Está en la página 1de 122

La Mirada del Aprendiz

1
La Mirada del Aprendiz

2
La Mirada del Aprendiz

La Mirada del Aprendiz


Cámara de Aprendices
R:.L:. Darío Salas Díaz Nº147

Año 2018 

3
La Mirada del Aprendiz

Ediciones de la Gran Logia de Chile


Derechos reservados
Prohibida la reproducción por cualquier m edio

ISBN

Diseño de cubierta
María Francia Prado Ramírez

Diseño de edición
Ediciones de la Gran Logia de Chile

Impreso en Soluciones Gráficas PACF E.I.R.L

Impreso en Santiago de Chile


Febrero 2020
Gran Logia de Chile
Marcoleta 659
Santiago. Chile

4
La Mirada del Aprendiz

Palabras de la Segunda Vigilancia

La Cámara de Aprendices de la Respetable Logia Darío Salas


Díaz N° 147 ha desarrollado un trabajo de investigación, estudio,
discusión y reflexión, en el marco de las actividades de sus Cámaras de
Instrucción y que hoy vemos orgullosamente reflejado en esta Antología
que hemos titulado “La Mirada del Aprendiz”.
Sin duda, el proceso de pulir la piedra bruta es un trabajo
personal y que requiere de una mirada interna, siendo esta una labor
eterna que exige principalmente, en los primeros años de iniciado, una
energía mayor para lograr vencer las inercias, superar los obstáculos
y desarrollar el hábito de trabajo necesarios para cumplir esta noble
misión.
El libro “La Mirada del Aprendiz” es el resultado de un trabajo
constante, dedicado y entusiasta, que ha sido desarrollado bajo las
orientaciones del Plan de Docencia Masónica definido por la Gran
Logia de Chile, en donde se han abordado principalmente los aspectos
doctrinarios y simbólicos del Primer Grado.
El Ritual Masónico nos da la oportunidad de crear un espacio
mágico y tolerante al interior de nuestro Templo simbólico, en donde
las apreciaciones particulares de cada hermano, van decorando con sus
miradas subjetivas un entorno de naturaleza espacio temporal lejano del
mundo profano, característico de vicios y prejuicios, que no permiten
una mirada más humana, ecléctica y trascendente, como la que se
cultiva en el seno de nuestros templos.
La mirada del aprendiz es pura, enamorada, poderosa y también
crítica. Llena de energía que inflama e ilumina la eterna lucha de todo

5
La Mirada del Aprendiz

masón como es perfeccionarse a sí mismo y extender sus idearios


hacia el mundo profano, siendo una praxis eternamente altruista. Cada
reflexión aquí escrita es el producto de la primera expresión tangible de
las ideas que van tomando forma en un estado de conciencia diferente.
El estado de conciencia del Aprendiz, toma un cariz lleno de apertura,
flexibilidad, trascendencia y fraternidad.

Leonardo Contreras R., Segundo Vigilante


Humberto Ortiz V., Segundo Vigilante Adjunto

6
La Mirada del Aprendiz

Doctrina Iniciática de la Masonería

Virtudes del grado

7
La Mirada del Aprendiz

8
La Mirada del Aprendiz

Caridad

“Tirarle el hueso al perro no es caridad,


caridad es compartir el hueso con el perro
cuando se está tan hambriento como él” 
“La mano que recibe está siempre
debajo de la mano que da”

Nuestra Orden nos invita a ser hombres buenos y leales, gente


de honor y probidad, cual sean las confesiones o convicciones que nos
distingan, por encima de los desafíos profanos que en el camino de la
vida nos presente la sociedad.
Ya en nuestra ceremonia de iniciación, el V:.M:. nos recuerda
que la caridad es una virtud cuya práctica más apreciamos los masones,
para luego explicarnos la manera como debemos exteriorizarla y hacerla
una realidad tangible.
La Caridad del latín caritas, caritoris en su sentido más amplio
se considera como una de las virtudes teologales que consiste en amar a
Dios y al prójimo, es el sentimiento y actitud que impulsa a interesarse
por los demás, a solidarizar con sus problemas y necesidades, a ayudar
al prójimo. Puede también interpretarse bajo un sentido no menos
estricto como la limosna, el auxilio o consuelo que se concede a quien
lo necesita.
Llegamos entonces que la caridad no es sino o por tanto parte
del amor en sí mismo, amor que impulsa a sentir compasión por las
demás personas, compasión que impulsa el amor hacia los demás.

9
La Mirada del Aprendiz

No debemos caer en el error demasiado común que la caridad


es únicamente el sentimiento de conmiseración que nos conduce a
auxiliar al necesitado con donativos.
Recordemos algunas de las frases dichas en nuestra iniciación
¿Cuál es la virtud cuya práctica creéis más necesaria para con vuestros
semejantes?
La virtud cuya práctica más apreciamos los masones, tratándose
de nuestros semejantes, es la caridad, pero la caridad que practicamos
no es la limosna vergonzosa o parcial y ostentosa, bajo la cual suele
palpitar en el mundo profano un egoísmo vanidoso y corruptor.
La caridad debe racionalmente entenderse por la convicción
ilustrada y la voluntad decidida de propender a que los hombres vean
claro y cumplan con su destino.
¿Consentís en dar algo? … ¡Dice no tener!
Hacemos votos en el sentido de que nunca encontréis en el estado
de no poder seguir, señor, los nobles impulsos de vuestro corazón. En
la masonería la Caridad es hacer el bien por el bien mismo; es también
educación que proyecta luz sobre otros, ayudándoles a adquirir los
medios y conocimientos necesarios para su propia superación personal
y para que puedan, a la vez, ayudar también a sus semejantes, solo
quiere vuestro amor a la humanidad y la pureza de vuestro corazón.
En nuestras tenidas es habitual el recorrido del saco de pobres,
donde todos sus miembros colocan su aporte voluntario y desinteresado
que viene siendo la caridad o donación entregada por cada masón al
terminar la tenida para las obras que tiene destinada el taller.
“(…) el hermano debe ser y debe estar contento con sí mismo y
esto solo puede ser cuando se interesa no solo por sí mismo, sino por el
bien de los demás que necesitan de su ayuda, los cuales tienen derecho
a recibir (…)”.
Tienden a relacionarse y a usarse indistintamente los conceptos
de caridad y solidaridad, sin embargo, hay sutilezas que hacen distintos
a ambos conceptos, entre ellos se pueden mencionar:
-La caridad brota de la propia privación. Es decir, consiste en
hacerse uno pobre para enriquecer al otro.

10
La Mirada del Aprendiz

-La caridad no es parcial, sino que exige plena coherencia en


los distintos ámbitos de la vida. El amor presente en un acto de caridad,
no se administra en porciones, ni dirigido a ciertos sectores, sino que se
derrama a cualquier prójimo sea quien fuere.
La caridad masónica tiene el contenido humano de hacer el bien,
de socorrer moral y materialmente al hombre, sin lastimar su dignidad,
con mesura y discreción, proporcionándole bienestar espiritual que le
entrega optimismo, alegría y tranquilidad. Nuestra Orden concibe la
caridad de un modo diferente al que se conoce en el mundo profano,
donde esta virtud, se ha desvirtuado, ya que se ha convertido en símbolo
de ostentación y en vanidad, en un dar forzado para causar buena
impresión, o en una entrega fortuita y asilada, más que en una continua
conducta moral. La caridad masónica, se debe caracterizar por su
naturalidad y permanencia en nuestro ser de iniciados, es desinteresada,
discreta, silenciosa y efectiva.
Sin pretensiones de acusación alguna, ¿nos hemos preguntado
por si hacemos todo lo posible por ayudar al necesitado? ¿Hemos dado
un plato de comida caliente a algún indigente preocupándonos por sus
problemas? ¿Hemos conversado con ellos? Esto, que es la práctica de
la solidaridad es clave para diferenciarla de la caridad.
En definitiva y como conclusión, todo masón debe practicar la
caridad, la solidaridad y el socorro al prójimo, independientemente de
nuestro estado de ánimo, ya que en el momento de nuestra iniciación
juramos el auxilio al hermano sin mirarnos a nosotros mismos, ya
que siempre hay personas que están en peor situación que nosotros y
nosotros podemos llegar a tener los medios para poder superar esas
situaciones con esfuerzo y trabajo independientemente de nuestras
creencias o de si las tenemos o no.
La caridad como acto de auxilio que se da al necesitado, en
muchos casos no deja de ser un sencillo acto que sirve únicamente para
tranquilizar la propia conciencia del que ejerce el acto de “ayuda”, pero
que no transforma de raíz la situación vital de necesidad. Se podría
resumir en la frase: “Pan para hoy, hambre para mañana”.
La caridad demuestra un supuesto “buen corazón”, que a

11
La Mirada del Aprendiz

corto plazo deja al necesitado en el mismo lugar anterior a su ayuda.


La caridad alimenta un tipo de participación pasiva e intermediada en
lugar de invitar a la transformación social. Fomenta un paternalismo,
no solo de tipo religioso a través de obras de caridad, sino también
desideologizado, ya que se acepta el sistema establecido, y no plantea
su acción en términos de transformación de las estructuras que dan lugar
a esos males. Con la caridad se acostumbra a la gente a la beneficencia,
como si fuera ley, que existan ricos y pobres.
La caridad verdadera exige de nosotros amar y respetar a todos
nuestros semejantes como a nosotros mismos. Esta preclara regla no
tiene sentido, si antes de ocuparnos de nuestros semejantes, no tenemos
primero el amor que nos debemos a nosotros mismos.
Este amor debe ser sano, virtuoso, bien ponderado, a él debemos
dedicar nuestros mejores esfuerzos para que en nuestra personalidad se
desarrollen armónicamente todas nuestras facultades bajo la dirección
de nuestra razón. El hombre que así se ama a sí mismo, es el mejor
preparado para amar a los demás y haciéndolo se convierte en un
centro activo de donde irradien sobre sus semejantes, salud, alegría y
prosperidad.

Reflexiones de Cámara

“Respecto de la caridad, es un valor muy importante y no solo debe


ser aplicada desde el punto de vista monetario, a nuestro parecer
es tanto o más importante, el destinar un tiempo en ayudar a los
hermanos que sufren; a veces una palabra, el llamar, conversar,
ayudar a buscar soluciones a los problemas del mundo profano que
afectan a un QH, es mucho más valioso que el entregar unas tantas
monedas a una obra benéfica”.

12
La Mirada del Aprendiz

Jerarquías sociales y fortuna

No se está en la Orden para divertirse, sino que para formarse


e instruirse. Debemos conquistar nuestros grados en la jerarquía de
la existencia y subir uno a uno los escalones del perfeccionamiento
individual. Pero, de lo que realmente se trata es alcanzar la edad adulta.
El hombre debe entonces haber aprendido a gobernar las fuerzas
de que dispone. Cuando la construcción corporal está terminada, dócil
a los impulsos voluntarios, el organismo es el instrumento de trabajo
del espíritu.
Después de golpear de forma desordenada las puertas del templo
y de ser interrogado sobre la procedencia de los profanos, en el ritual
de iniciación, el V:.M:. realiza una presentación de la francmasonería.
Cada vez que he tenido la posibilidad de escuchar el relato
sobre los qué y los porqué de la Orden, sobre quienes la conforman, por
qué la persiguen, la frase sobre “la no existencia de jerarquías sociales
ni alardes de fortuna entre los hombres que la conforman” parte de la
Orden queda dando vuelta en mi cabeza. Aquí, todos somos iguales.
Debo reconocer ante ustedes que nunca me había cuestionado
o había profundizado sobre el concepto o significado de la ‘Jerarquía
Social’. Son palabras muy familiares y que, desde niños las hemos
escuchado y vivido.
En los cursos de básica nos hablaban de la estructura que tenían
los pueblos antiguos, ya fuesen los egipcios, griegos u otras distintas
culturas. Los patricios y plebeyos, la nobleza y el proletariado, la
jerarquía eclesiástica, la militar, la social, todo muy familiar.
La jerarquía estructura un Orden de subordinación bajo algún

13
La Mirada del Aprendiz

criterio (superioridad, inferioridad, anterioridad, etc.) u otra cualidad


que permita graduar o generar interdependencia. El diccionario de
la lengua española  define tres acepciones del término: ‘gradación de
personas, valores o dignidades’; ‘jerarca’ y ‘Orden entre los diversos
coros de los ángeles’.
Para «jerarca» recoge dos acepciones: ‘superior en la jerarquía
eclesiástica’ y ‘persona que tiene elevada categoría en una organización,
una empresa, etc.’. Etimológicamente, jerarquía procede del latín y del
griego y referencia al clérigo encargado de presidir los ritos sagrados,
sacerdote.
Permítanme citar a Oswald Wirth: “la Francmasonería
moderna se nos presenta como una asociación de hombres escogidos,
cuya moralidad ha podido ser tan bien comprobada, que sintiéndose
completamente seguros los unos de los otros, podían practicar entre
ellos una fraternidad sincera y sin reservas”.
Estos hombres, reconocidos como buenos, leales y probos,
están obligados a evitar, con el mayor cuidado, todo aquello que
pudiera dividirlos. Les está especialmente prohibido discutir acerca de
sus convicciones íntimas, tanto religiosas como políticas.
La virtud característica debe ser en todo caso la tolerancia.
Para ser tolerante, es indispensable adquirir ideas amplias y elevarse
por sobre la pequeñez de todos los prejuicios. “La Francmasonería se
esfuerza, en consecuencia, en emancipar los espíritus; se dedica, en
particular, a libertarlos de los errores que mantienen la desconfianza
y el odio entre los hombres. Éstos, a sus ojos, no deben ser estimados
más que en razón del valor efectivo que ellos tienen de sus cualidades
intelectuales y morales”.
Toda otra distinción de creencia, de raza, de nacionalidad, de
fortuna, de rango o de posición social debe borrarse del seno de las
reuniones masónicas.
Si bien, todos sabemos que sí existe jerarquía administrativa,
dentro de la organización, cuestión que indiscutiblemente ha llevado
a desaciertos, controversias, disputas, silencios y habladurías, lo que
se debe preservar y trabajar para hacer prevalecer, es que el trabajo

14
La Mirada del Aprendiz

de forjar nuestra piedra bruta sea acompañado de hombres iguales,


tolerantes, respetuosos y probos.
En el contexto de las virtudes del grado que es el tema que
nos convoca esta cámara y entendiendo que la virtud es la firme y
constante disposición de practicar el bien, me parece muy significativo
que la unión fraternal de un grupo de hombres pensadores se realice
bajo preceptos de igualdad que incluya la no aceptación de jerarquías
sociales o la distinción de unos y otros dada la fortuna que se posea.
Siento que este grupo particular de personas, nuestra columna
de aprendices ha sido un gran ejemplo de estos valores. Si bien no
había reparado antes en el análisis de la situación, ya que siempre lo
he considerado como un elemento base de la comunidad en la que
participamos, hoy, luego de haber tenido la oportunidad de estudiarlo
para realizar este trabajo, puedo decir con orgullo, que esta virtud sí la
tenemos.

Reflexiones de la Cámara

“Respecto al tema de la jerarquía, una posición es validarla como


un instrumento, no un fin, por medio del cual se logra la estabilidad
de una agrupación cualquiera sea, el tener poder involucra una
responsabilidad que solo podrá ser sopesada si los principios
valóricos son sólidos, es muy frecuente encontrar personas que
por razones varias, ostentan un pequeño grado de poder por
sobre el resto, y esto los hace sentir seres superiores, lo cual los
hace acreedores, según ellos del menoscabo de sus similares. La
jerarquización mediante la meritocracia es la menos frecuente en
estos días, pero es la que según creo, la más válida, ya que se basa
en la aplicación de las capacidades de cada persona. En el caso de
un aprendiz en la masonería, nos ubica en el sitial de menor grado,
obligado a desarrollar nuestras capacidades que me permitan
avanzar a niveles superiores, lo cual solo se logra mediante el estudio
metódico, la reflexión y la aplicación de la sabiduría adquirida”.

15
La Mirada del Aprendiz

16
La Mirada del Aprendiz

Tolerancia

El ejercicio de la tolerancia ha sido uno de los elementos


fundamentales que ha permitido la convivencia y colaboración entre
distintos grupos sociales durante nuestra historia, lo que nos ha
permitido asegurar nuestra supervivencia y posterior desarrollo.
Aunque es posible encontrar prácticas de tolerancia plasmadas
entre los distintos hábitos y costumbres que han caracterizado a todas
las civilizaciones, no es hasta el siglo XVI que se comenzó a hablar de
manera explícita del concepto tolerancia, cuando se planteó la idea de
“tolerar a los equivocados en cuestión de fe”, producto de los crecientes
conflictos que comenzaron a generarse entre la Iglesia oficial y su
disidencia.
Posteriormente, durante los siglos XVII y XVIII, este principio
vuelve a ocupar una posición relevante en la discusión social, primero
de la mano de John Locke, a través de su “Ensayo y Carta sobre la
Tolerancia” y después, por medio del “Tratado sobre la Tolerancia”
escrito por Voltaire. Los planteamientos establecidos por ambos han
sentado las bases hasta el día de hoy acerca del rol e importancia que
debe tener este valor o virtud en la sociedad.
Una de las características que subyace a nuestra naturaleza
gregaria o social, corresponde a la tendencia de acercarnos e
identificarnos con nuestros iguales y a rechazar todo aquello que parece
diferente. La mayoría de las veces este rechazo o no aceptación esconde
una cierta intolerancia que es adornada de ideales comunes al grupo o
comunidad en la que nos desenvolvemos regularmente.
La distancia que puede existir entre las diferentes comunidades
se puede ver incrementada aún más, cuando dichos grupos se

17
La Mirada del Aprendiz

autoproclaman los depositarios y custodios de una determinada


“Verdad”. Éste ha sido el elemento que ha caracterizado a innumerables
conflictos, guerras y matanzas, las que han sido llevadas a cabo en
nombre de distintas doctrinas religiosas e ideologías políticas.
Sin embargo, el surgimiento de nuevas corrientes de
pensamiento y modelos de organización social, hicieron que el concepto
de tolerancia se tornara cada vez más importante, pues representa un
requisito indispensable para el ejercicio de la libertad y la convivencia
pacífica entre y dentro de una sociedad.
La palabra tolerancia viene del latín “Tolerantia” y significa
soportar o llevar un peso, es decir, representa un sacrificio y un
esfuerzo para quien la ejerce. Ésta quizás sea la clave para entender
lo difícil que ha sido para los hombres poder llevar a la práctica esta
virtud, particularmente en ciertas etapas de nuestra historia, pues ella
nos interpela a hacer el esfuerzo de aceptar al otro como un legítimo
otro, a pesar de que sus pensamientos, creencia y costumbres, sean
completamente diferentes a las nuestras.
Aunque la tolerancia es una virtud deseable en todas las
sociedades modernas, en su implementación subyace lo que el filósofo
Karl Popper llamó “La Paradoja de la Tolerancia”, la que establece
que “Para mantener una sociedad tolerante, la sociedad tiene que
ser intolerante con la intolerancia”. Esto también lo había planteado
previamente Voltaire, cuando señaló que “No se puede tolerar la
intolerancia”. En ambos casos, se plantea la idea que cuando en una
sociedad se tolera la intolerancia, se pone en serio riesgo la existencia
de la propia tolerancia. Este hecho tiene dos efectos muy importantes,
el primero de ellos es que la tolerancia tiene un límite y el segundo, es
que nos plantea la dificultad respecto a quién debe fijar dicho límite,
es decir, hasta dónde una sociedad debe ser tolerante y cuándo ciertas
prácticas, creencias y pensamiento, se transforman en intolerantes y no
pueden seguir siendo aceptadas.
Existen dos formas de practicar la tolerancia. La primera, se
denomina “Tolerancia Pasiva” y consiste en la resignación a vivir y
convivir con creencias, ideas y modos de vida completamente diferentes

18
La Mirada del Aprendiz

a los nuestros. Mientras que la segunda, se llama “Tolerancia Activa”


y consiste en acercarse y tratar de entablar diálogos con quienes son
diferentes a nosotros, para desde esa experiencia cambiar y enriquecer
nuestras posturas.
La Masonería es un espacio donde se promueve y practica este
segundo tipo de tolerancia, es decir, la “Tolerancia Activa”. Junto a la
fraternidad, la tolerancia, es uno de los rasgos más característicos de
la Orden, pues en ella tienen cabida personas con distintas creencias
y visiones de mundo, tal como queda claramente establecido en su
declaración de principios: “La institución estima que las concepciones
metafísicas son del dominio exclusivo de la conciencia. No prohíbe
ni impone a sus miembros ninguna convicción religiosa, pero rechaza
toda afirmación dogmática y todo fanatismo”.
Bajo este principio, es que la Orden estableció la figura simbólica
del G:.A:.D:.U:., que representa o sintetiza a todas las creencias,
concepciones filosóficas y científicas, respecto a la concepción del mundo
y a todas las posibilidades acerca del principio generador del universo.
Otro elemento simbólico que da cuenta de la importancia de la tolerancia
dentro de la masonería, es el mosaico que decora el piso del templo.
A través de este elemento simbólico podemos ver cómo dos
opuestos, como lo son el negro y el blanco, logran convivir en simétrica
armonía y belleza. Esto refleja de manera bastante explícita cómo
las diferencias particulares de pensamiento pueden complementarse
perfectamente para crear nuevas visiones y formas de entender nuestra
realidad.
No cabe ninguna duda que la práctica de la tolerancia es
fundamental para asegurar la adecuada interacción y desarrollo de toda
sociedad. Sin embargo, al momento de su implementación, aparece
un elemento que resulta de gran complejidad, como es la definición
de sus límites, los que, de manera consciente o inconsciente, se van
construyendo para establecer que es lo tolerante y que no.
Muchas veces de manera automática, y con bastante rapidez,
asumimos posturas de rechazo frente a ciertos temas, esgrimiendo con
una “solida” convicción que son hechos o situaciones intolerables, pero
pocas veces nos ponemos a pensar en el o los porqués que subyacen

19
La Mirada del Aprendiz

a esas posturas. Muy probablemente si hiciéramos este ejercicio, nos


daríamos cuenta que muchos de los límites que ponemos a nuestra
tolerancia se basan en creencias y opiniones erradas o incompletas.
Por lo tanto, si queremos evitar caer en esta trampa, que restringe
y acota fuertemente nuestras capacidades de pensar y percibir el mundo,
debemos asumir una postura constante de (auto)cuestionamiento de
dichos límites. Creo que esto debe ser una postura frente a todos los
aspectos de la vida, porque no sólo es aplicable a los grandes temas,
sino que también a nuestra cotidianidad.
Que la masonería se caracterice por ser plural, promoviendo y
practicando la tolerancia, me parece que demuestra bastante bien este
tema, pues a través de una “interacción diversa” nos invita a expandir
nuestros límites y así estar en mejores condiciones para adentrarnos en
la búsqueda de la verdad, proceso que comienza una vez iniciados en
la Orden y terminará más allá de nuestra existencia actual, cuando nos
toque enfrentarnos directamente a nuestro propio G:.A:.D:.U:..

