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Tema 1
¿Qué quiere Dios de mí?
La Biblia nos presenta diferentes cosas que Dios espera que hagamos ahora que somos sus
hijos, ahora que tenemos una relación con Él.
Debemos entender que, por un lado, Dios me da la libertad de tomar mis propias
decisiones y por el otro, me responsabiliza por mis decisiones.
Es decir que, puedo hacer con mi vida lo que quiera, invertir mi vida en lo que yo quiera,
usar mi tiempo en lo que yo quiera, darle prioridad o importancia a lo que yo quiera. Pero
como cristianos, necesitamos recordar que, aunque soy libre en Cristo, también soy su
propiedad exclusiva, que he sido comprado con la sangre de Cristo, y desde mi salvación,
Él es el único Señor a quien debo obedecer.
Por eso, aunque, por un lado, tenemos libertad para hacer en mi vida lo que quiera, por el
otro, Dios espera que nuestra libertad sea usada para darle a Él lo que Él espera que le
demos.
c. Se promete la prosperidad
para que tengas prosperidad? v. 13
Hoy empezamos a estudiar lo que Dios quiere que le demos. En primer lugar,
1. DIOS QUIERE QUE LE TEMAMOS
Deuteronomio 4.10
10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo:
Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para
temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;
¿Qué significa tener temor a Dios?
En primer lugar, significa
TENER RESPETO A DIOS
Respeto: es tratar a alguien de manera adecuada y correcta a alguien.
En Malaquías 1.6-9, Dios reclama que se le dé respeto.
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6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi
honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros,
oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu nombre? 7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y
dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es
despreciable. 8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo?
Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu
príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Cuando le damos a Dios lo que nos sobre, lo que no sirve o lo que no queremos es
una falta de respeto.
Esto es lo que se hacía frente a un rey o una persona que tiene autoridad.
1 Reyes 1:23, 31
23 Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al
rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra.
31 Entonces Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a tierra, y haciendo
reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.
Ser hijos de Dios no elimina que debamos ser reverentes hacia Él.
En Hebreos_12:28 se nos enseña que debemos servir a Dios con temor y reverencia.
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y
mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
En Mateo 10:28, nuestro Señor Jesús dijo: Y no temáis a los que matan el cuerpo,
mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y
el cuerpo en el infierno.
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Tal como lo enseña Mateo 25.41, el infierno está preparado para el diablo y sus
ángeles.
Mateo 25.41 - Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Por tanto, no es a satanás a quien hay que tenerle miedo, sino a Dios, quien por su
amor va a disciplinarnos cuando desobedecemos sus mandamientos.
Hebreos 10.30.31
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y
otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. 31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios
vivo!
El castigo sobre Ananías y Safira no produjo respeto o reverencia en la iglesia del NT,
sino miedo a que Dios les hiciera lo mismo
Dios quiere que ese miedo nos lleve a esforzarnos a vivir en santidad, respeto y
reverencia hacia Él. Que nos demos cuenta de que todo pecado y decisión tiene
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consecuencia; y que, por eso, debemos de vivir cada día buscando agradar a Dios en
todo.
Apocalipsis 3.19
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
CONCLUSIÓN
Dios quiere que le demos respeto y reverencia, pero también que tengamos miedo de
las consecuencias que sufriremos si somos desobedientes a su Palabra. Cuando tenemos
temor a Dios, le estamos demostrando que reconocemos su superioridad, su justicia y su
santidad.
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3. QUE LO AMEMOS
Mateo 22.36-38
Mat 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y
grande mandamiento.
Significa:
Darle el primer lugar en nuestra vida
Mateo 10.37-38
6
37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o
hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de
mí, no es digno de mí.
Significa obedecerlo,
Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan 15.14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
mayoría de nosotros nunca nos perdemos una comida. No me he perdido una comida en
años. En muchos años.
En algunos aspectos de la vida somos muy disciplinados. ¿Saben en cuáles? Somos
disciplinados para aquellas cosas que queremos serlo. Las cosas que nos importan, las
hacemos.
¿Qué pasaría en nuestra vida si fuéramos tan disciplinados para tener un
devocional diario de la misma manera que lo somos para las comidas?
¿Qué si fueran tan disciplinados en el servicio a los demás como lo son para
levantarse todos los días e ir a trabajar?
¿Qué si fueran tan disciplinados para asistir a la iglesia como lo son para
mirar ese programa televisivo que nunca se pierden?
a. Establecer «hábitos».
Los hábitos son, sencillamente, una disciplina, y ustedes son la suma total de sus
hábitos. Díganme lo que hacen habitualmente y les diré cuál es su carácter.
Si dices habitualmente la verdad, eres íntegro.
Si eres habitualmente fiel a tu pareja, eres una persona fiel.
Se trata de lo que haces vez tras vez sin siquiera pensarlo dos veces.
