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Comunicaciones

Técnicas Editorial
Edita: Tras el paréntesis de las vacaciones concentraciones cadetes de la RFEBM y
estivales os presentamos nuestra revista profesor de la Escuela Nacional de
Real Federación Española número tres con dos nuevas Comunica- Entrenadores de dicha Federación
de Balonmano. ciones Técnicas.
C/ Ferraz nº 16, La comunicación número 218 dedicado
La comunicación número 217 es a la variabilidad de las acciones de táctica
28008 Madrid.
abordada desde la Psicología del deporte y colectiva defensiva, reclama y plantea
recoge de manera esquemática los princi- alternativas de funcionamiento táctico
pales aspectos de la programación del colectivo dentro de un mismo sistema
Tfno: 91 548 35 58 entrenamiento mental en balonmano, des- defensivo. Su autor Juan A. García
Fax: 91 542 70 49 tacando la importancia que para nuestro Herrero, es licenciado en Educación Física
deporte tiene la preparación psicológica. por el INEF de Madrid, Doctor en
Su autor Claudio Gómez Navarro, es licen- Educación Física por la Universidad de
Pág. web: www.rfebm.com ciado en Psicología por la Universidad Extremadura, Master en Educación y
e-mail: rfebm@rfebm.com Complutense de Madrid y Master en Reeducación Psicomotriz por la
Psicología del Deporte por la Universidad Universidad Pontificia de Salamanca y
Autónoma de Madrid. Entrenador Nacional de Balonmano.
Consejo de Redacción: Como jugador de División de Honor Imparte las asignaturas de "Iniciación
defendió la portería del Club Atlético de al Balonmano" y "Balonmano de Alto
Madrid durante diez temporadas, a conti- Rendimiento" en la Facultad de Ciencias
Francisco Moreno Blanco
nuación fichó por la Sociedad Conquense, del Deporte de la Universidad de
Director Escuela Nacional para finalizar como jugador de la plantilla Extremadura.
de Entrenadores del Balonmano Ciudad Real donde militó Durante ocho temporadas ocupó el
durante cinco años. Además formó parte cargo de entrenador de selecciones
Juan Antonio de la Selección Junior y Absoluta de Territoriales de Castilla León y en la actua-
Moreno Rodríguez España. lidad es el entrenador auxiliar del Equipo
Coordinador Técnico Actualmente ocupa el cargo de Gerente Nacional Promesas Maculino de España.
de Base de la Asociación de Jugadores de
Balonmano, es Psicólogo Deportivo en las Francisco Moreno Blanco
Miguel Ángel Lebrón
Gómez de la Llamosa
Secretario Escuela
Nacional de Entrenadores

Fotografía:

Archivo de la Real
Federación Española
de Balonmano

Diseño y Maquetación:
Altermedia
Comunicación 2000 S.L.

Fotomecánica e impresión:
Running Producción S.A.

Depósito Legal
M-25867-2002

1
Programación del entrenamiento
mental en balonmano
La incorporación de la psicología del deporte en los contextos aplicados de la socie-
COMUNICACIÓN Nº 217
dad, requiere la presencia de profesionales convenientemente preparados tanto en psi-
cología como en la ciencia deportiva.
Los programas de entrenamiento psicológico requieren,al igual que los físicos o los
Por Claudio técnico-tácticos, la progresión gradual de las habilidades aprendidas, así como su puesta
Gómez Navarro en práctica en las diferentes situaciones de la actividad deportiva.Por lo tanto, la
actuación del psicólogo del deporte, como técnico que es , complementa el trabajo de
los demás técnicos en la preparación del deportista; llevando la programación a corto,
medio y largo plazo,donde se incluyan objetivos concretos (principalmente de rendi-
miento),aplicando las técnicas y estrategias oportunas y analizando los resultados.
La preparación psicológica forma parte del plan global de actuación, para lograr
una optimización en el rendimiento de los deportistas.En la planificación,entendida
como un proyecto que se elabora antes de que tenga lugar su plasmación en el entre-
namiento y en la competición,se establece un proceso de toma de decisiones acerca de
los métodos y contenidos más apropiados para conseguir los objetivos especificados
dentro de una dimensión temporal.
En la intervención psicológica es imprescindible la figura del psicólogo especializado
en el contexto deportivo;su vinculación a la ciencia psicológica le permiten fluidez y
maestría en la utilización de técnicas y métodos específicos (entrevista,observación sis-
temática,pruebas, biofeedback,cuestionarios estandarizados,...),y además su prepara-
ción en la aplicación al ámbito deportivo, posibilitan su actuación como un técnico
deportivo.

Resulta importante analizar cómo las en práctica. En deportes individuales, está


destrezas mentales influyen poderosamen- mucho más extendida la presencia del psi-
te en el rendimiento, aunque pocos depor- cólogo deportivo, como miembro del equi-
tistas las desarrollan plenamente, puesto po técnico. Los propios deportistas
que se necesita un correcto aprendizaje de demandan su intervención en aras de un
las estrategias que desarrollen su puesta mayor control de sus procesos cognitivos.

