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Estas políticas totalmente expansivas con el fin de reactivas el fondo económico han tenido el factor añadido del entorno de
baja inflación. La estabilidad que se encuentra en torno al 2%, no resulta sino una ilusión en estos momentos. En Estados
Unidos la tasa interanual se sitúa en el 0,2%, en Europa se encuentra también plana, mientras en Japón, aunque eso es algo
más habitual en su región –desde el año 1990 no sube el IPC del 4%–, actualmente es cero.
El término de burbuja se ha ido extendiendo cual sombra cuando llega la noche como respuesta a estas políticas monetarias.
Muchos expertos han rehuido de este término al que consideran exagerado –también es cierto que muchas veces no se
reconocen la existencia de las burbujas hasta que estas terminan por estallar– que han provocado que los inversores
particulares busquen otras formas de proteger su patrimonio.
Principalmente porque relacionando la evolución de la inflación de distintos territorios con la rentabilidad que proporcionan
estos cupones, por la alta demanda en base a las altas compras de los bancos centrales, sale un porcentaje negativo en el
retorno que percibimos. Los diferentes países emiten cada vez más bonos con rentabilidad negativa, lo cual resulta prohibitivo
para los minoristas.
Tanto es así que si observamos la evolución de los bonos a 2 años si nos centramos en la relación entre el IPC y el
rendimiento del activo para conocer cuál es el retorno neto que recibimos, se puede concluir que en muchos casos sería
negativo o prácticamente pírrico. Por lo que no sería nada rentable mantener posiciones abiertas en estos productos de renta
fija.
Tomando ejemplos sobre el papel los bonos a dos años menos rentables serían los de Bélgica (-1,57%), Hong Kong (-1,5%),
Holanda (-1,05%), Austria (-1%), Dinamarca (-0,95%), Alemania (-0,58%), Suecia (-0,54%) y así hasta llegar a Japón (-0,02%).
Además, Estados Unidos no pasaría ni del 1% y China llegaría a una rentabilidad real del 1,44%. Bastante llamativo.
Este es el motivo por el que muchas gestoras prefieren fijarse en otros métodos de inversión ante el panorama que se espera
para la renta fija tradicional. Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, indicaba que para “bonos gubernamentales” no esperan
“gran rentabilidad”. El experto asegura que en grandes países como Alemania o con un gran nivel de rating “esperan
rentabilidades más negativas” de las que hemos visto hasta ahora.
Yéndonos a un marco de tiempo más alto los rendimientos de los bonos no es que sean especialmente atractivo dentro de los
que están catalogados como “investment grade”. El treasury americano está en el 2,26%, el bono a 10 años de Reino Unido
está en 1,91%, el bono a 10 años de Japón se encuentra en el 0,3%, mientras que el Bund alemán está en torno al 0,5%.
Además, se espera que estas rentabilidades se puedan ir aplanando aún más a medida que los bancos centrales sigan con
estas medidas de estímulo a la economía, principalmente en Europa puesto que en Estados Unidos va a comenzar la subida
de tipos de interés más pronto que tarde.
Pero en lo que coincide la media de los expertos es en buscar oportunidades dentro de la renta fija dentro del high yield y no
en bonos gobierno con un nivel de rating elevado. De hecho muchos de ellos, como es el caso de Paolini, ven interesante la
inversión dentro de bonos como el brasileño, que es el que en relación a rentabilidad/riesgo ofrece un retorno atractivo.
Como resumen, a la vista está que el entorno global del mercado de bonos ha ido a la baja en cuanto a las rentabilidades y en
cuanto al alza sobre el precio su precio de adquisición. A mayor demanda, mayor precio, pero menor rentabilidad. Lo que
nadie desconoce es el impacto que se producirá en el escenario global cuando todos los bancos centrales dejen de tomar
estas medidas. Habrá que esperar.
1) Concepto y Características
Los términos Bonos y Obligaciones nos resultan familiares por la publicidad en prensa, radio y televisión. ¿Quién no ha
suscrito un fondo de renta fija, siendo indirectamente propietario de dichos instrumentos, y nos han dado rentabilidades
negativas o muy bajas sin comprenderlo con claridad?.