Reflexiones de la Cámara

“La tolerancia se mueve al igual que todo en la naturaleza, en


rangos, rangos que permiten el normal funcionamiento de mi ser
interno, de mi vida en pareja, familia, sociedad y con el G:.A:.D:.U:..
La tolerancia es el pilar de la vida en sociedad, una sociedad poco
tolerante es una sociedad enferma, al igual como puede llegar a ser
una muy tolerante, pero este tanto o menos, es dinámico para cada
etapa o era. En la sociedad el ser humano es dinámico, es decir, los
paradigmas dejan de serlo, el mecanismo de cómo aumentar los
rangos está basado en la transgresión de las barreras y la represión
de aquellos que se sienten vulnerados. Otra vez una ley física, que
existe desde el big-bang, entropía – entalpia, después del desorden
viene el orden, es el mecanismo de compensación y equilibrio, por eso
es necesario el debate, la conversación, ponerse en el lugar del otro,
tratar de entender el porqué de su accionar, la defensa de su posición,
solo así podremos entender y tal vez validar lo que a primera vista
desaprobamos o despreciamos”.

20
La Mirada del Aprendiz

Prejuicios, no juzgar por apariencias

Sin duda, una de las cosas que nos distinguen con el resto de
los seres que habitan nuestro planeta, es la capacidad de comunicarnos
a través del lenguaje. La manera en que lo empleamos va más allá de
la simple emisión de sonidos, sino que al menos se relaciona en la
descripción de nuestro mundo y quizás para otros, en la construcción
de la realidad a través de cada palabra y acto simbólico que realizamos.
Quizás, y digo quizás para no ser prejuicioso, uno de los actos
lingüísticos que más se emplean son los juicios y prejuicios. ¿Qué es un
juicio?, ¿Cuándo se transforma en un prejuicio? ¿Cómo afectan al ser
humano? ¿Son inocuos? ¿Cómo se relacionan con nuestra formación de
aprendices?, estas son las dudas que rápidamente llegan a mi cabeza y
que a continuación intentaré al menos exponer.
Según la Real Academia Española de la lengua, existen varios
significados para la palabra juicio: “Facultad por la que el ser humano
puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso”; “Estado
de sana razón opuesto a locura o delirio”; “Acción y efecto de juzgar”;
“Cordura o sensatez”; “Pronóstico que los astrólogos hacían de los
sucesos del año”; “Relación lógica entre dos o más conceptos”. Es
decir, en un sentido amplio hablamos de distinguir lo bueno de lo malo,
estado de sanidad, acción de juzgar, pronóstico, adelantarnos a algo y
relacionar.
Ahora bien para prejuicio, el mismo texto lo define como:
“Acción y efecto de prejuzgar”, es decir la acción que realizamos
previamente a distinguir el bien del mal, o la acción previa a pronosticar,
o aquella previa a encontrarnos en un estado de sana razón.

21
La Mirada del Aprendiz

En segundo lugar la RAE define el prejuicio como “Opinión


previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se
conoce mal”, es decir un juicio se transforma en un prejuicio cuando
emitimos una opinión previa a poseer los antecedentes que nos permitan
distinguir lo verdadero de lo falso, relacionar correctamente acciones
y/o pronosticar adecuadamente eventos.
Los prejuicios suelen encontrarse en el ámbito de las opiniones
y no en la de los hechos, por lo que no cabe esperar el mismo nivel de
concordancia entre quienes los emiten. El problema o diferencia entre
juicio y prejuicio es qué en los segundos, las opiniones son infundadas
y por lo tanto las realidades generadas pueden ser distorsionadas a los
hechos.
Si nos guiamos netamente por las definiciones, lo extraño
es que un prejuicio también sería una opinión previa a un estado de
sana razón, es decir de “poca sanidad”. Al menos es discutible quien
interpone los criterios de sanidad o locura, sin embargo, si creemos
que el lenguaje crea realidades o describe el mundo, al parecer existe
relación entre prejuicio y “poca sanidad mental”.
En primer lugar, un juicio está fundamentado en acciones
observadas en el pasado, con una esperanza de poder anticiparnos a algo
que podría ocurrir en el futuro, es decir disminuir la incertidumbre y las
emociones que este nos pueda generar, ¿pero si estos no son fundados
cómo podemos realizar un buen pronóstico?, es decir, ya falla en cierta
forma “el buen juicio”.
En segundo lugar, la clave del prejuicio es el futuro, ya que, si
no estuviésemos tan preocupados de éste, quizás no habría necesidad
de efectuarlos. Suponemos que una experiencia acontecida en nuestras
vidas puede ser usada para iluminar lo que está por venir, pero al
basarnos en hechos infundados no se posee toda la capacidad de llevar
el pasado hacia el futuro ¿Será signo de sanidad vivir preocupados del
futuro mediante juicios errados o infundados?
Es justamente quizás nuestra necesidad como seres humanos
de darle a nuestra vida un sentido de futuro, la que malamente nos
invita a prejuiciar. Digo malamente ya que tal vez si intentamos de dejar

22
La Mirada del Aprendiz

“predecir” el futuro en base a supuestos infundados, podremos quizás


encontrar un sentido de vida más verdadero a nuestra propia existencia.
Por otra parte, el que esas predicciones no se cumplan ya supone algún
grado de sufrimiento.
El prejuicio siempre habita en la persona que lo emite, por lo
que si emitimos prejuicios descalificadores hacia otros, no puede sino
definirnos como seres descalificadores y así sucesivamente. Epicteto
planteaba “No olvides que no es el hombre que te envilece o golpea
aquel que te insulta, sino tu propio juicio de que este hombre te insulta.
Y comprométete a no dejarte llevar por las impresiones externas, dado
que una vez que ganes tiempo y postergues tu reacción, podrás más
fácilmente llegar a ser el amo de ti mismo”.
¿Pero cuál es la relación entre prejuicios de apariencia y
masonería? ¿No es acaso la libertad un principio básico de nuestra
Orden y desde ahí soy libre de opinar lo que quiera?
Oswald Wirth plantea algo muy similar a lo expresado en la
obra “El Principito”, cuando se indica que “Lo esencial es invisible
a los ojos”, planteando el autor de nuestro libro guía de aprendices lo
siguiente: “El pensamiento está sometido a las leyes cuyo conocimiento
sólo puede hacernos distinguir en todas las cosas la realidad de la
apariencia”, agregando “El hombre que ignora estas leyes es juguete
de perpetuas ilusiones, porque no sabe controlar ni rectificar los datos
que le proporcionan sus sentidos”. También agrega que el triángulo
masónico es a veces comentado por las palabras: Pensar bien - Hablar
bien - Hacer bien.
¿Cuándo prejuzgamos por apariencia nos estamos guiando por
este triángulo?
Si llevamos esto al triángulo de libertad, igualdad y fraternidad,
Wirth plantea que “La verdadera libertad pertenece al hombre libre de la
tiranía de los vicios y de las pasiones, tanto de la servidumbre de errores
y prejuicios”. ¿Si juzgamos por apariencia estamos relacionándolos con
el otro desde la igualdad?, ¿Si como especie somos todos un cuerpo
único provenientes de células animadas que toman diferentes formas,
será fraterno prejuzgar por apariencias?

23
La Mirada del Aprendiz

El dejar atrás los prejuicios y el prejuzgar por apariencias,


nos puede contribuir a ser personas más auténticas y libres. El poder
distinguir de mejor manera la realidad de la apariencia nos permite
vivir lejos de ilusiones cuyos resultados nos frustren o generen falsas
esperanzas, causándonos emociones poco adaptativas para nuestro
funcionamiento individual y/o en sociedad.
La condición de masones nos induce a ser seres auténticos, lo
que podemos conseguir fortaleciendo nuestros propios juicios a la vez
que dejando de tratar a los prejuicios como si fuesen afirmaciones casi
de un carácter indiscutible. El ser que prejuzga siempre habla desde
su persona y el prejuzgar por apariencia claramente es un acto que se
encuentra desalineado de los valores de libertad, igualdad y fraternidad,
así como de un ser con mente iluminada: “El ser humano que logra
acceder a todo su potencial de libertad, es aquel que somete su existencia
al rigor de la autenticidad y que aprende a enjuiciar los juicios”1

Reflexiones de la Cámara

“Aun cuando podríamos seguir pensando que el prejuicio es


bastante útil, lo importante es no discriminar en torno al prejuicio, no
restar méritos, no ofrecer menos ayuda, no ser menos solidario. Cómo
lograrlo es el misterio o lo complejo, creemos que el actuar basado
en prejuicios tiene mucho de inseguridad, incluso de soberbia, ver lo
que quiero ver, la pausa, la espera, la confirmación, necesita de calma,
seguridad y análisis objetivo, lo cual es más trabajoso, más lento, menos
atractivo y por supuesto más cercano al error y menos común entre las
personas”.

1 Echeverría Rafael, Ontología del Lenguaje JC Sáez Editor, Sexta Edición


Santiago de Chile 2003

24
La Mirada del Aprendiz

Doctrina Iniciática de la Masonería

Visión masónica del hombre y la vida

25
La Mirada del Aprendiz

26
La Mirada del Aprendiz

La concepción del hombre

Abordaremos el término “Concepciones” como una


representación mental que se tiene de una cosa o asunto. El tema en
cuestión, “Las concepciones del hombre” no deja de ser complejo,
es posible abordarlo desde el punto de vista histórico, filosófico,
biológico, sicológico, sociológico, espiritual o religioso, dada esta
complejidad intentaré abordarlo de la manera más simple y general,
recogiendo aspectos interesantes de mencionar, alusivos a algunas de
estas disciplinas y vinculándolo con nuestras enseñanzas masónicas, a
través, de elementos simbólicos del mundo profano y masónico.
Las concepciones del hombre han ido cambiando con el
transcurrir del tiempo y cada época, le ha dado su sello pasando desde
una explicación religiosa hasta una racional, es decir, pasa desde una
explicación del hombre subordinada a los Dioses, a una explicación
dada por el propio hombre, desde la racionalidad y sobre su propia
existencia.

“Ahí donde llega todo


Y donde todo comienza
Canto que ha sido valiente
Siempre será canción nueva”

Estos hermosos versos de la canción Manifiesto de Víctor Jara,


de algún modo habla de dos conceptos filosóficos relacionados con el
tiempo. El “Eterno Retorno”, y a su carácter cíclico de la existencia
del hombre agrega un segundo concepto muy interesante, “El Devenir”

27
La Mirada del Aprendiz

algo no estático, que podemos ligar a nuestras enseñanzas, es decir, al


valor o calidad de nuestras acciones continuas deviene, como resultado,
algo más hermoso, de mayor valor. De otra forma, si trabajamos en la
virtud, por ejemplo, la justicia, no solo seremos justos, sino que también
buenas personas, más aun, podríamos determinar que pasamos de una
concepción de hombre inicial, a otra completamente nueva, mejorada.
Muchos han sido los intentos de explicar al hombre y su
existencia, las preguntas son siempre las mismas, ¿de dónde venimos?,
¿qué somos?, ¿a dónde vamos? Un cuadro del mismo nombre pintado
por Paul Gauguin, en 1897, representa con ciertos simbolismos, un
escenario de la vida y la actividad humana, desde el nacimiento hasta la
muerte, es la muerte, pero también el renacimiento, se puede interpretar
tanto como la muerte, la eternidad o el ciclo de nacimiento, muerte y
reencarnación.
La representación del hombre y la vida, según José Ortega
y Gasset, la individualiza en el propio hombre diciendo “la vida es
un escenario, la vida es tragedia o drama…”, en definitiva “Yo y mi
circunstancia”. El hombre, según Ortega y Gasset, es el problema de la
vida, “la vida es lo individual”, es decir, yo en el mundo.
Vivir es tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse
de él. En otros términos, la realidad circundante “forma la otra mitad
de mi persona”. La reimpresión de lo circundante (la naturaleza) es el
destino radical y concreto de la persona humana, para tal propósito, es
que el hombre crea la técnica, y con esta busca satisfacer sus necesidades.
¿Dónde encontramos al hombre en nuestro templo?,
respondamos a esta pregunta mirando los símbolos que lo adornan.
En el templo se representa el universo, cuya contraparte es el
cuerpo humano, en el templo hay una cámara destinada a las reuniones
donde se estudian las obras del G:.A:.D:.U:., esta es la Logia.
La Logia es la manifestación del Logos o Palabra que vive
en cada uno de los masones, así como el templo es la contraparte del
cuerpo físico. La logia es la contraparte del lugar que se halla dentro del
hombre, en donde se está trabajando en construir y expresar el plan del
G:.A:.D:.U:.. El verdadero Sancta Sanctorum (el lugar más santo de los

28
La Mirada del Aprendiz

santos) se encuentra en el interior del hombre, quien por materializarlo


le dio un símbolo, que es la logia, lugar donde busca la inspiración.
Si examinamos detenidamente la logia encontramos que es la
representación completa y exacta del cuerpo del hombre, veamos: La
logia dentro del Templo Simbólico es una imagen representativa del
Universo o el cuerpo físico del Hombre. Tiene la forma de un cubo
que corresponde en su figura al número 4, simboliza a la Naturaleza o
cuerpo con sus cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales.
Oriente: Así como el sol es símbolo de la vida, del nacimiento,
del crecimiento y del continuo esfuerzo, el oriente es el principio de la
vida.
Occidente: El sol de la vida después de terminar su jornada,
descansa. Así es el hombre, después de trabajar, busca la paz y el
descanso, por medio del silencio, la meditación y por fin el sueño.
Sur: Designa la iluminación y la espiritualidad, porque allí el
sol brilla en todo su esplendor. El sur es el punto en donde la mente
Divina se manifiesta en toda su plenitud.
Norte: Es el lugar de las tinieblas donde el sol no derrama su
luz. La Pirámide tenía la puerta de entrada al norte que indica que el
neófito, ciego e ignorante debe entrar por el norte, lugar de las tinieblas,
a la logia en busca de más luz.
En el contorno de la logia se hallan repartidas doce columnas,
representan los doce signos zodiacales. Dentro del cuerpo físico se
hallan doce partes, doce facultades del espíritu que están influidas por
aquellos signos, y que están repartidos alrededor del sol espiritual en el
hombre.
Aries: Representa la cabeza o el cerebro del Hombre cósmico.
Como facultad intelectual, es la voluntad activa guiada por el cerebro.
Tauro: Representa el cuello y garganta, la fuerza del pensamiento
silencioso y vivificante.
Géminis: Los brazos y manos del hombre, la unión de la razón
y la intuición.
Cáncer: Los órganos vitales, respiratorios y digestivos, el
equilibrio entre lo material y lo espiritual.

29
La Mirada del Aprendiz

Leo: El corazón, el centro vital de la vida física, los anhelos del


corazón.
Virgo: El plexo solar que asimila y distribuye las funciones en
el organismo, que expresa la realización de las esperanzas.
Libra: Riñones y espaldas del hombre, es el equilibrio en el
torbellino de la fuerza procreadora, la percepción externa equilibrada
que se exterioriza como razón y presencia.
Escorpión: El órgano generador o el sistema sexual, la
generación de las ideas.
Sagitario: Muslos y glúteos del hombre autoridad y gobierno
físico, facultad organizadora del Espíritu.
Capricornio: Rodillas plegables y flexibles del hombre emblema
del servicio, símbolo de la regeneración o renacimiento.
Acuario: Piernas, locomoción del organismo, la ciencia y la
verdad.
Piscis: Los pies, bases fundamentales de toda cosa externa,
paciencia y obediencia.
Como visión masónica del hombre y la vida, podría concluir
que, tal vez, lo que explica mejor al hombre, según la simbología
masónica, es la piedra bruta, material que debemos desbastar durante
el transcurso de nuestras vidas y en esta medida transfigurar nuestro
yo y el mundo circundante, las herramientas que debemos utilizar, las
debemos trabajar nosotros mismos y deben tener la particularidad de
ser matemáticamente perfectas, como la escuadra y el compás para así
entender la obra del G:.A:.D:.U:..

Reflexiones de la Cámara

“Genera un impacto tremendo cuando se habla sobre el devenir, una


acción dinámica constante en el hombre, al que podemos asociar
como un circulo virtuoso resultante de la práctica, perseverancia y
autoconciencia sobre quien soy y donde quiero arribar. Ahora bien,
a esta reflexión se le podría agregar ¿qué es necesario transar en el
camino y qué valores me guiarán para cumplir mis metas?, objeto que

30
La Mirada del Aprendiz

ese devenir sea realmente virtuoso en lo personal y para el prójimo


en lo individual y en su conjunto como sociedad. Es notable la cita
a Ortega y Gasset, sobre el hecho de que la concepción del hombre
también y mayoritariamente se constituye con y desde otro. La mirada
del otro siempre está presente como seres sociales que somos, y las
circunstancias de la vida se gestan en la interacción con otros seres.

31
La Mirada del Aprendiz

32
La Mirada del Aprendiz

Problema de la divinidad y el origen


del universo

El problema de la divinidad y el origen del universo nos plantea


muchas interrogantes, tales como: ¿de dónde venimos?, ¿quiénes
somos?, ¿adónde vamos?, estas preguntas han sido fundamentales para
ser el humano desde tiempos inmemorables.
Históricamente, los seres humanos han respondido estas
preguntas de diferentes maneras, por ejemplo: El panteísmo señala
que todo lo existente sería una manifestación divina, ya que dios sería
inmanente al mundo; por otro lado, está el deísmo, el cual postula que
existe un dios creador del mundo pero niega la existencia de la divina
providencia o la verdad revelada; también podemos encontrar el teísmo,
que cree en la existencia de un dios creador del universo y que tiene una
voluntad que se manifiesta en el mundo.
En la actualidad, en el mundo globalizado, vivimos con
personas que tienen diferentes planes de vida, con diferentes creencias
sobre el origen del universo y la divinidad, podemos encontrar a
personas que profesan distintas religiones que, derivan del cristianismo,
el judaísmo, el islam, etc. Por otro lado, hay respuestas científicas al
origen del universo, por ejemplo, la teoría del big bang; asimismo, hay
quienes se abstienen de responder las preguntas antes señaladas, ya que
no existiría una respuesta racional para ellas, como los agnósticos.
La masonería, por su parte, en su declaración de principios
señala: “La Institución estima que las concepciones metafísicas son
del dominio exclusivo de la conciencia. No prohíbe ni impone a sus
miembros ninguna convicción religiosa, pero rechaza toda afirmación
dogmática y todo fanatismo.”

33
La Mirada del Aprendiz

Bajo este principio, la masonería se ha referido sobre el


problema de la divinidad y el origen del universo en el ritual de
iniciación, señalando:
“El problema de la divinidad, o, acaso mejor planteado, del
origen del Universo y de sus fenómenos, en cuanto permanece ignorado
para la razón humana, es el fundamento de las religiones y ha sido el
martirio de muchas escuelas filosóficas.
Creyentes, pensadores y sabios resultan, a este respecto,
divididos por límites infranqueables. Entre tanto, la Masonería, que
busca la verdad sin exclusivismo y sin pretender erigirse como maestra
infalible, que respeta todas las creencias sinceras y juicios honrados,
aunque no acepte cuánto estima equivocado, ha debido adoptar un
concepto que a nadie repugne fundadamente y que no limite ninguna
investigación. Esa norma es la del GRAN ARQUITECTO DEL
UNIVERSO.”
El G:.A:.D:.U:. es una fórmula esencialmente simbólica, ya que
encierra en una síntesis todas las creencias, concepciones filosóficas,
religiosas y científicas de las personas sobre la divinidad y el origen del
universo. En sintonía de lo señalado anteriormente, el ritual de iniciación
continua: “Cada masón, según su cultura, según su idiosincrasia, asigna
esencia y reviste de atributos al Gran Arquitecto del Universo.”
Esto permite que todos los integrantes de la masonería puedan
encontrar en esta fórmula simbólica, el objetivo de su trabajo en la
búsqueda de la verdad, por eso los trabajos masónicos comienzan con
“A la gloria” del G:.A:.D:.U:. como muestra de nuestros esfuerzos a la
obra universal.
En conclusión, el problema de la divinidad y el origen del
universo, que anteriormente se describió, la masonería lo ha abordado
con la fórmula del G:.A:.D:.U:. Esta fórmula, no es una entidad o un
nuevo dios, sino que una fórmula simbólica que es una manifestación
de la tolerancia, ya que permite que cada uno de los masones encuentre,
simbólicamente, la expresión de sus creencias transcendentales, aunque
éstas sean diametralmente diferentes.
Por otro lado, es una expresión de igualdad, ya que cada una de

34
La Mirada del Aprendiz

nuestras creencias personales sobre la divinidad, la podemos sintetizar


en la fórmula del G:.A:.D:.U:. y también es una manifestación de la
unidad entre los masones, ya que nos une en la búsqueda de la verdad,
a través del trabajo constante de pulir nuestra piedra bruta.

