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Para otros usos de este término, véase Andrómeda.
Andrómeda
Descubrimiento
Descubridor Azophi1
Fecha 9641
Datos de observación
(época J2000.0)
Constelación Andrómeda
Características físicas
Otras características
Otras designaciones
M31, NGC 224, UGC 454, PGC 2557, MCG 7-2-16, ZWG 535.17, 2C 56 (Núcleo), LEDA
2557
Sucesión de galaxias
Historia observacional[editar]
La primera referencia existente a la galaxia de Andrómeda data del año 961, y fue hecha por
el astrónomo persa Azophi, a la que en su Libro de las Estrellas Fijas describe como una «nube
pequeña en la constelación de Andrómeda».
La primera observación telescópica corresponde a Simon Marius en 1612. En 1764, Charles
Messier la incluye en su catálogo con el número 31, dándole erróneamente el crédito de su
descubrimiento a Marius en vez de a Azophi. William Herschel observó en su región central un débil
brillo rojizo, pensando que era la más cercana de las grandes nebulosas y que no podía estar a más
de 2000 veces la distancia a Sirio.
En 1864, William Huggins observó su espectro, y observó que no se parecía al que cabría esperar
en un objeto nebuloso y sí al de uno hecho de estrellas, por lo que M31 era un objeto formado por
estrellas (sin embargo, siguió siendo considerada durante mucho tiempo como una nebulosa).
En 1885 apareció una supernova (catalogada como S Andromedae, y hasta la fecha la única
registrada en ella) en su región central. Apareció en agosto de dicho año con magnitud próxima a la
6.ª, ascendió hasta la 5, 4.ª hacia el 17 de dicho mes para ir perdiendo brillo paulatinamente; dejó
de verse en febrero de 1886: todavía el 1 de febrero de ese año pudo medirla Asaph Hall con el
gran refractor instalado en Washington, encontrándola con magnitud 16.ª. Se ha calculado que su
magnitud absoluta fue de –18,2. Debido a que se consideraba este objeto como muy cercano, la
supernova fue considerada en su tiempo como una nova.
Heber Curtis descubrió en 1917 una nova genuina en Andrómeda, y buscando en placas
fotográficas anteriores encontró 11 más. Al parecer 10 magnitudes más débil que las novas
registradas en la Vía Láctea, supuso que el objeto estaba a 500 000 años luz y que tanto ella como
otros objetos similares, conocidos por entonces como "nebulosas espirales", no eran nebulosas sino
galaxias independientes. Esto fue la causa de un famoso debate en 1920 entre este astrónomo
y Harlow Shapley —que defendía que eran en realidad nebulosas cercanas—, y que llegó a su fin
cuando en 1925 Edwin Hubble encontró estrellas cefeidas en fotografías de Andrómeda, dejando
claro que tales objetos son en realidad galaxias similares a la nuestra, solo que a grandes
distancias, de modo que la "nebulosa de Andrómeda" (denominación que aún se encuentra en
textos antiguos) pasó a ser conocida definitivamente como la "galaxia de Andrómeda".
En 1943 Walter Baade fue el primero en discernir estrellas dentro de la región central de la galaxia
de Andrómeda, y también demostró que había dos tipos de cefeidas, lo que significó duplicar su
distancia hasta un valor ya muy cercano al aceptado actualmente.
Ya en 1940 Grote Reber detectó emisiones de radio procedentes de esta galaxia, y en 1950 se
realizaron los primeros radio mapas de ella, descubriendo también los astrónomos ingleses Brown y
Hazard que esta galaxia emitía ondas de radio en la banda de los 158,8 MHz, siendo la primera
galaxia descubierta como objeto emisor de ondas de radio.
Estructura[editar]
Andrómeda desempeña un papel importante en los estudios galácticos, puesto que es la galaxia
gigante más cercana. En 1991 la Cámara Planetaria a bordo del Telescopio Espacial
Hubble fotografió su núcleo. Para sorpresa de todos, presenta una doble estructura, con dos puntos
nucleares calientes separados por unos pocos años luz. Observaciones terrestres posteriores
llevaron a especular que, además de existir dos núcleos, éstos se moverían el uno con respecto al
otro y que uno de los núcleos está deshaciendo al otro, que podría ser el remanente de una galaxia
más pequeña "tragada" por M31, pero esta explicación ha sido abandonada, ya que un núcleo
galáctico de ese tipo no sólo no sobreviviría mucho tiempo antes de ser destruido por el principal,
sino que además en este caso no parece haber un agujero negro central en él que lo estabilice, y
también ocurre que no tiene el aspecto de un núcleo galáctico (ni hay evidencias a mayor distancia
del centro de dicha fusión galáctica); hoy se piensa que lo que estamos viendo es la proyección de
un disco de estrellas (que a su vez tiene en su interior otro disco de estrellas de tipo espectral. Ha
nacido en un brote estelar hace 100-200 millones de años quizás causado por la absorción de una
galaxia menor rica en gas,16 por lo que el núcleo de esta galaxia es en realidad aparentemente
triple17) que orbita alrededor del núcleo de Andrómeda y que al ser su órbita muy excéntrica las
estrellas parecen "acumularse" en la zona cercana al agujero negro, apareciendo lo que se ve. Los
núcleos de muchas galaxias son conocidos por ser lugares bastante violentos, y a menudo se
propone la existencia de agujeros negros supermasivos para explicarlos; el situado en el verdadero
centro de esta galaxia se calcula que tiene 108 masas solares y que se halla en el centro del disco
de estrellas de tipo A mencionado arriba.
Recientes investigaciones han demostrado la existencia de una barra en el centro de M 31, lo cual
la convierte en una galaxia espiral barrada al igual que la Vía Láctea,18 y por lo que quizás sea
mejor clasificarla como SBb.
Scott Chapman, del California Institute of Technology, y Rodrigo Ibata, del Observatoire
Astronomique de Strasbourg en Francia, anunciaron en 2005 sus observaciones con los telescopios
Keck que muestran que el brillo tenue de estrellas que se extiende hacia fuera de la galaxia es, en
realidad, parte del propio disco. Esto significa que el disco espiral de estrellas en Andrómeda es tres
veces más largo de lo estimado hasta ahora. Es una evidencia de que hay un vasto disco estelar
que hace que la galaxia tenga un diámetro de más de 220 000 años luz. Los cálculos previos
estimaban el diámetro de Andrómeda entre 70 000 y 120 000 años luz.
Galaxia de Andrómeda en ultravioleta. Mosaico de imágenes tomadas por el telescopio GALEX.
El estudio de la estructura de Andrómeda es difícil debido a que se nos muestra casi de canto, pero
sus brazos espirales pueden seguirse gracias a una serie de regiones HII que el astrónomo Walter
Baade describió como "perlas en un hilo". Según este autor, que fue el primero en estudiar y
describirla en detalle, hay dos brazos espirales cuya descripción se da a continuación:19§página106220
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