Está en la página 1de 5

Resumen capítulo 14 “sobre aspectos prácticos de mejora”

Operaciones a realizar
En este capítulo todas las normas y operaciones que se citan a continuación han
sido clásicas en mejora avícola durante décadas. Sin decir ahora que son las de la
mejora en una época que podríamos denominar casi artesanal, es evidente que en
la actualidad, centrada esa mejora en muy pocas empresas poderosas
económicamente, y dados los medios con que cuentan y los adelantos
tecnológicos, algunas se han modificado o simplificado.
Y nos referimos no solo a utilización de potentes ordenadores para el análisis de
los datos obtenidos, sino también a diferentes mecanismos electrónicos para la
obtención de dichos datos.
Planificación de los apareamientos e incubación
Para planificar bien todas las operaciones necesarias en la práctica de la mejora
(selección, apareamiento, reproducción, etc.), lo primero que hay que definir son
los dos tamaños de población, o censos de aves, con los que vamos a trabajar: el
total consistente en la población evaluada, y el efectivo, constituido por los
animales que se reproducen por ejemplo, si tenemos cada estirpe y generación
una población total de 3.200 hembras en evaluación, ellas podrían provenir de la
reproducción de 40 gallos con 400 gallinas, con lo cual tenemos una media de
unas 80 hembras por padre y 8 por madre; insistimos “media”, pues lógicamente
ese número variara al pasar de familia en familia.
Una vez que tengamos garantías de paternidad después del apareamiento, se
comienza a recoger los huevos de incubar necesarios para obtener, de la
reproducción de aquellos 40 machos y las 400 hembras, la descendencia
deseada. Así pues, hay que calcular el número total de recogida para asegurarnos
dicha descendencia. Ese número de días se dividirá en periodo o tandas de
incubación.
- En función de la experiencia que se tenga en cada caso, de los distintos
objetos perseguidos, y de las instalaciones y mano de obras disponibles,
así de habrán de modificarse esas cifras para ajustarse, en diferentes
situaciones, a cada concreto.
- -veamos ahora que cifras se deducen al hacer intervenir la selección, ante
todo hemos de decir que la intensidad de selección es algo que habrá de
definir el genetista rsponsable de la mejora. Que no sea más intensa del
20% y mejor aún del 25%.
En toda esta planificación esta planificación conviene recordar también lo que se
dijo en el capítulo 8 respecto a la elección de los gallos en cada familia
seleccionada y su repercusión en la intensidad de selección aplicada en este sexo.
Apareamiento
Aunque la inseminación artificial no ofrece ninguna dificultad de realización en la
reproducción de las gallinas, es mucho más utilizada en los centros de
investigación que en las granjas comerciales. Se usa en casos de apareamientos
muy específicos.
En el caso de utilizar esta técnica de fertilización, la recomendación es inseminar
las hembras una vez por semana; siendo obligado tener los reproductores tanto
machos como hembra en jaulas, con lo que se facilita la recogida del semen y la
propia inseminación dirigida. Cuando se utilice la fertilización natural, el
apareamiento para la reproducción de los animales seleccionados se lleva a cabo
en gallineros especiales, de cría en el suelo, divididos en pequeñas celdas en la
que se sitúa un macho con varias hembras. Todos los pollos nacidos de los
huevos puestos en cada celda serán hijos del macho alojado allí; y cuando se
desee controlar también la madre, los nidales serán de trampas para atribuir cada
huevo a la hembra que lo puso.
Cabe destacar que si en el momento de realizar la materialidad del apareamiento
viéramos un ave, macho o hembra, que no tiene unas condiciones físicas
adecuadas, defecto morfológico o enfermedad, debe descartarse.
Si el apareamiento fuese al azar, situación muy general en mejora, ya dijimos que
debe hacerse con algún tipo de sorteo o emparejamiento aleatorio que evite
cualquier acción preferencial. El sorteo puede hacerse en pleno gallinero o en la
oficina, cuando es en el gallinero resulta practico distribuir primero los machos en
las celdas y sortear las hembras que le corresponden a cada uno, por el contrario
fuese dirigido, no hay mucho que comentar, sino decir que se hará en la forma
decidida requiriendo en general un mayor trabajo y preparación del material
animal.
Es muy importante hacer pruebas previas de fertilidad con los machos disponibles,
antes de que llegue el momento del apareamiento.
Recogida y almacenado de huevos
Paternidad
Referente a la paternidad que se pueda atribuir a un pollito nacido de una gallina
que estando primero apareada a uno o varios gallos se sustituyen luego estos por
otro nuevo, la regla práctica es la siguiente
1. cuando se quiera tener absoluta seguridad de la paternidad del nuevo macho,
porque este en juego la pureza de la estirpe o línea, convienen esperar de o
cuatro semanas.
2. cuando interese la paternidad para el cálculo del valor genético o por otra razón
de valoración, pero el pollito nacido no se va a reproducir, basta con dos semanas.
3. es muy discutible una norma basada en numerosos estudios de investigación,
pero que no nos atrevemos a recomendar a no ser en situaciones donde no se
exijan gran precisión. Según dichos estudios, los pollos nacidos a los 4 o 5 días, o
bien a la semana, serán ya del segundo gallo.
Recogida del huevo para incubar
La recogida de huevos es diferente si las reproductoras se crían en suelo o en
jaula. El primer caso se necesita el nido trampa si es clasificación por madre, o
nido abierto en celdas con un solo macho si se hace por padre. La mano de obra
que requiere es mayor en el primer caso que en el segundo.
En la recogida de huevos para incubar es fundamental seguir algunas normas
para que no disminuya la fertilidad y la incubabilidad. Época cálida conviene hacer
la recogida al menos 3 veces al día y mejor aún 4, llevándolos inmediatamente al
almacén refrigerado.
Marcado de huevos
Al hacer la recogida de los huevos de los nidales o de las jaulas, hay que
señalarlos con la numeración correspondiente a la madre, o al padre si la
selección esta solo basada en él. Lo ideal para ellos es utilizar un lápiz normal que
marque bien.
Al llevarlos al almacén y depositarlos en él, es espera de la incubación, conviene
ponerlos ordenadamente según estirpes, familias, madres, etc., Para facilitar luego
la carga en la incubadora por ese mismo orden.
Periodo de almacenaje de los huevos
Los huevos deben almacenarse en cámara a una temperatura de unos 10° a 12°c,
con una humedad relativa de 80%. Temperaturas muy bajas pueden helar el
embrión o causar trastornos que disminuyen la incubabilidad. El disponerlos en
armarios de bandejas basculantes para hacer un volteo diario aunque algo
engorroso, puede favorecer ligeramente la incubabilidad.
Incubación
En el proceso de los 21 días de incubación tenemos una primera fase, de unos 18
días, donde los huevos están colocados en hileras en bandeja de volteo, y la
segunda en la que los huevos se colocan en las bandejas de nacimiento.
El punto más importante a considerar en la incubación de los huevos puestos por
las hembras seleccionadas es el control de la paternidad de los pollitos nacidos de
ellos. Al pasarlos por la zona de nacimiento hay que poner los huevos por familias
de hembra, o de macho, con dispositivos especiales, que pueden ser muy
diversos: que cajitas de tela mecánica con las aristas reforzadas, saquitos de
malla tipo tarlatana, divisiones móviles adaptables a la bandeja de la nacedora.
También es obvio que cuando se hace selección por familia de padre el número
de divisiones necesarias es muchísimo menor que cuando se hace por madre; y
así los dispositivos son más simples y eficientes.
Marcado de pollitos y aves adultas
Según se van sacando los pollitos de cada compartimiento de la nacedora, habrán
de ser marcados convenientemente para su identificación posterior. Lo adecuado
es poner una marca especial en la hembra del ala. Hay dos clases de marcas: la
americana, que consiste en una banda estrecha y doblada, donde un extremo
termina en punta para traspasar dicha membrana, y el otro tiene el agujero que
recibe la punta que se remacha con alicate especial; y la británica que tiene forma
de candado y que es una chapita rectangular que recibe en dos lados opuestos un
alfiler curvado cuya parte afilada, después de traspasar la membrana del ala, se
aloja en un doble abierto que se cierra después.
Las marcas pueden tener diversos colores, que junto con la numeración, dan lugar
a una gran variedad de combinaciones como para que no se repitan aves en
varias generaciones de selección, un método a veces empleado para señalar un
número limitado de pollos pertenecientes a ckasificaiones muy simples, consiste
en perforar las membranas de las patas del pollito con un taladrador especial.
Dependiendo de los números de los orificios, de la membrana derecha o izquierda,
y de una u otra pata o ambas, tenemos 16 posibilidades de distinción.
Digamos que las mejores marcas para animales adultos son las denominadas
tilonas de ala; son de diferente material, aunque cada vez se usan más las de
plástico duro de distintos colores. Estos pueden ser incluso no numeradas, con el
fin de escribir la correspondiente identificación en el momento de colocarla en el
ave.

