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Principio de Totalidad o Doble Efecto
Principio de Totalidad o Doble Efecto
Son muchas las situaciones en que nos encontramos con una conciencia
dudosa o perpleja, porque debemos elegir un bien y al mismo tiempo hacer un
cierto mal, lo que llamamos en ética; “colisión de deberes”. Muchas veces tenemos
que tomar decisiones en las cuales nos sentimos incómodos o a veces, por falta de
discernimiento; culpables. Por ejemplo; Se debe corregir a un hijo para su bien, pero
al mismo tiempo debemos someterlo a un castigo que le va a pedir cierto sacrificio...
Se debe salvar la solvencia económica de la empresa y al mismo tiempo se deben
despedir a varios trabajadores.. El médico no puede proceder a tratar una cierta
enfermedad porque el enfermo no tiene medios económicos para seguir su
tratamiento, y por ello le oculta al enfermo la posibilitad de sanarse, relativizando su
situación... etc.
La pregunta es: ¿Se puede tener una conciencia cierta o verdadera ante una
colisión de deberes? Un principio básico en ética es que el fin no justifica los medios,
pero, ¿se puede aceptar un cierto mal para hacer un bien? ¿Cómo despejar una
conciencia perpleja ante una colisión de deberes?
Es de buen juicio suponer que el mal hay que limitarlo todo lo que éticamente
sea posible, y al mismo tiempo, que esté permitido en determinadas situaciones.
Pero esta condición crea las dudas más frecuentes al tratar de saber si existe una
razón justa y proporcionada a la realidad que se quiere aplicar.
Algunos autores exponen el principio clásico del “bien mayor” o del “doble
efecto” La elección no se da entre el bien y el mal, sino entre un bien mayor y otro
bien menor derivándose de ello un efecto colateral malo proporcional que no es
querido en sí mismo, pero si tolerable en sus límites. De no ser así, nos privaríamos
del efecto bueno posible permitiendo un efecto malo todavía peor.
De hecho, lo que se hace es contrapesar el bien y el mal, elegir el bien mayor y el
mal menor posible. Cuando el cirujano amputa un miembro del cuerpo obra bajo
este principio. O por ejemplo, los efectos colaterales de ciertos medicamentos o
alimentos, etc. 1
ÉTICA DE SITUACIÓN
¿El fundamento de la ética en la Ley Natural quiere decir que las normas
éticas son inmutables? ¿De ello se sigue que hay principios éticos universales que
obligarían por igual a todos los seres humanos por pertenecer a la misma
naturaleza? (objetivismo)
¿O la naturaleza humana existente es mudable, cambiable y relativa al
tiempo? ¿Puede haber por ello leyes universales morales que dependan de la
situación o circunstancia? (subjetivismo)
La máxima “Semper, sed non pro semper”, (siempre, pero no siempre) es
decir, estar siempre dispuesto a cumplir el imperativo moral que corresponde, pero
no siempre estar obligado a dar forma concreta a la exigencia general y situaciones
que obligan siempre. “Semper et pro semper” (siempre y por siempre) hay que
entenderlas bien.
EL OBJETO ELEGIDO
LA
VALORACIÓN
DE UN ACTO LA MOTIVACIÓN
ÉTICO
DEPENDE DE: LA CIRCUNSTANCIA
2
Tanto en la Iglesia Católica como en la Iglesia Ortodoxa no se acepta el divorcio, porque la norma de su fe hace el vínculo
matrimonial indisoluble, excepto los casos de nulidad en los cuales se reconoce que no hubo sacramento. En la tradición de
la Iglesia Ortodoxa –bajo la tesis teológica de apelar a la misericordia de Dios Padre- se da la posibilidad de unas segundas
nupcias en los casos de personas separadas inocentes aunque no se de la nulidad. No como segundo sacramento, pero sí
con una bendición especial en el reconocimiento de la comunidad eclesial y la admisión a la comunión del pan eucarístico.
3
DICCIONARIO DE TEOLOGIA MORAL, pág. 243
Pero es importante resaltar que hay actos que por sí mismos,
independientemente del fin y las circunstancias son siempre ilícitos, por ejem: el
perjurio, homicidio, adulterio, tortura, aborto directo, corrupción de todo tipo, etc.