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“Evangelii Gaudium”
SAGRADA ESCRITURA
EL PENTATEUCO Y LIBROS HISTÓRICOS
MÓDULO I
EL PENTATEUCO
I. Nombre y divisiones:
Los cinco primeros libros del AT forman una colección que los judíos denominan
“Ley = Torah”. El primer testimonio seguro lo ofrece el prólogo del traductor
griego del Eclesiástico (Sirácida) hacia 120 Ac. El nombre aparece en el NT: Mt
5,17; Lc 10, 26; ver Lc 24,44. Por su extensión, el Pentateuco se dividió en cinco
rollos, esto explica el nombre griego Pentateuco, término que en el griego significa
“cinco rollos” o “cinco libros”, es el título que, a comienzos de la era cristiana, se
dio a los primeros libros del AT.
Los judíos designaban este conjunto con el nombre de Torah, o la Ley, nombre
que se aplica en el AT. El Pentateuco contiene los libros de:
Estos títulos dados por los griegos, indican el contenido de cada uno. Entre los
judíos masoretas, designaban y designan estos mismos libros mediante la primera
o las primeras palabras del texto hebreo:
El texto del Pentateuco por su importancia en el Judaísmo desde antes del NT, es
de lo mejor conservado del AT, la lengua original es el hebreo, con la excepción
de una expresión de dos palabras en arameo en Gn 31,47: (“Labán las llamó en
arameo «Jegar Sadutá», y Jacob las llamó en hebreo «Galaad»”). El texto
masorético hebreo (TM) ha sido bien conservado y fue transmitido con cuidado:
existen variantes entre el texto original, el texto samaritano y las versiones
antiguas. El texto samaritano (sam.) representa una tradición autónoma; sus
variantes con frecuencia, van en el sentido de la versión griega de los Setenta
(LXX= versión o traducción griega del texto hebreo): esta traducción al griego
hecha probablemente a partir del siglo III a.C. por los judíos de Alejandría
(Egipto), respondía a las necesidades de una comunidad de habla griega. A pesar
del acuerdo entre el Pentateuco samaritano y la versión de los LXX es rato que se
les otorgue la primacía sobre el texto hebreo cuando hay alguna diferencia. Otras
versiones: Áquila sigue al hebreo de forma servil; Símaco intenta ser más
elegante y Teodición es una revisión de los Setenta para hacerla más conforme al
original hebreo. Otras versiones antiguas tienen su origen cristiano.
La versión Siríaca (sir.) si bien tiene la ventaja de utilizar una lengua semítica y,
en principio, puede reflejar mejor el original hebreo, habría sido hecha con la
mediación de los Setenta, pues concuerda con frecuencia con la versión griega. A
diferencia de la Vetus latina (antigua versión latina), con variantes regionales,
realizada sobre los setenta. La Vulgata latina (v) de san Jerónimo, la versión
divulgada o común en el Occidente cristiano desde la edad media, es bastante
literal. Los Targums arameos son paráfrasis, no traducciones, del original. (nota:
un Tárgum (hebreo: תרגום, con vocalización, תַ ְּרּגּום, plural: תרגומיםtárgumim)
originalmente era una traducción al arameo de la Biblia hebrea producida o
compilada en el antiguo Israel y Babilonia desde el período de Segundo Templo
hasta comienzos de la Edad Media (finales del primer milenio) y son
explicaciones o comentarios que se añaden a un texto difícil de entender o
comprender)
El marco que da unidad a esta colección es el marco histórico, que lleva al lector
desde la creación, a través de la historia primitiva de la humanidad, la historia de
los patriarcas y la bajada a Egipto; el Éxodo y la alianza del Sinaí, la marcha por
el desierto, hasta la llegada a la parte oriental del Jordán. El relato de la muerte y
sepultura de Moisés, cierra adecuadamente esta primera sección del AT. A pesar
de este marco narrativo, una gran parte del Pentateuco se compone de leyes (de
ahí el nombre dado por los judíos – Ley / Torah) que fueron concebidas como
resultado de la revelación divina hecha a Moisés, y en consecuencia, incorporadas
al relato.
Dado que estos libros contienen todas las colecciones legales de Israel (ningún
otro libro del AT encierra un cuerpo legal que obligue al Israel histórico), se
comprende que se los considere como una unidad. Sin embargo, desde el punto
de vista literario, es posible hablar de un “Tetrateuco”; los cuatro primeros libros.