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Además, el trabajo continuado en entrena-
miento psicológico determina el proceso
de interiorización dentro de las pautas de
actuación de esos deportistas.
En nuestro deporte, muchas son las
situaciones de presión que tiene que
soportar el balonmanista. No sólo en los
periodos de adaptación: cambio de club,
cambio de ciudad, periodo de pretempora-
da...,sino la descompensación que muchas
veces se produce entre preparación física
y preparación mental. No nos resultará
difícil recordar a algunos deportistas que,
en momentos determinados de su carrera,
alcanzaban gran maestría en las sesiones
de entrenamiento, y no eran capaces de
transferir ese rendimiento a las situacio-
nes de competición. En la mayoría de los
casos, por un déficit en la preparación psi-
cológica.
En estos casos, el jugador de balonma-
no puede encontrar en los profesionales 3. Desarrollo de un entrenamiento diri- En nuestro deporte,
de la psicología una estimable ayuda para gido a objetivos concretos. muchas son
superar estas situaciones. Técnicas como Hay que establecer las metas a conse- las situaciones de
el establecimiento de metas, la visualiza- guir.El deportista debe percibir que va
ción, la relajación (en sus diferentes méto- acercándose paulatinamente a los objeti- presión que tiene
dos), la reestructuración cognitiva, y otras, vos, a medida que adquiere y pone en que soportar
ayudan al deportista a superar esos práctica las destrezas psicológicas. el balonmanista.
baches de rendimiento provocados por
diferentes acontecimientos: 4. Utilizar alguna metodología para No sólo en los periodos
- Exceso de autoresponsabilidad. evaluar el programa. de adaptación:
- Descenso en el nivel de motivación. Debemos evaluar en qué medida está cambio de club, cambio
- Excesiva presión mediática o de la siendo efectivo o no el programa de entre-
propia organización deportiva. namiento implantado. A través de entre- de ciudad, periodo de
- Bajo nivel de autoconfianza en el vistas, autoinformes, cuestionarios, debe- pretemporada...,sino
deporte. mos preguntar a nuestros deportistas si la descompensación
están utilizando las habilidades aprendi-
PROGRAMACIÓN das, y si los resultados que obtienen con que muchas veces
DEL ENTRENAMIENTO. ellas son satisfactorios. se produce entre
A la hora de establecer un programa preparación física
de preparación psicológica en Balonmano, FASES DEL ENTRENAMIENTO
tendremos que tener en cuenta unos prin- Como sabemos, en cada deporte, la y preparación mental.
cipios básicos generales: preparación. se estructura en una serie de
microciclos, mesociclos y macrociclos,
1. Planificación del entrenamiento a dependiendo del tiempo transcurrido entre
largo plazo.- el inicio de la preparación y el periodo
No podemos establecer un programa competitivo. En Balonmano, a partir del
de entrenamiento a un mes vista de la mesociclo entrante (pretemporada), la
competición, ni actuar sólo en momentos estructura es de microciclos continuados,
de urgencia; estas intervenciones psicoló- puesto que cada semana hay competición
gicas, normalmente, no obtienen buenos en una Liga regular.
resultados.Es necesario familiarizarse con Nos encontramos con un problema, y
los protagonistas, conocer el grupo, su es que las etapas o fases del entrenamien-
sociología, y después, decidirse a interve- to psicológico hay que insertarlas en un
nir con un proyecto y objetivos concretos. macrociclo donde desde el final de la pre-
temporada estamos compitiendo, de la
2. Desarrollo del trabajo centrado en el misma forma que ocurre con la planifica-
grupo. ción de la preparación física.
Pese a que las intervenciones se reali- Incluiremos las siguientes fases en
zarán con los deportistas que más lo nece- nuestro programa de entrenamiento psico-
siten, el objetivo siempre estará en fun- lógico:
ción del equipo deportivo. Fase 1: Evaluación inicial de habilida-

