no pueda ponderar negativamente una
prueba por ese hecho, pero eso impone a los jueces un esfuerzo mayor al que se
espera de ellos, que consiste en poder resistir e ignorar lo que esa prueba ilícita o
ilegítima permitía tener por demostrado.
Preciso es advertir que con ello no se está significando que en este caso en
particular obligadamente tenga que prosperar el rechazo de la exclusión, porque
ese asunto no ha sido sometido al conocimiento de este tribunal, que sólo se
pronunciará sobre la forma ilegítima en que se decidió aquella cuestión por el
órgano llamado a conocerla.
La Corte será libre para adoptar la decisión que estime en derecho, pero debe
dar lugar tanto al Ministerio Público como a la defensa para expresar la totalidad de
sus argumentos y ante su falta o del poco conocimiento de los hechos que el tribunal
se forme, éste debe hacer uso de la facultad que el artículo 358 le entrega, para
extraer la información que le parezca faltante o necesaria de los mismos
intervinientes y en la misma audiencia en que se conozca el asunto.
El artículo 358 del Código Procesal, al establecer las reglas generales para la
vista de los recursos, indica de modo expreso que, tras el anuncio, en la audiencia
pública, se otorgará la palabra a el o los recurrentes para que expongan los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen.
Se contempla, asimismo, la posibilidad que los miembros del tribunal formulen las
preguntas que estimen necesarias a los representantes de las partes, o pedirles que
profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión
debatida.
Que es necesario recordar en esta parte que el artículo 361, ubicado en el Título
I de las disposiciones generales de los recursos, prescribe que éstos se rigen por
las normas de ese libro y, en forma supletoria, lo serán por las del Título III del
Libro II de ese código.
El Libro II, Título III, es el que señala las normas que rigen el juicio oral, de modo
que no corresponde hacer aplicación supletoria de las prescripciones del Código de
Procedimiento Civil.
En este sentido, la revisión de cada una de las disposiciones del señalado título
permiten concluir sin lugar a dudas que la iniciativa probatoria nunca es del juez,
sino siempre de las partes, quienes tienen completa libertad para demostrar los
hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso sometido a
enjuiciamiento.
Por último, el artículo 360, relativo a las decisiones de los recursos, circunscribe
el pronunciamiento del tribunal exclusivamente a las solicitudes formuladas por los
recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no
planteadas por ellos o más allá de los límites de lo solicitado
De todo lo expresado, es posible extraer como conclusión que la Corte de
Apelaciones cuando conoce del recurso deducido por el Ministerio Público contra el
auto de apertura por la exclusión de pruebas determinadas por el juez de Garantía,
debe limitarse a escuchar los hechos y argumentos que las partes le exponen y los
antecedentes que ya obren en la carpeta que ha recibido.
Cualquier duda que se le presente puede salvarla de inmediato, ante las mismas
partes, por cuanto ello tiene el objeto que lo dicho por una de ellas pueda ser
siempre conocido por la otra y controvertido o complementado, en su caso.
En la reforma penal, las dudas del tribunal deben ser satisfechas por las partes,
en este proceso, fiscal y/o querellante en su caso, y defensor.
Ellos deben poner en conocimiento del tribunal todos sus argumentos y plantear
los hechos de forma acabada y suficiente para que el tribunal quede bien informado
sobre aquello que ha sido sometido a su conocimiento, de modo que de subsistir
cualquier duda o de haber verificado alguna inexactitud, el tribunal pregunta a las
mismas partes, en la audiencia, sobre lo que le ha resultado oscuro o desconocido.
Esta forma de llevar adelante la audiencia y la vista de las causas ante las Cortes
de Apelaciones, es una manifestación del principio contradictorio que rige en el
nuevo sistema penal y que constituye un elemento del derecho a defensa y,
además, del debido proceso, por cuanto la imparcialidad del tribunal se asegura y
garantiza a través del veto a su iniciativa probatoria.
El Ministerio Público dispone de un plazo para investigar y para reunir todos los
elementos necesarios para establecer el hecho ilícito, así como la participación del
delincuente e incluso para determinar la existencia de circunstancias especiales que
puedan atenuar, modificar o eximir de responsabilidad a este último.
Por su parte, la defensa tiene garantizado el tiempo y los medios, al igual que el
Ministerio Público, y tiene también el derecho para acceder a todos los medios de
prueba que se han reunido en la investigación, con el preciso objeto de
controvertirlos, refutarlos, o simplemente explicarlos.
Que la disposición del artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal exige que
la infracción de derechos o garantías sea sustancial.
Esa norma tiene su correlato en el artículo 160 del Código Procesal Penal, que
presume de derecho la existencia del perjuicio, cuando la infracción ha impedido el
pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o
en las demás leyes de la República.
Esta facultad ya fue analizada y empleada en los autos Rol Nº 3198-08 de este
mismo tribunal, oportunidad en la que se decidió por sentencia de trece de agosto
del año en curso, la invalidación hasta una etapa anterior a la celebración del juicio
oral.
Entonces se señaló que el efecto propio de toda nulidad es la invalidación del
acto que ha provocado el perjuicio y de todos aquellos que sean consecuencia
necesaria de aquél.
Por su parte, recogiendo el principio general, en el artículo 165 del mismo cuerpo
legal antes citado se establece que: La declaración de nulidad del acto conlleva la
de los actos consecutivos que de él emanen o dependieren.
El hecho que el artículo 373 del Código Procesal indique que: Procederá la
declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia, en los casos que señala, y
por su parte, que el artículo 374, precise que: El juicio y la sentencia serán siempre
anulados en los otros casos que esa disposición deletrea, no significa
necesariamente, que por el recurso de nulidad, la extensión del efecto invalidante
pueda llegar temporalmente, sólo hasta el juicio oral, porque ello no resulta
coherente con las demás normas del mismo Código antes mencionadas y con los
principios que orientan los recursos de nulidad o casación.
Avala este aserto, la disposición del artículo 386, que ordena a la Corte, en los
casos que ha acogido el recurso, con excepción de los mencionados en el artículo
385 (que se refieren sólo a la nulidad de la sentencia), que determine el estado en
que hubiera de quedar el procedimiento, ordenando la remisión al no inhabilitado
que corresponda para la realización de un nuevo juicio oral.
Carecería de sentido ordenar de modo expreso a la Corte determinar el estado
en que hubiere de quedar el procedimiento, cuando se está refiriendo justamente a
los casos en que es necesario invalidar sentencia y juicio oral si sólo pudiese
invalidarse hasta este último (motivo decimocuarto de la sentencia citada)
(considerando 12º).
Que esta disposición ha sido recogida también por el actual Código Procesal
Penal en sus artículos 8º, 93 letra b) y 102, entre otros, donde se establece el
derecho del imputado a ser defendido por un letrado, desde la primera actuación
del procedimiento dirigido en su contra, o desde los actos iniciales de la
investigación como reza el artículo 93 letra b) citado; en tanto el artículo 102, ordena
que la defensa del imputado es obligatoria desde la primera actuación del
procedimiento y hasta la completa ejecución de la sentencia.
(...) De este modo, la situación que se produjo fue que la acusada simplemente
no contó con defensor letrado que representase sus intereses, vulnerándose sus
derechos constitucionales por el concurso de una serie de hechos, principiando por
la supuesta comisión de un delito (considerando 11º).
Que el efecto propio de toda nulidad es la invalidación del acto que ha provocado
el perjuicio y de todos aquellos que sean consecuencia necesaria de aquél.
Por su parte, recogiendo el principio general, en el artículo 165 del mismo cuerpo
legal antes citado se establece que: La declaración de nulidad del acto conlleva la
de los actos consecutivos que de él emanen o dependieren. Y aun cuando esa
norma señala en su inciso 3º, el impedimento de retrotraer la causa a etapas
anteriores, se contempla como excepción precisamente los casos en que ello
correspondiera de acuerdo a las normas del recurso de nulidad, agregando en su
inciso final, que la solicitud de nulidad constituye preparación suficiente del recurso
de nulidad, para el caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a
lo solicitado.
Lo señalado resulta coherente además con la restricción que se hace del recurso
de apelación contra el auto de apertura de juicio oral, que se concede sólo al
Ministerio Público aun cuando en este caso se refiere exclusivamente a la cuestión
de exclusión de pruebas, establece de modo expreso que ello es sin perjuicio de la
procedencia, en su caso, del recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva
que se dictare en el juicio oral, conforme a las reglas generales.
Esto es, el hecho que el artículo 373 del Código Procesal indique que: Procederá
la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia, en los casos que señala,
y por su parte, que el artículo 374, precise que: El juicio y la sentencia serán siempre
anulados en los otros casos que esa disposición deletrea, no significa
necesariamente, que por el recurso de nulidad, la extensión del efecto invalidante
pueda llegar temporalmente, sólo hasta el juicio oral, porque ello no resulta
coherente con las demás normas del mismo Código antes mencionadas y con los
principios que orientan los recursos de nulidad o casación.
Avala este aserto, la disposición del artículo 386, que ordena a la Corte, en los
casos que ha acogido el recurso, con excepción de los mencionados en el artículo
385 (que se refieren sólo a la nulidad de la sentencia), que determine el estado en
que hubiera de quedar el procedimiento, ordenando la remisión al no inhabilitado
que corresponda para la realización de un nuevo juicio oral.
El artículo 53 del mismo texto añade que el imputado o acusado tendrá derecho a
solicitar en cualquier momento, con fundamento plausible, el cambio de su
defensor penal público, petición sobre la cual se pronunciará el Defensor
Regional. El reemplazante será designado por el imputado o acusado en la forma
indicada en el artículo anterior.
Por último, el mismo ordenamiento indica, en su artículo 54, que se entenderá por
el solo ministerio de la ley, que el abogado designado tiene patrocinio y poder
suficiente para actuar en favor del beneficiario, en los términos que señala el
inciso 1º del artículo 7º del Código de Procedimiento Civil, debiendo comparecer
inmediatamente para entrevistarse con él e iniciar su labor de defensa
(considerando 5º).
Que, por su parte, el artículo 4º de la Ley Nº 18.120 dispone que ningún secretario
o jefe de la unidad administrativa a cargo de un juzgado de garantía o tribunal de
juicio oral en lo penal, autorizará un mandato para comparecer al respectivo
tribunal sin cerciorarse, previamente, que el mandatario tiene alguna de las
calidades indicadas en el inciso 1º de su artículo 2º, esto es, para el caso en
estudio, la de abogado habilitado para el ejercicio de la profesión (considerando
6º).
El derecho del imputado a ser oído podrá ejercerlo durante todo el procedimiento
y en cualquiera de sus etapas por así disponerlo el inciso 1º del artículo 98 del
Código Procesal Penal.
La declaración del acusado en los términos del inciso 3º del artículo 326 del
Código Procesal Penal en orden a manifestar libremente lo que creyere conveniente
respecto de la o de las acusaciones formuladas, después de los alegatos de
apertura, se enmarca dentro de su derecho a ser oído en cualquier etapa del
procedimiento, que le concede el artículo 98 de este texto legal, por lo que cabe
concluir que la oportunidad que ofrece el artículo 326 que utiliza la expresión "podrá
prestar declaración", haciéndola facultativa, es un momento adicional para hablar,
lo que incluso podría configurar una excesiva regulación del uso o ejercicio de este
derecho que se satisface suficientemente con el artículo 98, lo que se traduce en
que el acusado puede declarar fuera de la oportunidad procesal contemplada en el
artículo 326 del Código Procesal Penal.
La interpretación "literalista" del artículo 326 obliga a que la prueba que pueda
ofrecer el acusado sólo "sea recibida si acepta declarar espontáneamente sin la
guía de su defensor, con lo que se coarta su derecho a ser oído, y al que,
paradojalmente se le reconoce iniciativa absoluta.
Al sistema le interesa que las partes tengan todo el espacio posible y razonable
para contribuir en la producción de información dentro del juicio, de manera que los
jueces cuenten con la mayor cantidad y mejor calidad posible de información.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 159, 160, 281 y siguientes,
340 y siguientes, 372, 374 y siguientes, 399, 405 y 450. Constitución Política:
artículos 5º y 19.
Que, como señala Muñoz Conde, en la ciencia del Derecho Penal reina desde
hace tiempo acuerdo en que el Derecho Penal debe limitarse a la protección de
bienes jurídicos (Prólogo al texto de Hernán Hormazábal, Bien Jurídico y Estado
Social y Democrático de Derecho, Editorial Conosur, 1992). En consecuencia, la
norma penal cumple una función protectora de bienes jurídicos, los que han de
identificarse por el papel que desempeñan, son lo que fundamenta en primer
término el castigo. Parece, pues, más acertado que atribuirles un contenido
concreto, delimitarlos, atendiendo a la función procedimental que cumplen en el
discurso jurídico. El bien jurídico es, desde esa perspectiva, lo que constituye el
primer momento justificativo de la injerencia penal en la libertad. (Cobo del Rosal -
Vives Antón, Derecho Penal, Parte General, 5ª edición, Tirant lo Blanch, 1999, p.
319). Para cumplir su función protectora, la ley eleva a la categoría de delitos,
mediante su tipificación, aquellos comportamientos que más gravemente lesionan
o ponen en peligro los bienes jurídicos protegidos. El bien jurídico es, por tanto, la
clave que permite descubrir la naturaleza del tipo, dándole sentido y fundamento
(Muñoz Conde, Teoría general del delito, Temis, 1974, p. 49). Dentro de la pluralidad
de funciones del bien jurídico, cabe destacar por su especial trascendencia, la de
garantía, de manera que consistiendo el delito esencialmente en la lesión o puesta
en peligro de los intereses jurídicamente protegidos, el poder punitivo del Estado
queda sometido a determinados límites, conforme los cuales el legislador no puede
castigar cualquier conducta sino solamente aquella que lesiona o pone en peligro
bienes jurídicos (Cobo del Rosal - Vives Antón, cit., p. 324). Por ello, en la
interpretación de la norma penal los bienes jurídicos, en cuanto objetos de
protección, cumplen una función básica, ya que constituyen el punto de partida del
proceso de asignación de sentido de la prescripción de conducta. De este modo,
para establecer si el comportamiento concreto ocurrido en el mundo social tiene
significación jurídico-penal es necesario valorarlo desde el bien jurídico amparado
por la norma de que se trata (Bustos Ramírez, Obras Completas, T. I, Derecho
Penal, Parte General, p. 542). Para llevar a cabo el proceso de atribución
(determinación de que una conducta realiza el tipo penal invocado) debe partirse
necesariamente del bien jurídico protegido en el caso concreto y resolver si éste ha
sido efectivamente lesionado o puesto en peligro por la acción realizada, de manera
que ha de ser el daño social el fundamento y medida de la pena prevista por la ley
en un Estado de Derecho (Politoff L., Matus A., Ramírez G., Lecciones de Derecho
Penal Chileno, Parte General, 2004, p. 65). En la interpretación de la norma penal
los bienes jurídicos tienen una función básica. El proceso de interpretación de una
norma penal ha de hacerse desde el bien jurídico protegido por dicha norma. De
este modo, para establecer si la conducta concreta ocurrida en el mundo social tiene
significación jurídico-penal es necesario valorarla desde el bien jurídico protegido
por la norma de que se trate (Bustos-Hormazábal, Lecciones de Derecho Penal,
Editorial Trotta, 2006, pág. 75). El principio de "lesividad" —que localiza la esencia
del hecho punible en ese efecto primordial de la conducta típica, de necesaria lesión
al bien jurídico cuya protección busca el legislador— se alza así como uno de los
limitativos del ius puniendi del Estado y obliga —también en el ámbito del
enjuiciamiento— a establecer la real dañosidad social de la conducta incriminada,
sobre todo cuando este factor ha sido específicamente considerado para la
tipificación y penalización de determinados hechos ilícitos. En síntesis, la acción
humana sólo puede ser apreciada como injusto punible si lesiona un bien jurídico
(Hassemer, Fundamentos del Derecho Penal, Bosch, 1984, p. 37).
Que en estas condiciones, y "mientras no se haya mostrado con claridad que una
determinada conducta humana produce efectos socialmente dañosos, debe quedar
liberada de amenaza penal" (Hassemer, cit., p. 39), no cabe entender cometida la
infracción que consagra el artículo 4º de la citada ley, por ausencia de lesividad
social del comportamiento enjuiciado y, por ende, de bien jurídico amagado.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 372, 373 letra b), 376 y 385 del
Código Procesal Penal, se declara que se acoge el recurso de nulidad deducido por
la defensa del acusado (...) y, por lo tanto, se anula la sentencia de veintiuno de
enero del año en curso, pronunciada en la causa RUC Nº 1501252328-6 y RIT Nº
4-2017 del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta, y se procederá a
dictar a continuación, sin nueva vista pero separadamente, la correspondiente
sentencia de reemplazo (considerandos 7º a 11º).
Para que exista un error de derecho es necesario que se haya infringido alguna
disposición legal, ya sea porque se ha interpretado erróneamente, se ha dejado de
aplicar en un caso en que era procedente o ha sido aplicada a alguno cuando ello
no correspondía. Así es como en la dictación de la sentencia el tribunal a quo aplica
normas que no corresponden a los hechos —artículos 19 Nºs. 4 y 5 de la
Constitución—, las ha interpretado erróneamente —como ocurre con el artículo 83
del Código Procesal Penal— y las ha dejado de aplicar en un caso que correspondía
hacerlo —como sucede con el artículo 85 inciso 4º del Código precitado—. De esta
forma, al estimar el tribunal de juicio oral en lo penal que algunos elementos de
convicción provenían de una actuación —erróneamente— considerada como no
ajustada a la ley, ello trajo como consecuencia la valoración de dichos elementos
probatorios de manera parcial, sólo para acreditar los hechos que los invalidaban,
por lo que dictó una sentencia absolutoria; influyendo así el vicio sustancialmente
en lo resolutivo de la sentencia y generando un perjuicio sólo reparable con la
invalidación de la sentencia y la consecuencial realización de un nuevo juicio
(considerandos 7º a 9º de la sentencia de nulidad).