Un bono es un instrumento financiero, por el que el tenedor o suscriptor del mismo (bonista) presta dinero a una corporación o
emisor (Estados, Organismos oficiales, Bancos, Empresas...) a cambio de unos intereses periódicos (cupón), hasta la fecha de
amortización (vencimiento), en la cual el emisor está obligado a devolver la totalidad del capital (nominal).
En el grafico, tenemos un bono de cupón fijo, que podemos actualizar (traernos al momento actual los flujos descontados al
tipo de interés del cupón) o capitalizar (valor final reinvertido al tipo del cupón) y determinar el efecto erosionador de la inflación
en la rentabilidad nominal y ver cual es la rentabilidad real, una vez descontada la inflación.
En la mayoría de los casos los bonos y obligaciones son “activos negociables”, se compran y se venden a lo largo de su vida
en el mercado oficial en los que cotizan o se listan las emisiones.
En la negociación de bonos, lo habitual en el mercado profesional es que se contrate en precio ex-cupón (al que se debe
añadir la parte proporcional de cupón devengado o cupón corrido) y de dicho precio obtendremos la rentabilidad, siendo
generalmente aceptada la TIR (tasa interna de retorno) como indicador de rendimiento aunque adolezca de algunas
deficiencias conceptuales.
La Tir es aquella tasa que nos iguala el precio del bono a la actualización de sus flujos futuros, sin entrar en detalles muy
técnicos, presupone que dichos cobros los reinvertimos a ese mismo tipo, y no siempre es real porque lo rentabilizaremos a
tasas mayores si los tipos suben o viceversa. TIR es una referencia a la rentabilidad, como IPC es a la inflación.
La rentabilidad o Tir de un Bono nos viene por sus cupones y la diferencia del precio al que compramos y la amortización
(100%). Lógicamente, un bono que cotiza por encima de par(100%) tendrá una rentabilidad inferior al cupón y al revés.
La identificación de un bono o “nombre” viene dado por su emisor, siendo su primer apellido el cupón y el segundo apellido su
vencimiento. Una vez que sabemos del activo del que nos referimos y queremos saber su cotización, nos podremos encontrar
con nomenclatura específica como: “por encima de par” (precio>100%), “punto básico o pipo” (0.01%), “papel” (oferta), “dinero”
(demanda), etc.
Vamos a familiarizarnos con la terminología de renta fija viendo una cotización de bonos el día 30-05-2000, valor 02-06-2000:
Normalmente la cotización se expresa en precio ex cupón, sin considerar cupón corrido, siendo para valor 2-6-2000
3.997268% (4.75%*308 días trascurridos /366 días entre cupones).
Si quisiésemos comprar, por la razón que fuese, debemos considerar que el precio final es 94.027268% (90.03%+3.997268%)
para fecha valor 02-06-2000 y la rentabilidad del 5.80%.
¿Qué le pasa a la cotización (precio) de un bono cuando suben los tipos de interés?
Escrito el 21 diciembre 2010 por Rafael Pampillón en Diccionario de Economía, Economía española
Hace unos días tuvimos una discusión en clase sobre qué le pasaba a un bono emitido hace 6 meses por el Tesoro
español cuando suben los tipos de interés de los bonos nuevos. En definitiva qué precio tiene la deuda española ya emitida, a
tipos más bajos, y que ahora tienen los bancos en sus balances (cartera de valores). Los bancos tienen deuda española al 3%
y ahora la deuda pública se emite al 5% ¿Que supone eso para los bancos si venden esa deuda que solo da un tipo del 3%?
¿Vale más o vale menos? Yo defendí que cuando subían los tipos bajaba la cotización de los bonos viejos.
Para arrojar un poco de luz o de confusión a la discusión un alumno me ha enviado esta nota que publico a continuación:
El precio del bono es inverso a su rentabilidad. A mayor riesgo, mayor rentabilidad. La rentabilidad se mide en el tipo de interés:
Mayor riesgo => mayor rentabilidad => mayor tipo de interés exigido
¿Qué es un bono?