Puesto que el libro canónico del Dt fue compuesto como una introducción a la
historia de Israel desde la época de Josué hasta la ruina del reino del sur.
Asimismo, es posible hablar de un “hexateuco” (seis libros, hasta Josué), e incluso
en un “octateuco” (ocho libros), dado que, Josué y Reyes son considerados por
algunos como una continuación de las tradiciones contenidas en los libros
anteriores. Estas distinciones no desplazan el concepto de Pentateuco como base
legal de la constitución de Israel en cuanto Pueblo de Dios.
12. Y votos y diesmos (Lv 27)… constituyen el conjunto del tercer libro, excepto por lo
que se refiere a dos secciones narrativas: una que describe la ordenación de Aarón y
sus hijos (Lv 8-10) y la otra, el día solemne de la expiación (Lv 16).
13. El cuarto libro comienza con un censo del pueblo, al que sigue varias prescripciones
sobre la disposición de las doce tribus, así como otras leyes (Nm 1-10,10)
14. Completan este libro el viaje del Sinaí a Moab (Nm 10,11- 22,1)
15. Y los acontecimientos de Moab, que están entremezclados con ulteriores
prescripciones cultuales (Nm 22,2-36)
16. El quinto y último libro presenta a Moisés en Moab recordando los acontecimientos
del pasado (Dt 1-4,43)
17. Y explicando al pueblo el significado de la alianza (Dt 4,44-11.32). Estos capítulos
constituyen una introducción a
18. Código deuteronómico (Dt 12-26)
19. Cuyas sanciones se describen en una serie de bendiciones y maldiciones (Dt 27-30)
20. El encargo del Moisés a Josué (Dt 31)
21. Su cántico de victoria (Dt 32)
22. Su bendición a las doce tribus (Dt 33)
23. Y el relato de muerte y sepultura (Dt 34). Concluye el libro y el Pentateuco.
Cada sección se señala una de las tradiciones a que es atribuida la misma, tales atribuciones
son, en algunos casos, meramente hipotéticas:
GENESIS
I. Historia primitiva (1-11)
1. Creación del mundo y del hombre (1, 1- 2, 4ª) P
2. Creación del hombre y de la mujer (2,2b-25) J
3. La caída (3,1-24) J
4. Caín y Abel (4,1-16) J
5. Genealogía de Caín (4, 17-26) J
6. Genealogía de Adán a Noé (5, 1-32) P
7. Prólogo del diluvio (6, 1-22) J - P
8. El diluvio (7, 1- 8, 22) J y P
9. Alianza con Noé (9, 1-17) P
10. Los hijos de Noé (9,18-27) J
11. Los pueblos de la tierra (10,1-32) P - J
12. La torre de Babel (11, 1-9) J
13. Genealogías conclusivas (11, 10-32) P - J
ÉXODO
I. Israel en Egipto (1, 1- 12,36)
1. Aumento de los israelitas
2. Opresión de los israelitas
3. Nacimiento y adopción de Moisés
4. Fuga de Moisés y estancia en Madián
5. Vocación de Moisés
6. Aarón como auxiliar de Moisés
7. Regreso de Moisés e endurecimiento del faraón
8. Quejas de los israelitas y renovación de la promesa de Dios
9. Genealogía de Moisés
10. Encargo a Moisés y Aarón
11. Las plagas:
❖ Primera plaga: el agua se convierte en sangre
❖ Segunda plaga: las ranas
❖ Tercera plaga: los mosquitos
❖ Cuarta plaga: las moscas
❖ Quinta plaga: la peste
❖ Sexta plaga: las ulceras
❖ Séptima plaga: el granizo
❖ Octava plaga: las langostas
❖ Novena plaga: las tinieblas
❖ Décima plaga: muerte de los primogénitos
12. La Pascua y los Ázimos
13. Celebración de la Pascua: muerte y liberación
1. Salida de Egipto
2. Ázimos y consagración de los primogénitos
3. Paso del mar de las cañas
4. Destrucción de los egipcios
5. Canto de victoria (cántico de Moisés)
6. Mará y Elim
7. Maná y codornices
8. Brota agua de la roca
9. Derrota de Amalec
10. Jetró visita a Moisés
11. Institución de los jueces (70 ancianos)
6. Armazón
7. Los velos
8. El altar del sacrificio
9. El atrio
10. El sacerdocio
11. El efod y el pectoral
12. Otras vestiduras
13. Consagración de los sacerdotes
14. Sacrificios de consagración
15. Sacrificios diarios
16. El altar del incienso
17. Tributo
18. La pila de bronce, el óleo de la unción y el incienso
19. Elección de los artífices
20. El sábado
LEVÍTICO
I. Ritual de los sacrificios (1,1- 7,38)
A. Tipos de sacrificios
1. Holocaustos
