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Perfiles Educativos

ISSN: 0185-2698
perfiles@unam.mx
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación
México

Díaz Barriga Arceo, Frida


Aportaciones de las perspectivas constructivista y reflexiva en la formación docente en el bachillerato
Perfiles Educativos, vol. XXIV, núm. 98, 2002, pp. 6-25
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13209802

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A R T Í C U L O S

Aportaciones de las perspectivas


constructivista y reflexiva en la formación
docente en el bachillerato
FRIDA DÍAZ BARRIGA ARCEO*

Se parte de la premisa de que la formación del docente para el bachillerato trasciende


la capacitación puntual en métodos y técnicas docentes, puesto que debe conducir
a una reflexión crítica sobre la propia práctica y a una toma de postura y producción
propias que permitan generar un saber didáctico integrador. A partir de lo anterior,
en este artículo se analizan algunos de los principios y líneas de trabajo relativos al ámbito
de la formación y práctica profesional de los enseñantes que se derivan de las posturas
constructivista y crítico-reflexiva. Se toman como ideas rectoras la concepción del profesor
como un profesional reflexivo, la reivindicación de su labor como intelectual de la docencia,
así como la afirmación de que el docente ejerce una importante función de mediación entre
el conocimiento y el aprendizaje del estudiante. El trabajo se sustenta en una experiencia
de investigación educativa y formación docente conducida con profesores del área histórico-
social en el nivel bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM.

Starting from the premise that the training of higher secondary education courses school teachers goes
far beyond an isolated training in teaching methods and techniques, since it has to lead to a reflection
upon the practice itself and to assume a position and a production attitude that makes feasible the generation
of a comprehensive didactical knowledge, this article analyses some of the principles and guidelines related to the
domain of the teachers’ professional training and practices which derive from the constructivist and critical-reflexive
postures. The governing ideas are the conception of teacher as a reflexive professional, the reappraisal of his labor
as an intellectual of teaching and the assertion that the teacher has a very important mediation function
between knowledge and the student’s learning. The ground for this article consists in an educational
research and teachers’ training trial made with professors from the historical-sociological area
from higher secondary education at the UNAM’s Colegio de Ciencias y Humanidades.

Constructivismo / Enseñanza reflexiva / Aprendizaje de la historia / Formación docente / Bachillerato


Constructivism / Reflexive teaching / Learning of history / Teachers´ training / High school

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Aportaciones de las perspectivas constructivista y reflexiva... Frida Díaz Barriga Arceo (2002), vol. XXIV, núms. 97-98, pp. 6-25

EL SENTIDO DE LA FORMACIÓN toria particular. De ahí que la formación


DE LOS DOCENTES docente sea un proceso continuo y com-
plejo, que no puede resolverse únicamen-
En las últimas décadas ha cobrado gran te mediante el aprendizaje de teorías
relevancia la institucionalización de los pedagógicas o psicológicas en abstracto o
procesos de formación de los docentes en por el entrenamiento de competencias
servicio en el nivel bachillerato, ante la puntuales descontextuadas. En nuestro
necesidad de profesionalizar para el ejer- caso, nos adherimos a la definción que
cicio de la docencia a personas que casi plantea Marcelo, quien concibe la forma-
nunca se han formado de origen para la ción docente como:
misma. Sin embargo, el sentido mismo
de qué entendemos por formación docen- El proceso sistemático y organizado mediante
te y cómo debe conducirse ésta han sido el cual los profesores en formación o en ejerci-
objeto de controversia. En principio, po- cio se implican, individual o colectivamente,
demos estar de acuerdo con diversos en un proceso formativo que, de forma crítica
autores cuando se afirma que la forma- y reflexiva, propicia la adquisición de conoci-
ción docente, en un sentido amplio, va mientos, destrezas y disposiciones que contri-
más allá de las actividades de entrena- buyen al desarrollo de su competencia profe-
miento o capacitación puntual para el sional (Marcelo, 1989, p. 30).
trabajo, en este caso, para el ejercicio de
la docencia como labor profesional. Esto Aunque no es el propósito de este tra-
no implica desconocer el valor que pue- bajo hacer un recorrido histórico ni un
dan tener dichas actividades de capacita- recuento de los modelos de formación
ción o entrenamiento, sino que nos per- docente en nuestro medio, es evidente
mite situarlas en planos diferentes. Es que éstos han recibido la influencia de los
en las ideas de Agnes Heller (1977), que paradigmas psicológicos o pedagógicos
encontramos una visión amplia del sen- prevalentes en un momento determinado
tido que toma el proceso de formación de y que han estado sujetos tanto a los vai-
una persona, ya que a juicio de la autora, venes de la política educativa como a los
la verdadera formación lleva implícita el dictados de los organismos internaciona-
desarrollo de las potencialidades de dicha les. Lo que aquí nos interesa es más bien
persona, las que se pondrán a disposición identificar algunas tendencias pedagógi-
de otras personas en la relación social cas o educativas prevalentes en dichos
cotidiana y en los distintos ámbitos en modelos de formación de los enseñantes.
que convive o se desempeña. En este sentido, Ferry (1991) identifi-
Lo anterior remite a la consideración ca muy acertadamente algunas de dichas
de que la formación profesional del pro- tendencias. Postula que la formación de
fesor no es posible escindirla de la per- los enseñantes, orientada a detectar y
sona que interactúa en un medio social transformar sus prácticas y problemática,
e institucional, ni conducirla al margen se identifica habitualmente con modelos
de sus creencias, experiencias y trayec- de corte funcionalista centrados en el
análisis de las tareas del “buen docente”,
* Investigadora de la Facultad de Psicología, UNAM, fdba@ o bien es de una pretendida orientación
servidor.unam.mx científica, donde se piensa que el docente