• Título de deuda, emitido por las empresas y los Estados, que ellos utilizan como una forma de financiación
• Es un producto de renta fija que se transa en los mercados financieros
• La cotización de los bonos depende de la situación económica de la empresa o el Estado
• Un bono promete el pago de unos flujos monetarios fijos y conocidos, a cambio de un préstamo en el momento inicial,
mediante la venta del papel por parte del emisor. Estos flujos a los cuales se compromete, son independiente de
cambios futuros en el riesgo del emisor
• Un bono tiene impreso un monto (que es lo que se compromete a devolver el emisor), un calendario de amortización y
un tipo de interés, generalmente fijo (rentabilidad)
• El valor «carátula» se mide en base 100 y se denomina «valor par»
• Numéricamente:
Este ejercicio considera el valor del bono a distintos tipos de rentabilidad, partiendo del escenario “a la par” (base 100). En esta
se puede apreciar que, a mayor o menor rentabilidad del bono (medido en TIR, Tasa Interna de Retorno), el precio del papel
se cotiza “bajo la par” o “sobre la par”, respectivamente.
• Esta afirmación se puede realizar únicamente si los papeles son financieramente comparables, es decir, que tengan el
mismo duration(1). Si no fuese el caso, el análisis cambia, al entrar en consideración otro tipo de factores, como el
plazo de repago.
• Finalmente, para los agentes de mercado el tipo de interés “de carátula” de los bonos no sirve prácticamente para
nada, ya que si el tipo de interés “carátula” es más bajo respecto al riesgo del emisor en dicho momento, entonces los
inversores comprarán el papel con descuento (a menos de 100) para lograr la TIR deseada. Por el contrario, si el tipo
de interés “carátula” es muy alto respecto al riesgo de mercado de dicho emisor, entonces los emisores comprarán el
bono a un precio sobre la par, pagando más de 100. Desconozco el caso español, pero por ejemplo en Chile el tipo de
interés “carátula” de los bonos del Banco Central es fijo por Ley, pero eso en ningún caso pone algún problema, ya
que los inversores únicamente ajustarán el valor del bono en función del tipo de interés asociado al riesgo subyacente
en cada momento.
Conclusiones
• Los bonos son productos financieros que se transan permanentemente en el mercado
• Al igual que las acciones, el valor de carátula de un bono no es necesariamente el valor económico del producto
• El riesgo de los emisores va cambiando a través del tiempo, por tanto los inversores exigirán rentabilidades distintas
(tipo de interés)
• Si el emisor mejora su perfil crediticio, los inversores exigirán un menor tipo de interés al papel, apreciando el valor del
mismo (ya no vale 100, vale más de 100)
• Por el contrario, si el emisor empeora su perfil crediticio, los inversores exigirán un mayor tipo de interés, depreciando
su valor (ya no vale 100, vale menos de 100)
• Esta afirmación es correcta en la medida que los bonos sean financieramente comparables, ya que de otro modo
entran otros factores al análisis que lo complejizan, como el plazo
(1) El valor de un bono es inverso al tipo de interés que paga, dado que, a flujos fijos de repago, el «ajuste» se realiza en el
valor del papel (en su cotización).
¿Qué les ocurrió a los inversores que esperaron hasta el último momento para canjear sus bonos por acciones?
Estuvieron recibiendo sus cupones del 7,5% y posteriormente al Euribor+2,75% hasta el vencimiento de la inversión. El 4 de
octubre de 2012, vieron como deberían cambiar su inversión la cual tenía un valor de 5.000 euros, por 385 acciones. Estas
acciones cerraron ese día el mercado cotizando a 5,867 euros. Su inversión de 5.000 euros comenzó a tener un valor de
mercado de 2.258,80 euros perdiendo prácticamente la mitad de la inversión inicial.
