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DÉMOSLE A DIOS LO QUE EL QUIERE QUE LE DEMOS

Tema 1
¿Qué quiere Dios de mí?
La Biblia nos presenta diferentes cosas que Dios espera que hagamos ahora que somos sus
hijos, ahora que tenemos una relación con Él.
Debemos entender que, por un lado, Dios me da la libertad de tomar mis propias
decisiones y por el otro, me responsabiliza por mis decisiones.

Es decir que, puedo hacer con mi vida lo que quiera, invertir mi vida en lo que yo quiera,
usar mi tiempo en lo que yo quiera, darle prioridad o importancia a lo que yo quiera. Pero
como cristianos, necesitamos recordar que, aunque soy libre en Cristo, también soy su
propiedad exclusiva, que he sido comprado con la sangre de Cristo, y desde mi salvación,
Él es el único Señor a quien debo obedecer.
Por eso, aunque, por un lado, tenemos libertad para hacer en mi vida lo que quiera, por el
otro, Dios espera que nuestra libertad sea usada para darle a Él lo que Él espera que le
demos.

Deuteronomio 10.12-13 dice:


12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, a) sino que temas a Jehová tu
Dios, b) que andes en todos sus caminos, c) y que lo ames, d) y sirvas a Jehová tu Dios
con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 e) que guardes los mandamientos de Jehová
y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

Hay tres aspectos importantes a tomar en cuenta:


a. Debemos darle a Dios lo que El pide, no lo que nosotros queremos darle
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti? v.12

b. Se trata de algo completo


con todo tu corazón y con toda tu alma, v. 12

c. Se promete la prosperidad
para que tengas prosperidad? v. 13

Hoy empezamos a estudiar lo que Dios quiere que le demos. En primer lugar,
1. DIOS QUIERE QUE LE TEMAMOS
Deuteronomio 4.10
10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo:
Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para
temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;
¿Qué significa tener temor a Dios?
En primer lugar, significa
 TENER RESPETO A DIOS
Respeto: es tratar a alguien de manera adecuada y correcta a alguien.
En Malaquías 1.6-9, Dios reclama que se le dé respeto.
2

6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi
honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros,
oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu nombre? 7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y
dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es
despreciable. 8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo?
Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu
príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.

Cuando le damos a Dios lo que nos sobre, lo que no sirve o lo que no queremos es
una falta de respeto.

En segundo lugar, significa

 TENER REVERENCIA A DIOS


Reverencia: El acto de inclinarse en homenaje o reconocimiento de autoridad y
sumisión delante de un superior o un gobernante. A veces alguien se inclina ante
uno que es social o económicamente superior (Rut se «inclinó» delante de Booz.
Tiene la idea de adoracion.
Por tanto, cuando Dios nos habla de temerle, en el sentido de reverencia, esta
diciendo

Esto es lo que se hacía frente a un rey o una persona que tiene autoridad.
1 Reyes 1:23, 31
23 Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al
rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra.
31 Entonces Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a tierra, y haciendo
reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.

Ser hijos de Dios no elimina que debamos ser reverentes hacia Él.

En Hebreos_12:28 se nos enseña que debemos servir a Dios con temor y reverencia.
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y
mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

En tercer lugar, significa

 TENER MIEDO A DIOS


Todos tenemos miedo a algo, sea a la oscuridad, a las alturas, a lo desconocido o
sobrenatural, a satanás; pero generalmente, no le tenemos miedo a Dios. Sin
embargo, la Biblia nos enseña varias veces que es sabio tener miedo a Dios.

En Mateo 10:28, nuestro Señor Jesús dijo: Y no temáis a los que matan el cuerpo,
mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y
el cuerpo en el infierno.
3

La creencia popular es que el diablo está sentado en un trono en el infierno. Pero, la


Biblia dice que ira al infierno para ser atormentado.

Tal como lo enseña Mateo 25.41, el infierno está preparado para el diablo y sus
ángeles.
Mateo 25.41 - Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

- En Apocalipsis 20.10, se enseña que satanás pasara la eternidad en la


condenación
Apocalipsis 20.10
10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde
estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los
siglos de los siglos.

Por tanto, no es a satanás a quien hay que tenerle miedo, sino a Dios, quien por su
amor va a disciplinarnos cuando desobedecemos sus mandamientos.
Hebreos 10.30.31
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y
otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. 31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios
vivo!