Reflexiones de la Cámara

“Una de las cosas que mejor impresión nos ha dejado nuestro paso
por La Orden, ha sido el respeto, tolerancia y aceptación que existe
en torno a la figura de la divinidad. No solo por bautizarlo con un
nombre neutro (que paradoja es que el hombre bautice a su dios), sino
que, en la ausencia de ataques, comentarios ofensivos, y sarcasmos a
quienes practican la fe. Creemos que es un valor que debemos cuidar.
En relación con la búsqueda de la divinidad, creemos también que
el camino se encuentra en otros horizontes además del intelecto. Es
quizás una “concepción” metafísica de la divinidad. ¿Será posible
que el hombre algún día abrace a su dios por medio de la ciencia?
¿O quizás ya vivimos abrazados a él? Recordar que lo único que no
percibe un pez en el océano, es justamente el agua”.

35
La Mirada del Aprendiz

36
La Mirada del Aprendiz

Hombre nuevo y práctica de la virtud

Comenzaremos por hacer la distinción entre virtudes y valores.


Las virtudes son de carácter universal, a diferencia de los valores que
poseen un carácter subjetivo y personal, es decir algo puede tener un
valor que para otro no lo tiene.
Definición: Una virtud es una cualidad estable de la persona, ya
sea natural o adquirida. Existen virtudes intelectuales (vinculadas a la
inteligencia) y virtudes morales (relacionadas con el bien). Hay virtudes
que son morales e intelectuales a la vez, por ejemplo, Prudencia.
Virtudes cardinales: La tradición aristotélico-tomista utiliza
este título para referirse a las cuatro virtudes fundamentales de la vida
moral: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.
Virtud intelectual o dianoética: en la tradición aristotélico-
tomista, es la perfección de las facultades intelectuales del alma.
Perfección del entendimiento o razón en relación al conocimiento de la
verdad; consecuencia del ejercicio y la instrucción y gracias a la cual el
entendimiento puede realizar el fin que le es propio: el conocimiento,
ejemplo sabiduría.
Virtud moral: en la filosofía aristotélico-tomista, las virtudes
morales son las perfecciones del alma y más exactamente de la voluntad
y del carácter. La virtud moral es un hábito selectivo que consiste en un
“término medio” (entre el exceso y el defecto), ejemplo, templanza.
Virtudes sobrenaturales o teologales: Santo Tomás utiliza este
título para referirse a las virtudes que tienen como objetivo dios mismo
y perfeccionan la disposición humana dirigida al orden sobrenatural,
son la fe, la esperanza y la caridad. Son infundidas en nosotros por

37
La Mirada del Aprendiz

dios. Las he considerado porque la masonería las sostiene, pero con otra
mirada, ya no como camino a la santidad sino como camino de vida.
Aclarado lo anterior, tal vez las palabras de Krishna a su
discípulo Arjona pueden darnos luces sobre el tema:
— “Eso es justo — dijo Arjona —. Pero enséñanos ahora lo
que es, en el curso de los siglos, de los que han seguido la sabiduría y
van a habitar después de su muerte en los mundos divinos.
— El hombre sorprendido por la muerte en la devoción —
respondió Krishna —, luego de haber gozado durante varios siglos de las
recompensas debidas a sus virtudes, en las regiones superiores, vuelve a
habitar en una familia santa y respetable. Pero esta clase de regeneración
en esta vida es muy difícil de obtener. El hombre así nacido de nuevo se
encuentra con el mismo grado de aplicación y de progreso, en cuanto al
entendimiento, que los que tenía en su primer cuerpo, y comienza otra
vez a trabajar para perfeccionarse en devoción. (Ibid, libro Y).
— De modo — dijo Arjona — que aun los buenos se ven
forzados a renacer y recomenzar la vida del cuerpo. Pero enséñanos,
¡Oh señor de la vida!, si para aquel que desea la sabiduría no hay fin a
los eternos renacimientos.
— Escuchad, pues — dijo Krishna —, un grandísimo y
profundo secreto, el misterio soberano, sublime y puro. Para alcanzar
la perfección hay que conquistar la ciencia de la unidad, que está por
encima de la sabiduría; hay que elevarse al ser divino que está por
encima del alma, sobre la inteligencia misma. Mas este ser divino, este
amigo sublime, está en cada uno de nosotros. Porque Dios reside en el
interior de todo hombre, pero pocos saben encontrarle. He ahí la vía de
salvación.”
Con estas enseñanzas de Krishna, un iniciado, así como lo han
sido muchos masones, podemos ir comprendiendo el camino a recorrer,
cada una de sus estaciones, descubrir las virtudes de cada grado y el
nacimiento del hombre nuevo, en el cuarto de reflexiones.
El interrogatorio al candidato, al ingresar al templo, es el
examen de sus meditaciones en el cuarto de reflexiones, se busca saber
cuáles son sus ideas sobre el vicio y la virtud, “el vicio es la esclavitud

38
La Mirada del Aprendiz

y siendo esclavo no puede ser libre y de buenas costumbres, entonces


debe convertirse en virtuoso.”
La palabra iniciación proviene del latín Initiare, y tiene la misma
etimología de Initium “inicio o comienzo”, en este sentido, la palabra
iniciación tiene el sentido de comenzar o ir dentro, en otras palabras, la
iniciación es el esfuerzo del candidato de ingresar nuevamente, para ir
dentro de sí mismo en busca de las verdades eternas veladas, mientras
que el profano queda fuera del templo de la sabiduría lejos del real
conocimiento de la verdad y virtud, he aquí que el iniciado nace como
hombre nuevo.
Pero es sólo el comienzo, para conocer la práctica de la virtud
debe primero comenzar a desbastar la piedra bruta, que representa
nuestro estado de imperfección por los vicios y la ignorancia, la cual
debemos trabajar constantemente con el fin de alcanzar la virtud y el
conocimiento.
Las enseñanzas masónicas son entregadas a través de símbolos,
si observamos el ara, en ella se encuentra la escalera de Jacob,
representando el sueño que tuvo por tratar de encontrar el camino al
cielo, cada estación representa, en masonería, las virtudes que debemos
tener en el camino de la vida son las virtudes teologales: fe, esperanza
y caridad. La fe en nuestras potencialidades, la esperanza en nuestro
perfeccionamiento moral y la caridad con nuestros semejantes, además,
representa que al terminar una etapa (peldaño), comienza otro superior
(los 3 grados).
El templo también nos recuerda las cuatro virtudes cardinales;
templanza, justicia, fortaleza y prudencia, que deben ser practicadas por
todos los QQ:.HH:..
El proceso de perfeccionamiento iniciático debe realizarse de
un grado al otro superior, en cada grado se van revelando los secretos
para adquirir nuevas virtudes, el masón que ha demostrado haber
aprendido las virtudes del grado al que pertenece, es propuesto, por
las luces del templo, para el paso a un grado sucesivo y superior, y así
de grado en grado. El proceso de perfeccionamiento iniciático es un
proceso acumulativo que pretende alcanzar la perfección.

39
La Mirada del Aprendiz

La masonería nos ofrece la oportunidad de trascender adquiriendo


las virtudes a través de la practica continua, que es pulir la piedra bruta,
este concepto iniciático va acompañado del secreto que son las virtudes
del grado develados. Por otra parte, la experiencia iniciática es el único
medio por el cual es posible el renacer del hombre nuevo.
Al reflexionar en mayor profundidad podríamos determinar
que para pulir la piedra bruta debe existir una condición fundamental y
necesaria sobre la cual existen todas las demás, esta es “la Libertad”, la
práctica de las virtudes sólo es posible en función de la libertad.
¿Puede el masón proceder a desbastar su piedra bruta
prescindiendo de la Libertad? Definitivamente no, la libertad es
inmanente a los masones y por extensión a la masonería.
Desbastar la piedra bruta en busca de la verdad es sólo un punto
de referencia ideal, al que tiende en su proceso de perfeccionamiento
iniciático. La verdad es un caso limite al que podrá aproximarse
gradualmente pero que nunca llegará a alcanzarla, es un continuo devenir.
Por consiguiente, ningún masón puede afirmar que posee la
verdad. Si así lo hiciese, conferiría a la noción de verdad el contenido de
la revelación y, por consiguiente, reduciría la masonería a una religión.
La trascendencia representa el fin supremo al que tiende el
hombre en la realización continua de sus ideales.

Reflexiones de la Cámara

“Hombre nuevo y práctica de la virtud nos hace reflexionar la


relación entre la práctica de la virtud y la libertad, al unirlas de forma
inseparable, ya que no es posible la práctica de la virtud, sino que en
función de la libertad. Respecto a este punto es necesaria la libertad
para ejercer la virtud, en el sentido de una voluntad libre que se
encuentra en nuestras manos, puesto que la práctica de la virtud para
nosotros es una decisión. La libertad nos da la posibilidad de elegir
como actuar frente a la vida. Además, creemos que las virtudes se
ejercen y no son propias o inherentes al ser humano, somos el medio
en que se expresan las virtudes”.

40
La Mirada del Aprendiz

Mentira, calumnia e injusticia


Cuando fuimos llevados al altar en nuestra iniciación


prometimos dedicarnos con toda nuestra inteligencia a buscar la Verdad
y consagrar todas nuestras fuerzas al triunfo de la justicia. Cuando por fin
abrimos los ojos a nuestra nueva vida encontramos a nuestros queridos
hermanos dispuestos a ayudarnos en esta construcción personal de lo
que es la Verdad.
Para realizar este trabajo con un tema tan amplio trataré de
poner por escrito mis reflexiones sobre cómo podríamos esforzarnos en
mejorar, evitando la mentira, las calumnias y las injusticias que pueden
venir de apreciaciones erradas o sin un conocimiento cabal.
“Necio es quien nunca lee el periódico, y más aún quien siempre
le hace caso” (August von Shlözer, historiador y escritor alemán, 1735-
1809). Hace unos doscientos años un escritor proponía que debemos
estar bien informados, pero nunca creyendo todo lo que nos dicen de
buenas a primeras.
Desde la masonería se nos dice algo más profundo en nuestra
búsqueda de la verdad “No rechacemos nada a priori. Toda prevención,
todo prejuicio, se opone a nuestra imparcialidad de juicio. El verdadero
amigo de la verdad no sabría ser un espíritu limitado, sistemáticamente
encerrado en el estrecho círculo de su horizonte mental. Debe ser
una inteligencia ampliamente abierta a todas las ideas susceptibles
de provocar una modificación en las convicciones presentes. El que
tiene sus ideas estancadas y trata de conservarlas no es un hombre (…)
de progreso: es un pontífice que cree que sabe y que tiene fe en su
infalibilidad. Si la Iniciación no logra desengañarlo es porque cierra los
ojos y tiende a permanecer Profano” (Wirth 1979).

41
La Mirada del Aprendiz

Un proverbio señala “El ingenuo cree todo lo que le dicen, pero


el prudente piensa cada paso que da”. ¿Qué sucede con las mentiras,
la calumnia y la injusticia? Son cosas de las que debemos huir como
aprendices, por ejemplo, a veces en internet se presentan artículos y
documentos que hablan en contra de la Orden los cuales ni si quiera
valen nuestra atención. Las mentiras, las injusticias y calumnias abundan
en el mundo profano por tal razón tenemos que reflexionar y considerar
la búsqueda del equilibrio entre ser escépticos y ser crédulos. Por otra
parte, por nuestra propia vida masónica podremos ir escudriñando
demostrándonos qué es cierto y qué no.
Pero dentro de nuestra organización y en nuestra formación
¿cómo influyen las mentiras, las calumnias y la injusticia, más
particularmente en el trato con nuestros semejantes y quienes nos
rodean?
La confianza es la base de toda relación, pues nos sentimos
seguros con ella. La razón es que se construye con el tiempo, pasando
tiempo juntos conversando sinceramente y compartiendo nuestras
experiencias. Sin embargo, una sola mentira, o una acción semejante,
puede destruir la confianza. Algunos dicen que las mentiras son como
un virus que se contagia: cuanto más nos juntemos con alguien que
miente acabaremos mintiendo.
¿Qué es mentir? Es decir, algo falso a alguien. Lo que
incluye manipular o distorsionar los hechos para confundir a alguien,
omitir detalles con el fin de engañar o exagerar la verdad para dar
una impresión errada. Aun peor que mentir está calumniar, que es
atribuir falsa y maliciosamente a alguien palabras, actos o intenciones
deshonrosas, imputar falsamente un delito (Real Academia Española,
2018). Lamentablemente la mentira ha sido reconocida como un rasgo
humano profundamente arraigado (The Book Hunter, 2017)
Nuestras palabras pueden ser muy poderosas y dañar la
reputación de cualquiera, por eso nuestro trabajo de pulir nuestra piedra
bruta está en controlar nuestra lengua.
En nuestro trabajo de pulir nuestra piedra bruta nos esforzamos
cada día por mejorar, y buscar la verdad que es tan propia e individual

42
La Mirada del Aprendiz

que nace y se forja por nuestras experiencias individuales y también


grupales. La mentira, la calumnia y la injusticia nos alejan de estos
objetivos y terminan generando discordias.
En este sentido como aprendices tenemos un trabajo importante
que hacer, quizás siendo proactivos en decir elementos relevantes para
el otro, ¿ocupamos lo que sabemos de las vidas ajenas para construir
o para destruir? ¿Nos aseguramos de que lo que sabemos es verdad?
¿Creemos todo lo que oímos, leemos o vemos? Que nuestro proceso
reflexivo redunde en la armonía de nuestra logia y también en donde
nos desenvolvemos.

Reflexiones de la Cámara

“La práctica de la virtud es contraria a la mentira, calumnia e


injusticia. Debemos orientar nuestra voluntad y decisión en no mentir
ni calumniar y por sobre todo no ser injustos. Cómo realizamos la
virtud en nuestras vidas, creemos hay que empezar por desearlo
y reflexionar sobre qué son las virtudes y cómo se ejercen, ya que
éstas no son ideas o conceptos abstractos e inmóviles, sino que son
hechos, se conforman en el hacer. Tratamos de trabajar las virtudes
de la caridad y la tolerancia según las enseñanzas de la Orden, sin
embargo, cuestan realizarlas, y debemos cuestionarnos sobre si lo
hicimos bien o no, lo que a veces provoca una sensación de culpa. No
es un camino fácil el de la virtud, y como se mencionó en la Cámara
de Aprendices es un camino que no tiene fin, que cuando creemos
haber llegado a la meta, surgen nuevos desafíos que nos obligan a dar
más de nosotros mismos.”

43
La Mirada del Aprendiz

44
La Mirada del Aprendiz

Doctrina Iniciática de la Masonería

Visión de la Masonería

45
La Mirada del Aprendiz

46
La Mirada del Aprendiz

La Orden elige hombres

Al leer la frase “la Orden elige Hombres” es tal vez inevitable


llevarlo a una concepción sexista, se entiende, o más bien, se debería
entender, que se hace referencia al sentido filosófico de Hombre (con
mayúscula), pero es interesante abordar ambas “acepciones”.
Para nadie es un secreto que la gran mayoría de las logias
existentes están formadas únicamente por hombres, esto hace mucho
sentido si se considera que, como se plantea en muchos escritos, en sus
inicios la Masonería fue formada por sociedades secretas vinculadas
a agrupaciones corporativas de la edad media, los constructores,
sociedades eminentemente machistas y conformados sólo por hombres.
Luego, con el tiempo, y acorde a movimientos renacentistas,
estos grupos comenzaron a concebirse bajo posturas filosóficas-
especulativas haciendo más sofisticada su conformación, pero
manteniendo ya en esa época, la tradición y hermetismo de su accionar,
dada toda la persecución que generaba cualquier práctica contra el
dogma que el catolicismo trataba de imponer.
Durante el siglo XVI, en Francia, François Poullain de La Barre,
sacerdote católico convertido al calvinismo –un revolucionario- planteó
la discusión sobre la situación de las mujeres, quienes cuestionaban la
autoridad marital y pedían acceso al mundo intelectual, dando pie a lo
que se vendría más tarde con la revolución francesa, particularmente
en uno de los pilares del discurso, “La igualdad”. Solo en los tiempos
contemporáneos a la ilustración, a mediados del siglo XVIII, es cuando
la polémica sobre igualdad y diferencia entre los sexos se plantea con un

47
La Mirada del Aprendiz

discurso crítico, el detonante fue la publicación de la obra “Vindicación


de los derechos de la mujer”, de Mary Wollstonecraft (1792).
La Masonería se convierte en un movimiento ilustrado,
revolucionarios y laicista y se expande bajo las corrientes de Escocia,
Alemania y Francia, lo que con posterioridad se conocerá como la
corriente Regular, que desciende de ritos anglosajones como el Rito
de York y el Rito Escocés; y la corriente Liberal vinculadas al Rito
Francés, ambas se diferencian, principalmente, en que la Regular no
permite el acceso a mujeres ni la discusión de política y religión en sus
templos, pero sí considera la existencia de un ser superior, a diferencia
de la Liberal que da plena libertad de conciencia a sus miembros y sí
acepta mujeres.
En Chile, el año 1929, se funda la Gran Logia Mixta de Chile,
siendo uno de sus principales miembros nuestra Premio Nobel Gabriela
Mistral, la Gran Logia Mixta de Chile sostiene la igualdad de derechos
del hombre y la mujer, al proclamar esta igualdad quiere que ambos
trabajen para llegar a disfrutar sobre la tierra y de igual forma, de la
justicia social dentro de una humanidad organizada en sociedades libres
y fraternales.
El “Rito Escocés Antiguo y Aceptado”, no impide tener
mujeres como miembros, sin embargo, la Gran Logia de Chile prohíbe
a sus miembros participar en talleres no regulares, sean o no mixtos.
La prohibición de mujeres se refiere a la regularidad a la que estamos
adscritos y no al Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Ahora bien, dejando de lado la orientación sexista de este trabajo,
me enfocaré a lo filosófico, “La Orden elige Hombres”, el significado
filosófico de la palabra Hombre, hace referencia al individuo de raza
humana (o ser humano), considerado como individuo, indivisible,
dotado de alma y espíritu, cuya mente funciona de manera racional;
tiene conciencia de sí mismo, capacidad para reflexionar y de discernir
entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo correcto y lo incorrecto.
La esencia de la Francmasonería Universal es ser una institución
eminentemente formadora, que busca plasmar un tipo ideal de hombre,
culto, solidario y fraternal, libre de prejuicios o de dogmas, centrando

48
La Mirada del Aprendiz

su interés en el individuo y en la sociedad. Formar hombres amantes de


la verdad, que con su accionar en el mundo profano, ayuden a generar
espacios de bienestar y dignidad para toda la sociedad.
El Q:.H:. Oswald Wirth, plantea en El Libro del Aprendiz; “El
pensador se forma por sí solo, es hijo de sus obras. La Francmasonería
lo sabe, y evita inculcarle dogmas, contrariamente a las Religiones, no
pretende estar en posesión de la verdad, no sólo se limita a ponerlo en
guardia contra los errores (el error), sino que además se afana en que
cada uno busque la Verdad, la Justicia y la Belleza. “
Por consiguiente, cuando afirmamos que “La Orden elige
Hombres”, hacemos en gran medida mención a que poder trabajar
y esculpir la piedra bruta implica para neófitos como nosotros, los
Hermanos de esta Columna, estar libres de ataduras y dogmas, “libres
para pensar”.
Una de las primeras frases del libro del aprendiz y que siempre
me hace reflexionar, dice; “No pensar, es consentir en ser dominado,
conducido, dirigido y tratado comúnmente como una bestia de carga”
QQ:.HH:. Estamos aquí para generar cambios, cambios que
deben partir por nosotros, gracias al trabajo de cada uno y el pensar.
La Orden nos ha elegido y tenemos que ser dignos de ella para lograr
impactar en la sociedad de la que somos parte y que todos sabemos que
debemos mejorar.
Para terminar, otra frase de nuestro libro de cabecera: “El
pensador no es el hombre que sabe mucho. No debe tener la memoria
sobrecargada de recuerdos embarazosos. Es un espíritu libre, que no
tiene necesidad de catequizar ni de adoctrinar”

49
La Mirada del Aprendiz

Reflexiones de la Cámara

“La Orden Elige Hombres”, plantea una de las reglas o normas


que establece uno de los principios básicos de la Masonería, pues
en base a él se rige el proceso de selección de los candidatos
que posteriormente se unirán a la Orden. Bajo este principio,
subyacen dos aspectos importantes, el primero, corresponde a que
la Masonería elige a sus miembros y no al revés. Y lo segundo,
es que el candidato aceptado debe presentar ciertas inquietudes
intelectuales y espirituales, las que se transformaran en la materia
prima necesaria para adentrarse en las enseñanzas y aprendizaje que
el mundo Masónico puede brindar. La palabra “Hombre”, contenida
en la frase “...La Orden Elige Hombres”, debe considerarse en un
sentido amplio o filosófico, pues lo que se quiere establecer es que la
Masonería acepta dentro de sus filas al individuo como raza humana,
indivisible, dotado de cuerpo y alma, con capacidad de reflexión y de
autoconsciencia”.