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des psicológicas y establecimiento de cada miembro del equipo en cuanto a
objetivos. cuestiones psicológicas.
Fase 2: Entrenamiento de habilidades La evaluación es el paso clave en la
psicológicas. instauración de un programa, puesto que
Fase 3: Pre-competición. el entrenamiento se basará siempre en los
Fase 4: Competición. resultados de la evaluación, las técnicas a
Fase 5: Post-competición. aplicar también, por tanto, los errores
Fase 1: Evaluación inicial de habilida- cometidos en esta fase se arrastrarán
des y establecimiento de objetivos. hasta la última, y podremos comprobar
El primer paso en cualquier programa como nuestro proyecto no avanza.
de entrenamiento psicológico, siempre es Se trata de revelar aquellas destrezas
Se trata de revelar la evaluación. Utilizaremos parte de la pre- psicológicas que son deficitarias y que
temporada (mesociclo entrante) para esta ejercen efectos adversos sobre el rendi-
aquellas destrezas 1ª fase. Se trata de realizar una evaluación miento del equipo. Hay que tener especial
psicológicas que de las necesidades y demandas psicológi- cuidado con las manifestaciones encubier-
son deficitarias y cas de cada deportista. La mejor forma de tas. Nos referimos a aquellas manifesta-
recoger esta información es la entrevista ciones de algunos deportistas durante la
que ejercen efectos psicológica. evaluación psicológica, que no se corres-
adversos sobre La participación y el compromiso de ponden con los déficits que desean corre-
el rendimiento los deportistas en el programa es impor- gir, y que normalmente van acompañadas
tante.Si los deportistas no aceptan este con el deseo de establecer objetivos psico-
del equipo. programa y no lo interpretan como un lógicos difusos.
coadyudante que les puede beneficiar en
su rendimiento, estaremos perdiendo el Fase 2: Entrenamiento de las técnicas
tiempo desde la primera fase del progra- psicológicas.
ma. Utilizaremos la fase final de la pre-tem-
A través de cuestionarios cerrados, porada (dos semanas) para el aprendizaje
entrevistas con los deportistas, informa- de las técnicas psicológicas. Sin olvidar
ción del entrenador..., debemos ir descu- que podremos iniciar el aprendizaje de
briendo los puntos fuertes y débiles de cualquier técnica en cualquier momento a

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partir de la pre–temporada. después de la relajación son, por este
La primera técnica que se debe enseñar orden:
es la relajación, por su utilización conjunta -La visualización.
con otras técnicas como la visualización; -La energetización (auto-activación).
por este motivo la relajación suele ser la -La autoconfianza.
primera técnica enseñada. Podemos ade- -Concentración (entrenamiento en el
lantar tres tipos o métodos: relajación diná- mantenimiento de la atención)
mica (basada en la sofrología), relajación La primera técnica
muscular progresiva (método de Jacobson) Respecto a la reestructuración cogniti-
y entrenamiento autógeno o relajación va, merece una mención aparte.Al ser una que se debe enseñar
mente a músculo (Johannes Schultz). técnica puramente cognitiva, requiere un es la relajación,
Trabajaremos en tres sesiones a la aprendizaje mucho más largo, por lo que por su utilización
semana de unos 50 minutos de duración se podrá utilizar parte de la temporada de
por sesión. competición para avanzar con esta técnica, conjunta con otras
Las técnicas que debemos entrenar siempre que haya algún deportista que en técnicas como
la visualización;
por este motivo
la relajación suele
ser la primera
técnica enseñada.

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la evaluación psicológica se haya detecta- Importante saber que nunca vamos a
do que necesita un cambio en su sistema poder eliminar la incertidumbre que gene-
de creencias. ra cualquier competición deportiva, pero sí
podemos conseguir que el deportista "ate-
Fase 3: Pre-competición. rrice" en la competición con un diálogo
Esta fase se caracteriza por ser poten- interno adecuado.
cialmente, la más estresante. Sin duda, es Se deben realizar una serie detallada
el momento crucial de la preparación psi- de actividades que nos vayan acercando
cológica. A menudo la presión que recae paulatinamente a la situación de competi-
sobre el deportista es muy grande. Al ción. Es decir, lograr que la energía y la
mismo tiempo, hay que tener en cuenta la excitación por la competición, vayan cons-
Aquí el objetivo propia autoresponsabilidad de la persona, truyéndose lentamente.
que aumenta esa sensación de agobio. El Una buena rutina pre-competición
es que el deportista respeto al resultado de la competición, la sería, por ejemplo, la siguiente:
llegue a la competición ansiedad que genera cualquier situación 1. Alimentación adecuada.
con un diálogo de afrontamiento, se pueden convertir en 2. Repaso de la visualización.
el peor de nuestros enemigos. 3. Monólogos positivos.
interno positivo. Habrá que habilitar un par de sesiones 4. Diálogo y últimas indicaciones del
dos días antes del encuentro para poner entrenador.
en orden nuestras ideas, repasar los pro- 5. Estiramientos y calentamiento pre-
cedimientos o técnicas ensayados y llegar partido.
a la competición con las mejores sensacio-
nes posibles, fruto de pensamientos realis- Este tipo de rutinas nos puede ayudar
tas y constructivos. a que el deportista no se disperse, y llegue
Aquí el objetivo es que el deportista al inicio de la competición en la mejor dis-
llegue a la competición con un diálogo posición psicológica posible.
interno positivo. Por poner un ejemplo,
nuestro jugador debe percibir la mayor Fase 4: Competición.
garantía de éxito posible. El pensamiento En esta fase ya no tenemos oportuni-
adecuado sería del tipo: "sé que voy a dad alguna de intervenir. Al igual que ocu-
encontrar dificultades, pero voy a ser rre con las facetas técnico-táctica y física,
capaz de superarlas". lo que no se ha entrenado es prácticamen-