La causal de nulidad del artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, la
errónea aplicación del derecho, concierne entera y exclusivamente a la revisión del
juzgamiento jurídico del caso o, lo que es lo mismo, al "juicio de derecho" contenido
en la sentencia, siendo facultad privativa de los sentenciadores del grado el
establecimiento de los hechos y su calificación jurídica, en virtud del principio de
inmediación, correspondiendo al tribunal ad quem sólo indagar si se ha incurrido en
errores de derecho que puedan influir sustancialmente en lo dispositivo del fallo, de
trascendencia tal que habilite para su anulación. En la especie, no se evidencia el
vicio que por esta vía se denuncia y el eventual perjuicio que se reclama, de ser
efectivo, no ha influido en lo resolutivo de la sentencia, desde que la rebaja de la
pena, conforme al artículo 68 inciso 3º del Código Penal, resulta facultativa para el
tribunal (considerandos 2º y 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
El presente recurso de nulidad por la causal del artículo 373 letra b) del Código
Procesal Penal discurre sobre el modo en que la juez ha dado por establecidos los
delitos atribuidos al imputado, refutando la forma de valoración de la prueba
efectuada por el tribunal que llevó a considerar concurrente la exigencia de
verosimilitud y condenar por dos delitos de amenazas simples, esto es, de un hecho
que constituye el requisito típico que extraña el compareciente, apartándose así de
la causal de impugnación alegada, que es la errónea aplicación del derecho. La
causal de nulidad invocada impide revisar la prueba rendida en el juicio y modificar
los hechos establecidos, de manera que las razones que se han expresado
constituyen motivo suficiente para desestimar el recurso interpuesto en estos
antecedentes (considerandos 5º a 7º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Cuando se alega infracción de ley debe ello estar referido a una disposición legal
que tenga la calidad de decisoria litis y la incorrecta aplicación de la ley ha de tener
un efecto directo en lo resolutivo del fallo, es decir, cuando determina la resolución
del tribunal (considerando 3º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
A través de la causal de nulidad del artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal
—la errónea aplicación del derecho—, lo que corresponde al tribunal ad quem es
fijar el recto sentido o alcance de las normas legales que se afirman afectadas, bien
sea porque se desatienden en un caso previsto por ellas; ya sea cuando en su
interpretación el juez contraviene fundamentalmente su texto, o cuando les da un
alcance distinto, ampliando o restringiendo sus disposiciones. En la especie, el
recurso de nulidad fundado en la causal referida no puede prosperar, desde que en
la regulación de la pena se ha procedido con arreglo a derecho, debiendo tenerse
presente a este respecto que la existencia de una agravante y una atenuante impide
tener a esta última como muy calificada, atendido el claro tenor del artículo 68 bis
del Código Penal, disposición que por lo demás es facultativa para el tribunal aplicar,
de tal manera que en ninguna circunstancia puede ser invocada como ley infringida
(considerandos 2º y 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Para que se configure el delito de daños simples se requiere que un sujeto atente
provocando deterioros o detrimentos en la propiedad de otro y un desmedro
patrimonial. En este caso, los magistrados estimaron acreditados los hechos,
haciéndose cargo al valorar las probanzas rendidas de cada uno de los elementos
constitutivos del tipo, razonando al respecto en forma lógica, concatenando la
prueba rendida para arribar a las conclusiones que plasman en la misma. Es así
que estimaron se habían acreditado el delito. Además, la valoración de la prueba y
el establecimiento de los hechos escapa a la causal impetrada, por lo que el recurso
deberá ser rechazado en este acápite ya que no existe error o vicio que haya influido
en lo sustantivo del fallo y que sea menester subsanar por esta vía (considerandos
2º y 3º).
Como es sabido, el derecho se aplica a los hechos, y estos últimos son los que
el tribunal determina sobre la base de las evidencias que se reúnan en el proceso.
El error de derecho concurre cuando la calificación del delito o la calificación jurídica
de los hechos no guarda relación con aquellos que se han dado por acreditados.
Dentro de este razonamiento, debe dejarse establecido que no resulta pertinente
sostener que se ha incurrido en yerro de derecho, por cuanto la supuesta
disminución de imputabilidad que ahora se alega respecto del condenado, nunca
fue expuesto ni menos acreditado en el juicio simplificado, por lo que mal puede
reprocharse al tribunal no haber aplicado una atenuante de la responsabilidad penal
en circunstancias que, como está absolutamente claro, los hechos en que ésta
podría eventualmente haberse fundado no se hicieron presentes en la oportunidad
procesal correspondiente, siendo contra toda lógica pretender que el sentenciador
haya debido ponderar al efecto hechos completamente desconocidos e inexistentes
dentro del proceso (considerando 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones)
11. La Ley de Drogas otorga a los jueces de fondo la labor de calificar el delito de
tráfico o microtráfico
12. No se puede obtener una nueva valoración de la prueba a través del recurso de
nulidad
Que hecha la precisión anterior, no cabe sino concluir que los fundamentos de la
causal esgrimida por el recurrente no la constituyen. En efecto, pretende que el
tribunal ad quem efectúe una nueva valoración probatoria, para concluir que
concurren todos los presupuestos necesarios para dar por acreditadas las dos
atenuantes que desestimó el tribunal a quo. Sin embargo, como se expresó
precedentemente, los hechos que el sentenciador dio por probados en la sentencia
son intangibles y no pueden ser alterados por el tribunal superior (considerando 4º).
Las normas sobre implicancia y recusación tienen por objeto que antes de iniciar
el juicio no se vulnere la garantía de imparcialidad del tribunal, cautelando la
garantía constitucional del debido proceso, y evitar que el juez implicado o
legalmente recusado integre el tribunal. Las partes pueden reclamar la inhabilidad
de los jueces a través de la invocación de las causales de implicancia y recusación
establecidas en los artículos 195 y 196 del Código Orgánico de Tribunales, la que
sólo pueden ejercer, de acuerdo al artículo 76 del Código Procesal Penal,
promoviendo un incidente antes o al inicio del juicio oral, siendo competente el
mismo tribunal que conocerá del litigio. Por su parte, el artículo 203 del Código
Orgánico de Tribunales señala que llamado un tribunal a resolver este incidente
respecto de un integrante sobre el que recae la causal de implicancia o recusación,
debe excluirse del debate y decisión del incidente aquel de sus miembros objeto del
cuestionamiento, ya que, evidentemente, sólo así se asegura la garantía de
imparcialidad que contempló el legislador para todas las personas objeto de
persecución penal (considerando 4º).
2. Impedimento a la defensa del uso de la facultad del artículo 332 del Código
Procesal Penal como causal de nulidad
La causal de nulidad principal alegada —del artículo 374 letra c) del Código
Procesal Penal— no concurre en la especie, por cuanto el eventual vicio en que
habría incurrido el tribunal, no fue denunciado oportunamente por la defensa, para
los fines de preparar la nulidad que ahora pretende. Consta, incluso, que en un
primer momento la misma defensa se desistió en la audiencia de juicio oral de
presentar su testimonio, dada su inasistencia, y a su vez, al advertirse por el tribunal
que la testigo estaba, y había estado, presente como público en la sala del juicio al
momento de incorporarse prueba por el Ministerio Público, se decidió no escuchar
sus dichos, resolución a la que se allanó la defensa, sin manifestar los
cuestionamientos y observaciones que ahora vierte en su libelo de nulidad. En
consecuencia, de acuerdo a lo señalado, no es posible sostener que se hubiese
privado a la defensa de ejercer su derecho durante el juicio, y en particular, plantear
la tesis referida en la audiencia, por lo que no se ha incurrido en la causal invocada
de nulidad por el recurrente (considerando 5º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones). En cuanto a la causal de nulidad opuesta en forma subsidiaria, esto
es, aquella prevista en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal, la
misma dice relación con los requisitos que debe contener la sentencia, infiriéndose
de lo señalado en el artículo 342 letra c) del Código citado, la exigencia en cuanto
a que el razonamiento del sentenciador pueda ser reproducido a partir de la
exposición clara, completa y lógica de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados y de la valoración de los medios de prueba que le hayan permitido adoptar
la decisión, conforme a lo dispuesto en el artículo 297 del Código Procesal Penal,
con lo que se procura asegurar el respeto al principio fundamental expresado en el
artículo 36, que impone al tribunal la obligación de fundamentar las resoluciones
que dictare, expresando sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y
de derecho en que se basaren las decisiones tomadas. De otro lado, siendo los
Tribunales de Juicio Oral en lo Penal soberanos en la apreciación de la prueba, el
recurso de nulidad sólo podrá prosperar si en esa apreciación han sido vulnerados
los límites que establece el artículo 297 citado, esto es, si el razonamiento judicial
que supone la valoración de las probanzas que deben servir de fundamento al fallo,
contradice las normas de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimiento
científicamente afianzados. Luego, del análisis del fallo recurrido, aparece que la
exposición de la sentencia es clara, lógica y completa, que no se han vulnerado los
límites probatorios que el legislador le permite al tribunal, que se ha hecho cargo
extensa y exhaustivamente de todas las alegaciones de las partes, descartando el
tribunal la existencia de agresiones ilegítimas que permitan sustentar la tesis de
legítima defensa. En consecuencia, tampoco aparece acreditada esta causal
subsidiaria (considerando 9º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
La causal de nulidad del artículo 374 letra c) del Código Procesal Penal dice
relación con el respeto de las normas del debido proceso en el juicio y busca
garantizar que en ningún momento pueda producirse indefensión del inculpado en
dicha instancia. En este sentido, la circunstancia que haya declarado el policía que
interrogó durante la investigación a una persona que no declaró en juicio amparada
en el parentesco con el acusado, no impide a la defensa ejercer las facultades que
le otorgan los artículos 309 y 322 del Código precitado, desde que no se ha visto
privada de dirigir preguntas al testigo que efectivamente declaró. Corresponde
descartar, entonces, una vulneración del derecho a contrainterrogar a los testigos
de cargo, derecho que constituye una expresión de los principios de contradicción
y audiencia bilateral. La argumentación de la defensa en cuanto a que los
magistrados del tribunal oral analizaron y otorgaron valor probatorio a los dichos de
la persona que se asiló en el parentesco para no declarar en juicio, conocidos a
través del funcionario policial, no es materia de la causal de nulidad interpuesta,
sino de la del artículo 374 letra e) (considerandos 10º y 11º de la sentencia de la
Corte de Apelaciones).
Si bien el artículo 295 del Código Procesal Penal consagra la libertad de prueba,
la misma disposición restringe este principio a los medios probatorios producidos e
incorporados en conformidad a la ley, y en la especie la declaración del facultativo
no estaba establecida en el auto de apertura de juicio oral como prueba testimonial,
sino como pericia, razón por la cual su declaración en cuanto testigo no puede ser
considerada una prueba legalmente incorporada al proceso, atendido que la regla
legal precitada tiene, entre otras finalidades, que los elementos que el juzgador ha
de tener en cuenta en la formación de su convencimiento se hayan producido con
apego y respeto a las garantías constitucionales y legales, es decir, en lo que
concierne al acusado, sin vulnerar su derecho a defensa (considerando 7º de la
sentencia de la Corte de Apelaciones). En estas condiciones, la valoración positiva
de la declaración del facultativo como la de un testigo por parte de los magistrados
del tribunal de juicio oral, ha impedido al defensor ejercer los derechos que le
reconocen los artículos 309 y 329 del Código precitado, consistentes en interrogar
al deponente acerca de los dichos que expresa, ya para demostrar su falta de
credibilidad, falta de imparcialidad o defectos de su idoneidad, ya para controvertir
sus dichos acerca de los hechos que fueron motivo de la acusación o de sus
circunstancias, preguntas que el defensor habría podido preparar debidamente si
entre las prueba establecidas en el auto de apertura del juicio oral hubiera estado
contemplado dicho testimonio, sin que pueda sostenerse que el interrogatorio a que
fue sometido el facultativo cuando prestó declaración en el juicio como perito, haya
permitido el ejercicio del derecho a interrogar por parte del defensor, pues no cabe
confundir una prueba pericial con la declaración de testigos, atendida la particular
naturaleza de cada medio probatorio. Este vicio sin lugar a dudas influyó
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, desde que los jueces del tribunal
de juicio oral calificaron jurídicamente el hecho como un delito de lesiones graves
gravísimas, valorando el cuestionado testimonio del perito como testigo para
fundamentar su conclusión relativa a la gravedad de las lesiones causadas a la
víctima (considerandos 8º y 10º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Debe reiterarse que si se acusa a varias personas, debe indicarse con precisión
qué hechos se imputan en forma específica a cada una, ya que de otro modo se
afectan no sólo los derechos del ofendido, porque se corre el riesgo muy cierto de
que los jueces no logren convencerse de la efectividad del delito y de la participación
de todos o alguno de los acusado, al ver tanta imprecisión, procediendo a absolver,
sino que también se afecta el derecho de defensa, y de modo severo, pues cada
participación individual queda en una suerte de nebulosa, de la cual nadie puede
defenderse. Los imputados tienen derecho a conocer los hechos que se imputan a
cada uno, así como la calificación jurídica de los mismos y el grado de participación
que se les atribuye, a partir de la descripción de los hechos materiales. Esto significa
simplemente que debe haber un mínimo de prolijidad en la conducción del juicio
(considerando 11º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Las probanzas, sin importar su forma de postulación por los intervinientes, han
de rendirse e incorporarse acorde a su propia naturaleza ínsita, porque lo contrario
llevaría a su desnaturalización y desconocimiento de identidad. Por tanto, si la
prueba es testimonial debe producirse e incorporarse como tal, esto es, en la forma
que lo ha previsto la ley y no de otro modo, y lo mismo cabe afirmar relativamente
a otros medios dentro de la libertad probatoria que reconoce el Código Procesal
Penal. De este modo, los informes médicos de lesiones y el informe de la SIAT
ofrecidos en el requerimiento constituyen informes de peritos que, en tanto tales,
debieron incorporarse al juicio de la forma que prevén los artículos 319 y 329 del
Código Procesal Penal, normas aplicables en el procedimiento simplificado en virtud
de la regla de reenvío del artículo 399 del mismo Código, que establecen que en la
audiencia de juicio oral los peritos deben ser interrogados personalmente y que su
declaración personal no puede ser sustituida por la lectura de los registros en que
constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin
perjuicio de lo dispuesto en los artículos 331 y 332. Sólo por excepción se admite
que las pericias de alcoholemia, ADN y sobre sustancias estupefacientes o
psicotrópicas se incorporen mediante la sola presentación del informe
correspondiente, salvo que alguno de los intervinientes solicite fundadamente la
comparecencia personal del perito (considerandos 4º y 5º de la sentencia de
nulidad). La comparecencia personal del perito permite conocer de su propia boca
el contenido, las conclusiones de su informe y, fundamentalmente, a través del
examen y contraexamen de los intervinientes, su sapiencia, conocimientos,
estudios, metodología empleada en la elaboración de la experticia y forma de arribar
a su o sus conclusiones, pudiendo a este efecto el juzgador no sólo conformarse
con la actividad de las partes, sino también de propia iniciativa efectuar las
aclaraciones que sean del caso, facultad legal oficiosa que cobra vital importancia
especialmente de frente a la prueba pericial. Resulta insustituible, entonces, la
comparecencia personal del perito, desde que permite contrastar información,
testearla y comprobarla, lo que es fundamental a la hora de formar convicción
(considerando 6º de la sentencia de nulidad). En consecuencia, la incorporación de
los informes de lesiones del Servicio Médico Legal y del informe de la SIAT mediante
su lectura extractada en la audiencia de juicio oral simplificado, fuera de las hipótesis
de excepción, importa el ingreso irregular al juicio de prueba pericial, situación que
atenta contra los principios de bilateralidad de la audiencia y de contradicción que
el juzgado de garantía estaba compelido a garantizar al momento de recibir la
prueba ahora cuestionada, sin que el defensor pudiera utilizar en forma efectiva
alguna herramienta de contraste de la información recibida, impidiéndosele ejercer
las facultades que la ley le otorga, esto es, configurando la causal de nulidad del
artículo 374 letra c) del Código Procesal Penal (considerandos 7º y 8º de la
sentencia de nulidad).
10. Defensor impedido de ejercer las facultades que la ley le otorga como causal de
nulidad
La sentencia impugnada incumple las exigencias impuestas por los artículos 342
letra c) y 297 del Código Procesal Penal al no satisfacer la rigurosidad procesal que
establecen, toda vez que ha pretendido sustentar una decisión condenatoria
oponiendo a la declaración judicial de la víctima sus propios dichos extrajudiciales,
introducidos al juicio por tres testigos de oídas de tales asertos en sede prejudicial,
sin hacerse cargo de las circunstancias con la que el ofendido ha querido explicar
la modificación de la identificación que hiciera momentos después de ocurrido el
delito, atribuyendo a estos tres testigos una capacidad persuasiva de la que carecen
atendido su carácter de meramente referenciales de algo que en juicio ha sido
modificado, sin explorar las interrogantes que tal variación ameritaba mediante el
análisis de tal testimonio judicial en su integridad. Lo antedicho da cuenta que la
prueba de autos no ha sido analizada con el estándar de integridad y coherencia
que impone la normativa aplicable, lo que configura la causal de nulidad del artículo
374 letra e) del Código aludido (considerandos 18º y 19º de la sentencia de la Corte
Suprema).