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lo que tiene que hacer es traspolar o tra- conductas o competencias puntuales liga-
ducir las teorías psicológicas o pedagógi- das a los más altos índices de rendimien-
cas a su aula, y donde se pretende moder- to escolar (usualmente entendido éste
nizar (más que transformar) la enseñanza como puntuaciones en pruebas o califica-
mediante abordajes tecnológico-operati- ciones por asignatura). Sin embargo, se ha
vos (p.e. la introducción de medios au- demostrado que esta aproximación, en sí
diovisuales o de computadoras). misma, es insuficiente y hasta ingenua,
En las décadas de los sesenta y setenta puesto que deja de lado un abordaje situa-
se incorpora en las instituciones educa- cional, ya que la adquisición de habili-
tivas nacionales esta visión científico-téc- dades y tecnologías de la enseñanza sólo
nica de la acción pedagógica, que influ- tiene sentido en cuanto la formación del
ye decididamente en la formación de los docente esté basada en “la relación del su-
profesores (A. Díaz Barriga, 1990), don- jeto con las situaciones educativas en las
de destaca la prevalencia de una tecnolo- cuales está implicado, incluyendo la situa-
gía educativa de orientación conductista. ción de su propia formación” (Ferry, 1991,
Desde esta perspectiva, más que de un p. 102).
proceso de formación del profesional de la En franca contraposición con estos
docencia, puede hablarse de una prepara- enfoques, destaca la visión de la forma-
ción que tiene como eje la capacitación o ción docente que se comienza a desarro-
habilitación en técnicas de diseño y ense- llar en los ochenta, a partir del influjo del
ñanza: confección de objetivos, diseño de constructivismo psicológico y de la deno-
textos programados, redacción de cartas minada teoría o corriente crítica.
descriptivas, elaboración de reactivos de Con el auge de la psicología cognitiva
evaluación objetiva, entre otros. La for- y del constructivismo, “la conducta ante
mación se ve así orientada a una prepara- un hecho educativo ya no será prioritaria;
ción para la instrucción eficaz, sustentada a partir de ahora lo será el proceso psi-
en la administración de información y en cológico que apoya esa conducta” (Im-
ejercicios de manejo y control del aula. bernón, 1994, p. 27). A su vez, Postic
Según Imbernón (1994), aquí la figura del (1978) clarifica el sentido del cambio que
docente se analizaba desde una perspecti- se produjo con esta perspectiva entonces
va pretendidamente objetiva, empírica y muy novedosa, a partir de la cual ahora es
cuantitativa, y se trataba de una forma- más importante ver cómo elaboran los
ción básica en compentencias o compe- profesores la información pedagógica de
tencial, que veía la solución a los proble- que disponen y los datos que perciben en
mas educativos en la transmisión de un las situaciones de enseñanza en su aula, y
conocimiento que pretendía ser científico. en cómo esa elaboración se proyecta sobre
Este abordaje de la formación docente los planes de acción de los docentes, así
puede ubicarse en el llamado paradig- como en su desarrollo práctico. Siguiendo
ma “proceso-producto” (Shulman, 1989), las ideas de Shulman y de Imbernón, esto
donde se asume una relación casuística condujo a un nuevo enfoque, el media-
entre la conducta de los profesores mien- cional, donde el foco de la formación
tras enseñan (proceso) y el rendimiento docente cambia hacia el establecimiento
escolar de los alumnos (producto). Así, era de estrategias y habilidades de pensa-
importante identificar y entrenar aquellas miento y toma de decisiones, y que resal-

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ta la capacidad del profesor de sistemati- en el aula, enfatiza la investigación cuali-


zar, procesar y comunicar la información. tativa sobre la cuantitativa y considera al
En el constructivismo convergen una profesor como un agente activo-crítico
diversidad de perspectivas relacionadas ante el fenómeno educativo. Aquí el peso
con los procesos de formación del cono- de la formación se orienta a dotar al pro-
cimiento y comprensión del mismo, que fesorado de instrumentos intelectuales
abarcan no sólo a la psicología genéti- que lo conduzcan a un mayor conoci-
ca piagetiana, sino a enfoques recientes miento e interpretación de las complejas
como la cognición situada o la teoría situaciones de enseñanza en que se sitúa,
sociocultural de inspiración vigotskiana. pero a la par se interesa por un trabajo
Así, algunos autores se enfocan principal- comunitario y emancipador, donde el co-
mente en los procesos que conducen al lectivo docente o claustro establece un
desarrollo cognitivo de los individuos, nexo entre el saber intelectual y la reali-
mientras que otros destacan los procesos dad social. Así, para algunos autores será
de aprendizaje y desarrollo mediados por crucial la figura del docente investigador,
los otros en el contexto de la cultura, e mientras que para otros lo será la forma-
indagan sus vínculos con situaciones co- ción de profesionales reflexivos.
mo la equidad o la transformación social. Asociado al enfoque crítico, pero a la
La tarea de la formación docente ha sido vez resaltando la importancia de las cog-
abordada usualmente como el enseñar a niciones del enseñante, surge el interés
los profesores a enseñar congruentemente por el estudio del pensamiento del profe-
desde una perspectiva contructivista de- sor (véase Clark y Peterson, 1990). Esta
terminada. Zeichner (en el “Prefacio” a línea de investigación analiza el papel
Richardson, 1997), considera que el en- de las representaciones del docente en la
foque constructivista a la formación do- intervención educativa y, desde nuestro
cente incluye efectivamente el “enseñar a punto de vista, constituye un importante
enseñar constructivistamente”, pero tam- vehículo para inducir la reflexión crítica
bién contempla el ayudar a los profesores en el profesorado en relación con sus pro-
a reexaminar y reflexionar acerca de sus pias prácticas de enseñanza.
ideas tácitas sobre la enseñanza, e incluye Ahora bien, los autores arriba citados
frecuentemente diversos intentos por me- coinciden en que la reflexión (sobre lo
jorar la propia práctica docente mediante que se hace, el por qué y el cómo) es a la
su modelamiento en el aula. vez objetivo y contenido de la formación
Dentro de otro encuadre teórico, sur- docente. Y en esta dirección, sus ideas
ge el enfoque crítico, que también ha sido convergen con las de la corriente llama-
denominado contextual o ecológico, téc- da enseñanza reflexiva, que no sólo nos
nico-crítico o reflexivo-artístico. En rea- habla de un modelo de formación de pro-
lidad, en él convergen ideas de autores fesores, sino que se ha convertido, en opi-
ubicados en perspectivas afines aunque nión de Rodríguez (1995), en una filoso-
no unitarias; podemos mencionar a Sten- fía básica o principio-guía de múltiples
house, Zeichner, Schön, Gimeno Sacris- planes de estudio, talleres de formación e
tán o Pérez Gómez, así como algunos de investigaciones sobre la enseñanza, docu-
sus representantes y divulgadores. Este mentados en la literatura reciente sobre el
paradigma insiste en el estudio de la vida campo. Sobre el particular, autores co-

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mo Liston y Zeichner (1993) y Gimeno de su experiencia práctica, a la par que