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te imposible que salga en la competición.
Se trata de que nuestros deportistas
pongan en práctica todo aquello que han
aprendido.
Los objetivos de esta fase son dos:
a) Mantener el plan de focalización.
A qué estímulos y en qué momentos
debemos focalizar nuestra
atención.Aspectos entrenados en la prime-
ra fase, en el desarrollo de la atención sos-
tenida.
b) Desarrollar un plan de refocalización.
Se trata de tener prevista alguna estra-
tegia psicológica para refocalizar, si es que
perdemos la concentración en cualquier
momento de la competición.
En este apartado, debe elaborarse un
listado de fuentes potenciales de distrac-
ción, y señalar el camino que nos permita
nuevamente encontrar en foco atencional. mayoritariamente de su conducta.
Muchas veces la sobre-excitación
genera falta de concentración. Esto suele d) El fracaso atribuido a elementos
ocurrir a menudo, en los deportistas jóve- externos (erróneas decisiones del entrena- Muchas veces,
nes, cuyo excesivo nivel de motivación, dor, mal arbitraje, estado del terreno de la sobre-excitación
genera errores de coordinación, agarrota- juego,...) provoca simplemente una protec-
miento muscular, entre otros problemas. ción de la autoestima. El deportista en genera falta
Todos ellos derivados de una excesiva este caso, está manifestando lo que en de concentración.
excitación psíquica. psicología se denomina lugar de control Esto suele ocurrir
externo, es decir, piensa que los aconteci-
Fase 5: Post – competición. mientos que le suceden en el deporte y en a menudo, en los
El objetivo de esta fase es analizar la vida no están bajo el control de su con- deportistas jóvenes,
cómo interpreta el balonmanista el resul- ducta, no dependen de él. cuyo excesivo nivel
tado de la competición, puesto que de ello
dependerá en gran medida su motivación, Tendremos que analizar, al terminar la de motivación,
y la autoeficacia en competiciones futuras. competición, de qué manera interpreta, o genera errores de
Vamos a ver de qué formas diferentes a qué factores atribuye nuestro deportista coordinación,
puede atribuir el deportista los éxitos y el resultado de la competición. Este análi-
fracasos en la competición. sis realista y honesto del resultado de la agarrotamiento
Las causas que el deportista suele dar competición, es fundamental para estable- muscular, entre
para explicar un resultado deportivo son cer los futuros objetivos. Por supuesto, a otros problemas.
muy diversas. Pero pueden hacer referen- los formadores deportivos nos interesan
cia a factores que dependen del propio deportistas que manifiesten un lugar de
deportista o a factores externos. control interno, que sepan autocriticarse,
a) El éxito asociado o atribuido a ele- puesto que en muchas ocasiones, es la
mentos internos (esfuerzo, capacidad de única vía para la mejora del rendimiento.
sufrimiento, habilidad técnica...) produce
sentimientos de orgullo y autoconfianza.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
b) El éxito asociado o atribuido a ele-
mentos externos (suerte, facilidad de la - Lorenzo González, J.: "Psicología y
tarea,...) provoca una disminución en los deporte". Biblioteca Nueva. Madrid
sentimientos de autoconfianza, y no gene- (1992)
ra las mismas expectativas de triunfo para - Ulrich, D: "Iniciación a la Psiclogía"
el futuro. Editorial Herder. Barcelona (1992)
- Valdés Casal, H.M.: "La preparación
c) El fracaso asociado a elementos inter- psicológica del deportista. Mente y ren-
nos (falta de entrenamiento, falta de capaci- dimiento humano". Inde publicaciones.
dad de esfuerzo,...) genera sentimientos Zaragoza (1996)
negativos de frustración. Pese a ello, el - Williams, J.M.: "Psicología aplicada
deportista está manteniendo un lugar de al deporte" Biblioteca Nueva. Madrid
control interno. Es decir, sigue pensando (1991)
que las cosas que le suceden dependen

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Alternativas de funcionamiento
táctico colectivo en el mismo
sistema defensivo
Con frecuencia,la primera expresión que se utiliza al hablar del comportamiento
COMUNICACIÓN Nº 218 colectivo ofensivo, si se pretende que éste sea eficaz, es la de variedad.La alternancia
de medios colectivos ofensivos garantiza que el equipo genere incertidumbre sobre los
defensores y pueda consecuentemente conseguir el éxito.Desde el inicio, se considera
que el ataque debe ser variado y que esa variedad posibilitará encontrar vías para la
Por Juan Antonio
finalización.
García Herrero. Esta concepción del juego ofensivo en el que la variabilidad en las acciones se ante-
Facultad de Ciencias pone a cualquier otra consideración,parece que ha calado entre los técnicos preocupa-
dos de obtener el máximo rendimiento del grupo a su cargo.De esta forma,cada día
del Deporte.
son más los entrenadores que buscan proporcionar distintos argumentos dentro de un
Universidad de mismo patrón de juego.Esta particularidad está afectando a casi todos los ámbitos del
Extremadura. entrenamiento (juego ofensivo individual y colectivo e individual defensivo básicamen-
te),siendo en el juego colectivo defensivo en el que quizá no se haya avanzado tanto
gherrero@unex.es
como en los otros enunciados anteriormente .
Prácticamente, todas las parcelas del juego se están planificando en los entrena-
mientos para manejar distintas posibilidades y, sin duda,consideramos que el juego
defensivo colectivo debe empezar poco a poco a sumarse a esa estructura de funciona-
miento.