50
La Mirada del Aprendiz

Los obreros de la paz y los masones


esparcidos por la faz

“Obreros de paz se reúnen en esta logia que representa el


cosmos, y con profundo recogimiento espiritual, dedicamos nuestros
trabajos, a tu nombre y gloria, para que la gran luz del entendimiento,
ilumine nuestras mentes y purifique nuestros corazones, con el afán de
que en un ambiente de intelectualidad filosofal y perfecta fraternidad
nos dediquemos a buscar los senderos de nuestra propia superación,
eternamente… ¡así sea!” (Extracto libro “La Francmasonería
Pintoresca” autor F.T.B. Clavel)
El presente trabajo ha tratado de conceptualizar e identificar el
simbolismo que tienen estos dos conceptos como los son los “Obreros
de Paz” y “Los Masones esparcidos por la Faz”. Por lo anterior he
tratado de reducir los términos sacando las cualidades de cada uno a fin
de llegar a su mínima expresión describiendo su esencia. Lo anterior sin
perder la identidad de su conjunto.
En ese contexto, con la expresión Obreros de paz, así se hace
alusión a nosotros los Masones, quienes como constructores de nuestro
propio templo espiritual, con nuestras manos levantamos y erigimos
parantes, capitales y cúpulas de nuestra nueva generación, sobre los
fundamentos irrestrictos de un espíritu iluminado de conocimiento, pero
¿qué es la Paz? Mahatma Gandhi indicaba que “No hay camino para la
paz, la paz es el camino”2, algo metafórico y utópico si lo extrapolamos
al mundo actual, mientras que Pierre Joseph Proudhon indicaba que
“La paz obtenida en la punta de la espada, no es más que una tregua”3.
2 Extracto cita del libro “GANDHI ESPIRITUAL”
3 Cita extraída del libro “ Idea general de la Revolución”

51
La Mirada del Aprendiz

Ambas versiones, con distinta concepción, son concordantes


de una paz idealizada, la cual alcanza valores absolutos que escapan
totalmente a la lógica actual. Sin embargo, este ideal a veces quimérico,
es la fábula que debemos tratar de alcanzar.
Nosotros como Masones, hombres libres y de buenas
costumbres, debemos entender que, conociéndonos a nosotros mismos
y mejorando nuestro templo interior, estaremos en condiciones de
provocar cambios en la sociedad, tratando de que ésta converja como
una comunidad más libre y justa, y así dar un paso más en el desarrollo
humano, el cual actualmente tiene un crecimiento cada vez más lento,
inversamente proporcional a la modernidad de una sociedad tecnócrata
llena de superposiciones impuestas que tienden al individualismo y no
a un pensamiento colectivo.
Respecto a esta misma unidad, un todo, pensamiento colectivo
por el bienestar del otro, y respetando nuestras individualidades, nos
encontramos a nosotros, Masones, quienes unimos fuerzas en una
gran hermandad donde se funden nuestros pensamientos y se orientan
en pro de un bien común, formando una gran Cadena de unidad que
la representan cientos de “Hermanos esparcidos sobre la faz” de la
tierra, que estarán siempre disponibles con deseos de responder, dar
instrucción y ayudar en cuanto esté en su poder hacerlo.
Este deber elemental que todo buen Q:.H:. debe practicar, aúna
nuestros pensamientos, y nos exige que todos recorramos el camino
a nuestra perfección humana, pero cuidado, estas sendas pueden ser
diferentes para cada uno de nosotros, quizás en ocasiones recorreremos
parte de ellas acompañados hombro con hombro con nuestros QQ:.HH:.,
pero habrá ocasiones que deberemos partir solos por caminos distintos,
sin embargo, todos, unos antes y otros después, convergeremos en una
meta común.
Como señala el matemático y físico Blaise Pascal “El hombre
es una caña, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante.
No hace falta que el universo se arme para aplastarla: un vapor, una
gota de agua basta para matarla. Pero aunque el universo lo aplaste el
hombre sería todavía más noble que lo que lo mata, puesto que sabe que

52
La Mirada del Aprendiz

muere y el poder que el universo tiene sobre él; el universo, en cambio,


no lo sabe”4.
Por ende, toda nuestra dignidad consiste en el pensamiento. Es
eso lo que nos debe importar y no en el espacio o el tiempo, que nunca
podremos llenar. Afanémonos, por tanto, en pensar bien.
Según la física teórica, existe una hipótesis de la “Teoría
del Todo” la cual explica y conecta en una sola suposición todos los
fenómenos físicos conocidos, ésta se ha popularizado gracias a la física
cuántica ya que podía describir y unificar a través de un modelo simple
de teorías todas las interacciones fundamentales de la naturaleza.
Pues bien, esta teoría del todo, nos sirve para ejemplificar esta
unión de la cual me he referido en profusas líneas atrás, que no es más
que, la asociación de diferentes elementos que forman y conforman un
pensamiento en común, que todos los Masones esparcidos en la faz de
la tierra compartimos, los cuales recordamos cada vez que realizamos
un brindis a su nombre y honramos nuestro compromiso de lealtad
y fraternidad, siendo obreros de nuestra construcción espiritual, y
teniendo como ideal una sociedad más justa y libre.

Reflexiones de la Cámara

“Obreros de paz debemos ser nosotros los Masones, hombres libres


y de buenas costumbres, debemos entender que, conociéndonos a
nosotros mismo, mejorando nuestro templo interior, estaremos en
condiciones de provocar cambios en la sociedad”. Destaco esta
frase, debido a que engloba el concepto de que el trabajo personal de
mejoramiento - pulir nuestra piedra bruta - hace que como hombres
podamos transformar nuestra naturaleza cambiando la actitud del
mundo hacia nosotros y de esa manera influir en la sociedad. La
Masonería busca hombres libres, de buenas costumbres, tolerantes,
no dogmáticos, tenaces y buscadores de la verdad. Bajo estos ideales
nos reunimos sin hacer distinción de estatus económicos, sociales
o raciales. Es así como en el taller pueden convivir personas con

4 Extracto del libro “Pascal: El hombre es una caña que piensa”, pág. 243

53
La Mirada del Aprendiz

distintos credos, inclinaciones políticas, profesiones, etc. Esta


“universalidad” es la que nos permite trabajar como comunidad en
busca de perfeccionarnos como hombres y sociedad. Por lo tanto, se
concluye que independiente de donde estemos, los ideales que nos
guían será los mismos”.

54
La Mirada del Aprendiz

Ni secta, ni partido político, ni pasatiempo

Después de haber golpeado desordenadamente las puertas


del Templo y haber sorteado las preguntas de quiénes éramos,
porqué veníamos y porqué estábamos ahí, como parte del Rito de
iniciación, el Venerable Maestro, realiza una alocución sobre qué es la
Francmasonería, donde una de las frases que más recuerdo es aquella
donde dice: “No es una secta, ni un partido político”.
Es muy común escuchar en el mundo profano que la Masonería
es una Secta, es más, también es posible encontrar bastante literatura
tocando el tema, gran parte de ella rescatando algunos principios del
siglo XVIII donde el “sobrenaturalismo”, que como su nombre lo dice,
concedía importancia a fenómenos sobrenaturales para explicar las
leyes de la naturaleza, eran los fundamentos que la iglesia utilizaba para
el adoctrinamiento religioso, filosófico, social y científico de las masas.
Así fue como la Masonería fue parte de los mensajes o
encíclicas papales; “Para los fieles que sean tentados a dejarse enrolar
en estas sectas criminales”, León XII, cita la palabra del Apóstol a los
Romanos; “Aquellos que fundan estas cosas son dignos de morir, y no
solamente aquellos que las fundan, sino aquellos que se asocian a los
que las fundan”.
Ahora bien, etimológicamente, el término castellano “secta”
puede provenir del latín sequi: seguir, que se aplicaba a las escuelas
de filosofía (de donde viene sectátor y sectatorios; adherente, seguidor,
y se refiere a seguir a un maestro o líder). También se han planteado
dudas sobre si proviene del latín secare (“cortar, separar”). De secare

55
La Mirada del Aprendiz

provienen las palabras insecto y sector, en cuyos casos está presente


la idea de separación, entonces, se debe entender que una secta es un
conjunto de seguidores de alguna doctrina o ideología concreta, que
representa una sección o sector desprendido de un conjunto más amplio.
La doctrina, a su vez, es un conjunto global de concepciones teóricas
enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores.
¿De dónde se desprende la Masonería?, ¿acaso todos los
Francmasones compartimos alguna ideología concreta?, mi experiencia
personal me demuestra que estamos alejado de ello. Debo dejar en claro
que sí creo que los aquí reunidos compartimos algunos principios básicos
de convivencia social, como el respeto al otro y a la autoridad, el trabajo
sobre la tolerancia, la justicia, la convicción sobre la búsqueda de la
verdad en uno y no siguiendo a alguien que dice tenerla, sin embargo,
todo lo que nos une no nos permite clasificarnos con ese término. No,
no somos secta. ¿Y tampoco partido político?
Se entienden como partidos políticos a entidades de interés
público, creadas para promover la participación de la ciudadanía en
la vida democrática y contribuir a la integración de la representación
nacional; quienes los conforman, comparten objetivos, intereses,
visiones de la realidad, principios, valores y proyectos para ejecutar
total o parcialmente en gobiernos democráticos de países.
Algunos de los fines que tiene un partido político es la
presentación de candidaturas a ocupar diferentes cargos políticos, por
ejemplo, contribuir a organizar y orientar la labor legislativa bajo la
premisa de la representatividad de la ciudadanía, establecer acuerdos y
formar gobiernos.
Todos sabemos la influencia que en Chile tuvo la Masonería a
mediados del siglo pasado, donde los principios masónicos estuvieron
presentes en la toma de decisiones políticas más relevantes que ha
tenido el país en términos de crecimiento, igualdad y participación.
Tampoco para nadie es un secreto que los líderes de los movimientos
pertenecían a la Orden y por tal motivo hasta hoy en día se escucha en
el mundo profano algunas voces que confunden el qué hacer de esta
institución con un partido político.

56
La Mirada del Aprendiz

No creo necesario profundizar, entre nosotros QQ:.HH:. lo


alejado que estamos de ser un partido político, aunque debo reconocer
que la posibilidad de hacer política desde esta tribuna me llena mucho,
pero eso es tema para otro trabajo.
¿Será la masonería un pasatiempo?
Según la RAE, pasatiempo tiene 2 acepciones:
1. Actividad de diversión o entretenimiento en que se ocupa un
rato de ocio
2. Juego mental que se practica de forma individual y que
consiste en resolver determinado ejercicio presentado sobre papel,
como crucigramas, jeroglíficos, sopas de letras, etc.
El pasatiempo implica la realización de una actividad, como
las mencionadas, cuyo valor reside especialmente en el entretenimiento
que le brinda a la persona que la lleva a cabo y que generalmente no
busca terminar en algo productivo, sino más bien todo lo contrario,
pasar el rato entretenido sin pensar demasiado en aquellas cuestiones
cotidianas que preocupan en el mundo profano; el dinero, el trabajo,
la salud, entre otras. Si el pasatiempo se realiza de manera habitual y
sistemática, pasa a convertirse en una afición o hobby.
¿Es para nosotros una instancia para divertir nuestros tiempos de
ocio?, todos los aquí presentes sabemos la oportunidad de crecimiento
que nos brinda la Orden, nosotros trabajamos, nos planteamos metas
y objetivos, buscamos, aprendemos de nosotros mismos, compartimos
fraternidad, esto que vivimos no es un pasatiempo.
“Nuestra Orden purifica al hombre, se purifica a sí misma, por
el propio esfuerzo, sin intervenciones extrañas, purifica por medio del
estudio, por el ejercicio de la justicia y por la actividad del trabajo”.
No es una secta, ni un partido. Investiga, enseña, educa, sin
móviles religiosos ni políticos. Comienza su obra en los Hermanos y
por consecuencia lenta, pero eficaz y profunda, la termina en la sociedad
profana.”
Estas palabras nos acompañan desde el día uno que
pertenecemos a esta Orden y son las que nos deberían permitir explicar
al mundo profano sobre el qué somos.

57
La Mirada del Aprendiz

Reflexiones de la Cámara

“En el interior de la Masonería hablamos de Templo, pero no somos


una Religión; hablamos de docencia, pero no somos una Universidad
u otro tipo de Institución de Educación Superior; hablamos acerca
de la visión que nos permitiría tener una mejor sociedad, pero no
somos un Partido Político; hablamos de ayudar al prójimo, pero no
somos una Institución de Beneficencia; y así podría mencionar varios
otros elementos que componen, o son parte de la Masonería, pero
que en realidad no logran definirla completamente. Sin duda esta
característica de la Orden ha ayudado a crear el halo de misterio
y el gran atractivo (y rechazo) que durante toda su existencia ha
provocado entre los distintos grupos de la sociedad. Pero, además,
esta multi-dimensionalidad con que se puede definir a la Orden, es un
aspecto fundamental para que en ella puedan converger de manera
constructiva personas diversas, que poseen miradas frente a la vida
que pueden llegar ser completamente opuestas. La diversidad con que
se puede concebir o categorizar a la Masonería no sólo se da a nivel
institucional, sino que también es algo que se experimenta a nivel
individual. Cada uno de sus miembros se conecta y vive la Masonería
de manera muy personal, en función del avance y área de interés
que vaya desarrollando con mayor profundidad. Esta característica
también genera que, de parte de sus miembros, se defina a la Orden
de manera diversa, pues para algunos será mayoritariamente un
espacio de crecimiento espiritual y/o intelectual; mientras que para
otros, será un espacio para socializar y fraternizar.”

58
La Mirada del Aprendiz

Tumulto y desorden de la sociedad

“En todo caos existe un cosmos, en todo desorden, un orden


secreto” (Los arquetipos e Inconsciente Colectivo (1959, Carl Jung)

He querido partir el presente trabajo con una cita que nos


invita a reflexionar con respecto a la dualidad existente en el universo,
el bien y mal, ying-yang, el blanco y el negro, y todas las demás
dualidades conforman el mundo de tercera dimensión en el que nos
movemos. Lo positivo necesita a lo negativo y lo negativo necesita a lo
positivo, la polaridad los atrae y repele al mismo tiempo, conformando
la neutralidad, el equilibrio, el punto medio. Sin esa neutralidad no
podrían convivir dos fuerzas opuestas, dos polos.
Ese equilibrio perfecto no es mero azar, es ahí donde la gran
conciencia entra en acción. No se me ocurre que tan perfecto equilibrio
sea obra de la casualidad y no la causalidad, todo en esta vida tiene una
causa y a su vez ésta, motivada por un efecto.
Este camino bipolar, donde transitamos los individuos, muchas
veces nos lleva a vernos enfrentados a conflictos, motivado por razones
muchas veces injustificadas donde las pasiones se anteponen a la razón.
Vivir en sociedad no es fácil, como lo señaló Jean-Jacques
Rousseau, para vivir en sociedad, los seres humanos acuerdan un
contrato social implícito que les otorga ciertos derechos a cambio de
abandonar la libertad de la que dispondrían en estado de naturaleza.
Siendo así, los derechos y los deberes de los individuos constituyen las
cláusulas del contrato social, en tanto que el Estado es la entidad creada
para hacer cumplir el contrato. Del mismo modo, los seres humanos

59
La Mirada del Aprendiz

pueden cambiar los términos del contrato si así lo desean; los derechos
y los deberes no son inmutables o naturales. Por otro lado, un mayor
número de derechos implica mayores deberes, y menos derechos,
menos deberes.
Aunque se han intentado múltiples formas de convivencia
humana en el curso de la historia, ninguna ha logrado encontrar una
solución impecable a esta tarea, vivir en comunidad implica abandonar
ciertas libertades en aras de la seguridad.
Zygmun Bauman en su libro “Comunidad en busca de la
seguridad en un mundo hostil” nos invita a reflexionar sobre las
características que posee este nuevo individuo que compone la sociedad,
el cual es más individualista creando una zona de confort cada vez más
acotada, de la cual se desprende y se divide el yo y el otro. Este socavo
de lo colectivo, va generando en el individuo desconfianza y resquemor,
los cuales se ven reflejados en “el miedo al otro” perdiendo cada vez
más la colectividad que debería primar.
Pero ¿Por qué se produce esta retrotracción de lo colectivo?
Muchos autores han respondido a estas interrogantes como Richard
Sennet en su libro “La corrosión del carácter”, que nos explica las
consecuencias de la migración de personas del campo a la ciudad donde
la siguiente generación mantenía expectativas más altas de una vida
prospera que no se daba para todos por igual, los objetivos de vida
cambiaban de largo plazo a uno inmediato, exigidos por las nuevas
dependencias culturales y laborales que se adquirían, nace la sociedad
del conocimiento, donde no se valora y no basta la experiencia, sino que
el conocimiento lo es todo, entre más títulos se tenga, más calificado es
para un trabajo.
La proyección en las empresas y trabajos no es el mismo, ahora
prima la inmediatez y el cambio, situaciones que va normalizando el
individuo, sumado a las desigualdades económicas y sociales, casos de
injusticia y corrupción, donde nos enfrentamos a justicia inequitativa
perdiendo cada vez más las legitimidades de las instituciones públicas,
producen que el individuo se retire de la vida política, porque no cree en
las instituciones. Todos estos factores, sumados al ejercicio sistemático

60
La Mirada del Aprendiz

de violencia directa, estructural y cultural producen como efecto el


descontento social, tumulto y desorden de la sociedad.
Pero, como Masones ¿Cuál es nuestro deber y actuar en cuanto
a la sociedad? ¿Tenemos responsabilidades para con ellos? Recordad
que somos parte de la sociedad, la masonería parte desde el individuo,
el cual no tiene en orden sus propios pensamientos, por ende, no ve
claro su propio mundo interior, quien vive atado de sus prejuicios
siendo dominado por sus pasiones las cuales lo alejan de las prácticas
de generosidad y amor a su prójimo.
El que no comprende que sin entregar no se puede recibir, no es
apto para levantar su propio templo y, por ende, tampoco será un agente
válido para la construcción de ese otro templo, que es una convivencia
social cada día más digna, más justa, más feliz y por tanto más bella.
El cambio interno que debe existir en cada uno de nosotros
al momento de recibir la luz, será crucial para el desarrollo de nuestra
vida masónica, el paso de lo profano a lo sagrado, donde se deja atrás
la otra vida, llena del ruido, tumulto y desorden de la sociedad humana,
donde las envidias y traiciones, engendran los mezquinos impulsos del
egoísmo, saliendo un ser humano nuevo, el cual trata, en lo posible, de
suprimir esos vicios con la finalidad de edificar su propia construcción
que nos permitirá ayudar a la edificación del prójimo, realizando esos
cambios en la sociedad.
Por ende, el comportamiento del Masón debe ser el mismo
dentro como fuera del templo y en todos los aspectos de su vida. El
Masón se define en sus actos y ejemplos que da y deben estar inspirados
en los ideales de autosuperación y perfeccionamiento, debe procurar
realmente practicar las virtudes de la tolerancia y la caridad, hacer
lo que este a su alcance para brindar a sus H:.H:. y a su sociedad los
principios de libertad, igualdad y fraternidad, trabajar con amor porque
eso dignifica al hombre y con amor, seguir puliendo su piedra.
Este ideal de cambios que pretendemos armonizar y exteriorizar
en nuestra sociedad, implica que el llamado de la masonería es a debatir las
ideas y convertirnos en seres políticos, sobre todo en la práctica de nuestros
principios más amados como la libertad, igualdad y la fraternidad.

61
La Mirada del Aprendiz

Por lo cual, el trabajo diario simbólico y profano por alcanzar


estos ideales, nos construye como hombres buenos, como ciudadanos
ejemplares de la humanidad y por ende, como políticos ejemplares,
dignos de ser imitados, porque en su sentido más alto y noble, la
masonería, comienza su obra en los Hermanos y por consecuencia,
lenta pero eficaz y profunda, la termina en la sociedad profana. Es por
este motivo que la masonería investiga, enseña, educa y disciplina, para
que el Masón pueda construir un templo de una sociedad mejor, más
noble y justa.

Reflexiones de la Cámara

“Respecto al Caos y Tumulto Social, y su relación con lo que es la


Masonería, creo que es un tema factible de abordar desde varios
puntos de vista. Por un lado, me parece que la visión que tiene la
Masonería del mundo profano es precisamente esa, es decir, que
es un espacio caótico, lo cual queda en evidencia particularmente
por dos aspectos. El primero corresponde al hecho de que para
poder ingresar a la Orden el profano debe “morir y volver a
nacer” (de manera simbólica), lo que implica dejar atrás todas
aquellas prácticas, conductas y creencias, que sostienen los vicios
y desorden que caracteriza a la sociedad profana. Y, por otro lado,
la Masonería tiene por misión esencial el desarrollo integral de
cada uno de sus miembros, lo que implica un trabajo constante de
“perfeccionamiento”, pues su fin último es devolver al mundo profano
a los iniciados en la Orden para combatir el caos y aportar al orden y
justicia social”.