Es claro que Dios es amor, perdón y misericordia, y a veces confundimos el amor de


Dios con permiso para desobedecer, para pecar, para vivir según como queremos.
Hebreos 12.6 dice que Dios por amor debe hacer dos cosas: disciplinarnos y
azotarnos:
Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que
recibe por hijo.
Esta verdad fue ignorada por la iglesia del NT., lo cual fue un error.
En Hechos 5.5 se nos habla de las consecuencias de pecar contra Dios:
Hechos 5
5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre
todos los que lo oyeron.
7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no
sabiendo lo que había acontecido. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime,
¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. 9 Y Pedro le dijo:
¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los
pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. 10 Al instante ella
cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron
muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. 11 Y vino gran temor
sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.

El castigo sobre Ananías y Safira no produjo respeto o reverencia en la iglesia del NT,
sino miedo a que Dios les hiciera lo mismo

Dios quiere que ese miedo nos lleve a esforzarnos a vivir en santidad, respeto y
reverencia hacia Él. Que nos demos cuenta de que todo pecado y decisión tiene
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consecuencia; y que, por eso, debemos de vivir cada día buscando agradar a Dios en
todo.
Apocalipsis 3.19
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Dios quiere evitarnos que caigamos en dos cosas: En la confusión y en las


consecuencias.
Cuando hablamos de la confusión nos referimos a que los cristianos tenemos ideas
propias y variadas sobre cómo es nuestra relación con Dios, e ignoramos la
enseñanza que Dios nos ha dado en su palabra,
La confusión de pensar que el amor de Dios elimina su justicia y santidad. Que,
porque Dios nos ama, su amor hará que Dios ignora su justicia y santidad y no nos
castigue.
Creemos que su gracia elimina su ley. Que porque ahora estamos en la gracia
podemos hacer lo que queramos sin consecuencias para nuestra vida.

En Hebreos 12.5-8, el Señor nos recuerda:


5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo
mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido
por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por
hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es
aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual
todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

Y en Hebreos 10.24-31 se nos advierte de lo serio que Dios se toma el hecho de no


congregarnos. Algo, que, para muchos cristianos, no tiene mucha importancia.

CONCLUSIÓN
Dios quiere que le demos respeto y reverencia, pero también que tengamos miedo de
las consecuencias que sufriremos si somos desobedientes a su Palabra. Cuando tenemos
temor a Dios, le estamos demostrando que reconocemos su superioridad, su justicia y su
santidad.
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Eso nos lleva a la segunda cosa que Dios quiere de nosotros:

2. QUE ANDEMOS EN TODOS SUS CAMINOS


Esto significa que Dios quiere que vivamos de tal forma que todo lo que hacemos en
nuestra vida diaria sea agradable a Dios.
1 Juan 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

3. QUE LO AMEMOS
Mateo 22.36-38
Mat 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y
grande mandamiento.
Significa:
 Darle el primer lugar en nuestra vida
Mateo 10.37-38
6

37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o
hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de
mí, no es digno de mí.

 Significa obedecerlo,
Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan 15.14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

4. QUE SIRVAMOS A JEHOVÁ TU DIOS

5. QUE GUARDEMOS SUS MANDAMIENTOS


La manera más práctica de mostrar que conocemos a Dios es guardando sus
mandamientos.
1 Juan 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en él; 5pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

PREGUNTA 2: ¿QUÉ SE NECESITA PARA NO


DESPERDICIAR LA VIDA?
¿Qué se requiere para no desperdiciar la vida?
¿Qué implica convertirme en todo lo que Dios quiere que sea?
¿Qué debo hacer para desarrollar todo mi potencial al máximo?
Lo diré en una sola palabra. Una palabra que a la mayoría no nos gusta. Se trata de la
palabra «DISCIPLINA».
Proverbios 10:17 dice:
Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la reprensión, yerra.
«El que atiende a la corrección [o a la disciplina] va camino a la vida; el que la rechaza
se pierde.»
No es posible ser discípulo sin disciplina. Ambas palabras van juntas: discípulo y
disciplina. No puedes ser discípulo de Jesús sin disciplina. Fíjense lo que dice la Biblia, en
1 Timoteo 4:7,
«Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad. »