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Alternativas tácticas colectivas dentro
de un mismo sistema defensivo
Los sistemas defensivos son, por defi-
nición, estructuras de comportamiento
colectivo enmarcadas en pautas de actua-
ción estrictas y sistematizadas. Esta orga-
nización facilita enormemente la actuación
de los jugadores que deben regirse respe-
tando los principios de ese sistema defen-
sivo (así como las modificaciones al
mismo que haya podido introducir el
entrenador).
Los fundamentos del sistema defensi-
vo (junto con las mencionadas modifica-
ciones), suelen comprender normas de
funcionamiento en las que cada defensor Los sistemas defensivos
en su puesto específico debe comportarse
de una determinada manera, cuestión que son, por definición,
condicionará a su vez el resto de acciones estructuras de
de los otros defensores. Esto es, si un 5+1, cambiar a 5+1 sobre un lateral, cam- comportamiento
equipo está empleando un sistema defen- biar posteriormente a 6:0, etc.). Tampoco
sivo 6:0 con presión sobre los pares en los estamos hablando de una estructura colectivo enmarcadas
laterales cuando el balón está en la zona defensiva en la que un jugador pueda en pautas
contraria, supondrá que cada vez que lle- tener varias iniciativas de forma esporádi- de actuación estrictas
gue el balón a un extremo o a un lateral, ca, como por ejemplo el defensor avanza-
el lateral defensivo del lado contrario pre- do que en un momento puntual varía su y sistematizadas.
sionará a su par y a su vez, el resto de sus espacio de actuación o sus responsabilida-
compañeros conocerán y se comportarán des defensivas porque interpreta que
intentando sacar el máximo partido de esa puede obtener un beneficio con esa
acción. Así, los equipos que realizan una acción, ya que normalmente este compor-
presión sobre un jugador par cuando el tamiento no cuenta con una colaboración
balón se encuentra en la zona contraria, defensiva diferente para cada acción del
suelen mantener esta pauta de actuación avanzado por parte de los otros defenso-
invariablemente. Esta es la forma habitual res. Nos estaríamos refiriendo más exacta-
de actuación en los sistemas defensivos: mente a un plan de actuación en el que
se define una estructura patrón sobre la puede haber varias alternativas de com-
que se realizan adaptaciones que el equi-
po automatiza y repite sistemáticamente
intentando conseguir el éxito defensivo.
En los últimos años, algunos equipos
de alto rendimiento han empezado a
manifestar comportamientos defensivos
colectivos en los que dentro del mismo
sistema, varían las responsabilidades y
exigencias en cada puesto específico. Por
ejemplo, el avanzado de un sistema defen-
sivo 5+1 podría: liberar un espacio de
juego, presionar a su par, presionar a un
jugador impar o no presionar, y para cada
una de estas opciones del avanzado el
resto de los compañeros adoptarían una u
otra forma de funcionamiento defensivo.
De manera que existiría una alternancia
colectiva en su comportamiento, lo que
exigiría un funcionamiento colectivo alter-
nativo no sólo por parte del avanzado sino
del resto del equipo (en función de la
acción del avanzado).

No nos gustaría que se confundiera


Figura 1.Sistema defensivo 6:0 con presión sobre los pares en los laterales cuando se encuentra el balón
esto con el cambio de sistema defensivo a en la zona contraria
lo largo del partido (empezar defendiendo

