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Preparando el Escenario
La mayor parte del trabajo realizado por el promedio de los policías del
Departamento de Policía Americana se mantiene reactivo, es decir, los ciudadanos
alertan la policía, reportando problemas y situaciones, requiriendo atención e
intervención y los policías responden a esos eventos. Las innovaciones policiales
que emergen desde finales de los 60s han intentado hacer policías y operaciones
más proactivas, aunque solo se ha realizado un avance limitado. La policía es
todavía una profesión más enfocada en el pasado que en el futuro, (investigando
crímenes, identificando los delincuentes, la actuación criminal, documentando de
manera desordenada, etc.)
Aunque a muchos policías se les han enseñado un conjunto de habilidades
analíticas y proactivas en su entrenamiento básico de la escuela, la reactividad
todavía domina la profesión. Es muy fácil ver esta reactividad en las organizaciones
policiales y en la administración de estas. Se escriben demasiadas normas para
descartar futuras ocurrencias de un problema que ya ha sido detectado. La
disciplina interna, las quejas de la ciudadanía y las resoluciones judiciales, son todas
fuertes conductores que le dan forma a las normas de la policía.
Muchos supervisores de policía reflejan tendencias que ellos exhibieron al inicio de
su carrera, en cualquier momento, buscan estar preparados para cualquier nuevo
evento o incidente que pudiese desarrollarse. La orientación del supervisor no es la
resolución de problemas a largo plazo o el pensamiento estratégico; más bien, el
día se consume por los incendios proverbiales que exigen ser extinguidos o
alimentados; esto no quiere decir que las organizaciones policiales y los
administradores policiales, no deberían mirar al pasado. La reactividad en la
profesión de policía es más probable que continúe dando forma a la naturaleza
de las operaciones policiales. De igual forma, un administrador sería tonto, al pasar
por alto los problemas del pasado y cómo estos podrían crear riesgos y otros
problemas para la organización.
Los administradores policiales, están tentados a permitir, ser impulsados
exclusivamente por la historia y los pequeños problemas que persisten, adoptando
una visión muy limitada del futuro y generalmente fallando al pensar a largo plazo.
Por ejemplo (más allá del próximo ciclo presupuestal) Las distinciones se hacen
algunas veces, cuando se consideran los cambios de los procesos en las
organizaciones y con discusiones que consideren lo adaptativo versus el cambio
intencional. Los avances adaptativos del cambio toman lugar cuando un individuo u
organización responde a la presión o una nueva expectativa del ambiente alrededor.
El cambio toma lugar después de que se hace evidente que este es necesario; por
ejemplo, un escándalo puede incitar una agencia a cambiar algún aspecto de sus
procedimientos de operación. En muchas instancias esto significa que el individuo
o la organización, renuncia a su habilidad de visualizar completamente e
implementar el cambio porque existe la presión de realizar modificaciones con algo
de inmediatez.
El cambio intencional es muy diferente, este ocurre cuando se reconoce que una
reconfiguración o modificación pronto será necesaria o puede ser deseada. Este
reconocimiento es a menudo de naturaleza preventiva, lo que significa que la
necesidad se hace evidente dentro de la organización, antes de que la presión
externa surja para demandar el cambio. Como resultado, el individuo o la
organización tienen tiempo para considerar el entorno cambiante y como responder
de la mejor manera a las nuevas tendencias.
Hay tiempo para desarrollar protocolos adecuados, recursos necesarios y
coaliciones de apoyo movilizadas. Los individuos y las organizaciones, en busca de
cambio intencional, siempre lo hacen desde una posición de gran poder y control.
El cambio intencional ideal, se asegura de que las políticas, protocolos, recursos y
personal, están siempre en su lugar cuando sean requeridos.
Teóricos de liderazgo y estrategia, han empezado a explorar y discutir una tercera
categoría de cambio que es incluso más orientada al futuro
y profética. Un líder que demuestra el cambio anticipatorio es capaz de “cavar bajo
la superficie de la urgencia y el ruido de hoy para descubrir la estructura dinámica
que subyace a cualquier tema en el que se centre. Al hacer esto, ellos logran un
entendimiento disciplinado de un rango de potenciales condiciones a futuro.”
(Savage y Sales 2008, 34).
Desde la perspectiva de futuros pensamientos, el cambio anticipado podría incluso
significar que el líder no se limita solo a reconocer la necesidad de cambiar con el
fin de evitar presiones futuras del entorno.
Un líder anticipado, define el estado ideal de una situación dada y trabaja para llevar
esa situación a la realidad. ¡Eso liderazgo poderoso!
¿Qué tienen que ver esos clichés y metáforas con la administración policial
moderna? La respuesta es que las organizaciones y los administradores de policía,
luchan para ser proactivos y orientados a futuro en su pensamiento y toma de
decisiones. Muy a menudo el cambio es adaptativo. Los problemas ya están
profundamente arraigados mucho antes de que ser reconocidos y se inicie una
respuesta. Las soluciones son implementadas precipitadamente, con pensamiento
limitado y con prospectos restringidos para el éxito. A pesar de cuatro décadas de
pensamiento innovativo, las operaciones policiales a nivel de calle hoy lucen
similares a esas de mediados del siglo veinte. Aunque la retórica ha cambiado, las
herramientas han evolucionado y los contextos sociales y de la comunidad son
sutilmente diferentes, en el núcleo, la respuesta de la policía es en gran medida la
misma, además, la mayoría de los departamentos de policía, utilizan estructural y
practicas organizacionales desarrolladas hace más de 150 años, que a su vez
fueron utilizadas para guiar las operaciones de producción de fábricas durante la
revolución industrial.
Los futuros pensadores a menudo discuten el futuro en términos de resultados
posibles, probables y preferibles. Los posibles futuros capturan el rango de
evoluciones y desafíos que podrían presentarse, como la invención y la adopción
generalizada de carros voladores y robots domésticos. Los posibles futuros son
esos resultados son considerados más probables que realmente ocurran, como un
incremento en los delitos cometidos usando tecnologías computarizadas.