Actualmente la acción del Santander cotiza por encima de ese precio de conversión, pero todavía no ha superado el precio de
canje. Los nuevos accionistas han tenido inicialmente dos opciones, o asumir su pérdida o mantener su inversión y cobrar el
dividendo.
El mercado de valores es un tipo de mercado de capitales de los que operan alrededor del mundo en el que se negocia la
renta variable y la renta fija de una forma estructurada, a través de la compraventa de valores negociables. Permite la
canalización de capital a medio y largo plazo de los inversores a los usuarios
El conjunto de normas y participantes (emisores, intermediarios, inversionistas y otros agentes económicos) tiene como objeto
permitir el proceso de emisión, colocación, distribución e intermediación de los valores inscritos en el Registro Nacional de
Valores o internacional se puede deducir.
De acuerdo con los artículos 2º y 3° de la Ley del Mercado de Valores, ésta afecta a los valores negociables emitidos por
personas o entidades, públicas o privadas, y agrupados en emisiones, cuya emisión, negociación o comercialización tenga
lugar en el territorio nacional (español). Se consideran valores negociables, en todo caso (art 2.1 TRLMV):1
• Las acciones de sociedades y los valores negociables equivalentes a las acciones, así como cualquier otro tipo de
valores negociables que den derecho a adquirir acciones o valores equivalentes a las acciones, por su conversión o
por el ejercicio de los derechos que confieren.
• Las cuotas participativas de las cajas de ahorros y las cuotas participativas de asociación de la Confederación
Española de Cajas de Ahorros.
• Los bonos, obligaciones y otros valores análogos, representativos de parte de un empréstito, incluidos los convertibles
o canjeables.
• Las cédulas, los bonos y participaciones hipotecarias.
• Los bonos de titulización.
• Las participaciones y acciones de instituciones de inversión colectiva.
• Los instrumentos del mercado monetario entendiendo por tales las categorías de instrumentos que se negocian
habitualmente en el mercado monetario tales como las letras del Tesoro, certificados de depósito y pagarés, salvo que
sean librados singularmente, excluyéndose los instrumentos de pago que deriven de operaciones comerciales
antecedentes que no impliquen captación de fondos reembolsables.
• Las participaciones preferentes.
• Las cédulas territoriales.
• Los "warrants" y demás valores negociables derivados que confieran el derecho a adquirir o vender cualquier otro
valor negociable, o que den derecho a una liquidación en efectivo determinada por referencia, entre otros, a valores
negociables, divisas, tipos de interés o rendimientos, materias primas, riesgo de crédito u otros índices o medidas.
• Los demás a los que las disposiciones legales o reglamentarias atribuyan la condición de valor negociable.
También se consideran valores negociables, entre otros, los contratos de opciones, futuros, permutas, acuerdos de tipos de
interés a plazo y otros contratos de instrumentos financieros derivados relacionados con diversas materias: valores, divisas,
materias primas, instrumentos financieros, etc (art. 2 TRLMV)
La Renta Fija son títulos negociables con la finalidad de captar fondos directamente del público, por los que el emisor se
compromete a pagar unos intereses y a devolver el principal en unos momentos prefijados, siendo la forma más habitual la
amortización única a su vencimiento.
Los títulos de renta fija pueden ser emitidos por empresas y organismos públicos (el Tesoro Público, Organismos
Gubernamentales, Comunidades Autónomas...) o por empresas privadas (grandes empresas de comunicaciones, eléctricas,
autopistas...).
El abono de intereses se realizará de manera implícita (activos cupón cero) o de forma explícita, mediante cupones
periódicos fijos o variables a lo largo de la vida del activo (bonos, obligaciones...).
En función del modo en el que el emisor abone los intereses, hablaremos de Renta Fija con rentabilidad...
• implícita (activos cupón cero, como los pagarés de empresa).
• explícita mediante cupones periódicos fijos o variables a lo largo de la vida del activo (como bonos u obligaciones).
El riesgo de insolvencia o de crédito es la probabilidad de que el emisor del título no pueda hacer frente a sus
obligaciones: tanto el pago de cupones (intereses) como del reembolso o devolución del capital inicial prestado.