Si es un hábito, está integrado a tu vida; y los hábitos diseñan, forman, controlan y
permiten desarrollar toda nuestra vida.
Si deseas cambiar tu vida, lo único que tienes que hacer es cambiar tus hábitos.
Ahora bien, uno de lo principales objetivos de estos 40 Días de Propósito, que
comenzaremos la semana que viene, es ayudarlos a desarrollar algunos hábitos
espirituales nuevos. Prestemos atención a los que dice la Biblia en
1 Timoteo 4:7-8
Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio
corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene
promesa de esta vida presente, y de la venidera.
Observa dos palabras en el texto: la palabra «peso» y la palabra «pecado». Son dos
cosas que te frenan. Son dos cosas que te impiden ser todo lo que Dios quiere que
seas. Son dos cosas que limitan tu potencial en la vida. Son dos cosas que te hacen
desperdiciar el tiempo. Él nos dice: «Debes despojarte de estas cosas»: de los
«pecados» y de los «pesos».
Por supuesto, ustedes saben lo que es el pecado: quebrantar alguno de los
mandamientos de Dios.
Pero ¿qué es un peso? Pues, un peso es algo que, sin ser malo en sí, no es necesario.
¿Has pensado en esto? Algunas cosas en la vida no son necesariamente malas, pero
tampoco son necesarias.
Un peso puede ser cualquier cosa.
Puede ser una relación,
pueden ser expectativas,
puede ser una actividad,
puede ser un club,
puede ser un recuerdo que no deseamos olvidar,
puede ser un temor,
puede ser un trabajo.
Hay miles, o cientos de miles, de diferentes tipos de pesos. Y la Biblia dice: «para
crecer, debo aprender a decir que no». No se puede decir que sí a todo. Debes decir
«no» a algunas cosas. Con frecuencia debes decir «no» a cosas buenas a fin de tener
tiempo para cosas mejores. Debes decir «no» a cosas que no son malas en sí. En
realidad, son bastante buenas, pero dices «no» porque hay un límite a lo que se
puede hacer y tener.
Una de las razones por las que tanto nos cuesta despojarnos de ciertas actividades es
porque nuestra identidad está asociada a ellas. Pero si de verdad deseas cumplir tu
propósito en la vida, como vamos a considerar más adelante, debes darle cabida a
Dios en tu vida. Y para darle cabida a Dios en tu vida, necesitarás cortar con algunas
cosas –con algunas cosas buenas–. No nos referimos a ningún pecado sino a algunas
cosas buenas. No pueden seguir sobrecargando su agenda.
Y la mayoría de ustedes, a quienes conozco personalmente –conozco la vida que
llevan–, ya tienen demasiadas cosas que hacer. Tienen sus vidas demasiado
ocupadas. Y ahora estamos aprontándonos, la semana que viene y durante 40 días,
para agregar tres nuevos hábitos a su agenda. Una lectura devocional diaria de 15
minutos, para ayudarlos a entender los propósitos de Dios para su vida; una reunión
semanal en grupos pequeños, durante seis semanas para ayudarlos a entender el
propósito de Dios para su vida; y un versículo semanal para memorizar, que
posiblemente les lleve unos cinco minutos y que los ayudará a entender el propósito
de Dios para su vida.
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Lo digo ahora, como pastor preocupado por ustedes: necesitan decidir ahora mismo
qué dejarán de hacer antes de comenzar los 40 Días de Propósito. Solo podemos
tener un número limitado de cosas entre manos…
quien mucho abarca, poco aprieta.
En nuestra vida tenemos muchas ocupaciones, pero no todo en la vida tiene el mismo
valor. Por ello necesitan preguntarse: «¿Qué debo dejar de hacer?» Siempre que
anotes una nueva actividad en tu calendario, en ese mismo instante deberías
plantearte: ¿Qué voy a dejar de hacer para hacer esto?» Siempre que adquieras un
nuevo hábito, una nueva afición, un nuevo compromiso, deberías preguntarte: ¿Qué
dejaré de hacer?».
«Si se trata de pasar un momento conmigo o de lavar los platos, la opción es clara.
Si se debe elegir entre ordenar la casa, preparar la comida, o pasar tiempo conmigo
porque “estoy aquí”, no puede haber duda acerca de lo que deberían hacer».
Proverbios 10:27: «
El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.
eso. Es que yo no soy una persona tan disciplinada». Tengamos un breve momento de
sincera confesión. ¿Cuántos de ustedes tienen el coraje de reconocer que no son
realmente disciplinados? Yo soy el primero en levantar la mano. ¿Alguien más? ¡Ah!
Miren cuántos
Filipenses 2:13: porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad.