Los futuros preferibles, son esos resultados juzgados como altamente deseables,
tal como desarrollar un departamento de policía que está mejor equipado para lidiar
con delitos de alta tecnología. El valor de identificar un futuro preferible es no
simplemente identificar una condición de futuro que nosotros esperamos será
materializada; el mayor valor reside en identificar un futuro que creemos que es
ideal y descubrir una manera de hacer esa visión una realidad.
La actividad de policía esta aun atascada en los desafíos de hoy, mientras carga con el
equipaje del pasado. Dr. William Tafoya
Dirección
Supervisión y Administración
La Burocracia
La policía sigue estructurada como una organización jerárquica, Este modelo define
cómo se organizan, gestionan y operan las agencias, al tiempo que ayuda a definir
las interacciones entre los miembros de forma individual. Desde una perspectiva, la
estructura respalda únicamente los valores de control civil y el estado de derecho:
el liderazgo de la organización recibe su dirección general "orden de marcha" de los
gobiernos externos a él y traduce las instrucciones generales en términos de
agencia y operaciones. Esta situación es mucho más frecuente y problemática a
medida que las agencias aumentan de tamaño; las agencias más pequeñas pueden
operar de una manera menos rígidamente burocrática y pueden no sufrir las
patologías resultantes. Ciertamente, esto variará de una agencia a otra y tal vez
incluso dentro de las relaciones interpersonales. Algunas agencias pequeñas son
probablemente muy burocráticas, aunque es quizás menos probable dentro de las
grandes organizaciones. Del mismo modo, algunos supervisores tendrán afinidad
por el autoritarismo burocrático, independientemente del tamaño de la agencia.
Las burocracias se desarrollaron originalmente para ayudar a las empresas privadas
a maximizar las ganancias, controlando y regulando las acciones de los empleados
y diversos procesos internos (ver Schafer 2007). Al crear organizaciones sociales
eficientes y metódicas, se suponía que las burocracias racionalizaran la producción
industrial. La idea de la burocracia se basa en el racionalismo, el mismo principio
que dio lugar a la ciencia moderna y una mayor comprensión de los mundos físico
y biológico. Si la organización social humana pudiera acercarse al capital, se podría
maximizar. Las burocracias se enfocan en controlar a los empleados y estructurar
las organizaciones para que los trabajos se realicen de manera rutinaria, ordenada
y predecible; la discreción se minimiza y la autoridad para tomar decisiones ocupa
un lugar destacado dentro de la organización (Kelling y Bratton, 1993). Cuando se
instituye adecuadamente, sus defensores consideran que la burocracia es la mejor
manera de lograr un alto grado de eficiencia y precisión organizacional (Gerth y Mills
1958)
Los orígenes de las agencias de policía como organizaciones burocráticas se
remontan al surgimiento del movimiento del profesionalismo policial (Kelling y Moore
1988, Reiss 1992, Uchida 2005). A partir de la década de 1880 y hasta mediados
del siglo XX, los administradores progresivos de la policía buscaron departamentos
policiales burocratizados y racionalizados. El movimiento de profesionalismo
comenzó en respuesta a una era de mecenazgo desenfrenado, corrupción e
ineficacia en el gobierno estadounidense, particularmente a nivel municipal. Los
reformadores sociales buscaban nuevas formas de estructurar los servicios
gubernamentales para garantizar que todos los ciudadanos tuvieran el mismo
acceso a los derechos y servicios provistos por sus impuestos. Los líderes
progresistas de la policía de esta época creían que la burocracia proporcionaría el
control necesario para eliminar la corrupción y la influencia política indebida que
dominaba la actuación policial en ese momento (Walker 1977). Las estructuras y
procesos burocráticos proporcionarían control sobre los empleados, garantizarían
la coherencia en el desempeño laboral y la prestación de servicios, y separarían a
los oficiales y departamentos de influencias indebidas de la comunidad.
O. W. Wilson hizo tanto como cualquiera para transformar la estructura y el
funcionamiento de las organizaciones policiales estadounidenses. Wilson trabajó
con August Vollmer en Berkeley, California; también se desempeñó como jefe de la
Policía en Wichita, Kansas, y Chicago, Illinois, y fue Decano de la Escuela de
Criminología en la Universidad de California, Berkeley. En las décadas de 1930 y
1940, Wilson realizó un estudio de empleados y organizaciones; en ese momento,
las mejores mentes y organizaciones seguían abogando por el uso de modelos
burocráticos. Los estudios de Wilson lo llevaron a escribir “Administración de la
Policía”, una guía sobre cómo deberían estructurarse y funcionar las organizaciones
policiales (Wilson 1950). Durante décadas, este texto fue uno de los trabajos más
influyentes que dio forma a cómo los líderes de la policía pensaban sobre sus roles,
responsabilidades y entorno. Incluso hoy, el legado del texto es evidente a través
de un simple examen de la tabla organizativa, prácticamente para cualquier
departamento de policía estadounidense.
Wilson se centró particularmente en cómo se estructuraron los departamentos de
policía y cómo se llevaron a cabo sus operaciones internas; él enfatizó en comando,
control, autoridad y responsabilidad (Wilson 1950). Este modelo burocrático
imaginaba a la policía como servidores profesionales que estaban desinteresados
por la comunidad a la que servían. Las estructuras de la organización debían
definirse claramente y controlar las acciones de los empleados. La jerarquía, el
control, la cadena de mando, la consistencia en las reglas y la formulación de
políticas y procedimientos explícitos surgieron de esta forma de pensar. La
discreción de los empleados de bajo nivel estaba estrictamente controlada. Un
centro de comunicación central dirigió cómo y dónde se iban a desplegar los
oficiales. Las políticas formales dictaron las respuestas de los oficiales a cualquier
situación dada (Manning, 1997; Reiss, 1992). El modelo burocrático defendido por
Wilson y otros sigue dominando la vigilancia y los servicios gubernamentales en la
era actual.
Problemas con las Burocracias Policiales en Acción
En cada uno de estos tres casos, las personas y agencias responsables fueron
criticadas después del hecho por el fracaso en desarrollar entendimientos
sistemáticos y estratégicos de las amenazas respectivas. A raíz de los ataques del
11 de septiembre, el discurso popular a menudo empleó la frase "no conectar los
puntos" para describir el fracaso de las agencias responsables, para reunir y vincular
información disponible y para desarrollar una comprensión estratégica de la
naturaleza de una amenaza de Al Qaeda.