Para un inversor individual, es muy difícil realizar el análisis económico-financiero necesario para saber si un emisor (empresa
privada u organismo público) podrá cumplir sus compromisos de pago dentro del tiempo fijado. Ese análisis es tarea de
empresas especializadas de calificación. Estas empresas (las más conocidas son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch)
publican periódicamente la calificación o “rating” de los emisores de títulos de renta fija.
Cuanto más alta sea la calificación crediticia del emisor, menor es el riesgo de insolvencia estimado y por lo tanto, más segura
la inversión. Si un emisor tiene una de las primeras cuatro calificaciones, se considera que el riesgo de insolvencia es bajo.
Las calificaciones por debajo de las primeras cuatro indican que el título se considera una inversión especulativa (Ba, BB o B),
o que el emisor tiene peligro real de insolvencia (todos los niveles de C), o incluso que ya está en quiebra o suspensión de
pagos (D).
Los bonos con calificación especulativa o peor, se llaman también bonos basura , aunque muchos gestores prefieren
denominarlos “de alto rendimiento”.
Por supuesto, se aplica la regla de riesgo/rentabilidad. Cuanto peor es la calificación crediticia, mayor es el riesgo y por lo tanto
mayor tendrá que ser la rentabilidad ofrecida para que un inversor se pueda interesar.
Las calificaciones otorgadas por estas empresas especializadas pueden ajustarse con el tiempo, a la luz de cambios
producidos en las empresas, su competencia o la economía en general. Cabe destacar que ni las más conocidas
empresas de calificación son infalibles y que nadie puede prever con certeza el futuro económico de una empresa u
organismo oficial. Una buena calificación no es garantía absoluta contra el riesgo de insolvencia.
Cuando suben los tipos de interés, el precio de los títulos de renta fija baja, y cuando bajan los tipos de interés, el
precio de la renta fija aumenta.
Recuerde: lo que más incide en el rendimiento de la renta fija es la evolución de los tipos de interés.
Algo parecido puede ocurrir a los tenedores de bonos que quieren seguir cobrando sus cupones después de la fecha de
reembolso. Tendrán que reembolsar el antiguo y adquirir uno nuevo, con la incertidumbre en cuanto al tipo de interés que va a
conseguir. Esto se denomina riesgo de reembolso.
Para reducir el riesgo de tipo de interés o riesgo de reembolso, es importante contratar títulos con plazos de reembolso
acordes con sus objetivos financieros.
Fiscalidad de la renta fija
• Los rendimientos, sean implícitos o explícitos, se consideran rendimientos de capital mobiliario, correspondientes al
ejercicio en el que se produce el pago de cupones o la transmisión o amortización del título.
• Se integran a la base imponible del ahorro en el IRPF:
o En el caso de intereses (cupones, es decir, rendimientos explícitos) por el importe íntegro cobrado.
o En el caso de reembolso o transmisión (rendimientos implícitos) por la diferencia entre el valor de transmisión
y el de adquisición, teniendo en cuenta los gastos inherentes de adquisición (que incrementan su valor) y de
transmisión (que lo reducen).
• Al hacer la declaración de la renta, la base imponible del ahorro tributa por tramos, según su importe total. Desde el 1
de enero de 2015 se aplican los siguientes tramos de tributación:
Los títulos de deuda pública son los valores emitidos por el Estado, las comunidades autónomas y otros organismos
públicos.
En la página web de la Dirección General del Tesoro se puede obtener información sobre cualquier emisión de deuda pública
del Estado y contratarla sin costes.
Deuda autonómica y de otros organismos
Las comunidades autónomas, corporaciones locales y diversos entes públicos emiten valores a corto plazo (pagarés) y a largo
plazo. Sus características son similares a las de las Letras del Tesoro y los bonos y obligaciones del Estado, respectivamente.
En la página web del Banco de España (Boletín de la Central de Anotaciones) se puede consultar información sobre precios
cotizados y operaciones cruzadas de la deuda pública negociada.