Entonces, ¿qué es la disciplina? La disciplina consiste en


Hacer ahora lo difícil, para disfrutar los beneficios después. Ahora bien, algunos
de ustedes ni siquiera necesitan esta definición, porque son increíblemente disciplinados.
Son muy disciplinados en su trabajo y en su profesión. Tienen un plan diario, son siempre
puntuales, son aplicados en sus hábitos laborales. Algunos son muy disciplinados con
respecto al ejercicio físico. No se pierden una sesión en el gimnasio. El ejercicio físico está
incorporado a su rutina, a sus costumbres. Algunos nunca se pierden su programa favorito
de televisión. Es decir, ni se les pasaría por la mente perdérselo. Y, por supuesto, la
7

mayoría de nosotros nunca nos perdemos una comida. No me he perdido una comida en
años. En muchos años.
En algunos aspectos de la vida somos muy disciplinados. ¿Saben en cuáles? Somos
disciplinados para aquellas cosas que queremos serlo. Las cosas que nos importan, las
hacemos.
¿Qué pasaría en nuestra vida si fuéramos tan disciplinados para tener un
devocional diario de la misma manera que lo somos para las comidas?
¿Qué si fueran tan disciplinados en el servicio a los demás como lo son para
levantarse todos los días e ir a trabajar?
¿Qué si fueran tan disciplinados para asistir a la iglesia como lo son para
mirar ese programa televisivo que nunca se pierden?

a. Establecer «hábitos».
Los hábitos son, sencillamente, una disciplina, y ustedes son la suma total de sus
hábitos. Díganme lo que hacen habitualmente y les diré cuál es su carácter.
 Si dices habitualmente la verdad, eres íntegro.
 Si eres habitualmente fiel a tu pareja, eres una persona fiel.
 Se trata de lo que haces vez tras vez sin siquiera pensarlo dos veces.
 Si es un hábito, está integrado a tu vida; y los hábitos diseñan, forman, controlan y
permiten desarrollar toda nuestra vida.
 Si deseas cambiar tu vida, lo único que tienes que hacer es cambiar tus hábitos.
Ahora bien, uno de lo principales objetivos de estos 40 Días de Propósito, que
comenzaremos la semana que viene, es ayudarlos a desarrollar algunos hábitos
espirituales nuevos. Prestemos atención a los que dice la Biblia en
1 Timoteo 4:7-8
Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio
corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene
promesa de esta vida presente, y de la venidera.

Ejercítate espiritualmente. Es decir, hay ejercicios que podemos practicar para


mantenernos espiritualmente en forma, así como hay ejercicios que hacemos para
estar físicamente en forma.
El primero es lo que llamo la disciplina de despojarse. La disciplina de
despojarse significa que debes dejar de lado algunas cosas, porque no puedes
continuar acumulando cosas en tu agenda sobrecargada si no dejas de hacer otras.
Hebreos 12:1-2
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y
8

consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,


menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Observa dos palabras en el texto: la palabra «peso» y la palabra «pecado». Son dos
cosas que te frenan. Son dos cosas que te impiden ser todo lo que Dios quiere que
seas. Son dos cosas que limitan tu potencial en la vida. Son dos cosas que te hacen
desperdiciar el tiempo. Él nos dice: «Debes despojarte de estas cosas»: de los
«pecados» y de los «pesos».
Por supuesto, ustedes saben lo que es el pecado: quebrantar alguno de los
mandamientos de Dios.
Pero ¿qué es un peso? Pues, un peso es algo que, sin ser malo en sí, no es necesario.
¿Has pensado en esto? Algunas cosas en la vida no son necesariamente malas, pero
tampoco son necesarias.
Un peso puede ser cualquier cosa.
 Puede ser una relación,
 pueden ser expectativas,
 puede ser una actividad,
 puede ser un club,
 puede ser un recuerdo que no deseamos olvidar,
 puede ser un temor,
 puede ser un trabajo.