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portamiento colectivo en determinados do, cuestión que generará una mayor
puestos específicos y a su vez, la adapta- incertidumbre en el equipo atacante.
ción previo entrenamiento, del equipo a
esas diferentes posibilidades con distintas Hace unas décadas sería impensable
respuestas. plantearle a un defensor las posibilidades
que algunos jugadores manifiestan hoy en
Generalmente, los sistemas defensivos día en el juego 1x1. Sin duda, actualmente
creemos que se diseñan para sistematizar todas las se asume que el juego 1x1 visto desde la
posibilidades, entendiendo que esa siste- defensa no permite realizar siempre la
los diseños de matización debe comprender patrones de misma acción en el mismo espacio, debi-
los sistemas defensivos comportamiento colectivo que se repetirán do a que esa conducta remite al defensor
están evolucionando a lo largo del partido. Ahora bien, creemos a una situación muy previsible para el ata-
que los diseños de los sistemas defensi- cante, avocándole normalmente a no ser
hacia pautas vos están evolucionando hacia pautas de eficaz en las tareas defensivas individua-
de actuación variables actuación variables donde la alternancia les. De esta forma, parece que el juego
donde la alternancia de acciones colectivas permite alcanzar un 1x1 se encamina hacia situaciones en las
mayor rendimiento. Desde nuestro punto que el defensor cambia constantemente
de acciones colectivas de vista, al igual que otras parcelas del su estrategia defensiva para generar incer-
permite alcanzar juego en las que cada vez se están mani- tidumbre en el atacante (presiona y libera,
un mayor rendimiento. festando más alternativas de actuación, el acosa, acosa y marca, disuade, disuade e
juego colectivo defensivo evolucionará en intercepta, libera y ocupa, etc.) Como se
los próximos años en esta dirección. aprecia, la alternancia en el comporta-
miento individual y la flexibilidad en las
Al realizar un diseño defensivo como el acciones permiten al defensor obtener un
que aquí se expone, asumimos que par- mayor grado de eficacia.
tiendo de un sistema defensivo estándar
(6:0, 5:1, 3:2:1, etc.) se realizan adaptacio- Atendiendo a esto, el interrogante que
nes colectivas al funcionamiento del surge es si la formación individual y colec-
mismo para que el equipo pueda utilizar tiva que los jugadores de alto nivel mani-
una alternativa u otra a lo largo del parti- fiestan permite actualmente diseñar siste-

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mas defensivos en los que mediante las bre atacante, ahora bien, ¿porqué no asu-
alternativas de funcionamiento colectivo, mir igualmente un modelo defensivo
se alcance mayor eficacia defensiva que generador de incertidumbre para los ata-
manteniendo un esquema rígido de juego. cantes? Los recursos individuales para
Desde nuestra perspectiva, es incuestiona- desarrollar esta propuesta ya los están
ble que el perfil individual defensivo ha manifestando numerosos jugadores (gra-
evolucionado enormemente en los últimos cias al trabajo de los entrenadores en los
30 años y, sin duda, es esta parcela del últimos años), por lo que quizá falte apro-
juego una de las que más ha progresado vechar en el ámbito colectivo esas presta-
en nuestro deporte. Si los jugadores cada ciones que los defensores pueden alcan-
día son mejores individualmente, es preci- zar. En definitiva, el juego colectivo defen-
so avanzar en la construcción de sistemas sivo debe ir avanzando hacia esquemas de
defensivos donde las exigencias en el fun- actuación cada vez más variables seme-
cionamiento colectivo aumenten para jantes a los que aparecen en el juego indi-
alcanzar un mayor grado de eficacia. vidual defensivo, ya que los jugadores van
Algunos ejemplos de estos sistemas mostrando progresivamente mejores per-
defensivos ya han sido publicados, como files defensivos.
el propuesto por Antón (2000, p.165) deno-
minado: "sistema defensivo 6:0 a través de Ventajas e inconvenientes en la alternancia
combinaciones de presión sobre pares e del comportamiento colectivo dentro del
impares". mismo sistema defensivo
Realizar este planteamiento y no reco-
Ya se ha comentado en anteriores oca- nocer las dificultades que el mismo impli-
siones (García, 2000; 2003) la tendencia ca sería caer en un ejercicio de inconscien-
existente en nuestro deporte a asumir que cia, como es obvio, el entrenamiento de
los atacantes son los que generan incerti- varias posibilidades requiere de más tiem- En definitiva, el juego
dumbre y los defensores tienen que res- po y mejores jugadores que el entrena- colectivo defensivo
ponsabilizarse de mitigar esa incertidum- miento de una forma de juego invariable. debe ir avanzando
hacia esquemas
de actuación cada vez
más variables
semejantes a los
que aparecen
en el juego
individual defensivo,