Pagarés de empresas
Los pagarés de empresas son títulos de deuda emitidos por empresas privadas para cubrir sus necesidades de financiación a
corto plazo. Confieren a sus tenedores un derecho económico sobre la empresa (es decir, los convierten en acreedores).
Características
Los pagarés de empresas tienen algunas características en común con las Letras del Tesoro:
• Se emiten al descuento, obteniendo por lo tanto un rendimiento implícito (la diferencia entre su valor nominal y su
precio de adquisición).
• Se emiten a muy corto plazo, por lo que su liquidez es alta
La gran diferencia es que mientras las Letras del Tesoro son emitidas por el Gobierno, los pagarés lo son por empresas
privadas. Su riesgo dependerá entonces de la calidad de la empresa. Debido a este incremento del riesgo, su rentabilidad
suele ser algo superior a la que ofrecen las Letras del Tesoro (prima de riesgo). Es aconsejable consultar la información de las
emisiones registradas en la CNMV.
Bonos y obligaciones
Mientras los títulos de deuda pública son emitidos por un Gobierno u organismo público, la renta fija privada
representa deudas de empresas privadas, por lo que su riesgo y rentabilidad dependerán de la calidad de la empresa.
Definición
Los bonos y obligaciones son títulos que representan una parte de una deuda, a favor de su tenedor, y emitida por una entidad
para la financiación de un proyecto. Los títulos de renta fija privada son emitidos por empresas privadas. Su rentabilidad y
riesgo previstos tienen que ver con la calificación crediticia del emisor, como se explicó en la introducción de esta sección, y
también con el plazo de reembolso y los tipos de interés.
En España, cuando estos títulos se emiten a menos de cinco años se denominan bonos y cuando se emiten a plazo superior
se denominan obligaciones. El plazo de reembolso es la única diferencia entre un bono y una obligación. En otros países, el
término “bono” es genérico para todos los plazos de vencimiento.
Rendimiento:
Los bonos y obligaciones de renta fija admiten varias modalidades de rentabilidad:
• Percepción de rentas periódicas (el pago de intereses periódicos, o cupones, a lo largo de la vida del título)
• Descuento (percepción de valor nominal a su vencimiento, mayor que su precio de adquisición)
• Percepción de cupones más un cantidad adicional (prima de reembolso)
• Descuento más cupones
• Descuento más cupones más prima de reembolso
• Otras combinaciones.
Si el precio de las acciones en la fecha de canje o de conversión es inferior a su precio de mercado, la operación
puede ser interesante. El número de acciones a entregar, la forma de determinar los precios y la fecha de conversión o
de canje se establece al principio de la operación.
Canje y conversión son operaciones diferentes. En el canje, los bonos se cambian por acciones de la autocartera de la
empresa. En la conversión, por acciones de nueva emisión.
I. CONCEPTO
La mayoría de los activos financieros de deuda proporcionan una renta fija o renta conocida de antemano, ya sea en forma de
intereses, de primas, de valor de reembolso, etc. (o en todas estas formas a la vez) y que percibe su tenedor (el inversor inicial
u otro inversor que compró posteriormente estos activos) hasta el momento del vencimiento, amortización, conversión o canje
de los activos.
Si bien, en los activos de renta fija, lo único fijo que tienen son sus pagos periódicos (cuando los hay), puesto que su precio, en
el mercado secundario varía (y por tanto su rentabilidad) principalmente debido a los movimientos de los tipos de interés del
mercado y al descuento de expectativas sobre la marcha de la empresa o Gobierno emisor.
Los activos de renta fija (bonos) aportan al inversor además del retorno del capital invertido en una fecha dada, unos flujos de
pagos a lo largo del tiempo (cupones), que frecuentemente son conocidos de antemano. En definitiva, los bonos representan
préstamos que los inversores hacen a los emisores (empresas y gobiernos) bajo unas condiciones de intereses previamente
conocidas. Así pues, la renta fija no confiere derechos políticos a su tenedor, sino sólo derechos económicos. Un inversor en
renta fija se convierte en acreedor de la sociedad emisora, mientras que el accionista es un socio propietario de una parte del
capital social. Esta diferencia no es trivial, pues en caso de liquidación de la sociedad, el acreedor tiene prioridad frente a los
socios.