62
La Mirada del Aprendiz

Simbología de Primer Grado

Simbología de iniciación

63
La Mirada del Aprendiz

64
La Mirada del Aprendiz

Los viajes misteriosos

El tránsito de profano a aprendiz comienza con la iniciación,


en esta se deben realizar tres viajes misteriosos. Todo viaje implica un
camino, el desplazarse de un punto a otro, de moverse de un estado a
uno distinto. Nuestra visión exterior e interior reconoce el camino y
la reflexión determina su dirección. Sin embargo, nuestra visión debe
ser clara, luminosa, para que nos otorgue el entendimiento suficiente
para dar nuestros pasos, sin esa luz, la oscuridad nos hará vagar y no
podremos fijar un rumbo.
El misterio, aquello que no se puede explicar o expresar con
palabras, es un lugar que esta fuera del lenguaje. Sin embargo, el
misterio es vivencial, se encuentra en el dominio de la experiencia.
Los viajes misteriosos consisten en tres: El primero de ellos,
se presenta lleno de dificultades, representado por múltiples y fuertes
ruidos que representan las falsas creencias y opiniones que hay que
enfrentar. El camino que se recorre es de occidente a oriente por el
lado norte. El occidente representa la luz que declina, ya que es el lado
del mundo en que se pone el sol. Por el contrario, el oriente es donde
sale el sol. El norte simboliza la región fría y tenebrosa en que se debe
transitar. Es decir, el camino parte desde el lado oscuro hacia el lado en
que nace la luz, transitado por un camino difícil y frío representado por
el norte. Este viaje termina con la purificación del aire.
El segundo viaje, ya no es abrumado por los múltiples ruidos,
sino que se escuchan ruidos de espadas que chocan entre sí. Estos ruidos
de espadas representan la lucha individual que se debe emprender contra
las propias pasiones, pensamientos y hábitos negativos. Este viaje

65
La Mirada del Aprendiz

finaliza con la purificación del agua, metáfora, así como el bautismo, de


purificación de los errores y vicios que constituyen la causa interior de
todo mal o dificultad exterior.
En el tercer viaje ya no hay obstáculos ni ruidos, ya que el
iniciado ha dominado y purificado el lado negativo de su naturaleza,
que es la causa de los ruidos y dificultades exteriores. Para eliminar
todo residuo de las imperfecciones y errores que lo dominaron
anteriormente es necesaria la purificación del fuego. El fuego como
símbolo de purificación de todo error y como medio que establece el
discernimiento de la verdad.
Los viajes misteriosos son alegorías sobre los caminos que
debemos transitar para llegar a la luz. En lo personal, se asentó la idea
de que todos vamos, sabiéndolo o no, en un viaje, en que nuestras
decisiones tienen impacto en la dirección de éste. Asimismo, el tomar
conciencia y estar atento al viaje, y que está lleno de ruidos y conflictos,
que representan las falsas creencias y prejuicios que hay que enfrentar.
Los misterios de los viajes se encuentran en la experiencia personal
vivida en la iniciación, esta experiencia, en conjunto con el estudio y la
reflexión, nos harán aprehender - hacer nuestro- las verdades y la luz
que nos guiarán en el camino de la virtud.
El estudio y la reflexión son importantes y necesarios, sin
embargo, estos deben transformarse en experiencia, tal como lo señalaba
Johann Wolfgang von Goethe: “Todos los verdaderos pensamientos
sabios ya han sido pensados miles de veces, pero para hacerlos
verdaderamente propios, debemos pensarlos de nuevo honestamente,
hasta que tomen raíz en nuestra experiencia personal”.

Reflexiones de la Cámara

“El paso de un punto a otro, ese traslado que significa una


transformación de un estado de conservación y certezas, a un estado
apertura existencial, un paso oscuro, cambiante y entrópico, que
podría calificarse como “misterioso”, desde el punto inicial del
movimiento, por ser una situación emocionalmente desafiante.

66
La Mirada del Aprendiz

Estos viajes hacen uno solo, cuando logramos integrarlo y no


necesariamente ordenados positivamente, pues dependerá de qué
rutas te topes primero o elijas tomar. Estos caminos necesariamente
nos llevan a la luz a consecuencia de decisiones que son vertidas
desde
la atenta conciencia por “no dejar jamás que se extinga el amor a los
semejantes”.
Este camino para ser virtuoso requiere y debe estar construido desde
la reflexión y el estudio.
Asumir que las experiencias son únicas e intransferibles, pues el
misterio del viaje radica en lo intrínsecamente personal. De ahí el
gran desafío que es la posibilidad de alcanzar el empoderamiento
personal para finalmente insuflar de toda esa agua, fuego y metal al
mundo sociocultural, que potencialmente se pueda en algo establecer
nuevos pisos o estándares culturales que nos permitan, pararnos
desde un mejor estado en la historia”.

67
La Mirada del Aprendiz

68
La Mirada del Aprendiz

El cáliz de la amargura y
la extracción de la sangre

Se me ha encargado la elaboración de un trabajo acerca de


dos temas referidos al rito iniciático de la Orden, esto es, el cáliz de la
amargura, y la extracción de sangre.
Para contextualizar el tema, cabe recordar que ambos
simbolismos se encuentran inmersos en la parte final de la iniciación
masónica.
Y la ubicación misma de éstos no es casualidad. En efecto, el
aspirante debe recorrer un camino cargado de simbolismos y etapas que
van marcando su transición a la iluminación.
En dicho contexto, debe transitar a través de los tres viajes
misteriosos, al cabo de los cuales sus futuros hermanos le acercan un
brebaje de sabores de particulares características.
Debo confesar que en mi ignorancia profana, tendí a confundir
el cáliz misterioso (como también se le conoce por algún sector de
los autores), con la sal y azufre que yace en el cuarto de reflexión.
Dicha confusión, nace del anhelo del profano de encontrar, antes de
vivirlo, las respuestas propias del rito iniciático. Aunque, inútil, dicho
anhelo personalmente lo considero como manifestación de la llama
de la curiosidad que poco a poco va marcando el camino hacia el
conocimiento.
De regreso al punto, el simbolismo atribuido al cáliz resulta
francamente interesante. Los autores han señalado que “nos describe
muy eficazmente las desilusiones que encuentra quien desciende de

69
La Mirada del Aprendiz

las regiones puramente ideales, del Oriente simbólico, para enfrentarse


con las realidades materiales. La dulzura inefable de los sublimes
conocimientos que se han adquirido, de los planes o programas
de actividad que se han formulado en la mente, no puede menos de
cambiarse en la amargura que nace cuando todo parece ir en contra de
nuestros proyectos y de nuestras aspiraciones.”
Y la vida es eso. La eterna dialéctica de la síntesis, antítesis y
tesis nos lleva por los vaivenes del triunfo, del fracaso, de la reflexión.
No son pocas las ocasiones en la vida en que el conocimiento que es
visto momentáneamente como un triunfo, da paso a la amargura de la
infelicidad al levantar el velo de ignorancia, revelándose ante nosotros
un infinito conjunto de injusticias y misterios que anteriormente nos
estaban vedados.
Pero, y al igual que la transformación de la sustancia que
contiene el cáliz, el temple de aquel que insiste en beber la amargura de
la vida, en pro de los nobles objetivos que encierra su, ahora iluminada
existencia, convierte en dulce lo que antes era amargo.
El simbolismo de esta etapa entonces es notable. No se trata de
un rito vacío o meramente formalista, sino que, al contrario, se traduce
en una manifestación cruda y física, de los caminos que el hombre
enfrenta en su vida.
Antes de cerrar el punto, debo destacar que el cáliz se repite
en otros rituales iniciáticos, por lo que su simbolismo trasciende las
paredes de esta Orden.
Secuencialmente, el aspirante debe enfrentar ahora la extracción
de sangre. Dicho sea de paso, los autores han señalado al respecto que
“la sangre nos recuerda muchas religiones antiguas que dan un singular
valor a la firma hecha con la misma, de manera que el pacto signado
con ella no puede romperse ni aún con la muerte. Entre otros, citamos
el Fausto, de Goethe, donde Mefistófeles le pide a Fausto sellar con su
sangre el trágico pacto por el cual se obliga a servirlo, a cambio de su
alma. Y habiéndole preguntado éste por qué razón quería que dicho pacto
fuera firmado con sangre, le contesta Mefistófeles enigmáticamente que
la sangre es un jugo de virtud particular.”.

70
La Mirada del Aprendiz

Vivencialmente, nuestra sangre constituye una de las


manifestaciones más patentes de la existencia física. El yoga, por
ejemplo, concentra mucho de sus ejercicios de respiración, en la
oxigenación y purificación de la sangre. Entonces, pedirle al aspirante
que selle su juramento a través de ella, constituye una prueba al temple
digna de una ceremonia iniciática como esta.
Y es que en el inconsciente colectivo se encuentra, fruto de
la literatura quizás, o del propio instinto de supervivencia, que la
extracción de la sangre constituye una acción a lo menos temeraria. Si
se suma a todas las pruebas y simbolismos al que se ha enfrentado el
aspirante el día de su muerte, el momento resulta intimidante.
Pero quisiera enfocarme también en el otro lado de la ecuación.
En efecto, el aspirante que acepta la extracción de su sangre como
manifestación vital de su compromiso y consentimiento en los valores
de la Orden, representa para esta última una gran responsabilidad.
Ciertamente, la Orden como ente abstracto se manifiesta a través de
sus integrantes, los cuales deben honrar el compromiso mostrado por
el nuevo aprendiz, acompañándolo y ayudándolo fraternalmente en el
camino que inicia.
Todo lo anterior, corresponde a mi visión personal sobre
la materia (acompañado del debido estudio, por cierto). A modo de
conclusión puedo señalar que, parafraseando a Antoine de Saint-
Exupéry, “los rituales son necesarios”, pero deben revestir el contenido
necesario para que no se pierdan en la forma.
En ese orden de ideas, me parece que los dos actos tratados en
este trabajo poseen la sustancia necesaria para inducir una profunda
reflexión en el iniciado. Asimismo, y recalcando lo ya señalado sobre la
extracción de la sangre, constituyen un desafío importante para la logia
que lo recibe, toda vez que en su ejecución el aprendiz ha demostrado
su determinación en ingresar a ella.

71
La Mirada del Aprendiz

Reflexiones de la Cámara

“Este símbolo nos da mucho que pensar. El cáliz de la amargura


simboliza los momentos amargos a que nos lleva toda nueva
realidad, pero al mismo tiempo también representa la dulzura de
las experiencias cuando se agotan los esfuerzos y se recompensa
el éxito. En este contexto la copa dulce que se transforma en
amarga, simboliza las vicisitudes por las que pasa el ser humano,
donde como iniciados se nos interioriza que la vida humana trae
aparejada satisfacciones y desencantos, alegrías y tristezas, éxitos y
frustraciones, épocas buenas y épocas malas. Esto bien se representa
en las siguientes palabras: “Bebisteis de la Copa Sagrada, de la
buena y mala suerte, que es la copa de la vida humana. Esto os
recordará que el Masón debe gozar con frugalidad de los placeres de
la vida, sin hacer ostentación del bien que disfruta para no ofender
al menos afortunado, teniendo siempre presente que toda satisfacción
puede transformarse en un instante en amargo desencanto”.

72
La Mirada del Aprendiz

Las espadas y la bóveda de acero

Hacer una historia de esta arma, su uso, significado, es un tema


interesante y extenso. Algunas órdenes y sociedades que han tenido
una pequeña semejanza con nuestra Orden, tales como la Caballería
Andante, las Ordenes Monásticas, los Templarios, entre otros que
representaban la disciplina del sentir religioso, en aquellas épocas en
que a los apóstoles de la religión les interesaba más el aspecto interno,
místico y de sacrificio.
Estas órdenes tenían por norma y fin el triunfo de la Justicia, la
Verdad, y la defensa de los oprimidos. Entre sus armas preferidas estaba
la espada, y ésta aparte de servirles en sus luchas, tenía un simbolismo.
La espada, generalmente era de doble filo, queriendo significar con ello,
que su portador debía sostener la Orden y la Justicia, y no combatir
jamás, sino por el mantenimiento de estos grandes valores.
La espada en nuestros templos no es, entonces, para utilizarla
como un arma de defensa ni para destruir doctrinas opuestas. Tiene
un significado simbólico. Cuando fuimos iniciados, sentimos choque
de espadas. Representan ellas las luchas que se desarrollan alrededor
nuestro. Es el emblema de los combates que el hombre debe sostener
constantemente contra sus propias pasiones, pensamientos e influencias
corruptoras y tendencias negativas.
Continúa nuestra iniciación y por último recibimos la luz.
Al momento de recibir la luz, pero poco a poco nuestros ojos se van
acostumbrando a la luz y lo primero que vemos son los hermanos
apuntándonos con sus espadas.

73
La Mirada del Aprendiz

Ello no es una amenaza, ya que este gesto indica, que están


dispuestos al sacrificio personal si es necesario para defendernos como
hermanos.
Por otra parte, la Espada Flamígera para los Masones,
básicamente, es el símbolo del honor, de la conciencia y de la protección,
así como de la acción. En términos de Alquimia representa a la “espada
de los filósofos”. Su hoja tiene forma de una lengua de fuego, entre
los druidas era llamada “Belino”, el dios del sol. Es la Espada propia
del Venerable Maestro de la Logia, distinta a las demás, ella es su
emblema, nos indica que nuestro espíritu debe ser fuerte y templado
como el acero; nos recuerda la lucha constante entre el bien y el mal,
indicándonos que hay para este último un castigo reservado: el fuego
destructor de la Conciencia.
Cuando se nos hace prestar nuestro juramento frente al altar,
y en seguida, bajo la bóveda de acero, el Venerable Maestro, al tercer
golpe misterioso con esta espada, nos constituye Aprendiz Masón, y
llamándonos “Hermanos”, nos da un triple abrazo fraternal.
La espada recta es utilizada por los distintos hermanos del
Taller, simboliza el poder espiritual, pero a diferencia de la Flamígera,
inacabado. Es el símbolo del poder que es capaz de dar y de quitar la
vida; representa la fuerza solar. Tiene también un sentido que indica
la energía regeneradora que destruye la injusticia y la ignorancia y
establece la paz y la justicia.
Otra instancia, en que se genera la “Bóveda de Acero”, es al
momento del ingreso de altas dignidades a nuestras tenidas, sin embargo,
en el Reglamento de la Gran Logia de Chile, solo recibe este honor
el Gran Maestro. Estas se forman por el choque de las espadas lisas
que sostienen en alto con su brazo derecho compañeros y aprendices,
entregando energía y protección al Q:.H:. homenajeado.
La Masonería utiliza el simbolismo como método para investigar
la esencia de la Realidad y de nosotros mismos. Los símbolos admiten
un número indefinido de interpretaciones que no son excluyentes entre
sí, sino complementarias.
La espada es símbolo de honor, de la conciencia y la protección

74
La Mirada del Aprendiz

entre hermanos.
La espada para mí representa fuerza para defender a los
hermanos y con esto es un símbolo de la fraternidad masónica. Con
la unión de ellas formamos la bóveda de acero, para homenajear a
hermanos y entregarles nuestra energía y protección, signo inequívoco
de la fraternidad que debe conducir siempre nuestro trabajo masónico.

Reflexiones de la Cámara

“El portador de la espada debe sostener la Orden y la Justicia, y no


combatir jamás, sino por el mantenimiento de estos grandes valores”,
hay en esto un imperativo categórico, que obliga y determina el
accionar de cada Masón. Hay además una obligación interna, con
nosotros mismos, la espada, nos explica “es el emblema de los
combates que el hombre debe sostener constantemente contra sus
propias pasiones, pensamientos e influencias corruptoras y tendencias
negativas”. Por otra parte, la Espada Flamígera como símbolo
del honor, de la conciencia y de la protección, lo es también de la
acción. Acá hay algo que mueve energía, no es estático, sino que
está en constante movimiento, en un eterno devenir. “En términos
de Alquimia representa a la espada de los filósofos”, hay una eterna
búsqueda de la verdad y de la perfección, pero hay un plan y este debe
estar en armonía con el G:.A:.D:.U:.

75
La Mirada del Aprendiz

76
La Mirada del Aprendiz

Pierna derecha en la escuadra y


la marca en el pecho

Se me ha encargado la elaboración de un trabajo acerca de dos


temas referidos al rito iniciático de La Orden, esto es, la pierna derecha
en escuadra y la marca en el pecho.
El Diccionario Enciclopédico de la Masonería escrito y
ordenado por Lorenzo Frau Abrines y publicado bajo la dirección de
Rosendo Arderiu, se refiere a la escuadra como “uno de los más usuales
símbolos de la Orden y el que junto con el compás representa el signo
más conocido de la Masonería. Es el símbolo de la rectitud y constituye
la joya del cargo de Venerable, porque este debe ser el Masón más recto
y justo de la Logia.”.
Enseguida, Jorge Adoum en “El Aprendiz y sus Misterios”,
nos indica que “El candidato debe prestar su juramento ante el ara (su
corazón, altar de Dios). Va con los ojos vendados (aún no puede ver la
luz): se hinca sobre la rodilla izquierda (no sólo en señal de respeto y
devoción sino también porque en tal postura se pone en contacto con
las corrientes terrestres que tienden a subir hasta las que bajan de arriba,
constituyendo el candidato el punto de unión entre las dos), con la
rodilla derecha formando una escuadra (símbolo de la fijeza, estabilidad
y firmeza, que son los objetivos del juramento)…”.
Y agrega, “El mero hecho de arrodillarse tiene un contenido
oculto, porque, al hincar la rodilla, los centros etéricos y físicos se
sintonizan con ciertas corrientes que circulan sobre la tierra y están
siempre a disposición de quienes buscan auxilio en lo Invisible”.

77
La Mirada del Aprendiz

Oswald Wirth señala en su libro del aprendiz que “El antiguo


ritual le hacía poner en tierra la rodilla izquierda y la pierna derecha
doblada en escuadra (sumisión, respeto a todo lo que es equitativo y
justo)”.
¿Pero de qué clase de rectitud se trata? ¿Quién dictará los
parámetros con los cuales podamos medir tal rectitud?, ¿Fueron rectos
aquellos masones que olvidaron el juramento y traicionaron a sus
hermanos?, ¿Fueron rectos aquellos que callaron frente al abuso y la
injusticia? La duda me recuerda el concepto de justicia de Ulpiano:
“Dar a cada uno lo suyo”. Lo recto probablemente para un hombre, sea
lo que para él sea justo. La duda, “Si tu curiosidad te ha conducido hasta
aquí, ¡vete! Tengo la certeza que el camino que recorreré junto con mis
Hermanos y Maestros me dará luces de cómo contestar mis preguntas.
Tesis, antítesis, síntesis. Presiento que todo se irá aclarando de
dicha forma.
En otro orden de consideraciones, y en relación con la marca y
el fuego, Adoum nos señala que “Otro símbolo similar al de la sangre
es el fuego. Se pide al candidato que permita hacérsele alegóricamente,
en el pecho u otra parte del cuerpo, la impresión con fuego de un sello
por el cual se reconocen entre sí los Masones.
Ese sello (que jamás se puso materialmente en la Masonería
pero que fue aplicado antiguamente) se graba con el fuego de la Fe en
el corazón del Iniciado: la fe es el único sello por el cual los Masones se
reconocen entre sí. Es la fe que enciende el ardor del entusiasmo para
actuar en armonía y cooperar conscientemente con el Plan del Gran
Arquitecto”.
Por su parte Lavagnini señala en su manual del aprendiz que
“Esta marca o estigma verdaderamente glorioso (pero que nunca se
aplicó materialmente por la simple razón de que la Masonería quiere
hacer a los hombres libres y no esclavos) se graba con el fuego ardiente
del entusiasmo y de la fe sincera en el corazón de todo Masón, y es otro
símbolo de lo que el Masón tiene que ser y en lo que debe convertirse
en cuanto dicha cualidad debe imprimirse en su corazón y expresarse
en todo su ser.

78
La Mirada del Aprendiz

Las cualidades o emblemas que se aplican con el fuego, y por


cuyo medio los masones se reconocen entre sí, son evidentemente el
compás de la razón que caracteriza el reconocimiento de la Realidad
Espiritual (que es el Centro simbólico de todo ser y de toda cosa) y su
relación con la vida exterior (la circunferencia o apariencia de las cosas),
y la escuadra del juicio, con la cual el Masón rectifica sus pensamientos,
aspiraciones y deseos, en armonía con el Plan del Gran Arquitecto, con
cuyo Plan debe esforzarse en cooperar conscientemente.”.
Si bien es cierto, desde un punto de vista que podríamos llamar
esotérico y simbólico, el sello del Masón permite distinguir a sus pares,
sus iguales, vale decir, un “faro” entre iniciados, la verdad es que
dicha esencia se transmite mucho más allá de las paredes del templo,
y se manifiesta claramente para quienes, conociendo la Orden desde
de afuera, (como mi caso en el pasado, por mi padre, abuelos y tíos),
logran identificar los valores Masónicos en profesores, colegas, etc.
En ese orden de ideas creo que la marca en el pecho trasciende
por mucho de un símbolo entre masones, y se proyecta en la vida
profana a través de los diversos actos que los iniciados practican a diario.
Sencillez, fraternidad, discreción, humanismo en el trato de nuestros
semejantes, desde el más humilde ser humano que nos encontremos.
Como conclusión, solo indicar que el recién iniciado no conoce
el significado de los dos símbolos antes tratados (y si se le explica
en el momento de la iniciación probablemente no pueda retenerlo de
forma adecuada debido a la adrenalina del momento), por lo que su
explicación probablemente venga más de lo vivencial que lo teórico,
vale decir, practicando plenamente los valores que en ellos se encierra
en su vida masónica como profana.