Las debilidades más serias en las capacidades de la agencia se encontraban en el
ámbito doméstico. El FBI no tenía la capacidad de vincular el conocimiento colectivo
de los agentes en el campo con las prioridades nacionales (9) ... no hubo una
revisión exhaustiva de lo que sabía el comité de inteligencia, lo que no sabía, y lo
que eso significaba. (Comisión Nacional 2004, 12)
Paralelos a esta crítica se pueden ver en las circunstancias previas al ataque de
Pearl Harbor y los huracanes Katrina y Rita.
Esto no quiere decir que desarrollar una comprensión nacional estratégica de todas
las amenazas posibles sea una tarea simple. Sin duda, reunir información difusa en
múltiples agencias estatales, federales y locales para entender cualquier posible
riesgo es una circunstancia desalentadora. En algunas perspectivas, esta tarea se
ha vuelto aún más complicada en nuestra sociedad de la información, en la que
tanto los ciudadanos como el gobierno están inundados de datos. La pregunta sin
embargo es, si las mismas tecnologías y sistemas de comunicación que nos llevaron
a estar inundados de datos, también podrían usarse para ayudar a superar esta
situación.
En los ataques del 9/11, (al igual que con el Pearl Harbor, Katrina y Rita), muchos
individuos actuaron con valentía y decisivamente. De hecho, abundan las historias
de valientes que respondieron en primera instancia, quienes salvaron muchas,
muchas vidas. Sin embargo, la aversión al riesgo parece acompañar cada desastre,
particularmente dentro del liderazgo. Considere el frecuentemente citado caso de
Zacarias Moussaoui, en el que los agentes del FBI de Minneapolis fueron
convencidos de que Moussaoui estaba entrenando para secuestrar un avión para
una posible misión suicida. mientras intentaban concienzudamente obtener
información para adivinar sus intenciones y confederados. La sede del FBI aplicó
los frenos efectivamente. Agentes del FBI asignados a la oficina de campo de
Minneapolis enviaron un requerimiento para lograr una orden de búsqueda de
seguridad nacional. Al revisar esta solicitud, un agente del FBI de la sede de
Washington, D.C, criticó el documento sugiriendo que se pretendía hacer que la
gente “se conmocionará”. El supervisor de [Minneapolis] replico que esa era
precisamente su intención. Él dijo que estaba “tratando de evitar que alguien tome
un avión y lo estrelle contra el Centro Mundial de Comercio.” El agente de la sede
respondió que esto no iba a suceder y que ellos no sabían si Moussaoui era un
terrorista. (Comisión Nacional 2004, 275)
Las fallas asociadas con el Pearl Harbor, el 9/11 y los huracanes Katrina y Rita son
más que estudios de caso de como la prevención y la respuesta pueden ir por mal
camino. La lesión de estos eventos es que el pensamiento futuro es una herramienta
necesaria en todo el gobierno y la sociedad. No se puede decir que el los
pensamientos futuros pudieron haber prevenido cada uno de estos eventos. Tal
perspectiva tiene el potencial, sin embargo, ayudar las agencias y el personal a
expandir su pensamiento acerca de amenazas futuras. Ese pensamiento no
siempre resultará en tomar la correcta acción preventiva, pero cuando un incidente
ocurre esto puede mejorar las oportunidades que alguien en la agencia ha
considerado posibilidades aparentemente “peligrosas” y como estas pueden ser
mitigadas o manejadas. Los pensamientos futuros no prevendrán todos los
fracasos, sin embargo, estos pueden prevenir algunas fallas y mejorar la reacción
de otros.
Tema Uno: Los Lideres de Policía no Solo Piensan acerca de los Crímenes,
sino También en las Personas, la Información y las Relaciones.
Algunos incluso argumentarían que la actividad de policía es más concerniente con
todos estos últimos elementos que con el crimen. La mayor actividad policial, por
los menos en un departamento “promedio”, está centrada en asuntos diferentes al
crimen; cuando el crimen es el problema a la mano, este es generalmente un asunto
de propiedad menos serio. Esto no es para decir que los crímenes serios y violentos
no son una responsabilidad importante de la actividad de policía y un foco mayor en
los esfuerzos de policía. A pesar de ser relativamente menos común, atender
crímenes serios y violentos es una responsabilidad central de los agentes de policía
municipales. Al mismo tiempo, estos eventos solo aparecen en un porcentaje
mínimo de las situaciones. Casi siempre presente en tareas de policía y operaciones
son las personas, la información y las relaciones.
La actividad de policía es un negocio de personas; se trata de trabajar con
componentes internos y externos, resolver conflictos, escuchar quejas y
requerimientos y direccionar las enfermedades sociales que los humanos generan
con sus comunidades. La actividad de policía es un negocio de información; no es
tan solo de información acerca de crímenes, sino también información describiendo
a las personas, el ambiente, las estructuras y los sistemas. La actividad de policía
es un negocio de relaciones; es acerca de desarrollar y mantener relaciones con
compañeros de trabajo, proveedores de servicio, componentes y la comunidad. Un
oficial de policía quien entiende que su trabajo concierne directamente con las
personas, la información y las relaciones, tiene una ventaja significativa cuando es
llamado para atender un asunto criminal o cualquier otro evento. Un comandante de
policía quien entienda que su trabajo se trata de las personas, la información, y las
relaciones, será más efectivo como líder. En realidad, cuando un oficial de policía
asciende a través de los grados de su institución, su trabajo tiene menos que ver
con casos criminales (en un sentido directo), y más con las personas, la información
y las relaciones. Aquellos más efectivos en guiar una organización, no son
necesariamente grandes investigadores o policiales que laboran en la calle, más
bien, ellos son competentes tratando con las personas, la información y las
relaciones.
