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2° CRÓNICAS 12

Ayer vimos que Roboam se humilló y sirvió a Dios correctamente por un periodo de
tiempo, y Dios lo prosperó.

El día de hoy veremos a un Roboam que después de haber consolidado el reino se


confió, se relajó y se tomó unas vacaciones espirituales, ya que había dejado la ley
de Dios y con él todo Israel. ¡cuán importantes es predicar a través del ejemplo! Y
no con palabras.

Ahora Roboam está en un buen momento de su reinado, pero Dios una vez más
advirtiéndole las consecuencias de su pecado. El versículo 2 dice: “Y por haberte
revelado contra Jehová, en el quinto año del rey Roboam, subió Sisac, rey de
Egipto, contra Jerusalén con mil doscientos carros y sesenta mil hombres de a
caballo; pero el pueblo que venía con él de Egipto, esto es, libios, suquienos y
etíopes, eran innumerable”.

Una vez más Dios se acuerda de que somos polvo según Salmo 103, y envía al
profeta Semaías ante Roboam y sus príncipes diciéndoles: “Vosotros me habpeis
dejado, y por eso yo también os he dejado en manos de Sisac”.

La respuesta del rey y sus príncipes fue lo que a nosotros nos cuesta, humildad para
reconocer nuestros errores. Dios ve el corazón arrepentido del rey y sus príncipes y
decide perdonarlos y a la vez darles una lección. El versículo 7 y 8 dicen: “NO los
destruiré”…pero serán sus siervos, para que sepan lo que es servirme a mí, y que es
servir a los reyes de las naciones”.

El versículo 12 dice: “Así pues, por haberse humillado, la ira de Jehová se apartó de
él y no lo destruyó del todo, ya que en Judá había cosas buenas”.

Dios ve nuestro corazón mientras los demás critican, Dios ve en nosotros lo que los
demás juzgan, Dios ve cuan sensibles somos a su voz.

¿cuán importante es la humildad? Veamos lo que dice la Biblia respecto a la


humildad.

Sofonías 2:3 nos dice: “Buscad al Señor, vosotros todos los humildes de la tierra que
habéis cumplido sus preceptos, buscad la justicia, buscad la humildad. Quizá seréis
protegidos el día de la ira del Señor”.

La misma biblia nos dice que la humildad es necesaria para la salvación.

¿Cuántas veces hemos sido orgullosos al no aceptar nuestros errores? ¿Cuántas


veces se nos ha llamado la atención por nuestros errores?
Dios tuvo compasión de Nínive, Dios le enseñó humildad a Nabucodonosor, Dios
perdonó al rey David cuando aceptó su error, ¿Quién soy yo para no escuchar la
voz de Dios a través de mi prójimo?

EGW nos dice: “El amor al yo, el orgullo y la suficiencia propia yacen a la base de
las mayores pruebas y discordias que alguna vez hayan existido en el mundo
religioso”…

Cuanto mal nos hace apartarnos de Dios que nos convertimos en presa fácil para
el enemigo de Dios.

Quisiera concluir este capítulo diciéndote tres cosas.

1. No dejes caer tu vida espiritual


2. No te confíes cuando crees que estás bien con tu familia e iglesia
3. Aprende a escuchar tus errores a través de otros.

Sé humilde, sé pronto para escuchar. Acepta tus errores y serás grande en la vida,
y Dios te colocará en lo más alto donde todos puedan contemplarte. Dios te
bendiga

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