Reflexiones de la Cámara

El símbolo de la escuadra, con la cual el masón rectifica sus


pensamientos, aspiraciones y deseos, también es un imperativo ético,
moral, que mira y tiene como referencia el plan del G:.A:.D:.U:., acá

79
La Mirada del Aprendiz

lo recto es a la vez justo y debe estar en equilibrio con este plan, la


marca en el pecho es el sello que “se graba con el fuego de la Fe en el
corazón del Iniciado: la fe es el único sello por el cual los masones se
reconocen entre sí. Es la fe que enciende el ardor del entusiasmo para
actuar en armonía y cooperar conscientemente con el Plan del Gran
Arquitecto”.

80
La Mirada del Aprendiz

Simbología de Primer Grado

Simbología del templo

81
La Mirada del Aprendiz

82
La Mirada del Aprendiz

El templo y su decoración

El espacio que reúne y congrega a todos los miembros de una


Logia para la realización de sus ritos, trabajos y actividades se llama
Templo. La concepción masónica de este término no sólo corresponde
al edificio o estructura física, sino que también incluye una serie de
elementos de carácter simbólico que forman parte de su decoración.
El Templo masónico es considerado un espacio sagrado, pero
no en un sentido religioso, pues en él confluyen una serie de enseñanzas
de tipo esotérico y filosófico, que todos los integrantes de la Logia
están invitados a descubrir y practicar. Esta concepción de la sacralidad
fue muy bien definida por Heidegger, cuando dijo “Lo sagrado no es
sagrado por ser divino, sino que lo divino es divino por ser sagrado”.
La palabra Templo viene del latín “Templum” y se usa para
designar a un edificio de carácter sagrado. Etimológicamente, su
significado se asocia a los conceptos “cortar” o “apartar”, lo que nos
indica que el Templo es un lugar apartado o separado de las actividades
cotidianas dentro de una comunidad. Desde el punto de vista masónico,
esto refleja muy bien el hecho que el acceso a nuestro Templo está
permitido sólo a los iniciados, quedando completamente vedado al
mundo profano.
El Templo representa el universo, pues refleja el carácter
universal de la masonería. Su forma es rectangular y debe estar orientado
a lo largo de Oriente a Poniente, a lo ancho de Norte a Sur y su altura
se establece de Cenit a Nadir. El Templo sólo dispone de una puerta de
acceso ubicada en el Poniente y no posee ventanas. Con ello se buscas

83
La Mirada del Aprendiz

evitar el ingreso de la luminosidad exterior, ya que la única luz que debe


iluminar su interior debe provenir desde adentro.
Ingresando al templo se encuentran dos columnas, la Columna
J, que se ubica al Sur y representa la Belleza. Y al Norte se encuentra la
Columna B, la que representa la fuerza. Sobre el capitel de la Columna
B se ubica una esfera terrestre y sobre la Columna J una granada, ambos
elementos representan y buscan recordarnos a la familia masónica
esparcida por todo el planeta.
Al pie de la Columna B se encuentra una piedra bruta, la que
representa el estado de ignorancia que afecta a los hombres producto
de los vicios y pasiones a los que están expuestos en el mundo profano.
La primera misión encomendada al aprendiz masón será pulir dicha
piedra, para lo cual deberá utilizar dos herramientas: el mazo de la
perseverancia y el cincel de la voluntad. Al pie de la Columna J, se
encuentra una piedra cubica perfectamente pulida, representando la
aspiración de perfeccionamiento de todo aprendiz masón.
Avanzando hacia el Oriente, nos enfrentamos con el piso del
Templo, el cual está compuesto de lozas blancas y negras, las que se
disponen de manera intercalada igual a un tablero de ajedrez. Esta
disposición nos recuerda la dualidad del mundo, como el día y la noche,
lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad. Centrado en la mitad oriental
del piso mosaico, se ubica el Ara o Altar del Templo, en él se encuentran
importantes elementos simbólicos. Por un lado, tenemos los tres cirios,
que personifican las tres luces animadas de la Logia y representan la
sabiduría, la fuerza y la belleza. En ellos también se reflejan tres de
nuestras autoridades más importante, como son el Venerable Maestro y
sus dos Vigilantes.
Y, por otro lado, el Ara contiene a las tres luces inanimadas,
que corresponden a la Biblia, la Escuadra y el Compas. El uso de la
Biblia dentro de la Masonería no tiene un sentido religioso, sino
que es considerado como el libro de la sabiduría, por las parábolas y
enseñanzas que contiene. En el caso de las Tenidas de primer Grado, la
Biblia se debe abrir en el versículo primero del Evangelio de San Juan,
y sobre sus páginas se debe ubicar el Compás debajo de la Escuadra. La

84
La Mirada del Aprendiz

forma en que se ubican estos dos elementos refleja que se trata de una
Tenida de primer Grado, y nos indica simbólicamente el predominio de
la Materia sobre el Espíritu, producto de la fuerte influencia profana que
aún se ejerce sobre los iniciados o aprendices.
Al Oriente, encabezando el Templo, se encuentra el Estrado
que contiene el sitial del Venerable Maestro que se encuentra a tres
escalones de altura, en la zona más cercana a la Luz y representa a la
cabeza del Templo Masónico. Para la realización de sus trabajos recibe
la asistencia del Orador, el que se ubica al Sur, y el Secretario, que se
encuentra en el costado Norte.
A los pies del Trono del Venerable Maestro, se encuentra
la Carta Constitutiva del Taller, documento que da cuenta de su
regularidad al momento de llevar acabo sus trabajos. Esta Carta se debe
abrir para el desarrollo de las actividades del Taller y se debe cerrar una
vez finalizadas. Detrás del Sitial del Venerable Maestro se encuentra la
Estrella Flamígera acompañada del Sol, en el costado Sur, y la Luna al
Norte. Estos tres elementos juntos representan un triángulo invertido.
A ambos lados del templo se ubican doce columnas que
contienen los símbolos del zodiaco y en la parte superior, bordeando
todo el templo, se encuentra una cadena, denominada Cadena de Unión.
Este símbolo representa la universalidad de la Masonería y la igualdad
de sus miembros, pues está constituida por eslabones idénticos que se
entrelazan reflejando un auténtico espíritu de fraternidad.
Finalmente, podemos sostener que la Masonería, como toda
escuela iniciática, promueve el aprendizaje, el autoconocimiento y el
perfeccionamiento de sus miembros, por medio del estudio de sus ritos
y la reflexión acerca del significado de los distintos símbolos que la
componen. Es por ello, que resulta fundamental que todos los Iniciados
en la Orden se adentren en la comprensión de los símbolos asociados
al Templo y su decoración. Sólo cuando avanzamos en esa dirección
podremos descubrir que dichos elementos, dispuestos de forma
adecuada, nos permitirán sumergirnos en nuestro Yo interior, para que
desde ahí comenzar la compleja y ardua tarea de pulir nuestra Piedra
Bruta y ampliar nuestros niveles de consciencia. Pues, como dijera

85
La Mirada del Aprendiz

Sócrates: “Es en el interior del individuo donde se encuentra la verdad


y respuesta a todas las preguntas”.

Reflexiones de la Cámara

“El Templo masónico como lugar sagrado, hace honor a su nombre


en ser un espacio reservado para actividades específicas, dedicado a
la enseñanza de aspectos esotéricos y filosóficos que cada uno debe
ir descubriendo. Al ser un Templo, no cualquiera puede ingresar
libremente sino solos los iniciados. La infraestructura, su mobiliario
y adornos no han sido dispuestos aleatoriamente y cada uno de ellos
quiere entregar una reflexión o enseñanza. El Templo en sí está lleno
de símbolos, los cuales también hacen que cualquiera no pueda
ver todo lo que está a la vista, lo que destaca y realza su carácter
sagrado”.

86
La Mirada del Aprendiz

El ara y el libro

Descubierto del vendaje vi la luz y con ésta a mis QQ:.HH:., al


templo y su decoración y en el centro de la parte de abajo del mismo, al
Ara situado sobre el mosaico que representa, entre otros, el equilibrio y
lucha entre las energías positivas y negativas, el cual se erige como un
rectángulo representativo de la conciencia del masón, que da a entender
que debe encontrarse por sobre lo bueno y lo malo, o la elevación que
debemos dar a nuestros pensamientos.
Se dice que el Ara es la mesa consagrada para recibir los
juramentos y promesas, constituyendo el símbolo más sagrado de
nuestro templo y en concordancia con la teoría de Copérnico, el Ara
vendría a ser el centro de él mismo.
Simbólicamente viene a representar el altar de los sacrificios de
los antiguos, constituyendo la base de una columna truncada, mostrando
metafóricamente una vida interrumpida por la muerte.
Según Superby5, si visualizamos como un hombre tendido de
espaldas, con los brazos abiertos y las piernas ligeramente separadas,
el Ara estaría en el lugar de sus genitales, marcando también el eje del
taller.
Dicha analogía es asimilable al dibujo del Hombre de Vitruvio
de Leonardo da Vinci, que junto con ser un importante avance en el
desarrollo en las proporciones de la anatomía del cuerpo humano,
muestra al hombre dentro de un círculo y un cuadrado, siendo ombligo
el eje de la circunferencia y los genitales el centro del cuadrado,
pudiendo interpretarse que de éstos mana la vida, lo cual tiene una clara
5 Julio Superby Ríos. (2016). Libro del Aprendiz, Gran Logia de Chile. Chile. Pp. 116.

87
La Mirada del Aprendiz

correlación con nuestro nacimiento en la masonería que se verifica al


prestar nuestro juramento ante el Ara.
Visualmente, parece lógico encontrar sobre el Ara un
monumento que requiera un apoyo proporcional al tamaño de esta
inmensa base, y lo es, puesto que es allí donde se verifican nuestros
juramentos masónicos y se sitúan las joyas del templo, que sirven de
sustento para las enseñanzas masónicas, es decir, las luces animadas
morales, correspondientes a los cirios representativos de la sabiduría,
la fuerza y la belleza, y las luces inanimadas, esto es, la escuadra,
demostrativa de la rectitud y justicia con que el masón debe actuar en
la vida pública o privada; el compás, que simboliza de la inteligencia
del hombre; y en nuestro caso, la biblia, que representa el libro de la
sabiduría, abierta en el evangelio de San Juan, a fin de indicar de dónde
venimos.
El libro representa la ley sagrada o la ley moral, sobre la cual
se sostienen nuestras creencias, ilustrándonos respecto del camino de lo
justo, simbolizando la verdad suprema escrita en nosotros.
Al respecto cabe precisar que resulta a lo menos discutible la
necesidad de que el libro deba ser la biblia, lo anterior en razón de
que, aun cuando podemos considerar a la biblia como inspiradora de
los landmarks, entendidos como “límites que tiene la masonería en
materias de uso, costumbres, antiguas leyes y reglas de acción, sin las
cuales la Institución no puede identificarse”6, toda vez que tanto en
Job, como en Proverbios se recuerdan los límites físicos y conductuales
que no se deben violar y que, muchos de los que se atreven a precisar
los landmarks señalan dentro de éstos la necesidad de contar con un
libro sagrado, que debe estar abierto para trabajar7, no necesariamente
aluden a la biblia como el libro en cuestión.
En efecto, cada país pone el libro más importante para la
religión a la que la mayoría pertenece o la constitución masónica. Es
más, en algunas logias, particularmente en Francia, se utiliza un libro

6 Julio Superby Ríos. (2016). Libro del Aprendiz, Gran Logia de Chile. Chile. Pp. 264.
7 En este sentido Mackey, la Gran Logia de Louisiana, Roscoe Pound, Harry Carr´s y la
Gran Logia de Michigan.

88
La Mirada del Aprendiz

en blanco, simbolizando la sabiduría del iniciado, dando a entender que


cada iniciado debe escribir su propio libro, conforme a la sabiduría que
vaya alcanzando.
A mayor abundamiento, se hace presente que existe un relativo
consenso en que para constituir un landmark en la masonería, se debe
cumplir con 3 características: 1. Debe haber existido desde un tiempo
del cual la memoria del hombre no encuentre nada en contrario. 2. Debe
ser universal y, 3. Debe ser absolutamente irrevocable, sin embargo, la
biblia no comparte ninguno de dichos criterios.
En ese contexto corresponde señalar que sólo desde 1760 fue
impuesta para trabajar en los templos masónicos en Inglaterra.
¡Es difícil no posar nuestra mirada en el Ara! Aquella meseta
que nos separa y/o comunica con los QQ:.HH:. que se encuentra en
frente, puesto que es allí donde los iniciados hicimos nuestro primer
juramento, donde los afiliados manifiestan su voluntad de formar parte
del taller o los regularizados se reinsertan y donde recurrimos para
renovar nuestros juramentos, compromisos o promesas masónicas o,
a esta edad, donde nuestras voluntades concurren para ratificar que
nuestras actas son fiel reflejo de lo acontecido en L:.
Aquel altar en que durante nuestros trabajos ni siquiera los
QQ:.HH:. Oficial de Ceremonia, Experto y Hospitalario pueden
obstaculizar, en el cumplimiento de sus labores, esa relación íntima
y directa que media para con el V:.M:., evitando cruzarse frente a la
misma en sus desplazamientos, que deben realizar en forma de escuadra,
ejemplificando lo recto que debe ser nuestro actuar.
Por otra parte, en el Libro que se posa sobre la misma,
indistintamente de nuestra formación anterior, encontraremos luces y
límites para nuestro camino o, si se quiere, un desafío a completar.

89
La Mirada del Aprendiz

Reflexiones de la Cámara

“Es interesante la reflexión de porqué el Ara está precisamente en ese


lugar del templo enfatizando que, además de ser un lugar sagrado de
nuestro templo es un lugar fructífero, lo que hace mucho sentido, pues
en el instante en que realizamos nuestro juramento y se quita nuestra
venda es en o frente al Ara. Sobre el Ara del Templo están las luces
animadas morales, correspondientes a los cirios representativos de
la sabiduría, la fuerza y la belleza, y las luces inanimadas, esto es,
la escuadra, demostrativa de la rectitud y justicia; el compás, que
simboliza de la inteligencia del hombre y la biblia, que representa el
libro de la sabiduría, abierta en el evangelio de San Juan”.
“La designación de la Biblia como libro sagrado es algo que
se deja como libre discusión. A mi juicio como buen masón hay dos
principios rectores que guían buena parte de nuestro quehacer con y
hacia otros, el de hacer lo que a nosotros nos gustaría que nos hicieran
y de no hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran, y como ejemplo
particular coincidentemente, están escritos en la Biblia en el evangelio
de Mateo 7:12. El espíritu de que haya un libro sobre la mesa que
represente la ley moral, la justicia y la rectitud es que seamos capaces
de concordar en aquellas normas y leyes. Por tanto, quizás a priori, sea
al menos de interés pensar en por qué se escoge un libro en blanco o se
cuestiona la Biblia”.

90
La Mirada del Aprendiz

La columna B

Al entrar a través de las puertas del Templo, nos encontramos


con dos columnas: al sur la Columna J, y al norte la Columna B. Ambas
miran hacia el oriente, y en palabras de Lavagnini: “son el símbolo del
aspecto dual de toda nuestra experiencia en el mundo objetivo o Reino
de la Sensación”.
Esta dualidad se manifiesta en los principios de Actividad
y de Inercia; Energía y Materia; Esencia y Sustancia; Masculino y
Femenino, etc. Sin embargo, en esta oportunidad sólo nos centraremos
en la Columna B del Templo.
Tal como se mencionó, la Columna B se encuentra en el lado
norte del Templo, y está a tres pasos de las puertas de este, su color
es de un bronce oscuro y en el centro del fuste de la columna está la
letra B. La descripción de la columna proviene de la Biblia, la cual
describe las columnas del Templo de Salomón, en el Libro Primero
de Los Reyes, capítulo 7, versículos 15 a 16 señala: “Fundió las dos
columnas de bronce; la altura de una columna era de dieciocho codos,
y un hilo de doce codos medía la circunferencia; lo mismo la segunda
columna. Hizo dos capiteles fundidos en bronce para colocarlos sobre
la cima de las columnas, de cinco codos de altura un capitel y de cinco
codos de altura el capitel segundo.”
Luego continua en el versículo 21: “Erigió la comuna de la
derecha y la llamo Jakín; erigió la columna de la izquierda y la llamó
Boaz. Y quedó acabado el trabajo de las columnas.”
Cabe señalar que, al encontrarse la Columna B en el extremo
más septentrional del Templo, es donde los rayos solares llegan de

91
La Mirada del Aprendiz

forma más tenue. La forma de la Columna B es del estilo dórico y esta


no es maciza, sino que ahuecada. Según el Libro de los 33 Temas del
Aprendiz: “por el frente de esta Columna había Tres Puertas, en el orden
ascendente, por cuyo motivo su Fuste estaba dividido interiormente,
también en Tres Departamentos, dentro de los cuales se guardaban,
en primer término, los Tesoros del Templo; en segundo lugar, las
Herramientas y Útiles de Trabajo, y por último, El Libro de La Ley.”
De esta manera, la Columna B contiene el tesoro del Templo
para pagar los salarios de los obreros de la Orden, las herramientas para
tener la seguridad de que se empleen en los trabajos de la gran obra, y
el libro de la ley que nos recuerda nuestras obligaciones. El aprendiz
debe convertirse en esta Columna, manteniendo dentro de sí, los tesoros
y riquezas que nos da la Masonería para avanzar en el camino de la
perfección, utilizando las herramientas del grado y guardando nuestras
obligaciones como obreros de la construcción universal.
Por último, a los pies de la Columna B se encuentra la piedra
bruta que es la representación de nuestro estado de aprendices, y que
es el objeto del trabajo simbólico de todo masón y en especial del
aprendiz. Por tal motivo, éste debe esforzarse mediante su voluntad e
inteligencia, utilizando las herramientas del grado: el mazo símbolo de
la constancia y voluntad; el cincel símbolo del discernimiento y juicio,
y el mandil, símbolo de la vida laboriosa.
Como podemos apreciar, la Columna B, que es la columna
de los aprendices, tiene muchos elementos simbólicos. Sin embargo,
quisiera detenerme sólo en la letra B y su relación con los aprendices.
La letra B simboliza la palabra sagrada que se nos da secretamente al
momento de la iniciación, para que permanezca grabada en nuestras
conciencias.
La palabra sagrada significa “En él la Fuerza”. Necesitamos
fuerza para desbastar nuestra piedra bruta, para corregir las
imperfecciones de nuestros actos y pensamientos. El camino de la
virtud es difícil y arduo. En esta columna es donde recibimos nuestro
salario, una vez que somos capaces de levantar nuestra propia Columna
y hacer de ella el punto de apoyo, para expresar nuestros pensamientos,

92
La Mirada del Aprendiz

palabras y acciones de manera constructiva en todos los aspectos de la


vida.

Reflexiones de la Cámara

“La columna B, representa la fuerza con que contamos para


desbastar nuestra piedra bruta, podemos ir golpeándola y puliéndola
con fuerza, pero requerimos la orientación que nos entrega la Orden
para llegar a convertirla en un cubo que permita entre todos generar
una estructura que pueda insertarse en la sociedad adecuadamente y
hacer un cambio.”
“El trabajo de la Columna B nos hace pensar en la importancia de
la “Fuerza”, ya que la letra B representa la palabra sagrada que
significa “En él la fuerza”, también la podemos hallar en el Ara,
ya que sobre esta se encuentran las tres velas, que representan la
sabiduría, la fuerza y la belleza, incluso nuestro saludo es Salud,
Fuerza y Unión.
La Fuerza, al encontrarse en prácticas tan habituales como en el
saludo, tenía una importancia fundamental para ser un masón. La
fuerza la podemos relacionar con nuestra voluntad, con movernos,
cuestionarnos y cambiar. En el ámbito simbólico, no podemos
trabajar nuestra piedra bruta y desbastar nuestras imperfecciones
sino tenemos fuerza.
La fuerza también se vincula con la conexión a lo transcendental o
espiritual, ahí se encuentra la llave de la fuerza, el combustible que le
da vida”.