Tema Dos: Los Líderes Policiales Deben Preocuparse por algo más que solo
Políticas y Procedimientos, También Deben Enfocarse en las Personas, los
Soberanos, Las Culturas y las Restricciones
El rol del líder policial no es solo administrar los procesos internos que gobiernan
como una agencia opera en el papel. Mas bien, los líderes policiales lideran las
personas porque la vigilancia policial es acerca de las personas y las relaciones. La
habilidad para liderar las personas no está restringida a esos que trabajan para un
director o dentro de una organización. Las personas y las relaciones se extienden
hacia afuera para incluir a los soberanos (esos en otras agencias preocupados con
la vigilancia policial, la seguridad pública y la provisión de servicio social), los
constituyentes (empresas, la iglesia y los líderes comunitarios) y los ciudadanos. los
líderes también deben explorar las culturas mientras buscan influenciar a las
personas, la política y el protocolo. Como un impedimento clave para cambiar desde
adentro cualquier organización, es la cultura prevaleciente de ese sistema; el
cambio efectivo es parcialmente predicado en la habilidad de reconocer y manejar
como la cultura responderá a una nueva política, programa, iniciativa o reforma. Los
líderes policiales buscan formas de negociar su trabajo dentro de las limitaciones
de la ley, la política, el presupuesto, la tecnología, la cultura de la comunidad y las
expectativas, entre otras limitaciones.
Otra forma en que los lectores pueden entender la creación de un futuro preferido
para considerar un proceso de nivel más individual. Por ejemplo, un graduado
universitario reciente se une a un departamento de policía local. A medida que ella
comienza a acostumbrarse al trabajo y la agencia, sería normal que desarrolle un
sentido de su trayectoria profesional ideal. Estas aspiraciones pueden incluir la
oportunidad de trabajar en una o más asignaciones de tareas específicas, el deseo
de buscar ascensos, un interés en el empleo en alguna otra agencia o cualquier
cantidad de otras ambiciones. En efecto, el oficial en este escenario está
considerando el futuro preferido que ella imagina para su carrera; ella se está
involucrando en el pensamiento de futuros. La mayoría de los gerentes de policía
actuales y aspirantes probablemente se hayan involucrado en ideas similares.
Muchos de estos aspirantes han llevado este proceso más allá considerando los
pasos necesarios para lograr ese futuro preferido (ser un empleado trabajador y
dedicado, completar capacitación adicional, estar dispuesto a asumir tareas y
deberes menos deseables, buscar educación adicional, participar en experiencias
profesionales preparatorias, etc.) En realidad, el pensamiento de futuros no es un
proceso desconocido para la mayoría de las personas. Muchos lectores
probablemente lean el texto como parte de la experiencia de desarrollo de clase o
carrera que están completando para ayudarlos a lograr un resultado deseado (un
título, una certificación, un curso) relacionado con su futuro preferido (conseguir un
trabajo, ser transferido, ser promovido). Muchos lectores se han involucrado en el
pensamiento de tarifas, aunque es posible que no hayan reconocido ese hecho y lo
hayan llamado otra cosa (por ejemplo, planificación de carrera).
Si "crear el futuro" a nivel organizacional todavía parece un poco abstracto, puede
reconceptualizarse como "resolver problemas que aún no han ocurrido". En este
contexto, el modelo SARA, desarrollado para aplicaciones policiales orientadas a
problemas, es un ejemplo útil de las aplicaciones prácticas del pensamiento de
futuros (ver Wolfer, Baker y Zezza 1999). Normalmente, el modelo SARA instruye
al personal de la policía para que explore el entorno en busca de problemas, realice
un análisis de la naturaleza de ese problema para determinar la respuesta que
mitigue o elimine su existencia, y para realizar una evaluación del resultado de esos
esfuerzos para garantizar que el éxito se ha logrado. El modelo SARA se puede
aplicar a futuros pensando de la siguiente manera:
• Escaneo: use una metodología de pronóstico, identificada más adelante en
este capítulo, para identificar un posible problema futuro o área de
oportunidad dentro de una agencia o jurisdicción.
• Análisis: desarrolle una comprensión amplia del problema u oportunidad,
para incluir sus causas raíz, cómo puede evolucionar y emerger en los
próximos años, y los posibles costos / beneficios asociados.
• Respuesta: desarrolle un plan de pasos a seguir hoy y en el futuro para
abordar el problema / aprovechar la oportunidad. Implemente ese plan según
sea necesario.
• Evaluación: evaluar continuamente la situación y reajustar la respuesta
según sea necesario.
La mayoría de los gerentes de policía están familiarizados con la vigilancia policial
orientada a problemas y muchos lo han utilizado para abordar los problemas de
delincuencia y desorden en su jurisdicción. El modelo SARA es tan poderoso para
crear el futuro como lo es para resolver problemas. Por lo general, es mucho más
fácil "cortar un problema de raíz" que responder una vez que ocurre una crisis.
Considere el siguiente ejemplo en el que un sheriff creó un futuro preferible para su
agencia, comunidad y él mismo:
• Escaneo: el sheriff Jones notó que tenía una creciente población de adultos
mayores. Si bien este crecimiento no ha causado ningún problema para su
agencia aún, sabía que las personas mayores podrían ser un drenaje de
recursos; experimentan problemas reales e imaginarios que pueden ser una
carga para un departamento y aumenta las llamadas al 911 para solicitar
servicio.
• Análisis: Jones investigó un poco las proyecciones de la Oficina del Censo
de los EE. UU. Que confirmaron sus preocupaciones. Se prevé que su
comunidad experimente un aumento significativo de personas mayores en
los próximos 5 años. También descubrió que otras agencias habían
experimentado cambios demográficos similares y las había tratado de
maneras novedosas, como el uso de voluntarios mayores.
• Respuesta: Jones asignó a uno de sus adjuntos para que se comunicara con
organizaciones comunitarias que sirven a las personas mayores para
desarrollar un sistema de respuesta. Decidieron formar una brigada de
voluntarios de ciudadanos que contactaría a las personas mayores
regularmente para verificar su estado y responder a sus preocupaciones.
• Evaluación: Jones monitoreó sus registros del 911 y observó cómo cambiaba
su población. Efectivamente, mientras su población cambiaba según lo
predicho, sus llamadas al 911 no aumentaron. Además, sus voluntarios
pudieron rastrear las tendencias en el maltrato y el fraude contra las personas
mayores, alejándolos antes de que se convirtieran en un problema
importante. En una nota personal, Jones se dio cuenta de que las personas
mayores votan en mayor número que cualquier otro segmento de la
población. Sus compañeros lo bromearon diciéndole que sería reelegido
sheriff durante veinte años después de su muerte.