(1995), ubican gran parte de estos traba- analizar las representaciones (pensamien-
jos en lo que se denomina paradigmas to didáctico o teorías implícitas) genera-
crítico-reflexivos de la formación del pro- das sobre su propio quehacer. Así, desde
fesorado, aunque hay que reconocer que la perspectiva que asumimos, el cono-
son muy variadas las visiones de los diver- cimiento profesional de los profesores
sos autores que propugnan por una for- se articula en tres planos: conceptual (el
mación docente reflexiva. No es de extra- “saber” o conocimiento psicopedagógico
ñar que en casi todos los autores revisados que abarca conocimientos teóricos y con-
de esta perspectiva crítico-reflexiva, pero ceptuales), el práctico (el “saber hacer”,
también en varios de los que se adscriben que implica el despligue de habilidades
a la visión constructivista, existan reite- estratégicas para la docencia), y el reflexi-
radas referencias a las ideas y trabajos de vo (el “saber por qué” se hace algo, la jus-
John Dewey, que es uno de los primeros tificación crítica de la práctica) (Díaz
autores contemporáneos que destacan la Barriga y Rigo, 2000).
importancia de la reflexión y la elabora- En síntesis, hablar de formación
ción profunda en torno a lo que se apren- implica reconocer la estructuración de un
de en la escuela. pensamiento propio y fundamentado en
Vale la pena destacar que la tesis cen- el ámbito social, que no se limita a repro-
tral defendida desde dichos abordajes que ducir pasivamente las propuestas peda-
intentan enfocar la formación docente gógicas de diversos autores, sino que se
como una tarea de reflexión sobre la do- enfoca a entender éstas desde la estruc-
cencia misma (y desde la cual sustenta- tura conceptual en que son formuladas, a
mos los principios de nuestra propia pro- debatir con ellas desde su propia lógica
puesta) es la siguiente: sólo si se desarrolla o desde otra diferente, y finalmente, per-
en el profesor la capacidad de reflexión mite una toma de postura y producción
crítica y de autodirección, éste podrá re- propias (A. Díaz Barriga, 1990).
pensar su teoría implícita sobre la ense- Tomando como referente el contexto
ñanza, sus actitudes hacia la docencia y anterior, el interés de este escrito es deri-
hacia sus estudiantes, lo que facilitará una var, desde las posturas constructivista y
reconstrucción de su visión y eventual crítico-reflexiva, algunos de los principios
actuación en el aula. y líneas de trabajo relativos al ámbito de
En consecuencia, también es impor- la formación y práctica profesional de los
tante destacar que no restringimos la for- enseñantes. Tomamos como ideas recto-
mación docente a la adquisición de com- ras las de autores como Donald Schön
petencias docentes (el saber-hacer), que (1992), quien concibe al profesor como
son importantes y necesitan estar presen- un profesional reflexivo; la reivindicación
tes, pero que requieren abordarse en un que hace Ángel Díaz Barriga (1993) de su
contexto más amplio. Esto quiere decir labor como intelectual de la docencia, así
que la visión de las necesidades de forma- como la afirmación de César Coll (1990;
ción de los profesores incluye de manera 2001) de que el docente ejerce una im-
conjunta: el análisis de los procesos de portante función de mediación entre el
aprendizaje e interacción que ocurren en conocimiento y el aprendizaje del estu-
su aula, el privilegiar una revisión crítica diante. A fin de ilustrar las propuestas

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que a continuación haremos, nos ubica- res median en el conocimiento que los alum-
mos en el caso de la formación de los nos aprenden en las instituciones escolares, es
profesores del área histórico-social en el un factor necesario para que se comprenda
bachillerato, puesto que lo que aquí pre- mejor porqué los estudiantes difieren en lo
sentamos es resultado de un proceso de que aprenden, las actitudes hacia lo aprendido
investigación y formación docente efec- y hasta la misma distribución social de lo que
tuado en el Colegio de Ciencias y Hu- se aprende (Rodrigo, Rodríguez y Marrero,
manidades de la UNAM (Díaz Barriga, 1993, p. 243).
1998), motivo por el cual se harán conti-
nuas referencias a este ámbito disciplinar En consecuencia, puede decirse que
y a dicha experiencia. tanto sus vivencias y creencias persona-
les, así como los significados adquiridos
Las aportaciones del constructivismo: explicítamente durante su formación pro-
El docente, mediador del conocimiento fesional, aunados a los usos prácticos que
y profesional estratégico resultan de las experiencias continuas
que vive cotidianamente en el aula (que
Desde una postura constructivista (Coll, involucran a sus estudiantes, las orien-
2001; Gómez-Granell y Coll, 1994) se taciones metodológicas que sigue, las
asume que el alumno no construye el co- pautas y formatos de evaluación que apli-
nocimiento en solitario, sino gracias a la ca, etcétera), configurarán los ejes de la
mediación de los demás y en un momen- práctica pedagógica del profesor.
to y contexto cultural particular. Este pos- Algunas de las preguntas cruciales en
tulado, considerado nodal en el enfoque este sentido (para las cuales la literatura
sociocultural, también es compartido por especializada ofrece pocas respuestas aca-
diversos autores que abogan por la forma- badas, si las trasladamos al caso concreto
ción de los profesores desde una postura del profesor de bachillerato que enseña
crítico-reflexiva. La afirmación central es historia), serían: ¿Cómo concibe el do-
que el docente ejerce una importante fun- cente el conocimiento que enseña?, ¿qué
ción de mediación entre el alumno y el papel se concede a sí mismo en relación
conocimiento. Dicha mediación puede con la experiencia del que aprende?, ¿có-
caracterizarse de la siguiente forma: mo se representa al alumno, qué recursos
le concede y qué limitaciones ha identifi-
El profesor es mediador entre el alumno y la cado en éste?, ¿cómo planifica, organiza y
cultura a través de su propio nivel cultural, por transmite el conocimiento propio de un
la significación que asigna al currículum en ge- campo disciplinar específico?, ¿hace ajus-
neral y al conocimiento que transmite en par- tes a la ayuda pedagógica que presta a los
ticular, y por las actitudes que tiene hacia el alumnos en función de sus necesidades y
conocimiento o hacia una parcela especiali- del contexto?, ¿asume siempre el control
zada del mismo. La tamización del currículum de los aprendizajes o lo deposita gradual-
por los profesores no es un mero problema mente en los estudiantes?, ¿cómo com-
de interpretaciones pedagógicas diversas, sino prueba la posesión y significatividad del
también de sesgos en esos significados que, conocimiento en sus alumnos?
desde un punto de vista social, no son equiva- Este tipo de interrogantes deberían
lentes ni neutros. Entender cómo los profeso- constituir el punto de partida de todo

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intento de dar formación al profesorado, (Onrubia, 1993): a) Que el profesor to-