93
La Mirada del Aprendiz

94
La Mirada del Aprendiz

La piedra bruta

Según nos ilustra Humberto Camejo, esta piedra nos manifiesta


el estado de ignorancia que tiene el hombre como consecuencia de los
vicios y las pasiones. El masón desde el momento de su Iniciación tiene
como labor fundamental, el pulirla con el martillo de la constancia y con
el cincel de la voluntad, para transformarla en piedra cúbica o labrada.
En ese orden de cosas, resulta lógico asimilar la imagen de una
roca sin una forma dada por el trabajo del hombre, a la realidad de los
aprendices de masón, toda vez que la tosquedad de la roca muestra
las diversas imperfecciones, vicios y desconocimiento que poseemos
al ingresar a la orden que, por medio del dignificante trabajo, iremos
labrando en una incesante búsqueda de la verdad y el perfeccionamiento,
ya que, a pesar de que la piedra bruta se asocia a los aprendices, con el
paso de los grados no dejamos de tener ripios sobre los cuales trabajar.
En la humanidad, la piedra y el trabajo de la misma, ha
evidenciado un claro avance su desarrollo. A modo de ejemplo, en la
prehistoria cuando se comenzó a moldear dicha piedra, transformándolas
en armas y herramientas que facilitan su existencia, graficaron un gran
desarrollo de la especie, que, con posterioridad y con un mayor dominio
de las técnicas, fue permitiendo la construcción de viviendas, colosales
estructuras y obras de arte, muchas de las cuales perduran hasta el
presente.
En la masonería, se indica que nuestra labor como aprendices
en este primer grado consiste en devastar la piedra bruta, acercándola a
una forma en relación con su destino. Para graficarlo, en algunos valles,

95
La Mirada del Aprendiz

al momento de la iniciación, a los aprendices se les entrega un mazo


y un cincel en vez de guantes como símbolo del trabajo que debemos
realizar en nosotros.
Físicamente, encontramos a la piedra bruta en el norte del
templo donde realizamos nuestros trabajos, al pie de la columna B, y a
la derecha del P:. V:., como contrapartida, a la piedra cúbica situada al
pie de la columna J. Esta última roca representa el ideal al que debemos
aspirar, esto es, llevarnos a lo más elevado de nuestro ser, de acuerdo
con nuestras potencialidades, esforzándonos constantemente en nuestro
mejoramiento, puesto que no existe un masón ideal y la perfección a la
que aspiramos es inalcanzable, midiendo nuestras mejoras en términos
relativos, de acuerdo a nuestras características, cumpliendo con la
finalidad masónica al incurrir en constantes mejoras.
La enseñanza masónica para devastar nuestra piedra bruta
nos sitúa simultáneamente como obrero, materia prima y herramienta,
puesto que no se concibe un modelo a replicar, sino que cada uno debe
trabajarse a su propio ritmo, para ir superando sus defectos y debilidades.
Para dichos efectos utilizamos nuestro juicio, inteligencia y voluntad,
con relación a los conocimientos y los valores que en este camino vamos
descubriendo como verdaderos, enfocados en los ideales masónicos. En
este sentido deberes masónicos constituyen una herramienta poderosa
en el trabajo de nuestras piedras, toda vez que al ser consecuente con las
directrices entregadas se transita al perfeccionamiento.
De esta forma, el perfeccionamiento es un trabajo
principalmente personal, pero ayudado por nuestros QQ:.HH:..,
requiriendo esencialmente de una disposición abierta a conocer y dar
a conocer nuestro pensar y actuar, evidenciando nuestros defectos, a
fin de saber contra qué irán destinados nuestros esfuerzos, canalizando
de manera adecuada los aportes de quienes comparten nuestro camino,
puesto que pueden ser un gran aporte para divisar nuestras taras.
Así las cosas, devastando nuestra piedra dejaremos de
actuar inconscientemente, de acuerdo a los cánones que dictan los
convencionalismos impuestos y emanciparemos de los vicios que
enlodan nuestro carácter y personalidad, logrando purificar nuestros

96
La Mirada del Aprendiz

corazones en el levantamiento de nuestro templo espiritual, permitiendo


que la luz se refleje en todo su esplendor.
Es importante precisar que las piedras brutas no son cualquier
roca, sino que en ellas se ve un cierto potencial para alcanzar el ideal
de la masonería, ya que como bien sabemos, nuestra institución elige a
sus miembros, debiendo éstos ser buenos y verdaderos, nacidos libres,
haber alcanzado la madurez y la edad de la razón, no ser siervo, ni
hombre inmoral ni escandaloso y tener buena reputación.
Es decir, es una selección cualitativa más que cuantitativa,
en consideración a que, si bien el hombre es perfectible, se requiere
de un mínimo de condiciones para que dichas mejoras se verifiquen,
destacando por sobre otras cualidades, la voluntad de aprender a
dominar nuestros vicios, instintitos y pasiones por medio del trabajo.
Finalmente, cabe destacar que, aquella piedra seleccionada
o seleccionable la podemos encontrar tanto dentro como fuera de
la masonería, puesto que, así como dicen que en los hospitales
psiquiátricos no están todos los orates, los masones no son sólo los que
forman parte activa de la orden, pudiendo encontrar dentro del mundo
profano muchos de los denominados “masones sin mandil”.
En vista de lo señalado precedentemente, la presencia de la
piedra bruta en nuestro taller es importantísima, puesto que nos recuerda
la necesidad de trabajar, estudiar y practicar las virtudes, puesto que el
pulido de nuestra piedra bruta es un trabajo constante y principalmente
personal que, no solo nos permitirá perfeccionarnos y encontrar
propósitos válidos, sino que consecuencialmente también hará que
encajemos con una mayor armonía en la obra masónica, pudiendo y
debiendo replicar nuestro aprendizaje fuera de los muros del templo,
en nuestras familias, trabajos y en los diferentes aspectos de nuestras
vidas, a fin de agregar valor a la sociedad.

97
La Mirada del Aprendiz

Reflexiones de la Cámara

“La Piedra Bruta, junto al Piso Mosaico, es uno de los símbolos


masónicos que más interesantes, porque en él se logra reflejar de
manera muy clara y precisa la metáfora de crecimiento y desarrollo
personal al que todos nosotros deberíamos aspirar. Lo más importante
de este símbolo es el mensaje de optimismo que subyace en él, pues
nos interpela a que a través de un trabajo duro y constante podemos
mejorar aquellos aspectos que nos limitan para acceder a nuestro
funcionamiento óptimo, tanto a nivel personal como interpersonal.
Sin lugar a dudas, este proceso no es fácil ni rápido, pues requiere
de todo nuestro compromiso para adentrarnos en el difícil camino
del autoconocimiento, para que desde ahí podamos enfrentar a
nuestro “Yo” interior, con el objeto de identificar aquellos aspectos o
características que necesitamos corregir, mejorar o eliminar”.

98
La Mirada del Aprendiz

Simbología de Primer Grado

Simbología de usos y costumbres

99
La Mirada del Aprendiz

100
La Mirada del Aprendiz

El mandil del aprendiz y los guantes

“Se revistieron con mandiles y guantes de piel blanca, para


dar testimonio de que no habían
manchado sus manos con sangre inocente”.8

El Mandil del Aprendiz y los Guantes Blancos, prendas que nos


acompañan en todas las tenidas (para los Q:.H:. que con responsabilidad
los portamos) en los textos de corte histórico vemos la utilización de
estas prendas en diferentes ceremonias y trabajos. El Mandil símbolo
de trabajo arduo del artesano, no figura como una prenda meramente
decorativa, sino siendo parte del uniforme utilizado normalmente
por trabajadores y obreros, el cual impedía que estos mancharan sus
vestimentas y a su vez, protegía sus cuerpos de las esquirlas de su
trabajo en piedra y metal.
En efecto, la palabra Mandil9 viene de la raíz latina “Mantile”,
que refiere normalmente a un trozo de tela que se sujeta al cuerpo a la
altura de la cintura por medio de una cuerda y sirve para proteger las
ropas del individuo. Tiene su origen en las antiguas costumbres hebreas
y egipcias, donde esta tela era usada durante los trabajos de construcción
de edificios, templos, monumentos y demás construcciones.

8 Pierre Mollier, página 217 (ediciones À L´Orient, París 2004).


9 Mandil: Etimológicamente mandil es una palabra hermana de mantel, de la que la
separa su contenido semántico. Las dos vienen, en última instancia, del latín mantile o
mantele, pero en el caso de mandil, llegó al castellano con un paso intermedio a través
del árabe.

101
La Mirada del Aprendiz

A su vez para referirnos a los Guantes, su aparición procede


de los tiempos prehistóricos, los primeros ejemplos aparecieron en una
tumba real egipcia de alrededor de 1350 A. C., otro hecho importante
se remonta a Inglaterra, durante las épocas Isabelina y Jacobina (1558-
1625) donde los Guantes gozaban de un prestigio que difícilmente lo
podríamos apreciar hoy en día. Eran artículos de lujo, tenían un gran
simbolismo, y constituían los regalos más preciados.
En la masonería especulativa, su aparición se remonta al año
1599, donde hay evidencia de que cada masón en su iniciación recibía
un par de Guantes.
El Mandil es una de las prendas imprescindibles para el
aprendiz, el cual lo debe portar con su lengüeta levantada, formando un
triángulo con el vértice hacia arriba, esto no es azaroso, pues el contorno
que forma corresponde a un pentágono, figura geométrica de cinco
lados. Múltiples son las interpretaciones que se podríamos esgrimir de
acuerdo con esta figura tan misteriosa, pero es menester del redactor del
trabajo, indicar la que más se asemeja a sus convicciones, por lo cual
quise considerar que éste pentágono es la unión de un triángulo y un
cuadrado, que representa la piedra cubica de la cual sobresale una punta,
lo que indica, que no es una piedra cuadrada perfecta y nos simboliza
el trabajo que debe realizar el aprendiz, para pulir esta imperfección.
Esto podríamos llevarlo al plano moral, material e intelectual
haciendo uso de conceptos como el meliorismo que busca la superación
del ser humano y el perfeccionamiento moral del hombre no suprimiendo
el mal, sino en triunfando sobre él, por ende, nosotros debemos partir
nuestro camino masónico a través de la rectitud de nuestros pasos,
dominando nuestras pasiones y privilegiando el uso de la razón.
El Mandil además nos protege del trabajo material que
realizamos diariamente mientras intentamos darle forma geométrica
a nuestra piedra bruta, lo que una vez logrado, se podrá comprobar a
través de nuestras acciones, las cuales por insignificantes que parezcan,
tendrán como base los dictados de nuestra conciencia a los cuales
habremos llegado a través de razonamientos puros y sanos de nuestro
actuar.

102
La Mirada del Aprendiz

Los Guantes han pasado de un mero artículo de lujo, al


simbolismo de la masonería especulativa, donde se le daba una
interpretación a su uso en tenida y su entrega en la iniciación. Es de
costumbre la entrega al neófito de dos pares de guantes blancos al
término de su ceremonia de su iniciación, esto tiene una larga tradición
histórica, hallándose registros cerca del siglo X, donde en una crónica
del año 960, se hacía alusión a que monjes del monasterio de Saint-
Alban en Mainz10 (Alemania), entregaban como regalo un par de
guantes al obispo en su investidura, mientras pronunciaba una oración
que imploraba a Dios, vistiera con pureza las manos de ese siervo.
Hechos semejantes, acontecían en el periodo Carolingio11,
donde los reyes de Francia recibían un par de guantes en su ceremonia
de coronación. Esto también gozaba de una connotación simbólica,
donde las manos consagradas del rey, como las del obispo, no debían
mancharse por contacto con cosas impuras. Después de la ceremonia,
el maestro que la presidía debía quemar los guantes con el objeto de
prevenir algún uso posterior que ensuciara la pureza de dicha prenda.
Remitiéndonos al simbolismo masónico, se mencionaba ya
la entrega de guantes a los picapedreros y albañiles que construían
catedrales, monumentos y edificios (masones operativos). Respecto
a los masones especulativos desde el año 1599 existen pruebas de la
entrega en su iniciación de un par de guantes blancos el cual pagaban
de su bolsillo.
A nivel metafórico, podríamos indicar que representan un
símbolo de protección en el uso de herramientas como el mazo y el
cincel, mientras desbastamos nuestra piedra bruta, la pureza de las
intenciones que debe siempre observar el masón en sus acciones
y además constituyen un recuerdo de aquellos antiguos canteros y
10 La abadía de Saint-Alban (Stift St. Alban vor Mainz) se originó como una abadía
benedictina, fundada en 787 o 796 por el arzobispo Richulf (787-813) en honor a
San Albano de Maguncia , situada al sur de Maguncia en la colina más tarde llamado
Albansberg se convirtió en una fundación colegial ( Herrenstift ) en 1442.
11 Imperio carolingio es un término historiográfico utilizado para referirse al reino
franco que dominó la dinastía carolingia del siglo VIII al siglo IX en Europa occidental.
Este período de la historia europea deriva de la política de los reyes francos, Pipino el
Breve y Carlomagno, que supuso un intento de recuperación de la cultura clásica en los
ámbitos políticos, culturales y religiosos de la época medieval.

103
La Mirada del Aprendiz

albañiles que, para protegerse de las esquirlas de las piedras que pulían
y del roce de herramientas que manejaban, utilizaban guantes en sus
labores cotidianas.
Como podemos observar, los implementos necesarios para
trabajar en Logia deberían ser siempre el Mandil y los Guantes, puesto
que ambos constituyen nuestro uniforme laboral, que nos permite iniciar
los trabajos de desbastar nuestra piedra bruta, siempre protegidos de las
esquirlas que pudiera resultar del golpe incesante de nuestro martillo
sobre el cincel. El obrero masón se reviste con ellos mostrando su
disposición y firme determinación para cumplir con su labor dentro de
la Logia, a fin de obtener un justo salario por el trabajo realizado. El
color blanco de los Guantes y del Mandil, tampoco está dado al azar,
éste nos indica las virtudes de pureza e inocencia, que deben guiar los
trabajos del aprendiz mientras trabaja en su catedral interna, en forma
responsable, listo para actuar en cualquier momento.
El simbolismo de ambas prendas es bastante potente, podríamos
identificar que el Mandil se refiere al “corazón limpio”, y los Guantes,
a “las manos puras” ambos de tonalidad blanca, color que podríamos
definir como el resultado de la superposición de todos los colores,
a diferencia del negro, el cual es la ausencia de luz. Por ende, tanto
el Mandil como los Guantes son prendas llenas de luz, símbolo que
nos invita a pesar en la purificación, representada con la ablución que
precedía a las antiguas ceremonias iniciáticas de las distintas religiones,
tanto en oriente como en occidente.

Reflexiones de la Cámara

“Estas prendas dan un carácter igualitario en su uso, pues, dentro


del taller todos las deben llevarlas, desde el aprendiz masón hasta el
venerable maestro, es en este lugar dónde todos tenemos la misma
labor, es decir, pulir o desbastar nuestra piedra bruta la única
diferencia está en cómo se lleva, y los símbolos que muestra este
(Mandil) habla de la experiencia o progresos en la obra; desbastar la
piedra bruta”.

104
La Mirada del Aprendiz

El triple abrazo fraternal

El triple abrazo fraternal, acompañado en forma indivisible


de las palabras “Salud”, “Fuerza” y “Unión”, corresponde a una
representación del ternario, y nos indica que los tres conceptos, son
parte de una unidad en la cual ninguno puede ejercer su acción en forma
independiente del otro de manera adecuada.
Esta forma de saludo, nos recibe al momento de nuestra
iniciación y nos anuncia el ingreso a la Orden, cuando una vez recibida
la luz masónica, el V:.M:., nos estrecha la mano y nos da el triple abrazo
fraternal, siendo para muchos, y para mí en lo particular, uno de los
momentos más significativos de nuestra iniciación a la vida masónica.
Salud, Fuerza y Unión, palabras que se pronuncian en el triple
abrazo fraternal. Trilogía eterna e inseparable. Conceptos que condensan
las bases de la actividad y el amor masónico.
Salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social
en que el ser humano puede ejercer sus funciones y su potencial. La
complejidad de las funciones de nuestro organismo obedece la perfecta
comunión entre nuestros órganos a los cuales están encomendados
acciones específicas que permiten la vida.
Del correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y mente, se
obtiene la salud y se percibe el bienestar, sensación que nos llena de
optimismo, de ánimo para el desenvolvernos en la nuestra vida diaria.
Fuerza indica energía, vigor, tenacidad en nuestro trabajo y en
el logro de nuestras aspiraciones. Es el deseo, la fe y la esperanza de
realizar nuestros propósitos. Fuerza para triunfar, fuerza para despojarnos
de nuestros prejuicios, fuerza para sostener la lucha incesante contra

105
La Mirada del Aprendiz

las pasiones y los vicios, fuerza para ser mejores y más sabios, fuerza
para la consecución de nuestros ideales masónicos y para olvidar las
amarguras. Fuerza para mantener y acrecentar nuestras virtudes, fuerza
para levantarnos después de una caída y para detenernos y desandar el
camino errado. Fuerza para mantener nuestros principios ante la palabra
provocativa y ponzoñosa del enemigo que persigue y asedia.
Unión es la conformidad de los ánimos y voluntades,
simbolizada en la cadena de Unión. Desde tiempos inmemoriales la
unión ha sido el denominador común que ha ligado al hombre a sus
semejantes, formando la familia, el clan, la tribu, la Nación. Pero al
paso que la civilización ha entregado al hombre mejores medios de
vida, ha cambiado su lenguaje, sus vestimentas y su alimentación, ha
afinado sus sentimientos y ha suavizado sus instintos, no ha podido
aún superar las diferencias sociales, raciales y económicas, a las que
precisamente ha dado origen.
Se pueden analizar por separado cada una de estas palabras,
pero es imposible desunirlas, ellas van estrechamente ligadas. De la
salud, tanto física como espiritual, emerge como algo natural la Fuerza
que está ligada a esta, sin embargo, sería inaprovechable si no fuera
acompañada y dirigida por la unión, sabiamente simbolizada por la
cadena que rodea nuestro Templo, de esta Unión nace la fuente de todo
progreso y realización Masónica, a ella le debemos el que la Masonería
se mantenga fuerte e inconmovible a través del tiempo.
La Unión es símbolo de la fraternidad, la cual es un imperativo
ético, por lo tanto, como masones debemos preocuparnos de los
demás en nuestra participación en la sociedad. Esto es un trabajo muy
complejo y claramente difícil de lograr, por lo tanto, siempre estaremos
desarrollando esta virtud a lo largo de nuestra vida en nuestro trabajo
masónico hasta el día en que viajemos al oriente eterno.
La fraternidad es un impulso natural del hombre que debe ser
desarrollado, nosotros buscamos no solo ser amados, sino que también
amar a nuestros semejantes, solo así nos sentimos plenos y felices.
La masonería utiliza el simbolismo como método para investigar
la esencia de la realidad y de nosotros mismos. Los símbolos admiten

106
La Mirada del Aprendiz

un número indefinido de interpretaciones que no son excluyentes entre


sí, sino complementarias.
El triple abrazo fraternal, es un saludo y reconocimiento que se
otorga a un hermano el cual simboliza la fraternidad, valor masónico
que debe regir nuestra participación tanto en la logia como en el mundo
profano.

Reflexiones de la Cámara

“El triple abrazo, y la indivisible frase, Salud, Fuerza y Unión,


es claro que es lo que necesitamos tanto para nuestra existencia
individual, así como para la existencia de nuestro selecto grupo.
Fuerza; es la energía que transformamos en el producto que nos
interesa obtener, así tenemos aquellos que no transforman su
fuerza en ningún producto de provecho, hasta aquellos que son
unos virtuosos transformadores de la fuerza en productos varios
y abundantes, desde el dinero hasta una acción benéfica, es un
producto de la fuerza, el incremento de esta Fuerza en los individuos
es directamente proporcional a la que gasta y a lo que genera con
ella. Salud, el significado de la OMS, lo entregan simplificado en el
texto, pero yo incorporaría la salud del alma del ser humano, no sólo
lo físico y mental, a veces es el alma o el espíritu el que no está bien,
puede ser un ser humano exitoso en lo económico y actuar de manera
cuerda (salud mental), pero no estar conforme con aquello, o eso no
lo hace feliz, no está donde quiere o con quiere, etc., creo que esa
salud es tan importante como las otras del cuerpo y la mente que sin
duda son tan importantes como esta otra. Finalmente la Unión, siendo
el abrazo la demostración física, es lo que permite enfrentarnos a
desafíos mayores, a enfrentar la vida de una manera más aliviada,
que tal vez por si solo como unidad, no lo podríamos hacer, la Unión,
es lo que ha asegurado nuestra existencia en este planeta, el ser
humano sin sociedad, desde esos primeros intentos de organización
en su etapa insipiente, buscó el apoyo, y apoyó a sus semejantes para

107
La Mirada del Aprendiz

alcanzar beneficios comunes para aquellos que participaban en esta


alianza, por lo cual como masones debemos entender que es la forma
de llegar lejos, que nos permitirá alcanzar metas en todo ámbito que
por sí solos nunca lograremos.”

108
La Mirada del Aprendiz

La marcha del aprendiz



“Traigo a mi memoria, mis caídas y
mis errores profanos para llevarlos
conmigo en cada nuevo paso hacia la luz”

Esta es la etapa en la cual todo es nuevo y encontramos un


mundo desconocido e inmenso por conquistar. Si hacemos la analogía
de un infante con un aprendiz masón, debemos empezar a utilizar los
recursos que la naturaleza o que el medio pone a nuestra disposición
con el objeto natural de madurar y evolucionar constante y sanamente.
En este periodo del camino aparecen las primeras disquisiciones,
se pone a prueba la temperancia humana que a través de una de las
facultades más poderosas del hombre como es el discernimiento, le
permiten escoger el camino que debe seguir. Aun cuando esto es una
constante a lo largo de la vida de los hombres, se pone de relieve durante
el aprendizaje, ya que las primeras decisiones serán definitivas.
La marcha del aprendiz simboliza la precisión y seguridad con
que el iniciado camina hacia el oriente en la búsqueda permanente de
la luz de la sabiduría y del conocimiento; a diferencia de la marcha
del profano que es incierta, porque no sabe hacia dónde se dirige, el
aprendiz tiene un objetivo fijo y definido.
La marcha del aprendiz nos sumerge en el simbolismo masónico
del movimiento, en la práctica de ponerse en marcha con un rumbo,
en la autoafirmación, como iniciado, de querer progresar y participar,
desde el particular método masónico, en el Progreso Universal.