2. Ofrendas de cereales
3. Sacrificios de comunión
4. Sacrificios por el pecado
5. Sacrificios de reparación
B. Sacerdote y sacrificio
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“Evangelii Gaudium”
1. El holocausto diario
2. La ofrenda diaria de cereales
3. Sacrificios por el pecado
4. Sacrificios de reparación
5. Sacrificios de comunión
6. Prohibición de la sangre y del sebo
7. conclusión
II. Ceremonias de ordenación (8,1 – 10,20)
A. Ordenación de Aarón y sus hijos
B. Sacrificios de ordenación
C. Octava de la ordenación
D. Pecados de los hijos de Aarón
III. Pureza legal (11,1 – 15,33)
A. Animales impuros e impuros
B. Parto
C. Lepra
1. En el cuerpo humano
2. En los vestidos
3. Purificación
4. En las casas
D. Impureza sexual
IV. El día de la expiación (16,1-34)
V. Ley de santidad (17,1 – 26,46)
A. Carácter sagrado de la sangre
B. Carácter sagrado del sexo
C. Diversas normas de conducta
D. Sanciones
E. Santidad de los sacerdotes
F. Normas sobre el sacrificio
G. El año litúrgico
1. Pascua y Ázimos
2. Pentecostés
3. Día del año nuevo
4. Día de la expiación
5. Fiesta de las tiendas
H. Legislación adicional
I. Los años santos
1. Año Sabático
2. Año del Jubileo
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J. Bendiciones y maldiciones
VI. Rescate de ofrendas votivas (27,1-34)
NÚMEROS
I. Estancia en el Sinaí (1,1 – 10,10)
A. Censo de las tribus y estatuto de los levitas
B. Leyes y normas diversas
C. Ofrendas de los jefes y normas para los levitas
D. Preparativos para la marcha
II. Del Sinaí a Moab (10,11 – 22,1)
A. Desde el comienzo de la marcha hasta la derrota de Jormá
B. Normas diversas, autoridad de Moisés, marcha hacia Moab
III. Acontecimiento de Moab (22,2 – 36,13)
A. Historia de Balaam
B. Algunos incidentes
C. Deposiciones topográficas y leyes diversas
DEUTERONOMIO
I. Primer discurso de Moisés: de Horeb a Moab (1,1 – 4,43)
A. Introducción al discurso
B. Mandato de poseer la tierra y creación de los jefes
C. Estancia en Cadés-Barnea
D. Tránsito por Edom, Moab, y Ammón
E. Conquista de Jésbón y Basan
F. Asentamiento de las tribus al este del Jordán
G. Oración de Moisés
H. Prólogo a la promulgación de la ley a todo Israel
I. Comentario a la primera parte del Decálogo
J. Vocación única de Israel en la alianza
K. Ciudades de asilo
II. Segundo discurso de Moisés: introducción al libro de la ley (4,44 – 11,32)
A. Introducción al discurso
B. Las “Diez Palabras”
C. Moisés delegado para promulgar la ley
D. Fidelidad de la alianza en la tierra
E. La haggadah de la Pascua
F. El horem para debe ser aplicado a las poblaciones de Canaán
G. La confianza en Yahvé como requisito para el triunfo
H. Invitación al recuerdo
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V. Conclusión de la alianza
W. Maldiciones
X. Bendiciones y maldiciones conclusivas
Y. Maldiciones
IV. Discurso final de Moisés: tradiciones sobre sus últimos días y su muerte (29,1 – 34,12)
A. Recuerdo de la ceremonia de la alianza
B. Actualización homilética de la experiencia de la alianza
C. Alocución litúrgica a la comunidad exílica
D. Conclusión de la ceremonia y sucesión de Moisés
E. Cántico de Moisés
F. Conclusión de la entrega de la ley y del cántico
G. Bendiciones de Moisés sobre las tribus
H. Muerte de Moisés y sucesión de Josué
1
Ver la Unidad 3: El estado actual de la investigación sobre el Pentateuco
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Como conclusión: si algo hay que añadir, tal vez será lo que recomendaba la
Pontificia Comisión Bíblica (PCB) en su documento sobre la interpretación de la
Biblia en la Iglesia (1993): hay varios métodos para interpretar y leer la Escritura, y
debemos aprovecharnos de cada uno por su contribución positiva, pero hay que
hacerlo críticamente, reconociendo que todos tiene también sus límites. Lo ideal,
en principio, es complementar unos métodos mediante otros, no limitarse a uno,
sea cual fuere.