Una pregunta lógica para hacer en este momento es qué tan lejos debe estar
mirando una persona cuando se involucra en estudios de futuros. ¿Un año? ¿Cinco
años? ¿Cien años? La respuesta es, depende." Para algunos asuntos, como la
comprensión de las tendencias delictivas emergentes, un enfoque de corto plazo de
días o meses puede ser apropiado. Para otros, como la forma en que los cambios
en una comunidad impulsarán la necesidad de servicios policiales, una orientación
de varios años puede ser apropiada. La Sociedad Internacional de Futuristas de
Policía, ha identificado seis marcos de tiempo que considera viables (Sociedad
Internacional de Futuristas de Policía 2002):
1. Inmediato: Presente – 2 años
2. Corto plazo: 2-5 años
3. Nivel medio: 5-10 años
4. Largo alcance: 10- 20 años
5. Extendido: 20-50 años
6. Distante: 50 años y más
A menudo se nos pide que organicemos soluciones a los problemas que existen
solo en el amplio campo de las posibilidades o que no existen en absoluto. Presento
la siguiente viñeta para ilustrar este punto.
A raíz de los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, todos hemos
visto despliegues de esfuerzos que realmente hacen muy poco para mejorar la
postura de seguridad de una ciudad, una universidad o empresa. Cuando llegué a
la empresa para la que ahora trabajo, casi de inmediato noté los bolardos hidráulicos
en cada una de las entradas al campus. Estos bolardos fueron ostensiblemente
instalados para repeler un ataque terrorista. El problema es que nadie evaluó la
probabilidad de que tal evento o la utilidad de los bolardos sirvieran realmente como
un elemento de disuasión eficaz.
Mientras que es posible un ataque terrorista en una instalación administrativa
indeterminada ubicada en un dormitorio, es poco probable. Yo noté otros defectos
en este plan también. Durante las horas entre 6:30 am. y las 9:00 a.m. las puertas
se mantuvieron abiertas para permitir el flujo del tráfico durante las horas pico, sin
que los empleados tuvieran que detenerse para deslizar su tarjeta de acceso. Los
oficiales de seguridad revisaron visualmente para asegurarse de que cada
automóvil que pasara tuviera una calcomanía de estacionamiento autorizada. En el
caso de que un automóvil no tuviera la calcomanía, se le pidió al conductor que se
detuviera y se tomaron medidas para emitir una calcomanía de estacionamiento
para el empleado.
Para elevar los bolardos, un interruptor dentro del kiosco de guardia tenia que ser
activado. ¿Cuál es la probabilidad de que nuestros oficiales de seguridad (l)
reconocieran un vehículo cargado de explosivos (2) conducido por aguien que no
era empleado (3) en un vehículo sin una etiqueta de estacionamiento apropiada y
(4) regresando al quiosco de guardia para activar el interruptor antes de que el
coche pasara por las puertas? Evalué esa probabilidad como cero, convirtiendo a
los bolardos en una solución en busca del problema.
También empleamos portales que solo permitían la entrada de un empleado a la
vez a nuestros edificios. A los empleados se les solicitó pasar su tarjeta de acceso
ante un lector para activar el portal. Estos portales se instalaron después del 11 de
septiembre para frustrar la entrada rápida de personal no autorizado (¿terroristas?)
En los edificios del campus. Entre estos dos portales había una puerta común
operada con una barra de empuje. No permitimos ni la entrada ni la salida desde
esta puerta del medio, salvo en casos de emergencia. Al abrir la puerta del medio,
se activaba una alarma hasta que la puerta se cerrara nuevamente. Salir de estos
portales de alta seguridad solo requería que uno presionara un émbolo y las puertas
se abrirían, sin necesidad de una tarjeta de acceso. Ya que no estábamos haciendo
un registro (utilizando las tarjetas de acceso) de quién salía del edificio, ¿qué
diferencia podría existir cuando uno salía del edificio? Cuando pregunté si alguna
vez respondimos a la alarma que se activaba si se abría la puerta del medio, me
puse a decir tímidamente, "No, no lo hacemos".
Ahora permitimos que se use la puerta del medio para salir del edificio. Además de
sacar a las personas del edificio más rápido, este cambio también ahorra
mantenimiento en los portales, ya que se utilizan literalmente la mitad de lo que se
hacía antes. Los portales tienen un aspecto de la era espacial para ellos, pero en
realidad, no aumentan significativamente la postura de seguridad de esta
instalación.
El teniente "Jones" trabajaba para una agencia de policía estatal que asignaba
patrulleros residentes para actuar en calidad de policías locales en partes no
incorporadas de su estado. Como parte de una asignación de clase en la Academia
Nacional del FBI, realizó una encuesta de Delphi para pronosticar las probables
necesidades de personal para patrulleros residentes en el transcurso de 5 años.
Una encuesta Delphi requiere la comprensión de un grupo de expertos que
comparten resultados de forma anónima. El teniente Jones eligió su grupo
sabiamente; solo unos pocos eran policías, mientras que la mayoría eran miembros
de la comunidad, y algunos eran funcionarios estatales de alto rango. Al evaluar las
tendencias proyectadas del censo futuro, los expertos de Delphi de Jones
descubrieron que se esperaba que el crecimiento de la población en las partes no
incorporadas de su estado se disparará en los próximos 5 años.
Debido a que tuvo la suerte de contar con líderes comunitarios y altos cargos electos
en el panel, pudieron, y lo hicieron, tomar medidas. En un caso real de "crear el
futuro preferible", los expertos del teniente Jones persuadieron a la legislatura para
financiar 24 puestos de patrulleros adicionales para satisfacer las necesidades
futuras esperadas. Si el teniente Jones hubiera preparado un informe idéntico por
sí mismo o mediante el empleo de "expertos", probablemente habría sido ignorado.
Debido a que su panel llegó a los resultados por sí mismo, "poseía" el informe y
tenía un gran interés en cómo era usado. En consecuencia, el informe no
languideció en el último cajón de alguien, sino que adquirió una vida propia, que
proporcionó un beneficio significativo tanto para la policía estatal como para la
comunidad a la que servía. A diferencia de la agencia descrita en el cuadro de texto
2.1, Jones y su agencia pudieron tomar medidas para prepararse para el futuro.