109
La Mirada del Aprendiz

Esta forma de andar tiene un ritmo regular, que recuerda la


constancia que debemos tener como aprendiz para enfrentar las dudas,
y luchar contra sí mismo para continuar avanzando hacia la luz.
Al emprender nuestra marcha, iniciamos con el pie izquierdo,
el masón inicia todas sus marchas con este pie, precisamente porque
consideramos que este miembro, físicamente hablando, es la parte débil
de nuestras extremidades inferiores, por lo cual, debemos apoyarlo con
cuidado, antes que dar el primer paso con el pie derecho.
En el sentido moral, este acto indica, que en esa forma se puede
evitar un resbalón o un paso en falso, que nos pueda deslizar a caer
en el abismo; dándonos a entender, que antes de tomar una decisión,
o de emprender alguna obra, primero hay que pensar serenamente y
con calma, las consecuencias o la trascendencia que pueda originar una
resolución apresurada, puesto que eso nos conduciría por el camino de
los errores, y al fracaso.
El mosaico o pavimento de cuadros blancos y negros por el cual
debemos realizar nuestra marcha representa la uniforme distribución
sobre toda la tierra tanto del bien como del mal, la igualdad de las razas,
el permanente contraste entre los pares opuestos, entre lo grande y lo
pequeño, lo positivo y lo negativo y en fin el equilibrio que se deriva de
la oposición permanente de los factores contrarios.
“Nada de apresuramiento, cada paso es igual al otro. Nada de
sobresaltos, progresión uniforme. Ni un solo retroceso y la conciencia
bien despierta”.
Por otra parte, la escuadra que formamos al colocar los pies
en posición de iniciar la marcha hacia el Ara, representa, como ya
sabemos, el signo de la equidad, puesto que sus ramas lo son también
de la razón y de la justicia, como cualidades que nos sirven de norma
de conducta, para no desviar nuestros pasos por otro camino que no sea
el que nos trazan las virtudes, y poder llegar felizmente a la verdadera
meta que anhelamos, practicando y propagando los principios básicos
relacionados con las enseñanzas Masónicas, cuyo idealismo es y será
siempre, buscar el bien y alejar el mal, que pueda perjudicar a nuestros
semejantes, puesto que siempre necesitarán de esa ayuda moral,

110
La Mirada del Aprendiz

espiritual e intelectual, a que tienen derecho de nuestra parte, y por


lo mismo, debemos prestar el apoyo y facilitar sus benéficos fines, sin
desear más recompensa o retribución, que poder afirmar con orgullo,
que hemos sido útiles a la Humanidad.
Una vez abierta la Logia en grado primero, cualquier Hermano
que desee entrar y participar en los trabajos, tendrá que hacerlo con la
marcha del aprendiz, esto marca el inicio del camino recordando que
todos alguna vez fuimos iniciados como aprendiz.
El aprendiz abandona el mundo profano mediante esta marcha,
decidido a sortear sus dudas, penas y miserias, y lo hace, como hemos
dicho, comenzando con el pie izquierdo, pie quizás más débil que el
derecho, pero que concuerda con las tres fases de la vida: nacimiento,
vida y muerte.
Finalmente la Filosofía nos define otro concepto sobre la
marcha del Primer Grado, y consiste en que da entender, que la línea
recta que el Aprendiz describe durante su camino, desde que nace a la
virtud, recorre dicho sendero, unas veces largo y en ocasiones corto,
pero siempre dirigiéndose hacia su destino definitivo, que es la muerte,
misma que se considera como el factor espiritual, cuya ley inexorable
del destino, de la misma manera conduce al hombre directamente hacia
un sólo fin, el de su verdadero origen.

Reflexiones de la Cámara

“La Marcha del Aprendiz representa una metáfora de la manera


en que debemos movernos y actuar en nuestra vida una vez que
hemos sido iniciados en la Orden Masónica. Es por esta razón
que nuestro primer contacto con ella es precisamente durante la
Ceremonia de Iniciación, pues es uno de los primeros símbolos que
debemos ejecutar como aprendices. En ese momento no tenemos
plena consciencia de todo lo que esconde la ejecución de esta
marcha, sin embargo, cuando comenzamos a adentrarnos en los
estudios y reflexiones de la simbología masónica, se van haciendo

111
La Mirada del Aprendiz

visibles algunos de los conceptos e ideas que busca comunicar. Hay


dos enseñanzas que contiene la Marcha del Aprendiz que son muy
importantes y que debemos constantemente practicar. La primera de
ellas corresponde a la orientación que se debe seguir en la marcha,
pues debe ser ejecutada de Poniente a Oriente, es decir, debemos
movernos desde la “Oscuridad” hacia la “Luz”. En este movimiento
hacia la “Luz” subyace la idea de que en la vida es muy importante
adentrarse en los caminos del conocimiento, y especialmente del
autoconocimiento, pues es a través de ellos que lograremos ampliar
nuestra mirada e iluminar el camino por el cual cada uno de nosotros
debe transitar.
Y la segunda enseñanza que me parece muy importante, radica en el
hecho que la posición de los pies, al momento de ejecutar la Marcha,
debe representar la figura de una Escuadra. Esto implica que nuestro
andar por la vida debe estar regido por la equidad, a la que deben
acompañar la Justicia y la Razón. A través de estos principios, la
Masonería nos enseña que debemos velar porque en nuestra marcha
se procure tener un sistema adecuado de conductas, tanto hacia
nosotros mismo, como con los demás.
Probablemente este sea uno de los grandes desafíos que debe
enfrentar la humanidad en la actualidad, pues la equidad, o mejor
dicho, la inequidad que impera en casi todo el mundo resulta
realmente vergonzosa, dado el desarrollo que ha alcanzado el ser
humano”.

112
La Mirada del Aprendiz

Batería y aclamación del grado

Una de las cosas que me seducen de la masonería, es el


simbolismo, la representación mediante signos de conceptos básicos
en algunos casos y más profundos en otros, que en la desafiante pero
gratificante empresa que significa labrar la piedra bruta, debemos como
aprendices conocer, saber interpretar e integrarlo. Sin duda, saber
interpretar los conceptos que se mencionan en el título de este trabajo,
es fundamental en nuestro camino de aprendizaje masón.
La simbología de la Masonería deriva de la intención o
necesidad que tenían las agrupaciones de trabajadores de las cuales
desciende, respecto de los conocimientos que daba vida a su quehacer,
de esta forma se forjaron una serie de códigos conocidos solo por sus
integrantes, solo entendidos por ellos, lo cual fortaleció el sentido de
pertenencia y profundizó los lazos de fraternidad y lealtad entre sus
miembros.
Respecto a las baterías, se entiende desde la visión masónica,
como una forma de expresión física o material, de nuestro sentir como
seres humanos, frente a una determinada situación o hecho, son netamente
con un sentido simbólico dentro del ritual en su parte mecánica, sin
embargo, tras de estas hay todo un significado filosófico y moral, que no
es competencia de nuestro grado, ahondar en ellos. En lo que se refiere
a la palabra de aclamación Huzze, tiene su origen en la palabra árabe
viva o salve, sin embargo, se le atribuyen variados orígenes, desde el
término escocés Hurrah, pasando por la exclamación de los caballeros
cruzados cuando perdieron Jerusalem HEP… HEP… HEP… Hosheat…
(H: Hierosolime, E: Est, P: Perdita, Hosthead: Salvar).

113
La Mirada del Aprendiz

Por otra parte, al pueblo egipcio se le atribuye el origen del


término, dado que los constructores que adoraban al Dios Ptah, lo
invocaban al comienzo y al final de comenzar el trabajo con las palabras
Hou y Sia, que significan Palabra y Pensamiento de Ptah.
Las baterías que se manifiestan en Logia son básicamente de
Respeto, Alegría, Duelo, Reconocimiento y Honor. En un contexto de
Júbilo, se efectúa con las palmas de ambas manos, y puede ser simple,
triple o tres veces tres o libre, en el caso de Duelo o Luto, se realiza
golpeando la palma de la mano derecha sobre el ante brazo izquierdo,
para lograr un sonido más “sordo” y puede ser simple, triple o tres veces
tres.
En relación con nuestro grado, este está en relación directa con
nuestra edad masónica, la cual, va de la mano con nuestro grado de
aprendiz. Lo primero que hay que mencionar es que la edad se refiere
o nos distingue en relación con el estado de avance en el estudio y
aprendizaje de los temas Esotéricos, Morales y Materiales.
El asignar el número tres no es claramente una casualidad, para
entender nuestra edad es fundamental entonces conocer el significado
del número tres, al menos en su concepto más general.
Aunque no es el tema que nos convoca, ni corresponde tal vez
al grado, creo necesaria una alusión a los dos números que anteceden al
que estoy por abordar.
El uno corresponde al número asignado a G:.A:.D:.U:., por
consiguiente es el que representa la unidad, el origen, lo indivisible,
el principio generador de todo. Los números se generan a partir de una
cantidad macro-cósmica que representa al todo, mientras el micro-
cosmos, representa a la chispa divina que cada uno de nosotros llevamos
en nuestro interior.
El número dos, la dualidad, el bien y el mal, la luz y la oscuridad,
el ying y el yang, materia y espíritu, etc., es la representación de la
contraposición por excelencia, se representa en el blanco y el negro
del mosaico del piso del templo, es la división de la unidad de manera
equilibrada pero opuesta.
El tres, es el llamado ternario de la perfección, simboliza la
perfección, el equilibrio y la potencia, representa la santísima trinidad,

114
La Mirada del Aprendiz

bajo el concepto de lo opuesto, contiene el elemento que marca el


equilibrio de la dualidad.
Está presente desde nuestra iniciación, en el cuarto de
reflexiones tres elementos alquímicos, se nos descubren tres partes
de nuestro cuerpo, llamamos a las puertas del templo con tres toques,
tres preceptos de la Orden, tres viajes dándosenos la luz después de
tres golpes de mallete, marchamos al oriente mediante tres pasos de
escuadra, y así sigue siendo en logia el tres un símbolo repetitivo y
fundamental, el T:.A:.F:. mediante este queremos ver más allá de lo
que nos permiten percibir nuestros limitados sentidos, o si le queremos
llamar de otra forma, lo que nos permite percibir la ilusión de la
apariencia, hasta encontrar el ser real y significan la manifestación
de deseo de tres conceptos al otro hermano, Salud, Fuerza y Unión,
y seguimos develando el tres, tres columnas, tres velas en el Ara, tres
golpes debe dar el Q:.H:.A:. que se encuentra en las afueras del templo
para anunciar su presencia, estos tres toques representan las tres etapas
de búsqueda individual para descubrir el Misterio Final dentro de
uno mismo, simbolizadas en las palabras relacionadas a las palabras
evangélicas, buscad y encontrareis, pedid y os dará, llamad y se os
abrirá lo cual se refiere a la Verdad, La Luz y las puertas del templo, el
primer golpe nos dice que en el taller es necesario investigar, estudiar,
aprender y cuestionar lo que no entendemos hasta llegar a la Verdad. El
segundo golpe indica que las enseñanzas que se imparten en el taller
obligatoriamente buscan combatir al oscurantismo, la ignorancia y la
superstición. Finalmente, el Tercer Golpe, nos da la indicación del paso
libre o directo al trabajo en Logia.
El estudio de la representación cualitativa entregada a los
números, es fundamental en nuestro grado de aprendiz, la simbología
sigue siendo una forma de mantener a resguardo los temas fundamentales
de nuestra tradición y conceptos masónicos de aquellos que no están
preparados, como aprendices representamos el punto entre la dualidad
eterna de los extremos opuestos, solo lograr un adecuado trabajo en el
desbaste de nuestra piedra, nos llevara a alcanzar estados de perfección
o crecimiento superiores, que nos permitirá a su vez, entender lo que si
bien está presente, no nos es evidente.

115
La Mirada del Aprendiz

Reflexiones de la Cámara

“La batería del grado de aprendiz corresponde a tres golpes a las


puertas del templo y las aclamaciones en sus distintas variantes,
ya sea de respeto, alegría, duelo, reconocimiento u honor y se
realizan aplaudiendo tres veces, tres veces tres o de manera libre.
Me di cuenta de la importancia del número tres en el grado de
aprendiz, y que debemos estudiar y comprender mejor su significado.
Los trabajos incluso se vinculan en que, en el contexto de entrar
extemporáneamente al templo, hay que golpear las puertas con la
batería del grado, es decir, con tres golpes continuos, para luego
realizar la marcha del aprendiz.”

116
La Mirada del Aprendiz

Bibliografía

Adoum, J. (2007). El aprendiz y sus misterios. Buenos Aires, Argentina:


Kier.

Adoum, J. (2000). Las llaves del Reino interno. Buenos Aires, Argentina:
Kier.

Camejo, H. (2007). El templo masónico y sus símbolos. (ebook). (p.


1-15 p) Arequipa, Perú: Gran Logia de Perú. Recuperado de: http://www.
francmasoneria.net/portal/attachments/article/24/El%20Templo%20
Masonico%20y%20sus%20Simbolos.pdf

Carvajal, J. (2018). La docencia, pilar fundamental de la francmasonería.


(ebook). Santiago, Chile: Gran Logia de Chile. Recuperado en:
https://nanopdf.com/download/la-docencia-pilar-fundamental-de-la-
francmasoneria_pdf

Dargam, I. (2018). Cuadrar el templo. (archivo HTML). Caracas,


Venezuela: Diario Masónico. Recuperado de: https://www.
diariomasonico.com/planchas/cuadrar-el-templo

Di Bernardo, Giuliano (1992). Filosofía de la masonería, la


imagen masónica del hombre. (ebook). Recuperado de http://www.
derechopenalenlared.com/libros/Filosofia_de_la_Masoner%C3%ADa_
Giuliano_Di_Bernardo.pdf

Duch, J.M. (2006). Pascal. Gandhi. Espiritual. Paris, Francia: MTM


Echeverría, R. (2005 ). Ontología del lenguaje. Santiago, Chile: Lom.

117
La Mirada del Aprendiz

Frau Abines, L. (1988). Diccionario enciclopédico de la masonería.


Historia general de la francmasonería. México DF: Editorial del Valle de
México.

Golstein, T, (1998). La francmasonería. Preguntas y respuestas. (ebook)


Tel Aviv, Israel: R:. L:. La Fraternidad Nº 62. Recuperado en: https://
es.scribd.com/document/34566919/Goldstein-Touvia-

La Francmasoneria. Preguntas y Respuestas Gran Logia de Chile.


Segunda Gran Vigilancia (Ed.). (2013). Cuadernos docentes. Ética /
filosofía / historia. Santiago, Chile: Gran Logia de Chile.

Gran Logia de Chile. Segunda Gran Vigilancia (Ed.). (2013). Cuadernos


docentes. Iniciática. Doctrina/ ritualística y simbolismo. Santiago, Chile:
Gran Logia de Chile.

Gran Logia de Chile. Segunda Gran Vigilancia (Ed.). (2013). Cuadernos


docentes. Jurisprudencia y temas ciudadanos. Santiago, Chile: Gran
Logia de Chile.

Guénon, R. (1946). Apreciaciones sobre la iniciación. Buenos Aires,


Argentina: Traditionnelles.

Hawking, S. (2009). La teoría del todo. Madrid, España: Debate

Lavagnini, A. (2007). Manual del aprendiz. La masonería revelada.


Buenos Aires, Argentina: KIER

Moya, J. (2013). La cadena de unión, la fraternidad como valor masónico.


En: Segunda Gran Vigilancia (ed.). Cuadernos docentes. Iniciática.
Doctrina, ritualística y simbolismo. Santiago, Chile: Gran Logia de Chile.
Mouton, P & Grijemo, A. (2011). Palabras moribundas. Madrid, España:
Taurus.

118
La Mirada del Aprendiz

Muñoz, G. (2015). Pascal. El hombre es una caña que piensa. Paris,


Francia: Atlantico Press.

Ortega y Gasset, J. (2014). Meditaciones del Quijote. Madrid, España:


Alianza Editorial

Ortiz, H. (2017). Cámara de Aprendiz. Recursos bibliográficos y digitales


para la masonería de primer grado. (Blog). Santiago, Chile. Recuperado
de: http://humbertortizv.wixsite.com/masonic

Paredes, A. (1999). El Gran Arquitecto del Universo. Plancha de 1º grado.


Santiago, Chile: R:. L:. Redención Nº 72 .

Peinado, J. (2017). ¿Por qué mentimos? (ebook). Thebookhunterlab.


Recuperado de http://thebookhunterlab.com/2017/06/16/por-que-
mentimos/

La piedra en bruto (ebook) . El Blog del masón. Recuperado en: https://


elblogdelmason.blogspot.com/2016/06/la-piedra-en-bruto.html
La piedra bruta y la moral del aprendiz. (2018). Recuperado de http://
www.freemasons-freemasonry.com/logiurato.html

Poullain de la Barre (s.f.). Wikipedia. Recuperado el mes de Septiembre


de https://es.wikipedia.org/wiki/Poullain_de_la_Barre

El preciosismo. (2018). (Blog). Recuperado de: https:// madamedelafayette.


wordpress.com/el-preciosismo/

Principios y valores. (2018). Recuperado de http://granlogiamixta.cl/


principios/

Proudhon, P. J. (2015. Idea general de la revolución. Londres, Inglaterra:


Stirner.

Ragon, J. (1957). Curso filosófico de las iniciaciones antiguas y modernas.

119
La Mirada del Aprendiz

Buenos Aires, Argentina: Glem.

Rioseco, M. (2018). La piedra bruta, una mirada histórica, simbólica y


filosófica. Plancha de 1º grado. Santiago, Chile: R:. L:. Dario Salas Díaz
Nº 147.

Riquelme, J. (1999). Algunas reflexiones sobre el concepto del


G:.A:.D:.U:. y la idea de Dios. Plancha de 1º grado. Temuco, Chile: R:.
L:. Nueva Luz Nº 64.

El sentido que tiene desbastar la Piedra Bruta. (2018). Recuperado de


https://www.diariomasonico.com/planchas/desbastar-la-piedra-bruta
Sepúlveda, J. (2013). El número tres, las tres luces, los tres golpes, triple
abrazo fraternal. En: Segunda Gran Vigilancia (ed.). Cuadernos docentes.
Iniciática. Doctrina, ritualística y simbolismo. Santiago, Chile: Gran
Logia de Chile.

Shure, E. (1889). Los grandes iniciados. (ebook). Recuperado de http://


sociedadteosoficapr.org/Biblioteca/Los%20Grandes%20Iniciados.pdf

Superby, J. (2016). Libro del aprendiz. Santiago, Chile: Gran Logia de


Chile.

Terrones, A. & García, L (s.f.). El libro del aprendiz masón. Los 33 temas
del aprendiz masón y estatutos de la Orden. (archivo PDF). Mexico, D.F.:
Erbasa. Recuperado de: https://www.monografias.com/trabajos-pdf3/
temas-aprendiz-mason-estatutos-orden/temas-aprendiz-mason-estatutos-
orden.pdf

Wirth, O. (1995). El libro del aprendiz. Manual de instrucción iniciática


editado para el uso de los francmasones del primer grado. Santiago,
Chile: Gran Logia de Chile

120
La Mirada del Aprendiz

INDICE

I. PALABRAS DE LA SEGUNDA VIGILANCIA 5

II. MIRADA DE LA COLUMNA B 7

III. DOCTRINA INICIÁTICA DE LA MASONERÍA

a. Las virtudes del grado 7

• Caridad 9

• Jerarquías Sociales y Fortuna 13

• Tolerancia 17

• Prejuicios, No Juzgar por Apariencia 21

b. Visión masónica del hombre y la vida 25

• La concepción del hombre 27

• Problema de la divinidad y origen del universo 33

• Hombre nuevo y práctica de la virtud 37

• Mentira, calumnia e injusticia 41

c. Visión de la masonería 45

• La Orden elige a hombres 47


• Los obreros de la paz y los masones esparcidos por
51
la faz
• Ni secta ni partido político ni pasatiempo 55

• Tumulto y desorden de la sociedad 59

121
La Mirada del Aprendiz

III. SIMBOLOGÍA DE PRIMER GRADO

a. Simbología de iniciación 63

• Los viajes misteriosos 65

• El cáliz de la amargura y la extracción de la sangre 69

• Las espadas y la bóveda de acero 73

• Pierna derecha en la escuadra y la marca en el pecho 77

b. Simbología del templo 81

• El templo y su decoración 83

• El ara y el libro 87

• La columna B 91

• La piedra bruta 95

c. Simbología de usos y costumbres 99

• El mandil del aprendiz y los guantes 101

• El triple abrazo fraternal 105

• La marcha del aprendiz 109

• Batería y aclamación del grado 113

IV BIBLIOGRAFIA 117

122

También podría gustarte