Sexado y triaje de machos


Aunque no sea estrictamente necesario, conviene sexar la descendencia para
mejor seguir la pista a ambos sexos y, sobre todo, para eliminar un buen número
de machos que encarecen la cría. Con el fin tener representación de todas las
familias, una norma adecuada sería dejar los machos de las dos primeras tandas,
un bajo porcentaje de la tercera y nada de las restantes. Esta norma de reducción
de machos es más fácil aplicar en el caso controlar solo el padre y no la madre, al
no tener que observar tantas familias y llegar a tener más fácilmente en cada ella
un número de gallos conveniente para asegurarse los necesarios en el
apareamiento.
El mantenimiento de machos hasta que no sea valorada la familia a la que
pertenecen ellos mismos en un asunto que debería considerarse en las granjas
comerciales de mejora, en contraste, quizá, con lo que se pueda hacer en
investigación pura. Lo ideal es que estuviera resuelta la conservación de semen,
para así eliminar todos o gran parte de los machos, con lo que se ahorraría mucho
dinero y problemas.

Operaciones en la cría, recría y fase de adultos


La mayoría de operaciones a realizar en estos periodos de la de los animales
incluidos en el programa de mejora, no son muy diferentes a las normales en una
explotación; a no ser las específicas necesarias en la toma de datos para la
evaluación de los caracteres objeto de la selección, las cuales se han indicado en
el capítulo anterior.
Todas esta recomendaciones tendentes a igualar los efectos de tipo ambiental,
para que los estimas del mérito genético se distorsionen lo menos posible, no son
tan necesarias cuando se hagan las evaluaciones con los métodos, ya
comentados en su momento basados en técnicas tipo BLUP y similares, en las
que se corrigen dichos efectos ambientales: tanda , gallinero, granja, etc.

Elkin Pérez
Augusto Mestra

También podría gustarte