2. Procedencia del recurso de nulidad por infracción del tribunal al contenido de las
sentencias en lo relativo a los hechos, su prueba y la libre valoración de ésta, y a
la fundamentación
El nuevo proceso penal obliga a los jueces en su sentencia a indicar todos y cada
uno de los medios probatorios atinentes a fijar los hechos y circunstancias
propuestos por los intervinientes, expresar sus contenidos y en base a ellos razonar
conforme a las reglas de la dialéctica a fin de evidenciar las motivaciones que se
han tenido en cuenta para preferir uno del otro o para darle preeminencia, de modo
que de dicho análisis surja la constancia de cómo hicieron uso de la libertad para
apreciarla y llegaron a dar por acreditados los hechos y circunstancias que serán
inamovibles posteriormente. Por lo tanto, cuando el tribunal no respeta los cánones
que reglamentan la forma cómo los jueces deben dar por acreditados los hechos,
corresponde anular el juicio y la sentencia. No hay en ello un control del tribunal de
alzada sobre los hechos, sino sobre el cómo llegaron a ellos los jueces del tribunal
oral. Si no realiza su argumentación en la forma expuesta, es decir, analizando cada
una de las pruebas rendidas sin omitir ninguna, y por el contrario efectúa
aceptaciones o descartes en forma global, procederá el recurso de nulidad por la
causal del artículo 374 letra e), en relación con los artículos 342 letra c) y 297, todas
normas del Código Procesal Penal (considerandos 17º a 19º)
3. Recurrente de nulidad debe indicar qué reglas de la sana crítica han sido
vulneradas y cómo
La causal del artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, que consiste en la
omisión de la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por acreditados por el tribunal y de la valoración de los
medios de prueba, se relaciona con la estructura sustancial de la sentencia,
protegiendo la garantía de la sentencia fundada. En otras palabras, la causal en
análisis tiene un doble objeto, por una parte, el control del establecimiento de los
hechos por parte del tribunal, en cuanto la libre apreciación de la prueba tiene como
limitante el que no se pueden contradecir los principios de la lógica formal, las
máximas de la experiencia humana y los conocimientos científicos indubitados y,
por otra, el cumplimiento por parte del tribunal del deber de motivar las sentencias
en términos que dicha fundamentación sea suficiente para explicar el
razonamientos que los sentenciadores han utilizado en sus conclusiones
(considerando 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
El presente recurso de nulidad adolece de un defecto formal, toda vez que las
argumentaciones de la defensa se limita a impugnar la valoración de la prueba
efectuada por el tribunal, esbozando solamente las reglas de la lógica
supuestamente infringidas, de la razón suficiente y de no contradicción, sin embargo
no las desarrolla, es más, reconoce que el fallo se hace cargo de toda la prueba,
señalando que sin embargo la valoración de la misma es insuficiente, lo que escapa
por completo a la naturaleza y competencia de este recurso de derecho estricto. Por
otra parte, las contradicciones que evidencia la defensa en la sentencia están
referidas a los testimonios de los deponentes, en circunstancias que el vicio de
nulidad que alega debe encontrarse en el razonamiento judicial y no de la prueba,
puesto que en la medida que el tribunal se haga cargo de las mismas, el vicio no
existe (considerando 2º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
La causal de nulidad del artículo 374 letra e) en relación a los artículos 342 letra
c) y 297, todos del Código Procesal Penal, se produce cuando en la valoración de
la prueba efectuada por el sentenciador se violentan las reglas de la lógica, o las
máximas de la experiencia o los conocimientos científicamente afianzados, lo que
obviamente no se extiende al caso en que la valoración de los medios de prueba no
corresponda a la apreciación particular que el interesado hace de los mismos, como
ocurre en el caso de autos, en que el recurrente efectúa un análisis y valoración de
los medios de prueba diferente a aquel en cuya virtud se dictó condena en contra
de la imputada. En consecuencia, por las razones expresadas, se procederá a
desestimar el recurso de nulidad interpuesto (considerandos 5º y 6º de la sentencia).
18. El umbral de convicción al que debe llegar el juez para condenar y el recurso de
nulidad
El examen del referido video por los jueces, durante la etapa de deliberación, no
vulnera los principios referidos pues en dicha etapa necesariamente los jueces han
de ponderar las pruebas rendidas en la audiencia de juicio, y ello implica que las
analicen y comparen para así decidir respecto del valor que en definitiva les darán.
Si ello no fuere así, no se visualiza otro momento dentro del continuo del juicio oral
en el cual ellos puedan realizar dicha labor, ya que obviamente no pueden hacerlo
mientras están recibiendo la prueba, pues aún las partes no han concluido su
presentación y, por cierto, el último turno de prueba corresponde a la defensa;
además, no pueden hacer esta labor de ponderación antes de los alegatos de
clausura, pues ello importaría resolver acerca de los hechos probados antes de
escuchar las conclusiones de las partes. Obviamente, tampoco podría pedirse que
los jueces realicen esta labor de ponderación y comparación de la prueba después
de comunicada la decisión acerca de la absolución o condena, ya que ello daría
cuenta de una decisión irreflexiva o arbitraria. Es lógico, entonces, que durante la
etapa de la deliberación privada del tribunal sus miembros revisen cuál ha sido la
prueba rendida en el juicio, examinen sus notas respecto de lo presenciado en la
audiencia e intercambien puntos de vista respecto de las cuestiones debatidas por
los litigantes. De allí que la conducta de la que se reclama en el recurso, no
constituye la infracción de los principios invocados, pues la inmediación alude a la
inexistencia de intermediarios entre la prueba rendida y el juzgador que la aprecia;
la oralidad corresponde a la forma o manera en que se realiza la presentación de
las pruebas y se exponen las alegaciones por las partes; y, la contradicción alude a
la existencia de un efectivo debate entre las partes, respetándose cabalmente la
bilateralidad y el ejercicio del derecho de defensa. Ninguno de estos principios ha
sido afectado en el caso sublite. Los jueces no realizaron actividad probatoria
independiente al examinar el referido video, puesto que el mismo ya había sido
presentado en la audiencia y ya había sido observado por ellos, sino que
únicamente el tribunal completó el examen del mismo, ponderándolo ahora
comparativamente con los demás medios de prueba ya incorporados junto a él
(considerando 4º).
Que el tribunal haya señalado una conclusión respecto de los hechos que implica
directamente que el querellado incurrió en aquellos que se le imputan, para después
señalar que se le absuelve, resulta ilógico y contradictorio. En efecto, si bien el
tribunal puede absolver a un acusado de los cargos que se le formulan, lo que
implicará que los hechos que conforman la acusación no se dieron por establecidos,
si ello no es así y precisamente se indica que tales hechos fueron establecidos e
incluso reconocidos por el querellado, no puede el tribunal posteriormente absolver,
sin incurrir en la causal de nulidad del artículo 374 letra e), en relación con los
artículos 297 y 342 letra c), todos del Código Procesal Penal. Configura, también, la
causal antedicha la circunstancia que el tribunal no haya analizado toda la prueba
rendida, como ha sucedido en la especie (considerandos 3º, 4º y 7º).
23. Nulidad por infracción al requisito del artículo 342 letra c) en relación al artículo
297, ambos del Código Procesal Penal
23. Nulidad por no contener el fallo impugnado las reflexiones lógicas que lo llevaron
a alcanzar, más allá de toda duda razonable, la convicción para condenar
Además, el fallo asienta la participación, en los dos delitos que nos interesan, en
la existencia de unidad de dinámica delictiva, más cuatro de los elementos que
constituirían ese parecido, no coinciden: ni el número de asaltantes, ni las armas
usadas, ni el vehículo esperando afuera, ni la presentación de los hampones, a
rostro cubierto en un caso y descubierto en los otros. Por cierto no puede sostenerse
que haya lógica en afirmar que dos hechos son similares, sobre la base de
elementos que lejos de acercarlos, los diferencian.
Más allá de la pena concreta que se aplicó, un fallo condenatorio por cuatro
delitos de robo, uno de ellos calificado, en que respecto de dos de esos delitos —
incluido el más grave— la participación no aparece sostenida sobre la base de un
análisis lógico de la prueba, es ciertamente agraviante y lo dispositivo de la
sentencia, siquiera en lo relativo al número de ilícitos que motivan la condena, queda
naturalmente afectado por el vicio, razón por la cual cabe acoger el recurso y
retrotraer la causa al estado de fijarse día y hora para la audiencia de juicio oral
(considerandos 9º, 10º, 11º, 12º, 13º y 14º).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
(ART. 374 LETRA F)
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 70, 75, 76, 102 y siguientes,
258, 259, 264, 265, 281, 282, 284, 286, 289, 326, 340, 341, 342, 372, 376, 377, 379,
383 y 450. Constitución Política: artículo 19 Nº 3.
1. Acoge recurso de nulidad por infracción al efecto de cosa juzgada del auto de
apertura del juicio oral
La causa invocada por los recurrentes para sostener su impugnación, esto es,
que el fallo emitido por el tribunal de juicio oral en lo penal se dictó en oposición a
otro pasado en autoridad de cosa juzgada. A tal efecto, cabe consignar que el juez
de garantía pronunció en esta causa el auto de apertura del juicio oral, en cuyo
resuelvo segundo dispuso textualmente "Las pruebas que deberán rendirse en el
juicio oral, son:...", pasando a enumerar todas las pruebas que fueron ofrecidas por
los intervinientes y que consideró admisibles conforme lo consagra el artículo 277
del Código Procesal Penal. Dicha resolución quedó ejecutoriada. Es doctrina
asentada que el auto de apertura del juicio oral corresponde a aquellas resoluciones
que se califican como sentencias interlocutorias de segundo grado, por cuanto
resuelve sobre un trámite que debe servir de base para el pronunciamiento de un
sentencia definitiva o interlocutoria, según reza el artículo 158 del Código de
Procedimiento Civil, y que por virtud del artículo 175 del mismo Código, produce el
efecto de cosa juzgada. Por tanto, lo que en dicho acto emanado de un órgano
jurisdiccional competente se contiene como decisión, no puede ser puesto
nuevamente en discusión. Para pasar sobre el efecto de cosa juzgada no es
necesario que ni que las dos sentencias comprometidas pertenezcan a la misma
categoría —definitiva o interlocutoria, pues unas y otras producen el mismo efecto,
según ordena el artículo 175 del Código de Procedimiento Civil— ni tampoco que la
segunda anule o modifique formalmente la primera. Basta con que aquélla altere
sus efectos para que se cumpla la condición anulatoria prevista del artículo 374 letra
g) del Código Procesal Penal (considerandos 10º a 12º de la sentencia de la Corte
de Apelaciones).
ARTÍCULO 375
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 342, 372, 399, 405 y 450.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El recurso de nulidad está regido por los mismos principios y reglas generales
que gobiernan la nulidad procesal; por consiguiente, para su procedencia deben
concurrir sus presupuestos básicos, entre los cuales se encuentra el llamado
"principio de trascendencia" que, por lo demás, recoge el artículo 375 del Código
Procesal Penal, en virtud del cual la trasgresión que sustente un recurso de la
naturaleza como el de la especie, debe constituir un atentado de entidad tal que
importe un perjuicio al litigante afectado que se traduzca en un resultado lesivo para
sus intereses en la decisión del asunto, desde que exige que el defecto denunciado
tenga influencia en la parte resolutiva del fallo. Así, se ha resuelto también que el
agravio a la garantía del debido proceso debe ser real, en cuanto perjudique
efectivamente los derechos procesales de la parte, esto es, que entrabe, limite o
elimine su derecho constitucional al debido proceso (considerando 6º de la
sentencia de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 376
Tribunal competente para conocer del recurso. El conocimiento del recurso que
se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra a), corresponderá a la Corte
Suprema.
La respectiva Corte de Apelaciones conocerá de los recursos que se fundaren en
las causales señaladas en el artículo 373, letra b), y en el artículo 374.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 372, 373, 374, 377, 378, 379 y
383.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Fallos contradictorios no son suficientes para que la Corte Suprema conozca del
recurso deducido por la causal de la letra b) del artículo 373
La competencia entregada por el artículo 376 inciso 3º del Código Procesal Penal
a la Corte Suprema, para que conozca del recurso de nulidad en el caso de existir
diferentes interpretaciones sostenidas en fallos de tribunales superiores, se refiere
a asuntos conocidos por tribunales del nuevo sistema procesal penal,
excluyéndose, entonces, los fallos dictados en el procedimiento antiguo, puesto que
es la nueva normativa la que otorga competencia a las Cortes de Apelaciones para
conocer de nulidades cuyo fundamento radique en una errónea aplicación del
derecho con influencia sustancial en lo dispositivo de un fallo, ámbito que es distinto
a las diversas interpretaciones que una norma pueda haber tenido en el sistema
anterior.
ARTÍCULO 377
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Del examen del presente recurso de nulidad se advierte que falta a la causal de
competencia de la Corte Suprema la preparación que exige la ley, porque se
reclama de supuestas omisiones verificadas antes de la audiencia de juicio, pero no
se señala ni se ofrece justificar cómo se reclamó oportunamente de ese vicio, en
cada una de las etapas pertinentes, sin que baste para dar por acreditado el
requisito que se haya alegado en los alegatos de apertura o clausura de la audiencia
de juicio (considerando 4º de la sentencia de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 378
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Recurso de nulidad por causal de la letra b) del artículo 373 del Código Procesal
Penal, si sentencias que acompaña el impugnante dicen relación con supuestos
fácticos esencialmente distintos
Del análisis de las sentencia aparejadas por el recurrente —de nulidad por causal
del artículo 373 letra b) Código Procesal Penal— y que deciden en distintos
sentidos, tratan de juicios sobre microtráfico de sustancias estupefacientes y no de
tráfico ilícito como el caso de autos, situación que impide tener por cumplidas las
exigencias contenidas en el artículo 378 del Código Procesal Penal, desde que los
supuestos fácticos son esencialmente distintos por lo que el arbitrio será
reconducido a la corte respectiva (considerando 4º de la sentencia de la Corte
Suprema).
4. Para que nulidad prospere no es necesario que todas las causales sean acogidas
Si bien el artículo 378 inciso 2º del Código Procesal Penal distingue la invocación
conjunta o subsidiaria de causales o motivos de nulidad en el evento de acudir a
más de una, la compatibilidad exigida en el caso de causales conjuntas supone la
existencia de la debida correspondencia de cada una de sus motivaciones con el
efecto anulatorio perseguido. En otros términos, si bien todas las causales
invocadas conjuntamente, eventualmente, pudieren concurrir, el rechazo de una no
condiciona el destino del recurso, sino lo obliga a extenderse sobre las restantes,
salvo que alguna o algunas le hubieren sido suficientes, pues sólo en ese evento
queda relevado de fallar las demás (considerando 5º de la sentencia de la Corte
Suprema). A su vez, de acuerdo al artículo 384 del Código Procesal Penal, al fallar
un recurso de nulidad, la Corte debe exponer los fundamentos que sirven de base
a su decisión y pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acogiere
el recurso, en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido
suficientes. En consecuencia, toda sentencia que resuelva un recurso de nulidad
debe contener la enunciación y desarrollo de los razonamientos por los cuales se
emite el pronunciamiento, en relación a cada uno de los asuntos sometidos a la
decisión del tribunal. La omisión de pronunciamiento acerca de cualquiera de las
pretensiones deducidas, con la salvedad ya anotada, vulnera necesariamente lo
dispuesto en la ley, que fija con toda precisión las condiciones y el contenido de la
actividad jurisdiccional (considerando 8º de la sentencia de la Corte Suprema). Por
tanto, que los magistrados de la Corte de Apelaciones hayan rechazado el recurso
de nulidad deducido invocando el recurrente varias causales en forma conjunta,
entendiendo equivocadamente que, para que prosperara, era necesario que todas
las causales fueran acogidas, constituye una falta grave, desde que tal
razonamiento ha impedido que fundamenten adecuadamente cada una de las
causales que comprenden el recurso de nulidad, emitiendo un pronunciamiento de
forma sin ajustarse al mérito de lo pedido y lo debatido en la vista de la causa, que
no contiene las razones en las cuales se sustenta la decisión (considerandos 4º, 10º
y 11º de la sentencia de la Corte Suprema).
Tal como ha sido interpuesto, este recurso no puede ser admitido a tramitación
desde que no cumple con los requisitos señalados en el inciso 1º del artículo 378
del Código Procesal Penal, que establece que el escrito en que se interpusiere el
recurso de nulidad se consignarán los fundamentos del mismo y las peticiones
concretas que se someten al fallo del tribunal; en particular, en cuanto a las
peticiones concretas, solicita solamente la nulidad del juicio y de la sentencia, pero
no plantea petición alguna posible de juzgar para el caso de accederse, como es la
realización de un nuevo juicio oral por el tribunal no inhabilitado que corresponda,
atendida la causal de nulidad invocada; por lo que, al carecer el escrito de los
requisitos exigidos en la citada norma legal, corresponde declarar su
inadmisibilidad.
El recurso no cumple con los requisitos señalados en el inciso 1º del artículo 378
del Código Procesal Penal, que establece que el escrito en que se interpusiere el
recurso de nulidad se consignarán los fundamentos del mismo y las peticiones
concretas que se someten al fallo del tribunal; en particular, en cuanto a las
peticiones concretas, solicita solamente la nulidad de la sentencia, pero no plantea
petición alguna posible de juzgar para el caso de accederse, así como tampoco pide
la nulidad del juicio; por lo que, al carecer el escrito de los requisitos exigidos en la
citada norma legal, corresponde declarar su inadmisibilidad (considerando 3º).
Que cuando las causales se hacen valer en forma conjunta, significa que están
unidas, mezcladas o incorporadas la una con la otra.
ARTÍCULO 379
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Preclusión del derecho a recurrir de nulidad por otras causales, una vez
interpuesto el recurso por determinada causal
Que el inciso 2º del artículo 379 del Código Procesal Penal establece que
"Interpuesto el recurso, no podrán invocarse nuevas causales. Con todo, la Corte,
de oficio, podrá acoger el recurso que se hubiere deducido en favor del imputado
por un motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre que aquél fuere alguno
de los señalados en el artículo 374". La cita legal apunta a que se trate de un motivo
absoluto de nulidad. En otras palabras, lo anterior significa que la Corte de
Apelaciones está facultada expresamente por el ordenamiento procesal penal para
invalidar una sentencia, actuando de oficio, cuando aparezca de los antecedentes
que en esa sentencia se incurrió en un vicio que da origen a una causal o motivo
absoluto de nulidad, aun cuando esa causal no haya sido invocada por la defensa
en el respectivo recurso (considerando 1º).
ARTÍCULO 380
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 342, 362, 372, 383, 399, 405 y
450.
ARTÍCULO 381
La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para
interponerlo y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 16, 52, 358, 377, 378, 380, 381
y 383.
ARTÍCULO 383
Sin embargo, si el recurso se hubiere deducido para ante la Corte Suprema, ella
no se pronunciará sobre su admisibilidad, sino que ordenará que sea remitido junto
con sus antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva para que, si lo estima
admisible, entre a conocerlo y fallarlo, en los siguientes casos:
b) Si, respecto del recurso fundado en la causal del artículo 373, letra b), la Corte
Suprema estimare que no existen distintas interpretaciones sobre la materia de
derecho objeto del mismo o, aun existiendo, no fueren determinantes para la
decisión de la causa, y
c) Si en alguno de los casos previstos en el inciso final del artículo 376, la Corte
Suprema estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad invocados
alguna de las situaciones previstas en las letras a) y b) de este artículo.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 373, 374, 376, 377, 378, 380 y
382.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Lo que se reprocha por las dos primeras secciones del artículo 373 letra a) del
fallo de primera instancia, en realidad se trataría de una deficiencia en el
cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 342 letras c), d) o e), y aun
cuando se ha señalado como infracción de garantías constitucionales, en realidad
constituye un reclamo propio de la causal del artículo 374 letra e) del Código
Procesal Penal. Respecto al hecho de haberse impedido al defensor ejercer las
facultades que la ley le otorga, constituye más bien un reclamo propio de la causal
del artículo 374 letra c) del Código Procesal Penal, razón por la cual corresponde,
en virtud del artículo 383, remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones
correspondiente (considerandos 4º y 5º de la sentencia de la Corte Suprema).