en cuanto lo conduzcan a un proceso de me en cuenta el conocimiento de partida
revisión crítica e innovación de su ense- del alumno, y b) Que provoque desafíos
ñanza. Desafortunadamente, en nuestro y retos abordables que cuestionen y mo-
medio la mayor parte de los esfuerzos ins- difiquen dicho conocimiento.
titucionales por apoyar la labor de los Finalmente, en esta perspectiva la me-
enseñantes toman muy poco en cuenta el ta de la actividad docente es incrementar
pensamiento del docente, la realidad de la competencia, la comprensión, la ad-
su práctica y sus propias aportaciones quisición de sentido, la motivación in-
didácticas. trínseca y la actuación autónoma de sus
La metáfora del andamiaje de Jerome alumnos.
Bruner permite explicar el papel media- Hay que acotar que no se puede pro-
dor del docente, quien en su calidad de porcionar el mismo tipo de ayuda ni
agente educativo presta al aprendiz una intervenir de manera homogénea e idén-
serie de ayudas o apoyos (andamios) para tica con todos los alumnos, puesto que
acercarlo a su nivel de desarrollo poten- una misma intervención del profesor
cial (zona de desarrollo próximo), suce- puede servir de ayuda ajustada en unos
diendo que dichas ayudas se retiran pro- casos y en otros no. Es por ello que
gresivamente conforme el alumno asume Onrubia (op. cit.) propone como eje cen-
la autonomía y control de su aprendizaje tral de la tarea docente una actuación
(cesión y traspaso del control y la respon- diversificada y plástica, que se acompaña
sabilidad). Un docente experto y estraté- de una reflexión constante de y sobre lo
gico no presta tales ayudas indiscrimina- que ocurre en el aula, a la vez que se
da ni rígidamente, sino que sabe ajustar apoya en una planificación cuidadosa
su ayuda pedagógica en función de sus pero flexible y situacional de la enseñan-
alumnos, del contexto y de la tarea. za. Esto es, precisamente, lo que caracte-
Ahora bien, desde el abordaje cons- riza a un docente estratégico, quien va
tructivista, es fundamental identificar más allá de la pretensión de simplemente
cómo se puede inducir la transición de seguir al pie de la letra el programa del
un docente dispensador de información curso o la carta descriptiva que le impone
y de un estudiante como receptor de la la institución, o de aplicar “trasplantan-
misma, a una visión donde el profesor do” técnicas y recursos didácticos (Díaz
realmente provea un andamiaje apropia- Barriga y Hernández, 2001).
do y el alumno sea un constructor activo En una línea de pensamiento simi-
de su propio conocimiento. Considera- lar, Gil, Carrascosa, Furió y Martínez-
mos que un gran reto que se enfrenta en Torre-grosa (1991) consideran que la
el terreno de la formación docente es actividad docente y los procesos mismos
cómo inducir al profesor a tomar con- de formación del profesorado deben
ciencia de dichos mecanismos, para que plantearse con la intención de generar
pueda manejarlos propositivamente y ge- un conocimiento didáctico o saber inte-
nerar alternativas a su práctica profesio- grador, que trascienda el análisis crítico
nal. No obstante, para que dicho ajuste y teórico para llegar a propuestas concre-
de la ayuda pedagógica sea eficaz, es ne- tas y realizables que permitan una trans-
cesario que se cubran dos características formación positiva de la actividad do-

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cente. El hilo conductor de este proceso siderarse en un proceso de formación de


de cambio didáctico es la problemática profesores de bachillerato en el ámbito
que genera la práctica docente y las pro- de las ciencias sociales y la historia, pro-
pias concepciones espontáneas sobre la ponemos los siguientes (Gil y cols., op.
docencia. La utilización de las situacio- cit., Díaz Barriga, 1998a, 1998b; Díaz
nes problemáticas reales que enfrenta el Barriga y Rigo, 2000):
docente es la plataforma para construir
el conocimiento didáctico integrador al ● Dominio y actualización continua en
que se hace referencia. los contenidos de la disciplina o mate-
Desde un enfoque constructivista ria a enseñar.
como el asumido por los autores que he- ● Revisión y cuestionamiento del propio
mos venido revisando, la formación do- pensamiento docente o de la llamada
cente no puede abordarse en un plano “docencia del sentido común”.
individual, porque ello no permite supe- ● Adquisición de conocimientos tanto teó-
rar del todo la imagen espontánea y a ricos como prácticos sobre la enseñan-
veces simplista de la enseñanza. Por el za de la historia y las ciencias sociales.
contrario, se aboga por un trabajo colec- ● Análisis de la propuesta educativa con-
tivo o colegiado, con un mínimo de pro- tenida en el currículo o proyecto edu-
fundidad en torno a los problemas edu- cativo de referencia, y en el caso que
cativos planteados, congruente con los nos compete, de la visión, contenidos
resultados de la investigación educativa, curriculares y modelo instruccional
donde colaboren pedagogos, especialistas relativo a las asignaturas del área histó-
en la materia, en procesos psicológicos y rico-social. Esto tiene que desembocar
psicosociológicos, etcétera. Dichos equi- en una crítica fundamentada y propo-
pos de trabajo requieren integrar en su sitiva de la enseñanza habitual.
labor tres dimensiones, como espacio de ● Adquisición de competencias y saberes
referencia inmediato y soporte del saber orientados a mejorar la práctica docen-
didáctico (Gil y cols., op. cit.): te: planificación y preparación de acti-
vidades educativas, diseño de apoyos
1. Naturaleza y características de la mate- al apendizaje, provisión de estrategias,
ria a enseñar: estructura interna, coor- manejo de un mejor clima de aula, fo-
denadas metodológicas, epistemológi- mento del aprendizaje cooperativo, entre
cas y conceptuales. otros.
2. Proceso enseñanza-aprendizaje: proce- ● Conducción de una enseñanza estra-
sos implicados en la apropiación o asi- tégica centrada tanto en contenidos
milación del conocimiento por parte disciplinares como en actitudes y ha-
de los alumnos y en la ayuda pedagó- bilidades de dominio (pensamiento
gica que se les presta. crítico, noción de tiempo histórico,
3. Práctica docente en la materia, en el causalidad histórica, relativismo cogni-
sentido de una experiencia críticamen- tivo, empatía ante personajes históri-
te analizada. cos, etcétera).
● Adquisición de formas de evaluación
Si pensamos en una serie de saberes del aprendizaje y de la docencia mis-
psicopedagógicos básicos que deben con- ma que sean más integrales, equitati-

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vas, centradas en el proceso no sólo El análisis del pensamiento


en los productos y orientadas a la del profesor y de su práctica docente
comprensión y mejora de la enseñan- como elementos de formación
za-aprendizaje.
El conocimiento del pensamiento didác-
Cabe hacer notar que se parte de la tico del profesor es un elemento insosla-
noción de aprendizaje entendido como yable cuando se aborda un proceso de
construcción del conocimiento, no como formación docente. Es más, algunos auto-
simple reproducción, y que es crucial la res identificados con la postura construc-
posibilidad de cuestionar y transformar tivista (Gil, Carrascosa, Furió y Martínez-
tanto el pensamiento como la acción del Torregrosa, 1991), lo articulan dentro de
docente. La bidireccionalidad de las rela- las que consideran son tesis centrales de
ciones planteadas entre los saberes psico- un programa de formación de profesores,
pedagógicos propuestos intenta reforzar puesto que:
la idea de que no se trata de competen-
cias puntuales ni desarticuladas y que su ● Los profesores tienen ideas, comporta-
manejo no es sólo cuestión de adiestrarse mientos y actitudes sobre los que hay
en técnicas. que conectar cualquier actividad de
Por otra parte, hay que destacar no formación.
sólo la noción de una enseñanza estraté- ● Un buen número de dichas creencias y
gica, sino la necesidad de desarrollar en comportamientos sobre la enseñanza
los alumnos las llamadas habilidades es- son acríticos, y conforman una “do-
pecíficas de dominio del campo de la cencia de sentido común”, que siendo
historia antes mencionadas. No es el pro- fuertemente resistente al cambio se
pósito de este escrito profundizar en las convierte en un obstáculo para renovar
citadas habilidades; simplemente men- la enseñanza.
cionaremos que desde la perspectiva de ● Dicha problemática sólo es superable,
diversos especialistas en didáctica de la como se dijo antes, si se realiza un tra-
historia y psicología cognitiva (véanse, bajo docente colectivo, reflexivo e
por ejemplo, Carretero, Pozo y Asen- innovador.
cio, 1989; Díaz Barriga, 1998b; Domín-
guez, 1986; Hallam, 1986; Pluckrose, La existencia y relevancia del pensa-
1993; Kuhn, Weinstock y Flaton, 1994, miento y comportamiento espontáneo
entre otros), en el proceso de construc- del docente de nivel medio y superior se
ción del conocimiento histórico se ven encuentra documentada en la literatura
involucrados la comprensión del tiempo psicológica, aunque hay que reconocer
histórico, el relativismo cognitivo, la em- que comparativamente se ha indagado
patía ante los agentes históricos, el tipo en mayor medida el pensamiento de los
de explicación histórica y la manifesta- docentes de ciencias experimentales que
ción del pensamiento crítico. Y lo más el de los del área histórico-social. Sin
importante es que no “emergen” espontá- embargo, algunos trabajos que han se-
neamente, sino que el docente requiere guido la línea del estudio del pensamien-
estudiarlas deliberadamente sin disociar- to espontáneo del docente de historia
las del contenido de la materia. de nivel bachillerato en nuestro medio