Aunque no todos los usos de la investigación de futuros probablemente arrojarán
resultados tan remunerativos, esta historia sirve como una poderosa ilustración de
cómo puede emplearse como herramienta de liderazgo.
¿De qué manera, obtener una mejor comprensión de los eventos futuros posibles y
probables mejora los esfuerzos de un líder? La primera y más obvia respuesta es
que los estudios de futuros deben estar en el centro del proceso de planificación
estratégica de cada agencia. ¿Cómo puede un gerente o agencia planear para el
futuro en ausencia de la capacidad de imaginar lo que ese futuro podría contener?
La creatividad y la objetividad necesarias para el pensamiento orientado hacia el
futuro no son algo natural para muchas personas. Esto no es porque carezcan de
inteligencia; más bien, el cerebro humano parece "cableado" para comportarse de
esta manera. En general, las personas son gobernadas por sus tendencias y
prejuicios, a menudo de maneras no reconocidas. Esto puede llevar a visualizar
posibles eventos futuros de una manera que favorezca indebidamente el statu quo.
Pregunte a varias personas cómo ven el futuro y no se sorprendan si las
descripciones resultantes se parecen mucho al presente, solo que con
computadoras más rápidas y teléfonos celulares más elegantes. En otras palabras,
las personas tienden a describir un futuro que es una extrapolación más o menos
lineal del presente.
Una solución que se ofrece para una mejor y más creativa toma de decisiones es
formar un grupo. ¿Cuántas veces han respondido las agencias a una crisis
convocando un panel especial para evaluar la situación y brindar asesoramiento?
El sentido común sugiere que dos cabezas son mejor que una. "Los investigadores
en ciencias sociales, sin embargo, sugieren que los miembros del grupo a menudo
están más preocupados por minimizar el conflicto y llegar a un consenso, incluso
hasta el punto de suprimir o censurar la disidencia. La gente tiene miedo de expresar
sus opiniones demasiado fuera de la corriente principal, y aquellos que lo hacen son
a menudo criticados o marginados. En 1952, William Whyte acuñó el término
"pensamiento grupal" para describir este proceso. El psicólogo social Irving Janis
estudió el fenómeno, que definió de la siguiente manera (Janis 1972, 9):
Un modo de pensar en el que la gente participa cuando está profundamente
involucrada en un grupo cohesivo, cuando los esfuerzos de los miembros para
lograr la unanimidad anulan su motivación para obtener información real de cursos
de acción alternativos.
en otras palabras, a veces la toma de decisiones grupales no es mejor que la de los
individuos y puede incluso ser peor. En los últimos años, la comunidad de
inteligencia de EE. UU. Ha recurrido a metodologías analíticas estructuradas para
superar estos sesgos y mejorar la capacidad de prever eventos poco probables pero
significativos (Heuer 1999). Las metodologías de investigación de futuros
frecuentemente reflejan esta lógica al buscar ofrecer un conjunto de técnicas
estructuradas para comprender mejor y visualizar el futuro sin las restricciones
normalmente impuestas por una mentalidad limitada. La investigación de futuros no
debe concebirse como una mera herramienta para ayudar en la planificación
estratégica. Como jefe de su agencia, el jefe debe ser su principal visionario,
buscando constantemente maneras de servir mejor a la comunidad y guiarla hacia
el futuro. Uno no puede conducir mirando directamente al espejo retrovisor. La
realidad del futuro para los líderes de la policía es un momento de cambios y
complejidad crecientes. Para seguir siendo eficaces, los líderes y sus
organizaciones deberán reflejar una orientación hacia el futuro y un compromiso con
el aprendizaje continuo, la innovación y la mejora. Para el líder policial del futuro, la
visión y una orientación de futuros pueden no estar entre los atributos "agradables
de poseer"; en cambio, puede ser crítico. Muchos que deciden estudiar el futuro de
manera regular pronto notan un fenómeno interesante: la manera en que piensan
comienza a cambiar. En lugar de enfocarse únicamente en el aquí y el ahora, se
encuentran inconscientemente y sin querer, comenzando a contemplar el futuro en
todos los aspectos de sus vidas. Esto a menudo provoca el desarrollo de una
comprensión más amplia y holística del mundo actual y futuro. Al igual que las
Ananías bíblicas, las escamas caen de sus ojos y desarrollan un sentido de visión
más completo y más intenso. En otras palabras, sus patrones de comportamiento
habrán llevado a nuevos hábitos mentales.
Tal importante realización puede motivar a las personas a la acción. Cuando el
estado de California comenzó un programa de desarrollo ejecutivo de la policía en
la década de 1980, los responsables de la elaboración de este programa
determinaron que una orientación futura era fundamental para el liderazgo de la
policía en ese estado. Una generación de líderes de policía en todo el estado ha
estado expuesta al poder del pensamiento de futuro como una herramienta de
liderazgo. Como se discutió en el Capítulo 1, la Academia Nacional del FBI comenzó
a ofrecer un curso sobre estudios futuros y vigilancia en la década de 1980. Como
resultado de sus experiencias en ese curso, un grupo de líderes policiales se
unieron para formar la Sociedad de Futuristas Internacionales de la Policía en 1991.
Estos líderes estaban firmemente convencidos de que una orientación hacia el
futuro era un atributo esencial y en gran parte descuidado para el liderazgo policial.
Se convirtió en su objetivo introducir estudios de futuros a todos los niveles de la
policía para crear conciencia sobre la promesa y el potencial de tener una
mentalidad hacia el futuro y el uso de herramientas asociadas para guiar el liderazgo
de la policía.
Al igual que cualquier herramienta de liderazgo, existen algunas reglas básicas para
aplicar el uso de estudios futuros. El empleo de estudios de futuros no conducirá
necesariamente al éxito, pero ignorar la consideración del futuro aumenta en gran
medida la probabilidad de que el líder y su dominio experimenten deficiencias e
incluso fallas. Los estudios futuros deberían ser un proceso dinámico y continuo.