Si lo alegado por el recurrente de nulidad, quien invocó la causal del artículo 373
letra a) del Código Procesal Penal, dice relación con la errada aplicación de una
norma legal en la que se contiene el delito por el que se sancionó al acusado, dicha
cuestión, a pesar que se invoca una garantía constitucional que se dice vulnerada,
constituye más bien la causal de nulidad del artículo 373 letra b) del Código Procesal
Penal, la que no es procedente reconducir a una Corte de Apelaciones
(considerando 4º de la sentencia de la Corte Suprema).
Los argumentos hechos valer por la recurrente, para invocar la causal de la letra
a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, de competencia de esta Corte
Suprema, dicen relación con la actuación del abogado defensor durante la audiencia
de juicio y de lo inadecuada que al recurrente le parece. Permitir tales alegaciones
implicaría hacer una valoración de la actuación profesional, lo que no corresponde
efectuar a esta Corte y escapa a la naturaleza del recurso de nulidad (...)
(considerando 4º).
Del tenor de los artículos 380 y 383 del Código Procesal Penal aparece manifiesto
que las cuestiones que debe controlar por vía de la admisibilidad el tribunal llamado
a conocer del recurso de nulidad son: a) que se trate de una resolución susceptible
del recurso, b) que se haya interpuesto dentro del término que prevé la ley, c) que
el escrito contenga fundamentos de hecho y de derecho y peticiones concretas, y
d) que haya sido oportunamente preparado, si corresponde. De lo expuesto, se
colige que el control de admisibilidad está referido a aspectos eminentemente
formales, que no guardan relación con los fundamentos de fondo que se esgriman
por el recurrente en el libelo.
Por lo antedicho, si las razones esgrimidas por los ministros recurridos para
declarar la inadmisibilidad del recurso se refieren a que los fundamentos que
contiene no dicen relación con el motivo de nulidad alegado, ello importa un
pronunciamiento sobre el fondo y no sobre la forma, que es a lo que están limitados
en esta etapa, lo que configura una falta o abuso grave que obliga a acoger el
recurso de queja y reponer el procedimiento al estado que el tribunal que
corresponda se pronuncie, en cuenta, respecto de la admisibilidad del recurso de
nulidad. En efecto, lo pertinente o impertinente que resulten los fundamentos de un
recurso son juicios de valor que no corresponde emitir al controlar su admisibilidad,
sino están reservados para cuando el tribunal llamado a conocer de él se pronuncie
respecto del fondo, puesto que el control en cuenta establecido en el artículo 383
del Código Procesal Penal debe limitarse a constatar si esos fundamentos existen
o no, independientemente de lo acertados o desacertados que resulten.
Fallo del recurso. La Corte deberá fallar el recurso dentro de los veinte días
siguientes a la fecha en que hubiere terminado de conocer de él.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 358, 372, 385 y 386. Código de
Procedimiento Penal: artículos 543 y 547.
ARTÍCULO 385
164 Este inciso fue agregado por el número 47) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
165 Este inciso fue agregado por el número 48) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
2. Inadmisible recurso de nulidad porque en las peticiones solicita que se deje sin
efecto la sentencia y el juicio oral, pero solicitando que se dicte sentencia de
reemplazo
3. Contradicción entre los hechos que se dan por probados y el tipo penal por el
cual se acusa
En la especie, no se ha dado por establecido que el acusado hubiese realizado
un acto distinto de una simple afirmación que pudiere ser falsa, es decir, que
hubiese perpetrado alguna alteración de la realidad objetiva con un propósito
engañoso. Así las cosas, resulta evidente que los hechos que se han dado por
probados por los sentenciadores de la instancia no constituyen el tipo penal por el
que se ha acusado y condenado al imputado. Luego, existe una errónea aplicación
del derecho, del momento que la situación fáctica descrita en la sentencia no es
posible subsumirla en la descripción penal de la estafa prevista en el artículo 468
del Código Sancionatorio. Así, se ha calificado de delito un hecho que la ley no
considera tal, por lo que esta Corte hará uso de la facultad que le confiere el artículo
385 del Código Procesal Penal, disponiendo la nulidad de la sentencia y dictando la
de reemplazo que se conforme a la ley (considerandos 6º y 7º).
4. El artículo 385 del Código Procesal Penal no contiene una causal de invalidación
del fallo mediante el recurso de nulidad
El artículo 385 del Código del ramo (Código Procesal Penal) prescribe: "Nulidad
de la sentencia. La Corte podrá invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva
audiencia pero separadamente, la sentencia de reemplazo que se conformare a la
ley, si la causal de nulidad no se conformare a formalidades del juicio ni a los hechos
y circunstancias que se hubieren dado por probados, sino se debiere a que el fallo
hubiere calificado de delito a un hecho la ley no considere tal, aplicado una pena
cuando no procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior a la que
legalmente correspondiere". Indudablemente este precepto legal no contiene una
causal de invalidación del fallo mediante el recurso de nulidad, puesto que éste tiene
causales específicas señaladas en los artículos 373 y 374 del Código Procesal
Penal, y siendo un recurso extraordinario y de derecho estricto, procede ser
interpuesto sólo por aquellas que la ley establece. La norma del artículo 385 antes
indicado, confiere la facultad al tribunal ad quem de anular de oficio una sentencia,
cuando concurren las requisitos que en dicha norma se contienen (considerandos
6º y 7º).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 372, 384, 385, 386, 473 y
siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
2. Corte Suprema hace uso de facultades disciplinarias para proceder de oficio que
le otorga el artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales
Los jueces de un segundo juicio oral, celebrado por nulidad del primero, resuelven
mediante falta o abuso si en la calificación del delito ignoran los hechos
determinados válidamente por los del primero y agregan otros (considerando 9º).
También hay falta o abuso de los ministros de la Corte de Apelaciones que deciden
por una parte anular un juicio oral y su sentencia, y por otra declarar que ella es
válida (considerando 10º). Si hay faltas o abusos graves en la actuación de la Corte
que resuelve un recurso de nulidad, puede de oficio acogerse un recurso de queja
en su contra, aun cuando no resulta procedente dicho recurso ante el recurso de
nulidad y la sentencia que lo resuelve (considerando 11º).
ARTÍCULO 388
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 389 y siguientes, 393 bis, 406 y
409. Constitución Política: artículos 19 Nº 3 y 83 y siguientes. Código Penal:
artículos 9º y 494 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
166Este inciso fue modificado por el número 49) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de suprimir las oraciones que siguen a la palabra "mínimo".
Que, sin perjuicio de lo anterior, es del caso agregar que el legislador en el artículo
22 de la Ley Sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, señala que el delito
de giro fraudulento de cheques se encuentra sancionado con las penas de presidio
indicadas en el artículo 467 del Código Penal, es decir, con las del delito de estafa,
las que a su vez se regulan en relación a la cuantía de lo defraudado. Por otro lado,
con la modificación que introdujo la Ley Nº 19.806, el señalado delito, en la situación
que se revisa, es de acción privada —artículo 42 del Decreto con Fuerza de Ley Nº
707, de 1982— y su procedimiento se haya contemplado en el Título II del Libro IV
del Código Procesal Penal, estableciéndose en el artículo 405 que en lo que no
proveyere dicho título se regirá su tramitación por las normas del juicio simplificado,
con excepción del artículo 398 del mismo texto legal. En este escenario, el límite
general del artículo 388 del Código Procesal Penal, no resulta aplicable en la
especie, pues lo relevante en este caso es recurrir, por vía supletoria, a las normas
del procedimiento breve y concentrado para su tramitación, pero ello no altera las
penas que por remisión del artículo 22 de la ley especial corresponden a las del
artículo 467 del Código Penal, cuya graduación se determinan en definitiva de
acuerdo al monto de lo defraudado, es decir, por la cuantía de los cheques
dolosamente girados.
Que, si bien el artículo 388 del Código Procesal Penal establece el ámbito de
aplicación del procedimiento simplificado respecto de faltas y, además, respecto de
aquellos simples delitos que el Ministerio Público requiera una pena que no
excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, esta norma debe
complementarse necesariamente con la que el artículo 405 de dicho Código, desde
que aquélla hace aplicable el procedimiento simplificado a los delitos de acción
privada. De ahí, que deba existir una debida armonía en la legislación procesal
penal en el sentido que los delitos por crimen o simple delito, se tramitan conforme
al procedimiento ordinario; las faltas conforme al procedimiento simplificado, los
delitos de acción privada, también por el monitorio y aquellos delitos de acción
pública en que el Ministerio Público, por las razones que legalmente procedan, opte
por requerir una pena no superior a 540 días de presidio o reclusión menor, se
sustanciarán también por el procedimiento simplificado.
ARTÍCULO 389
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 106, 166 a 351, 388, 390 y
siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que respecto a una posible infracción del principio de congruencia —en cuanto
integrante del debido proceso penal—, ésta no puede verificarse si aún está
pendiente la etapa procesal de fallo. Sólo con la dictación de la sentencia podremos
determinar si ésta es o no congruente con el requerimiento fiscal, de modo que
hasta el momento no existe una vulneración de este principio y, por tanto, tampoco
se infringe el derecho fundamental asegurado en el inciso 6º del artículo 19 Nº 3
constitucional (considerandos 25º a 27º).
— Que el artículo 389 del Código Procesal Penal hace aplicable al procedimiento
simplificado en forma supletoria, en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza
las normas del Libro II del Código; pero, en caso alguno, aquellas que se
contienen en el Libro I del mismo donde se tratan, precisamente, la prisión
preventiva (considerando 3º). Que atendida la interpretación restrictiva que debe
darse a las normas procesales de acuerdo a lo estatuido en el artículo 5º de
referido Código, no cabe aplicar las normas que regulan la cautelar prisión
preventiva en virtud de los principios de legalidad y proporcionalidad
(considerando 4º).
Que la sentencia de esta causa no debió dictarse en razón que era condenatoria
y se hizo fuera del plazo legal extraordinario que establece el referido artículo 344,
habiendo sido procedente únicamente declarar por el juez de la instancia la nulidad
del juicio; pero como decidió expedir el fallo y éste fue notificado a las partes once
días posteriores a la decisión de condena, sin que se haya leído, demás, en una
audiencia citada al efecto, como correspondía hacerlo, quedó manifiesta la
vulneración del principio de continuidad, por lo que se ha incurrido en la causal de
nulidad invocada.
Que atendido lo resuelto precedentemente, se omite pronunciamiento respecto
de la causal de nulidad promovida en forma subsidiaria a la acogida (considerandos
6º a 8º).
El procedimiento simplificado se rige por las normas del Título I del Libro IV del
Código Procesal Penal y, en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las
contenidas en su Libro II, en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza.
Lo dispuesto en el artículo 245 inciso final del Código Procesal Penal —"Una vez
declarado el cierre de la investigación, la suspensión condicional del procedimiento
y el acuerdo reparatorio sólo podrán ser decretados durante la audiencia de
preparación del juicio oral"—, es susceptible de recibir aplicación en el
procedimiento simplificado, toda vez que no atenta contra su brevedad y simpleza.
En efecto, el procedimiento simplificado es un verdadero juicio oral conocido por un
tribunal unipersonal, pero más breve y más simple (considerandos 5º y 6º).
En consecuencia, no procede que en la audiencia de juicio oral simplificado se
haya decretado la suspensión condicional del procedimiento, de acuerdo con la
proposición del Ministerio Público y la venia del imputado, por cuanto de tal manera
se está afectando el derecho a intervenir en el proceso del querellante, quien
compareció a la audiencia con su prueba (considerandos 8º y 9º).
Que aun cuando el recurso de apelación que puede deducir el Ministerio Público
en contra del auto de apertura del juicio oral en la parte que decreta la exclusión de
pruebas, está previsto en el artículo 277 del Código Procesal Penal respecto de una
actuación que pertenece al procedimiento ordinario penal, procede también su
interposición en contra de aquella resolución que en el procedimiento simplificado
excluye pruebas. En efecto, estando autorizadas las partes para formular las
solicitudes, observaciones y planteamientos que estimen relevantes con relación a
las pruebas ofrecidas, para los fines previstos en el artículo 276 incisos 2º y 3º del
Código Procesal Penal en la audiencia de preparación de juicio simplificado, dada
la aplicación supletoria de las normas del procedimiento ordinario que establece el
artículo 389 del Código mencionado, la ausencia del auto de apertura en el
procedimiento simplificado no obsta a la exclusión de prueba ni a la procedencia de
la apelación en contra de la resolución que decreta tal exclusión (considerando 3º).
ARTÍCULO 390
Tratándose de las faltas indicadas en los artículos 494, Nº 5, y 496, Nº 11, del
Código Penal, sólo podrán efectuar el requerimiento precedente las personas a
quienes correspondiere la titularidad de la acción conforme a lo dispuesto en los
artículos 54 y 55.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 54, 55, 132, 134, 166, 167, 168,
170, 229, 230, 248, 259, 388, 391, 393 bis y siguientes. Código Penal: artículo 93 y
siguientes, 494 Nº 5, 494 bis y 496 Nº 11. Código Orgánico de Tribunales: artículos
14 letra d), 157 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
167 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 50) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de sustituir la palabra "juicio" por "audiencia" y agregar
el párrafo final.
168 Este inciso fue agregado por la letra b) del número 50) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
junio de 2004.
responsabilidad, se prepara y realiza una audiencia de juicio simplificado. En todas
estas modalidades, el procedimiento se inicia con la formulación de un
requerimiento por parte del Ministerio Público, a través del cual se pone en
conocimiento del imputado el hecho punible que se le atribuye, de manera análoga
a la acusación que se formula en el procedimiento ordinario. Que la oportunidad
procesal para que se formule este requerimiento se extiende hasta la deducción de
la acusación, y en tal caso "el fiscal podrá dejar sin efecto la formalización de la
investigación que ya hubiere realizado de acuerdo con lo previsto en el artículo 230,
y proceder conforme a las reglas de este Título" (artículo 390 del Código Procesal
Penal). En consecuencia, con la formulación del requerimiento la formalización
queda sin efecto, terminando completamente el procedimiento ordinario e
iniciándose un nuevo procedimiento. Con la aplicación del procedimiento
simplificado, regido por los artículos 388 y siguientes del Código Procesal Penal,
deja de existir el procedimiento ordinario anterior, ya que resulta inconcebible la
continuación del proceso con la aplicación de dos procedimientos distintos. Que, en
consideración a lo ya expuesto, el procedimiento simplificado se inicia con el
requerimiento del Ministerio Público y, por tanto, el principio de congruencia tendrá
aplicación entre el requerimiento y la sentencia, lo que puede ser examinado por el
tribunal de alzada en el conocimiento del recurso de nulidad que se pudiere
interponer en contra de la sentencia definitiva dictada por el juez de garantía
(considerandos 19º a 22º).
ARTÍCULO 391
b) Una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo
y lugar de comisión y demás circunstancias relevantes;
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 259, 388, 390, 392 y 393.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
170Esta letra fue intercalada por la letra e) del número 51) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, pasando la anterior letra e) a ser letra f).
2. Requerimiento no requiere incorporación de los medios de prueba con que cuenta
el órgano persecutor
Por el contrario, si, dentro del mismo plazo de quince días, el imputado
manifestare, de cualquier modo fehaciente, su falta de conformidad con la
imposición de la multa o su monto, se proseguirá con el procedimiento en la forma
prevista en los artículos siguientes. Lo mismo sucederá si el juez no considerare
suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal.
171Este inciso fue reemplazado por el Nº 1 del artículo 2º de la Ley Nº 19.762, publicada en el Diario Oficial de
13 de octubre de 2001.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 388, 390, 391, 393, 393 bis y
siguientes. Constitución Política: artículo 19 Nº 3. Ley Nº 18.290: artículo 196-F.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 393
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 25, 59, 388, 389, 390, 392, 394
y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
172 Este inciso fue modificado por las letras a) y b) del número 52) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada
en el Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de reemplazar el título "Preparación del juicio."
por "Citación a audiencia." y sustituir la frase "citará a todos los intervinientes al juicio, el" por "citará a todos los
intervinientes a la audiencia a que se refiere el artículo 394, la".
Que la razón de esta exclusión obedece a la característica de sumario y
concentrado del procedimiento simplificado, por lo que primó en el legislador el
criterio de que resultaba inconveniente admitir la procedencia de acciones civiles
indemnizatorias durante su tramitación. Se estimó al efecto que, en un
procedimiento tan breve, acceder a indemnizaciones civiles significaría una dilación
en su tramitación, sobremanera considerando que la prueba requeriría mayor
tiempo y complejidad, atendido el lato conocimiento que implicaría acreditar el daño
y sus efectos, como asimismo la relación de causalidad entre la acción imprudente,
dolosa o negligente y el resultado dañoso (considerandos 34º y 35º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 134, 388, 390, 392 y 395.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 396 del Código Procesal Penal, en lo que viene al caso dispone que:
"El juicio simplificado comenzará dándose lectura al requerimiento del fiscal y a la
querella, si la hubiere. En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la
prueba, tras lo cual se preguntará al imputado si tuviere algo que agregar. Con su
nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su decisión de absolución o
condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días próximos, para
173Este artículo fue agregado por el artículo único, Nº 10, de la Ley Nº 19.789, publicada en el Diario Oficial de
30 de enero de 2002.
dar a conocer el texto escrito de la sentencia". Como puede apreciarse, el artículo
antes citado contempla la posibilidad que se dé lectura a la querella si la hubiere,
es decir, admite esta disposición legal la posibilidad de deducir querella, aun en el
evento de que se está frente a un delito flagrante y el tribunal proceda de acuerdo
al artículo 393 bis. La ley no limita su intervención en el procedimiento simplificado.
Es del caso tener presente, además, que en estricta relación con lo reseñado
precedentemente, el artículo 19 numeral 3º inciso 1º de la Constitución Política de
la República dispone, que la Constitución asegura a todas las personas, la igual
protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. Por otra parte, conforme lo
dispone el artículo 109 del Código Procesal Penal, las víctimas tienen, entre otros,
el siguiente derecho: Presentar querella (considerandos 5º y 6º).