Aunque tradicionalmente en la renta fija los "intereses del préstamo" (los cupones) estaban establecidos de forma exacta
desde el momento de la emisión hasta su vencimiento, actualmente existen otras posibilidades más sofisticadas.
Frecuentemente los intereses son variables estando referenciados a determinados indicadores, generalmente tipos de interés
(Euribor, etc.), índices bursátiles, o incluso a la evolución de una determinada acción, índice, etc., teniendo a veces otras
características especiales.
El inversor en renta fija debe familiarizarse con conceptos como los siguientes:
• Precio de emisión: Precio efectivo de cada valor en el momento de la suscripción. Normalmente coincide con el valor
nominal, aunque en algunos casos puede ser inferior o superior, según se emita al descuento o con prima. A un precio
de emisión al 100% de su valor nominal se le denomina "a la par".
• Precio de reembolso: Es el que recibe el inversor en el momento de la amortización y aunque suele coincidir con el
valor nominal, a veces puede ser inferior o superior, figurando en todo caso en las condiciones de emisión. A un precio
de reembolso del 100% de su valor nominal se le denomina "a la par".
• Amortización: Se refiere a la devolución del capital inicial a la fecha de vencimiento del activo. Puede estar pactada la
posibilidad de amortización anticipada, bien a opción del emisor o del inversor y, en ambos casos, puede ser total o
parcial. Cuando está prevista una amortización parcial anticipada a opción del emisor, se realiza por sorteo o por
reducción del nominal de los valores, afectando a todos los inversores.
• Prima de reembolso: Si en la fecha de amortización el emisor abona una cantidad superior al nominal de los títulos,
la diferencia entre ambos es la prima de reembolso.
• Cupones: Importe de los pagos periódicos (trimestrales, semestrales, anuales, etc.) de intereses pactados en la
emisión. A la parte del cupón devengada y no pagada en una fecha determinada entre el cobro de dos cupones, se le
denomina cupón corrido. Su importe se añade al valor del bono cuando se compra o vende en el mercado
secundario con cotización ex cupón.
• Precio de contratación (compra/venta): Precio efectivo de cada valor, expresado en porcentaje (a un precio del
100% se le denomina "a la par"), que multiplicado por el número de títulos contratados da como resultado el efectivo
de la operación. El precio de contratación puede ser ex cupón o in cupón (el precio in cupón también es conocido
como "precio con cupón corrido").
• TIR (tasa interna de retorno): La tasa interna de retorno o tasa interna de rentabilidad de una inversión, es el
indicador de la rentabilidad de una inversión, a mayor TIR, mayor rentabilidad.
• Emisiones cupón cero: Son valores cuyos intereses se abonan al vencimiento junto con el principal. Generalmente
tienen vencimiento a corto-medio plazo.
• Emisiones al descuento: Son valores cupón cero, a corto plazo, en los que se descuenta al inversor el importe de los
intereses en el momento de la compra. Las Letras del Tesoro y los pagarés de empresa son de este tipo.
Cuando alguien invierte en bolsa, normalmente es consciente del riesgo que asume y aunque lógicamente siempre querrá
ganar dinero, admite que existe el peligro de perderlo. Por algo se le llama renta variable, porque no se puede conocer la
rentabilidad de antemano y puede variar hasta el punto de provocar esos números rojos. En cambio, cuando alguien invierte
en renta fija el escenario mental cambia casi por completo. Solo se está preparado para ganar. Y todo por una confusión: la
de pensar que el apellido fija equivale a seguridad.
Pero no es así. La renta fija no está libre de riesgo. Ni la privada, que es la que emiten las empresas y los bancos, ni
siquiera la pública, que es la que lanzan las administraciones y los organismos públicos. Dicho de otro modo: como no se libra
de los riesgos, quien invierta en renta fija debe asumir que también puede perder dinero. Es importante tenerlo presente para
evitar sorpresas desagradables. Porque, a diferencia de quien invierte en bolsa, quien dirige su dinero a la deuda no está
preparado para soportar unas pérdidas.
