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Andrómeda es una galaxia que forma parte del Grupo Local de Galaxias

La famosa Galaxia de Andrómeda, conocida como M31 o NGC


224, es una galaxia espiral gigante, la más cercana a nosotros
y visible a simple vista, a pesar de que está a 2,5 millones de
años luz de la Tierra. Forma parte del “Grupo Local de
Galaxias”, el cual contiene dos grandes galaxias espirales:
Andrómeda y la Vía Láctea.

El resto de galaxias del grupo local, unas 30, son más


pequeñas; muchas de ellas son satélites de una de las
mayores.

Andrómeda es la galaxia más estudiada, porque es posible


observar en ella, desde el exterior, todos los rasgos de una
galaxia: estructura espiral, cúmulos globulares y
abiertos, material interestelar, nebulosas planetarias,
remanentes de supernova y el núcleo galáctico.

Estos rasgos también se encuentran en la Vía Láctea, pero no


es posible observarlos con tanta precisión debido a que
estamos inmersos en ella, y a que la mayor parte de nuestra
galaxia está oculta por el polvo interestelar.

Fotografía de la Galaxia de Andrómeda


Vía Láctea Andrómeda

Se ha observado que Andrómeda y la Vía Láctea se acercan rápidamente la una a la otra con velocidad de unos 500.000
km/hora. Esto significa que se produciría una colisión entre ambas dentro de unos 3.000 millones de años. De producirse, tal
choque no debe entenderse como el que tiene lugar entre dos cuerpos sólidos, sino que las galaxias se atravesarían la una a la
otra. Como resultado, una parte del material de ambas se dispersaría y el resto formaría una galaxia elíptica gigante.

Vea un interesante video de 2:28 minutos al respecto.

Andrómeda, tiene una masa calculada de aproximadamente una vez y media la masa de la Vía Láctea, y es más del doble de
brillante que ésta. Es visible a simple vista y fue observada el astrónomo persa Abd-al-Rahman Al-Sufi quien la describió y dibujó
en el año 964 d.C. en su “Libro de las estrellas fijas”. Se sabe que también aparecía en un mapa estelar holandés del año 1500.

Durante mucho tiempo se creyó que la “Gran Nebulosa de Andrómeda” estaba mucho más cerca. William Herschel creyó,
equivocadamente por supuesto, que su distancia no excedía en mucho la distancia a Sirio (17.000 años luz); la veía como el más
cercano “universo-isla”, parecido a nuestra Vía Láctea.

En 1864, William Huggins, el pionero de la espectroscopia, hizo notar


la diferencia entre las nebulosas gaseosas, con su espectro de líneas,
y las “nebulosas que contienen estrellas ” que ahora sabemos que
son galaxias. Andrómeda presentaba líneas espectrales continuas,
similares a las de las estrellas.

En 1887, Isaac Roberts obtuvo las primeras fotografías de la


Nebulosa de Andrómeda, que mostraban por primera vez los rasgos
básicos de su estructura espiral.

En 1912, V. M. Slipher del Observatorio Lowell midió la velocidad


radial de la Galaxia de Andrómeda, y encontró que tenía la mayor
velocidad jamás registrada, de unos 300 km por segundo.

Isaac Roberts William Huggins

Heber Curtis descubrió en 1917 doce estrellas novas en Andrómeda. Al constatar que estas novas eran 10 magnitudes más
débiles que las novas registradas en la Vía Láctea, supuso que Andrómeda estaba a 500.000 años luz y que tanto ella cómo otros
objetos similares, conocidos en ese tiempo cómo nebulosas espirales, no eran nebulosas sino galaxias independientes.

En 1920 Curtis y Harlow Shapley protagonizaron un encendido debate. Shapley defendía que Andrómeda era en realidad una
nebulosa cercanas.

Sin embargo, en 1925 Edwin Hubble encontró estrellas cefeidas en fotografías de Andrómeda. Este hallazgo dejó claro que tales
objetos son en realidad galaxias más ó menos cómo la nuestra, sólo que a grandes distancias, de modo que la Nebulosa de
Andrómeda (denominación que aún se encuentra en textos antiguos) pasó a ser conocida definitivamente como la Galaxia de
Andrómeda. En 1929, Hubble publicó su famoso estudio de la Nebulosa de Andrómeda como un sistema estelar extragaláctico,
es decir que se encuentra fuera de nuestra galaxia.
En 1943 Walter Baade fue el primero en discernir estrellas dentro de la región central de la galaxia de Andrómeda, y también
demostró que había dos tipos de cefeidas, lo que significó duplicar su distancia hasta un valor ya muy cercano al aceptado
actualmente.

Observaciones recientes del telescopio espacial Spitzer revelaron que Andrómeda contiene un billón de estrellas, excediendo en
diez veces el número de estrellas que hay en nuestra galaxia, la Vía Láctea.

El Telescopio Espacial Hubble ha revelado que la galaxia de Andrómeda M 31 tiene un núcleo doble. Esto sugiere que o bien
tiene en realidad dos núcleos brillantes, probablemente a causa de haberse “comido” a una galaxia más pequeña que alguna vez
se introdujo hasta su centro, o que partes de su único núcleo se ven oscurecidas por material oscuro.

La Galaxia de Andrómeda se puede ver a simple vista en un cielo oscuro desde lugares que se encuentren lejos de las fuentes de
contaminación lumínica.

Una noche similar a la que se ve en la figura de la derecha, pero un poco más tarde y cuando ya no haya luna. Lo más oscuro posible.

A simple vista parece bastante pequeña, pues el ojo solamente puede captar la parte central que es suficientemente brillante. Pero el
diámetro angular completo de la galaxia es en realidad de siete veces el de la Luna llena vista desde la tierra.

Si estando en las condiciones señaladas se dispone de binoculares o de un telescopio de pocos aumentos, se consigue ver no solamente
su región central sino el resto de la galaxia.

Con un pequeño telescopio y en buenas condiciones de oscuridad, incluso es posible distinguir sus dos galaxias satélites más cercanas
(M32 y M110).

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