ARTÍCULO 394
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Una vez iniciado el juicio oral simplificado, no proceden las salidas alternativas
174Este artículo fue modificado por el número 53) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario
Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de agregarle su párrafo final.
forma es incluso previo al inicio del juicio oral simplificado, como se desprende
claramente del artículo 394, antes citado, evento que ya que había acontecido en
una audiencia anterior. Por consiguiente, en el caso de autos, sólo cabe concluir
que al procederse de esa forma se alteró el orden consecutivo legal en el desarrollo
de la audiencia de juicio oral en el proceso simplificado, especialmente teniendo
presente la naturaleza imperativa y de orden público que tienen las normas
reguladoras de los procesos penales (considerando 5º).
ARTÍCULO 395
En los casos de los delitos señalados en el artículo 449 del Código Penal, el fiscal
podrá solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los señalados por la ley,
debiendo considerar previamente lo establecido en las reglas 1ª y 2ª del artículo 449
del mismo cuerpo legal. 176
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 388, 394, 396, 407 y 412. Ley
Nº 18.290: artículo 196-F.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
175 Este inciso fue modificado por la letra a) del número 54) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005, en el sentido de sustituir la expresión "del juicio" por "de la audiencia"
y agregar el párrafo final.
176 Este inciso fue agregado por el número 27) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
177 Este inciso fue sustituido por la letra b) del número 54) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el
Que las dificultades que presenta la aplicación del artículo 395 del Código
Procesal Penal, aparecen tratadas de manera muy interesante en un artículo
publicado por el juez de garantía de Santiago, don Jaime Salas Astrain, quien,
analizando la facultad que dicha norma contiene, señala:
"¿Pero puede el fiscal del Ministerio Público pedir una pena que no es la legal
para incentivar la aceptación de responsabilidad, enarbolando como estandarte el
principio pro reo?
Así las cosas, al Ministerio Público le está vedado pretender una pena no legal
para incentivar la aceptación de responsabilidad del imputado en el procedimiento
simplificado, lisa y llanamente, porque las penas las aplican los tribunales y el
mecanismo de su determinación se encuentra en la ley.
Que el criterio sostenido por articulista citado es a juicio de esta Corte el acertado,
de manera que, al imponer el juez de Isla de Pascua la pena de multa junto con la
corporal y restantes accesorias legales, no ha hecho más que cumplir el mandato
legal, aplicando la norma en su plenitud, sin transgredir el artículo 395 del Código
Procesal Penal, que sólo otorga al Ministerio Público una facultad, cual es la de
rebajar la pena asignada al delito de que se trate, pero en ningún caso para eximirla
como en este caso lo hizo, de manera que al imponer la de multa corrigió dicho
exceso del fiscal, ajustando la pena a la ley, la que además rebajó a aquella de 8
UTM que se proponía en el requerimiento original (considerandos 6º a 9º).
Del tenor de la norma precedentemente citada, esto es, el artículo 395 del Código
adjetivo Procesal Penal, se infiere que el rol del sentenciador se encuentra
determinado, específicamente, que ante el evento del reconocimiento de los hechos
por parte del imputado, debe necesariamente enfrentarse a dos hipótesis: condenar
o absolver, en este último supuesto, si el hecho acreditado no es jurídicamente un
ilícito sancionado penalmente, es decir que en virtud de una calificación jurídica, el
hecho sea atípico o no tenga sanción penal en mérito de alguna de las causales de
justificación que lo hacen carente de antijuricidad (considerando 8º).
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 272, 276, 277, 388, 390, 393 y
396.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
178Este artículo fue agregado por el número 55) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
depurar las pruebas que se rendirán en la audiencia del juicio oral simplificado
propiamente tal. Tal proceder, bajo la modalidad de exclusión de pruebas, lejos de
vulnerar los derechos de los intervinientes, les otorga garantías de un proceso
racional y justo, logrando por este mecanismo excluir del debate aquellas pruebas
que resulten manifiestamente impertinentes, las que tuvieren por objeto acreditar
hechos públicos y notorios, o bien, provengan de actuaciones o diligencias
declaradas nulas o hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales (considerando 13º).
3. Agendar audiencia en plazo que excede el señalado en artículo 395 bis del
Código Procesal Penal vulnera garantías constitucionales
ARTÍCULO 396
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Como se desprende del artículo 396 del Código Procesal Penal, la audiencia de
juicio no puede suspenderse ni aun por falta de comparecencia de alguna de las
partes o por no haberse rendido prueba en la misma, pero prevé excepcionalmente
su suspensión si no hubiere comparecido algún testigo o perito cuya citación judicial
hubiere sido solicitada de conformidad a lo dispuesto en el inciso 3º del artículo 393
y el tribunal considerare su declaración como indispensable para la adecuada
resolución de la causa, disponiendo lo necesario para asegurar su comparecencia.
En tal caso, la suspensión no podrá exceder de cinco días, transcurridos los cuales
deberá proseguirse conforme a las reglas generales, aun a falta del testigo o perito.
En el caso en estudio, el 21 de octubre no compareció el perito de la SIAT, dada su
falta de notificación, por lo que los intervinientes acordaron fijar una nueva fecha de
juicio para el día 20 de noviembre, renunciando al término de 5 días que el artículo
179 Este inciso fue modificado por el número 56) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005, en el sentido sustituir la frase "Cuando el imputado solicitare la realización del
juicio, éste se llevará a cabo de inmediato," por "El juicio simplificado comenzará".
180 Este inciso fue agregado por el número 28) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
396 del Código Procesal Penal establece para ese evento. En esa última
oportunidad nuevamente se constató la falta de testigos y del mencionado perito,
caso en el cual la ley no contempla la posibilidad de fijar una fecha diversa, máxime
si la defensa se opuso, lo que llevó al tribunal a dejar sin efecto la audiencia que fijó
para el 10 de diciembre de 2013. En todo caso, la presencia de testigos no es
condición de validez de la audiencia, a la que las partes deben comparecer con
todos sus medios de prueba, cuestión que en este caso no ocurrió, y el tribunal
tampoco declaró que su presencia fuese necesaria para la resolución del asunto,
como señala el Código Procesal Penal. Por último, huelga decir que el fundamento
de la absolución no sólo radica en la falta de prueba de cargo, sino en la imprecisión
del requerimiento sobre cuestiones esenciales de la imputación, como las
condiciones físicas deficientes que se atribuyen al acusado y la velocidad no
razonable ni prudente, dada la incertidumbre de la máxima permitida en el lugar de
los hechos (considerando 7º de la sentencia de la Corte Suprema).
2. Ante ausencia de todos los intervinientes no procede aplicar artículo 396 inciso
2º del Código Procesal Penal
ARTÍCULO 397
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Comete una falta o abuso grave el juez que aplica separadamente una multa por
cada infracción cometida y por no disponer la acumulación de las denuncias, puesto
que correspondía aplicar lo dispuesto en el artículo 397 del Código Procesal Penal,
que ordena que en el caso de reiteración de faltas, se aplica lo dispuesto por el
artículo 351 del mismo Código, que señala que corresponde imponer la pena
correspondiente a las diversas infracciones estimadas como un solo delito,
aumentándola en uno o dos grados (considerandos 5º y 6º).
ARTÍCULO 398
181Este inciso fue modificado por la letra d) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de reemplazar la frase "alguno de los beneficios contemplados" por "alguna
de las penas sustitutivas contempladas".
Con anterioridad, fue reemplazado por el número 57 de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial de 14
de noviembre de 2005.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 229 250, 390, 399 y 405. Código
de Procedimiento Penal: artículos 408, 562 y 564. Ley Nº 18.216: artículos 4º, 8º y
15. Ley Nº 18.290: artículo 196-E.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 399
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 352, 372 y siguientes, 389, 390,
391, 394 y 396.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En efecto, las resoluciones dictadas por el juez de garantía sólo son apelables
cuando ponen término al procedimiento, hacen imposible su prosecución o la
suspenden por más de treinta días y cuando la ley lo señalare expresamente, regla
general que es ratificada por el artículo 399 del Código Procesal Penal respecto del
procedimiento simplificado, pues al permitir sólo la interposición del recurso de
nulidad, viene a establecer que el juez de garantía conoce de la causa en única
instancia, resultando improcedente la apelación de la sentencia definitiva
(considerandos 3º y 4º)
ARTÍCULO 400
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 55, 113, 262, 388 y siguientes,
403 y 404. Código Orgánico de Tribunales: artículo 14 e), 157 y siguientes. Código
Penal: artículos 19, 385, 404, 405, 412, 413, 414, 416 y 428.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Por expresa disposición del artículo 400 del Código Procesal Penal, el
procedimiento comenzará sólo con la interposición de la querella ante el juez de
garantía competente, escrito que deberá cumplir con los requisitos de los artículos
113 y 261, en lo que no fuere contrario a lo dispuesto en el mismo título. En concreto,
conforme a lo dispuesto en la letra c) de esta última norma legal se deberá "ofrecer
la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación (querella), lo que
deberá hacerse en los términos previstos en el artículo 259". Conviene traer a
colación el sentido y alcance de las expresiones "ofrecer" y "señalar", utilizadas por
el legislador en los preceptos legales ya citados. "Ofrecer" es sinónimo de
"comprometerse alguien a dar, hacer o decir algo", "presentar y dar voluntariamente
algo" "manifestar y poner patente algo para que todos lo vean"; a su turno, "señalar"
es "poner o estampar señal en una cosa para darla a conocer o distinguirla de otra,
o para acordarse después de algo", "llamar la atención hacia alguien o algo,
designándolo con la mano o de otro modo", "nombrar o determinar persona, día,
hora, lugar o cosa para algún fin". En consecuencia, el empleo de los verbos
"ofrecer" y "señalar", contenidos en los mencionados artículos 261 y 259,
respectivamente, evidencia sin lugar a dudas, el deber de determinar o singularizar,
en todos sus detalles, los medios específicos de los que pretende servirse el
querellante en la audiencia de juicio, cuya "oferta" se materializa junto con la
querella, para ser efectivamente rendida en un acto posterior (considerandos 6º y
7º).
Por su parte, el artículo 400 dice "(...) deberá cumplir con los requisitos de los
artículos 113 y 261 (...)", lo que permite suponer que aun cuando el artículo 261
contiene una potestad para el querellante, las posibilidades que enumera en
realidad han sido estimadas como requisitos por el legislador en el artículo 400, pero
siempre con la cortapisa que este mismo consigna: "(...) en lo que no fuere contrario
a lo dispuesto en este Título".
Por ende, sobre el literal a) del artículo 261, valga advertir que no existe acusación
en el procedimiento simplificado por delito de acción privada. No la hay del Ministerio
Público y, por cierto, no corresponde adhesión alguna del querellante, de forma tal
que el correcto entendimiento de esta norma conduce a la exigencia que se hace al
querellante de formular él mismo la acusación, razón por la cual el presupuesto que
exige el artículo 400 al referirse al 261, consistiría en: señalar la calificación del
hecho, la forma de participación del agente y la solicitud de pena, dado que no habrá
ampliación a otros hechos o a imputados diversos, sino que derechamente la acción
del querellante se endereza contra sujetos específicos desde el inicio del proceso
de acción privada que tiene su origen en la querella, tal como lo expresa el artículo
400.
La posible solicitud de prueba, que contempla el literal c) del artículo 261, resulta
redundante, desde el momento que el mismo artículo 400, en su inciso 3º, regula la
forma de proceder a la petición de prueba por el querellante. En este escenario,
aparece improcedente la remisión alegada por el recurrente al artículo 259 en su
literal g), dado que la remisión es sólo respecto al modo de ofrecer la prueba.
ARTÍCULO 401
Con todo, una vez iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción
privada, si el querellado se opusiere a él.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 48, 56, 118, 119, 250, 400 y 403.
Código de Procedimiento Penal: artículos 30, 32, 33, 34, 35, 408, 572, 575, 680 y
681.
ARTÍCULO 402
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 14, 120, 121, 250, 288 y 403.
Código de Procedimiento Penal: artículos 44, 408, 575 y 587.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Conforme al artículo 402 inciso 1º del Código Procesal Penal, la inasistencia del
querellante a la audiencia de juicio, así como la inactividad en el procedimiento por
más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles
para dar curso al proceso que fueren de cargo del querellante, producirán el
abandono de la acción privada. En la especie, si bien el querellante afirma haber
comparecido a dicha audiencia y habérsele impedido ejercer los derechos de su
representado, lo cierto es que aquel interviniente no se encontraba en la sala
mientras se desarrolló la audiencia en la cual se decretó el abandono de la acción
privada respectiva, lo que hizo procedente la sanción prevista en el referido artículo
402 (considerandos 1º a 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
ARTÍCULO 403
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 389, 394 y siguientes, 402, 404
y 405. Código de Procedimiento Penal: artículos 574, 575 y 577.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, respecto de esto último, hay que tener presente que en los delitos de acción
privada, la característica principal del procedimiento es la exclusión de la
intervención del Ministerio Público y la atribución de poder exclusivo de persecución
al querellante y, por consiguiente, el impulso procesal radica enteramente en este
interviniente.
ARTÍCULO 404
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 271, 273, 394 y 403. Código de
Procedimiento Penal: artículo 574. Código Penal: artículos 412 y 416.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Se ha seguido una causa por giro doloso de cheques, utilizando para ello al
procedimiento por delito de acción privada, procedimiento que en su artículo 404
contempla el llamado que debe hacer el juez para instar un acuerdo, el que
conforme con lo expuesto por el recurrente se produjo, el que es distinto al acuerdo
reparatorio en que funda el apelante su pretensión. Que de la manera anterior la
causa penal iniciada por acción privada ha terminado conforme lo señala el artículo
404 antes citado, de modo que no es posible que se le ponga término nuevamente
ahora por un sobreseimiento definitivo reglamentado en el artículo 242 del Código
de Procedimiento Penal que está contemplado en un procedimiento distinto
(considerandos 2º y 3º).
ARTÍCULO 405
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Aplicación supletoria del artículo 393 del Código Procesal Penal al procedimiento
de acción penal privada
ARTÍCULO 406
Para ello, será necesario que el imputado, en conocimiento de los hechos materia
de la acusación y de los antecedentes de la investigación que la fundaren, los
acepte expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este
procedimiento.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 258, 259, 260, 407, 408, 409,
410, 412 y 415. Código Penal: artículos 21 y siguientes.
182 Este inciso fue modificado por el número 29) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016, en el sentido de agregar luego de la frase "no superior a cinco años de presidio o reclusión
menores en su grado máximo", la expresión: "no superior a diez años de presidio o reclusión mayores en su
grado mínimo, tratándose de los ilícitos comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del título IX del Libro Segundo
del Código Penal y en el artículo 456 bis A del mismo Código, con excepción de las figuras sancionadas en los
artículos 448, inciso primero, y 448 quinquies de ese cuerpo legal", antecedida de un punto y coma.
Con anterioridad, este inciso fue modificado por el número 58) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en
el Diario Oficial de 14 de noviembre de 2005.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
3. Acusación particular con requerimiento de pena superior al límite del artículo 406
del Código Procesal Penal
La ley en parte alguna faculta al juez de garantía para efectuar una suerte de
examen de plausibilidad exhaustivo de la pretensión que el querellante formula en
su acusación particular para justificar el requerimiento de pena superior al límite del
artículo 406 del Código Procesal Penal —como sí lo manda de manera bastante
más explícita, en cambio, ante la solicitud para que se proceda de acuerdo al
procedimiento abreviado— y que la inteligencia del tenor del artículo 408 permite
razonablemente sostener que el control del juez debe limitarse a constatar que se
ha requerido esa pena superior en razón de la propuesta de calificación jurídica del
hecho, forma de participación o concurrencia de modificatorias distintas las
pretendidas por el Ministerio Público, no debe olvidarse que conforme lo prevé el
artículo 261 letra a) del Código Procesal Penal, en esta actuación —la acusación
particular— el querellante puede extender su imputación a hechos distintos de los
contenidos en la propuesta por el fiscal, siempre que hubieren sido objeto de
formalización, y ello evidentemente supone la necesidad de rendir prueba respecto
de esos otros hechos y el procedimiento abreviado excluye por definición la
rendición y valoración de prueba (considerando 4º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones)
ARTÍCULO 407
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 132, 229, 230, 231, 235, 248,
258, 259 letra h) y 406. Código Penal artículo 11 Nº 9.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
183 Este inciso fue intercalado por el número 30) del artículo 2º de la Ley Nº 20.931, publicada en el Diario Oficial
de 5 de julio de 2016.
184 Este artículo fue sustituido por el número 59) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
grados mínimo a máximo, cualquiera que sea el valor de las especies sustraídas.
Que también es efectivo que al encartado lo favorecen dos circunstancias
atenuantes de responsabilidad, cuales son la irreprochable conducta anterior y la
colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos. Que el sentenciador a
quo, utilizando las atribuciones que al juez le otorgan los artículos 67, 68 y 69 del
Código Penal, rebaja la pena correspondiente al delito en dos grados quedando en
541 días de presidio menor en su grado medio. Que estas atribuciones no pueden
ser utilizadas en la especie, en virtud de lo dispuesto en el artículo 449 del mismo
Código que, como es sabido, reza "Para determinar la pena de los delitos
comprendidos en los Párrafos 1 a 4 bis, con excepción de aquellos contemplados
en los artículos 448, inciso primero, y 448 quinquies, y del artículo 456 bis A, no se
considerará lo establecido en los artículos 65 a 69". Así, entonces, no pudiendo
aplicarse las aludidas reglas de determinación de pena, es necesario acudir al
artículo 407 inciso 4º del Código Procesal Penal, que permite modificar la pena
requerida por el Ministerio Público con el fin de permitir la tramitación del caso
conforme a las reglas del procedimiento abreviado. Esta disposición en lo que
interesa establece "Sin perjuicio de lo establecido en los incisos anteriores, respecto
de los delitos señalados en el artículo 449 del Código Penal, si el imputado acepta
expresamente los hechos y los antecedentes de la investigación en que se fundare
un procedimiento abreviado, el fiscal o el querellante, según sea el caso, podrá
solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los señalados por la ley,...".
Sexto: Que, en consideración a lo expresado precedentemente, y en cumplimiento
de las normas aplicables en la especie, estos sentenciadores, acogiendo lo
expuesto por el Ministerio Público, procederán a elevar la pena impuesta al
sentenciado, a la de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, más
accesorias legales (considerando 6º).