¿Pero cómo se puede perder dinero en renta fija? Por dos motivos principales. El primero, el riesgo de crédito,
consistente en que el emisor no devuelva el dinero que el inversor le prestó en el pasado -en la deuda, el inversor es un
acreedor y presta temporalmente su dinero a cambio de unos intereses-. Y el segundo, el riesgo del precio. Al igual que las
acciones, los bonos también cotizan. Lógicamente su precio está expuesto a sufrir caídas, y estas causarán pérdidas en los
inversores que tengan que vender sus títulos en el mercado -porque necesiten ese dinero o por el motivo que sea- y en los
fondos de inversión que inviertan en renta fija y deban actualizar el valor de los títulos que tienen en su cartera.
La renta fija no está libre de riesgo. Ni la privada, que es la que emiten las empresas y los bancos, ni siquiera la pública
Este último impacto en los fondos de inversión es especialmente importante para los inversores particulares. ¿El motivo?
Que la industria financiera les está colocando fondos de renta fija o que destinan un alto porcentaje de su patrimonio a la renta
fija -fondos mixtos de renta fija- como alternativa a los depósitos y con la afirmación de que "son muy seguros" o "son casi
como los depósitos". Y no es así.
Lo ocurrido en las dos últimas semanas en los mercados financieros ha sido un aviso muy serio. Los precios de la deuda
soberana -la que emiten los países- han corregido con fuerza, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben
cuando las cotizaciones de los títulos bajan. La rentabilidad del bund alemán se ha disparado del 0,15% al 0,55% en 10
sesiones -aunque ha superado incluso el 0,70%-, mientras que la del bono español ha cerrado la semana en el 1,66%,
aunque llegado a tocar incluso el 2%, algo que no pasaba desde noviembre.
Estos repuntes han provocado un buen susto. Agravado, además, por el descenso de la liquidez en el mercado de renta fija,
una realidad que acrecienta el riesgo de que cuando lleguen las caídas serán más intensas de lo habitual. El peligro está
servido.
Que los títulos estén garantizados por el emisor no quiere decir que sea una inversión sin riesgo, ya que puede que el emisor
no pueda cumplir con lo acordado. Aún así, la renta fija es generalmente una inversión con menor riesgo que la renta variable.
Por ello, la rentabilidad esperada de la renta fija va a ser menor.
En un entorno de incertidumbre económica y financiera, existe una tendencia por parte de un porcentaje importante de
inversores a mover parte de su dinero hacia activos que les protejan de los vaivenes del mercado.
Históricamente, en los periodos de mayor tensión en los mercados financieros, la búsqueda de esa protección del capital pasa
por un traslado de dinero del mercado de renta variable hacia el mercado de renta fija.
En este artículo vamos a tratar de explicar un poco mejor y en profundidad cómo funciona el mercado de renta fija, debido al
mayor desconocimiento que suele haber respecto al mismo por parte del inversor minorista, así como ciertas ideas erróneas
que se tienen acerca de dicho mercado.
A pesar de que la renta fija es una de las maneras que tenemos a la hora de proteger las carteras de inversión en los
momentos de incertidumbre o de caídas en los mercados de renta variable, como hemos dicho no es un activo exento de
riesgo. No son pocos los que creen que la renta fija es, como su propio nombre indica, “fija”. Pero no es así: invirtiendo en
renta fija podemos perder dinero si vendemos los bonos antes de su vencimiento. Además, en caso de que el emisor de
los bonos realice un impago, podemos vernos afectados por una quita.
La evolución del precio de los bonos de renta fija está directamente relacionado con la evolución de los tipos de interés,
teniendo ambos una relación inversa. Así, si existe una subida de los tipos de interés el precio de nuestros bonos disminuirá, y
si los tipos de interés bajan, el precio de nuestros bonos aumentará. Esto lo podemos ver claramente con un ejemplo.