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CASO N° 01

“A” renunció a la legítima de su esposo “B”, habiéndose declarado herederos


conjuntamente con su dos hijos “C” y “D”. Sin embargo, los hijos pretenden efectuar
la división de la herencia en sumas de dinero equitativamente, pretendiendo para ello,
vender la única casa de la familia que constituye la herencia que asciende a S/. 120.
000. ¿Podría o no “A” solicitar el derecho de habitación o usufructo a fin de evitar
que el inmueble en que vivió durante los años de matrimonio con su marido sea
vendido por los hijos? ¿Cuánto le correspondería heredar a cada uno en caso de
proceder a optar “A” por el derecho de habitación. ¿Cómo queda la parte de la
herencia que es objeto de renuncia?, ¿Procederá representación sucesoria, sabiendo
que “A”, tiene aún padres y un hermano sobreviviente?

DESARROLLO

Previo a responder las preguntas planteadas, haremos primero un esquema del caso para
su mejor compresión

Cónyuge CAUSANTE
supérstite “A” “B”

Bien que constituye la


Hijo “C” herencia valorizado Hijo “D”
en S/. 120 000
CONCEPTOS PREVIOS

1. El derecho de habitación vitalicia del cónyuge supérstite (Artículo 731° del


Código Civil)

El artículo 731° del Código Civil, refiere que cuando el cónyuge sobreviviente y
si fuera el caso, el sobreviviente de la unión de hecho, concurran con otros
herederos, y sus derechos por concepto de legítima y gananciales, no alcancen el
valor necesario para que les sea adjudicada la casa habitación en que existió el
hogar conyugal, dicho cónyuge podrá optar por el derecho de habitación en forma
vitalicia y gratuita sobre la referida casa. En este sentido, para la procedencia del
derecho son requisitos:

 Que el cónyuge o concubino sobreviviente concurra con otros sucesores,


puesto que si fuera el único heredero, no tendría sentido la figura, en tanto
que se convertiría en propietario del inmueble, con todas las facultades
que concede el dominio.
 Que el acervo sucesorio esté integrado por un solo inmueble habitable.1
 Que el inmueble haya constituido el hogar conyugal al tiempo de la
apertura de la sucesión, ya que el fin de la ley es proteger al cónyuge que
está viviendo en esa casa, para que pueda seguir habitándola.

2. Derecho de usufructo del cónyuge supérstite (Artículo 732° del Código Civil)

Respecto a este punto, se contempla la posibilidad de que el beneficiario del


derecho de habitación que se encuentre en precariedad económica, pueda obtener
a través del arriendo, una forma de sustento. En efecto, el artículo 732° del Código
Civil señala, que si el cónyuge sobreviviente o el concubino supérstite, no
estuvieran en situación económica, que le permita sostener los gastos de la casa
habitación, podrá con autorización judicial, darla en arrendamiento, percibir para

1
MAFFIA, Jorge. Citado por AGUILAR LLANOS, Benjamín. Manual de Derecho de Sucesiones. Edit.
Pacífico Editores S.A.C. 1ra Ed. Lima-Perú. 2014. Pág. 267.
sí la renta, y ejercer sobre la diferencia existente entre el valor del bien y el de sus
derechos por concepto de legítima y gananciales, los demás derechos inherentes
al usufructuario.

Sobre este punto, llama la atención que el derecho de habitación por su carácter
de personalísimo, no permita sobre él ningún acto jurídico, tal como lo señala el
artículo 1029° del Código Civil. Sin embargo, se debe considerar que el cónyuge
o sobreviviente de la unión de hecho, al haber variado su situación por la muerte
de su consorte o compañero, no se encuentre en posibilidades de atender los gastos
naturales de todo inmueble, por lo que en atención a ello y contraviniendo a la
sustancia del derecho, el legislador ha permitido que sobre él recaiga un acto
jurídico, permitiendo al cónyuge sustituir el derecho real de habitación, por el
usufructo del referido inmueble con autorización judicial.

3. Representación sucesoria (Artículo 681° del Código Civil)

La sucesión por representación o representación sucesoria, implica que el primer


llamado a la herencia no sea hábil para heredar al causante, por lo que la ley
convoca a sus descendientes, quienes ocupan el lugar y el grado del representado
y recogen la herencia que le hubiera correspondido a este de no haber premuerto,
renunciado o haber sido excluido de la herencia por indignidad o desheredación.
2

ANÁLISIS DEL CASO

a) Sobre el derecho de habitación o usufructo que solicita “A”, esposa del causante
“B”, para que sus hijos “C” y “D”, quienes pretenden efectuar la división de la
herencia en sumas de dinero equitativamente, pretendiendo para ello vender la
única casa de la familia que constituye la herencia que asciende a S/. 120. 000,
debemos señalar que:

2
AGUILAR LLANOS, Benjamín. Ob. Cit. Pág. 103.
“A”, tras haber renunciado a la legítima que por derecho le correspondía, solo
puede reclamar los gananciales al haber sido cónyuge de “B”, los cuales ascienden
a S/. 60. 000, perdiendo su derecho a la legítima. Entonces, en este caso el derecho
de habitación recae en S/. 60. 000, que viene a ser la diferencia entre el valor del
inmueble (S/.120. 000), y la suma que de lo que representa la legítima (S/.0.00) y
los gananciales del cónyuge supérstite (S/.60.000).