Hay miles, o cientos de miles, de diferentes tipos de pesos. Y la Biblia dice: «para
crecer, debo aprender a decir que no». No se puede decir que sí a todo. Debes decir
«no» a algunas cosas. Con frecuencia debes decir «no» a cosas buenas a fin de tener
tiempo para cosas mejores. Debes decir «no» a cosas que no son malas en sí. En
realidad, son bastante buenas, pero dices «no» porque hay un límite a lo que se
puede hacer y tener.
Una de las razones por las que tanto nos cuesta despojarnos de ciertas actividades es
porque nuestra identidad está asociada a ellas. Pero si de verdad deseas cumplir tu
propósito en la vida, como vamos a considerar más adelante, debes darle cabida a
Dios en tu vida. Y para darle cabida a Dios en tu vida, necesitarás cortar con algunas
cosas –con algunas cosas buenas–. No nos referimos a ningún pecado sino a algunas
cosas buenas. No pueden seguir sobrecargando su agenda.
Y la mayoría de ustedes, a quienes conozco personalmente –conozco la vida que
llevan–, ya tienen demasiadas cosas que hacer. Tienen sus vidas demasiado
ocupadas. Y ahora estamos aprontándonos, la semana que viene y durante 40 días,
para agregar tres nuevos hábitos a su agenda. Una lectura devocional diaria de 15
minutos, para ayudarlos a entender los propósitos de Dios para su vida; una reunión
semanal en grupos pequeños, durante seis semanas para ayudarlos a entender el
propósito de Dios para su vida; y un versículo semanal para memorizar, que
posiblemente les lleve unos cinco minutos y que los ayudará a entender el propósito
de Dios para su vida.
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Lo digo ahora, como pastor preocupado por ustedes: necesitan decidir ahora mismo
qué dejarán de hacer antes de comenzar los 40 Días de Propósito. Solo podemos
tener un número limitado de cosas entre manos…
quien mucho abarca, poco aprieta.
En nuestra vida tenemos muchas ocupaciones, pero no todo en la vida tiene el mismo
valor. Por ello necesitan preguntarse: «¿Qué debo dejar de hacer?» Siempre que
anotes una nueva actividad en tu calendario, en ese mismo instante deberías
plantearte: ¿Qué voy a dejar de hacer para hacer esto?» Siempre que adquieras un
nuevo hábito, una nueva afición, un nuevo compromiso, deberías preguntarte: ¿Qué
dejaré de hacer?».

b. Establecer prioridades. Se trata de la disciplina de «lo primero, primero ».


Hay cosas que deberías catalogar, porque no todas son urgentes. No son malas, pero
hay cosas más importantes que otras y que deberías hacer si quieres crecer
espiritualmente. Y debes estar enterado.
 A lo mejor necesitas ver una hora menos de televisión durante 40 días. Sé que esto
podría producir un infarto en algunos, no estoy seguro.
 Puedes ir a tu casa y mirar la novela o puedes venir a un grupo y hacer nuevos
amigos. No sé qué preferirás.
 Necesitas plantearte: ¿Qué otra cosa voy a dejar de hacer, entonces? A lo mejor
necesites acostarte 15 minutos antes todas las noches durante 40 días, para
levantarte 15 minutos más temprano y poder tener tu lectura devocional.
Lo que no puedes hacer es seguir agregando compromisos. Para algunos,
quizá esto que diré a continuación les resulte una herejía. A lo mejor necesitas hacer
menos ejercicio físico y ejercitarte espiritualmente durante 40 días. Porque un día tu
cuerpo se enfermará y morirás, pero tu espíritu seguirá para siempre. La Biblia nos
dice que debemos dedicar tiempo y esfuerzo para ejercitarnos espiritualmente. Dar
prioridad a Dios en nuestra agenda tiene un precio, pero la recompensa bien vale la
pena.
Lucas 10:40-42. Nos habla acerca de unos amigos de Jesús, de María y Marta, que
eran hermanas. Jesús estaba de visita en su casa. La Biblia dice que «Marta… se sentía
abrumada porque tenía mucho que hacer». Detengámonos aquí. ¿Se identifican con
Marta? Marta estaba abrumada porque tenía mucho que hacer. No tenía un
planificador de tareas.
Entonces, se acercó a Jesús y le preguntó: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me
haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!» Porque ¿saben? María
tranquilamente se había sentado a los pies de Jesús. Pero el Señor le contestó: «Marta,
Marta estás inquieta y preocupada por muchas cosas»; en otras palabras, sufría de
déficit atencional espiritual. Jesús agregó «pero sólo una cosa es necesaria» (subrayen
la frase “sólo una cosa”) y María ha escogido la mejor [parte]».
¿De qué habla? ¿A que se refiere Jesús? Jesús dice:
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 «Si se trata de pasar un momento conmigo o de lavar los platos, la opción es clara.
 Si se debe elegir entre ordenar la casa, preparar la comida, o pasar tiempo conmigo
porque “estoy aquí”, no puede haber duda acerca de lo que deberían hacer».

