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El mito de Calisto

Calisto era una bella ninfa de Artemisa, la diosa de la caza. Era fiel a la diosa y prometió no amar a ningún
hombre. Estaba entregada a la caza, a la vida salvaje y no se preocupaba por peinarse ni decorar sus prendas.
Sujetaba su vestido con apenas un broche y con una cinta, su descuidado cabello. Llevaba en sus manos un arco o
una jabalina, con lo que honraba a la diosa de la caza. De todas las ninfas, era la más protegida por Artemisa, pero
ningún privilegio es duradero.
Zeus a pesar de estar casado con Hera, siempre andaba persiguiendo y conquistando con engaños a las jóvenes
más hermosas.
Un día, Zeus desde el Olimpo vio a Calisto, cuando volvía de la caza con el resto de ninfas de Artemisa .Se
enamoró de ella y sin pensarlo, tomó la figura y las prendas de Artemisa y fue junto a Calisto. Le preguntó:
-"¿En qué bosques has estado cazando?"
Calisto comenzó a contarle sus mejores cacerías y cuando Zeus vio que estaba totalmente confiada, se transformó
nuevamente en él y rápidamente la besó.
Ella que no quería amores con ninguno, intentó retirarse de mil modos, pero no lo logró.
Una noche, Artemisa y las ninfas se bañaban en un manantial y Calisto fue invitada a bañarse con ellas. Intentó
evitarlo para que no vieran su vientre redondo, pero Artemisa se lo ordenó y tuvo que hacerlo. Cuando la diosa vio
que estaba embarazada supo que había incumplido su promesa. Le dijo que se fuese lejos de allí así que, Calisto
tuvo que huir.
Cuando Hera se enteró de que Calisto había tenido un niño sano y fuerte llamado Arcas, sintió que su paciencia
había llegado al límite y habló con la ninfa, diciéndole que le arrebataría esa figura por la que se gustaba a sí misma y
gustaba a su marido.
En los brazos de Calisto comenzó a crecer pelo negro, sus manos de curvaron y se alargaron en uñas ganchudas.
Sus piernas ahora eran patas y su boca se transformó en un feo hocico. Además, para que no pudiese decir nada, la
dejó sin voz. La había transformado en un oso.
Calisto andaba viviendo por el bosque mientras que su hijo Arcas seguía creciendo sin saber que había sido de su
madre, deseándola conocerla.
Un día, Arcas estaba eligiendo un lugar para cazar en el monte cuando fue visto por su madre. Calisto emocionada
no pude contenerse y se acercó a él. Arcas aterrorizado huyó, pero Calisto lo seguía y Arcas decidió lanzarle una
lanza.
Zeus viendo lo que iba a suceder, impidió el crimen enviando un torbellino que los arrancó de la tierra y los
transportó al espacio. Allí, Calisto y Arcas se transformaron en dos constelaciones. Por eso, por la noche, brillan en el
cielo la Osa Mayor y la Osa Menor.

El mito de Calisto

Calisto era una bella ninfa de Artemisa, la diosa de la caza. Era fiel a la diosa y prometió no amar a ningún
hombre. Estaba entregada a la caza, a la vida salvaje y no se preocupaba por peinarse ni decorar sus prendas.
Sujetaba su vestido con apenas un broche y con una cinta, su descuidado cabello. Llevaba en sus manos un arco o
una jabalina, con lo que honraba a la diosa de la caza. De todas las ninfas, era la más protegida por Artemisa, pero
ningún privilegio es duradero.
Zeus a pesar de estar casado con Hera, siempre andaba persiguiendo y conquistando con engaños a las jóvenes
más hermosas.
Un día, Zeus desde el Olimpo vio a Calisto, cuando volvía de la caza con el resto de ninfas de Artemisa .Se
enamoró de ella y sin pensarlo, tomó la figura y las prendas de Artemisa y fue junto a Calisto. Le preguntó:
-"¿En qué bosques has estado cazando?"
Calisto comenzó a contarle sus mejores cacerías y cuando Zeus vio que estaba totalmente confiada, se transformó
nuevamente en él y rápidamente la besó.
Ella que no quería amores con ninguno, intentó retirarse de mil modos, pero no lo logró.
Una noche, Artemisa y las ninfas se bañaban en un manantial y Calisto fue invitada a bañarse con ellas. Intentó
evitarlo para que no vieran su vientre redondo, pero Artemisa se lo ordenó y tuvo que hacerlo. Cuando la diosa vio
que estaba embarazada supo que había incumplido su promesa. Le dijo que se fuese lejos de allí así que, Calisto
tuvo que huir.
Cuando Hera se enteró de que Calisto había tenido un niño sano y fuerte llamado Arcas, sintió que su paciencia
había llegado al límite y habló con la ninfa, diciéndole que le arrebataría esa figura por la que se gustaba a sí misma y
gustaba a su marido.
En los brazos de Calisto comenzó a crecer pelo negro, sus manos de curvaron y se alargaron en uñas ganchudas.
Sus piernas ahora eran patas y su boca se transformó en un feo hocico. Además, para que no pudiese decir nada, la
dejó sin voz. La había transformado en un oso.
Calisto andaba viviendo por el bosque mientras que su hijo Arcas seguía creciendo sin saber que había sido de su
madre, deseándola conocerla.
Un día, Arcas estaba eligiendo un lugar para cazar en el monte cuando fue visto por su madre. Calisto emocionada
no pude contenerse y se acercó a él. Arcas aterrorizado huyó, pero Calisto lo seguía y Arcas decidió lanzarle una
lanza.
Zeus viendo lo que iba a suceder, impidió el crimen enviando un torbellino que los arrancó de la tierra y los
transportó al espacio. Allí, Calisto y Arcas se transformaron en dos constelaciones. Por eso, por la noche, brillan en el
cielo la Osa Mayor y la Osa Menor.

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