«Dios siempre obra en ustedes para motivarlos y hacerlos capaces de obedecer su
propio propósito.» Motivarlos y hacerlos capaces. Dios nos da el deseo, y luego nos da
la fuerza de voluntad. No con nuestras propias fuerzas ni poder, sino por «mi Espíritu»
dice el Señor.
¿Qué significa? Si decides en serio y dices: «Dios, en estos próximos 40 días, hay
algunas cosas de mi vida que dejaré de lado a fin de tener tiempo para desarrollar
algunos nuevos hábitos que me permitan acercarme a ti, para que pueda entregarme
completamente a ti; no solo una parte, sino por entero». Si puedes decidirte y
desprenderte de algunas cosas, postergar otras, poner a Dios en primer lugar para
concentrarte durante 40 días, y decir «Voy a regresar a mi primer amor», Dios te
ayudará y descubrirás cosas maravillosas teniendo lugar en tu vida.
¿Qué quiere Dios? Quiere toda tu vida, por entero. Eso es lo que quiere. ¿Qué se
necesita para crecer? Les diré lo que se necesita para crecer. Se requiere disciplina. No
podemos ser discípulos sin disciplina.
A Jesús le costó morir por ti, y a ti te costará vivir para él. Pero se lo merece, porque tú
estarías perdido si no fuera por la cruz. No tendrías futuro. Sin embargo, gracias a la cruz,
vivirás para siempre: le debes tu vida.
2 Corintios 6:1: Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a
que no recibáis en vano la gracia de Dios.
«Les suplicamos, no despilfarren nada de esta maravillosa vida que Dios nos ha dado».
Esta vida es única y pronto pasará, solo lo que hagamos por Cristo perdurará. Ninguna
otra cosa será importante. ¿Alguna vez quisieron ser parte de un milagro? Ahora es su
oportunidad.
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El primer versículo que leímos hoy fue «Aprovechen al máximo todas las oportunidades
que tengan». Dios te da la oportunidad de la vida: estos 40 Días. No te la pierdas. No
vaciles. No seas un mero espectador.
Dentro de un minuto quiero animarlos a sacar esta tarjeta verde; pueden hacerlo ahora. Si
conocen a alguien por el que quieren que oremos esta semana, anoten su nombre. Es como
decir: «Estoy pensando en esta persona para invitarla esta semana a un grupo». Y si
todavía no eres parte de un grupo de 40 Días, completa el otro lado de la tarjeta y
entrégala. Dios te está dando la oportunidad de tu vida: comienza la semana próxima.
ORACIÓN
Padre, ya sabemos que estás obrando maravillas en nuestro medio mientras nos
preparamos para comenzar los 40 Días de Propósito. Hay vidas que van a ser
transformadas, familias que se van a salvar, amistades nuevas que se van a entablar,
milagros que tendrán lugar. Desde ya te damos gracias. Te damos gracias también por lo
que ya ha pasado en los corazones de la gente.
Gracias por los hogares que han dado un paso de fe para ser anfitriones. Ayúdalos a darse
cuenta de que ya son un éxito porque tú te complaces en su fe.
Gracias por los que invitaran a amigos, familiares a un grupo.
Gracias por su amor por ti y por los demás.
Gracias por los miembros de esta iglesia que están dispuestos a ayunar y llorar por otras
almas.
Pero, por sobre todas las cosas, gracias por la cruz, porque hacemos esto por amor a Jesús.
Ahora, oren ustedes. Digan en su corazón: «Dios, quiero dejar de ser indeciso. No quiero
ser un cristiano despreocupado, un creyente de tiempo parcial, un siervo tibio. Quiero
entregarte toda mi vida, cada fibra de mi ser. Necesito tu ayuda para desarrollar los
hábitos y las disciplinas que necesito para crecer espiritualmente. Así que ayúdame a
despojarme de las cosas que en realidad no importan, y cederte a ti el primer lugar en mi
vida. Ayúdame a comprender qué cosas dejar, para poder tener tiempo para lo importante.
Gracias por entregar tu vida por mí. Quiero ser parte de lo harás aquí en los próximos 40
Días. En tu nombre te lo pido. Amén»
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NO DESPERDICIES TU VIDA
«Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios.
Aprovechen al máximo todas las oportunidades de hacer el bien, porque los tiempos son
malos. No sean imprudentes, sino traten de entender lo que el Señor quiere que hagan».
Efesios 5:15-17 (NLT trad. Libre.)
3 CONSIDERACIONES BÁSICAS
«Despojémonos de todo peso que nos retiene, en especial del pecado que con tanta
facilidad estorba nuestro progreso.»
Hebreos 12:1b (NLT Trad. libre)
«Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó
a él y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile
que me ayude! —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por
muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor [parte]…»
Lucas 10:40-42 (NVI)
«Dios siempre obra en ustedes para motivarlos y hacerlos capaces de obedecer su propio
propósito.»
Filipenses 2:13 (TEV Traducción libre.)