Permítanme una pregunta:


¿Te sientes en la misma situación que Marta?
¿Tienes tantas cosas que hacer que estás muy distraído y no puedes
concentrarte en Dios?
¿Estás tan ocupado que no tienes tiempo para detenerte, ni siquiera por 40
días, y concentrarte en Dios?
Vivirás un promedio de 25.550 días. Eso es lo que vive una persona típica. ¿No te
parece que es sabio apartar 40 de esos días para decidir qué hacer con el resto de los
días? Yo creo que sí. Pienso que es muy sensato. Las ocupaciones distraen nuestra
atención, pero como ustedes saben, no todas las ocupaciones tienen el mismo valor.
Con la perspectiva de la eternidad, no hay duda de lo importante que es mi tiempo con
Dios porque todo lo demás algún día se desvanecerá. Lo que importará será mi relación
con Dios y si no aparto un momento del día para Dios, ese día no habrá valido la pena.
El mejor uso que puedes dar a tu vida es invertirla en algo que perdure. Incluso si te
han invitado a ver al presidente. Tu relación con Dios es más importante.
Tomen nota de la frase: «María ha escogido la mejor parte». ¿Saben por qué me gusta
este pasaje? Porque implica una elección.
Tú dices: «Pastor, pero no puedo hacer todo lo que tengo que hacer». Tienes razón.
Pero, déjame que te diga un pequeño secreto: no vale la pena hacer todo. No tienes que
hacer todo. No te están apuntando a la cabeza y obligándote a hacer todo. Dios no
espera que hagas todo. Muchas de las cosas de «todo» lo que tienes que hacer te las has
impuesto tú mismo y no son en realidad obligatorias. Simplemente las llevas a cabo,
porque tienes ciertas expectativas o por cualquier otro motivo.
¡Claro que tienes tiempo! Tienes tiempo para crecer espiritualmente. La pregunta es en
qué quieres usar ese tiempo. ¿Tendrás tiempo para Dios? ¿Te decidirás? ¿Elegirás la
mejor parte como lo hizo María?
El Salmo 39.6:
Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

Proverbios 10:27: «
El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.

¿Quieren tener más tiempo?


Den el primer lugar a Dios, y él nos promete poner todo lo demás en su
justa perspectiva. Sé lo que muchos de ustedes estarán pensando…: «Pastor, ya sé
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eso. Es que yo no soy una persona tan disciplinada». Tengamos un breve momento de
sincera confesión. ¿Cuántos de ustedes tienen el coraje de reconocer que no son
realmente disciplinados? Yo soy el primero en levantar la mano. ¿Alguien más? ¡Ah!
Miren cuántos
Filipenses 2:13: porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad.
«Dios siempre obra en ustedes para motivarlos y hacerlos capaces de obedecer su
propio propósito.» Motivarlos y hacerlos capaces. Dios nos da el deseo, y luego nos da
la fuerza de voluntad. No con nuestras propias fuerzas ni poder, sino por «mi Espíritu»
dice el Señor.
¿Qué significa? Si decides en serio y dices: «Dios, en estos próximos 40 días, hay
algunas cosas de mi vida que dejaré de lado a fin de tener tiempo para desarrollar
algunos nuevos hábitos que me permitan acercarme a ti, para que pueda entregarme
completamente a ti; no solo una parte, sino por entero». Si puedes decidirte y
desprenderte de algunas cosas, postergar otras, poner a Dios en primer lugar para
concentrarte durante 40 días, y decir «Voy a regresar a mi primer amor», Dios te
ayudará y descubrirás cosas maravillosas teniendo lugar en tu vida.
¿Qué quiere Dios? Quiere toda tu vida, por entero. Eso es lo que quiere. ¿Qué se
necesita para crecer? Les diré lo que se necesita para crecer. Se requiere disciplina. No
podemos ser discípulos sin disciplina.

3. ¿POR QUÉ HABRÍA DE HACERLO?