Legítima Gananciales
S/. 60.000
S/. (0.00) S/. 60.000

Valor de la casa G+L D° de habitación


S/. 120. 000 S/. 60.000 S/. 60.000

Por lo tanto, al no cubrir la suma de los derechos de legítima más los gananciales
el valor de la casa que asciende a S/. 120. 000 y no pudiendo “A” adjudicarse la
casa, la ley le faculta a esta, ejercer el derecho de habitación, otorgándole la
posibilidad de seguir viviendo en ella en forma vitalicia y gratuita, aunque esto
implique que los herederos “C” y “D”, quienes concurren con el heredero
supérstite vean suspendidos su derecho de partición dela herencia (S/. 30. 000 para
cada uno) hasta que se extinga el derecho de habitación del cónyuge supérstite.
Sin embargo, como señala Aguilar Llanos, esto no implica que los herederos
pierdan sus derechos, sino que tales sucesores no puedan ver efectivizados sus
derechos sucesorios vía la venta del inmueble, ya que los mismos están
representados en la casa, objeto del derecho de habitación. 3

Es así, que la realización de esos derechos se suspenden en cuanto a su ejecución,


ya que el derecho de habitación al tener la condición legal de patrimonio familiar

3
AGUILAR LLANOS, Benjamín. Ob. Cit. Pág. 257-258.
persigue proteger a los miembros de una familia, respecto de la casa habitación
en donde viven, garantizándoles permanencia en él, lo que implica que no se
pueda embargar, hipotecar, rematar ni disponer del inmueble, por lo que los
herederos forzosos “C” y “D” no podrán efectivizar sus derechos hasta que se
extinga el derecho de habitación de “A”. Sin embargo, el artículo 732° del Código
Civil, señala las formas como se extingue este derecho: por muerte del cónyuge
supérstite, contraer nuevo matrimonio, ingresar a un concubinato o por renunciar
a ella.

En esta misma línea debemos señalar, que la inspiración del legislador tiene
motivaciones asistenciales, ya que el fundamento de la norma es evitar la partición
y como consecuencia de ella, la adjudicación del inmueble constituido por el
hogar conyugal a persona distinta al cónyuge sobreviviente. Así, como refiere
Zannoni, se pretende impedir que el cónyuge supérstite quede sin habitación al
producirse el fallecimiento de su consorte en virtud de su concurrencia con otros
herederos con quienes deba compartir el inmueble, quienes en la mayoría de los
casos, exigen la venta del mismo para percibir su legítima o alícuota, o bien para
pagar las costas, quedando el cónyuge supérstite sin habitación.4

Ahora, en lo que respecta a la representación sucesoria que podrían alegar los


padres y el hermano de “A”, tras esta haber renunciado a la legítima que le
correspondía, debemos señalar que resulta improcedente, ya que tal y como
establece el artículo 681° del Código Civil, “Por representación sucesoria los
descendientes tienen derecho a entrar en el lugar y en el grado de su ascendiente,
a recibir la herencia que a este correspondería si viviese, o la que hubiera
renunciado o perdido por indignidad o desheredación”.

Asimismo, la CAS. N° 5307-2006-Lima, El Peruano, 03-07-2007, p. 19937,


refiere que “…La representación sucesoria es el derecho que poseen los

4
ZANNONI, Eduardo A. Citado por FERRERO COSTA, Augusto y otros. Código Civil Comentado.
Tomo IV. Gaceta Jurídica. Pág. 307.
descendientes de un heredero premuerto a concurrir a la masa hereditaria del
causante en el lugar que aquel ocuparía; y siendo la representación un caso de
excepción al principio de mejor derecho solo opera cuando está expresamente
previsto por ley…”

Por lo tanto, los padres y el hermano de “A”, no podrían reclamar la herencia por
representación, sino que más bien el monto equivalente a la renuncia, pasaría a
formar parte de la legítima de sus hijos “C” y “D”, acreciendo el monto de la
legítima que les correspondería a cada uno. El cual asciende a la suma de S/. 30.
000 para cada hijo, si el inmueble es vendido luego de haberse extinguido el
derecho de habitación de “A”.

CASA
S/. 120.000

Gananciales de “A” Legítima


S/. 60. 000 S/. 60.000

“A” “C” “D”


S/20. 000 S/.20. 000 S/.20. 000

RENUNCIA S/.30.000 S/.30.000

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