El líder que cree que puede convocar una "cumbre" una vez al año para contemplar
el futuro y luego ignorarlo por el resto del tiempo, encontrará que la investigación de
futuros es tan efectiva como una misión que se ve bien en el papel, pero se ignora
en la práctica. Una orientación hacia el futuro debe convertirse en una filosofía que
impregna a toda la organización y se practica a diario, tanto que las personas ni
siquiera se dan cuenta de que están involucradas en esta forma de pensar.
La investigación de futuros no es algo que se consignará solo a la unidad de
planificación estratégica o al personal de comando e ignorado por todos los demás.
Todos los miembros de la organización deben participar para maximizar la eficacia
potencial y el poder de esta herramienta de liderazgo. De hecho, muchos de los
mejores puntos de vista y recomendaciones probablemente provengan de aquellos
en primera línea de cualquier grupo u organización. Optar por excluir al personal de
primera línea, que desempeña la función central de la organización, va en contra
del potencial de aceptación y un desarrollo más amplio y sostenido de una
mentalidad orientada hacia el futuro dentro de una organización. Como deja en claro
el recuadro de texto 2.2, promover la aceptación no es solo importante, es esencial
para lograr resultados exitosos.
Finalmente, hay muchos consultores y otros "expertos" que estarán encantados de
venir y, por una tarifa sustancial, preparar un documento sobre el futuro de un grupo
u organización. Estos consultores crearán una publicación de aspecto muy
profesional con gráficos y tablas sofisticadas que nadie leerá, una vez que los
expertos se vayan. Los verdaderos expertos en futuros en cualquier organización
son sus miembros a largo plazo. Nadie tiene una mejor comprensión de una agencia
y comunidad que aquellos que trabajan en ese entorno día a día. Es necesario poner
en práctica la experiencia existente para lograr no solo negocios "normales", sino
también tareas estratégicas y filosóficas a largo plazo, como la investigación de
futuros. Esto no significa que los consultores no puedan ser de ayuda en estos
procesos. En realidad, puede ser muy útil involucrar a aquellos fuera de la
organización que puedan aportar habilidades importantes, como ayudar a facilitar el
debate o proporcionar orientación e instrucción, que a menudo es muy importante
cuando una agencia está comenzando con la investigación de futuros.
Este libro se basa en la creencia de que el futuro debe informar las decisiones que
toman los líderes y agencias policiales contemporáneas. Esto no significa que todos
los posibles futuros puedan anticiparse adecuadamente; la ley de las consecuencias
involuntarias es una de las fuerzas más poderosas en la naturaleza. Sin embargo,
entender y considerar algunas de las tendencias futuras más probables y obvias
puede ser un poderoso multiplicador de la fuerza. Dado que la investigación del
futuro es una práctica importante para una actuación policial exitosa, ¿cómo se
involucra uno en este proceso? En uno u otro momento, el pronóstico proporciona
la base sobre la cual se basa la investigación del futuro. En términos simples, la
previsión no es más que hacer declaraciones educadas sobre el futuro. Los
primeros futuristas no tenían computadoras o sistemas para ayudarlos; estudiaban
el mundo y pensaban profundamente en lo que podría ser; algunos, como Julio
Verne, fueron notablemente proféticos. Como disciplina, la investigación del futuro
ha recorrido un largo camino desde los días de Verne. A pesar del advenimiento de
las metodologías de investigación del futuro, este enfoque puede ser el mejor para
muchas personas y agencias a medida que comienzan a desarrollar una orientación
del futuro. En esencia, los estudios del futuro son otra forma de ver el mundo.
Anteriormente, este capítulo discutió cuán difícil puede ser para algunas personas
eludir las restricciones de prejuicios. En ninguna parte esto es más importante que
el pronóstico. Afortunadamente, hay una serie de métodos que pueden ayudar a
generar pronósticos.
Los métodos para pronosticar son cuantitativos, cualitativos o una combinación de
ambos. Los métodos cuantitativos son aquellos basados en la extrapolación
matemática. Aquellos que han tomado un curso de estadística, probablemente
estén familiarizados con métodos tales como el análisis de regresión, que pueden
usarse para pronosticar. Quizás los pronósticos matemáticos más conocidos son
las proyecciones de población que la Oficina del Censo de EE. UU emite
regularmente. Con el fin de proyectar los niveles futuros de la población, factores
tales como las tasas de mortalidad, la edad y el género de la población actual, se
modelan utilizando algoritmos estadísticos. Si bien los pronósticos del Censo son
generalmente bastante precisos, la predicción cuantitativa en general puede ser
problemática. Por ejemplo, el pronóstico está repleto de suposiciones; el principal
de ellos es que las personas tienen la capacidad de considerar todas las variables
principales que afectarán el futuro y que pueden desentrañar las relaciones
causales entre esas variables. La mayoría de los modelos cuantitativos suponen
que el futuro se desarrollará más o menos como el pasado o al menos de una
manera que pueda anticiparse; en realidad, esto no suele ser el caso. La teoría del
caos ofrece una explicación particularmente buena para la dificultad de la predicción
cuantitativa. Esta perspectiva sugiere que incluso eventos pequeños pueden tener
un efecto significativo en los sistemas dinámicos. Los defensores de la teoría del
caos describen lo que llaman el efecto mariposa, donde el aleteo de las alas de una
mariposa en un país extranjero puede ayudar a producir tornados en Texas (Levy
1994). Si bien el efecto mariposa es en gran medida una metáfora, es instructiva
para ayudar a entender por qué predecir el futuro es un desafío. Los eventos muy
pequeños en última instancia pueden producir resultados muy grandes que son
difíciles de identificar y predecir.
Los sistemas con los que los administradores de policía deben lidiar son complejos.
A pesar de muchos años de investigación, los criminólogos y los policías aún se
equivocan en áreas aparentemente básicas, como prever cuál será el próximo "gran
crimen" o incluso si el crimen aumentará o disminuirá "Esto no ocurre porque
criminólogos y jefes no son conocedores y dedicados, sino más bien porque hacer
una predicción estricta con precisión es difícil. En el capítulo 7, el estado futuro de
estas observaciones se considera a la luz de los esfuerzos emergentes para mejorar
la previsión social, el análisis predictivo y la actividad policial predictiva.