¿Por qué habría de hacerlo?
¿Por qué tendría que esforzarme tanto para crecer espiritualmente?
¿Por qué debería dejar de hacer ciertas cosas para tener tiempo para Dios en mi vida?
Porque hay tantos beneficios implícitos que podríamos pasar toda la noche hablando de
ellos. Beneficios para tu vida ahora mismo, y beneficios para la eternidad. Pero, incluso
aunque hacer lo que Dios nos dice que hagamos no tuviera beneficios… aunque no
tuviéramos ningún beneficio aquí en la tierra, puedo decirles el porqué debemos hacerlo...
en dos palabras: la cruz. Por causa de la cruz.

a. Jesús entregó su vida completamente por ti y él espera que tú le entregues


la tuya.
2 Corintios 5:15: «Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino
para el que murió por ellos y fue resucitado.»
Murió por todos. Por cada uno de nosotros. Jesús entregó su vida por cada uno de los
presentes en este lugar. Algunos hemos confiado en él, le conocemos y disfrutamos su
perdón en nuestra vida. Otros, pudiera ser que es la primera vez que oyen estas
palabras… Jesús murió por ti. Te amó tanto que murió por ti. Para ofrecerte el perdón.
Murió por nosotros para que todos quienes vivimos en esta tierra –simplemente estas
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vidas normales, cotidianas, rutinarias, con dificultades y problemas… tú los tienes, yo


los tengo–… para que cada uno de nosotros, cualquiera sea la situación por la que
estamos atravesando en nuestra vida, no tuviéramos que enfrentarla solos. Ya no
vivimos solo para nosotros. Tenemos plenitud de vida. ¿Cómo podemos tener plenitud
de vida? Si vives para Él, que murió por nosotros. Él nos conoce mejor que nosotros a
nosotros mismos. Vive para Él, que murió por nosotros porque nos amó más de lo que
podríamos imaginarnos. De lo profundo de su amor y cuidado por nosotros, nace el
propósito que tiene para nuestra vida: tan inconmensurable que es imposible de
imaginar. Nunca podrás conseguir esa plenitud de vida, o tener el gozo que sólo Él
puede traer a tu vida. Por eso le servimos. Esperamos celebrar 40 Días de Propósito. No
podríamos celebrar ni un día de propósito en nuestra vida si no fuera porque Jesucristo
eligió dejar el cielo y venir a la tierra para entregar su vida por nosotros. No tenía la
obligación de hacerlo. Lo hizo porque nos amó. Lo hizo porque quiere que disfrutemos
su propósito en nuestra vida. Mientras cantamos la maravilla de su amor, piensen en lo
maravilloso que es que Dios ama al mundo, y que Dios te ama a ti, como individuo, aquí
mismo, en este instante, Dios te ama.
Jesucristo, confío en ti, perdona mis pecado y guía mi vida. En ti confío para tener
fuerzas y la vida que no puedo encontrar por mí mismo». Este pan representa el cuerpo
de Jesús que tanto nos amó y murió por nosotros.
La Biblia nos dice en Efesios 1:3-7
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado, 7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia,

Romanos 12:1 dice:


Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

A Jesús le costó morir por ti, y a ti te costará vivir para él. Pero se lo merece, porque tú
estarías perdido si no fuera por la cruz. No tendrías futuro. Sin embargo, gracias a la cruz,
vivirás para siempre: le debes tu vida.
2 Corintios 6:1: Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a
que no recibáis en vano la gracia de Dios.
«Les suplicamos, no despilfarren nada de esta maravillosa vida que Dios nos ha dado».
Esta vida es única y pronto pasará, solo lo que hagamos por Cristo perdurará. Ninguna
otra cosa será importante. ¿Alguna vez quisieron ser parte de un milagro? Ahora es su
oportunidad.
13

El primer versículo que leímos hoy fue «Aprovechen al máximo todas las oportunidades
que tengan». Dios te da la oportunidad de la vida: estos 40 Días. No te la pierdas. No
vaciles. No seas un mero espectador.
Dentro de un minuto quiero animarlos a sacar esta tarjeta verde; pueden hacerlo ahora. Si
conocen a alguien por el que quieren que oremos esta semana, anoten su nombre. Es como
decir: «Estoy pensando en esta persona para invitarla esta semana a un grupo». Y si
todavía no eres parte de un grupo de 40 Días, completa el otro lado de la tarjeta y
entrégala. Dios te está dando la oportunidad de tu vida: comienza la semana próxima.

