Paralelismo Biblico:

Una de las caracter�sticas m�s evidentes de la po�tica del Antiguo Testamento es

que el texto se estructura en torno a las l�neas po�ticas de versos m�s que
alrededor de oraciones y p�rrafos. Puntuaci�n no es tan importante en la poes�a
como en narrativa o en las cartas del Nuevo Testamento.

Por lo general, un pensamiento se expresa en dos l�neas de texto (aunque en

ocasiones los poetas usar�n tres y hasta cuatro l�neas de texto para transmitir un
pensamiento).

Sin�nimos:
Se trata de una gran similitud entre las l�neas usando palabras con significados
similares. Es decir, la segunda l�nea repite la misma idea en la primera l�nea
utilizando una terminolog�a similar. Salmos 2:4

El que mora en los cielos se reir�;

El Se�or se burlar� de ellos.
Tenga en cuenta que �El que mora en los cielos� de la l�nea A es paralela a �Jehov�
en la l�nea B. Del mismo modo, �se r�e� en la l�nea A es paralela �se burla� de la
l�nea B. Las dos l�neas est�n diciendo lo mismo. Deben leerse como una unidad y se
interpretan como una unidad.

Desarrollo:
En el paralelismo en el desarrollo de la segunda l�nea se desarrolla a�n m�s la
idea de la primera. Salmos 121:3

No dar� tu pie al resbaladero,

Ni se dormir� el que te guarda.
L�nea B puede relacionarse con la l�nea A de muchas maneras para desarrollar a�n
m�s el pensamiento de A. Por ejemplo, A puede hacer una declaraci�n y B dar una
raz�n: Salmos 31:21

Bendito sea Jehov�,

Porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.
O A puede hacer una pregunta y B dar la respuesta: Salmos 119:9

�Con qu� limpiar� el joven su camino?

Con guardar tu palabra.
Tanto de las relaciones anteriores se pueden invertir tambi�n. La raz�n puede ser
lo primero en la l�nea A con la declaraci�n principal siguiendo en B. Como sabio,
la cuesti�n no se limita a la l�nea A, pero puede aparecer dentro de la l�nea B
tambi�n.

Ilustrativo:
En l�nea paralelismo ilustrativo A transmite la idea y la l�nea B ilustra con un
ejemplo o un s�mbolo. Salmos 140:7

Jehov� Se�or, potente salvador m�o,

T� pusiste a cubierto mi cabeza en el d�a de batalla.
En la l�nea A David le llama a Dios un fuerte entregar. En la l�nea B se ilustra la
forma en que esto es cierto, Dios, como un casco, protegi� la cabeza de David en la
batalla.