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El mayor inconveniente que aparece en
el diseño de este tipo de situaciones es la
coordinación en el juego entre los defen-
sores, ya que al poder desarrollarse varias
posibilidades la adaptación y la automati-
zación de las mismas exige un nivel alto
de coordinación entre los jugadores impli-
cados.
Pensemos en una defensa 5+1 en la
que el avanzado puede: presionar al cen-
tral, disuadir el pase extremo-lateral, ofer-
tar un espacio de juego a uno de los late-
rales o perder profundidad para, aparente-
mente, facilitar la creación de juego en pri-
mera línea. Hasta hace unos años el argu-
mento para no desarrollar defensas de
este tipo (con alternacia de responsabilida-
des en uno o varios puestos específicos)
era que el perfil individual de los jugado- funcionamiento colectivo,
res no permitía encontrar a uno o dos - dificultar la anticipación de los ata-
avanzados por equipo que fueran capaces cantes en la toma de decisión al enfrentar-
de realizar estas tareas. Actualmente, con- se a diferentes situaciones,
sideramos que en el alto nivel existen - disponer de un grupo con diferentes
varios jugadores por equipo capaces de opciones a la hora de adaptarse a la forma
realizar tareas defensivas semejantes a las de juego del equipo contrario,
Actualmente, expuestas (bien en el avanzado, en el late-
consideramos que ral, en el exterior o en el centro de la El encadenamiento de intenciones tácticas
en el alto nivel existen defensa), y entonces, si existen los jugado- defensivas entre varios jugadores como
res que permiten estas posibilidades base del funcionamiento colectivo variado
varios jugadores por ¿dónde aparece la dificultad actualmente? El papel que el jugador debería
equipo capaces Posiblemente, la dificultad en este adquirir en sus tareas defensivas indivi-
de realizar tareas momento se encuentre en ajustar colecti- duales ha sido expuesto en diferentes tra-
vamente las intervenciones que ese defen- bajos aparecidos en los últimos años
defensivas semejantes sor realiza. De este modo, el problema (Antón, 2001, 2002; García, 1999, 2000,
a las expuestas defensivo en el ejemplo anterior no será 2003; Román, 1997). En ese rol del defen-
que el avanzado pueda o no realizar estas
u otras misiones, sino que la dificultad
estará en la coordinación colectiva que el
equipo debe realizar ante cada interven-
ción del avanzado. Así, una alternancia de
tareas por parte del avanzado sin la coor-
dinación colectiva con el resto de defenso-
res generará inmediatos problemas a ese
sistema defensivo. Este será el reto para el
entrenador que opte por diseñar una
estructura defensiva como la que aquí se
defiende: sistematizar el nivel de coordina-
ción de sus defensores ante las distintas
posibilidades de determinados defensores,
sabiendo que una mayor alternancia de
opciones conduce inexorablemente a un
aumento proporcional en el ajuste del
juego colectivo.
Como se aprecia, un comportamiento
de este tipo no va a estar al alcance de
equipos carentes de esa formación defen-
siva básica a la que antes se aludía. Si por
el contrario se dispone de este tipo de
jugadores, las ventajas de esta forma de
funcionamiento colectivo son notables:
- generar una mayor incertidumbre
sobre los atacantes al variar la forma de

12
(Antón, 2001; 2002; García, 2003), lo que
por ejemplo supondría: acosar y liberar,
disuadir e interceptar, liberar y cerrar, etc.
El criterio sería el mismo que el empleado
en el encadenamiento de contenidos técni-
cos individuales (Antón, 1990), donde se
intenta agrupar acciones que en el trans-
curso del juego van a aparecer unidas.
Sin duda, estas actividades enriquece-
rán la formación defensiva por la que atra-
viesan los jugadores, ya que les permitirá
manifestar un criterio defensivo que se
aleje de una actitud sin intencionalidad
alguna.

Si bien este encadenamiento de inten-


ciones tácticas individualmente es impres-
cindible para el dominio del 1x1, el funcio-
sor, la manifestación de intenciones tácti- namiento defensivo colectivo variado
cas se presenta como una cuestión esen- exige un encadenamiento de intenciones
cial si se pretende alcanzar un cierto nivel tácticas entre dos o más jugadores.
de eficacia. Cada vez con más frecuencia Anteriormente (en el juego 1x1) un juga-
las intenciones tácticas defensivas apare- dor encadenaba en su acción individual
cen como un contenido habitual en las varias intenciones tácticas, y ahora ese
programaciones y planificaciones de los defensor manifestará una o varias inten-
entrenadores, considerándose como un ciones tácticas que deberán encadenarse Se asume que
aspecto fundamental en la formación de con otra u otras desarrolladas por otros el defensor deberá
los jugadores. compañeros. De esta forma, como resulta ir entrenando
Se asume que el defensor deberá ir evidente, el funcionamiento defensivo que
entrenando las diferentes intenciones tác- implique un encadenamiento de intencio- las diferentes
ticas hasta llegar a entender cuándo y nes tácticas entre varios jugadores repre- intenciones tácticas
cómo es el mejor momento para emplear sentará una mayor dificultad que si ese hasta llegar a entender
una u otra. De la misma forma, es habitual encadenamiento lo realizara un sólo juga-
en el entrenamiento defensivo plantear el dor en su acción de 1x1. cuándo y cómo es el
encadenamiento de intenciones tácticas mejor momento para
En las etapas de iniciación el buen emplear una u otra.
defensor que disuade el pase correctamente
es capaz de conseguir interceptar ese pase
con cierta frecuencia, ya que los pasadores
no tienen una gran eficacia en el pase. En
alto rendimiento, donde el dominio técnico
es mucho mayor, esta circunstancia no se
presenta así con tanta frecuencia, es decir,
muchas veces el jugador que disuade no es
capaz de interceptar él mismo el balón, ya
que el portador del balón decide no arries-
gar a pasar en la línea de pase que disuade
el defensor optando por seleccionar otra
línea de pase y en consecuencia, permitien-
do que otro defensor diferente al que realiza
la disuasión pueda interceptar el balón. Esta
colaboración entre dos defensores en la que
uno disuade y otro intercepta podría servir-
nos de ejemplo para ilustrar el tipo de com-
portamiento colectivo buscado.
Lógicamente, las asociaciones entre dos,
tres o cuatro defensores podrán ser tan
ambiciosas como permita el perfil individual
defensivo de los jugadores implicados.