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(véanse Díaz Barriga 1998a; Monroy, tro bachillerato). Encuentra que la ads-
1998) han encontrado, en concordan- cripción de los profesores a una u otra
cia con las tendencias generales repor- corriente historiográfica se corresponde
tadas por Gil y cols. (op. cit.), como ras- directamente con visiones claramente di-
gos que aparecen frecuentemente los ferenciadas de la vida, de los alumnos,
siguientes: del papel de la enseñanza en general y
de la enseñanza de la historia en particu-
● Los docentes se sienten obligados a lar. Aunque la corriente historiográfica
cubrir el programa, pero no a profun- preponderante fue la marxista, también
dizar en los temas y continúan traba- comentaremos, como contrapunto, la
jando programas enciclopédicos con la visión de los profesores que se adscribie-
pretensión de manejarlos “constructi- ron a una perspectiva positivista. Los
vistamente”. profesores de orientación marxista pen-
● Consideran que es algo relativamente saban que:
“natural” el fracaso de los estudiantes,
debido sobre todo a su extracción so- ● La capacidad mental y de aprendizaje
cial, al contexto familiar y a deficien- de sus alumnos no es fija, sino que
cias previas en sus habilidades acadé- puede modificarse.
micas, por lo que sienten que poco ● Consideraban muy importante esti-
pueden hacer al respecto. mular el razonamiento lógico de sus
● Suelen atribuir las actitudes negativas alumnos y la adquisición de un pensa-
de los estudiantes hacia la materia o el miento crítico y propio.
estudio a causas externas, ignorando su ● Intentaban ofrecerles visiones sociales
propio papel. e históricas diferentes.
● Fundamentan su enseñanza en torno ● Como principales dificultades de sus
al enfoque historiográfico al que se alumnos, planteaban la comprensión
adscriben y en relación con sus viven- del tiempo y el relativismo históricos.
cias previas, recurriendo poco al cono- ● Enfatizaban la importancia de fomen-
cimiento propio de la didáctica o de la tar lo que denominaron actividades
psicología de la educación. audiovisuales y de la participación ac-
● Manifiestan la creencia de que para tiva del alumno en clase.
aprender cómo enseñar tienen que ca-
pacitarse en las técnicas didácticas en Por su parte, los profesores que se
boga, aun cuando contradictoriamente identificaron a sí mismos con una visión
reportan que la mayoría de los cursos positivista de la historia y de su enseñan-
de capacitación de ese tipo les han ser- za, pensaban que:
vido muy poco en el aula.
● Los alumnos no tienen grandes difi-
Dentro de esta línea de análisis del cultades para entender el tiempo y el
pensamiento del profesor, Guimerá (1993) relativismo históricos.
entrevistó profesores catalanes de his- ● Otorgaban gran importancia a la
toria del nivel BUP (cursado por estu- memoria en el proceso de aprendizaje.
diantes de entre 14 y18 años, y por ● Utilizaban el libro de texto como ma-
tanto relativamente equiparable a nues- terial fundamental de trabajo.

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Un dato interesante fue que, indepen- de la situación problemática que enfren-


dientemente de su adscripción teórica, ta en su aula, donde el punto de partida
estos docentes otorgaban a la historia un es una serie de opciones y dilemas relati-
carácter eminentemente formativo (más vos a las características de sus alumnos, la
que intelectual o cognoscitivo), pues con- organización de la enseñanza, los mate-
sideran que sirve sobre todo para enseñar riales de estudio y el tiempo disponi-
diversos valores cruciales para la forma- ble. Además, es en función primordial-
ción de los futuros ciudadanos. Entre mente de su experiencia previa que el
dichos valores, destacaron la formación profesor afronta dichos dilemas y esta-
integral de la persona, la adquisición y blece metas previsibles. Asimismo, se ha
apreciación de la cultura, el desarrollo de visto que muy pocos profesores operan
una memoria histórica y de un espíritu con planes de clase explícitos altamente
crítico, pero sobre todo, valores ciudada- estructurados.
nos como la solidaridad, la tolerancia, el Los autores mencionados coinciden
respeto a otras culturas y la preparación en que la adopción de modelos de toma
para la vida. Como puede verse, este tra- de decisiones racionales, formales, “cien-
bajo pone de manifesto la importancia tíficos” y altamente estructurados, no es
del pensamiento del profesor, de su posi- realista en el contexto de la práctica de la
ción historiográfica particular y de sus enseñanza. Por el contrario, la investiga-
ideas sobre la enseñanza de la historia, ción efectuada con los docentes indica
como factores clave que presiden su labor que al planificar, los profesores se ven
en el aula. inmersos en un proceso de resolución de
Por otra parte, quisiéramos hacer algu- problemas que es práctico y situacional,
nas acotaciones respecto a la labor de pla- antes que científico-racional. De ahí se
nificación de la enseñanza que realiza el explica el fracaso de los intentos de for-
profesor, tomando como referente los mar al docente capacitándolo en modelos
estudios sobre su pensamiento y acción de enseñanza exclusivamente teóricos y
práctica. Clark y Peterson (1990) llevan descontextuados de su práctica en el aula.
a cabo una amplia revisión sobre diversos En los siguientes apartados se discutirá
estudios que abordan el tema, y conclu- que un abordaje más productivo para la
yen que el profesor no actúa siguiendo formación del profesorado es el que parte
modelos formales de sistematización de la de concebir al diseño de la enseñanza
enseñanza al estilo tyleriano, no proceden como un tiempo para pensar la práctica y
aplicando teorías científicas ni tampoco un proceso de resolución de problemas
elaboran estrategias de intervención deri- (Gimeno Sacristán, 1996), y al docente
vadas de teorías puntuales de enseñan- como un profesional reflexivo (Schön,
za-aprendizaje. Por otra parte, tampoco 1992).
deciden su práctica en función de decla-
raciones de objetivos curriculares (véase La formación del docente en un ciclo
Hernández y Sancho, 1994). Por el con- de enseñanza reflexiva
trario, Yinger (1977, en Clark y Peterson,
1990) ha establecido que el diseño de Un segundo aspecto de gran importancia
la instrucción o proceso de planificación para este trabajo es la idea de una forma-
del profesor consiste en la delimitación ción docente orientada por la reflexión.