Dadas las dificultades inherentes en realizar pronósticos cuantitativos precisos,
muchos futuristas prefieren usar métodos que sean cualitativos o que incluyan un
componente cualitativo. Esto permite a los expertos confiar en sus profundos niveles
de conocimiento para considerar una gama mucho más amplia de variables de lo
que normalmente se evaluaría en modelos estrictamente cuantitativos. Factores
como la intuición, el conocimiento y la experiencia están mejor integrados
cualitativamente. Esto puede resultar especialmente importante, dada la naturaleza
cada vez más compleja del mundo. Finalmente, los métodos cualitativos tienen una
propiedad que los hace especialmente valiosos para aquellos que desean utilizar la
investigación del futuro como una herramienta de liderazgo: consiguen que la gente
participe personalmente. Si bien pocos policías pueden tener las habilidades para
realizar análisis cuantitativos sofisticados, todos tienen una opinión y muchos en la
cadena de mando tendrán ideas bastante buenas. Los textos de liderazgo predican
los méritos de "buy-in" la contribución. Involucrar al personal de la agencia y a los
miembros de la comunidad en el proceso de comprender e incluso crear su propio
futuro es un medio poderoso para crear aceptación y ganar aliados.
Existe una gran variedad de métodos para pronosticar eventos futuros. Algunos
métodos funcionan mejor que otros, según el tema en estudio y el objetivo de la
investigación. Por ejemplo, los métodos cuantitativos son más apropiados para
proyectar números de poblaciones futuras que para tratar de decidir la probabilidad
de que los miembros del movimiento por los derechos de los animales comiencen
a participar en actos extremos de violencia. Además, nadie ha descubierto una
metodología perfecta. Cada enfoque analítico tiene sus puntos buenos y malos. A
medida que los individuos comienzan a experimentar con las diferentes
metodologías de estudios del futuro, a menudo desarrollan preferencias por uno u
otro.
Las siguientes secciones presentan algunos métodos para pronosticar que son
particularmente relevantes para la actividad de policía. Se advierte a los lectores
que estos son solo algunos de los muchos métodos disponibles. Otros enfoques no
considerados en este texto pueden resultar útiles para algunos administradores,
abordando ciertos problemas, en algunos contextos. Lo que sigue es meramente
una introducción. Se puede obtener una comprensión más completa de las
metodologías de investigación del futuro a través de uno de los muchos programas
educativos, o un administrador inclinándose a autoaprendizaje. Algunos sitios web,
libros y documentos útiles se incluyen al final de su capítulo para facilitar el
aprendizaje adicional. Mientras que las técnicas no son difíciles de aprender,
dominarlas requiere práctica. Los lectores deben sentirse libres de adoptar estas
técnicas para adaptarse a las necesidades y contextos personales y
organizacionales.
En 1986, el agente especial del FBI William Tafoya realizó el primer gran estudio de
Delphi en el ámbito policial en un esfuerzo por discernir posibles futuros para la
profesión. Para completar este proyecto, Tafoya identificó por primera vez a 15
expertos en policía (ocho del mundo académico y siete empleados por las agencias
de aplicación de la ley) mediante una encuesta telefónica nacional. Luego utilizó el
método Delphi para presentarles 25 posibles tendencias futuras en las áreas de
delincuencia tradicional, delincuencia generalizada, alta tecnología, vigilancia
alternativa, profesionalización e investigación. En total, Tafoya condujo cuatro ciclos
de su Delphi, punto en el que el panel logró un consenso sobre 17 tendencias. n
algunos casos, los expertos tenían razón sobre el dinero; por ejemplo, pronostican
que para 1990, los delitos informáticos surgirían como una amenaza para la
economía y la seguridad estadounidenses. Sin embargo, no todos los pronósticos
se cumplieron: los expertos también creían que los disturbios urbanos generarían
un desorden civil masivo en 1999. Si bien no alcanzaron el 100 por ciento de
precisión. El panel de Tafoya demostró ser notablemente profético, con muchas de
sus predicciones llegando a buen término. De mayor importancia, este estudio
proporciona un modelo para ser emulado por investigadores y profesionales por
igual.
Conclusión
El ritmo de cambio en el mundo de hoy continúa acelerándose. Como resultado,
los líderes policiales ya no se dan el lujo de esperar hasta que el futuro los engulla
y luego reaccionen. Los gerentes y líderes exitosos poseerán la capacidad de
imaginar futuros posibles y apuntar a sus agencias en una trayectoria para lograr
el futuro preferido. Esta no es una tarea fácil: la mayoría de los jefes y alguaciles
apenas tienen tiempo suficiente para mantener a flote sus departamentos. No
obstante, los gerentes no pueden optar de manera realista por no estar
preparados para el futuro. Afortunadamente, la investigación de futuros
proporciona a los líderes de la policía las herramientas para prever, gestionar y
crear el futuro. El presente capítulo discutió tres de estos métodos: el escaneo
ambiental, el método Delphi y la planificación de escenarios. Cada uno se puede
usar para ayudar al gerente inteligente a mantener su agencia en buen camino.
Otras técnicas de estudios de futuros podrían ser relevantes en algunas
jurisdicciones. Se alienta a los lectores a conocer esta situación y estudiar otros
enfoques, según sea necesario.
Finalmente, es importante tener en cuenta que los estudios de futuros son una
herramienta de liderazgo. Es una parte crucial de la planificación estratégica y es
esencial para permitir que una organización desarrolle y mantenga una visión. Es
una herramienta valiosa para ayudar a los oficiales, supervisores y ejecutivos a
maximizar el poder de los principios de liderazgo de EIEIO. En esencia, los
estudios de futuros le obligan a idear una nueva forma de mirar el mundo. Como
tal, es apropiado para el uso de cada miembro de una agencia. De hecho, si
permanece atascado en la oficina del jefe o la unidad de planificación estratégica,
ofrecerá poco o ningún beneficio. Si bien los fundamentos de la investigación de
futuros no son difíciles de entender, institucionalizarlos en la mayoría de las
agencias requerirá liderazgo y esfuerzo. La alternativa es arriesgar la irrelevancia
futura o algo peor. Como lo expresó un exitoso administrador de la ley, la misión
de cada jefe y alguacil debería ser la incesante búsqueda de una mejora gradual;
nuestras agencias y comunidades no merecen menos.