Como es lógico, los requisitos previos


indispensables para abordar un plantea-

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miento de este estilo son: tiendo siempre la misma acción). Del
- un correcto nivel individual defensivo mismo modo, algunos jugadores manifies-
de los jugadores, tan problemas en la comprensión de la
- un hábito en tareas de colaboración colaboración defensiva ante intenciones
defensiva en distintos puestos específicos tácticas. Así, es frecuente encontrar que
y con distintos criterios, cuando se responsabiliza a uno o dos
- capacidad para interpretar el tipo de jugadores de determinadas tareas (ofrecer
intención táctica que el compañero mani- un espacio, falsear una acción, presionar
fiesta, al par o al impar, etc.), otros defensores
- capacidad para ajustar la actuación tienden por imitación, a jugar de forma
defensiva ante la intervención de un com- semejante a sus compañeros. En este sen-
pañero, tido es preciso aclarar las responsabilida-
- rechazar la idea de defensores espe- des a los jugadores para que entiendan
cialistas, ya que tan especialista es el juga- que si uno oferta un espacio otro debe
dor que disuade una línea de pase o la conocer esto y adaptarse para cerrar ese
ocupación de un espacio como el que espacio o explotar la acción de su compa-
debe responsabilizarse de cerrar con con- ñero. Así, quizá sería conveniente hablar
tundencia el espacio que ha generado su de responsabilidades colectivas comple-
compañero con la disuasión. mentarias, para que se entienda que la
acción de un compañero condiciona el
Este grado de colaboración entre comportamiento de los otros defensores y
varios defensores debe sistematizarse en que éstos, lejos de comportarse del
Este grado de el entrenamiento, siendo necesario que mismo modo ante la intervención del
colaboración entre los defensores conozcan las alternativas compañero, deben necesariamente ajustar
así como la adaptación de cada jugador en su actuación. Todos estos problemas son
varios defensores debe su puesto a las mismas. Cuando se inicia los que mediante el entrenamiento deben
sistematizarse en el el entrenamiento mediante estas estructu- pulirse, de forma que si uno o dos jugado-
entrenamiento, ras defensivas, la tendencia del jugador es res disuaden, los otros deben coordinar su
a comportarse de forma estándar (repi- intervención en función de las consecuen-
siendo necesario
que los defensores
conozcan las
alternativas así
como la adaptación
de cada jugador en
su puesto a las mismas.

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cias que para la estructura defensiva gene- se eficazmente a las situaciones de juego
ra esa disuasión. con que se va a encontrar.

El entrenamiento de un sistema defen- Por último, a lo largo del texto no nos


sivo basado en la alternancia de opciones hemos centrado en el desarrollo de un sis-
requerirá por tanto, dedicar horas de tra- tema defensivo concreto con el que traba-
bajo ajustando las intervenciones de los jar los distintos aspectos comentados.
defensores entre sí. En este sentido, la sis- Esta posición se ha adoptado de forma
temática de trabajo no difiere de la desa- consciente, considerando que el sistema El entrenamiento de
rrollada en el entrenamiento de cualquier defensivo con el que se realicen las cues- un sistema defensivo
sistema defensivo, es decir, entrenamien- tiones aquí tratadas es secundario. Como basado en
to por bloques de jugadores (central y sucede siempre, las características de los
avanzado, laterales y central, exterior y jugadores de cada equipo aconsejarán la alternancia
lateral, etc.) y el posterior ensamblaje de emplear un sistema defensivo u otro, e de opciones requerirá
estos bloques mediante ejercicios con igualmente, orientarán sobre las adapta- por tanto, dedicar horas
mayor número de jugadores hasta llegar a ciones que el entrenador podrá hacer en
la totalidad de los defensores. ese sistema defensivo. En balonmano, de trabajo ajustando
habitualmente este tipo de exigencias las intervenciones de
Como ya se ha expuesto, antes de lle- defensivas se relacionan con sistemas los defensores entre sí.
gar al entrenamiento colectivo el jugador defensivos abiertos, idea con la que no
ha debido pasar por una formación indivi- estamos de acuerdo y de la que queremos
dual defensiva que le permita acceder a alejarnos desde el inicio, ya que pensa-
las exigencias que estas estructuras defen- mos que los planteamientos expuestos
sivas pueden solicitarle. El colectivo de son totalmente independientes del sistema
jugadores que no haya tenido la forma- defensivo empleado.
ción previa necesaria, no podrá enfrentar-

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA - García, J. A. (1999) La anticipación defensiva en al


etapa de perfeccionamiento. Area de Balonmano, 8, 7-14.
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pas de aprendizaje. Madrid: Gymnos. ro en el entrenamiento técnico y táctico individual defen-
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va. Concepto, estructura y metodología. Grupo Editorial Balonmano". León.
Universitario.

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