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El concepto de reflexión en sí es propicie una reconstrucción personal


complejo, puede asumir múltiples conno- o colectiva de la docencia.
taciones según la disciplina o perspectiva
asumida. El concepto de pensamiento re- Aunque resulta obvio, es importante
flexivo de parte del profesor así como de decir que la reflexión no es un fin en sí
enseñanza reflexiva, se encuentran ya en misma ni una técnica puntual, ni puede
John Dewey, en su libro ¿Cómo pen- ser independiente de los contenidos sobre
samos?, publicado por primera vez en los que se reflexiona. En todo caso, está
1910, y después corregido y aumentado condicionada por la finalidad que se per-
en 1933. El autor diferenciaba el pensa- sigue, por la orientación que se tiene y por
miento reflexivo del rutinario, y afirmaba el nivel de profundidad que se propicia.
que el primero debería constituir un obje- En opinión de Henderson (1992),
tivo central de la educación. El autor un profesor reflexivo adopta un enfoque
plantea la importancia para el desarrollo constructivista en su enseñanza puesto
profesional de la docencia de un examen que, aparte de estar preocupado por el
activo y persistente de parte del profeso- contenido académico o por las habilidades
rado de su propia práctica, del análisis de básicas que tienen que desarrollar los
sus decisiones y acciones educativas. Así, alumnos, se pregunta a sí mismo por la
el pensamiento reflexivo es “el examen manera en que aprenden los alumnos, por
activo, persistente y cuidadoso de toda la relación entre lo que trata de enseñar
creencia o forma supuesta de conoci- con los intereses y experiencias personales
miento a la luz de los fundamentos que la de éstos. Un profesor reflexivo adopta una
sostienen y las conclusiones a las que perspectiva constructivista en cuanto es
tiende” (Dewey, 1933/1989, p. 25). conciente de que no basta con que el
En el caso concreto de este escrito, alumno memorice bajo coerción, sino que
particularmente nos interesa la concep- es mejor estimular la participación activa
tuación que plantea al respecto Donald y la motivación por aprender. Al poner
Schön (1992), quien considera la refle- esta teoría en práctica, el profesor requie-
xión como un proceso de encuadre, re articular en su enseñanza la materia
exploración y estructuración de proble- que imparte con las características, ante-
mas dentro de un contexto profesional cedentes, necesidades e intereses de los
dado. En el terreno de la formación alumnos, a la par que conocer sus propias
docente, la reflexión puede cumplir uno necesidades, creencias y valores sobre la
o varios de los siguientes propósitos: enseñanza. De esta manera, en el proceso
de prepararse para ser un profesor cons-
● Deliberar acerca de la enseñanza, obte- tructivista, el docente se convierte a la vez
ner información sobre lo que se hace y en un estudiante de su propia forma de
cómo se hace. enseñar, es decir, en alguien que indaga
● Dirigir propositivamente la enseñanza, sobre su propia práctica como enseñante.
de tal modo que la reflexión se con- Estamos aquí avanzando lo que cons-
vierte en una forma de mediación ins- tituye propiamente un ciclo de reflexión
trumental de la acción. sobre el proceso de enseñanza, donde se
● Transformar las prácticas de enseñan- involucran no sólo las acciones o prácti-
za en la medida en que la reflexión cas de enseñanza en su sentido más estric-

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to, sino también toman presencia proce- ● Desarrolla competencias individuales y


sos complejos de (auto)observación, pro- sociales de razonamiento lógico, juicios
blematización, toma de decisiones, plani- ponderados y actitudes de apertura.
ficación, generación de conocimientos, ● Privilegia los procesos de construcción
etcétera. En este sentido encontramos reflexiva del conocimiento en situacio-
una clara coincidencia entre las perspecti- nes de experiencia cotidiana por enci-
vas constructivista y crítico-reflexiva: el ma de la apropiación memorística,
profesor (re)construye los saberes pedagó- acrítica y descontextuada de éstos.
gicos que orientan su práctica en un con- ● Presta atención especial a la compren-
texto situacional específico. Vemos asi- sión de los intereses, valores y contra-
mismo una convergencia en los rasgos dicciones existentes en los contenidos
que definen la reflexión: es continua, sis- y las prácticas de enseñanza, y en gene-
temática, instrumentalizada y no hay ral a los fenómenos curriculares y edu-
soluciones prefabricadas. cativos que afectan al profesor y sus
Por otra parte, también es importante alumnos.
mencionar que la práctica o acción del
profesor no sólo supone conocimientos Desde nuestro punto de vista, el
disciplinarios o técnicos, sino que abarca supuesto nodal de la enseñanza reflexiva
intencionalidades, emociones, motivos, aplicada a la formación docente es el si-
compromisos éticos, opciones de valor. Es guiente: el llegar a comprender el pensa-
decir, en las acciones de los enseñantes se miento, el discurso y la acción de los pro-
combinan e interactúan circunstancial- fesores en contextos educativos singulares
mente elementos de la realidad, intereses constituye una estrategia formativa muy
cognitivos y razones subjetivas. Por ello potente que les permite elevar tanto el
no puede prescribirse a priori ni la solu- entendimiento de su labor profesional
ción ni la opción pedagógica, ni los tex- como modificar los esquemas conceptua-
tos sobre psicología educativa o didáctica les con que enfocan su práctica en el aula.
pueden tipificar o resolver completamen- Smyth (1989) se ha encargado de tra-
te los problemas reales de la práctica. ducir este supuesto en lo que llama cua-
Integrando a diversos autores (De- tro formas de acción o movimientos en la
wey, 1989; Henderson, 1992; Schön, reflexión del profesorado: descripción,
1992; Smyth, 1989; Villar, 1995), puede información, confrontación y reconstruc-
caracterizarse la enseñanza reflexiva como ción. En nuestro caso, éstas se adaptaron
aquella que: como fases de un ciclo de enseñanza refle-
xiva dirigida al perfeccionamiento profe-
● Atiende el desarrollo pleno de las capa- sional de los enseñantes, de la siguiente
cidades de la persona (profesores y manera:
alumnos), tanto en las esferas cogniti-
va como afectiva, moral y social. 1. Descripción: Implica una forma de
● Promueve el desarrollo de capacidades acción en la que los profesores reflexio-
que permiten analizar críticamente nan acerca de sus acciones, describen
tanto los contenidos curriculares como sus conocimientos, creencias y princi-
las situaciones prácticas que se enfren- pios que orientan su práctica. En sínte-
tan en torno a los mismos. sis, responden a la interrogante “¿Qué