Esta doctrina aparece con la mayor claridad en el último libro del conjunto, en el
Deuteronomio. En efecto, al final del Deuteronomio (Cf. Dt 32) encontramos un
cántico puesto en labios de Moisés, que tiene carácter conclusivo, y en el que
queda reflejada de algún modo la historia del pueblo de Israel desde la creación
del mundo (Cf. Dt 32,8) hasta la vuelta del destierro en Babilonia (Cf. Dt 32,20.26).
Imaginemos ahora la lectura solemne de esta historia ante el pueblo. Los israelitas
la escuchan con atención y quedan admirados de la actuación salvadora de Dios,
pues aunque los pecados de los israelitas fueran innumerables, el Señor llamó a
Abrán, liberó a Israel de la esclavitud de Egipto, estableció un pacto con el pueblo
en el Sinaí, regaló a Israel la tierra prometida, trabó una alianza con David y al
final incluso Jeconías, rey deportado, recibió un trato favorable. La conclusión era
clara: Dios es tan bueno que ni siquiera el pecado humano puede eclipsar su
misericordia.
Pero enseguida surgió una pregunta: ¿Cómo es posible que, si Dios es tan bueno,
exista el mal en el mundo? Efectivamente la historia estaba incompleta y los
autores carecen de respuesta inmediata. Es probablemente entonces cuando
surge la idea de colocar un prólogo a su historia, una introducción que describa
las verdades fundamentales de hombre y del mundo. Los autores inspirados de
Gn 1-11 recogieron materiales y tradiciones antiguas también de los pueblos
vecinos y las reelaboraron profundamente hasta adaptarlas a su función de
prólogo de la historia de Israel. Este prólogo tiene la misma idea de fondo que el
resto de la historia de Israel: pone de manifiesto que la misericordia de Dios es
más fuerte que el aguijón del pecado: a pesar del pecado de Adán y Eva Dios les
cuida regalándoles túnicas de piel y tras la dispersión de Babel el Señor se fijará
en Abrán para reiniciar su proyecto.
Asimismo, su moralidad es más estricta que la de J (cf. Gn 20; cf. 26,6-11 (J)) y
refleja su reacción frente a las degradantes prácticas cananeas que florecían en el
Norte, su estilo, más didáctico, carece del color y la espontaneidad de J. Para la
tradición E, el punto culminante fue la alianza de Dios con Israel, concebidas
como un tratado entre vasallo y señor, la alianza y sus estipulaciones son
presentadas como un acontecimiento estrictamente religioso que determinó la
vida de Israel en forma irrevocable (J subraya la iniciativa divina que hizo ser a
Israel lo que era y que se manifestó en las admirables acciones salvíficas del
Éxodo). Sin los intereses políticos de J, que estaban condicionados por la
aprobación divina del principio dinástico de David, E muestra como reacción
frente a la civilización pagana circundante, una clara preferencia por la existencia
idealizada del destierro. Tales ideas e ideales reflejan hasta cierto punto, incluso
en los relatos patriarcales de E, los cuales se centran obviamente en torno a los
santuarios del Norte.
Como las demás tradiciones P, tuvo una larga prehistoria y contiene mucho
material antiguo, pero su forma definitiva como documento independiente
corresponde, con toda probabilidad, al período exílico. Más tarde fue incorporado
al restante material del Pentateuco.
La promesa:
La elección:
1. Abrahán fue elegido por Dios no por razones naturales, sino para ser
instrumento del plan divino. Su historia comienza con un acto absoluto de
la iniciativa divina (Gn 12, 1-2s)
2. Los siguientes herederos de la promesa: Isaac y Jacob, tampoco pueden
encontrar ninguna razón natural para la elección. De una manera más sutil
los primeros capítulos del Génesis describen este proceso divino, que se
traduce en la eliminación de aquellos que no tomarán parte activa en el
cumplimiento del plan divino (Lot, Ismael, Esaú). Esto resulta
especialmente claro en las genealogías, que enumeran a todos los
La alianza:
Ambas son alianzas entre iguales, pero las alianzas entre Dios y el hombre en el
Pentateuco implican necesariamente, como la misma elección, una iniciativa
divina: las partes que intervienen en la alianza no son iguales. Si bien todas las
tradiciones hablan de alianzas, P es la que ha dividido sistemáticamente la
historia en cuatro periodos, cada uno marcado por su alianza distintiva:
La ley:
estipulaciones del Señor divino, y por eso estas estipulaciones fueron puesta
siempre en relación con la alianza.