Establecido en el artículo 407 del Código Procesal Penal que el acuerdo para
someter la causa al procedimiento abreviado se puede ejercer "en cualquier etapa
del procedimiento, hasta la audiencia de preparación de juicio oral", no puede
entenderse que "hasta" implique "al inicio" de la audiencia, desde que la palabra
"hasta" da cuenta de un término inclusivo y no exclusivo. En consecuencia, la
solicitud para seguir la causa conforme al procedimiento abreviado puede deducirse
válidamente durante toda la audiencia preparatoria, no estando limitado su ejercicio
a su inicio. La conclusión precedente se ve reafirmada, en primer lugar, porque
cuando el legislador ha querido fijar como oportunidad para la realización de una
actuación procesal el inicio de la audiencia, lo ha señalado expresamente y, en
segundo lugar, porque ello se condice con la mayor flexibilidad que se ha querido
imprimir al nuevo sistema procesal penal. Y no es óbice para concluir como se ha
dicho la circunstancia que la solicitud para seguir el procedimiento abreviado se
haya ejercido una vez reanudada la audiencia preparatoria, por cuanto ésta
constituye una audiencia única, sin que su suspensión y posterior reanudación
altere dicho carácter (considerandos 3º, 4º y 6º).
ARTÍCULO 408
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En efecto, como primera cuestión cabe señalar que cuando la ley permite al
acusador particular requerir una pena superior a la pretendida por el fiscal,
situándola en definitiva en una que excede los cinco años de privación de libertad,
ello no importa per se una supeditación del interés particular del querellante al
general del Estado personificado en el Ministerio Público, puesto que este último ha
sostenido de todas formas la acción, requiriendo el ejercicio de ese poder punitivo,
si bien con un énfasis menor. Otro tanto y de forma aún más intensa ocurre con el
forzamiento de la acusación, en que claramente la ley ha permitido que el interés
particular en la persecución penal se superponga al de toda la sociedad.
Sin perjuicio de lo que se dirá en el párrafo final de este motivo, la ley en parte
alguna faculta al juez de garantía para efectuar una suerte de examen de
plausibilidad exhaustivo de la pretensión que el querellante formula en su acusación
particular para justificar el requerimiento de pena superior al límite del artículo 406
—como sí lo manda de manera bastante más explícita, en cambio, ante la solicitud
para que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado— y que la inteligencia
del tenor del artículo 408 permite razonablemente sostener que el control del juez
debe limitarse a constatar que se ha requerido esa pena superior en razón de la
propuesta de calificación jurídica del hecho, forma de participación o concurrencia
de modificatorias distintas las pretendidas por el Ministerio Público, no debe
olvidarse que conforme lo prevé la letra a) del artículo 261, en esta actuación —la
acusación particular— el querellante puede extender su imputación a hechos
distintos de los contenidos en la propuesta por el fiscal, siempre que hubieren sido
objeto de formalización, y ello evidentemente supone la necesidad de rendir prueba
respecto de esos otros hechos y el procedimiento abreviado excluye por definición
la rendición y valoración de prueba.
ARTÍCULO 409
Intervención previa del juez de garantía. Antes de resolver la solicitud del fiscal,
el juez de garantía consultará al acusado a fin de asegurarse que éste ha prestado
su conformidad al procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que
conociere su derecho a exigir un juicio oral, que entendiere los términos del acuerdo
y las consecuencias que éste pudiere significarle y, especialmente, que no hubiere
sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 1º, 406, 407, 408 y 410.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
3. La infracción al deber de información del artículo 409 del Código Procesal Penal
puede ser enmendada con la declaración de nulidad
ARTÍCULO 410
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 40, 41, 277, 335, 406, 407, 408,
409 y 411.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Control del juez se limita a constatar que se ha requerido esa pena superior en
razón de la propuesta de calificación jurídica del hecho
El artículo 410 inciso 1º del Código Procesal Penal permite al juez de garantía
rechazar la solicitud de procedimiento abreviado cuando, entre otros casos,
considerare fundada la oposición del querellante y que evidentemente esta
expresión que se destaca supone que debe apreciarse, precisamente, el
fundamento, apoyo, soporte o sostén de esa oposición. Sin embargo, la
imposibilidad de prueba en el juicio abreviado impide dar a esta regla otra
inteligencia que no sea únicamente la de entregar al juez de garantía una facultad
de control elemental de plausibilidad de la acusación particular, que permitiría
desatender la oposición sólo en el evento que no lo satisfaga, como acontecería si,
a modo de ejemplo, se requiriera una sanción superior a cinco años de privación de
libertad sobre la base de una aplicación legalmente improcedente de las normas
sobre determinación de la pena o atribuyéndole al acusado hechos distintos de los
que hubieren sido objeto de la formalización de la investigación o no comprendidos
en ella (considerando 4º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 412
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 68, 349, 406, 407, 411, 413 y
415.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
185 Este artículo fue intercalado por el número 7) del artículo único de la Ley Nº 21.004, publicada en el Diario
Oficial de 29 de marzo de 2017.
186 Este inciso fue modificado por la letra c) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de sustituir la expresión "medidas alternativas" por "penas sustitutivas".
Para el correcto funcionamiento del procedimiento abreviado es necesario el
consentimiento del imputado, que se entiende como la aceptación de los hechos
materia de la acusación y de los antecedentes de la investigación; lo que no implica
un reconocimiento de culpabilidad, puesto que aquello es una decisión
jurisdiccional, por lo que un fallo absolutorio es perfectamente posible, sobre todo
cuando el tribunal —considerando los antecedentes— no ha adquirido el estándar
necesario de convicción. Por tanto, el intento del recurrente de controvertir lo
anteriormente señalado, desconoce la esencia del ejercicio jurisdiccional, y restaría
de toda importancia a la instancia de interpretación de los hechos y la calificación
jurídica de los mismos, rol que desempeña el juez de garantía. Todo esto se condice
con lo expresado en el artículo 412 del Código Procesal Penal, que señala que un
hecho de la acusación que no tuviese respaldo en los antecedentes aportados,
deberá ser descartado por el tribunal y no podrá fundar una sentencia condenatoria,
puesto que el sentenciador no queda vinculado por el acuerdo de las partes.
El artículo 412 del Código Procesal Penal dispone que la sentencia condenatoria
no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el fiscal
o el querellante, en su caso. En la especie, si bien la sanción impuesta de
inhabilitación de ejercicio de cargos y oficios públicos es accesoria al delito de que
se trata, aquello no fue solicitado por el Ministerio Público ni por las querellantes,
razón por la cual el tribunal, al aplicar dos condenas de tres años de inhabilidad para
ejercer cargos y oficios públicos, ha excedido el límite de la acusación fiscal,
vulnerando la citada norma, lo que hace la sentencia más gravosa para el
condenado e incluso ha ido contra el principio de congruencia del artículo 341 del
Código Procesal Penal, por cuanto no se condice con los términos de la acusación
(considerando 5º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
Si bien es cierto que el artículo 412 del Código Procesal Penal, sobre el fallo en
el procedimiento abreviado, dispone que debe asignarse una pena dentro del rango
de las solicitadas por el fiscal o el querellante, de todos modos es el tribunal el que
en definitiva determina de acuerdo a los antecedentes del caso la pena que va a
imponer, según el delito que se trate y la participación del inculpado, pudiendo
recorrer toda su extensión, ya que de estar obligado a mantenerse únicamente en
lo solicitado, perdería sentido la jurisdicción y consecuencialmente el procedimiento
abreviado, siendo inoficiosa la intervención del juez. En todo caso, de acuerdo con
el tenor de la disposición mencionada, no pudo haberse impuesto al imputado una
pena menor a la más baja solicitada (considerandos 3º, 5º y 6º).
Dentro del procedimiento abreviado, pese a que exista una parte querellante
particular que solicite una pena superior, es legal y conforme a derecho sujetarse a
una pena menor solicitada por el ente acusador, y dentro del rango de pena
solicitado, aplicar el mínimo, todo siempre dentro del rango de la pena estipulada
para el delito en cuestión.
6. Al juez de garantía le está vedado imponer una pena superior ni más desfavorable
que la requerida por el fiscal
ARTÍCULO 413
La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda
precisión el día desde el cual empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de
detención o prisión preventiva que deberá servir de abono para su cumplimiento.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 37, 45, 297, 342, 348, 412 y 415.
Código Penal: artículos 26 y 31.
ARTÍCULO 414
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 352, 364 y siguientes, 406 y 412.
187Esta letra fue modificada por la letra c) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de sustituir la expresión "medidas alternativas" por "penas sustitutivas".
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 415
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. La norma de reenvío tiene límites, en tanto aquellas deben ser compatibles con
el procedimiento abreviado
Que también interesa dejar claramente establecido que la norma de reenvío del
artículo 415 del Código Procesal Penal, que hace aplicable en lo no previsto en el
título del procedimiento abreviado, las normas comunes del Código y las
disposiciones del procedimiento ordinario, no significa incorporar aquellas
incompatibles con este procedimiento, que tiene como base los antecedentes de la
investigación que son aceptados y cuyo debate tiene las limitaciones ya expresadas,
por lo que también resulta improcedente el veredicto y cualquier otra actuación
propia del juicio oral con relación a la inmediación y a la oralidad, porque obviamente
el estudio de los antecedentes más el reconocimiento de los hechos sirve de
presupuesto para la decisión jurisdiccional (considerando 5º).
ARTÍCULO 416
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 55, 139, 248, 264, 271, 400, 417
y siguientes. Constitución Política: artículos 19 Nºs. 3 y 7, 30 y 58. Código Penal:
artículos 151 y 267. Código de Procedimiento Penal: artículos 433, 442, 611 y
siguientes. Código Orgánico de Tribunales: artículos 50, 63 Nº 4 a) y 96 Nº 2.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El artículo 416 del Código Procesal Penal, en su inciso 1º, se pone en el caso de
un delito de acción penal pública, se exige la existencia de una investigación
completa y cerrada que permitiría al Ministerio Público fundar su acusación, la que
posibilita las etapas siguientes del procedimiento penal que corresponda, en la
eventualidad de aprobarse el desafuero correspondiente por Corte de Apelaciones.
Que, en efecto, si el artículo 274 pide que esté justificada la existencia del delito, y
el artículo 255 exige que esté establecido un hecho con caracteres de delito,
ambas exigencias deben ser necesariamente distintas, y la diferencia ha de ser
de grado. La doctrina estima que el requisito para procesar (art. 274) implica que
existan presunciones suficientes respecto de todos los elementos de la tipicidad
objetiva. Hay que entender, entonces, que para la detención (art. 255) se requiere
menos. Y es a la detención a la que se hace referencia en las normas sobre
desafuero. Pero ciertamente el punto debe solucionarse desde un punto de vista
jurídico, con un criterio claro. No puede simplemente decirse que lo exigido sea
menos que la justificación de los elementos objetivos del tipo, porque eso no dice
nada, y puede llevar a pensar que bastaría una simple sospecha de haberse
cometido un ilícito, y ya vimos que no es así. La respuesta, entonces, sólo puede
ser que para estimar que un hecho reúne los caracteres de delito, tiene que estar
"establecido" un hecho que reúna los elementos centrales del tipo objetivo,
aunque falte alguno de menor entidad o uno que, siendo también fundamental,
pueda ser presumido por la existencia clara de los otros. Con estas exigencias se
concilian las disposiciones de los artículos 255, 611, 612 y 617 del Código de
Procedimiento Penal, en cuanto a qué se requiera para desaforar, en lo que se
refiere a la existencia del hecho punible (considerando 4º).
Que a similar conclusión se llega analizando las normas del Código Procesal Penal,
porque si bien es verdad, como se dijo en estrados, que su artículo 416 autoriza
al fiscal para pedir el desafuero "una vez cerrada la investigación", como requisito
previo a la acusación, no es menos cierto que también debe requerirse cuando
durante el curso de la investigación pretenda el Ministerio Público solicitar contra
el aforado una medida cautelar. Y aunque no puede hacerse un paralelo con los
requisitos de la detención actual, lo cierto es que para pedir una medida cautelar
se requiere, a su turno, formalizar la investigación, trámite que supone que contra
el imputado se dirige una investigación por "uno o más delitos determinados" (art.
229), lo que de nuevo no puede referirse a que el ilícito esté probado, pues
entonces no estaríamos en la etapa de indagación, pero sí que se sepa ya de qué
delito se trate, lo que se logrará cuando se tengan sino todos, al menos la mayoría
de los elementos típicos objetivos del caso en cuestión. Luego, de toda la
legislación sobre el punto parece quedar claro que el desafuero sólo se puede
conceder cuando aparezcan uno o más delitos cuya existencia, al menos en lo
relativo a sus elementos centrales de tipicidad objetiva, esté "establecida", que es
justamente la expresión que al regular la detención, usa el artículo 255 Nº 1 del
Código de Procedimiento Penal, y que desde luego no puede significar que el
hecho esté probado, en términos absolutos, pero sí que existan presunciones a
su respecto (considerando 5º).
Por otra parte, el querellante tampoco hizo uso de la facultad que le confiere el
artículo 400 del Código Procesal Penal, en orden a solicitar en la misma querella la
realización de determinadas diligencias destinadas a precisar los hechos que
configuran el delito, ni ofreció pruebas con ese fin, como lo autoriza el artículo 261
letra c) del mismo Código, por especial remisión de la norma antes citada. Esto
impide a esta Corte formarse el convencimiento necesario para formular la
declaración de que ha lugar a formar causa en contra del diputado. En efecto, de
todo lo expuesto resulta que no existen en la causa antecedentes de los cuales
pueda deducirse que el diputado se sirviera realmente de medios de comunicación
masiva para difundir, a través de ellos, las expresiones injuriosas o calumniosas que
se le imputan y, por consiguiente, en el caso no se dan los presupuestos del hecho
típico descrito en el artículo 29 de la Ley Nº 19.733, antes citado, único invocado
por el querellante para calificar jurídicamente la conducta del querellado
(considerandos 5º, 6º y 7º sentencia Corte Suprema).
Que, con lo señalado, aparece evidente que la resolución que viene en alzada no
se ajusta a lo establecido en la señalada disposición legal, toda vez que como lo ha
señalado el tribunal supremo, debe el desafuero resolverse "con anterioridad a toda
actuación o decisión sobre la querella que se presente contra el ofendido, incluso
antes de que el juez de garantía se pronuncie sobre la admisibilidad de la misma,
sin que haya mediado ninguna investigación y sin que la ley contemple la posibilidad
de producir pruebas ante la Corte de Apelaciones" (considerando 4º).
ARTÍCULO 417
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 129, 130, 131, 416 y 423.
Constitución Política: artículos 19 Nº 7 y 61. Código de Procedimiento Penal:
artículos 260 y siguientes, 611, 614 y 622.
ARTÍCULO 418
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que, por otra parte, el Ministerio Público sostiene, a fojas 232, en síntesis, que
aun si se estima que el inciso segundo del artículo 61 de la Constitución asegura
únicamente el recurso de apelación a favor del aforado, ello no impide que la ley
establezca igual recurso a favor de quien solicita el desafuero, tal como lo ha hecho
el artículo 418 del Código Procesal Penal, por lo cual éste no está en pugna con la
Constitución;
Que esta segunda alegación debe ser también desestimada, por contradictoria
con la anterior, pues, si se ha sostenido que, de acuerdo a su historia fidedigna, es
forzoso concluir que el texto del inciso segundo del artículo 61 de la Constitución
concede el derecho de apelar para ante la Corte Suprema, tanto de la resolución
que concede como de la que rechaza el desafuero de un parlamentario, no es
tolerable sostener, al mismo tiempo, lo contrario; esto es, que si bien la norma en
cuestión establece, efectivamente, que la resolución que puede apelarse es la que
declara haber lugar a la formación de causa, dicho mandato constitucional no impide
que una simple ley pueda ampliar su contenido normativo y establecer que también
puede apelarse la resolución que desecha el desafuero, ampliación que se ha
verificado a través del artículo 418 del Código Procesal Penal;
Que, sin perjuicio de poner de relieve esta contradicción, es ostensible que el
principio de supremacía constitucional, las exigencias de la seguridad jurídica y, en
fin, el sentido común indican que si un precepto constitucional regula con detalle
determinada institución —aún más cuando ella tiene el carácter de especial y
excepcional—, al punto de establecer que cierta resolución puede ser dictada sólo
por un determinado tribunal y ser recurrida sólo ante otro determinado tribunal,
confiriendo con ello, directamente, a ambos tribunales una competencia precisa,
cual es el caso de autos, no cabe sino aceptarse que el sentido de su mandato es
unívoco. Si se controvierte el sentido que surge directamente de su texto, la
discrepancia debe ser resuelta mediante una reforma de la Constitución. Pero no
resulta admisible una proposición interpretativa como la sostenida en estos autos
por los mencionados órganos del Estado, que trasluce la idea de que, existiendo
motivos suficientemente loables, una norma constitucional puede ser "mejorada" a
través de un precepto simplemente legal (considerandos 20º a 23º).
ARTÍCULO 419
ARTÍCULO 420
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 260, 281, 416, 417, 419, 421 y
423. Constitución Política: artículo 19 Nº 3.
ARTÍCULO 421
ARTÍCULO 422
ARTÍCULO 423
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 3º, 264, 271, 416 y siguientes.
Constitución Política: artículos 58 y 113. Código de Procedimiento Penal: artículos
433, 442, 612 a 618, 619 y siguientes.
188 El nombre de este párrafo fue modificado por el número 1) del artículo 2º de la Ley Nº 20.757, publicada en
el Diario Oficial de 14 de junio de 2014, en el sentido de sustituir la expresión "y Gobernadores" por la frase ",
Gobernadores y Presidentes de Consejos Regionales".
189 Este artículo fue modificado por el número 2) del artículo 2º de la Ley Nº 20.757, publicada en el Diario Oficial
de 14 de junio de 2014, en el sentido de reemplazar la conjunción "o" por una coma, e intercalar, entre la palabra
"gobernador" y la coma que le sigue, la frase "o de un presidente de consejo regional".
TÍTULO V QUERELLA DE CAPÍTULOS
ARTÍCULO 424
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 425
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 55, 139, 248, 264, 271, 400 y
416. Código de Procedimiento Penal: artículos 433, 442, 623, 624 y 631. Código
Orgánico de Tribunales: artículos 51, 53, 63 y 66.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 426
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 129, 130, 131, 417, 424 y 425.
Constitución Política: artículos 19 Nº 7, 79, 80, 81, 83 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículos 260 y siguientes, 614 y 623.
ARTÍCULO 427
ARTÍCULO 428
Sin embargo, en el caso a que se refiere el inciso 1º del artículo 425, el juez de
garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral la
que deberá verificarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los
antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la audiencia del juicio oral deberá
iniciarse dentro del plazo de quince días contado desde la notificación del auto de
apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas
generales cuando el imputado lo solicitare para preparar su defensa.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 260, 281, 420, 425, 426 y 429.