ORACIÓN
Padre, ya sabemos que estás obrando maravillas en nuestro medio mientras nos
preparamos para comenzar los 40 Días de Propósito. Hay vidas que van a ser
transformadas, familias que se van a salvar, amistades nuevas que se van a entablar,
milagros que tendrán lugar. Desde ya te damos gracias. Te damos gracias también por lo
que ya ha pasado en los corazones de la gente.
Gracias por los hogares que han dado un paso de fe para ser anfitriones. Ayúdalos a darse
cuenta de que ya son un éxito porque tú te complaces en su fe.
Gracias por los que invitaran a amigos, familiares a un grupo.
Gracias por su amor por ti y por los demás.
Gracias por los miembros de esta iglesia que están dispuestos a ayunar y llorar por otras
almas.
Pero, por sobre todas las cosas, gracias por la cruz, porque hacemos esto por amor a Jesús.
Ahora, oren ustedes. Digan en su corazón: «Dios, quiero dejar de ser indeciso. No quiero
ser un cristiano despreocupado, un creyente de tiempo parcial, un siervo tibio. Quiero
entregarte toda mi vida, cada fibra de mi ser. Necesito tu ayuda para desarrollar los
hábitos y las disciplinas que necesito para crecer espiritualmente. Así que ayúdame a
despojarme de las cosas que en realidad no importan, y cederte a ti el primer lugar en mi
vida. Ayúdame a comprender qué cosas dejar, para poder tener tiempo para lo importante.
Gracias por entregar tu vida por mí. Quiero ser parte de lo harás aquí en los próximos 40
Días. En tu nombre te lo pido. Amén»
14

NO DESPERDICIES TU VIDA

«Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios.
Aprovechen al máximo todas las oportunidades de hacer el bien, porque los tiempos son
malos. No sean imprudentes, sino traten de entender lo que el Señor quiere que hagan».
Efesios 5:15-17 (NLT trad. Libre.)

3 CONSIDERACIONES BÁSICAS

1. ¿QUÉ QUIERE DIOS DE MI VIDA? Mi vida por entero


«Entréguense a Dios completamente porque su vida se ha renovado; que todo su cuerpo
sea un instrumento para hacer lo justo para la gloria de Dios.»
Romanos 6:13 (NLT trad. libre)
«Esto es lo que el Señor tu Dios te pide que hagas: Respeta al Señor y haz lo que te ha
mandado; Ámalo. Sirve al Señor tu Dios con todo tu ser.» Deuteronomio 10:12 (NCV,
traducción libre.)
«Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá
mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir al mismo tiempo a Dios y a las
riquezas.»
Mateo 6:24 (NVI)
«En todo lo que hagas, pon a Dios en primer lugar, él te guiará y el éxito coronará tu
esfuerzo.» Proverbios 3:6

2. ¿QUÉ SE REQUIERE?: Disciplina


«Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad.»
1 Timoteo 4:7 (LBLA)
«Más bien, ocupa tu tiempo y energía ejercitándote para estar espiritualmente en forma»
1 Timoteo 4:7b (LB Traducción libre.)
15

«Despojémonos de todo peso que nos retiene, en especial del pecado que con tanta
facilidad estorba nuestro progreso.»
Hebreos 12:1b (NLT Trad. libre)
«Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó
a él y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile
que me ayude! —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por
muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor [parte]…»
Lucas 10:40-42 (NVI)
«Dios siempre obra en ustedes para motivarlos y hacerlos capaces de obedecer su propio
propósito.»
Filipenses 2:13 (TEV Traducción libre.)

3 ¿POR QUÉ HABRÍA DE HACERLO? –La cruz


«Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió
por ellos y fue resucitado.»
2 Corintios 5:15 (NVI)
«Gracias a la sangre de su Hijo, tenemos la liberación de los pecados. Dios nos desborda
con su generosidad y perdona nuestros fracasos.»
Efesios 1:7 (GWT traducción libre)
«Hermanos y hermanas, en vista de todo lo que tenemos en común por la misericordia de
Dios, les animo a que ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, dedicados a Dios y
agradables a él.»
Romanos12:1 (GWT trad. libre)
«Les suplicamos, no despilfarren nada de esta maravillosa vida que Dios nos ha dado.»
2 Corintios 6:1 (Msg trad. libre)
«Señor, he sabido de tu fama; tus obras, Señor, me dejan pasmado. Realízalas de nuevo en
nuestros días, dalas a conocer en nuestro tiempo.»
Habacuc 3:2 (NVI)

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