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hago?, a fin de describir su práctica, ser así?”, y los profesores buscan cons-
hacerla conciente, accesible y revelar su tatar y explicar sus ideas y prácticas
significado. En opinión de Villar An- en el contexto educativo y curricular
gulo (op. cit.), las descripciones que que les es propio. En nuestro caso, esta
hacen los profesores de su enseñanza fase constituyó el momento de retomar
convierten a ésta en “un texto escrito los principios constructivistas como
que utiliza el lenguaje literario de los plataforma explicativa del proceso en-
profesores [...] comprime los hechos señanza-aprendizaje. También es un
y dilemas que conforman el conoci- momento clave para el trabajo de cues-
miento tácito de los profesores” (p. 38). tionamiento entre colegas en los gru-
Esto va a posibilitar, en un momento pos de docentes, donde es básico que se
posterior, problematizar su enseñanza y den cuenta que no existe el método de
hacerla susceptible al cambio enseñanza ideal ni prescrito, sino que
2. Información: Aquí la cuestión orienta- la docencia es un proceso de construc-
dora de la acción es “¿Qué significa ción de soluciones fundamentadas pa-
esto?”. Según los autores revisados, ra un contexto particular. Asimismo, es
aquí los docentes “destapan sus teorías un momento propicio para la discusión
de rango medio, explicativas o locales de los supuestos, valores y metodolo-
que informan su acción docente” gías de trabajo asociadas al contenido
(idem, p. 39); de esta manera desvelan curricular y al proyecto educativo de su
sus propios principios pedagógicos, sus institución, así como de las razones so-
teorías subjetivas de la enseñanza y, fre- ciales que le dieron origen.
cuentemente, lo que antes denomina- 4. Reconstrucción: Esta fase culmina el
mos sus creencias de sentido común ciclo reflexivo, y aunque en cierta for-
sobre la enseñanza. En el caso de nues- ma está presente a lo largo de las de-
tra investigación (véase Díaz Barriga, más, se centra en la cuestión “¿Cómo
1998), el interés se centra, en esta fase, podría hacer las cosas de manera dife-
en que los docentes puedan establecer rente?”, por lo que se orienta a la ge-
inferencias y relaciones explicativas neración u optimización de una confi-
acerca de los hechos y resultados de guración innovadora de la enseñanza,
aprendizaje encontrados en su clase, en nuestro caso basada en el construc-
llegando a enunciar algunos principios tivismo y centrada tanto en los aspec-
explicativos que evidencien la “teoriza- tos psicopedagógicos como en el aná-
ción” de su práctica como enseñantes. lisis de los contenidos curriculares. La
En consecuencia, adoptamos como reconstrucción implica una reestruc-
recursos metodológicos clave para esta turación, puesto que los profesores re-
fase el acopio y revisión crítica, tanto componen, alteran o transforman sus
del discurso y producciones del propio supuestos y perspectivas sobre su pro-
profesor, como el análisis de los resul- pia acción, adoptando un nuevo mar-
tados del aprendizaje de sus estudian- co, al restablecer el equilibrio inicial
tes, así como de sus principales dificul- cuestionado en las fases anteriores (Vi-
tades y concepciones erróneas. llar, op. cit.). La reconstrucción puede
3. Confrontación: Se propone como inte- centrarse tanto en las acciones como en
rrogante central “¿Cómo he llegado a los argumentos que las justifican, es

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decir, puede reconstruirse tanto el pen- trabajo cooperativo entre equipos de do-
samiento como la práctica de los ense- centes, así como también a la realización
ñantes, el ver y el hacer. de actividades de indagación. Enumera-
Podemos encontrar un acentuado pa- remos sólo algunas:
ralelismo entre estas ideas y las de
diversos autores que conciben la for- ● Análisis de casos.
mación docente como un proceso de ● Observaciones en aula (mediante re-
resolución de problemas, de investiga- gistros o videograbaciones).
ción sobre la práctica o de investiga- ● Entrevistas (semiestructuradas, a pro-
ción acción. fundidad).
Por otra parte, consideramos que tam- ● “Coaching” (preparación o supervisión
bién se puede establecer un paralelismo entre pares o compañeros).
entre el ciclo de enseñanza reflexiva y ● Mentoría: formación de un profesor
el proceso de cambio y reestructuración joven o de reciente ingreso bajo la
conceptual que postula la corriente tutela de un profesor experimentado y
constructivista. En ambos casos, tienen con amplia trayectoria.
que entrar en conflicto o desequilibrio ● Seminario de trabajo con equipos de
las concepciones y prácticas habituales profesores.
de los sujetos (en el caso de los pro- ● Modelamiento con retroalimentación.
fesores, lo que antes denominamos la ● Redacción de diarios (por ejemplo co-
docencia del sentido común) y, me- tidianos, de incidentes críticos, infor-
diante una reconstrucción de signifi- mes biográficos, historias de vida).
cados, acceder a una nueva forma de ● Análisis del discurso del profesor du-
conocimiento (en, sobre y para ense- rante la enseñanza misma.
ñar), más válida y satisfactoria para ● Análisis de metáforas y anécdotas per-
éstos. sonales.
En la figura 1 puede verse una repre- ● Elaboración de escritos y ensayos.
sentación gráfica que ayuda a clarificar ● Enseñanza simulada y microenseñanza.
la dinámica del ciclo de enseñanza re- ● Planteamiento y resolución de dilemas.
flexiva aplicada a la formación docen- ● Conducción de proyectos de investiga-
te, tal como ha sido descrita antes. ción-acción.
● Construcción de mapas cognitivos que
En lo tocante a los posibles métodos representan las creencias epistemoló-
para realizar un proceso de formación gicas de los profesores.
docente desde la perspectiva reflexiva, ● Análisis de la estructura y contenido
Goodman (1987) opina que éstos guar- de la enseñanza, así como de los cons-
dan cierta relación con los estudios de tructos personales de los docentes.
campo etnográficos. Al revisar a este au- ● Construcción y análisis del “portafo-
tor, así como a De Vicente (1995), Hen- lios” del profesor.
derson (1992), Marcelo (1992), y Rodrí-
guez (1995), encontramos que hacen un De acuerdo con nuestra experiencia de
amplio recuento de posibles estrategias, investigación (Díaz Barriga, 1998a), el
algunas de ellas encaminadas a la tutoría seminario de trabajo con el equipo de
individual formador-profesor, otras más al profesores (en un formato de curso-taller)

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FIGURA 1 • Fases de un ciclo de enseñanza reflexiva aplicada a la formación docente

Experiencia en el aula
Generar planes y
nuevas producciones
Acción

Generar un
saber integrador DESCRIPCIÓN
¿qué hago...?

Reconstrucción
¿cómo puedo mejorar
mi enseñanza? INFORMACIÓN
¿qué significa...?