Constitución Política: artículo 19 Nº 3. Código de Procedimiento Penal: artículos
623, 630 y 631.
ARTÍCULO 429
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 251, 271, 416 y 421. Código de
Procedimiento Penal: artículos 408, 418, 442, 617, 623 y 632.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que en el artículo 429 del Código Procesal Penal se establecen los efectos de la
sentencia que declara inadmisible la querella de capítulos, indicándose de modo
expreso en ese precepto que: "Si, en el caso del inciso primero del artículo 425, la
Corte de Apelaciones declarare inadmisibles todos los capítulos de acusación
comprendidos en la querella, tal resolución producirá los efectos del sobreseimiento
definitivo respecto del juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio público favorecido
con aquella declaración".
Esa orden está completada en el artículo 430 del mismo cuerpo normativo, que
supone el caso de existir pluralidad de sujetos, en cuyo escenario ordena seguir
adelante en relación con ellos.
ARTÍCULO 430
ARTÍCULO 431
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 6º, 63, 229, 348, 432 y
siguientes. Código de Procedimiento Penal: artículo 635 y siguientes. Código
Orgánico de Tribunales: artículos 6º, 63 y 167. Ley Nº 19.640, Orgánica
Constitucional del Ministerio Público: artículo 27.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
5. Extradición activa
Para que el juez eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario
que conste en el procedimiento el país y lugar en que el imputado se encontrare en
la actualidad.
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 140, 230 y siguientes, 431 y 434.
Código de Procedimiento Penal: artículo 636.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 433
ARTÍCULO 434
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Presupuestos de la solicitud de detención previa
ARTÍCULO 436
ARTÍCULO 437
ARTÍCULO 438
ARTÍCULO 439
ARTÍCULO 440
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
III.- El objeto de la Convención es el auxilio que requiere otro Estado para obtener
antecedentes fidedignos o realizar diligencias de investigación, de notificación y de
ejecución de medidas de aseguramiento de bienes o personas que se encuentren
en su territorio, a causa de delitos que actualmente el Estado requirente se
encuentre investigando o juzgando.
Ahora bien, el artículo 440 del texto procesal penal, relativo a la procedencia de
la extradición, sólo contiene requisitos formales, para su presentación, pero en caso
alguno constituye un acto de clausura de la misma, por la sola circunstancia de que
el extraditado no es habido. La declaración de improcedencia sólo puede tener el
alcance de archivo de los antecedentes, hasta mientras no sea habido. Apareciendo
de los antecedentes que la orden de detención y posterior prisión han sido dictadas
por autoridad con competencia para ello, la acción de amparo debe ser rechazada
(considerando 3º).
ARTÍCULO 441
ARTÍCULO 442
ARTÍCULO 443
ARTÍCULO 444
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
1. Afectación al debido proceso por vulneración del artículo 444 del Código Procesal
Penal
Del examen de los antecedentes puede constatarse que, con posterioridad a la
presentación del formal pedido de extradición y estando ya fijada la audiencia
destinada a recibir las pruebas, el Estado requirente aportó dos testimonios
complementarios y copia de dos sentencias condenatorias respecto de terceros,
antecedentes que claramente no forman parte integrante del pedido de extradición,
sino que vienen a adicionar o mejorar la prueba de cargos, de modo que el Ministerio
Público, como representante de la República de Ecuador, debió ofrecer estas
probanzas con la anticipación prevista en el artículo 444 del Código Procesal Penal,
para luego rendirlas en la audiencia de rigor. Al no hacerlo, ha obstaculizado el
derecho de su contraparte a formular los descargos o defensas u objetar o
contradecir la prueba pretendida, lo que afecta el debido proceso y determina que
tales pruebas carezcan de aptitud e idoneidad para servir de fundamento al fallo
(considerando 13º de la sentencia de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 445
ARTÍCULO 446
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 122 y siguientes, 441, 442 y 447.
Constitución Política: artículo 19 Nº 7. Código de Procedimiento Penal: artículos 251
y siguientes, 646, 648, 649 y 650.
ARTÍCULO 447
ARTÍCULO 448
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 441, 443, 444, 445 y 449. Código
de Procedimiento Penal: artículos 651, 652 y 653.
190Este artículo fue sustituido por el número 60) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
ARTÍCULO 449
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 448, 450, 451 y 452. Código de
Procedimiento Penal: artículos 652, 653, 654 y 655.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Que sobre la base de las disposiciones legales aplicables en la especie, para que
se conceda la extradición pasiva corresponde que, a juicio de la autoridad judicial
chilena, se encuentren probadas y concurran los siguientes presupuestos,
exigencias o circunstancias: a) Demanda de extradición. Se debe confeccionar
formal solicitud de extradición por el Estado extranjero requirente, la que ha sido
enviada y fue elaborada por la magistrado Claudia Patricia Rey Ramírez, la cual se
ha indicado con anterioridad; b) Conducto diplomático. Remisión de la petición o
demanda de extradición y sus antecedentes por la vía diplomática correspondiente
al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Legalización de la documentación
adjunta. Del mismo modo la autoridad competente de Colombia, por conducto
diplomático cursó la solicitud. c) Interposición. La solicitud así formulada se derive
e ingrese en la Corte Suprema de Justicia de Chile, la que fue remitida por el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. d) Identidad personal. Se debe
encontrar determinada la identidad e individualización de la persona requerida, que
en este caso es José Luis Motta Osorio, ciudadano colombiano, ya individualizado
en este procedimiento; e) Ubicación del extraditurus. El individuo requerido se
encuentre en el territorio nacional de Chile, que en este caso igual se encuentra
cumplido, puesto que está sujeto a una medida cautelar personal a disposición del
tribunal; f) Competencia: - Positiva. El Estado requirente debe tener competencia
(material y personal) para juzgar los hechos; - Negativa. i) El Estado requerido debe
carecer de competencia para juzgar los hechos; ii) Las acciones no deben haber
acaecido en su territorio o perpetrándose en dicho Estado, no ser punibles según
su ordenamiento jurídico, respecto del país requerido. Todos estos supuestos están
cumplidos y se ha dejado expresado de manera circunstanciada con anterioridad.
g) Investigación penal: - Positiva. El país que formula el requerimiento debe seguir
investigación por las autoridades competentes de los hechos que motivan la
extradición; - Negativa. En el país requerido no debe existir investigación penal
pendiente por los hechos que motivan la extradición. Se cumplen igualmente tales
presupuestos, por las circunstancias en que ocurrieron las acciones de la justicia
colombiana. h) Legalidad o regularidad internacional. Exista tratado bilateral o
multilateral que rija la materia entre el Estado requirente y el Estado requerido y en
defecto de ellos que se conforme la solicitud a los principios de derecho
internacional. En el evento que se invoque un tratado deberá certificarse la
aprobación y vigencia en el país requirente. Se ha indicado que la materia está
regulada por un tratado bilateral, el cual se encuentra vigente, sin perjuicio de las
disposiciones sobre la tramitación concreta del procedimiento de extradición pasiva
que establece la legislación chilena. i) Verificación judicial en el Estado requirente.
Las autoridades judiciales del país requirente deben haber expedido formal orden
de captura, detención o aprehensión, a lo menos. Los hechos e imputación al
requerido deben determinar que se afecten sus garantías mediante una medida
cautelar personal que asegure su concurrencia al tribunal. Se debe acompañar
copia de la orden de detención o de la sentencia respectiva. En este caso se ha
estimado suficiente la orden de captura para dar lugar a la detención y se han
acompañado sentencias de primera y segunda instancia respecto del requerido; j)
Congruencia. Debe concurrir identidad entre los hechos y delito por el cual se
encuentra imputada o condenada la persona en el Estado requirente y aquellos por
los que se formula el requerimiento. Hay plena coincidencia entre los hechos por los
que fue condenado en primera y segunda instancia Motta Osorio y los que motivan
su solicitud de Extradición. k) Doble punibilidad, doble incriminación o identidad
normativa. Los hechos que motivan la extradición deben constituir un ilícito penal
en el Estado requirente y en el Estado requerido. El país que solicita la extradición
debe acreditar tanto la existencia de las normas que sancionan penalmente los
hechos, como que éstas se encuentran vigentes. Sin perjuicio del análisis específico
que se realizará más adelante, es posible señalar, en general, que en las Repúblicas
de Colombia y Chile se sanciona el homicidio, el homicidio calificado y el parricidio,
siendo esta última la calificación que corresponde considerar, por la causal que
agrava el homicidio en Colombia y que corresponde a la causal específica de
femicidio en Chile. l) Gravedad. Los delitos por los cuales se pide la extradición, que
han sido imputados o por los que se encuentra condenado el requerido, deben tener
una pena privativa de libertad de duración superior a un año tanto en el Estado
requirente como en el Estado requerido. Este requisito se encuentra cumplido por
la extensión de la pena asignada en ambas repúblicas, en que incluso el mínimo de
la pena es superior a un año de penas privativas de libertad, sin perjuicio de lo que
se analizará más adelante. m) Delito extraditable. El ilícito que se le imputare o aquel
por el cual se le hubiere condenado sea de aquellos que autoriza la extradición
según los tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios de
derecho internacional. Esto es, que se encuentre comprendido entre los delitos
previstos por el tratado, no se trata de delitos políticos o el tratado permita su
extradición respecto de ellos y la acción penal y/o la pena no se encuentren
prescritas. El delito imputado a José Luis Motta Osorio es de carácter común y, por
lo mismo, es extraditable. n) Verificación judicial en el Estado requerido. De los
antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría
acusación en contra del imputado por los hechos que se le atribuyen. Este requisito
será analizado con posterioridad, sin perjuicio que los intervinientes coinciden que
en el caso de autos se encuentra con sentencia de segunda instancia y con recurso
de casación pendiente ante la Corte Suprema de Colombia, el cual fue declarado
admisible y se fijó fecha para su discusión. o) Participación: debe atribuírsele la
calidad de autor o cómplice. En relación a este punto el país requirente ha sostenido
los cargos en que Motta Osorio tiene participación en carácter de autor de los
hechos que se le imputan. p) Etapa de desarrollo del delito o iter criminis: debe
encontrarse en un grado de ejecución, desde la tentativa a la consumación. En el
caso de autos la autoridad respectiva imputa una conducta concreta llevada
adelante por Motta Osorio, la cual se encontraría en grado de consumación. Los
expresados razonamientos permiten dar aplicación al Tratado de Extradición que
vincula a las Repúblicas de Chile y Colombia, de 16 de noviembre de 1914
(considerando 5º).
ARTÍCULO 450
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 358, 365 y siguientes, 372, 373
letra a, 374, 451 y 452. Código de Procedimiento Penal: artículos 54, 54 bis, 533,
653, 654 y 655. Código Orgánico de Tribunales: artículo 98.
ARTÍCULO 451
ARTÍCULO 452
ARTÍCULO 453
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 250, 251, 253 y 440. Código de
Procedimiento Penal: artículos 408, 418, 644 y 656.
ARTÍCULO 454
ARTÍCULO 455
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El Título VII del Libro IV del Código Procesal Penal consagra un sistema de
medidas de seguridad que se aplican mediante un procedimiento que responde a la
garantía de juicio previo, encaminado a establecer primero si se cometió o no el
delito atribuido al inimputable y, en segundo lugar, a determinar la peligrosidad de
su autor, la que debe establecerse de acuerdo a un juicio de pronóstico que
determine la posibilidad concreta de que el individuo cometa determinados delitos
en el futuro, como consecuencia de su enfermedad que determina su
inimputabilidad, para verificar a su turno si es necesaria la aplicación de una medida
de seguridad y, en caso de ser así, su clase y condiciones. Ello es producto de la
conceptualización de la medida de seguridad como consecuencia jurídica del
hecho, que suele suponer un contenido aflictivo para el sujeto, en cuanto privación
o restricción de derechos básicos en grado no menor que el castigo fundado en la
culpabilidad por el hecho, de manera que la reacción a este suceso no culpable se
mantiene dentro de la esfera del Derecho Penal. Tal inteligencia del instituto permitió
al legislador procesal penal extender a esta materia el respeto al principio de
legalidad, el de intervención mínima y la exigencia de proporcionalidad entre el
hecho y su consecuencia. Estas mismas particularidades permiten comprender la
exigencia que se formula sobre la necesidad de su aplicación, que impide que ella
se extienda más allá del límite estrictamente necesario para prevenir la peligrosidad
del autor, de manera que si desaparece antes del tiempo máximo dado por la pena
asignada al delito cometido, debe cesar inmediatamente su aplicación, lo que se
fundamenta en los fines preventivo especiales propios del régimen de medidas de
seguridad, por sobre los criterios preventivo generales o de retribución que rigen el
sistema de sanciones fundadas en la culpabilidad (considerando 5º de la sentencia
de la Corte Suprema). En la especie, el juicio oral realizado en contra del imputado
respetó los requisitos sustantivos de aplicación de una medida de seguridad, al
haberse demostrado la existencia del hecho típico y antijurídico y de su participación
en el mismo. Asimismo, el tribunal fue ilustrado, mediante la prueba producida por
las partes consistente en la exposición de expertos sobre la peligrosidad del
acusado, información que fue introducida al juicio mediante los ejercicios propios de
la litigación en un juicio adversarial, sin que se advierta reproche alguno en el
recurso sobre su producción o incorporación. No puede sostenerse, como lo hace
la defensa, que se impuso una medida de seguridad fuera del ámbito de
competencia de los sentenciadores, pues la iniciativa de éstos en orden a llamar a
debatir sobre la procedencia de una tal medida lo fue enmarcado en el estado de la
discusión del juicio, situación a la que fueron conducidos por las partes, de manera
que se imponía abordar el aspecto que finalmente fue zanjado (considerandos 8º y
10º de la sentencia de la Corte Suprema).
2. Acoge recurso de amparo por decretarse una medida de seguridad contra quien
ejecuta acciones que no configuran un ilícito penalmente sancionado
Cabe acoger el recurso de amparo, por ser dictadas fuera de los casos tolerados
por la Constitución y las leyes, las órdenes de internación y detención, libradas
contra un sujeto al cual se le sindica un intento de suicidio, toda vez que ello no
importa el reproche de la comisión de un hecho típico y antijurídico al no encontrarse
el atentado contra la vida de sí mismo sancionado en nuestro sistema punitivo, no
apareciendo antecedentes de la existencia o eventual presencia de ilícitos
penalmente castigados, de manera que no resultan aplicables las normas del
Código Procesal Penal sobre la procedencia de la aplicación de medidas de
seguridad, careciendo de competencia normativa el juez que dictó dichas medidas.
Corte de Apelaciones de Valdivia, 23/07/2007, Rol Nº 226-2007,
Sobre el particular, el artículo 455 del Código Procesal Penal faculta a los jueces
de fondo aplicar una medida de seguridad al enajenado mental que hubiere
realizado un hecho típico y antijurídico y siempre que existieren antecedentes
calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras
personas, dentro de las cuales el artículo 457 del mismo cuerpo legal contempla la
medida de internación en un establecimiento psiquiátrico o su custodia y tratamiento
(considerando 4º).
ARTÍCULO 456
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 166 a 351, 455, 457 y siguientes.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 457
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 458
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 10, 455, 459 y siguientes. Código
Penal: artículo 10 Nº 1.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
3. Caso de inimputabilidad por enajenación mental del imputado. Actitud del tribunal
(...) Que de los antecedentes acompañados a este recurso de amparo y del mérito
de lo informado por la juez recurrida, aparece que el amparado XXX, presentaba
según psicóloga XXX al año 2012, el siguiente diagnóstico: "En base a lo
establecido en el informe, se puede concluir que XXX presenta una estructura de
personalidad psicótica, presentando dificultades en la capacidad para reconocer y
diferenciar los indicadores de realidad, para reconocer las normas consensuales y
para adecuar su comportamiento a ellas". Asimismo, los otros documentos
incorporados por la defensa, dan cuenta, además, de intento de suicidio. Por otra
parte, según aparece del Acta de Audiencia de fecha 2 de noviembre de 2016, se
orden oficiar al Hospital Psiquiátrico Mater Nueva Esperanza, Clínica Ciudad del
Mar y a la psiquiatra XXX en los términos se alados por la defensa. Que de lo
expuesto aparece que se dan en la especie los presupuestos de la norma del
artículo 458 del Código Procesal Penal, esto es, antecedentes que permiten
presumir la inimputabilidad por enajenación mental del imputado, de modo que
corresponde suspender el procedimiento en tanto no se remitieren los informes
requeridos, de modo que el amparo en este aspecto ser acogido, en los términos
que se indican en lo resolutivo (considerando 4º).
Que el juez no se encuentra obligado por los informes allegados por la defensa,
si no crean convicción en el juez respecto de la inimputabilidad por enajenación
mental del imputado, existiendo norma expresa que lo faculta en el sentido que ha
resuelto, como se ha dicho, el artículo 458 del Código Procesal Penal, por lo que
mal puede considerarse que ha errado en su apreciación jurídica y en las facultades
de que estaba investida al resolver del modo que lo hizo (considerando 6º).
ARTÍCULO 459
ARTÍCULO 460
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 248, 250, 252, 455, 457, 461 y
siguientes. Código Penal: artículo 10 Nº 1.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 461
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 248, 259, 261, 455, 458, 460 y
462.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
ARTÍCULO 462
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 36, 258, 461 y 463. Código
Penal: artículo 10 Nº 1.
ARTÍCULO 463
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 285, 289, 455, 458, 460, 462 y
465.
ARTÍCULO 464
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 139 a 156, 455, 457, 458, 462 y
465. Constitución Política: artículo 19 Nº 7.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Si bien el artículo 464 del Código Procesal Penal establece como requisito para
decretar la internación provisional u otra medida cautelar en contra del imputado,
contar con un informe psiquiátrico, ello es atribuible a un vacío legal, pues resulta
expresamente riesgoso ingresar a un imputado evidentemente enajenado mental a
un establecimiento de detención común, como, asimismo, resulta riesgoso
mantener en libertad a una persona que, atendida la gravedad del delito y las
circunstancias de que éste fue cometido, puede constituir un peligro para la
seguridad de terceros y de sí mismo. En la especie, atendido el mérito de los
antecedentes expuestos en estrados y la existencia de condenas anteriores
respecto del amparado en las cuales no se consideró su patología mental,
acreditada con un informe psiquiátrico que da cuenta que sufre de epilepsia crónica
y esquizofrenia, sin indagar acerca de su imputabilidad, cuestión no controvertida
por el ente persecutor, se concluye que mientras no se determine claramente la
enajenación mental del imputado, la imposición de medidas cautelares, debe
sujetarse a las reglas generales, respetando las garantías constitucionales y
salvaguardando el interés general de la sociedad, razón por la cual se sustituye la
cautelar de prisión preventiva por el arresto domiciliario total (considerandos 6º y 7º
de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
ARTÍCULO 465
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 10, 250, 252, 458 y siguientes.