Así, pues, la promesa, la elección, la alianza y la ley hacen del Pentateuco una
unidad coherente, pero esta unidad se ordena a algo más: el concepto que Israel
tenía de su Dios era tal, que no podía considerar su propia elección como objetivo
final de toda la actividad divina. La promesa hecha a los patriarcas había de
cumplirse aún en gran medida. Sin duda, las tribus que peregrinaron tantos años
en el desierto pensaban en el futura conquista y posesión de la tierra prometida
como realización de este objetivo, pero la realidad de la conquista resultó
diferente. La historia de Josué no es el cumplimiento de la esperanza contenida
en el Pentateuco sino en el sentido que este libro es la conclusión literaria del
mismo Pentateuco. De hecho, la historia sucesiva muestra que la esperanza nunca
se cumplió por completo en la vida de Israel: el Pentateuco permanece siempre
abierto, lo cual permitirá a Cristo decir que él ha venido a cumplirlo, no a
destruirlo (Mt 5,17).
Perspectiva Cristiana
esta Ley, cuando te conviertas a Yahvé tu una nueva alianza en la tierra. Los vv. 11-14
Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. son un caso especial del arte oratorio del Dt,
11 Porque este mandamiento que yo te escrito con fuerza y cadencia rítmica y con
prescribo hoy no es superior a tus fuerzas, ni un perfecto equilibrio de estructura. Ya
está fuera de tu alcance. aparece la referencia sapiencial y conceptual
12 No está en el cielo, como para decir: de la revelación; como manifestación libre y
«¿Quién subirá por nosotros al cielo y nos lo poderosa de la acción de Dios y un fuerte
traerá, para que lo oigamos y lo pongamos énfasis en la meditación de la experiencia,
en práctica? » 13 Ni está al otro lado del punto de partida de los escritos sapienciales.
mar, como para decir: «¿Quién irá por 4. Versículo 15 este día: la liturgia de
nosotros al otro lado del mar y nos lo traerá renovación de la alianza pone a la
para que lo oigamos y lo pongamos en comunidad frente a la necesidad de
práctica? » 14 La palabra está bien cerca de comprometerse en una decisión vinculante.
ti, en tu boca y en tu corazón, para que la La vida en cuestión se explica cómo plenitud
pongas en práctica. de vida en la tierra prometida.
Los dos caminos. 5. Versículo 19: pongo hoy por testigos
15 Mira, yo pongo hoy delante de ti la vida y al cielo y a la tierra: la invocación de los
el bien, la muerte y el mal. testigos era un rasgo esencial de las antiguas
16 Si escuchas los mandamientos de Yahvé alianzas, tanto si se trataba de dioses o como
tu Dios que yo te mando hoy, amando a de elementos naturales deificados o
Yahvé tu Dios, siguiendo sus directrices y simplemente seres humanos. Este pasaje
guardando sus mandamientos, preceptos y lleva a la testificación de la alianza en el
normas, vivirás y te multiplicarás; Yahvé tu capítulo 31 del Dt.
Dios te bendecirá en la tierra en la que vas a
entrar para tomarla en posesión.
17 Pero, si tu corazón se desvía y no
escuchas, si te dejas arrastrar y te postras
ante otros dioses y les das culto,
18 yo os declaro hoy que pereceréis sin
remedio y que no viviréis muchos días en el
suelo que vas a tomar en posesión al pasar el
Jordán.
19 Pongo hoy por testigos contra vosotros al
cielo y a la tierra: te pongo delante vida o
muerte, bendición o maldición. Escoge la
vida, para que viváis tú y tu descendencia,
20 amando a Yahvé tu Dios, escuchando su
voz, viviendo unido a él. Piensa que de ello
depende tu vida, así como la prolongación
de tus días mientras habites en la tierra que
Yahvé juró dar a tus padres Abrahán, Isaac y
Jacob.
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Referencias:
ARTUS, Olivier. El Pentateuco, Historia y Teología. Cuadernos Bíblicos n. 156.
Verbo Divino. Estella – Navarra 2012.