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VALORES y LIDERAZGO

Ronald Heiffetz, un experto en liderazgo y profesor de Harvard,


afirma que todos los líderes tienen su "santuario". Interesante anotación
que nos centra en los valores éticos y espirituales como fundamento del
auténtico liderazgo. Para poder ejercer un influjo positivo y significativo,
los líderes son fieles a vivencias de este tipo:

1. Le dan prioridad a lo espiritual: viven su fe, sea cual fue re, y así
disfrutan de paz interior con un sentido de trascendencia.

2. Le dan prioridad a las relaciones: así, al valorar a su familia y sus


amigos, encuentran apoyo, fortaleza y luz.

3. Cultivan experiencias de mejoramiento humano, como las


siguientes: seminarios o talleres de crecimiento, buenas lecturas, ejercicio
físico, buen empleo del tiempo libre, aficiones artísticas.

4. Tienen un compromiso social: sin ningún interés económico,


apoyan obras benéficas en bien de los pobres, los limitados, los ancianos
o los niños.

¿Tú también eres fiel a esas mismas vivencias?

Ojalá crees tu propio "santuario" para ejercer un buen liderazgo estés


donde estés. Y recuerda que si eres íntegro, Dios habita en el santuario de
tu alma.

RECORDEMOS
Liderazgo es... la capacidad que tienen los seres humanos para asumir
con responsabilidad la construcción de su propio destino, y para
comprometerse a favor de otros en el progreso y perfeccionamiento de la
humanidad.
"El buen líder no maneja números; maneja relaciones y actúa con un
profundo humanismo. El buen líder no utiliza a los demás, porque trata a
todos como personas, no como fichas. El líder auténtico vive para servir,
cultiva nobles ideales, se deja guiar por el amor. Es bueno consigo mismo
y con los otros. El líder no se limita a resolver problemas busca prevenidos
y logra el mejoramiento continuo".UN LIDER TIENE EL PLACER DE
SERVIR

"Toda la naturaleza es un anhelo de servicio; sirve la nube, sirve el aire, sirve el


surco. Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que
enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquiven,
acéptalo tú.

Sé el que aparte la estorbosa piedra del camino, sé el que aparte el odio entre
los corazones y las dificultades del problema.

Existe la alegría de ser sano y de ser justo; pero hay, sobre todo, la hermosa, la
inmensa alegría de servir.

¡Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera un rosal


que plantar, una empresa que acometer!

Que no te atraigan solamente los trabajos fáciles: ¡Es tan bello hacer lo que
otros esquivan!

Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito con los grandes trabajos;
hay pequeños servicios que son buenos servicios: Adornar una mesa, ordenar
unos libros, peinar a una niña, Aquél es el que crítica, éste es el que destruye,
sé tú el que sirve.
El servir no es faena de seres inferiores. Dios, que da el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamársele así: El que sirve. Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y
nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿Al árbol? ¿A tu amigo? ¿A tu madre?".
Gabriela Mistral.

RECORDEMOS

El servicio es... un valor a través del cual la persona presta ayuda, orienta o
guía al otro.

El servicio supone entrega, generosidad, donación y, en ocasiones, sacrificio.


"Ser servicial significa... dar sin esperar nada a cambio. Las personas capaces
de prestar ayuda ven más allá de sus propias necesidades y piensan en los
demás actuando, por ende, sobre la base de la preocupación por los demás y de
la cooperación". Barbara C Uneil y Jerry L.W.
"Una de las más bellas compensaciones de la vida es que ningún hombre puede
tratar sinceramente de ayudar a otro sin ayudarse a sí mismo". Kalp Waldo
Emerson."

El servicio más verdadero y valioso es el realizado sin esperar gratitudes o


recompensas. Luis Fernando Betancourt.
“PERDONAR ES UN ARTE”

“Practica el arte del perdón y no soportaras el peso de tus


propios errores, ni el de los demás. Perdona sin límites, pues
en la medida que perdones serás también perdonado””.

En la vida el perdón debe convertirse en una práctica


permanente.
Muchos, quizá, han pasado por la maravillosa experiencia de
dar y recibir el perdón; a veces no resulta fácil, y hay
personas a las que les cuesta más que a otras, pues dentro
del ser humano también se encuentran pasiones contrarias,
como el orgullo y la soberbia, que son enemigas del perdón.
Pero el esfuerzo permanente y constante puede lograr el
fruto de una autentica conversión.

La práctica del perdón debe iniciarla la persona misma.


Es difícil pretender perdonar a los demás, sino “nos
perdonamos a nosotros mismos”. En la historia de todo ser
humano hay diversas situaciones, defectos, maneras de ser
que no se quisieran tener. Una persona desea ser de una
determinada manera y siente la frustración de ser lo que no
desea ser, y entonces se culpa a sí misma, se auto castiga,
se reprocha; no se acepta como es, no se perdona. Y si no se
acepta y se ama como es, entonces, ¿Cómo puede aceptar y
amar a los demás como ellos son? De ahí que sea
indispensable la reconciliación consigo mismo.

De igual forma, hay necesidad de reconciliarse con


Dios. Muchas veces se culpa a Dios de lo que pasa y de “lo
que nos pasa”. Se descarga toda la ira, todo el
resentimiento contra Él, olvidando que ha dejado al hombre
en libertad de actuar y que lo que acontece, quiérase o no,
es el producto del uso que se ha hecho de la libertad. Es
necesario volver a tener amistad con Dios.

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