CONFRONTACIÓN
Teorización ¿cómo he llegado a...? Problematización
y sistematización de la práctica docente

constituye la estrategia formativa básica. función de mediación con los enseñantes


De acuerdo con Goodman (1987), para (así como el profesor es mediador con sus
que un seminario logre crear un entorno alumnos). D. Schön (1988) plantea que
propicio para la reflexión docente es la enseñanza reflexiva, considerada como
indispensable que favorezca la indagación un proceso de formación de profesores en
abierta, la exploración de actitudes perso- servicio, requiere de una supervisión o
nales, de procesos de pensamiento y que entrenamiento que apoye y guíe los pro-
se fomente un clima de confianza que cesos de reflexión antes descritos. Dicha
permita discutir abiertamente los proble- función de supervisión reflexiva (reflective
mas de la práctica. Puesto que “los semi- coaching) puede asumir muy diversas
narios han de crear entornos que supon- modalidades, pero lo más importante es
gan un desafío y a la vez sirvan de apoyo” que apoye al profesor a combatir lo que el
(p. 241), es difícil que puedan darse expe- autor describe como el “cinismo normal”
riencias de aprendizaje reflexivo en el de las instituciones educativas, es decir, la
seno de estructuras pedagógicas conven- burocracia, la resistencia al cambio o la
cionales jerarquizadas. desesperanza. Asimismo, es importante
Desde la perspectiva del formador de que tanto la supervisión como la práctica
formadores, es decir, de aquella persona reflexiva se conciban como actividades de
que funge como coordinador o tutor del investigación, en el sentido de permitir la
equipo de docentes en formación, pode- generación de intervenciones efectivas, la
mos decir que éste también ejerce una confirmación de hipótesis orientadas a la

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acción o el logro de una mayor compren- ● La presentación de un abordaje teóri-


sión de los fenómenos vinculados a la co y la descripción clara de habilidades
práctica de la enseñanza. estratégicas.
En estrecha relación con lo anterior, ● La existencia de un contexto donde se
según De Vicente (1995), se ha logrado pueda modelar la enseñanza y donde
identificar una serie de comportamien- se puedan practicar las habilidades a
tos de apoyo o supervisión de parte del lograr en escenarios de aula reales o
formador de docentes, que son defini- simulados.
torios en el incremento de la conducta ● La provisión de retroalimentación sis-
reflexiva. Dichos comportamientos son: temática y de supervisión continua
apoyo a la reflexión en la acción por para la aplicación del conocimiento
el supervisor, estimulación de la autono- sobre la enseñanza.
mía del profesor, empleo de datos que
evidencien los patrones de enseñanza- No obstante, también encuentran
aprendizaje del profesor y sus alumnos, que la mayor parte de los esfuerzos son de
ciclos de observación en el aula y apoyos corta duración, así como prescriptivos y
a los profesores para que puedan inter- remediales por naturaleza, y examinan la
pretar los datos recabados en torno a su enseñanza como una serie de acciones y
enseñanza. reacciones. Esto entra en conflicto con la
Lo anterior concuerda con una re- literatura que aquí se revisó, donde se
visión de 200 estudios sobre formación postula que una mejoría en la enseñanza
de profesores universitarios en servicio, se logra mediante la reflexión y la acción,
compilada por Saroyan y Amundsen en procesos a mediano y largo plazo, en
(1994), quienes encuentran que los pro- el seno de una labor colegiada.
gramas de formación docente más exi-
tosos son aquellos con actividades per- A manera de conclusión:
sonales y grupales encaminadas a la Síntesis de una propuesta de formación
innovación de la enseñanza en el marco docente en el campo de la enseñanza
de las necesidades de la institución edu- de la historia
cativa específica, donde se permite a los
docentes de diversas áreas interactuar y Para terminar este escrito, y tratando de
pensar críticamente sobre los aspectos ofrecer una síntesis de lo planteado a lo
pedagógicos de su disciplina. En contras- largo del mismo, integramos diversos
te, los programas menos efectivos fueron principios educativos en torno a los cua-
aquellos que, a pesar de estar “bien pla- les se puede articular una propuesta de
neados”, servían sólo a intereses rutina- formación docente congruente con los
rios del claustro o de la administración, enfoques aquí revisados. En particular,
que no tenían un propósito claro con creemos que es pertinente para el caso
relación al mejoramiento de la enseñanza de la formación de docentes en servi-
y que además fallaban en proponer estra- cio en el nivel medio superior y corres-
tegias apropiadas y efectivas para enfren- ponde al modelo trabajado exitosamente
tar problemas específicos. Al parecer, los con profesores del área histórico-social
componentes de los programas más efec- (Díaz Barriga, 1998a; Díaz Barriga y Ri-
tivos fueron: go, 2000):

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1. El programa de formación docente se contemplar el análisis del contenido


debe articular en torno a la relación disciplinar de la asignatura a impartir.
teoría-práctica y por consiguiente aten- A partir de este análisis se seleccionan
der dos líneas fundamentales de la acti- los núcleos básicos de conocimiento
vidad docente: saber y saber hacer. científico/disciplinar a impartir a los
2. El programa de formación del profeso- alumnos, los cuales deberán ser asequi-
rado requiere contemplar los tres ingre- bles y motivantes.
dientes esenciales del acto educativo: el 8. El programa requiere inducir una pers-
contenido de la materia, los procesos pectiva amplia de los contenidos a en-
de enseñanza y aprendizaje y la prácti- señar, promoviendo la toma de con-
ca docente. ciencia por parte de los maestros de
3. El programa de formación docente que el conocimiento histórico abarca:
requiere tomar como punto de partida conceptos, principios y explicaciones
el pensamiento didáctico del profesor (saber); procedimientos y habilidades
sobre la problemática generada en la específicas (saber hacer); actitudes, va-
práctica misma de la docencia. lores y normas (saber ser, saber estar,
4. La determinación de dicha problemá- saber comportarse, saber por qué se
tica es el resultado de la reflexión críti- hace).
ca en equipos de trabajo interdiscipli- 9. Potenciar los componentes metacogni-
narios conformados por expertos en la tivos y autorreguladores del conoci-
disciplina estudiada (historia), maes- miento en un doble sentido:
tros en servicio y asesores psicopedagó- En el sentido del conocimiento sobre

gicos que abordan esta tarea como un la propia práctica docente: sistematizar
trabajo colectivo de innovación, inves- y tematizar el conocimiento didáctico.
tigación y formación permanente. En el sentido del conocimiento que

5. El trabajo de análisis sobre la proble- han de adquirir los alumnos: sistema-


mática de la actividad docente consti- tizar y tematizar el conocimiento de la
tuye un proceso de reflexión que inten- historia.
ta profundizar al menos mínimamente 10.La formación de profesores y la ac-
sobre los problemas planteados, de tal tividad docente en el campo de la
forma que se superen las limitaciones enseñanza de la historia implica un
de la docencia de “sentido común” y cambio didáctico que requiere la cla-
del pensamiento docente espontáneo, rificación conceptual, el análisis críti-
potenciando la reflexión colectiva y el co y la aplicación del método históri-
trabajo colaborativo. co-social, así como el despliegue de
6. La reflexión sobre la problemática una diversidad de habilidades especí-
docente estará orientada a la genera- ficas de dominio (comprensión del
ción de un conocimiento didáctico tiempo histórico, re-lativismo cogni-
integrador y de una propuesta para la tivo, empatía ante agentes históricos,
acción que trasciendan el análisis críti- causalidad histórica y pensamiento
co y teórico y que resulten en propues- crítico)
tas concretas, realizables y eficaces.
7. El programa de formación necesita

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