TÍTULO VIII EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS CONDENATORIAS Y
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Párrafo 1º Intervinientes
ARTÍCULO 466
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
191 Este inciso fue modificado por la letra e) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de reemplazar la expresión "y su defensor" por ", su defensor y el delegado
a cargo de la pena sustitutiva de prestación de servicios en beneficio de la comunidad, de libertad vigilada o de
libertad vigilada intensiva, según corresponda".
seguridad, agregando su artículo 481 que estas últimas sólo podrán durar mientras
subsistieren las condiciones que la hubieren hecho necesarias (considerando 2º,
sentencia Corte de Apelaciones). En la especie, el informe evacuado por el SML da
cuenta que el amparado es un joven sin alteración de juicio de realidad, nivel
intelectual normal, con plena capacidad para comprender la ilicitud de sus actos y
las consecuencias de ello, sin patología psiquiátrica que altere su imputabilidad,
elementos que permiten concluir que no podrían subsistir las condiciones que
hicieron necesaria la determinación de la medida de seguridad dispuesta por la
sentencia del tribunal de juicio oral en lo penal, imponiéndose que ello sea discutido
en la audiencia correspondiente, ante el juzgado de garantía competente.
Corresponde, entonces, acoger el recurso de amparo para el sólo efecto que el juez
de garantía competente realice la audiencia correspondiente para determinar, sobre
la base de los informes agregados, la pena cuyo cumplimiento corresponde al
amparado por haber cesado la enajenación mental que lo afectaba (considerando
único de la sentencia de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 467
ARTÍCULO 468
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 147, 348, 467, 469 y 470. Código
de Procedimiento Penal: artículos 373, 504, 509 bis, 672, 673 y 674. Código Penal:
artículo 79. Código Orgánico de Tribunales: artículo 11.
ARTÍCULO 469
192Este inciso fue modificado por la letra f) del artículo 3º de la Ley Nº 20.603, publicada en el Diario Oficial de
27 de junio de 2012, en el sentido de sustituir la expresión "medida alternativa" por "pena sustitutiva".
En los casos de los artículos 366 quinquies, 374 bis, inciso 1º, y 374 ter del Código
Penal, el tribunal destinará los instrumentos tecnológicos decomisados, tales como
computadores, reproductores de imágenes o sonidos y otros similares, al Servicio
Nacional de Menores o a los departamentos especializados en la materia de los
organismos policiales que correspondan.193
ARTÍCULO 470
193 Este inciso fue agregado por el artículo 3º, letra b), de la Ley Nº 19.927, publicada en el Diario Oficial de 14
de enero de 2004.
194 Este inciso fue agregado por el número 61) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
Lo dispuesto en los incisos anteriores no tendrá aplicación tratándose de especies
de carácter ilícito. En tales casos, el fiscal solicitará al juez que le autorice proceder
a su destrucción.195
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 167, 168, 170, 248 letra c), 469
y 471. Código de Procedimiento Penal: artículos 675 y siguientes. Código Orgánico
de Tribunales: artículo 506 y siguientes.
ARTÍCULO 471
Control sobre las especies puestas a disposición del tribunal. En el mes de junio
de cada año, los tribunales con competencia en materia criminal presentarán a la
respectiva Corte de Apelaciones un informe detallado sobre el destino dado a las
especies que hubieren sido puestas a disposición del tribunal.
ARTÍCULO 472
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 52, 342 letra e) y 349. Código de
Procedimiento Civil: artículos 231 y siguientes y 434 y siguientes. Código de
Procedimiento Penal: artículo 500 Nº 7.
195Este inciso fue agregado por el número 61) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
ARTÍCULO 473
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
En la especie, los hechos nuevos que arguye el peticionario vendrían dados por
los avances de la ciencia sucedidos con posterioridad a la sentencia cuya revisión
se persigue, y en base a los cuales no podrían establecerse ni los hechos imputados
ni su participación en los mismos. Específicamente, dichos avances consisten en
que en la actualidad la medicina forense destinada a evaluar o diagnosticar el abuso
sexual infantil sostiene: a) que las lesiones por penetración anal se producen a la
hora 6 del conducto esfinterial —si se examina a la víctima en posición genu-
pectoral o mahometana— y no entre las horas 10 y 1 como señaló el peritaje en que
se afinca el fallo, y b) que no existen indicadores de certeza en la evaluación y
diagnóstico del abuso sexual infantil. Por lo tanto, las conclusiones planteadas en
los informes acompañados por el peticionario deben reflejar avances alcanzados
sólo después de la sentencia cuya revisión se pretende. Sin embargo, que el avance
científico sea ulterior al fallo, no ha sido demostrado de manera alguna, ni siquiera
mencionado por el peticionario. Así, en ninguno de los tres informes allegados a
este proceso de revisión se expresa que las conclusiones a las que arriban sean el
fruto de estudios e investigaciones científicas llevadas a cabo o concluidas con
posterioridad a la época del juicio, o de la creación o descubrimiento con
posterioridad al mismo, de nuevo instrumental o técnicas que permiten descartar
científicamente las conclusiones de los peritos que depusieron en el juicio y que
sirvieron de base a la decisión de los juzgadores. Más bien resulta patente que lo
expuesto en los tres informes es consecuencia de la experiencia acumulada por los
profesionales del área en la observación clínica de los síntomas y signos orgánicos
y emocionales para el diagnóstico de abuso sexual con mucha anterioridad a la
época del juicio en cuestión. Por lo que, al no haber demostrado el peticionario que
los supuestos avances científicos en que funda la pretendida revisión de la condena
hayan ocurrido con posterioridad a la sentencia, los mismos ni siquiera pueden
calificarse como hechos nuevos, extremo sin el cual la acción intentada no puede
prosperar (considerandos 3º a 5 de la sentencia de la Corte Suprema).
Corte Suprema, 5/04/2016, Rol Nº 24086-2016, Cita online: CL/JUR/2239/2016
Conforme al artículo 473 letra d) del Código Procesal Penal, el Máximo Tribunal
podrá rever las resoluciones firmes en que se hubiere condenado a alguien por
crimen o simple delito, para anularlas cuando con posterioridad a esta decisión
ocurriere o se descubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido
durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la
inocencia del sentenciado (considerando 1º de la sentencia de revisión). En la
especie, resultó acreditado que el interviniente fue condenado como autor de un
delito, en circunstancias que, con posterioridad a la ejecutoriedad del fallo, se
determinó que aquél era inocente de tales cargos, puesto que había sido suplantado
por una tercera persona. Por consiguiente, y atendiendo a que la acción de revisión
ha sido establecida por el legislador para obtener la invalidación de una decisión
firme o ejecutoriada y lograr con ello que la justicia prime por sobre la seguridad
jurídica configurada por la cosa juzgada, corresponde acoger la acción de revisión,
anular el fallo impugnado y dictar uno de reemplazo, absolviendo al sentenciado de
la acusación (considerandos 4º y 5º de la sentencia que acoge la acción de revisión
y 1º y 5º de la sentencia de reemplazo).
5. Acoge recurso de revisión fundado en la causal de la letra d) del artículo 473 del
Código Procesal Penal
El artículo 473 letra d) del Código Procesal Penal consagra en favor de la Corte
Suprema la facultad de rever las sentencias firmes en que se hubiere condenado a
una persona por crimen o simple delito, para dejarlas sin efecto, cuando después
de la sentencia condenatoria, se descubriese algún hecho o documento
desconocido durante el proceso que fuere de tal naturaleza que bastare para
establecer la inocencia del condenado.
En conformidad al artículo 475 del Código Procesal Penal, se han hecho llegar
los siguientes documentos, los cuales en este caso han sido útiles para obtener la
revisión en forma satisfactoria: copia autorizada de la sentencia definitiva que se
pretender anular, copia autorizada de la sentencia que condenó a la verdadera
culpable por el delito de usurpación de nombre, comprobante de bloqueo de cédula
y constancia de pérdida de la misma y el certificado de antecedentes que da cuenta
de la situación en comento (considerando 1º).
El artículo 473 letra d) del Código Procesal Penal dispone que la Corte Suprema
podrá rever las resoluciones firmes en que se hubiere condenado a alguien por
crimen o simple delito, para anularlas cuando con posterioridad a esta decisión
ocurriere o se descubriere algún hecho o apareciere algún documento desconocido
durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la
inocencia del sentenciado. Para que se configure esta causal, los antecedentes
deben ser de tal naturaleza graves y suficientes para demostrar la inocencia del
condenado, que de haberse conocido durante la sustanciación del proceso habrían
determinado seguramente su absolución (considerandos 1º y 2º de la sentencia de
nulidad). En el caso de autos, los elementos fundantes de la acción de revisión
constituyen hechos nuevos, desconocidos durante el pleito, que se descubrieron
con posterioridad al pronunciamiento condenatorio, medios todos que son bastantes
para comprobar la inocencia del condenado. En efecto, se condenó al recurrente de
revisión como autor del delito de robo con violencia, en circunstancias que, con
posterioridad a la ejecutoriedad de dicho fallo, se determinó que la víctima en
diversas instancias —radio, televisión y prensa escrita, ante el Ministerio Público y
la familia del condenado, por escrito en carta dirigida al Presidente de la Corte
Suprema y frente al propio sentenciado— ha reconocido el error en que incurrió en
el reconocimiento del autor del delito que le afectó, imputándoselo a una persona
diversa de la que lo cometió, a quien reconoció con posterioridad en su lugar de
trabajo, momento en que el sentenciado se hallaba privado de libertad, lo que
excluye toda posibilidad de confusión. Si tales antecedentes hubiesen sido
ponderados por los magistrados del tribunal de juicio oral en lo penal, no habrían
llegado a la certeza condenatoria que legitimó en su oportunidad la dictación de la
sentencia cuya revisión se ha pedido, dictando por el contrario sentencia de
absolución. Por lo demás, las circunstancias en que la víctima reconoció al
verdadero autor del delito hacen más comprensibles los argumentos que descartan
el móvil del robo, por cuanto el condenado a la fecha de ocurrencia de los hechos
contaba con un buen trabajo y sueldo estable, lo que habría arriesgado por sustraer
treinta mil pesos, siendo decidor, asimismo, el rechazo al juicio abreviado propuesto
por el Ministerio Público y el apoyo familiar y de la comunidad que lo conoce, que
no cree posible la conducta que se le reprocha, de todo lo cual se desprenden
presunciones que justifican aún más las nuevas declaraciones de la víctima
(considerandos 5º y 6º de la sentencia de nulidad).
ARTÍCULO 474
196 Este artículo fue modificado por el numeral v) del artículo 40 de la Ley Nº 20.830, publicada en el Diario
Oficial de 21 de abril de 2015, en el sentido de reemplazar la frase "o por el cónyuge," por ", o su cónyuge o
conviviente civil,".
El texto de este inciso anterior a su entrada en vigencia era el siguiente:
"Artículo 474. Plazo y titulares de la solicitud de revisión. La revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en
cualquier tiempo, por el ministerio público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o
hermanos de éste. Asimismo, podrá interponer tal solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus herederos,
cuando el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria".
Concordancias: Código Procesal Penal: artículo 475. Código de Procedimiento
Penal: artículos 658 y 659.
ARTÍCULO 475
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 358, 473, 474 y 476. Código de
Procedimiento Penal: artículos 657, 658 y 659. Código Orgánico de Tribunales:
artículo 398.
ARTÍCULO 476
Sin embargo, el artículo 476 del Código Procesal Penal prescribe que no podrán
probarse por testigos los hechos en que se funda la solicitud de revisión,
proscripción perentoria que se mantiene vigente aunque se escriture tal testimonio,
y en esa forma se presente a esta Corte, tal como ha ocurrido en estos autos.
ARTÍCULO 477
Concordancias: Código Procesal Penal: artículos 155, 156, 355 y 473. Código de
Procedimiento Penal: artículos 657 y 661. Ley Nº 19.734, que deroga la pena de
muerte.
ARTÍCULO 478
197Este inciso fue modificado por el artículo 62 de la Ley Nº 19.806, publicada en el Diario Oficial de 31 de mayo
de 2002.
Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado quien
hubiere solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de inmediato sobre la
procedencia de la indemnización a que se refiere el artículo 19, Nº 7, letra i), de la
Constitución Política.
ARTÍCULO 479
ARTÍCULO 480
ARTÍCULO 481
Se entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de
privación o restricción de libertad que la ley prescribiere para el delito o delitos por
los cuales se hubiere dirigido el procedimiento en contra del sujeto enajenado
mental, formalizado la investigación o acusado, según correspondiere.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
El Título VII del Libro IV del Código Procesal Penal consagra un sistema de
medidas de seguridad que se aplican mediante un procedimiento que responde a la
garantía de juicio previo, encaminado a establecer primero si se cometió o no el
delito atribuido al inimputable y, en segundo lugar, a determinar la peligrosidad de
su autor —la que debe establecerse de acuerdo a un juicio de pronóstico que
determine la posibilidad concreta de que el individuo cometa determinados delitos
en el futuro, como consecuencia de su enfermedad que determina su
inimputabilidad—, para verificar a su turno si es necesaria la aplicación de una
medida de seguridad y, en caso de ser así, su clase y condiciones. Ello es producto
de la conceptualización de la medida de seguridad como consecuencia jurídica del
hecho, que suele suponer un contenido aflictivo para el sujeto, en cuanto privación
o restricción de derechos básicos en grado no menor que el castigo fundado en la
culpabilidad por el hecho, de manera que la reacción a este suceso no culpable se
mantiene dentro de la esfera del Derecho Penal. Tal inteligencia del instituto permitió
al legislador procesal penal extender a esta materia el respeto al principio de
legalidad, el de intervención mínima y la exigencia de proporcionalidad entre el
hecho y su consecuencia. Estas mismas particularidades permiten comprender la
exigencia que se formula sobre la necesidad de su aplicación, que impide que ella
se extienda más allá del límite estrictamente necesario para prevenir la peligrosidad
del autor, de manera que si desaparece antes del tiempo máximo dado por la pena
asignada al delito cometido, debe cesar inmediatamente su aplicación, lo que se
fundamenta en los fines preventivo especiales propios del régimen de medidas de
seguridad, por sobre los criterios preventivo generales o de retribución que rigen el
sistema de sanciones fundadas en la culpabilidad (considerando 5º de la sentencia
de la Corte Suprema).
ARTÍCULO 482
ARTÍCULO 483
Aplicación de las disposiciones del Código. Las disposiciones de este Código sólo
se aplicarán a los hechos acaecidos con posterioridad a su entrada en vigencia.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Las disposiciones del Código Procesal Penal sólo se aplican a los hechos
acaecidos con posterioridad a su entrada en vigencia, por lo que, respecto a los
delitos complejos o de ejecución sostenida en el tiempo, para poder determinar la
legislación aplicable en cuanto al procedimiento y el tribunal competente, se deberá
atender al principio de ejecución del ilícito.
2. Las normas del Código Procesal Penal sólo resultan aplicables para los hechos
acaecidos con posterioridad a su entrada en vigencia, en el respectivo territorio
jurisdiccional
3. Disposiciones del Código Procesal Penal sólo resultan aplicables a los hechos
acaecidos con posterioridad a su entrada en vigencia
El artículo 483 del Código Procesal Penal establece que sus disposiciones sólo
resultan aplicables a los hechos acaecidos con posterioridad a su entrada en
vigencia, esto es, entre los años 2000 y 2005, conforme a la calendarización antes
aludida. Sigue a ello indicar que el artículo 7º transitorio de la Ley Nº 19.665 previó,
de modo explícito, que se mantiene la competencia de los juzgados del crimen para
el juzgamiento de los hechos acontecidos con antelación a los lapsos mencionados
(considerando 3º de la sentencia de la Corte de Apelaciones).
198En
consecuencia, regirá para las regiones de Coquimbo y de la Araucanía,
desde el 16 de diciembre de 2000; para las regiones de Antofagasta, Atacama y del
Maule, desde el 16 de octubre de 2001; para las regiones de Tarapacá, de Aisén
del General Carlos Ibáñez del Campo y de Magallanes y de la Antártica Chilena,
desde el 16 de diciembre de 2002; para las regiones de Valparaíso, del Libertador
General Bernardo O'Higgins, del Bío Bío y de Los Lagos, desde el 16 de diciembre
de 2003, y para la Región Metropolitana de Santiago, desde el 16 de junio de 2005.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
Las normas del Código Procesal Penal no podrán ser invocadas en un territorio
jurisdiccional en que dicho cuerpo legal no hubiere comenzado a regir conforme al
artículo 4º transitorio de la Ley Nº 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio
Público.
ARTÍCULO 485
198 Este inciso fue modificado por el artículo 2º de la Ley Nº 19.919, publicada en el Diario Oficial de 20 de
diciembre de 2003, en el sentido de sustituir la frase "16 de diciembre de 2004" por "16 de junio de 2005". Con
anterioridad, este inciso sustituyó a los antiguos incisos 2º y 3º, en virtud de lo dispuesto por el artículo 2º, Nº 2,
de la Ley Nº 19.762, publicada en el Diario Oficial de 13 de octubre de 2001.
competencia de los tribunales nacionales. Asimismo, se aplicará a las solicitudes de
asistencia de autoridades competentes de país extranjero que digan relación con
hechos ocurridos con posterioridad al 16 de diciembre de 2000.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA
199Este artículo fue sustituido por el número 62) del artículo 1º de la Ley Nº 20.074, publicada en el Diario Oficial
de 14 de noviembre de 2005.
Corte Suprema, 19/12/2005, Rol Nº 6292-2005,
En razón de lo anterior y por carecer el señor fiscal nacional del Ministerio Público
de la facultad de intervenir como tal en procedimientos legales relativos a delitos
cometidos antes del 16 de junio de 2005 en la Región Metropolitana, la investigación
de los delitos y la tramitación de las causas relativas a estos delitos cometidos en el
extranjero pero sometidos a la legislación nacional, debe hacerse con arreglo a las
normas contenidas en el Código de Procedimiento Penal.
ARTÍCULO TRANSITORIO